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para niños
Cocina sana
para niños
Rec
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hijos
crezcan cco
crezcan on una alimen tación deliciosa y equilib
alimentación equilibrrada
Mandy Francis
Colección: Ideas brillantes
www.52ideasbrillantes.com
iv
Ideas brillantes
Introducción ..................................................................................................... x i v
v
52 Ideas brillantes — Cocina sana para niños
vi
Ideas brillantes
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52 Ideas brillantes — Cocina sana para niños
viii
Ideas brillantes
ix
52 Ideas brillantes — Cocina sana para niños
x
Ideas brillantes
xi
52 Ideas brillantes — Cocina sana para niños
xii
Notas brillantes
Cada capítulo de este libro está diseñado para
proporcionarte una idea que te sirva de inspira-
ci
cióón y q
quu e ssea á ci
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dee lle
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práctica.
En cada uno de los capítulos encontrarás unas notas que te ayudarán a llegar al fondo de
la cuestión:
Una buena idea… Si esta idea te parece todo un revulsivo para tu vida, no hay tiempo
que perder. Esta sección aborda una cuestión fundamental relacionada directamente
con el tema de cada capítulo y te ayuda a profundizar en ella.
Otra idea más… Inténtalo, aquí y ahora, y date la oportunidad de ver lo bien que te
sienta.
xiii
Introducción
¡Arriba las manos! ¿Quién estaba seguro, antes
de que su hijo naciese, de que le iba a propor-
ci
cioo na
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nó?? Sí, a m míí ta
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Sin duda, no hay nada mejor para tu hijo que la comida casera recién hecha. Una dieta
equilibrada que incluya muchos ingredientes frescos no sólo contribuirá a que tu hijo
esté sano ahora, sino que también le acostumbrará a comer bien el resto de su vida. Pero
encontrar el momento, los conocimientos necesarios y la confianza para hacerlo puede
llegar a ser muy desalentador. Lo sé por experiencia.
Antes de tener a mi hijo Stanley, que ya tiene casi cuatro años, y de conocer a mis hijastros
adolescentes Christopher y Stephanie, pensaba que alimentar de manera saludable a los
niños sería pan comido, pero por supuesto, no fue así. He tenido que soportar pataletas,
niños que no querían comer y la preocupación por los aditivos, la sal y el azúcar. También
hubo muchas veces en que estaba demasiado cansada como para cocinar algo saludable y
me sentía frustrada por no saber si otra comida casera preparada con amor acabaría en el
estómago de mi hijo o en el cubo de la basura.
xiv
Introducción
Sin embargo, creo haber resuelto el misterio después de numerosos intentos, errores,
búsquedas y una tenaz determinación.
Este libro se sustenta en dos ideas principales que confío te proporcionen el conocimiento
y la habilidad que necesitas para alimentar bien a tus hijos. La primera es ofrecer respues-
tas sencillas para cualquier dilema o pregunta sobre nutrición que se te pueda ocurrir.
El libro está dividido en cincuenta y dos capítulos sencillos, claros y concisos de forma que
puedas consultarlo cuando lo necesites y, espero, encontrar de inmediato exactamente lo
que buscas. Si no sabes cuáles son los primeros alimentos que debes darle a tu bebé, por
ejemplo, o qué es lo mejor que debería comer tu hijo, aquí tienes las respuestas. Si deseas
averiguar cuánta sal pueden tomar o si necesitas ideas para preparar la merienda de tus
hijos, este libro es lo que te hace falta.
Si estás pasando por un momento difícil porque a tu niño sólo le apetece comer beicon o
a tu hijo mayor le ha dado por hacerse vegetariano de repente, aquí tienes algunas ideas
que te ayudarán y te proporcionarán algo de inspiración.
Gran parte de la información contenida en este libro se basa en los resultados de las
investigaciones más recientes de algunos de los expertos en nutrición más importantes
del mundo, además de la experiencia personal después de mucho probar los consejos de
otros padres y abuelos. Estoy segura de que consultarás este libro una y otra vez para
encontrar respuesta a tus preguntas.
