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Margarita Favela
Universidad Nacional Autónoma de México
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Introducción
203
1
Algunas de las obras recientes más relevantes son: Social Movements and
Networks. Relational Approaches to Collective Action (Diani y McAdam, 2003);
Demandas
5
Sócrates atribuye la inferioridad femenina a su propia naturaleza y a la falta de
educación, siendo deber del marido proporcionársela, aunque en contraste Demó-
crito sostiene “que la mujer no desarrolle su razón, porque eso sería cosa terrible”;
en tanto, Platón abunda en la referida subordinación al varón, y Aristóteles, elabora
la supuesta “pasividad” de la mujer en la reproducción y su condición de “macho
mutilado” para justificar su sometimiento social y jurídico, y por consiguiente su
necesaria tutela (cfr. Tello, 2000).
6
Heteras o hetairas era el nombre con el que se conocía a las cortesanas
en la antigua Grecia. Casi siempre extranjeras. Eran mujeres independientes,
con educación y recursos propios, obligadas a pagar impuestos y que tenían
derecho a participar en los simposios, donde sus opiniones eran respetadas (cfr.
Catellanos, 2006).
7
Entre otras, aparecen Gorgo (506-450? AC) de Esparta, Aspasia (470-400
AC), compañera de Pericles; Olimpia de Epiro (375-315 AC) esposa de Filipo de
Macedonia y madre de Alejandro Magno; Cleopatra de Macedonia (356-308 AC)
Hermana de Alejandro Magno.
8
Julia, hija de Augusto, se opuso públicamente a las leyes patriarcales y
autoritarias promulgadas por su padre, lo que le costó el escarnio y el destierro;
Mesalina, co-gobernó con Claudio; Agripina, madre de Nerón, co-gobernó con su
hijo hasta que fue asesinada por intrigas políticas. Todas lo hicieron a pesar de que
en Roma estaba prohibido que las mujeres adoptaran posiciones políticas explícitas,
si bien les estaba permitido ser médicas, practicar el derecho e incluso combatir en
la arena (cfr. Holland, 2010: 58-65). En Wikipedia parece una lista de más de 70
emperatrices romanas. http://es.wikipedia.org/wiki/Categoria:Emperatrices_romanas
(consultado 15-01-2015)
9
En el año 215 AC las romanas de clase alta exigieron la revocación de una
ley que limitaba la cantidad de oro que podían poseer y exhibir en público las
mujeres, emitida 10 años atrás en el contexto de la guerra contra Cartago. Tras
mucha agitación, el Senado discutió el tema y a pesar del discurso misógino de
Catón, la presencia física de las mujeres en el Foro empujó a que en la votación
se derogara la ley en cuestión. Casi 2 siglos después, en 42 AC, nuevamente las
mujeres ricas protestaron contra el impuesto que el triunvirato dictatorial enca-
bezado por Marco Antonio les impuso para obtener recursos, logrando Hortensia
hacer uso de la palabra en el Foro, planteando por primera vez la relación entre
pago de impuestos y participación en los asuntos del gobierno (cfr. Holland,
2007: 49 y 56).
10
En los siglos iii y iv DC, a medida que el cristianismo se convierte en la
religión predominante, regida por una clase clerical más decidida que nunca a res-
tringir el papel de las mujeres, va imponiendo controles estrictos sobre las mujeres
tanto sexual como socialmente. Es entonces cuando San Agustín asocia la idea de
que la “caída del hombre”, la expulsión del Edén, es su separación de Dios y la
pérdida de la perfección del mundo ideal. El pecado se establece firmemente y por
tanto la salvación eterna solo podía alcanzarse mediante el rechazo del sexo, lo
que exige el celibato y el castigo y la reclusión de las mujeres. En el 431, María es
declarada Madre de Dios, y con su entronización se impone como único modelo
válido para las mujeres la pasividad, obediencia, maternidad y virginidad que se
le atribuyen. Esta elevación de María significó, en contraste, la denigración total
del resto de las mujeres (cfr. Holland 2010: 89-95).
