Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
••
•• 24
•• 57
••
••
••
••
•• Mijail Bajtin
'
••
•• El problema de los géneros discursivos
••
••
••
••
•e
••
•
•••
249
••
LL PROJ3LEMA DE LOS Gí:NEROS IJISCUI<SIVUS
un universo ele dccl:H<JCiones públicns (en un s~.:ntido nmplio: las
sociales, Jns políticm); pc.ro además tendremos que incluir las
múltiples manife~télcion(:S científicas, así como 1oJos los géne-
••
ros literarios (desde un dicho hasta tina novcln en vorius tomos)_
Podría parecer que lo diversidad de Jos géneros discursivos es
tar. grande que no hay ni puede haber un solo enfoque para su
••
f':~lmlio. ti('lr011P: rlPt.dr-. 11n mi~mn ::Ímmln ~P P~fnrlirn·bn
tan heÍe;·oglrieos como las réplica~ cotidianas constituidas por
frnÓmPnO<:
••
1
¡_ PLANTEAMIENTO DEL I'RODLEMA Y DEFINICIÓN PE LOS
C.GNEP.OS DISCURSIVOS 1111a sola palabra y como una novela en muchos tomos, ebborada
•••
plica el hecho de que el problelña general de Jos géneros discursivÓs
en forma de enunciados (ornles y escritos) concretos y singulares j_!!mús se haya planteado. Se han estudiado, principalmente, los
que pcrlcneccn a los participnntc.s de una u otra .esfera Uc In géneros liternrias.l'cro desde la antigüedad cl5sica h"ta nuestros~
praxis hlllnnn~: Estos enunciados _r~.f!cjnn las condiciones espe~í íns estos génc:os se han c;.;aminndo dentro de" su cspecificidatl
ficns y el objeto de cmla una de las esferas no sólo por su cou- . litcx~tria y .mtística,.en relación con sus diferc.ncins dcnln' dr. l.os
len¡do (tcm{¡tjco) y por su estilo vcrbn1, o se:\ 'por la scle~ciún Ú\! ~
los rc~ursos ·léxicos, fraseológicos y_ gramaticales de la )engun,
smo, ante todo, por su composición o ~ctructuración. Los tres m~
_1_ímites de lo literario, y no como determinados tÍpQs de cnunci~-:
<l.~l:!P se _disiinguen de otros tipos pero que tienen una natura-
leza verbal .(lingiiística) .. común. El problen1a linp,iiísticó ~.en eral
••
mentos mencionados -el contenido tcm(J[ico, el estilo y la com~
posición:_ están vinculados indisolublemente en In totnlidad dé!
enunciado y se determinan, de un modo semejante, por la espe-
del enunciado y de sus tipos casi no se ha tomado en cuenta.
A partir de la imtigücdad se han estudiado también los géneros ••
••
retóricos (y las épocns ulteriores, por cierto, agregaron poco a )a
cificidad de una esféra dada de comunicación. Cada enuncia
teoría clósica); en este campo ya se ha prestado mayor atención
separado es, por supuesto, individual, pero cada esfera del tiso de
la lengua elabora sus tipos relativamente estables de enunciados, a In naturaleza verbal de estos g~neros en tanto que enunciados,
••
n taJes mamen los como, por ejemplo, Ja actitud· con respecto al
:¡ los guc dcnominnmos géneros discursil'os. =.
· La riqueza y diversidad de los g~neros discursivos es inmensa. oy-ente y su influencia en el enunciado, a ln coitclusión verbal
pon¡t•c las posibilidades de la actividad humana son inagotables especifica del enunciado (a diferencia cle la coúclusión de un
y porque en cad~- esfera de la praxis existe todo un repertorio ~e
gén~rG~ di!;c'.~rsivos que se diferendn y cr~ce a mcdicln de que
se desnrrolla y se comp.lica la esfera misma. ·Aparte hay que poner
pc.nsamicnto), etc. Pero allí también la especificidad de los gé-
neros retóricos (judiciales, políticos) encubría su' nnlurnlcza lin-
güística común. Se han csllldiado, finalmente, Jos géneros discur- ••
de relieve una extrema lleteroge11eidGd de los géneros discursivos
(orales y escritos). Efeétivamente, debemos incluir en los p,~neros
discursivos tanto las breves r~plicas de un diálo~o cotidiano (to-
sivos (evidentemente :as réjtlicrs del diálogo cotidiano), y, ade-
más, precisamente desde el punto de vista de la lingüística gene-
ral ('en la escuela saussureana,' entre sus seguidores actuales, los ••
mando en cuenta el hecho de que es muy grande la diversidad de
Jos tipos del diálogo cotidiano según el tema, situación, número de
participantes, etc.) como un relato (relación) cotidiano, tanto una
estructuralistas, entre los behavioristas' norteamericanos y entre
los seguidores de K. Vossler,' sobre una fundamentación lin-
güística absolutmnente diferente). Pero aquellos estudios tampoco·
••
carta (en todas sus diferentes formas) como una orden militar,
·breve y estandarizada; asimismo, alH entra~!an un decreto extenso
y detallado, el re.pertorio bastante variado de los oficios burocrá-
\han podido conducir a una definición correcta de la naturaleza
jlingüística_ <:"?1ún uel enunciad~, porque esta dcfi?ición se limitó
a la espec¡flcldad del habla cot~drana, tomando por modelo a ve-
••
ticos (formulados generalmente de acuerdo a un estándnr), todo
(243] ••
•
•• 250 PLANTEAMIENTO Y DEFINICIÓN 251
.,
De ninguna manero se debe subestimar la extrema heteroge-
••
todas las esferas de In lingüística y la filología. Porque toda in·
,!l!'idad de los géneroo discursiv~s y la consiguiente dificultad d • vcstigación acerca de un material lingüístico concreto (historia do
¡dcful!CIÓn de la naturalcz.n comun de Jos enunciados. Sobre todo la lengua, grámática normativa, cotuposición de toda clase de
!hay que prestar atención a la...diíercllCia, sumamente importante, diccionarios, estilística, etc.) inevitabiementc ·tiene que ver con
i e~t;.:..Séneros. discursivos .primar_iQ.L(~ii~~LY ~~cun_dari~~~11_1: [CnunciadQ.s... ~oncreto~. (escritos y. orales) i.elacionados con dife-=---¡
•• .J."
los géneros complejos se transforman dentro de estos últimos y
adquieren un C(lráctcr especial: _pierden .su.rclación.inmcdiata .con
r~ali..dad y e~,'?.; los enunciados reales de otros; por _cjcmplo,_las
sivoS, es necesnria, según nuestra opíilión, en cualquiera oricntr~
ción eSpe::cíficn del enunciado. El menosprecio de la naturaleza
del enunciado y la indiferencia frente a los detalles de los asnec-
••
como la vida participa del leñgüajc-:-á!riivés·Cle ios enunciados. Ei
logo cotJd~ano o una carla particular (todm poseen una natura- ·-·nunc¡adocsiiucleo promematlco déexfic•na iniporianda. -A~ali-
leza común), pero, a diferencia de éstas, aquello es un enunciado
cemos por este lado algunas esferas y problemas de la lingüística .
secundario (complejo).
••
Ante todC>, la estilística. Todo estilo ·está. indisolublemente
. _La ~\ferenci_a.entre i<Js.géneros _primariosy __ los s~c4ndarios vinculado con el enunciado y con las formas típicas de enuncia-
(¡dcológJcos)__ Js .. cxtremadamente grande y es de fondo; sin em-
dos, es decir, con los géneros discursivos. Todo enunciado, oral
b~rgo, por lo_mismo la_ natur?leza del_cnunciado dcb'c' scr.desc'u~
••
o es.critg,_primario o secundario, en cualquíeresféia"de la tot\1U'
bJcrta ~ ~etc~minada m_ediante U!J análisis de. ambos _tip()s; ünica- nicación diocürsivil',-·es_·¡¡;a¡vidual y por Jo·tanto puede reflejar la
mcnte oajo t:st¡¡ coilCicJón lil definición se acic~u.aría n Ja naturt·
individuali~ad del hablante (o .del escritor), es decir puede poseer
leza com~licada y profunda del enunciado y abarcarla sus aspec-
••
un estilo individual. Pero<'Ó<Y)tqdos ..los. géneros -son- igualmente
to~ má~ Jmporta~tes. La orientación unilateral hacia los géneros
susceptibles a semejante rCrJeío de la individualidad pe! hablante
pnmanas lleva mclud!blemente a una vuigarización de todo e]
en. el lenguaie.. .d!'L•!!'!'~~·~'?.·....!'~- -~e_cir, __ llo. todos se prestan a
prohlc_m~ (el coso e_xtremo de tal vulgorización es la lingüística
• '.
. ' -••
252 Ei. l'il.OilLEf-i,\ IJE LOS eÜ..JEllOS UISCUHSI\'OS
••
en particular requiere de un· est.udio más profundo tanto de la
naturaleza del enunciado como de J:i diversidad de los géneros casual, y en su b<Jse est;ín difercntC.s principios y fund'nmcntus de
discursivos.· la división por estilos. 1\dc.oJÓS, c'ta clasificación es pobre y poco
diferenciada.• Todo esto resulta de una falta de comprensión de
El vínculo orgánico e indisoluble"entre el estilo y el género se
revela claramente en el problema de los estilos )ingüísticos o f un- naturalcza genérica de Jos estilos. También influvc la ausenci~
una clasificación bien pensada de· los géner~s discmsivos ••
É
cíonales. ·En realidad los estilos lingliísticos o funcionales no
gún las es(er<Js de 1:-~ praxis, asf eomo de la Uislinción, muy im·
son sino estilos genéricos de determinadas esferas ue la actividad
y comunicación humana. En cualquier esfera existen y se aplican
sus propios géneros, qué responden " las condiciones específicas
rtante pnra la estilística, entre géneros primarios y secundarios.
