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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN


ACADEMÍA DE GASTRONOMIA ATF
CURSO: GERENTE DE ALIMENTOS Y BEBIDAS-CHEF INTERNACIONAL
TURNO: SÁBADOS

MÉXICO Y SU GASTRONOMÍA

AUTOR: Mirlenis Huise


C.I.: 20.027.156
Adriana Rojas
C.I. 25.102.095
Escarleth Chiquiza
C.I. 31.341.375
Jendrix Torres
C.I. 29.574.372

Caracas, Enero de 2023

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ÍNDICE

Introducción 3

Historia de la gastronomía mexicana 5

Top 10 platillos mexicanos 10

Chefs con estrellas Michelin 15

Restaurantes con estrellas Michelin 17

18
Conclusiones

19
Referencias Bibliográficas

2
Introducción

La gastronomía es un arte conformado por el conjunto de conocimientos y actividades


relacionadas con la elaboración de los alimentos que pertenecen a la cultura de una sociedad.
Su importancia radica en que refleja las costumbres, la tradición, la historia, la geografía y el
estilo de vida del lugar al que pertenece. Debido al gran impacto que ha tenido la gastronomía
mexicana en España, es de gran interés profundizar en su consumo, que se refleja en un
sinnúmero de restaurantes, tiendas y supermercados que se encargan de llevar al mercado
español productos mexicanos, también conocidos como productos étnicos.

En tal sentido la cocina mexicana ha sido influida y ha influido a su vez a cocinas de


otras culturas, como la española, francesa, africana, del Oriente Medio y asiática. Es
testimonio de la cultura histórica del país: muchos platillos se originaron en el México
prehispánico y otros momentos importantes de su historia. Existe en ella una amplia gama de
sabores, colores, texturas e influencias que la convierten en un gran atractivo para nacionales
y extranjeros: México es famoso por su gastronomía.

A lo largo de la historia del mundo la cultura y tradición mexicana ha tendido un


reconocimiento que la ha posicionado por su originalidad, pues la gran diversidad de platos
únicos en sus diferentes estados hace de la gastronomía mexicana un deleite en el paladar.
Lo anterior se integra a la identidad que los hace únicos en el mundo, pues al ser la
gastronomía una disciplina con un reconocimiento global, se considera un arte que involucra
historia, cultura, investigación y transformación. La gastronomía es entonces un símbolo
territorial que refleja la cultura y tradición que define el lugar de pertenencia de los individuos
en el mundo. Además, todo aquello que la rodea es parte del desarrollo de las civilizaciones
y su identidad, es decir, que la cocina es considerada mucho más que un trámite para saciar
una necesidad biológica; es una expresión cultural que involucra, en algunos casos,
religiosidad, ritos y tradiciones (González, 2013, pág. 19, citado por Monsalve).

En tal sentido la identidad y razón de ser de los países en el mundo es dado en su


mayoría por su tradición gastronómica, ya que, los ingredientes, utensilios, forma de

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preparar, servir o comer son factores que asientan costumbres, creencias, pensamientos e
identidad, lo cual, les crea único y diferente el uno del otro. Ahora bien, la gastronomía
mexicana cuenta con un reconocimiento mundial, de tal forma, que según estudios de Lonely
Planet se posiciona a México como el doceavo país para realizar turismo gastronómico
(Lifestyle, 2016 citado por Monsalve). En el mundo es reconocido por sus deliciosos platos
típicos como los nachos, tacos, burritos, enchiladas, entre otros, lo que ha llevado a que se
extiendan los restaurantes mexicanos fuera de su territorio, y, por tanto, no haría necesario el
visitar determinado país. Sin embargo, la mejor manera de conocer y enamorarse cultural y
gastronómicamente es teniendo la experiencia en visitar y promover la autenticidad que para
este caso sería el país mexicano. En este sentido, este documento se encuentra dividido en
tres secciones, donde, en la primera se encuentra un recorrido histórico cultural gastronómico
de México, en la segunda se podrá ver los platos típicos que caracterizan al país, y por último
se precisarán los chefs y restaurantes que han sido reconocidos por su gastronomía.

