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Capítulo 4

En 1940 se reconoció como transmisores a algunos de los transmisores aminérgicos, entre los que se incluían la acetilcolina, la
noradrenalina, la adrenalina. Los investigadores descubrieron que algunos aminoácidos, los componentes básicos de las proteínas,
también actúan como transmisores en algunas sinapsis; entre estos aminoácidos se incluyen el glutamato, la glicina, y el GABA. En
1970 algunos investigadores reconocieron que muchos péptidos (cadenas cortas de aminoácidos) podían ser transmisores
sinápticos.

Consideramos que una sustancia es un transmisor si:

 La sustancia química existe en los terminales presinápticos.


 Las enzimas para la síntesis del transmisor existen en los terminales presinápticos, o en el caso de los péptidos en el soma.
 El transmisor se libera cuando los impulsos nerviosos alcanzan los terminales, y lo hacen en número suficiente para provocar
cambios normales en los potenciales postsinápticos.
 En la membrana postsináptica existen receptores específicos para el transmisor liberado.
 La aplicación experimental de cantidades apropiadas de sustancias químicas en la sinapsis provoca cambios en los potenciales
postsinápticos.
 La obstrucción de la liberación de sustancias impide que los impulsos nerviosos presinápticos alteren la actividad de la célula
postsináptica.

Aunque se sepa que una sustancia es un transmisor en un lugar, puede ser difícil demostrar que actúa también como tal en una
ubicación distinta. La complejidad neuroquímica del cerebro se ha hecho más evidente a medida que técnicas han proporcionado
una percepción más completa de la ubicación de estas sustancias en el sistema nervioso y la multiplicidad de vías en las que
interactúan. Sabemos que algunas de estas células incluyen más de uno; el fenómeno se conoce como coexistencia o colocalización
de neurotransmisores.

La acetilcolina (ACh): Fue la primera sustancia química reconocida como neurotransmisor. Este papel de la ACh se pone
especialmente de relieve a causa de los efectos perjudiciales que, sobre el aprendizaje y la memoria tiene el antagonista colinérgico
escopalomina, sustancia que bloquea algunos receptores de la ACh. En los sistemas nerviosos central y periféricos existen dos
grupos principales de receptores de ACh, dentro de cada uno dos subgrupos.

Cinco monoaminas actúan como neurotransmisores: Hay dos tipos principales de monoaminas: las catecolaminas y las
indolaminas. Los neurotransmisores catecolaminérgicos son la dopamina, la agrenalina, la noradrenalina. Las indolaminas son la
melatonina y la serotonina.

Dopamina: Se centra en dos de estos grupos: el sistema negroestriado y el mesolímbico cortical. El sistema negroestriado contiene
pocas células nerviosas, aunque un axón individual puede dar lugar a miles de sinapsis; la degeneración de este sistema puede dar
como resultado temblores en reposo o en parálisis completa que observamos en Parkinson. El sistema mesolímbico cortical se
proyecta al sistema límbico (amígdala, área septa, hipocampo) y corteza; esta vía aparece en varias teorías según las cuales la
sobreestimulacion de las vías de DA interviene en la esquizofrenia.

Noradrenalina: El output de las células se extiende ampliamente por todo el cerebro. Además, se proyecta notablemente al cerebelo
y la médula espinal. Se cree que modulan muchos procesos conductuales y fisiológicos.

Serotonina: Vía serotonérgica más destacada surge de los núcleos dorsales del rafe, lugar que está implicado en el control de los
estadios del sueño. Los fármacos que modifican algún aspecto de la activación de 5HT parecen especialmente importantes como
antidepresivos.

Algunos aminoácidos actúan como neurotransmisores: En este grupo destacan dos aminoácidos excitatorios (glutamato y asparto)
y dos inhibitorios (acidos gamma aminobutírico (GABA) y glicina)

Muchos péptidos funcionan como neurotransmisores: En el cerebro se hallan muchos péptidos diferentes, entre los que
desempeñan un papel destacado como neurotransmisores se incluyen: 1) Los péptidos opioides 2) Un grupo de péptidos que se
encuentran en el intestino y la médula espinas o el cerebro 3) Hormonas hipofisiarias como la oxitocina y la vasopresina. Muchos de
estos péptidos actúan como neurotransmisores en determinadas sinapsis, pero también como hormonas.

