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Francesetti, G. La Terapia Gestalt aplicada a la psicopatología.

1. El sufrimiento de la relación en la frontera de contacto.


Para la Terapia Gestalt existe un continuum entre la experiencia sana y la llamada patológica. como cualquier intento
de categorización diagnóstica y nosológica siempre tiene que ser tratada con precaución. El valor dado a la
experiencia del momento y a la contingencia de cada situación sustenta la legitimidad y el valor de cualquier
experiencia vivida. Este es el valor que impide la cristalización en Gestalten fijas de la gente y de sus experiencias
La psicopatología es un discurso del sufrimiento de la respiración, de algo elusivo que no puede ser confinado en una
estable forma objetual.
Es el sufrimiento de la respiración que estimula el sufrimiento del cuerpo viviente estimulado, no con el cuerpo como
objeto. Todos los cuerpos vivientes están viviendo porque tienen un contacto intencional con su entorno. Los
fenómenos psicopatológicos involucran a los sujetos mientras interactúan con el entorno, o más específicamente, la
interacción de los sujetos con el entorno.
Podemos centramos en la psicopatología como si el sufrimiento fuera individual o, alternativamente, como el
sufrimiento del campo. Estas dos perspectivas sobre la realidad del sufrimiento mental pueden ser parecidas a las
dos perspectivas a través de las cuales la luz se puede comprender en física. La realidad depende de la forma en la
que investigamos el mundo. Con los fenómenos psicopatológicos ocurre algo muy parecido. La psicopatología puede
ser considerada como un fenómeno que pertenece al individuo o como un fenómeno que surge del campo y que
pertenece a la Zwischenheit, citando a Buber
Es un fenómeno que ocurre en la frontera de contacto La experiencia no pertenece estrictamente solo al organismo,
ni tampoco solo al entorno
La experiencia surge como un modo medio en la frontera de contacto. La figura vivida emerge en el contexto del
fondo, es una figura que pertenece al individuo. Al mismo tiempo, no pertenece al individuo (la figura de cada
persona también pertenece a los otros, porque es a
Volviendo a la psicopatología, si vemos estos fenómenos como surgiendo en la de contacto, entonces, estrictamente
hablando, no son del sujeto que sufre. Lo que sufre es la relación entre el sujeto y el mundo. Es la patología de la
relación, de la frontera de contacto, del entre
El sujeto es el receptor sensible y creativo de este sufrimiento. El sufrimiento podría ser percibido y creativamente
expresado por el sujeto, pero surge de la frontera de contacto. El agente de este sentimiento (de cualquier
sentimiento) es el self, que es una función el contacto. Para la Terapia Gestalt, la psicología es el estudio de foque
ocurre en la frontera de contacto
La psicopatología debería referirse al sufrimiento de la frontera de contacto. Este enfoque entraña un número de
importantes consecuencias
La psicopatología no es, simplemente, un sufrimiento subjetivo. es el sufrimiento del centre. La presencia de este
sufrimiento puede ser sentida por cualquiera que se mantenga en la relación. El sufrimiento es percibido por el
organismo, pero no le pertenece, ni en términos de origen ni en el de la cura. Surge y se desarrolla en una relación o,
estrictamente en términos más basados en la teoría gestáltica, en el espacio al que pertenece y en el que es
generado. La frontera de contacto. La psicopatología puede ser comprendida como un conocimiento que se refiere al
sufrimiento de la respiración que anima, del entre, de la frontera de contacto. La respiración que anima, el entre, y la
frontera de contacto no son entidades que pertenecen al individuo, sino a los espacios de vida que surgen a través
del contacto
La psicopatología es una propiedad emergente de la frontera de contacto percibida por el individuo. No es un simple
sufrimiento subjetivo. El sufrimiento subjetivo podría existir sin que sea psicopatológico, esto es, sin el sufrimiento
del entre. La indiferencia subjetiva (sin dolor percibido) puede ser psicopatológica si el entre sufre (en este caso, hay
daño incluso aunque no haya dolor). No cualquier sufrimiento sentido por los individuos es, necesariamente, no sano
(por ejemplo, el duelo que es sufrimiento, pero no psicopatológico), mientras que una patología no siempre es
percibida por los individuos como sufrimiento (por ejemplo, una psicopatía lleva a la violencia).