La scpmación entre los estilos y Jos géneros se pune de mam·
ficsto de tmn m:mcm cspcciahnentc nefasta en la elaboración de
••
de una esfera dada; a los géneros les corresponden diferentes esti·
1os·. Una función delerminada (científica, técriicá, pcriOdístic~·,
oficial, cotidiana) y unas c·ondiciones determinadas, especí•
una serie de problemas históricos.
LQ!. cambios históricos en Jos estilos de la lengua cstáJL.indi- ••
••
solublcmcnte vinculados a Jos cambios de Jos géneros discursi· ·
ficas para cada csfeni de la comunicación discursiva, generai vos. La lengua literaria representa un sistema complejo y diná. ..
determinados géneros/ es decir,' _tmvs ·tipos temáticos, con~ji mico_ de. estilos: su pc~o cspCcífico y sus interrelaciones dentrÓ
sicionnlcs y estilfstieos Je. enunciados determinados y relativ; · del sistcm.fl de !:; kngu" litcr;,ria se hallan_!:~_l]!.1_~_?.Í.!.~.~)g~jJ~{
mente estables:: El estilo está indisolublemente vinculado a de te · ·
.minndns unidndcsJcmúticas y, Jo que es más importm;tc, o determ!
.
~·-~--~ ....., - .
mancnte .. La lengua de la literatura, que incluye también los
estilos de la lengua no literaria, representa un ~i~tema oún más ••
••
nadas unidades· composicionales; el estilo tiene que ser con d · complejo y organi:adc sobre otros f undamcntos. Para comprender
terminados tipos de estructuración de una toialidad, con los tip s' lo compleja dinómica histórica de estos sistemas, pora pasar de
de su conclusión, con Jos tipos de la relación que se estable ·
* A.N.Gvozdc'.', cri sus Ocllcrki po stilisrike russkopo iazikn (Mose\1,
entre el hnblnntc y otros participantes de la comunicación. discu •
·'-lfivn. (los oyentes o lectores, los compañe.ros; el discurso aje ,
etc.) . El estilo entra como elemento en la unidad genérica del·
1952, pp. 13-15), orrt:ce unos fundamento!' p3ra c);¡sificaci6n de estilos
igualmente pobres y fullos de precisión. En la base de todas e5141S cln$ifi-
, caciones estA una asimilación acrftica de las nociones tradicionales acerca ••
enunciado. Lo cunl no significa, ·desde luego, que un estilo lin· de los estilos d~ 1a lengua.
••
•• ·-' . ,: .
,.
•
ru:HC.\f,!JLNHJ \' Dl'FJ:-./!UÓN
••
dcsemboc;} en e] mismo probldna del enunciado y de Jos géneros
cial. Los enunciadoS y sus _tipos, es decir: los_ géneros dis~ursl·
••
. .. observaciones y digresiones estilísticas. En muchos casos, In fron-
E!\ cada época del desarro11o de la lengua l!tcrona, son deter- tera entre la gramática y la estilística casi se borra. Existen fe-
minaros géneros los que dan el tono, y éstos no sólo son géneros nómenos a los que unos inve$tigadores relacionan con la gramá-
secundarios (litcrurios, periodísticos, científicos), sino también
••
tica y otros con la estilística, vor ejemplo el sintagma.
los primarios (ciertos tipos del diálogo oral: diálogos de salón, Se puede decir que la gramática y la estilística convergen y se
íntimos, de círculo, cotidianos y familiares, sociopolí!icos, filosó- bifurcan dentro de cualquie~ fenómeno lingüístico concreto: si
••
ficos, etc.) ."Cualquier extensión literaria por cuenta de diferentes se analiza tan sólo dentro del :sistema de In Jengud, se tratn de tlll
e:-tr;¡tos cxtr~Jlíterarios de la lengtÚ\ nacional está relacionada iJ!.· fenómeno grnmatica1. pero si :se analiza dentro Jé la totnliU::Jd úci
evitablementc con la penetración, en toáos los géneros, de la len· un enunciado individual o d~ un ·género discursivo, es un fenó-
••
gua literaria (géneros literarios, científicos. periodísticos, de con- meno de estilo. La misma selección de una forma gramatical dc-
versación), de los nuevos procedimientos genéricos para estrue-. tcnninadn por d lwblánte e·s \.m acto de estilística. Pero estos dos
turar una Lota1id<~d discursiva, par<J concluirla, para tomar en puntos de vista sobre un misn;o fenómeno concreto de In lengua
••
• Esta tesis nuestu nada tiene que ver con la vossleriana acerca de
la prirnac!:a de jo ~~1i;í:o.tico sobre !e· gramlltk;¡l Lo cual se manifestará Pasemo~ a e~te problem,a f!lás general.
con toda claridad en el curso de nuestra exposición ..
••
•••
256
, EL rJ<onLEf\P. U!: l,OS CiilNEitOS IJ1SCU1iSI\'OS EL ENUNCIADO
251
••
2. EL t;NUNCIAIJO COMO UNIDAD DE LA COMUNICACIÓN DISCUt:·
SIVA. DlfEHENCtA ENTRE ESTA ·UNIOA!J Y LAS UNIUADES !lE
blos"), pero inclusive en este caso la pluralidad de los hablantes
que son otros en relació1i con cada hablante dctemlinado, carece
de importancia. · ·'
••
L/1 LENGUA (I'ALADRII y ORACIÓN)
••
su esencia. La colectividad lingiiística, la pluralidnJ de los hablon· respuesta en voz alta. Claro; no siempre tiene lugar una respuesta
tes no puede, por supuesto, ser ignorado, pero en la dc!inición de inmediata en voz alta; la comprensión activa del oyente puede tr~·
la escncilT' ue la lengua esta· realidad resulta ser innecesaria y no ducirse en una acción inmediata (en el caso de una orden, podna
!r~tarse del c'.lmplimicnto), puede asimismo quedar por 'JD tiempo
determina la naturaleza 'de lenguaje. A veces, la colecti>·idad lin·
güfstica 'se contempla como una especie de personalidad colectiva,
"cspíritrf del puchlo", etc~ y se le atribuye una enorme importan·
cía (po~ ejemplo, entre Jos adeptos de In "psicología de los puc-
como una comprrnsión silenciosa' (algunos· de los g~neros discur·
si vos están orientodos precisamente_ hacia este tipo dé comprensión, ••
••
por ejemplo los g6neros líricos), pero ésta, 'por decirlo as!, es una
, . - Gomprensión de respuesta de acción retardada: tarde o tempranO
• W. ¡Homboldt, O ra:lic/1ii orga~1imrov rlrdor•ocl12.<kogo ir.,yko. San . lo escuchado y lo comprendido aCtivamente resurgirá en los dis-
l'e!ersbu;r.o. t~19.·p. 51.. laconducta del oyente.•Lo~ géneros deJa
.
'
. CltfSOS posterioreS 0 en
• •
•
•• 2)9
••
enunciados, y :!!;imismo d todo un género discursivo ("pronuncinr
hablante). Este tipo de abstracción científica es en si absoluta- un di~cursu"'), hasta el momento n.o h" sido co:.vertiJJ, por p<ntc
mente }u~,tific:'lcb, pero con un11 condición: debe ser comprendida clc los linglíistas, en un término estricto en cuanto ::1 su significado
••
••
_ •
••
.. - ....... ---- ··-- .•.. - .
261
EL f-.:tJNCIAl.IO '
U. PltO[Jl.E¡\1/\ DE LOS Gl~NE.HOS DISCURSIVOS
26U
c~ción
Las fronteras de .cada-cnunciauo·como unidad de la comunio
-discursiva se. determinan por el cambio de Íos sujetos clis!
establecen entre las réplicas de un diálogo y que son relaciones
de prc~u.nta, afirmación y objeción, afinnación y consentimiento,
proposiCIÓn Y ?ceptación, orden y cumplimiento, etc., .son impo·
••
cursivos, es decir, por la alternación de los hablanteS: Todo cnun,!
ciado, -'desde una breve réplica del diálogo cotidiano hasta una
novela grande o un tratado científico, posee;'por decirlo así, un.
S1bles ent~e umdades de la lengua ·(palabras y oraciones), ni den·
(~·o de] SIStema de Ja )engua, ni dentro de] enunciado mismo.
l:stas _rdaciooes especffic~s que· se entablan entre las réplicas de
••
principio absoluto y un final absoluto; antes del comienzo están
los enunciados de otros, después del final están Jos enunciados
. respuestas de otros .(o siquiera una comprensión silenciosa y acti
un rJ¡a]ogo son apenas subespecies de tipos de rélaciones que sur-
g.~n en~re enunciados enteros en el proceso de; la comunicación
drscurstva_. Tales relaciones pueden ser posibles tan sólo entre
••
va del otro, o, finalmente, una acción respuesta basada en tal tipo
de. comprensión) . Un hablante ter¡nina su. enunciado pnra cede¡
los enunciados. que pcrtc1~7zcnn a dif~renles sujetos discun:ivos,
porque presuponen' la· extstencia de otros (en relación con el
hablante) miembros de una cbn1unicación discurhiva. Las relacio-
••
••
la palabra al otro o para dar lugar a su comprensión activa corrto
respuesta. El enunciado no es una unidad convencional sino real n~s entre enunciad~s enteros no· se someten a 'una gramaticalizi~
delimitada con precisión por el cambio de íos sujetos discu:·ci vu ; c.rón _porque, repetimos; son imposibles de establecer entre ]as
umdades de 19engua; ni a nivel del sistema de la lengua, ni den·
:.• Por cicrlo que no puede ser sostenida hast<t el fin¡¡;l. Por ejemplo, u~
cnuncíndo como .. ;.Eh?"· (réplica en uri di<ilogo) no pUede :ser di\'idido
1
en oraciones,. .combinaciones. de p&labr¡.¡s .o sílabas. ) 0T consiguiente, no
tro del enunctado.' · ·· · ·' · ... · ·
En lo_s géneros discunivos' secuhdarios, sobre todo los géne-
ros relac~o~ados con_··]a oratoiia, _nos encontrnmqs. con algunos
••
;pucd.c .tratn_rsc- .de ... cualquier- enunciado. Luego, fr¡¡cciomm ·el. enunciado
. (di~Cursó} y obticn·en unidades de .la Jcngua. DCspués, en muchns ocasio-
_ncs -~dincn la oraci6n c~m~ un cnúnciado Ciemf:ntal :Y· por lo tanto, la
oractón ya no puede ser umd:::~d de enllnciadO. Se sobreentiende, implfci·
fenómenos que aparentemente contradicen a nuestra última tesis.
