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SOCIOLOGÍA

UNIDAD I

Teoría Sociológica Clásica - Ritzer

Condiciones que fueron de suma importancia para el desarrollo de la sociología como campo definido del
conocimiento:

- Sociales

1. Revoluciones políticas

*Francesa (1789) con los principios de libertad, igualdad y fraternidad. Posiciones. A favor: transformación
de las estructuras (rompe con la monarquía). En contra (Burke, Bonald, Maistre): degradación/destrucción
moral institucional y religiosa (se anhelaba un regreso a los pacíficos y ordenados días de la Edad Media).

*Industrial (S.XIX-XX). No constituye un único acontecimiento, sino muchos desarrollos interrelacionados


que culminaron en la transformación del mundo occidental, que pasó de ser un sistema agrícola a otro
industrial. Gran cantidad de personas abandonaron las granjas y el trabajo agrícola para ocupar los
empleos industriales que ofrecían las nuevas fábricas. Estas fábricas habían experimentado también una
transformación debido a la introducción de mejoras tecnológicas. Se crearon inmensas burocracias
económicas para proporcionar los múltiples servicios que requerían la industria y el naciente sistema
económico capitalista. El ideal de esta economía era un libre mercado en el que pudieran intercambiarse
los diversos productos del sistema industrial. En este sistema unos pocos obtenían enormes ganancias,
mientras la mayoría trabajaba gran cantidad de horas a cambio de bajos salarios (nuevo actor social: el
proletariado). La consecuencia de ello fue la reacción contra el sistema industrial y contra el capitalismo en
general, lo que condujo a la creación del movimiento obrero así como una diversidad de movimientos
radicales cuyo objetivo era derrocar el sistema capitalista. La revolución industrial, el capitalismo, y la
reacción contra ellos desencadenó una enorme revuelta en la sociedad occidental que afectó
profundamente a los sociólogos, preocupados por estos cambios y por los problemas que habían creado al
conjunto de la sociedad.

2. Socialismo. Consiste en una serie de cambios cuyo objetivo era solucionar los excesos del sistema
industrial y del capitalismo. Aunque algunos sociólogos apoyaron el socialismo como la solución a los
problemas industriales, la mayoría se manifestó personal e intelectualmente en contra de él. Por un lado,
Marx apoyaba activamente el derrocamiento del sistema capitalista y su sustitución por un sistema
socialista. Aunque no desarrolló una teoría del socialismo per se, invirtió una gran cantidad de tiempo en
criticar varios aspectos de la sociedad capitalista. Además, estuvo implicado en diversas actividades
políticas que esperaba dieran como resultado el nacimiento de las sociedades socialistas. Sin embargo,
Marx constituye una figura atípica de los primeros años de la teoría sociológica. La mayoría de los
primeros teóricos, como Weber y Durkheim, se opuso al socialismo (al menos, así lo creía Marx). Aunque
reconocían los problemas de la sociedad capitalista, se afanaban por encontrar una reforma social dentro
del capitalismo, antes que apoyar la revolución social que proponía Marx. Temían al socialismo más que al
capitalismo. Este temor jugó un papel mucho más importante en la configuración de la teoría sociológica
que el apoyo de Marx a la alternativa socialista al capitalismo.

3. Urbanización. En parte como resultado de la revolución industrial, una gran cantidad de personas fue
desarraigada de su entorno rural y trasladada a emplazamientos urbanos. Esta emigración masiva se
debió en muy buena medida a los empleos que creó el sistema industrial en las zonas urbanas. Además,
la expansión de las ciudades produjo una lista de problemas urbanos: masificación, contaminación, ruido,
tráfico, etc. También implicó una ampliación del espacio público, antes restringido a una pequeña cantidad
de personas.

4. Cambio religioso.

*Clase: se ponen en duda la tradición, la moral y la creencia religiosa propias del mundo medieval. Se
produce un proceso de secularización: la vida espiritual sigue existiendo pero el destino del hombre lo
decide el propio hombre sin depender de un ser extra, de una divinidad; este sale de su infancia y se “hace
cargo” de sus propios problemas. Se pasa de un teocentrismo a un antropocentrismo.
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*Texto: los cambios sociales que se produjeron a raíz de las revoluciones políticas, la revolución industrial,
y la urbanización, tuvieron un profundo efecto en la religiosidad. Muchos de los primeros sociólogos
recibieron una educación religiosa y se encontraban implicados activamente, y en algunos casos,
profesionalmente, en la religión. Su objetivo en sociología era el mismo que tenían sus vidas religiosas. Su
deseo era mejorar la vida de las personas. En algunos casos (como en el de Comte) la sociología se
convirtió en una religión. En otros, sus teorías sociológicas exhiben una marca inconfundiblemente
religiosa. Durkheim dedicó una de sus principales obras a la religión. La moral jugó un papel central no
sólo en la sociología de Durkheim, sino también en la obra de Talcott Parsons. Una gran parte de la obra
de Weber está dedicada a las religiones del mundo. Marx también se mostró interesado por la religiosidad,
pero su orientación era más crítica. Spencer también discutió la cuestión de la religión («las instituciones
eclesiásticas») como un componente importante de la sociedad.

5. Crecimiento de la ciencia. Se da una convergencia entre los procesos de producción y la ciencia a partir
de la mecanización. Asimismo, en el curso del desarrollo de la teoría sociológica tuvo lugar un creciente
interés por la ciencia, no sólo en las universidades, sino también en la sociedad en su conjunto. Los
productos tecnológicos de la ciencia impregnaban todos los sectores de la vida, y la ciencia adquirió gran
prestigio. A los intelectuales vinculados a las ciencias que más éxitos acumulaban (la física, la biología y la
química) se les otorgaban lugares preferentes en la sociedad. Los sociólogos (especialmente Comte,
Durkheim, Spencer, Mead y Schutz) se preocuparon desde el principio por la ciencia, y muchos querían
modelar la sociología a partir de las ciencias de la física y la química, que habían obtenido un gran éxito.
Sin embargo, enseguida surgió un debate entre los que aceptaban de buen grado el modelo científico y los
que (como Weber) pensaban que las características particulares de la vida social dificultaban y hacían no
recomendable la adopción de un modelo absolutamente científico. La cuestión de la relación entre la
sociología y la ciencia aún se debate, aunque una sola ojeada a las principales revistas del área indica el
predominio de los que apoyan la sociología como ciencia.

6. Derechos de las mujeres. Participación y reclamos en las diversas áreas de la vida. DD. políticos: voto.
Comienzan a trabajar fuera del hogar. Sin embargo, quedan al margen del “registro público” de la
sociología por los hombres que organizaron la disciplina.

- Intelectuales

1. Ilustración/Iluminismo y la fundación de la sociología en Francia. Fue un período de notable desarrollo y


cambio intelectual en el pensamiento filosófico. Los pensadores más importantes asociados con la
Ilustración son los filósofos franceses Charles Montesquieu (1689-1755) y Jean Jacques Rousseau (1712-
1778). Sin embargo, la influencia de la Ilustración en la teoría sociológica fue más indirecta y negativa que
directa y positiva. Como ha señalado Irving Zeitlin, «La sociología se desarrolló inicialmente como una
reacción a la Ilustración». Después de todo, los pensadores vinculados a la Ilustración estuvieron influidos
por dos corrientes intelectuales: la filosofía y la ciencia del siglo XVII.

La filosofía del siglo XVII estaba asociada a la obra de pensadores tales como René Descartes, Thomas
Hobbes y John Locke. El interés fundamental se centraba en la producción de sistemas ambiciosos,
generales y abstractos de ideas que tuvieran sentido racional. Pensadores más tardíos relacionados con la
Ilustración no rechazaron la idea de que los sistemas de ideas debían ser generales y tener un sentido
racional, pero hicieron grandes esfuerzos por derivar sus ideas del mundo real y verificarlas en él. En otras
palabras, deseaban combinar la investigación empírica con la razón. El modelo llevado a cabo era el
científico, especialmente la física newtoniana. En esos momentos se produjo el nacimiento de la aplicación
del método científico a las cuestiones sociales. Por otro lado, no solo los pensadores de la Ilustración
querían que sus ideas se derivaran, al menos en parte, del mundo real, sino que también deseaban que
fueran útiles para el mundo social, especialmente para el análisis crítico de ese mundo. En general, la
Ilustración se caracterizó por la creencia de que las personas podían comprender y controlar el universo
mediante la razón y la investigación empírica. Pensaban que del mismo modo que el mundo físico se regía
de acuerdo con leyes naturales, era probable que el mundo social también tuviera sus propias leyes. Por
tanto, mediante el empleo de la razón y la investigación científica, al filósofo atañía descubrir estas leyes
sociales. Una vez comprendido el funcionamiento del mundo social, los pensadores de la Ilustración se
trazaron una meta práctica: la creación de un mundo más racional y «mejor». Como hacían hincapié en la
importancia de la razón, los filósofos de la Ilustración tendían a rechazar las creencias de la autoridad
tradicional. Cuando estos pensadores examinaban los valores y las instituciones tradicionales, solían
encontrarlas irracionales, es decir, opuestas a la naturaleza humana e inhibidoras del desarrollo y

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crecimiento humano. La misión de estos filósofos de la Ilustración prácticos e inclinados al cambio era
superar estos sistemas irracionales.

*Reacción conservadora a la Ilustración. El teórico más directa y positivamente influido por el pensamiento
de la Ilustración fue Karl Marx, aunque produjo sus primeras ideas teóricas en Alemania. A primera vista
pensamos que la teoría sociológica clásica francesa, así como la teoría de Marx, estuvo directa y
positivamente influida por la Ilustración. Después de todo, ¿acaso no se convirtió la sociología francesa en
una sociología racional, empírica, científica y orientada al cambio? La respuesta es que sí, pero no antes
de que se formara por medio de un conjunto de ideas que se desarrollaron como reacción a la Ilustración.

Zeitlin expuso diez proposiciones principales que, en su opinión, definen la reacción conservadora y
proporcionan la base del desarrollo de la teoría sociológica clásica:

1) Mientras que la mayoría de los pensadores de la Ilustración tendían a hacer hincapié en el individuo, la
reacción conservadora llevó a un mayor interés por la sociedad y otros fenómenos de gran alcance. La
sociedad se consideraba como algo más que un mero agregado de individuos. Pensaban que la sociedad
existía per se, con sus propias leyes de desarrollo y sus profundas raíces en el pasado.

2) La sociedad era la unidad de análisis más importante; se le confería más importancia que al individuo.
Era la sociedad la que creaba al individuo, fundamentalmente a través del proceso de socialización.

3) El individuo no constituía ni siquiera el elemento más básico de la sociedad. Una sociedad se componía
de elementos tales como roles, posiciones, relaciones, estructuras e instituciones. Los individuos ni
siquiera eran considerados como los protagonistas de esas unidades de la sociedad.

4) Se creía que las partes de una sociedad estaban interrelacionadas y eran interdependientes. En efecto,
estas interrelaciones constituían la principal base de la sociedad. Esta visión les confirió una orientación
política conservadora. Es decir, debido a que las partes se suponían interrelacionadas, manipular una de
ellas podía conducir a la destrucción de las otras partes y, consecuentemente, del sistema en su conjunto.
Ello suponía que la introducción de cambios en el sistema social debía realizarse con suma precaución.

5) Se contemplaba el cambio como una amenaza no sólo para la sociedad y sus componentes sino
también para los individuos de la sociedad. Los diversos componentes de la sociedad satisfacían
supuestamente las necesidades de las personas. Cuando las instituciones se destruían, la gente
probablemente sufría, y tal sufrimiento desembocaría probablemente en el desorden social.

6) La tendencia general era creer que los diversos componentes de la sociedad eran útiles tanto para la
sociedad como para el individuo. En consecuencia, apenas existía el deseo de reflexionar acerca de los
efectos negativos de las estructuras y las instituciones sociales existentes.

7) Pequeñas unidades como la familia, el vecindario y los grupos religiosos y ocupacionales también eran
calificados de esenciales para los individuos y la sociedad. Proporcionaban los entornos íntimos y de
interrelación personal que las personas necesitaban para sobrevivir en las sociedades modernas.

8) Existía una cierta tendencia a interpretar que cambios sociales como la industrialización, la urbanización
y la burocratización tenían efectos desorganizadores.

9) Aunque gran parte de estos temidos cambios daba lugar a una sociedad más racional, la reacción
conservadora llevaba a reconocer la importancia de los factores no racionales (por ejemplo, el ritual, la
ceremonia y el culto) de la vida social.

10) Los conservadores apoyaban la existencia de un sistema social jerárquico (de estatus y recompensas).

*Reacción antiiluminista. Surge una nostalgia por el orden perdido, la filosofía de la restauración. El orden
frente al cambio, lo sagrado frente a lo profano, la autoridad frente a la anarquía. Estas antinomias
levantadas por la ideología tradicionalista desarrolladas en Francia principalmente fueron inspiradas por
Bonald y Maistre.

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Portantiero, “La Sociología Clásica: Durkheim y Weber – Estudio Preliminar”.

El origen de la sociología

El origen de la sociología se enmarca en un contexto caótico, donde se dan una serie de reformas
referidas a los problemas de la sociedad y el poder. En el pensamiento occidental este proceso nace con
los griegos, los cuales tenían un orden integrado (lo público forma parte de lo privado, y viceversa, por ello
no podía hablarse de sociología en Grecia).

El punto de ruptura de esa tradición que permite progresivamente la constitución autónoma de las ciencias
sociales se halla en el Renacimiento (siglo XV). Este movimiento rompe el orden propio de las
organizaciones políticas y sociales que tenían influencia divina/religiosa (teocentrismo), pasando a un
antropocentrismo (el hombre organiza el mundo según sus propias reglas). El precursor será Maquiavelo,
cuya obra marca la liberación para la reflexión sobre la política, de sus condicionantes teológicas o
filosóficas. La ciencia política como teoría del gobierno y de las relaciones entre el gobierno y la sociedad,
es el primer campo secularizado del saber. En definitiva, con Maquiavelo se distingue política (ámbito
público) y la moral (ámbito privado).

Con el surgimiento de los estados centralizados y las naciones se ponían en debate el tema de la
organización del poder que, bajo el modo de producción capitalista era pensado como un contrato
voluntario entre sujetos jurídicamente iguales. Hobbes, Locke, Montesquieu y Rousseau estudian el
sentido de las relaciones sociales entre los hombres. Lo social y lo político, hasta entonces aparecía como
algo dado, fijo, sin distinguir público de privado, comienza a ser pensado como una construcción colectiva
en el que el hombre precede a la sociedad, la crea y la organiza. Nace la idea de contrato social, de la
soberanía popular y de las formas de representación de esa soberanía.

El segundo antecedente es la economía política (exponentes: William Petty, Adam Smith y David
Ricardo). Las etapas de su fundación siguen los ritmos del desarrollo de la sociedad: en un principio, eran
los problemas de cambio, más tarde, la atención se dirigirá a los problemas de producción, con el
comienzo de la Revolución Industrial.

Cuando el orden anteriormente nombrado comienza a madurar, surge la Sociología como “ciencia de la
crisis” pero más que revolucionaria, será conservadora o propulsora de algunas reformas tendientes a
garantizar el mejor funcionamiento del orden constituido.

El estímulo para la aparición de la sociología es la Revolución Industrial (mencionada anteriormente).


Para dar respuesta, en el plano de la teoría y la práctica social, a la crisis social y política que dicha
transformación económica genera, aparecerán dos vertientes antitéticas: socialismo (mencionado también)
y otra configurada por la tradición sociológica clásica.

La sociología intentará reconstruir el orden integrado (unificación entre lo social y lo político-jurídico)


disuelto por el capitalismo en virtud del caos de la lucha de clases. En definitiva, la sociología nace ligada
a los objetivos de estabilidad social de las clases dominantes. Su función es dar respuestas conservadoras
a la crisis del siglo XIX. Es una ideología del orden, del equilibrio, aun cuando al mismo tiempo sistematice
la posibilidad de construir la sociedad como objeto de conocimiento autónomo.

Cabe destacar que la sociología es el penúltimo paso hacia la secularización del estudio sobre los
hombres y sus relaciones mutuas: en el siglo XX, aparece el psicoanálisis.

La magnitud de los problemas que plantea la sociedad como objeto de conocimiento impone un abordaje
científico. La filosofía social o política, las doctrinas jurídicas, no pueden ya dar cuenta de los conflictos
colectivos impulsados por las revoluciones francesa e industrial. Para los fundadores de la sociología era
necesario que la ciencia social se constituya positivamente. El positivismo que exigía estudiar a la
sociedad como se estudia a la naturaleza tenía como método el de la biología.

Positivismo significa reacción contra el negativismo de la filosofía racionalista de la Ilustración, la cual


operaba a través del contraste entre la realidad social tal cual era y una razón que trascendía el orden
existente y permitía marcar la miseria, la injusticia y el despotismo. Era considerada una “filosofía
negativa”. Mientras que para el positivismo la realidad no debía subordinarse a ninguna razón

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trascendental. Los hechos, la experiencia, el reconocimiento de lo dado predominaban sobre todo intento
crítico, negador de lo real.

La sociedad puede incluir procesos de cambio pero ellos deben estar incluidos dentro del orden. La tarea a
cumplir es desentrañar ese orden (las leyes que lo gobiernan), contemplarlo y corregir las desviaciones
que se produzcan de él. Así, todo conflicto que tendiera a destruir radicalmente ese orden debía ser
prevenido y combatido, lo mismo que la enfermedad del organismo. Modelo organicista de carácter
conservador → sociedad como un todo orgánico, superior y exterior a los individuos que la componen,
unificado en sus elementos por valores que le dan cohesión y estabilidad y proporcionan sustento a las
normas que reglan la conducta de los innovación y a las instituciones en las que esas conductas se
desenvuelven.

Nisbet señala que son cinco los elementos esenciales de la sociología, que estarán presentes en los
teóricos clásicos, vinculados al pensamiento conservador: comunidad, autoridad, lo sagrado, status y
alienación.

Los Padres Fundadores

Los pensadores racionalistas del siglo XVIII aparecen como antecedente directo de la sociología porque
son los primeros que abren un campo de investigación más o menos sistemático: el que lleva a descubrir
leyes del desarrollo social. Un autor significativo es Montesquieu, quien analiza las instituciones políticas
(se lo recuerda más bien como teórico de la ciencia política que como precursor de la sociología) pero
desde una perspectiva sociológica. Para Montesquieu, las instituciones políticas dependen del tipo de
Estado, y éste a su vez, del tipo de sociedad. Por ello, no hay ningún tipo de régimen político
universalmente aceptables: cada sociedad debía constituir el suyo, de acuerdo a sus particularidades
(relativismo). El autor piensa que es posible construir una tipología de sociedades basada en la
experiencia histórica y ordenada en una sucesión temporal de progresiva complejidad. Este desarrollo
creciente de las estructuras económicas y sociales provoca modificaciones en el Estado. Lo que cambia
son las formas de solidaridad entre los innovación, desde las sociedades primitivas más simples hasta las
más modernas, caracterizadas por una compleja división del trabajo.

Autores que integran la prehistoria de la sociología clásica:

Claude Henri Saint-Simon (1760-1825) francés.

1) Relación con Comte. Este último trabajó en su juventud como secretario y discípulo de aquél. Existe una
gran similitud entre las ideas de ambos pensadores, pero suele considerarse a Comte más importante en
la fundación de la sociología.

2) El aspecto más interesante de Saint-Simon fue su importancia tanto para el desarrollo de la teoría
sociológica conservadora como para el de la marxiana (ya que, en muchos aspectos, se oponía a la teoría
conservadora), es decir, se fusionan en el autor elementos progresivos y conservadores.

