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Reseña científica
Analicemos los textos
Y qué hay de las imágenes
Los olvidados de la historia
Irene Jiménez Villalta
Grupo B1
Historia Antigua
Historia del Arte
Universidad Complutense de Madrid
Irene Jiménez Villalta
Grupo B1
Historia Antigua
Sánchez, C. (2005). La invención del cuerpo. Arte y erotismo en el mundo clásico. Siruela.
En esta reseña, trataremos el libro La invención del cuerpo. Arte y erotismo en el mundo clásico.
Este libro aborda una visión crítica de las imágenes donde se expone el erotismo griego y
romano, indagando en sus significados, dando a conocer la cultura y el rasgo más humano que
existe, la sexualidad. A partir de estas representaciones eróticas, consigue indagar en la
naturaleza de estas ancestrales sociedades. Se estudian representaciones de desnudos
masculinos y femeninos, rituales, orgías, simposios, escenas homosexuales, entre otras,
descubriendo así las prohibiciones, las normas, las ideas, que construyen la experiencia visual
erótica de la Antigüedad.
El libro se ha estructurado por capítulos, tratando temas concretos y particulares en cada uno
de ellos. El sistema para desarrollar el contenido, es encabezar la narración con una
introducción, y a través de las imágenes se termina desenvolviendo cada capítulo, ya sea
exponiéndolas o simplemente mencionando el nombre de la obra de arte.
En el primer capítulo, “la invención del cuerpo”, habla sobre el desnudo masculino, un desnudo
irreal e imposible que remite a una realidad inmortal. Lo sorpréndete, es cómo una sociedad
vestida, considera el desnudo algo mágico, ligado a ritos iniciáticos y al culto, al deporte que
dignifica y heroiza. Se sirve de palabras de grandes clásicos como Tucídides e imágenes de
cráteras griegas . También aborda el tema de la construcción del cuerpo y el significado del
cuerpo-estatua, el cuerpo del varón armonioso, proporcionado.
La autora, se encarga de hacer comparaciones y contrastaciones, pues analiza también el
desnudo femenino, que indica que tardará mucho en aparecer, pues la imagen femenina se
encierra y pertenece al oikos.
En el segundo capítulo, “erotismo sobrenatural y mágico”, toma el tema de los paisajes eróticos,
pasando por diferentes esculturas usando como modelos pélices, ánforas y esculturas. Afirma
que la naturaleza está ligada a lo erótico, a la fecundidad de la vida y a la esterilidad de la muerte.
También trata el tema del falo , que curiosamente, en erección, eran usados como amuletos.
Por último argumenta acerca de la incontinencia de los sátiros y la mesura de Dioniso.
El tercer capítulo, titulado “ars erótica”, aborda el tema de los prejuicios modernos
relacionándolos con la forma que tenían los clásicos para plasmar el erotismo. Trata también el
tema de la mujer y el amor, poniendo como ejemplos fragmentos de Hesíodo o Simónides de
Amorgos en los que se capta un tono misógino. Las imágenes de esta índole a menudo muestran
escenas de violencia. También aborda el tema del lesbianismo, pero no usa de herramienta las
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El estilo empleado es formal, pues aborda una temática selecta y además utiliza un léxico
especializado, gracias a tecnicismos en latín y en griego. Además hace uso del argumento de
autoridad con las distintas citas de autores. El método que emplea para exponer sus argumentos
es a raíz de una imagen o nombrando una obra de arte. Encabeza con un pequeño contexto
acerca del tema que va a tratar en el capítulo y después desarrolla su tesis y la explicación
objetiva.
El libro hace una magnífica compilación de imágenes y un completo recorrido por el imaginario
visual clásico del erotismo. Los textos, tal y como la autora apunta, se han redimido a esbozar y
aclarar lo que las imágenes ya exponen, para poder entender e incluso oír las imágenes.
