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Memoria del XIV Encuentro de Cronistas e

Historiadores en San Benito, Mocorito; Sinaloa


©la Crónica de Sinaloa. A.C.
Portada: Monumento a “Los Caballos que Corrieron”
Obra del escultor Ricardo Becerra
Diseño de portada e interiores: Luis Antonio García
Sepúlveda.
Fotografía: Luis Antonio García Sepúlveda
Recopilación: Luis Antonio García Sepúlveda

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Presentación

Los Cronistas de Sinaloa, miembros de La Crónica de


Sinaloa A. C. nos reunimos en San Benito, Mocorito el día
sábado 28 de enero del presente año, con el fin de llevar
a cabo el XIV Encuentro Estatal de Cronistas e
Historiadores, cuyo tema central fue la “Carrera de El
Alazán y El Rosillo”, correspondiendo de esta manera a la
invitación que nos hizo el Dr. Carlos Karam Quiñones en
su carácter de organizador de los eventos para celebrar
el centenario de esta histórica carrera de caballos, ícono
de identidad del noble, alegre pueblo de San Benito;
carrera recientemente declarada por la autoridad
municipal Patrimonio Cultural Inmaterial de los
mocoritenses, habitantes de este bello rincón de Sinaloa.

Los asistentes, cronistas de los municipios de Ahome,


Choix, Salvador Alvarado, Angostura, Mocorito,
Badiraguato y Culiacán , “arrancaron” desde temprana
hora bajo la techumbre central de la comunidad donde
presentaron, ante las autoridades municipales y de un
nutrido público compuesto notoriamente por jóvenes
estudiantes del COBAES, también habitantes de la
comunidad, los trabajos de investigación historiográfica
que Usted, amable lector, puede consultar en este
documento digital que contiene narraciones sobre el
contexto histórico, los hechos, anécdotas, circunstancias,
los personajes del momento, los protagonistas de la
carrera, quienes dieron forma a este histórico
acontecimiento que desde hace cien años está grabado
en el imaginario colectivo del pueblo de San Benito.

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El Encuentro brindó a los cronistas participantes la
oportunidad de presentar su visión personal sobre el
significado social de la carrera de caballos, la cual hizo
historia al considerarse, por algunos, como expresión
simbólica de la Lucha de Clases Sociales, y también de
quienes hablaron con sentido patrimonialista, es decir,
una manifestación cultural, en este caso una tradicional
carrera de caballos, que tiene carácter de Bien Cultural
Patrimonial Inmaterial, como legado de los antepasados
y por su valor excepcional en el ámbito local; ha
permanecido en la memoria histórica del pueblo, es uso
y costumbre, mensajera de la identidad cultural y sentido
de pertenencia no solo de quienes habitan en San Benito
sino que trasciende a toda la región del Évora.

Muchas ponencias, por no decir la mayoría, bordaron


sobre la composición musical del género Corrido
nombrado “Los Caballos que Corrieron” o “El Alazán y el
Rosillo”, canción popular que tiene distintas versiones,
o mejor dicho, en sus estrofas se registran datos no
coincidentes, por ejemplo, sobre el día, lugar, hora,
distancia, propietarios de los caballos, los jinetes, público
asistente, apuestas etc. que han sido motivo de agrias
discusiones por ser esto causa del demérito de la carga
identitaria que caracteriza a la histórica carrera.

¿San Benito o San Fernando? ¿Bacamopa o Bamoa? ¿19


de marzo o 17 de junio? ¿diez mil pesos o veinte reales?
¿fue Pedro Infante quien lo cantó por primera vez y fue el
popular agricultor guasavense, Nacho Bórquez quien se
lo pidió? ¿Cuál es el grupo musical que más se apega al
corrido original? Otros cronistas se centraron en aspectos
políticos al narrar el caso del primer líder obrero en
México que ganó la carrera por la gubernatura de su

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estado, en una contienda electoral caracterizada por las
diferencias económicas y sociales de los grupos políticos
contendientes. El corrido “Los Caballos que corrieron”
fue el himno de batalla que utilizo en campaña y durante
todo su gobierno, don Alfonso Genaro Calderón, como
representante de la clase obrera, económicamente pobre
de tradición, para ganar la carrera al gobierno de Sinaloa
en el año de 1974; gobernó de 1975 a 1980.

En fin, éstos y muchos otros temas despertaron interés y


agudizaron la sensibilidad del Cronista que trabajó con
mucho amor para acercarse lo más posible a la verdad y
aportar datos auténticos que vengan a enriquecer la
historia de esta icónica carrera de caballos y siga
alimentando el orgullo de los mocoritenses y en general
del pueblo de Sinaloa que también se identifica
musicalmente con el corrido.

Finalmente, solo resta agradecer a los organizadores de


la celebración del centenario de la carrera “El Alazán y El
Rosillo”, el día 19 de marzo próximo, por confiar en las
capacidades investigativas del cronista en beneficio de la
preservación de la memoria histórica de los pueblos,
ciudades de los municipios.

Jaime Félix Pico


Presidente de La Crónica de Sinaloa A. C
Período 2020/2022

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Cronistas e Historiadores Al pie del
monumento al Alazán y al Rosillo. en San
Benito, Mocorito; Sinaloa
Una Carrera Memorable.

Refugio Moreno Acosta.


Sociedad Sinaloense de Historia.

Dos fueron las grandes debilidades de Maike Aguilar de El


Palmar de los Sepúlvedas, Sin. el vino y las carreras de
caballos. Ebrio consuetudinario, cuando no andaba
borracho andaba crudo, personaje típico de la
comunidad, dejó muchas anécdotas en la región en la
segunda década del pasado siglo.

Fue muy solicitado por los propietarios de caballos de


carreras, principalmente de Don Mercedes “El Gúilo”
Sepúlveda, Rafael “pisochi” Aguilar y Ramón Sepúlveda
para que cuidara de sus cuadras y fuera el corredor en las
tacuachadas que por lo regular se amarraban en las
fiestas tradicionales de las rancherías vecinas. Su baja
estatura, poco peso y pasión por las carreras eran ideales
para aquella actividad.

Era un 15 de mayo día de Sn Isidro Labrador de los años


50s del pasado siglo y en El Valle de Leyva, Moc. se
desarrollaban las fiestas tradicionales que desde épocas
inmemoriales se celebran en esa comunidad. Dentro de
otras carreras se amarró una entre “El Palmareño” y uno
de los caballos locales de Chumalón, quien era dueño de
“El Picado” y “El Moro”, dos ejemplares de poca monta
pero que eran el orgullo de su propietario.

Chumalón era delgado, alto, de largas piernas, se le


recuerda como muy bailador, escogía las jóvenes
asistentes más bellas a las fiestas para sin inhibiciones
bailarlas por todo el “puesto” de tierra bajo la enramada.

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Maike diario recibía consejos y sugerencias de los dueños
del caballo Palmareño, sin embargo, poca era la atención
que el corredor prestaba a aquellas instrucciones. La
principal era que no fuera a beber vino un día antes o en
el de la carrera, _después zúrrece si quiere, pero ese día
no se vaya a emborrachar_.

Y seguían las indicaciones, _ese día báñese y cámbiese de


ropa, para que vaya fresco y presentable y se lleva un
pañuelo grande y colorado pa´ que se lo ponga en la
cabeza_

Se llega el gran día y el contingente nervioso y


entusiasmando se dirigen a El Valle. En aquellos años se
acostumbraba que los corredores lo hicieran vestidos
solo con calzoncillos, camiseta sacada, descalzos y un
paño rojo amarrado en la cabeza.

Media hora antes ordenaron a Maike que paseara el


caballo para calentarlo, así lo hizo y sus consejeros se
dieron cuenta que todo atendió Maike menos ponerse
calzoncillos limpios. El flamante pelo recién bañado y
cepillado de media sangre Palmareño hacía más evidente
el contraste con los sucios y rotos calzoncillos del nada
tímido corredor.

Al ir pasando con el corcel frente a los aficionados y


curiosos locales se iba escuchando una fuerte rechifla y
gritos, _de perdida cómprenle calzones a ese_, _mira,
mira se le sale hasta el liacho_ se carcajeó burlona una
dama muy observadora.

A Maike no le importaban las burlas, hacía como que no


escuchaba, ni los dueños del caballo le dijeron nada para

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no ponerlo nervioso en aquellos momentos de
expectación y tensión previos a la carrera.

Llegó la hora de la competencia, los caballos se acomodan


en “el arrancadero”, se escucha el singular tronido, se
abren las puertas, salen como bólidos, libre el freno y los
corredores tendidos acariciando las crines de sus corceles
entre la expectación de los asistentes y nerviosismo de
quienes habían apostado a las ligeras patas de alguno de
ellos.

Pronto el palmareño tomó la delantera y “Chumalón”


chicoteando su caballo lo alcanza y busca rebasarlo, a
punto de lograrlo su caballo se pega mucho al
“palmareño” y la larga rodilla de Chumalón se atora en la
corva y la faja de Maike quien, habilidoso y experto ya no
lo dejó pasar.

_También con esto se gana_ comentaría después Maike


tocándose con orgullo justificado su amarillo y cariado
colmillo. Con la algarabía del triunfo se habían olvidado
de los calzoncillos del temulento hasta que alguien lo
recuerda, _oye Maike porqué te pusiste esos calzones? _
y aquél contestó con su característica forma de hablar
alargando algunas sílabas en algunas palabras, _sooooon
looos deee laaaa bueeeeena suerteeeee!_

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1.- Discurso de bienvenida del
Dr. Carlos Karam Quiñones

2.- Aspecto de los asistentes al Encuentro

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Choix, un Café con Historia
José María Vega Beltrán “Chemali”

Por: Ángel S. Villalba Atondo


Cronista

El 02 de enero de aquel año de 1992, corrió la noticia del


accidente de Chemali Vega, esa noche amigos y familiares
se desplazaron hacia el campo california, cercano a Ruiz
Cortines, lugar donde vivía desde muy joven, cuando se
decidió dejar su natal Tasajera, Choix, Sinaloa; para irse a
trabajar a los campos agrícolas.
Su vida siempre ligada al campo, y para terminar su
escuela primaria, asistía diariamente en su noble caballo
a Choix, llevando su lonche para regresar al caer el sol a
su rancho y seguir con las faenas encomendadas.
Crítico fue aquel año de 1951, que marcara el rumbo de
muchas familias, dada la debacle algodonera, la sequía
más terrible de que se tenga memoria, obligando a
muchos emigrar en búsqueda de tener algo para comer.
En esos lugares encontró lo que mucho le gustaba hacer,
el rancho y sus caballos, domarlos, asistirlos, donde
además de ello, le pagaban por hacerlo.
La vida cambio, y en algún momento ya tenía su propio
animalito que presumía airoso en las grandes carreras de
caballos que se realizaban por toda la región.
Pronto fue reconocido por su habilidad de domar y correr
caballos que los hacia llegar al cabresto con gran éxito.
Juan José Ríos, Cortines, Campo 35, La Constancia y
muchos otros lugares sabían de sus dotes.
La noche del 02 de enero, iba de raite en un auto valiant
que conducía su sobrino José Alberto Vega Chinchillas.
Un camión torton se dispuso a rebasar a una camioneta
doble rodado que transportaba a 15 trabajadores

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agrícolas, impactándose a la altura del campo 35 contra
el auto, ocasionando que ambos fallecieran.
José María Vega Beltrán, fue velado en el Rancho
California y al día siguiente fue llevado a su querida
Tasajera.
Una gran cantidad de amantes de los caballos, asistieron
al velorio, el grupo musical “La Sombra Norteña”, hacía
sonar sus notas que tanto gustaba escuchar Chemali
Vega; en tanto que Tasajera y los poblados cercanos,
quedaban desolados, para acompañar a tan estimada
familia que abruptamente miraba partir a tan estimado
personaje.
Caballos bailadores marcaban el tiempo de las notas de
la agrupación musical, uno a uno hacía bailar con donaire
y presunción a sus caballos frente al ataúd.
A un costado del ataúd de Chemali Vega, se encontraba
su caballo, quien, en una admirable empatía, no se
despegaba de él, olfateando su sombrero que se
encontraba sobre la caja.
Todos lo observaban en una cruza de sentimientos, que
entre risas y llantos sentían un sentimiento de compasión
por ese animal que demostraba su amor por su amo.
En eso, alguien tuvo la ocurrencia de lanzar hacia el
amplio patio el sobrero de Chemali Vega.
El caballo repara su cuerpo sosteniéndolo por un
momento en sus dos patas traseras y se impulsa hacia él,
lo toma en su hocico y lo coloca de nuevo sobre el ataúd.
El asombro no se hizo esperar y quienes no habían
observado el acontecimiento, repetían la acción una y
otra vez, para ver como el caballo, era de los que más
demostraban su sentimiento ante quien en el féretro se
encontraba. Muchos reían, otros no pudieron evitar que
sus lágrimas rodaran por sus mejillas, entre llantos y risas.
Las mujeres al ver esta demostración de amor y empatía
del caballo alazán de Chemali, soltaban su llanto donde

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las emociones de tristeza, amor, afecto y cariño iban
como un vaivén en el interior de sus sentimientos
El caballo de Chemali, seguía bailando a un costado del
ataúd, la música le cantaba las canciones de su amo, y con
sus pesuñas rasgaba la tierra, moviendo su cuerpo al
compás de la música.
Llegada la hora del sepelio el conjunto musical del pueblo
lo acompañó a la iglesita donde se hicieron los rezos y de
ahí sus restos fueron conducidos en una camioneta pick-
up, hacia lo que sería su última morada. En todo ese
recorrido, ante la incredulidad de la gente, el caballo de
Chemali, iba pegado a su ataúd llevando el sombrero en
su hocico.
El caballo; al momento de ver como su amo era
sepultado, truscos de tierra lanzaba con sus patas hacia
todos lados. muchos caballerangos hacían bailar sus
caballos, y aunque todos muy machos, no podían evitar
las lágrimas, mismas que se traducían en muestras de
amor y de cariño por un gran amigo que trágicamente
dejo de existir y que en su corrido La Sombra Norteña, lo
ha hecho vivir por todos estos años, haciéndolo bien
recordado por su buen estilo y don de gente.
Un velorio, que se arranca del pasado al presente, por su
música, por los caballos bailadores, por Chemali, quien
demostró ser amigo de los caballos y de mucha gente….

Choix, Sinaloa a 02 de enero de 2023


A 31 años de su partida

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El Mtro. Ángel Sergio Villalba
Atondo leyendo su ponencia
"A La Una...A Las Dos...A Las Tres..."Santiago"

Francisco René Bojórquez Camacho


Cronista Vitalicio de Angostura

Desde mi niñez escuchaba reiteradamente a mis amigos


la frase "a la una a las dos a las tres Santiago" y entendí
que el "Santiago" era el indicativo para iniciar la
competencia en la carrera de velocidad. Muy lejos estaba
de pensar de dónde venía esa tradición de expresar la
palabra "Santiago" al momento de correr para tratar de
ganar terreno y llegar a la meta en primer lugar.

También me di cuenta que en las carreras de caballos se


solía decir "...ya van a dar el Santiago..." y comprendía
que la oración aludía al arranque de los caballos. Hoy se
sabe que esta cultura de caballos, crianza de los mismos,
nos llegaron desde los tiempos de la conquista de los
Iberos en esta región de Sinaloa (1550 más o menos
llegaron los primeros caballos a la región del Évora), ya
que Hernán Cortés desembarcó en Veracruz con los
primeros equinos traídos de España en el año 1519.

Aquí en la región, Alhuey, Angostura, los conquistadores


encontraron el lugar ideal para criar caballos y ganado
vacuno, de esa manera, establecieron en esa región una
"Posta Militar" del ejército conquistador español a la que
le dieron el nombre de "POTRERO DE LOS SOLDADOS".
Una de las razones para establecer en este punto crianza
de animales fue por la abundante pastura natural que
crecía con las avenidas del Río Mocorito, así como las
formaciones de lagunas a lo largo de la corriente que
desembocaba rumbo al punto del viejo pueblo llamado
La Ilama y lugares cercanos. Por ello en las comunidades
que gravitan alrededor de Alhuey (Chumpulehuixtle,

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Capomos, Acatita, La Isleta, entre otros) podemos
apreciar todavía una cultura de elaboración de diversos
productos derivados de la leche; requesón, asaderas,
suero salado, quesos, etc. Asimismo, las cabalgatas son
muy comunes, así como las carreras de caballos en el
famoso Taste de Alhuey al que le llaman "El Moro y La
Mora", en honor a ese corrido que compuso el
reconocido historiador Crescencio Montoya Cortez quien
radica en el prehispánico pueblo de Alhuey. Allí se
escuchaba con frecuencia dar "el Santiago" cuando se
enfrentaban dos corceles, pero esta manera cambió con
la aparición de cajones donde se abrían las puertas para
que salieran los caballos desenfrenadamente hacia el
taste.

El origen de la palabra “Santiago” se remonta muchos


siglos atrás en la historia del pueblo español cuando este
país fue invadido por los Moros. La historia nos dice que
cuando se dio la guerra entre los Moros y los cristianos
para expulsar

a los primeros, éstos gritaban “SANTIAGO”, grito que


cada soldado hacía para entrar en confrontación y con
esto invocaban al Santo Apóstol su protección y
atribución de una eventual victoria. El poema del Mío Cid
(éste vivió de 1048 a 1099) refiere a esas cruentas luchas
de los cristianos por expulsar a los Moros de la Península
Ibérica quienes ya tenían algunos siglos dominando a
toda esa región.

“Embrazaron los escudos delante del corazón


Las lanzas ponen en ristre envueltas en su pendón;
Todos inclinan las caras por encima del arzón
Y arrancan contra los Moros con muy
Bravo corazón.

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A grandes voces decía el que en buena
Hora nació:
“Heridlos, mis caballeros, por amor del
Creador,
Aquí está el Cid Don Rodrigo Díaz el
Campeador!”.
Todos caen sobre aquel grupo donde
Bermúdez se entró
Éranse trescientas lanzas, cada cual con
Su pendón.
Cada guerrero del Cid a un enemigo
Mató,
Al revolver para atrás otros tantos
Muertos son.
Allí vierais tanta adarga romper y agujerear,
Las mallas de las lorigas allí vierais
Quebrantar
Y tantos pendones blancos que rojos de
Sangre están
Y tantos buenos caballos que sin sus
Jinetes van.
A Santiago y a Mahoma todo se vuelve
Invocar.
Por aquel campo caídos, en un poco de
Lugar
De Moros muertos había unos mil
Trescientos ya”

Con el paso del tiempo del tiempo, las carreras de


caballos se fueron arraigando en la cultura regional de
muchos pueblos sinaloenses como Mocorito y los
restantes de la región del Évora, por ello, en el mundo de
las carreras de caballos hace su aparición “el santiaguero”
quien era el encargado de dar el grito de arranque con el

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ya citado “Santiago”. En el caso de la carrera entre el
Alazán y el Rosillo, seguramente se dio el arranque con el
grito referido, aunque la letra del corrido no lo señale y
exprese que “…como a las 11:40 se arrancan del partidero
como a las cincuenta varas se quedó atrás el ligero…”,
aunque en otro corrido de caballos celebrada el 17 de
marzo de 1957 en la ciudad de Agua Prieta, Sonora entre
el Moro de Cumpas y el Zaino del lugar donde se dio la
justa, podemos encontrar la letra que dice “…por fin
dieron el Santiago y el Moro salió adelante con la
intención de ganar…”

En una carrera de caballos, el santiaguero se coloca cerca


de donde saldrán en estampida los caballos y en él está
depositada la confianza de los competidores para que
éste sea imparcial al momento de dar el grito de inicio, es
decir, tendrá que observar que los dos caballos (en el
momento de estar haciendo el “envite”) se encuentren
en el mismo punto cuando den inicio la carrera, de no
hacerlo así, los caballos regresan y se debe de reiniciar
hasta que exista conformidad de ambas partes de que se
han arrancado sin que hubiera ventaja para alguna de las
partes.

