Está en la página 1de 52

TERCERA UNIDAD: LA NOVELA

LA NOVELA: SU EVOLUCIÓN, TIPOS Y PECULIARIDADES

01. CONCEPTO

Una de las creaciones literarias de gran prestigio en nuestros días es la novela,


cultivada dentro de nuestra cultura. La concepción sobre la novela es muy variable,
uno de tantos conceptos, es la sustentada por Alma Flor Ada-Lafuente (1974: 235):
“La novela es la presentación de un mundo, real, histórico o imaginario, y de un
conjunto de personajes que, dentro de ese mundo, van realizando su vida, es decir,
creando su personalidad.”
En cambio los profesores Irineo Martín Duque y Marino Fernández Cesto (1982: 98)
expresan un concepto amplio de la novela: “La novela es una ficción narrativa
minuciosa y coherente, en prosa, que, creando un mundo cerrado a imagen de la vida,
encierra, implícita o explícitamente, una visión o interpretación del mundo y de la vida.”
Mientras Theodore Spencer, según el Dr. Miguel Gutiérrez Correa (1967) manifiesta
con mayor precisión en el siguiente aspecto:
La novela es una narración en prosa que describe la evolución de uno o varios
personajes a través de una serie de acontecimientos que se hallan organizados, con
el propósito de crear una ilusión de la realidad fáctica en que los hechos narrados
están relacionados entre sí y están vinculados con los personajes que experimentan,
de tal modo, estos personajes y otros de índole secundario que también aparecen en
otros relatos pueden ser presentados en función de las diversas figuras humanas que
han sido incorporados en la anécdota.
En síntesis, podemos afirmar: la novela es un género narrativo que presenta la
evolución de la vida de sus personajes, que se van configurando conforme se
desarrollan sus acciones sean reales, imaginarias, míticas, etc., dentro de un mundo
cerrado que es el espacio y en un determinado tiempo que puede ser breve o extenso.

02. CARACTERÍSTICAS FUNDAMENTALES

A pesar de la diversidad novelística por ser un género narrativo en constante evolución


a través del tiempo, podemos establecer las siguientes características genéricas:

1º Es una ficción narrativa. En toda novela se narran acciones imaginarias que


aparentan ser reales, a pesar de ser hechos que puedan haber sucedido, pero cuando
pasan a formar parte de la novela se convierten en ficción, además de la imaginación,
el mundo de sus sueños, sus esperanzas, los mitos, etc. que el novelista puede
intercalar en forma libre, creando de esta manera en todo su conjunto un mundo
ficticio.
2º Posee una determinada extensión y cierta complejidad. Toda novela posee una
extensión determinada que puede ser 800 páginas, 300 páginas, 80 páginas, etc.
Siempre resulta de una mayor extensión que un cuento, aunque no es un rasgo
decisivo. Mientras los hechos que se narran son múltiples y diversos, por esta razón
nos dejan diversas impresiones.
3º Es minuciosa y posee morosidad. Como la novela presenta una serie de hechos
que muestran toda una vida, todo un mundo cerrado, como en La serpiente de oro, de
Ciro Alegría, donde se crea el mundo cerrado de Calemar; las acciones se muestran
en sus mínimos detalles acompañados de diálogos, descripciones, pequeños
incidentes, etc. Convirtiéndolos en obras morosas del acontecimiento, es decir, las
acciones son lentas considerando que cuando se describe deja de fluir el tiempo o
cuando los personajes dialogan el transcurrir del tiempo es más lento.
4º Presenta una imagen de la vida. En toda novela se crea un mundo cerrado en que
se encuentra atrapada toda una imagen de la vida con sus propios rasgos muy
particulares. Es un mundo imaginario que atrapa al lector y le hace vivir un mundo
diferente al real donde el novelista creó y plasmó la vida en forma lógica y ordenada
dentro de la ficción, con mayor sentido y significación que la vida real como sucede
en Don Segundo Sombra, del argentino Ricardo Güiraldes que tiene muchos
acontecimientos propios de la realidad y otros muy diversos a la realidad.
5º Tiene coherencia interna. En toda novela el mundo cerrado y su imagen de la vida,
tiene su propia coherencia interna, muy particular, perteneciente a esa novela que no
se encontrará en otras novelas. En este mundo novelístico, las acciones, la vida que
fluye poseen sus propias leyes que rigen en los personajes y sus acciones, incluso los
objetos están supeditadas a estas leyes. Una muestra lo tenemos en Cien años de
soledad, de Gabriel García Márquez, donde suceden hechos totalmente lógicos dentro
de la ficción, pero que desde nuestro punto de vista como lectores objetivos son
ilógicos, como el caso de Remedios la Bella que se va al cielo cuerpo y alma, incluso
el hecho de la masacre realizada por la compañía bananera y luego en la noche los
muertos son llevan en tren para arrojarlos al mar, al día siguiente, cuando se indaga
por el suceso nadie sabe, todo ignoran lo ocurrido en concordancia con las demás
acciones.
6º Muestra una interpretación del mundo y la vida. A través de la ficción novelística se
plasma una interpretación del mundo y la vida, mediante la acción de sus personajes,
sus descripciones, sus diálogos. Es la forma cómo lo interpreta y plasma el novelista
en su proceso creativo, es una cosmovisión del novelista que deja en ese mundo
novelístico sus pensamientos, sueños, esperanzas, creencias, sabiduría, etc. De esta
manera el lector determina el tema central que se desprende de la debida
presentación de las acciones que realizan los personajes, del comportamiento que
van adquiriendo en las múltiples acciones y situaciones sus personajes, sin que el
novelista insinúe a través de sus personajes. Una novela se convierte en novela de
tesis cuando el autor plasma sus ideas en boca de los personajes e insiste
constantemente en diversas situaciones haciéndoles expresar a sus personajes, con
la finalidad de que su mensaje quede notorio en los lectores y si esto no está
manifestado en forma oportuna, los personajes resultan títeres que para el lector se
convierte en una creación de poco valor.
7º Es una creación en prosa. Toda novela es una creación escrita en prosa, muchas
veces expresada con un giro poético y un ritmo interior que le da una belleza
excepcional.
8º Posee una estructura polimorfa. Esto quiere decir que tiene múltiples formas en su
conformación estructural. Entre estos elementos que lo convierten en polimorfa está
la presencia de la narración acompañada de diálogos, descripciones, comentarios;
además de la asimilación de textos periodísticos, parlamentos de audiciones radiales,
indicaciones, cartas, etc. debidamente ordenados y constituidos, formando un todo
que es la novela. Ejm. Werther de Goethe es una novela integrada por cartas.
9º Muestra una informalidad, precisamente como consecuencia de su estructura
polimorfa, considerando que la novela naturalmente es narración, sin embargo accede
al diálogo, la descripción, el comentario y acoge diversos discursos que muchas veces
se superponen como se expresó, pues no es un género cerrado, es abierto a la
inclusión de toda clase de discursos, siempre que formen una estructura coherente,
he ahí su informalidad.
10º Presencia diversificada del tiempo. En la novela se narran hechos que suceden
en el presente o en el pasado en torno a la realidad de su tiempo o referente a hechos
que ya sucedieron y se consumaron definitivamente. Al respecto Wolfgang Kayser
manifiesta que las acciones suceden en un tiempo particular, el tiempo en que viven
los personajes y el tiempo general, que es observado por el lector, quien tiene una
visión integral de la sociedad y época que es presentado en la novela en su integridad.
11º Rasgos heterogéneos de los personajes. Los personajes son expuestos en sus
particularidades, pero son muy diversificados y siempre se encuentran en conflicto con
la sociedad, son personajes comunes y corrientes, especialmente en las creaciones
novelísticas contemporáneas, incluso pierden sus nombres, resultan seres anónimos
y triviales, pero siempre en conflicto con su entorno, con la sociedad con la naturaleza.
Cuando surge la novela, precisamente su razón de ser es oponerse al héroe de la
epopeya.
12º La distancia del narrador respecto del personaje es muy variable. En este rasgo
está presente la morosidad de la novela, considerando que el narrador puede ser el
protagonista y presentar lo que le está sucediendo, puede también encontrarse a
cierta distancia, corta o muy alejada según las diferentes circunstancias y tiempos en
que actúan los personajes.
13º Convivencia de la multiplicidad lingüística. Sólo en la novela podemos encontrar
las más diversas variedades de la lengua, en sus diversas variaciones dialectales e
incluso con la presencia de otros idiomas frente a la lengua que predomina, de este
rasgo se desprende la presencia de la polifonía de voces en la novela, es así como
expresa Hugo Correa Luna (1986:61-62): “La novela acoge diferentes lenguas: la
periodística, la filosófica, la científica, diferentes géneros: épico, dramático, lírico;
estilos: cómico, elevado; dialectos de clases sociales; diversas formas de narración
escrita, cartas, diarios íntimos, memorias. En suma, toda expresión lingüística puede
convivir dentro de la novela.”
14º Demora miento de la acción. A diferencia del cuento, en la novela las acciones
son presentadas ampliamente, en sus más diversos detalles, incluso el narrador,
haciendo un alto en lo que está relatando, puede pasar a narrar otros hechos haciendo
uso del flash back, para nuevamente proseguir con su narración, puede detenerse en
la descripción, en la presentación de los diálogos, realizar comentarios, etc. Por esta
razón en la novela encontramos la presencia de diversos géneros y múltiples formas
de lenguaje.
15º Es un género flexible y en evolución. Considerando sus rasgos anteriores,
observamos que la novela por ser flexible da acogida a la polifonía, la informalidad, lo
heterogéneo, la multiplicidad lingüística, etc. y todo ello hace que no permanezca
estático, pues está en constante evolución. Desde su aparición como género
novelístico totalmente distinto y original con El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la
Mancha (1606) de Cervantes, ha evolucionado pasando por los múltiples novelas del
siglo XIX hasta llegar a la novela de James Joyce: Ulises, lo que nos muestra una
evolución enorme. En nuestros días siguen estos cambios y se está llegando a una
novela de rasgos periodísticos, con narraciones precisas, ágiles y objetivas. Así
continúa su evolución, al respecto dice Hugo Correa Luna (1986:61) (1986:61):
“Hemos insistido en su carácter polimorfo. Al respecto dice Bajtin que “no posee el
menor canon”. Por su misma naturaleza es a-canónica: sólo lo que cambia puede
contener lo cambiante.”
16º Es una creación inacabada. En el sentido de no detenerse en su evolución, pero
al mismo tiempo considerando su propia estructura, en el siglo XVII Cervantes se ve
obligado a escribir la segunda parte de El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha,
porque precisamente es una novela abierta y de esta manera finaliza en la segunda
parte dando muerte a su protagonista. Sin embargo queda latente el desenlace del
mundo que presentó en su novela, manteniéndose de todas maneras la forma abierta.
Este rasgo en las novelas del siglo XX ha hecho que el final sea abierto, como lo
propugna Franz Kafka en sus novelas. Es decir, la novela siempre dentro de la ficción
da cabida a continuar abierta, por eso accediendo nuevamente a Correa Luna
(1986:62), citamos su opinión al respecto: “Así el final no coincide con el desenlace,
sino que va un poco más allá. Esto se relaciona quizá con el aspecto inacabado que
le atribuye Bajtin. La coincidencia del final con el desenlace tendería a cerrar
contundentemente su mundo, en cambio su continuación lo diluye y mantiene la forma
abierta.”

03. ORIGEN, DESARROLLO Y EVOLUCIÓN

Dentro del origen y desarrollo de los diversos géneros, la novela es una creación más
joven, que aparece después de los diversos géneros, su origen se encuentra en el
antiguo género épico, creación en versos que narra las grandes acciones de los
héroes que son sus protagonistas. Veamos demarcándolo dentro de las diversas
épocas de la historia humana. Es importante citar de antemano lo que expresa Carlos
Millares en Rodrigo Juan Manuel (1983:105), para la comprensión cabal de la novela:
Lo único que puede mostrarse es que los antiguos griegos y romanos, tuvieron una
serie de intereses narrativos que presentan características comunes con las obras
posteriores que, quizá sólo por conservación terminológica inevitable, solemos llamar
novelas; que una serie de obras, en Grecia y en Roma, plantean una problemática
que es asimilable a la del nacimiento del género novela en las literaturas modernas.

