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Introducción.
Ese resto de goce es producido por lo que Lacan denomino como objeto
pequeño ´´a ´´ producto de la operación significante en relación a otro
significante, por donde se desplaza el objeto pequeño ´´a´´. El objeto ´´a
´´ no es especular con relación a otras imágenes del objeto que se
presenta en el espejo.
Esto nos muestra que en relación a un resto Lacan equipara ese menos
uno como lo que separa y divide al sujeto desde el punto de vista de lo
que es el inconsciente. Formula que le va a permitir definir lo que es un
objeto en la representación mental del sujeto. El lenguaje le permite al
sujeto hacer representación de eso que aparece desde afuera, de otro
lugar, y que lo introducía y lo proyecta a partir de un significante, que
evoca la ausencia de eso como algo que físicamente se relacionó en un
primer momento, que deja una huella en el psiquismo del sujeto por
medio de la palabra.
Lacan con la definición del signo demuestra que hay una verdad en el
ser humano que lo excede, hay un real en ella que no se puede decir
toda ella, porque es imposible decirla toda. Ese real es un vacío que se
establece entre los significantes, donde el objeto se desplaza, algo se
dice pero no se atrapa. Cuando Lacan, en el Escrito La cosa freudiana y
el sentido del,,, (5)define la verdad como “Yo, la verdad, hablo”, se refería
concretamente de lo real a lo simbólico, que no es la misma verdad que
proviene de la significación desde lo simbólico y que no alcanza a lo
real, la verdad de la denotación- significación. (5)
Para que algo se pueda hablar o ser hablado debe ser representado en
esa primera instancia de lo pulsional, para que devengan lo que se
llama en el lenguaje las connotaciones del objeto en su particularidad, o
en su contingencia. La letra tiene esa primera inscripción de lo
inconsciente dejando un vacío entre esa primera letra representación y
la que se derive de ahí. Por ello Lacan hablaba de lo binario de los
significantes, la relación de uno frente al otro de manera horizontal, por
lo que es el objeto en su desplazamiento lo que se denomina lo
metonímico. La letrificación, utilizando la posibilidad que Lalengua
aporta por permitir fonematizarlo y que pueda pasar por el decir,
consigue contabilizar tanto el goce como cifrar sentido más all á́ de la
apariencia en las operaciones significantes. La letra soporte del
significante cifra el goce-sentido o lo descifra según el caso.
Un significante frente a otro, en ese espacio que hay entre los dos, lo
llamo el deseo, como una falta en el sujeto más allá de la libido
narcisista.(12) Con ese significante letrificado que podemos decir un S1
como el significante amo, le permite a Lacan hacer los posibles cortes y
empalmes entre una cadena significante y otra, como un tejido que se
entrelaza como una serie de hilos o en este caso cadenas. Luego todas
las operaciones significantes se sostienen en la letra como soporte
material. Ahora bien, si como dice en el Seminario XX Aun (13) no hay
goce sin significante, el goce entonces ¿qué lo cifra? Es la letra el que lo
cifra como soporte material del significante, es algo así como en la teoría
de los conjuntos de números reales, que al establecer una proposición
del conjunto definimos los elementos del conjunto al que pertenecen el
conjunto de los numero reales. Esto es el equivalente cuando Lacan
definía Lalangua como el tesoro de los significantes.
Ahora ese espacio Lacan le llama deseo de tal manera que el deseo es
ese resto o falta donde no hay un significante que lo representa. En ese
tejido o superficie densa donde aparecen esos agujeros, se pueden
establecer nuevos significantes. Lo que interesa en este momento en
Lacan es el desplazamiento metonímico del objeto que se da entre los
significantes en una cadena. Pero planteado así el deseo es un deseo
errático e inconexo, como sucede en muchas grandes patologías (14).
Para evitarlo están las tópicas y sus operaciones significantes, la
significación, que deben construir un objeto, denominado objeto-resto al
principio por Lacan, para darle forma trabajable a ese resto que está en
principio en todas partes estallado y que pueda ser representado.
Lo que interesa es darle estatuto del objeto como un resto que se
establece en una operación de la cadena significante. Es la simple letra
representando un cuerpo en la psiquis, ese primer movimiento de lo
pulsional deviene una segunda representación, que esta ligada la letra
al significante como operación que es como una representación no de la
cosa. Porque a decir de la pregunta: si la letra dentro del significante es
la que contabiliza el goce, ¿su espacio es del mismo tipo que el del
significante? Realmente no. Una cosa es la letra en su propio valor y
otra dentro del significante.