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Historia de la gastronomía mexicana

La cocina mexicana tiene un gran reconocimiento en comparación de las otras cocinas


del mundo debido a la gran diversidad de platillos que tuvieron origen en la fusión de las
culturas prehispánicas e ibéricas que poblaron el territorio del país. Se establece su valor en
el extenso número de ingredientes que utiliza, en su amplia gama de sabores, colores y
texturas, en la presentación de los platillos así como en las técnicas de cocina. Las formas en
las que es presentada la gastronomía mexicana tienen origen en la riqueza de las cocinas
regionales con las que cuenta el país. Desde entonces están presentes las cualidades que le
dieron carácter y que son el fundamento de la cocina actual. El chile es quizás el distintivo
más particular de la cocina mexicana. Los aztecas desarrollaron una extraordinaria cultura
del chile que perdura hasta la actualidad. Ellos empleaban este ingrediente como parte de su
dieta diaria; además de otros usos, por ejemplo: militares (el humo de chiles arrojados al
fuego se empleaban como hoy se usan los gases bélicos), medicinales y comerciales.
El chile desde el punto de vista culinario, para los indígenas tenía una gran
importancia en cuanto a la preparación de platillos o salsas hechos a base de éste. En la
mayoría de los casos es sazonado con tomate para realizar distintas salsas, moles, bebidas y
platillos regionales. Estos productos son preparados con diferentes tipos de chile como es:
chile ahumado, chile seco, chile suave, chile verde, chile amarillo, chile colorado, chile
negro, entre otros. El comercio del chile fue un elemento fundamental en los mercados
prehispánicos y era considerado como parte al tributo en el México antiguo. A lo largo del
siglo XVI este siguió siendo uno de los principales productos de pago. Algunas veces se
olvida la importancia que tiene un ingrediente de gran tradición en la historia gastronómica
de México, sin considerar que ha sido un emblema representativo y parte de la definición del
país, el cual ha prevalecido durante muchos años.
Al incorporarlo con el jitomate, el tomate verde, el guaje o huaxi y algunas otras
plantas aromáticas como el epazote, el pápalo y la pipicha, se dio el nacimiento de las salsas,
que adicionándoles agua provocaron la producción de diversos moles o monis.
Originalmente, los pueblos prehispánicos, ante su descubrimiento y aclimatación, lo

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utilizaron profusamente ligado a la tortilla sin que formara parte de un platillo específico, lo
que sucedió con el tiempo y gracias a la elaboración de los moles autóctonos (que quizá los
españoles encontraron como desconocida pitanza en las aldeas, caseríos y ciudades del
imperio mexica, y que, por quién sabe qué desconocidas razones, el cronista soldado Bernal
Díaz del Castillo no relacionó en sus minuciosos anales sobre la conquista de México). Moles
(de olla y cazuela) picantísimos, medio picantes y atemporados que los españoles yantaron
muy posiblemente debido a que la voz náhuatl molli es consonante con la palabra castellana
mole y que además significa lo mismo.

La gran variedad de chiles existente en México ha sugerido y permite la elaboración


de innumerables guisos, base fundamental del recetario nacional, mismos que desde nuestro
punto de vista se dividen en: encurtidos, moles, salsas, adobos, aderezos (tostado y molido)
y su uso inmediato (mordiendo el chile verde), así como su incorporación a ensaladas,
ceviches y barbacoas, en forma de las tradicionales rajas: de poblano, cuaresmeño, "chile
loco", chilaca, etcétera. Según el investigador Maximino Martínez, México cuenta con seis
principales formas o variedades de cultivo: chile verde o serrano, chile de Chiapas o "piquito
de paloma", chile ancho y chile mulato, chile pasilla y guajillo, chile monta y mora grande
(chilaile en Veracruz), chile cascabel; chiltepín, piquín, chile pulga o tempenchile, chile de
árbol, pertenecientes a la clasificación genérica de las annum y respectivamente a las
subdivisiones: acuminatus, conoides, grossum, longum, addreviatum, ceraciforme y las
frutescens que clasifica a los chiles pequeños o medianos

