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PERSONAS JURÍDICAS
La introducción a este tema nos exige considerar a la persona jurídica desde
la diferenciación con la persona humana.
La persona humana tiene y posee existencia física y podemos apreciarla por
medio de los sentidos; sin embargo la persona jurídica necesita ser pensada como
una idea.
Los autores clasifican las explicaciones sobre la naturaleza de las personas
jurídicas en las siguientes formas:
a.- Teoría de la ficción: Savigny parte del derecho subjetivo al que considera como
un poder atribuido a una voluntad, de donde concluye que sólo los seres dotados
de voluntad pueden ser personas. Pero el derecho positivo puede modificar ese
principio extendiéndola a entes que no son seres humanos. Para eso recurre a la
ficción consistente en admitir que tales entes piensan y quieren, estos sujetos del
derecho son las “personas jurídicas” porque sólo son admitidos para un objeto de
derecho ubicado en el sector patrimonial.
b.- Teoría negatoria de la personalidad: son aquellas que no reconocen una
personalidad individual a las personas ideales. Ihering sostiene la teoría de los
derechos individuales, afirmando que la persona jurídica no es titular de derechos
sino que los verdaderos titulares son sus miembros porque ellos sufren o
aprovechan las desventajas o ventajas de la entidad. Aquí también entran los
autores que consideran a la persona jurídica un “patrimonio de afectación”, que
distingue entre los bienes que es titular una persona humana de aquellos
destinados a lograr los fines colectivos, entienden que lo que se llama persona
jurídica no es otra cosa que esos bienes o patrimonios afectados al cumplimientos
de ciertos fines.
Hans Kelsen, dentro de las teorías jurídicas, la personalidad (humana y jurídica) es
una imposición realizada por el derecho tanto sobre los individuos humanos como
sobre las personas morales. Al tiempo que es negador de la personalidad puede ser
que generaliza la teoría de la ficción de Savigny.
c.- Teorías de la realidad: afirma que la persona jurídica es una realidad y sostiene
que ellas están dotadas de voluntad o bien que le interés de las personas jurídicas
es distinto del interés de los individuos que las componen y por ello el derecho la
reconoce. Aquí se ubican las teorías organicistas que conciben a la persona jurídica
como un ente real y concreta, sus órganos cumplen funciones similares a las de los
órganos en un ser humano, que tienen un interés propio; y las teorías de la
institución, una institución es una idea de obra o empresa que se realiza y dura
jurídicamente en un medio social, si bien los seres humanos realizan físicamente las
acciones, el sujeto final es la idea de empresa.
Las personas jurídicas son una realidad jurídica que la ley reconoce como medio
técnico para que todo grupo humano de individuos pueda realizar el fin lícito que se
propone. (Exposición de motivos de la ley general de sociedades 19.550)
El Código Civil y Comercial mantiene la distinción entre personas humanas y
personas jurídicas, y clasifica a la segunda de derecho público y de derecho
privado, incluyendo en esta última a las sociedades y eliminando la anterior
diferencia entre sociedades civiles y comerciales. El Título II del Libro I del C.C.C.
aborda la regulación de las personas jurídicas y comienza con el artículo 141:
“Son personas jurídicas todos los entes a los cuales el
ordenamiento jurídico les confiere aptitud para adquirir derechos y
contraer obligaciones para el cumplimiento de su objeto y los fines
de su creación.”
Con este concepto de persona jurídica el legislador tuvo como única
finalidad señalar quiénes podían ser sujetos de derechos, por lo que son clave dos
términos: “entes susceptibles” y “adquirir”, con ente se hace referencia a todo ser
(individual o plural) con capacidad para adquirir derechos y obligaciones. A partir
de ello se afirma la independencia de personalidad entre el entre y sus miembros.
Comienzo de la existencia
El artículo 142 del C.C.C. determina, como principio, que los entes jurídicos
existen desde la constitución de los mismos. Para ello basta la decisión voluntaria
de distintas personas de carácter físico o jurídico y desde ese momento pueden
operar; se da importancia a la prerrogativa de crear sujetos y separar patrimonios.
En ciertos casos la ley exige que para poder funcionar necesitan autorización
Estatal. Algunos ejemplos de estas entidades son las fundaciones, asociaciones,
sociedad anónima, compañías de seguro.