Muy a menudb el l1ablante (o el eséritot) ' dentro de los límites ••
••
de su enunciado plantea preguntas;·lás .co'ntesta, se refuta y re-
tilmtnte, que se trala del discurso de \In solo habtante; loS' matices dialó· chaza sus propias .objeciones;' etc_. Pero· estbs fenómenos no son
_gicos se .dejan de Indo. . 1 • • • .. • •
más que una representación convencional de la comunicación dis-
. En comparación con las fron1cr8s de los enunci11dos, todas las demás
••
!tonteras (entre oraciones, combinaciones de palabras, sintagmas pala· cursiva Y de los géneros discursivos primarios. Tal representación
bra:s) 5on .·relativas· y convencjon<lles. ' es característica de los géneros retóricos (en sentido amplio, in-
, ... ~
••
•
•• 1_1. 1::.· 1) t~( IAI:~ 1
'
263
••
1 .
ciuyt:ndo alijullO:::. géncrus Jc: b Jívu!gaci~Jll científica), pero !llentc a JJ primerJ. El contexto de una oración viene a ser el con-
todos los demás gincros secundarios (literarios y científicos) uli· texto del discurso de un mismo sujeto hablaryle; la oración no se
!izan diversas formas de la implantación de géneros discursivos relaciona inmcdiotamcnte y por .sf misma cori el contexto de la
••
man en m:1yor o mer;or medida, porque no tiene lugar un cambio vés de todo el contexto verbal que la rodea, es decir, a través del
rcel de Jos sujetos discursivos). Tal es la naturaleza de los gé- enunciado en su totalidad. Si el enunciado no está rodeado po
neros secundarios.*' Pero en todos estos casos, las relaciones que e-1 contexto discur,ivo de ün mismo hablante, es decir; si rtpre-
se establecen enrrc ios g¡¿IJeru:::. tJ:iwctlÍv;:, J.C.J!ivdu.:i.:!.:.::., ~.y::;~:-¿~ ~~!~!:! ~!~~ e!'!'-~~c!~d0 rco!:!'plf-"tl"l y r.nnl"ln_o::rl (ré!!lica del diálogo)
••
es fundilmcntolmcnte distinta de la naturaleza de ·las relaciones aje11os; no es seguida entonces por una pausa determinada y eva-
que existen entre palabras y oraciones (Jsí como entre otr<~s uni- luada por el mismo hablante (toda clase de pausas como fenóme-
dades Jingiiístic2s: combinaciones verbales, cte.) en el enunciado . nos gramaticales calculados )' razonados sólo son posibles dentro
•
Aguí, aprovechando el di;ílogo y sus réplicas, es necesario del discmso de un sólo hablante, es decir, dentro de un mismo
cxpllcar prcvi:unc11tc el problema de h1~ oraci61L cou_¡o unidad... der enunciado; las pausns que se dan entre los eminci¡¡dos no tienen
la lengua, :1 difcrcncin del enunciado como unidad de la· comu- un carácter gramatical sino renl; esas pausas reales son psicoló-
nicación di;.c!.'n,iva. gicas o se prc.Juceh por nlgunns circunstancias externas y pueden
(El problema de b twturnleza de la oración es uno de lus interrumpir un enunciado; en loS géneros literarios secundarios
mDs complicJdos y difíciles en la lingüística. La lucha de opinio- CS<IS p2usas se calculan por el nutor, director o actor, pero son
nes en rclt!ción con él se prolong;~ hnsta el momento nctual. Des- radicalmente diferentes tanto de las pausas gramaticales como
de luego, lo ólCioración de este problema en todo su complejidad estilísticas, las que se dan, por ejemplo, entre Jos sintagmas den-
no form:1 parte de nuestro propósito, nosotros tenemos la inten- tro del enunciado), sino por ·una reSpuesta O·la comprei1sión tá-
ción de tocar ton sólo en parte un aspecto de él, pero este aspecto, cita del otro hablante. Una oración semejante· convertida en un
en nucstr¿¡ opinión, tiene una importancia esencial para todo d enunciado completo mlquiere una especial p1enitud del sentido:
problema. Lo q1JC nos importa es definir· cxact:Jmentc la relación en relación con ello se puede tomar una postura de respuesta:
entre la oración y el enunciado. Esto ayuclnrá n vislumbr::~r mejor estar de acuerdo o en desacuerdo con ello, se puede cumplirla si
lo que. es el cnunci;:~do por una parte, y la oración por otra.) es Ullil orden, se puede evaluar!J, cte.; mientras que una oración
De cstJ cuestión nos ocupnremos más adelnn!c y por Jo pronto
1 dentro del contexto verbal carece de capacidad para determinar
nr;otarcmos tan sólo el hecho de que los ·límites·; de .una oración tma respuesta, y.la puede adquirir. (o. más bien.se cubre por ella)
como unidad de: la lengua jamás se determinan por el cambio de tan sólo dentro de la totalidad del enunciado.
Jos sujetos" discursivos.-,Tal cambio que· enmnrcaría la oración Todos esos rasgos y particularidades, absolutamente nuevos,
desde Jos dos lado::; h.t conviertl! en un er.unciado compieio:~· Una no pertenecen a la oradón misma que llegase o ser un enunci<:~do,
ornción <~SÍ adguitrc nuevas cualidades y se percibe dC: una ma· ~ino al enunciado en sí, porque expresan la naturaleza de éste, y
ncr,a diferente en compílración con la oración que está cnmarcad11 no }a naturaleza de la· oración; esos atributos se unen a la oración·
-f!.Ol' otras oraciones dentro del COnlexlO de un mismo CllUl1Ciadn completándola ha~ta formar un enunciado ·co;npleto.JL" oración
)crlcnecicnte a un solo hablante. La oración es una idea rcJati- como unidad tle la lengua carece de todos esos atributos: no se
mcnte ccncluidn que se relaciona de una manera inmediata con delimita por el cambio de los sujetos .discursivos, no tiene un
m
ras ide¡¡s de un mismo hablante dentro de la totalidad de su contacto inmediato con,la,realidad, (con la· situación extraverbal)
unciado; al concluir la oración, el hablante hace una pausa ni tampoco se·':relacio!la· dc··ima · mimerá directa· con- Jos. enuncia.D- '
ra pasar Juego a otra idea suyo que continúe, complete, funda:- dos ·ajenos; no posee una plenitud. del sentido ni una capacidad
1
,de detenninar. directamente la postura de respuesta del otro
Hucii:~s de iimitcs dentro de lu~ gén::.1o~ secund;:uios. hablante, es decir, no pro"Y·oca u~a ;cspuesta.: L~ oración cvm9
·'- ..- ·.
~~_.,Jr,.J .. .._J-••-·--"·. .. - ·-·-········-··-~·----· --·-··- ..
..:_.
El. rJHJlH.EMA DE. 1.0.'> GÉNF.ItOS IJJSCUiiSI\'OS U. [NU/'CCIAI.lO ••
unidad de la lengua tiene una naturaleza gramatical, límites gra-
maticales, conclusividad y unidad gramaticales. (Pero analizada
vidualidad que revela una obra es lo que: crea unas fronlerns in· 1
terrias específicas que In. distinguen de otras obras relacionadás ••
dentro de la totalidad del enunciado _y desde el ·punto de vista de
esta totalidad, adquiere propiedades estiHsticas.) Allí donde la
ornción figura como un enunciado entero, resulta ser enmarcado
con .ésta en el proceso de la comtmicación discursiva dentro de
una esfera cultural dada: la diferencian de las obras de los ante·
cesorcs•cn las que se fundamenta el autor, de otras obras qu'e. ••
en una especie de material muy especiaL Cuando se olvida esto
· t:ll d OJJ~ii~i~ Ut:. uua ura~iÚJJ, ~'=' i.t.:J~jVt:.I:,!-1 r;::;uivm.. r;:, =-u Üdi.üi.i·
leza (y .al mismo tiempo,' la del enunciado, al atribuide aspectos
pert~necen a una misma escuela, de las obras pertenecientes a las'
~~:-=-:~::!e= ~r~~::~:::::: ::::::;;. !;:::: qo.;~ !ü.:.};.u el uu~vi, ~i.c. '
..una obra, igual que una réplica del diálogo,: está orientada
••
gramaticales). Muchos lingüistas· y-escuelas lingüísticas (en lo que
respecta a la sintaxis) confunden .ambos campos: Jo que estudian
e en realidad, una especie de híbrido entre la oración (unidad
hac1a. la respuesta de otro (de otros), hacia su respuesta com·
prens1va, que puede adoptar formas diversas: intención educa-
dora con respecto _n los ]ector~s, propósito de convencimiento, co-
••
de la lengua) y ·el enunciado. La gente no hace intercambio d]
oraciones ni· de palabras en· un sentido estrictamente lingüistico,
ni de conjuntos de palabros; la gente habla por medio de enun-
mentarios críticos, influencia con respecto a Jos seguidores y epí-
gonos, etc.; una obra determina las posturas de respuesta de Jos
otros dentro de otras· condiciones complejas de la comunicación
••
ciados, q~te se construyen con la ayuda de las unidades de la len·
gua q~r;::. son p<c!lab;t!.s, conjun10s de palabras, oraciones; el cnun-
ci::ldo puede ~~r constituido ~~•nto oor una oración como nor
discursiva de una cierta esfera cultural. Una obra es eslabón en
1~ .cadena de la comunicación discursiva; como la réplica (}e un
Oinlo,g\..1,· b obra se relaciona con otras obras-c:nuJ;ciarlos: con
••
una palabro, es decir, por ur.a ·Unidad del discurso (principal-
mente, por una réplica del diálogo),· pero no por eso una unidad
de la lengua se convierte en una unidad' de la comunicación dis·
aquellos <1 los que contesta y con aquellos c¡ue le contcstnn a elb;
al ~1ismo tiempo, igual que la réplica de un diálogo, unil obra
e~¡¿¡ ~eparada de otros pbr las fro!iteras nbsoluta~ del cambio de
••
cursiva.