11
Entre los siglos viii y xv existen numerosos ejemplos de mujeres gobernantes
(con plenos poderes o como regentes); artistas (sobre todo poetizas), religiosas (mi-
sioneras, abadesas, místicas, beatas y santas) e intelectuales (educadoras, filósofas,
alquimistas), además de los noticias de la participación de las mujeres en los todos
los oficios existentes. (Rucquoi, 1978: 104-113).
12
En 1461 se prohíbe el trabajo femenino en los oficios en Inglaterra y para
1600 prácticamente había desaparecido la mujer de la vida profesional. Y si en el
siglo XIII había mujeres practicando medicina, cirugía y oftalmología, para el siglo
XVI, con la prohibición para asistir a la universidad, han desaparecido. La clausura
total en los monasterios femeninos no será una realidad sino hasta el siglo xvi (cfr.
Rocquoi. 1978: 110).
13
Desde la Grecia clásica, la educación estuvo vedada a las mujeres. Sin
embargo, en el cristianismo temprano la prohibición no se refrendó y las mujeres
que entraban a los conventos accedían a ella. Hacia el siglo XI los conventos se
había transformado en un importantísimo recurso educativo para las mujeres, que
aprendían allí a leer y a escribir y podían familiarizarse con el conocimiento de
los clásicos. Tan solo en Alemania, al mediar el siglo xiii había 500 monasterios
con alrededor de 30 mil mujeres. Pero Inocencio III impuso restricciones al pa-
pel de la mujer en la iglesia y muchas abadías perdieron sus tierras y recursos,
quedaron sujetas a Roma, desde donde se prohibió expresamente el sacerdocio
femenino, que predicaran, recibieran confesión y canceló los monasterios mix-
tos, todo ello para que no tuvieran autoridad sobre los hombres, pues según
Tomas de Aquino “la esencia masculina es superior”. (Holland, 2010: 96-101).
Anteriormente, la complementariedad entre los sexos había sido defendida por
autoras como Hildegarda Bingen (1098-1179), abadesa y proclamada doctora de
la iglesia por Benedicto xvi en 2012. En 1377, la universidad de Bolonia (fun-
dada en 1088) decreta la prohibición expresa de permitir el ingreso de mujeres.
(Palermo, 2006: 11-46).
14
El libro Malleus Maleficarum (1487) escrito por dos monjes inquisidores
dominicos como resultado de la investigación sobre brujería en el norte de Alemania
que el Papa Inocencio VIII les encomendó, se convirtió en la fuente de inspiración
de la caza de brujas en la que se calcula que entre 1450 y 1750 perecieron entre
60 mil y 5 millones de mujeres (el número varía según la fuente). Aunque también
se atacaba a los brujos, las mujeres fueron las principales afectadas, pues el libro
retoma ideas dispersas de la antigüedad clásica, el Antiguo y el Nuevo Testamentos,
los llamados “padres de la Iglesia”, y plasma la misoginia prevaleciente aduciendo
que por naturaleza, la mujer es más débil y su intelecto inferior, y por tanto más
propensa a la tentación de Satán que los hombres. El efecto social del libro fue
reforzado por la bula papal que en 1484 reconoce la existencia de las brujas, y por
las 29 rediciones que tuvo hasta 1669, haciéndolo en esa época el más vendido
después de la Biblia (cfr. Holland, 2010; y Armengol, 2002). En el cine, Martillo
para las brujas (1969) del checo Otakar Vavra y Madre Juana de los Ángeles (1961)
del polaco Jerzy Kawalerovicz muestran la ferocidad del proceso.
15
La posición aristotélica sería la base de debate de carácter histórico, filosófico,
teológico, científico, político y literario sobre la interpretación de las diferencias
de género, un debate que se mantendría incluso hasta después de la Revolución
Francesa (cfr. Martínez, 2010).
