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Introducción a la Semiología

“La palabra semiología proviene del griego σημεῖον (semeion = signo) y λογος (logos =
discurso, estudio, tratado)” (deChile.net, s. f., http://etimologias.dechile.net/?
semiologi.a). Etimológicamente, significa el estudio de los signos y es empleada en
diversos campos del conocimiento. En el ámbito de la salud, los profesionales
incursionaron en el estudio de la semiología a fin de conocer los distintos signos y
síntomas que puede presentar una persona. Esto es aprender a mirar, reconocer,
palpar y escuchar para interpretar, resignificar y conocer el estado de salud de las
personas.
¡Bienvenidos a Semiología Médica Kinésica! En esta lectura avanzaremos en el
conocimiento de la semiología desde una perspectiva general y también en
particular desde la mirada fisiokinésica.

Semiología

Síntoma y signo

Método clínico

Diagnóstico siokinésico

Valoración de la capacidad funcional


La Patient Speci c Funtional Scale (PSFS)

Referencias
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Semiología

“La semiología es la rama de la medicina que se ocupa de la identificación de


las diversas manifestaciones de la enfermedad” (Facultad de Ciencias
Médicas, s. f., semiologiahnc.webs.fcm.unc.edu.ar/informacion-general/).
Pensemos en un ejemplo: cuando Rosa llega a la consulta, trae consigo un
pedido médico donde se solicita kinesioterapia respiratoria: el diagnóstico
médico indica enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). A través de
la semiología, lograremos identificar las manifestaciones de su enfermedad;
sin embargo, nuestra evaluación estará destinada a la mirada particular de la
kinesiología, de modo que evaluaremos la funcionalidad.

La semiología comprende cuatro ramas:

Semiotecnia: “Es el conjunto de métodos de investigación [o


técnicas] que se utilizan para obtener o apreciar los signos y [los]
síntomas… Comprende los métodos clínicos y los métodos
complementarios” (Facultad de Ciencias de la Salud, s. f., p. 19). En
el caso de Rosa, a través de la semiotecnia reconoceremos la
presencia de disnea, tos, cianosis, hipotrofia muscular, disminución
de la compliance torácica, baja tolerancia al esfuerzo físico,
etcétera.
Semiogénesis: “Esta rama se encarga del estudio del origen de los
signos y los síntomas” (Facultad de Ciencias de la Salud, s. f., p.
19). En el caso de Rosa, la semiogénesis nos permitirá establecer si
la disnea que presenta es de origen respiratorio, cardíaco o de otro
origen, a partir de las características que presenta.

Semiografía: “Corresponde a la trascripción escrita de un signo o


de un síntoma” (Facultad de Ciencias de la Salud, s. f., p. 19), o su
descripción detallada. Finalmente, en la ficha fisiokinésica de Rosa
deberemos consignar cada signo y síntoma que presenta de forma
correcta, completa y con terminología adecuada.

Clínica propedéutica: “Interpreta, reúne y ordena el conjunto de


signos y síntomas a fin de integrarlos en un cuadro clínico para
llegar a un diagnóstico” (Facultad de Ciencias de la Salud, s. f., p.
19). En el caso del médico, esto se hizo a través de la clínica
propedéutica, que estableció que Rosa presenta un cuadro de
EPOC. Y será también con este procedimiento que lograremos
establecer un diagnóstico fisiokinésico claro.

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Síntoma y signo

Síntoma:
Es toda manifestación de enfermedad que el paciente refiere,
pero que no se puede comprobar objetivamente. Se lo puede
fingir, modificar o cambiar. El síntoma siempre es referido por el
paciente como una molestia que solo él puede percibir. El
ejemplo más claro es el dolor. (Facultad de Ciencias de la Salud,
s. f., p. 19).

Según su valor diagnóstico, los síntomas se clasifican del siguiente modo:

Síntomas generales: Son comunes o genéricos para gran cantidad


de distintos estados mórbidos. Ejemplo: astenia.

Síntomas triviales: Tienen poca significancia clínica, ya sea porque


son frecuentes en pequeñas indisposiciones o porque no aportan
elementos de juicio de importancia para el diagnóstico o
pronóstico. Ejemplo: mialgia.
Síntomas dominantes: Son aquellos que sobresalen por su
evidencia entre los demás síntomas que presenta el enfermo;
tienen el valor práctico de indicar el tratamiento sintomático.
Ejemplo: lumbalgia.