II
LA NOVELA LATINOAMERICANA TRADICIONAL

01. INICIO DE LA NOVELA LATINOAMERICANA

Indudablemente, la primera novela latinoamericana es El


Carnero escrito de 1636 a 1638, publicado el año1784,
del bogotano Juan Rodríguez Freyle (Bogotá,25deabril
de 1566-1642), obra que fue escrita en el contexto del
siglo XVII, en el que presenta cien años de la vida
colonial de la Nueva Granada, hoy Colombia. Es una
narración de los hechos pintorescos, curiosos y a menos
que acaeció a los aventureros que venían de España,
llegaban a Nueva Granada y luego se dispersaban por
la amplia colonia. Tiene un carácter moralizante y linda
entre la historia y la ficción sobre la vida secreta de
Bogotá, especialmente narra sobre los amores
prohibidos. Es considerada la primera novela
latinoamericana.
Otra obra novelesca es El Lazarillo de ciegos caminantes (1775 o 1776), cuyo autor
se oculta bajo el seudónimo de Concolorcorvo, siendo su nombre Alonso Carrió de
la Vandera (¿1715?-1783), de origen cuzqueño, escrita en primera persona donde el
narrador es el Lazarillo de los viajeros que se desplazan desde Montevideo, pasando
por Buenos Aires, el Alto Perú (hoy Bolivia) hasta llegar a Lima, mostrando una
información minuciosa sobre lugares, costumbres y personas, llena de historias
divertidas, en realidad es un conato de novela.

02. LA NOVELA ROMÁNTICA LATINOAMERICANA DEL SIGLO XIX

La novela romántica latinoamericana cronológicamente se puede establecer en su


apogeo, entre 1830 y 1875 que se caracteriza por aparecer en diversos países a
destiempo y luego se sucede el postromanticismo que se desarrolla en forma
decadente.

2.1 La novela romántica política

En América destacan tres novelas amorosas:


Amalia (aparecida en Montevideo en 1851 las tres
primeras partes, la versión completa fue publicada en
Buenos Aires en 1855) del argentino José Mármol (1817-
1871) que expone el amor de un joven patriota dentro del
marco histórico de la tiranía de Rosas y las conspiraciones
del Partido Unitario para derribar al gobierno federal
gauchesco, en un tiempo muy limitado, entre el 04 de
mayo y el 05 de octubre de 1840, finalizando con el
asesinato del joven Eduardo Belgrado. Esta novela es de
carácter política en el que se opone a esa concepción
instaurada por Domingo Faustino Sarmiento, entre la
barbarie y la civilización, al mismo tiempo con la presencia
de lo sentimental, donde observamos los amores de Eduardo con Amalia, finalizando
con la muerte.

2.2 La novela romántica sentimental o amorosa

Su máximo representante es Jorge Isaacs (Santiago de


Cali, Colombia,01 de abril de 1837-Ibagué, Tolima, 17 de
abril de 1895) con su única novela María (1867) en la que se
entreteje lo poético, costumbrista, realista, dramático y
premodernismo, pero destacando el tema del fatalismo
amoroso; es la novela más famosa narrada en primera
persona protagónica presentando los amores trágicos entre
los primos María y Efraín, en el valle del Cauca, estando
presente toda la tradición narrativa sentimental que le precede.
En esta novela María nos enteramos que María tiene orígenes
judíos que simboliza a la aristocracia incestuosa y autodestructiva, al mismo tiempo
encontramos personajes negros que racialmente son personajes inasimilables, según
Dorís Sommer (2004: 38).
La tercera novela es Clemencia (1869) de Ignacio Manuel Altamirano Basilios
(Tixtla, Guerreros, México, 1834-San Remo, Italia, 1893)
que en su brevedad narrativa nos muestra un drama
amoroso con un acontecimiento sencillo y lineal. Un
comentario de Ángel Valbuena Briones (1969:142) sobre
estas tres novelas dice:
En las tres novelas existe una lucha dramática entre el yo
subjetivo y el reconocimiento del mundo objetivo. Amalia y
sus amigos son perseguidos por el todopoderoso Rosas.
Efraín y María se enfrentan con una fatalidad que los
separa en un medio ambiente familiar, que no comprende
la profundidad de su inclinación
hasta que es demasiado
tarde. En Clemencia, Fernando Valle ha de luchar con una
realidad adversa, que lo presenta ante los ojos de su amada
como un ser distinto e inferior al que es hasta que su
sacrificio final desvela la generosidad de su alma, cuando
ya no hay remedio. La vida conduce a la desesperación
y a la tragedia, como una imposición que no puede eludirse.
Alberto Blest Gana (Santiago de Chile, 04 de mayo o 16 de
junio de 1830-París, 09 de noviembre de 1920), novelista y
diplomático, considerado el padre de la novela chilena, autor
de las novelas: La aritmética del amor (1860), Martín Rivas
(1862), El ideal de un calavera (1863), Durante la reconquista (1897) y El loco Estero
(1909). Sus primeras creaciones se ubican dentro del romanticismo y sus novelas
posteriores ya se encuentran dentro del marco realista, por esta razón se le considera
el pionero de la novela realista latinoamericana. Su novela más célebre es Martín
Rivas (1862), presenta el amor imposible de su protagonista llamado Martín, un
huérfano venido a menos que se convierte en un secretario provinciano, quien
sostiene un romance con la hija de un acaudalado burgués de la capital dentro el
marco de la revolución de 1851.

2.3 La novela romántica histórica

Dentro del marco de la literatura latinoamericana se tiene


exponentes de la novela histórica en escritores cuyas obras son
poco difundidas en nuestros días: Se encuentra el boliviano
Nataniel Aguirre (Cochabamba, 10 de octubre de 1843-
Montevideo, Uruguay, 11 de setiembre de 1888), poeta, novelista
y dramaturgo, con Juan de la Rosa, corresponde a la “Memoria
del último soldado de la Independencia”, el autor en base a sus
memorias de niñez sobre la independencia presenta un ambiente
del movimiento político boliviano, es una novela que ya tiende al
realismo. Es una obra fundamental de la literatura boliviana.
Sigue el mexicano Juan Díaz Covarrubias (Xalapa, Veracruz, México, 27 de
diciembre de 1837-Tacubaya, Distrito Federal, 11 de abril de 1859) con Gil Gómez el
insurgente, una novela con rasgos folletinescos, nos muestra las causas y figuras de
la revolución mexicana dentro del cual se encuentra el melodrama que protagonizan
Clemencia con Fernando, al mismo tiempo tiene rasgos del romanticismo
costumbrista.
Los argentinos Juan María Gutiérrez (1809-1878) autor de
El capitán de patricios, además del romanticismo histórico,
posee rasgos del cuadro de costumbres y el tema del idilio
truncado por el destino, mientras Vicente Fidel López (1815-
1903) con su novela La novia del hereje, tiene comentarios
favorables de Augusto Tamayo Vargas (1973:184):
…obra bien estructurada a base de documentación histórica
de piratas que tanto impresionaron el mundo colonial español
de los siglos XVI y XVII, y donde el autor halla los contrastes
tan caros para el romanticismo entre “ingleses” e “hispanos”,
entre “católicos” y “anglicanos”, entre dos mundos diferentes
aún en lo que se refiere a Europa y América. Pero también la
historia como “marmita” de pueblos indios adormecidos en un territorio propio bajo la
dominación extraña o típicos mestizos…
El uruguayo Alejandro Magariños de Cervantes (1825-1893), considerado el
príncipe de la novela uruguaya con la narración gaucha Curamurú (1853), novela en
el que plantea el conflicto entre la raza charrúa y la española; también se encuentra
el chileno Manuel Bilbao (1827-1895) con El inquisidor mayor o Historia de unos
amores (1852), mostrando las persecuciones que realiza la iglesia a los seres
humanos en la época colonial.

2.4 La novela romántica costumbrista o popular

Este tipo de novelas presenta temas basados en hechos desarrollados dentro de la


vida del pueblo que llevados a la novela reflejan con gracia y sentimiento numerosos
hechos que viven sus personajes, se encuentran las
siguientes novelas que reflejan a la sociedad de esos
tiempos:
La novela costumbrista o popular, basada en las
costumbres hispanoamericanas como en El periquillo
sarniento (1816) de José Joaquín de Lizardi (Ciudad de
México, 15 de noviembre de 1776-1827), conocido en su
tiempo con el seudónimo de “El Pensador Mexicano”, esta
obra es considerada la primera novela de América,
importante por la penetración crítica de sus
observaciones, nos presenta un desfile de hechos en que
sus personajes se encuentran sedientos de libertad. Al
respecto Doris Sommer Expresa (20044: 28):
Lo novedoso en Lizardi era lo escandalosamente imaginativo de su obra y el hecho
de que pudo conquistar a un grupo de lectores pequeño pero heterogéneo, pese a la
predilección del público por artículos periodísticos breves e informativos por sobre
libros enteros, asociados con el poder colonial. Parte del reto que pesaba sobre el
escritor era precisamente crear un público lector que “se viera imposibilitado de dejar
de leer la novela, como Umbero Eco se expresó, a propósito de Manzoni.
Narciso Aréstegui (Huaro, Cusco, Perú, 1820-Lago Titicaca,
Puno, 1869), de profesión abogado, militar revolucionario y
autoridad política. Escribe la novela El padre Horán o Escenas
de la vida cuzqueña (1848) una narración anticlerical con un
actualismo que más tiende al realismo, difícil de encasillar en una
tendencia romántica, más posee rasgos del romanticismo
ancestral de todos los tiempos, además muestra la corrupción
pública. Por primera vez se publicó en el diario El Comercio de
Lima en forma de folletín por entregas. El acontecimiento central
gira en torno al asesinato de Ángela Barreda a manos de su
confesor Fray Eugenio Oros acaecido en 1836 en la vida real,
que en la narración es convertido en una ficción, al mismo tiempo
hay una serie de acontecimientos paralelos con personajes de
cusco del siglo XIX, presentando la crítica de la ineficacia de las guerras de
independencia que no estableció el gobierno del pueblo dejando de lado la solución
de los problemas del pueblo.
Dentro de la novela del costumbrismo romántico se ubica el argentino Lucio Victorio
Mansilla (Buenos Aires, 23 de diciembre de 1831-París,08
de octubre de 1913), general de división del ejército de
Argentina, con su novela Una excursión a los indios
ranqueles, fue publicado a modo de cartas dirigidas a su
amigo Santiago Arcos que residía en España en el diario La
Tribuna entre el 20 de mayo y 07 de setiembre de 1870, que
muestra una visión peculiar de la vida en un medio bárbaro
desde la civilización occidental, criticando precisamente el
comportamiento bárbaro de los que se creen civilizados
frente a los indígenas, quienes sufren en carne propia las
arremetidas criminales, cuyas consecuencias finaliza en la
muerte, a tal punto que en la parte fi8nal de l novela afirma:
En una palabra, los Ranqueles son una raza sólida, sana,
bien constituida, sin esa persistencia “semítica”, que aleja a
otras razas de toda tendencia a cruzarse y mezclarse, como lo prueba su predilección
por nuestras mujeres, en las que hallan más belleza que en las indias, observación
que podría inducir a sostener, que el sentimiento estético es universal.
En Cuba encontramos un ciclo de novelistas de gran valor:
Se inicia con Cecilia Valdés o La loma del Ángel (1837) de
Cirilo Villaverde (Ingenio Santiago, Pinar del Río, Cuba, 28 de
octubre de 1812-Nueva York, 23 de octubre de 1894), la
primera novela cubana con un sentido épico, a la vez es
considerada como la primera novela romántica de América, en
ella se hace todo un lienzo de la Cuba colonial, planteando
el problema del negro, cuadros psicológicos, etc. en la que se
puede observar las diferencias raciales en que se muestra ese
privilegio por la explotación.
Continúa con Anselmo Suárez y Romero (1818-1878) con
su novela Francisca (publicado en 1880, pero escrita en
1838), perteneciente al romanticismo costumbrista que
también aborda el problema del negro desde la perspectiva
de la esclavitud.
Igual sucede con la poetisa cubana Gertrudis Gómez de
Avellaneda (Santa María de Puerto Príncipe, hoy
Camagüey, 23 de marzo de 1814-Sevilla, 23 de febrero de
1873), llamada coloquialmente Tula, con su novela Sab
(1841) que también enfoca el tema de la esclavitud del negro,
presentando a la tragedia amorosa de un negro que se
esfuerza por lograr el amor de una joven criolla, entre tanto
se presenta un rubio inglés que desposa a la joven criolla
dejándolo en sus sentimientos al negro esclavo..
El cubano Juan Francisco Manzano (La Habana, 08 de agosto de 1797-1854) nació
esclavo, fue mulato-negro, con su novela Francisco o El Ingenio o Las delicias del
campo (1880).

