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1. Sujeto de la relación jurídica: la persona humana y la persona jurídica. Nociones generales sobre la
persona jurídica. Clasificación. Personas jurídicas privadas.
La personalidad no se limita a los hombres, a los que les corresponde por su propia naturaleza humana
también se extiende a la actuación colectiva mediante el reconocimiento de las distintas agrupaciones
e instituciones que actúan en la sociedad. El fundamento de este reconocimiento de personalidad
radica en la naturaleza social del hombre. Para alcanzar distintos fines los hombres unen sus esfuerzos
individuales en agrupaciones de diferentes clases. Esta realidad es reconocida por el Derecho que
admite la capacidad de estas agrupaciones para intervenir en las relaciones jurídicas tal como lo hacen
las personas admitiendo su personalidad jurídica.
Vemos que si no reconociéramos personalidad a las agrupaciones, la mayoría de los objetivos serían
imposibles de alcanzar las agrupaciones sin fines de lucro realizan todo tipo de actividades.
Las agrupaciones con fines de lucro actúan en el campo de la construcción, la industria, el comercio,
etc. También en el ámbito del Derecho Público es indispensable el reconocimiento de la personalidad
tanto al Estado Nacional, como Provincial y Municipal.
Cuando se habla de la naturaleza se hace referencia a por qué el derecho positivo reconoce como
sujeto de derecho a algo que no es una persona humana.
Distintas teorías buscaron explicar el fenómeno:
-Teoría de la ficción: Expuesta por Savigny, considera a las personas jurídicas creadas artificialmente
por ley. La elaboración de su doctrina la hace a partir del concepto de derecho subjetivo, considerando
tal un poder atribuido a la voluntad. Como voluntad sólo pueden tener los hombres, concluye que sólo
el ser humano es persona y los restantes sujetos de derecho que la ley reconoce no son más que seres
ficticios. El ordenamiento legal, con el propósito de facilitar la obtención de los fines recurre a una
ficción por la cual se permite la actuación de entidades que no son personas humanas, como sujeto de
relaciones jurídicas.
-Teorías realistas: consideran a la persona jurídica como una realidad preexistente que el Derecho se
limita a reconocer. Las más importantes fueron: Teoría del órgano u organista y Teoría de la
institución.
-Teorías negatorias: coinciden en que la única persona es el ser humano individual y en que carece de
sentido aceptar la existencia de algo puramente ficticio, concluyendo entonces en la inexistencia de
las personas jurídicas. Se distinguen: . Son sujetos aparentes que ocultan a los verdaderos, a sus
miembros que son los beneficiarios y destinatarios de la utilidad que el patrimonio puede rendir
(Ihering).
Concepción actual de la persona jurídica
La doctrina actual señala el carácter eminentemente técnico del concepto de persona. Sujeto de
derecho en el derecho moderno, es todo aquel a quien el derecho reconoce aptitud para ser titular de
derechos y obligaciones. Es un concepto formal y técnico que no sólo se aplica al ser humano
individual sino también a un agrupamiento de ellas. Persona es entonces una noción jurídica.
Rivera: La personalidad jurídica es la forma en que el derecho capta a los grupos que actúan real y
efectivamente en la sociedad.
Crovi: La persona jurídica es sin duda, un procedimiento técnico al cual se acude para reglamentar la
actuación de los grupos humanos, en sus muy diversas formas.
Definición: Art. 141 CCyC: “Son personas jurídicas todos los entes a los cuales el ordenamiento
jurídico les confiere aptitud para adquirir derechos y contraer obligaciones para el cumplimiento de su
objeto y los fines de su creación.”
Elementos constitutivos:
- elemento material que son los componentes humanos y patrimoniales sobre los cuales se
asienta la personalidad.
- elemento formal que son los actos jurídicos que la constituyen y las disposiciones legales
sobre su reconocimiento.
a) Sist. de autorización estatal: sistema previsto para las asociaciones civiles y fundaciones (Arts
174 y 193)
b) Sist. de registro: sistema está establecido para las sociedades en la Ley General de Sociedad
que establece que deben inscribirse en el Registro Público del domicilio social (Art. 5º. Ley
19.550).
c) Sist. de libre constitución: es el de las simples asociaciones, sin perjuicio de los requisitos de
forma establecidos en el art. 187 del CCC.
Las personas jurídicas son sujetos de derecho distintos de quienes las constituyeron y de sus
miembros.
No pueden confundirse ni su personalidad ni sus patrimonios. Principio consagrado en el art. 143 que
dispone la personalidad diferenciada.
Los miembros no responden por las obligaciones de la persona jurídica, excepto en los supuestos que
expresamente se prevén en este Título y lo que disponga la ley especial”.
Inoponibilidad de la persona jurídica
El principio de distinción entre la persona jurídica y sus miembros no es absoluto. A veces, para hacer
justicia, es preciso penetrar el sustrato formal a fin de investigar y descubrir la situación real que
puede esconderse bajo la apariencia de la persona jurídica. Esta penetración, que sólo resulta factible
en casos graves y excepcionalmente, es factible cuando se utilice una persona jurídica para obtener
finalidades distintas de aquellas para las cuales ha sido reconocida. En estos casos el juez puede actuar
sobre las personas físicas que integran la entidad y sus patrimonios, como si la persona jurídica no
existiera. Ello no implica la extinción de la persona jurídica, que sigue funcionando, si no la
inoponibilidad de la personalidad jurídica frente a aquellos terceros a los que se ha pretendido
perjudicar.
Este principio es recogido por el CCC en el Art. 144: “Inoponibilidad de la personalidad jurídica. La
actuación que esté destinada a la consecución de fines ajenos a la persona jurídica, constituya un
recurso para violar la ley, el orden público o la buena fe o para frustrar derechos de cualquier persona,
se imputa a quienes a título de socios, asociados, miembros o controlantes directos o indirectos, la
hicieron posible, quienes responderán solidaria e ilimitadamente por los perjuicios causados. Lo
dispuesto se aplica sin afectar los derechos de los terceros de buena fe y sin perjuicio de las
responsabilidades personales de que puedan ser pasibles los participantes en los hechos de los
perjuicios causados”.
O sea que procede la inoponibilidad de la persona jurídica cuando la actuación del ente:
- esté destinada a la consecución de fines ajenos a la persona jurídica
- constituya un recurso para violar la ley , el orden público o la buena fe o para frustrar
derechos de cualquier persona
En estos casos la actuación del ente se imputará directamente a los socios, asociados, miembros o
controlantes directos o indirectos que la hicieron posible, quienes responderán solidaria e
ilimitadamente por los perjuicios causados.
El Art. 145 del CCC nos dice: “Clases. Las personas jurídicas son públicas o privadas.”
Personas jurídicas públicas: son aquellas cuya existencia y funcionamiento depende del derecho
público, aunque parte de su actividad esté regulada por el derecho privado.
Personas juridicas privadas: son aquelllas que tienen reglamentada su existencia y sus actividades por
el derecho privado, aunque algunas de ellas dependan de una autorización estatal para funcionar.
a)- El estado Nacional, las Provincias, la ciudad autónoma de Buenos Aires, los Municipios, las
entidades autárquicas (ramas de la administración pública descentralizadas para el cumplimiento de
un fin, como por ejemplo las universidades, bancos estatales, empresas del Estado, etc.) y las demás
organizaciones constituidas en la República a las que el ordenamiento atribuya ese carácter (se refiere
a las personas jurídicas públicas no estatales regidas por leyes especiales, como los partidos políticos).
b)- Los Estados extranjeros
c)- La iglesia catolica
Luego de enumerarlas el CCC dice en el Art. siguiente, Nro. 147, que estas personas jurídicas
públicas se rigen en cuanto a su reconocimiento, comienzo, capacidad, funcionamiento, organización
y fin de su existencia, por las leyes y ordenamientos de su constitución.
El Estado puede participar en una persona jurídica privada, y eso no la convierte en pública (Art. 149
CCC, son las sociedades de economía mixta).
Las personas jurídicas privadas constituidas en el extranjero se rigen por las disposiciones de la ley
general de sociedades.
- Persona Humana
Sobre el término persona encontramos en la historia distintas concepciones. Por un lado aquellas que
identifican a la persona con el hombre.
Por otro lado, están quienes consideran que el hombre es persona para el Derecho siempre que reúna
algunos recaudos accidentales, otorgados por el mismo ordenamiento jurídico: capacidad, ciudadanía,
nacionalidad, status. En consecuencia sostienen que persona es un concepto jurídico, mientras que
hombre es un concepto de la naturaleza.
Actualmente se ha revitalizado la noción iusnaturalista de persona y la mayoría de los ordenamientos
jurídicos sostienen que todos los hombres son personas. La condición de humano es el único requisito
necesario para ser persona, ninguna cualidad accidental puede variar tal afirmación.