necesitamos movernos más allá de la única referencia del individuo y considerar la relación
No vemos al individuo como el poseedor de la psicopatología. Describimos patrones de funcionamiento más que
tipos de gentenos permite ver la psicopatología desde la perspectiva de la teoría de campo, en donde los fenómenos
psicopatológicos no son atribuidos a algo diferente del contacto, sino que son funciones del campo.
El sufrimiento psicopatológico viene de y expresa una carencia de contacto significativo, y todo es más grave cuanto
más precoz y fundamental es la relación para el desarrollo del self y el crecimiento del organismo. La sensación
individual de este sufrimiento es una manifestación del awareness. Aunque el sufrimiento pertenece a la relación,
podría ocurrir que no todas las partes implicadas lo sientan.
2. La tercera parte como constitutiva de la relación.
Siempre hay una tercer parte, más allá de la relación dual, lo cual resulta imprescindible para comprender las
experiencias psicopatológicas. Nuestra teoría de campo ya implica la presencia de un segundo plano que da
significado a la figura. Podemos llamar a estas figuras, con su función de anclaje de la relación de campo más amplo:
la tercera parte. Por ejemplo, en el trabajo clínico, el supervisor.
¿Qué sentiría una tercera parte en esta frontera de contacto? Una persona presente en la frontera de contacto de
una relación que sufre dolor o malestar. A un nivel general o social, está siempre presente.
En donde el sufrimiento psicopatológico es más grave es crucial que el terapeuta apoye la consistencia de la tercera
parte, para que funcione como un suelo para él. Por ejemplo, un paciente que habla de su delirio.
El terapeuta debería estar disponible para sentir, sostener, aportar y contaminarse de este campo sin querer afirmar
su definición de realidad. En esta etapa, la relación está llena de angustia y proyecciones.
Solamente en una etapa posterior puede cambiar la terapia y la relación terapéutica presente en el aquí y ahora
convertirse en la figura y el foco del trabajo. En ese momento, el paciente puede empezar a ver al terapeuta como
otro. Y es ahora cuando el terapeuta puede llevar a lar elación a que descanse en la tercer parte “externa”.
La fuerte necesidad sentida de una tercera parte puede se un indicador de gravedad. Muestra la extensión en la que
la experiencia de contacto ha sido desarraigada del mundo comúnmente dado por sentado, del ground dado por los
contactos asimilados.
Esta tercera parte está implicada no solo en la terapia, sino también en la psicopatología.
La folie à deux una situación de confluencia en la que dos personas comparten el mismo delirio y el mismo campo
psicótico puede ser comprendida como una relación dual en la que la tercera parte (la red relacional, el grupo de
trabajo, el contexto) no proporciona apoyo. En este caso, falta el awareness de la necesidad de anclaje en una
tercera parte.
Resumiendo, nuestra perspectiva, la psicopatología es el sufrimiento de la frontera de contacto. Esto podría ser
sentido o no como sufrimiento subjetivo. Cuando el sujeto no percibe plenamente lo que ocurre en la frontera, no se
siente dolor subjetivo. Sin embargo, el otro, o una tercera parte, podrían sentirlo. Desde un punto de vista clínico, no
es el dolor lo que es psicopatológico, sino más bien la imposibilidad de sostenerlo y de estar plenamente consciente
de este a nivel individual, familiar y social. Para reducir este dolor subjetivo, es el entre, la frontera, la que está hecha
de sufrimiento. De esta forma, el nivel de dolor percibido disminuye, porque esto es awareness. En términos de
desarrollo, esta capacidad para reducir el dolor insostenible es un ajuste creativo que protege al individuo, a la
familia, y a la sociedad. Pero ahora esta misma capacidad inhibe al individuo de sentir, vivir y actuar plenamente, de
experimentarse plenamente a sí mismo y al entorno con el que está en contacto.