Atrás de la línea de inicio de la carrera, los caballos hacen


“envites”, es decir, a un trote lento los dos caballos van
parejos acercándose a la línea de inicio es cuando el
santiaguero da el grito. Si hay una mala salida, puede
haber más envites hasta que salga bien parejos con la
finalidad de llevar a cabo una competencia sin ventajas
para nadie. Se observa que la distancia donde hacen los
envites es de alrededor de diez metros.

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Hay que decir también que “el Santiago” se daba también
con un balazo usando una arma real. En algunos de los
lugares, dicha arma la proporcionaba algún policía que
resguardaba el festejo.

¡“Se vinieron”! era el griterío de la gente que presenciaba


la carrera al momento de dar el “Santiago”. Al final de la
carrera muchos sombreros volaban por el aire como
símbolo de triunfo y otros tantos se quedaban con el pico
“caido”, como aquellos que refieren los renglones del
corrido en la parte que dice “…Anda vete desgraciado,
vete a robar a tu tierra…”

Algunos consideran que el “santiaguero”, algunas veces


tiene mucho que ver en el triunfo de una de las partes, ya
que puede dar “el Santiago” en el momento en que uno
de los caballos se encuentre mejor posicionado para dar
el inicio de la carrera (ya sea con alguna parte de la cabeza
más adelantada que el otro). Hay que decir además, que
el santiaguero históricamente ha participado con tres
maneras de arrancar de los corceles; “envites”, “parados
o clavados” y “a puerta cerrada”. En el primero los
caballos van en movimiento cuando se da el “santiago”,
en el segundo las patas delanteras están sobre la línea de
arranque y en el tercero los caballos se encuentran
encerrados y las puertas de ambos se abren a la vez.

Las carreras de caballos es una verdadera fiesta donde


palpitan muchas emociones diferentes; forman parte de
este mundo LAS APUESTAS donde solamente unos
cuantos ganan mucho dinero. Es un espectáculo que su
duración es un suspiro ya que dura unos cuantos
segundos. La algaraza (algazara) “…basta de tanta
algaraza se nos acabó el dinero nos quedan bueyes y
vacas…”de la gente, los chiflidos, la sobrecarga de

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tensión, la alegría, tristeza, y las furtivas conductas que
hace palpitar incesantemente a quienes hacen el gran
negocio con esta festividad popular.

Más pronto que tarde, después de la carrera, surgirán


voces que digan que fue carrera “arreglada”, que el
santiaguero es muy mañoso y le dieron dinero para que
se recargara con tal o cual caballo., o que a fulano caballo
lo corrieron todo el día anterior para que no rindiera en
su momento o bien, que le echaron una yegua para que
llegara cansado el día siguiente. Yo me quedaría con una
frase que es el título de una obra literaria del extinto
Daniel Sada que dice así: “PORQUE PARECE MENTIRA LA
VERDAD NUNCA SE SABE”.

San Benito de los Sabinos, Mocorito, Sinaloa 28 de enero


del 2023

El Profe. Francisco René Bojórquez Camacho


Cronista Vitalicio de Angostura, leyendo su
ponencia

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“Los corredores del Alazán y el Rosillo, Compositores y
el Origen del Paseado”

Por: Ernesto Padilla Verdugo


Instituto Municipal de Cultura Mocorito. Cronista
adjunto

En apego a la convocatoria emitida para este encuentro


de cronistas e investigadores, doy a conocer lo que he
investigado sobre este suceso centenario que hoy nos
ocupa, como es la carrera del Alazán y el Rosillo.

Parte muy importante de este acontecimiento lo son; las


gentes, los caballos y los compositores del corrido. En
este contexto, mi trabajo pretende compartir lo recogido
de la tradición oral y complementada por lo
documentado los corredores de los caballos y los
compositores del corrido. No puedo menos que
reconocer la investigación y publicación que dos
personajes han realizado sobre este histórico hecho, lo
publicado por el gran cronista Antonio Nakayama, allá
por 1948, narrativa que nos sirve para hacer lo
subsecuente. Y nuestro amigo Carlos Karam Quiñonez,
quien puntualmente cita en su libro tan histórico
acontecimiento, pese a ello son más las dudas que las
respuestas, se han manejado fechas y nombres sin ton ni
son, pero hasta hoy no existe registro al respecto.

Los nombres se han regionalizado, para la región de la


sierra, lo que más se escucha es que el corredor del rosillo
lo fue Fidel Ruelas Bojórquez, aunque en su acta de
nacimiento dice Bojórquez Ruelas, por la unión libre
vivían sus padres. Él nació y falleció en Obregón, Sonora.
Para el corredor del Alazán, de Rosa Morada hacia abajo
se menciona a Alejo Avilés Pérez, hijo del caballerango

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que según Don Antonio Nakayama introdujo al Alazán de
la rienda de nombre Antonio Avilés, pero el cronista
arriba citado dice que al otro lado el caballo iba Emeterio
López padre del corredor y según nuestra investigación
llevo por nombre Martin López.

A otra interrogante no menos importante lo constituye el


nombre y origen del paseado que según la profesora
Manuelita Rodríguez llevó por nombre Pablo Uriarte
Astorga, quien según su hija Buenaventura compuso el
corrido, aunque documentalmente solo contaba con
nueve años de edad. El mencionado Pablo Uriarte
Astorga nació en la Noria Mocorito el 29 de junio de 1914
según su acta, aunque su hija dice que su padre le
cantaba el corrido original. Él falleció el 31 de diciembre
de 1986. Fidel Bojórquez según acta que poseo, nació el
18 de noviembre de 1909 y en Corral Quemado, hijo de
Serapio Ruelas y de Venancia Bojórquez.

Alejo Avilés Pérez, nació en 1914 y falleció poco antes de


1970, perdí este dato. Esta compartición tiene como
objetivo sumar y llegar a la realidad del suceso.

Muy lejos de ser propuesta, solo recojo la información y


la pongo sobre la mesa. Deseo haber contribuido en algo
en esta investigación y quedo a sus órdenes.

Coincidentemente, hay dos documentos que dicen que


Don Antonio Nakayama que en 1948 visita San Benito y
hace su publicación que esta carrera fue el 17 de junio de
1923 y precisamente en la entrevista que le hacen a Fidel
Ruelas Bojórquez o Bojórquez Ruelas, dice que Luis Pérez

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Meza está equivocado no fue el 19 de marzo sino el 17 de
junio, se menciona coincidentemente, porque
documentalmente hay dos testimonios que citan 17 de
junio.

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Don Ernesto Padilla Verdugo, leyendo su ponencia

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EL ALAZÁN Y EL ROSILLO.
EL CORRIDO DE DON ALFONSO G. CALDERÓN

José Armando Infante

El 19 de marzo de 2023 es el centenario de


aquella carrera de caballos entre el alazán y el rosillo, en
San Benito, Mocorito, precisión que vale la pena insistir,
por aquello de las difundidas y populares versiones de
que fue en San Fernando, impreciso lugar al que cantores
trocaron el tradicional pueblo mocoritense.
Y en estos cien años son muchas las visiones con las que
se mira este corrido: desde la tradición de este género
musical, los detalles de su composición; el de la temática
de los caballos, las carreras y las valentonadas de los
juegos de azar; sin olvidar el análisis de las precisiones
históricas de los hechos que se narran según los
testimonios de los lugares, la certeza de los personajes
mencionados, así como el rescate, incluso, de las
afirmaciones de los testigos presenciales de esta afamada
carrera, reunidos hace algunos y en ocasiones muchos
años.
No han faltado tampoco la comparación musical de los
intérpretes, que reúnen una pléyade de artistas, como
Antonio Aguilar, Pedro Infante, Vicente Fernández,
Chayito Valdez y un largo etcétera que suma otras 70
versiones, al menos las grabadas.
Pero quisiera hacer referencia a algo que también ha
estado presente en este corrido, aunque a veces no se
precisa: si la sociedad se dirime en una lucha de clases,
como dirían los clásicos, he aquí la narrativa de una de sus
batallas, cuando se enfrentan el alazán de los ricos y el
rosillo de los pobres.
Y es justo esta óptica la que podemos aplicar a propósito
de un singular personaje de Los Mochis, nacido en

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Calabacillas, Chihuahua, que pasó sus primeros años en
San José de Gracia, Sinaloa, y que vino a residir a Los
Mochis cuando aún no abandonaba su niñez. Me refiero,
por supuesto a don Alfonso G. Calderón, quien llegó a ser
presidente municipal de Ahome, diputado federal,
senador de la República y gobernador del estado, en el
periodo 1975-1980.
Es sabido que era la canción favorita de Calderón; fue su
himno, y sus amigos, sus colaboradores, los sinaloenses
en general, ya sabían que este corrido agradaba el oído
del gobernante y con frecuencia era recibido en sus giras
por todos los rincones de Sinaloa con los acordes que
anunciaban el corrido, música que enardecía el ímpetu
del también líder obrero.
Para muchos, esta predilección estaba definida por la
afición del político por las carreras de caballos, la vida
campirana o su afición por la bebida.
Pero no. Su identificación con el corrido de El alazán y el
rosillo, o Los caballos que corrieron, como se le decía
comúnmente, era porque el líder obrero, que se había
iniciado como electricista en el ingenio azucarero de Los
Mochis, sentía que su triunfo político para ocupar
posiciones era como el triunfo de los pobres sobre los
ricos.
Nada más representativo de esto lo fue su llegada a la
candidatura del PRI a la gubernatura del estado en 1974.
Su antecesor era el ahomense Alfredo Valdez Montoya,
economista, quien había sido anteriormente tesorero del
estado, y en cuya sucesión se perfilaban figuras como
Gilberto Ruiz Almada, el Lic. Fortunato Álvarez Castro y el
Ing. Ernesto Ortegón Cervera, entre otros.
A pesar de que Calderón ostentaba el cargo de senador
en ese momento y que por supuesto también aspiraba,
sus posibilidades eran más bien escasas, sobre todo
porque imperaba la idea de que era necesario para el

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estado impulsar el desarrollo económico y se preveía
como el mejor perfil para el candidato, el ligado a la
empresa y el comercio, por lo que los que más
fortalecidos en sus aspiraciones eran los primeramente
señalados, a pesar de que Calderón contaba con el apoyo
de don Fidel Velázquez, secretario general de la CTM.
Pero la fortuna estaba de parte del líder obrero. En el
contexto nacional, el asesinato del empresario
regiomontano Eugenio Garza Sada, a manos de una
fracción de la Liga Comunista 23 de septiembre, generó
una campaña del sector empresarial en contra del
presidente Luis Echeverría.
Don Fidel, haciendo gala de su retorcido colmillo político,
se apersonó con Echeverría y le manifestó el apoyo
irrestricto de la CTM y el sector obrero, actitud que fue
del agrado del presidente, pues veía este respaldo como
el escudo de protección frente a los embates
empresariales.
Fidel Velázquez aprovechó la recta y solicitó a cambio que
la candidatura del PRI para Sinaloa recayera en Alfonso G.
Calderón, para que se convirtiera en el primer
gobernador obrero del estado, lo que el presidente
aceptó.
Calderón no era un simple adherente del sector obrero,
sino que buscó siempre favorecer a los grupos más
desprotegidos, como obreros y campesinos. Fueron muy
conocidas sus acciones para beneficiar las zonas serranas,
tradicionalmente olvidadas o poco atendidas.
Sus programas de gobierno impactaron en todos los
municipios, atendiendo las zonas rurales, los servicios de
educación, salud, caminos y programas de empleo.
También su visión de la cultura lo llevó a crear Difocur,
institución que impulsaba esta manifestación sin ánimos
elitistas, como era común en las áreas artísticas.

27
Todavía se recuerda, incluso en tono contradictorio y
polémico, que una de sus disposiciones fue prohibir la
venta de cerveza fría en el estado, con el propósito de
desalentar el consumo de esta bebida, lo que
consideraba la base del alcoholismo que afectaba
principalmente a las clases menos favorecidas y
acentuaba sus condiciones de precariedad, pues los
mínimos recursos económicos de las familias sinaloenses
se iban en buena proporción para solventar este vicio.
Su llegada al gobierno de Sinaloa, pregonaba don Alfonso,
había sido el triunfo de los pobres sobre los ricos, y por
ello se identificaba con este corrido, que este 19 de marzo
de 2023 llega a su centenario.

José Armando Infante Cronista de Los


Mochis, leyendo su ponencia

28
CURIOSIDADES SOBRE CABALLOS Y CARRERA DE
CABALLOS
Por: Jaime Peraza

Existen más de 130 razas de caballos.


La raza la Falabella: originaria de Argentina, alcanza los 70
cm a la cruz y 80 kg.
La raza Shire es la más grande alcanza una alzada de 2.18
m. y pesa hasta 1,485 kg. De origen británico.
Un caballo vive entre 25 y 34 años
El lenguaje de los caballos es vocal (los relinchos) y otro
corporal (movimiento de sus orejas)
Un caballo de carreras come entre 15 y 20 kg de grano; y
de 20 a 30 kg de forraje
Mantener un caballo cuesta entre 8 mil y 15 mil pesos
mensuales (sin contar veterinario, herrero ni entrenador)
El periodo de gestación de los caballos es de 11 meses.
Las yeguas sólo tienen 1 potrillo por parto.

El Alazán y el Rocio
Un 19 de Marzo presente lo tengo yo
el Rocío de la Sierra en San Benito jugó
Los caballos que corrieron no eran grandes ni eran
chicos,
el «Rosío” de los pobres y el Alazán de los ricos
Rocío o sereno, Fenómeno físico meteorológico en que la
humedad del aire se condensa en forma de gotas de agua
por la disminución de temperatura o por contacto con
superficie fría

Rosillo. Que es rojo claro. Caballo o yegua que tiene el


pelo mezclado de blanco, negro y castaño.

29
Rosío Es una localidad y una entidad menor situada en la
provincia de Burgos comunidad autónoma de castilla y
León, España. Lo correcto es decir Rocío

El Alazán y el Roció Extracto tomado de: Antonio


Nakayama
La carrera se celebró en San Benito, Municipio de
Mocorito el 19 de marzo de 1923, “El Alazán” llamado “El
ligero” ,de Jesús Valenzuela, Vs “El Rosillo», de Vicente
Gurrola, caballo criollo de Milpa Vieja, de la sierra de la
Parra. Y correrían 500 metros
Los de Mocorito apuestan 10000 pesos al “Alazán”
Grita la Chona Guzmán, aquí tengo veinte reales – «Para
probarles a estos presumidos que el «Ligero» puede
ganarle al «Rosío»!»

……Montado por un chamaco de escasos nueve años, “El


Rosillo” camina lentamente rumbo a la pista. …. ¡mucho
cuidado! Le gritan…. y el chico contesta: «Si pierdo esta
carrera, ya no vuelvo a correr caballos en mi vida».
Luego, aparece “El Alazán”,... Su corredor, que es otro
chamaco de la misma edad que el del “Rosillo”, le decían
“el diablo verde” y dijo: «¡Váyanme formando el cuadro
«p’a» que me jusilen si pierdo esta carrera!»
El corrido menciona... El corredor de”El Rosío” hombre de
mucho valor, si esta carrera la pierdo, no vuelvo a ser
corredor….

A doscientos metros del partidero, el corredor de “El


Alazán” pierde control y distancia… “El Rosillo”
aprovecha y se adelanta. Por fin, el jinete de “El Alazán”
obliga a su caballo a enfilar al centro de la pista y recupera
el tiempo perdido y logra rebasar al “Roció”
La versión original del corrido, cuentan unos narradores,
fue compuesta esa misma tarde, siendo Ángel Jacobo

30
Olguín originario del poblado de Carretillas acompañado
por la guitarra de Jesús Pérez “El Paseado” oriundo de La
Noria Mocorito quienes dieron vida musical al corrido.
Ángel Jacobo muere antes de que el corrido se hiciera
famoso.
El corrido cantado por Luis Pérez Meza, y Antonio Aguilar
dice que la carrera fue en San Fernando.
Luego mencionan… contestan los de a Bamoa…, y
Nakayama dice… los de Bacamopa
El Moro Y La Mora
Extracto tomado de: Teodoso Navidad Salazar
La carrera de “El Moro” y “La Mora”, Se “amarró” desde
diciembre de 1993, y fue hasta el día de San Pedro y San
Pablo, el 29 de junio de 1994, cuando se llevó a acabo,
corriendo 300 metros. Fueron muchas las fortunas, las
que cambiaron de mano, en esa carrera afamada. Hace
29 años.
Se sabía que “La Mora” venía de La Florida. De “El Moro”,
se desconocía su procedencia, Unos decían que cruzó la
línea divisoria Otros que fue en Culiacán donde empezó
su historia. La carrera tuvo una asistencia de 9163 gentes
con boleto pagado, el taxte, “Aras, del Évora”, en Alhuey.
El evento se transmitió por canal 12 de Telemax y fue
narrado por Jesús Gerardo y Crescencio Montoya, quien,
después de la carrera, compuso el corrido en el antiguo
pueblo de Alhuey, municipio de Angostura, Sinaloa.
Crescencio Montoya, comentó que, la yegua pudo haber
ganado pero al jinete de origen estadounidense, le faltó
habilidad, y no supo aprovechar esos segundos en que “El
Moro”, tuvo ese “trastabillo”, que casi lo llevó al suelo.

Confusión combinado con el caballo y astucia del


corredor, fueron clave para el triunfo de “El Moro”; “El
Moro” se emparejó a la yegua, y fue despegando poco a

31
poco, después de los 150 metros, mientras que “La
Mora”, continuó con la misma velocidad que arrancó.
Dice Crescencio Montoya- La carrera de “El Alazán” y “El
Rosillo” fue clásica, No tiene comparación por cuestión
del tiempo y tradición Pero la carrera del Moro y La Mora
va para allá.
Los tres años anteriores, “La Mora”, había sido campeona
en todo México, eso lo demostró en el Hipódromo de La
Américas. En cuanto a “El Moro”, se cree que venía de la
Unión Americana.
Perdió la yegua que tenía la mayoría de la gente.
Crescencio Montoya señala - que en la carrera
“El Alazán” y “El Rosillo”, el primero tenía toda la gente,
y ganó.

“El Cleto”
Indigna muerte de caballo tras ganar carrera en Sinaloa
El caballo, llamado “Cleto” calló muerto en la pista
después de cruzar la meta y ganar la carrera de tercia a
sus Rivales “El R 15” y “El Comunista”, en carrera de 175
metros. Trataron de reanimarlo echándole agua y
poniéndole suero pero fue inútil. Esto sucedió en
Angostura Sinaloa, en los carriles del taste El Moro y la
Mora Octubre de 2017. (hace 5 años).
Hubo música de banda y se cruzaron apuestas de miles
de pesos. Se cree que “El “Cleto” fue tratado con
estimulantes en exceso para que diera mejor
rendimiento
En Abril del mismo año hubo otro caso casi similar en la
pista de Angostura, en la que murió un caballo de nombre
“El Regalado”, quien tras ganar la carrera y pasar la meta,
cayó cuando se dirigía al cobertizo.

32
Me surge la pregunta, ¿Cuál debe ser el comportamiento
de la comisión de protección de los animales ante esos
“incidentes?