3) Desde el punto de vista conservador, pretendía preservar la sociedad tal y como era, pero no anhelaba
el regreso a la vida de la Edad Media que promovían de Bonald y de Maistre.

4) Desde el punto de vista radical, previó la necesidad de reformas socialistas, especialmente la


planificación centralizada del sistema económico (es decir, consideraba que la sociedad puede explicarse
a partir de leyes económicas): el sistema industrial del futuro será gobernado autoritariamente por una élite
integrada por científicos y por “productores” en los que Saint-Simon agrupa a los capitalistas y a los
asalariados. Esta élite aseguraría la unidad orgánica de la sociedad perdida tras la destrucción del orden
medieval, con la ciencia ocupando el lugar de la religión, los técnicos el de los sacerdotes y los industriales
el de los nobles feudales.

5) Además, era un positivista, es decir, creía que el estudio de los fenómenos sociales debía emplear las
mismas técnicas científicas que las ciencias naturales. La sociedad será comparable al modelo del
organismo. Para su estudio habrá que distinguir un análisis de sus partes – morfología o anatomía – y otra
de su funcionamiento – fisiología. Así definiría el autor las tareas de la nueva ciencia: “una fisiología
social, constituida por hechos materiales que derivan de la observación directa de la sociedad y una

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higiene encerrando los preceptos aplicables a tales hechos son las únicas bases positivas sobre las que
se puede establecer el sistema de organización reclamado por el estado actual de civilización”.

Augusto Comte (1798-1857) francés.

1) Se lo considera el fundador de la autonomía de la sociología debido a que la misma es una ciencia que
no depende de otras como la economía o la ciencia política sino que tiene sus estrategias, cánones y
abordajes metodológicos propios para explicar la sociedad; también como inventor de la palabra, aunque
en contra de su voluntad porque en un principio había bautizado a su disciplinada como “física social”, ya
que consideraba mejor término para estudiar los fenómenos sociales desde las ciencias naturales.

2) Su tarea fundamental consistió en depurar al saintsimonismo de sus tensiones utópicas y enfatizar sus
contenidos conservadores.

3) El objetivo de sus trabajos era contribuir a poner orden en una situación social que definiría como
anárquica y caótica, mediante la construcción de una ciencia que, en manos de los gobernantes, pudiera
reconstruir la unidad del cuerpo social (aunque no creía posible el regreso a la Edad Media, pues los
avances científicos e industriales lo impedían).

4) Incorpora en su discurso la idea de evolución y progreso, pero como conservador, suponía que los
cambios debían estar contenidos en el orden. La sociedad debía ser considera como un organismo y
estudiada en dos dimensiones:

*La de la Estática Social (análisis de sus condiciones de existencia; de su orden).

*La de la Dinámica Social (análisis de su movimiento; de su progreso).

Orden y progreso se relacionan estrechamente. El primero es posible sobre la base del consenso, que
asegura la solidaridad de los elementos del sistema. El segundo debe ser conducido de tal manera que
asegura el mantenimiento de la solidaridad, pues de otro modo la sociedad se desintegraría.

En realidad, la idea de evolución es la del desarrollo sucesivo de un principio espiritual de acuerdo con el
cual la humanidad pasaría por tres etapas:

- La teológica: define el mundo anterior a 1300. Durante este periodo el sistema principal de ideas
enfatizaba la creencia de que los poderes sobrenaturales, las figuras religiosas constituían la raíz y el
origen de todo. En particular, se pensaba que era Dios quien había creado el mundo social y físico.

- La metafísica: se sitúa entre 1300 y 1800. Este estadio se caracterizó por la creencia en que las fuerzas
abstractas, como la «naturaleza», lo explicaban todo mejor que los dioses personalizados.

- La positiva: comienza en 1800. Esta sería capaz de sintetizar los polos de orden inmóvil y de progreso
anárquico que caracterizaron a las dos primeras etapas. Según Comte, esta etapa marcaría la llegada del
estado definitivo de la inteligencia humana y colocaría en una nueva categorización jerárquica de las
ciencias, situando a la sociología en la cima de ellas. caracterizado por la creencia en la ciencia. En este
estadio la gente tendía a abandonar la búsqueda de las causas absolutas (Dios o la naturaleza) para
concentrarse en la observación del mundo físico y social y en la búsqueda de las leyes que lo regían.

5) No se centraba en el individuo, sino que empleaba como unidad básica de análisis entidades más
complejas como la familia.

6) Recomendaba el análisis conjunto de la estructura y del cambio social. El énfasis de Comte en el


carácter sistemático de la sociedad – los vínculos entre sus diversos componentes – tuvo importancia para
la teoría sociológica posterior.

7) Otorgaba importancia al papel del consenso en la sociedad: para él carecía de atractivo la idea de que
la sociedad se caracterizaba por el conflicto inevitable entre los trabajadores y los capitalistas.

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8) Subrayaba la necesidad de elaborar teorías abstractas, salir al exterior y hacer investigación
sociológica. Usar la observación, la experimentación y el análisis histórico comparado.

9) Creía que la sociología se convertiría en la fuerza científica dominante del mundo debido a su específica
capacidad para interpretar leyes sociales y desarrollar reformas para solventar los problemas del sistema.

Herbert Spencer (1820-1903) británico.

1) Fue mucho más positivista en el sentido de que para él no existían diferencias metodológicas en el
estudio de la naturaleza y la sociedad. El principio que unificaba ambos campos era el de la evolución: las
leyes de ésta, propuestas por la biología, eran universalmente válidas.

2) Su teoría no hace más que consagrar el predominio del capitalismo libreempresista y la influencia
imperialista británica.

3) Ferozmente individualista, toma de Darwin el principio de la supervivencia de los más aptos y lo trasladó
al campo social para justificar la conquista de un pueblo sobre otro.

4) Propugna la desaparición de toda intervención estatal.

5) Los hombres no debían intervenir sobre el proceso natural de las sociedades.

6) Su teoría influyó considerablemente en élites de sociedades dependientes como la propia argentina a


fines del siglo XIX.

Ferdinand Tonnies (1855-1936) alemán.

1) Principal representante de la otra vertiente significativa en los orígenes de la sociología clásica en


Alemania.

2) La sociología en dicho país es un producto tardío, con relación a Francia e Inglaterra, ya que se
consideraban a los problemas sociales como políticos, integrables a la ciencia jurídica. Luego esta
tradición fue reemplazada por otra, igualmente negativa frente a las pretensiones de la sociología, pero
basada en argumentos de tipo epistemológico. En efecto, lo que estaba en discusión en Alemania a fines
del siglo XIX es la legitimidad de construcción de una ciencia de lo social equiparable a las ciencias de la
naturaleza. La orientación dominante, de origen neokantiano, rechaza la posibilidad de aplicar métodos
analíticos al mundo del hombre. Surge así la distinción entre ciencias de la naturaleza y ciencias del
espíritu. Solo lo fenoménico, lo material, puede ser conocido; lo cultural, lo propio del espíritu solo puede
ser intuido. Los hechos históricos son únicos e irrepetibles, es inútil buscar en ellos regularidades o
invariantes para determinar leyes, como lo hacen las cs. naturales. Este es el clima cultural en el que
surge Tonnies, marcado por el historicismo y por el rechazo al cientificismo positivista y al marxismo.

3) El libro fundamental del autor es Comunidad y Sociedad. La sociología aparece en el como


conocimiento de las relaciones sociales y éstas a su vez, solo pueden ser concebidas como producto de la
voluntad de los hombres. Dos tipos básicos de relaciones entre los hombres son los de “comunidad” (ej.
familia, vecindario, grupo de amigos; caracterizada por estar fundado sobre lazos naturales, asimilados al
modelo de un organismo) y “sociedad” (ciudad o Estado; fundados sobre el contrato, la racionalidad, el
cálculo y asimilados a los lazos que unen a sus elementos con las piezas de una máquina).

Esta tipología reaparecerá en Max Weber, quien utiliza estas definiciones sobre comunidad y sociedad
explícitamente, llamándolos “tipos-ideales”, y en Durkheim, para quien los lazos de solidaridad que
constituyen la comunidad conformarán lo que se llama solidaridad mecánica y los que constituyen la
sociedad serán equivalentes a los de la solidaridad orgánica.

Autores clásicos

Emile Durkheim (1858-1917) francés.

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1) Contexto: consolidación y crisis de la Tercera República Francesa, en la que la política de los liberales
(anticlerical y antitradicionalista, pero también duramente represiva frente a las reivindicaciones del
movimiento obrero) sufre los embates del neobonapartismo, antisemitismo y nacionalismo.

2) Su misión: colaborar en la consolidación de un orden moral que le diera a Francia la estabilidad del
antiguo régimen, pero fundada sobre otras bases. Su pregunta central es sobre el orden: ¿cómo
asegurarlo en la compleja sociedad industrial en donde los lazos tradicionales que ataban al individuo a la
comunidad están rotos?

3) En su libro El Suicidio, señala que la felicidad del ser humano solo es posible si éste no exige más de lo
que le puede ser acordado. El hombre se plantea fines inaccesibles y así cae en la decepción. En nombre
de su propia felicidad, habrá que conseguir que sus pasiones sean contenidas hasta detenerse en un
límite que sea reconocido como justo. Ese límite debe ser impuesto a los hombres desde afuera por un
poder moral que funde una ley de justicia. Únicamente la sociedad, en su totalidad, está en condiciones de
desempeñar ese papel moderador por mediación de uno de sus órganos, porque ella es el único poder
moral superior y externo al individuo y cuya superioridad es aceptada por éste (tiene fuerza de ley).

4) El orden moral es equivalente al orden social, éste se expresa como un sistema de normas que se
constituyen en instituciones. La sociología es el análisis de las instituciones, de la relación de los
individuos con ellas.

5) Hay una primacía de la sociedad por sobre el individuo y lo que permite explicar la forma en que los
individuos se asocian entre sí es el análisis de los tipos de solidaridad que se dan entre ellos. Reconoce
dos:

*Solidaridad mecánica: la conexión entre los individuos (esto es, el orden que configura la estructura
social), se obtiene sobre la base de su escasa diferenciación. Es una solidaridad construida a partir de
semejanzas y, por lo tanto, de la existencia de pocas posibilidades de conflicto. Se da en sociedades poco
desarrolladas, pre capitalistas, con poca diferenciación de roles.

*Solidaridad orgánica: supone la diferenciación entre los individuos y como consecuencia, la recurrencia
de conflictos entre ellos, que solo pueden ser zanjados si hay alguna autoridad exterior que fije límites. Esa
autoridad, esa fuerza externa es la conciencia colectiva que no está constituida por la suma de las
conciencias individuales, sino que es algo exterior a cada individuo y resume el conjunto de creencias y
sentimientos comunes al término medio de una sociedad. Es esta conciencia colectiva la que modela al
individuo, la que permite finalmente que la sociedad no se transforme en una guerra de todos contra todos.

6) Además, en el ya citado El Suicidio Durkheim tipifica tres tipos de suicido (como hecho social, es decir,
considerándolos en su conjunto, durante una unidad de tiempo y en una sociedad dada y buscando una
casa común):

*Suicidio egoísta: seria aquel tipo de suicidio motivado por un aislamiento demasiado grande del individuo
con respecto a la sociedad. Es el suicidio de los marginados, de los solitarios, de los que no tienen lazos
fuertes de solidaridad social.

*Suicidio altruista: correspondería al otro extremo, cuando está demasiado fuertemente ligado a ella. El
medio social en el que el suicidio altruista exista en estado crónico es el orden militar. Sin un alto nivel de
integración de sus miembros, no existe ejército. Cualquier obstáculo que corroa esa fuerte solidaridad
puede transformarse para el individuo en un impulso suicida.

*Suicidio anómico: anomia significa ausencia de normas. El suicida por anomia es aquel que no ha sabido
aceptar los límites que la sociedad impone, aquel que aspira a más de lo que puede y cae, por lo tanto, en
la desesperación.

En los tres casos es la relación entre el individuo y las normas lo que lo lleva al suicidio. Fenómenos
individuales que responden a causas sociales; a “corrientes suicidógenas” de distinto tipo que están
presentes en la sociedad.

Las reglas del método sociológico

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1) Durkheim sostiene que el objeto de estudio de la sociología son los hechos sociales, y que el método
para estudiarlos es considerarlos como cosas (no como cosas materiales) sino que tratar como cosas a los
hechos es mantener frente a ellos una actitud mental determinada, es abordar su estudio partiendo del
principio de que ignoramos por completo lo que son y que no podemos descubrir sus características ni las
causas desconocidas de las que dependen.

Un hecho social es toda forma de obrar, de pensar y de sentir que ejerce sobre el individuo una presión
exterior. Es decir, los hechos sociales son anteriores y externos al individuo, lo obligan a actuar, lo
coaccionan en determinada dirección, y son susceptibles de observación y experimentación.

Decimos que son externos a la conciencia del individuo porque las maneras colectivas de actuar o de
pensar tienen una realidad fuera de ellos, y los individuos se ajustan a ella todo el tiempo. Tienen
existencia propia. No hay duda de que el individuo participa en su formación, pero para que haya un hecho
social es preciso que varios individuos hayan combinado su acción y que de esa combinación resulte un
producto nuevo, que no depende de cada voluntad particular.

Los hechos sociales se expresan en normas, en leyes y en instituciones que aseguran la integración del
individuo a la sociedad. Se puede llamar institución a todas las creencias y modos de conductas instituidas
por la comunidad. Podría definirse a la sociología como la ciencia de las instituciones, su síntesis y su
funcionamiento.

2) Rompe con la filosofía (es una mera especulación) y la psicología, que es la ciencia de la mente
individual. Cabe destacar que la materia de la vida social no pueda explicarse por factores puramente
psicológicos, es decir, por estados de la conciencia individual, es para nosotros la evidencia misma.
Efectivamente, lo que las representaciones colectivas traducen es la manera en que el grupo se piensa en
sus relaciones con los objetos que lo afectan. Ahora bien, el grupo está constituido de otra manera que el
individuo, y las cosas que lo afectan son de otra naturaleza. Por ello no podrían depender de las mismas
causas representaciones que no expresan ni los mismos temas ni los mismos objetos. Para comprender
cómo la sociedad se representa a sí misma y al mundo que la rodea, es necesario considerar la naturaleza
de la sociedad y no la de los individuos particulares.

Max Weber (1864-1920) alemán.

1) Considera como unidad de análisis a los individuos y a la acción social (con arreglo a fines) porque son
los únicos que pueden albergar intenciones en sus actos. Gran diferencia con Durkheim, quien construye
el objeto de la sociología desde la exterioridad y la coacción de lo social sobre el individuo (hecho social).
Los caminos metodológicos inversos se deben a tradiciones culturales opuestas (naturalismo positivista en
Durkheim, historicismo en Weber), aunque ambos se reencuentran en la consideración sobre el papel que
el sistema de valores y el orden normativo juegan en el comportamiento humano.

2) Tiene una doble acción: por un lado, pretende superar la polémica del status científico del estudio de lo
social en Alemania (expresada con la dicotomía entre “ciencias de la naturaleza” y “ciencias del espíritu”)
diseñando un método de tipo histórico-comparativo que le permita recuperar a la vez la particularidad y
universalidad del hecho social. Y por el otro, por medio del análisis del origen y características del
capitalismo, despliega críticas al marxismo economicista. Según su punto de vista, condiciones históricas
para el capitalismo han existido en numerosas oportunidades. Sin embargo, solo se desarrolló en plenitud
en Europa de los siglos XV y XVI. La razón de ello es la aparición de la ética (sistema de valores y de
normas de conducta derivadas) protestante que favorecía en el nivel individual el desarrollo de
comportamientos acordes con el espíritu de lucro y las relaciones de mercado.

3) Método histórico-comparativo. Si comparando sociedades diferentes, logramos igualar las principales


variables -económicas, sociales, políticas, culturales, etc.- que aparecen en ellas, quedando una y solo
una cuyas características no son compartidas por la totalidad, queda claro que es la decisiva para explicar
la diferencia específica. Sería el papel que decisión que juega la ética protestante para explicar el origen
del capitalismo. Ese análisis histórico pasa a ser sociológico cuando el científico construye tipos-ideales:
construcciones teóricas para identificar/evaluar diferentes aspectos de la realidad, y luego con ellos,
pueden compararse distintas sociedades.

4) La característica básica de la vida social es la orientación de las acciones humanas hacia la


consecución de determinados fines mediante la utilización de medios adecuados racionalmente para
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lograrlos. Esto correspondía a la acción racional con acuerdo a fines, pero Weber distinguió además 3
tipos de acciones: acción tradicional, acción afectiva y acción con arreglo a valores. El “tipo ideal” permite
analizar las acciones reales como una desviación del modelo.

Para entender las acciones sociales, se debe tener en cuenta los contextos sociales, políticos, culturales
de ellas. A diferencia de Durkheim, Weber expresa que no hay una sola causa que modifica las conductas
de los actores de las sociedades y que los seres humanos llevan a cabo constantemente acciones
sociales orientadas a un fin con la expectativa de modificación de la conducta de los demás.

5) Expresa Weber que el desarrollo humano es el de una creciente racionalidad en su relación con el
mundo y las regularidades de las conductas humanas se deben al reconocimiento por los actores de la
existencia de un orden legítimo que les otorga validez. Esa legitimidad (parecida a la “autoridad moral” de
Durkheim) puede estar garantizada por la tradición, la entrega afectiva, acatamiento a valores absolutos o
por la adhesión a la legalidad estatuida positivamente. Ésta última es la legitimidad contemporánea, sobre
la que se construye el moderno tipo de dominación, legal y burocrática, racional.

6) Definición de sociología: “es una ciencia que pretende entender (interpretando) la acción social y de esa
manera, explicarla causalmente en su desarrollo y efectos”. Es una disciplina científica, empírica y
racional.

UNIDAD II

Socialización - Emilio Tenti Fanfani

El concepto de socialización es central en la teoría sociológica y remite a la producción de la subjetividad.

Es un modo sociológico de tratar al sujeto social. “La primacía de la sociedad sobre el individuo” siendo
éste una construcción o efecto social que construye una subjetividad, una conciencia practica y un
conjunto de capacidades reflexivas en la medida que mantiene relaciones con el medio ambiente natural y
social en el que vive.

Teorías clásicas y contemporáneas: el sentido común y la crítica

Modelo clásico

Socialización es un proceso que va de “lo social” a “lo individual” conformando progresivamente una
subjetividad, siendo un proceso de interiorización de la exterioridad, la sociedad existe por encima de los
individuos, “moldea” y produce a los individuos incorporando cosas sociales en forma de valores, gustos,
preferencias, etc.

El individuo al nacer llega a un “mundo hecho” donde ya existen cosas materiales, el territorio y las
ciudades, y cosas simbólicas pero cuya existencia es real, como el lenguaje y las tradiciones, por lo que
llegamos y somos parte del producto de la sociedad como una entidad que nos trasciende (como decía
Durkheim) e interiorizamos las cosas mencionadas. Pero no es una pura interiorización de la exterioridad.
El objetivismo es una exageración, una visión unilateral de la compleja relación entre individuo y sociedad.

Las tesis de Durkheim fueron incorporadas por Parsons que expresaba que la socialización es un recurso
discursivo que permite encontrar una solución al clásico problema del orden social donde los individuos
satisfacen sus requisitos funcionales del sistema en la medida en que las normas sociales se han
interiorizado y convertido en orientaciones de valor. Esta versión ya no tiene vigencia en la teoría
sociológica contemporánea.