Las investigaciones sobre fármacos y drogas van desde los procesos moleculares hasta los efectos sobre la conducta:
Farmacología proviene del griego y significa 1) Hechizo, es decir, un objeto que supuestamente tiene efectos mágicos 2) Veneno 3)
Remedio o medicina. Casi todos los fármacos y las drogas de interés para los psicólogos son los que alteran inequívocamente la
conducta; por lo general, estas sustancias químicas actúan sobre receptores específicos de neurotransmisores. Estas sustancias
químicas ejercen sus efectos en el nivel molecular, pero tienen una gran influencia en la conducta.

Los fármacos y las drogas encajan como llaves en cerraduras moleculares. Para cambiar el funcionamiento de una célula, las
moléculas de un fármaco o una droga deben alcanzar uno o más elementos constituyentes en la célula e interactuar con ellos. El
primer elemento con el que se encuentra la sustancia química es la membrana celular. Algunos agentes farmacológicos son eficaces
porque interactúan con moléculas lipídicas de la membrana, pero la mayoría de los fármacos y las drogas de interés para la
psicología biológica reaccionan con moléculas receptoras especializadas. Las moléculas receptoras son proteínas que pueden estar
situadas en la membrana celular o dentro de ella.
El principio más importante relativo a los neurotransmisores y sus receptores es que un neurotransmisor determinado puede, por lo
general, actuar sobre varios receptores diferentes. La multiplicidad resultante de los receptores ofrece una oportunidad a los
enfoques farmacológicos porque pueden crearse compuestos sintéticos (hechos artificialmente) para afectar a algunos de los
receptores que normalmente son activados por un neurotransmisor pero no por los demás.

Las moléculas de los fármacos y las drogas no buscan moléculas receptoras determinadas, sino que más bien se propagan
ampliamente por todo el cuerpo, y cuando entran en contacto con moléculas receptoras que tienen la forma específica que encaja
con la molécula del fármaco o droga, las dos se unen brevemente e inician una cadena de acontecimientos. La analogía con la llave y
la cerradura se sigue utilizando para esta acción de ligamiento, sin embargo ahora hemos de pensar en llaves (moléculas de
fármacos o drogas) que tratan de introducirse en todas las cerraduras (moléculas receptoras). Una vez el agente farmacológico, o el
transmisor (la llave), se une al receptor (la cerradura) de algún modo altera la forma de éste para desencadenar una serie de
incidencias: a menudo, el flujo de iones a través de la membrana postsináptica.

Las relaciones agente farmacológico-receptor varían en cuanto a la especificidad. El compuesto que se une al receptor por más
tiempo tiene una mayor afinidad al ligamiento. Los farmacólogos tienden a hablar de afinidad de un fármaco o una droga por un
receptor en términos de la concentración del agente farmacológico necesaria para ligarse a la mitad de los receptores. Cuanto
menos es la concentración, mayor es la afinidad del fármaco o droga. La unión de un ligando con una molécula receptora no
significa forzosamente que aquel active al receptor. A veces un ligando concreto (A) ocupa simplemente el lugar del receptor y evita
que otro ligando (B) lo active; en este caso, A es antagonista de B. Si C actúa como B, son agonistas.

Los fármacos y las drogas afectan a las diferentes fases de la conducción neural y de la transmisión sináptica. Los acontecimientos
presinápticos: si el transporte axónico es inhibitorio farmacológicamente, las enzimas de los terminales presinápticos, que se
fabrican en el soma, no pueden ser reemplazadas. Dado que las enzimas son necesarias para producir sustancias químicas
transmisoras y pareces vesiculares, esa droga impide el reabastecimiento del agente transmisor tras agotarse éste y frustra la
transmisión sináptica.

Aunque un terminal presináptico tiene una provisión suficiente de transmisión almacenado en vesículas, varios agentes o
condiciones pueden impedir la liberación de transmisor cuando un impulso nervioso alcanza el terminal. Hay toxinas que impiden la
liberación de tipos específicos de transmisor. Hay otros agentes que estimulan o facilitan la liberación de ciertos transmisores.

Acontecimientos postsinápticos: Las moléculas receptoras postsinápticas pueden ser bloqueadas por diferentes agentes
farmacológicos. La conducta puede resultar alterada no sólo por el bloqueo sino también por la prolongación de la interaccion
transmisor-receptor.