El Moro de Cumpas –
El caballo “El Moro” era propiedad de Pedro Frisby
montando su caballo, quien se hizo famoso en la carrera
contra “El Zaino de Agua Prieta” en 1957.
María Frisby, hija de Pedro Frisby, escribió el libro “El
Moro de Cumpas”. En marzo la carrera cumple 66 años.
-¿Por qué el corrido lleva el nombre de “El Moro de
Cumpas” y no “El Zaino de Agua Prieta”?- En la carrera del
17 de marzo de 1957 en Agua Prieta, Son.
El compositor de El Moro de Cumpas; El “Nano”, le quita
los méritos al caballo que ganó “El Relámpago” y/o “El
Zaino de Agua Prieta”.
–Al decir de algunos testigos, Leonardo Yáñez Romo, el
“Nano”, del pueblo de Cumpas, ya llevaba el corrido
escrito antes de competir, dándole el triunfo al Moro de
Cumpas

Leonardo Yáñez Vargas, hijo del compositor, cuenta que


la narración la comenzó su padre desde que se planeó la
carrera, hasta que el Relámpago de Agua Prieta obtuvo la
victoria.
"Los últimos tres versos los compuso el día de la carrera,
primero porque él no sabía qué corredores iban a montar
los caballos.
"Segundo porque no sabía cómo se iba a desarrollar la
carrera”
El 17 de marzo “El Moro” de Pedro Frizby
a la ciudad de agua prieta. Era del pueblo de cumpas
Llegó gente de donde quiera muy bonito y muy ligero
vinieron a la carrera de “El “relámpago” “El relámpago”
era Zaino

33
y “El Moro” dos caballos de primera era caballo de
estima de su amo Rafael Romero
Siete leguas, el caballo de Pancho VillaEl origen del
nombre “Siete leguas” se debe a la distancia que recorría
el caballo: Una legua equivale a 6 kilómetros y un caballo
promedio recorre una distancia de 30 Kilómetros diarios.
De ahí que los pueblos de México de ese entonces tenían
esa distancia de un día a caballo y “El 7 leguas” era capaz
de recorrer 42 kilómetros.

Durante la revolución, Villa era perseguido por


carrancistas y norteamericanos. Un día lo sorprendió una
fuerza de caballería, Villa monta su yegua y escapa
atropellando al atacante, y continúa hasta llegar a hasta
un poblado, 40 kilómetros de donde fue sorprendido.
Villa vio después que su yegua tenía el pecho cubierto de
sangre, la bala que le dispararon hizo blanco en la yegua,
traspasándola, saliendo el proyectil por detrás de la
paleta derecha.

Con esto se entiende que la yegua ya herida corrió 40


kilómetros con Pancho Villa sobre ella. De ahí Villa la
llamó su “Siete Leguas”. (Esto tiene analogía con el
corrido y película del Caballo “Prieto Azabache”).

Después de las batallas Pancho Villa tuvo un proceso en


el que al final recibe un indulto. Como agradecimiento,
Villa le regala su yegua a don Adolfo de la Huerta.
El 4 de septiembre de 1920, el siete leguas fue trasladado
a la Ciudad de México, para llevado a Palacio Nacional. Al
final la yegua termina en el establo del General Lázaro
Cárdenas.
(Versión poco creíble pues Lázaro Cárdenas fue
presidente de 1936 a 1940, y es poco probable que “El 7
Leguas” haya vivido hasta esa fecha). Fin

34
LA CARRERA DEL ALAZÁN Y EL ROSILLO

Profr. Crescencio Montoya Cortez. Miembro fundador


de La Federación Nacional de Cronistas de Ciudades
Mexicanas.

Agradezco al Dr. Carlos Karam Quiñones, la invitación que


me corriera vía celular; y una hora quizá menos me
confirmaba vía convocatoria, la cual convoca a celebrar el
Centenario (Yo hubiera invitado para festejar el “Primer
Centenario”) de la carrera del “Alazán y el Rosillo”
Me encuentro súper asombrado de leer que el patronato
cuente con el apoyo, en calidad de coadyuvantes de seis;
entre Instituciones y Organismos, enfocados, a la
Historia, Arte y Cultura, Amén de otros giros, que
estimulan el crecimiento armónico de todas las
sociedades que han aparecido en la faz de la tierra… Si me
lo permiten; para principios del próximo verano, contará
nuestro Estado, con una Institución de la Benemérita
Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, en su
corresponsalía N°44. Y Con una Delegación de la
Federación de Cronistas de ciudades Mexicanas A.C.” y
muchas más que saldrán a apuntalar la cultura Sinaloense
en todas sus manifestaciones…
El tema de hoy, 28 de Enero de 2023, que hoy nos reúne,
es el referente al acontecimiento que se llevó a cabo un
día 19 de Marzo de 1923, en este lugar en que nos
encontramos…
“LA CARRERA DEL ALAZÁN Y EL ROSILLO”. Que pudo
realizarse con el afán de diversión de acercamiento, al fin
que los pueblos de origen de los contendientes, los sigue
separando unos cuantos kilómetros. Sta. Rosalía, San
Benito, sede del agarrón hípico; pero qué sucedió antes,
durante y después de la carrera.

35
Primero: Aún se escuchaban en todo el país los cañonazos
que marcarían el fin de la Revolución del 1910; todavía se
miraba a lo lejos, las nubes que forman los polvos de
caminos y veredas, por donde transitaban caballos,
montados por soldados, Oficiales y Jefes de los distintos
grupos que participaron en la contienda Nacional. Según
la tradición, en esta carrera estuvieron presentes dos
Generales Mocoritenses; Ambos divisionarios: Don Felipe
Riveros Pérez y Macario Gaxiola Urías; el primero ex
gobernador del Estado de Sinaloa 1912-1913 y el otro
próximo Gobernador de la misma entidad 1928-1932.
Otros Jefes Revolucionarios, aún estaban con vida como
lo fue el mismo General Villa, quien murió 4 meses
después (20/07/1923); Buelna Tenorio (23/01/1924);
Salvador Alvarado, (10/06/1924).
Antecedentes de la carrera:
A) El Alazán: Caballo media sangre llamado “El ligero”,
originario o cuando menos procedente de Charay El
Fuerte; pero fue presentado como local, propiedad de
Trinidad Valenzuela, montado por el aún niño; Martín
López.
2
B) El Rosillo, el cual es citado de igual manera: “El Rosillo
de los pobres”, “El Rosillo de la sierra”… O también como;
“El Caballo Chinampo”; propiedad de Vicente Gurrola;
supuestamente de la comunidad de Sta. Rosalía o bien de
Milpa Vieja, Mocorito… Otros mencionan que era “De allí
arribita de la sierra”. Montado por un jovencito de
nombre, Heriberto Cuevas…
C) Condiciones de la carrera:
Tierra: 500mts. (La mayoría de los que han escrito, para
inspirar conocimiento sobre la materia, anotan: “500
mts., ó 420 varas”, logrando con esto una falsedad de
conversión matemática, puesto que la vara mide 0.836m.
(Vara castellana), (Hay otros en América, en el caso de

36
Paraguay mide 0.868m.), de tal manera que lo correcto
es 500 mts ó 598 varas.
D) Hora de salida: de acuerdo a la letra del corrido, 11:40.
Algunos escritores citan las 10:00 am.
Ambiente Social:
La mayoría de los autores que han corrido la pluma para
comentar el acontecer del momento, coinciden en que el
Piloto del Alazán vendió la carrera, valiéndose de su hijo,
quien era el corredor del Ligero…
Cómo pudo entregar el Cabestro, el Sr. López, si por ley
de carrera debieron llevar ambos caballos, un sacador
(Arreador) para prevenir accidentes a la monta.
También son varios los que coinciden en que el Alazán fue
abierto hacia un monte que se encontraba aledaño. Un
acto de esa naturaleza no es fácil de esconder y menos en
una tierra de 500 mts.
_Qué ha cambiado de la letra original.
El nombre del pueblo donde se corrió esta parejera…
San Benito por San Fernando.
3
_Bacamopa por Mamopan.
“Gritaban los de Mamopan.
Por tal de gastar dinero
Aquí sobran 10,000.00 pesos
Al Alazán por ligero.
_Chona Guzmán por Juana Guzmán.
_ La fecha, 29 de Junio, por 19 de Marzo.
Entorno del ambiente en el momento de la carrera:
“La gente de clase alta le apostó todo al Alazán, mientras
que al Rosillo lo apoyó la clase baja y a duras penas
consiguieron dinero para la apuesta. Cita de Fernando
Magallanes para catalogar a “Los caballos que corrieron”
como un “Hecho” donde se aprecia la desigualdad social;
originando un infinito triunfo de los descamisados sobre
los poderosos…

37
- Para empezar cito, que los caballos, eran porta-
estandartes de la polémica lucha de clases “El Alazán de
los Ricos y el Rosillo de los pobres”.
- Aquí sobran 10,000.00 Diez mil pesos al Alazán por
ligero”
- “Gritan los de Bacamopa, Basta de tanta algaraza, se nos
acabó el dinero, nos quedan bueyes y vacas.
- “Rosendo vuelve a su pueblo, que bien pudo ser la
huerta o Milpa Vieja, y se encontró a un amigo de la
infancia que era el dueño de un caballo llamado “Rosillo”,
por el color de su pelambre, con el cual había estafado en
muchos poblados de la región, ya que se trataba de un
caballo pura sangre, ganando todas las carreras y así
pudo devolver a los campesinos sus propiedades.
- El primero que grabó el corrido fue Pedro Infante por el
año 1948 en un acetato de 33 revoluciones y allí quedó
plasmado el error que ha perdurado “En San Fernando
Jugó”.
- No hay testimonio escrito, pero se ha comentado que
un señor originario de Guasave, Sinaloa; de nombre
Ignacio Bórquez, alias “Nacho Bórquez” llevó al rancho de
su propiedad, a un grupo de amigos originarios de
Mocorito, quienes le habían pedido la posibilidad de que
ellos se entrevistaran con Pedro Infante, que por esos
días se encontraba en ese rancho para proponerle que
grabara el corrido que se titulaba “Los caballos que
corrieron”.
- Todo fue un éxito, el ídolo quedó comprometido a
grabar dicha carrera, cosa que cumplió cabalmente…
Pero según su dicho, cometió un error que no ha podido
ser zanjado.
El cantante dice al iniciar su grabación “Oigan ustedes lo
que pasó en San Fernando Sinaloa”; además dice
“Contestan los de Bamopa”; donde lo correcto es
Bacamopa; Además dice algo fuera del medio hípico ¡Se

38
arrancaron!, ¡Allá van!, donde lo tradicional es: ¡Se
vinieron!
La expresión que se escucha en el corrido es atribuible a
una señora Chona Guzmán, (Que por cierto otros la citan
como: Juana Guzmán). Dice “A mí lo que más me puede,
es el haberle apostado”. Y la mayoría de los que han
grabado el corrido dicen:
“A mí lo que más me puede, son los 20 reales que he
apostado”
Los únicos artistas, que le han dado el nombre verdadero
al lugar donde se corrió, son “Los Llaneros de
Guamúchil”…
“EL caballo de los pobres, en San Benito jugó”.
Trabajo para ser presentado en San Benito, Mocorito, Sin.
El día 28 de Enero del 2023… “Con rumbo al 1er
Centenario de La Carrera Más Famosa en el Noroeste de
México. Los Caballos que Corrieron.

El maestro Crescencio Montoya


Cortés leyendo su ponencia a los
asistentes

39
EL PAPEL DE LA MEMORIA EN EL CORRIDO DE EL
ALAZÁN Y EL ROSILLO

Esteban Ruiz Martínez


El Dorado, Sinaloa

¿Será ocioso reflexionar sobre las discrepancias en torno


al corrido los caballos que corrieron? En este caso
entramos en terreno de la memoria y la tradición oral.
Ambas juegan un importante papel para preservar los
hechos del pasado, pero tienen sus pro y contras. Según
Jean Meyer la memoria no solo olvida, se equivoca y
deforma los hechos. Ante esto se enfrenta el historiador
que busca narrar lo que hay detrás de los fenómenos del
pasado. Lo antes señalado lo encontramos en muchos
casos que la tradición oral ha mantenido. La forma en que
lo recuerda los presenta muchas veces diferente a como
sucedieron.
Casos como el de Malverde, el corrido de El mayor y de
Valente, la historia de La Cruz de El Colgado, El Anima del
callejón en Eldorado, el de la virgen de Quilá, entre otros
casos, no se sabe con precisión cómo y cuándo
sucedieron sus hechos. Quizá esto responda a que tales
acontecimientos se dieron en un segmento de la sociedad
con características socioculturales específicas y donde la
tradición oral era el único medio de preservarlos y
transmitirlos. Sin descartar la restricción o fomento que
ejerció la iglesia en el desarrollo de ciertas creencias, ni la
acción de personas o |grupos interesados en dar una
versión diferente de los mismos hechos.
En el caso del corrido de el alazán y el rosillo la primera
divergencia la encontramos en el día que tuvo lugar el
evento. Algunos dicen que fue el 19 de marzo, otros lo
sitúan el 17 de junio y para otros se dio el día de San Juan.
Igualmente se hace mención a varios corredores del

40
rosillo además de señalar a Heriberto Cuevas se hace
alusión a Emilio Flores Valenzuela y a Fidel Bojórquez,
pero se mencionan los nombres de otras personas que
dicen también ser corredores de dicho caballo. Respecto
a los dueños igualmente hay desacuerdo. El alazán era
propiedad de Trinidad Valenzuela y el rosillo de Vicente
Gurrola. Pero hay quien afirma que el caballo de San
Benito era propiedad de Filiberto Zamorano. Por último,
respecto a los autores de la letra y la música se señala a
Ángel Jacobo y a Jesús Pérez “El paseado” y otros dicen
que los autores fueron Filiberto Zamorano e Ignacio Ruiz.
Las anteriores son las principales discrepancias en torno
al corrido que al decir de Sinagawa era el preferido del
exgobernador Alfonso G. Calderón (1975-1980) ¿Ante lo
anterior nos lleva a preguntar porque tantas
discrepancias? Habiendo sido un hecho local que generó
controversias, ¿no dejó ninguna evidencia documental?
Sobre lo primero más adelante lo comentaré y sobre lo
segundo desconozco hasta el día de hoy la existencia de
algún rastro documental.
En el caso de la región y la época en que se dio la carrera,
existían condiciones socioculturales donde la transmisión
de recuerdos tenía sus debilidades. Una evidencia de lo
anterior lo tenemos al momento de registrar las
defunciones que hubo en San Benito en 1923, donde la
mayoría de las personas de cierta edad al consignar su
fallecimiento se expresaba que eran de padres ignorados.
En este aspecto había, creo, un vacío entre las viejas y
nuevas generaciones en algo tan importante como el
nombre de los padres de los fallecidos.
Para ilustrar un poco lo anterior tenemos lo siguientes
casos: Valentín Varela, acta número 12, tenía al fallecer
85 años lo que indica que había nacido en 1838; Filemón
Gámez, acta número 14, de 76 años por lo que nació en
1847 y dio parte de su fallecimiento Martin Olivas de 22

41
años; Inés Medina, acta número 20, de 55 años, nació en
1868 y dio parte de su muerte Pantaleón Meza también
de 22 años; Gabina Olivas, acta 24, de 85 años, nació en
1838 y dio parte de su muerte Sabina Valdez de 32 años
y por último el caso de Pedro López, acta 61, de 70 años,
nació en 1853 y dio parte de su deceso Jesús López. Sin
duda la edad de los que daban parte del fallecimiento sea
un elemento que explique el de conocimiento de los
difuntos; pero no es el único hay que agregar las
prescripciones que en materia del registro de
nacimientos de la época donde sólo cuando los padres
eran casados se anotaban los nombres de los abuelos de
los registrados. En el año de la carrera poco más del 50%
de los registrados eran hijos naturales, es decir, que sus
padres no estaban casados y por lo tanto en sus actas no
se asentaba el nombre de sus abuelos.
Considero que las divergencias ya mencionadas más que
por un interés deliberado por alterar los hechos fueron
las condiciones socioculturales (incultura, aislamiento,
falta de medios de comunicación, etc.) las causantes de
este fenómeno más todavía cuando el corrido rebasó las
fronteras de Mocorito y de Sinaloa.
Además de todo lo anterior no podemos dejar de
mencionar la creatividad del sinaloense que ante la falta
de evidencias y aún con éstas es capaz de crear una nueva
realidad. Sin esto no tuviéramos El Guilo Mentiras de
Dámaso Murua, Las sentencias salomónicas de Belem
Torres y El Cacaxtle lleno de mentiras de Francisco René
Bojórquez Camacho, entre muchos otros.
Solo para señalar, lo que todos sabemos, sobre la
importancia de las fuentes documentales hago alusión al
autor de la letra del corrido. Existe una referencia en el
acta número 41 del libro de fallecimiento de San Benito
de 1923 donde se anota que el día 4 de septiembre
compareció José Ángel Jacobo de 22 años soltero,

42
labrador, originario de El Paso sindicatura Bacubirito y
vecino de Carretillas dando parte del fallecimiento en la
Sierra de Parras de Aurelia Román, hija de Primitivo
Gurrola Y Gregoria Román. Nadie duda que el rosillo era
de esa parte y que su dueño era Vicente Gurrola.
Sin duda la memoria ha hecho su trabajo en este caso,
pero la fecha en la que se dio la carrera fue el 24 de junio,
quien corrió al rosillo fue Heriberto Cuevas, el dueño del
alazán era Trinidad Valenzuela y de el Rosillo Vicente
Gurrola y por ultimo los autores de la letra y de la música
de Los caballos que corrieron fueron Ángel Jacobo y Jesús
Pérez “El Paseado”. Todo lo anterior mientras no existan
evidencias que digan lo contrario.
San Benito, Mocorito, 28 de enero, 2023

El maestro Esteban Ruiz Martínez


leyendo su ponencia

43
CABALGATA DE UNA PASIÓN.
Los caballos de mi Gral. Buelna.
(Y una que otra mula.)

Nicolás Antonio Piña Paéz


Los Mochis, Sinaloa

Es de sobra conocido el gusto y la afición que desde edad


muy temprana mi Gral. manifestó por los equinos, tal vez
les agarro sabor cuando en una ocasión al estar muy
enferma Marcelina su Sra. madre, le tuvieron que dar
leche de una burrita recién parida, pues con dos meses
de nacido Rafael solo se alimentaba del pecho de su
madre.

Su papá Pedro, al año y medio de edad lo subía a los


caballos y Rafael se encantaba, eso sí, bien apergollado
de las crines del penco y al abrigo de los brazos de su
progenitor, conforme pasó el tiempo y su humanidad se
lo permitió, él sólito con tan solo tres años cumplidos ya
montaba sin acompañante, años más tarde era amo y
señor de la monta, lo mismo le daba montar a la
Estradiota, en pelo, a la Jineta, a la brida, a la bastarda,
sin estribos, a Sentadillas, a las Ancas, a la Francesa, a la
Halconera, al Natural, Artificial, Corto, Largo, estilos de
monta poco conocidos en esa época y región lo cual le
daba distinción entre los demás niños, incluso con los
jinetes experimentados, algunas técnicas su papá le
enseño y otros herencia de su tata Carlos ya fallecido
pero que recibió ese adiestramiento por conducto de don
Jesús Monge depositario de la última voluntad de su gran
amigo de Carlos M. Tenorio V. Su primer caballo fue
regalado por don Chuy M. un zaino de gran alzada, brioso
con una preciosa estampa de raza capa negra cartujano,
que a leguas se le veía lo fino.

