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Mensaje: YUGO DESIGUAL

Me imagino que unir dos animales grandes, como los


bueyes, y hacer que sigan la misma dirección y que anden
juntos con el mismo objetivo, no debe ser algo fácil.
Ahora, imagina unir un buey a un asno, por ejemplo, o a
un caballo. Serían animales diferentes, de diferente
especie, creados de manera diferente, cada uno con una
función diferente, recorriendo el mismo camino. El buey tal
vez esté acostumbrado a arar la tierra, sin embargo para
el asno, por ejemplo, eso es algo nuevo.
¿Será que tendrían armonía? ¿Esa unión sería un éxito?
¿El objetivo del asno es el mismo que el del buey?
Ciertamente no tendrían armonía y esa unión no sería un
éxito. A eso llamamos yugo desigual.

¿El yugo desigual también puede existir en una relación


entre dos cristianos?
Es posible que aun en una relación entre dos cristianos, exista yugo
desigual. Basta que uno de ellos no tenga la misma consagración y
meta cristiana que el otro. Basta que un cristiano que tiene un vivir
espiritual saludable esté junto a otro que no.

Hoy muchos cristianos no tienen un vivir espiritual saludable. Van a las


reuniones, cultos, conferencias o retiros, pero no tienen una comunión
íntima con Dios, no tienen un vivir consagrado.

Por eso, presta atención a la salud de tu relación con Dios. Joven,


antes de tener una relación humana con alguien, aprende a relacionarte
con Dios. Busca, en primer lugar, el reino de Dios y Su justicia, y todas
las cosas, inclusive tu futuro conyugue, vendrá por añadidura. (Mateo
6:33).
Joven, cuida tu relación con Dios, y después, busca alguien que tenga
una relación saludable con Él. Cuando tú y la persona con quien te
relacionas mantienen un vivir saludable en Cristo, entonces,
ambos están en igualdad de yugo y la prosperidad en el amor se
torna más fácil. #SalDeYugoDesigual.

Intro: Obediencia a Dios


Proyecto de vida, necesitas alguien que este dispuesto a
acompañarte…
2 Corintios 6:14
No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué
compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la
luz con las tinieblas?

Pregunta: ¿Puede un cristiano casarse con un no cristiano?