Además, es muy interesante el repaso de temas, ya que tratan en su enteridad la dimensión del
erotismo y la sexualidad en griegos y romanos; por ejemplo, partiendo de la representación en
un ánfora griega de figuras negras, del hombre, de la mujer y sus relaciones e interconexiones,
concluye en una dimensión más general como el lugar que ocupaba cada uno dentro de la
sociedad griega y el valor que tenían, así como también el tema matrimonio y el amor.
Lo más destacable de toda la obra es la cuidadosa y rica selección de imágenes. Además, estas
abarcan numerosos siglos, desde el VII a.C hasta figura una representación del siglo XX a modo
de comparación. Todas las imágenes aparecen con su pie de foto para facilitar las posibles
consultas.
También, se hace alusión a citas de numerosos clásicos escritores, poetas e historiadores, como
por ejemplo Ovidio, Séneca, Marcial, Platón, Safo, Heródoto, entre otros. Este hecho señala un
gran conocimiento y estudio en la autora, pues son bastante recurrentes en su relato y además,
las comenta y expone y contrapone ideas en torno a ellas.
Por otra parte, en la sección de la bibliografía, podemos comprobar que es muy amplia, y que
además, se han utilizado fuentes literarias en distintos idiomas, por lo que no toma solo
referencias del castellano. Son recurrentes sobre todo las fuentes inglesas. También, se
comprueba en la bibliografía el nivel de estudio e investigación realizado a través de museos
internacionales para escoger las representaciones.
Además, aparecen citadas numerosas fuentes primarias, libros y escritos antiguos de cuantiosos
escritores, filósofos e historiadores clásicos de Grecia y Roma. Este hecho, hace que el contenido
del libro sea mucho más verídico pues se basa en abundantes ocasiones de los clásicos del
mundo antiguo.
Como punto negativo podríamos apuntar a que el formato del libro no invita al seguimiento
exacto de las imágenes, pues muchas veces se redacta el texto de una imagen en particular, con
anterioridad o posterioridad a que la imagen aparezca en una de las páginas. Creemos que para
que se consiguiera de forma precisa el objetivo perseguido por la autora de que las imágenes
fuesen escuchadas, sería más apropiado que se pudiera ojear en una misma página la imagen y
el texto relativo a ella.
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Sin embargo, es una obra magnífica, que aborda temas muy humanos y con mucha
trascendencia en el mundo clásico que muchas veces son tratados con demasiada
superficialidad e incluso podemos ejercer prejuicios modernos sobre ellos. Es un libro muy
didáctico y a la vez enriquecedor.
Por último, veremos tratados algunos de los temas de este libro, como es el tema de la mujer
en otros libros como; La mujer en la Grecia Clásica o el tema de la homosexualidad en Grecia y
Roma en el libro La homosexualidad en Grecia y Roma.
Es un libro que puede ser muy sugerente para aquellos amantes del mundo clásico, de la Historia
del Arte e incluso, los más curiosos de la historia del mundo y de su propia historia, pues al fin
y al cabo, estos temas tratados en el libro sobre el erotismo clásico y sus representaciones, no
son más que otros pensamientos que pueden diferir o ser iguales que los que nosotros
poseemos hoy en día. También nos informan de cómo cambian las ideas con el paso del tiempo
y así poder comprender mejor el origen de nuestros propios prejuicios, prácticas y pudores
siendo Grecia y Roma, la cuna de nuestra cultura.
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Este texto se corresponde con la tablilla XI, concretamente con la columna 6 del Poema de
Gilgamesh. Su autor es anónimo, pero se debía tratar de un poeta paleobabilónico .
El texto es una epopeya, un poema épico que narra las hazañas de un héroe, en este caso,
Gilgamesh, un rey mítico en su búsqueda por la inmortalidad. La finalidad del texto es relatar su
la proeza del héroe para que perdure en el tiempo, a modo de enseñanza o de entretenimiento.