16
Esa será la principal reivindicación, probablemente porque se pensaba que
con el acceso al voto se podrían remediar todas o muchas de las otras situaciones de
desigualdad prevalecientes, tales como la total subordinación a la figura masculina
dentro de la familia, fuera el padre o el esposo, que se reflejaba en la imposibili-
dad legal de disponer de ingresos y propiedades, carencia de potestad sobre sus
hijos, prohibición para testificar en los tribunales u ostentar cargos públicos y la
consideración del uxoricidio como un homicidio de menor gravedad, sobre todo
si hay sospecha de adulterio. (Molyneux, 2003).
17
En algunos países el derecho fue consagrado años antes. Nueva Zelanda
garantizó el voto femenino en 1893, le siguieron Australia (1902) y Finlandia
(1906), Noriega (1913), Dinamarca (1915) y urss (1917); Gran Bretaña, condicio-
nado en 1918 e irrestricto hasta 1928; la Alemania de Weimar en 1918, Estados
Unidos en 1920 y Francia hasta 1946. En América Latina, Uruguay garantizó el
voto femenino en 1917, el resto de los países lo hicieron en tres oleadas: una
entre 1929 y 1934 (cinco países), la segunda, en el contexto de la segunda guerra
(nueve países entre 1938 y 1949) y otra más después de 1955 (cinco países). Ver
detalle abajo, en el apartado “Logros y tareas pendientes”.
18
Olimpia de Gouges hizo la “Declaración de los derechos de la mujer y la
ciudadana” como contrapartida de los creados por la revolución francesa para los
hombres y en 1792 Mary Wollstonecraft publicó Vindicación de los Derechos de
las Mujeres.
19
La lucha por el acceso a la educación tuvo lugar como un acre debate sobre
las capacidades intelectuales de las mujeres y los efectos que la educación tiene
para las mujeres, y para la sociedad. Los obstáculos se multiplicaron, primero para
acceder a la educación, luego para obtener la licencia y finalmente para ejercer
legalmente la profesión. No obstante, hacia finales del siglo xix la barrera de la
educación universitaria había sido franqueada (cfr. Palermo, 2006).
20
En 1870 el parlamento inglés aprobó la ley de propiedad de las mujeres.
(Holland 2010: 161) .
21
Durante la revolución francesa, la legislación garantizó a las mujeres el de-
recho al divorcio; el Código napoleónico (1804) lo canceló y en 1857 las mujeres
inglesas conquistaron finalmente ese derecho, aunque con limitaciones. (Holland
2010, p. 161).
22
Dice Cristina Sánchez, citada por De las Heras (2009: 48): “las ilustradas
reivindicarán la inclusión de las mujeres en los principios universalistas que la Ilus-
tración mantenía: la universalidad de la razón, la emancipación de los prejuicios,
la aplicación del principio de igualdad y la idea de progreso”.
23
En 1949 Simone de Beauvoir publicó El Segundo Sexo, libro que adelantó
los grandes temas del feminismo y ofreció una teoría explicativa de la subordina-
ción de la mujeres que sigue siendo en la actualidad la base de muchos análisis
feministas y de las aproximaciones a la cuestión del género y su significado”.
Hilaire Barnett, “Introduction to Feminist Jurisprudence”, citada por De las Heras
(2009: 55).
24
Los movimientos estudiantil, pacifista, antirracista, hippy, revolucionario,
todos interesados en forjar nuevas formas de vida y ya no sólo en reformar las
existentes.
25
El feminismo radical, nacido en los años sesenta, se dividió en dos: las
políticas y las feministas. Para ambas la desigualdad estaba arraigada en el sistema
capitalista, pero mientras las primeras se sentían identificadas con las izquierdas,
las segundas la criticaban y defendía la idea de la mujer como “una clase” opri-
mida por la “clase masculina”. Algunas derivaciones de las radicales, sobre todo
en los países europeos y EU, se han encaminado a un “esencialismo biologisista”,
que ha sido acertadamente refutado por el feminismo latinoamericano por ser tan
dicotómico, sexualizado y jerarquizado como el patriarcalismo que combaten.