2.5 La novela romántica indianista

La novela indianista es una tendencia que presenta como personaje predominante al


indio pero visto con pensamientos y modelos europeos,
sus representantes son:
El ecuatoriano Juan León Mera (Ambato, Ecuador, 28
de junio de 1832-Ambato, 13 de diciembre 1894) con
Cumandá o Un drama entre salvajes (1879), que
presenta al indio idealizado por los misioneros y
cronistas, narrando una serie de aventuras amorosas,
donde la protagonista es Cumandá, una indiecilla que era
sirvienta de nombre Julia, que se enamora de Carlos,
pero al final ella es asesinada por los jíbaros y él muere
poco tiempo después de la muerte de Cumandá. La obra destaca por su bella
descripción del trópico americano y la lucha entre los conquistadores y los indígenas
explotados y maltratados..
El portorriqueño Eugenio María de Hostos (1839-1903) con La peregrinación de
Bayoán (1863), es una narración alegórica y didáctica donde Bayoán es Puerto Rico,
su primer nombre indígena perteneciente a la lengua borinque, mientras Darién es
Cuba y Guarionez, es el padre de Darién (un cacique de Haití), en esta obra se idealiza
la unión de las tres islas: Puerto Rico, Cuba y Haití.
Otro novelista es el mexicano Eligio Ancona con Los mártires de Anáhuac (1870),
escrita en forma de diatribas antiespañolas.
El dominicano Manuel Jesús de Galván (1834-1910) con Enriquillo, leyenda histórica
dominicana (la primera parte apareció en 1879 y la segunda parte en 1882),
corresponde a la primera novela de Santo Domingo, presenta hechos históricos que
suceden entre 1503 y 1533; sobre esta novela José Miguel Oviedo (1997:86) comenta:
El cuadro histórico es bastante ambicioso, pues ofrece los aspectos bélicos, morales
y religiosos de la lucha entre españoles e indios como un gran drama de la humanidad
y como anuncio de otro: el de la emancipación americana, que para un antillano era
todavía un proceso incompleto. Algo más: la idealización de Galván es moderada o,
mejor dicho, equilibrada, porque no se ahorra referencias a la crueldad de los indios,
ni deja de reconocer que entre los codiciosos españoles había gente de bien. En
realidad, lo que el autor está mostrando es el doloroso inicio del mestizaje de las dos
razas, en el que el amor y el odio están entrelazados.
El chileno Alberto del Solar con Huincahual (1888), creación narrativa del ambiente
araucano y es la última novela indianista.

2.6 La novela romántica crítica

En el Perú tenemos a Luis Benjamín Cisneros (Lima, 21


de junio de 1837-Lima, 29 de enero de 1904) con la novela
Julia o escenas de la vida en Lima (1860), ubicada dentro
del romanticismo crítico que muestra la vida de lujo del
limeño, considerando a esta realidad como una lacra a igual
que el vicio del juego, el contrabando y el agio, realidades
muy difundidas en nuestros días. Al respecto Marcel
Velásquez Castro (15-10-2006:10) comenta:
…constituye la primera enciclopedia de las sensibilidades en
el campo literario romántico peruano; un manual de buenas
virtudes que debe guiar a la sociedad y formaliza una
tecnología de género que será la norma vigente en el
imaginario del siglo XIX y parte del XX. Aunque es un alegato
contra el lujo y la hipocresía de las normas sociales urbanas, su final feliz, su economía
libidinal y su afirmación del paradigma mimético verosímil la han colocado como la
novela modelo del romanticismo peruano.

03. LA NOVELA REALISTA LATINOAMERICANA DEL SIGLO XIX

La novela realista latinoamericana surge como consecuencia del realismo balzaciano


y flaubertiano, aplicando el método analítico propio de las ciencias naturales
consistente en el uso formal de un método de escritura, tal como lo explica el crítico
Carlos Hamilton (1966:159):
El método realista es el método usado por las ciencias positivas: de análisis,
observación, individualización de detalles, de persecución de un proceso psicológico,
paso a paso, descriptivamente. Se narra el cómo no el por qué ni el fondo sustancial,
de los hechos novelados (...) Y aquí como los cientistas se especializan en una
fracción del campo observable, los novelistas realistas suelen limitarse a una región
del país o a una clase social.
En Chile Alberto Blest Gana (16 de junio, 1 o 2 de mayo de 1830-
París,09 de noviembre de 1930) ingresa en el campo de la novela
realista chilena precisamente haciendo la lectura de las novelas
de Balzac, es así como se convierte en el primer novelista realista
chileno, de América y de la lengua castellana con su primera gran
novela La aritmética en el amor (1860), obtuvo el Premio de la
Universidad de Chile en 1860, después aparecen El pago de la
deuda (1861), Martín Rivas (1862), es la mejor novela del autor,
de carácter histórico-social, muestra las tribulaciones amorosas
del protagonista (Martín), a través del cual presenta los diversos
comportamientos de los personajes de diferentes clases sociales.
El ideal de un calavera (1863) y La flor de la higuera (1864), luego
aparece su gran novela Durante la conquista, terminada de escribir en 1868, pero
publicada en 1897, le sigue Los trasplantados (1904), El loco Estero (1909) y Gladys
Fairfield (1912).
En el realismo argentino aparece Carlos María Ocantos (1860-1949) imitando a
Galdós en Don Perfecto (1902), Lucio Fidel López (1848-1894) con La gran aldea,
hace un realismo parecido al de Dickens. Los mejores novelistas son: Roberto Payró
(1867-1928) con su novela picaresca gauchesca El casamiento de Laucha y
Divertidas aventuras del nieto de Juan Moreira; son novelas populares, según
Tamayo Vargas, ya pertenecen a la novela naturalista y Manuel Gálvez (1882) entre
el realismo y el naturalismo con La maestra normal (1914) y Nacha Regule (1919).
En Colombia destacan José Manuel Marroquín (1827-1908) con El Moro, sobre la
vida de un caballo y don Tomás Carrasquilla (1858-1940) es el novelista de la aldea y
villorrios con La marquesa de Yolombó (1926) que recuerda a Flaubert, Salve Regina
(1903), El padre Casafús (1914) y Frutos de mi tierra (1896).
En México surge Ignacio Manuel Altamirano (1834-1893), se inicia como romántico,
pero es realista con El Zarco, que trata sobre las luchas liberales y las reformas; Emilio
Rabasa (1856-1930) es el novelista de la pequeña burguesía mexicana con La gran
ciencia (1887), El cuarto poder (1888), Moneda falsa (1888) y La guerra de los treinta
años (1891); Rafael Delgado (1853-1914) con sus cuatro novelas La calandria (1890),
Angelina (1893), Los parientes ricos (1901-1902) e Historia vulgar (1904); José López
Portillo (1850-1923) con La parcela (1898).
En el Perú, el realismo novelístico tiene su presencia con
Mercedes Cabello Carbonera (1845-1909) que todavía tiene
rasgos del romanticismo con elementos folletinescos y
naturalistas en sus novelas Sacrificio y recompensa (1888),
Blanca Sol (1889) mostrando la intriga, y El conspirador (1892),
que refleja las diversas vicisitudes del hombre público peruano.
Son novelas realistas educativas reflejando los defectos de la
sociedad peruana de fines del siglo XIX, aunque en nuestros
días el crítico José Miguel Oviedo (1997:192), el terrible censor
literario peruano de la década del sesenta, en nuestros días
tiene una opinión negativa sobre estas novelas:
En la novelística de Cabello Carbonera (Sacrificio y
recompensa, Lima 1888; Blanca Sol, Lima, 1889; El conspirador, Lima, 1892), poco o
nada puede hoy salvarse literariamente. Son ingenuos, a veces tremebundos alegatos
sobre los males que percibía en la sociedad peruana: la corrupción, la amoralidad de
las relaciones amorales, el amor al dinero, el abuso de los pobres. La importancia de
la autora no está allí, sino en su activa presencia en la cuestión de definir los nuevos
rumbos de la novela peruana.

04. LA NOVELA NATURALISTA DEL SIGLO XIX

La novela naturalista no es más que la superación y el perfeccionamiento de la novela


realista, haciendo uso de nuevas técnicas y captando la realidad con el uso y
aplicación de métodos científicos como el caso de la experimentación, al respecto
Carlos Pujol opina en Rodrigo (1983:153): “El naturalismo viene a ser un realismo
dogmatizado, con pretensiones de ciencia, de verdad absoluta y definitiva, que
conduce la observación de la realidad a unos extremos en los que lo real se hace
teoría, sistema, tesis.”
Una concepción que da mayor claridad al planteamiento sobre el naturalismo,
graficando sus rasgos en forma breve y precisa es la planteada por Samuel Gili Gaya
(1968:106) que expresa: “Cuando el realismo se lleva a sus consecuencias extremas
y se complace en la pintura de lo feo, lo deforme, lo inhumano, sólo porque es real,
llegamos al llamado naturalismo.”
Otro crítico que expone su concepción sobre el naturalismo latinoamericano es
Augusto Tamayo Vargas (1973:205), manifestando:
El naturalismo no fue sino un paso más en el realismo. Con el lente cientificista el
escritor trató de encontrar los males de la naturaleza humana, al par que el sociólogo
denunciaba las perversidades o morbosidades de una sociedad en crisis; y el
fenómeno del acumulamiento capitalista sirvió tanto para la crítica novelada de Zola,
como las degeneraciones humanas en las que se puso especial énfasis. El
naturalismo fue al detalle; minuciosamente estudiado el mal, se le señaló con
caracteres a veces tan estridentes como lo había hecho el romanticismo con las
pasiones y con el destino trágico.
Su gran importancia está en el análisis narrativo que llega hasta lo mínimo es como si
la realidad se observara con una lupa, agrandándola, observando los pequeños
detalles ampliados, convertidos en monstruosidades.
La novela naturalista en Latinoamérica se mezcla con el realismo, los novelistas se
mueven indistintamente entre el realismo y el naturalismo, porque lo escatológico está
presente en la vida diaria del hombre americano, pero lo importante está en que deja
de lado definitivamente a los rasgos románticos como la idealización cuando presenta
a la sociedad y el contexto histórico. Una fecha clave de inicio es 1880, año que ya
apareció el modernismo que se superpone al naturalismo y finaliza alrededor de 1910.
Cuba tiene novelistas que imitan a Zola, como Carlos Lobería (1882-1928) con Juan
Criollo (1927) y Manuel de la Cruz con Carmen Rivero. En Puerto Rico, destacan
Francisco del Valle Atiles con Inocencia (1884) y Manuel Zeno Gandía (1855-1930)
con La chacra (1894), El negocio (1922) y Redentores (1925), que hace un verdadero
análisis de la realidad social puertorriqueña de ese tiempo. En México se encuentran,
Manuel Payró (1810-1894) con El fistol del diablo (1889), Garduña (1896) y Los
bandido de Río-frío (1891), continúa con Federico Gamboa (1864-1939) que de sus
seis novelas destaca Santa (1903) que resulta nuestra Naná americana, donde en
forma natural y precisa se capta a la buena mujer pero pecadora, como consecuencia
del mundo cruel y corrompido en que vive, llegando a la desilusión amorosa, la
prostitución y la muerte.
En Argentina destaca Eugenio Cambaceres (1843-1889), que escribe las novelas:
Potpurrí, silbidos de un vago (1882), Música sentimental (1884), Sin rumbo (1885) y
En la sangre (1887), obras en las que muestra las miserias, deformidades y horrores
de la vida moderna en Buenos Aires, donde la urbe se convierte en un personaje
sórdido.
El realismo naturalista uruguayo tiene dos representantes: Eduardo Arévalo Díaz
(1851-1921), en cuyas obras podemos apreciar el romanticismo, realismo y
naturalismo, se inicia con la novela Brenda (Buenos Aires, 1886), una narración
romántica, le sigue Ismael (Buenos Aires, 1888) que es el inicio de una tetralogía
época, continúa con Nativa (Montevideo, 1890), Grito de Gloria (La Plata, 1893) y
Lanza y sable (Montevideo, 1914) en que están plasmados los acontecimientos
históricos nacionales del primer cuarto de siglo del XIX. Javier de Viera (1868-1926)
que enfoca al gaucho con una visión crítica llena de amargura y pesimismo, pero
plasma el coraje y esa vida aventurera del hombre de la pampa presente en su única
novela extensa Gaucha (Montevideo, 1899), luego su novela breve Gurí y otras
novelas (Montevideo, 1901), es la mejor de Viera, la novela Gurí y sus seis cuentos.
En México surge un grupo de escritores que cultivan la novela y el cuento. En la novela
destaca Rafael Delgado (Veracruz, 1853-1914) con sus novelas La calandria
(México, 1890) y Los parientes pobres (1901, 1902), narraciones de carácter
sentimental con aspectos realistas. José López Portillo y Rojas (1850-1923),
recordado por su novela La parcela (México, 1898) de
carácter naturalista. Emilio Rabasa (Chiapas, 1856-1930),
recordado por sus cinco novelas: La bola (1887) una sátira
del caudillo revolucionario, La gran ciencia (1887), El cuarto
poder (1888), Moneda falsa (1888) y La guerra de los tres
años (1891). El más importante es Federico Gamboa (1864-
1939), escribió seis novelas de las cuales, la más difundida
es Santa (Barcelona, 1903), en la que la protagonista es la
mujer pecadora pero buena, análoga a la novela Naná de
Eugenio Zola, luego La llaga (México, 1913) en que plasma
cómo la industria prostituye a los overos, muestra a una
sociedad mala.
En el Perú el realismo y naturalismo se presenta con Clorinda Matto de Turner
(Cuzco, 11 de septiembre de 1854-Buenos Aires, 25 de octubre de 1909), quien es
seguro que recibe influencias de teóricos de su época y se anima a escribir la novela
Aves sin nido (1889), corresponde a una narración con rasgos románticos, realistas,
naturalistas e indianistas pero firme en la denuncia de la servidumbre indígena a
manos del cura, el gobernador y el militar, el trío de la injusticia social en el Perú del
siglo XIX que todavía se ve en nuestros días en pleno siglo XXI; le sigue Índole (1891)
y Herencia (1895).