Son personas por nacer las que no habiendo nacido, están concebidas. Se encuentran sometidas a un
régimen jurídico especial puesto que poseen una personalidad condicional. El nacimiento con vida es
fundamental para perfeccionar los derechos que hayan adquirido con anterioridad.
Art. 21.- Nacimiento con vida: Los derechos y obligaciones del concebido o implantado en la mujer
quedan irrevocablemente adquiridos si nace con vida. Si no nace con vida, se considera que la persona
nunca existió.
Esto quiere decir que la personalidad de la persona por nacer está subordinada a la condición
resolutoria de su nacimiento con vida. Si nace viva adquiere irrevocablemente los derechos que ya
había adquirido, pero si nace sin vida se considera que nunca existió y que por lo tanto no adquirió
ningún derecho.
La persona por nacer entonces goza de personalidad, carece de capacidad de ejercicio puesto que por
su propia naturaleza no puede por sí misma ejercer ningún derecho debiendo ser representada por sus
padres y goza de capacidad de derecho pudiendo adquirir bienes por legado, herencia o donación,
derecho a reclamar por alimentos, daños y perjuicios por actos ilícitos cometidos contra sus parientes
o contra su misma persona, derecho a pensión, así como también adquieren las obligaciones
accesorias a los derechos adquiridos.
Es preciso determinar jurídicamente la época de la concepción, por las consecuencias jurídicas que se
derivan de ello (determinación de la paternidad, vocación hereditaria, etc). Dispone el nuevo Código:
Art. 20.- Duración del embarazo. Época de la concepción. Época de la concepción es el lapso entre el
máximo y el mínimo fijados para la duración del embarazo.
Se presume, excepto prueba en contrario, que el máximo de tiempo del embarazo es de trescientos
días y el mínimo de ciento ochenta, excluyendo el día del nacimiento.
Este artículo determina que la concepción se produce entre el máximo y el mínimo de duración del
embarazo.
Por lo tanto, una vez producido el nacimiento debemos, sin contar ese día, contar 300 días hacia atrás
y luego 180 días también para atrás. En el período de 120 días que hay entre uno y otro término, la ley
presume que se ha producido la concepción.
Las presunciones de duración mínima y máxima del embarazo admiten prueba en contrario. Este
carácter relativo de la presunción resulta de la necesidad de tener en cuenta los avances de la
medicina.
El nacimiento
Es importante determinar cuándo se produce el nacimiento puesto que a partir del nacimiento con vida
computamos la época de la concepción y se produce la adquisición irrevocable de los derechos
adquiridos.
El nacimiento se produce con la expulsión, natural o quirúrgica, del nuevo ser del seno materno. Y el
nacimiento se da con vida cuando éste inhala aire por primera vez.
El art. 21 establece la presunción del nacimiento con vida. Es una presunción juris tantum y quien
pretenda lo contrario deberá probarlo.
Prueba el nacimiento
El nacimiento de los nacidos en nuestro país se prueba por certificados auténticos extraídos de los
asientos de los Registros Públicos, extienden las llamadas partidas de nacimiento, que son las copias
de los asientos extendidos en los libros respectivos, donde se inscriben los nacimientos. Las partidas
son instrumentos públicos. (Art. 96)
El nuevo Código regula en el Capítulo Número 8 del Título 1 de la Parte General artículo 93, el fin de
la existencia de las personas. Esta termina con la muerte de la persona. En cuanto a la forma de
comprobar la muerta el Código remite a los estándares médicos, con el objeto de no incluir
disposiciones que pudieren luego resultar obsoletas en relación al avance de la medicina.
Prueba de la muerte: la muerte se prueba como el nacimiento (art. 96 del nuevo Código). Por lo tanto
la muerte de las personas ocurrida dentro de la República se prueba por la partida de defunción
extendida por el Registro Civil. Si ocurre en el extranjero por certificado de los registros consulares o
por los instrumentos hechos en el lugar según las respectivas leyes (art. 97).
Prueba supletoria: a falta de los referidos documentos, las pruebas del fallecimiento de las personas
podrán ser suplidas por otros medios de prueba (art. 98).
El Código prevé, en el artículo 98 último párrafo, el supuesto en que el cadáver de una persona no es
hallado o no puede ser identificado, hay certeza sobre la muerte de la persona. En tal situación el Juez
puede tener por comprobada la muerte y ordenar la inscripción en el Registro, siempre que la
desaparición se hubiese producido en circunstancias tales que la muerte deba ser tenida como cierta.
ARTÍCULO 95.- Conmoriencia. Se presume que mueren al mismo tiempo las personas que perecen
en un desastre común o en cualquier otra circunstancia, si no puede determinarse lo contrario.
Para que se dé es necesario que:
- fallezcan 2 o más personas
- entre las cuales pudiera haber transmisión de derechos
- el fallecimiento puede producirse en un mismo siniestro o no
- que por las circunstancias en que se produjeron las muertes no se puede determinar quien falleció
primero.
Efectos del fallecimiento
Producida la muerte de una persona el derecho establece cuál es la suerte de las relaciones jurídicas
constituidas en cabeza del difunto. Veremos las distintas consecuencias jurídicas del fallecimiento:
- El fallecimiento y los atributos de la personalidad: siendo los mismos calidades de las personas se
extinguen con ella. Así se extingue el nombre de la persona, su capacidad, su domicilio (excepto el
contractual que se transmite a los herederos junto con el contrato).
- Los derechos extrapatrimoniales también se extinguen con la persona. Así se extinguen los derechos
de familia (se extingue el matrimonio y la patria potestad, por ejemplo) y también los derechos
personalísimos (el derecho a vida, al honor, a la libertad, etc).
- Los derechos patrimoniales en cambio, en principio no se extinguen sino que se transmiten a los
sucesores. La muerte de una persona causa la apertura de su sucesión y la transmisión de su herencia a
las personas llamadas a sucederle por el testamento o por la ley, dice el art. 2277 del nuevo Código.
Con todo, existen derechos patrimoniales que no se transmiten. El último párrafo del art. 2277 dice:
La herencia comprende todos los derechos y obligaciones del causante que no se extinguen por su
fallecimiento. Los que se extinguen, y por tanto no se transmiten, son:
Ausencia
Hasta ahora hemos analizado la muerte fehacientemente comprobada. Pero puede darse el caso en que
una persona se ausente de su domicilio y transcurra el tiempo sin que de ella se tenga noticia alguna.
El problema es abordado en el Capítulo 6 del nuevo Código, que regula dos situaciones diferentes: la
ausencia simple y la ausencia con presunción de fallecimiento.
Ausencia simple
El supuesto es el de la persona que ha desaparecido de su domicilio, sin que se tenga noticias de ella,
pero sin que haya transcurrido un tiempo considerable, ni que su desaparición se haya producido en
circunstancias especiales que permitieran presumir su muerte. Además es necesario que existan bienes
que requieran ser cuidados porque el ausente no ha dejado apoderado para ello, o el que dejó tiene
poderes insuficientes para proteger esos bienes o no se desempeña convenientemente el mandato. La
solución entonces es designar un curador a los bienes, lo que se hace mediante la declaración de
ausencia (art. 79). La finalidad de la figura es la protección de los bienes del ausente, el objeto por
tanto es lograr que se designe un curador para que se encargue de la administración de los mismos.
A. Caso ordinario: se requiere la ausencia de noticias por tres años (art. 85).
C. Caso extraordinario específico: cuando el desaparecido ha estado en una nave o aeronave perdida.
En tal caso la ausencia de noticias debe prolongarse por seis meses (art 86 inc. b).
En principio las consecuencias son idénticas a las que se derivan del fallecimiento efectivo de las
personas y que ya hemos estudiado. Pero existen algunas diferencias que analizaremos:
- Matrimonio: la declaración de fallecimiento presunto causa la disolución del matrimonio (art. 435
inc. b).
- Responsabilidad parental: el ejercicio queda suspendido mientras dure la declaración de ausencia
con presunción de fallecimiento (art. 702 inc. a).
- Bienes del difunto: declarado el fallecimiento presunto se abre la sucesión y los bienes pasan a los
herederos previa realización de un inventario. El dominio de los bienes se inscribirá en el registro
correspondiente, con la prenotación del caso, a nombre de los herederos, quienes no podrán disponer
de ellos ni gravarlos sin autorización judicial. Prenotación significa que los bienes se anotan a nombre
de los herederos pero con una anotación marginal que indica que provienen de una sucesión por
fallecimiento presunto. Transcurridos cinco años desde el día presuntivo de fallecimiento u ochenta
desde el nacimiento del presunto fallecido, queda sin efecto la prenotación pudiendo los herederos
disponer libremente de los bienes.