La falta· de una teoría bien elaborada del enunciado como
los sujetos ·discursivos.· ·
Así, pues, el cambio de los sujetos discur~ivos
al enunciado y que crea su masa firme y estrictamente determi·
que enmare:: ••
••
unidad de la comunicación discursiva lleva a una diferenCiación
insuficiente entre la oración y el enunciado, y a· menudo a una n;tda en relación con otros enupciados vinculados a él, es el pri:
completa confusión entre ambos:·- mer rasgo constitutivo del enunciado corno unidad de la c0muni-
cacióh discursiva que Jo distingue de las unidades de la lengua.
••
Volvamos nl diálogo real. Como ya Jo hemos señalado, er. la
forma clásica y más sencilla de la comunicación discursiva. El Pasemos ahora a otro rasgo, indisolublemente vinculado al pri·
cambio de ios sujetos discur~ivos (hablantes) que determina Jos mero. Este segundo rasgo es la conc/ush•idad específica del enuh· i
ciado. i
••
límites del enunciado se presenta en el diálogo con una claridod
excepcional. Pero en otras esferas de la comunicación discursiva, El carácter concluso del enunciado prepresenta una cara
incluso en la comunicación cultural complejamente. orgaili7.ndn interna del cambio de Jos sujetos discursivos; tal cambio se da
-~ natura)~za tan sólo por el hecho de que el hablante dijo (o escritió) 10do lo
••
{científica y a:tísHca), la de Jos Hmitc!: del enunciado
es la misma. que en un r..1omcnto dadü y en condiciones determinadas quiso
Las otros,' complejamente estructuradas y especializadas, de decir. Al leer o al escribir, percibimos claramente el fin de un
•..
enunciado, una especie del dixi conclusivo <le! hablante. Esta con·
div"crsos géneros cientfficos y literarios, con toda su distinción
con respecto a las réplicas del diálogo; son, por Sl! naturaleza, las
unidades de la comunicáción discursiva de la misma cluse: con
clusividad es específico y, se determina po; criterios particulares.
Eir1primero y mós importante, ,criterio-.de .la- conclusividad del
enunciado· es la posibilidad de ser contesiiido. O, en térmimis
••
una claridad igual. se de.limilan .por. eL cambio de los sujetos dis.
cursivos;' y sus fronteras, conservando su precisión externa, ad~
quieren un .especial carácter interno graci~s ni hecho de ·que el,
más; ~xactós .y.amplios,.J!.po~ibilidad de. tomar una postura de
respuesta en reli>ción con el. enunciado' (por ejemplo, ·cumplir ••
••
sujeto discursivo (en este caso,. el autor de la obra) mnnificsJa una orden). A :este criterio está sujeta una· breve pregunta coti·
en ellos su individualidad mediante el estilo; visión del mundo en diana, por ejemplo "¿qué hora: es?" ··(puede ser contestada), una
todos los momentos intencionales de su obra. Este sello de indi! p!tición cotidiana que puede ser cumplida o no, una exposición
•
•
--~·~·
• ,,¡..
•• ';u'-c~c:.::.to
oc "'" oración), no puede provocnr uno reacción de
respuesta: se comprende, pero no es un zu•iu. f..:;~.:. !~~!co, '; H~ es
1
•• y c5tructurales, de conclusión .
El primer momento, la capacidad de agotar el sentido del
objeto del enunciado, es muy diferente en diversas esferas de la
perciben desde el principio mismcl. del discurso la totalidad del
enunciado en proceso de desenvolvimiento.
!'osemos al tercer factor, 'que es el m6s importante P"'" ilooo-
••
ter puramente f;'¡¡,:tico y las respuestas igunlmcntc f6cticas, ruegos,
órdenes, ere.), en ciertas esferas oficiales,·en ]as órdenes militares cificidad de una esfera discur.:.iva dada por las consideraciones
1
o industriJies; es decir, allí donde los géneros discursivos tienen del sentido del objeto o temáticas, por la situación concreta de la
comu~1icación discursiva, por los participantes de la comunicación,
••
un canh::tcr cstambrizndo al máximo y donde está ausente el Il"IO-
trH:nto crea1ivo casi por completo. En las esferas de creación (so- etc. En lo sucesivo, la intención discursiva del hublanle con su 1
••
muy relativo de agotamiento del sentido; en estas esfcr01s tan sólo
5e pucd:! haG1ar sobre un cierto mínimo de conclusividad que. dL:tcrminaU.a. Tales géneros existen, ante todo, en todas las múlti-
permite adoptar una postura de respuesta. Objetivao1ente, el obje- ples esferas de la comunic3ción cotidiana, incluyendo a la más
•••
to es inagotable, pero cuando se convierte en el tema de un cnun·
ciado .(por tjcmplÓ, ele 111. trabaio científico), adquiere un cank-
ttr relativamente concluido en determinadas condiciones, en un
determinado enfoque del problema, en un material dado, en los
r
.
f<llniliar e íntima .
Nos exprcs~mos únie:atllCIJte meclia~te' determinados géneros
Jiscursivos, es decir, todos nuestros enunciados posen mlf!S formas
típicas para la estructuraciólr de .la totalidad, relativamente esta·
! bies. Disponemos de un rico repertorio de géneros discursivos
propósitos que busca lograr el autor, es decir, dentro de los
••
con el primero . sospecharlo, nosotros hablamos ·utilizando diversos géneros sin
En cada enuncipclo, desde una réplica cotidiana que consiste
en una sola palabra ha·sta complejas obras científicas e literarias, •nbcr de su existencia. Incluso dentro de la plática más libre
podemos abarcar, entender, sentir la intención discursiva, o la
•• •.
~¡ ... ~-·· .....;..-..-.-· .... .._ ........ .
••
lengua materms, ;::,u -.v~i.!:;~!:.d~· y ~'.t P.structUra Rramatica1, 110 los .
conocemos por los diccionarios y manuales de gramática, sino por
íos enunciados conc.rctos que escuchamos y reproducimos en la
géneros, sobre todo lo; elevados y oficiales, poseen un alto grado
Ue ~;::,\a0i!¡d~¿ j' ~~!~g:!!0ri.P.chr1. De ordinario, la voluntad discur-
siva se limita por la selección de un génerq determinado, y ,.;,
••
comunicación discursivo efectiva con los personas que nos rodean.
Las formas de la lengua los asumimos tan sólo en las formas de
los enunciados y junto con ellas. Las formas de la lengua y las
sólo unos leves.matices de .entonación expresiva (pÚcde adoptarse
un tono más seco o más reverente, más frío o más cálido, intro·
ducir una entonación alegre, etc.) pueden reflejar la individua·
••
formas tipicas de los :enunciados llegan o nuestra experiencia y
a nuestro conciencia conjuntamente y en uno estrecha relación
mutua. Aprender a .hablar quiere decir aprender a construir los'
lidad del hablante (su entonación discursivo-emocional)'. Pero
aquí también es posible una reacentuación de ]C's géneros, que es
tan característica de la comunicación discursiva: por ejemplo, la
••
enunciados (porque hablamos con Jos enunciados y no mediante
oraciones, y menos aún por·palabtas separadas). Lós géneros dis;
cmsivos organizan ntiestr<J discurso casi. de la misn;a mnnern 1
forma genérica del saludo puede ser trasladada de la esfera oficia\
a la esfera de la comunicación iamiliar, e< decir. es posible que ••
••
se r.mplce con una re?.c.cnhlnción paródica o irónicn, osí como un
como lo organiza'il·ias íorrnas gramn'ticales (sinlfícticn). Aprende· propósito :m~logo puede mc7.ci:Jr Jos géneros de tlivcrsas csfcrns.
mas a plasmar nuestro discurso r.n formas ·genéricas, y al o{r el Junto con semejantes géncror. estandari1.ados siempre han cxis·
discurso ajeno, adivinamos su género desde las primeras palabras, ti do; desde Juego, los géneros mós libres de comunicación discur·
calculamos su aproximado volümen (ó la extensión aproximada
de la totalidad discursiva),' su deierminnda composición, prevemos
siva oral: géneros de pláticas ·Sociales de salón acerca de temas
cotidianos, sociales, estéticos· y otros, géneros de conversaciones ••
••
su final, o sea que desde el principio percibimos la totalidad dis· entre comcnsnlcs, de pláticas íntimas entre amigos o entre micm·
cursiva · que posteriormente se especifica en el proceso del bros de una familia, etc. (por lo pronto no existe ningún invenl:l·
discurso. Si no existieran los géneros discursivos y si no los do- rio de géneros discursivos or·,lcs, inclusive por ahora ni siquiera
mináramos, si tuviéramos que irlos creando cada vez deniro del
proceso discursivo, libremente y por primera vez cada cnuncífldo,
la comunicación discursiva habría sido casi imposible.
está claro el principio de tal nomenclatura). L1 mayor parte de
estos géneros permiten una libre y creativa rcstructuración (de
un modo semejante a los géneros literarios., e incluso algunos de ••
••
Las formas genéricas en 12s que plasmamos nuestro discurso los géneros orales son oún más abiertos que los lítcrarios), pero
por supuesto difieren de un modo corisi:J.érable de las formas lin· hay que señalar que un uso libre )' creativo no es aún creación de
güisticas en el sentido de su estabilidad y obligatoriedad (normati· un género nuevo: rara 11tilizar libremente los géneros, hav que
vidad) para con el hablante. Eri general, las formas genéricas wn
mucho mós ágiles, elásticas y libres en comparación cC'n '"' for·
mas lingüísticas. En este sentido, la varieda<! de los géneros dis·
dominudcs bien.
