Está en la página 1de 5

SEMINARIO BÍBLICO ALIANZA

DEL ECUADOR

JEREMÍAS
El abuso del poder

Profesora: Deborah Lecaro Romo

Briones Rodríguez Attilio Xavier

Programa de Estudios Bíblicos Teológicos y Ministeriales

El abuso del poder


Sábado 30 de abril de 2022
El poder es algo que ha atraído la atención del ser

humano desde sus inicios, y es que muchas veces necesita sentir poder para
reafirmarse como ser humano y poder llegar a cumplir los objetivos que se

propone. La mayoría de personas, por lo general, tienen una idea distorsionada

de lo que significa el poder, y por esto que se dejan manipular por personas

con un carácter más fuerte. O, por el contrario, muchos pueden pensar, que el

demostrar poder, es subyugar a personas más débiles, llevándolos de manera

sistematizada a cumplir algún objetivo, en aras únicamente de satisfacer sus

deseos más egoístas. Esta manera de ejercer poder atañe a personas muy

peligrosas que engañan y con mucha simpatía convencen a otros para que

realicen lo que ellas quieren por su propio beneficio.

Este ensayo muestra la idea deformada de poder, que los reyes y líderes

espirituales del tiempo del profeta Jeremías, usaban como modus operandi

para que el pueblo de Judá los obedezca, alimentando de esta manera su

apetito de poder y llevando a toda una nación a una catástrofe inminente.

El libro del profeta Jeremías detalla el mensaje que se debía entregar,

por medio del profeta, a la última y más confiada terna de reyes de Judá.

Joacim, Joaquín y Sedequías. Una constante de estos tres últimos reyes fue el

hecho de abusar de su poder, el Señor lo advirtió así: “Así ha dicho Jehová:

Haced juicio y justicia, y librad al oprimido de mano del opresor, y no engañéis

ni robéis al extranjero, ni al huérfano ni a la viuda, ni derraméis sangre inocente

en este lugar”. Jeremías 22:3.

Pero no solo los líderes políticos abusaban del poder llevando al pueblo

por caminos infructuosos, sino que también lo hacían aquellos que debían velar

por el bienestar espiritual del pueblo, y quienes en última instancia debían

confrontar a los reyes para que cambien su equivocado rumbo. El capítulo 23

de Jeremías nos da algunas características detalladas de estas personas: no


apacentaban al pueblo, eran impíos, hacían errar al pueblo, eran adúlteros,

eran mentirosos, eran injustos, eran vanagloriosos, eran hipócritas, eran

lisonjeros, etc. Estos hombres solo querían mantener su status quo o su poder

sobre el pueblo sin importarles las consecuencias, lo cual era condenado por El

Señor, “Así ha dicho Jehová de los ejércitos: No escuchéis las palabras de los

profetas que os profetizan; os alimentan con vanas esperanzas; hablan visión

de su propio corazón, no de la boca de Jehová. Dicen atrevidamente a los que

me irritan: Jehová dijo: Paz tendréis; y a cualquiera que anda tras la

obstinación de su corazón, dicen: No vendrá mal sobre vosotros”. Jeremías

23: 16-17

Lo impresionante es que, nosotros, no nos encontramos muy alejados

de aquellos tiempos del Antiguo Testamento, podemos ver que el poder político

mundial cada vez va involucionando haciéndose cada vez más injusto, esto no

nos sorprende, pero si debería causar sorpresa que la iglesia cada vez más va

llenándose de estos pseudos líderes religiosos que emulan la conducta, con

todas las características que detallamos arriba, de sus predecesores. Buscan

únicamente alimentar su hambre de poder y disfrazan sus verdaderas

intenciones con máscaras de religiosidad y carisma para mantenerse haciendo

daño a la grey del Señor, una vez que ya la han secado la abandonan y

marcan sus coordenadas a nuevas congregaciones, con el afán de asirse de

poder en las mismas llevándolas por el mismo mal camino.

El libro de Jeremías nos da una muestra clara de lo que verdaderamente

significa el poder. “Poder” no es ejercer esclavitud sobre alguien, engañándolo

para que cumpla nuestros deseos, “Poder” es hacer valer lo bueno, aún cuando

lo malo quiera imponerse.


El mejor ejemplo del uso del poder nos lo da nuestro Señor, fueron

muchas las palabras de dolor del Señor ante el pecado del pueblo, pecado que

era practicado desde el más pequeño hasta el más grande, y que merecía la

muerte:

“Así dijo Jehová: ¿Qué maldad hallaron en mí vuestros padres, que se alejaron

de mí, y se fueron tras la vanidad y se hicieron vanos?” Jeremías 2:5

“Los sacerdotes no dijeron: ¿Dónde está Jehová? y los que tenían la ley no me

conocieron; y los pastores se rebelaron contra mí, y los profetas profetizaron

en nombre de Baal, y anduvieron tras lo que no aprovecha”. Jeremías 2:8

Y a pesar de tener el poder y justificación necesaria para arrancarlos de

la faz de la tierra, el poder de su misericordia no terminó con todos ellos, El

Señor se levantó un remanente que lo iba a seguir y adorar como él se merece.

Esto no pretende dejar sin fundamento el juicio del Señor, por el

contrario, lo acentúa más. El poder de su misericordia es para aquel que,

siendo malo, cambia su camino, “Y les daré corazón para que me conozcan

que yo soy Jehová; y me serán por pueblo, y yo les seré a ellos por Dios;

porque se volverán a mí de todo su corazón”. Jeremías 24:7

Y el poder de su juicio, es para aquel que endurece su corazón y hace caso

omiso de lo que Dios quiere para nosotros, “Y los daré por escarnio y por mal a

todos los reinos de la tierra; por infamia, por ejemplo, por refrán y por maldición

a todos los lugares adonde yo los arroje. Y enviaré sobre ellos espada, hambre

y pestilencia, hasta que sean exterminados de la tierra que les di a ellos y a

sus padres”. Jeremías 24: 9-10

Bibliography
Valera, C. d. (1960). Santa Biblia . Reina Valera.

También podría gustarte