Repertorios de acción
26
Las llamadas “suffragettes”, organizadas en torno al Women’s Social and
Political Union (1903-1917) cuyo lema era “Acciones, no palabras”, llevaron a cabo
acciones como encadenarse en lugares públicos, hacer huelgas de hambre en la
cárcel, apedrear casas, tiendas, edificios públicos, destruir invernaderos, escupir
a políticos y policías, cortar líneas telefónicas, incendiar edificios desocupados
(como la vivienda del ministro de Hacienda David Lloyd George), enviar cartas
explosivas, dañar obras de arte e incluso a colocar una bomba incendiaria en la
Abadía de Westminster.
27
Las más conocidas entre quienes ocultaron su identidad femenina, están
las escritoras George Sand, Jane Austen, George Eliot, las hermanas Bronte, entre
otras, y las médicas Miranda Stuart Barry y Enriqueta Faver Caven, que trabajaron
como hombres hasta su muerte. Durante el siglo xix, numerosas mujeres viajaron
a aquellos países en los que los espacios para realizar estudios universitarios
eran mayores: Estados Unidos, Inglaterra, Suiza, Francia y Rusia, en Europa. En
América Latina, a partir de 1880, los países donde las universidades abrieron las
puertas a las mujeres fueron Brasil, México, Chile, Cuba y Argentina. En México,
fue Zenaida Ucounkoff la primera examinada para obtener el título de médica en
1877 (cfr. Palermo, 2006).
28
La primera organización feminista de la que se tiene noticia es la británica
“Ladies of Langham Place” en la década de 1850, que además de lograr la reforma
de ley sobre la propiedad de las mujeres (1882), impulsó la creación de la revista
English Woman’s Journal (1858) y la Sociedad para la Promoción del Empleo Fe-
menino (1859). En el continente americano la primera fue la American Equal Rights
Association (aera), fundada en 1866, principalmente con una orientación sufragista.
En el ámbito internacional, la International Council of Women (Washington, 1888)
fundada con representantes de 53 organizaciones provenientes de 9 países, fue la
pionera (cfr. Rupp, 2011).
29
De esta manera, por ejemplo en el siglo xix, formar una asociación femenina
con la intención de impugnar la subordinación de género, era una forma de acción
directa, confrontativa del orden prevaleciente, pero en el siglo xxi la creación de
una organización feminista, sin perder su sentido y su valía, ya no tiene ese carácter
desafiante, y por tanto se inscribe dentro del repertorio de acciones convencionales.
No obstante, las tareas que dicha organización desarrolle eventualmente sí puedan
ser acciones directas.
30
Mujeres opositoras a los concursos de belleza, que marcharon fuera del
recinto en donde se realizaba uno de ellos en Nueva York en 1968, fueron co-
locando en un bote de basura todo lo que consideraban símbolo de la opresión
masculina, entre ellos los brassieres, con la intención de quemarlos. Aunque no
llegaron a hacerlo la prensa difundió la noticia como si hubiera efectivamente
ocurrido y nació la leyenda.
31
Entre las primeras marchas están las que hicieron de Nueva York a Al-
bany en 1912 (13 días) y de Nueva York a Washington en 1913 (14 días) (cfr.
Harvey, 1998).
32
En 2009 la Corte Interamericana de Derechos Humanos pronunció una
sentencia sobre el caso de varias jóvenes mexicanas asesinadas en 2001, en donde
lo declaró culpable de violentar el derecho a la vida y culpable de no investigar
adecuadamente las muertes.
33
Desde Cristina de Pisan, Sor Juana, Margaret Cavendish, Mary Wollsstone-
craft, pasando por Simone de Beauvoir, Betty Friedan, y Kate Millet, hasta Lucie
Irigaray, Celia Amorós y Marcela Lagarde, los libros han sido armas fundamentales
en el desarrollo del movimiento.