05. LA NOVELA MODERNISTA DE ENTRESIGLO (XIX-XX)

El siglo XIX se cierra con el surgimiento de la corriente literaria modernista de origen


latinoamericano, a partir de 1880 con Rubén Darío, destacado en la poesía, pero en
la creación novelística destacan otros escritores con el uso de recursos naturalistas,
adopción de un lenguaje decantado como influencia del parnasianismo y tomando
como tema la presencia del medio americano, poseedores de una prosa musical,
marmórea y brillante, sobre todo por recurrir a una serie de adjetivos que aluden
a colores brillantes como azul, rojo, verde, etc.
El surgimiento del modernismo en América Latina y en lengua castellana es la
muestra de la madurez cultural de nuestros intelectuales, por primera vez emerge una
corriente literaria de esta naturaleza en América y expande su influencia a Europa,
especialmente a España y Francia con Rubén Darío como su máximo adalid y es
cierta la afirmación de Emir Rodríguez Monegal en Rodrigo (1983:2002):
Con él [Rubén Darío] el Modernismo fue implantado en la Madre Patria, y por primera
vez en la historia de los pueblos hispánicos, la dirección de las influencias se invirtió.
Los galeones de la conquista (como observó el novelista Manuel Díaz Rodríguez)
regresaban ahora a casa, llevando, esta vez, no el oro de las Indias sino la
metafórica plata de la poesía eterna.
En Venezuela, uno de los representantes es Manuel Díaz Rodríguez (1868-1827), se
instaló en París entre 1899 y 1901, destaca por su elegante
adjetivación en las novelas Sensaciones de viaje (1896),
Ídolos rotos (1901) y Sangre patricia (Caracas, 1902), en
que predominan los usos de múltiples recursos estilísticos,
correspondiendo a la mejor creación modernista en la
novela de Venezuela; en este mismo país Rufino Blanco
Fombona (1874-1944), modernista incluso en su vida
personal, apasionada e impulsiva envuelta en escándalos,
totalmente individualista y ególatra, publica la novela El
hombre de hierro (1907), una sátira sobre el gobierno del
tirano Gómez que lo llevó al destierro por veintisiete años,
sobre el cual posteriormente escribió según Oviedo (1997:348): “De haber
permanecido en mi país de origen, la política, la sífilis y el aguardiente me hubieran
liquidado. En este sentido agradezco mi expulsión.” Con la misma temática de su
anterior creación aparece su segunda novela titulada El hombre de oro, donde
podemos notar desde el título el rasgo modernista cuando alude a la palabra oro que
se refiere a un color brillante, espléndido, resplandeciente, uno de los rasgos muy
queridos por los pertenecientes a esta corriente literaria.
En Argentina, Enrique Rodríguez Larreta (1868-1938), destacado por el uso del
lenguaje lleno de ornamentos propios del modernismo con su novela La gloria de don
Ramiro, una vida en tiempo de Felipe II (1908), en que está presente los neologismos
con un exótico sentido del tiempo y lugar, además de un recargado artificio, es la
novela más representativa del modernismo; corresponde a una narración bien
estructurada sobre la gloria de don Ramiro de Alcántara, que recibe su galardón
cuando Santa Rosa ora por su salvación en el Perú, está dividida en tres partes y un
epílogo, escrita con expresión llena de colorido y riqueza en el uso selectivo del
vocablo, presenta una descripción cuidadosa con expresiones enumerativas.
Uruguay posee como exponente a Carlos Reyles (1868-1938), con su novela El
embrujo de Sevilla (Madrid y Buenos Aires, 1922), una presentación de la realidad de
Sevilla con descripciones tipo filigrana pero con ojos exteriores, es el cosmopolita que
narra los sucesos y hace una serie de descripciones, es una mezcla de exotismo con
lo sentimental y rasgos modernistas.
Guatemala tiene un representante excepcional del modernismo en Enrique Gómez
Carrillo (1873-1927), que desde los dieciocho años de edad se instaló en París y vivió
la bohemia de la época intensamente, muy apasionado por la vida cultural, de todo lo
cual queda en la actualidad veintisiete volúmenes escritos por él, entre los que se
encuentra sus Tres novelas inmorales (Madrid, 1919), creación modernista de tema
erótico con descripciones delicadas.
En Colombia podemos citar, más con carácter evocativo muy personal, a José Vargas
Vila (1860-1933), que por la década del cincuenta del siglo XX, durante mi niñez, mis
padres hablaban en voz baja sobre este escritor comentando sus novelas, lo cual me
creó el interés por develar el misterio, ya en mi adolescencia descubrí que en su
tiempo fue un best-seller novelístico, cuando cayó a mis manos novelas como La flor
del fango, Lirio blanco, etc. en la biblioteca de mi padre, me desencantaron por sus
interminables descripciones eróticas creándome una repulsión por la lectura de estas
obras tediosas que en nuestros días los novelistas lo expresan sin tanta palabrería
con dos o tres oraciones y en forma directa, con belleza y realismo, como sucedía
precisamente en la década del sesenta en que se inició mi furia lectora con el asedio
a Oswaldo Reynoso y su Lima en rock o Los inocentes y En Octubre no hay milagros,
que naturalmente no es modernista pero presenta los hechos con precisión, sin
palabrerías tediosas.

III
LA NOVELA LATINOAMERICANA REGIONALISTA

01. CONCEPTUALIZACIÓN Y PECULIARIDADES

La novela, a inicios del siglo XX aparece en Latinoamérica como consecuencia del


desarrollo natural de la narrativa y de la realidad imperante que es diversa y
problemática, en estas circunstancias el escritor quiere denunciar o simplemente
reflejar esa realidad que observa y de la cual es testigo o partícipe, es así como surge
la novela en que plasma lo que el novelista desea manifestar.
Asignarle con una denominación que involucre a estas creaciones pertenecientes a
la primera mitad del siglo XX (1915-1950) es imposible, dado que los críticos en
primera instancia lo denominaron como Novela de la Tierra o Novela Regionalista,
pero en vista que es muy restringida, los críticos a partir de la década del ochenta lo
denominan Novela de Espacio. De todas maneras es una creación novelística muy
leída en las décadas que van de 1920 a 1940 y adquiere mayor éxito propagandístico
a partir de 1961 en que la novela Doña Bárbara de Rómulo Gallegos gana el premio
Fomentos, concedido por los editores europeos y norteamericanos, pero ya era
conocido desde su publicación en 1929 en España.

02. CARACTERÍSTICAS DEL REGIONALISMO

Dentro de las peculiaridades de esta novela regionalista podemos enumerar algunos


de ellos:
1º El uso de un lenguaje que es rezago del modernismo, enfocando la realidad en las
que plasma los problemas sociales latentes.
2º Presentan a esta realidad con una visión global y en forma esquemática, pero tienen
mayor interés en descubrir el paisaje, reflejándolo como un personaje que se impone
frente a la vida humana que cae subyugada ante su presencia imponente.
3º En su conjunto, es una creación heterogénea de transición de carácter inicial en
que está presente marcadamente la influencia determinista de la geografía, el
ambiente social y político que vive cada país latinoamericano; lo cual es reflejado por
el novelista, ejemplo: es determinante la realidad sociopolítica que vive México a
inicios del siglo XX, la realidad del indígena en Ecuador, Perú y Bolivia, etc. que
permite el surgimiento de un determinado tipo novelístico.
4º Esta creación de novelas regionalistas no son más que un impulso inicial que se
convierten en creaciones determinantes para el surgimiento posterior de una nueva
novela moderna latinoamericana a partir de la década del cuarenta.
5º En todas las narraciones novelística de esta corriente está presente la concepción
determinista de los escritores, ya sea en forma expresa o simplemente como un
substrato que se manifiesta a lo largo de sus narraciones o en el pensamiento y/o
expresión de sus personajes.
6º Presenciamos el desborde narrativo, al mismo tiempo el uso de la descripción y los
inicios de la preocupación lingüística asimilando las diversas formas del castellano
dialectal de cada país en las expresiones de sus personajes.

03. TENDENCIAS REGIONALISTAS DE LA NOVELA

Existen numerosas clasificaciones de esta novelística realizadas por diversos


estudiosos, una de estas clasificaciones, considerando fines pragmáticos y con el
objetivo de entender con precisión a estas creaciones, es la realizada por Carlos
Hamilton (1966:275) quien establece su clasificación expresando:
...sin pretensiones de ciencia exacta, sola la claridad ordenadora de las novelas que
se han de estudiar en este período, aventuraré la clasificación en: novelas estético-
psicológicas, novelas de la tierra y novelas de tendencia social…
Pero también influyen, para una clasificación, las peculiaridades de la realidad que
viven los diferentes países, es así como, con mayor precisión se establece las
siguientes tendencias que se desarrollan entre 1915 y 1950 en América Latina,
mientras en Europa ya está en pleno desarrollo el Vanguardismo con sus múltiples
variedades:
La novela de la revolución mexicana La novela de la selva
La novela de la tierra, agraria o indigenista La novela política
La novela estético-psicológica La novela de la negritud y
La novela criolla La novela histórica.
La novela gauchesca
Estas novelas poseen un rasgo común de reflejar los problemas humanos teñidos de
emoción, donde el escritor persigue denunciar las injusticias que se cometen al mismo
tiempo resultan estudios sociológicos muy originales.