Los fármacos y las drogas que afectan al cerebro pueden dividirse en clases funcionales: Varios de ellos contribuyen al conflicto
social y a las tragedias personales

Los opiáceos ayudan a aliviar el dolor: El opio sigue utilizándose en medicamentos como eficaz analgésico pero tambien presenta un
fuerte potencial de adicción. Muchas personas se han vuelto adictas a la morfina y a una forma artificial modificada: la heroína. Una
inyección de morfina directamente en la sustancia gris periacueductual provoca analgesia, lo que indica que es una región en que la
morfina actúa para reducir la percepción del dolor. Análisis más perfeccionados mostraron que los receptores de opiáceos están
localizados en membranas postsinápticas.

La marihuana tiene una amplia gama de efectos: Sus efectos en la experiencia son variables de un individuo a otro, desde estimular
y provocar estimulaciones a inducir relajación; a veces, al principio no causa casi ningún efecto. El consumo continuado de
marihuana a menudo produce adicción, aunque muchas personas empiezan a tomarla sin ser concientes de este potencial. Fumar
marihuana también puede contribuir a la aparición de enfermedades respiratorias, igual que fumar cigarrillos. Algunos defensores
de la marihuana para su uso con objetivos medicinales ensalzan sus méritos por el hecho de ser una sustancia natural; pero hay que
tener en cuenta que la naturaleza ha producido muchas sustancias tóxicas.

Las moléculas receptoras están localizadas en membranas neuronales. Se observan concentraciones elevadas en la sustancia negra,
el hipocampo, la corteza cerebral. Causa disminución de la sensibilidad al dolor, hipotermia, hipomovilidad y catalepsia, que
cambian con la dosis y al vía de administración. Otras drogas que presentan los efectos clínicos de la marihuana (alivian el dolor,
reducen la presión sanguínea, combate la náusea, disminuye la presión ocular en el glucoma) sin provocar un subidón emocional
sirven para conocer circuitos y procesos neurales implicados en la generación de los efectos psicológicos de la marihuana.

El alcohol actúa como calmante: Es la sustancia psicoactiva más consumida y sirve para rebajar la tensión diaria. La acción del
alcohol sobre el sistema nervioso es bifásica: una fase estimulante inicial es seguida de una fase sedante más prolongada. El
consumo reiterado de alcohol puede dañar las neuronas. Estos efectos degenerativos del consumo crónico de alcohol pueden
deberse a una consecuencia secundaria del alcoholismo: una alimentación pobre. Los alcoholicos crónicos sufren deficiencia de
timina.

Los lóbulos frontales de los alcoholicos son las regiones más afectadas por el consumo crónico. Sin embargo, con la abstinencia,
algunos de los cambios anatómicos que son manifiestos en el cerebro de los alcoholicos crónicos pueden ser reversibles. En seres
humanos, ciertos estudios sobre los efectos de la abstinencia a corto plazo, muestran un aumento del volumen de la sustancia gris
cortical y una reducción del volumen ventricular.

En alcoholicos que han sido abstinentes durante un mes, es inequívoco un regreso de la utilización de glucosa por la corteza frontal
a niveles normales. Este cambio metabólico en el cerebro también está relacionado con una mejora en los test neuropsicológicos
que son sensibles al funcionamiento del lóbulo frontal. Los efectos destructivos del alcohol están mediados probablemente por sus
productos de descomposición más que por sus efectos directos en las células nerviosas. Las interacciones entre el alcohol y el GABA
constituyen un fundamento destacado de los efectos del primero en el cerebro; el alcohol activa el canal de cloro acoplado al
receptor GAMA, lo que incrementa la inhibición postsináptica. Investigadores han mantenido que existe un poderoso componente
del alcoholismo que es hereditario.

Los ansiolíticos combaten la ansiedad: Estados clínicos de ansiedad incluyen fobias y ataques de pánico. Se han utilizado muchas
sustancias para combatir la ansiedad, se llaman ansiolíticos. Reduce la ansiedad pero también tiene algunas consecuencias
indeseables, como las lesiones neuropsicológicas debidas al consumo excesivo y un fuerte potencial de adicción. Los receptores de
benzodiacepinas están relacionados con la actividad de un subgrupo de receptores para el transmisor inhibitorio GABA,
produciendo así potenciales inhibitorios postsinápticos mayores que los que produciría el GABA solo.