Muchas personas que dominan la lengua de" una manera for-
midable se sienten, sin embargo, totalmente desamparadas rn ••
cursivos, es muy grande. Toda una serie de los géneros más co-
munes en la vida cotidiana son tan estandarizados que la voluntad
discursiva individual del hablante se manifiesta únicamente en
]a selección de un determinado género· y en la entonación expre-
alguDas esferas de la comunicación, precisamente por el hecho de
que no <laminan las formas genéricas prácticas creadas por estas
esferas. A menudo una persona que maneja perfec.tamente el dis-
i.
• ••
siva. As! son, por ejemplo, los breves géneros cotidianos de Jos
saludos, despedidas, felicitaciones, deseos de toda clase, pregun·
tas acerca de la salud, de losntgocios, etc. La variedad d.e e~tos
géneros: se determina por la situación discursiva, por la posición
• Estos icnómenos: y otros Dn~logO~· hnn intcrcsndo' a los Úngüistns
(prindp<Jlmcnte a los hhtoriadorcs de 1cn~uá) bajo el án~ulo purnmentc
cstilfstico, como reflejo cn··la lengua de. las fotmJs hbtóricnmtnte c~m·
biomtts de etiqueta, corteS la, decoro,. Véase, por ·ejemplo; F. Btunot. 1
••
••
•
••
• "''·" .. ... -
••
ciertamente, requerir, pnra su. "realiznción, una sola oración, pero
irrepetible situación de la comuJ!icación verbal; en Hna pal~bra, puccle requerir mlichns m{ts. Es el género elegido lo que prccstn-
tanto mayor (';S In perfección coh }a cunl realizamos nuestra......l.i.b.l: b!cce los tipos Oc oraciones y las relaciones entre é.<;ln!';.
intención discursiva . Un¡¡. Oc los c:ws.1s eJe que en ]a lingüística se hayan subestima-
••
cuenta también con l:J.s formas obligntorias discursivas, guC son
tan ncccsnrias pnrn una intcrcomprensión como las formas lin· polabra hasta tiOa novela. Una extensión marcadamente desigual
giiísticns. Los géneros discursivos son, en comparación con las for- aparece también en los géneros. discursivos ornlcs_ Por eso, los
••· 1i;;g:iirl3s), qu~ contrapone el "habb" (la paro! e), como un acto
estrictamente individual, al sistema de In lengua como fenómeno
purílmcn:c socicd y obligatorio para el individuo. La gran mayo-
tém1inos aparecen frase (sCgún Kartsevski) / comunicado (según
Sh:íjméltov ~ y otros). Los inv~stigndores que usan estos términos
no tienen un conc~plo unificado acerca de lo 4LlC rcprcs~nl3n,
••
•
-
--- .••
•
27 )'
11. I'.NUKCJAD(l
EL l'lH)!Ii.EMA rJ~ LUS Cf.NEROS DISCURSIVOS
272 y la re<1cción de rcspucsla <1 é-l serán diferentes. Esta misma or;1- •
la capacidad del enunciado para determinar 'una activa posición ción también puede formar parte de una obra literaria en cal•d"d
de respuesta que adoptan otros participantes de la comunicación. de elemento de un paisaje. Entonces la reacción de respuesta, que •
A modo de conclusión de esta parle, algunas observaciones sería unn impresión artística e ideológica y una evaluación, úntca- •
ace.rca de la oración (regresaremos al problema con mlis detalles mente podrá ser referida a todo el paisaje representado. En el
contexto de alguna otra obra esta oración puede tener un signifi· •
al resumir nuestro trabajo).. . · · . . ,
' La ot ación en tanto que unidad de la lengua, carece de capa·:1 <ado simbólico. En todos los casos semejantes, la' oración viene a •
~;~"~ ""'" del~rminar directa y activamente la posición respons~ ser un elemento significante de un enunciado co'!lp!cto, elemento
que adquiere su sentado ciefiniüvo :;úiu Ün1itv -~¿ :P!~~ü~;~;;d, •
va del hablanté/-Tan .sólo al cmivertirsé en 1un enunciado com·
- -··· pleto:~ adquiere t•ria oración esta capacidad~ Cualquier oración En el caso de que nuestra oración figure como un enunciado •
puede actuar como un enunciado completo, pero en tal coso, se- concluso, resulta que. adquiere¡ su sentido total dentro de las con· •
gún lo que se ha explicado, la oración se complementa con una diciones concretas de la comunicación discursiva. Asf, esta ora·
serie de aspectos sumamente importantes no gramaticales, los cua· ció~ puede ser respuesta a la pregunta del Qfro: "¿Ya salió el •
les cambian su nati!ralez.a misma. Pero sucede que esta misma f.•JI?" (c\:uo, siempre dentro de una circunstancia concreta que •
circunstancia llega a ser causa de una especie de aberración sin· justifique la pregunta). En tal caso, el enunciado viene a ser la
táctica:· al analizar una oración determinada separada de su con· ::~Jirmación de un hecho detc1minado, la que puede str r~ccrta- •
texto se la suele completar mentalmente· atribuyéndole el valor de dn o incorrecta, con b cu<Jl se. puede estar O no estar de oc\tcr- •
un enunciado entero. Como consecuencia de esta operación, la du. ·La oración, que es afirmativa por su forma, llega a ser un;o •
:1rirmación real sólo ep ·ct contexto "de un enunciado determinadl'. •
oraciÓn adquiere el grado .. de 'conc!usi,,idad que la vuelve con··
Cu:lndo se analiza 11na ora.ción semejante aislada, se la suele •
testable. . . ·
in\crprctar como un enunciado concluso referido a cierta situíl-
La oración, ·igual que la palabra, es una unidad significante
de la lengua .. Por eso cada oración aislada, por ejemplo: "ya salió
ciún muy simplificada: el sol efeclivamcnlc salió y el hablante e
atc,tigua: "ya salió el su!"; al hablante le consta que la hierba •
el sol", es per!ectar:'cndte ~omgr~nsible, es _dbc cir, no sodtros codm· 1.
1
prendemos su signif•ca o mgUlshco,_ su poSI 1e pape1 en 1ro e1
e; verde, por eso declura: "la hierba es verde". Esa clase de cv·
mrmkados sin· Sentido a menudo ~e examinan directamente conw •
enunciado. Pero es absr¡lutamcnte imposible adoptar, con respecto cjcmplm clúsicos de oración. En la realidad, cualquier comuni-' •
a esta oración, Úria postura de respuésta,. n no ser que sepamos rndo semejante siempre va dirigido a alguien. está provocado por 1 •
que el hablante expresó con ello cuanto quiso decir, que la ora· algo. tiene alguna finalidad, es decir, viene a ser un eslabón real,
ción no va precedida ni le siguen. otras oraciones del mismo en 1a cadena de· la comunic3ci6n discursiva dentro de algu11él •
hablante.· Pero en tal caso no se trata de una oración, sino de un· esfera determinada de la realidad Clltidiana del hombre.f
L" oración, igual que la palabra, posee un<1 concl~sividad del
1
enunciado pleno que consiste en una sola oración: este, enuncja·' •
do está. enmarcado y delimitado por el. cambio de los sujetos · ~ipnificndo y una conclusividad de la forma gramatical, pero. la •
discu'rsiv¿s y refleja de. una manera inmeC:iata una realidad extra· rondusividod :k ~ignificado e~ de caráéter ab~tracto y es prcC.lS<.l· •
verbal (la situación) .IUn enunciado semejante puede ser con· m::ntc por csv por lo que es ta~ clara; es el rem~t.e de ttn dc':'en-
10. pero no Ir~ conclusión de un todo .. La orac10n como umd~d •
testado.
·Pero si esta oración está inmersa en un contexto, resulta que d< la lengua, igual que la palabra, no tiene autor. No pertenece f •
adquiere la plenitud de su sentido _únicamente dentr? de este a nadie, como la palabra, y tan sólo funcionando como un cnun· 1
contexto, es decir dentro de la totalidad de un enunc1ado com· ciada compkto llega a ser la expresión de la postura individual ¡' e
de hablante en una situación concreta de la comunicación discur·
pleto, y Jo que puede ser contestado es este enur:Ciado completo
,;va.~ Lo cual nos aproxima al tercer rasgo constitutivo del emm· •
cuyo elemento significante es la oración. El enunctado puede, por
ejemplo, sonar as!: "Yasalió elsol. Es hora de levantarnos." La rindo, a sab~r: In actitud del enunciado hacia el hablautc mismo e
comprensión de respuesta: :·De veras, yn es la hora." Pero puede , (el autor do! enunciado) y hacia otros participantes en la comu· •
también sonar asf: "Ya salió el sol.·Pero aún es muy tempr~no.
Durmamos un pbco más." Eri este caso, el sentido del enunciado 1
\
nicación discursiva.
••
.' ••
•
•• f.L f.NUr~ClADO 275
••
expresivo posee un· sigr1ificodo y un peso diferente, pero está. pre-
scnlc en todas partes: un enunciado absohitarl1c1itc neutrnl es im- chldo determinado puede ·asumir. un· tono. irónico o hasta snn.:ás-
posible. Un:1 Jctitud evaluador:~ deJ hombre con respecto al obj€:· tico Y. an~argo.
to de su discurso (cunlqllkra. ·guc se.;.¡ este ·objeto) también Uno de los recursos expresivos "de ·}a actitUd emotiva y }·é1lo-
•• se define principplmcnic por su asp'ecto expresivo. En cuanto a la ción oral.' La entonación cxpresiva·cs un rasgo constitutivo del 1
eslilísiic·n, esta ·situación puede considerarse Como comúnmente enunciado.' No existe dentro dci sistema de In lengua, es decir:
<Jccptóda. Algunos inv-~stigadorcs inclusive. 'rcdt:ccri ·el estilo J¡: ruera del en uneindo. ·Tanto. la ·pril abra como la oración como· un i-
••
tanto _por el signi.ficado de su raíz como por el sufijo, es por sí pecífico). En una situación determinada una palabra puede adop-
;!'isma, como unidad de l.a lengua, ian neutra como la palabrá t:u un! sentido profundamente expresivo convirtiéndose en un
~·Jejos". Representa tan sólo un recurso. lingüístico para una enunciado admirati~o; "¡Mar! ;Mar!''· gritan diez mil griegos en
••
posible expresión de una actitud emotivamente valoradora res- [cnofonte. 10 ·
pecto a la realidad, pei'O no se refiere a ninguna realidod dctermi- En todos estos chsos tio tenemos que ver ccin lo p~labra como
nada;,tnl referencia, es decir, una valoración real, puede ser. rea]i .
