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¿Qué son las fintech?

Las fintech (finance + technology) son empresas innovadoras que están emergiendo en estos
últimos años y que ofrecen nuevas soluciones financieras con el soporte de las nuevas
tecnologías.

Orientadas a algún
aspecto de las finanzas

Fuerte soporte en las


nuevas tecnologías
Son muy innovadoras

Representan una
alternativa retadora
para la banca

Tipos de fintech
Abarcan un conjunto de empresas muy distintas que, atendiendo a su naturaleza, se pueden
clasificar en tres grupos muy diferenciados: startups y compañías de tamaño pequeño,
unicornios y GAFAs.
Startups y compañías de pequeños
tamaño

Fintech Unicornios

GAFAs

Startups y compañías de pequeño tamaño


Las fintech pueden considerarse como una modalidad de startup, en este caso orientado a las
finanzas. Una startup es una empresa pequeña o mediana, de creación reciente y,
normalmente vinculada con el mundo tecnológico. Parte de una idea de negocio innovadora y
con el conocimiento experto de uno o más de sus socios, generalmente pocos, para tratar de
escalar, mediante la tecnología digital, esa pequeña idea hasta convertirla en un negocio
rentable.
Cuentan con varios profesionales especializados cada uno en las diferentes áreas de la
empresa (producción, marketing, investigación, etc.), con una capacidad muy grande de
cambio y de adaptación al mercado.
Les basta con disponer de lo que se denomina un producto viable mínimo (MVP) que atienda a
la mayor parte de la demanda para su lanzamiento al mercado y ser de los primeros en atraer
a potenciales demandantes. Se prioriza la novedad a la perfección.
Si bien es factible obtener ganancias importantes en los primeros años, la realidad indica que
el éxito es muy difícil y, según diferentes estudios, entre el 75% y el 90% de las nuevas startups
en general y también de las fintech no logran sobrevivir.
Objetivos básicos de las pequeñas
startups

Conseguir instrumentar su producto/idea

Alcanzar masa crítica para sobrevivir

Unicornios
Startups cuya valoración es superior a los mil millones de dólares. La denominación de
unicornios se debe al carácter de mito y fantasía que corresponde a estos animales y a la
evidente dificultad equivalente para las startups de alcanzar dicho tamaño de valoración, ya
que se estima que solo llegan a ese nivel el 0,01% de las startups que se crean.
Son compañías privadas que no cotizan aún en los mercados de valores. En todo el mundo,
para la totalidad de los sectores (financiero, transporte colectivo, alojamiento, etc.), se estima
que existen unas 150 compañías unicornios, conformando un sector muy dinámico.
En diferentes campos de actuación podemos mencionar a Uber, Airbnb, Xiaomi o Snapchat.
En el campo específico de las unicornios fintech destacan las americanas Stripe, Zenefits o
Credit Karma y las chinas Lufax o Ant Finantial. Aproximadamente el 50% de estas empresas
tiene su origen en Estado Unidos, el 25% en China y el 10% en Reino Unido. La inferior
presencia de fintech europeas obedece a la menor dimensión de estos mercados, así como a la
diversidad de idiomas y culturas existentes en los diferentes países europeos, que las
convierten en más locales y reducen su potencialidad.
El modelo de negocio de las unicornios de mayor éxito obedece a tener una muy amplia base
de clientes.
El primer punto de discusión de las empresas unicornios es la valoración de las mismas, ya que
está basada, de forma muy sesgada, en sus expectativas de crecimiento y rentabilidad futura
más que en sus realidades financieras actuales. Muchos analistas plantean el hecho de estar
frente a una burbuja generada por inversores especulativos en un entorno económico de
mucha liquidez, más que en un negocio real y de futuro. Esto se debe a que generalmente la
principal finalidad de las unicornios es comenzar a cotizar en bolsa (con un fuerte
enriquecimiento de los inversores iniciales).

Startups

Unicornios

Salida a bolsa

Con independencia de la valoración de las empresas, los diferentes modelos de negocio y sus
estructuras de capital, las fintech rompen con las reglas del mercado y aportan soluciones
disruptivas en el ámbito de la banca. Al apoyarse en internet y las redes sociales, conocen muy
bien lo que quiere el cliente y consiguen acercarse al consumidor y obtener su confianza. Todo
ello conlleva que las empresas con éxito consigan un rápido crecimiento, con un número muy
alto de clientes en muy poco tiempo.

