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DOCUMENTO CONCEPTUAL
INTRODUCCIÓN
En línea con lo anterior, durante el ciclo de apertura y en concordancia con las tareas
propias de inicio del año se propuso un espacio de reflexión sobre el Sistema Institucional
de Evaluación de los Estudiantes con un particular énfasis en los componentes de
valoración integral, seguimiento a los aprendizajes y autoevaluación, con el propósito de
que a partir de la dicha revisión, los tutores, docentes y directivos docentes pudiesen
fortalecer sus prácticas evaluativas tanto a nivel de Establecimiento Educativo como de
aula.
Como se puede evidenciar, a lo largo del año se han trabajado varios procesos y
conceptos que tienen que ver con el uso pedagógico de los resultados, el fortalecimiento
de los aprendizajes, el ciclo de mejoramiento continuo cuyo referente son los resultados
de la evaluación interna y externa. No obstante, el fortalecimiento académico y curricular
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que se genera a partir de este ejercicio debe verse en varias escalas temporales y de
gestión al interior del establecimiento educativo, por lo que siguiendo la línea propuesta a
lo largo del año, pero también teniendo en cuenta el momento del año en el que se
desarrollaría el Ciclo III, resulta oportuno facilitar la construcción del balance de lo
realizado y la proyección de las acciones para el siguiente año, por lo que en la presente
CDA de evaluación se busca promover la reflexión pedagógica tanto con los docentes
como a nivel institucional para alimentar la revisión del Plan de Mejoramiento Institucional
que se llevará a cabo al finalizar el año y que permitirá proyectar las acciones a realizarse
en el año 2023, aprovechando los recursos disponibles como lo son los resultados de
EPA, mallas de recursos y los planes de fortalecimiento académico y pedagógico que se
han trabajado a lo largo del año.
ESTRUCTURACION
Y en esta línea se define que este sistema cuente con tres elementos:
- Los estándares básicos de competencias que son criterios claros y públicos que
orientan el diseño de los currículos y planes de estudio, las estrategias
pedagógicas y las evaluaciones de los aprendizajes. Son referentes que permiten
establecer si un estudiante, una institución o el sistema educativo en su conjunto
cumplen unas expectativas comunes de calidad. Además, expresan una situación
deseada en cuanto a lo que se espera que todos los alumnos aprendan en su
paso por la educación básica y media.
Con los estándares y los demás referentes para la calidad y pertinencia de la
educación se busca transformar la visión tradicional que privilegiaba la simple
transmisión y memorización de contenidos, por la de una pedagogía que permita
que los estudiantes utilicen los conocimientos adquiridos en situaciones diversas
para solucionar creativamente diferentes tipos de problemas.
- De otra parte, evaluar permite saber cómo se está frente a los objetivos y metas
propuestas y, con base en los resultados obtenidos, definir acciones concretas
para mejorar. Las evaluaciones realizadas a los estudiantes por los docentes en
desarrollo de las actividades pedagógicas, así como las que se llevan a cabo
periódicamente (pruebas SABER y examen de Estado), dan información valiosa
sobre qué tanto saben y saben hacer en las áreas fundamentales.
Entonces es en este escenario del mejoramiento continuo en el que podemos definir los
planes de mejoramiento institucional como un conjunto de acciones integradas, de una
orientación, de un esfuerzo institucional, cuyo fin es alcanzar niveles adecuados de
aprendizaje en los niños y los jóvenes, de tal forma que las instituciones logren
cumplir con los objetivos propuestos en el PEI (MEN, s.f).
Por otra parte, el mejoramiento continuo implica gestionar 3 los diversos componentes que
se encuentran presentes en el establecimiento educativo; en este sentido la Guía 34 del
Ministerio de Educación propone cuatro áreas de gestión que son las siguientes:
Ahora bien, es importante hacer énfasis en que el uso pedagógico de los resultados sobre
el que se ha venido trabajando en otros ciclos, se sitúa en la articulación que debe existir
entre la evaluación y el mejoramiento, en tanto de que es la herramienta que permite
tomar los resultados de la evaluación de los estudiantes e interpretarlos para que sirvan
como insumos para el proceso de mejoramiento. En particular esta CDA se centrará en la
utilización de dichos resultados para proyectar el área de gestión académica que involucra
el fortalecimiento de la gestión pedagógica y de la gestión curricular de las cuales se
hablará más adelante, el cual tiene como propósito la revisión y ejecución de diseños
curriculares y prácticas de aula más pertinentes y contextualizadas para avanzar
hacia el desarrollo de mejores prácticas de aula y ambientes propicios para el
aprendizaje, por lo tanto, de mejores aprendizajes en los estudiantes.