Signo: “Es toda manifestación objetiva de enfermedad que el profesional


reconoce o provoca… Los signos son datos que se ven, se tocan, se miden,
etc.” (Facultad de Ciencias de la Salud, s. f., p. 19). Son datos objetivos,
extraídos del examen físico o exámenes complementarios.

Muchos de los signos clínicos llevan nombres propios (de


quienes los descubrieron y describieron; [por ejemplo, signo de
Babinski, signo de Romberg, signo de Godet])… Otros llevan un
nombre que intenta describirlos rápidamente: signo de la tecla,
signo del témpano, etc. (Facultad de Ciencias de la Salud, s. f., p.
20).

Y por último existen signos que “tienen nombre propio; de hecho, cualquier
manifestación ostensible que pueda ser apreciada por el profesional es un
signo. Ejemplos: hemorragia, deformación articular, aumento de la
temperatura” (Facultad de Ciencias de la Salud, s. f., p. 20). 
Según su valor diagnóstico y pronóstico, los signos se pueden clasificar del
siguiente modo:

Signos guiones, cardinales, esenciales, orientadores o cruciales:


Orientan y guían en el camino que seguir para el conocimiento de la
enfermedad, de donde su reconocimiento implica un
cuasidiagnóstico. Por ejemplo, una mano péndula para la parálisis
del nervio radial.

Signos concurrentes, plurívocos, accidentales o comunes: Son


comunes a un sinnúmero de procesos mórbidos —por ejemplo,
febrícula—, donde sin el signo guion o cardinal no tienen mayor
significación diagnóstica. Sin embargo, a veces, en su conjunto son
la expresión del sello particular de determinados cuadros
nosológicos.

Signos patognomónicos, unívocos o específicos: “Es un signo


particular cuya presencia indica que una enfermedad particular
está presente más allá de cualquier duda” (Orpha.net, s. f.,
https://www.orpha.net/consor/cgi-bin/Disease_HPOTerms.php?
lng=ES&data_id=260&Typ=Pat&diseaseType=Pat&from=rightMenu
). Un signo patognomónico tiene una especificidad muy alta (del
100 %), pero no necesita tener una alta sensibilidad donde a veces
puede estar ausente una determinada enfermedad, ya que el
término solo implica que, cuando está presente, el médico de
inmediato conoce la enfermedad del paciente (pathos:
enfermedad; gnosis: conocimiento). Ejemplo: el signo de Babinski
es patognomónico de la lesión piramidal.
A continuación, deberás discriminar cuál de los siguientes es un signo y cuál
es un síntoma.

SIGNO

Fiebre Tos

Hemorragia Vómito

Cianosis
SÍNTOMA

Cefalea Dolor

Náuseas Anorexia

Taquicardia

Cuadro clínico y síndrome

    Los signos, al igual que los síntomas, carecen de valor cuando


son considerados en forma aislada. Si, en cambio, se consideran
en conjunto, se conforma un cuadro clínico. En algunas
ocasiones este cuadro clínico… es exclusivo de una causa.
Cuando esto sucede se habla de enfermedad: conjunto de
signos y síntomas que evolucionan a un mismo tiempo,
definiendo un cuadro clínico cuya etiología es única.

    Un síndrome es una agrupación de síntomas y signos que


puede tener diferentes causas. Un síndrome puede deberse a
varias enfermedades. 

    Por ejemplo: síndrome febril, síndrome hipertiroideo, síndrome


meníngeo. Los síndromes son cuadros clínicos que pueden ser
ocasionados por diferentes causas, pero cualquiera sea esta el
cuadro clínico siempre es el mismo. (Facultad de Ciencias de la
Salud, s. f., p. 20).

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Método clínico

El método clínico es la aplicación del método científico en las ciencias de la


salud. Tiene como objetivo de estudio el proceso de salud-enfermedad.
Consta de los siguientes pasos:

1 Formular el problema (alteración de la salud de una persona)…

2 Información primaria (interrogatorio y examen físico)…

3 Formular hipótesis (diagnóstico presuntivo o provisional)…

4 Comprobar o negar la hipótesis ([diagnóstico diferencial a través


de] exámenes complementarios y evolución del paciente)…

5 Exposición de los resultados…

6 Instituir la terapéutica…

7 Exposición y evaluación de los resultados finales. (Bacallao


Martínez y Bello Medina, 2014,
http://www.revactamedicacentro.sld.cu/index.php/amc/article/vie
w/136/115).
La información primaria se recolecta siguiendo “una metodología
semiológica, la cual permite obtener un máximo de información con un
examen ordenado” (Facultad de Ciencias de la Salud, s. f., p. 22):

A) Anamnesis.