44
Con el Mongeño, previa autorización al nombre del
caballo por don Jesús, gano varias tacuachadas, y regresó
algunas crías del zaino a don Jesús, en las fiestas de la
Purísima Inmaculada Concepción que empezaban a fines
de noviembre y terminaban el 8 de diciembre, Rafael
gallardamente hacía gala de su don de mando sobre el
Mongeño y era admirado por chicos y grandes, pero
sobre sobre todo por las chiquillas del pueblo, se veía
como un centauro adolescente surgiendo le la ardiente
pasión por la justicia, la honradez y el amor a su patria sin
importar el precio, él mismo era un corcel indomable,
tempestad juvenil a caballo en busca de la victoria en sus
objetivos, que ya tenía bien definidos desde sus primeros
años de vida.

En Concordia Sinaloa, Luis Vizcarra le regala El Mapache


un caballo criollo cabeza de base ancha y vértice fino,
mucha frente y cráneo, poca cara, orejas pequeñas, ojos
grandes y expresivos, ollares grandes y amplias quijadas,
y al son de la tambora de Sebastián Sánchez, cuyas notas
solemnes o alegres, burlonas o amorosas, presiden y
dominan la sinfonía de los 30-30, el pueblo entero se
entrega al sinaloense romántico, transparente de
generosa inconformidad, de ímpetu ardiente auroleado
por las fulgurantes victorias, pleno de la saudade de la
tierra nativa.

Buelna que fue hombre antes que héroe, soldado antes


que político, hombre de disciplina moral antes que
caudillo turbulento, que soñaba en el valor de las
jerarquías morales, para que éstas evolucionaran hacia
las normas jurídicas, galopa al frente de su brigada
cayendo sobre San Ignacio, Pánuco, Rosario, Escuinapa,
Santiago Ixcuintla, La Muralla, Sautla, Acaponeta, Rosa

45
Morada, Tepic, La Labor, por mencionar algunos nombres
de los escenarios agitados de sus triunfos y sus derrotas.

Otro caballo criollo de mi Gral. fue el Grano de Oro,


mismo que el coronel Rafael Garay utilizo para lazar una
ametralladora de los federales al mando del coronel
Tamayo cerca del pueblo de Sautla Nayarit, era un caballo
compacto y fuerte con la peculiaridad de que los truenos
de las balas y los cañones no lo inmutaban, parecía saber
que lo importante era solo obedecer las riendas sin
necesidad de espuelas, este caballo se lo regaló Lucio
Blanco después de haberle perdonado la vida al Obregón
y posteriormente Rafael se lo regala a Pancho Villa, según
consta en el siguiente estribillo.
Yo le puse grano de oro
a mi caballo alazán
era de mi fierro criollo,
era hermoso, mi animal.
Mas se lo di a Villa
en su santo allá en Parral
Pancho Villa le dio el grado de mayor
Cuando lo salvó en Celaya
de las balas de Obregón
corrió con su carga en lomo
hasta llegar a Torreón.

Penosa Caminata De las ancas del caballo a las de una


hermosa mula.
En Tepic Isaac Espinosa, Martín Espinosa, y Rafael
resuelven revelarse contra el usurpador de Huerta
saliendo violentamente de la ciudad y el 5 de marzo de
1913 son perseguidos y alcanzados por los soldados
huertistas, superados en número y faltos de municiones
se ven obligados a dejar sus posiciones y huir sin sus
monturas, así a pie

46
deciden poner tierra de por medio y Martín se enfila para
Durango, Isaac y Buelna saben que Maytorena en Sonora
los puede ayudar, después de caminar una semana entre
la espesa selva Nayarita, topan en la Guamuchilera
ranchería cerca de Acaponeta, con un caballo y una
coqueta mula roma, Isaac se adelanta y logra la
aceptación del penco.

Rafael buen conocedor de los equinos sabe de la ventaja


del Burdégano y emprenden su viaje a los de sus
respectivos animales, Espinosa con 100 kg. De peso
pronto cansa al caballo y se fue quedando muy atrás,
mientras que Rafael parece disfrutar el trote media brida
de su Burdégano, entonces empieza a gritar Isaac,
¡¡Buelnita préstame esa mula, hombre, ya que este
caballo no puede conmigo.!!

Profe. Nicolás Antonio Piña Paéz.


Disertando sobre su ponencia

47
REMINISENCIAS DE ORIGEN CONVERSO EN SAN
BENITO, MOCORITO

Autor: M.C. Carlos Francisco Tavizón López


Cronista Oficial y Vitalicio De La Ciudad De Guamúchil, y
del Municipio de Salvador Alvarado.

Es para mí un gran honor en este escrito, referirme al


bello pueblo de San Benito, Mocorito. Enclavado en el
bello valle entre los cantiles de los cerros del “Picacho” y
el “Mueludo” y a orillas del nuestro querido Rio Évora,
sabiendo que en él poblaron durante muchos años parte
importantes de mis antepasados maternos y así mismo,
ser la tierra del ante pasados de mi querido amigo
Gilberto López Alanís fallecido recientemente 02 de
diciembre del 2022. Hombre intelectual de gran amor
humano que aporto durante su vida, investigaciones,
culturales e históricas de gran valor, y así mismo, creo
instituciones como el Centro de Investigaciones
Económicas y Sociales de la UAS y la creación del Archivo
Histórico del estado de Sinaloa, entre otras.

En Sevilla a inicios de la pequeña edad de hielo, que trae


consigo grandes hambrunas y epidemias, empiezan los
católicos a partir de 1350 una serie de señalamientos y
hostigamientos a los judíos sefarditas que tenían una
gran y prospera población, ya que al ser una cultura que
enseñaba desde muy temprana edad a sus hijos el habito
de lectura lograban ser comerciantes y artesanos
prósperos lo que atraía las envidias del pueblo bajo.

En el día 06 de junio del año 1391 se desata la matanza


por una muchedumbre de cristianos armados que entran
en las juderías locales prendiendo fuego a las casas,
mientras lo moradores dormían, dejando más de 4,000

48
mil judíos muertos, y sin algún asomo de vergüenza y
arrepentimiento público le exigían a la orden tajante que
emitía el perverso y fanático Ferrando Martínez “al grito
de muerte al que se resista al bautismo”. Esto hizo que
aproximadamente 10,000 sefarditas se convirtiesen a
fuerzas al cristianismo, los cuales se les empezó a llamar
conversos o marranos.

Mas su justo nombre seria Anusim, ya que habían


aceptado el bautismo de forma forzada, de vida o
muerte. Al bautizarse les traía una serie de compromisos
al pertenecer al cristianismo, como olvidar y dejar de
practicar las lecturas y rituales judíos, y así mismo, su
sistema de alimentación o sea sus comidas tradicionales,
las cuales estaban muy relacionadas en parte a sus
rituales de acuerdo al año festivo judío, comidas que a
esa fecha tenían más de 2,000 años de arraigo y que se
había trasmitido de madres a hijas por muchas
generaciones. Una de estas familias que son convertidas
de esta manera es la de Juan López de Sevilla, los cuales
vivieron con cierta relativa paz hasta el establecimiento
del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición del año de
1478, que empezó una cacería de conversos sobre todo
adinerados e importantes, tanto por sus oficios como por
su poder, con el afán de quitarles parte o el total de sus
riquezas y propiedades.

La familia de los López conversos, empieza con Juan


López de Sevilla de la cual desciende una gran cantidad
de descendientes, pero solamente seguiremos la de
Diego López Veinticuatro, marido de Beatriz Gómez
(A.P.S. IX 1489 Libro 16476). Padre de María Francisca a
su vez madre Francisca de Herrera, madre de Leonor
Fernández de Herrera mujer de Gonzalo Fernández, de
Santa María la blanca Sevilla, y entre ellos a Iñigo López

49
de Sevilla marido de Beatriz Fernández y padre de los
siguientes hijos: a) Diego López Veinticuatro de Sevilla,
marido de Isabel Medina, padre de: Diego López, Juan
López, Gonzalo López, Beatriz López, Alonso López y
María López; él llego a la Nueva España en 1528 y formo
parte de las huestes de Nuño de Guzmán en la conquista
de la Nueva Galicia y fue fundador y de los primeros
pobladores de San Miguel de Culiacán.

Hombre de grandes habilidades, fue a la muerte de Lope


de Samaniego, Maestro de Campo en 1540 de las tropas
de Francisco Vázquez de Coronado al que acompaño en
la expedición a Cibola y Quivira, llegando hasta el estado
de Kansas. Fue un gran minero descubridor de las minas
de las once mil vírgenes de cósala y la de Eztlan en
zacatecas, se regresa a España en 1555 y Felipe II lo
nombra administrador de las minas de Guadacanal,
posteriormente el Rey por ser Diego López de origen
converso le pide un préstamo forzoso de más de
trescientos mil ducados, por lo cual a sabiendas que el
Rey no se los pagaría, prefiere que sus hijos emigren de
nuevo a la Nueva España y se hacen pobladores de San
Miguel de Culiacán.

b) Gonzalo López, marido de Antonia del Castillo,


hermana de la madre del gran poeta y humanista
Gutierre de Cetina creador de una gran obra literaria,
entre ellas, el Soneto “Ojos Claros Serenos”. Ellas eran
hijas del tesorero de García del Castillo y de María Moya,
el emigra a la Nueva España en 1529 y en 1550 fue el
Procurador General de la Nueva España, acompaño a
Nuño de Guzmán en 1531, y escribió

50
una de las crónicas más importantes de la conquista de la
Nueva Galicia, y es uno de los fundadores de San Miguel
de Culiacán.

Posteriormente emigra a Culiacán su hermano Juan. Ellos


eran primos hermanos de Pedro López de Sevilla, marido
de Catalina López, hija de Juan de Sevilla y Beatriz
Sánchez, padre a su vez de Diego López, Juan López,
Gonzalo López, Beatriz López, Alonso López y María
López, sus hermanos. Beatriz López de Ayala emigra a la
Nueva España en 1536 y se casa con Juan de Arévalo, y
procrea a los siguientes hijos: Pedro de Arévalo, Gonzalo
López de Ayala y Diego López de Ayala: AHMC 251. Ellos
emigran a Zacatecas donde descubren y explotan unas
minas de plata.

Ella después de enviudar en 1545, se casa con Alonso


Castillo de Maldonado y se traslada a Colima, y enviuda
por segunda vez en 1548, casándose por tercera vez con
el viudo Diego de Mendoza, del cual enviuda en 1554. Sus
hijos emigran a Culiacán, ya que eran parientes de los
descendientes de Diego López Veinticuatro de Sevilla. Se
dedican a la minería y al comercio formando en poco
tiempo una gran fortuna, que les permite ir comprando
terrenos realengos en la provincia de Culiacán, la cual
llegaba hasta el Rio Évora, así por ejemplo uno de sus
descendientes Pedro López de Ayala, compra en 1728 los
predios de San Pedro de Guamuchil y Yacochito, terrenos
que estaban bajo la jurisdicción de la alcaldía de San
Benito de los Sabinos, ya que su jurisdicción abarcaba los
predios desde el Rio Évora hasta el Rio Humaya teniendo
entre ellos los poblados de Mocorito, San Juan Bautista,
Cahuinahuato, Santiago de los Caballeros y Badiraguato.

51
Creemos que desde esta época ya eran habitantes los
López de Ayala en San Benito de los Sabinos, los cuales,
junto a los Valenzuela, Rocha, Pérez de Mendoza,
Camacho, Sánchez, Ruiz, Angulo, Terrazas, Quiñones,
Serrano, Cazares y Castro. Cuyas costumbres tienen
antecedentes sefarditas, por ejemplo, la endogamia que
consiste en que existen matrimonios entre individuos de
ascendencia común; es decir, de una misma familia,
linaje, grupo religioso y étnico. Por ejemplo: el caso de
Benito Pérez de Figueroa y Ángela de Uriarte y el de José
Pérez y Juana Isabel López, donde “los abuelos de los
dichos contrayentes fueron primos hermanos y los p.p.
de los referidos contrayentes son primos segundos y de
los contrayentes primos terceros”).

Además, la otra costumbre o tradición más persistente es


la gastronómica, por ejemplo, los platillos tradicionales
siguientes: Carne asada, Carne machacada guisada,
cocido con hueso y frijol, cocido de hueso y garbanzo,
cazuela (sopa de las 7 verduras), colachi llamado también
“almodronte”, el caldillo, bizcotelas, tortillas de harina
(pan sin levadura), pan de trigo, y un largo etc. Además,
heredan el uso del horno de barro de media esfera, que
es tan tradicional para la elaboración de diferentes
platillos regionales.

Otra manifestación de esta herencia intangible se refleja


en el habla con palabras judeoespañolas o de Ladino era
el idioma que hablaban los primeros pobladores de
origen Ibérico, en la provincia de Culiacán y en la
provincia de Sinaloa, siendo una de las características del
judeoespañol que han sobrevivido ha sido el sustituir la
“e” por la “i”, y la “Ll” por la “l” y el uso generalizado de
diminutivos, como: ahua “agua”, alevantate “levántate”,
alreves “revés”, amarrado “atado”, andaron “fueron”

52
anio “anillo”, anque “aunque”, ansina “asi”, bolsio
“bolsillo”, briantes “brillantes”, cochiito “cuchillito”,
enantes “antes”, gargantia “gargantilla”, hueltas
“vueltas, juites “fuiste”, ladrios “ladrillos”, membrio
“membrillo”, muncho “mucho”, oria “orilla”, oyistes
“oisteis”, piedregosas “pedregosas”, pieses “pies”,
ramada “enramada”, rodias “rodillas”, sia “silla”,
venemos “venimos”, vinites “viniste”, etc.

Esto me recuerda el artículo que escribió el gran maestro


Gilberto Javier López Alanís en la Voz del Norte, el día 28
de septiembre del 2014, “Susana nació en la nochi”,
donde narra que su bisabuelo Refugio López, que asumió
las funciones de Oficial del Registro Civil en 1903, siendo
Oficial del Registro Civil de San Benito en 1928, apunta en
su libro de registro de nacimiento que Susana López hija
de Juan Francisco López nació el 19 de enero a las ocho
de la “nochi”. Marcando claramente el origen sefardita
de nuestra habla, por lo cual muchos de los Sinaloenses,
manifestamos diglosia al hablar, mezclando dos lenguas
semejantes como el judeoespañol del siglo XVI y el
español moderno.

Pero la herencia más importante de todas es la belleza de


sus mujeres, de clara herencia sefardita, recordemos los
casos de gran belleza de la reina Esther que se casa con el
más grande emperador de Persia, Azuero. Berenice con
el emperador Tito Flavio Vespasiano. Y nuestra Isabel de
Tovar y Guzmán nacida en Culiacán, a la cual por amor
Bernardo de Balbuena le dedica el libro de poesía “La
Grandeza Mexicana”, que fue el primer gran poema
americano.

Diciendo así: “Existe una famosa población de españoles,


cuyas reliquias, aunque sin la florida grandeza de sus

53
principios, duran todavía, y a pesar del tiempo conservan
en su remoto sitio el nombre de la gran villa de San
Miguel de Culiacán. En este pueblo, digno por sola esta
ocasión de hacer su cuenta aparte con los famosos de la
tierra, se crio desde sus primero años Doña Isabel de
Tobar y Guzmán, una señora de tan raras partes, singular
entendimiento, grados de honestidad y aventajada
hermosura, que por cualquier de ellas puede muy bien
entrar en número de las famosas mujeres del mundo, y
ser con justo título celebrada los buenos ingenios del”.

El M.C. Carlos Francisco Tavizón


López leyendo su interesante
ponencia

54
“LA CARRERA DEL ALAZAN Y EL ROSILLO DE SAN
BENITO Y EL DISTINTIVO DE PUEBLO MAGICO DE
MOCORITO”

LIC. LUIS ALBERTO SAINZ FIERRO.

COMITÉ PRO FESTEJOS DEL CENTENARIO DE LA CARRERA


DEL ALAZAN Y EL ROSILLO; H. AYUNTAMIENTO DE
MOCOITO; INSTITUTO SINALOENSE DE CULTURA;
CRONICA DE SINALOA, ASOCIACION CIVIL; COLEGIO DE
HISTORIADORES DE SINALOA, ASOCIACION CIVIL;
COMISION DE HISTORIA Y CULTURA DE LOS MOCHIS,
ASOCIACION CIVIL; SOCIEDAD SINALONSE DE HISTORIA;
Y, SEMINARIO DE CULTURA MEXICANA, CAPITULOS
CULIACAN Y MOORITO.

Buen día distinguidos Representantes; soy el Lic. Luis


Alberto Sainz Fierro, Presidente del “GRUPO
MOCORITO”, Asociación Civil, y Presidente del Colegio de
Licenciados en Derecho “Lic. Clemente Vizcarra Franco”,
Asociación Civil; con teléfono celular: 6673885770,
correo electrónico: luis.sainzf@gmail.com; y, en esta
ocasión, deseo poner respetuosamente a consideración
de ustedes, el presente trabajo titulado: “LA CARRERA
DEL ALAZÁN Y EL ROSILLO DE SAN BENITO Y EL
DISTINTIVO DE PUEBLO MÁGICO DE MOCORITO”.
Agradezco la invitación y convocatoria a participar con
ponencias y/o trabajos de investigación historiográfica
sobre la Carrera del “Alazán y El Rosillo, declarada por el
H. ayuntamiento de Mocorito como “Patrimonio Cultural
Inmaterial del Municipio”.

Los pilares fundamentales que sustentan el Distintivo de


“Pueblo Mágico”, son: HISTORIA Y TRADICIONES. Ambas
pueden ser paralelas, nacen, se construyen, se

55
comparten y finalmente se fortalecen con el tiempo y con
el beneficio de la cultura.

“Un Pueblo Mágico es una localidad que tiene atributos


simbólicos, leyendas, historias, hechos trascendentes,
cotidianidad; en fin, MAGIA que emana en cada una de
sus manifestaciones socio – culturales, y que significan
hoy en día una gran oportunidad para el
aprovechamiento turístico. Los Pueblos Mágicos de
México han estado ahí por mucho tiempo, esperando el
reconocimiento de sus valores y riqueza histórica
cultural. Su autenticidad, su mexicanidad, su encanto
ancestral, sus colores y olores, sus pobladores, sus
singularidades en conjunto requieren hoy de su
revaloración, de elevarlos a un estadio de distinción como
un icono del turismo de México. Un Pueblo Mágico es hoy
un símbolo distintivo, una marca turística reconocida y es
deber de todos los actores que favorecen su desarrollo
turístico, mantenerlas en el más alto nivel de respeto y
cumplimiento”. Secretaria de Turismo - 03 de enero de
2014.