3.1 La novela de la Revolución Mexicana

Indudablemente una realidad que remece a México desde 1910 es la famosa


Revolución Agraria que tuvo una sangrienta secuela prolongándose hasta 1928, al
cabo de los cuales habían muerto tres millones de indígenas. Este hecho tuvo su
repercusión en los escritores, quienes lo plasmaron en sus creaciones novelísticas
que son conocidas como la Novela de la Revolución Mexicana, cuyas características
lo resume Fernando Alegría (1967:18) expresando:
El novelista de la Revolución Mexicana es antiteórico, anti-intelectualista, es
episódico, amigo sentimental del pueblo, del campesino tanto como del indio,
admirador del caudillaje, pero no ciego ante sus abusos, es pesimista, desilusionado
y en muchos casos amigo. No obstante, puede notarse en su crítica y auto-crítica un
tácito horror de volver a las condiciones de la época pre-revolucionaria.
El iniciador de este tipo o tendencia novelística es Mariano Azuela (Lagos Moreno,
Jalisco, México, 01 de enero1873-Ciudad de México, 01 de
marzo de1952), médico que se desempeñó como parte del
ejército de Pancho Villa, es el iniciador del ciclo novelístico
de la revolución mexicana, había publicado las novelas de
tendencia naturalista: María Luisa (1907), Los Fracasados
(1908), Mala yerba (1909), luego continuó con Andrés
Pérez, maderista (1911), que aparece a los pocos meses de
iniciada la revolución (20 de noviembre de 1910), después
publicó su novela Los de Abajo (El Paso, Texas, 1916) que
narra las acciones armadas de una columna guerrillera
encabezada por el héroe Demetrio Macías, finalizando con su muerte. Para José
Miguel Oviedo (2007: 160) es “el primer gran retrato vivo de la Revolución entonces
en marcha, su más trágico testimonio y la más angustiada crítica de uno de sus
protagonistas. No sólo la novela mexicana cambia radicalmente con esta obra: sus
repercusiones alcanzan a los novelistas de todo el continente, que ven en ella un
nuevo arte de contar americano, un modelo para narrar sus propias luchas y dramas
colectivos.” Después de su novela cumbre publicó Los Caciques (1917), Las
tribulaciones de una familia decente (1918), Las Moscas (1918), La mala hora (1923),
La Luciérnaga (1932), Pedro Moreno el Insurgente, (sale por entregas en El Nacional
de 1933 hasta 1934), El Camarada Pantoja (1937), La Mujer Domada (1946), Sendas
Perdidas (1949), etc.
Después aparecen otros novelistas como: José Rubén Romero (Cotija de la Paz,
1890-Ciudad de México, 1952) que da a luz Apuntes de un lugareño (1932), es el
recuerdo de una vida modesta en que de pronto irrumpe la revolución, sigue con
Desbandada (1934) de carácter autobiográfico, Mi caballo,
mi perro y mi rifle (Barcelona, 1936) muestra la narración de
su protagonista sobre su participación en la guerra y La
vida inútil de Rito Pérez (México, 1938), muestra en
forma picaresca la desolación social de México después
de la guerra a través de su protagonista.
Martín Luis Guzmán (Chihuahua, 06 de octubre de 1887-
Ciudad de México, 22 de diciembre de 1976) a diferencia de
Mariano Azuela que presenta personajes más bajos de la
población, los personajes de las novelas de Martín Luis
Guzmán están ligados a las esferas del poder, así publica
El águila y la serpiente (1928), viene a ser las memorias del
novelista sobre la revolución, con precisión, es una crónica novelada, corresponde a
la narración de una serie de episodios vividos por el mismo autor y La sombra del
Caudillo (1929) en que nos expone la revolución mexicana en plena farsa electoral,
describiendo el pistolerismo de la política mexicana y en Memorias de Pancho Villa
(1940), que en 1951 aparece en cinco volúmenes siendo la edición definitiva, es la
más importante, presenta a Pancho Villa como fue realmente, lo reivindica e idealiza;
después escribió Muertes históricas (México, 1958) sobre los últimos días de Porfirio
Díaz y de Venustiano Carranza e Islas Marías (1958).
Gregorio López y Fuentes (Rancho El Mamey, municipio de Zontecomatlán,
Veracruz, 17 de noviembre de 1895-10 de diciembre de 1966) en Campamento
(Madrid, 1931) escribe una crónica de su experiencia revolucionaria entre 1914 y
1920, mientras en Tierra (México, 1932) plasma la frustración del campesinado sobre
cómo se esfuma el ideal agrario de la revolución; ¡Mi general! (México, 1934) y El indio
(México, 1935) que entronca la narrativa de la revolución con el problema del indio.
Francisco Luis Urquizo Benavides (San Pedro de las
colonias, Coahuila, México, 21 de junio de 1891-Ciudad de
México 06 de abril de 1969), militar general revolucionario,
escritor e historiador, es uno de los principales autores de la
novela revolucionaria junto con Mariano Azuela, Mauricio
Magdaleno, Martín Luis Guzmán y José Vasconselos, con
la novela Tropa vieja (1943) muestra la tragedia de las tropas
antirrevolucionarias, de los pobres reclutas que nunca se
explicaron el porqué de la guerra en la que participaron.
Rafael Felipe Muñoz Barrios (Chihuahua, 1899-Ciudad de
julio de 1972), se inicia con breves estampas como El feroz
cabecilla (9128) donde el protagonista es Pancho Villa, continúa con Vámonos con
Pancho Villa (1931), Si me han de matar mañana (1934), sigue Se llevaron el cañón
para Bachimba (1941), donde un adolescente de trece años narra su aprendizaje
revolucionario en las filas de los “colorados”, encabezado por Pancho Villa que
luchan contra el gobierno del presidente Madero en 1912.
Además, enumera Fernando Alegría (1967:21) a novelistas de la revolución
mexicana, como:
Xavier Icaza (Durango, Dgo. 1902-México D.F. de 1969), escritor, periodista y
profesor en la Universidad de Xalapa y UNAM, destaca en la novela con Panchito
Chapepote (1928).
José Mancisidor Ortiz (Veracruz, México, 20 de abril de 1894-Monterrey, Nuevo
León, México, 22 de agosto de 1956), escritor, historiador y político, escribió las
novelas: La Asonada (1931), La ciudad roja (1932), Nueva York revolucionario (1935),
De una madre española (1938), En la rosa de los vientos (1940), Frontera junto al mar
(1953), El alba de las simas (1955) y Se llamaba Catalina (1958).
Fernando Robles (1897), antirrevolucionario con La virgen de los Cristeros (1934).
Jorge Ferretis (Río Verde, San Luis, Potosí, México, 20 de abril de 1902- Río Verde,
28 de abril de 1962) fue político, escribió las novelas Los que solo saben pensar
(1935), Tierra caliente (1935), El sur quema (1937), Cuando engorda el Quijote (1937),
San automóvil (1938), Hombres en tempestad (1942), El coronel que asesinó a un
palomo (1952), Libertad obligatoria (167) publicación póstuma.
Mauricio Magdaleno Cardona (Tabasco, Zacatecas, 13 ded mayo de 1906-Ciudad
de México, distrito federal, 30 de junio de 1986) dentro de la concepción del realismo
social y político con El resplandor (México, 1937), considerada la mejor novela de la
revolución, además es una denuncia de la forma infrahumana en que viven los indios
otomíes, considerados como los olvidados de la revolución, Sonata (1941) y La tierra
grande (1949).
También debemos mencionar al nicaragüense Hernán Robledo, residente en México,
con sus novelas Obregón, La mascota de Pancho Villa, etc.

3.2 La novela de la tierra, agraria o indigenista

Esta tendencia novelística es conocida con diversas denominaciones: novela de la


tierra, novela agraria, novela indigenista, etc. mientras el crítico Emir Rodríguez
Monegal en Rodrigo, Juan Manuel y Rodrigo, Ricardo (1983:285) le denomina la
novela de la denuncia social y política. Su objetivo del novelista es reflejar el problema
que afronta el indígena frente al hacendado, la autoridad o el cura, trío que se ensaña
con las vidas de los indígenas.
Es una narrativa que refleja el problema del indígena, quien vive el despojo de sus
tierras o simplemente es explotado por el hacendado, realmente, desde una visión
amplia, es la exposición narrativa que denuncia la agresión imperialista a los
campesinos cometiendo toda clase de injusticias.
En México destaca Gregorio López y Fuentes (El Mamey, México, 17 de noviembre
de 1895-10 de diciembre de 1966) novelista, poeta, cronista y cronista con El indio
(1935), trata sobre la vida de un grupo étnico en México en los años de la revolución,
Milpa, potrero y monte (1951) denuncia los
sufrimientos del campesino.
En Ecuador encontramos a Jorge Icaza Coronel
(Quito, Ecuador, 10 de junio de 1906-26 de mayo de
1978), perteneciente a la Generación del 30, su
primera etapa se inicia con las novelas: En las calles
(1934) y Cholos (1937) y en su segunda etapa destaca
con Huasipungo (Quito, 1934), muestra la brutal
explotación del indio por el hacendado que es el amo
y señor de sus vidas, llegando a vender su hacienda
con todos sus indios a una compañía extranjera que al final los despoja de sus
huasipungos (parcelas que el hacendado cedía a cambio de que cultivara su
hacienda). Después siguió publicando las novelas: Media vida deslumbrados (1942),
Huairapamuschcas (1948), El chulla Romero y Flores (1956) y Atrapados (Buenos
Aires, 1972).
En el Perú destaca Ciro Alegría Bazán (Sartimbamba,
departamento de La Libertad, 04 de noviembre de 1909-
Chaclacayo, Lima, 17 de febrero de 1967) se inicia con Los
perros hambrientos (1939) novela que muestra el problema del
indígena en época de sequía que afecta a los campesinos en su
vida y El mundo es ancho y ajeno (1941), donde toda una
comunidad de campesinos de Rumi son despojados de sus
tierras por el hacendado que se apropia injustamente de toda la
comunidad; nos muestra un mundo épico de resistencia y
desaparición de la idílica comunidad, tal como sucedió en el siglo pasado en el Perú.
En Bolivia es importante Alcides Arguedas Díaz (La Paz, Bolivia,15 de julio de1879-
Chulumani, 06 de mayo de1946) con Raza de bronce
(1919) que muestra al indio boliviano enfrentando y
sufriendo la agresión de los mestizos que se convierten en
despiadados violadores y asesinos.
En Venezuela, dentro de esta tendencia se encuentra
Rómulo Gallegos (Caracas, 02 de agosto de 1884-
Caracas, 05 de abril de 1969) con la novela Cantaclaro
(1934), que presenta al llanero quitapenas, mezcla de
blanco, indio y negro, es un don Juan criollo con la simpatía
poética llanera, similar al gaucho de las pampas argentinas
que recorre el medio rural con rasgos de un héroe épico, a la vez con rasgos de un
pícaro, dando cabida para mostrarnos la miserable vida de campesinos como Juan el
Veguero y su mujer.

3.3 La novela estético-sicológica


Se caracteriza por presentar comportamientos psicológicos de los seres humanos que
enfrentan a la vida social, acompañado de muestras
referentes a las costumbres campesinas, se desarrolla en
Chile, destacando:
Eduardo Barrios Hudtwalker (Valparaíso, chile, 25 de
octubre de 1884-Santiago, 13 de septiembre de 1963),
expone el comportamiento psicológico del hombre de la clase
media dentro de las concepciones del realismo del siglo XIX
y el estilo modernista en el uso del lenguaje en novelas como
El niño que enloqueció de amor (1915) que nos presenta el
diario de un niño sensitivo de diez años de edad, que
enamorado de una mujer, sufre terriblemente y enloquece. Un
perdido (1917) en que Lucho va de fracaso en fracaso hasta
llegar a la miseria y el vacío, reflejando a la vez la realidad
social del hombre de la clase media chilena. El hermano asno (1922), escrito en forma
de un diario íntimo donde Fray Lázaro narra su pasado y lo que va sucediéndole;
todavía continúa con Gran señor y rajadiablos (1948), cuyo personaje es una especie
del latifundista chileno y Los hombres del hombre (1950) que resulta todo un estudio
psicológico de sus personajes, usando técnicas literarias innovadas en forma precisa.
Benjamín Subercaseaux Zañartu (Santiago de Chile, 20 de noviembre de 1902-
Tacna, Perú, 11 de marzo de 1973), doctor en psicología, difunde sus novelas Rahab
(1939), Jemmy Button (1950) y su novela corta Y el oeste limita con el mar,
demarcando los diferentes comportamientos de sus personajes.
En Argentina, linda con la novela psicológica las creaciones de Manuel Gálvez
(Paraná, Entre Rios, Argentina, 18 de julio de 1882-Buenos Aires, 14 de noviembre
de 1962), narrador, poeta, historiador y ensayista, destaca con La Maestra Normal
(1914) y El mal metafísico (1916) que muestran el impacto psicológico sufrido por el
intelectual hispanoamericano frente a los cambios políticos y sociales de principios del
siglo XX.
En Cuba, podemos ubicar dentro de esta tendencia a Alfonso Hernández Catá
(Aldeadávila de la Rivera, provincia de La Salamanca, Cuba, 24 de junio de 1885-Río
de Janeiro, 08 de noviembre de 1940) con novelas como El bebedor de lágrimas
(1926) que expone el comportamiento psicológico de sus personajes.

3.4 La novela criolla

Una tendencia novelística de la primera mitad del siglo XX que se desarrolla en Chile,
atraído por el aspecto pintoresco del medio rural, elementos heredados del
modernismo pero con presencia del realismo y la presentación del mestizo en sus
diferentes actitudes frente a la realidad en la cual se desenvuelve, incluyendo sus
formas de pensar.
Mariano Lautaro Latorre (Cobquecura, Chile, 04
de enero de 1886-Santiango de Cchile, 10 de noviembre
de 1955), de origen vasco, jefe de la escuela, se inicia
con Cuna de cóndores (1918), Zurzulita (1920), en que el
protagonista Mateo toma posición de una herencia en el
campo, en un ambiente hostil, al final es asesinado.
Chilenos de Mar (1929) y Hombres y zorros (1937), son
novelas en que destacan la descripción poética y
detallada del campo chileno.
Fernando Santibán (Arauco, 01 de julio de 1886-
Valdivia, 12 de julio de 1973), cuyo verdadero apellido es
Santibáñez, muestra la vida rural chilena en su novela La
hechizada (1916), donde un citadino se enfrenta en una
lid a un campesino y le vence. Premio Nacional de
Literatura 1952.
Rafael Maluenda Labarca (18 de marzo de 1885-04 de septiembre de 1963), muestra
Escenas de la vida campestre (1909), La señorita Ana, Confesiones de una profesora,
pero también reflejó la vida urbana en Colmena urbana (1937). Edgardo Garrido
Merino (1888), radicado en España, publicó El hombre de la montaña (1933).
Luis Durand (Traiguén, 06 de julio de 1895-Santiago de Chile de 1954), como
novelista difundió Frontera (1949), describe con patetismo los momentos álgidos de
la vida campestre en la frontera araucana en la etapa de los pioneros.