Los estimulantes intensifican la actividad del sistema nervioso: El grado de actividad del sistema nervioso está determinado por la
competencia entre influencias excitatorias e inhibitorias. Los estimulantes son drogas que inclinan la balanza hacia el lado
excitatorio. Tienen un efecto activador,de alerta. Entre ellos se incluyen:

 Cocaína: hojas de coca aumentan la resistencia, alivian el hambre y provocan un estado de bienestar. Sin embargo mediante
modificaciones científicas y tecnológicas, ese material ha sido transformado en formas adictivas. La exposición durante la vida fetal
provocará un daño irreversible en el desarrollo del cerebro y la conducta. Ejerce un poderoso efecto sobre su desarrollo
intelectual, deteriora en alguna medida el crecimiento intelectual. Algunos efectos son una disminusion de la capacidad de
concentrar la atención cuando el niño es pequeño y un incremento del umbral para el arousal.
 Nicotina y anfetamina: El estimulante nicotina activa un tipo de receptores de ACh, receptores nicotínicos. La mayoría de estos
receptores se hallan en las uniones neuromusculares y en neuronas de los ganglios autonómicos, pero muchas de ellas están
también presentes en el sistema nervioso central. Aumenta el ritmo cardíaco, incrementa la presión sanguínea, la secreción de
ácido hipoclórico en el estómago y la actividad motora del intestino. Estos efectos neurales además de los del alquitrán en los
pulmones contribuyen a las consecuencias negativas para la salud debidas al consumo reiterado y prolongado de tabaco.
Una molécula de la sustancia artificial anfetamina tiene una estructura parecida a la de los transmisores catecolaminérgicos. La
anfetamina provoca la liberación de estos transmisores y potencia los efectos de los impulsos nerviosos en lo referente a originar
la liberación de transmisores. La anfetamina intensifica su actividad de dos maneras 1) bloqueando la recaptacion de
catecolaminas en el terminal presináptico. 2) compitiendo con las catecolaminas por la enzima que las desactiva.
Tiene una gran variedad de efectos conductuales. A corto plazo, causa un incremento del estado de alerta e incluso de la euforia y
evita el aburrimiento. Su consumo puede favorecer un esfuerzo sostenido sin descanso ni sueño ni sentir fatiga. Parece
incrementar la motivación pero no la capacidad cognitiva. Puede causar efectos secundarios molestos, como aumento de la
presión sanguínea, temblores, mareos, sudoración, respiración entrecortada y náuseas. El consumo prolongado de anfetamina
provoca tolerancia: la progresiva pérdida de eficacia de un fármaco o droga tras su administración repetida. Curiosamente el
consumo repetido de algunos fármacos y drogas puede originar lo contrario de la tolerancia: la sensibilización. En este caso si se
da un consumo repetido, la misma dosis tiene un efecto mayor.

Las drogas alucinógenas alteran la percepción sensorial

Algunas drogas recreativas pueden tener efectos a largo plazo. El abuso de drogas y fármacos es muy corriente, la importancia
relativa de la dependencia de distintas sustancias puede causar la muerte. Las diferencias en cuanto a la mortalidad causada por
estas sustancias está relacionada con la frecuencia del consumo.

Distintos enfoques compiten para ayudarnos a comprender el abuso de drogas:

El modelo moral: El primer enfoque para explicar el abuso de drogas consistió en culpar al consumidor por autocontrol. Las
explicaciones de este tipo suelen tener carácter religioso

El modelo patológico: La persona que abusa de las drogas necesita tratamiento médico más que castigos o exhortaciones morales.

El modelo de dependencia física: se basa en el desagradable síndrome de abstinencia. No justifica por qué los afectados adquieren
inicialmente el hábito.

El modelo de los mecanismos celulares: determinados centros cerebrales de recompensa pueden ser activados por sustancias
químicas cuyos efectos son muy selectivos; también sugiere que pueden hallarse o sintetizarse otros agentes químicos para anular
ciertos aspectos de la adicción.

El modelo de recompensa positiva: contradicen claramente las suposiciones tanto del modelo patológico como del modelo de
dependencia física de la adicción. Si bien esta dependencia puede ser un importante factor en el consumo de ciertas drogas, no es
necesaria para la autoadministración y no puede servir como única explicación de ese consumo.

La persona difieren en su vulnerabilidad al abuso de drogas: la mayoría de las personas que prueban drogas adictivas no se vuelven
adictas. En determinadas circunstancias, ni siquiera el consumo prolongado va a acompañado de adicción. Los factores que han
resultado ser significativos se distribuyen en: biológicos (el sexo, predisposición genética), características personales (agresividad,
tendencia a exteriorizar estados emocionales), situación familiar (divorcio de los padres, tener un hermano antisocial), sociales y
comunitarios (una alta prevalencia al consumo de drogasen la comunidad, especialmente en el grupo de amigos, predispone a un
individuo al abuso de drogas)

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