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La administración pública es un campo donde los líderes sirven a las comunidades para

promover el bien común y lograr un cambio positivo en el sector público. Los profesionales de
la administración pública cuentan con una serie de habilidades para adaptarse a todos los
niveles del gobierno, así como a organizaciones sin fines de lucro. Las aptitudes que se
requieren en el campo de la administración pública, tales como la gestión de proyectos y
programas, se suelen transferir al sector privado. La maestría en administración pública
prepara a los estudiantes para iniciar o desarrollar sus carreras mediante la toma de decisiones
gubernamentales y sin fines de lucro, así como la aplicación de políticas. Los estudiantes tienen
la tarea de convertirse en líderes competentes realizando trabajos donde tienen que emplear
conocimientos de alto nivel y entender la gestión de recursos humanos, habilidades
comunicativas, gestión financiera y presupuestaria, derecho, análisis de datos y teoría, ya que
se relaciona con el sector público. Asimismo, los estudiantes emergen con el dominio de
diversas competencias para ayudar a elaborar estrategias, planificar, implementar y llevar a
cabo una gran variedad de proyectos e iniciativas en sus actuales y futuras carreras.

Entendiendo que el orden organizativo, las relaciones cotidianas y las presiones del entorno
suele estar en correspondencia con la manera en que la sociedad se encuentra estructurada,
cada institución por si misma debe diseñar alternativas que posibiliten la adaptación a esos
requerimientos para obtener no solamente legitimación, sino innovación, reconocimiento y
ventajas competitivas. Por lo tanto y en lo puntual, las organizaciones públicas no escapan de
esa tendencia y en consecuencia deben desarrollar capacidades en sus diseños y forma de
trabajar que les permita ajustarse rápidamente ante las demandas exigidas por la sociedad con
miras a lograr niveles óptimos de eficiencia en la producción de bienes y servicios según sea su
área de actividad.

Un gestor público debe ser un estratega que pueda alcanzar con determinación las prioridades
del sector público y organice con eficacia los procesos que requiera cada objetivo a lograr y así
satisfaga las necesidades de la población.

Asimismo, debe saber gestionar los elementos internos y externos de las organizaciones,
optimizando sus mecanismos para controlar las tareas de los funcionarios, estableciendo los
procesos de las organizaciones y a su vez, mejorando la comunicación e interacción con otras
entidades y la prensa La actitud objetiva es una pieza clave al momento de tratar con diversas
entidades; pues esto hará que el gestor se centre en el bienestar de la población e inspire
confianza y seguridad, demostrando que, ante los cambios de gobierno, el pueblo no se verá
afectado negativamente y seguirán siendo acreedor de bienes y servicios públicos.

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