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El DOCTOR HAZO

MAMÁ : Anxella Galindo


ABUELA : Dominga Corvalán
COCINERA : María Jesús Rodríguez
VECINA : Rosario Urenda
ROSALBA : Antonia Corvalán
MAYORDOMO : Javiera Jiménez
TÍA : Javiera Jiménez
MADAMME BERNARD : Catlina Drago
NIÑA : Florencia Yoma
DON RAMÓN : Tomás Edwards
DOCTOR : Javiera Vial
ENFERMERO : Vittorio Magnani

ROSARIO URENDA: Buenos días a todos, somos un grupo de niños de primero, segundo,
tercero y cuarto básico. En esta oportunidad, vamos a representar una pequeña pieza de
teatro, basada en un cuento de Juan Fernández.

DOMINGA CORVALÁN: Este autor es un ilustrador español, especializado en cuentos


infantiles y postales navideñas, escultor y escritor de poemas y cuentos para niños.

VITTORIO MAGNANI: Hemos preparado esta obra con mucha ilusión, también con
esfuerzo, pero lo más importante es que lo hemos pasado muy bien, esperamos que también
ustedes disfruten, les presentamos “El Doctor Hazo”.

NARRADOR (JAVIERA JIMÉNEZ): La niña está enfermita, por eso está en su cama, su
mamá llamó asustada a la casa de la abuelita.

NARRADOR (ANTONIA CORVALÁN): Pronto las vecinas con muy buena voluntad,
traerán medicinas para poderla curar.

MAMÁ: ¡Es mi hija, mamá! Mira como está, los dientes le chocan y todo su cuerpo se
alborota.

ABUELITA: La guatita está dura. ¡Pobre mi niña! Algo comió, quizás levadura. ¡Maribel,
Maribel!

COCINERA: Acá estoy para servirle a usted. Soy toda oídos ¿qué quiere saber?

ABUELITA: ¿Qué ha comido Teresa ayer, que no le ha caído bien?

COCINERA: Estofado de jamón y una tarta de piña y como tanto le gustó por dos veces
repitió, ¡así es mi niña!

ABUELITA: Se ha enfermado la niña, más no llores hija, con un remedio se le quita, una
friega con mi ungüento la aliviará en un momento.

COCINERA: Permiso por favor, algo se me quema en el fogón. No duden en llamarle si


puedo colaborar, yo también quiero que se sane la niña para que nadie llore más.

(Entra la vecina)

VECINA: Soy la vecina de al lado y al oír la conversación, vi que todos estaban


desesperados, y pensé si es indigestión, la curará esta infusión. Tiene ají marino con aceite

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de rufino, se lo tiene que tomar y si esto no la cura le bajará la temperatura, nada cuesta con
probar.

(Entra Rosalba)

ROSALBA: ¿La enfermita puedo ver?

MAMÁ: Pase usted doña Rosalba, que su visita ya extrañaba.

ROSALBA: La voy a examinar. Lo sabía, son anginas, pero traigo la solución, estos toques
de tapirrón, para algo están las vecinas, para traer las medicinas.

(Entra Madame Bernard)

MADAME BERNARD: Permiso, ¿puedo pasar?

MAMÁ: Buenos días Madame Bernard.

VECINA: (Aparte a Rosalba) Es la vecina del ático que con su hermano pediátrico
aprendió a diagnosticar.

MADAME BERNARD: El pecho le voy a auscultar. No falla, el nervio ciático lo tiene un


poco reumático, pues hoy lo que le voy a dar son unas pintadas de yodo en la espalda
sobretodo. Que se desabrigue y vamos a probar.

(Entra la tía)

TÍA: Hola, ¿Qué es todo este lío?

MAMÁ: Es mi muñequita tía, que se me ha puesto mal.

TÍA: Pues para mí la cosa es clara, enseguida vi su cara, congestión cerebral. Una bolsa de
agua hirviente con magnesio efervescente, es el remedio ideal.

(Entra cocinera con un guatero)

MAMÁ: Cada vez está peor. Pobre mi niña, no encontraremos la solución. Esto
definitivamente no tiene un buen color.

TÍA: Con mi bolsa mejoró bastante. (SALE DE ESCENA)

ROSALBA: Mi toque era el mejor.

ABUELA: No sean ignorantes, sólo sirvió mi pomada.

VECINA. ¡Qué va, si no hizo nada, en cambio sí mi infusión!

