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Dos procedimientos:
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Ejemplos de films:
El film emblemático donde la toma de posición brechtiana está radicalizada es La
Chinoise (1967), de Godard. También contamos Antes de la Revolución (1964),
Bertolucci; El Mercader de las cuatro estaciones (1972), Fassbinder.
Algunas actualizaciones del modelo se pueden apreciar en films como Sin techo ni ley
(1985), de Agnes Varda, donde una serie de personajes “reconstruyen” las últimas
semanas de vida de la protagonista, una joven vagabunda, que hallan muerta en una
finca. El film propone un recorrido errático a través de los personajes que la
conocieron y qué experiencias tuvieron con ella. No se trata de un viaje, de principio
a fin, sino de una travesía por la subjetividad de las miradas. Tal es de ese modo que,
en situaciones claves, los personajes dejan de actuar, miran a cámara y reflexionan
sobre la situación dramática así como la exposición de las historias están signadas por
la interrupción, la discontinuidad.
El distanciamiento es uno de los mecanismos que propone este modelo. En este caso
en particular no lo es estrictamente para la reflexión política ideológica pero sí para
plantear el problema de la Libertad y la radicalización de las ideas. En otros términos:
cómo se puede vivir en libertad sin ser un marginado autodestructivo.
Dice uno de los personajes, el Pastor (1:01:00), mirando a cámara:
“Pasó como un rayo. No tenía planes ni objetivos, ni deseos de nada. Tratamos
de proponerle cosas. No quería hacer nada. Eso no es errar, es un error. Al
probar que es inútil entra en el juego del sistema que rechaza. Es un error, eso
no es errar.”
En el cine nacional también tenemos una reelaboración del Modelo Brechtiano en Los
Rubios (2003), de Albertina Carri. Es un film que se basa en la pluralidad de relatos
que intentan dar cuenta de quiénes eran los padres de la directora. Particularmente
apoyada en una estrategia de metalenguaje, hacen ver todo el tiempo que se trata de
la construcción de una ficción sobre un hecho real. La protagonista se presenta, en un
plano marcado por la frialdad del encuadre y la interpretación, con su nombre y
apellido, dice que es actriz y que va a interpretar el papel de la directora. Para
reforzar tal distanciamiento, a lo largo del film vemos los ensayos, varias tomas de
un mismo plano, a la directora pautando a la actriz, las claquetas y,
significativamente, podemos asistir a una reunión del equipo de producción donde se
discute la política del INCAA con respecto a la calificación de la película.