B) Inspección/observación.

C) Examen físico, que incluye palpación, percusión y auscultación.

D) Exámenes complementarios.

A partir de esta información, el profesional podrá establecer el diagnóstico


presuntivo. Cuando deben descartase otras enfermedades que presentan un
cuadro similar, los procedimientos para confirmar o refutar estas
posibilidades se denomina diagnóstico diferencial.

El pronóstico de una enfermedad es el juicio hipotético acerca de la terminación probable de una


enfermedad. Es el diagnóstico en el tiempo. 

En reglas generales y de acuerdo [con el] comportamiento


habitual de una determinada enfermedad, se puede hacer una
presunción con respecto al curso que seguirá... Cada
enfermedad puede ser muy variable… 
[Así], el pronóstico puede ser:

Favorable: Evoluciona hacia la curación.

Reservado: Variable, puede complicarse.

Ominoso: Evoluciona indefectiblemente a la muerte.

La evolución es, en cambio, un factor que depende de las


condiciones personales del enfermo. Así, por ejemplo,
enfermedades de buen pronóstico pueden tener una mala
evolución en un determinado paciente. (Facultad de Ciencias de
la Salud, s. f., p. 22).

No es lo mismo una neumonía en un paciente joven que goza de buen


estado de salud que en un anciano con neumopatía previa.

En el caso de Rosa, su pronóstico es reservado, dado que la EPOC es


actualmente la cuarta causa de muerte en el mundo y la Organización
Mundial de la Salud (OMS) estima que será la tercera en el año 2030. Sin
embargo, la evolución de Rosa puede ser favorable teniendo en cuenta sus
antecedentes patológicos y el hecho de que dejó de fumar.

Para conocer más respecto a cómo son procesos que llevan a un diagnóstico
médico, te invitamos a leer los siguientes apartados del libro de Semiología
médica, de Argente y Álvarez (2013):
“Cómo se mide la certidumbre en medios diagnósticos” y “Cómo se
mide la probabilidad de los resultados”, del capítulo 4, páginas 27 y
28.

El capítulo 5: “Fundamentos del diagnóstico clínico” (desde la


página 39 a la 43).

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Diagnóstico fisiokinésico

Siempre que se hace referencia a la expresión diagnóstico, se lo asocia


inmediatamente con un término de uso primordial en el ámbito médico que
exige educación y práctica médica para ser emitido y sustentado. No
obstante, se presenta casi automáticamente una asociación con la
enfermedad y se desconoce su infinito alcance y el valor genérico que puede
obtener cuando se asume desde las perspectivas propias de cada disciplina.

“Durante décadas, los fisioterapeutas han guiado su práctica profesional


fundamentados en el diagnóstico médico del modelo tradicional” (Deza
Lesmes, 2007); sin embargo, bajo este paradigma basaban su intervención
terapéutica sin claridad suficiente. La comunidad académica en fisioterapia
propició una movilización de recursos para construir una identidad
diagnóstica desde su objeto de conocimiento y práctica profesional (Tabla 1).
Así, la Asociación Americana de Terapia Física, en 1984 legalizó el uso del
diagnóstico fisioterapéutico como actividad pertinente de la práctica
profesional.

En el modelo biologicista-mecanicista, el fisioterapeuta realizaba su


conclusión diagnóstica en términos de deficiencias y de la limitación
funcional que el paciente presentaba como consecuencia de su enfermedad
de base, y la mayoría de las veces esto estaba subordinado a la orientación
médica para el diseño, la ejecución y la evaluación de estrategias
encaminadas a restituir los niveles de funcionalidad e independencia. Bajo
este modelo, destaca el aporte de Sharmann (1988), que define al
diagnóstico fisiokinésico como “término que nombra la disfunción primaria
hacia la cual el terapeuta físico dirige el tratamiento”.

La condición postmoderna ha movilizado el cambio paradigmático en el área


de la salud y ha logrado una orientación liberal que permite al paciente la
autogestión en salud, en la cual el fisioterapeuta se descubre como
orientador de procesos no solo de rehabilitación, sino también de promoción
de la salud y prevención de la discapacidad, y amplía su mirada profesional
sobre un modelo integral que contempla las dimensiones cognitiva, psíquica,
espiritual y física del ser humano en los diferentes niveles de interacción
social, cuyo proyecto de vida determina en gran medida la movilidad de los
factores internos y externos que configuran una determinada condición de
salud. Como podrás observar en la Tabla 1, se muestra cómo fueron
cambiando los conceptos y propósitos en salud y fisioterapia.