Las ciudades prehispánicas de gran importancia en donde se ha encontrado un amplio


consumo de chile entre sus pobladores fueron: Teotihuacan, Tula y Monte Albán. Oaxaca es
un estado que se ha distinguido a lo largo de la historia por su riqueza gastronómica, sin
embargo a pesar de contar con una gran variedad de especies de chiles, por falta de
conocimiento al respecto solo se utilizan los géneros más comerciales.
La cocina mexicana ha sido influida y ha influido a su vez a cocinas de otras culturas,
como la española, francesa, africana, del Oriente Medio y asiática. Es testimonio de la
cultura histórica del país: muchos platillos se originaron en el México prehispánico y otros
momentos importantes de su historia. Existe en ella una amplia gama de sabores, colores,

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texturas e influencias que la convierten en un gran atractivo para nacionales y
extranjeros: México es famoso por su gastronomía.

La base de la cocina mexicana actual deriva en gran parte de la cocina existente en


la época prehispánica, con un uso preponderante
del maíz, frijol, chile, jitomate, tomatillo, calabaza, aguacate, cacao, cacahuate, amaranto, v
ainilla, nopal, agave, cactáceas, hierbas y condimentos (epazote, hoja
santa, pápalo, quelites), diversas aves como el guajolote y variedad de mamíferos, peces e
insectos. Mientras que múltiples ingredientes se han adaptado a la cocina mexicana a través
del intercambio cultural que trajo el Virreinato de Nueva España y los siglos subsecuentes,
que introdujeron ingredientes europeos, mediterráneos, asiáticos y africanos como es
el trigo, arroz, café, comino, hierbabuena, laurel, orégano, perejil, cerdo, res, pollo arroz, ce
bolla, limón, naranja, plátano, caña de azúcar, cilantro, canela, clavo, tomillo y pimienta;
muchos de los cuales han sido ampliamente adoptados e incluso históricamente cultivados
en México, como es el caso del café y el arroz.

Por su parte, el nahuatlato Luis Cabrera propone otros nombres y variedades que sin
clasificación científica anota: chile chamborote, chile chocolate, chile de huerta, chile de
relleno, chile dulce, chile guaque, huaque o chilhuaque, chile largo, chile pasa, chile
quemado, chile ulultle, chile zambo, chile chilcoste, que bien pudieran pertenecer a las
variedades propuestas por Martínez, y por último el tornachile: del que constantemente habla
Manuel Payno y que pudieran ser el "serrano", el "pico de pájaro" o, quizá, el chipotle meco,
que por su picor, rugosidad y manchas blancas toma ese nombre, chiles estos últimos de uso
común, que junto a la tradición culinaria oral y al mestizaje de cosas, gente y productos, ha
permitido una variada riqueza de platillos, que durante el siglo xvii culminaron en el barroco
y churrigueresco mole poblano.

Perteneciente a la familia de las leguminosas y a la subdivisión de las papilionoideas,


el frijol ha estado presente en la dieta y la economía de los mexicanos desde tiempo
inmemorial, aglutinando desde su aparición y cultivo otra parte importante de la cultura
alimentaria y gastronómica del mexicano, que lo ha sabido mezclar vía el mestizaje a todos
sus alimentos y gustos manducatorios: frijoles de la olla (parados), con aderezo de epazote,
leche, cebolla, cilantro, limón, queso, jitomate, pápalo, carne de puerco y también con

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diversas salsas picantes; de otro modo: en tamales, enfrijoladas, refritos, quebrados, etcétera.
Son popularmente conocidos algunos tipos de frijol: blanco o alubia, negro (Querétaro y
Veracruz), flor de mayo, morado, pinto, canario, ayocote, bayo gordo, amarillo, etcétera. Su
siembra, regularmente de temporal, se inicia durante la llegada de las aguas, al igual que el
maíz, ligado con el cultivo de la calabaza o áyotl, producto éste de gran importancia en la
dieta mexicana por su uso como legumbre y también como dulce golosina en sus formas de
"calabaza en tacha", "cuachalole", calabazate, etcétera, de la cual una vez seca se aprovechan
las semillas o "pepitas", que saladas y tostadas han sido siempre de consumo y gusto popular.

