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ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA

MINISTERIO DE SALUD

“ESCUELA NACIONAL DE SALUD “


SUB SEDE PABLO ZARATE WILLCA

DIRECTORA GENERAL EJECUTIVA: DRA. MARIA ISABEL


FERNÁNDEZ CANQUI
COORDINADOR: JOHVANI FRANZ MAMANI LARA
LICENCIADA: MARIBEL ACERO CONDORI
ESTUDIANTE: RONALD TRUJILLO ACHU
PARALELO: “B”
CARRERA: TÉCNICO MEDIO EN ENFERMERÍA
PROCESO: 2022- 2024

KONANI – LA PAZ – BOLIVIA


ALIMENTACIÓN COMPLEMENTARIA
INTRODUCCIÓN

Una alimentación complementaria adecuada es el inicio de una vida saludable.


Aunque las prácticas alimentarias varían de acuerdo a las situaciones particulares
de cada niño, existen principios que se deben aplicar para asegurar el
crecimiento y desarrollo adecuado, en especial durante los primeros dos años de
vida.

En esta unidad se incluyen recomendaciones para guiar una alimentación óptima


a partir de los 6 hasta los 24 meses de edad, haciendo énfasis en la cantidad, la
consistencia, la frecuencia, el contenido de nutrientes y los momentos oportunos
para la introducción de cada alimento. Además, se analiza las razones por las que
la lactancia materna después de los seis meses continúa siendo una fuente
importante de nutrientes y sigue brindando beneficios.

Finalmente, se presenta información sobre la suplementación de micronutrientes


de niños menores de cinco años y se describe paso a paso cómo realizarla,
conforme lo indica el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social –MSPAS–.
OBJETIVOS

Al finalizar el estudio de esta unidad, el participante estará en capacidad de:


1. Valorar la importancia de la alimentación complementaria adecuada a partir de
los 6 hasta los 24 meses.

2. Brindar recomendaciones sobre las mejores prácticas para garantizar la


alimentación complementaria adecuada en el niño, a partir de los 6 hasta los 24
meses.

3. Explicar los beneficios de la suplementación con micronutrientes para prevenir


deficiencias nutricionales en el niño a partir de los 6 hasta los 24 meses.

CARACTERÍSTICAS

Aspectos generales de la alimentación complementaria

La alimentación complementaria es el proceso de introducir alimentos distintos a la


leche materna cuando ésta ya no es suficiente para cubrir todos los
requerimientos nutricionales del niño (OMS, 2010).

La alimentación complementaria debe iniciarse cuando el niño cumple seis meses,


ya que a partir de esta edad el sistema nervioso y digestivo ya está listo para
recibir, digerir y absorber otros alimentos. En la Figura 1 se observa que hasta que
el niño cumple seis meses, la lactancia materna es suficiente para cubrir el total de
energía y todos los nutrientes.
Al cumplir el sexto mes existe una cantidad de energía y nutrientes que debe
cubrirse con alimentos complementarios.

Esto no quiere decir que la calidad de la leche materna disminuya con el tiempo,
sino que a medida que aumenta la edad del niño se incrementan sus
requerimientos energéticos que deben ser cubiertos por la alimentación
complementaria. De esta forma, a partir de que el niño cumple 12 y hasta que
cumple los 24 meses, las demandas energéticas se cubren principalmente por
alimentos complementarios.

Esto no quiere decir que la lactancia materna debe suspenderse ya que es


necesaria para cubrir todas las demandas de energía del niño y, por lo tanto, debe
continuarse hasta que el niño cumpla 24 meses (OMS, 2010) (OPS & OMS, 2003).

¿CUÁNDO COMENZAR?

La alimentación se puede introducir entre el cuarto y el sexto mes, y es adecuado


esperar a que el lactante presente signos de que ya está listo para comenzar.

¿Y si el bebé es prematuro? Hasta la fecha, no hay recomendaciones claras para


el recién nacido prematuro (nacido antes de las 37 semanas de edad gestacional).
Las pautas actuales para la introducción de la AC en los recién nacidos a término
no se pueden aplicar directamente a los recién nacidos prematuros.

Los prematuros son un colectivo heterogéneo, con necesidades nutricionales


especiales, que pueden verse aumentadas si asocian enfermedad crónica.