Las GAFAs, una cultura digital de mito


GAFA es el acrónimo de Google, Amazon, Facebook y Apple. A estas se podrían añadir
Samsung y Alibaba (ya cuenta con la fintech Ant Financial en su área financiera). Estas
compañías, también conocidas como bigtechs, se encuentran entre las diez corporaciones de
mayor capitalización del mundo, y es de sobra conocida su capacidad para introducirse de
forma innovadora en cualquier ámbito de negocio.
Aunque son empresas relativamente jóvenes, sus propuestas se han convertido en auténticos
monopolios digitales, y están generando una nueva economía y una cultura digital de mito. Es
evidente que la potencia de estas compañías les puede permitir entrar en las finanzas de la
forma que consideren más favorable, con millones de seguidores. Diferentes estudios
concluyen que si se preguntara a los usuarios de las GAFAs sobre la posibilidad de incluir
servicios financieros propios en sus relaciones habituales, por ejemplo a las cuentas de Gmail,
perfiles de Facebook, cuentas de Amazon o apps financieras en Apple, arrebatarían un número
inmenso de clientes a los bancos, con una gran pérdida de negocio para éstos.
A pesar de este potencial no parece que la estrategia de las GAFAs se oriente a convertirse en
entidades financieras como las que conocemos hasta ahora. El mundo de los bancos requiere
elevadas inversiones en cumplimientos regulatorios y un exceso de normativas locales que
complican extraordinariamente la actividad bancaria clásica. Actualmente, el crecimiento de la
actividad bancaria es muy inferior al negocio generado por estas entidades. Estos aspectos son
contrarios a la filosofía de la simplicidad y globalidad de las GAFAs.
Además, actualmente los ingresos y la rentabilidad de la banca, así como sus expectativas de
futuro, están muy lejos de los niveles que están consiguiendo estas empresas tecnológicas.

Google: Más Amazon: 200


de 500 millones de
millones de usuarios
usuarios

Facebook: Apple: 800


1.200 millones de
millones de usuarios
usuarios

El negocio bancario en su globalidad no aparece atractivo para las GAFAs, en cambio existen
áreas de actividad de los bancos que son muy rentables y que pueden ser objeto de su interés.
Google, con su modelo de negocio basado en la información de usuarios, dispone de una
licencia bancaria sin activar en Holanda, tiene diferentes actividades financieras como el
Android Pay, el monedero Google Wallet y servicios puntuales en algunos países como
pequeños préstamos y colaboraciones con empresas de crowdlending, bróker, pagos y envíos
de dinero. Apple ha lanzado el Apple Pay, con excelentes resultados en Estados Unidos, y
parece que en el futuro esta compañía se va a centrar en los pagos como una de las líneas de
innovación y crecimiento. Facebook, con licencia bancaria en Irlanda y más de mil millones de
usuarios en el mundo, ha lanzado un servicio de pagos entre amigos. La adquisición de
Whatsapp por parte de Facebook, tiene, según los expertos, como una de las finalidades la
creación de servicios de pago entre particulares. Finalmente, Amazon también ha desarrollado
iniciativas en préstamos y pagos para las compras en su web.
En definitiva, las GAFAs incrementarán sus inversiones y negocio hacia los servicios financieros
y tendrán un rol importante en las finanzas, aunque parece que no será, a medio plazo, como
bancos. Su estrategia de negocio recomienda la incorporación por áreas de interés, porque la
situación y atractivo del negocio bancario completo, tal como lo reconocemos, no parece
resultar llamativo.
La consideración de las GAFAs como empresas fintech se debe al gran poder intimidatorio que
significan para la banca tradicional por el potencial que tienen estas grandes compañías
tecnológicas de penetrar en el negocio financiero y desplazar a los bancos.

