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Capas de tejido llamadas saco amniótico contienen el líquido que rodea al bebé en el útero.

En
la mayoría de los casos, estas membranas se rompen durante el parto o dentro de 24 horas antes
de empezar el trabajo de parto. Se dice que la ruptura prematura de las membranas (RPM)
ocurre cuando las membranas se rompen antes de la semana 37 del embarazo.
¿Qué es la RPM?
El líquido amniótico es el agua que rodea a su bebé en el útero. Las membranas o capas de tejido
contienen este líquido. Esta membrana se llama saco amniótico.
A menudo, las membranas se rompen durante el trabajo de parto. Esto con frecuencia se llama
"romper fuente".

Algunas veces, las membranas se rompen antes de que una mujer entre en trabajo de parto.
Cuando esto sucede de forma temprana, se denomina ruptura prematura de membranas (RPM).
La mayoría de las mujeres entrará en trabajo de parto espontáneamente al cabo de 24 horas. Si
la ruptura de fuente se da antes de la semana 37 del embarazo, se denomina ruptura prematura
de membranas pretérmino (RPMP). Cuanto más temprano se rompe fuente, más grave es para
usted y para su bebé.

¿Por qué sucede la RPM?


En la mayoría de los casos, se desconoce la causa de la RPM. Algunas causas o factores de riesgo
pueden ser:

• Infecciones del útero, el cuello uterino o la vagina.


• Demasiado estiramiento del saco amniótico (esto puede ocurrir si hay demasiado líquido
o más de un bebé ejerciendo presión sobre las membranas).
• Fumar.
• Si le han realizado cirugía o biopsias del cuello uterino.
• Si usted estuvo embarazada antes y tuvo una RPM o una RPMP.
La mayoría de las mujeres que rompen fuente antes del trabajo de parto no tienen un factor de
riesgo.

• A menudo el parto se desencadena poco después de la rotura de membranas.


• Si el parto no comienza de 6 a 12 horas después, aumenta el riesgo de infección en la
mujer y en el feto.
• Si el trabajo de parto no comienza poco después de la rotura de las membranas, el
embarazo dura 34 semanas o más y los pulmones del feto están maduros, el trabajo de
parto suele iniciarse artificialmente (inducido).
• Si la duración del embarazo es inferior a 34 semanas y los pulmones del feto no son lo
suficientemente maduros, se suele hospitalizar a la madre y se la monitoriza
estrechamente; se le administran corticoesteroides para ayudar a los pulmones del feto
a madurar y también antibióticos para tratar y prevenir cualquier infección que pudiera
desencadenar el parto y/o dañar al feto.
• Si la duración del embarazo es inferior a 32 semanas, se puede administrar a la madre
sulfato de magnesio para reducir el riesgo de parálisis cerebral.

La rotura de las membranas se denomina comúnmente «romper aguas». Cuando las membranas
se rompen, el líquido que hay en su interior y que rodea al feto (líquido amniótico) se expulsa
por la vagina. La cantidad de líquido expulsado varía desde un goteo hasta un chorro. Tan pronto
como las membranas se rompen, la mujer debe ponerse en contacto con su médico o su
matrona.

Cuando la mujer rompe aguas, debe ponerse en contacto con su médico o su matrona.
Por lo general las membranas del saco que contiene el líquido amniótico se rompen durante el
trabajo de parto, Pero, en algunos casos, en embarazos normales, las membranas se rompen
antes del trabajo de parto (rotura prematura).
La rotura prematura de las membranas se puede producir cerca de la fecha prevista para el
parto (37 semanas o más, lo que se considera un embarazo a término) o más pronto (antes de
las 37 semanas, lo que se considera una rotura prematura pretérmino de membranas). Una
rotura prematura aumenta la probabilidad de que el parto también se desencadene antes
(parto prematuro o pretérmino).
Independientemente de cuándo ocurra la rotura prematura, aumenta el riesgo de problemas
como

• Infección intraamniótica (infección de las membranas que contienen al feto) e


infecciones del feto
• Posición anormal del feto
• Separación prematura de la placenta (desprendimento de placenta)
Una infección uterina puede provocar fiebre, secreción vaginal abundante o con mal olor, o
dolor abdominal.