Si bien se ha declarado el fallecimiento presunto de la persona, merced al transcurso del tiempo sin
noticias de ella o circunstancias especiales, según el caso, podría llegar a suceder que reapareciera.
Los efectos de tal reaparición están también previstos en el capítulo del Código que estamos
analizando y dependen, en relación a los bienes, de si reaparece durante el período de prenotación o
vencido este.
- Durante el período de prenotación: los herederos deben devolver al reaparecido todos sus bienes.
- vencido el período de prenotación: el reaparecido podrá reclamar la entrega de los bienes que
existiesen en el estado en que se hallasen, los adquiridos con el valor de los que faltaren, el precio de
los que se hubiesen enajenado y los frutos no consumidos.
Efectos extrapatrimoniales: si el cónyuge del presunto fallecido hubiera contraído nuevo matrimonio
prevalece este ( pues la declaración de fallecimiento presunto causa la disolución del matrimonio, art.
435 inc. b), pero si no hubiere contraído un nuevo matrimonio, continúa el vínculo matrimonial con el
reaparecido. Responsabilidad parental: se reestablece.
Son Derechos Personalísimos aquellas facultades innatas de la persona cuya privación importaría el
aniquilamiento o desmedro de su personalidad, tales como el derecho a la vida, al honor, a la libertad,
etc.
Pueden ser definidos como los derechos subjetivos, privados, innatos y vitalicios que tienen por objeto
manifestaciones interiores de la persona y que, por ser inherentes, extrapatrimoniales y necesarios, no
pueden transmitirse ni disponerse en forma absoluta y radical.
Pertenecen a la persona por su sola condición de tal, y que se encuentran respecto de aquella en una
relación íntima de conexión, casi orgánica e integral.
Su elaboración es el resultado de la dogmática moderna, de allí que no se encuentran consagrados,
explícitamente, en los ordenamientos jurídicos antiguos.
El Código Civil y Comercial de la Nación regula ahora estos derechos en el Libro Primero – Parte
General, en el Capítulo 3 llamado “Derechos y actos personalísimos”. Allí reconoce y regula la
inviolabilidad de toda persona humana y su derecho a la dignidad, intimidad, honra, imagen,
identidad, derechos que protegen el cuerpo de la persona y la disposición del propio cadáver.
Importancia actual
En los últimos tiempos ha aumentado considerablemente la necesidad de protección de éstos por las
nuevas problemática suscitadas como consecuencia de los adelantos científicos, técnicos, de la
medicina, la informática, etc.
Caracteres:
- Innatos
- Vitalicios
- Necesarios
- Esenciales
- De objeto interior
- Inherentes
- Extrapatrimoniales y como tales inalienables
- Relativamente indisponibles
- Absolutos
- Autonomos
Naturaleza jurídica
La primera, niega que sean derechos subjetivos. La tesis negativa ha sido defendida, dentro de la
doctrina nacional, por un grupo reducido de autores Se sostiene que no son derechos subjetivos pues
no existe un deber correlativo y tampoco un objeto sobre el que recaiga la prerrogativa del titular.
Para la opinión mayoritaria, por el contrario, son verdaderos derechos subjetivos. El deber jurídico
pesa sobre toda la sociedad, al igual que en los derechos reales. Y en cuanto al objeto, si una persona
puede ser privada de su honor, libertad, etc, es porque son separables de ella y pueden por tanto ser
objeto de un derecho.
Medios de defensa
Clasificación
Los derechos de la personalidad pueden ser agrupados en tres categorías:
- Derechos que protegen las manifestaciones físicas de la persona: derecho a la vida, a la salud, a la
integridad física, a la disposición del cadáver.
- Derechos que protegen las libertades físicas y las libertades de pensamiento y expresión.
Distinguimos dentro de los derechos que protegen las manifestaciones espirituales los siguientes:
Ahora bien, hoy es preciso plantearse cómo se defiende la privacidad y cómo se define el ámbito de
privacidad en la era digital. Los buscadores de internet, por ejemplo, como facilitadores de acceso a
contenidos dispersos por la red, pueden exponer a los usuarios a nuevos riesgos y daños efectivos3F
En un fallo reciente una modelo, cuyas fotografías habían sido publicadas sin su consentimiento en
diversas páginas web vinculadas con la pornografía y el tráfico sexual, promovió una acción de daños
y perjuicios contra dos buscadores de internet, a través de los cuales podía accederse a los referidos
sitios, colocando el nombre de la actora en la pantalla de búsqueda. El juez de Primera Instancia hizo
lugar a la demanda interpuesta, y condenó a cada uno de los demandados a abonar $50.000, y a
eliminar los enlaces con los sitios de contenido sexual. La Cámara, en cambio, revocó el fallo
sosteniendo que si bien los buscadores actúan proporcionando al usuario una herramienta que utiliza
una computadora para localizar contenidos determinados, éstos no son creados o puestos en la red por
los buscadores.
También en los últimos años las redes sociales han generado un cambio en el concepto tradicional de
privacidad. La alta exposición de la información e intimidad ponen en riesgo la seguridad personal y
familiar, constituyendo un fenómeno de exposición personal voluntaria.
Frecuentemente este derecho a la intimidad colisiona con la libertad de prensa, o sea con el derecho a
informar, también de rango constitucional. En tal sentido constituye un hito en nuestra jurisprudencia
el fallo “Ponzetti de Balbín c/ Editorial Atlántida”. Una revista había publicado en su tapa una foto del
líder político Ricardo Balbín, obtenida mientras éste se encontraba en terapia intensiva y publicada
después de su fallecimiento. La esposa e hijos demandaron y la Corte hizo lugar al reclamo
entendiendo que el derecho a informar no requería la publicación de una fotografía de tales
características, que lesionaba el derecho de la familia a vivir en la intimidad la última enfermedad de
su ser querido.
-El derecho al honor: El honor comprende dos aspectos: uno subjetivo y consiste en la propia
valoración que hace la persona de sí misma. En tal sentido todas las personas tienen honor. El otro
aspecto es objetivo y consiste en la consideración de los demás, o sea el buen nombre, la buena
reputación, la fama alcanzada. Ambos gozan de protección legal.
Este derecho frecuentemente se enfrenta con el derecho a la libertad de prensa.
-El derecho a la identidad: Pueden distinguirse dos aspectos, uno es estático y en tal sentido el derecho
a la identidad refiere al derecho de toda persona a conocer su origen. El otro es dinámico y refiere al
derecho de la persona a ser representada en su vida de relación con su verdadera identidad. En este
último sentido puede ser lesionado mediante la registración errónea de datos personales, lo que
habilita a exigir la rectificación de los mismos así como la eliminación de datos caducos.
El derecho a la identidad en su aspecto dinámico puede ser lesionado mediante el registro de datos
inexactos.
- El derecho a la integridad física: Al igual que el derecho a la vida está protegido por la Constitución
Nacional, el Código Penal (delito de lesiones) y el Código Civil y Comercial. Su protección se vincula
con el tema de los tratamientos quirúrgicos que para ser lícitos deben tener por objeto conservar o
preservar la salud y contar con el consentimiento del paciente, o de sus parientes si éstos no pudieren
prestarlo.
- Derecho a la disposición sobre el propio cadáver: La persona puede en vida tomar disposiciones
sobre el destino a darse a su cuerpo después de la muerte, siempre conforme a la ley, la moral y las
buenas costumbres. En caso de no hacerlo decidirán sus parientes más cercanos. El cadáver puede ser
inhumado en cementerios públicos o privados, puede ser cremado o destinado a la investigación
científica. También puede ser objeto de dación de órganos para trasplantes y en tal caso está legislado
por la ley que ya mencionamos. El nuevo Código incorpora expresamente este derecho en el art. 61.
Unidad 5
La persona humana, por el sólo hecho de ser persona, posee características que le son esenciales y
hacen a su personalidad. Estos son los atributos de la personalidad.
Son aquellas cualidades o circunstancias que hacen a la esencia de la personalidad y que definen al
sujeto en su individualidad. Los atributos de la personalidad son el nombre, el estado, el domicilio y la
capacidad. Son caracteres comunes a todos ellos:
- Necesidad: ya que no se concibe persona que pueda carecer de ellos sin que se afecte su dignidad
personal.
- Unidad: una persona no puede tener sino un solo atributo del mismo orden.
- Inalienabilidad: los atributos de la persona no están en el comercio, la persona no puede
desprenderse de un atributo suyo y transferirlo a otra.
- Imprescriptibilidad: no se pierden ni se adquieren por el transcurso del tiempo.
La capacidad como atributo, podemos definirla genéricamente como la aptitud del sujeto para gozar y
obrar sus derechos. Es decir, para ser titular de derechos y contraer obligaciones por un lado,
capacidad de derecho, y para ejercer por sí mismo esos derechos de los que es titular, capacidad de
ejercicio.