La experiencia plena es experiencia sana a través de la co construcción en la frontera de contacto. Esta puede
reconocerse por la creación de una figura brillante, armoniosa, fuerte y con gracia. Para que una figura así se forme,
es esencial que el self esté plenamente presente en la frontera de contacto. Para que el self esté plenamente
presente necesita el apoyo suficiente. El dolor insostenible se convierte en anestesia, y entonces, en la incapacidad
de percibirse a sí mismo o al entorno/otro. Cuando se proporciona suficiente apoyo, el sujeto está presente y puede
sentir el dolor. Cuando el apoyo que se proporciona es insuficiente, el sujeto está, de alguna manera ausente y no
consciente en la frontera de contacto, y puede actuar con crueldad o ser auto-destructivo. Una forma de prevenir y
de curar el daño a nivel social es proporcionar apoyo al dolor. Esto nos da una clave ética v una perspectiva política
de nuestro trabajo como psicoterapeutas.
3. Experiencia sana, psicótica, neurótica.
No definimos a la gente. sino a un modo de experienciar en el aquí y ahora, en la situación presente. Este tipo de
experiencia -sana, neurótica, psicótica-es un fenómeno que surge en la frontera de contacto, por lo tanto, siempre es
co-creada. Esto significa que, durante la sesión, la tera puta contribuye a construir uno de estos tipos de experiencia.
El terapeuta también puede contribuir a la creación o a la fijación de una experiencia psicótica, por lo tanto, es
importante ser consciente de estas dimensiones diferentes, ser capaz de reconocerlas y saber como estar con ellas.
Otro punto preliminar: la salud, la psicosis o la neurosis no están planteadas aquí como categorías sino como
dimensiones. Esto significa, en primer lugar, que una experiencia puede ser más o menos psicótica, neurótica o sana,
sin embargo, se mantienen en tres tipos de dimensiones; en segundo lugar, que todos nosotros tenemos el potencial
para experimentar estas dimensiones: hay un umbral dinámico que probablemente depende de la situación, las
circunstancias y las disposiciones personales.
La experiencia sana es un proceso de contacto con una novedad presente como una potencialidad en el entorno,
esto implica una co-desestructuración que haga la novedad asimilable y también tiempo para la asimilación en sí
misma. El resultado es un crecimiento del organismo
Cada situación es de alguna manera nueva. Esta es, por definición, única y nutritiva.
En las experiencias neuróticas, el contacto con la novedad en la frontera de contacto está atenuado. Esta limitación
se lleva a cabo por las llamadas interrupciones al contacto. Estas son protecciones sanas del organismo cuando se
establecen, la mejor manera de estar presente en las relaciones pasadas, pero después se vuelven hábitos no
conscientes -Gestalten fijas- que limitan las posibilidades de estar presente en la relación. La experiencia neurótica
no es única, sino estereotipada, y no nutritiva, ya que no es un encuentro pleno con la novedad para ser asimilada.