Crítica del sentido común sociológico

La sociología tradicional de la socialización parte de 3 supuestos teóricos básicos: separación entre


individuos y sociedad; prioridad lógica de la sociedad sobre los individuos; la sociedad como una totalidad
integrada y no contradictoria, y la concepción contemporánea parten su crítica desde estos 3 supuestos.

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Cuando se separa el individuo y la sociedad y se le adjudica a ésta última una existencia independiente se
tiende a otorgarle una primacía sobre el individuo. La sociedad existe primero y los individuos son una
especie de “efecto de sociedad”. La sociología convencional expresa esos supuestos, pero siguiendo a
Elías, la socialización es un proceso bidireccional donde el agente social es al mismo tiempo una
construcción y el constructor de la sociedad.

Tradicionalmente, existe una división en la sociedad entre agentes socializados e instancias de


socialización que se encargan de configurar la subjetividad de los sujetos en las primeras etapas de vida.
Por qué no pensar que la realidad es más compleja y recordar que tanto el padre hace al hijo como el hijo
al padre. Pero, siguiendo el pensamiento contemporáneo, la socialización no es un proceso unidireccional
entre el agente socializado y las instancias de socialización donde los primeros serían meros agentes
pasivos de socialización. Elias advierte que si bien la relación de padres e hijos es una relación de
dominación, es compleja. Entre padres e hijos existe una relación de equilibrio de poder a favor de los
primeros, pero los niños no son completamente pasivos: hay una “reciprocidad de las oportunidades de
poder”. Ejemplo: los niños a través de los gritos pueden pedir auxilio.

Volviendo al enfoque tradicional, al enfatizar el movimiento que va de lo social objetivado a lo social


incorporado lleva a concebir al sujeto como agente supersocializado, constituido como interiorización de la
exterioridad, por lo que todo comportamiento humano es resultado de un conjunto de estados psíquicos
que no son resultado de la determinación exterior. Los conflictos entre individuo y sociedad son resultado
de una socialización incompleta o defectuosa.

La concepción contemporánea expresa que si todo sujeto depende completamente de la influencia de los
factores externos, se puede pensar en construir sujetos conformes a modelos predeterminados
manipulando esos factores. Sin embargo, la experiencia histórica demuestra que no es fácil manipular la
sociedad ni desconocer la base biológica de la existencia humana.

Automatismos y lo no consciente

La separación entre individuo y sociedad está en la base de los dualismos teóricos. El determinismo de la
sociedad niega la idea de sujeto. El sujeto supersocializado es un autómata inconsciente simple ejecutor
socialmente predeterminado. La sociedad es todo y los individuos un simple “efecto de sociedad”. El
interés por rehabilitar al sujeto lo convierte en agente racional, constructor consciente de la sociedad. El
sujeto se convierte en un constructor libre de la sociedad.

Y esto es una cuestión de socialización, un resultado del conjunto de experiencias que explican el
desarrollo de las subjetividades en una sociedad determinada. La socialización es el proceso
ininterrumpido de constitución de un “habitus”, entendido “como sistema de estructuras cognitivas y
motivadoras”.

Socialización y técnicas del cuerpo

La moderna teoría de socialización explica que este proceso no solo es una cuestión de internalización de
valores y actitudes, sino que una construcción social del cuerpo ya que sobre la base biológica de cada
agente social tiene un cuerpo construido. El habitus es al mismo tiempo hexis (manera de llevar el cuerpo)
y ethos (maneras de ser objetivamente sistemáticas). El aprendizaje no reside solo en la memoria y la
mente, sino también en el cuerpo donde se inscriben predisposiciones y valores. Existe un lenguaje del
cuerpo, actuamos con el cuerpo y hablamos del cuerpo.

Bourdieu distingue creencia (conjunto de dogmas), y creencia práctica, que se forma con las experiencias
del agente social, que se inscriben en el cuerpo, el cual funciona según la fórmula de Pascal, como un
“autómata que arrastra al cuerpo sin que este lo piense al mismo tiempo como un depósito donde se
conservan los valores más preciosos”. Pensar, reflexionar, no es una acción que sólo ejecute el “espíritu”,
sino que también es función de un cuerpo socializado.

MAUSS: las técnicas del cuerpo son “las maneras en que los hombres, sociedad por sociedad, de un
modo tradicional, saben servirse de su cuerpo”. El proceso civilizatorio trabajó sobre el cuerpo de los
agentes sociales aplicando tecnologías basadas en saberes utilizadas sistemáticamente en determinadas
instituciones hechas para socializar, formar sujetos conforme a un proyecto.

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Toda socialización exitosa deja huellas en el cuerpo.

Desinstitucionalización y la subsocialización

La sociología “invento” la sociedad y puede hacer su trabajo prescindiendo de este concepto ya que son
otras las condiciones del desarrollo social. La sociología, de la sociedad de la que hablaba era nacional
estatal. La sociología como campo intelectual tiene la misma edad que el Estado social moderno. Junto
con la idea de sociedad caen otros principios que estructuraban la vida de los sociólogos como la totalidad,
la integración social, la idea de centro, los actores dominantes, etc.

Este razonamiento pone en la mira a la concepción tradicional de la socialización como simple


interiorización de la exterioridad y merece una crítica radical, denominándose desinstitucionalización que
acompaña la crisis de la sociedad como concepto y como realidad. Está siendo reemplazado el agente
supersocializado (no crítica los procesos de socialización) por la idea opuesta de individuo subsocializado
(mirada crítica frente al advenimiento de la sociedad) donde el sujeto disciplinado (sociedad fuerte se
impone ante los individuos que ocupan un lugar predeterminado) es removido por el sujeto anómico fuerte
y explicación de todos los desórdenes.

Las sociedades latinoamericanas están en transformación constante y masas de individuos deben


enfrentar contextos estructurales diferentes de aquellos que presidieron la configuración de su
subjetividad. Lo normal es el desajuste entre el habitus y las condiciones de vida logrando el resultado de
un individuo separado, atravesado por contradicciones y sin un sistema ontológico de seguridad básica
bien establecido.

Fuerza de lo social

Las cosas sociales existen y se hacen sentir. El agente sabe, percibe los límites y condiciones de su
acción. No es capaz de dominar su lenguaje, pero mientras más dominado es más capacidad de crear e
innovar tiene.

No se puede reemplazar al individuo supersocializado por un individuo sin sociedad. Uno niega el carácter
complejo y activo del individuo y el otro erige uno todopoderoso, libre de toda determinación de las cosas
sociales. Se espera que la socialización produzca individuos capaces de asegurar la integración de la
sociedad y que estos mismos individuos sean capaces de producir acciones autónomas.

La pregunta es cuáles son las condiciones sociales concretas que producen individuos autónomos e
integrados a una totalidad que los trasciende. Si no se abandona el terreno del debate puramente teórico,
no será posible dejar de separar individuo y sociedad y postular primacía de uno.

Las instituciones no desaparecieron, sino que se modifican, como la escuela, cumplen su función en otro
sistema, en otro contexto pero siguen contribuyendo a formar agentes sociales.

Socialización escolar contemporánea

La escuela hoy conocida en América Latina tiene la edad del Estado Moderno. Desde su momento
constitutivo a mediados del siglo XIX, el estado comienza un proceso de construcción de escuelas a lo
largo de sus territorios. Esto era un objetivo estratégico de las elites de los países, aunque no ha sido
cumplido en casi ninguna nación.

La única agencia con la capacidad de “construir subjetividades” es la escuela, a pesar de que antes están
la familia y los sistemas masivos de producción y difusión de bienes culturales, pero su eficacia es
extremadamente relativa.

Los sistemas educativos tenían una racionalidad civilizadora explicita. Su objetivo es alcanzar con su
acción a todos los miembros de las nuevas generaciones, objetivo que todavía no ha sido alcanzado en la
mayoría de los Estados Nación de la América Latina contemporánea, donde todavía se constatan
importantes manifestaciones de viejas y nuevas formas de exclusión escolar. Pero la escolarización fue al
mismo tiempo masiva y desigual, jerarquizada,

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Se creer que es posible pensar al sistema educativo como una fábrica de sujetos en función de un
proyecto, pero en vez de proponerse esto es preferible ofrecer oportunidades de aprendizajes abiertos y
diversificados ya que nadie puede controlar todo el proceso de conformación de las subjetividades. Pero a
su vez, existe la posición opuesta: el espontaneísmo absoluto que implica la renuncia a todo intento de
orientar la producción de la sociedad y los individuos.

Deberíamos pensar un intermedio, una sociedad diversa como la latinoamericana, su objetivo debe ser
una construcción humana, colectiva, razonada, y racional. Es imposible el esquematismo y la
simplificación.

La solución no es el renunciamiento y, el abandono de toda pretensión de hacer la historia en función de


ciertos valores que son producto de la historia, pero que la trascienden y pretenden la universalidad. La
declaración universal de los derechos del hombre constituye una base para orientar la estrategia formativa
de las instituciones escolares. La escuela latinoamericana, puede constituirse en un espacio donde las
nuevas generaciones puedan experimentar y asumir valores universales necesarios para la convivencia
pacífica y democrática como para el desarrollo de las potencialidades más humanas de los agentes
sociales.

La sociedad como realidad subjetiva - Berger y Luckmann

Internalización de la realidad

Socialización primaria: la sociedad existe como realidad objetiva y subjetiva. La sociedad y la socialización
son un proceso complejo, denso y dialéctico compuesto por 3 momentos: externalización, objetivación e
internalización que no son una secuencia temporal, sino que actúan simultáneamente para caracterizar la
vida social y entenderla ya que estar en ella, implica participar del proceso.

*Internalización: aprehensión inmediata de un acontecimiento objetivo en cuanto expresa significado, es


decir, en cuanto es una manifestación de los procesos subjetivos de otro que, son subjetivamente
significativos para mí.

El mundo social objetivado vuelve a proyectarse en la conciencia durante la socialización (cuando la


subjetividad del otro se vuelve aceptable para mí. Se logra mediante el proceso de socialización). Es la
base para la comprensión de los semejantes y para la aprehensión del mundo como realidad significativa y
social. La aprehensión se da cuando el individuo asume el mundo y una vez hecho, puede modificarlo. Yo
comprendo los procesos subjetivos de otro y el mundo en el que vive. No solo entonces vivimos en el
mismo mundo sino que participamos en él. Solo ahí el individuo es miembro de la sociedad.

*Externalización: referido al hecho de que las instituciones son percibidas por nosotros como si tuvieran
una realidad propia y que se presenta al individuo como un hecho externo y coercitivo. Dado que las
instituciones existen como realidad externa, el individuo no puede comprenderlas por introspección: debe
“salir” a conocerlas.

*Objetivación: es el proceso por el cual los productos externalizados de la actividad humana alcanzan el
carácter de objetividad (se realiza por medio del lenguaje. Implica que los productos de la externalización
humana se pasan a un código compartido).

Siguiendo con el proceso de socialización, el individuo actúa en relación a otros en la sociedad, lo que
implica un proceso de interpretación y comprensión del mundo en el que vive. Estos procesos de
interacción deben ser congruentes a los patrones culturales de la sociedad en la que se vincula, por lo que
viven en un mundo asumido. Cuando internalizamos ese mundo donde existe el otro, estamos en camino
de una socialización plena, que es el proceso de inducción amplia y coherente de un individuo en el
mundo objetivo de una sociedad. Este proceso consta de 2 partes:

SOCIALIZACION PRIMARIA

Se da en la niñez donde el ser humano tiene una serie de encargados de socializarlo, como es el caso de
la escuela y la familia principalmente que le presentan al niño la realidad como única posible, indicándole
el lugar que ocupa en la estructura social, su propia idiosincrasia. El niño no nace parte de una sociedad:
tiene una predisposición hacia la sociedad. En definitiva, le “filtran” el mundo inculcándoles valores,
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normas en la vida social. Para culminar esta etapa, es necesario que el niño establezca un proceso en la
conciencia “el otro generalizado” que le permite tener la capacidad de abstraer los roles y actitudes del
conjunto de la sociedad. Llegado a este momento, pasa a la segunda etapa.

La socialización primaria es la más importante, todo individuo nace en una estructura y un mundo social
objetivo, donde otros que le son impuestos lo socializan y le presentan una realidad objetiva. La escuela y
la familia principalmente le presentan al niño la realidad como única posible, indicándole el lugar que
ocupa en la estructura social, su propia idiosincrasia… Le “filtran” el mundo inculcándoles valores, normas
en la vida social.

La socialización primaria importa más que aprendizaje cognoscitivo sino también tiene una gran carga
emocional, necesaria porque sin ella sería difícil incorporar los otros significantes. El niño internaliza y se
apropia de los roles de los otros significantes. Por esa identificación con los otros significantes es capaz de
identificarse a sí mismo y adquirir una identidad subjetivamente coherente y plausible.

El yo refleja las actitudes de los otros para conmigo, pero no es un proceso mecánico y unilateral sino
dialéctica entre autoidentificación y la identificación que hacen los otros.

El individuo acepta los roles y actitudes de los otros y además su mundo. La identidad es la ubicación en
un mundo determinado y puede asumírsela subjetivamente solo con ese mundo. Recibir una identidad es
adjudicarnos un lugar en el mundo. Las apropiaciones subjetivas de la identidad y del mundo social son
parte del mismo proceso de internalización, mediatizados por los mismos otros significantes.

La socialización primaria crea una abstracción progresiva que va de roles y aptitudes específicos a
generales. Por ejemplo: en la internalización de normas existe una progresión que va desde “mama está
enojada conmigo ahora” hasta “mamá se enoja cada vez que derramo sopa”. A esto se lo denomina el otro
generalizado. Su formación indica que el individuo se identifica en una generalidad de otros, o sea en
sociedad. Solo ahí logra su auto identificación.

La formación del otro generalizado es decisiva en la socialización. Implica la internalización de la sociedad,


en cuanto realidad objetiva establecida, y el establecimiento subjetivo de una identidad coherente.
Sociedad, identidad y realidad se cristalizan subjetivamente en el proceso de internalización. El lenguaje
es el instrumento más importante de la socialización, debe internalizarse.

Cuando el otro generalizado se cristaliza en la conciencia, hay una relación simétrica entre realidad
objetiva y subjetiva pero esta nunca es total. Se corresponden mutuamente pero no son coexistidas,
siempre hay más realidad objetiva. Siempre hay más realidad objetiva disponible que la que hay en cada
conciencia individual. Nadie internaliza todo lo que se objetiva como realidad en su sociedad.

El individuo se aprehende a si mismo estando fuera y dentro de la sociedad. La simetría nunca es un


estado de cosas estático y definitivo, la relación entre individuo y mundo social objetivo es un acto de
equilibrio continuo.

En la socialización primaria no hay problemas de identificación ya que no hay elección de otros


significantes. El niño no internaliza el mundo como uno de otros posibles sino como el único que existe. La
socialización primaria se implanta en la conciencia con más firmeza que la secundaria.

A través del lenguaje los esquemas motivacionales e interpretativos se internalizan como definidos
institucionalmente. Proporcionan programas institucionalizados para la vida cotidiana y establecen la
diferencia entre la identidad propia y la de los otros. También existe internalización del aparato legitimador:
el niño aprende por qué de los programas que lo son. Ejemplo: hay que ser valiente porque hay que ser un
hombre de verdad.

En la socialización primaria, se construye el primer mundo del individuo, que confía en los otros
significantes y sus definiciones de la situación. El mundo de la niñez está constituido para inculcar en el
individuo una sensación de confianza en la que todo está bien. Es masivo e indudablemente real. El
mundo de la niñez retiene su realidad y en la retrospección sigue siendo el mundo del hogar.

La socialización primaria comporta secuencias de aprendizaje socialmente definidas. Ejemplo: a la edad


de A el niño debe aprender X, y a la edad de B debe aprender Z. Todo programa entraña un
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reconocimiento social y de identificación biológica. Este reconocimiento lo imponen a la sociedad los
hechos biológicos. Los requerimientos institucionales afectaran a la socialización primaria,

La socialización primaria finaliza cuando el otro generalizado se establece en la conciencia. Ahí ya se es


miembro de la sociedad y se está en posesión subjetiva de un yo y un mundo pero la socialización nunca
es total. allí se presentan dos problemas: cómo se mantiene en la conciencia la realidad internalizada en la
socialización primaria y cómo se efectúan otras socializaciones en la biografía posterior del individuo.

SOCIALIZACIÓN SECUNDARIA

Es la internalización de submundos institucionales donde se llevan a cabo los roles (conjuntos de papeles
esperables que se cumplan por el sistema social) que le fueron inculcados. Acá la persona comienza a
desarrollar su vida en las instituciones y para ello, debe tener en cuenta la complejidad del mundo que
requiere conocer la división de trabajo y distribución del conocimiento especializado, además de un
lenguaje específico y un proceso legitimador donde incorpora nuevos roles más específicos. De esta
forma, se genera un campo de significados con el fin de estructurar los modos de interpretar los
comportamientos institucionales.

Su alcance y su carácter se determinan por la complejidad de la división del trabajo y la distribución social
concomitante del conocimiento (se refiere al conocimiento especializado que surge a partir de la división
del trabajo). La socialización secundaria es la adquisición del conocimiento específico de roles y por ende
de vocabularios específicos de esos roles.

Los submundos internalizados en la socialización secundaria son generalmente realidades parciales que
contrastan con el mundo de base adquirido en la socialización primaria. Estos submundos requieren de un
aparato legitimador acompañados por símbolos, rituales o materiales. Por ejemplo: puede surgir una
diferencia entre los soldados de infantería y los de caballería. Estos últimos recibirán un adiestramiento
especial.

Este proceso de internalización involucra identificación subjetiva con el rol y sus normas apropiadas. En la
mayoría de las sociedades la transición de la socialización primaria a la secundaria va acompañada de
ciertos rituales. En la socialización secundaria, existe un problema: la realidad internalizada (s. primaria)
tiende a persistir, entonces está el dilema de la coherencia entre internalizaciones originales y las nuevas.

En la socialización secundaria, las limitaciones biologías se vuelven menos importantes en las secuencias
de conocimiento, ahora llega a establecerse en términos de propiedades intrínsecas del conocimiento que
ha de adquirirse. Por ejemplo: para aprender a cazar hay que saber escalar, primero, montañas.

Mientras que la socialización primaria no puede efectuarse sin una identificación con carga emocional del
niño con sus otros significantes, la mayor parte de la socialización secundaria puede prescindir de esta
clase de identificación y proceder efectivamente con la sola dosis de identificación mutua que interviene en
cualquier comunicación entre seres humanos. La distribución institucionalizada de tareas entre la
socialización primaria y la secundaria varía de acuerdo con la complejidad de la distribución social del
conocimiento.

Algunas de las crisis que se producen luego de la socialización primaria, se deben al reconocimiento de
que el mundo de los propios padres no es el único mundo que existe. En la socialización secundaria suele
aprehenderse el contexto institucional. Los roles de la s. secundaria tienen un alto grado de anonimato, se
separan fácilmente de los individuos que los desempeñan. Esto se vincula, al carácter afectivo de las
relaciones sociales en la socialización.

El acento de la realidad de conocimiento en la socialización secundaria debe ser reforzado con técnicas
pedagógicas específicas, debe hacérselo sentir como algo familiar.

Los hechos que los procesos de socialización secundaria no presuponen un alto grado de identificación,
pueden tener utilidad pragmática, porque permiten aprender secuencias racional y emocionalmente
controladas. Pero como los contenidos de ese tipo de internacionalización poseen una realidad subjetiva
frágil, se hace necesario en algunos casos elaborar técnicas especiales para producir la identificación y la
inevitabilidad requeridas. La necesidad de dichas técnicas puede considerarse intrínseca.