Se trata de una fuente primaria, y además, debemos destacar que el texto a tratar es una
traducción. El original, está escrito en idioma sumerio, y concretamente en escritura
cuneiforme.
Ha llegado hasta nuestros días gracias a las tablillas originales donde fueron escritas , que en el
siglo XIX el arqueólogo Hormuzd Rassam, las descubrió en Nínive.
Metiéndonos más en el análisis interno de la obra, en esta tablilla, se hace mucho uso del agua,
tanto el fondo del mar donde se encuentra la planta, las lágrimas que sentimentalizan la
desesperación de Gilgamesh, como también el agua como el camino que recorren hasta Uruk.
Ademas, destaca la serpiente, también llamada “león del suelo” de forma metafórica
posiblemente por sus colmillos y por el hecho de que reptan sobre el pavimento. Las serpientes
simbolizan la juventud, en su ciclo de vida mudan la piel y pueden ser siempre jóvenes.
Técnicamente, las leguas, se tratan de una medida de longitud de esta civilización. Por último,
el shar, también hace refería a un concepto tomado como muestra para medir longitudes.
Por otra parte, Utnapishtim, también llamado “el Lejano”, es el sabio al que acude Gilgamesh
para hacerse con la inmortalidad y le revela una planta que le devolvería la juventud. Además,
aunque no se expone en esta tablilla, Utnapishtim, fue el protagonista del mito del Diluvio
Universal.
Urshanabi, era el barquero del río del Hubur, el río de los muertos en la mitología mesopotámica.
Se encarga de acompañar a Gilgamesh en su trayecto . Por su parte, Apsu, es un dios sumerio
que representa las aguas dulces debajo de la tierra.
Uruk la cercada, fue una antigua ciudad de Mesopotamia situada en la parte oriental del
Éufrates. Gilgamesh fue el rey mítico de esta ciudad. Se le denomina Uruk-la-cercada en el
poema debido a que era una ciudadela amurallada.
Los Siete Sabios, en la mitología mesopotámica, eran siete espíritus de sabios creados por Enki
(dios sumerio de la sabiduría, artesanía, creación …) en el Apsu, que propiciaron al hombre de
distintos conocimientos, del ámbito cosmológico y teológico. Se presentaban morfológicamente
como mitad hombre, mitad pez.
Por último, el templo de Ishtar, o la puerta de Ishtar, estaba consagrada a Ishtar (diosa babilónica
del amor y la guerra) y daba acceso al templo de Marduk (señor de los dioses).
Metiéndonos en la interpretación del texto, esta tablilla simboliza esa desesperación y angustia
por perder la juventud, por ansiar la inmortalidad y la infinidad de la vida. El hecho de que
cuando coge la planta , se pinche, es también motivo de que no es apta para los humanos.
Por otra parte, la serpiente cobra, según este poema, la inmortalidad al robar la planta, por eso,
la realidad de la serpiente es que en su ciclo de vida, muda la piel cada ciertos periodos
manteniéndola siempre joven .
La planta de la inmortalidad, se presenta como peligrosa para el ser humano, pues contiene
pinchos. Este hecho hace referencia a los umbrales o límites de los seres humanos, que en
diversas ocasiones se intentan trasgredir, resultando en desastrosas o fracasadas situaciones.
Por otra parte, la muralla además de simbolizar el legado de la obra de Gilgamesh, está
relacionada con el papel de protección que tiene el rey absoluto en estas civilizaciones que
trasgredirá a la muerte. El rey, en estas culturas del Próximo Oriente, estaba estrechamente
relacionado con los dioses (rey-sacerdote). El monarca ocupaba su mando por elección divina.
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Tenia superioridad sobre el resto del pueblo y la religión convencía a la gente de que eso era así,
por lo que la religión justifica al poder e incluso la tiranía, transformado a los ciudadanos en
súbditos.