Es importante reconocer las señales que indican que el bebé está listo para
comenzar con otros alimentos, según su desarrollo motor, ya que no todos los
niños van a adquirir estas capacidades a la misma edad.
El retraso en la introducción de la AC puede afectar al crecimiento y al
neurodesarrollo, y una introducción precoz puede aumentar el riesgo de infección
e

ingreso hospitalario5,6, si bien la revisión de la literatura médica reciente arroja


resultados contradictorios.

Por tanto, el comienzo de la AC en el lactante nacido prematuro debe


individualizarse. Con base en la evidencia limitada disponible, una edad corregida
de 6 meses (26 semanas) puede ser una edad apropiada para comenzar a
introducir alimentos sólidos para la mayoría de los recién.

¿POR QUÉ?

¿Por qué es importante esperar hasta alrededor de los 6 meses? Para poder
ingerir alimentos diferentes a la leche, es conveniente que el organismo tenga la
maduración necesaria a nivel neurológico, renal, gastrointestinal e inmune.

ALIMENTACIÓN COMPLEMENTARIA

Se considera que un bebé está preparado cuando adquiere las destrezas


psicomotoras que permiten manejar y tragar de forma segura los alimentos. Como
cualquier otro hito del desarrollo, no todos los niños lo van a adquirir al mismo
tiempo, aunque en general estos cambios suelen ocurrir en torno al sexto mes. Se
requiere:
❖ Presentar un interés activo por la comida.
❖ La desaparición del reflejo de extrusión (expulsión de alimentos no líquidos con
la lengua).
❖ Ser capaz de coger comida con la mano y llevarla a la boca.
❖ Mantener la postura de sedestación con apoyo.
¿Y si se ofrece comida demasiado pronto? Una introducción muy precoz de la AC
puede conllevar riesgos a corto y largo plazo8. Si no hay disponibilidad de LM
antes de los 4 meses, se deberá utilizar únicamente fórmula de inicio (tipo 1) como
sustituto. Entre los 4 y 6 meses no se han encontrado beneficios de la introducción

de la alimentación en niños amamantados y sí se ha visto un aumento de las


infecciones, tanto en países en desarrollo como en países desarrollados6. Por
tanto, la recomendación actual es esperar a los 6 meses para comenzar con AC
en los niños con LM1.
En los lactados artificialmente, la recomendación es menos unánime, aunque en
todo caso nunca comenzar antes del cuarto mes.
VENTAJAS

Favorece la autorregulación. En palabras menos redundantes esto significa que


promueve su independencia y su seguridad; lo que más adelante se va a traducir
en su autoestima.

Fomenta el desarrollo del sentido del gusto. A través de diferentes texturas,


colores, olores y sabores también se desarrolla el gusto y hace que se integre a la
dieta familiar mucho antes que otros bebés.

Hábitos saludables de alimentación. A través de las rutinas, el crecimiento cerebral


aumenta. Se preguntarán que cómo sucede esto: hay mayor número de
conexiones neuronales y cada vez que se repite una rutina, la conexión cerebral
se hace más grande, lo que se traduce en crecimiento del cerebro.

Promueve el desarrollo del centro de saciedad. Son niñ@s que se ha demostrado


que tienen mejor regulación en su proceso de hambre y saciedad de manera
temprana. Responden de manera adecuada a su señales de hambre y no se
fuerzan las comidas.

Mayor adaptación a la variedad de alimentos. Ya que se respeta el ritmo de cada


bebé y se procura que la textura y apariencia natural de cada alimento se respete,
de esta manera son más afines a diferentes frutas, verduras y proteínas.

Promueve la motricidad fina. El hecho de presentar cada alimento de una forma


separada, permite que se desarrollen habilidades oculo-motrices, desarrollo de
músculos faciales, de la masticación, realización de la pinza fina y gruesa,
coordinación motriz fina hasta no tirar nada de la cuchara.

Prevención de la obesidad. Al respetar el ritmo y tiempo de cada niñ@, se ha


demostrado que el índice de masa corporal se mantiene, en lugar de elevarse con
la alimentación complementaria convencional.

DESVENTAJAS

Desequilibrio en los nutrientes. Las habilidades motrices finas y gruesas que


permiten que un niñ@ coma por sí solo la cantidad adecuada se adquieren hasta
los 8-12 meses. Por lo que las necesidades energéticas no son cubiertas por este
método. Es verdad que la lactancia se va regulando para proporcionarle los
nutrientes faltantes, sin embargo NO ES SUFICIENTE para su nutrición adecuada;
por lo que es necesario complementar con papillas.