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Estas técnicas, están destinadas a transferir la carga afectiva del proceso de socialización. Cuando el
proceso requiere de una transformación real de la realidad familiar del individuo, llega a constituir una
réplica lo más adecuada posible al carácter de la socialización primaria. Aun exceptuando esta
transformación, la S secundaria adquiere una carga afectiva, hasta la inmersión y compromiso con la
nueva realidad.

La distribución institucionalizada de tareas entre la socialización primaria y secundaria varia con la


complejidad de la distribución social de conocimiento. Cuando sea sencilla, el mismo organismo
institucional puede pasar de la primaria a la secundaria. En los casos de gran complejidad, tendrán que
crearse organismos especializados en la socialización secundaria, con un plantel exclusivo para tareas
educativos.

Mantenimiento y transformación de la realidad subjetiva

Como la socialización nunca se termina y los contenidos que la misma internaliza enfrentan continuas
amenazas a su realidad subjetiva, toda sociedad viable debe desarrollar procedimientos de mantenimiento
de la realidad para salvaguardar cierto grado de simetría entre la realidad objetiva y la subjetiva.

La realidad de la vida cotidiana se mantiene porque se concreta en rutinas, lo que constituye la esencia de
la institucionalización. Pero hay que tener en cuenta que la realidad de la vida cotidiana se reafirma
continuamente con la interacción del individuo con los otros.

Es conveniente distinguir dos tipos generales de mantenimiento de la realidad: mantenimiento de rutina y


mantenimiento de crisis. El primero está destinado a mantener la realidad internalizada en la vida
cotidiana, y el segundo, en las situaciones de crisis. Ambos entrañan fundamentalmente los mismos
procesos sociales, aunque deben anotarse algunas diferencias.

El vehículo más importante del mantenimiento de la realidad es el diálogo. En la vida cotidiana del
individuo, el aparato conversacional mantiene, modifica y reconstruye continuamente su realidad subjetiva.

En situaciones de crisis, se utilizan esencialmente los mismos procedimientos que para el mantenimiento
de rutinas, excepto en que las confirmaciones de la realidad tienen que ser explicitas e intensivas. Si bien
el individuo puede improvisar procedimientos para mantener la realidad frente a una crisis, la sociedad
misma establece procedimientos para situaciones que presten reconocido riesgo de una ruptura en la
realidad (en estas situaciones predefinidas se incluyen ciertas situaciones marginales, de entre las cuales
la muerte se destaca como la más importante). La violencia de estos procedimientos defensivos estará en
proporción con la seriedad que se le atribuye a la amenaza.

La alternación requiere procesos de resocialización, que se asemejan a la socialización primaria, porque


tienen que volver a atribuir acentos de realidad y deben reproducir en gran medida la identificación
fuertemente afectiva con los elencos socializadores tal como lo era en la niñez. Sin esta identificación no
puede reproducirse ninguna transformación radical de la realidad subjetiva. Son diferentes de la
socialización primaria porque no surgen de la nada y, además, estos procesos de resocialización deben
desintegrar la anterior estructura nómica.

UNIDAD III

“Habitus” - Enrique Martín Criado

El concepto de habitus es una de las construcciones fundamentales de Pierre Bourdieu a la sociología y


uno de los términos clave de su construcción teórica.

El concepto, no obstante, no ha sido inventado por él: se remonta a Aristóteles: habitus es una traducción
latina que Aquino y Boecio dan al concepto aristotélico de hexis. El concepto se encuentra también en la
obra de algunos sociólogos clásicos: Durkheim, Mauss y Weber lo utilizan – sin definirlo ni teorizarlo – y
otros autores como Mannheim, utilizan conceptos – en su caso “estratificación de la experiencia” – muy
similares en su función teórica.

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Es en Bourdieu donde el habitus va a recibir al mismo tiempo una formulación sistemática y sociológica.

Problemática teórica

Bourdieu propone explícitamente el habitus como concepto que sirve para superar la oposición entre
objetivismo y subjetivismo.

- Las teorías objetivistas explican las prácticas sociales como determinadas por la estructura social: los
sujetos aquí no tendrían ningún papel, serían meros soportes de la estructura de relaciones en que se
hallan.

- Las teorías subjetivistas explicarían las acciones sociales como agregación de las acciones individuales.

Ambos tipos de teorías conducen a callejones sin salida. Las objetivistas, porque al reducir al sujeto a
mero soporte de la estructura, no pueden explicar el hecho de que sujetos en posiciones idénticas
produzcan prácticas distintas. Las subjetivistas, porque no pueden dar cuenta de las regularidades
sociales.

Ambas teorías están basadas en la dicotomía entre individuo y sociedad. La teoría de Bourdieu pretende
sustituir esta dicotomía, en la explicación de las prácticas sociales, por la relación construida entre dos
modos de existencia de lo social:

o Las estructuras sociales externas, lo social hecho cosa: campos de posiciones sociales que se han
construido en dinámica histórica. – el sistema escolar, el campo político, el campo económico, etc -.

o Las estructuras sociales internalizadas, incorporadas al agente en forma de esquema de percepción,


pensamiento y acción: los habitus.

El concepto de habitus servirá para superar la dicotomía entre determinismo objetivista y subjetivismo
voluntarista:

- Frente al determinismo de las estructuras, supone que hay que tomar en cuenta en la explicación de las
prácticas a los sujetos. No como sujetos libres y autónomos, sino como sujetos socialmente producidos en
estados anteriores del sistema de relaciones sociales.

- Frente al subjetivismo voluntarista, supone que los sujetos no actúan libremente: sus prácticas están
condicionadas por toda la historia anterior que ha sido incorporada en forma de habitus.

Habitus: definición

Por habitus Bourdieu entiende el conjunto de esquemas generativos a partir de los cuales los sujetos
perciben el mundo y actúan en él. Estos esquemas generativos están socialmente estructurados: han sido
conformados a lo largo de la historia de cada sujeto y suponen la interiorización de la estructura social, del
campo concreto de relaciones sociales en el que el agente social se ha conformado como tal. Pero al
mismo tiempo son estructurantes: son las estructuras a partir de las cuales se producen los pensamientos,
percepciones y acciones del agente.

Será a partir del habitus que los sujetos producirán sus prácticas. El habitus formará un conjunto de
esquemas prácticos de percepción -división del mundo en categorías-, apreciación -distinción entre lo bello
y lo feo, lo adecuado y lo inadecuado, lo que vale la pena y lo que no vale la pena- y evaluación -distinción
entre lo bueno y lo malo- a partir de los cuales se generarán las prácticas -las "elecciones"- de los agentes
sociales. De esta manera, ni los sujetos son libres en sus elecciones -el habitus es el principio no elegido
de todas las elecciones-, ni están simplemente determinados -el habitus es una disposición, que se puede
reactivar en conjuntos de relaciones distintos y dar lugar a un abanico de prácticas distintas-.

El habitus es lo que nos va a explicar que las prácticas de los sujetos no puedan comprenderse
únicamente en referencia a su posición actual en la estructura social. Porque el habitus, como principio
generador de las prácticas, ha sido adquirido fundamentalmente en la "socialización primaria", mediante la
familiarización con unas prácticas y unos espacios que son producidos siguiendo los mismos esquemas
generativos y en los que se hayan inscritas las divisiones del mundo social.
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Si las primeras experiencias tienen este peso fundamental, es debido al hecho de que el habitus tiende a
asegurar su propia constancia, es un mecanismo de defensa contra el cambio. Al incorporarse como
esquema de percepción y apreciación de prácticas, operará una selección sistemática de las
informaciones nuevas: rechazando aquellas que los cuestionen -o reinterpretándolas a través de sus
esquemas- y limitando la exposición del agente a aquellas experiencias sociales, a aquellos grupos
sociales, en los cuales su habitus no sea adecuado.

De esta manera, para explicar las prácticas de los agentes sociales, no basta con remitirlas a su situación
presente: el habitus reintroduce la dimensión histórica en el análisis de la acción de los agentes mediante
esta estructura generativa que asegura la actuación del pasado en el presente:

"Producto de la historia, el habitus produce prácticas (..) conformes a los esquemas engendrados por la
historia; asegura la presencia activa de las experiencias pasadas que, depositadas en cada organismo
bajo la forma de esquemas de percepción, de pensamiento y de acción, tienden, de forma más segura que
todas las reglas formales y todas las normas explícitas, a garantizar la conformidad de las prácticas y su
constancia en el tiempo." (Bourdieu, 1980: 91)

"Historia incorporada, hecha naturaleza, y por ello olvidada en cuanto tal, el habitus es la presencia
actuante de todo el pasado del que es el producto: de partida, es el que confiere a las prácticas su
independencia relativa en relación a las determinaciones exteriores del presente inmediato." (Bourdieu,
1980: 94)

Habitus, cuerpo, racionalidad práctica, interés

Un factor fundamental en la teorización del habitus es su relación con el cuerpo: el habitus se aprende
mediante el cuerpo -se incorpora-: mediante un proceso de familiarización práctica, que no pasa por la
consciencia, con un universo de prácticas.

"El cuerpo cree en lo que juega: llora si mima la tristeza. No representa lo que juega, no memoriza el
pasado, él actúa el pasado, así anulado en cuanto tal, lo revive. Lo que se aprende por el cuerpo no es
algo que se posee como un saber que se domina. Es lo que se es." (Bourdieu, 1980: 123)

Esta relación del habitus con el cuerpo es fundamental para explicar la relevancia teórica del concepto.

En primer lugar, porque supone lo que, a partir de Durkheim, es uno de los principios fundamentales de la
sociología: las prácticas sociales no se explican recurriendo a la consciencia de los actores: suponen un
sistema de relaciones que escapa a su aprehensión. Como los habitus se incorporan, se aprenden con el
cuerpo, más allá de la consciencia, y como suponen la interiorización de los esquemas cognitivos,
perceptivos, apreciativos del grupo social en el que el sujeto es educado, se sigue que el sujeto reproduce
estos esquemas, estos valores, de una manera involuntaria e inconsciente: los sujetos están sujetados por
los grupos sociales que los producen, por los esquemas que han incorporado.

En segundo lugar, porque reintroduce un factor fundamental de las prácticas olvidado en los análisis
estructuralistas: la temporalidad. Los sujetos han de producir sus prácticas en la urgencia temporal: tienen
que actuar, que responder, en el aquí y ahora: una respuesta adecuada no vale nada si no se realiza en el
momento adecuado. No vale, por tanto, ningún modelo del sujeto que suponga una "reflexión" previa de
todos los factores en juego -como la teoría del actor racional-. Pero tampoco vale una teoría que reduzca
al sujeto a mero autómata: porque las respuestas han de darse en una enorme variedad de situaciones en
las que siempre hay elementos distintos, nuevos. El habitus, como "sentido del juego" que permite jugar
los juegos a partir de los esquemas adquiridos en la práctica continuada de los juegos, es lo que permite
que los sujetos produzcan la respuesta adecuada en la urgencia de la situación. Frente a la metáfora del
sujeto que obedece reglas se impone, para comprender la acción de los agentes sociales, la metáfora del
bailarín -que sabe improvisar nuevos pasos de bailes porque ha incorporado prácticamente toda la técnica
del baile- o del luchador, metáfora que Bourdieu toma de Mead para criticar a los enfoques que él
denomina "intelectualistas".

En tercer lugar, la incorporación de los habitus está muy relacionada con otro tema central en la obra de
Bourdieu: el "sentido práctico" o "racionalidad práctica". En este punto, la crítica es frontal a las teorías de
la "racionalidad" que postulan un único modelo de racionalidad -el del propio investigador- y a partir de él
intentan explicar las prácticas de los sujetos: interpretándolas en la medida de lo posible a partir del
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modelo de racionalidad a priori que se les impone, y estigmatizándolas como "irracionales", "alienadas",
etc. cuando esta imposición no es posible. Frente a este concepto abstracto y universal de "racionalidad"
se impone la investigación concreta y específica de las diferentes "racionalidades prácticas" de los sujetos,
que son función de sus habitus formados en unas condiciones sociales y materiales particulares. Este
"sentido práctico" como "sentido del juego" es la racionalidad particular, práctica, que permite jugar el
juego en la urgencia del tiempo a partir de los esquemas incorporados mediante la práctica continuada del
mismo juego. Los "agentes sociales" no son "racionales" -ni "irracionales"-, sino "razonables".

Por último, la incorporación inconsciente del habitus no supone sólo la apropiación práctica de los
esquemas que sirven para producir las prácticas adecuadas a la situación: supone también el hecho de
que se incorpore el "interés" en jugar el juego. Si los agentes sociales juegan los diversos juegos de
acumulación de capital -económico, simbólico, científico, etc.- no es porque estén determinados por un
"interés" inscrito en su naturaleza, ni porque hayan decidido de manera reflexiva y racional interesarse,
sino porque han incorporado este interés mediante la inmersión en un universo de prácticas que define lo
que está en juego, lo que vale la pena. De esta manera, el "interés" escapa también a la determinación
abstracta y universal que le dan algunas teorías para convertirse también en un interés concreto,
producido en un campo social concreto, y asimilado en los habitus de los sujetos: el interés, de ser un a
priori de la acción humana, se convierte así también en interés socialmente construido, en un arbitrario
cultural socialmente naturalizado.

"Un campo (..) se define entre otras cosas definiendo apuestas e intereses específicos, que son
irreductibles a las apuestas y a los intereses propios de otros campos (..) y que no son percibidos por
nadie que no haya sido construido para entrar en el campo (cada categoría de intereses implica la
indiferencia a otros intereses, otras inversiones, destinados así a ser percibidos como absurdos,
insensatos, o sublimes, desinteresados). Para que un campo funcione, es necesario que hay apuestas y
personas dispuestas a jugar el juego, dotadas del habitus que implica el conocimiento y el reconocimiento
de las leyes inmanentes del juego, de las apuestas, etc." (Bourdieu, 1984: 113-4)

Y con ello volvemos, una vez más, a la necesidad de no aislar las estructuras de los agentes: si las
instituciones sociales funcionan es porque hay agentes socialmente producidos - con los habitus
necesarios - para que funcionen: con las competencias prácticas y los intereses concretos sin los cuales la
institución sería algo muerto.

“El habitus es aquello por lo que la institución encuentra su plena realización: la virtud de la incorporación,
que explota la capacidad del cuerpo de tomarse en serio la magia performativa de lo social, es lo que hace
que el rey, el banquero, el cura sean la monarquía hereditaria, el capitalismo financiero o la Iglesia hechos
hombre. La propiedad se apropia de su propietario, encarnándose bajo la forma de una estructura
generadora de prácticas perfectamente conformes a su lógica y a sus exigencias." (Bourdieu, 1980: 96)

Habitus, clase social y reproducción social

Una de las dimensiones fundamentales del habitus es su relación con las clases sociales y la reproducción
social. Si el habitus es adquirido en una serie de condiciones materiales y sociales, y si éstas varían en
función de la posición en el espacio social, se puede hablar de "habitus de clase": habría una serie de
esquemas generadores de prácticas comunes a todos los individuos biológicos que son producto de las
mismas condiciones objetivas.

"La sociología trata como idénticos a todos los individuos biológicos que, siendo el producto de las mismas
condiciones objetivas, están dotados de mismos habitus: clase de condiciones de existencia y de
condicionamientos idénticos o parecidos, la clase social (en sí) es inseparablemente una clase de
individuos dotados del mismo habitus (..). Si está excluido que todos los miembros de la misma clase (o
incluso dos de ellos) hayan hecho las mismas experiencias y en el mismo orden, es cierto que todo
miembro de la misma clase tiene probabilidades más grandes que cualquier miembro de otra clase de
encontrarse confrontado con las situaciones más frecuentes para los miembros de esta clase" (Bourdieu,
1980: 100)

Estos habitus de clase, a su vez, son sistemáticos: producidos en una serie de condiciones sociales y
materiales de existencia unidas a una determinada posición social, sus principios fundamentales se van a
aplicar así, de manera también sistemática, a los dominios más diversos de la práctica.

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Aunque la existencia de "habitus de clase" no excluye que haya también diferencias entre los habitus de
los diferentes individuos con posición similar en el espacio social, ya que el espacio de trayectorias no es
uniforme; pero sí supone una relación de "homología" entre los diversos habitus de los individuos que
comparten una misma posición y trayectoria social.

El habitus se convierte así en una dimensión fundamental de la "clase social" de los sujetos: es la "clase
incorporada": a cada posición social distinta le corresponden distintos universos de experiencias, ámbitos
de prácticas, categorías de percepción y apreciación. Se distinguen así dos aspectos de la clase social: la
clase objetivada -su posición en el sistema de relaciones sociales, sus condiciones sociales y materiales- y
la clase incorporada -la clase social hecha cuerpo, habitus-. Este habitus de clase será fundamental en la
reproducción social. Porque, producido en unas determinadas condiciones sociales, y reproduciendo de
manera corporal, inconsciente, los esquemas y divisiones de que es producto, funciona ajustado a las
mismas condiciones, contribuyendo así a reproducirlas mediante su continua actualización. Ello se ve
claramente en una de las dimensiones fundamentales del habitus: el sentido de los límites, de las
posibilidades e imposibilidades: por el habitus uno se excluye de lo que está excluido.

Se produce así un ajuste "milagroso" entre los sujetos y los universos sociales en que se hallan, por el
hecho de que sus habitus se hayan preadaptados a las condiciones en que se ponen en funcionamiento.
Aunque en determinadas situaciones -fuerte cambio entre las condiciones de producción del habitus y las
condiciones en que actúa- se puede producir precisamente el fenómeno de "histéresis de habitus" o
"efecto Don Quijote": las disposiciones aparecen mal ajustadas, inadecuadas a las condiciones presentes
porque están objetivamente ajustadas a las condiciones pasadas.

“Una invitación a la sociología reflexiva” - Pierre Bourdieu, Loïc Wacquant

Definiciones en clase

Campos sociales: espacios de juegos históricamente construidos, relativamente autónomos, sistema de


relaciones entre agentes (Sujeto capaz de agenciar una práctica dentro de un contexto determinado).
Dentro de él los agentes tienen distintas posiciones.

Los jueces tienen el poder y conocimiento para establecer cuáles son las reglas del juego.

Texto: La lógica de los campos

La noción de campo es, junto con las de habitus y capital, el concepto organizador central de su obra, que
incluye estudios sobre el campo de los artistas e intelectuales, los estilos de vida de clase, las Grandes
écoles, la ciencia, la religión, el campo del poder, de la ley, de la construcción habitacional, y así
sucesivamente.

Las nociones anteriores pueden ser definidas, pero sólo dentro del sistema teórico que constituyen, no de
manera aislada.

Pensar en términos de campo es pensar relacionalmente. El modo relacional (en lugar del más
estrechamente "estructura-lista") de pensar, es el sello de la ciencia moderna, y uno podría mostrar que
yace detrás de empresas científicas.

Se podría dar un giro a la famosa fórmula de Hegel y decir que lo real es lo relacional: lo que existe en el
mundo social son las relaciones. No interacciones entre agentes o lazos intersubjetivos entre individuos,
sino relaciones objetivas que existen "independientemente de la conciencia o la voluntad individual", como
afirmó Marx.

Definición de campo. En términos analíticos, un campo puede ser definido como una red o una
configuración de relaciones objetivas entre posiciones. Estas posiciones están objetivamente definidas, en
su existencia y en las determinaciones que imponen sobre sus ocupantes, agentes o instituciones, por su
situación presente y potencial (situs) en la estructura de distribución de especies del poder (o capital) cuya
posesión ordena el acceso a ventajas específicas que están en juego en el campo, así como por su
relación objetiva con otras posiciones.