El invento que ha hecho Lacan es que ese resto producido por una
operación significante es un objeto pequeño ´´a´´ frente a un imaginario
que se presenta como compacto extrínsecamente produciendo un efecto
de significación. Hay una relación entre el ser del sujeto y el tener, que
esta marcada por el ´´a´´ lo que representa el significante en tanto
demanda (denso) frente a un espacio supuesto compacto donde se sitúa
lo que se denomina deseo. Es en tanto perdido pero recuperado
mediante una imagen no-especular en el fantasma como puede
funcionar como causa. Magnífico es la banda de Möbius como
superficie, también en la cadena nudo, diremos ya.
Al tener una definición del Toro, vemos que en su interior pasa a ser
cubierto por lo que tiene que ver con un registro, marca en relación de
su cuerpo con el otro. Esta operación se repite varias veces determinada
por algo que no se alcanza a llenar en el sujeto que lo demanda.
Entonces tenemos que el Toro es la representación de una demanda
frente al otro.
Ese significante primero es una letra, una imagen no de la cosa sino del
objeto por lo reiterado de la demanda. Es decir, la necesidad se aliena
en la demanda, en un pedido no ya de lo biológico tengo hambre sino de
algo que se traduce para Freud en un disfrute, pero más allá de ello de
un goce.
Ese registro como el caso de ser una señal, algo que le hace diferente su
cuerpo de otro, para leerse debe pasar como hemos dicho por una
imagen (esa sensación que deja el objeto). Es por la facultad de lo
imaginario que verías la marca (Freud dice cuando el niño duerme
alucina el seno). Cuando ese imaginario te da a ver la marca lo que
demandas, esa marca se vuelve huella. En esta operación el sujeto no
entra todavía en lo simbólico, porque todavía está en lo imaginario del
objeto.
Esa huella o registro que pasa del cuerpo del otro a su cuerpo podemos
leerla. Es la primera lectura de la huella, la lees y la conviertes en un
S1. El llamado del niño es interpretado por la madre en este caso,
´´sabe´´ que demanda el otro. Lacan dice que de la huella sale el
significante.
El objeto que está en el espacio de los dos pone fronteras a los dos
Toros que representan el cuerpo del sujeto como superficies, que no
tienen en común nada, simplemente los engancha un vació a esto le
llama un resto de objeto por la operación significante pequeño ´´a ´´.
Lacan dice; ´´en lo imaginario le daré una imagen´´ esta es el ´´petit a ´´.
Al simbólico le llama resto y con el ´´a ´´pequeña le pondrá la imagen.
La imagen seno, voz, mirada etc.
La teoría del objeto para Lacan es la de la letra ´´a ´´derivada del francés
representando al otro (autre) como imagen de un objeto. Lacan en la
fase del espejo hizo una diferencia entre imagen del ´´a ´´y las que se
proyectan en el cuerpo; estas últimas las definen como virtuales, es
decir hay una diferencia entre el cuerpo y lo que se refleja en el espejo
dependiendo de la ubicación del sujeto; lo que mira en el espejo
produce un efecto de ilusión, y es precisamente el creerse en esa ilusión
como ´´completo´´. Lacan aludía que esa imagen es una especulación
para el sujeto, diferente a la imagen del ´´ a ´´.
Conclusiones.
Vienen las primeras palabras que actúan sobre ese cuerpo imaginado
por el sujeto I(A).
Entre I y R, intersección entre vida y cuerpo. Se trata del goce del Otro.
Goce Otro es goce de lo Real (30).
Bibliografía.
Notas
(18) Esto tiene que ver con la construcción del significante en una
cadena. Y sobre todo tomando el concepto que un tercer termino en la
construcción del signo de Charles Pierce.
(21) En Freud, primero son los signos de percepción, huellas [,,,] pero
esto tiene una ida y vuelta. El lo explica muy bien cuando habla de
investimiento; algo físico toca. Para Lacan, es algo diferente, lo traduce
Betzeitun por un registro, como nicho señal, algo así como lo que se
deja en la piel del toro pertenece a alguien. Lacan Jacques. El
Seminario VI. El deseo y su interpretación, Editorial Paídos, Argentina,
2014, pp 581.
(25) Hay que advertir que ese goce es un efecto de significante, poniendo
el goce en un espacio intermedio entre el significante y lo real.
(26) Esa posición de ser uno el falo del otro es una alienación que
posteriormente el sujeto tendrá que elaborar que no la tiene ni uno ni el
otro.
(27) Ese valor de uso en las relaciones de parentesco son las mujeres
como valor de cambio, por lo que representa en un determinado espacio
de la sociedad. En el contexto del psicoanálisis lo que representa la
mujer es el falo, con la creencia falsa de que se identifica con el. Es por
la cuestión del falo que circula y se intercambia dando como resultado
un exceso de goce, debido al significante de lo pulsional. La mujer hace
de semblante lo representa (objeto); la mujer ocupa, en esta ocasión, el
lugar de la transferencia de ese valor de goce sustraído al valor de uso,
bajo la forma de objeto de goce.
(31) Es el caso del perverso, o del psicótico con relación al Otro que le
persigue en su delirio.