La subordinación también es notable cuando dice que experimentará la planta primero con un
anciano de Uruk, y tras haber experimentado, él la comería.
Por último, podemos hacer una similitud de la hazaña de Gilgamesh con religiones que se han
originado de manera posterior. Gilgamesh, por sus sacrificios cometidos, sus esfuerzos
extraordinarios, por pasar penas y fatigas, Utnapishtim, le recompensa, le revela el secreto
reservado a los dioses. En algunas religiones como es el cristianismo o el Islam, tras una vida o
actos de sacrificios, siempre hay una recompensa en compensación a los sacrificios hechos,
como por ejemplo la purificación del alma y conseguir una recompensa espiritual, como puede
ser alcanzar el Paraíso o la eternidad en paz.
Por último, como vemos, Gilgamesh llora pues comprende que todos los hombres tendrán el
mismo destino, sin diferenciar sus logros o hazañas cometidas, el destino la muerte,
despertándole así su conciencia de muerte y borrando sus ambiciones de recuperar la juventud.
Finalmente, gracias a este poema podemos comprender mejor la posición de las deidades en
estas tempranas culturas orientales. Los dioses, están por encima de lo humano, el hombre no
puede traspasar el umbral entre lo divino y el mundo terrenal. Son seres superiores con
atributos propios.
RECURSOS
Durante este periodo, aparecen las primeras polis, debido al aumento demográfico y a la
agrupación pactada de aldeas próximas entre sí. Estas ciudades tenían instituciones cívicas,
como la asamblea, el consejo o los magistrados . Además, vivían de la metalurgia del hierro.
Por otra parte, se produjo una crisis social de la aristocracia y de su modelo político oligárquico.
El periodo arcaico es una etapa de auge en el tema de la colonización griega, creando
asentamientos a lo largo del Mediterráneo, con el fin de buscar nuevas tierras y comercios.
Estas colonizaciones ayudaron al desarrollo y ampliación de las redes comerciales y de la cultura
helénica. Por último, a nivel político, apareció la tiranía, fruto de las tensiones y de la debilidad
de la aristocracia.
Hemos de subrayar, que se data en este periodo fundamentalmente porque se utiliza la técnica
de las figuras negras. Este tipo de cerámica consiste en representar las formas humanas con
engobe negro y el fondo, perdura del color natural de la cerámica.
La imagen representada es de tipo histórica, muestra una escena de combate. Se diseñó con la
finalidad de adornar el ánfora sobre el que se plasmó.
La representación se incluyó sobre la panza de un ánfora, un recipiente originario de las culturas
del Egeo, adoptado por diversas culturas, como es el caso de la cultura griega. Servía para
contener líquidos orgánicos, como era el vino.
Apareció en Vulci, una antigua ciudad etrusca del centro de la Península Itálica. El hecho de que
se encontrase aquí, sugiere el valor de la pieza, pues era un artículo de lujo, exportado de su
ciudad de origen, debido al auge del comercio ateniense que perduró hasta el siglo V.
Pasando al análisis interno, podemos decir que el ánfora, era un recipiente de uso cotidiano para
los antiguos griegos. La vasija se compone de varias partes; un pie circular, una panza
semiovoide, un cuello con la boca exvasada y dos asas circulares que arrancan desde los
hombros de la panza.
En relación con la dimensión decorativa , se concentran los motivos geométricos con tema
vegetal en el cuello y en la parte inferior de la panza. El motivo principal es el de dos figuras que
combaten en el centro del ánfora; una de ellas aparece de pie clavando una lanza sobre una
segunda, que se muestra arrodillada en el suelo a la vez que muestra resistencia dirigiendo su
lanza hacia el otro combatiente. Además, en el fondo, aparecen una serie de firmas e
inscripciones, donde se puede leer el nombre del autor y de los personajes, compartiendo
espacio con motivos geométricos, meandros curvos.