La gestión académica guarda una profunda relación con la gestión curricular y la gestión
pedagógica, de tal manera que puede decirse que tanto la gestión curricular como la
gestión pedagógica permiten focalizar algunos aspectos para profundizarlos, ampliarlos,
complejizarlos, completarlos a partir del saber pedagógico y didáctico con el propósito de
alcanzar el logro de los aprendizajes por parte de los estudiantes.
Así la gestión curricular, trata de abordar centralmente, los saberes vinculados con la
dimensión pedagógica y didáctica, es decir que se vincula con los procesos de toma de
decisiones sobre qué, cómo y cuándo enseñar y evaluar, a partir de un ejercicio continuo
de reflexión y praxis que persigue encontrar cada vez más y mejores soluciones
didácticas y organizativas y, a la vez, promover la innovación y el cambio en la escuela.
Todo esto bajo el enfoque de un currículo dinámico y flexible que permanentemente debe
ser revisado y ajustado para dar respuesta a las necesidades de los estudiantes y de su
contexto y que, por otra parte, desde una lectura estructural de la gestión curricular,
permite comprender las interacciones institucionales y las prácticas docentes a través de
ellas.
Con el concepto de gestión pedagógica se pretende llamar la atención sobre los asuntos
pedagógicos de la institución educativa, es decir, sobre todos aquellos factores que tienen
Es muy importante mencionar que así como las gestiones académica, pedagógica y
curricular se encuentran interrelacionadas, los procesos de diseño pedagógico y
curricular, práctica pedagógica, seguimiento académico, prácticas pedagógicas y gestión
de aula que se muestran en la tabla anterior también lo están si se tiene en cuenta que su
accionar conjunto permite la concreción del proceso de enseñanza aprendizaje de manera
tal que se cumplan los propósitos de formación como se muestra en el siguiente
esquema.
Por otra parte, el diseño curricular en concordancia con la complejidad del proceso
educativo determina el orden para desarrollar actividades dándoles coherencia y
secuencialidad y atendiendo a que son múltiples los agentes y aspectos que configuran
dicho proceso, coordina la participación de los mismos en el proceso educativo, lo que
da lugar a la conformación del plan de estudios y los planes de área, que a su vez sirven
para organizar el quehacer pedagógico del establecimiento educativo y por ende de los
docentes.
No obstante Sacristán (2008) enfatiza en el hecho de que, si bien el diseño previo sirve
para guiar la práctica, en el marco de la implementación del currículo los docentes actúan
como un diseñador que media entre las directrices curriculares a las cuales se tiene que
ceñir e interpretar y las condiciones particulares de su práctica y en este sentido, entra en
juego el conocimiento didáctico del contenido y el saber pedagógico del docente para
llevar a cabo este diseño del proceso de enseñanza aprendizaje a desarrollarse en el
aula, el cual le permite prever y guiar su práctica pedagógica.
En palabras de Sacristán (2008): “El diseño incorporará, pues, la condición de ser una
propuesta tentativa singular para un contexto, para unos alumnos, apoyado en principios
interpretables, abiertos. Y si el currículo real -llamado también en la acción- no se puede
entender sin aludir a las prácticas existentes que lo convierten en experiencia para los
alumnos, tampoco servirán los modelos de diseñar que no cuenten con tales prácticas
que los convertirán o no en realidad. El diseño es un instrumento para guiar la práctica, y
ésta no es algo abstracto, sino que tiene unos actores determinados y se desenvuelve en
unas circunstancias concretas” (p.226).
De acuerdo con esto, los diferentes niveles en los que se concreta el diseño pedagógico y
curricular no conforman como tal un sistema jerarquizado con relaciones completamente
horizontales, sino que entre estos niveles se pueden identificar relaciones de
interdependencia que deben ser fortalecidas con el propósito de que entre ellas se pueda
garantizar una coherencia entre lo que se plantea en el currículo y lo que se ejecuta en el
aula, de acuerdo con lo cual se proponen por lo menos dos perspectivas para abordar
una revisión del componente de diseño pedagógico y curricular: por un lado la alineación
que el plan de estudio, los planes de área y de aula debe tener con lo propuesto desde el
PEI, con los referentes de calidad y con las necesidades de los estudiantes (identificadas
tanto en el contexto como en los resultados de la evaluación interna y externa) y por otro
- Prácticas pedagógicas
No obstante, dado que el foco de acción del Programa se concentra en este componente,
es importante incorporar otros elementos que permitan promover la reflexión pedagógica
de los docentes alrededor de su práctica, con el propósito de identificar acciones para
fortalecer no solamente el trabajo de cada docente sino también identificar las
oportunidades de trabajo en equipo que aporten la construcción de saber pedagógico y al
aprendizaje de los niños y las niñas.