3.5 La novela gauchesca

Tiene como espacio el amplio llano desértico argentino,


donde se desplaza y realiza sus aventuras el gaucho,
personaje típico de las pampas argentinas. Se hace
conocido este tema en la literatura inglesa con William H.
Hudson, quien habiendo vivido en las pampas argentinas
expone sus experiencias en la novela El ombú, tierras
púrpuras (1841-1922), escrito en inglés. Esta tendencia
dentro de la creación novelística, se desarrolla tanto en
Argentina como en Uruguay que tienen similares
costumbres.
En Uruguay el iniciador de la novela gauchesca fue
Eduardo Acevedo Díaz (Villa de la Unión, Montevideo, 20
de abril de 1851-Buenos Aires, Argentina, 18 de junio de
1921) con Soledad (1894), de un realismo que capta el
incendio del campo, el duelo a cuchillo, matizado de
diálogos netamente gauchescos. Posteriormente lo toma la novelística gauchesca del
Río de la Plata. También el uruguayo Javier de Viana (Canelones, 05 de agosto de
1868-La Paz, 05 de octubre de 1926), escritor y político, escribió la novela Gaucha
(1899) y Gurí (1901). De igual modo Carlos Reyles (Montevideo, 30 de octubre de
1868-24 de julio de 1938), narrador y ensayista uruguayo, destaca con El gaucho
Florido (1932), narra el trágico y violento amor del gaucho Florido por una muchacha.
En Argentina, escribe sobre el gaucho, Benito Lynch (1880-1951), destacando con
tres novelas: Los caranchos de la Florida (1916), drama del enfrentamiento de un
padre con su hijo por el amor de una mujer, El inglés de los guasos (1924), expone
el amor entre un aventurero inglés y una negra, luego, El romance de un Gaucho
(1930) que muestra su dominio del castellano pampero siendo el narrador un viejo
gaucho con su castellano dialectal muy característico.
Ricardo Güiraldes (Buenos Aires, 13 de febrero de 1886-
París, 08 de octubre de 1927), destaca con Don Segundo
Sombra (Buenos Aires, 1926), considerada la mejor novela
americana que posee rasgos regionalistas y
vanguardistas, narra la educación del hijo bastardo del
patrón por parte del viejo gaucho y sabio Don Segundo
Sombra en los menesteres de resero, los sacrificios en la
vida pampera y pueblerina. Sobre esta narración se
comenta mucho, uno de ellos es Carlos Hamilton
(1966:299) que expresa:
“Don segundo Sombra, es tal vez, la mejor novela
hispanoamericana, una breve obra maestra: síntesis de lo
criollo y lo humano universal, de lo real y lo lírico, de lo popular y lo artístico –como en
la gitanería de García Lorca; la aventura por la tierra inmensa y la aventura interior.”

3.6 La novela de la selva

Es otra tendencia en que la selva con su bosque enmarañado se impone frente al


hombre, es la violencia
de la selva que absorbe y cobra el papel de protagonista, mientras el hombre lucha y
fracasa, sucumbe ante las inclemencias y la feracidad de
la jungla.
José Eustasio Rivera (San Mateo-Rivera, Huila,
Colombia, 19 de febrero de 1888-Nueva York, 01 de
febrero de 1928) publica La Vorágine (1924), novela que
corresponde a la selva colombiana, quedando plasmado
los llanos del río Orinoco y la jungla del Amazonas.
Fernando Alegría (1967:10) comenta manifestando:
“Escrita con emoción y con vocabulario poético de fibra
impresionista, La Vorágine es la epopeya del mundo
tropical hispanoamericano y es, al mismo tiempo, un
documento social, una especie de testimonio velado de la
bancarrota del sentimentalismo burgués ante la realidad
brutal del nuevo mundo.”
El peruano Ciro Alegría Bazán (1909-1967), nos presenta su novela La Serpiente de
Oro (1935), exponiendo el mundo cerrado de Calemar ubicado en la selva alta
peruana, a orillas del río Marañón, donde los hombres viven bajo los caprichos del río
que da la vida y quita la vida. Es una muestra del castellano amazónico llevado a la
creación literaria, sobre todo en los diálogos.
Arturo Hernández Del Águila (1903-1970) es otro de los novelistas peruanos que
en Sangama (1942) presenta la plenitud de la selva baja peruana, donde el
protagonista Sangama fracasa en sus objetivos trazados, después continúa con Selva
trágica (1952) y Bubinzana, la canción mágica del Amazonas (1970).
En Venezuela se encuentra Rómulo Gallegos (1884-1969) elegido presidente de
Venezuela, derrotado y desterrado por la tiranía militar, se convirtió en el símbolo de
la democracia, con su máxima novela Doña Bárbara (Barcelona, 1929), publicada en
España, significa la presencia sorpresiva de la novela latinoamericana en Europa,
produciendo una gran impresión e interés por descubrir una nueva dimensión
narrativa ligada con lo mítico, legendario, el problema del latifundio y el caudillaje. En
esta novela está presente el conflicto entre la protagonista doña Bárbara y Santos
Luzardo por la posesión de la tierra en el llano venezolano, al mismo tiempo está
la lucha alegórica entre la civilización y la barbarie. Al respecto Enrique Anderson
Imbert (1987:87) manifiesta su apreciación con las siguientes expresiones:
Doña Bárbara es una gran novela. La prosa corre como una sabana venezolana. El
autor cambia de actitudes –lírica, costumbrista, psicológica, sociológica- a lo largo del
relato y desde cada perspectiva logra páginas admirables. ¿Quién ha descrito mejor
que Gallegos el paisaje de la llanura, una dama, la junta de ganado?
Continúa con Canaima (Barcelona, 1935) muestra la selva de Guayana al sur del río
Orinoco en que los personajes son partícipes de corrupciones, intrigas, asesinatos y
despotismo del cacicazgo, teniendo como protagonista a Marcos Vargas, todo en un
escenario salvaje, hermoso, trágico y de selva virgen que Oscar Zambrano Urdaneta
en Rodrigo (1983:35,37) lo describe así: “En sus verdes profundidades se destacan
los instintos más primitivos y se libera una lucha sin cuartel por la sobrevivencia. En
su fiero y montaraz ambiente, el hombre debe probar a cada paso su machismo y su
astucia. En la selva habita un espíritu del mal que posee a los animales y a los seres
humanos. Los indios lo llaman Canaima.”
En Brasil Graca Aranha (1930) presenta Canaán, que muestra la penetración
alemana en la selva brasileña y la resistencia de sus habitantes, mientras en Viaje
maravilloso, expone la crisis espiritual que da origen a la lucha política en las nuevas
generaciones. Euclydes Da Cunha (1868-1909), nos muestra la selva brasileña, la
vida en el bosque, en las haciendas y el desierto en su novela Os Sertoes, igual
sucede con Erico Verissimo en Tiempo y el viento.

3.7 La novela política

Es una creación muy diversificada en su temática, se entrecruzan dentro de la


creación novelística problemas de carácter social, político, cultural, racial, etc. difíciles
de separarlo, pero considerando el predominio de uno de ellos se establecen diversas
subtendencias como:

1º La novela de la mina

Muestra la explotación de las compañías mineras de origen extranjero especialmente


norteamericano, que lleva nuevas formas de vida frente al hombre aborigen que sufre
las consecuencias, perdiendo sus tierras y finalmente la vida, eso sucede con la
novela de César Vallejo (1892-1938), El Tungsteno (1931), novela inmersa en la
concepción del realismo socialista, comentada por Mario Castro Arenas (s.f.:216) con
las siguientes palabras:
Novela de tesis, El tungsteno está condicionada por la voluntad ideológica del escritor
enderezada a probar, o a remarcar, a saber: que las empresas extranjeras, que operan
en el Perú efectúan verdaderos actos de rapiña con nuestras riquezas naturales,
mineralógicas en este caso; que los indígenas son diezmados física y
económicamente por la alianza de los capitalistas extranjeros y las autoridades criollas
(prefectos, comisarios de policía, etc.); que la acción revolucionaria contra la opresión
económica debe ser organizada por dirigentes obreros como Servando Huanca...
El colombiano Fernando Soto Aparicio (1933) en La rebelión de las ratas (1962),
presenta ese problema de la narrativa minera.

2º La novela carcelaria

Del peruano Juan Seoane (1899) con Hombres y rejas y José María Arguedas con
El sexto (1961), que muestran al hombre muchas veces sufriendo la carcelería en una
forma injusta y se denuncia todas las aberraciones que se cometen en esta forma de
vida, infringido especialmente por los que aplican la justicia. Es importante citar la
opinión del crítico Augusto Tamayo Vargas (1973:365) sobre el realismo acusador de
esta novela:
En El sexto, Arguedas ha escrito un relato lleno de intensa preocupación humana, que
se convertiría en un tremendo “yo acuso”, sino no
hubieran pasado cerca de 30 años de los
acontecimientos allí relatados. Sin embargo, mucho de lo
descrito sigue siendo presente en las cárceles y aún
mantiene vigencia cierto aspecto del drama político del
Perú de los últimos cuarenta años. En esta obra
Arguedas se hunde en un lodazal de cieno, de
asquerosidad, de putrefacción social, y sale, por
momentos limpio y puro de él, aunque en otras lleva en
su lenguaje la carga de la inmundicia en que penetra con
su humilde y a la vez altanera actitud andina.
En Brasil destaca Graciliano Ramos (Quebrangulo,
Alagoas, 27 de octubre de 1892-Río de Janeiro, 20 de
maro de 1953) con las Memorias de la cárcel (1953),
publicado póstumamente, es el fruto de su vivencia carcelaria de 1937, en que plasma
las injusticias que las autoridades cometen y la degradación en la cárcel.

3.8 La novela de la negritud

Es otra vertiente donde trata el problema del negro frente a la sociedad, especialmente
sobre la opresión que sufre tiene como base a los países centroamericanos como
Guatemala y en Sudamérica se encuentran Brasil, Colombia y el Perú.
En el Perú destaca Enrique López Albújar (Perú 1872-1966) con su novela
Matalaché (1928), que resulta un documento sobre la vida y sufrimiento del
protagonista José Manuel (un mulato que sirve como
semental en la hacienda), quien se enamora
perdidamente y convive con la hija del patrón (María Luz),
finalmente el enamorado muere aventado a la paila de
jabón por el patrón, padre de la enamorada. Se sitúa
cronológicamente en una hacienda de Piura en 1810,
cuando todavía no se produjo la independencia.
En Brasil Jorge Amado (Hacienda de Auricidia,
Municipalidad de Itabuna, Cacao de Ferradas, Bahía,10
de agosto de 1912-Salvador, 07 de agosto de 2001) es
importante por la novela juvenil Jubiabá (1935), toda una
epopeya sobre el negro, expuesto con sus supersticiones,
aquí está el negro Antonio Balduino, morador de las favelas, de igual modo Jubiabá,
practicante del chamanismo ancestral de orígenes africanos, en su conjunto son
personajes que buscan la libertad dentro de la opresión de los poderosos.
En Venezuela Rómulo Gallegos (Caracas, 1884-1969) con Pobre negro (1937) es la
evocación de los problemas raciales que sufre el negro, encuadrado desde los últimos
años de la esclavitud (1850-1854) hasta la Guerra Federal (1859-1863) en las
campiñas de Barlovento, donde se dedican a la siembra, producción y cosecha del
cacao.
En Ecuador es un representante Adalberto Ortiz (1914) con la novela Juyungo
(1943), que narra sobre el mundo del hombre negro.

3.9 La novela histórica

La novela histórica es una creación que toma como material básico a la rica y
diversificada historia latinoamericana dándole una visión muy particular acorde con la
habilidad e imaginación del novelista, pero siempre con la impresión de ser una
creación exclusivamente fidedigna.
En este marco en Venezuela destaca Arturo Uslar Pietri (Caracas, 1906-2001), el
mejor representante del vanguardismo de esta generación, incursionando en la
novelística histórica con Las lanzas coloradas (1931), evoca la campaña de Boves,
haciendo uso de un juego de perspectivas narrativas, luego sigue con El camino del
Dorado (1948), sobre la historia del sanguinario Lope de Aguirre que posteriormente
se desarrollará todo un ciclo en base a este tema.