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En las sociedades altamente diferenciadas, el cosmos social está conformado por varios de estos
microcosmos sociales relativamente autónomos, es decir, espacios de relaciones objetivas que son el sitio
de una lógica y una necesidad específicas e irreductibles a aquellas que regulan otros campos. Por
ejemplo, el campo artístico, el religioso o el económico siguen todos lógicas específicas.

Podemos comparar el campo a un juego

aunque, a diferencia de este último, el campo no es el producto de un acto de creación deliberado, y sigue
reglas o, mejor, regularidades que no son explícitas ni están codificadas. De manera que tenemos lo que
está en juego, que en su mayor parte es el producto de la competencia entre los jugadores. Tenemos una
inversión en el juego, la ilussio: los jugadores son admitidos en el juego, se oponen unos a otros, algunas
veces con ferocidad, sólo en la medida en que coinciden en su creencia (doxa) en el juego y en lo que se
juega, a lo que atribuyen un reconocimiento fuera de todo cuestionamiento.

Los jugadores acuerdan, por el mero hecho de jugar y no por medio de un "contrato", que el juego merece
ser jugado, que vale la pena jugarlo, y esta cohesión es la base misma de su competencia. Tenemos
también cartas de triunfo, esto es, cartas maestras cuya fuerza varía según el juego: así como el valor
relativo de las cartas cambia para cada juego, la jerarquía de las diferentes especies de capital
(económico, social, cultural, simbólico) varía en los distintos campos. En otras palabras, hay cartas que
son válidas, eficaces en un campo pero su valor relativo como cartas de triunfo es determinado por cada
campo e incluso por los sucesivos estados del mismo campo.

Esto es así porque, en el fondo, el valor de una especie de capital (por ejemplo, el conocimiento del griego
o del cálculo integral) depende de la existencia de un juego, de un campo donde tal competencia pueda
ser utilizada: una especie de capital es aquello que es eficaz en un campo determinado, tanto a modo de
arma como de asunto en juego en la contienda, que permite a sus poseedores disponer de un poder, una
influencia, y por tanto existir en el campo en consideración, en lugar de ser considerado una cifra
desdeñable.

Los jugadores pueden jugar para aumentar o conservar su capital, su cantidad de fichas, en conformidad
con las reglas tácitas del juego y los prerrequisitos de la reproducción del juego y de sus asuntos en juego;
pero también pueden ingresar en él para transformar, total o parcialmente, las reglas inmanentes del
juego.

Los límites del campo

Está siempre en juego dentro del propio campo y por tanto no admite ninguna respuesta a priori. Los
participantes de un campo ya sean las firmas económicas, los diseñadores de alta costura o los novelistas,
trabajan constantemente para diferenciarse de sus rivales más cercanos con el fin de reducir la
competencia y establecer un monopolio sobre un subsector particular del campo.

Sus esfuerzos por imponer este o aquel criterio de competencia, de membresía, pueden ser más o menos
exitosos en diversas coyunturas. De manera que las fronteras del campo sólo pueden ser determinadas
por una investigación empírica. Sólo rara vez toman la forma de fronteras jurídicas (por ejemplo, cupo
limitado), si bien siempre están demarcadas por "barreras de ingreso" más o menos institucionalizadas.

Podemos pensar un campo como un espacio dentro del cual se ejerce un efecto de campo, de manera
que todo aquello que le ocurre a cualquier objeto que lo atraviesa no puede ser explicado únicamente
mediante las propiedades intrínsecas del objeto en cuestión. Los límites del campo están donde los
efectos del campo cesan.

¿Cuáles son las causas motoras del funcionamiento y transformación de un campo?

El principio de la dinámica de un campo yace en la forma de su estructura y, en particular, en la distancia,


las brechas, las asimetrías entre las diversas fuerzas específicas que se confrontan entre sí. Las fuerzas
que están activas en el campo son las que definen el capital específico. Un capital no existe ni funciona
salvo en relación con un campo. Confiere poder al campo, a los instrumentos materializados o encarnados
de producción o reproducción cuya distribución constituye la estructura misma del campo y a las
regularidades y reglas que definen el funcionamiento ordinario del campo, y por ende a los beneficios
engendrados en él.
21
Como espacio de fuerzas potenciales y activas, el campo es también un campo de luchas tendientes a
preservar o transformar la configuración de dichas fuerzas.

Las estrategias de los agentes dependen de su posición en el campo, esto es, en la distribución del capital
específico y de la percepción que tengan del campo según el punto de vista que adopten sobre el campo
como una visión desde un punto en el campo.

¿Qué diferencia hay entre un campo y un aparato o un sistema tal como ha sido teorizado por Luhmann,
por ejemplo?

Como diferencia esencial está la lucha y la historicidad.

El autor está en contra de la noción de aparato, cree que es el caballo de Troya del “funcionalismo
pesimista”: un aparato es una máquina infernal, programada para cumplir ciertos propósitos, sin importar
cuáles, cuándo ni dónde.

El sistema escolar, el Estado, la iglesia, los partidos políticos o los sindicatos no son aparatos sino
campos. En un campo, los agentes y las instituciones luchan constantemente, de acuerdo con las
regularidades y reglas constitutivas de ese espacio de juego, con distintos grados de fuerza y por ende
diversas posibilidades de éxito, por apropiarse de los productos específicos en disputa dentro del juego.
Los que dominan un campo dado están en posición de hacerlo funcionar para su conveniencia pero
siempre deben enfrentarse a la resistencia, las pretensiones, la discrepancia, "política" o de otro tipo, de
los dominados.

Ahora bien, bajo ciertas condiciones históricas que deben ser examinadas empíricamente, un campo
puede comenzar a funcionar como un aparato. Cuando los dominantes se las ingenian para aplastar y
anular la resistencia y las reacciones de los dominados, cuando todos los movimientos van exclusivamente
de arriba hacia abajo, los efectos de la dominación son tales que la lucha y la dialéctica constitutivas del
campo cesan. Hay historia sólo en la medida en que la gente se rebela, resiste, actúa. Las instituciones o
los estados dictatoriales son intentos de instituir un fin de la historia. De manera que los aparatos
representan un caso límite, lo que podríamos considerar un estado patológico de los campos. Pero tal
límite nunca se alcanza realmente, ni siquiera bajo los regímenes "totalitarios" más opresivos.

En cuanto a la teoría de sistemas, es verdad que tiene varias similitudes superficiales con la teoría de los
campos. Fácilmente se podrían retraducir los conceptos de "autorreferencialidad" o de "autoorganización"
por lo que yo coloco bajo la noción de autonomía.

Sin embargo, las diferencias entre las dos teorías son radicales. Por empezar, la noción de campo excluye
el funcionalismo del organicismo: los productos de un determinado campo pueden ser sistemáticos sin ser
por ello productos de un sistema.

Una segunda diferencia fundamental es que un campo no tiene partes, componentes. Cada subcampo
tiene su propia lógica, reglas y regularidades, y cada estadio de la división de un campo (digamos el
campo de la producción literaria) implica un auténtico salto cualitativo (por ejemplo cuando nos movemos
desde el nivel del campo literario al del subcampo de la novela o el teatro). Todo campo constituye un
espacio de juego potencialmente abierto cuyas fronteras son confines dinámicos que son objeto de luchas
dentro del campo mismo.

¿Cómo aborda uno el estudio de un campo y cuáles son los pasos necesarios en este tipo de análisis?

Un análisis, en términos de campo implica tres momentos necesarios e internamente conectados.

- Se debe analizar la posición del campo frente al campo del poder.

- Es necesario trazar un mapa de la estructura objetiva de las relaciones entre las posiciones ocupadas por
los agentes o instituciones que compiten por la forma legítima de autoridad específica del campo.

- Hay que analizar los habitus de los agentes, los diferentes sistemas de disposiciones que han adquirido
al internalizar un determinado tipo de condición social y económica, condición que encuentra en su
trayectoria dentro del campo oportunidades más o menos favorables de actualización.
22
El campo de posiciones es metodológicamente inseparable de los campos de posturas o tomas de
posición, es decir, del sistema estructurado de prácticas y expresiones de los agentes. Sin embargo, que
en una situación de equilibrio el espacio de las posiciones tiende a comandar el espacio de las tomas de
posición.

El campo es una mediación crítica entre las prácticas de aquellos que participan en él y las condiciones
sociales y económicas que los rodean

Primero, las determinaciones externas que pesan sobre los agentes situados en un determinado campo
nunca se aplican a ellos directamente, sino que sólo los afectan a través de la mediación específica de las
formas y fuerzas específicas del campo, después de haber sobrellevado una reestructuración que es tanto
más importante cuanto más autónomo sea el campo, esto es, cuanto más capaz sea de imponer su lógica
específica, el producto acumulativo de su historia particular.

Segundo, podemos observar todo un espectro de homologías estructurales y funcionales entre el campo
de la filosofía, el campo político, el campo literario, etc. y la estructura del espacio social (o estructura de
clase): cada uno tiene sus dominantes y sus dominados, sus luchas de usurpación y exclusión, sus
mecanismos de reproducción, y así sucesivamente. Pero cada una de estas características toma una
forma específica e irreductible en cada campo.

Una tercera propiedad general de los campos es que son sistemas de relaciones independientes de las
poblaciones a las que estas relaciones definen.

Concepto de agentes

La noción de campo nos recuerda que el verdadero objeto de la ciencia social no es el individuo, si bien no
es posible construir un campo sino a través de individuos, ya que la información necesaria para el análisis
estadístico en general está ligada a los individuos o las instituciones. Es el campo el que primariamente es
y debe ser foco de las operaciones de investigación. Esto no implica que los individuos sean meras
"ilusiones", que no existan; existen como agentes que están socialmente constituidos en tanto que activos
y actuantes en el campo en consideración por el hecho de que poseen las propiedades necesarias para
ser efectivos, para producir efectos, en dicho campo. Y es el conocimiento del campo mismo en el que
evolucionan lo que nos permite captar mejor las raíces de su singularidad, el punto de vista o posición (en
el campo) desde el cual se construye su particular visión del mundo (y del campo mismo).

La gente es al mismo tiempo fundamentada y legitimada para entrar al campo por su posesión de una
determinada configuración de propiedades. Uno de los objetivos de la investigación es identificar estas
propiedades activas, estas características eficientes, es decir, estas formas de capital específico. De
manera que hay una especie de círculo hermenéutico: para construir el campo, uno debe identificar las
formas de capital específico que operan dentro de él, y para construir las formas de capital específico uno
debe conocer la lógica específica del campo.

Admitamos que el universo social, al menos en las sociedades avanzadas, está constituido por una
cantidad de campos diferenciados que

tienen tanto propiedades invariantes (esto justifica el proyecto de una teoría general de los campos) como
propiedades variables arraigadas en su lógica e historia específica (lo cual requiere un análisis genético y
comparativo de cada uno de ellos).

¿Cómo se relacionan estos diversos campos con cada uno de los demás? ¿Cuál es la naturaleza de su
articulación y peso específico?

La interrelación entre los distintos campos es una cuestión extremadamente compleja.

No hay ninguna ley transhistórica de las relaciones entre los campos, que debe investigarse cada caso
histórico por separado. Obviamente, en las sociedades capitalistas avanzadas sería difícil sostener que el
campo económico no ejerce determinaciones especialmente poderosas.

Las relaciones entre los campos no se definen de una vez y para siempre, ni siquiera en lo que respecta a
las tendencias más generales de su evolución.
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Su mayor virtud (según el autor) es que promueve un modo de construcción que debe ser repensado de
cero todo el tiempo. Nos fuerza a plantear preguntas: sobre los límites del universo que se investiga, cómo
está "articulado", para qué y hasta qué punto, etc. Ofrece un sistema coherente de preguntas recurrentes
que nos salva del vacío teórico del empirismo positivista y de la nulidad empírica del discurso teoricista.

Teoría del Estado

El Estado sería el conjunto de los campos en los que tienen lugar las luchas en las cuales lo que está en
juego es el monopolio de la violencia simbólica legítima, es decir, el poder de constituir y de imponer como
universal y universalmente aplicable dentro de una determinada "nación", mejor dicho, dentro de las
fronteras de un territorio dado, un conjunto común de normas coercitivas.

Estos campos son el locus de un enfrentamiento constante entre fuerzas que pertenecen tanto al sector
privado (bancos y banqueros, firmas constructoras y de arquitectura, etc.) como al sector público
(ministerios, divisiones administrativas dentro de esos ministerios).

La noción de "Estado" sólo tiene sentido como una etiqueta estenográfica conveniente para tales espacios
de relaciones objetivas entre posiciones de poder (que asumen distintas formas), bajo la forma de redes
más o menos estables manifiestas en interacciones fenoménicamente diversas que van desde el conflicto
abierto a la connivencia más o menos encubierta.

Interés, habitus, racionalidad

Concepto de interés

La noción de interés se le impuso al autor como un instrumento de ruptura con la antropología filosófica.

A partir de Weber, que utilizó un modelo económico para descubrir los intereses específicos de los
grandes protagonistas del juego religioso, sacerdotes, profetas y hechiceros el introdujo en su análisis de
los productores culturales la noción de interés, contra la visión dominante del universo intelectual.

Prefiere el termino illussio, ya que, siempre habla de interés específico, de intereses que son tanto
presupuestos como producidos por el funcionamiento de campos históricamente delimitados.

Para comprender la noción de interés es necesario advertir que se opone no sólo a la de desinterés o
gratuidad sino también a la de indiferencia. Ser indiferente es permanecer inconmovible ante el juego. La
indiferencia es un estado axiológico, un estado ético de no preferencia así como un estado de
conocimiento en el cual yo no soy capaz de diferenciar lo que está en juego.

La illusio es el opuesto mismo de la ataraxia: es estar concernido, tomado por el juego. Estar interesado es
aceptar que lo que ocurre en un juego social dado importa, que la cuestión que se disputa en él es
importante (otra palabra con la misma raíz que interés) y que vale la pena luchar por ella.

Lejos de ser una invariante antropológica, el interés es un arbitrario histórico, una construcción histórica
que sólo puede conocerse mediante el análisis histórico, a posteriori, por medio de la observación
empírica, y no deducida a priori de alguna concepción ficticia de "Hombre".

Esto implica que hay tantos "intereses" como campos, que cada campo presupone y genera
simultáneamente una forma específica de interés que no puede medirse según aquellas que son válidas
en otro lugar.

Distribución desigual del capital

Es la distribución desigual del capital que está en juego, lo que define las diferentes posiciones
constitutivas de un campo. Posición podría definirse entonces como lugar ocupado en cada campo o, lugar
ocupado en cada campo, en relación con el capital especifico que allí está en juego. Esas posiciones son
relativas, no pueden definirse por sí mismas sino en relación a otras posiciones. Pueden distinguirse tres
criterios o principios de distribución del capital especifico, que definen posiciones especificas en cada
campo:

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1) Posesión o no: este criterio de diferenciación supone la posibilidad de poseer o no el capital que está en
juego en cada campo, o de poseer el poder de administrar un capital.

2) Posesión mayor o menor: es importante el volumen mayor o menor de ese capital que ha ido
acumulando en el curso de las luchas desarrolladas en determinado campo.

3) Carácter legitimo o no legítimo de la posesión del capital (o del poder de administrarlo), se relaciona con
el reconocimiento social que se tiene del capital acumulado o del poder de administrarlo.

Estos tres criterios de definición determinan también las relaciones que se establecen entre esas
posiciones. Dichas relaciones son básicamente relaciones de poder, relaciones de dominación-
dependencia, que se establecen entre los agentes que entran en competencia y en lucha por el capital que
se disputa en cada campo. Esas relaciones de fuerza se establecen entre posiciones sociales, y no entre
individuos.

El capital se presenta bajo las siguientes especies fundamentales:

- Capital económico: en el sistema capitalista es el más importante. Son los recursos que se tiene y la
capacidad para llevar a cabo los distintos intercambios en el mercado.

- Capital social: es la suma de recursos actuales o potenciales que se tienen por la existencia de una red
duradera de relaciones, conocimientos y reconocimientos.

- Capital simbólico: es la acumulación de bienes no económicos (honor, prestigio), legitima a los demás
capitales, se reconoce y consagra por parte del actor.

- Capital cultural: existe bajo 3 formas:

· A través de estados incorporados: se da a través de disposiciones durables, "habitus".

· A través de capital cultural institucionalizado: adquiere forma objetivadas (ej, a través de títulos).
Reconocimiento.

· A través de capital cultural objetivado: está conectado a la existencia de bienes culturales (libros).

"Las representaciones de los agentes varían según sus posiciones (y los intereses asociados) y según sus
habitus"

Cada sujeto dentro del campo tiene posiciones distintas debido a su capital, a la posibilidad o capacidad
de poseerlo o administrarlo, según el volumen de su capital y el carácter legitimo o no de ese capital.
Dependiendo de su posición será la interpretación que tenga el sujeto de ese mundo en el que esta
inserto.

¿Cómo se relaciona el concepto de campo con el de habitus?

El habitus es el modo de sentir, pensar, actuar, etc, que están originados por la posición del sujeto dentro
del campo. El agente aprende las reglas del juego y las permitidas dentro de su campo. Cada campo
posee un conjunto de normas que refleja el habitus del grupo social. El campo condiciona o estructura al
habitus, mientras que el habitus contribuye a construir el campo como un mundo significante para agente,
dotado de sentido.

Realidad practica

Es una racionalidad particular que permite a los agentes jugar el juego conociendo las reglas propias de su
campo. Para el autor, los agentes no son racionales ni irracionales, sino razonables, ya que el habitus, al
ser producto de determinadas regularidades objetivas, tiende a producir comportamientos de sentido
común que están objetivamente ajustados a los límites de un campo determinado.

¿Cuál es la relación entre habitus y campo y cómo funciona?

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La relación entre habitus y campo opera de dos maneras. Por un lado, es una relación de
condicionamiento: el campo estructura al habitus, que es el producto de la encarnación de la necesidad
inmanente de un campo (o de un conjunto de campos que se intersecan, sirviendo la extensión de su
intersección o de su discrepancia como raíz de un habitus dividido o incluso roto). Por otro lado, es una
relación de conocimiento o de construcción cognitiva. El habitus contribuye a constituir el campo como un
mundo significativo, dotado de sentido y valor, donde vale la pena invertir la propia energía. Se siguen de
ello dos cosas. Primero, que la relación de conocimiento depende de la relación de condicionamiento que
la precede y modela las estructuras del habitus. Segundo, que la ciencia social es necesariamente un
"conocimiento de un conocimiento" y debe hacer lugar a una fenomenología sociológicamente fundada de
la experiencia primaria del campo o, para ser más preciso, de las invariantes y variaciones de la relación
entre diferentes tipos de campos y diferentes tipos de habitus.

“Culturas populares” - Canclini

Definiciones de clase:

Cultura y sociedad son dos cosas distintas. No hay sociedad que no tenga cultura.

Hay varias dimensiones de análisis:

- Etnocentrismo cultural: es una instancia de construcción de la mirada de los otros en base de los propios
valores. Todo lo que no entre dentro de esa estructura es una cultura primigenia o poco avanzada.

- Relativismo cultural

- Teoría de la producción cultural (perspectiva cultural para países de Latino América)

- Ideología

- Hegemonía: proceso por el cual un grupo es capaz de orientar la vida social con el acuerdo o apoyo de
otros sectores, aun en posición de dominación.

Texto:

Los hechos culturales, presentes en todas las sociedades, cambian de nombre según la disciplina que
visitemos.

Se propone un cambio en el objeto habitual de estudio. Más que un marco teórico para analizar la cultura
nos interesa uno que ayude a explicar las desigualdades y conflictos entre sistemas culturales.