El escritor Nicolas Avilés González, en su publicación:


“Pueblos Mágicos de Sinaloa” con fecha 13 de noviembre
de 2011, en el Periódico Cultural de Sinaloa, La Voz del
Norte, destaca que el proyecto federal de pueblos
mágicos, aparece en ese mismo año 2011, como
propuesta de la Secretaria de Turismo con el objetivo
fundamental de fomentar la afluencia de paseantes a
muchas comunidades, que a pesar de tener que mostrar
algo sensacional estaban casi en el abandono. Dichos
pueblos deberían poseer una arquitectura urbana basada
en edificios construidos en la época colonial hasta el siglo
XIX y bien preservada. Además, que sus espacios tuvieran
bellezas naturales a sus alrededores para ofrecer turismo

56
de aventura, una cultura propia que se mostrara en
manifestaciones genuinas como la danza, música y
ceremonias especificas propias de esa región. Se buscaba
que el lugar generara un ambiente acogedor, único,
mágico, que evocara reminiscencias que pudieran
trasportar a los visitantes nacionales y extranjeros a un
pasado glorioso. En consecuencia, de lo anterior,
Mocorito con la pretensión de adquirir el Distintivo de
“Pueblo mágico”, atendió lo siguiente:

I. Marco Referencial.

La propuesta de “Pueblos Mágicos” se inscribe en el


marco del Programa Nacional de Turismo 2001 – 2006,
según los siguientes Objetivos Sectoriales: Apoyar el
desarrollo turístico Municipal, Estatal y Regional;
Propiciar el desarrollo sustentable; Fomentar la ofertar
turística; Favorecer la dotación de infraestructura en
apoyo al turismo. Entonces, de esta manera nace el
Programa “Pueblos Mágicos” de México, como un
programa de desarrollo turístico integral para localidades
de diferente nivel de desarrollo y en riesgo de declive a
fin de lograr una nueva orientación para hacer del
turismo una actividad de contribución real que elevara
los estándares de bienestar, empleo, inversión y
aprovechamiento racional de los recursos y atractivos
naturales y culturales. Lo anterior, en cumplimiento con
uno de sus Principios Básicos: “El involucramiento y
participación de las comunidades receptoras y sociedad
en su conjunto”. Sin omitir que el objetivo de lograr
destinos sustentables se cumpla cabalmente;

II. Objetivos del Programa Pueblos Mágicos.

57
Estructurar una oferta turística complementaria y
diversificada hacia el interior del país, basada
principalmente en los atributos HISTORICO –
CULTURALES de localidades singulares; Aprovechar la
singularidad de las localidades para la generación de
productos turísticos basados en las expresiones de la
cultura local, artesanías, festividades, gastronomía y
tradiciones; Aprovechar la singularidad de las localidades
para la generación de otras actividades, como:
senderismo, deporte extremo, ecoturismo, pesca, etc.;
Generar, Consolidar y/o reforzar los atractivos da la
región, incluyendo las artesanías, gastronomía,
amenidades, comercio regular y negocios turísticos;
Constituir al turismo local como una herramienta del
desarrollo sustentable e incorporarla a los programas de
apoyo a la gestión municipal; y, Que los receptores
locales participen y aprovechen del turismo como una
actividad redituable y como una opción de negocio, de
trabajo y de forma de trabajo; entre otras.

III. Criterios de Incorporación al Programa.

Involucramiento de la sociedad y de las autoridades


locales. - Se trata que la sociedad local en su conjunto o a
través de una representación civil haya solicitado su
incorporación al programa ante las autoridades estatales
y/o federales con el compromiso de constituir un Comité
Turístico Pueblo Mágico y/o algún Organismo, Asociación
Civil o Grupo Pro - Pueblo Mágico. De acuerdo a lo
anterior, se integró la siguiente representación:
Secretario de Turismo de Sinaloa; Presidenta Municipal
de Mocorito; Presidente COMOTUR; Secretario;
Tesorero; Primer Vocal; Segundo Vocal; Tercer Vocal;
Representantes de los Restauranteros; Vocales Auxiliares

58
de la Sociedad Civil; Representantes de los Cronistas; y,
Representantes de los Artesanos.

Quedando el Consejo Mocoritense de Turismo


(COMOTUR) con el siguiente contenido: Reglas de
Operación “Pueblos Mágicos”: SECTURISMO; Plan Estatal
de Desarrollo 2011 – 2016; Plan Municipal de Desarrollo
2011 – 2013; COMOTUR: Nombres de los Integrantes del
Consejo; Plan Estrategia y Lineamientos; Mocorito: “La
Atenas de Sinaloa”; Mocorito: “Pueblo Señorial”; Templo
de la “Purísima Concepción”; La Voz del Norte; Centro
Cultural “Dr. José Ley Domínguez”; Leyendas Urbanas;
Mocorito: Fiestas y Tradiciones; Banda: “Hermanos
Rubio”; Los Tigres del Norte; y, Localización de Mocorito.

IV. Oferta de Atractivos y Servicios.

Contar con atractivos turísticos diferenciados. -


La localidad candidata debería de contar con una gama y
diversidad de atractivos turísticos que en su conjunto
signifiquen un nivel determinado de atractividad turística
para los mercados consumidores, a fin de consolidarlos
y/o apoyar su despegue.

Contar con un atractivo turístico simbólico. - La


localidad candidata debería contar, al menos, con un
atractivo turístico simbólico que la diferencie de otras
localidades del Estado, la región e inclusive dentro del
país. En ese tenor y relativo al tema que nos ocupa, es
importante evocar específicamente lo siguiente:

Historia de la comunidad de San Benito. –


Nuestro bien recordado Cronista de Mocorito, Don José
Ramon Velázquez, en su obra: “Mocoriton Viejo” –

59
Apuntes de Mocorito -, comparte textualmente, entre
otras cosas, que Mocorito “nació solo dios sabe cuándo,
aunque si sabemos que a mediados del año de 1594, fue
fundada la Misión de Mocorito por los ilustres padres,
Juan Bautista de Velasco y Hernando de Santarén”.
Agrega: “Del tiempo de la colonia, se sabe poco, y existe
documentación manuscrita de esa época, donde aparece
San Benito con mayor importancia política y eclesiástica,
pues los oficios coloniales decían – en el pueblo de
Mocorito jurisdicción de San Benito – y no es hasta en las
postrimerías de la Colonia, cuando cruza por Mocorito, el
llamado en aquel entonces, Camino Real Mexicano,
quedando San Benito fuera de esta ruta”.

También Don José Ramon Velázquez, en su obra:


“Carreras de Caballos”. - Apuntes de Mocorito -, nos
obsequia interesantes relatos sobre el tema en cuestión,
al decir: “Al estadillo del movimiento armado de 1910,
toda clase de fiestas con eventos de caballos terminaron
y solo alguna que otra vez se celebraron, pero de un
manera discreta y aislada, sin mucho ruido, pues la gente
temia salir de sus lugares y no hbia mucha disposicion
para fiestas. Asi paso la segunda década del siglo. Ya
entrados los años veintes es cuando nuevamente
empiezan las celebraciones de fiestas de carreras,
aunque ya el 2 de abril no figuraba en el calendario de
festejos, por ser celebración netamente porfirista, siendo
las preferidfas a partir de ese entonces 20 de noviembre,
5 de mayo y 24 de junio, el mero dia de San Juan. Por eso
años se celebro en el mes de junio en San benito la fmosa
carrera y hasta la fecha discutida, Carrera del Alazan de
los ricos y el Rosillo de los pobres, que inspiro el fmoso
corrido que ya traspaso las fronteras del país.”

60
La famosa Carrera del “Alazán y El Rosillo”. -
Carlos karam Quiñonez y Esteban Ruiz Martínez, en la
obra: “SAN BENITO, MAS ALLA DE LA CARRERA DE
CABALLOS”, en la parte concluyente textualmente se
evoca: “A doscientos setenta y cinco años
aproximadamente d su nacimiento, el viejo San Benito de
los Sabinos, que después se convirtió en el Mineral de San
Benito y hoy se le conoce solo por San Benito, con sus
bellezas naturales, con sus olvidos y tragedias ha dejado
una huella perene en nuestros corazones y ha inspirado
nostálgicas expresiones de hombres de la talla de Antonio
Yakayama cuando dice – refiriéndose a San Benito en
1948 que lo visito – Sus habitantes viven aferrados a la
tierra y dedicados a la agricultura -. Ahora, solo le queda
la proverbial hermosura de sus mujeres. ¡Dios santo!,
¡Cuanta muchacha bonita hay en este pueblo!

V. Legado de historia, tradiciones y cultura.

El Alazán y El Rosillo de San Benito, la Carrera que


ya es Patrimonio Cultural. - El 16 de diciembre de 2022, la
famosa carrera de caballos “El Alazán y El Rosillo”, fue
declarada por Honorable Cabildo Municipal de Mocorito,
Sinaloa, “PATRIMONIO CULTURAL INTANGIBLE”,
quedando el registro como un acontecimiento
importante para la historia del Municipio.
El Corrido de la famosa carrera del “Alazán y El Rosillo” de
San Benito, Mocorito, Sinaloa, fue el primer referente
musical y de contenido popular, político y social, que
trascendió más allá de las fronteras regionales, donde se
escuchó fuerte y claro el nombre de Mocorito. El corrido
sobre esta competencia hípica fue interpretado por
múltiples y diversos artistas y grupos musicales, como
Luis Pérez Meza, Pedro Infante, y Antonio Aguilar, entre
otros. Igualmente se realizaron películas (sin olvidar la

61
filmada en el sexenio del Gobernador Don Genaro G.
Calderón Velarde), así como innumerables artículos. etc.

Festividades culturales para conmemorar el Centenario


de la Carrera. - Para festejar los 100 años de este
acontecimiento, en Mocorito (Cabecera Municipal y
Sindicatura de San Benito), el 18 y 19 de marzo, se
realizarán una serie de actividades culturales, entre ellas:
conferencias, presentación de libros, carreras de
caballos, la filmación de una película, fiesta y coronación
de reinas, etc.

El Lic. Luis Alberto Sainz


Fierro. Leyendo su ponencia

62
“LOS CABALLOS QUE CORRIERON” O “EL ALAZÁN Y EL
ROSILLO”: DILEMA Y OTRAS IMPRECISIONES DEL
FAMOSO CORRIDO.

Por Rubén Rubio Valdez


Cronista de Mocorito

Participar en este encuentro de cronistas e historiadores


del estado, es una grata oportunidad que nos brinda el H.
Ayuntamiento de Mocorito y el Comité Pro Festejos del
Centenario de la Carrera El Alazán y El Rosillo de este
legendario y emblemático pueblo de San Benito. En lo
personal, agradezco la invitación de mis amigos Juan
Salvador Avilés Ochoa, Director del Instituto Sinaloense
de Cultura y Jaime Alberto Félix Pico, Presidente de la
Crónica de Sinaloa. Profesionistas honorables y
comprometidos con la cultura y con las artes.

Muy atractivo el temario que comprende la convocatoria


para este encuentro. Lo que se diga aquí, respecto al
contexto histórico de la carrera, sin duda enriquecerá el
trabajo editorial del libro SAN BENITO: más allá de la
carrera de caballos, 2ª. 2008, de Carlos Karam Quiñones
y Esteban Ruiz Martínez. Por su estructura y contenido el
libro da la sensación de un arduo trabajo de investigación
y análisis de datos capturados de fuente prima que
constituyen el Archivo Parroquial de la Iglesia de
Mocorito, el Archivo Histórico General de Estado de
Sinaloa y el Archivo de la Oficina del Registro Civil de San
Benito. Muy valiosa información para actuales y futuras
investigaciones serán los contenidos de los apéndices de
la A-G, tanto como la bibliografía citada. Importantes
datos duros de ese libro para conocer el pasado de esta
región de San Benito de los Sabinos, que como tierra
prometida arribaron españoles a finales del siglo XVI,

63
formando pueblos atraídos desde lejos por el evidente
potencial minero de esta región. La categoría eclesiástica
de “curato de San Benito”, le dio jerarquía sobre
Mocorito, cuando por años, muchos años solo fuera “una
misión jesuita”. Poco más de 195 años estuvo la misión
de Mocorito bajo su jurisdicción, desde 1572 hasta la
expulsión de los jesuitas en 1767. Sobre su presencia e
impacto de su expulsión, es un tema que solo de manera
somera ha sido considerado, al menos en el noroeste.
Faltan estudios sobre su presencia en esta región.

Con mi ponencia para hoy, “LOS CABALLOS QUE


CORRIERON” O “EL ALAZÁN Y EL ROSILLO”: dilema y otras
imprecisiones del famoso corrido, delinearé
observaciones que he llevado por años; tal vez en algunas
coincida y otras discrepe con ustedes como estudiosos
entregados a la historiografía y a la crónica.

UNO:
En Mocorito, como en San Benito desde siempre supimos
que este corrido tuvo el nombre de LOS CABALLOS QUE
CORRIERON y celebro que el libro “SAN BENITO: más allá
de la carrera de caballos” al referirse al corrido tema, lo
nombren como se conoció mucho antes de que lo grabara
Luis Pérez Meza en 1948 con el título de “El Alazán y El
Rosillo”, acompañado del Mariachi Vargas de Tecalitlán.
Poco después lo grabaría Pedro Infante, con el título de
“El Alazán y El Rocío” con el acompañamiento de El
Mariachi Los Mamertos. El arreglo musical de la versión
de Pérez Meza lo hizo Rubén Fuentes y resulta que el
forte de la melodía de la entrada a la pieza es similar a la
grabación instrumental de la Banda Los Guamuchileños
de Culiacán del año de 1952. Respecto al arreglo de la
versión de Pedro Infante, se escucha que la entrada toma
solo un compás de la versión de Pérez Meza y de la de

64
Guamuchileños de Culiacán. ¿Qué sugiere esto? Sugiere
que el arreglo del Vargas escrito por Rubén Fuentes, que
es similar al de Guamuchileños grabado cuatro años
después, pudo Luis haberlo tarareado a Rubén Fuentes el
arreglo musical que hubo escuchado de las bandas
sinaloenses años atrás.

Los Guamuchileños de Culiacán grabaron con el título de


“LOS CABALLOS QUE CORRIERON” en 1952, tal como se
conoció desde un principio en San Benito y por toda la
ranchería de la Sierra de Los Parra. El arreglo de Los
Guamuchileños, es el mismo que tocaron la Banda de La
Huerta y Los Rubio de Mocorito desde los años treinta.
El tamborero y el tarolero de Los Guamuchileños de
Culiacán y que participaron en todos los temas grabados
por esa afamada banda, fueron los hermanos Chuy y
Víctor “El Pirigua”, de apellido Ramírez, nacieron y
crecieron en Mocorito. Ellos, desde que se mudaron a
Culiacán conocían la melodía con el arreglo que tocaron
desde antes de la grabación. “Los Caballos que corrieron”
es pieza conocida desde los tiempos de la Banda
Mocorito de Ponchito Soto, Banda que, al dejarla para
integrarse a las misiones culturales de la SEP, deja la
jefatura al joven trombonista de La Huerta, José Rubio
Quiñónez.

Concluyo: el título de nuestro corrido es LOS CABALLOS


QUE CORRIERON y no, “EL ALAZÁN Y EL ROSILLO”, que es
el primer agravio del Trovador del Campo a nuestro
corrido, no menor al de pasar como su compositor. El
arreglo musical que tocan todas las bandas sinaloenses,
de México y Estados Unidos, es el mismo que desde
siempre escuchamos. Podrían unirse todas las bandas de
Mocorito, de Badiraguato y Salvador Alvarado, y podrán
tocarla al unísono sin previo ensayo.

65
DOS:
El Trovador del Campo cambió lo más importante del
corrido, además del Título, que da pertenencia e
identidad. Y creo lo hizo por ignorancia y ligereza,
lastimado el ego de sanbenitenses por casi 100 años,
usurpando el sitio de San Benito que sus legítimos
autores dieron con su corrido. Como lastima escuchar la
grabación de Luis Pérez Meza, Pedro Infante, Tony
Aguilar, Vicente Fernández y más de un centenar de
intérpretes El 19 de marzo/Presente lo tengo yo/El rocío
de los pobres/En San Fernando jugó. Escuchar 19 de
marzo por 24 de junio y El roció de los pobres por El rosillo
de la sierra, pasa, se aguanta, pero escuchar con voz
engolada San Fernando, cala.

En el prólogo a la 2ª Edición 2008 del libro “SAN BENITO:


más allá de la carrera de caballos” ya citado, el Dr. Rubén
Rocha Moya apunta… “Más allá o más acá de los caballos
que corrieron, no hay duda que San Benito alcanza la
fama con el ´Alazán y el Rosillo´. Más todavía, y
pretendiendo ser justo con la memoria de Ángel Jacobo
Olguín y Jesús Pérez, gran parte de esa fama se la debe a
ese par de juglares quienes ipso facto e inspirados en la
fatalidad provocada por la derrota del alazán, lograron
una composición musical traspuso las fronteras de
Sinaloa y del propio país.”

El corrido, con la melodía conocida y con el cuarto verso


con que termina la primera estrofa diciendo “En San
Fernando jugó” echó tierra a la inspiración de Ángel
Jacobo Olguín y Jesús Pérez, haciendo famoso no a San
Benito, sino a San Fernando, que por acá, ni por allá lo
encontramos. Para centenares de cantantes y millones de
escuchas del corrido, San Benito no existe. Aún que El

66
trovador del campo cambiara el nombre del corrido y
suplantara Bacamopa por Bamopa, Juana por Chona, el
nuestro, el que nos hace vibrar, el que “dicen los de
Bacamopa, el que dice la Juana Guzmán con su mesa, por
un lado, para nosotros, los de esta región es un orgullo y
nos mueve el ego escuchar la melodía, sus estrofas y
versos aún que erráticos.

TRES.
No sabremos quien ideó la melodía, sí Ángel Jacobo o
Jesús Pérez, que al final con alguna seguridad podría decir
que la delinearan los dos. La letra, sin duda la armaron
ambos. Generalmente, la letra de una canción se
construye antes de la melodía. En el caso de este corrido,
imposible saberlo, pero por experiencia me inclino a
opinar que fue primero la melodía. “Los caballos que
corrieron” es de melodía sencilla, compuesta por 23
compases y acompañamiento simple de tres acordes
mayores para cada una de las nueve estrofas de cuatro
versos octasílavos, que con precisión narran la historia los
autores. En todo el relato solo personalizan a “la Juana
Guzmán”.

El libro de Carlos Karam Quiñones y Esteban Ruíz


Martínez consigna el nombre los corredores: Martín
López que corrió el alazán y Heriberto Cuevas al Rosillo.
Se dice que frisaban los trece años; muy pequeños pero
experimentados y reconocidos corredores, nacidos
probablemente en 1910. Martín de San Benito y
Heriberto de El Cerro Agudo, poblado por el rumbo del
noroeste del muncipio de también de Mocorito.

Muy importante revisar la fe de bautismo o de registro de


nacimiento de los autores del corrido, no por curiosidad
sino por interés de conocer su edad y valorarlos por

67
aquello que se dice compusieron el corrido el mero día de
San Juan de 1923 y a la sombra de un mezquite. Si lo
hicieron otro día o después, sencillamente es un gran
poema lírico. Su corrido, al menos para mí, tiene un gran
peso literario y una técnica narrativa espectacular. Ángel
Jacobo o Jesús Pérez sintetizan una idea concreta en cada
estrofa. En conjunto, sus nueve estrofas cuentan una
historia de principio a fin. Es un extraordinario relato.
Difícil creer que lo hicieran antes de la carrera.

Para hacer un quiebre sobre el análisis del corrido de “Los


caballos que corrieron”, tomaré un pasaje de El Reportaje
que realicé sobre la carrera de El Moro y La Mora del 29
de junio de 1984, en Alhuey, Municipio de Angostura.

“El corrido en México más que una canción es un cuento,


con rima y melodía. A todo corrido se le pone oído. Se le
pone atención y como en el cuento, se identifica la
introducción, nudo y conclusión. Podrá no memorizarse
verso por verso de cada estrofa, pero sí la trama. Al
escucharse de nuevo, sabiendo el tema, se intuye el final.
Si gustó, se deja correr y si no, pues se escucha como
escuchar misa. Es como leer una novela, un cuento o un
ensayo, que a consecuencia de leerlo con atención, sin
que tengan que recitarse líneas o párrafos, el lector ya
entendió la trama y sabe de lo que se trata, sintiendo
placer por leerlo solo por las figuras literarias con que
narra el autor.