LA NOVELA LATINOAMERICANA POSTVANGUARDISTA O DE LA


MODERNIDAD

01. DEMARCACIÓN

La novela postvanguardista o de la modernidad es una avanzada de la novela


vanguardista que se ubica entre la Primera Guerra Mundial (1915) y la Segunda
Guerra Mundial (simbólicamente 1945), después de estos años surge la nueva
concepción sobre la realidad en que vivimos, que significa la finalización de la Época
Contemporánea para dar inicio a la Época del Conocimiento, considerando como un
año simbólico a 1977.
La novela latinoamericana dentro del contexto del Postvanguardismo o la Modernidad,
se desarrolla a partir de la Segunda Guerra Mundial hasta la década del setenta, que
cronológicamente podemos situarlo entre 1945 y 1977. Son años de gran despliegue
de la novela latinoamericana y cuyos representantes si viven en la actualidad, siguen
escribiendo y publicando en estos primeros años del siglo XXI.

02. CARACTERÍSTICAS PREDOMINANTES


1º Es una superación del vanguardismos con la presencia de muchas tendencias
vanguardista pero llevadas al extremo, con mayor dedicación y especialización.
2º Surgen nuevas formas de concebir la novela como sucede con la tendencia de la
nueva novela o nouveau roman.
3º En varias tendencias influye las concepciones filosóficas del existencialismo,
siendo tomadas como slogan especialmente por los jóvenes.
4º Existe mayor especialización en el uso de las diversas técnicas literarias.

03. PERÍODOS NOVELÍSTICOS

Tienen la particularidad de pasar por tres períodos muy bien diferenciados: El primer
período o período de transición, el segundo período o del Boom de la novela
latinoamericana y el tercer período o del Boom Junior.
Cada uno de estos períodos posee sus propias particularidades y representantes
que han quedado como los mejores novelistas de su generación.

3.1 El período de transición a la modernidad

Es denominado como la década de transición, demarcando simbólicamente la


década del cincuenta que corresponde a los años de la máxima difusión de sus
creaciones novelísticas, pero tienen sus inicios en la década del cuarenta. Los
novelistas van sacudiéndose de los rasgos tradicionales de la novela regionalista que
le precede y que por entonces todavía tiene vigencia, pero surgen con la práctica de
nuevos rasgos.
Este grupo de novelistas son influenciados especialmente por las creaciones
novelísticas de James Joyce pero en forma indirecta, por intermedio de los novelistas
norteamericanos de la Generación Perdida como William Faulkner y John Dos Passos
en el uso de las nuevas técnicas literarias y el despliegue de la narración dejando de
lado las descripciones y comentarios ampulosos.
Entre estos novelistas, se encuentran: los argentinos Jorge Luis Borges, Leopoldo
Marechal, Eduardo Mallea y Ernesto Sábato, el uruguayo Juan Carlos Onetti, en el
Perú el novelista neoindiginista José María Arguedas Altamirano, y los novelistas
ubicados dentro de lo real maravilloso como el cubano Alejo Carpentier, el
guatemalteco Miguel Ángel Asturias y en México está Agustín Yáñez.
Jorge Luis Borges Acevedo (Buenos Aires, 24 de agosto de 1899 – Ginebra, 14
de junio de 1986), fue integrante de la Generación argentina Martín Fierro, participó
en los movimientos vanguardistas de Europa en España y Suiza, es poeta y cuentista.
Figura entre los forjadores de la nueva narrativa latinoamericana, de una desbordante
imaginación y conocimiento cultural excepcional, es una muestra de alta calidad sus
conjuntos de relatos reunidos en Ficciones (1944), integrada por dos libros: El jardín
de senderos que se bifurcan, conformada por ocho cuento, y Artificios que lo
constituyen nueve cuentos. En esta obra está plasmada su concepción teórica de que
la creación literaria es un laboratorio, donde el objetivo es llegar al centro que no
significa nada, salvo la comprensión del lector sobre el recorrido de los personajes y
su final. Está escrita con una prosa que él llama “dubitativa” y “conversada” que se
caracteriza por su bastedad y presentación de detalles con presencia de evocaciones
de carácter personal. En calidad de narrador fue premiado con el Prix Internacional de
Editores de 1961. El conjunto de sus múltiples cuentos se puede considerar como una
gran novela total y es bueno citar la apreciación de Augusto Tamayo Vargas
(1973:384) que expresa:
En resumen: el fondo de la obra de Borges está animado por lecturas de mitología, de
clásicos greco-latinos y de leyendas germánica, china, hindú, hebrea, persa; por una
literatura que trata de explicar el origen misterioso del hombre y su pensamiento. Un
todo escéptico o pesimista domina la obra.
Leopoldo Marechal (Argentina 1900-1970).
Es importante por su novela Adán Buenosayres
(1948), novela católica, escrita con mucho
humor y de carácter autobiográfico, gira en
torno a la historia de un converso como
consecuencia de una crisis espiritual y de paso
refleja los problemas sociales, políticos y
culturales de Buenos Aires de 1929,
destacando como tema predominante la
búsqueda religiosa y como subtemas, la
realidad argentina, el sentimiento telúrico y las
particularidades del barrio.
Eduardo Mallea (Bahía Blanca, Argentina, 1903-Buenos Aires, 1982), sus novelas
reflejan la búsqueda de la realidad más allá de lo aparente y son: La bahía del silencio
(1940), que muestra la vida apacible de Bahía, Las águilas (1943) y La torre (1951).
Ernesto Roque Sábato (Rojas, Buenos Aires, 24 de junio de 1911-Santos Lugares,
30 de abril de 2011), es un ingeniero y profesor dictando cursos de Física en la
Universidad de La Plata, de extracción burguesa, en el campo literario es influido por
la literatura europea y norteamericana, se inicia publicando su primera novela El túnel
(1948) que lo llevó a la fama y posteriormente llevada al cine, de carácter sicológico,
escrita con la técnica predominante del abanico; se trata de la confesión de Castel
sobre el crimen cometido, su segunda novela corresponde a Sobre héroes y tumbas
(1961), narración sobrecogedora que tras la relación incestuosa de su protagonista
Fernando Vidal Olmos con su hija Alejandra, se muestra la historia reciente de
Argentina. Su tercera novela es Abaddón el exterminador (1974) en la que subyace la
crisis existencial del hombre en esa realidad argentina.
Juan Carlos Onetti (Montevideo, Uruguay, 01 de
julio de 1909-Madrid, 30 de mayo de 1994), periodista
de extracción burguesa, surge a las letras con El pozo
(Montevideo, 1939), correspondiendo a un primer
período novelístico, sobre la vida de un hombre
solitario que intenta transmitir en sus escritos sus
visiones a una prostituta, mujer a la que ama; en lo
que nos muestra los sucesivos fracasos de la
comunicación; continúa con Tierra de nadie (Buenos
Aires, 1941) que ganó el segundo premio del
certamen Ricardo Güiraldes, Para esta noche (1943),
refleja la dictadura y la tentativa de fuga de Osorio, su
protagonista, La vida breve (1950), no presenta a
Bransen, un empleado de oficina para el que la vida
resulta una existencia fastidiosa en compañía de
Gertrudis, su fiel esposa. Su segundo ciclo novelístico
comienza con Una tumba sin nombre (1959), prosigue con El astillero (Buenos Aires,
1961) que en el concurso de Fabel Editora sólo alcanzó una recomendación,
Juntacadáveres (Buenos Aires, 1964), fue novela finalista en el Premio Rómulo
Gallegos en el que ganó el primer lugar La casa verde de Mario Vargas Llosa, aquí el
protagonista Lassen y el espacio en que está ubicado los hechos, Santa María, son el
reflejo de la sociedad uruguaya de esos años.
José María Arguedas Altamirano (Andahuaylas, Apurímac, 18 de enero de 1911-
Lima, 02 de diciembre de 1969), ubicado dentro del postvanguardismo, tendencia del
neoindigenismo, en la novela se inicia con Yawar fiesta (1941), que corresponde a la
fiesta de sangre, reflejando la creencia mágico-religiosa con la salida de Misitu (un
toro) de la laguna, luego es el protagonista de la corrida donde se puede apreciar las
contradicciones entre lo hispano y lo indígena, quedando simbólicamente destruido lo
hispano. Los ríos profundos (1958), novela de carácter autobiográfico, siendo su
protagonista el niño Ernesto que narra con ternura la realidad vivida en ese mundo de
contradicciones, tiene evocaciones míticas y actitudes ambivalentes frente a lo
indígena e hispano, además nos muestra la escuela, la iglesia y su disciplina que priva
a los niños de sus instintos y sentimientos de seres humanos. El sexto (1961), novela
carcelaria. Todas las sangres (1964), muestra el mundo problemático del indígena
frente a sus explotadores y El zorro de arriba y el zorro de abajo (1970), novela
póstuma, muestra al indio ya viviendo en las barriadas de Chimbote.
Sobre el cuestionamiento de la novela anterior, José María Arguedas es consciente
de la forma caricaturesca que presenta a los indígenas, por esta razón podemos citar
lo que expresan Rocío Flores (s.f.:148) y otros: “Arguedas manifestó muchas veces
que una de las razones que lo condujeron a escribir fue su desaprobación del
indigenismo anterior a sus obras. Así, recurrió a la experiencia personal para
garantizar la autenticidad, que él juzgaba primordial.”
Alejo Carpentier (La Habana, Cuba, 26 de
diciembre de 1904-París, 25 de abril de 1980),
novelista ubicado dentro de la tendencia de lo real
maravilloso, comienza publicando ¡Ecué-Yamba-o!
Historia afrocubana (1933), título escrito en el idioma
lucumí, significa “Dios, loado seas”, narra las aventuras
de Menegildo Cué, Longina y el haitiano Napoleón,
pero en el contexto de la esclavitud de los negros de
Cuba, destaca la descripción folklórica. Con El reino de
este mundo (1949) alcanza la fama, muestra la historia
de las luchas de los esclavos de Haití desde 1760
hasta 1820, tomando como motivo la vida del
protagonista Ti Noel y podemos observar cómo la muerte de Mackandal, líder negro
de una insurrección es presentado desde la perspectiva de los negros y de los
blancos, con dos versiones diferentes. Los pasos perdidos (1953), donde un músico
parte en busca de un instrumento musical remoto entre las tribus del río Orinoco, llega
a un pueblo idílico, allí conoce a Rosario, una mujer primitiva. Predomina el tema del
viaje al mundo primitivo. El siglo de las luces (1962), gira en torno a la vida de tres
personajes arrastrados por la revolución francesa, los hermanos Carlos y Sofía y el
primo Esteban quedan herederos de los bienes del padre y cuando estalla la
revolución francesa salen de Haití debido a la violencia, bajo la tutela de Víctor Huges,
llegan a París, donde participan en la revolución y concluye con la desesperanza y la
desilusión. Es la novela maestra de Alejo Carpentier, de carácter filosófica, épica,
política, alegórica, histórica y amorosa. En su conjunto es una novela barroca, por el
uso de un lenguaje culto y detallado.
Miguel Ángel Asturias (Guatemala, 19 de octubre de
1889-Madrid, 09 de junio de 1974), ganador del Premio
Nobel de Literatura 1967, es el novelista más influyente
de la literatura guatemalteca del siglo XX por el significado
global de toda su obra en la que está presente sus raíces
autóctonas precolombinas, siendo de esta manera uno de
los precursores de lo real maravilloso, sus novelas son: El
señor Presidente (México, 1946), considerada la máxima
novela hispanoamericana, novela política de la dictadura,
basada en la dictadura de Jorge Ubico y Estrada Cabrera;
el crítico Giuseppe Bellini opina en Rodrigo, Juan Manuel
y Rodrigo, Ricardo (1984:157) sobre esta creación:
El señor Presidente es a su vez la radiografía del mismo pueblo en su momento
“actual”, sometido al poder destructor, material y moral, de la dictadura. La constante
actualidad de la novela se funda en la difusión recurrente de la dictadura. El drama
guatemalteco al que la novela se refiere, el tiránico personalismo de Estrada Cabrera,
se repite en el dominio de Jorge Urbino y sus sucesores. De lo particular, Asturias,
logra llegar a lo universal.
Su segunda novela es Sien de alondra (1948), le sigue Hombres de maíz (1949),
resulta el inicio de la nueva novela hispanoamericana, conocida como novela del
postvanguardismo, por su estructura formal totalmente novedosa, muestra la tragedia
y miseria del hombre en que ya está presente el choque de dos culturas: el
imperialismo versus el indigenismo entretejido con elementos propios de lo real
maravilloso, aspecto que inicia Miguel Ángel Asturias. Aparece Hombres de maíz
(Buenos Aires, 1949), creación compleja y honda, considerada por la crítica como su
verdadera obra maestra, continúa con su trilogía novelística bananera integrada por:
Viento fuerte (Guatemala, 1949), El Papa verde (Buenos Aires, 1954) y Los ojos de
los enterrados (Buenos Aires, 1960), sucesivamente expone la lucha entre los
pequeños productores de bananas y una poderosa compañía frutera, el despojo de
los campesinos arruinados por una gran compañía frutera, incluyendo los abusos
del imperialismo y la organización de los trabajadores para enfrentar a la compañía
bananera. Otra creación novelística netamente política es Week-end en Guatemala
(Buenos Aires, 1956) que denuncia la invasión mercenaria imperialista que derrocó
en 1954 al presidente guatemalteco Arbenz, pero por esto no pierde su belleza como
una creación artística, en realidad es un reportaje-novela; finalmente Mulata del tal
(1963), narración de carácter mítico.
Agustín Yáñez (México, 1904-1980), tuvo mucha notoriedad
a fines de la década del cuarenta, siendo el precursor de la
nueva narrativa en su país, alcanza notoriedad con la novela
Al filo del agua (México, 1947), considerada su obra maestra.
Se desarrolla en Jalisco, donde sus personajes
atemorizados son presentados haciendo uso de las nuevas
técnicas literarias, con las que muestra las diversas
conductas de sus personajes que se encuentran en dilemas
difíciles, mientras la acción externa resulta un tanto
secundaria. Le siguen otras novelas menos notables como:
La creación (1959) y Ojerosa y pintada (1960) que muestra
una visión sobre México rural.