La capacidad de derecho, es la aptitud de la persona para ser titular de derechos y deberes jurídicos. A
ella refiere el art. 22.
Art. 22.- Capacidad de derecho. Toda persona humana goza de la aptitud para ser titular de derechos y
deberes jurídicos. La ley puede privar o limitar esta capacidad respecto de hechos, simples actos, o
actos jurídicos determinados.
La capacidad de ejercicio es la aptitud de la persona humana para ejercer por sí misma sus derechos.
A ella refiere el artículo 23.
Art. 23.- Capacidad de ejercicio. Toda persona humana puede ejercer por sí misma sus derechos,
excepto las limitaciones expresamente previstas en este Código y en una sentencia judicial.
La incapacidad alude a la falta de capacidad del sujeto. La misma puede referirse a la aptitud del
sujeto para ser titular de terminada relación jurídica, y entonces se padece una incapacidad de
derecho, o puede carecerse de la aptitud para ejercer por sí mismo los derechos que se tienen, y
entonces se padece incapacidad de ejercicio.
En este punto es necesario tener siempre presente que la incapacidad de derecho se refiere únicamente
a determinados derechos, porque no es posible hablar de una persona que sea privada por completo de
todo derecho. Se habla entonces de privación o limitación de esta capacidad de derecho.
La incapacidad de ejercicio, por el contrario, refiere a la falta de aptitud del sujeto para ejercer por sí
solo aquellos derechos de los que es titular o para cumplir por sí solo con las obligaciones asumidas.
Con relación a las incapacidades de derecho, como ya hemos dicho, no puede hablarse de incapaces
de derecho sino que la capacidad de derecho puede restringirse respecto de determinadas personas, o
de determinados actos, o de determinados bienes. Por ejemplo, un padre no puede contratar con su
hijo cuando este se encuentra bajo la responsabilidad parental; los cónyuges que han contraído
matrimonio bajo el régimen de comunidad de bienes no pueden contratar entre sí; los jueces no
pueden comprar los bienes que se encuentran en litigio en su juzgado, etc.
Por el contrario, los incapaces de ejercicio sí se encuentran enumerados en la ley. Así, el Código
enumera en el art. 24 los incapaces de ejercicio: persona por nacer; menores (persona que no cuenta
con la edad y grado de madurez suficiente), personas declaradas incapaces por sentencia.
- Incapacidades de derecho: no existen incapaces de derecho, sino personas a las que se les priva o
limita esta capacidad respecto de hechos, simples actos, o actos jurídicos determinados. Las
incapacidades de derecho son siempre relativas pues si fuera absoluta equivaldría a una muerte civil.
Así por ej. se establecen limitaciones para contratar.
Hasta aquí, podemos hablar de personas capaces de ejercicio y personas incapaces de ejercicio
–enumerados en el art. 24-. Pero el Código contempla también situaciones especiales. La de personas
capaces pero con capacidad restringida –conforme el art. 32- y también la de personas capaces pero
con limitaciones –como lo son los menores emancipados por matrimonio y los inhabilitados
judicialmente-.
El CCyC establece como regla la capacidad de los sujetos, fijando además las reglas que rigen esa
capacidad.
Luego, y para el caso de aquellos sujetos que necesitan se limite su capacidad a fin de una adecuada
protección, diseña como regla general la restricción al ejercicio de la capacidad –personas con
capacidad restringida- y, solo excepcional y subsidiariamente, y al único fin de protección de los
derechos de la persona.
En cuanto a las restricciones a la capacidad de ejercicio se distinguen dos supuestos: personas con
capacidad restringida y personas con incapacidad.
- personas con capacidad restringida: a toda persona mayor de 13 años el juez puede
restringirle la capacidad para determinados actos, cuando padezca una adicción o una
alteración mental permanente o prolongada, de suficiente gravedad, siempre que estime que
del ejercicio de su plena capacidad puede resultar un daño a su persona o a sus bienes. El juez
le restringe la capacidad, debe designarle el o los apoyos que resulten necesarios y fijar sus
funciones. Los designados, se aclara, deben promover la autonomía y favorecer las decisiones
que respondan a las preferencias de la persona protegida.
- personas con incapacidad: por excepción, el juez puede declarar la incapacidad de una
persona mayor de 13 años que se encuentre absolutamente imposibilitada de interaccionar con
su entorno y expresar su voluntad por cualquier modo, medio o formato adecuado y el sistema
de apoyos resulte ineficaz. En este caso el juez debe designar un curador. Los requisitos para
declarar la incapacidad entonces, son dos: i-imposibilidad absoluta de manifestación de la
voluntad, aún utilizando las tecnologías adecuadas y ii- que el sistema de apoyos resulte
ineficaz.
El emancipado es el menor de edad que ha contraído matrimonio, trayendo ello aparejado, como
principal efecto, que cesa la incapacidad que tenía por ser menor pero no se convierte en plenamente
capaz de ejercicio hasta no alcanzar la mayoría de edad.
Con relación a la inhabilitación judicial, podemos decir que en términos generales es una figura que
apunta a la protección en el ámbito patrimonial de personas que por su prodigalidad pueden otorgar
actos patrimoniales perjudiciales a su familia.
El sistema diseñado por el Código en materia de capacidad de ejercicio y sus restricciones, contempla
también el sistema de protección. Cabe aquí hacer referencia a la representación legal y la asistencia
con apoyo.
- Asistencia con apoyos: las personas con capacidad restringida del art. 32 y los inhabilitados,
son asistidos con los apoyos designados en la sentencia respectiva y en otras leyes especiales
(art. 102). Al art. 43 del Código señala que los apoyos consisten en cualquier medida judicial
o extrajudicial que facilite a la persona la toma de decisiones para dirigir su persona,
administrar sus bienes y celebrar actos jurídicos en general. Esos apoyos podrán
encomendarse a personas o instituciones cuya misión no será la de suplantar la voluntad del
asistido sino que deben promover la autonomía del sujeto y favorecer la toma de decisiones
que respondan a las preferencias e intereses de la persona protegida. Vemos entonces que aquí
no se sustituye la voluntad del sujeto asistido sino que la asistencia da lugar a una actividad
compleja, integrándose la voluntad por el titular del derecho completada por la voluntad del
apoyo.
- Ministerio Público: Este órgano actúa respecto de personas menores de edad, incapaces y con
capacidad restringida, y de aquella que requiera un sistema de apoyos. Es una institución organizada a
nivel provincial y que en nuestra jurisdicción forma parte del Poder Judicial. Su actuación en el
ámbito judicial puede ser complementaria o principal:
i)- complementaria: en todos los procesos en los que intervengan personas menores de edad,
incapaces y con capacidad restringida. La falta de intervención causa la nulidad relativa del acto.
ii)- principal: cuando estén comprometidos los derechos de los representados y los representantes sean
inactivos; o cuando el objeto del proceso sea exigir el cumplimiento de sus deberes a los
representantes o cuando carezcan de representante.
La tutela, conforme el art. 104, cumple una función de protección integral de la persona y los bienes
del niño, niña o adolescente que carezca de persona que ejerza la responsabilidad parental. Puede ser
unipersonal o conjunta o compartida, según sea ejercida por una o varias personas. La tutela puede
ser otorgada por los padres (art 106) o decida por el juez, llamada en este último caso dativa, la que
resulta necesaria cuando los padres no han nombrado tutor para sus hijos menores mediante escritura
pública o testamento.
La curatela, por su parte, es la institución que protege a las personas declaradas incapaces. Al igual
que la tutela, la curatela puede ser ejercida en forma unipersonal o conjunta, siendo la función del
curador optimizar las condiciones de vida de la persona protegida, orientando su actividad a la
recuperación de aquella.
Persona por nacer. Situación de capacidad.
Condición a la que se encuentran sujetos los derechos adquiridos por la persona por nacer
Si bien dijimos que la persona por nacer tiene capacidad de derecho, esta capacidad no es perfecta
sino que se encuentra sujeta a una condición resolutoria: su nacimiento con vida. Así lo establece el
art. 21 del nuevo Código.
La disposición del art. 21 posee un efecto jurídico muy importante ya que, al considerarse que la
persona por nacer que no nació viva nunca existió, la consecuencia es considerar que nunca adquirió
ningún derecho y por lo tanto tampoco va a transmitirlos. A partir de su nacimiento con vida la
persona adquiere irrevocablemente los derechos, siendo irrelevante si ha sido un parto natural o no.
Art. 25.- Menor de edad y adolescente. Menor de edad es la persona que no ha cumplido dieciocho
años. Este Código denomina adolescente a la persona menor de edad que cumplió trece años.