34
El acceso de las mujeres a la profesión periodística proporcionó un recurso
fundamental para el movimiento feminista: Harriet Martineau (1802-1876) y Frances
Power Cobbe (1822-1904) en Inglaterra, y Margaret Fuller (1810-1850) en EU son
pioneras, así como las publicaciones English Woman’s Journal (1858). En América
Latina en 1830 apareció en Argentina la primera publicación hecha por mujeres (La
Aljaba-dirigida por Petrona Rosende de la Sierra), en 1852, en Brasil, apareció O
Jornal das Sehoras (dirigido por Juana Manso) y en México, en 1873 Las hijas del
Anáhuac (fundada y dirigida por Concepción García y Ontiveros). (cfr. Palermo,
2006; cimac, 2011 y Schifter, Ortiz y Aceves, 2009).
35
La disputa de Leona Vicario con Lucas Alamán es la primera registrada
en la historia del feminismo mexicano (Elvira Hernández Carballido, citada por
cimac, 2011: 15).
36
La demanda fue planteada desde el inicio de las luchas obreras en la
primera mitad del siglo xix, y apenas en la década de los setenta del siglo pa-
sado empezó a generalizarse en las legislaciones laborales, a pesar de que la
Convención para la Remuneración Equitativa de la oit (1951) recomendó la
promulgación de leyes en ese sentido, siendo las de Francia (1946), EU (1963)
y Australia (1969) las primeras.
37
Durante las dos décadas de la transición al siglo xxi, la ue ha emitido 6
Directivas entre 1978 y 2010, elaborado reportes anuales desde 2004, así como
emitido más de 25 Recomendaciones a los países miembros para hacer efectiva
la equidad de género en el trabajo, a lo que coadyuvará la creación, en 2006 del
Instituto Europeo de la Igualdad de Género (eige). ( Parlamento Europeo, 2015)
38
Dentro de las empresas, las mujeres ocupan 32% de los puestos directivos;
sólo 10% integran los consejos de administración y apenas 3% de las presidencias
de las empresas más importantes son ocupadas por mujeres (cfr. Informe de la
Comisión al Consejo al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las
Regiones, en Parlamento Europeo, 2006).
39
Estudios de Eurostat (2008) y ocde (2009) señalan que en los países miem-
bros, la brecha de género es en promedio 17%; sin embargo, los rangos varían
desde casi 70% en Turquía y 48% en México, 23% EU, hasta 6% en Finlandia y
Suecia (cfr. oecd, 2008).
da” para las mujeres, dado que, por ejemplo, en EU, más de 50%
de las mujeres que tienen un empleo fuera de casa también rea-
lizan el doméstico (dedican 2.6 horas diarias), en tanto apenas
20% de los hombres lo hacen (2.1 horas diarias) (Bureau of La-
bor Statistics, 2014). La situación en México es significativamente
más grave, puesto que las mujeres trabajadoras dedican 33 horas
semanales al trabajo doméstico, lo que significa una doble jorna-
da, y los hombres solo 6 horas.40
En cuanto a la participación política, aunque ha habido pro-
gresos significativos desde que se alcanzara el sufragio femenino,41
en muchas regiones aquéllos todavía resultan limitados.
Los avances se perciben principalmente en la ocupación de
cargos gubernamentales: en 2014, 17.2% de los puestos minis-
teriales y 22% de todas las curules en el mundo los ocupaban
mujeres. Concurrentemente, las mujeres han pasado a desem-
peñarse en áreas no-tradicionales: defensa, política exterior y
medio ambiente. En conjunto, hay 46 países donde 30% o más
de los representantes electos son mujeres, 36 países donde 30%
o más de los ministerios los dirigen mujeres y 18% de los jefes
de Estado o de gobierno son mujeres.42
40
Según el estudio del Banco Mundial, en México las mujeres que no están
en el mercado laboral, realizan jornadas de 49 horas de trabajo doméstico, y las
que tienen un empleo fuera de casa realizan una doble jornada: dedican otras 33
horas semanales al trabajo doméstico; en contraste, los hombres solo dedican 6
horas a las mismas labores, y el patrón de inequidad de género se reproduce con las
hijas: dedican 14 horas en tanto los hijos solo 5.5 horas. (De Ferranti, 2003: 101).