A falta de pan, tortillas. El nacimiento y la comunión tuvieron como hostias el pan y


la tortilla, alimentos que se encontraron entre la milpa india al momento de germinar los trece
granos de trigo traídos por aquel esclavo negro de Pánfilo de Narváez, que hoy, maravilla del
encuentro, son sustento cotidiano en forma de taco o torta, en cada esquina. También tras
todo este contubernio español e indio, se encuentra la determinante influencia de negros y
"moruchos", que con su arabización científica, musical, lingüística y culinaria, nos legaron
productos fundamentales: acelga, alcachofa, espinaca, algarroba, azafrán, y en los gustos
reposados: alfajor, café, alcohol, sorbete, jarabe (musical y extracto) y la fina masa del
blanquísimo alfeñique, por supuesto elaborados en la alfarería mudéjar o "tequitqui"3 que el
barroquismo poblano tiene como cosas principales. Palabras árabes todas ellas confundidas
entre el idioma castellano por el afán latino colector de cosas de todos los mundos. Y motivos
por los que no se alcanza a comprender todavía a quienes ha correspondido en su tiempo
hablar de la cocina mexicana, porque no lo han hecho en sentido ambivalente. Porque aunque
no lo deseáramos, todo ello es producto de una práctica culinaria donde no ganó lo español,
sino que fue el resultado de una fusión, donde éste no resultó conquistador, sino que más bien
fue conquistado por la gente, las cosas y los productos del país.

A partir del siglo XIX, después del hermetismo colonial derivado de la xenofobia y
la intolerancia religiosa, el país recién nacido independiente se abre a los visitantes e incluso
inmigrantes extranjeros no españoles, quienes trajeron influencias enriquecedoras de las
cocinas de Italia y sobre todo de Francia. Desde luego, dos períodos destacan por su mayor
incidencia: la Intervención francesa con el ilusorio imperio de Maximiliano, y el Porfiriato,
con sus ínfulas afrancesadas. Los modelos a seguir provenían de las principales naciones

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europeas. Hacia finales de esa centuria decimonónica también se inicia la influencia de
hábitos estadunidenses, que siguen arribando durante el siglo XX con gran auge en áreas
urbanas, sobre todo en sus postrimerías. En el siglo XIX, las viejas fondas dejaron paso a
restaurantes (que es un galicismo) y más tarde a cafés. La Revolución Francesa de fines del
XVIII había marcado rutas políticas a las colonias españolas en América, que las llevarían a
su independencia. De igual manera se consideró de avanzada el modelo gastronómico de
Francia y sus influencias se dejaron sentir. A mediados de ese siglo ya proliferaban en las
ciudades mexicanas neverías, dulcerías, y cafés

La franca explosión de los cafés se incrementó a partir de la Revolución. La suma de


los mestizajes durante los dos siglos del México independiente se refleja hoy en día en
numerosos platillos: milanesas, omelettes, hot cakes, quiches, pizzas, pastes en el estado de
Hidalgo, sandwiches, mousses, budines, corn flakes, crepas, hot dogs, brochetas, escalopas,
bisteces (beef steaks),cassatas, hamburguesas, pays, gratinados, giros, crotones, lasagnas,
panqués(pancakes) y por supuesto los tacos al pastor, de origen libanés, turco y griego, que
apenas llegaron a México hace pocas décadas. Al concluir la Revolución mexicana, la
gastronomía nacional fue ensalzada nuevamente como parte del programa nacionalista de los
gobiernos emanados de esa guerra civil. El tema de la gastronomía apareció recurrentemente
en el cine dela Época de Oro (años cuarenta y cincuenta), acompañando otros estereotipos
delo mexicano. Años más tarde, en la década de 1980, en el campo de la literatura, el tema
de la cocina popular del país fue retomado por escritores como Laura Esquivel, que publicó
la novela Como agua para chocolate. La novela sirvió de base para la película homónima
(1992).En el siglo XIX, el chocolate empezó a perder terreno frente al café (grano deorigen
africano que llegó a México a finales del siglo XVIII).

México aportó al mundo productos sin los cuales no sería posible entender la
gastronomía mundial. Entre ellos
el maíz, frijol, chile, aguacate, vainilla, cacao, jitomate, calabaza, chayote, zapote, mamey,
papaya, guayaba, nopal, tabaco (compartiendo el origen con otros países de América)
y guajolote.