Respuesta: ¡No, no, no, no, no, no, no, no! Aquí van ocho razones…
Razón 1: No glorifica a Dios. ¿Cuál es la gran meta de la vida cristiana
sino glorificar a Dios y disfrutar de Él para siempre? 1 Corintios 10:31
se lee, “Si, pues, coméis o bebéis o hacéis cualquier otra cosa,
hacedlo todo para la gloria de Dios”. Podríamos añadir a la lista
paulina: “Si, pues, os casáis, hacedlo todo para la gloria de Dios”. Dios
ha estipulado muy claramente en su bendita Palabra que sus hijos se
casen con hijas del Señor y viceversa. Casarse con un incrédulo no
glorifica a Dios.
Razón 2: No honra a Cristo. ¿Por qué murió Cristo? ¿Por qué se
entregó por nosotros? Explica Tito 2:14 que lo hizo todo con el fin de
“redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio,
celoso de buenas obras”. Morimos con Cristo. Ahora andamos en el
poder de una nueva vida. Agradecidos por su preciosa obra de
salvación, seguimos al Señor gozosa y libremente. Por lo tanto no nos
hagamos esclavos de los hombres (1 Corintios 7:23). Cristo es nuestro
Señor. Sólo Él es digno de nuestra obediencia. No pequemos contra
el Salvador que nos rescató y nos redimió para sí. ¿Cómo podemos
casarnos con alguien cuya vida no se centra en nuestra joya más
preciosa, el Señor Jesús? Casarse con un incrédulo no honra a Cristo.
Razón 3: Ofende al Espíritu Santo. El Espíritu de Dios es santo, santo,
santo. Su labor en la economía del Nuevo Pacto es la de santificarnos
y hacernos semejantes a Cristo en todo. El Espíritu no quiere que nos
casemos con incrédulos. Razona 2 Corintios 6:16 de la siguiente
forma: “¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos?
Porque vosotros sois el templo del Dios viviente”. Al casarnos, nos
hacemos una sola carne con nuestro cónyuge así que es necesario
que nos casemos con alguien en el Señor. ¡No frustremos el
propósito del Espíritu en nuestras vidas! Casarse con un incrédulo
ofende al Espíritu divino.
Razón 4: Es una violación de la Palabra de Dios. La Escritura dice
textualmente que un cristiano no se puede casar con un incrédulo. 1
Corintios 7:39 revela que un cristiano puede casarse con quién él o
ella quiera bajo una sola condición: “con tal de que sea en el Señor”.
Los creyentes solteros son libres para casarse solo con un seguidor de
Jesús. La Biblia no está en contra del matrimonio; pero sí se opone a
los matrimonios mixtos entre creyentes e incrédulos. Casarse con un
incrédulo es una violación de la Palabra.
Razón 5: Es un yugo desigual. Pablo ofrece la analogía de un yugo
desigual para defender la idea de que un cristiano no debe tener
compañerismo con la injusticia. Aludiendo a Deuteronomio 22:10,
manda 2 Corintios 6:14, “No os unáis en yugo desigual con los
incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la
injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?” Explica John
MacArthur: “Con esta analogía, Pablo enseñó que no es correcto
unirse en iniciativas espirituales comunes con aquellos que no son de
la misma naturaleza (incrédulos). Es imposible que todas las cosas se
hagan para la gloria de Dios en una situación así”. El matrimonio es la
forma más íntima de compañerismo espiritual que hay. Por esta
razón los cristianos, si no tienen el don de continencia, se tienen que
casar con otros creyentes. Casarse con un incrédulo es un yugo
desigual.
Razón 6: Es egoísmo. Si algún creyente insiste en casarse con su
novio o novia no cristiano/a, hay que hacerle la siguiente pregunta:
“¿Por qué quieres casarte con él o ella si sabes que esta forma de
actuar no glorifica a Dios, no honra a Cristo, ofende al Espíritu, viola
la Palabra y constituye un yugo desigual?” Invariablemente la
respuesta que te da será algo como: “Es que no entiendes. Sé que no
es del Señor todavía pero es una persona realmente maravillosa. Es
casi cristiano/a. A veces viene conmigo al culto y me hace sentir tan
especial. Me dice cosas bonitas. Me ama tal como soy. Me entiende.
Nos llevamos tan bien”. Se trata de puro egoísmo. En vez de colocar
al Señor en primer lugar, tal creyente opta más bien por rendir culto
a sus sentimientos personales y subjetivos. Por un lado está la
voluntad inmutable de Dios. Por otro lado, la voluntad
sentimentalista del creyente. Y se escoge conforme a las emociones.
¡Qué tragedia! De nuevo digo, ¡qué tragedia! Casarse con un
incrédulo es egoísmo sentimentalista.
Razón 7: Estorbará la vida espiritual de tus hijos e hijas. Después de
la boda vienen los niños. ¿Qué clase de ejemplo piadoso va a ejercer
un padre o una madre no creyente? ¿Cómo puede un incrédulo
enseñar grandes verdades espirituales a sus niños y niñas? No puede.
¿Acaso los peques aprenderán de él o ella acerca de la belleza la
lectura y meditación bíblica, de la comunión con el Señor a través de
Cristo en oración o de la necesidad de congregarse semanalmente
con otros hermanos en la fe? ¡Qué va! ¿No prefieres que tus hijos
vean a sus padres cantando las maravillas del Señor en el hogar?
Casarse con un incrédulo estorbará la vida espiritual de tus hijos e
hijas.
Razón 8: Lleva a la depresión espiritual. No me gusta emplear
razones egoístas para obedecer a Dios. Pero coloco este octavo
argumento porque es algo que he visto suceder decenas de veces a lo
largo de los años. Quiero guardar a mis lectores de caer en la misma
trampa. Ves a una jovencita cristiana toda emocionada porque se va
a casar con su novio incrédulo. ¿Y qué pasa? Pasa un año, pasan dos
años y ve que el tipo no tiene ningún interés en las cosas del Señor
(aunque debería de haberse dado cuenta de esto mucho antes de
pensar en salir con él). Y luego siempre acontece una de dos cosas: o
después de un tiempo de enfriamiento espiritual la mujer se va
definitivamente de la iglesia o simplemente sigue congregándose de
forma deprimida en las reuniones pidiendo oración por la conversión
de su marido. Anda amargada, triste, abatida, echándole la culpa a
Dios, “¿Por qué no obras en mi marido, Señor?” Por algo será que
Dios nos dijo que no nos casaremos con incrédulos. Casarse con un
incrédulo lleva a la depresión espiritual.
Conclusión Pregunta: ¿Puede un cristiano casarse con un no
cristiano? Respuesta: ¡No, no, no, no, no, no, no, no!
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1. No se enamore por ocio:
2. No se una en un yugo desigual (2 Corintios 6: 14-18):
3. Imponga límites en la relación:
4. Diga no al sexo:
5. Promueva el diálogo y la comunicación:
6. Cultive el romanticismo:
7. Mantenga la dignidad y el respeto:
8. Practique la fidelidad:
9. Asuma públicamente su relación:
10. Forme un triángulo amoroso:
Génesis 13
0
Lot miró con detenimiento las fértiles llanuras
del valle del Jordán en dirección a Zoar. Toda esa
región tenía abundancia de agua, como el jardín
del SEÑOR o la hermosa tierra de Egipto. (Esto
ocurrió antes de que el SEÑOR destruyera Sodoma
y Gomorra). 11 Lot escogió para sí todo el valle del
Jordán, que estaba situado al oriente. Se separó
de su tío Abram y se mudó allí con sus rebaños y
sus siervos. 12 Entonces Abram se estableció en la
tierra de Canaán, y Lot movió sus carpas a un
lugar cerca de Sodoma y se estableció entre las
ciudades de la llanura. 13 Pero los habitantes de
esa región eran sumamente perversos y no
dejaban de pecar contra el SEÑOR.
Filipenses 2:21 21 Todos
los demás solo se ocupan de sí
mismos y no de lo que es importante para
Jesucristo,