Por el corrido se informa de historias épicas y dramáticas.


Algunos dan una idea de la realidad, otros son ficción y
algunos mienten denostando y ensalzando hechos o
personas. Los corridos no porque sea el propósito,
ocultan hechos que es tarea de historiadores investigar.
Por el corrido no se olvida a Pancho Villa, a Zapata, a

68
Benjamín Argumedo, a Heraclio Bernal, por mencionar
algunos. En la provincia mexicana abundan historias que
canta el corrido, algunos, antes de la generalización de las
redes sociales permanecieron en el ámbito local y
regional. Ahora se escuchan en todo el mundo, donde
haya señal satelital.”

Por las fiestas de los ranchos de Mocorito, desde La Noria


de Arriba, Cerro Agudo, Rosa Morada, El Palmar de los
Leal, El Jalón y Tepantita, incluyendo desde luego la del
Mes de Mayo de San Benito, se aparecía a veces con su
acordeón don Maldo. Este señor era un viejo
acordeonero originario del “Rancho Los mezcales”. Se
volvió famoso entre los músicos banderos de la región,
porque se sabía completo el Corrido de Leyzaola, mejor
conocido como “La onza”. Platicaban los músicos de
Mocorito que eran tantos las estrofas del corrido que en
cierta madrugada, viniendo de Caitime después de una
larga tocada, Maldo que pidió aventón empezó a cantarlo
al tomar camino a El Jalón y le faltó tiempo para
terminarlo, porque su inspiración le daba para improvisar
uno u otro escenario, cuando justamente llegaron a La
Brecha de Mocorito. La Brecha fue por muchos años pista
de carreras de caballos. Que recuerdo, corrieron caballos
Cuarto de milla de don Enrique Riveros, Indalecio
Martínez, El Nichi Jiménez y Chuy Galindo. Presencié la
carrera de El Trigueño contra El Cuervito, El Pinto y desde
luego El Muñeco de Galindo. Saco a relación a don Maldo,
por dos razones: una, por largo del corrido que cantaba.
Dicen, que sabiendo las andanzas de Leyzaola y dotado
de mucho inspiración, cantaba y cantaba versos. Les
gustaba a sus clientes escucharlo. Y otra, porque en una
de las fiestas de La Brecha recuerdo al dueto que
formaron por años, Güicho con acordeón, hijo de don
Maldo y con guitarra “El paseado”, sí, Chuy Pérez, coautor

69
de Los Caballos que Corrieron. Ambos vestían vistosas
guayaberas blancas marga larga. Al tiempo escuché que
Güicho, fue un magnífico acordeonero de sobradas
facultades digitales para el acordeón de botones, además
dotado de inventiva para adornar el canto con ingeniosos
pasajes melódicos.

Si no me equivoco, esa carrera fue en 1957 en La Brecha


de Mocorito que por cierto, la perdió El Trigueño, un
caballo precioso alto de pelaje negro, igual que El
cuervito, pero éste poquito menos alto. Un servidor tenía
10 años cumplidos en enero. Por su fisionomía,
comparada con la de don José Rubio Quiñónez que nació
en 1906, estimo que “El Paseado” a la fecha de la carrera
de San Benito, tendría 17 o 18 años. El que será músico y
poeta, a esa edad sin ser un letrado si es posible lograr
obra como el corrido de “Los caballos que corrieron” que
juntos, y Ángel Jacobo y Chuy Pérez “El Paseado”, crearon
la hazaña musical que en 100 años ha estado y estará
para siempre en el top de corridos de caballos.

Para evitar deducciones por analogías con relación a la


edad de los autores y los jinetes de la carrera, nada difícil
será obtener oficialmente copia certificada de sus actas
de nacimiento. Esa tarea sería importante para precisar
la edad de estos personajes para la placa sugerida en
2008 en prólogo al libro “SAN BENITO, más allá de la
carrera de caballos” del ahora nuestro Gobernador.

CUATRO:
La historia de la carrera que narra el corrido de “Los
caballos que corrieron”, sus autores lo lograron solo con
nueve estrofas. Se percibe que al final dijeran con esto
sobra y ciertamente se cumple plenamente con propósito
de pregonar la carrera. Conozco dos publicaciones que

70
agregan a esas nueve, cinco y seis estrofas. El profesor
David Rubio en su libro “MOCORITO, la Atenas de Sinaloa.
Primera edición 2009”, consigna la sección “Los caballos
que corrieron” en la página 102, la tabla de 14 estrofas.
En el libro ya citado de Carlos Karam Quiñones y Esteban
Ruiz Martínez, en la página 64 se consignan 15. La
explicación de 14 o 15, pudiera estar en el afán de sumar
al corrido personaje prominente de la carrera del rancho
y de otros, de Bacamopa, El Potrero de los Gastélum y
Cahuinahuato. Y puede ser que haya otras estrofas que
algunas gentes las sumaran en caliente, pero no pegaron.
Quiero pensar, el que perdiera el Alazán, el caballo del
pueblo, fue una tragedia que fue asimilándose poco a
poco. Quienes identificaran protagonistas de esa tragedia
del 24 de junio del día de San Juan y con inspiración como
la de don Maldo, el acordeonero de Los Mezcales,
arreglaran estrofas para cuando se presentara ocasión,
cantarlas. Cuantas habrán quedado en el olvido. Sin
duda, la gente de San Benito no olvidarán jamás la carrera
mientras Dios les de vida, y siempre que vean caballo de
pelaje alazán y rosillo les traerá el recuerdo de que esa
carrera, la carrera de San Benito, la carrera de su pueblo.
Sin conocer a la Juana Guzmán, al escuchar su nombre,
la recordarán con su mesa por un lado, diciendo que le
pesaba treinta reales que había apostado. A Goyo Chicoy,
a la Nieves Núñez, Gregorio López y a Cenobio Gastélum
que aparecen como protagonistas en la versión
aumentada del corrido de libros y revistas no significará
nada, porque no la habrán escuchado jamás en la cauda
de grabaciones del corrido con el título de El Alazán y El
Rosillo.

QUINTO:
La Banda Sinaloense en el género regional mexicano,
siempre había sido instrumental. En los años cincuenta,

71
Luis Pérez Meza se aventura a cantar con banda y graba
precisamente con Los Guamuchileños de Culiacán,
dirigida por don Romeo Zazueta Tostado originario del
pintoresco poblado de San Javier, San Ignacio. Fue
llamarada de petate cantar con Banda Sinaloense, como
también lo fue de Eduardo del Campo “El Bronco del
Guayabo” y Alicia Lizárraga “La Mariposa”. Fue hasta los
años setenta que la banda instrumental dio cabida y con
éxito a cantantes. Es entonces que de las bandas de
México se escuchan voces cantando entre su amplio
repertorio el corrido de “El Alazán y El Rosillo”, y lo
escribo así, porque ese fue el nombre que acuñó “El
Trovador del Campo” al usurpar el original y legítimo
título de “Los caballos que corrieron”.

Por la melodía sin parecido con ninguna otra, “Los


caballos que corrieron”, surgida de la inspiración de Ángel
Jacobo y Chuy Pérez se fue yendo, primero por los
rincones y barrios de San Benito. Los cerros El Picacho y
El Mueludo sin duda son mudos testigos de esa carrera,
de ese canto y otras cosas. Chuy y Ángel fueron
pregoneros originales y sus voces que tal juglares llevaron
la noticia de esta carrera por ranchos de esta región de
la Sierra de los Parra. “El Paseado” y “Güicho”, por años
cantaron el corrido por todos los lugares, las bandas de la
región divulgaron su melodía, ésa que tocan las bandas
de México y las bandas sinaloenses en los Estados Unidos.
Orgullo ha de sentir la descendencia de estos
extraordinarios compositores.

Desde que leí la convocatoria para este encuentro, tardé


en definir el tema para preparar mi participación. No tuve
claro que habría de preparar una ponencia para El primer
punto del temario, porque escribir sobre el contexto
histórico y social de la carrera de “El Alazán y El Rosillo”

72
en San Benito, Mocorito, Sinaloa, el año de 1923, sugiere
un ensayo. Es decir una visión que no se prepara en dos
semanas. Se requiere tiempo y mucho trabajo de captura
de datos y lecturas diversas. Por ello lo descarté.

El segundo punto me pareció atractivo, por saber que en


México el corrido es el género literario y de comunicación
de lo más relevante y que ha sido motivo de análisis y
discusión permanente de estudiosos, no solo
musicólogos sino sociólogos y antropólogos. Los que se
conocen y nos pocos, narran la época de la insurgencia
del movimiento de independencia y los del movimiento
revolucionario de 1910, significaron durante y después de
la insurgencia, un medio de difusión y testimonios de
hazañas, tragedias, traiciones y acciones épicas de
protagonistas. Este tema, interesante para para
escritores.

El tercer punto del temario, interesante sí, muy


interesante proponer acciones gubernamentales
declaratorias de preservación y salvaguardia no solo de
patrimonio tangible, si no intangible que abunda y da
sentido de pertenencia e identidad. Creo que para este
punto, quienes habrían de plantear propuestas son los
organismos de la sociedad civil, son las llamadas
organizaciones no gubernamentales.

Por lo que se refiere al Cuarto punto del temario, ahí sí


me apliqué, y he preparado una ponencia o propuesta, la
que envié al Comité de Recepción de Ponencias, espero
tener la oportunidad de presentarla. El Poblado de San
Benito, tiene un gran potencial para convertirse en un
destino turístico regional, partiendo de la declaratoria de
Bien Patrimonial Inmaterial la “Carrera El Alazán y El
Rosillo”.

73
Para terminar, cerraré mi participación para destacar lo
que a mi juicio tiene intrínsecamente el estupendo
corrido “Los caballos que corrieron”, partiendo de las
nueve estrofas que le dan estructura suficiente para
contar la historia. El corrido narra de manera magistral el
sentimiento de los pobladores de San Benito, que antes
de las doce de aquel 24 de junio de 1923, vivieron
dramáticamente el desengaño por la pérdida de la
carrera de su caballo, El Alazán. Los autores como
expertos narradores, describen con maestría el
transcurrir de esa mañana, que imagino fue de mucho
ánimo por saberse ganadores. Al parecer, ninguno de los
vecinos de San Benito al enterarse días o tal vez semanas
antes, que la carrera estaba amarrada a 420 varas, pensó
que iban a perder lo que apostarían.

Chuy Pérez “El paseado” que como dije conocí en el taste


de La Brecha de Mocorito, lo recuerdo el día de la carrera
en Mocorito de “El trigueño” y “El cuervito” tocando su
guitarra con el mástil levantado muy arriba del hombro
izquierdo y la caja casi pegando a su mandíbula, frisaba
los 17 o 18 años. De Ángel Jacobo, por no tener manera
de estimar su edad, me aventuro a pensar que fueran
ellos de la misma camada. Si así fuera, que gallos para
hacer el corrido que informa del lugar, día y la hora de la
carrera en primera persona del singular. Del color de su
pelaje y sabiendo que en todo, “lo mejor es lo regular”,
como bien decía Nacho Angulo de El Jalón bien conocido
del “El paseado”, dejan dicho que los caballos no eran
grandes ni eran chicos.

En 1923, apenas se empezaba a serenar el país contenida


la Revolución, pero la marca de las castas o clases por los
ranchos y los pueblos que provocó la revuelta continuaba

74
y la describen y denuncian los compositores al hablarnos
de El Rosillo de los pobres y El Alazán de los ricos. La Juana
Guzmán apostando la friolera de 30 reales que en esa
época, ya no circulaba pero no valían más de cuatro
pesos. El contraste socioeconómico de los apostadores,
gritando los de Mocorito miles de pesos y los de
Bacamopa, bueyes y vacas. En verdad son figuras
retóricas narrativas de asombrosa osadía de Ángel y El
Paseado.

Los compositores describieron el enojo de los


perdedores, al terminar el corrido diciendo El Rosillo ya
se va/ Se lo llevan pa la sierra/Anda vete
desgraciado/Vete a robar a tu tierra. Con esto y al final se
violenta el corrido, escuchándose bravío solo en entradas
al canto, reflejando la tristeza con la melodía con que se
canta. La gente de San Benito no ha olvidado que perdió
El Alazán y los autores “inspirados en la fatalidad
provocada por la derrota del Alazán, lograron una
composición musical que traspuso las fronteras de
Sinaloa y las del propio país.”, escribió, el Dr. Rubén
Rocha Moya.

El Ing. Rubén Rubio Valdés Leyendo su ponencia

75
EL OFICIO DE CABALLERANGO

Prof. Everaldo Gastélum Arias


Cronista del Valle del Évora

Ser caballerango es uno de los oficios que ya casi no se


practican en nuestra entidad, ya son pocas las personas
que ejercieron desde pequeños por vocación o porque
era parte del entorno en que se desarrollaban.

El presente trabajo es una pequeña investigación, la cual


se llevó a cabo mediante la entrevista oral de forma
directa con una de tantas personas que ejercieron con
orgullo este oficio casi extinto en nuestra región y nuestro
estado.

El entrevistado fue el señor Amado Rocha Uriarte ,hijo de


don Amado Rocha y Josefina Uriarte. Tuvo alrededor de
veinte hermanos, ya que era una de las características de
las familias de antaño que tenían mínimamente unos 14
hijos, ya que no existían métodos anticonceptivos y las
mujeres tenían la idea de parir los hijos que dios les
mandara, teniendo un hijo tras otro.

Originario del Gatal, una comunidad muy pequeña, (unas


tres casas),cerca de La Noria, sindicatura de Rosa
Morada, Mocorito. De 77 años de edad, casado con
Rosalvina Quintero, con quien tuvo cinco mujeres y tres
hombres, con residencia en la comunidad de Alhuey
Angostura.

Ya con algunos problemas de salud y su voz un poco


tenue accedió con gusto a la entrevista. Mencionó que
inicio en este oficio desde que tenía diez años de edad.

76
A esa misma edad también se inició a ser corredor de
caballos como jinete en las carreras, que era uno de los
pasatiempos favoritos de la gente campirana de nuestra
región.

las carreras se jugaban en tastes improvisados para dicho


efecto, y cabe señalar que se jugaban con apuestas de
fuertes cantidades de dinero, así como animales, ganado
o caballos. Se jugaban a 200 metros de forma normal,
pudiendo ser hasta de 300 metros.

El negocio de adiestrador o entrenador de caballos


bailadores es algo que también le apasionaba y lo hacía
muy bien, lo inicio a los 16 años entrenando caballos con
un radio de pilas secas de esos que nomás venían con
sintonización en AM (Amplitud Modulada) y con la
ayuda de un pial, cuarta o ciranda instrumento de piel
con el cual se chicoteaba al caballo.

En quince días de adiestramiento (si era un buen animal)


estaba listo para que el propietario pudiera disfrutar al
lomo de su caballo y con las alegres notas de una banda
sinaloense, orgulloso mostraba a familiares y amigos su
caballo bailador. Si era malo el animal ni en tres meses
aprendía a bailar.

Hay casos muy raros, pero también hay ejemplares de


jumentos o burros que también aprendían a bailar al son
de la música de la banda.

También le toco arriar bestias (muletos y mulas) los


cuales salen de la cruza de un burro y una yegua o un
caballo y una burra, los cuales por ser productos de cruzas
no pueden reproducirse o parir crías de su misma
especie, se usaban mucho para el trasporte de mercancía

77
ya que dichos animales tenían más fuerza y resistencia
que un burro o caballo, en dicho arreo se ponía uno en
frente del grupo de hasta 10 animales para que el resto
lo siguiera y los arreadores iban en la parte de atrás.

De las carreras que más recuerda fue la de la “BALLITA”


contra el “LEPE” ,la “BALLITA” yegua de su propiedad del
Gatal y el “LEPE” caballo de la cañada Mocorito. En dicha
carrera se apostaron cinco mil pesos y Amado Rocha, una
vaca lechera que producía cinco litros de leche
diariamente.

El adversario se sentía tan seguro que quería la vaca en


lugar de los cinco mil pesos, se llegó a la hora de la carrera
y se arrancaron saliendo desde un principio adelante el
“LEPE” con una ventaja considerable y la “BALLITA” atrás
ya casi al llegar a la meta los cañadeños empezaron a
celebrar gritando al unísono “puro caballo” ”puro
Caballo” y tirando balas al viento festejando según ellos
la victoria de su caballo, pero con el sonido que producía
tremenda balacera la “BALLITA” acelera tanto que rebasa
al “LEPE” y llega a la meta primero que el contrincante,
ganando de forma inesperada la yegua, coronándose
con la victoria y salvándose con ello la vaca lechera de
cambiar de dueño.

Otro caballo que recuerda con cariño fue el “SAPITO” ya


que no se encariñaba casi con los animales, porque
duraban poco ya que los vendía o los cambiaba, de los
que más tiempo duraron con él fue la “BALLITA” y el
“SAPITO”.

78
El “SAPITO” era un caballo criollo nacido en la apoma
Badiraguato, en los noventas. el cual tenía la peculiaridad
de jugar carreras sin jinete al lomo, ganando de esta
manera todas sus carreras. llamaba mucho la atención ya
que no era común que un caballo corriera sin la orden de
su jinete.

Una vez que llegaba a la meta, cuando su adversario se


regresaba el “SAPITO” se regresaba muy orondo atrás del
sallo, este caballo fue la sensación de propios y extraños
en la región.

El “PALOMINO” fue un caballo bayo, que según creencias


de algunos, en ese color eran muy malos corredores, fue
un caballo que le prestaron un poco flaco y desmejorado,
lo alimento y se puso bonito. Este caballo tenía una marca
en el hocico que certificaba que era un caballo muy ligero
cuarto de milla que procedía de la unión americana en el
Rank número catorce. Ganó once carreras de forma
consecutiva con este caballo.

Cabe mencionar que existen una gran diversidad de razas


de caballos tales como criollos, azteca, percherón, cuarto
de milla, mustango etc. Estuvo presente en la famosa
carrera del moro y la mora, llevado a cabo en el taste aras
del Évora, en su época de oro en los marcos de las fiestas
tradicionales de San Pedro y San Pablo en Alhuey
Angostura.

Fue un 29 de junio, en la cual hubo una asistencia record


y gente de todas partes, apostando grandes cantidades
de dinero nacional y extranjero.

79
Algunos tastes que existen son: Taste el moro y la mora
antes aras del Évora, San Benito, El Progreso o (Jalón),
Fresno en Culiacán, Mazatlán por citar algunos.

Las coleadas también forman parte de su repertorio


laboral, tumbó muchos becerros y toros, las reglas
establecen que el animal pinte paleta en el suelo al caer,
cosa que algunos realizan con maestría al salir en el lomo
de su caballo atrás del becerro, vaquilla o toro con el
firme propósito de tumbarlo enredando en su pie la cola
del animal.

Es una tradición que actualmente se lleva a cabo como en


la comunidad de Tepantita, Mocorito, único elemento de
la charrería que se realiza en nuestra región, siendo la
diversión de chicos y grandes, en los ranchos donde se
juntan para disfrutar de estas bonitas tradiciones.

También ejerció los oficios de matancero y carnicero.


Como caballerango algunas de sus actividades consistían
en poner las herraduras a los caballos, los vacunaba,
asistía en sus partos, curaciones, los bañaba, paseaba,
también amansaba potros salvajes, en los cuales les ponía
un tapujo en los ojos, los lazaba, les montaba y una vez
montados les quitaba el tapujo, y era cuando empezaban
a reparar, hasta que se cansaban y al dejar de hacerlo se
consideraban domados.