Si la rotura prematura da lugar a un parto pretérmino (prematuro), el recién nacido


prematuro presenta un riesgo aumentado de lo siguiente:
• Problemas pulmonares

• Hemorragia cerebral
• Posiblemente la muerte
Cuando se produce una hemorragia cerebral, es posible que el cerebro no pueda desarrollarse
normalmente, causando problemas como una parálisis cerebral.
Si el embarazo dura menos de 24 semanas cuando se rompen las membranas, las extremidades
del feto pueden deformarse.
Si la rotura de membranas se produce cerca de la fecha probable del parto, las contracciones
suelen comenzar en el plazo de 24 horas, pero es posible que tarden 4 días o más en aparecer
si la rotura se produce entre 32-34 semanas de gestación.

Diagnostico
• Exploración de la vagina y del cuello uterino usando un espéculo
El médico o la matrona utilizan un espéculo para separar las paredes de la vagina y exploran
la vagina y el cuello uterino (la parte inferior del útero) para confirmar la rotura de las
membranas y estimar la apertura (dilatación) del cuello del útero.
Si los médicos detectan una fuga de líquido amniótico por la vagina, presuponen una rotura de
membranas.
Si se diagnostica una rotura de las membranas previa al parto y el feto puede sobrevivir fuera
del útero, la mujer suele ser ingresada en un hospital para determinar su estado.

Tratamiento
• Si el embarazo ya ha llegado a la semana 34 o la ha superado, por lo general se inicia
artificialmente el trabajo de parto (inducción)
• Si la duración del embarazo es inferior a 34 semanas, por lo general se indica reposo,
vigilancia estrecha en el hospital, antibióticos y, a veces, corticoesteroides
• Si la duración del embarazo es inferior a 32 semanas, por lo general se indica sulfato
de magnesio para prevenir hemorragia cerebral y problemas en el desarrollo cerebral
del recién nacido
Los médicos deben valorar el riesgo de infección en el útero y en el feto cuando el parto se
retrasa frente a los problemas que pueden surgir cuando un recién nacido es prematuro.
Generalmente, un médico o una comadrona titulada hacen lo siguiente:
• Si el embarazo ya ha llegado a la semana 34 o la ha superado, se inicia el parto de
forma artificial (inducido) porque se supone que el feto es lo bastante maduro.
• Si la duración del embarazo es inferior a 34 semanas, se monitoriza a la mujer en el
hospital para detectar signos de infección o de trabajo de parto.
A veces, los médicos analizan una muestra de líquido amniótico para determinar la madurez de
los pulmones del feto. La muestra puede tomarse de la vagina de la mujer o
mediante amniocentesis. Durante la amniocentesis, el médico inserta una aguja a través de la
pared del abdomen hasta alcanzar el líquido amniótico y extrae una muestra de las membranas
que rodean el feto
Si el feto está en peligro grave o el útero está infectado, por lo general se induce el parto y
el bebé nace con independencia de la duración del embarazo.

Si es necesario retrasar el parto

Si la duración del embarazo es inferior a 34 semanas, se retrasa el parto. Se aconseja a la


madre que descanse y que limite sus actividades tanto como sea posible. Puede que se
hospitalice para poder realizar una estricta monitorización. Se le suelen tomar la presión arterial,
la temperatura y el pulso al menos tres veces al día. Un aumento de la temperatura o del pulso
puede ser un signo temprano de infección. Si aparece una infección, se induce el parto de
inmediato para que nazca el bebé.
Cuando se confirma la rotura de membranas, se inicia la administración de antibióticos. Por lo
general los antibióticos se administran por vía intravenosa (como eritromicina, ampicilina y
amoxicilina), y luego por vía oral durante varios días. Los antibióticos retrasan el inicio del
trabajo de parto mediante el tratamiento de las infecciones que lo pueden desencadenar y
reducen el riesgo de infección en el recién nacido.
Si la rotura de membranas se produce entre las semanas 24 y 34 del embarazo, se administran
a la madre corticoesteroides para acelerar la maduración pulmonar del feto.
Los médicos también pueden administrar corticosteroides a las mujeres si las membranas se
rompen
• Entre las 34 y las 37 semanas de embarazo si las mujeres corren riesgo de parto
prematuro y no se les han administrado corticoesteroides al principio del embarazo
• Comenzando a las 23 semanas de embarazo si las mujeres corren riesgo de parto
prematuro dentro de los 7 días siguientes
Si la duración del embarazo es inferior a 32 semanas, se puede administrar a la madre sulfato
de magnesio por vía intravenosa. Este fármaco parece reducir sustancialmente el riesgo de
hemorragia cerebral y de los problemas derivados que afectan al desarrollo cerebral del recién
nacido, como la parálisis cerebral.

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