Definimos como «común» la experiencia que es construida en un ground común y compartido de tiempo, espacio y
fronteras. En este caso, hay un sujeto definido que experimenta un mundo definido, y son parte de la misma textura
del tiempo y del espacio, un mundo común en el que el sujeto y los objetos están separados y conectados. Esto
parece obvio porque esta es nuestra forma habitual de experimentar. Pero es exactamente esta estructura la que
está perturbada en las experiencias psicóticas en las que el ground común se ha perdido:
Las fronteras que separan y conectan al sujeto y al mundo están perturbadas, ocasionando una pérdida de
diferenciación, como «la gente puede leer mis pensamientos, o «Me siento a mí mismo alejado de los otros, sin
ninguna conexión o sin futuro». La estructura definida sujeto/mundo, necesaria para la experiencia común, no es el
estado básico de la vida humana; es más bien cómo construir nuestra experiencia momento a momento. En nuestros
sentidos no hay una diferenciación radical entre sujeto y objeto, esta separación es un corte que nosotros -
precognitivamente- hacemos en cada momento. La realidad como habitualmente la conocemos es un après coup
que surge en la frontera de contacto. El sujeto que experimenta el aquí y ahora está continuamente siendo creado a
través de una opera de diferenciación en la frontera de contacto. El self es un fenómeno que surge. Antes de que
surja «mi» self, existe un self indefinido de la situación»
La experiencia psicótica está caracterizada por una carencia de este grund, una distorsión del espacio, tiempo y
fronteras que producen una angustia inmanejable. Como consecuencia, los fenómenos psicóticos surgen: la
depresión melancólica y el sufrimiento esquizofrénico podrían posiblemente situarse en un continum en el que un
polo de la frontera de contacto no está en conexión y, en el otro polo de la frontera de contacto, no hay separación.
Las experiencias melancólica o maníaca tienen lugar cuando el sujeto está desconectado de la situación.
las experiencias esquizofrénicas. En estas situaciones, el delirio y las alucinaciones pueden proporcionar una
sensación de realidad y certeza que es menos terrorífica que estar completamente desorientado y perdido en un sin
sentido incierto. Estas protecciones fijas a menudo hacen la experiencia estereotipada. En estas condiciones, la
secuencia de contacto no puede fluir porque, ya que no existe un proceso de diferenciación, la consecuencia posible
del encuentro se pierde.
Tanto las experiencias neuróticas como las psicóticas son in capaces de encontrar la novedad, no son nutritivas, por
lo tanto, les faltan dos de las condiciones fundamentales de la experiencia sana y común
Podemos considerar estos dos tipos de sufrimiento como cualitativamente diferentes de la experiencia sana y, al
mismo tiempo, posible para todos, en ciertas condiciones. Por otro lado, una persona en este tipo de experiencia
nunca está forzada a esto sola.
una experiencia es más sana cuanto más hábil es la persona para estar presente y consciente en la frontera de
contacto, y que las experiencias neuróticas y psicóticas son dos formas diferentes de estar ausente de la frontera de
contacto. Esta consideración nos lleva al tema de la evaluación.
Además, uno de los conceptos revolucionarios de la Terapia Gestalt es haber establecido un criterio intrínseco para
evaluar la experiencia. Para establecer si una experiencia es patológica o no, no necesitamos un criterio extrínseco
con el que comparar lo que está ocurriendo en el contacto: una experiencia sana es una experiencia de una buena
Gestalt.
Este criterio es estético porque este es un conocimiento implícito que viene inmediatamente a nuestros sentidas:
La presencia y la estética en la frontera de contacto son el mismo fenómeno. La evaluación estética no es un jui cio
cognitivo: es un conocimiento implícito, en el sentido de que. es preverbal y precognitivo. Las distorsiones de estos
atributos son las formas a través de las cuales podemos percibir en el aquí y ahora las interrupciones del contacto. En
el criterio estético está basado el proceso de diagnóstico intrínseco.
Cuando estamos en un campo psicótico, podemos sentir un aspecto específico que es la necesidad de una tercera
parte, como hemos descrito más arriba. Esta es la manera en la que el terapeuta siente la inmanejable falta de grond
en el campo, esta es, de nuevo, una evaluación intrínseca, percibida a través de los sentidos en la frontera de
contacto.