Existe una anécdota real de un personaje de la


comunidad de Alhuey de nombre Gildardo Perea, el cual
se vino en un caballo mustango que era la raza de caballo
salvaje que usaban los soldados españoles por ser muy
resistentes a grandes distancias, de echo el
pueblo de Alhuey, fue una gran caballeriza (El potrero de
los soldados) en la cual los soldados hacían un cambio de

80
caballo para seguir su travesía. Gildardo llevo a cabo su
aventura al límite de forma satisfactoria en veinte días
desde la ciudad de nogales Sonora hasta la comunidad de
Alhuey Angostura, tuvo una pérdida de su fiel compañero
un perro de la raza pastor alemán que lo acompañaba,
pero en la ciudad de Mochis lo atropellaron pereciendo
un poco antes de llegar a su destino.

Como dato curioso comenta que antes sentía que los días
eran más largos que hoy, en los cuales la gente trabajaba
de sol a sol, como dicen en los ranchos. comento que a su
hermana Pascuala Rocha no había quien le ganara a partir
besanas (era el punto de llegada o destino de unos 5
pasos aproximadamente sin punto de referencia a unos
300 metros de longitud) con el arado jalado por bestias.

siempre andaba armada con una pistola tipo revolver 38


que era su fiel compañera. En esa época el gobierno era
la cordada, en cada rancho había un comandante rural
que se encargaba de la defensa del pueblo.

A grandes rasgos, de esta manera fue como vivía un


caballerango, una labor multifacética, ya que sabían
hacer muchas cosas tales como, amansador, coleador,
arriero, entrenador de caballos bailadores, corredor de
caballos, matancero. Fueron trabajos que desempeño
con amor desde muy pequeño, y que nunca tuvo un
accidente de gravedad a pesar de la peligrosidad que esta
actividad implica.

Comento que uno de los primeros corridos sobre caballos


fue el “ALAZAN Y EL ROCILLO”, una carrera muy famosa
que se llevó a cabo en san Benito Mocorito en la cual se
hace una remembranza entre el pique de los pobres
contra los ricos, por medio de una carrera de caballos en

81
la que se apuesta el honor más que el dinero o cosas
materiales.

Es uno de sus corridos favoritos favoritos de don Amado


Rocha el del” ALAZAN Y EL ROSILLO”. En la actualidad
existe un monumento en tamaño real de la famosa
carrera en la comunidad de San Benito, Mocorito. lugar
donde se realizó la carrera.

Nuestra región es y será, el reflejo de nuestras raíces


campiranas, y los caballos juegan un papel importante en
la cultura de nuestra región del Évora.

Prof. Everaldo Gastélum Arias Cronista del


Valle del Évora

82
MEMORIAS DE MI TATA GRANDE

Arturo Noriega Ibarra Los Mochis Sin.


COMHISCU, A. C.
Miembro de la Crónica de Sinaloa A. C.
Enero de 2023.

Corría el año de 1957, a mediados del gélido mes de


noviembre, en el poblado de San Blas, Sin. Cómodamente
instalados en el pórtico de la casa de mis abuelos; un
noble anciano de casi cien años platicaba y entretenía
alegremente a sus dos bisnietos Andrés y Arturo, este
último entre sus piernas y de escasos casi cuatro años de
edad, Andrés de seis; le dice el niño mayor: ¿tata amarró
bien su caballo?, claro hijo, claro que sí, le responde el
humilde anciano, siempre lo hago, aunque el Saíno viene
un poco cansado, porque fuimos a ver la siembra al bajío,
cerca del río, pero mientras tomemos café hijos, les
quiero platicar sobre todo a ti Andresito parte de mi vida,
que casi no se la he platicado a naidien, mientras “Nechi”
acércame la tacita de café de talega, que me preparó tu
nana “bencha”; luego dile a tu nana que mande por unas
piezas de pan con don Vicente Hernández, aquí enfrente
en la panadería.

Regresa el niño del encargo, y continúa la narrativa


nuestro tata grande. Fíjense hijos, que no me canso de
darle las gracias a tata Dios, nuestro señor, por haberme
dejado vivir tantos años, pienso que tu ya me
comprenderás Andresito, porque ya estás grandecito y
aunque no tienes mucha edad, ya tu mamá te lleva a la
escuela, dado que ella es la profesora; ahora bien, fíjate,
te digo, mi nombre completo es: Cipriano Apodaca
Manzanares, en esta región tengo mucha parentela, yo
nací en San Miguel de San Joaquín, un pequeño poblado,

83
más bien un caserío, ubicado en el municipio de Sinaloa,
como a dos leguas al oriente a la Hacienda de Casal, ésta
en el municipio de Mocorito, en el otro río, soy hijo de
Candelario Apodaca, oriundo del poblado de Tehueco, El
Fuerte y de Teófila Manzanares, del poblado de Charay,
pero en mi trajinar de joven fue demasiada curiosa, nací
en ese poblado, viví mucho tiempo en la hacienda, luego
me trasladé a vivir a Tehueco en este municipio, y hoy ya
anciano estamos en el poblado de San Blas.

Trabajando yo en la hacienda de Casal, visitaba de joven


frecuentemente el rancho de Sivirijoa, donde conocí a tu
bisabuela, la Mercedes Alcantar, sería como en 1890,
cuando me casé con ella, vivimos un tiempo en ese
rancho, luego en Sibajahui y posteriormente en San Blas
viejo, en esas épocas vivían muchos gringos en la región;
mucho tiempo trabajé con don Rodolfito Ibarra y Vega,
terrateniente de estos lares, que luego se metió a la
revolución, junto con el gral. José María Ochoa y el indio
Bachomo; muy buen amo fue don Rodolfito, luego te
contaré la historia que viví con él.

Nací te decía en el poblado de cercano a la hacienda de


Los Casal, el 28 de junio de 1860, el mismo día que nació
mi general Francisco Villa, de muy joven trabajé con don
Buenaventura Casal, hacendado del rancho que lleva su
apelativo, primero como apuntador de las cargas de palo
colorado, que llevaba para las Europas, quesque para un
país que mentaban Alemania, como sabía leer y de
números, don Buenaventura me tenía ley y mucha
confianza, luego que me puse macicito el patrón me puso
de encargado de las caballerizas, y luego mi oficio fue el
de domar potros salvajes, que era lo que más me gustaba;
y curarlos cuando se enfermaran o se golpeaban, como
usé creolina, aprendí a sacar los partos de los animales,

84
mucha fe me tuvo el amo, con decirte que ya de viejo,
llegó un tiempo que yo aquí en San Blas era el único
comadrón que sacaba plebes, muy buena mano tenía,
eso fue antes de que apareciera la Merceditas, que fue la
que los sacó a ustedes.

Te decía, Don Buenaventura me comisionaba para que


viniera a la región a buscar buenos caballos desde El
Fuerte, con los Ruelas y los Orrantias, en Sibajahui, con
los Rodríguez, en San Blas, con los de la Vega, en Charay,
con los Valenzuela, los Fierro, Herrán y unos Garibaldis,
en Mochicahui, San Miguel, con los Robles, en El
Guayabo, con los Nafarrates, Ahome, con otros Robles,
en San Antonio con Lindolfo Escalante y hasta la Higuera
de Zaragoza y San Pablo, con los Ruiz, los Martín del
Campo, López y Mirandas; nos trasladábamos a comprar
bestias de carga y una que otra para montar o ligeros para
preparar para carreras, ya que le encantaban al viejo las
tacuachadas, aunque a decir verdad, no era tan viejo.

Cuando llegó la revolución a estos lares yo ya era un


hombre hecho y derecho, con escasos 50 años, pero yo
ya con familia chica, no me entusiasmé en meterme a la
bola, para ese tiempo ya me habían nacido: la Chona,
Altagracia, Toqui, tu nana Juvencia, José, Chebo y otro
que la memoria no me ayuda para mentarlo.

Aquí en San Blas me toco conocer a varios


revolucionarios, hasta el gobernador Riveros quien se
asistió aquí, me tocó ver a Álvaro Obregón, Manuel
Mezta, Ángel Flores, Benjamín Hill, José María Ochoa,
Iturbe, Venustiano Carranza, el mismo quien dio el grito
de independencia en el segundo balcón del hotel Pérez, ,
luego del grito, el gringo Eugenio Tays le organizó una

85
fiesta al mentado Carranza, con doña Chahua, en la casa
grande, cuyo traspatio da al bajío junto al arroyo.
Me acuerdo que a principios de marzo del catorce, llegó
en tren procedente de Sonora, con un avioncito
desarmado, sobre una plataforma del ferrocarril, (el
primero que veía en mi vida) y aquí fue armado por un
carpintero a quien apodaban “El Pájaro” y yo fui uno de
sus ayudantes, lo armamos y lo montamos en una
plataforma del tren, y lo terminamos en un lugar cercano
a donde está el panteón de Topolobampo, ahí lo bajamos
y ahí empezó a hacer practicas de volar a fines de marzo
y principio de abril del catorce, quesque que era para
acciones bélicas.

“Nechy” dile a tu nana que nos sirva más café, he hablado


mucho y se me reseca el gaznate, aprovecha y dile a tu
nana que me forje un macucho, si eres tan amable.
Para esto llega nuestro padre Andrés Noriega y se integra
a la reunión en el portal de la casa de nuestra nana
Juvencia, mujer de Alfredo Ibarra, he hija de Cipriano,
quien ahí vivía ya que el tata era viudo. Don Andrés con
su merced aquí entretengo a los niños, -dice el
ancianocontándoles de mi vida, pero todas son puras
realidades.

Es menester que continúe. A mi tocó les decía, traer


potros pura sangre del estado de Jalisco, cerca de su
tierra, de una hacienda de creadores llamado “El Sauzal”,
que le comprábamos a unos ganaderos de apellido
Vizcarra, que tanto se apreciaban en la región, pura cajeta
de bestias verdad de Dios.

Pues yo no perdí la querencia de la región de Mocorito, la


Hacienda de Casal y el poblado ferrocarrilero de
Guamúchil, que gente tan noble y buenae, hice ahí

86
muchos amigos, que cuando teníamos oportunidad
disfrutábamos de nuestras cervecitas de las que ahí
fabricaban, además de la high life, Carta Blanca, Gallo,
Mexicali, Yaqui y Pacífico, además de mezcalito de los
Osuna del sur de Mazatlán, vino tinto Ponte Canet y
champange Viuda de Cliquot y alguna que otra vez Sotol
que bajaban de Chihuahua unos Tarumaris.

Recuerdo que mi niñez y juventud la viví en la región del


Évora, principalmente en la hacienda de Casal, como les
decía, desde mi juventud vivía en este lugar, hasta
principio de este siglo, me llevé a mi mujer a la hacienda,
pero como en 1905 me trasladé a San Blas con la familia,
poquito antes de que llegara la punta de fierro, eran las
épocas del gobierno de don Porfirio.

Aquí en San Blas, laboré con don Rodolfito Ibarra, en las


tareas de su rancho y luego se vino el movimiento
armado, que la mera verdad yo no le quise entrar por mi
edad, recuerdo que don Rodolfito le entró con ganas a los
tiros, comentaba que siempre anduvo arropado en una
sábana de tiros y cuando se apaciguó, nos ofrecía repartir
sus tierras entre los trabajadores, total decía que los
agraristas se la quitarían de todos modos, yo la verdad no
le quise tomar la palabra, me aguardé, hasta que Tata
Lázaro, nos dotó con el ejido, pero recuerdo que don
Rodolfito nos hacía buenas fiestas y nos regalaba ropa y
zapatos, para ese jolgorio, y en la última ocasión al indio
Ramón no le dio zapatos, solo huaraches y el indio ladino
se molestó tanto y le dio una puñalada en el corazón, y lo
mató, pobre de mi coronel. Recuerdo cuando la bola, los
alzados se llevaron 36 vacas que tenía en el corral, solo
unos vales me dejaron por ellas, nunca las pagaron.

87
Frecuentaba yo permanentemente a la región del Évora,
a visitar a mis cuates, hago recuerdos que en una ocasión
se llevó a cabo una carrera muy afamada, en el rancho de
San Benito, durante las fiestas, y yo me acomedí a asistir,
dado que había dejado muchos amigos.

Le pedí que me acompañara a un buen amigo del poblado


La Capilla; Pastor Coronado era su nombre y apelativo,
dado que él era ganadero y creador de caballos de ese
rancho; les decía que la carrera se llevaría a cabo el 19 de
marzo de 1923, con cuatro días de anticipación nos
trasladamos al lugar, abordamos una carreta bien
montada de su propiedad, nos hicimos fuertes con
cobijas, yompas, agua, lonches de carne seca, frijolitos
refritos, tortillas de harina y arto café y las maletas,
también nos llevamos nuestras armas, yo mi 45 del 11 y
don Pastor una 32 del caballito, la carreta estaba dotada
con dos yeguas muy mansas y aguantadoras, y dos
caballos atados, y ganamos rumbo por el camino real.

Aunque con frio, de madrugada tomamos rumbo, para


combatirlo llevaba yo tres damajuanas de Bacanora, que
me había traído un compadre de Cajeme; en mi paliacate
llevaba aseguradas diez monedas de plata de las
mentadas 0.720, las quería invertir en la apuesta a la
carrera mentada, no en las tacuachadas preliminares y
otro dinerito que tenía alzado, además de otro que quité
prestado, pasamos por el ranchito El Gallo, Ocoroni,
Sinaloa, pasamos el Rio, luego visitamos El Palmar de Los
Sepúlveda, lugar donde habían encontrado un aerolito
mentaban, pasamos por la hacienda de los Casal,
Guamúchil, Mocorito y luego el rancho de San Benito, dos
días le invertimos en al viaje, llegamos con bien con el
favor de Dios el par de viejanos, dado que ya los dos
rebasábamos son sesenta abriles.

88
Obvio decirles que el día de la carrera, nosotros lucíamos
nuestras mejores galas, yo vestido a la usanza charra, y a
Pastor le gustaba vestirse como los americanos, con
pantalones vaqueros y tocado con su sombrero Stetson
de fieltro color beige.

A que gentío había en el pueblo previo a la carrera verdad


de Dios, no se de donde salió tanta gente, vendimias de
antojitos, tacos de carne asada, barbacoa, melcochas,
ponteduros, aguas frescas, pepitorias y cacahuates del
Valle, carpas con venta de cerveza, cantinas, niños
vendiendo golosinas, mesas de apuestas, casas de
campaña, dado que no había hoteles en el pueblo y los
vecinos hospedaban a los pudientes o con sus parientes,
el ambiente era de categoría.

Toda la gente solo tenía un tema de plática: la carrera, la


cual fue organizada por Gorgonio Rojo Olivas, Felipe
Quiñones Pérez y Jesús Valenzuela Valenzuela, la
intención era definir cuál caballo era el mejor, si el Alazán
o el Rosillo.

Con cal habían trazado el taste en las afueras del pueblo,


Pastor y yo acabalamos 30 monedas de plata, y efectivo
que llevábamos y todo se lo apostamos al Alazán, a quien
le apodaban “el ligero”, animal que nosotros lo
conocíamos perfectamente, dado que la traiban de
Charay, y era propiedad de don Trinidad Valenzuela,
quien no asistió por encontrarse en USA, quien era
conocido nuestro y lo jinetearía un muchachito de menos
de 13 años, flaquito el plebe, llamado Marín López; el
Rosillo caballo chinampo muy ligero, era oriundo de un
rancho del rumbo de la sierra, llamado Santa Rosalía, y lo
montaría un muchachillo llamado Heriberto Cuevas de 13
años, quien era del pueblo cacahuatero de Cerro Agudo,

89
su dueño era don Vicente Gurrola, quien lo había
comprado en quince pesos a Isabel Olivas de Los Llanos,
el animal había corrido tres carreras anteriores, y las
había ganado.

Ahí me toco saludar a viejos amigos, del Burrión a los


Castro y los Arana, del Palmar a los Aguilar y los Báez, del
Opochi a los Moreno, de Máripa a los Acosta y Romero,
los Ahumada de El Amole, de Guamúchil a los Elizalde, en
fin mucha gente conocida y de a caballo. La carrera de
pactó a 420 varas, cheques, billetes, monedas, vacas y
bueyes, se apostaron esa mañana a la carrera, la cual dio
inicio a las once en punto. Cuando dieron el Santiago, se
arrancaron las bestias, saliendo disparado el Alazán
sacándole tres cuerpos al otro, como a cincuenta varas lo
alcanza el Rosillo, y ya no lo pudo alcanzar el otro, aunque
fue parejera la carrera, ganó el Rosillo, a mi me dio la
impresión que el muchacho del Alazán meneaba al potro,
dado que este tenía con que ganar, y como que lo
quebraba y abría al caballo en el taste, en fin, me quedé
con mal sabor de boca y perdimos todo el dinero.

Se generó una gran algarabía y alegatas e indignación al


sentirnos derrotados, ya después se aclaró la verdad,
quesque Jesús Valenzuela había vendido la carrera, con
las maniobras del jinete, se sospechó la treta; platicando
con Felipe Quiñones Pérez, joven Sanbenitense quien fue
propuesto para que montara el Alazán y repitiera la
carrera de aceptar los contrarios, cosa que no aceptaron.
Ya de camino de regreso en nuestra carreta, le comento
a mi compañero Pasto: amigo nos ganaron a la mala, supe
por una dama, que un día antes hicieron correr al Alazán
en un camino paralelo al arroyo mentado Las Guayabías
y por la noche en las arena del cerco de Ignacio Rocha en
el arroyo de Los Chapotes, casi hasta agotarlo, para

90
dejarlo cansado para la carrera, ahí se probó la traición
de Eleuterio López y su hijo, el cual protegió con pistola
en mano hasta Mocorito después de la carrera.

Ese mismo día Óscar Jacobo Olguín del poblado


Carretillas, acompañado con guitarra en mano por Jesús
Pérez “El Paseado” oriundo de La Noria, compuso el
corrido, que con el tiempo ganó fama.

Y nosotros con la cabeza gacha, amuinados y derrotados


ganamos para San Blas, comentábamos que algunas
veces se gana y otras se pierde y que el dinero para eso
es, pero ganarnos a la gacha no es de caballeros; ese es la
historia que quería contarles.

Dos meses después de esta plática mi tata grande, pasó a


mejor vida.

Aspecto general de la asistencia


al Encuentro.

91
Cabalgata Soto, de Choix a Álamos.
Una Historia Familiar de Caballos.

Carlos Julio Corral Soto


COMHISCU (Comisión de Historia y
Cultura de Los Mochis, A.C.

La vida de mi familia está ligada a los caballos y vacas pues


han permitido vivir con y a partir de ellos. (Las fotos, en
papel o digitales, han sido facilitadas por la familia entera.
Gracias).

1. Antecedentes paternos. Cabayhuaza.


El pueblo originario de Lalo (papá Hilario) es Cabayhuaza,
Choix, Sin. Cabayhuaza significa ‘Potrero de Crianza de
Caballos’ en la lengua yoreme. Cabay es una palabra
tomada del español al yoremnokki (lengua yoreme) ya
que antes de la llegada de los españoles no existía el
ganado mayor; el venado sería el animal más grande que
tenían estas tierras.

92
1.- Cortejo fúnebre de Juana Gil
Foto 1949 circa.