Los neobancos
Con este nombre se conoce a un grupo de entidades que se plantean los servicios financieros
a sus clientes (usuarios) desde cero, ya sea bajo la forma operativa de bancos o no, y su origen
se remonta al año 2010 en el Reino Unido (Challenger Banks). En este período como respuesta
a la crisis financiera, comenzaron a surgir una serie de pequeños bancos centrados en la
transparencia y la calidad de trato a sus clientes, así como para ser un contrapoder a las
grandes corporaciones bancarias establecidas. El caso más notorio fue la concesión de una
nueva licencia bancaria a Metro Bank, que es el antecedente a los neobancos. Posteriormente,
apareció una nueva generación de bancos digitales con la idea de que los jóvenes de hoy serán
los grandes clientes de la banca del mañana (millenials), así que todos sus servicios son
accesibles exclusivamente a través de dispositivos móviles. Destacan en este grupo los
británicos Atom Bank y Tandem Bank.
Experiencias similares se pueden encontrar con empresas que ni siquiera poseen licencia
bancaria pero que operan desarrollando un software sobre la infraestructura y la garantía de
otro banco. Este es el caso de la americana Simple Bank o la alemana Number26.
A pesar de que todas estas entidades aún no han conseguido una plena integración ni poseen
una importante cuota de mercado, plantean una nueva teoría sobre el futuro de los servicios
financieros, que es considerar “el banco como una plataforma”. Según este concepto, los
bancos acabarán convirtiéndose en empresas de software que se limitarán a la gestión de los
fondos y el cumplimiento de los requerimientos legales, y crearán las fórmulas para que
terceros desarrollen sus servicios de forma más eficiente.
Normalmente, los neobancos centran su oferta de productos en cuentas corrientes, tarjetas de
débito o prepago y envíos de dinero entre particulares, todo ello combinado con distintas
herramientas de apoyo en la gestión de las finanzas personales. Además priorizan aspectos
como el control sobre la privacidad y la transparencia. Frente a la banca tradicional, los
neobancos cuentan con la ventaja de no tener una estructura tecnológica heredada compleja y
con el ahorro de costos que supone no tener una inmensa red de oficinas físicas y un cargado
organigrama. Sus plataformas, pensadas desde cero, son innovadoras y disruptivas respecto a
la banca tradicional.

Clasificación de las fintech por actividades

Pagos y transacciones económicas


Ofrecen soluciones sobre medios de pago electrónico, canales digitales y transferencias que
permiten la ejecución de transacciones entre los diferentes agentes económicos, evitando el
empleo de dinero físico y de forma independiente respecto a los bancos. También se pueden
incluir los servicios transaccionales como los cambios de divisa y las coberturas de cambio.
Tienen como ventaja costos inferiores a los bancos tradicionales y con prestaciones muchas
veces superiores.
Financiación de particulares y empresas
Se incluyen en este bloque las fintech dedicadas a organizar un espacio electrónico para la
financiación y los préstamos. En este caso aparecen las empresas denominadas de
crowlending, que ponen en contacto a los inversores con los solicitantes de financiación a
través de sus plataformas. Pueden ser operaciones entre particulares (P2P) o bien entre
particulares y empresas (P2B).

Participación en proyectos de inversión


En este caso se permite a inversores pequeños y profesionales invertir en empresas con
potencial de crecimiento de formas transparentes a través de una plataforma tecnológica. Se
conoce con el nombre de crowdequity. Se trata de plataformas de participación de
financiación participativa en las que la fintech no ostenta la condición de empresa de servicios
de inversión ni de entidad de crédito. Los inversores aportan recursos directamente a
proyectos identificados y validados, desde cantidades pequeñas.

Seguridad y control de fraude


Se trata de startups que han desarrollado innovaciones en temas de seguridad como la
identificación y la gestión de la identidad digital. Diferentes empresas han generado soluciones
en aspectos clave como el proceso de alta online, la autentificación para realizar operaciones
financieras y su contratación. También algunas empresas se han especializado en generar
aportaciones en aspectos del cumplimiento regulatorio (compliance), como el control del
fraude, especialmente en un entorno de nuevos canales digitales y gracias a las tecnologías
que aporta el big data.

Banca de información y asesoramiento personal


En este caso hacen referencia a plataformas que permiten a los usuarios poder ver a través de
sus dispositivos móviles todas sus cuentas, movimientos, facturas, etc., de forma agregada y a
simple vista. Estas plataformas, además, permiten visualizar datos de tendencia de gasto,
hacer presupuestos, ver valores netos, etc. Es una forma de facilitar la gestión de sus finanzas
en una misma aplicación y en una misma pantalla. Otra modalidad que algunos analistas
también consideran fintech son las plataformas que se conocen como comparadores, que
presentan información confrontada sobre las condiciones de los diferentes productos
financieros, ya sea para una nueva contratación o para validar los ya contratados.