La fe en el Hijo de Dios
5 Todo el que cree que Jesús es el Cristo[a] ha
llegado a ser un hijo de Dios. Y todo el que ama al
Padre ama también a los hijos nacidos de
él.2 Sabemos que amamos a los hijos de Dios si
amamos a Dios y obedecemos sus
mandamientos. 3 Amar a Dios significa obedecer
sus mandamientos, y sus mandamientos no son
una carga difícil de llevar.4 Pues todo hijo de Dios
vence a este mundo de maldad, y logramos esa
victoria por medio de nuestra fe. 5 ¿Y quién puede
ganar esta batalla contra el mundo? Únicamente
los que creen que Jesús es el Hijo de Dios.

Deutero 22:10 10 »No ares con un buey y un


burro unidos al mismo yugo.
Amos 3: 3 ¿Pueden dos caminar juntos
sin estar de acuerdo adónde van?

Dijo Abraham a su mayordomo: “No tomarás para mi hijo (Isaac) mujer


de las hijas de los cananeos”, Génesis 24.2,3. Los cananeos eran
incrédulos e impíos. Cuando posteriormente Esaú se casó con dos
cananeas, “fueron amargura de espíritu a Isaac y Rebeca”. Luego dijo
Isaac a su hijo: “No tomarás mujer de las hijas de Canaán … y Jacob
obedeció a su padre y a su madre”, Génesis 28.6,7.
En Deuteronomio 7.1 al 4 leemos: “Cuando Jehová tu Dios … haya
echado delante de ti muchas naciones, no emparentarás con ellas; no
darás tu hija a su hijo, no tomarás a su hija para tu hijo. Porque
desviará a tu hijo en pos de mí y servirán a dioses ajenos”. Dios
conocía la tendencia del creyente de ceder a los gustos del impío en su
yugo desigual.
Sansón es uno de los ejemplos más destacados de la tristeza del yugo
desigual. Fue escogido por Dios para servirle con poder, pero terminó
en fracaso: “Descendió Sansón a Timnat, y vio en Timnat a una
mujer de las hijas de los filisteos … y su padre y su madre le dijeron:
¿No hay mujer entre las hijas de tus hermanos, ni en todo nuestro
pueblo, para que vayas a tomar mujer de los filisteos incircuncisos? Y
Sansón respondió: Tómame esta mujer, porque ella me agrada”,
Jueces 14.1 al 3.
Sansón no pensó en agradar a Dios, sino a sí mismo. El resultado fue
triste. No había armonía, sino intriga, y el matrimonio no duró más
de una semana. Él habló de su esposa como “mi novilla”. En realidad
él había sido escogido por Dios como novillo para servirle, pero la que
escogió era inmunda como asna en sentido figurativo. Era un yugo
desigual.