Respecto a los dos figurantes, el que se muestra de pie, está vestido con el atuendo típico del
hoplita, de soldado griego. Porta una armadura completa, una lanza y el escudo. El casco es de
cresta alta y lleva un quitón corto a rayas.
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El otro personaje, es una mujer, la cual porta también el casco de cresta alta en el que se puede
diferenciar el motivo decorativo de una serpiente en relieve. Viste quitón corto moteado
imitando la piel de leopardo. Porta además, la indumentaria de guerra, una espada y un escudo.
Su piel es más clara, pues a las mujeres se las representaba con este canon en las cerámicas de
pinturas negras.
Por otra parte, hemos nombrado la guerra de Troya. Fue un conflicto bélico, frecuentemente
representado en el arte griego, en el que participaron los ejércitos troyanos y los griegos. Según
fuentes literarias antiguas, el desencadenante de esta guerra fue el rapto de Helena de Esparta
a manos de Paris, príncipe de Troya.
Siguiendo con el ánfora, el personaje de la derecha es Pentesilea, una reina amazona. Las
amazonas eran de las pocas mujeres en Grecia que eran libres, cuyos ideales eran la igualdad e
incluso la superioridad frente al sexo opuesto, el masculino. Su vida giraba entorno a las artes
militares . Pentesilea, era hija de Ares y de Otrere y participó en la guerra de Troya, del lado de
los troyanos tras la muerte de Héctor a manos de Aquiles. Desolados por su muerte, la
participación de las amazonas suponía una nueva esperanza. Pentesilea prometió matar a
Aquiles y acabar con los aqueos. Poco a poco en la batalla, las amazonas fueron menguando
hasta que solo quedó Pentesilea. Ella seguía combatiendo y reduciendo el ejército aqueo a una
gran velocidad.
Al escuchar el revuelo, Aquiles y Ayax acudieron a ver lo que ocurría con Pentesilea. Ella los
amenazó y lanzó sus lanzas contra ellos, pero debido a sus armaduras, no les hicieron daño. Ayax
se marchó a luchar con los hombres y Aquiles sin embargo, la desafió. Con su lanza hirió a
Pentesilea sobre el seno derecho y ella, sangraba.
Siguió clavándole la jabalina en el cuerpo, y al quitarle el casco, se dio cuenta de lo hermosa que
era y se arrepintió de haberla matado, lamentándose profundamente por ello.
Podemos observar que Pentesilea, a pesar de estar sangrando y casi ya derrotada, interpone su
lanza y la dirige hacia Aquiles, pero sin llegar a clavarla. Esto nos sugiere que Pentesilea, era una
gran guerrera, casi invencible y luchadora hasta el fin del combate.
Por otra parte, Aquiles aparece cubierto enteramente con su armadura, ocultando el rostro
cubierto por ella. Sin embargo, Pentesilea, la mujer, a pesar de llevar una coraza, su cara queda
desnuda hacia el espectador. Podemos pensar que aparezca así debido a su belleza, de la que
Aquiles, griegos y troyanos quedarán maravillados una vez muerta. Por lo que podría ser que el
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artífice, hubiera querido revivir en el espectador, ese momento en el que Aquiles descubre el
rostro de la amazona.
Como vemos, se ha escogido el momento de máxima tensión para representarlo, haciendo que
el que contempla el ánfora se conmueva al verlo y quede en él la incógnita y la duda de lo que
pasará en escena, en el sentido de la narración.
La intención de la imagen, es relatar una de las escenas con mayor trasfondo de la guerra de
Troya, cuando Aquiles iguala a Pentesilea al nivel de los soldados hombres cuando decide
enfrentarse a ella.
Sin embargo, incide en que Aquiles, es el gran guerrero, el que vence incluso a las amazonas, y
no muestra el momento en el que Aquiles lamenta los actos que acababa de llevar a cabo. Se
remite a mostrar al Aquiles guerrero y omite el Aquiles más humano, que se lamenta de la
muerte de Pentesilea.