4. Las coordenadas de la psicopatología gestáltica
Los síntomas son productos de un self creativo y un despliegue de la singularidad humana. La psicopatología es un
fenómeno co creado del campo que representa un único ajuste creativo en una situación difícil. Cuando se vuelve
fijo, deja de servir a las necesidades del individuo y a su entorno, y estrecha el espectro de potencialidades del
individuo. Los síntomas son vistos no como elementos discretos, sino como un espectro de funciones estrechado. Los
síntomas nos indican una flexibilidad limitada en las reacciones del cliente. Este está limitado en su habilidad para
tener un contacto fluido con su entorno. No es capaz de actuar en concordancia con su necesidad real y actual ya
que su comportamiento y su experienciar presente están determinados por patrones fijos. Se convierten en un
hábito, no en una elección deliberada.
Los síntomas psicopatológicos son manifestaciones fenomenológicamente observables de Gestalten fijas. Estos
patrones rígidos ocasionan sufrimiento en la frontera de contacto y en las relaciones. Estos se convierten en figura
también en la relación terapéutica. Los terapeutas pueden apreciar el paso de la formación rígida del campo
utilizando su awareness. De este modo, dan apoyo a la relación y ofrecen a los clientes una oportunidad de
ensanchar su espectro de posibilidades. El terapeuta proporciona una experiencia de contacto que el paciente había
olvidado y que estaba buscando.
Los síntomas son siempre una petición para una relación específica. En este sentido un ataque de pánico puede ser
una petición para una relación en la que hay suficiente ayuda para una relación de pertenencia mutua, una especie
de contacto que proporciona suficiente apoyo para un paso hacia adelante en el mundo. Mantenerse en la frontera
de contacto ayuda al terapeuta a comprender la dificultad de contacto que afecta a la relación, y qué hacer para
proporcionar una relación que, en sí misma, apoye. la comprensión clínica del sufrimiento está fundada en una gama
de coordenadas que trazan un perfil epistemológico. Es sobre estas bases en donde creemos que una perspectiva
gestáltica de la psicopatología se puede fundamentar, a la que podríamos llegar a llamar psicopatología gestáltica y
estaría definida como>
Fenomenológica: esto es, no interpretativa, sino que atañe a la comprensión de la experiencia vivida. La experiencia
vivida, en este enfoque, está plena e incondicionalmente basada en la dignidad y la validez. Esta disposición nos
alinea con el enfoque epistemológico utilizado por la fenomenología psiquiátrica.
Las gestalten fijas relaciones que hacen sufrir debido a la inhibición del contacto pleno que se hace con la realidad
presente. la psicopatología gestáltica trata la categorización de In experiencia con cautela, y evita la categorización
de los sujetos. La experiencia del sufrimiento psicopatológico es antropológicamente normal. Es accesible a todos los
seres humanos. Todos los seres humanos podrían encontrase a sí mismos expresando un sufrimiento más o menos
grave por una relación, por lo que existe un continuum entre la experiencia sana y la psicopatológica.
Relacional:
1. La psicopatología es el sufrimiento de las relaciones.
2. La experiencia vivida es co-creada en la relación.
3. Este se centra en el momento y el modo en que la espontaneidad del proceso-de-contacto se interrumpe, y la
intencionalidad se deja sin apoyo.
4. Las relaciones nunca son duales.
Temporal: el tiempo y el espacio son co-creados por el paciente y el terapeuta. El terapeuta se acomoda al espacio-
tiempo del paciente y lo modifica.
Cuanto más frágil sea el ground del paciente más va a necesitar el terapeuta hacerse cargo de la responsabilidad
para establecer y salvaguardar las coordenadas espacio-temporales de la relación.
El tiempo es un constituyente de la tercera parte. Este enraíza y sitúa la relación en una historia, por lo que construye
una narrativa que construye puentes con el Otro posible. Esencialmente, un sujeto solamente puede ser en el
sentido de que es un sujeto de una historia. El tiempo y la realidad están correlacionadas. La relación da sentido al
tiempo, a través del tiempo también da significado a la relación.