Art. 26.- Ejercicio de los derechos por la persona menor de edad. La persona menor de edad ejerce sus
derechos a través de sus representantes legales. No obstante, la que cuenta con edad y grado de
madurez suficiente puede ejercer por sí los actos que le son permitidos por el ordenamiento jurídico.
En situaciones de conflicto de intereses con sus representantes legales, puede intervenir con asistencia
letrada. La persona menor de edad tiene derecho a ser oída en todo proceso judicial que le concierne
así como a participar en las decisiones sobre su persona. Se presume que el adolescente entre trece y
dieciséis años tiene aptitud para decidir por sí respecto de aquellos tratamientos que no resultan
invasivos, ni comprometen su estado de salud o provocan un riesgo grave en su vida o integridad
física. Si se trata de tratamientos invasivos que comprometen su estado de salud o está en riesgo la
integridad o la vida, el adolescente debe prestar su consentimiento con la asistencia de sus
progenitores; el conflicto entre ambos se resuelve teniendo en cuenta su interés superior, sobre la base
de la opinión médica respecto a las consecuencias de la realización o no del acto médico. A partir de
los dieciséis años el adolescente es considerado como un adulto para las decisiones atinentes al
cuidado de su propio cuerpo.
el art. 26 establece que la persona menor de edad (menos de 18) ejerce sus derechos a través de sus
representantes legales, o sea que es un incapaz de ejercicio, conforme surge también del inciso b) del
art. 24, incapacidad que se establece, especialmente para los actos patrimoniales, en protección de
estas personas. Pero luego el mismo artículo agrega:
“No obstante, la que cuenta con edad y grado de madurez suficiente puede ejercer por sí los actos que
le son permitidos por el ordenamiento jurídico. En situaciones de conflicto de intereses con sus
representantes legales, puede intervenir con asistencia letrada. Tiene derecho a ser oída y a participar
en las decisiones sobre su persona”.
En materia de capacidad de menores el nuevo código introduce notables y sustanciales
modificaciones, incorporando al Código nociones como la de autonomía progresiva que si bien habían
sido ya consideradas en el derecho interno e internacional, no se veía reflejado en el articulado del
Código.
-los menores entre 13 y 16, años tienen aptitud para decidir por sí respecto a tratamientos no
invasivos, que no comprometan el estado de salud o provoquen riesgo en su vida o integridad física, si
los tratamientos son invasivos, comprometen su estado de salud o ponen en riesgo su integridad o su
vida, es necesario el consentimiento del menor con asistencia de los progenitores. En caso de conflicto
se resuelve teniendo en cuenta el interés del menor, sobre la base de la opinión médica respecto a las
consecuencias de la realización o no del acto médico.
-A partir de los 16 años, el adolescente se considerada adulto para las decisiones atinentes a su propio
cuerpo. Esto por cuanto se considera que entre los 13 y 16 años el menor adquiere conciencia del
propio cuerpo, y es por eso que se les permite tomar decisiones reconociéndoles autonomía en lo
relativo al cuidado de su propio cuerpo.
Estas disposiciones establecen un supuesto de mayoría de edad anticipada para las decisiones relativas
al cuidado del propio cuerpo, para lo cual el adolescente será considerado como un adulto a partir de
los 16 años.
el nuevo código reconoce en el art. 30, capacidad para el ejercicio profesional al menor que ha
obtenido título habilitante, así como la administración y disposición de los bienes adquiridos por este
ejercicio.
Este artículo debe ser complementado por la disposición del art. 681 que establece que el hijo menor
de 16 años no puede ejercer oficio, profesión o industria sin autorización de sus progenitores.
Lo más importante que en estos casos, el menor conformará un peculio profesional o patrimonio
especial, conformado por el dinero que obtiene con el producido de su trabajo o profesión y los bienes
adquiridos con ese dinero.
Este patrimonio estará bajo la administración y disposición del menor y coexistirá con el patrimonio
general conformado por los bienes recibidos a título gratuito durante la minoridad que se encuentra
bajo la administración de los representantes legales.
Cesación de la incapacidad
La incapacidad por minoridad cesa automáticamente cuando el menor adquiere la mayoría de edad, es
decir, cuando cumple los 18 años. Al ser mayor de edad, pasa a ser plenamente capaz de hecho
cesando su incapacidad de ejercicio.
No obstante que la mayoría de edad se alcanza a los 18 años y como consecuencia se extingue la
responsabilidad parental de los padres, el art. 658 del Código dispone que la obligación alimentaria de
éstos se extiende hasta la edad de 21 años, salvo que el obligado acredite que el hijo cuenta con
recursos suficientes. Lo mismo ocurre con los beneficios previsionales y de la seguridad social que
también se extienden hasta los 21 años.
La obligación de los progenitores de proveer recursos al hijo subsiste hasta los 25 años, si la
prosecución de estudios o preparación profesional le impide sostenerse independientemente (art.663).
La Emancipación
El Código contempla la posibilidad de que cese la incapacidad por minoridad mediante la institución
de la emancipación. La emancipación puede alcanzarse por matrimonio. Resulta incompatible que
personas que han contraído matrimonio formando una nueva familia continúen sujetos a la
responsabilidad parental.
La edad mínima para contraer matrimonio es de 18 años. Sin embargo, los menores podrían llegar a
casarse excepcionalmente antes de esa edad, con autorización de los padrea si tienes entre 16 y 18
años y del juez si son menores de 16 años. En este caso los menores que se casaren se emanciparían.
Emancipación por matrimonio
En el art. 27 del nuevo Código se regula la emancipación por matrimonio, figura que se prevé para la
situación excepcional de los menores que se casen antes de los 18 años.
El menor de 18 años pero mayor a 16 puede contraer matrimonio con autorización de sus padres
mientras que, el menor de 16 años, requiere una dispensa judicial.
Los emancipados gozan de plena capacidad de ejercicio y solo tienen prohibido aprobar las cuentas de
sus tutores, donar los bienes recibidos a título gratuito y afianzar obligaciones. Necesitan autorización
judicial para disponer a título oneroso de los bienes recibidos a título gratuito autorización que sólo le
será otorgada cuando el acto sea de toda necesidad o de ventaja evidente. Veamos las disposiciones:
Art 27.- Emancipación. La celebración del matrimonio antes de los dieciocho años emancipa a la
persona menor de edad. La persona emancipada goza de plena capacidad de ejercicio con las
limitaciones previstas en este Código. La emancipación es irrevocable. La nulidad del matrimonio no
deja sin efecto la emancipación, excepto respecto del cónyuge de mala fe para quien cesa a partir del
día en que la sentencia pasa en autoridad de cosa juzgada. Si algo es debido a la persona menor de
edad con cláusula de no poder percibirlo hasta la mayoría de edad, la emancipación no altera la
obligación ni el tiempo de su exigibilidad.
La extinción del matrimonio por fallecimiento de uno de los cónyuges o el divorcio no extingue la
emancipación, que es irrevocable.
Como dijimos anteriormente, subsiste la emancipación por matrimonio para el supuesto excepcional
de menores que se casen con autorización de sus padres (mayores de 16 años) o dispensa judicial.
Siempre que haya matrimonio en la minoridad, los menores se emancipan y adquieren capacidad civil
pero con las limitaciones que el mismo Código establece en los artículos 28 y 29. El emancipado
queda habilitado para realizar por sí mismo todos los actos de la vida civil salvo los enumerados en
estos artículos:
Art. 28.- Actos prohibidos a la persona emancipada. La persona emancipada no puede, ni con
autorización judicial:
a. aprobar las cuentas de sus tutores y darles finiquito
b. hacer donación de bienes que hubiese recibido a título gratuito
c. afianzar obligaciones.
Art. 29.- Actos sujetos a autorización judicial. El emancipado requiere autorización judicial para
disponer de los bienes recibidos a título gratuito. La autorización debe ser otorgada cuando el acto sea
de toda necesidad o de ventaja evidente.
Como ya hemos dicho, el art. 24 inc. c) señala como incapaces de ejercicio a la persona declarada
incapaz por sentencia judicial, en la extensión dispuesta en esa decisión.
Personas con capacidad restringida. Concepto. Alcance de las restricciones. Medios de
protección.
El artículo 24 del Código Civil y Comercial, declara que son incapaces de ejercicio, además de las
personas por nacer y las personas que no cuentan con la edad y grado de madurez suficiente
(menores), las personas que hayan sido declaradas incapaces por una sentencia judicial.
Art. 31.- Reglas Generales. La restricción al ejercicio de la capacidad jurídica se rige por las
siguientes reglas generales:
a. la capacidad general de ejercicio de la persona humana se presume, aun cuando se encuentre
internada en un establecimiento asistencial;
b. las limitaciones a la capacidad son de carácter excepcional y se imponen siempre en beneficio de la
persona;
c. la intervención estatal tiene siempre carácter interdisciplinario, tanto en el tratamiento como en el
proceso judicial;
d. la persona tiene derecho a recibir información a través de medios y tecnologías adecuadas para su
comprensión;
e. la persona tiene derecho a participar en el proceso judicial con asistencia letrada, que debe ser
proporcionada por el Estado si carece de medios;
f. deben priorizarse las alternativas terapéuticas menos restrictivas de los derechos y libertades.