La personalidad jurídica se adquiere desde el mismo momento de la
constitución de la sociedad, independientemente de la inscripción. Desde ese
momento tiene una personalidad distinta de la de sus miembros, conforme con el
art. 143 C.C.C., los mismos pasan a ser terceros sosteniéndose el carácter
diferenciado. En consecuencia los acreedores sólo podrán atacar los bienes de la
persona jurídica, salvo que sus integrantes se hubiesen obligado por ella, a esto se
lo conoce como el principio general de separación de la personalidad.
Clasificación. Existen dos clases de personas jurídicas las públicas y las privadas.
PERSONA JURÍDICA PÚBLICA.
El art. 146 enumera a las personas jurídicas públicas: a) el Estado Nacional, las
Provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los Municipios, y las demás
organizaciones constituidas en la República a las que el ordenamiento jurídico
atribuya ese carácter; b) los Estados extranjeros, las organizaciones a las que el
derecho internacional público reconozca personalidad jurídica y toda otra persona
jurídica constituida en el extranjero cuyo carácter público resulte de su derecho
aplicable; c) la Iglesia Católica.
Las personas jurídicas públicas son aquellos entes que resultan imprescindibles
para la existencia de la organización política de la sociedad y están amparadas por
la Constitución Nacional. El Estado es una comunidad de individuos, asentada sobre
un territorio, que cuenta con una organización política y jurídica común, órganos
de gobierno propios, soberana e independiente de otras comunidades, tiene por
finalidad lograr el bien común y proyectarse con una identidad propia en la
comunidad internacional.
En cuanto a su reconocimiento el art. 147 C.C.C. se refiere a la ley aplicable
diciendo que en cuanto a su reconocimiento, comienzo, capacidad,
funcionamiento, organización y fin de su existencia, se aplican las leyes, convenios
y ordenamientos de su constitución. Por lo que concluimos que las personas
jurídicas públicas nacen de una norma jurídica.
Son características de las personas jurídicas públicas estatales:
- Son creadas mediante acto estatal: constitución, leyes, decretos,
ordenanzas.
- Sus gastos son afrontados con fondos oficiales que el Estado recauda por
medio de los impuestos.
- Son administradas y gobernadas a través de órganos públicos.
- Son capaces para constituir relaciones jurídicas en el ámbito del derecho
interno y del internacional.
Las personas jurídicas de derecho público no estatales son las integradas por
particulares, el Estado interviene en su creación y ejercen función pública. Algunos
ejemplos son los Colegios Profesionales, entidades gremiales, obras sociales.
OBJETO
Señala Salvat que no debe confundirse el objeto con la causa. El objeto consiste
en las operaciones que la persona jurídica privada debe realizar, mientras que la
finalidad es la obtención de utilidades.
El art. 156 C.C.C.: “El objeto de la persona jurídica debe ser preciso y
determinado.” Con esta exigencia se busca conocer cuál es el interés social y la
capacidad de obrar que necesita la persona jurídica. Además debe ser lícito y
posible, lo que resulta del propio cuerpo normativo y de leyes especiales.
DURACIÓN
El principio es que las personas jurídicas tienen duración ilimitada en el tiempo,
siendo el freno la ley o el mismo estatuto de creación, dónde puede acordarse el
tiempo de duración y en consecuencia limitando su existencia (art. 155 C.C.C.).
FUNCIONAMIENTO
Las personas jurídicas, desde el momento de su nacimiento, necesitan para
poder actuar de un instrumento que le permita exteriorizar su voluntad y su
relación con los terceros, y ese instrumento surge con el acto constitutivo. El
estatuto o contrato social en principio, y para su eficacia, debe ser inscripto, e igual
toda modificación que se practique. La modalidad del estatuto dependerá del tipo
de persona jurídica privada que se trate. Por ejemplo, la sociedad colectiva necesita
para su modificación el consentimiento de todos los socios (art. 131 L.G.S.); las
fundaciones exigen que el acto constitutivo prevea la modificación del estatuto
(art. 195 inc. h C.C.C.). En todos los casos hasta tanto no se inscriba dicha
modificación, el estatuto no es oponible a terceros, salvo que el tercero lo conozca.
El artículo 157 del C.C.C. regula sobre la modificación del estatuto:
“El estatuto de las personas jurídicas puede ser modificado en la
forma que el mismo o la ley establezcan. La modificación del
estatuto produce efectos desde su otorgamiento. Si requiere
inscripción es oponible a terceros a partir de ésta, excepto que el
tercero la conozca”.
Bibliografía:
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Comentarios al Proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación. Abeledo
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www.saij.gob.ar