Holística: el sufrimiento no es exactamente mental. El sufrimiento de la relación es percibido por el sujeto en su
totalidad y a través de la experiencia, que siempre es corporal. La dicotomía mente/cuerpo es una división neurótica.
el sufrimiento siempre es, fenomenológicamente, visible en la frontera de contacto en donde surge el cuerpo
viviente.
Orientado hacia la creatividad: el sufrimiento de una relación es el resultado de ajustes creativos hechos en un
campo difícil. La creatividad original podría haberse perdido y haberse convertido en una Gestalt fija, a pesar de esto
podría todavía mantener un significado positivo en la vida de la persona.
Esto se puede ver fácilmente en el ajuste neurótico, en donde un ajuste creativo hecho en alguna etapa de la historia
de una persona se convierte en una presencia disminuida en la frontera de contacto. El caso de la experiencia
psicótica es diferente. La psicosis es la expresión de una carencia de ground básico. Aquí, el objetivo no es restituir el
awareness del contacto interrumpido y, haciendo esto, asimilarlo, con un resultado de que la posibilidad para nuevos
ajustes creativos se restablezca; más bien, la tarea de la relación terapéutica es construir un ground que nunca se
había creado antes
Situacional: el sufrimiento está siempre determinado por una situación dada, y surge del contexto. La situación no se
podría definir exactamente como psicopatológica: es fundamental para generar psicopatología o para proteger a una
persona de ella misma. Un caso como ejemplo es el aportado por el conocido Experimento de la Prisión de Stanford
Dependiendo del contexto, un tipo de sufrimiento (por ejemplo, el sufrimiento narcisista o los ataques de pánico)
podrían ser un síntoma que es raro y aislado, o endémico y normal; podría ser valorado y recompensado, o podría
causar - ventajas para la persona que lo expresa.
Del desarrollo y orientado hacia el next (lo siguiente): todo sufrimiento tiene una historia que sostiene la clave de su
significado El síntoma es la huella dejada por el pasado en el campo relacional presente atravesado y actualizado en
el aquí y ahora. De estas huellas, las experiencias relacionales de la infancia tienen un gran peso en el desarrollo del
self. y debido a esto, en la gravedad de la perturbación. Hay muchas explicaciones que tratan de relacionar las
investigaciones sobre bebés con la Terapia Gestalt.
Centrándose en cómo las competencias del contacto se adquieren o se pierden. Lo que se pierde surge en terapia
como una necesidad de una específica y nueva experiencia de contacto. Esta es la necesidad relacional que el
paciente está buscando para satisfacer en terapia, su intencionalidad de contacto interrumpida, es al mismo tiempo
su historia y su siguiente paso. Cualquier sufrimiento relacional tiene su nexo hacia el que está orientado y que
ilumina su significado.
Al dar apoyo, «¿hacia dónde está llevando a la persona?». La respuesta a esta pregunta marca y señala la dirección
de la terapia.
Estética: el criterio que distingue lo que es sano y lo que no lo es, es intrínseco a la relación. Es un criterio estético.
Aquí no se necesita utilizar la evaluación externa, basada en la comparación entre lo que ocurre y una norma externa
tomada como una cota de referencia. El terapeuta percibe continuamente las cualidades del con facto y
creativamente ajusta su presencia en la frontera de contacto.