Tabla 1: Cuadro comparativo del concepto, propósito, referentes y términos


utilizados entre las décadas de los 80 y los 90 y el siglo XXI
Décadas 80 - 90 Siglo XXI
Concepto  

Juicio sobre “estado de salud” de un enfermo, Juicio que caracteriza condiciones de


término que designa disfunciones esenciales, funcionamiento y discapacidad referidas al
objeto de tratamiento del fisioterapeuta. movimiento corporal.
Propósito Identifica características del funcionamiento o
discapacidad desde la relación entre la

 Identifica movimiento patológico. capacidad de movimiento y las necesidades y

Determina soluciones funcionales. posibilidades de interacción social.

 Revela “deficiencias, discapacidades


y minusvalías”.
El diagnóstico como punto de partida de
proyectos terapéuticos y factor pronóstico.

Revela comportamiento motor en condiciones


de funcionamiento o discapacidad, teniendo
en cuenta la ejecución de actividades y la
participación social.
Referentes Diagnóstico fisioterapéutico independiente del
médico, lo relaciona para el análisis

Dependencia del diagnóstico médico. transdisciplinario de las condiciones de salud


de sus usuarios.
Términos utilizados Estructuras y funciones corporales -
deficiencias.

Limitación funcional, deficiencia, discapacidad


y minusvalía. Actividades (individuo) - limitación en la
actividad.

Actividades básicas cotidianas, actividades de


la vida diaria, actividades instrumentales de la Participación social – restricción en la
vida diaria. participación.

Manejo del cuerpo, actitud postural y Facilitadores – barreras.


desplazamientos.

Capacidad – desempeño/realización.

Clasificación internacional del funcionamiento


y de la discapacidad y de la salud (CIF).
Fuente: Daza Lesmes, 2007. 

Para la estructuración del diagnóstico fisiokinésico, Daza Lesmes (2007)


propone la Clasificación Internacional de Funcionamiento (CIF) promulgada
por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización
Panamericana de la Salud (OPS), porque el objetivo principal de la CIF es
homólogo a la necesidad de la fisioterapia de precisar un lenguaje común
que permita legitimar los juicios fundamentados que elabora, para describir
la condición de funcionamiento y discapacidad de la población. Dado su
carácter universal, proporciona los elementos necesarios para determinar un
diagnóstico y emitirlo con el uso de términos básicos de comprensión tanto
de la disciplina como interdisciplinario.

De esta manera, Daza Lesmes (2007) concibe el diagnóstico fisiokinésico


como un juicio que se emite con base en el proceso evaluativo de la
disciplina, que identifica y categoriza la condición de funcionamiento o la
discapacidad del usuario, enmarcado en un nuevo contexto que incluye el
aspecto corporal, el individual y el social dentro de su actual condición de
salud, con el cual el profesional se fundamenta para planificar, diseñar,
ejecutar, seguir, evaluar y reevaluar un plan estratégico de interacción que,
según el nivel de atención en salud, sea apropiado para cada caso particular
(Figura 1).

Figura 1: Factores asociados a la propuesta de diagnóstico fisiokinésico


Fuente: Daza Lesmes, 2007.

No es en sí el método por el que se llegue a él lo que diferencia al diagnóstico


en fisioterapia del emitido por otro profesional de la salud, sino que son los
fenómenos y las variables que se van a observar y clasificar desde un objeto
de estudio particular. En el caso de Rosa, ella llega con el diagnóstico médico
de EPOC. En la Figura 2, podrás observar un algoritmo que podría haber
utilizado su médico para concluir en su diagnóstico.

Figura 2: Algoritmo diagnóstico de los fenotipos clínicos de la EPOC


Fuente: Grupo de Trabajo de GesEPOC, 2012, p. 11.