Foto 1949 circa. Cabayhuaza de cerca. Cortejo fúnebre de


Juana Gil, suegra de tío Pedro Corral Corral. Esta foto
presenta el caserío del rancho Cabayhuaza con sus casas
de terrado (de gran estabilidad térmica): paredes de
adobe y techos de troncos, latas (varas) y tierra encima.
Al fondo al centro está la iglesia. El pueblo desapareció
bajo las aguas del vaso de la presa de El Mahone (Miguel
Hidalgo) en 1955. Ello llevó a una gran migración de esa
zona serrana hacia el valle cerca de la costa,
principalmente a Juan José Ríos, Guasave, Sin. Papá se
dedicó ahí a la agricultura pero siempre mantuvo crianza
de ganado cerca de Cabayhuaza.

93
2.- Foto 1949 circa. Cabayhuaza de
lejos. Cortejo fúnebre de Juana Gil.

2.- Foto 1949 circa. Cabayhuaza de lejos. Cortejo fúnebre


de Juana Gil. Panorámica del valle de Cabayhuaza entre
cerros y el Río Zuaque, el poblado al centro. Mi tata
Lencho (Florencio Corral) era talabartero. En nuestros
primeros años de primaria nos regalaba cada año una
mochila de vaqueta muy bien elaborada con sus propias
manos desde el curtido de la piel de vaca. Tenía cuatro
bolsitas al frente. Las vaquetas enteras también
adornaban nuestras camas de correas de cuero.
2. Antecedentes maternos. La Viuda, Las Lajas y
Guayparim. Desde mi óptica, mi rama familiar materna
inicia en el rancho de Guayparim, Álamos, Son.
(aunque mi mayor convivencia personal fue en Las Lajas
y La Viuda, Choix, Sin). Era un rancho ganadero de 7,000
Ha. propiedad de Cipriano López, mi bisabuelo. El reparto
agrario lo redujo a 400 Ha.

94
3.- Foto familiar
1925 circa.

3.- Foto 1925 circa. mi bisabuela Exiquia Domínguez,


viuda de Cipriano, abajo al centro, e hijos. Mi abuela
Paula López Domínguez es la primera.

4.- Foto. José María Domínguez


montado en bestia

95
4.- Foto. José María Domínguez montado en bestia (mula,
macho, yegua o caballo), casi único medio de transporte
de la época y región. Al fondo se aprecia el caserío de
terrado, muy común aún en la actualidad en los poblados
pegados a la sierra con Chihuahua.

En un mapa verías a Cabayhuaza (arriba de la presa El


Mahone) en la esquina superior derecha, cruzarías por
Las Lajas, La Viuda y El Chinal enmedio, hasta llegar a
Guayparim (arriba de la presa El Sabino [J. O. de
Domínguez]), abajo a la izquierda.

5.- Foto. El Chueco José María de soltero


con sus primas y hermanas.

Foto 5. El Chueco José María de soltero con sus primas y


hermanas. Por otro lado, el yerno de Exiquia, mi abuelo
materno,

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papanino, El Chueco José María (Soto Gastélum), tuvo un
rancho ganadero semiaislado llamado Las Lajas de 800
Ha, cerca de La Viuda, Choix (ranchería más transitada, en
la ruta de la diligencia de El Fuerte a Álamos.

Este rancho contiene tierras de Sonora y Sinaloa. En la


casa de La Viuda, mi apá (papá) haciendo tratos
comerciales con su futuro suegro, conoció a mi amá. El
Chueco José María fue toda una leyenda local. Mereció
un artículo en tres partes en las Crónicas del Zuaque de
don Humberto Ruiz Sánchez.

Cabe señalar que estas crónicas regionales son un hecho


único a nivel nacional por su extensión de 290
ejemplares, uno por mes, durante más de 26 años.
También la centenaria casona de Guayparim mereció un
artículo.

6.- Foto 1982. Pedro Apodaca Soto


jaripeando becerros en Las Lajas.

97
6.- Foto 1982. Pedro Apodaca Soto jaripeando becerros
en Las Lajas. Tío Indalecio Soto López, dueño actual y
habitante de Las Lajas, organizando el evento. Los cercos
también son de palos. Abundaba la madera y no había
productos industrializados como ahora.

7.- Foto 1982. Parte del convivio


familiar en Semana Santa en Las Lajas

7.- Foto 1982. Parte del convivio familiar en Semana


Santa en Las Lajas, propiciado por Indalecio, que atrajo a
numerosos familiares, incluso a tía Tere (Ma. Teresa), hija
menor de Exiquia. Arriba, a la derecha del poste, se
aprecia al joven Coté (José María Soto Corral), hjjo de
Indalecio y entonces habitante de la casa, a la postre
impulsor y patrocinador mayor de la Cabalgata Soto.

98
Tres Antecedentes personales. Fotos. Primero con mi
hermano Enrique en 1968, luego en 1980, ambas en Las
Lajas. La tercera con lugar y fecha (circa 1980)
indeterminados; soy el segundo jinete.

9.- En 1980, en Las


8.- Con mi hermano Lajas.
Enrique en 1968 en
las lajas

10.- (circa 1980) lugar y fecha


indeterminados; soy el segundo jinete

99
11.- Foto. Invitación a la
Cabalgata

4. La Cabalgata Soto, de Choix a Álamos, a partir de 2017.


De alguna manera, la gran mayoría de habitantes de la
región somos migrantes. Mi primo Coté migró de Las
Lajas a Juan José Ríos a la escuela y luego a Hermosillo,
Son. al trabajo. Ahí logró ser enviado a Japón a
entrenamiento y posteriormente desarrolla una exitosa
empresa de transportes que le permitió llevar a cabo
uno de sus sueños: reunir de vuelta a la familia entera en
los lugares de nuestros progenitores en una Cabalgata
anual el día de su cumpleaños, el 29 de diciembre. Este
año se pospuso para Semana Santa. No escatima gastos
entre vehículos, comida, renta de bestias de cabalgar
ensilladas, banda musical y caballos bailadores... No solo
son recursos económicos.

100
También es el apoyo decidido de nuestros primos
hermanos Gustavo y Rubén Darío Soto Mendívil,
principalmente, con quienes convivió en Las Lajas en los
tiernos años. La Cabalgata en sí ocurre de El Chinal a
Guayparim con un recorrido de 16.5 Km. Pero la reunión
empieza en La Viuda y en vehículos se parte a El Chinal
donde las bestias nos esperan. La Viuda, El Chinal y
Guayparim son rancherías que forman parte del viejo
Camino Real o Camino de Diligencias de El Fuerte a
Álamos.

12.- Foto. El contingente en la casona


de La Viuda después de desayunar.

Foto. Desayunando una rica birria en el interior de la


casona de La Viuda, ya abandonada.

101
13.- Foto. El contingente en la casona de
La Viuda después de desayunar.

14.- Foto. Cabalgata en


proceso

14.- Foto. Coté al frente, su hijo y concuño durante una


cabalgata.

102
15.- Foto. Algunos jinetes durante una de las cuatro
cabalgatas de 2017, 2018, 2019 y 2021, en el
rancho Guayparim.

15.- Foto. Algunos jinetes durante una de las cuatro


cabalgatas de 2017, 2018, 2019 y 2021, en el rancho
Guayparim. En la primera fuimos como 40 jinetes; en la
última, el doble.

El cronista Carlos Julio Corral Soto relatando su


ponencia

103
16.- Foto. Carreta tirada por bestia empleada durante
una de las Cabalgatas.

Foto. Carreta tirada por bestia empleada durante una


de las Cabalgatas. Al fondo se aprecia la casona
bicentenaria (1901) de Cipriano mantenida en forma por
mis primos Soto Mendivil y tía Mercedes Corral. En
primer plano aparece mi prima Érika Soto Mendívil.
Atrás Gustavo y Checo Mendívil, su madre. Juan José Rios,
y yo con mi hermano Eduardo, también tenemos nuestro
respectivo corrido. Estoy en proceso de conseguir el
corrido de Cabayhuaza de la familia Gil, familia de
músicos, de Juan José Rios, para variar.

104
EL CORRIDO “EL ALAZÁN Y EL ROSILLO” EMBLEMA
MUSICAL DEL GOBIERNO DE ALFONSO G. CALDERÓN
(1975/1980)

Por Jaime Félix Pico


Cronista Adjunto de Culiacán

A la vista de gente que no conoce Sinaloa, ni a su pueblo,


resulta anecdótico, digamos intrascendente, el hecho de
que un corrido popular, de esos que hay por docenas en
nuestro tradicional cancionero ranchero, antaño
disperso en todo el territorio nacional a promoción de
Laboratorios Picot, productora de la famosa
efervescencia “quita crudas” sal de uvas Picot, que un
corrido se haya constituido como motivo central,
inspirador de un político sinaloense para llegar, como los
caballos que corrieron, triunfante a la meta y lograr la
más alta aspiración de cualquier ciudadano de bien, ser
gobernador de su estado.
Corrían los años 70s del pasado siglo, los sinaloenses nos
preparábamos para recibir al “tapado”, hoy se les llama
“corcholatas”, ambos términos de la jerga política
mexicana, de ayer y hoy, guardan una gran similitud.
En aquel tiempo -así empiezan los evangelios- el contexto
político, social y económico de Sinaloa estaba cargado de
contradicciones, un ambiente de intrigas y pugnas entre
grupos, por ejemplo de agraristas contra agricultores,
disputándose la tierra; empresarios contra burócratas,
por la intensa acción impositiva, recaudadora
comandada por un oriental; universitarios luchando por
la autonomía -la legítima, pues el gobernador Sánchez
Celis se las otorgó enmascarada en Consejo Universitario
sin participación estudiantil; la falta de oportunidades y
de trabajo y la endémica violencia aparejada con el

105
despegue de negocios ilícitos y el narcotráfico más los
problemas seculares, la pobreza en que vivía la mayoría
de la población contrastada con la ampulosa vida de los
ricos, que eran minoría y hacían patente la inequidad y la
injusticia.
Tomo del libro del periodista y cronista José María
Figueroa “Los Gobernadores de Sinaloa” este párrafo
que pinta de pies a cabeza la vida en Sinaloa a principios
de la década setentera:
“El estado presentaba un agotamiento de su exitoso
modelo económico y de sus relaciones políticas y
sociales. Si bien era cierto que haber alcanzado 700 mil
hectáreas de riego fue considerado un gran éxito socio
económico también era cierto que su población había
crecido aceleradamente. El modelo agrícola exportador
había atraído a miles de trabajadores y jornaleros
agrícolas de otros estados , decidieron asentarse en
Sinaloa, convertirse en demandantes de empleos y en
permanentes solicitantes de tierra., lo que planteaba
nuevos retos a resolver. Este fenómeno surgido en los
valles agrícolas, coincidió con el desempleo, la pobreza,
la marginación, el abandono gubernamental y el
crecimiento de las actividades ilícitas en la sierra del
estado”.
Continua el periodista Figueroa narrando una realidad
que hoy mucha gente ignora y se pregunta ¿cómo fue
que floreció el narcotráfico en Sinaloa y permeó en buena
parte de la sociedad, arrasando con nuestra juventud?
Otra pregunta ¿es la ilegalidad y la impunidad la causa de
casi todos los males sociales que hoy padecemos?
¿Por qué ante los ojos del mundo hoy la mayoría
cargamos ese estigma del narcotráfico que nos denigra?
, Veamos, Chema escribió:
“El escaso surgimiento de actividades productivas que
arraigaran a los habitantes en sus poblados de origen hizo

106
que la única actividad productiva rentable fuera la
siembra y tráfico de estupefacientes, que por su esencia
ilegal se desarrollo´ en medio de una creciente
violencia…La escasez de empleos y el deterioro de las
condiciones económicas de la población generaron que
proliferaran acciones de personas dedicadas a cometer
ilícitos como el robo, los asaltos a mano armada, la
prostitución clandestina, el tráfico ilegal de alcohol, los
secuestros y todo tipo de actividades delincuenciales”.
Evidentemente el proceso de destape que el partidazo
puso en marcha antes de concluir el sexenio de Alfredo
Valdés Montoya (1969-1974) no podía ser ajeno a una
coyuntura socioeconómica de estas características, en los
corredores políticos empezaron a manifestarse
personajes vinculados con el gobierno en turno, la clase
política encumbrada, agricultores y empresarios se
alineaban con ciertas dudas con los políticos sinaloenses
que supuestamente gozaban de la aceptación del
presidente Luis Echavarría, quien en su decisión debería
tomar en cuenta los problemas nacionales que
impactaban la vida local.
Dicen que don Fidel Velázquez, líder de la clase obrera,
se atravesó en el camino del supuesto “tapado” ya
amarrado, con una magistral jugada en el tablero de
ajedrez político que solo podían hacer líderes poderosos
como don Fidel, que convenció al presidente Echavarría
de inclinarse por la candidatura de don Alfonso Genaro
Calderón, entonces líder nacional de los Azucareros a
quien comisionó don Fidel para resolver un grave
problema laboral en Veracruz, lo logró gracias a su
carisma y capacidad de conciliación, acción que le valió
ser tomado en cuenta en la sucesión del gobierno de
Sinaloa.
Don Fidel como debe suponerse fue a informar al
presidente del levantamiento de la huelga que tanto

107
ruido hacía a nivel nacional, al finalizar no desaprovecho
la oportunidad de pedir la contraprestación política:
“Señor presidente, en la CTM tenemos líderes muy
capaces, saben manejar los problemas y resolverlos,
tienen conocimientos y habilidades para gobernar un
estado de la República, ya es tiempo que uno de los
nuestros, sea tomado en cuenta para estas altas
responsabilidades”.
En Sinaloa nadie le daba posibilidades a don Alfonso pese
a que era Senador de la República, pero pesaba más en el
imaginario político que el PRI nunca le había dado al
sector obrero una candidatura a gobernador de un
estado.
La coyuntura política donde imperaban dos grupos que
el pópulo identificaba sin tamices como “los ricos y los
pobres” fue campo fértil para que la candidatura recayera
en una persona de perfil popular y que se le reconociera
una trayectoria política dentro del PRI.
El retrato hablado, suerte de adivinanza política de la
época, daba con los rasgos del Senador y líder obrero
cetemista Alfonso G. Calderón.
Su origen humilde, haber sufrido carencias en su niñez y
juventud, fuerte personalidad, líder natural y pese a su
escasa educación formal -yo me formé en la Universidad
de la vida- sumada a su historia política personal, fueron
suficientes para lanzarlo de candidato del PRI al gobierno
de Sinaloa el 14 de abril de 1974.
Dicharachero, narrador de anécdotas de arraigo popular
y amante de canciones descriptivas de gustos y luchas de
las gentes de abajo, el Corrido Los Caballos que Corrieron
o el Alazán y el Rosillo cayó como anillo al dedo a quienes
manejaron el “marketing político” en su campaña.
En todo mitin político, evento de campaña, y hasta
presencia del candidato en cualquier lugar, la tambora lo
acompañaba al son de este corrido, una suerte de himno

108
de campaña que habla del triunfo de los pobres,
imaginado en una carrera de caballos en la montura de
color rosillo, sobre el alazán de los ricos.
El pueblo de Sinaloa entendió el mensaje y abrió su
esperanza a un cambio drástico en la conducción del
estado en favor de las clases más necesitadas y del
progreso económico de todas las clases sociales, pues no
confrontaba a pobres contra ricos, su manera de pensar
decía “nadie tiene la culpa de haber nacido pobre o haber
nacido rico porque lo importante ahora es que ante la ley
todos somos iguales, todos tenemos los mismos derechos
y todos debemos tener las mismas oportunidades para
crecer y contribuir al engrandecimiento de Sinaloa”.
(Calderón dixit 1974) Filosofía política que hoy es de
añoranza.
Sustentado en esa praxis política, su programa de
gobierno lo diseño con la visión de que existían dos
sinaloas: el de la costa, próspero, desarrollado y en
crecimiento que nombraba el Sinaloa de la abundancia, y
el Sinaloa de las carencias, la sierra, los altos, en atraso
social y económico, en total abandono gubernamental..
Visión coincidente con las estrofas del corrido : el alazán
de los ricos (era de un pueblo de Mocorito) y el rosillo de
la sierra, de los pobres.
El eje central del plan estatal de su gobierno fue el
desarrollo de los altos de Sinaloa, que no culminó pues se
vio interferido por la “Operación Cóndor” del combate al
narcotráfico, estrategia del gobierno federal que marcó
un antes y un después en el control de la millonaria
industria de la producción y manejo de estupefacientes,
hoy corregida y aumentada en el ámbito urbano con dos
culiacanazos.
Finalizo para compartirles que traté de cerca al
gobernador Calderón como servidor público de su
gobierno, ocupé durante 5 años la Subdirección General

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de Tránsito y Transportes, en repetidas ocasiones me
sumé a las giras periódicas que caracterizaron su manera
de gobernar, visitaba rancherías, pueblos y ciudades de
todos los municipios, por más alejadas que estuvieran, y
en todas la tambora recibía con el que fue su emblema de
gobierno Los Caballos que corrieron.
Era tanto su apego a esta expresión musical, no solo por
su simbolismo político, sino por la algarabía que
despertaban sus alegres notas; en una ocasión sus
correligionarios, la mayoría transportistas y la presidenta
municipal de Mocorito, Bertha Medina, organizaron una
fiesta y llevaron de invitada especial a una viejecita que
se llamaba, nada más y nada menos Chona Guzmán; la
conoció en vida, imaginen ustedes cómo vivió ese
momento el gobernador Calderón pensando quizá en
devolverle los 20 reales que apostó y perdió.

El Lic. Jaime Félix Pico


leyendo su ponencia

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Álbum General de Fotos
Por
Luis Antonio García Sepúlveda

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INDICE

Presentación. Jaime Félix Pico 3


Una Carrera Memorable. Refugio Moreno Acosta. 7
José María Vega Beltrán “Chemali”. Ángel S. Villalba
Atondo. 11
"A La Una...A Las Dos...A Las Tres..."Santiago". Francisco
René Bojórquez Camacho 15
“Los corredores del Alazán y el Rosillo, Compositores
y el Origen del Paseado”. Ernesto Padilla Verdugo 21
“El Alazán Y El Rosillo”. El Corrido De Don Alfonso G.
Calderón. José Armando Infante 25
Curiosidades Sobre Caballos Y Carrera De Caballos.
Jaime Peraza Guti 29
La Carrera Del Alazán Y El Rosillo. Crescencio Montoya
Cortez. 35
El Papel De La Memoria En El Corrido De El Alazán Y
El Rosillo. Esteban Ruiz Martínez 40
Cabalgata De Una Pasión. Nicolás Antonio Piña Paéz 44
Reminiscencias De Origen Converso En San Benito,
Mocorito. Carlos Francisco Tavizón López 48
La Carrera Del Alazán Y El Rosillo De San Benito Y
El Distintivo De Pueblo Mágico De Mocorito. Luis
Alberto Sainz Fierro. 55
Los Caballos Que Corrieron O El Alazán Y El Rosillo”:
Dilema Y Otras Imprecisiones Del Famoso Corrido.
Rubén Rubio Valdez 63
El Oficio De Caballerango. Everaldo Gastélum Arias 76
Memorias De Mi Tata Grande. Arturo Noriega Ibarra 83
Cabalgata Soto, de Choix a Álamos. Una Historia
Familiar de Caballos. Carlos Julio Corral Soto 92
El Corrido “El Alazán Y El Rosillo” Emblema Musical
Del Gobierno De Alfonso G. Calderón (1975/1980)
Jaime Félix Pico 105
Álbum de Fotos. Luis Antonio García Sepúlveda 111

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Memoria del XIV Encuentro de Cronistas e
Historiadores en San Benito, Mocorito; Sinaloa
Libro digital realizado por Luis Antonio García Sepúlveda
Para La Crónica de Sinaloa
E-mail:luis_antonio51@hotmail.com
Marzo 18 de 2023

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