Riesgo de atragantamiento. Siempre deben de ser vigilados los niños mientras


están comiendo. Es muy importante que tengas esto en mente. También que la
forma de cortar los alimentos debe ser a lo largo y delgado y no a lo ancho.
De esta manera el riesgo de asfixia se disminuye. un tip que te puedo dar es que
hay que cocer poco las verduras para que conserven una textura más rígida pero
que no se corten pedazos que puedan ocluir la tráquea Evitar frutos secos,
salchichas, caramelos, cacahuates y nueces.
Existen grupos que deben ser atendidos con mayor cuidado en este proceso:
bebés prematuros, retraso en el desarrollo, síndrome de Down, algún tipo de
parálisis cerebral, etc. Siempre corrobora con tu pediatra antes de iniciar esta
técnica de alimentación complementaria.
Se puede confundir con un juego. Es increíblemente necesario que el momento de
las comidas sea un momento placentero, sin embargo, se debe hacer una gran
diferencia entre comer y jugar.
Esta alimentación propicia que los bebés sientan que están jugando y esto
aumenta el riesgo de atragantamiento.

Evitar las carcajadas, aventar comida o correr a la hora de la alimentación son


buenas técnicas.

CONCLUSIONES

Es probable que las prácticas de alimentación durante los primeros 24 meses de


vida sean un factor determinante sobre la salud y el desarrollo de algunas
enfermedades a corto, mediano y largo plazo. La investigación de estos efectos es
un desafío clínico debido a la gran diversidad y complejidad de prácticas en
alimentación durante este grupo etáreo, lo que puede limitar la viabilidad y
generalización de los ensayos clínicos realizados sobre este tema.

Los datos disponibles son limitados tanto en cantidad como en calidad, pero
sugieren que los alimentos complementarios (es decir, los alimentos sólidos y

líquidos distintos la leche materna o las fórmulas lácteas infantiles), no deben ser
introducidos antes de los 4 meses, pero no deberían retrasarse más allá de 6
meses, ya que se ha visto que esta práctica podría impactar en la reducción del
riesgo de alergia y obesidad a mediano y largo plazo.

A la luz de la evidencia actual se establecen las siguientes recomendaciones: la


lactancia materna idealmente debería acompañar la introducción de la
alimentación complementaria. La leche de vaca no debe ser utilizada antes de los
12 meses de edad, ya que carece de un adecuado aporte de hierro y proporciona
proteínas, grasa, y calorías en exceso. Los alimentos alergénicos pueden
introducirse desde los 4 meses (17 semanas) junto con otros alimentos
complementarios.

En niños con alto riesgo de alergia al cacahuate (aquellos con eczema severo,
alergia al huevo, o ambos), este debe ser introducido en forma de mantequilla de
cacahuate entre los 4 y 11 meses, bajo la supervisión estricta de un profesional
capacitado. El gluten se puede introducir entre los 4 y 12 meses de edad.

Todos los niños deben recibir alimentos complementarios ricos en hierro, que
incluyan productos a base de carne o alimentos fortificados con hierro. Deben
evitarse los alimentos con aditivos de azúcar o sal.
Las dietas veganas sólo deben usarse bajo una estricta vigilancia médica y
supervisión dietética, para asegurarse de que el bebé reciba un suministro
adecuada de vitamina B 12 , Vitamina D, hierro, zinc, ácido fólico, ácidos grasos
poliinsaturados de cadena larga n-3, proteínas, y calcio.

Es probable que en un futuro se establezcan recomendaciones para aspectos


específicos de la alimentación complementaria, basadas en resultados que tengan
en cuenta las diferencias étnicas y poblacionales.

Estas recomendaciones se hacen para los niños, aunque pueden ser aplicables en
toda Latinoamérica, y pretenden que el profesional de la salud, promueva una
adecuada alimentación y una correcta progresión de la alimentación
complementaria, con el fin de favorecer un adecuado crecimiento y desarrollo del
lactante, pero a la vez, prevenir el desarrollo de diferentes noxas patológicas de
tipo inmune y nutricional.

RECOMENDACIONES

La alimentación complementaria (AC) se considera un proceso por el cual se


ofrecen al lactante alimentos sólidos o líquidos distintos de la leche materna o de
una fórmula infantil como complemento y no como sustitución de esta.
En los últimos años las recomendaciones han cambiado numerosas veces, siendo
notablemente diferentes de los consejos recibidos por la generación anterior.
El objetivo de este documento es resumir de forma general la evidencia científica
disponible en la actualidad sobre la AC.
ANEXOS

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