MADAMME BERNARD: ¡Ya basta de discusión! A don Ramón tendremos que pedir
consejo

ABUELA: Avisar al mayordomo que nos traiga a Don Ramón.

MAMÁ: Mayordomo, por favor que venga pronto don Ramón, mi niña está cada vez peor.

(Todo el grupo conversa con mímica, la abuela se toma un té traído por el mayordomo)

MAYORDOMO: Ha llegado don Ramón, le abriré con emoción. Bienvenido señor, acá hay
una gran conmoción.

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DON RAMÓN: Enterado del asunto, (Dirigiéndose a la mamá) Estoy a su disposición, no
te preocupes niña que todo tiene solución.

MAMÁ: Que de su remedio cada uno le entregue una explicación.

ABUELA: Juzgue usted Don Ramón, cual es el mejor.

DON RAMÓN: Yo digo que hay que conocer al creador del remedio.

VECINA: Diga cuál es el remedio.

DON RAMÓN: El más simple de obtener y que a nadie se le ha ocurrido

TODOS: ¡Díganos, díganos!

DON RAMÓN: El más simple y mejor, ir en busca de un doctor.

MAYORDOMO: Ahora mismo lo hago yo.

(Entra el mayordomo con el doctor y el enfermero)

MAYORDOMO: ¡Ha llegado el doctor Hazo!

MAMÁ: Bienvenido doctor, gracias por aceptar la llamada, mi niña está dormida, verá
usted que no dice nada.

DOCTOR: Voy a auscultara. ¡Respira! ¡Tose!. No encuentro nada raro, esto es un caso
extraño, pero ¿por qué está la piel manchada?

ABUELA: Vino la niña del ático y le dio unas pinceladas.

ENFERMERO: Tiene la cabeza ardiente, como si le hubiesen puesto agua hirviente.

MAMÁ: Mi tía le hizo una cura con magnesio efervescente, embolsada agua caliente, que
es lo mejor asegura.

ENFERMERO: Pues su tía puede hacer much

o daño, con su bolsa de agua caliente casi deja un descalabro.

DOCTOR: La faringe voy a ver. Me pueden decir qué veo en su garganta.

ABUELA: La señora Rosalba le dio unos toques de tapirrón y también otra vecina una taza
de infusión.

DOCTOR: Pues con tanta medicina al buen tun tun aplicada, han hecho una intervención
dañina y equivocada.

ENFERMERO: Veré con los instrumentos su presión arterial, no está alta pero presiento de
dónde proviene el mal, ¿Vino otra vecina a visitar?

ABUELA: Pues sí, yo le hice en la guatita una friega con mi ungüento.

DOCTOR: Pues créame que lo siento, porque no lo necesita y esto es un lamento.

MAMÁ: Doctor, ¿usted sabe su estado?

DOCTOR: Si no hubieran tardado tanto en pedir mi asistencia, pronto la hubiera curado,


pero ahora ha empeorado y es cuestión de más paciencia.
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(Doctor saca una inyección)

MAMÁ: Ayyy, una inyección le va a dar, será muy dolorosa.

ENFERMERO: Si el mal quiere atacar, no puedo hacer otra cosa.

MAMÁ: Entre una y otra vecina casi matan a mi niña, con todas voy a discutir.

ABUELA: No hija, no te inmiscuyas en problemas, no vale la pena.

DOCTOR: Lo que en la receta indico, solamente le ha de dar y por favor le suplico que no
se deje aconsejar. Si a tiempo hubieran ido, fácil todo hubiera sido, pero ahora habrá de
estar si queremos verla sana, en camita una semana sin poderse levantar.

NIÑA: Y así fue cumplido el plazo, por fin pude sanar. Con buena fe, las vecinas siempre
dan su medicina, pero no tienen experiencia en el arte de curar, para eso hay que estudiar
con vocación y a conciencia.

CANCIÓN

Ah, ah Doctor Hazo,


ah, ah Doctor Hazo,
ah, ah Doctor Hazo,
do, do, Doctor Hazo.
Él es muy bueno
y sabe curar,
con sus remedios
nos va a sanar.
Do, do, do do doctor Hazo.
Do, do, do, do.
No dejes que nadie te medique
tu salud debes cuidar.
Do, do, do, do Doctor Hazo.
Ah, ah Doctor Hazo,
ah, ah Doctor Hazo,
ah, ah Doctor Hazo,
do, do Doctor Hazo.

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