Además, el hecho de que aparezca la firma del autor, denota que Exequias, era consciente de su
trabajo y valoraba su labor, por lo que quería dejar constancia de su autoría, que más allá de
que el ánfora fuera un objeto para uso doméstico, estaba envuelta en una dimensión artística
valorándose por sí misma como una obra de arte.
RECURSOS
Estos datos son muy importantes pues nos ayudan a contextualizar aún más la pieza, conociendo
la función para la que era usado.
Además, un factor muy importante y que debería estar presente en todos los comentarios de
una pieza antigua, es la contextualización de dónde apareció, ya que se puede saber por ello si
esa cultura era belicosa, su economía, el valor que le prestaban a este tipo de piezas, su
comercio,…
Seguidamente, por la parte del análisis interno, figura la descripción aséptica, del ánfora y de las
figuras que aparecen en ella. Sin embargo, no están bien identificados los personajes, pues habla
de Héctor como el personaje que aparece posando una rodilla sobre el suelo. Por lo tanto, se ha
hecho una mala interpretación en lo que respecta a la identidad de los personajes. Esto deriva
en que parte de la enteridad del comentario, esté equivocado . Este error podría haberse evitado
si se hubiera hecho una mayor investigación sobre iconografía y así partir de más conocimientos
sobre los personajes griegos y sus hazañas.
Siguiendo con el análisis interno, no se han destacado los atributos más significativos de los
personajes; como el casco, la armadura, …
Por otra parte, falta también la contextualización de los personajes; quienes eran, por qué son
conocidos y dónde se encuentran.
Por último, no figuran unas conclusiones, y por lo tanto, carece de la relación directa de la pieza
con su contexto. Las conclusiones son tan importantes como la primera parte, es decir, la
contextualización externa y la introducción. Faltando esta parte del comentario, hace que esté
muy incompleto. Lo único que se ha remarcado es el sentimiento que expresa uno de los
personajes, pero no se ha aludido a lo que nos puede aportar la pieza y posteriormente, lo que
nosotros podemos interpretar acerca del momento que se muestra, sus personajes e incluso
valores extraídos sobre la sociedad griega.
Por último, se debería haber hablado sobre la intención del objeto, qué factores de esos
personajes y del acontecimiento histórico omite y el motivo por el que se omite, qué sesga y
que falsea y las razones por las que lo hace.
En conclusión, el comentario carece de numerosas partes y datos que son imprescindibles para
poder comprender y llegar a un análisis interno, interpretativo y externo completo del ánfora.
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En primer lugar, a través de ellas podemos conocer cómo se configura la onomástica romana.
Los ciudadanos hombres romanos nacidos libres, aparecen reflejados en las lápidas con el
praenomen, que en el caso de ser el primogénito, hereda el nombre del padre. Esto sugiere, que
el hecho de ser el primer hijo , conlleva ser el privilegiado y el más honorífico entre los demás
hermanos.
Después, figura el nomen, el apellido de la familia. Por último, el cognomen, que sería el apodo
que identifica personalmente al individuo. Poniendo un ejemplo, Cayo Julio César, procede de
la gens Julia. En relación al apellido familiar, uno de los factores que dotaba de mayor estatus a
la familia, era tener una gran línea de antepasados. En este caso en concreto, los Julios pretendía
emparentarse con la diosa Venus ya que decían que procedían de Julo Ascanio, hijo de Eneas.
Por otra parte, el nombre de un ciudadano romano libre, en las inscripciones funerarias va
acompañado de la filiación, es decir, el nombre de su padre. Además, aparece la tribu. La
sociedad romana estaba administrativamente estaba dividida por tribus que se corresponden
con paradigmas electorales. Al realizar las votaciones, se hacía por tribus. El hecho de que
aparezca el nombre de la tribu, indica que es un ciudadano romano y no latino, pues los latinos
no la poseían .