En cuanto a las restricciones a la capacidad de ejercicio se distinguen dos supuestos: personas con
capacidad restringida y personas con incapacidad
- personas con capacidad restringida: a toda persona mayor de 13 años el juez puede
restringirle la capacidad para determinados actos, cuando padezca una adicción o una
alteración mental permanente o prolongada, de suficiente gravedad, siempre que estime que
del ejercicio de su plena capacidad puede resultar un daño a su persona o a sus bienes. En
relación a esos actos para los cuales el juez le restringe la capacidad, debe designarle el o los
apoyos que resulten necesarios y fijar sus funciones. Los designados, se aclara, deben
promover la autonomía y favorecer las decisiones que respondan a las preferencias de la
persona protegida.
- personas con incapacidad: por excepción, el juez puede declarar la incapacidad de una
persona mayor de 13 años que se encuentre absolutamente imposibilitada de interaccionar con
su entorno y expresar su voluntad por cualquier modo, medio o formato adecuado y el sistema
de apoyos resulte ineficaz. En este caso el juez debe designar un curador. Los requisitos para
declarar la incapacidad entonces, son dos: i-imposibilidad absoluta de manifestación de la
voluntad, aun utilizando las tecnologías adecuadas y ii- que el sistema de apoyos resulte
ineficaz. Si no se dan estos dos requisitos, el juez debe dictar una sentencia de capacidad
restringida y designar apoyos.
Fundamento de la restricción de la capacidad: ¿cuál es la razón que determina que a una persona se le
restrinja la incapacidad? Al respecto existen distintos criterios:
- Un criterio médico (biológico-objetivo), que exige como fundamento único y excluyente la
comprobación de la enfermedad mental, sin importar la implicancia que ella tenga sobre el
comportamiento del sujeto.
- Un criterio médico-jurídico (mixto), que requiere no sólo que exista una enfermedad mental
sino también que ésta ocasione la ineptitud del sujeto para gobernar su conducta en general.
- Un criterio económico-social, en el cual se prioriza la imposibilidad de la persona de dirigir su
persona o administrar sus bienes, descuidándose lo atinente a la enfermedad mental.
Sistema del Código Civil y Comercial: el art. 32 del nuevo Código mantiene el criterio
médico-jurídico o mixto puesto que para restringir la capacidad de una persona mayor de trece años se
requiere:
- que padezca una adicción o una alteración mental permanente o prolonga (no circunstancial)
de suficiente gravedad: este es el elemento biológico.
- que se estime que del ejercicio de su plena capacidad puede resultar un daño a su persona o a
sus bienes: elemento jurídico.
La restricción a la capacidad no procede de oficio sino que debe ser pedida por alguna de las personas
enumerada en este art. 33. La novedad es la incorporación del propio interesado y también del
conviviente.
Medidas Cautelares
Con el fin de garantizar los derechos personales y patrimoniales de la persona, el juez puede limitar
provisionalmente la capacidad durante el proceso, determinando qué actos requieren la asistencia de
apoyos o representación de un curador. También puede designar redes de apoyo y personas con
funciones específicas, según el caso. Esto se prevé para circunstancias que no permitan dilaciones,
que resulten urgentes.
Previo al dictado de resolución alguna, el juez debe entrevistar personalmente al interesado y
garantizar su participación en el proceso.
Partes en el Proceso
La norma prevé expresamente que la persona en cuyo interés se lleva adelante el proceso es parte en
el mismo asistida por un abogado. Si no lo tiene el Estado deberá nombrarle uno para que lo
represente. Además es parte necesaria el Ministerio Público.
Prueba: rige el principio de amplitud de prueba. El interesado podrá aportar todas las pruebas que
hacen a su defensa y, quien solicitó la restricción de la capacidad puede aportar toda clase de pruebas
para acreditar los hechos que invoque. Más allá de toda esta prueba el juez deberá apoyar su decisión
en informes interdisciplinarios.
Juez competente: es el correspondiente al del domicilio de la persona o el de su lugar de internación.
ARTÍCULO 37.- Sentencia. La sentencia se debe pronunciar sobre los siguientes aspectos vinculados
a la persona en cuyo interés se sigue el proceso:
a. diagnóstico y pronóstico;
b. época en que la situación se manifestó;
c. recursos personales, familiares y sociales existentes;
d. régimen para la protección, asistencia y promoción de la mayor autonomía posible. Para expedirse,
es imprescindible el dictamen de un equipo interdisciplinario.
Para expedirse el juez necesita el dictamen de un equipo interdisciplinario, por lo tanto ésta es una
prueba necesaria, que no puede faltar. En tal sentido el art. 8º. de la ley de Salud Mental (Nro. 26.657)
establece que las áreas que deberán intervenir son las de psicología, psiquiatría, trabajo social,
enfermería, terapia ocupacional y otras disciplinas o campos pertinentes.
Una vez entonces de que el juez haya valorado el dictamen interdisciplinario podrá:
- desestimar la acción;
- restringir la capacidad del sujeto designando los apoyos para la toma de decisiones determinando la
forma en que actuarán;
- declarar la incapacidad y nombrar un curador
Art. 39 Registración de la sentencia. La sentencia debe ser inscripta en el Registro de Estado Civil y
Capacidad de las Personas y se debe dejar constancia al margen del acta de nacimiento. Sin perjuicio
de lo dispuesto en el artículo 45, los actos mencionados en este Capítulo producen efectos contra
terceros recién a partir de la fecha de inscripción en el registro. Desaparecidas las restricciones, se
procede a la inmediata cancelación registral.
La registración de la sentencia en el Registro es necesaria para que produzca efectos frente a terceros.
El artículo 40 incorpora la necesidad de revisar la sentencia que declara la incapacidad de una persona
o la restringe, en un plazo no superior a los tres años, sobre la base de nuevos dictámenes
interdisciplinarios y entrevista personal con el interesado.
La internación sólo la puede disponer el juez y, solo en caso que no admita dilación por encontrarse en
riesgo la vida de la persona o de terceros, puede hacerlo la autoridad pública. Siendo ésta una materia
siempre cambiante, el Código se remite para su complementariedad a la legislación especial, o sea a la
ley de Salud Mental.
La internación puede ser voluntaria, cuando la persona tiene capacidad y manifiesta su consentimiento
libre e informado. En tal caso puede ser internada mientras la misma no revoque su consentimiento.
Por el contrario, si la persona se opone a su internación o bien no puede prestar su consentimiento por
ser incapaz o menor de edad, la internación sólo procederá ante un riesgo cierto o inminente de daño
para la persona o terceros, determinado por un equipo interdisciplinario.
La autoridad pública puede disponer el traslado de una persona a un centro de salud para su
evaluación. Si de ésta resulta la necesidad de internarla debe comunicárselo inmediatamente al juez.
Sistemas de apoyo al ejercicio de la capacidad
Para superar el sistema del Código de Vélez, adonde a los incapaces se les designaba un curador que
los representaba y suplía su voluntad, el nuevo Código incorpora sistemas de apoyo al ejercicio de la
capacidad, para la toma de decisiones por personas a las cuales se les restringe la capacidad. La
extensión e intensidad de los apoyos variará según las necesidades de la persona.
Art. 43.- Concepto. Función. Designación. Se entiende por apoyo cualquier medida de carácter
judicial o extrajudicial que facilite a la persona que lo necesite la toma de decisiones para dirigir su
persona, administrar sus bienes y celebrar actos jurídicos en general. Las medidas de apoyo tienen
como función la de promover la autonomía y facilitar la comunicación, la comprensión y la
manifestación de voluntad de la persona para el ejercicio de sus derechos.
Validez de los actos realizados antes de la sentencia. Actos realizados por una persona ya
fallecida. Cese de la incapacidad y de las restricciones a la capacidad.
Art. 44.- Actos posteriores a la inscripción de la sentencia. Son nulos los actos de la persona incapaz y
con capacidad restringida que contrarían lo dispuesto en la sentencia realizados con posterioridad a su
inscripción en el Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas-
Si se trata de una persona que ha sido declarada incapaz, cualquier acto que esta celebre después de
haber sido inscripta la sentencia que así la declara será nulo. Ahora, si a la persona se le ha restringido
la capacidad, la nulidad se aplicará a los actos realizados en violación a lo dispuesto en la Sentencia o
sea, a aquellos actos que debían ser realizadas conjuntamente con el apoyo designado y no fueron
realizados en la forma dispuesta. En ambos casos se tratará de una nulidad relativa pues se establece
en protección de la persona.