41
En AL y el Caribe, el voto femenino se instauró tardíamente; hasta 1940 sólo
existía en cuatro países; entre 1942 y 1957, se impuso en veintitrés más, y hasta
1960 en tres más. A pesar de representar más de 50% de los padrones electorales,
están subrrepresentadas en los cuerpos legislativos, si bien en una proporción
creciente, pues en 1975 ocupaban 5%, en 1995 el 12.% y en 2010 alrededor de
23% de los escaños (cfr. De Avelar, 1998: 187 y Women in National Parliaments,
en Inter-Parliamentary Union, s/f).
42
En 2014 eran 9 mujeres jefas de Estado, 15 jefas de Gobierno y 40 líderes
del Congreso/Parlamento. (un women, 2014).
43
Los datos para 2012 provienen de pnud (2012); las de 2014 fueron tomadas
de un women (2014).
44
La presencia femenina por áreas: ingeniería y tecnología 30%; agropecuarias
35%; naturales y exactas 50%; sociales y administrativas 58%; de la salud 65% y
educación y humanidades 68%. (De Garay y Del Valle-Díaz-Muñoz, 2012).
45
En 2005, en la categoría más alta de profesorado en la unam sólo 37%
eran mujeres y en la más alta de investigación sólo 25% eran mujeres. Como inte-
grantes del sni, las cifras no son mejores, pues sólo 28% son mujeres, y dentro de
él 24% tienen el nombramiento más bajo y sólo 3.6% el más alto, mientras que
15% de los hombres tienen el más bajo y 10% el más alto. Como integrantes de
las comisiones dictaminadoras del SNI, las mujeres ocupan en promedio 27%
47
En España, hasta 1963 se mantuvo el uxoricidio por causa de honor en el
Código Penal y el castigo era seis meses de destierro (cfr. Valeije, 1998: 95-109).
48
Código Penal de Colombia promulgado en 1936. Myriam Jimeno Santoyo
(2004) hace un acucioso y muy ilustrativo examen de los textos jurídicos que
conforman el derecho penal de América Latina, a partir de los casos de Brasil y
Colombia, dejando claramente demostrado la exculpación que en ellos se establece
de los crímenes contra las mujeres.
49
Eso advierte el informe “De sobrevivientes a defensoras: Mujeres que en-
frentan la violencia en México, Honduras y Guatemala”, elaborado por la Iniciativa
Palabras finales
de las Mujeres Premio Nobel, encabezada por Jody Williams y Rigoberta Menc-
hú, realizada del 21 al 31 de enero de 2012 en México, Honduras y Guatemala.
“Feminicidios alcanzan el nivel de ‘crisis’ en México: Informe de premios Nobel;
cada día asesinan a 6.4 mujeres”, Sin embargo, 4 noviembre de 2013. http://www.
sinembargo.mx/04-11-2013/804095
50
Baja California norte y sur, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Durango,
Jalisco, Michoacán, Nayarit, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tamaulipas, Yucatán
y Zacatecas (cfr. “Matar por celos exime de cárcel a hombres en 14 estados”,
Noticias Universia, 10 de septiembre de 2011, http://noticias.universia.net.mx/
en-portada/noticia/2011/10/07/875985/matar-celos-exime-carcel-hombres-14-
estados-printable.html).
Bibliografía
00A-Completo Campo
View publication stats teórico feminista.indb 236 06/07/2016 04:23:48 p.m.