La otra idea que se esconde detrás de Cocina sana para niños es la de ofrecer muchas
recetas saludables y muy ricas además de sugerencias para las comidas. Desde nutritivas
papillas hasta aperitivos y platos que atraerán a toda la familia.
xv
52 Ideas brillantes — Cocina sana para niños
Yo sé bien que la cocina casera debe ser fácil y rápida para los papás de hoy en día que
están tan ocupados, porque yo misma soy también una mamá trabajadora, así que
muchas de las recetas de este libro son muy sencillas por ese motivo y se tarda aproxima-
damente el mismo tiempo en prepararlas que una comida de microondas. La mayoría
son perfectas para animar a los más pequeños a que te echen una mano y se familiaricen
con la cocina. Espero que si te quedas sin ideas, eches un vistazo rápido a este libro para
probar algo nuevo o para recordar aquel plato que le encanta a tu familia y del que ya te
habías olvidado. ¿Y si a tu hijo le encantan las frituras de pollo y las hamburguesas? Bueno,
aquí también tienes recetas para preparar estos platos de forma saludable.
He añadido al libro muchos trucos para ahorrar tiempo y dinero además de consejos
prácticos para el almacenamiento de la comida y cuáles son los utensilios de cocina más
necesarios. También hay algunos consejos para hacer la compra de forma razonable y
cuáles son los ingredientes básicos que debería haber en toda cocina. Además, aquí
también se recogen algunas ideas muy divertidas para organizar fiestas infantiles, pic-
nics, cómo hornear bizcochos, cuáles son los alimentos que tu hijo puede cultivar en el
jardín o en una jardinera y algunas de las formas menos comunes para tomar su comida
favorita: el chocolate, aunque no sea ésta precisamente la más saludable.
Por último, me gustaría dar las gracias a algunas personas sin cuya ayuda no podría haber
escrito este libro. En primer lugar, a la Dra. Hannah Theobald, investigadora sobre temas
de nutrición, quien me aconsejó de forma muy generosa en los capítulos más técnicos
del libro. En segundo lugar, al grupo de niñeras que me proporcionaron el tiempo, el
espacio y el ánimo necesarios para escribir: mi pareja Paul, mi madre Jill, Alison, Theresa
y Sharon. También debo darle las gracias a mi amiga Linda, quien me sugirió que escri-
biera este libro.
xvi
Introducción
Espero realmente que disfrutéis leyendo y utilizando este libro tanto como yo he disfru-
tado escribiéndolo. Darle a tus hijos una dieta saludable puede ser fácil si eres persistente
y no compras ni les das lo que no quieres que coman. Tendrás que ser paciente, pero te
prometo que con la confianza y los conocimientos que te proporciona este libro, es posi-
ble. Verás como tu hijo y tu hija se comen la verdura.
¡Qué lo disfrutéis!
Mandy Francis
xvii
1
Los primeros alimentos
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Hoy en día se recomienda que no intentes dejar de amamantar a tu bebé hasta que no
tenga por lo menos seis meses (veintiséis semanas). Con esa edad tu bebé debe ser capaz
de sentarse solo, ha de poseer la suficiente coordinación entre boca y lengua como para
enfrentarse a la comida y debe ser capaz de digerir los alimentos sólidos. Si tu bebé nació
prematuramente, tienes que calcular seis meses desde la fecha en que salías de cuentas
en lugar de desde la fecha en la que tu hijo nació.
Por supuesto que todos los bebés son diferentes y algunos pueden no estar listos para
tomar una dieta más variada hasta mucho más tarde o incluso antes de tiempo.
Hay que señalar, sin embargo, que nunca se deberían incorporar alimentos sólidos antes
de los cuatro meses. Alimentar a un bebé con sólidos demasiado pronto tiene muchas
probabilidades de dañar un aparato digestivo aún inmaduro y puede elevar el riesgo de
desarrollar afecciones alérgicas como eccema y asma.
1
52 IIde
de illanttes — Co
as bbrrillan
deas ci
Coci na sa
cina na pa
sana parra n
niiños
Si sientes que tu hijo está preparado antes de los seis meses, habla con tu pediatra,
ya que hay algunos alimentos que es mejor evitar en esta etapa temprana, tales
como trigo, huevos, pescado, marisco, frutos secos, semillas y cítricos.