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La diversidad es la característica esencial de la cocina mexicana, y es la comida
regional uno de sus aspectos fundamentales. Cada estado mexicano y región poseen sus
propias recetas y tradiciones culinarias.

Top 10 platillos mexicanos

En este artículo haremos un pequeño recuento de los platillos más populares para que
te sirvan de inspiración; reinterpretados y crea un plato único y maravilloso que reinvente
nuestras tradiciones.
1. El Mole

La cocina es una recompensa para el paladar y en México si estás celebrando algo


probablemente el plato principal en la mesa será un buen Mole. En nuestro país podrás
encontrar una gran variedad de ellos, algunos llegan a ser tan sofisticados que pueden
contener un sinfín de ingredientes de diferentes partes del mundo que al mezclarlos
correctamente toman una identidad indudablemente mexicana. Es una salsa que está viva y
de verdad al ponerlo en tu boca literalmente se vuelve una gran fiesta para el paladar.

2. El Pozole

Para hablar de este delicioso guiso hay que remontarnos un poco en la historia ya que
varios Frailes comenzaron a documentar su existencia. Fray Bernardino de Sahagún, escribió
sobre el singular platillo en su monumental obra: Historia general de las cosas de la Nueva
España. Podemos afirmar que lo escribió con repugnancia, ya que los antiguos mexicas
preparaban el pozole con carne de los cautivos sacrificados en algunas fiestas, principalmente
la dedicada a Nuestro Señor el Desollado, Xipe Totec. Dicho festejo llevaba el nombre de
Tlacaxipehualiztli. Hoy en día dicho platillo tiene una preparación diferente y más civilizada
ya que en nuestros días se hace con carne de cerdo. En la actualidad el pozole ha sufrido
cambios y diferencias asociadas con la región donde se prepara y consume. En el estado de
Guerrero se prepara el blanco y el verde, mientras que en la Ciudad de México, Sinaloa,
Nayarit y Jalisco se consume la variante roja.

3. Cochinita Pibil

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En México, la cocina, como el mapa, se divide en varias regiones. La gastronomía de
cada una de ellas es muy distinta de la otra. La cocina de Yucatán es bastante particular. En
primera, porque se desarrolló muy lejos de lo que sucedía al centro del país, y por la
influencia que tuvieron los mayas. No es por nada que forma parte importante de las rutas
gastronómicas y el platillo más conocido de esta zona es la cochinita pibil.

La cochinita pibil es parte de la fusión cultural que se desarrolló en Yucatán: la


española y la maya. Este platillo preparado con carne de cerdo adobada en achiote y envuelta
en hojas de plátano, tradicionalmente se cocinaba dentro de un hoyo en el suelo sobre piedras
calientes, ya que pibil en lengua Maya significa “bajo tierra”. Esta preparación de hornos
bajo la tierra es especialmente representativa porque era fundamental para la celebración más
importante del mundo prehispánico, el “Hanal Pixan”, o Día de Muertos. Para esta
celebración, los mayas elaboraban un gran tamal que contenía diversas carnes de animales
como venado y faisán.

4. Chiles en Nogada

Podríamos afirmar que este es uno de los platillos más representativos, bellos y
deliciosos que podrás encontrar en nuestra gastronomía. Existen diferentes versiones acerca
de su aparición, pero se sabe que este platillo data de 1821, año en el cual Agustín de Iturbide
firmó el acta de los tratados de Córdoba. Algunos cuentan que fueron las madres agustinas
del Convento de Santa Mónica en Puebla las que al saber que Don Agustín estaría en esa
ciudad para celebrar su santo, el 28 de agosto, decidieron elaborar un platillo que recordara
los colores de la bandera. Hoy en día es uno de los platillos principales que acompañan
nuestras fiestas patrias.

5. Barbacoa

La barbacoa es un método de cocción prehispánico que consistía en formar un hoyo


en la tierra, calentarlo con brasas de leña y colocar piedras para cocinar a altas temperaturas.
Sobre estas piedras se ponían las carnes que habían de cocerse envueltas en hojas de plátano
o maguey dependiendo de la región; para finalizar su preparación las carnes se colocaban

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bajo tierra y se dejaban cocinar por largas horas. Hoy sin duda se ha vuelto una exquisitez y
para algunos, un remedio delicioso y eficaz para la resaca.