'····
••
•
••
276 Et rnonLE.M,\ DE LOS CÉN!".HOS DISCUnSI\"OS
•• .?79
••
2n , l. l'l<ctl>i.lld•l lll. 1.< ; CÉ!WW!I lliSCUHSI\üS \
do de ln fnmilia de arnigos :Y ·conocidos, ·de colup3Íl.tros, en e\
1
que se. forma y vive cada hombre, siempre existen enunciados
es, po. r supuesto, cm:ncterístico de esta palabra. Los géne.ros dis- 1 guc gozan de prestigio, que dan el tono; existen tratados .cientí·
•• burlesco) _
..... La expresivida? tf_rica (geliérica) puede ser examinada como
Ji.l a;..;o:::.8!:. ~~!d!1;;flc:a de la palabra, pero la aureola no pertenece
;;e:~
expresos y conservadas en formas verbalizadas; obras, el> ·xia-
dos, nforismos, etc. Siempre existen ciertas ideas principales ex-
•• La expresividad genérica de la palabra (y la entonación ex- niiios estudian su lengua materna y los cuales siempre poseen una
presiva del género) es impersonal, como lo son Jos mismos génc· c;¡rgn expresiva.~ ,
Por- eso b experiencia discursiva individu .. l :de cada persOJin
ros discursivos (porque los géneros representan las formas típicas
de los enunci~dos individuales, pero no son los enunciados mi.s·
se forma y se desarrolla en .. una· constante interacción ccn los
••
menos creativa) de pnlabras a¡enas. (y no de palabras de Jo lcn-
tonos y Jos ecos de los enunciados individua1cs .
Las palabr<ts de la lengua no son de nadie, pero al mismo ~ua). Nuestro discurso, o sca1 todos nuestros enunciados (inclu-
ticmp9 l_as ·oímos _sólo eh cnuncindos individuales dcterminodos, ycltdo obras literarias), están llenos de palnbras ajenas de dife-
•• y en _ellos las palabras no sólo poseen un matiz típico, sino que rente grndo de. ."nllericlad" o de. nsimiloción, de diferente grndo
de concicntización y de manifestación . .Lus pa\abrns ajena·s apor-
tan su propia expresivid<~d, su tono apreciativo que se asimila,
t"mhrén tJencn una exprcsividnd individual mós o menos clara
.(según el género) fijada por el contexto del enunciado indivi-
•• dual e irrepetible.
. Los significados neutros (de diccionnrio) de las p<1labras de
la lengua aseguran su carácter y la intercomprensión de todos los
' se cl;~bora, se reacentúa por nosotros.··
As{, puc·c In expresividad de las palabras no viene n ser la
propiedod de la palabro misma CJ1 tanto que unidad de la lengua,
••
•
••
280
I:L rROIH.EMII [)E LOS Ct~NE!lOS DISCURSIVOS
1"1. INIJNClADO
••
nes de este tipo forman parte de un contexto coherente, suelen apo-
reccr como puestas de relieve en la totalidad del enunciado y
generalmente tienden a iniciar o a concluir el enunciado (o sus
hncia el objeto. La selección de los recursos lingiiísticos se deter-
mina, según la concepción habitual de la estilí>tico, únicamente
por consideraciones acerca del objeto y sentido y de la expresivi-
••
partes relativamente independientes.• Esos tipos de oraciones tie-
nen un interés especial para b •olución de nuestro problema. y
¡-,-.;;:; =::.!:!:!~!'; rPerP.snremos a ellas.· Aquí lo que nos importa es
dad. Asf se definen los estilos de la lengua, tanto general e~ como
individuales. Por una . parte,'
. el
.. hnblante, con su visión del mundo •
.
••
expresividad, pero la lengua misma y sus unidades significantés tcrminnr su propia postura sin correlaciomnla con las de otros.
(palabras y oraciones) carecen, por su naturaleza. de expresivi~ Por eso cada enunciado está llc!lo de reacciones -respuestns de
d~d, son nuestras. f Por eso pueden servir igualmente bien pnrn todo clase dirigidas hacia otros enunciados de la esfera dctermi-
cualcsq~ie.ra valciiadones. aunq'!l.e &ean muy variadas y opuestas: nndn de la comunicnclón discursiva. Estas reacciones tienen difc~
por eso ~las• unidades de la lengua asumen cualquier postura va.'
tOrativa~f
n·nlcs formas: enunciado!' ajenos pueden ser intrOrlucidos direc·
· tmncnte al contexto de un enunciado, o pueden introducirse sólo ••
••
En resumen, el enunciado, su estilo y su composición, se de- palabras y oraciones aisladas que en este ca>o representan los
terminan por el aspecto temático (de objeto y de sentido) y por cnt~nciados enteros, y tanto enunciados enteros como palabras
' el aspecto expresivo, o sea por la actitud valorativa del hablante aisladas pueden conservar .,, expresividad ajena, .pero tambi~n
h"cia el momento temático. La estilística" no comprende ningún
otro aspecto, sino que sólo considera los siguientes factores que ·
determinan el estilo de un enunciado: el sistema de la lengua, el
pueden sufrir un cambio de acento (ironía, indignación, venern-
ción, etc.). Los enunciados ajenos pueden ser repr,esentados con
diferente grado de revaluación; se puede h:icer referencia a ellos ••
••
como opiniones bien conocidas por el interlocutor, pueden sobre-
entenderse calladamente, y la reacción de. respuesta puede refle-
• Ln primera y última oración de un enunciado generalmente son de jarse tan sólo en la expresividad pel discurso propio (selección de
naturaleza especia), poseen Cierta cuutid:~d complementaria. Son, por de·
recur~os lingüfsticos y de entonaciones que no se determina por el
cirio de alguna manerB-:-Draciones de_.~-~"guardia, p_orque_ se colocan én la·
posición limftrofe del c8mbio de sujetos discursivos. ·
• •
•• [.l. ENUr-.;CJAIJO 28}
•• ODjeto del discurso propio 5illo por _el cmnJCi~du ajeno ~1cerca del
mismo objeto). Este último caso es muy típico e importante: en mu:.
sinlflcticas qút! se cstnblecen. 'deptro· de una unidad sintáctic:1 sim-
ple p ·compleja, ni· tampoco ·con ·las'. relaciones tcm6ticas entre
•• dd mismo tema, por los cn~mciados _que conlestaTnos, con los qu~·
polemizamos; son ellos Jos que determinan. también la puesta en
relie\·e de algunos momentos, lr.s reiteraciones, la selección de ex,
clan entre las réplicas de un diálogo. La entonación ~ue aísla d
discurso ajeno (y quC: se representa en el discurso P.scrito median·
le comillas) .es un .fenómeno aparte: ;es .una especie de traspo-
•• presiones miis duras (o, ai cuni¡i:l.I iv, ,ú.á.; .ii.iü·r-.:=:}, ::::.! ~~~':' ~! ~t:_'\tH'\
dcsafiar.te (o conciliatorio), ·etCLa ·expresividad de un enun-
ciado nunca puede. ser comprendida y explicada hasta el fin si se
•ición del cambio de los ·sujetos ·cliséursivos dentro ·de un enun-
ciado. Las fi'onteias qtú~·-se: crCnn ~n este ·ciiwL;v .;üii, -~~ es!~
caso, débiles y espccífitas; lo expresividad del·· hablante ·pcnetr"
•• ]lo que ya se dijo aceren del mismo objeto,. acerca .del mismo pro-.
blema, aunque. el canlctcr de reSp'JCSta no recibiese una expresión
externa bien definida: ésta se manife.staría en los matices del sen-
millas) :.los ecos del cambio· de los sujetos discursivos y de sus
interrelaciones dialógicas· se perciben-en estos casos con Claridad.
Pero, ·además, en todo··enuJiciado,. en'.un cxinnen más detenido
••
-•
2~1
••
284
f.L rROnLHih \1E !.OS GÉN[ROS DiSCURSIVOS
Ji;~;;~:::: d~
tural- muy lejanos)."
El objeto ti el 11n hablante, cualquiera que sea el ob-
dialógicos.