Se puede decir que un bebé está preparado para probar alimentos sólidos cuando:
Ha alcanzado un peso saludable (la mayor parte de los bebés están preparados
para comer sólidos cuando pesan el doble de lo que pesaron al nacer, alrededor
de los seis meses de edad) y
Así que, ¿con qué puedes empezar? La mayoría de los padres comienzan con los
cereales sin gluten, que se digiere con facilidad, y es uno de los alimentos que más
difícilmente puede provocar una reacción alérgica.
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Pela toda la fruta y la verdura, retira las semi- Una
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cuécela a fuego lento en agua sin sal hasta que
esté blanda. Nunca se debe añadir sal ni azúcar propios p puurés d e ffrrutas y
de idea...
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a la comida de los bebés. Una vez hecha,
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aplástala con un tenedor hasta convertirla en
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una especie de papilla, pásala por el pasapurés yoría d
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o por la batidora para obtener una textura más fresca y d e ver
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día rífiico y con
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leche artificial o de agua mineral para darle al excepci
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Puedes empezar a darle de comer a tu bebé reci
ecippien te
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con una cuchara con la punta de goma, aunque jas pa
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algunos expertos recomiendan usar un dedo Si
Simmplem emenen te cca
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iénta ien y
bien
limpio. Lo único que tienes que hacer es meter deja q quue sse
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la punta de un dedo en el puré o mezcla de s er
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cereales y ofrecérselo. No esperes que coma
mucho, las tripitas pequeñas están preparadas
para digerir raciones diminutas. Por otro lado la mayor parte de su alimentación
consistirá todavía durante meses en leche materna o leches artificiales. No añadas
arroz, cereales ni ningún otro alimento al biberón de tu bebé, ni le dejes solo con
comida, podría atragantarse.
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52 IIde
de illanttes — Co
as bbrrillan
deas ci
Coci na sa
cina na pa
sana parra n
niiños
Tu hijo irá aprendiendo sobre sabores y texturas a medida que crezca, así que déjale
que experimente y que se alimente con sus dedos y la cuchara si quiere. No fuerces a
tu bebé a comer si no le apetece, deja que vaya a su ritmo. Y no te preocupes si tarda
en empezar, sigue obteniendo gran cantidad de nutrientes con las tomas de leche
materna o de leche artificial.
A medida que tu hijo empiece a comer más alimentos sólidos, tomará menos leche.
Sin embargo, la leche todavía es una parte importante de la dieta de tu bebé. Conti-
núa dándole el pecho o leches artificiales infantiles todos los días hasta que tenga
doce meses. La leche de vaca no es apta como bebida hasta pasados los doce meses,
pero la puedes utilizar para cocinar u ofrecerle alimentos como el yogur, el queso
fresco, el queso y las natillas de los seis meses en adelante.
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lad ¿Algúnn co
consnsejo
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duda? R Los bebés prefieren los sabores dulces por naturaleza, ya que la leche materna
y las artificiales contienen azúcares. Debes insistir con los alimentos salados,
pero nunca fuerces a tu hijo a comer de nada. Prueba con purés de verduras
que tengan un sabor dulce como la zanahoria, el colinabo, el boniato y la
chirivía. De manera alternativa intenta mezclar salado con dulce: zanahoria y
manzana, por ejemplo, o plátano triturado y aguacate.
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petecib
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R Bajo ningún concepto se le debe dar miel a un niño de menos de doce meses,
ya que a veces puede contener una espora bacteriana capaz de causar una
rara y grave forma de intoxicación (botulismo) en los bebés. Espera a que tu
hijo tenga al menos un año para darle miel. Tampoco debes añadir azúcar a la
comida de los bebés ya que puede dañar los dientes y propiciar que sea
goloso de mayor.
4
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Todo bien limpio
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de triipita.
Para tener las bacterias bajo control, se deben limpiar a conciencia todos los lugares
en los que el bebé come o juega. Pásale un paño a la trona con un limpiador desinfec-
tante o antibacterias antes de comer e intenta mantener siempre el suelo limpio.