De acuerdo con esto, el trabajo que se plantea alrededor de las prácticas pedagógicas
debe permitir revisar y reflexionar acerca de la manera en que los docentes planean y
ejecutan las estrategias didácticas que permiten proporcionar experiencias de aprendizaje
a los estudiantes y sobre las interacciones entre el docente y los estudiantes que las
facilitan.
De acuerdo con lo anterior, el análisis y reflexión de las prácticas pedagógicas pasa por
analizar de manera integral los siguientes aspectos con el propósito de ampliar la mirada
propuesta en la guía 34:
- Las estrategias didácticas, entendidas como los planes de acción que pone en
marcha el docente de forma sistemática para lograr unos determinados objetivos
de aprendizaje en los estudiantes (Pérez, 1995 citado por Tobón, 2013; p.288). las
estrategias se componen de tres elementos (Avanzini, 1998): finalidades (aquí
están los propósitos sociales, institucionales y personales que se pretenden
alcanzar), los contenidos por formar (están dados por las áreas y cursos) y la
concepción que se tiene de los estudiantes (Tobón, 2013; p.289).
- Los recursos educativos, que hacen referencia a todos aquellos medios que
emplea el docente para acompañar, apoyar, desarrollar, evaluar el proceso de
enseñanza aprendizaje. Se considera que su uso es un aspecto a considerar para
lograr los procesos de enseñanza y de aprendizaje de calidad, por lo que cuando
el docente realiza sus planes de aula, debe integrar intencionalmente dicho
material (libros de texto, recursos audiovisuales, libros de la biblioteca escolar,
entre otros), haciendo uso cotidiano de ellos con el propósito de lograr prácticas de
aula interesantes, que involucren diferentes estilos de aprendizaje de los
estudiantes (MEN, 2017; p.18).
- Gestión de aula
De acuerdo con esto la relación pedagógica tiene dos connotaciones una que
tiene que ver con las interacciones bidireccionales que se establecen entre el
docente que pretende que los estudiantes aprendan y crezcan y el estudiante que
debe tener deseo, disposición y preparación para aprender, permitiendo la
conexión con el mundo con que se relaciona el aprendizaje trabajado. La otra
connotación se refiere a la relación emocional que se establece entre el estudiante
y su maestro, en la cual desde la perspectiva que venimos trabajando, se
considera el estudiante como protagonista de su propio proceso de aprendizaje y,
por tanto, sobre esta relación se cimienta su participación activa y continua en el
proceso de aprendizaje, en el que la intervención del docente gira entorno a al
diálogo, la comunicación y la cooperación.
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En el ciclo I del año 2020 se presentó una propuesta en el marco de la ruta de acompañamiento
relacionada con la gestión de aula en la que se planteaba la organización de dicha gestión en
cuatro áreas: Personas, Espacio, Tiempo y Recursos, en la cual se pueden encontrar otros
elementos a tener en consideración en las discusiones y reflexiones propuestas a los docentes, de
los cuales no se hace mención en este protocolo con el fin de mantener la organización propuesta
por la Guía 34.
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Por esta razón es posible hablar de variedad de estilos pedagógicos ya que cada
persona lo construye y lo expresa de manera diferente al de sus pares. El estilo
pedagógico da cuenta de la manera particular del docente para vincularse con los
alumnos, entendiendo que pensar en la enseñanza es pensar en la comprensión
de los alumnos, y donde la práctica moral, en cuanto ética de la misma práctica, se
construye en una relación que expresa como cualquier otra los vínculos solidarios,
respetuosos, de las diferencias y de los contextos en los cuales las prácticas se
inscriben.
Otro aspecto a tener en cuenta en la gestión de aula son los ritmos y estilos. El
ritmo de aprendizaje es la velocidad con que una persona puede aprender,
mientras que el estilo de aprendizaje hace referencia a un repertorio determinado
de conductas y actitudes que caracterizan su modo de entender y asimilar la
realidad, en otras palabras, son las distintas maneras en que las personas pueden
aprender.
- Seguimiento académico
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Gómez Gómez, L. Bustamante Parra, A. & otros. (2015). Estilos pedagógicos de docentes
de la facultad de educación de la uptc en los proyectos pedagógicos e investigativos I Y II
Praxis & Saber, vol. 6, núm. 12, julio-diciembre, 2015, pp. 209-240 Universidad
Pedagógica y Tecnológica de Colombia Boyacá, Colombia
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Esta jerarquización siguiendo la organización propuesta en la Guía 34.
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Ministerio de Educación Nacional. (2017). Guía del fortalecimiento curricular. Bogotá.
Secretaria de Educación del Distrito Capital. (1999). Diseño del Plan de Mejoramiento
Escolar, instrumentos conceptuales, instrumentos prácticos. Bogotá.