Sansón no aprendió. Después se enamoró de una mujer llamada


Dalila, que también era filistea. Este segundo yugo le llevó al fracaso.
Su sueño en el regazo de Dalila indica que estaba también dormido
espiritualmente. “Él no sabía que Jehová ya se había apartado de él”,
Jueces 16.20. Como resultado, perdió la vista y quedó ciego hasta la
muerte.

Otro personaje que se destaca por su desobediencia es Salomón. “El


rey Salomón amó … a muchas mujeres extranjeras … gente de las
cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas,
ni ellas se llegarán a vosotros, porque ciertamente harán inclinar
vuestros corazones tras sus dioses. A éstas, pues, se juntó Salomón
con amor”, 1 Reyes 11.1,2. “¿No pecó por esto Salomón? Aun a él le
hicieron pecar las mujeres extranjeras”, Nehemías 13.26. El yugo
desigual destruyó la espiritualidad de Salomón y le condujo a la
ruina.

Peligros de los últimos días


3 Timoteo, es bueno que sepas que, en los últimos días,
habrá tiempos muy difíciles. 2 Pues la gente solo tendrá amor
por sí misma y por su dinero. Serán fanfarrones y orgullosos,
se burlarán de Dios, serán desobedientes a sus padres y
malagradecidos. No considerarán nada sagrado. 3 No amarán
ni perdonarán; calumniarán a otros y no tendrán control
propio. Serán crueles y odiarán lo que es bueno. 4 Traicionarán
a sus amigos, serán imprudentes, se llenarán de soberbia y
amarán el placer en lugar de amar a Dios. 5 Actuarán como
religiosos pero rechazarán el único poder capaz de hacerlos
obedientes a Dios. ¡Aléjate de esa clase de individuos!

jueces 3: 4 El SEÑOR dejó a estos pueblos con el fin de


poner a prueba a los israelitas para ver si obedecían los
mandatos que él les había dado a sus antepasados por
medio de Moisés.
5
Así que los israelitas vivieron entre los cananeos, los
hititas, los amorreos, los ferezeos, los heveos y los
jebuseos, 6 y se unieron en matrimonio con ellos: los
hijos de los israelitas se casaron con las hijas de esos
pueblos, y las hijas de los israelitas fueron dadas en
matrimonio a sus hijos. Y los israelitas sirvieron a los
dioses de esas naciones.
Por lo tanto, la comunicación se realiza solamente
a nivel del «alma», la sala de controles de quien
no conoce a Cristo. Sin embargo cualquier padre,
pastor o consejero que ha tenido que lidiar con
una persona locamente enamorada de una
persona inconversa sabe que existe un «amor»
tan fuerte que está seguro de que su situación
particular no está contemplada en la Biblia y
abundan las razones y excusas. Vamos a suponer
que la mujer es la creyente.

«No hay jóvenes cristianos de mi edad en la


iglesia».

«El es mucho mejor que la mayoría de los


creyentes que conozco».

«Mi novio está de acuerdo en que nos casemos en


la iglesia evangélica».

«He visto otros matrimonios que empezaron así y


dio muy buen resultado».

«El no será estorbo para mi vida espiritual».

«Me dice que se va a convertir después de la


boda».

«Me permitirá llevar a nuestros hijos a la Escuela


Dominical»

«Tengo que casarme con él porque hemos tenido


relaciones sexuales».

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