!'ero un enunciado no sólo está relacionado con Jos eslabones
anteriores, sino también con Jos eslabones posteriores de la co-
municación úi,cü¡;¡·;o. c~c~·-ln •' enunciado está en la etapa de
••
jeto, no llega a tal por primera vez en este enunciarlo, y el ¡,¡;\:;\;;"
·- · ---·-···-·te no es el \'rimero que lo aborda. El objeto del discurso, por de-
cirlo así, 1• se encuentra hablado, discutido, vislumbrado y valo-
~u crcnción por e\ hablante, estos últimos, por supuesto, aúu l•V
r,istcn. Pero el enunciado· se construye desde el principio to-
mando en cuenta las posibles. reacciones de respuesta para las
••
rado de las maneras más diferentes; en él se cruzan, convergen
y se bi!urcan varios puntos de vista, visiones del mundo, tenden-
cuo\cs se construye el enunciado: El papel de los otros, como ya
.,bemos, es sumamente importante. Ya hemos dicho que estos
otros, para los cuales mi pensamiento se vuelve tal por primera
••
••
cias. El hablante no es un Adán bíblico que tenía que ver con
objetos vírgenes, aún no nombrados, a Jos que debla poner nom- vez (y por lo mismo) no son oyentes pasivos sino los activos par-
bres. Las concepciones simplificadas acerca de la comunicación tiripnntcs do la comunicnci6n discursivo. El hoblar.tc espera desde 1
el principio su contestación y su comprensión activa. Todo c\
••
como hnsc lúgica )' psicológica de Jri 0•·oción hacen record" a este
mítico A:l:ín. En In mente del hablante se combinan dos concepcio- .:nuncindo se construye en vista de 1a respuesta.
nes (o. nl contrario, se desmembra una concepción compleja en U!' signo importante (constitutivo) del enunciado es su orien-•
••
dos simples) cuando pronuncia oraciones como las siguientes: tnción hacia alguien, su propiedad de estar destillado! A diferen-
"el sol alumbra", "la hierba es verde", "estoy sent~do", etc. Las Ól de las unidndes significantes de la lengua ~palabras y ora·
oraciones semejantes stin, desde luego, posibles, pero o bien se ci<mc<- que son impersonales, no pertenecen a nadie y a nadie
justifican y se fundamentan por el contexto de un enunciado com-
pleto que las incluye en una comunicación discursiva como répli-
cas de un diálogo, de un artículo de difusión científica, de una
están dirigidas, el enunciado tiene autor . (y,_por cpnsiguiente,
"prcsh•idad, de lo cual ya hemos,hablado).y.destinatario: El des:
1
••
explicación del maestro en una clase, etc.), o bien, si son emm-
ciados conclusos, tienen alguna justificación en la situación dis-
cursiva que las introduce en la cadena de la comunicación discur-
di;ilogo cotidiano, puede representar un grupo diferenciado de
<'rccialistas en aiguna esfera específica de la comunicación cul-
ttnnl. o bien ,., público m6s1 o menos homogéneo, un pueblo,
••
contesta (en \10 sentido amplio) de una u otra manera a los enn~
siva. •_En la realidad, todo er.unciado, aparte de su ohjcto, siempre
••
siempre poseen una expresión verbal. Todos ellos representan dis- n'nc_rcta:· it quién está destinado· el enunciado, cómo el hablante'
curso ajeno (en su forma personal o impersonal), y éste no puede 'to d escritor) percibe y se imagina a sus destinatarios, cuál es la ;
dejar de re[Jejarse en el enunciado. El enunciado no está dirigido fuona de su influencia sobre el enunciado. Todo género discur-
únicamente n su objeto, sino también a discursos ajenos aceren •inr en cada esfera de la comunicación discursiva posee su pro- ,
de este último. Pero \a alusión más ligera a un enunciado ajeno pía concepción del destinatario, la cual lo determina como tal.
confiere al discurso un carácter dialógico que no le puede dar nin-
gún tema puramente objetual. La actitud hacia el discurso ajeno
1 :
••· 2C5 ,.:•l.il [;.¡,., IlL 1 OS Gt.t-:LI!OS DJSCURSJ\'05 1 L LNlJNC!t.DO
••
cientffica están dirigidos a un lector determinado con cierto fondo
aperceptivo de comprensión-respuesta; a otro lector se dirigen los pusitivo dmante·el Renacimiento, en'.lá larca de la destrucción .
tld modelo oficial del mundo, de carácter medieval; también en
libros de texto y a otro,' ya totalmente distinto, las investigaciones
otros períodos, cuando se presenta la ·tarea de la destrucción de
••
• \
l ... -....-----~·-~-·~--~.~.....,.,..,"0~0-A"(_,,........
•
28H
El. I'ROnLEMA !lE LOS GÉNCROS DISCURSIHlS
controban baje prohibición. La importancia de Jos géneros y es- , El problema de. b concepción del destinatario dol discurso
289
·•••
tilos familiares para la historia de la literatura no se ha apreciado (como 1~ siente Y ~e lo figura el hablante o el escritor) tiene una
Jo suficiente hasta el momento. Por otra parte, los géneros y es- 1.
tilos fr.timos se basan en una máxima proximidad interior entre
el hablante y el destinatario del discurso (en una especie de fu-
enorme rmportancra para la historia litcrnria. Para ·cada época
¡~ara ~ada corriente literaria o estilo literario, para cnda géner~
\rterano. dentro de una : épo ca o una ese ue1a, son r.aracterísticas
••
sión entre ellos como limite). El discurso íntimo est:\ compene-
trado de una profunda confianza hacia el destinatario, hacia su
consentimiento, hacia la delicadeza y la buena intención de su
determmada~ concepcrones del destinatario de la obra literaria,
~;~a percepcrón y comprensión específica del lector: oyente pú-
rco, pueblo. Un estudio histórico del cambio de tatés eonc;pcio-
••
<nm!'rcnsión de respuesta. En esta atmósfera de profunda con-
fianza, el hablante abre sus prolunciiciacies inl~lud5. !:5:v ~:~~~·
mina una especial expresividad y una sinceridad interna de estos
ncs es una tarea interesante e importante. Pero para su elabora-
crón productrva lo que hace taita es la. cianciaci teórica en er
mrsmo planteamiento del-problema.
••
estilos (a diferencia de la sinceridad _deja_pl_a~_a_pública que ca-
racteri2:a Jos géneros familiares). Los géneros y estilos familiares
e íntimos, hasta ahora muy poco estudiados, revelan con mucha
. ':!•~ que señalar que al lado de aquellas concepCiones y per-
cepcr~nes reales de su destinatario que efectivamente determinan
el estrlo de los enunciados (obras), en la historia de la literatura
••
claridad la dependencia que el estilo tiene con respecto a la con-
cepción y la comprensión que el hablante tiene de su destinatario i'
(es decir, cómo concibe su propio enunciado), así como de la
cxrste~ _además las formas· convencionales y semiconvencionales
de drn_grrse hacia los lectores, oyentes, descendientes, etc;, iguol
como !'mio co? el autor real existen las imágenes convencionales
••
idea que tiene de su comprensión de respuesta. Estos estilos son 1
!os qu~ ponen de manifiesto la estrechez y el enfoque erróneo de
la estilística tradicional, que trata de comprender y definir el es·
\ semrconvencr~nales de autores ficticios, de editores, de narra-
' ores ,de todo trpo. La enorme mayoiía de Jos g~.neros literarios
;on gcner?s _s~cundarios y compleJos que se ccnfonnan a los gé-
••
tilo ton s6lc desde el punto de vista del contenido objetiva\ (de '
sentido) del discurso y de la expresividad que aporte el hablante
nc;os_ prunano~ transformados de las maneras mós variadas
(rephcas de dralogo, narraciones cotidianas, cartas, diarios, pro-
t-~coJos, etc.). L!Js géneros secundarios de la coinuhicación diseur- •
••
••
en relación con este contenido. Sin tomar en cuenta la actitud úcl
hablante hacia el otro y sus enunciados (existentes y prefigura·,·· ".va s~clen represeli/ar diferentes formas de la comunicación
dos), no puede ser comprendido el género ni el estilo del dis• thscursr~a primaria~ De allf que apare1.can todos los personajes
curso. Sin embargo, los estilos llamados neutrales u objetivos, j
conccntrndos hasta el máximo en el objeto de su exposición y, alj
jJareccr, ajenos a toda referencia al otro, suponen, de todas maf 1
!
convcncJonales de autores, narrndores ·y destinatarios. Sin etnbar·
P-~: la o~ra _m:ís compleja y de múltiples planos de 11n género
~~cum1~n? v1ene n ser en su totalidad, y como totalidad. un enun~ ••
ncras, una determinada concepción de su destinatario: TaleS esti·
los objetivos y neutrales seleccionan los recursos lingüísticos no 1:
sólo desde el punto· de vista de su educación con el objeto dd
erado-. 11mco que posee 11n autoi real. -El carácter dirigido del'
~-~~n.cwdo es su rasgo constitutivo sin el cual no existe ~¡.puede
ntshr ~1 enunciado. Las diferentes formas típicas de este carácter
,:·. las ~tversas com;ep~iones. típic~s del destinatario, son las pm:
••
discurso, sino también desde el punto de vista del supuesto fondo
de percepción del destinatario del discurso, aunque este ronda se
vrcfiguta de. un .modo muy gcncrnl y con ln abstr~cción máximn
en ¡c\ncién ~on su lado r.,::prcsivo (la expresividad drl hablante
, ·~ulanda~cs. con~IJtutrvas que determinan la especificidad de lo~
!tC:lCTOS dJSC'JTSJVCS. ••
mismo es mínima en un estilo objetivo). Los estilos neutrales l'
objetivos presuponen una especie de identificación entre el desti-
11 difcron~ia de los enunciados y de los géneros disoursivr:s,
las umdades srgnificantes de la lengua (palabra y oración) por su
m1sma na~uraleLa _carecen de ese ,carácter destinado: no pertene- ••
natario y el hablante, la unidad de sus puntos de vista, pero esta '
homogeneidau ·y ·unidad se adquieren al precio de un rechaw e:~ si
total de la expresividad. Hay que apuntar que el carácter de los
cen a nadre_ y no cs_tán dirigidas a nadie. Es más, de suyo carecen
de lod~ actrtm:l hacra el enunciado, hacia la palabra ~jena.·Si una'
dc.term:naun palabra ~ oración est:l_ dirigida hacia alguien, esta-· ••
estilos objrti.vo~ y neutrales (y, por consiguiente, la concepción
del destinataric que los fundamenta) es bastantr. variado. según
las uiferentés zonas de la comunicoción discursiva.
n.ws frente a un enunc1ad,o conclusO,•Y el carácter destinodo no ]es'
pcr.tcn_cce en ¡tanto ,qu~.a,unida~e~_deJa )c_ngua, -sinoen tonto que
rm.nc1ados. Una oracrón rodeada de contexto adquiere un carác: ••
••
. .'