En cuanto a los anteriores, pueden ser declarados nulos si perjudican a la persona incapaz o con
capacidad restringida siempre que se cumpla alguno de los extremos:
- Enfermedad mental ostensible a la época de celebración del acto;
- El que contrato con esta persona sea de mala fe
- O el acto sea gratuito
ARTÍCULO 45.- Actos anteriores a la inscripción. Los actos anteriores a la inscripción de la sentencia
pueden ser declarados nulos, si perjudican a la persona incapaz o con capacidad restringida, y se
cumple alguno de los siguientes extremos: a. la enfermedad mental era ostensible a la época de la
celebración del acto; b. quien contrató con él era de mala fe; c. el acto es a título gratuito.
El art. 47 dispone sobre el procedimiento para el cese, que debe ser dispuesto por el mismo juez
previo examen de un equipo interdisciplinario. Si el restablecimiento no es total el juez puede ampliar
la nómina de actos que la persona puede hacer por sí o con la asistencia de su curador.
El nuevo codigo regula la cuestión en los arts. 48 a 50, lo hace previendo un único caso o presupuesto,
que consiste en la posibilidad de inhabilitar al pródigo. O sea, las personas con adicciones o facultades
disminuidas son en el nuevo código personas con capacidades restringidas. Los pródigos en cambio,
en atención a la diferente naturaleza de su patología, pasan a ser una categoría autónoma, la de
inhabilitados. No se exige ya la necesidad de que haya dilapidado una parte importante de su
patrimonio, lo que sin duda es correcto porque carece de sentido esperar a que pierda una parte
importante para recién después inhabilitarlo, esto no es conveniente ni para el pródigo ni para su
familia.
Art. 48.- Pródigos. Pueden ser inhabilitados quienes por la prodigalidad en la gestión de sus bienes
expongan a su cónyuge, conviviente o a sus hijos menores de edad o con discapacidad a la pérdida del
patrimonio. A estos fines, se considera persona con discapacidad, a toda persona que padece una
alteración funcional permanente o prolongada, física o mental, que en relación a su edad y medio
social implica desventajas considerables para su integración familiar, social, educacional o laboral. La
acción sólo corresponde al cónyuge, conviviente y a los ascendientes y descendientes.
Prodigo: Nos dice Llambías que es quien disipa locamente sus bienes.
Se requiere cierta habitualidad en el modo de actuar, pues el texto refiere a prodigalidad en sus actos
de administración y disposición.
Efectos de la inhabilitación
Es necesario el asentimiento para los actos de disposición por actos entre vivos. Los actos de
administración así como los extrapatrimoniales (casarse, testar, reconocer hijos, donar órganos, etc)
puede realizarlos por sí solo. Por último, el art. 49 otorga al juez la facultad de limitar la celebración
de otros actos, debiendo fijarlos en la sentencia.
Rehabilitación
ARTÍCULO 50.- Cese de la inhabilitación. El cese de la inhabilitación se decreta por el juez que la
declaró, previo examen interdisciplinario que dictamine sobre el restablecimiento de la persona. Si el
restablecimiento no es total, el juez puede ampliar la nómina de actos que la persona puede realizar
por sí o con apoyo.
Para el cese de la inhabilitación es por tanto necesaria una declaración judicial siendo necesario un
examen interdisciplinario que dictamine sobre el restablecimiento de la persona. En caso de que el
restablecimiento no hubiera sido total, el juez puede mantener la inhabilitación ampliando la nómina
de actos que puede realizar.
El artículo 12 del código Penal establece para los condenados a penas de prisión y reclusión por más
de tres años, y mientras dure la pena, la privación de la patria potestad, de la administración de sus
bienes y del poder de disposición de los mismos por actos entre vivos, quedando el penado sujeto a la
curatela del Código Civil para los incapaces. Se trata de un supuesto de incapacidad de ejercicio,
donde a la persona que está privada de la libertad, y se encuentra por lo tanto en una situación de
imposibilidad material de ejercer ciertos actos, se le nombra un representante para suplirla.
Cumplida la pena, o recuperada la libertad aún antes de hacerlo (por libertad condicional), se
extinguen las limitaciones a la incapacidad del penado, quien recupera su plena capacidad
Unidad 6
- Caracteres:
a) Es necesario
b) Es único
c) Es inalienable
d) Es inembargable
e) Es imprescriptible
f) Es inmutable
g) Es indivisible
1. Derecho de propiedad: constituye un derecho de propiedad como el que se tiene sobre las cosas
materiales, por eso es oponible erga omnes. No ha sido aceptada por cuanto el nombre carece de
apreciación pecuniaria, no es disponible ni prescriptible.
2. Derecho de la personalidad: es un elemento de la personalidad lo que explica la protección jurídica
que recibe.
3. Institución de policía civil: no es un derecho sino una obligación impuesta por la sociedad
interesada en la identificación de la persona.
4. Derecho – deber: es lo que surgía de la ley 18.248 que en su art. 1º. Decía: “Toda persona natural
tiene el derecho y el deber de usar el nombre y apellido que le corresponde de acuerdo con las
disposiciones de la presente ley”.
Art. 62.- Derecho y deber. La persona humana tiene el derecho y el deber de usar el prenombre y el
apellido que le corresponden.
1.2. Apellido
Es la designación común a todos los miembros de una misma familia. Identifica al grupo familiar y
unido al nombre de pila permite identificar a la persona en la sociedad.
A diferencia del nombre, el apellido no es de libre elección sino que se adquiere de diversa forma,
según sean hijos matrimoniales, extramatrimoniales reconocidos por uno o ambos progenitores, hijos
de filiación desconocida o hijos adoptivos.
A ese efecto rige el art. 64 CCYCN.
Hijo adoptivo: También regula el Código lo referido a apellido del adoptante en caso de adopción,
sólo que en este caso la regulación está dentro de las normas que regulan la institución de la adopción.
Así, dispone el CCC:
Art. 68.- Nombre del hijo adoptivo. El nombre del hijo adoptivo se rige por lo dispuesto en el
Capítulo 5, Título VI del Libro Segundo de este Código.
Así, el art. 623 establece que el prenombre del adoptado debe ser respetado aunque excepcionalmente
el juez puede autorizar su modificación. En cuanto al apellido, si la adopción es unipersonal lleva el
apellido del adoptante, si es conjunta se aplican las reglas previstas para los hijos matrimoniales.
Excepcionalmente puede agregarse el apellido de origen (Art. 626 CCC).
Art. 67.- Cónyuges. Cualquiera de los cónyuges puede optar por usar el apellido del otro, con la
preposición “de” o sin ella. La persona divorciada o cuyo matrimonio ha sido declarado nulo no puede
usar el apellido del otro cónyuge, excepto que, por motivos razonables, el juez la autorice a
conservarlo. El cónyuge viudo puede seguir usando el apellido del otro cónyuge mientras no contraiga
nuevas nupcias, ni constituya unión convivencial.
El procedimiento para el cambio del nombre se realiza ante el juez de primera instancia del lugar
donde se encuentra la inscripción original que se pretendiere rectificar, modificar o cambiar, o del
domicilio del interesado y en el proceso interviene el Ministerio Público, debiendo publicarse el
pedido en un diario oficial una vez por mes durante dos meses y por 15 días se pueden formular
oposiciones. También se piden informes a los registros sobre medidas cautelares. La sentencia debe
inscribirse en el Registro Civil.
El seudónimo es la denominación ficticia elegida por la persona para identificarse con ella en cierta
actividad que desea dejar al margen de las relaciones ordinarias ligadas a su propio nombre y
personalidad.
La finalidad puede ser ocultar la verdadera identidad o bien darle realce.
A diferencia del nombre, el seudónimo no es necesario (no estamos obligados a tener seudónimo), ni
único (se puede tener varios), ni inalienable (puede ser cedido) ni imprescriptible (se puede perder por
el no uso prolongado) ni inmutable ya que puede ser cambiado.
Sobrenombre es la denominación familiar que suele darse a las personas y que no sale del círculo de
sus íntimos. Carece de efectos jurídicos excepto en materia testamentaria donde, si se hubiere
establecido un beneficio a favor de una persona designada por el sobrenombre y no hubiere dudas
sobre su identificación, el mismo sería válido. Esto para respetar la voluntad del testador.
La palabra estado viene del latín “status”. Para los romanos aludía al status libertatis, calidad de
hombre libre; status civitatis, calidad de ciudadano romano y status familiae, posición de la persona en
la familia. Para el derecho moderno sólo el último de los status conserva relevancia, ya que no se
admite el estado de esclavo y los derechos de los ciudadanos no son tan diferentes de los que se
reconocen a los extranjeros.