6. Carnitas

Los domingos, las carnitas conforman uno de los rituales más íntimos de la vida en México.
Es un paisaje cotidiano. Las personas llegan, se acercan, miran, van pidiendo y de alguna
manera se acomodan, ya puede ser de pie o sentados, lo importante es encontrar un espacio
suficiente como para alzar el codo. Aquí los dedos se llenan de grasa, también el bigote y, en
un descuido, hasta la ropa; más allá del alimento, los tacos de carnitas son una actitud ante la
vida.

En la búsqueda de sabores, sazón y riqueza, hay quienes agregan al perol de las


carnitas ingredientes exóticos como frutas, chiles, azúcar, leche o refrescos. En fin, cada uno
con su cada cual, para hacer la diferencia, el detalle de distinción, el gesto poderoso, aquello
que dé a las carnitas un toque personal.

7. Pescado a la talla

México tiene la suerte de contar con el Océano Pacifico y el Golfo de México. Ir de


vacaciones a las playas de Guerrero representa no solo disfrutar del sol y las olas, sino
también deleitarse con su gastronomía.

Y no hay mejor emblema de esta comida que el Pescado a la talla, el cual es abierto
en mariposa y es cocinado a las brasas, y se unta una salsa roja preparada con chiles y
especias. Con apenas 50 años, ya es uno de los representantes del puerto de Acapulco y es
que esta delicia que actualmente podemos disfrutar en las palapas o restaurantes a la orilla
del Pacifico, en especial en Barra Vieja, Guerrero, es creación de Beto Godoy y su esposa,
Gregoria Galeana.

8. Pescado a la Veracruzana

En Veracruz tiene lugar la primera gran fusión entre dos importantes cocinas: la
española y la indígena. Productos, utensilios y técnicas de cocina europea e indígena dan
como resultado el arte culinario mexicano.

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En la entidad, anclada a las orillas del Golfo de México donde Hernán Cortés fundó
la Real Villa Rica de la Santa Vera Cruz en 1519, comenzó el contacto directo con los
españoles y dio por resultado una zona típicamente mercada por el mestizaje y el encuentro,
de ahí nace este delicioso guiso muy parecido al bacalao preparado en algunas regiones de
España.

9. Tlayudas

Son exclusivas de Oaxaca y uno de sus platos más populares. Tlayuda es en realidad
el nombre que se le da a la gran tortilla de maíz; las Tlayudas se pueden preparar sin carne
(sencillas), o con cecina, res, chorizo, o a veces con otros ingredientes más extravagantes.
Los ingredientes básicos pueden variar, pero en general un Tlayuda es preparada con lechuga,
tomate, frijoles refritos, aguacate, queso (o quesillo) y luego guacamole y salsa de chile se
añaden al gusto. Sin duda un manjar oaxaqueño.

10. Tamales

Los tamales se encuentran en todo el continente americano, pero no deberías dejar de probar
los tamales de estilo yucateco, uno de los más populares de la comida mexicana. Un tamal
es una masa de maíz rellena de alguna carne, vegetal o fruta envuelta normalmente en una
hoja de maíz o de plátano. El tamal yucateco se cocina al vapor o al horno y es común que
esté envuelto en hoja de plátano. Si tienes la suerte de visitar México en el Día de Muertos o
alrededores, no dejes de probar el pibipollo o mukbil pollo. Este es un tamal algo más grande
de lo común, relleno de pollo y cocinado bajo tierra.
Los tamales son una parte importante de la cultura mexicana y son imprescindibles en
celebraciones claves como el Día de Muertos o el Día de la Candelaria. En Ciudad de México
incluso se realiza la Feria Latinoamericana del Tamal a primeros de noviembre.

11. Enchiladas

Uno de los platos más contundentes que tienes que comer en México son
las enchiladas. Se trata de tortas de maíz rellenas de carne o verduras y mucho queso, y bien
bañadas de una salsa que suele ser normalmente de tomate y llevar un poco de picante. Como

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ocurre en todos los platillos de comida mexicana anteriores, hay casi tantas versiones de
enchiladas como de barrios. Por ello, hay partes en las que se acompañan de cebolla cruda
picada o en rodajas, crema de leche, queso y lechuga.