___. J¡¡¡~-~ lUZ
• ·----- ------
----· •
•• 290 f.L rHOBLE ... L\ J)E 1.05 (;I~NEfiOS DJSCURSI\'05
••
ter dcstinndo tan sólo mediante la totalidad del enunciado, sielido
su parte constitutiva (elemento)- • . progrnmn p_nra_ el cs!_udio de '.'los génc'ros de las nc!uacionc.s discursiVas
· La lengua cofno sistema . posee ·un~ cna·rme_ reserva de· re_cur· f_ en ln.vidn y en Ja·Creación ideológica, cOn' la "dctcrniinadón- dc.la.inler-
ncción discUrsiva" (p. 98) y "pnrtie!JdO ·de allí, una i-cvlsi~n ·de JDs· fcirrhas
sos puramcnt~ !ingUísticos para exptesat formalmente el vocattvo:
. •
••
---- ----
nombres, las formas perspnales del verbo), sintócticos •(diferente:
modelos y modificaciones de oración)_ Pero el carácter dirigido
real lo adquieren estos recuí-sos üniCamente dei1lro de la totalidad
de un enunciado concreto.J Y la expresión de: este· Carácter diti·
gido· nuncá puede ser agotXda por' estos recursos lingüísticos (gra-
maticales) especiales. Estos recurSos puede1) tstar· ausentes, y
~oniunicación "discur"siVa: "Una. Pregunta ·concluida, una ~xclamaCión, una
orden, unn s~pliCa, ·representan lOs Casps m·ás tfpicOs de enunciados Co-
lidinnos. Todos ellOs (sObre tOdo--_aq·ucllos "toles como S~plica y orden)
o:igcn uh Complemento exLravt!rbál, as[ como" Un- ci1foquc' DSimisrTIO. cxtra-
\'crbol. El mismO lipci de cci~ch.!t.ión dC estOs ·pequeños gdiJet-o·S c.otidiim"os
~e determina pOr la fricción ·a e la_ palaBra· sobr-e ·_el mediÓ ·extr~lin8üfsliCo..__
. Y ~obr~ la palabra ajcn.a (la de: otras pc.rsohas). [ ... ] TOda sil unción co~
tillinna eStable posee un~ detcrinÍf!ad,a· or&a"_niz.ación· del auditorio·y,_:asf, un
sin embargo el enunciado podrá reflejar de m1 modo muy agudo
••
la influencia del destinatario y su· reacción prefigurada de rcspues-' rcqucño repertorio de pequeños géQero_s·· cotidianos" · (pp. 98-99). · .
Urin rimplia rcpreScn"tación del "génci-o cOmo de uria realidad· de" 'la CO·
ta. Lo selección de todos los medios lingüísticos se realiza por i:!
municatión hu~ana ·(de tal inodó· que_· ·16s' g¿nCfoS litcni.rio"S se· anOtiz<üi
hablante bajo una mayor o menor influencia ·del'destinatario y de como géneros diScufsiv(?S, y· In Serie de 1os_;últim65 se dCfihe.ei1 lbS HrilitcS
•• del analista, allí mismo dejan .de existir pará 'éste: En esto consiste
·una de las causas de aquella estrechez de Ja· estilística tradicional
que ya hemos señalado: El análisis· estilístico que abarca todas las
impor!antcs dcstiri!)S dt la lilc"ratur~·- Y"'i::lcl·lerigúaji!," cuYOS. mo(óres prin-
cipalcs"·son nnte tcidó ló.s· géneros;" mienti-aS ·que las eorricntCs ·y "ins· Csci.Je.
lns son apenas héroes s'CCundarios" :CVoPrásy litérotury i eStcÚki,-451).
•• enunci?.do~ '·. - ·
1
La doctrina· de. Soussure se has~ "en' lo distincióri ~-ntre ·ia lengua
cor,Jo ¡¡i;;:cma· de signos y !Ormll~. mlltu:arhcnte rclacionadBs que' d6termi·
•••
NOiAS ACLARATORIAS n;m normativamcnte todo acto disCursivo. (este Sistema es objct~ t:specf.
fico de la lingüística) y C:l habla Co'mo rCalifaci6ri individual de la lengua.
l':·abaj~ escrito en 195.2-1953 en_Snransk; .fr¡Jgmcntos_ p~blicados en Litera- lo doctrina de' Sawsure fUe analiZada· Por· Dejtfn en el. librO Múk.siún
lun~aJa uchioba (_t 978,_ n~m._ .1 ,- 200-219). , . . . _·. . .. . . . .. _ . i jifosofio iozyka· como unn de_-}as·'Co_s ·priricipalcs· cO(riCrites·de la filo--
··El fénófneno de los -g~nCro!. discursivos· ·rúe irlV.CS'ti&ildo ·par· Rajlín '.¡;{ sofín- tlcl lenguaje (el objctivismo· iibsti-ni:tOL-de los cuales· si::para el autOr
•• Cri los tmbaj,os de la segunda mitad de loS .años 20. ·En el libro Marksizm
i jilosojio iazyka (Lenir'lgrádo, -1929; eri lo sucesivo ;e dta· scgún·l~··scgun··
da edición, 1930; el texto P.rincipal del libro·pcrtenecc: a llajtín, Pt:f~ _el
·,
su propia teorla del enunClado. __ , . ___ _ . '
]as ·en·
••
'.:. :. :l.. .. . ,._ .. l./,, .... ' • .
• "'·
'.•·
...---'-----
-·
----~------····
--· -· ······-··-··-----··-·-·--··-· ---·-·· ·-···- ·------·---- --··· ··- -· -- ·--····- ·-- ····-····---·-.!· ___ _. 1 d
·--..,-·--···
H * . tl¡it·4J·.i"'t!ft'l~ ~·
••
292
EL rRullLEMA,DE 1.05 GÉNEROS DISCURSIVOS
SOHS ACLA"-HOJUAS
291 ••
Mscriblr el pro,ceso discursivo,, se oricnla por, csin corricnlc de psico- Jn dicl•o y lo 110 d;./,;,'. En la enlonac.ión, In palnbrn se coneclo con _In •
logia. . . .· . . .. . . ~·ida. Y nnle lodo es en la en!ónaci6r donde el hablan le hece con lacio
t LO escuch1 de Vossler, en la cunl se destaca .sobre todo. Leo Spilter, ~;on los 'oyentes: la entoneci6n es ~acial por cxcellet1Ce" (Volóshinov, .•
~;uyos libros menciona D"jtfn en varios dc_stts _trabajos, es caracterizada V.N., "Siovo v z.hizni i slovo v poczii", Zvezdo, 1926, núm ..6, 252-253).
por el _ou!Ór ·como "uno· de lo; corrienles mh. poderosos del pensomicnlo Cl. lnmbién: "Es precisomcnle esle 'lono' {entonnci6n) In que conformo •
filos6fico y · Jingi.i_fslicO ñctlJol''; A'nr01. 1~_-, es~uela. ~~ yOSsler, ·¡n rcalidi\d J In 'mú!-icn' (sentido general, signiricodo general) de todo enunci~do. Lo
·lingiiislica es In cons!anle ac!jvidad cr~adora elec!ueda mediante los nc!o.s' •ilnnción Y el nudilorio corrcspondicnle deler01innn anle lodo a la cnlo· •
discursivos individuales; lo creación lingü(stica se;aserncjn, ftgún~cllos, n<Jción Y a través de ella realizan la selección de las pnlnbras y su arde- •
~ ,)il creación litcrOria, y lo cstilfstica es pai-a e11os·la disciplina .lingülsticai nnmicnto, n través de ell::l llenan de ~cntido al enunciado entero" (Vo-
principnl;.el cnloqne.v.ossleri~no del lenguaje se earacleri<a.por la pri·f li>~hinov, V.N., "Kons!rolsi• vyskozyvania", Litcratumaia uclliobn, 1930, •
IJ.lncfa de la cstiHsüca sobre -la. gramática, pot·. la_ pritnncfa del ,puniQ de·.·- ----mlm..-3, -77-78) .- ·
lingiHsli~a--saussurcan.n) ,1<~ prin~ncl~
vis la. del. hnblnnle.· (!ren!e o la, primada .del ptlnlo tic visln dr.l oyen le, se· . " )enolon!e., A11dbasis.
11
•
Gún la !!;.y de 13 [unción. estética. La.f \ En Marksizm i filós.ofia ia;.yka, el sentido .concrclo del enunciado •
C!stética.de la.creación verbal de D:;jdn en una: 6t.ric de momentos impor-~ ~e dcterminn terminológicamente como su "tema": "El tema dcl.enunciadO
lnntcs. •e nproximo. a_la e•cucla 'de Voos)er (mienlrD$ que recllOZO· el' '"lo realidad es inóividunl e irrepetible como el enunciado mismo [ J r. •
''objc:tlvismo nbStracto"_ de, IOJ ilngüfstica 'en m;~yo.r
mCclidn)., .Ante. todo eJ F.l signiricado, a dH crencio del· fcmn, rcr.rc.scntn todo!. los momentoli dcl.f
_l~n~oo;
el <>]foque del enunciodo c.omo una reolidad eoncrcla de la vida de ¡.'· .cnuncindo que sonr<petib(cs e idlnticos.a.sl mismos en todas¡., rcpeli-' •
lur,ci~n di~logo,
pnrn rc.nliznrsc, debe adquirir In entonación de frase [ ..• ] La frase es ln
del Es lo unidad de i11tercamhio enlro. los inlcrk.ctlloo·<;"
(KorcCvskij,. "Sur-. Ja parntaxc, el la synta_,.;c en. russc", Callicrs Ferdinaml
•
•
11 ~.A.ShAjmnt~v
de Sattssttre, 7, 1948, J4). . . .
dctinrn. Jo ••comunicAción'f como acto de p·~nsamienlo •
. In psiquis del
dhigc••..
~ablanle.
. que viene n .ser· ~ose psicológica de la oración, eslnbón de enloce "entre
(Sh6jmato~
y .In mani!es!ación suya en la palabra a la que se
A.A., .Sintaksis run:~oBO.iazyka, Lcoingrado, 1941,
•
•
19-20).
e La cnionudón expresiva como la exPresión ~ás
pura de lu cv;~lun· •
c~6n en el e~uricindo y como su indicio constructivo m5s importante se .1
a~nliz.a destnllnda!"11.cnte por M.Dnjtrn en una _serie de trabajos de la. 1 •