Dado que el propio concepto de la EPOC es la obstrucción irreversible del


flujo aéreo, esta prueba complementaria es fundamental a la hora de
establecer el diagnóstico médico. Sin embargo, para la rehabilitación
fisiokinésica este parámetro no será el más adecuado para valorar la
funcionalidad, ya que este parámetro coexistirá con el paciente siempre. El
objetivo del tratamiento en un paciente con EPOC no es únicamente obtener
una mejoría en la función o frenar la evolución de la enfermedad, sino
alcanzar una situación en la que el paciente restablezca su grado de
bienestar y pueda realizar una vida suficiente de relación.
Será necesario pensar en las deficiencias que presenta (obstrucción
irreversible del flujo aéreo); sin embargo, también deberemos valorar las
actividades que puede realizar y las limitaciones que posee, las restricciones
en la participación y, por supuesto, el contexto, con las barreras o
facilitadores que posea Rosa.

Así, en el diagnóstico fisiokinésico quizá cobren mayor interés las


evaluaciones de tolerancia al esfuerzo y de percepción de tolerancia al
esfuerzo, un cuestionario de percepción de calidad de vida, su estado físico
general, la adhesión al tratamiento, el acompañamiento familiar, etcétera. 

Para finalizar este tema, te invitamos a leer “Aspectos éticos” y “Pronóstico”


del capítulo 2 de Evaluación clínico funcional del movimiento corporal humano
(Daza Lesmes, 2007).

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Valoración de la capacidad funcional

La valoración de la capacidad funcional permite terminar de establecer las


limitaciones en la actividad y las restricciones en la participación que pueda
presentar una persona como consecuencia de su condición de salud con la
perspectiva de terminar de estructurar el diagnóstico y el pronóstico
fisioterapéutico.

La valoración de la capacidad funcional comprende la


identificación de las múltiples variables que intervienen en el
funcionamiento y abarcan al ser humano como ser
multidimensional; conlleva en sí misma un carácter integral y da
apoyo holístico al proceso de rehabilitación que permite la toma
de decisiones desde una mirada transdiciplinaria. (Daza
Lesmes, 2007, p. 306). 

Esto conlleva una amplia perspectiva del funcionamiento que podríamos


subdividir de forma pedagógica del siguiente modo:

Funcionamiento físico.
Funcionamiento mental.

Funcionamiento emocional.

Funcionamiento social.

Los kinesiólogos nos encargamos de la valoración del funcionamiento físico;


sin embargo, la mirada sobre la persona evaluada deberá ser holística, por lo
que se podrán utilizar distintas escalas y valoraciones que impliquen otros
aspectos, con la posibilidad de realizar una interconsulta cuando el juicio
profesional lo considere necesario. En el caso de Rosa, para la valoración
funcional específica podríamos utilizar: por un lado, la prueba de marcha de
los 6 minutos (PM6M), que mide la capacidad de ejercicio y la respuesta a la
rehabilitación respiratoria, que veremos en detalle más adelante; y por otro,
el cuestionario de percepción de calidad de vida SF36, que compartimos a
continuación.

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La Patient Specific Funtional Scale (PSFS)

La Patient Specific Funtional Scale (PSFS) evalúa las limitaciones en la


actividad y posibles restricciones en la participación social del paciente. Es
simple: se le debe solicitar al evaluado que mencione de 3 a 5 actividades en
las que actualmente se vea limitado y que las puntúe de 0 a 10, siendo 0 =
incapaz, y 10 = normal o tan capaz como era antes del problema. Esta
herramienta es muy útil para reflejar cambios en el funcionamiento en
cualquier diagnóstico, como en el caso de Rosa; además, nos permite
trabajar orientados en las metas del tratamiento. 

Otra posibilidad es utilizar el Single Alpha Numeric Evaluation (SANE), que


evalúa la percepción que tiene el paciente acerca de su problema. En este
caso, se le solicita al paciente que puntúe su habilidad para usar el área
afectada de 0 a 100 %, siendo 0 % = incapaz y 100 % = como era antes de
tener el problema. En este caso, el resultado estará influenciado por el dolor,
porque, si todavía le duele al paciente, probablemente aún no puntúe el 100
%. Por ello es necesario contrastar muchas veces lo que el paciente cree y
piensa con lo que puede hacer. 

Para conocer más respecto a instrumentos de valoración funcional, te


invitamos a leer el capítulo 12 de Evaluación clínico funcional del movimiento
corporal humano (Daza Lesmes, 2007), donde además podrás encontrar
otras evaluaciones funcionales: la de Barthel y Katz, que valoran las
actividades de la vida diaria (AVD); el índice para las actividades
instrumentales de la vida diaria de Lawton; la medición de independencia
funcional (FIM), y la escala de Tinetti, que evalúa equilibrio y marcha.

L1 M1 PSFS ARGENTINA.pdf
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