En el estado de Guanajuato, por ejemplo, se estilan las enchiladas mineras, rellenas


de patata cocida y queso. En Monterrey, por otro lado, se suelen rellenar de queso fresco y
se fríen con algo de aceite. En el estado de Sinaloa son tradicionales las enchiladas del suelo.
En este caso la tortilla no se fríe y se pasa por una salsa roja bastante picante y espesa para
luego rellenarla con patatas, queso de tipo cuaje y crema.

12. Tacos

Por último y no menos importante encontramos el delicioso e histórico, taco, que


forma parte de la diversidad cultural y gastronómica México. Ya sea al pastor, de carnitas,
de longaniza, cochinita, barbacoa, birria, carne asada, pollo, chile, nopal con queso,
chapulines, aguacate, entre otros más; el taco posee una increíble variedad que es para gustos
de todos los amantes del maíz. Si bien se desconoce a ciencia cierta su origen, se cree que el
taco nació como la base de una dieta olmeca gracias a los primeros vestigios del maíz
nixtamalizado.

Chefs con estrellas Michelin

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1. Karime López

En sus inicios, Karime experimentó en varios sitios, por ejemplo, el restaurante Pujol
con Enrique Olvera donde descubrió diferentes perspectivas profesionales. Asimismo, se
convirtió en una colabora del chef Virgilio Martínez en el restaurante Central en Lima y
posteriormente trabajó en Ryugin con el chef Yamamoto. “Tiene talento y un potencial
enorme. Sonríe poco y trabaja mucho; intento dejarla expresarse y ver lo que da con el
tiempo: sus platos son irónicos pero hablan profundamente del producto del territorio”, dice
sobre ella el reconocido chef italiano Bottura.
2. Carlos Gaytán,
El primero de los mexicanos con estrellas Michelin su nombre con letras de oro en
los anales de la historia culinaria del país, al convertirse en el primero de los chefs mexicanos
con estrellas Michelin.
Originario de Guerrero, llegó a Chicago buscando el sueño americano. Inició
su carrera en la despensa del Sheraton North Shore Hotel, ascendió a cocinero y se
convirtió en chef ejecutivo del restaurante Bistrot Margot.
Hacia 2008 se aventuró a abrir su propio restaurante “Mexique” con el que
obtuvo la anhelada estrella casi cinco años después. Durante tres años, mantuvo el
reconocimiento, hasta que, en 2015, lo perdió. Para 2018, el galardonado
establecimiento cerró sus puertas y ahora el chef mexicano dirige “Há” en el Hotel
Xcaret.

3. Roberto Ruiz
Otro de los chefs mexicanos con estrellas Michelin, fue el primero en ganar esta
distinción en otro continente, el europeo, y lo hizo con “Punto MX”, en Madrid,
establecimiento que, lastimosamente, cerró este año para dar a paso a nuevos proyectos del
chef vinculados a su formato de comida a domicilio.
La suya es una verdadera historia de éxito, pues empezó como lavaplatos y ahora es
líder de distintos proyectos gastronómicos no sólo en España, sino también en Portugal y
Colombia.

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4. Paco Méndez
Pocos restaurantes han logrado ganar una estrella Michelin a un año de entrar en
operación y el del chef Paco Méndez es uno de estos. Integrado en el proyecto el Barri de
Albert Adrià, Hoja Santa es uno de los locales de cocina mexicana más destacados de
Barcelona. El mexicano, nacido en 1982, cursó la carrera Técnica de Turismo y Hostelería,
y en 2001 inició sus estudios en el Centro Culinario Ambrosia. Llegó en 2012 a Barcelona
para asociarse con Albert Adrià en la aventura tanto de Niño Viejo como de Hoja Santa,
establecimiento que ya ganó su primera estrella.