Lo cierto es que el Código Civil y Comercial, cuando refiere al estado, se refiere al estado de familia.
El estado es entonces un modo de ser de la persona con relación a su familia. Así, se puede tener el
estado de hijo o de padre, por ejemplo.
El estado:
a) Incide en la capacidad: entre otras cosas determina incapacidades de derecho como las existentes
entre cónyuges o entre padres e hijos durante la minoridad, el matrimonio durante la minoridad
convierte al menor en emancipado y lo convierte en una persona capaz de ejercicio (aunque con
limitaciones).
b) Se vincula con el nombre –los padres eligen el nombre de pila, la filiación determina el apellido,
hay un régimen especial para el apellido de los cónyuges
c) Confiere además derechos hereditarios, sólo cónyuge, ascendientes y descendientes son
considerados herederos forzosos
d) Determina derechos y obligaciones, como el deber de alimentos a cargo de los padres con relación
a sus hijos bajo responsabilidad parental
e) Es causa de excusación y recusación en sede judicial, ya que un juez por no puede intervenir en
juicios en los que estén involucrados parientes de cierto grado
f) En sede penal puede ser una causal agravante o eximente, en determinadas circunstancias.
Caracteres
- Correlatividad: ciertos estados de familia son comunes a dos personas y en consecuencia
generan derechos y deberes recíprocos. Así, al estado de padre corresponde el de hijo, los
cónyuges lo son entre sí, los hermanos también. Puede faltar correlatividad. Así sucede en el
caso de la persona soltera o viuda, o huérfana.
- Oponibilidad: el estado es oponible erga omnes, es decir, frente a todos. El derecho prevé
acciones para el caso de que se pretenda desconocer ese estado o menoscabarlo.
- Estabilidad: una característica muy importante es que el estado tiene permanencia. El sujeto
subsiste en un estado hasta qu4e se produzca un hecho o acto jurídico que conforme al
ordenamiento sea apto para modificarlo. Así, el sujeto será soltero hasta tanto contraiga
matrimonio o casado hasta la muerte del cónyuge. Es importante tener en cuenta que es
estable pero no inmutable.
- Inalienabilidad: el estado no puede ser objeto de actos jurídicos. No se puede transmitir a otro
el estado de padre o de hijo, o de cónyuge. Lo que si permite el ordenamiento es transar sobre
los derechos patrimoniales derivados del estado, como lo hace un heredero que decide transar
con relación a sus derechos hereditarios.
- Imprescriptibilidad: no se adquiere ni se pierde por el transcurso del tiempo. Un sujeto casado
será tal hasta que se divorcio o fallezca el cónyuge, aún cuando esté separado durante mucho
tiempo o incluso invoque ante terceros ser divorciado.
Título de estado: Los hechos y actos jurídicos (por ej. nacimiento, matrimonio) que causan el
emplazamiento en un determinado estado de familia se asientan en documentos públicos (partidas)
que son el título formal del estado de familia. El título constituye el medio de prueba del estado.
Posesión de estado: hay posesión de estado cuando alguien disfruta de determinado estado de
familia, con independencia del título sobre ese mismo estado.4 Por lo general, quien tiene posesión de
estado tiene también título de estado, quien goza de la posesión de estado de hijo cuenta también con
el título pues ha sido inscripto como hijo. Pero esto puede no ser así, por ej. en el caso de un hijo
extramatrimonial puede haber sido reconocido como tal (título) pero luego haber sido abandonado (no
goza de la posesión de estado) o al revés, ser tratado como un hijo pero no haber sido reconocido
como tal (entonces gozará de la posesión pero no del título de estado).
En nuestro país, hasta la sanción del Código Civil, la prueba del estado civil de las personas se
efectuaba mediante las partidas parroquiales. El C.C. por el art. 80 establecía que los nacimientos en
la República se prueban por certificados extraídos de los asientos de los registros públicos que para tal
fin deben crear las municipalidades. Y el fallecimiento, por el art. 104 C.C. se prueba como el
nacimiento.
En cuanto al matrimonio, Vélez estableció que se probaba por los registros de la parroquia o de las
comuniones a pertenecieren los casados (art. 179 C.C.). Posteriormente fue sancionada la ley de
matrimonio civil, Nro. 2393, que introdujo una modificación importante al prever en su artículo 113:
“Los registros públicos que debían ser creados por las municipalidades según el art. 80 de este
Código, deberán serlo por las legislaturas respectivas”. El decreto-ley 8204/63 creó un régimen
uniforme para todo el país para el registro del estado de las personas, encomendando su organización
a los gobiernos locales. Cada provincia entonces organiza su propio registro en base al régimen
previsto en la normativa nacional. En dichos registros se inscriben los nacimientos, adopciones,
matrimonios, divorcios, restricciones a la capacidad, defunciones y declaración de fallecimiento
presunto.
Domicilio es una noción jurídica, donde el derecho asienta a una persona (considerando al efecto
diversas elementos de hecho sea el lugar donde vive, la función que cumple, la situación de
incapacidad del sujeto, etc.).
La residencia, por el contrario, es una noción vulgar que alude al lugar donde habita ordinariamente
una persona. A veces pueden coincidir el domicilio y la residencia en el mismo lugar, pero otras veces
no será así, como enseguida veremos.
Por último, habitación es el lugar donde la persona se encuentra accidentalmente, por ej. de
vacaciones. Es también una noción vulgar.
Es importante tener en cuenta las diversas nociones, porque los efectos jurídicos de cada una son
diferentes, según veremos luego.
Distintas especies de domicilio
El domicilio puede ser clasificado inicialmente en general y especial, habiendo luego a su vez
diversos casos de cada uno.
3.1. Domicilio General: es el que rige para la generalidad de las relaciones jurídicas de una persona.
Se divide en real y legal. Se caracteriza por ser necesario y único.
- Es necesario, en cuanto necesariamente toda persona debe tener un domicilio. Para dar efectividad a
este principio la ley ha cubierto todas las situaciones posibles a fin de que sea factible, en función de
las circunstancias de cada persona determinar su domicilio.
- Es único, la persona tiene siempre un único domicilio general. Lo contrario sería un caos.
Domicilio real: Es un supuesto de domicilio general. La persona humana tiene domicilio real en el
lugar de su residencia habitual. Si ejerce actividad profesional o económica lo tiene en el lugar donde
la desempeña para el cumplimiento de las obligaciones emergentes de dicha actividad.
-Es un domicilio real en cuanto tiene en cuenta la efectiva residencia de la persona en un determinado
lugar
-Es voluntario pues su constitución, mantenimiento y cambio depende de la voluntad de la persona
-Es de libre elección.
- Como domicilio general es también único: la persona puede tener un solo domicilio general.
- mutable. Conforme lo establece el art. 77, el domicilio real puede cambiarse de un lugar a otro. Esta
facultad no puede ser coartada por contrato, ni por disposición de última voluntad. El cambio de
domicilio se verifica instantáneamente por el hecho de trasladar la residencia de un lugar a otro con
ánimo de permanecer en ella.
Art. 77: El cambio de domicilio se verifica instantáneamente por el hecho de trasladar la residencia de
un lugar a otro con ánimo de permanecer en ella.
Domicilio Legal: Es también un supuesto de domicilio general. Como veremos, no todas las personas
tienen domicilio legal sino que la ley regula los sujetos que lo tienen con carácter excepcional.
-es forzoso, lo impone la ley con independencia de la voluntad del interesado.
-es ficticio, la ley presume la presencia de la persona en ese lugar aunque de hecho no esté allí
presente
-excepcional y de interpretación restrictiva, funciona sólo en los casos previstos en la ley, sin que
pueda extenderse a otros no previstos.
-participa de los caracteres del domicilio general por lo tanto es único.
-Domicilio Contractual: es el elegido por las partes en un contrato, con el fin de que en él se
produzcan todos los efectos jurídicos derivados del mismo.
Art. 75.- Domicilio especial. Las partes de un contrato pueden elegir un domicilio para el ejercicio de
los derechos y obligaciones que de él emanan.
3.3. Domicilio ignorado: Finalmente, puede ocurrir que una persona se haya ausentado de su
domicilio sin constituir uno nuevo. Dada la necesidad de asentar jurídicamente a toda persona para el
ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus obligaciones es que el nuevo Código dispone:
Art. 76.- Domicilio ignorado. La persona cuyo domicilio no es conocido lo tiene en el lugar donde se
encuentra; y si éste también se ignora en el último domicilio conocido.
Como ya dijimos, es necesario poder localizar a un sujeto para la producción de efectos jurídico, los
que varían según el tipo de domicilio de que se trate.
Art. 78 Efecto. El domicilio determina la competencia de las autoridades en las relaciones jurídicas.
La elección de un domicilio produce la prórroga de la competencia.