Así como no existe la cultura en general, tampoco puede caracterizarse a la cultura popular por una
esencia o grupo de rasgos intrínsecos, sino por la oposición a la cultura dominante, como producto a la
desigualdad y el conflicto.

El elogio de los primitivos como negación de la historia

El concepto antropológico de cultura es un resultado paradójico de la expansión imperial de occidente. Al


descentrarse la cultura los antropólogos fueron descubriendo otras formas de racionalidad y de vida.

La amplitud asignada desde entonces al concepto de cultura fue un intento de reconocer la dignidad de los
excluidos. Se consideraron parte de la cultura todas las actividades humanas, materiales e ideales, incluso
aquellas prácticas o creencias antes juzgadas como manifestaciones de ignorancia, las normas sociales, y
las técnicas simples de quienes viven desnudez en una selva.

Todas las culturas por elementales que sean se hallan estructuradas, poseen coherencia y sentido dentro
de sí.

Lévi-Strauss en “El pensamiento salvaje” despliega su cuestionamiento teórico. Allí leemos que las
culturas no occidentales alcanzaron un saber en varios puntos superior al europeo.

26
Lo que diferencia la “pensamiento salvaje” de lo que el autor llama “pensamiento doméstico” o científico no
es una mayor capacidad de ordenar racionalmente el mundo o un predominio de la actividad intelectual
sobre la práctica.

En lugar de oponer la magia y la ciencia, hay que colocarlos paralelamente, como dos modos de
conocimiento desiguales en cuanto a los resultados teóricos y prácticos, pero no por la clase de
operaciones mentales que ambas suponen.

Los dos tipos de pensamiento no corresponden a etapas superiores o inferiores del desarrollo humano,
sino a distintos niveles estratégicos en que la naturaleza se deja atacar por el conocimiento científico: uno
de ellos aproximativamente ajustado a la percepción y a la imaginación y el otro desplazado. En el
pensamiento salvaje, más ligado a la sensibilidad, los conceptos están sumergidos en imágenes; en el
pensamiento moderno las imágenes están subordinadas a los conceptos.

El antievolucionismo al que conducen estos razonamientos fue exasperado por Lévi-Strauss hasta negar
la posibilidad de cualquier explicación unificada de la historia. Saca las conclusiones más radicales de su
formalismo estructural, o sea la subordinación de la historia a la estructura, la estructura al conocimiento
formal que se tiene de ella y el conocimiento a la codificación.

¿Realismo cultural o critica a la desigualdad?

Los antropólogos ingleses estudiaron las sociedades arcaicas tratando de entender sus fines intrínsecos.
Cada una fue vista como un sistema de instituciones y mecanismos de cooperación destinado a la
satisfacción de necesidades sociales cuyo funcionamiento es coherente si se lo analiza en sí mismo y
tiende a preservar su funcionalidad.

Ruth Benedict decía que las instituciones son apenas formas vacías cuya universalidad es insignificante
porque cada sociedad las llena de maneras distintas. El antropólogo debe atender a esta diversidad
concreta, y, más que preocuparse por comparar las culturas, examinará sus particularidades.

Herskovits concluye que esta pluralidad de organizaciones y experiencias sociales, cada una con sentido
propio, nos inhiben para juzgarlas desde sistemas de valores ajenos. Todo etnocentrismo queda
descalificado y debemos admitir el relativismo cultural: cada sociedad tiene derechos a desenvolverse en
forma autónoma, sin que haya teoría de lo humano de alcance universal que pueda imponerse a otra
argumentando cualquier tipo de superioridad.

Hay dos problemas que quedan sin resolver:

¿Cómo construir un saber de validez universal que exceda las particularidades de cada cultura sin ser la
imposición de los patrones de una a las demás?

¿Cómo establecer, en un mundo cada vez más conflictivamente interrelacionado, criterios supra culturales
de convivencia e interacción?

En 1947 la Asociación Antropológica Americana, teniendo en cuenta el gran número de sociedades que ha
entrado en estrecho contacto en el mundo moderno y la diversidad de sus modos de vida, presentó a las
Naciones Unidas un proyecto de Declaración sobre los Derechos del Hombre que aspiraba a responder
esas preguntas.

A partir de los resultados de las ciencias humanas, sugieren tres puntos de acuerdo:

1) El individuo realiza su personalidad por la cultura; el respeto a las diferencias individuales implica por lo
tanto un respeto a las diferencias culturales.

2) El respeto a estas entre culturas es válido por el hecho científico de que no ha sido descubierta ninguna
técnica de evaluación cualitativa de las culturas.

3) Los patrones y valores son relativos a la cultura de la cual derivan, de tal modo que todos los intentos
de formular postulados que deriven de creencias o códigos morales de una cultura deben ser en esta
medida retirados de la aplicación de toda Declaración de los Derechos del Hombre a la humanidad entera.
27
Lévis-Strauss en su búsqueda de una concepción multicentrada de la historia entiende las diferencias
como producto del azar, con la trivialidad de quien dispersa dados sobre una mesa de juego.

La transnacionalización de la cultura

Durante bastante tiempo se creyó que el relativismo cultural era la consecuencia filosófica y política más
adecuada al descubrimiento de que no hay culturas superiores e inferiores.

Si bien ayuda a resolver el etnocentrismo, deja abiertos problemas básicos en una teoría de la cultura: la
construcción de un conocimiento de validez universal y de criterios que sirvan para pensar y resolver los
conflictos y desigualdades intelectuales.

El relativismo cultural naufraga por apoyarse en una concepción atomizada y cándida del poder: imaginaba
a cada cultura existiendo sin saber nada de las otras, como si el mundo fuera un vasto museo de
economías de autosuficiencia, cada una en su vitrina, imperturbable ante la proximidad de las demás
repitiendo invariablemente sus códigos, sus relaciones internas.

La tarea más frecuente del antropólogo en esta época de expansión planetaria del capitalismo no es
diseñar cordones sanitarios entre las culturas sino averiguar qué ocurre cuando el relativismo cultural es
cotidianamente negado, cuando las personas deben elegir entre costumbres y valores antagónicos.

En el mundo contemporáneo esta interdependencia no es una relación de reciprocidad igualitaria, como en


sociedades arcaicas donde el intercambio de subsistencias era controlado por principios que restablecían
una y otra vez el equilibrio. La transnacionalización del capital, acompañada por la transnacionalización de
la cultura, impone un intercambio desigual de los bienes materiales y simbólicos. Hasta los grupos étnicos
más remotos son obligados a subordinar su organización económica y cultural a los mercados nacionales,
y estos son convertidos en satélites de las metrópolis, de acuerdo con una lógica monopólica.

La diversidad de patrones culturales, de objetos y hábitos de consumo, es un factor de perturbación


intolerable para las necesidades de expansión constante del sistema capitalista. Al ser absorbidas en un
sistema unificado todas las formas de producción son reunidas y hasta cierto punto homogeneizadas las
distintas modalidades de producción cultural.

No se elimina la distancia entre las clases ni entre las sociedades en el punto fundamental pero crea la
ilusión de que todos pueden disfrutar de la superioridad de la cultura dominante. A las culturas subalternas
se les impide todo desarrollo autónomo o alternativo, se reordena su producción y su consumo, su
estructura social y su lenguaje, para adaptarlos al desarrollo capitalista.

¿Qué sentido tiene, en este contexto, hablar de relativismo cultural?

La superación práctica del etnocentrismo que le capitalismo ha generado es la imposición de sus patrones
económicos y culturales a las sociedades dependientes y a las clases populares.

En verdad existen dos tipos de etnocentrismo en el proceso de intercambio desigual capitalista:

· Imperial: mediante la transacción de la economía y la cultura, tiende a anular toda organización social
que le resulte disfuncional.

· De las naciones, clases y etnias oprimidas: que solo pueden liberarse una autoafirmación enérgica de su
soberanía económica y su identidad cultural.

Hacia una teoría de la producción cultural

Es preferible reducir el uso del término cultura a la producción de fenómenos que contribuyen, mediante la
representación o reelaboración simbólica de las estructuras materiales, a comprender, reproducir o
transformar el sistema social, es decir todas las prácticas e instituciones dedicadas a la administración,
renovación y reestructuración del sentido.

Podría señalarse la equivalencia de esta definición de cultura con el concepto marxista de ideología.
Efectivamente la teoría de la cultura coincide en parte con la teoría ideológica, y necesita de ella para
28
correlacionar los procesos culturales con sus condiciones sociales de producción. Sin embargo, no todo es
ideológico en los procesos culturales si entendemos que la ideología tiene como rasgo distintivo, según la
mayoría de los autores marxistas, una deformación de lo real motivada por intereses de clase.

La cultura no solo representa la sociedad; también cumple, dentro de las necesidades de producción de
sentido, la función de reelaboración las estructuras sociales e imaginar nuevas. Además de representación
la relación de producción contribuye a reproducirlas, transformarlas e inventar otras.

Afirmar que la cultura es un proceso social de producción significa oponerse a las concepciones de la
cultura como acto espiritual o como manifestación ajena, exterior y ulterior, a las relaciones de producción.
Esta está inserta en todo hecho socioeconómico. Cualquier práctica es simultáneamente económica y
simbólica, a la vez que actuamos a través de ella nos la representamos atribuyéndole un significado.

En segundo lugar, hablar de cultura como producción; supone tomar en cuenta los procesos productivos,
materiales, necesarios para inventar algo, conocerlo o representarlo. En un sentido general, la producción
de la cultura surge de las necesidades globales de un sistema social y está determinada por él. Existe una
organización material propia para cada producción cultural que hace posible su existencia. El análisis de
estas instituciones intermedias, de las condiciones sociales que establecen para el desarrollo de los
productos culturales, es decisivo para interpretarlos.

Cultura, reproducción social y poder

El segundo gran acontecimiento teórico que, junto con el análisis productivo, está contribuyendo a situar la
cultura en el desarrollo socioeconómico, es el que la interpreta como instrumento para la reproducción
social y la lucha por la hegemonía.

La paternidad de esta corriente puede rastrearse desde Marx, pero fue Gramsci confirió a dichos
conceptos un lugar nuclear en la reflexión sobre la cultura.

Con una fuerte influencia marxista, Pierre Bourdieu ha llevado a su más alta sistematización este modelo y
ha demostrado su poder explicativo en dos libros fundamentales. Los sistemas sociales para subsistir
deben reproducir y formular sus condiciones de producción. Toda formación social reproduce la fuerza de
trabajo mediante el salario, la calificación de esa fuerza de trabajo mediante la educación, y, por último,
reproduce constantemente la adaptación del trabajo al orden social a través de una política cultural-
ideológica que apunta su vida entera, en el trabajo, la familia, de modo que todas sus conductas y
relaciones tengan sentido compatible con la organización social dominante. Requiere, también, una
readaptación de los trabajadores a los cambios de la ideología dominante y del sistema social, y una
renovación de la ideología dominante en función de las modalidades del sistema productivo y de los
conflictos sociales.

Mediante la reproducción de la adaptación, la clase dominante busca construir y renovar el consenso de


las masas a la política de las masas que favorece sus privilegios económicos. Una política hegemónica
integral requiere:

a) La propiedad de los medios de producción y la capacidad de apropiarse de la plusvalía.

b) El control de los mecanismos necesarios para la reproducción material y simbólica de la fuerza de


trabajo y de las relaciones de producción.

c) El control de los mecanismos coercitivos (ejército, policía, etc.) con los cuales asegurar la propiedad de
los medios de producción y la continuidad de la apropiación de la plusvalía cuando el consenso se debilita
o se pierde.

La propiedad de los medios y la capacidad de apoderarse del excedente es la base de toda hegemonía.
Sin embargo, en ninguna sociedad puede sostenerse únicamente mediante el poder económico.

Encontramos los mecanismos represivos que, mediante la vigilancia, la intimidación o castigo, garantizan
el sometimiento de las clases subalternas. Pero se trata de un último recurso.

Entre el poder económico y el represivo, cumple un papel clave el poder cultural:


29
a) Impone las normas culturales-ideológicas que adaptan a los miembros de la sociedad a una estructura
económica y política arbitraria.

b) Legitima la estructura dominante, la hace percibir como la forma natural de la organización social y
encubre su arbitrariedad.

c) Oculta la violencia que implica toda adaptación del individuo a una estructura en cuya construcción no
intervino y hace sentir la imposición de esa estructura como la socialización o adecuación necesaria de
cada uno para vivir en sociedad.

La eficacia de la imposición-disimulación de la arbitrariedad sociocultural se basa, en parte, en el poder


global de la clase dominante y en la posibilidad de implementarlo a través del Estado, sistema de aparatos
que representan parcialmente y simula representar plenamente no a una clase sino al conjunto de la
sociedad.

La organización cotidiana de la dominación

Bourdieu propone un modelo de análisis mediante la combinación de conceptos económicos, sociológicos


y psicológicos, articulados a través de un vasto trabajo teórico y empírico: intenta ver como un capital
cultural se trasmite por medio de aparatos y engendra hábitos y prácticas culturales.

Los bienes culturales acumulados en la historia de cada sociedad no pertenecen realmente a todos, sino a
aquellos que cuentan con los medios para apropiárselos.

Los aparatos culturales (Bourdieu desecha la idea de aparatos y lo reemplaza por instituciones) son las
instituciones que administran, transmiten y renuevan el capital cultural. En el capitalismo son primeramente
la familia y la escuela, pero también los medios de comunicación, entre otros.

La acción de los aparatos culturales debe internalizarse en los miembros de la sociedad, la organización
objetiva de la cultura necesita conformar cada subjetividad. Esta interiorización de las estructuras
significantes genera hábitos, o sea sistema de disposiciones, esquemas básicos de percepción,
compresión y acción.

Los hábitos son estructurados (por las condiciones sociales y la posición de clase) y estructurantes
(generadores de prácticas y de esquemas de percepción y apreciación). La unión de estas dos
capacidades del hábito constituye lo que Bourdieu llama “el estilo de vida”: el hábito es lo que hace que el
conjunto de las prácticas de una persona o un grupo sea a la vez sistemático y sistemáticamente distinto
de las practicas constitutivas de otro estilo de vida.

Finalmente, de los hábitos surgen prácticas, en la medida en que los sujetos que los internalizan se hallan
situados dentro de la estructura de clases en posiciones propicias para que dichos hábitos se actualicen.

Para una teoría de la cultura en América Latina

Consecuencias que esta línea de trabajo puede tener para la investigación social en América latina:

1. La construcción de una teoría científica de la cultura es decisiva para el crecimiento de las ciencias
sociales. Esta unidad e interdependencia entre lo estructural y lo superestructural se presenta con
particular importancia en nuestro continente por el papel de los conflictos étnicos y culturales en la lucha
de clases.

2. La importancia de acrecentar las investigaciones dedicadas a conocer las formas de circulación y


apropiación del capital cultural en América Latina, su papel en la reproducción y transformación del
sistema social.

UNIDAD IV

Estructura social y Dominación. Clases Sociales y Poder.


30
MICHEL FOUCAULT - ‘60 Francia. Notas de Cátedra.

PODER

Define el poder como: acción y efectos de unos individuos (grupos e instituciones) sobre otros (relación de
fuerza).

➔ Es la capacidad de generar “efectos” sobre el cuerpo de cada uno de los individuos involucrados en la
relación de poder. Sus efectos son objetivos, sobre algo que se puede ver. Constituye un sistema de
relación de fuerzas; no se trata de imponer, sino lo fundamental es ejercer ejecutar el poder desde la
disciplina. Perspectiva/análisis positivo, no desde el “no debes… (hacer x cosa)”.

➔ No es un bloque único y homogéneo sino una conjunción de múltiples poderes que atraviesan y fluyen
en la sociedad, es circular. Busca generar condiciones para llegar a una sociedad disciplinada, no
apoya el castigo.

➔ La preocupación esencial del autor no es el poder, sino el problema del poder, cómo se generan las
condiciones para lograr dicha sociedad disciplinada. Para eso analiza el poder dentro de la
psiquiatría, en las personas, en los distintos sexos, distintas esferas de la vida social.

➔ El poder no es algo que se tiene que retener, sino que se tiene que ejecutar. Se caracteriza por las
relaciones asimétricas entre los involucrados.

➔ Genera siempre efectos de “verdad”: legitima el poder. Sólo puede ejecutarse a través de la verdad,
elabora lo que es verdad para una sociedad, estamos sometidos a la producción de verdad.

➔ Método de análisis del poder [precauciones metodológicas para entender el poder]:

1. Desde las extremidades (a lo lejos): en situaciones específicas (encierro, por ejemplo) donde el
derecho no actúa con naturalidad, no alcanza a ser claro, se genera una especie de infra derecho.

2. Entender el poder no como intención (ej: “podría tener tal cosa”), sino como prácticas reales y
efectivas. Campo de aplicación, efectos reales sobre los cuerpos.

3. No como un fenómeno de dominación masiva y homogénea, sino como algo circular, circula por las
redes donde se lo ejerce. Funciona en cadena, nunca está localizado.

4. Análisis ascendente del poder que viene a cuestionar el poder central. Implica reconocer mecanismos
de dominación más globales, ver al ciudadano y no al rey, ya que el primero puede modificar la
sociedad con su resistencia.

5. Entenderlo como producciones ideológicas (conjunto de representaciones): perspectivas que permiten


formar y acumular saber, además de verdades y resistencia. El saber legitima las decisiones del
poder, sea científico o el constituido socialmente.

DOMINACIÓN

Se define como el conjunto de mecanismos, dispositivos e instituciones por las cuales los individuos se
sienten involucrados en un proceso desigual.

➔ No hay una sola tipología de dominación, sino “múltiples formas” que se ejercen en el interior de la
sociedad.

➔ Se manifiesta en los procesos sociales MACRO (ejemplo Estado) y MICRO (cárceles, por ej.).

CLASES SOCIALES

No eran mucho de su interés. Lo fundamental es lograr individuos disciplinados, única manera en que
se puede dominar el cuerpo y generar hombres “útiles” económicamente → OBJETIVO.

31
Individuos vigilados producto del efecto del poder que genera las condiciones que atraviesan la sociedad,
el poder circula transversalmente en la misma.

“El Panoptismo”

Foucault estudia el poder porque considera que éste constituye a los sujetos, trasciende toda la sociedad.
No hay “previa” del poder, el mismo se constituye en la acción.

PODER: aquello que puede conducir la conducta de otros, la acción sobre las acciones de otros.

1- Siglo XVII - XVIII: Figura del Soberano → su poder se ve en ser el dueño de la vida de sus súbditos
(“hacer vivir o hacer morir”). Se da una “anatomía política”: la política está sobre el pueblo. Todos los
actos, los rituales, residían en el espectáculo, se mataba en la plaza pública, con una gran multitud
expectante a la orden de ejecución del rey.

2- Fines del s. XVIII - XIX: Se da una sobrepoblación. El sitio del poder va ir dejando de ser el individuo
para ser la población. Se registran las endemias: nacimiento, enfermedades, edad, lugar, matrimonio,
muertes, etc.

Finalmente es el Estado el que va a delimitar, regular, registrar: mecanismos regularizadores. Se registran


los procesos poblacionales.

- En la primera etapa se ve una disciplina del cuerpo → INSTITUCIONES: hospitales, jardines, etc.

- En esta época, se da una BIOPOLÍTICA: política sobre la vida. El Estado tiene la función de “hacer
vivir y dejar morir”.

La sexualidad es un ejemplo de cómo en esta sociedad se entrecruzan la anatomo política y la biopolítica,


debido a que la misma establece sus reglas y a su vez regula todo lo que la controla, encasilla. Tienen
incidencia los discursos, el poder de la verdad, por ejemplo si la Medicina definía a la homosexualidad
como una enfermedad, la población la consideraba así.