5. Osme Aguilar

El chiapaneco es otro de los chefs mexicanos con estrella Michelin en Estados


Unidos. Su historia es un gran ejemplo de éxito. Originalmente intentó abrir un taller
mecánico, pero el negocio se le vino abajo. Hacia 1998 viajó a Nueva York, donde sin
experiencia en la cocina trabajó como portero y asistente de limpieza de un restaurante. Fue
hasta 2004 cuando Winston Kulok le ofreció un puesto en su negocio Cafe Henri y en
noviembre de 2009 se convirtió en el chef ejecutivo. Ahora es la mente detrás del restaurante
que lleva su nombre: Cosme, con el que ha conquistado el máximo reconocimiento de la
cocina.

6. Indra Carrillo

Es probablemente el más joven de los chefs mexicanos con estrellas Michelin.


Originario de Cancún fue recogiendo experiencias en nueve países hasta llegar a Francia
donde fundó “La Condesa”, el restaurante que le daría su primera estrella, llamado así,
además, en honor a la colonia donde creció y empezó a cocinar en la Ciudad de México.Indra
ha formado parte de renombradas cocinas como Noma, Le Ritz y Ginza Koyju, utilizando
siempre ingredientes de temporada y téncicas de vanguardia.

7. Enrique Casarrubias

Otro mexicano en Francia que se ha unido a la lista de los chefs más reconocidos a
nivel mundial ha sido el mexicano con su restaurante Oxtre, el cual en 2021 recibió su estrella

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Michelin. El sitio de ubica cerca de los Campos Elíseos, en París, y en su menú se encuentran
platillos de comida franco-mexicanos. Desde la apertura, la crítica francesa lo calificó como
una fuerte promesa en la gastronomía.

Restaurantes con estrellas Michelin


Ningún restaurante dentro de México ha recibido estrellas Michelin puesto que la
certificación no existe en nuestro país, sí hay chefs mexicanos y restaurantes abiertos por
mexicanos fuera del territorio nacional que cuentan con la distinción. Sin embargo, existen
otras distinciones que ponen el buen nombre de los restaurantes Mexicanos tal como: Latin
America's 50 Best Restaurants

1. 7. Pujol - Ciudad de México (The Best Restaurant in Mexico)


2. 16. Fauna - Valle de Guadalupe (Highest New Entry Award)
3. 23. Sud 777 - Ciudad de México
4. 28. Máximo Bistrot - Ciudad de México
5. 37.Rosetta - Ciudad de México
6. 43. Quintonil - Ciudad de México

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Conclusiones

En conclusión, la cocina mexicana caracterizada por una gran variedad de platillos y


recetas, así como la complejidad de su elaboración está tomando una enorme importancia y
reconocimiento, y los ojos de todo el mundo están volteando a los platillos mexicanos, ya
que forma parte de un legado de un patrimonio riquísimo de miles de años de sabores
distintivos y condimentados, reuniendo tradiciones gastronómicas indígenas y europeas,
entre otras muchas. Actualmente la gastronomía mexicana se fusiona de manera armónica
entre la comida tradicional y de vanguardia, donde una nueva ola de jóvenes cocineros y
chefs están poniendo el nombre de México en alto en restaurantes alrededor del mundo.

Como todas las artes de nuestra tierra, la culinaria vive un continuo desarrollo; en los
últimos años, los chefs mexicanos han experimentado con técnicas e ingredientes de
diferentes partes del mundo y fusionándolos con aquellos del México antiguo para llevar al
comensal a un viaje de sensaciones únicas a través de la cocina contemporánea mexicana, la
cual podrá disfrutar en reconocidos restaurantes del país, donde la inagotable creatividad y
el sabor único aderezan originales platillos capaces de sorprender al comensal más exigente.

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Referencias bibliográficas

https://www.skyscanner.es/noticias/15-platos-que-no-puedes-dejar-de-comer-en-mexico

https://sites.google.com/site/comidamexicana190102/introduccion-y-tipos-de-comida-
mexicana

https://www.chicmagazine.com.mx/estilo-de-vida/foodies/chefs-mexicanos-con-estrellas-michelin
https://www.chicmagazine.com.mx/estilo-de-vida/foodies/chefs-mexicanos-con-estrellas-
michelin

https://professionalchefenriquez.files.wordpress.com/2011/08/breve-historia-de-la-comida-
mexicana-jesc3bas-flores-y-escalant.pdf

https://es.scribd.com/doc/62370272/Historia-de-La-Gastronomia-Mexicana#

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