Inversiones y gestión de patrimonios


El sector de la inversión y el asesoramiento personal, típico de la banca, ha sufrido una
disrupción con la llegada de los servicios de inversión automatizados, conocidos como
plataformas de inversión automatizadas, también llamados robo-advisors. Mientras que
inicialmente el desarrollo de este mercado lo lideraban las startups, en la actualidad, firmas de
reconocido prestigio (gestoras de fondos de inversión y bancos) han comenzado a invertir
también en este segmento. Las fintech creadoras de los modelos de gestión patrimonial
consideran que estos sistemas pueden ser programados para tomar mejores decisiones de
inversión que las personas debido a que, mientras que éstas pueden tener prejuicios e ideas
preconcebidas, los algoritmos son completamente neutros. Además, aplican unas mejores
condiciones a los clientes.
Análisis de datos (big data)
En este caso el objetivo de las fintech es predecir el comportamiento de los usuarios, analizar
diferentes parámetros y ayudar a una comercialización más eficaz de los productos bancarios,
de acuerdo con los nuevos canales móviles, mejorar el compliance, etc. Cada interacción
realizada en la red aporta una información que puede ser relevante para conocer mejor al
consumidor y realizar ofertas, cerrar ventas, etc., de una forma más eficaz. Para ello se utilizan
determinados algoritmos y parámetros que analizan de forma inteligente enormes cantidades
de datos.

Bitcoins y blockchain
Los bitcoins tienen el mismo valor que el dinero, pero solo funcionan en internet. Se
caracterizan sobre todo por ser un sistema de pago seguro y por su carácter descentralizado. A
diferencia del resto de plataformas de las empresas fintech, el bitcoin no tiene propietarios, y
son los propios usuarios de esta moneda los que controlan su uso y valor. La tecnología
blockchain va a permitir nuevos desarrollos en muchos ámbitos de planteamientos
innovadores.

A continuación incluyo el link al artículo “El crecimiento de las Fintech argentinas” de Cecilia
Valleboni publicado en la revista Forbes

http://www.forbesargentina.com/crecimiento-las-fintech-argentinas/

Expectativas e impacto de las fintech por actividad


Actualmente el efecto de estas empresas ya es una realidad, y está moviendo a los bancos a
generar propuestas de forma cooperativa o con proyectos propios integrando a estas startups.
Las señas de identidad de las fintech son claras: planteamientos tecnológicos innovadores y
eficiencia para proporcionar al consumidor productos financieros con una experiencia
sustancialmente mejorada y adaptada a sus crecientes exigencias. Los nuevos hábitos digitales
introducidos por compañías como Google, Amazon, Facebook, Apple, etc., están haciendo
que los clientes tengan expectativas similares con todos los servicios. Por ello, actualmente, el
problema para la banca no reside en el negocio que pueden perder frente a las fintech, ni
tampoco en el exceso de regulación o en los tipos de interés negativos. La verdadera amenaza
para el sector financiero tradicional son los nuevos hábitos de los usuarios y las expectativas
frustradas de sus clientes por sus modelos de negocio basados en antiguas prácticas. Presionar
al poder político y al legislador o pretender desarrollar “la banca de toda la vida” ya no son
herramientas suficientes para evitar el fuerte cambio que se avecina. Por todo ello, hay un
fuerte consenso en la necesidad de cambio del negocio bancario, y las fintech están siendo la
punta de lanza. En general, las líneas en las que la actividad disruptiva se estima que va a
tener más impacto corresponden a las siguientes:
 Pagos en sus distintas modalidades (entre particulares, para compras, etc.). Ya existen
países con restricciones a la circulación de efectivo. Aumento de las compras online.
Crecimiento de los pagos a través del móvil con las nuevas tecnologías NFC (Near Field
Communication), que permiten los pagos contactless.
 Utilidades de marketing digital.
 Explotación del big data.
 Sistemas automáticos de gestión de inversiones.
 Planteamiento de economía colaborativa en la que los particulares participen en
plataformas de crowdlending, crowdequity y crowdfunding inmobiliario.

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