El autor considera que las sociedades deben trabajar desde el orden por sobre el caos y la diversidad,
desde la disciplina y la organización → debe “normalizarse”. Pretende conseguir una sociedad
disciplinada. El racismo de Estado sería la culminación de la biopolítica, ej. el nazismo; se puede matar
cuando aquel pone las reglas que la justifican (existencia de una raza perfecta, ej.).

El panóptico busca los modos de producción efectiva de los individuos y sus relaciones. Se plantea en un
principio el método de exclusión (lo enfermo por un lado, lo sano por el otro). El otro proceso es el de
individualización, la organización jerárquica, un sistema totalizador y analítico/sectorizador. Cuando
llegaba la peste, la ciudad se encerraba, cada familia se aislaba en su casa, cada individuo ocupaba la
posición en la que debía estar y si no cumplía se pagaba con la vida. La totalidad de la población se
encontraba vigilada. Conjunción de los sistemas (el de la peste -individualizar- y el de la lepra -excluir-).

> Nueva tecnología del poder que los hace uno: Teoría de la Torre (el panóptico).

La persona que está en la torre, el guardia, tiene la posibilidad de vigilar a todos, los cuerpos están en
“visibilización constante”. Ellos no saben que hay otros presos, sólo que son observados
permanentemente por quien está en la torre que tienen enfrente. La particularidad de este dispositivo es
que puede ser utilizado en todos lados; puede servir para las cárceles, hospitales, escuelas, y demás
instituciones cerradas. Realiza una función de laboratorio, experimenta sobre los hombres distintas
técnicas para ver cuáles resultan ser las más eficaces. Al estar el hombre solo, incomunicado y aislado, no
surgen rebeldías, no se produce el contagio, etc, se puede así controlar, guiar o modificar la conducta de
los sujetos para hacer los cuerpos más útiles. Ej.: estudiar al loco para que los demás no enloquezcan.

El individuo encerrado no sabe cuándo lo están vigilando, el sistema es de una naturaleza arrolladora, por
lo que sin coerción alguna sobre el cuerpo, puede controlar su conducta de forma total y adecuada al
sistema. El sujeto mismo se obliga a actuar correctamente porque se sabe observado, aunque no sepa si
lo están viendo en ese momento; es el soporte de las relaciones de poder, las tiene incorporadas, es eso
que actúa sobre él. “Sujetos sujetados a esas definiciones”.
32
Características del aparato:

● Es económico: en su ejercicio, es posible que nadie se encuentre vigilando a nadie, sino que el mismo
individuo se controle en sus actos. Resultados favorables en una economía capitalista.

● Dispositivo de extracción de conocimiento: del saber de lo humano, cómo se comporta el hombre,


estudia, su higiene, entre otras prácticas.

● Efecto esencial: es automático, no necesita una puesta en marcha, está en la conciencia de todos el
hecho de que se es observado. Vigilancia permanente en sus efectos, aun no estando en su acción
(esté el vigilante o no).

● Somos portadores del poder, no está pensado o por encima nuestro, las relaciones de poder nos
atraviesan. Poder diseminado en toda la sociedad, en sus estructuras o partículas más ínfimas.

● Automatiza y despersonaliza el poder: son relaciones de dominación, no hablando de una clase social
sobre otra, sino que los dispositivos del poder están en manos de unos sobre otros, en lo cotidiano (ej.:
padres en una casa).

● No importa quién lo ejerce ni su objetivo o motivación: es una tecnología que puede utilizarse en
cualquier ámbito, se integra a cualquier función, lo que permite llegar a más gente sin utilizar violencia
o imposición de poder.

Constituye una nueva anatomía/mecánica del poder. La sociedad disciplinaria se va gestando desde el
siglo XVIII/XIX. Se trata de un poder positivo en la medida que produce cuerpos y conocimientos útiles;
acompaña la desinstitucionalización del poder, aparece en todas partes.

Disciplina se refiere al conjunto de mecanismos pequeños, infinitos, distinto a una institución o aparato
donde puede ser aplicada.

CUERPO → “reducido como fuerza política”: puede decir otra cosa, oponerse, cambiar el orden de las
cosas. Decide sobre sí mismo, escapa al poder, pone resistencia.

→ “como fuerza útil”: útil respecto al orden dado, a lo establecido en determinado momento
histórico. Sin diversidad.

A. Tipos de Poder: poder de clases, poder de dominación.

B. Dominación: tipos de dominación: autoridad, resistencia, asociación.

C. Las redes del poder: macro vs micro.

D. Las clases sociales: definiciones múltiples. Status, definiciones y diferencias con las clases.

a) Por qué estudiar el poder: la cuestión del sujeto

Foucault dice que hasta su propuesta teórica, sólo se había estudiado el poder basado en el modelo legal,
es decir, sobre las legitimaciones del poder y los modelos institucionales como el Estado, entre otros. Es
por eso por lo que él dice que era necesario extender las dimensiones de una definición de poder,
principalmente para tener en cuenta su relación con los sujetos.

El autor va a proponer un modo de investigación en el cual estudia al poder desde las formas de
resistencia contra los diferentes tipos de poder. Esto es para no caer en la mirada racionalista, ya que el
razonamiento de cada investigador es distinto al de los otros.

Entonces se trata de analizar las relaciones de poder a través del enfrentamiento de las estrategias.

Por ejemplo, para averiguar lo que significa cordura para nuestra sociedad, deberíamos investigar lo que
sucede en el campo de la locura. Para comprender lo que significa legalidad, lo que pasa en el campo de
la ilegalidad.
33
Y, para comprender en qué consisten las relaciones de poder, deberíamos analizar las formas de
resistencia y los intentos hechos para disociar estas relaciones de poder. Ejemplos de oposiciones entre el
poder y la resistencia: hombres-mujeres, padres-hijos, psiquiatras-enfermos mentales, medicina-población.

No basta con decir que se trata de luchas contra la autoridad, debemos definir con más precisión las cosas
que tienen en común:

- Son transversales, ya que se desarrollan en todos los países sin importar la forma de gobierno o de
economía.

- El objetivo de estas luchas son los efectos de poder como tales.

- Son luchas inmediatas, ya que generalmente se busca al “enemigo inmediato” y no al “enemigo principal”
que podría ser el sistema, por ejemplo.

- Son luchas que cuestionan el estatus del individuo.

- Se oponen a los efectos del poder vinculados con el saber, la competencia y la calificación: luchan contra
los privilegios del saber.

El objetivo principal de estas luchas es atacar una técnica o forma de poder, más que atacar una
institución de poder, o grupo, o elite, o clase.

Esta forma de poder se ejerce sobre la vida cotidiana inmediata que clasifica, somete a leyes, entre otras
cosas a los individuos. Esto convierte a los individuos en sujetos, que están sometidos a otros a través del
control y a su vez está atado a su propia identidad por la conciencia.

El estado es para Foucault una forma de poder individualizadora y totalizadora, que nunca antes había
existido una combinación tan compleja de esas técnicas.

Esto se debe a que el Estado integró el poder pastoral. El poder pastoral es una forma de poder cuyo
objetivo es asegurar la salvación individual en el otro mundo. Además, este poder no solo ordena, también
debe estar preparado para sacrificarse por la vida y la salvación del rebaño. Esto se distingue del poder
soberano, el cual exige el sacrificio de sus súbditos para salvar el trono.

Además esta forma de poder pastoral no solo se preocupa por toda la comunidad, sino también por cada
individuo particular. Finalmente, dice Foucault, que esta forma de poder no puede ejercerse sin conocer la
conciencia de la gente y la habilidad de guiarla.

Si bien ha perdido la vitalidad la institucionalización eclesiástica, la función de esta institucionalización se


ha extendido y multiplicado fuera de la institución eclesiástica.

El estado moderno es una nueva forma de poder pastoral, es una matriz de individualización en la que
pueden integrarse todos los individuos con la condición de que sean sometidos a un conjunto de
mecanismos.

Foucault se pregunta cómo podemos hacer para librarnos de esta doble atadura política, de la
individualización y la totalización de las estructuras del poder moderno. Entonces el problema no es tratar
de liberar al individuo del Estado y de sus instituciones, sino que hay que liberarnos del estado y del tipo
de individualización vinculada a él. Debemos fomentar nuevas formas de subjetividad mediante el rechazo
del tipo de individualidad que se nos ha impuesto durante varios siglos.

¿Cómo se ejerce el poder?

El término poder designa relaciones. Pueden ser relaciones de comunicación que transmiten una
información por medio de un lenguaje, sistema de signos o medios simbólicos.

La producción y circulación de elementos del significado pueden tener como objetivo o como consecuencia
ciertos efectos de poder, estos últimos no son simplemente un aspecto de las primeras. Las relaciones de
poder tienen una naturaleza específica, pasen o no pasen a través de sistemas de comunicación.
34
No debe confundirse entonces las relaciones de poder, las relaciones de comunicación y las capacidades
objetivas. Ello no quiere decir que se trate de tres dominios separados. La aplicación de las capacidades
objetivas implica relaciones de comunicación, también está vinculada a las relaciones de poder. Por
ejemplo una institución educativa conforma un bloque de capacidad-comunicación-poder, ya que existen
disposiciones de espacio, reglamentos meticulosos, las funciones y actividades, las personas que allí se
relacionan. Las actividades que aseguran el aprendizaje se desarrollan por medio de un conjunto de
comunicaciones reguladas (lecciones, preguntas, órdenes, etc) según el valor de cada persona y los
niveles de conocimiento. Además se desarrolla en una serie de procedimientos de poder, como la
vigilancia, el encierro, el castigo, las recompensas, la jerarquía.

La puesta en práctica de las capacidades técnicas, el juego de comunicaciones y las relaciones de poder,
son a grandes rasgos, disciplinas.

Sobre las relaciones de poder

No existe el poder, existen las relaciones de poder. Las relaciones de poder son un modo de acción que
no actúa de manera directa e inmediata sobre el otro, sino que actúa sobre las acciones del otro. Esto se
diferencia de las relaciones de violencia, que si actúa sobre un cuerpo o sobre cosas.

Entonces el ejercicio de poder es un conjunto de acciones sobre acciones posibles, es decir, acciones que
posiblemente influyan en la conducta de los sujetos actuantes. Por ejemplo incitar, inducir, seducir,
facilitar, dificultar, ampliar, limitar, etc.

Las relaciones de poder es más que nada el intento de uno por conducir al otro, es decir, por modificar o
guiar su conducta. Entonces el ejercicio de poder es conducir conductas.

Por ejemplo, el gobierno de un estado conduce las conductas de la población de ese estado. Es decir,
gobernar es estructurar el posible campo de acción de los otros.

El poder se ejerce únicamente sobre “sujetos libres”, ya que tienen una cierta libertad dentro del campo de
acción, aunque este estructurado por quien ejerce el poder. En cambio, en una situación de esclavitud, no
hay relación de poder, hay una relación física de coacción, es decir una relación de violencia. El esclavo
no tiene libertad de ninguna manera, ya que no existe el campo de acción, aunque sea limitado.

¿Cómo debe analizarse la relación de poder?

El análisis de las relaciones de poder tiene que llevar estos puntos:

- El sistema de diferenciaciones que permiten actuar sobre la acción de los otros: diferencias jurídicas o
tradicionales de estatus y privilegios, diferencias económicas, diferencias en la ubicación de los procesos
de producción, diferencias lingüísticas o culturales, entre otras. Estas diferenciaciones son puestas en
marcha por las relaciones de poder, y son al mismo tiempo condiciones y efectos.

- El tipo de objetivos perseguidos por aquellos que actúan sobre la acción de los otros: mantener
privilegios, acumular ganancias, hacer funcionar la autoridad estatutaria, ejercer una función o un oficio.

- Las modalidades instrumentales ya sea que se ejerza el poder por la amenaza de las armas, por los
efectos de la palabra, a través de las disparidades económicas, por mecanismos más o menos complejos
de control, etc.

- Las formas de institucionalización pueden ser disposiciones tradicionales, estructuras jurídicas,


reglamentos, estructuras jerárquicas, modas.

- Los grados de racionalización: las relaciones de poder que imponen un campo de acción de posibilidades
pueden ser más o menos elaborada en función de los instrumentos y la certeza del resultado.

Relaciones de poder y relaciones estratégicas

35
Estrategia de poder es el conjunto de medios establecidos para hacer funcionar o para mantener un
dispositivo de poder. Todo esto depende del enfrentamiento con el sujeto al cual se le ejerce el poder y la
posible resistencia.

a) Poder: cómo captar sus mecanismos entre dos puntos de relación, dos límites.

- Las reglas del derecho que delimitan el poder.

- Los efectos de verdad que este poder produce, que transmiten y reproducen ese poder.

Producir la verdad desde el poder que la exige, que la necesita para funcionar. Triángulo: derecho-verdad-
poder (en la punta de arriba).

¿Cómo puede el discurso de la verdad fijar los límites del derecho del poder?

- En cualquier sociedad, las relaciones de poder constituyen el cuerpo social.

- Estas relaciones no pueden funcionar sin una acumulación, una circulación del discurso.

- No hay ejercicio de poder posible sin discursos de verdad que funcionen. Estamos sometidos a la
producción de la verdad desde el poder y no podemos ejercitar el poder sin la producción de la verdad.

Estamos sometidos a la verdad ya que ella deberá el discurso verdadero que decide, transmite los efectos
del poder.

Relaciones de derecho y de poder: En las sociedades occidentales la elaboración del pensamiento jurídico
se ha desarrollado alrededor del poder real.

- “Es un derecho real regido por el rey “

Ej. La resurrección del Derecho Romano ha sido uno de los instrumentos del poder monárquico autoritario.

La soberanía es el problema del Derecho, se refiere a que el discurso y la técnica del derecho han tenido
la función de disolver en el interior del poder el hecho de la dominación para hacer aparecer en su lugar
dos cosas:

- Los derechos legítimos de la soberanía.

- La obligación legal de la obediencia

El derecho es:

- Instrumento de esa dominación.

- Como, hasta dónde y bajo qué formas transmite, posibilita relaciones que no son exclusivamente
relaciones de soberanía sino de dominación (no sólo uno sobre otro sino la dominación de ciertos
sistemas, sujetos, instituciones).

- La entiende como las múltiples formas de dominación que pueden ejercerse en el interior de la sociedad.

b) Nueva mecánica de poder

● Permite extraer de los cuerpos tiempo y trabajo más que bienes y riquezas.

● Se ejerce a través de la vigilancia. Supone coacciones materiales en vez de la existencia física de un


soberano.

● Ha sido instrumento fundamental en la constitución del capitalismo industrial; este poder no es


soberano.

36
“Es el poder disciplinario”

● Pero en realidad la teoría de la soberanía ha continuado existiendo no solo como una ideología del
derecho, sino organizando los códigos jurídicos que aparecen.

Tenía que ejercerse como mecanismo de dominación y estar al mismo tiempo escondido como ejercicio
efectivo del poder.

Era necesario que la teoría de la soberanía estuviese presente en el aparato jurídico.

En las sociedades modernas tenemos:

● Por una parte la legislación, un discurso, una organización del derecho en torno al principio del cuerpo
social.

● Por la otra, coacciones disciplinarias que aseguran en la práctica la cohesión de ese mismo cuerpo
social.

Las disciplinas tienen su discurso. Son creadoras de aparatos de saber y de dominaciones de


conocimientos.

El proceso que hizo posible el discurso de las ciencias humanas (yuxtaposición)

El choque de dos líneas, de dos mecanismos absolutamente heterogéneos.

- La organización del derecho en torno a la soberanía.

- La mecánica de las disciplinas. El poder en nuestros días, el poder se ejerce a través de este derecho y
de estas técnicas.

“Microfísica del poder” / Curso del 14 de enero de 1976.

Lo analizado ha sido el cómo del poder: procuró captar sus mecanismos entre dos puntos de relación, dos
límites: por un lado, las reglas del derecho que delimitan formalmente el poder, por otro, los efectos de
verdad que este poder produce, transmite y que a su vez reproducen ese poder. Un triángulo pues: poder,
derecho y verdad.

La pregunta tradicional de la filosofía política es ¿cómo puede el discurso de la verdad o la filosofía


entendida como discurso de la verdad por excelencia, fijar los límites de derecho del poder? Foucault
formula otra: ¿Qué reglas de derecho ponen en marcha las relaciones de poder para producir discursos de
verdad?, o bien ¿qué tipo de poder es susceptible de producir discursos de verdad dotados de efectos tan
poderosos? Relaciones de poder múltiples atraviesan, caracterizan y constituyen el cuerpo social; y estas
relaciones de poder no pueden disociarse ni establecerse, ni funcionar sin una producción, una
acumulación, una circulación del discurso. No hay ejercicio de poder sin una economía de los discursos de
verdad.

En nuestra sociedad, estamos constreñidos a producir la verdad desde el poder que la exige, que la
necesita para funcionar. El poder no cesa de preguntar, de indagar, de registrar, institucionaliza la
pesquisa de la verdad, la profesionaliza. En las sociedades occidentales, desde la Edad Media, la
elaboración del pensamiento jurídico se ha desarrollado esencialmente alrededor del poder real. A petición
del poder real, en su provecho, se ha construido el aparato jurídico de nuestras sociedades.

La teoría del derecho tiene el papel de fijar la legitimidad del poder; es decir, que el principal problema
alrededor del que se organiza toda la teoría del derecho es el de la soberanía. El discurso y la técnica del
derecho han tenido la función de disolver en el interior del poder el hecho de la dominación para hacer
aparecer en su lugar dos cosas: por una parte, los derechos legítimos de la soberanía y, por otra, la
obligación legal de la obediencia.

El sistema del derecho está centrado en el rey, lo que enmascara por consiguiente la dominación y sus
consecuencias.
37
Foucault quiere mostrar no sólo como el derecho es el instrumento de la dominación, sino también cómo,
hasta dónde y bajo qué formas el derecho transmite, permite relaciones que no son exclusivamente
relaciones de soberanía sino de dominación.

El problema para el autor es evitar la cuestión de la soberanía y de la obediencia de los individuos


sometidos a ella, y en hacer ver, en lugar de la soberanía y de la obediencia, el problema de la dominación
y del sometimiento.

Siendo esa la línea general del análisis, eran necesarias ciertas precauciones metodológicas para
desarrollarlo.

1) No se trata de analizar las formas reguladas y legitimadas del poder en su centro, sino de tomar al
poder en sus extremidades, en sus formas más regionales, más locales, en los límites menos jurídicos
de su ejercicio. Allí es donde adopta la forma de técnicas y proporciona instrumentos de intervención
material.

2) No analizar el poder en el terreno de la intención o de la decisión, sino estudiar el poder allí donde su
intención está totalmente investida dentro de prácticas reales y efectivas, en su cara externa, dónde
está en relación directa e inmediata con su objeto, su campo de aplicación (la constitución de los
sujetos). Preguntarse cómo se han, materialmente, constituido los sujetos, a partir de la multiplicidad
de los cuerpos, de las fuerzas, de las energías, etc. Estudiar los cuerpos periféricos y múltiples, esos
cuerpos constituidos por los efectos del poder a semejanza de sujetos.

3) No considerar al poder como un fenómeno de dominación masiva y homogénea de un individuo sobre


los otros, de una clase o grupo sobre los otros. No está nunca localizado o en las manos de algunos,
sino que tiene que ser analizado como algo que circula, o más bien, como algo que no funciona sino en
cadena. El poder se ejercita a través de una organización reticular. El individuo es un efecto del poder,
y al mismo tiempo, el elemento de conexión. El poder circula a través del individuo que ha constituido.