Dimensional más que categorial: el enfoque basado en cate gorías define categorías discretas que marcan
claramente los límites, lo que proporciona una identidad objetiva a las situaciones o a los individuos patológicos. El
enfoque dimensional se distingue de este por colocar los fenómenos del sufrimiento a lo largo de un continuum en el
que es imposible establecer una frontera clara y definida entre salud y enfermedad
Cualquier experiencia y cualquier relación tienen más de una dimensión. Todo el mundo puede tener una dimensión
narcisista, borderline, depresiva, adictiva, psicótica u otra, dependiendo de los momentos de la vida y de las
situaciones. Por ello, la patología no es una entidad clara mente definida que se pueda distinguir de un espectro
sano. La gente que pide ayuda se encuentra a sí misma enfrentada con los mismos temas existenciales a los que
nosotros hacemos frente. Lo que marca la diferencia es la posibilidad o la imposibilidad de utilizar el apoyo necesario
para darse cuenta y vivir el arte personal. Un enfoque dimensional puede integrarse con una perspectiva que tome
en cuenta el umbral de cada una de las diferentes dimensiones. Por lo tanto, en algunas circunstancias historicas y
sociales, un cierto tipo de experiencia se vuelve normal.
5. Conclusión
La teoría de la Terapia Gestalt proporciona un ground muy rico y herramientas fantásticas con las que comprender el
sufrimiento humano. Es posible mirar el sufrimiento humano como una figura que surge expresada por el individuo,
pero llevada al campo relacional.
Cada persona recibe de la vida, a través de las relaciones de dolor y alegría, límites y recursos y es su oportunidad
transformar esto en belleza y presencia plena. Como terapeutas estamos diariamente implicados en este trabajo de
transformación apoyar a la gente en su esfuerzo por transformar el dolor en belleza, en -destilar alegría a partir del
sufrimiento,
Pero, para ser capaces de apoyar esto, tenemos que ser sensibles y capaces de comprender que el sufrimiento de la
persona nos llama al contacto y a la relación. Y tenemos que estar preparados para participar con nuestras vidas en
este reto.
Como Alda Menini, una poetisa que sufrió experiencias psicótiCas, dijo «El dolor no es otra cosa que la sorpresa de
no conocernos entre nosotros».
Clases.
Todas las psicopatologías vistas tienen distintas formas de organizarse a como lo concibe la Gestalt. Presentan
nosografías. Significa que aquellas personas que cumplan con ciertos rasgos “encajan” en las nosografías acerca de
las psicopatologías.
Las psicopatologías gestálticas se organizan en lo dimensional, no en lo categórico. El diagnóstico psicopatológico
tiene una dimensión intrínseca, de vínculo. Por lo tanto, absolutamente vincular, producido por un terapeuta que
forma parte del vínculo. Busca diagnóstica que tipo de dimensión de la experiencia está recorriendo el participante.
Se desmarca del diagnóstico estructura.
La psicopatología no es un fenómeno interno, sino un fenómeno de contacto, relacional, de campo. Se ubica en el
entre. Expresa una dimensión de sufrimiento que no puede ser vivida entera.
Desarrollamos una serie de ajustes para no caer en esa serie de sufrimientos, los cuales pueden ser neuróticos o
psicóticos. No se habla de neurosis o psicosis, sino de experiencias, procesos neuróticas o psicóticas.
El síntoma neurótico es la mejor forma que una persona encuentra para vérselas con un campo difícil.
El síntoma es un ajuste, un intento activo de una persona para confrontar con un campo difícil. Conlleva una
dimensión de sufrimiento que siempre es menor que la que se desarrollaría si no se construyera el síntoma.
La tarea del terapeuta será ampliar la capacidad para que la persona confronte la situación de sufrimiento en la
frontera de contacto.
En una experiencia neurótica no se consigue formar una figura pregnante nítida, puesto que hay demasiadas figuras
abiertas del pasado que aparecen en el aquí y ahora.
En una experiencia psicótica lo que esta dificultado es el proceso de diferenciación de figura/fondo. Existe un polo,
donde aparece el problema de indiferenciación cuando no se puede distinguir el fondo de la figura, qué cosa es mía y
qué cosa es del ambiente. En el otro polo, en el otro extremo, está el aislamiento entre figura y fondo, la incapacidad
de relacionarlas, el desligazón. Sucede en las experiencias melancólicas, donde se tiene la sensación de que el curso
de la vida pasa por “al lado”, nada vale la pena, nada tiene sentido.

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