El mejor modo de evitar que las bacterias que causan las intoxicaciones alimentarias
se reproduzcan es lavarse las manos antes de preparar la comida y hacerlo también
mientras se está cocinando. Asegúrate de lavarte bien las manos con jabón y agua
templada (sólo con agua no es suficiente) y sécatelas cuidadosamente, ya que las
bacterias se reproducen con mayor facilidad cuando las manos están húmedas.
Utiliza para ello papel de cocina o una toalla limpia y nunca un paño de cocina.
El modo más higiénico para lavar los platos es hacerlo en el lavavajillas, ya que las altas
temperaturas matan a las bacterias. Si no, puedes fregar los platos y los utensilios de
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Coci na sa
cina na pa
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Ide
deaa 2 — Todo bien lliimpio
bien
Es preferible utilizar tablas de plástico a tablas de madera porque son más fáciles
de limpiar y son más higiénicas.
Almacena los alimentos correctamente, éstos deben taparse en el frigorífico y los
que estén crudos deben mantenerse separados de aquellos que estén cocinados.
Los alimentos crudos deben colocarse en la parte inferior del frigorífico y aque-
llos que no lo estén, en la parte superior.
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PREPAR AR L
ARAR OS ALI
LOS ALIMMENTOS
ENTOS Si deseas más iin
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Los congelados se deben descongelar la
larrgo pla
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consulta la IDEA 51
nsulta idea
completamente antes de cocinarlos. Hazlo gra
La gr an hhela
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elada. más...
en un lugar fresco, preferiblemente en el
frigorífico, y no a temperatura ambiente.
Asegúrate de guardar los alimentos (en especial la carne y las aves) en el frigorífico
o de calentarlos mucho antes de servirlos. A veces las instrucciones del envase no
son suficientes, porque la temperatura varía dependiendo del horno. Para que la
carne esté cocinada correctamente, el centro de la pieza no debe quedar rosado y
el jugo debe ser transparente al pinchar la carne en la zona más gruesa. La bro-
queta siempre debe estar limpia antes de usarla.
La intoxicación por salmonela afecta especialmente a los niños pequeños. Cuece
siempre los huevos hasta que estén completamente duros y si los preparas
revueltos, cuájalos bien.
Remueve siempre bien la comida que se ha
calentado en el microondas para que el centro «La lliimpie
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ivarr el gus
ltiva gustto ppoor el las».
ellas».
No dejes los alimentos en la lata una vez
BENJAMIN DISRAELI, primer ministro
abierta, guarda su contenido en un recipiente
británico y novelista (1804-1881)
con tapa y colócalo en el frigorífico.
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Las bacterias necesitan calor para vivir, por ello al hacer la compra se deben
llevar los productos refrigerados y congelados a casa cuanto antes y guardarlos
de inmediato en el frigorífico y en el congelador respectivamente. Una buena
idea es tener una bolsa para congelados en el coche para transportar los alimen-
tos fríos del supermercado a casa, especialmente en estaciones calurosas.
Y por último, la regla de oro: si tienes la más mínima duda sobre si debes darle algo
de comer a tu bebé, no lo hagas.
¿Cuál P Mi b eb
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lás
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tra nsparrente y gua
ente guarrda
darrla en el ffrrigoríf
rífiico
es tu pa tarrde?
parra más ta
duda?
R En absoluto. Los restos de saliva contaminan los alimentos. Te sugiero que
calientes porciones más pequeñas cada vez que le des de comer. No se debe
recalentar la comida más de una vez.
P os p
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os? en
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tarrro si ssó
ólo he ut
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un oco
po ?
co?
R No, a menos que hayas calentado todo el potito o hayas estado dándoselo a
tu hijo directamente del tarro, en cuyo caso me temo que lo debes tirar. Si
sirves la cantidad que necesitas del tarro con una cuchara limpia y la calien-
tas por separado, puedes vaciar el resto en un bol limpio, taparlo y guardarlo
en el frigorífico durante 24 horas.