Además, figura la origo, es decir, el lugar del que proceden. En las inscripciones trabajadas, al
estar en Corduba, es frecuente que aparezca por ejemplo “Malacitano”, de Málaga, Provinciae
Baeticae, de la Provincia Bética, Ilurconensi, de la provincia de Granada.
Pasando al género femenino, el nombre de las mujeres romanas libres constaba de dos partes.
Por un lado, el nomen que sería el nombre del padre. Sabiendo esto vemos la relevancia y la
supremacía de la figura del padre dentro de la familia romana, pues incluso su nombre,
designaba a sus hijas. Por otro lado, se inscribe el apodo, una palabra para poder ser
diferenciadas dentro de las hermanas. Por ejemplo, Julia Minor.
Podemos deducir que la mujer dentro de la familia romana, está subordinada al hombre. Esto
es un reflejo del estatus del género femenino, dependientes del hombre, jurisdiccionalmente
considerada una menor y además, sin identidad propia.
Pasando a otro eslabón, la esclavitud en el Imperio romano, estaba muy extendida y todas las
familias poseían esclavos, siendo una propiedad más de la familia. No tenían ningún tipo de
derecho y además ocupan el eslabón más bajo de la sociedad romana. Las inscripciones
funerarias indican solamente el nomen. La posesión de un solo nombre indica la carencia de
identidad e individualidad en los esclavos. A diferencia de los ciudadanos, los esclavos no tenían
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ningún tipo de tradición familiar, ni siquiera eran dignos de portar el apellido de la familia de la
que eran esclavos.
En el caso de los extranjeros, figuraba el nomen y la filiación, siempre aludiendo a la figura del
padre.
Como hemos visto, en el Imperio romano, y en concreto en Corduba, había una gran
estratificación social, que se reflejaba en las inscripciones funerarias. Es tal esta jerarquización
que si no fuera por estos epígrafes, muchas de las personas de estatus social más bajo como los
esclavos, las mujeres o los niños, no figurarían en los restos arqueológicos.
Sin embargo, se comprueba que en el Imperio romano todo el mundo, sin excepciones por
condiciones sociales, era digno de poseer una inscripción funeraria. Variaría el tipo de
enterramiento y soporte sobre el que se inscribiese, pero ya sean esclavos, mujeres,
emperadores o niños, la poseen.
Por otra parte, en muchas de las epigrafías figura la fecha de muerte del difunto. Podemos
deducir que la media de edad de defunción en el Imperio romano eran unos 30 años. Por lo que
la esperanza de vida en aquellos tiempos no era muy alta.
Además, aparece “Dis manibus sacrum”, es decir, consagrado a los dioses manes. Los dioses
manes eran los dioses del hogar y los protectores de la familia.
En relación con el origen, los romanos valoraban enormemente el lugar de procedencia pues, si
procedían de un territorio ajeno al lugar de la necrópolis, se muestra el gentilicio, y si el difunto
había pertenecido al lugar donde estaba esa misma necrópolis, no aparece indicación sobre su
lugar de procedencia. Así conseguían diferenciar a las gentes “naturales” de las que venían de
fuera y habían sido enterradas en esa necrópolis.
Por último, debemos remarcar el tema de la mujer, pues nos informan las inscripciones
funerarias del tipo sociedad en la cual se vivía en el Imperio romano. Era una sociedad patriarcal,
donde la mujer ejercía la única función de ser matrona, de dar una rica descendencia. Por ello,
estaban apartadas de la vida pública y política. Con esto, podemos deducir que todos los cargos
en las ciudades romanas, eran ejercidos por hombres.
En conclusión, las inscripciones funerarias constituyen una de las mejores fuentes primarias de
las que se puede hacer uso para conocer las divisiones y estratos dentro de la sociedad romana,
así como también, para conocer información acerca de los olvidados de la historia; mujeres,
niños y esclavos.