4) La cuarta precaución es no hacer una especie de deducción de un poder que arrancaría en el centro e
intentar ver hasta donde se prolonga, hacia abajo, ni en qué medida se reproduce hasta los elementos
más moleculares de la sociedad. Más bien se debe hacer un análisis ascendente del poder, arrancar
desde los mecanismos infinitesimales, y ver después cómo estos mecanismos de poder han sido y
todavía están investidos, colonizados, utilizados, doblegados, etc., por mecanismos más generales y
por formas de dominación global.

Históricamente, partiendo desde abajo han podido funcionar los mecanismos de control. Estos
mecanismos de poder han empezado a volverse económicamente ventajosos y políticamente útiles.

- Instrumentos de exclusión.

- Aparatos de vigilancia.

- Medicalización de la sexualidad, de la locura, de la delincuencia.

Esta microfísica del poder, estos mecanismos, pusieron de manifiesto un provecho económico, una
utilidad política y se encontraron colonizados y sostenidos por mecanismo globales. Por el sistema del
Estado. Así se puede comprender cómo estos mecanismos pasan a formar parte del conjunto.

5) En cuanto a la quinta precaución, es muy posible que las máquinas de poder estuviesen acompañadas
de producciones ideológicas, pero lo que se forman no son ideologías. Son instrumentos efectivos de
formación y de acumulación del saber, métodos de observación, técnicas de registro, procedimientos
de indagación y de pesquisa, aparatos de verificación.

Cuando el poder se ejerce, no puede hacerse sin formar, sin organizar y poner en circulación un saber.

Para resumir estas cinco precauciones de método se podría decir que en lugar de dirigir la investigación
sobre el poder al edificio jurídico de la soberanía, a los aparatos de Estado y a las ideologías que
conllevan, se la debe orientar hacia la dominación, hacia los operadores materiales, las formas de
sometimiento, las conexiones y utilizaciones de los sistemas locales de dicho sometimiento, hacia los
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dispositivos de estrategia. Se trata de estudiar el poder partiendo de las técnicas y de las tácticas de
dominación.

La teoría jurídico - política ha jugado cuatro papeles

· En primer lugar, se ha referido a un mecanismo de poder efectivo que era el de la monarquía feudal.

· En segundo lugar, ha servido de instrumento y de justificación para la construcción de las grandes


monarquías administrativas.

· En otro momento, a partir del siglo XVII la teoría de la soberanía ha sido un arma que ha circulado de un
campo al otro, ya sea para limitar, ya sea para reforzar el poder real.

· Finalmente, en el siglo XVIII sigue siendo esta teoría de la soberanía, reactivada por el Derecho Romano,
la que aparece jugando una cuarta función: se trata de construir en contra de las monarquías
administrativas, autoritarias y absolutas, un modelo alternativo, el de las democracias parlamentarias.

Mientras duró la sociedad de tipo feudal, los problemas a los que se refería la teoría de la soberanía
cubrían efectivamente la mecánica general del poder; es decir, la relación de soberanía recubría la
totalidad del cuerpo social. Pero en los siglos XVII-XVIII se produjo un fenómeno importante, la aparición o
invención de una nueva mecánica de poder que posee procedimientos muy singulares, instrumentos
nuevos, aparatos distintos y que es absolutamente incompatible con las relaciones de soberanía.

Esta nueva mecánica de poder se apoya más sobre los cuerpos y sobre lo que éstos hacen sobre la tierra
y sus productos. Es un tipo de poder que se ejerce incesantemente a través de la vigilancia y no de una
forma discontinua por medio de sistemas de impuestos y de obligaciones distribuidas en el tiempo. Este
nuevo tipo de poder es una de las grandes invenciones de la sociedad burguesa. Ha sido un instrumento
fundamental en la constitución del capitalismo industrial y del tipo de sociedad que le es correlativa; este
poder no es soberano, es el poder disciplinario.

La teoría de la soberanía ha continuado no sólo existiendo como una ideología del derecho, sino
organizando los códigos jurídicos que aparecen en la Europa del siglo XIX a partir de los códigos
napoleónicos. ¿Por qué ha persistido la teoría de la soberanía? Por dos razones. Por una parte, en el siglo
XVIII y todavía en el XIX ha sido un instrumento crítico permanente contra la monarquía y contra los
obstáculos que podían oponerse al desarrollo de la sociedad disciplinaria. Pero, por otra parte, la teoría de
la soberanía y la organización de un código jurídico centrado en ella permitieron sobreponer a los
mecanismos de disciplina un sistema de derecho que ocultaba los procedimientos y lo que podía haber de
técnica de dominación. Desde el momento que las construcciones disciplinarias tenían que ejercerse como
mecanismos de dominación y estar al mismo tiempo escondidas como ejercicio efectivo del poder, era
necesario asimismo que la teoría de la soberanía estuviese presente en el aparato jurídico y fuese
reactivada por los códigos. Un derecho de soberanía y una mecánica de la disciplina: entre estos dos
límites se juega el ejercicio del poder. Pero estos dos límites son tan heterogéneos que no pueden
reducirse el uno al otro. Las disciplinas son portadoras de un discurso, pero éste no puede ser el del
derecho; el discurso de las disciplinas es extraño al de la ley, al de la regla efecto de la voluntad soberana.
El proceso que ha hecho fundamentalmente posible el discurso de las ciencias humanas es la
yuxtaposición, el choque de dos líneas, de dos mecanismos y de dos tipos de discurso absolutamente
heterogéneos: por un lado la organización del derecho entorno a la soberanía y por otro la mecánica de las
sujeciones ejercidas por las disciplinas.

Guillermo Odonell- Democracia, Agenda y Estado.

El autor comienza definiendo lo que entiende por estado:

Es una asociación de base territorial, compuesta de un conjunto de instituciones y de relaciones sociales


que normalmente penetra y controla el territorio y los habitantes que ese conjunto delimita. Esas
instituciones reclaman el monopolio de la autorización legitima del uso de la coerción física y normalmente,
tienen, como último recurso, para efectivizar las decisiones que toman, supremacía en el control de los
medios de esa coerción sobre la población y el territorio que el estado delimita.

Weber y O donell
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El autor, luego de remarcar el cuño weberiano de su definición, establece que una interpretación
teóricamente más provechosa y mejor ajustada al conjunto de las concepciones de Weber es que lo que el
estado reclama es el monopolio de la autorización legitima del uso de la fuerza física, y solo como
consecuencia de ello también reclama por lo general, el monopolio del uso legítimo de esa fuerza. Tal
como Weber aclara la legitimación de esa autorización, son sus reglas legales.

El poder

Otra característica de la definición es que apunta al tema del poder en términos de la gran concentración
de este implicada por el surgimiento y funcionamiento de un estado. El estado procesa y condensa
poderes que emergen de la sociedad, asi como también genera sus propios poderes, como resultado de lo
cual devuelve a la sociedad diversos tipos de políticas públicas.

Las 4 dimensiones.

El estado puede ser desagregado en al menos cuatro dimensiones:

-Conjunto de burocracias: estas tienen responsabilidades asignadas legalmente para la protección o logro
de algún presunto aspecto del bien común. De esto depende la eficacia del estado.

-Sistema legal: es un entramado de reglas sancionadas y respaldadas legalmente que penetran y


codeterminan numerosas relaciones sociales, tanto en la sociedad como dentro de las burocracias
estatales. De esto depende la efectividad del sistema legal del estado.

-Foco de identidad colectiva: la cúpula del estado invita al reconocimiento generalizado de un “nosotros”
que expresa una identidad colectiva distintiva. De esto depende la credibilidad del estado.

-El estado como filtro: el estado es un filtro que intenta regular cuan abiertos o cerrados se encuentran los
diversos espacios y fronteras que median entre el interior y el exterior de su territorio, mercado y
población. Algunas de esas fronteras demarcan esa población y, bajo un régimen democrático, su
electorado. Esta es la dimensión de filtrado del estado.

Existe otro aspecto del estado que no es como los anteriores, la cual dice que un estado se instituye como
tal cuando otros estados en el sistema internacional lo reconocen como tal.

El autor recalca que estas dimensiones son tendencias que ningún estado ha materializado por completo.

La burocracia y el estado

La dimensión organizacional del estado se encuentra en su mayor parte ordenada burocráticamente. Por
burocrático el autor se refiere a relaciones sociales jerárquicas de mando y obediencia formalmente
establecidas por medio de reglas explicitas. Pese a los intentos de los enfoques de “La Nueva Gestión
Pública” y de la “Gobernanza” (no se que chota son, no dice en el texto) para eliminar, o reducir en gran
medida, por medio de la introducción de conceptos de economía de mercado neoclásica y de gestión
privada, el carácter jerárquico de las instituciones (el orden burocrático).

Estos diferentes tipos de modelos, según el autor, no tienen una forma de establecer sobre cual es
superior al otro (weberiano y los mencionados anteriormente.)

De todas maneras, el carácter predominantemente jerárquico de esta dimensión del estado es en si mismo
desigualitario, tanto para los que trabajan en el marco de estas burocracias como también frecuentemente
para los que interactúan con ellas.

Democracia y Gobierno.

El autor analiza y define al gobierno como las posiciones en la cúpula de las instituciones del estado a las
que se accede a través del régimen y permiten a los respectivos funcionarios tomar, o autorizar a otros
funcionarios a tomar decisiones normalmente emitidas como reglas legales obligatorias sobre la población
y el territorio delimitado por el estado.

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Características Del Estado con régimen democrático:

1)Es la parte del sistema legal que promulga y respalda los derechos de participación y las libertades
concomitantes del régimen.

2)Es el subconjunto de burocracias encargado de implementar y proteger los derechos y libertades


mencionados.

3)Es la unidad que delimita al electorado del régimen.

La principal fuente de legitimación de toda política pública proviene del régimen democrático, y el resultado
de toda democracia es que el régimen es solo parte del proceso de toma de decisiones y de los insumos
de poder e influencia a que se hallan sujetos el gobierno y el estado.

Una reflexión analítica sobre las asociaciones complejas.

Toda autoridad de una asociación, basa su argumento en que las decisiones son tomadas para el bien de
la asociación y sus miembros; basan su expectativa de ser obedecidas en esa argumentación.

De este modo se genera un patrón básico de diferenciación social: los que se ocupan de asuntos de
interés común (afirman tener el derecho de hablar en nombre de la asociación e invocar el bien común
como motivo de las decisiones que toman) y los que no.

Estas esferas de decisión se ocupan de dos tareas básicas: proporcionar los bienes comunes con los que
la asociación promete promover y resolver problemas de acción colectiva; y tomar decisiones obligatorias
para todos los miembros.

En la asociación o con la asociación, constantemente reproducimos relaciones jerárquicas: se desarrollan


papeles de liderazgo que se especializan en tomar decisiones colectivamente vinculantes.

Se busca que las autoridades de la asociación puedan hablar por ella tanto interna como externamente.
Internamente, porque fracasaría el sentido de la asociación si sus autoridades no pudieran interpelar a sus
miembros con la expectativa de ser obedecidos, sobre todos cuando algunos están en desacuerdo con la
decisión tomada. Externamente, las autoridades se dirigen a los que no son miembros con el fin de
representar el “nosotros” constituido por los miembros de la asociación. En ambos casos, las autoridades
exhiben la auto-imagen de la asociación.

En las sociedades grandes y complejas, el aspecto normativo toma más relevancia: se convierte en un
mecanismo mediante el cual nos reconocemos como parte de un “nosotros” (por ej: documentos de
identidad, colores de un equipo deportivo, etc.)

El resultado de todo esto es poder, en particular el de las autoridades. Los ocupantes de estos cargos
desarrollan un interés por normalizar, mediante reglas formales, su propia autoridad; dando lugar al
surgimiento de reglas internas, manuales de procedimiento, constituciones, estatutos, etc.

La consecuencia de estos impulsos es la burocratización y legalización de la asociación: sindicatos,


universidades, clubes deportivos y países, que establecen varios tipos de reglas y crean instituciones
ordenadas jerárquicamente para cumplir los objetivos propuestos por la asociación.

Cuando una asociación establece control sobre un territorio, es transforma en un Estado. El mismo, tiene
la característica de externalizar dinámicamente su legalidad, intentando controlar y penetrar otras
asociaciones y relaciones sociales que funcionan en el territorio que delimita; todo esto a través de su
ordenamiento legal.

Pero no solamente desde arriba se maneja la sociedad, sino que es importante lo que sucede abajo: el
deseo de los miembros de la asociación de pertenecer a la misma es efectivo, tan efectivo como el deseo
de verse protegidos ante decisiones arbitrarias o perjudiciales hacia los mismos que puedan tomar las
autoridades. De esta manera, surge la necesidad de controlar ese poder que detentan las autoridades de
la asociación, que en el estado se da mediante la asignación de derechos a los ciudadanos para
protegerse tanto de la acción arbitraria de las autoridades, como de actos perjudiciales de otros
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ciudadanos. De no existir estos mecanismos de control, seríamos simples súbditos sometidos ante un
poder total y desmedido.

Una revisión histórica del Estado en el Noroeste.

El Estado, tal como lo conocemos, emergió en el noroeste tras largas y violentas luchas, que dieron lugar
a importantes logros de algunos gobernantes. Uno fue la expropiación del control de la mayoría de los
medios de coerción física a otras asociaciones políticas (señores feudales, ciudades autónomas y algunas
órdenes religiosas). El otro logro, consistió en la expropiación de los medios de administración que
poseían esas mismas asociaciones, creando así burocracias de funcionarios asalariados subordinados a
su poder.

ANTONIO SANLES: KARL MARX

El marxismo concibe la acción como compromiso real, orientada a la transformación del mundo. El mundo
dice Marx, se trata de transformarlo.

Marx desarrolla su concepción de la unidad entre teoría y praxis, en base a la crítica del idealismo y del
materialismo de Feuerbach. La crítica apunta a rescatar del sistema hegeliano la concepción de
naturaleza, de la historia y del espíritu como un proceso en constante movimiento y transformación. Pero a
su vez rechaza el carácter idealista en el sentido que las ideas no eran imágenes de los objetos y
fenómenos de la realidad, sino representaciones o proyecciones de la idea que ya existía desde siempre.
El materialismo es esencialmente histórico, encuentra en la historia el proceso de desarrollo de la
humanidad, y a la vez dialectico, pues tiene en cuenta los alcances y retrocesos del devenir, “La teoría
tiene como objeto central la practica concreta de los hombres”. Se trata de investigar el proceso
económico histórico del cual surgen la burguesía y el proletariado, para conocer las claves del conflicto y
superarlo.

El pensamiento no es especulación, sino estudio científico de las relaciones sociales concretas de los
hombres, su historia y los factores que determinan su desarrollo. El objeto de este estudio no es el
conocimiento mismo, sino la transformación del mundo. La teoría debe desembarcar en la práctica
revolucionaria,

El proceso de emancipación incluye la reflexión científica sobre esta praxis y sobre el contenido socio-
económico-político.

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El marxismo no se concibe como un dogma o un sistema cerrado sino por el contrario, se concibe como
una teoría que va aprendiendo en la misma praxis, que se va construyendo y rehaciendo en un proceso de
transformación revolucionaria interrumpido.

No sirve la teoría sin acción. Se plantea tener un sentido de lo político, lo que supone un análisis precio
que permita comprender la realidad, ver cuáles son sus dinamismos, de manera tal de poder orientarlos
hacia la emancipación de los oprimidos, hacia una sociedad en que no haya explotadores y explotados.

El concepto de clase social corresponde a una relación social y no puede explicarse aisladamente del
concepto de modo de producción capitalista. El proletariado constituye en un primer momento una “clase
en sí”, respecto del capital. Posteriormente, a medida que se va forjando en la lucha contra la opresión va
adquiriendo conciencia de su condición y buscara los medios para su liberación, adquiriendo así
consciencia de clase y transformándose en clase “para sí”.

La lucha inicial es por la subsistencia, pero ésta es pronto transformada por medio de la profundización de
la conciencia de clase, en una lucha por la destrucción del capitalismo y por la superación de la relación
capital-trabajo.

La lucha de clases como clave hermenéutica de lo social

La historia entendida como la historia de la lucha de clases, muestra que no es un desarrollo lineal
evolutivo. Su secreto es el conflicto constante entre diversas clases sociales que se disputan el control de
los medios de producción como instrumento para el dominio.

El trabajo del productor asalariado genera un plus-valor que no le es retribuido económicamente siuno que
queda en poder del empresario, dando origen al capital y poniendo en evidencia la naturaleza explotadora
del modo de producción capitalista. La causa de la explotación radica en la intimidad del proceso
productivo, pero queda ocultado o mistificado a través de todo el edificio jurídico, político e ideológico que
se levanta sobre la estructura económica.

¿Emancipación política?¿Emancipación humana?

Marx critica todo un modo de vida de la sociedad que hace necesario los derechos humanos; es una
crítica a la enajenación del poder social, transformado en un poder opresor por encima de la soledad. Los
derechos del ciudadano corresponden a la sociedad política, al Estado y toman en cuenta al “hombre
abstracto”, escindido de la comunidad. Y estos derechos existen sólo para garantizar la vigencia de los
derechos del hombre, aislado de los otros hombres. El Estado y los derechos del ciudadano syprimen las
diferencias de nacimiento, de clase, la educación, etc. pero paradójicamente permiten y aseguran que
esas diferencias se ejerzan libremente en el ámbito de la sociedad civil-

Por eso, la moral, como la religión, el derecho y toda la política forman parte del proceso de alineación del
hombre concreto. En la sociedad capitalista, ninguno de los derechos del ciudadano sobrepasa los
derechos del hombre.

La emancipación del hombre concreto significa la emancipación de la política y de la moral universalista de


la burguesía. La verdadera emancipación no es la emancipación política, ya que es ilusoria e irreal, sino la
emancipación humana, proceso durante el cual, el hombre verdadero recupera el ciudadano abstracto y se
convierte en ser social en todos los aspectos de su vida y sus relaciones con los otros. Es precisamente en
esta perspectiva más amplia que se impone la crítica de la política y del estado.

Breves consideraciones sobre la idea de estado

El estado es más bien un producto de la sociedad cuando llega a un grado de desarrollo determinado, es
la confesión de que esa sociedad se ha enredado en una irremediable contradicción consigo misma y está
dividida por antagonismos irreconciliables que es importante para conjurar. Pero a fin de que esos
antagonismos no se devoren a sí mismos y no consuman a la sociedad en una lucha estéril, se hace
necesario un poder situado por encima de ella y llamado a amortiguar el choque, manteniéndolo dentro de
los límites del orden. Este poder nacido de la sociedad es el Estado.

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El estado es el producto y manifestación del carácter irreconciliable de las contradicciones de clase. Surge
en el sitio, en el momento y en el grado en que las contradicciones de clase no pueden conciliarse. Y
viceversa, la existencia del estado demuestra que las contradicciones de clase son irreconciliables.

Marx plantea que la contradicción entre estado y sociedad es una realidad. El estado no puede superar el
egoísmo del hombre real, atado a sus intereses privados. Marx dice que las condiciones políticas son
únicamente la expresión oficial de la sociedad civil. Los soberanos de todos los tiempos han estado
sometidos a las condiciones económicas y nunca han podido legislar sobre ellas. La legislación no hace
más que proclamar la voluntad de las relaciones económicas.

El poder político del estado moderno es más que un comité de administración de los asuntos comunes de
la burguesía. Es simplemente el poder organizado de una clase para opinar sobre otra. El estado no logra
conciliar lo universal con lo particular, sino que ayuda a perpetuar la explotación de una clase por otra.

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