3.2 Período del Boom de la Novela Latinoamericana


Boom novelístico latinoamericano I: Su máxima expresión corresponde al apogeo
entrado entre 1960 y 1970, años en que se ingresa plenamente a la novelística de la
modernidad y que en Latinoamérica se conoce con la denominación del Boom de la
Literatura latinoamericana, cuyos novelistas en nuestros días si viven siguen
escribiendo y publicando. Sobre el origen del Boom manifiesta Teodosio Fernández
en Rodrigo, Juan Manuel y Rodrigo, Ricardo (1994:9):
Los años sesenta conocen una difusión sin precedentes de la narrativa
latinoamericana. Un número creciente de novelas supera las fronteras de su país de
origen, se extiende por todo el ámbito del castellano y accede al prestigio de las
traducciones, a veces numerosas. Ese éxito inusitado, que suponía la proyección
internacional de algunos escritores, es lo que se conoció con la infortunada
denominación de boom de la novela latinoamericana. Indudablemente, el fenómeno
respondía en parte a factores extraliterarios, como el desarrollo alcanzado por la
industria editorial y una acertada promoción –en especial la realizada desde Barcelona
por la editorial Seix Barral, desde el momento en que concediera el premio Biblioteca
Breve a La ciudad y los perros (1963), de Mario Vargas Llosa-, o el interés por
Latinoamérica que en todas
partes despertó la revolución cubana, apoyada con casi total unanimidad por los
escritores de
mayor prestigio en el ámbito internacional.
La narrativa del boom surge en forma paralela y simultánea en diferentes países de
Latinoamérica como México, Buenos Aires, Río de Janeiro, Montevideo, Santiago de
Chile, La Habana y Lima; sin embargo, los primeros integrantes lo conforman la
tetrarquía constituida por Julio Cortázar, Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa y Gabriel
García Márquez, conocidos como los integrantes del Boom de la novela
latinoamericana I, considerando que posteriormente se amplía sus integrantes.
La característica más destacada que poseen es el trabajo escrupuloso que realizan
en el marco del lenguaje, renovando las técnicas narrativas, considerando que hacen
uso de nuevas formas de presentar la realidad. Una de estas muestras es el
despliegue de la perspectiva múltiples, más conocida como la técnica poliédrica;
además ya no se afanan en presentar una realidad testimonial sino una realidad
recreada dentro de la ficción narrativa, es la realidad novelística, considerando que la
novela es una presentación subjetiva por más que se desee mostrar la objetividad.
Julio Florencio Cortázar Descotte (Bruselas, Bélgica,
26 de agosto de 1914-París, 12 de febrero de 1984) es más
famoso y difundido como cuentista, en el campo de la
novela se inicia con Rayuela (1963), con la que de
inmediato alcanza la popularidad. Es una novela de
carácter lúdica, donde nos indica que se puede leer
siguiendo los cánones lógicos, ya conocidos, pero que una
segunda forma de leer es siguiendo el orden establecido
por el escritor indicado en una página inicial, pero también
hay una tercera opción que puede establecer el lector,
considerando el orden que mejor le parezca. Sobre la
particularidad de esta novela dice Rocío Flórez (1999:110):
Rayuela no sólo es un texto fundamental en la obra de Cortázar, sino un punto de
referencia de toda la literatura en nuestro idioma. Es toda experimentación técnica no
es una única novela, sino que es una novela que contiene a otra, pues además de la
historia principal aparece allí otra, escrita por Morelli, personaje de la ficción. Esto da
al lector la posibilidad de crear una novela de su propia invención, es decir, le da la
oportunidad de jugar a la rayuela.
Esta novela es el símbolo de la desintegración cultural, la ausencia de lo
convencional en que vivimos, apareciendo diversas opciones totalmente originales,
insólitas y novedosas de reorganizar la realidad.
Carlos Fuentes Macías (Ciudad de Panamá, 11 de
noviembre de 1928-México, 15 de mayo de 2012)), de
ascendencia mexicana, hijo de un diplomático mexicano, de
cultura cosmopolita y políglota, destaca en el cuento, la
novela, el ensayo, la crítica, el teatro y los guiones de cine.
Se inicia con la novela con La región más transparente
(1958) donde el protagonista es todo México con su
personaje mítico Ixca Cien Fuegos, muestra una
observación minuciosa y crítica, contrasta el pasado con el
presente mexicano llena de smog; es un hito en la narrativa
urbana mexicana en la que la técnica aplicada es la de
Manhattan Transfer de Jonhn Doss Passos. Las buenas
conciencias (1959) narra la conciencia moral de grupos
capitalinos y provincianos de México en 1959. Su tercera
novela, La muerte de Artemio Cruz (1962) es su creación más conocida, mostrando
una destreza técnica muy expresiva y original del nuevo realismo que tiene sus raíces
en Doss Passos, Faulkner y Joyce con gran dominio, intercalando el uso de la primera,
segunda y tercera persona gramatical en el presente, futuro y pasado respectivamente
(en su conjunto, la técnica de la perspectiva múltiple) y con un montaje
cinematográfico, narra la muerte de un anciano que simboliza en la vida real al México
postrevulucionario. Aura (1962) es una complementación de la novela La muerte de
Artemio Cruz, simboliza la vida de la muerte; novela corta maestra en la que se
ficciona la narrativa fantástica con lo real maravilloso en el suspenso y en el desenlace
imprevisto, apreciándose el dominio de la técnica de la segunda persona gramatical.
En París escribió Cambio de piel (1967), premio Biblioteca Breve de la Editorial Seix
Barral, narra los sucesos que ocurrieron en un día en la vida de dos personajes que
visitan las pirámides de Cholula en que se entrecruza la conquista y el presente,
después aparece Zona sagrada (1967), es una novela mágica mítica de intensa
vibración poética, siendo protagonista el uso del lenguaje, corresponde a una
reelaboración del mito de Ulises, Telémaco y Penélope a través de la relación edípica
del protagonista con su madre. La novela corta Cumpleaños (1969) une lo fantástico
con lo mítico-esotérico. Tierra Nostra (1975) que le sirve para hacerse acreedor del
Premio Rómulo Gallegos 1977 como la mejor novela del quinquenio 1972-1976, es su
novela más extensa y ambiciosa, acoge las cuatro tendencias principales de la
narrativa latinoamericana: el nuevo realismo, lo real-maravilloso, la narrativa fantástica
y el protagonismo del lenguaje; es considerado como la novela que cierra el boom de
la narrativa latinoamericana (1975) que se había iniciado en 1962. Continúa con La
cabeza de Hidra (1978), Una familia lejana (1980), Agua quemada (1981) conformada
por una colección de novelas cortas y cuentos, Gringo viejo (1985) de gran éxito,
Cristóbal Nonato (1989), Constancia y otras novelas para vírgenes (1990), La
campaña (1991), El naranjo o los círculos del tiempo (1993), Diana o la cazadora
solitaria (1994) son numerosas novelas fruto de la vitalidad del escritor, Los años con
Laura Díaz (1999), Instinto de Inéz (2001), La silla del águila (2003), La voluntad y la
fortunas (2008), Adán en Edén (2009), su última novela es Federio en su balcón
(2012).
Mario Vargas Llosa (Arequipa, 28 de mayo de 1936) de
extracción burguesa, comienza en la novela con La ciudad
y los perros (Barcelona, 1963), ganando el Premio
Biblioteca Breve, narra la vida de los estudiantes en el
Colegio Militar Leoncio Prado, formados en falsos valores
de machismo y moralidad. Con La casa verde (1966) llega
a su máximo renombre, narra múltiples sucesos haciendo
uso de la técnica poliédrica, sobre lo que comenta Enrique
Morillas Ventura en Rodrigo (1994:125):
En la particular presentación de la novela, ésta se
conforma alternando de continuo las diferentes historias,
los tiempos y espacios del relato; es éste su componente
estructural notorio, el que otorga un especial sentido a la
narración. Porque La casa verde no sólo es el relato de la vida de su singular burdel
y de los habitantes de su remota –y próxima- selva, sino también el relato de su
imbricación. Su ambiciosa construcción consigue afianzar el texto vargasllosiano, que
se propone, ya desde La ciudad y los perros, la elaboración de la novela total.
Los cachorros (1967), novela breve que narra la castración física del niño Cuellar por
el perro Judas que simboliza la castración cultural por parte de la educación religiosa;
Conversación en la catedral (1969), refleja la realidad de la época del gobierno militar
de Odría, con su corrupción y crisis. Pantaleón y las visitadoras (1973), es una farsa
novelística que con un despliegue de gran humor muestra la torpeza de los militares
para solucionar problemas elementales. La tía Julia y el escribidor (Barcelona, 1977),
creación que posee aspectos autobiográficos, sobre su primer matrimonio con su tía
Julia y su labor de escribidor. La guerra del fin del mundo (Barcelona, 1981), novela
de carácter histórico ambientada en Brasil, narra la formación de un poblado por el
santón Antonio Vicente Mendes, el Consejero, que convenció a un grupo de
campesinos que se convierten en seguidores y creyentes. Historia de Mayta (1984),
expone la ficción narrativa de la insurrección de Vallejos y Rentería; ¿Quién mató a
Palomino Molero? (1986), la crítica considera que es la novela menos interesante
escrita por Vargas Llosa; El hablador (1987), novela ambientada en la selva peruana,
París y Lima nos muestra dos narraciones alternas, la evocación de un compañero de
juventud limeña apodado Mascarita y el relato sobre un anónimo contador de historias
en plena selva que muestra la vivencia colectiva de los machiguengas; Elogio a la
madrastra (1988), breve novela de carácter erótico en que Alfonso provoca y seduce
a Lucrecia hasta la relación amorosa. Lituma en los Andes (1993), corresponde a la
vivencia del cabo Lituma y su adjunto Tomás en un campamento minero de los andes
bajo la amenaza de los guerrilleros maoístas de Sendero Luminoso; Los cuadernos
de don Rigoberto (1997), corresponde a un elogio sobre el arte de amar en sus
diversas facetas; La fiesta del Chivo (Madrid, 2000), novela que narra la dictadura del
tirano guatemalteco Trujillo y el retorno de Urania Cabral a la ciudad de sus malos
recuerdos, es importante transcribir el comentario de Julio Nelson en Tenorio Requejo
(2001:331) sobre esta novela:
La fiesta del chivo ha sido celebrada como una chef d’oeuvre, tanto por la excelencia
de sus formas como por su materia: el retrato crítico de una de las dictaduras más
tenebrosas habidas en la América latina. Artísticamente es superior, sin duda, a la otra
obra en que Vargas trata el mundo de la satrapía: Conversación en la catedral,
publicada en 1969; el desarrollo narrativo es ahora más ágil y ameno, la intriga más
intensa y el manejo del plano temporal –uno de los lados fuerte de la novelística de
Vargas Llosa- más fluido. Y la representación del clima del trópico –ese mundo de
calor húmedo y luz vibrante que no es tan sensible en La casa verde y en La guerra
del fin del mundo- es muy lograda (se puede percibir que Vargas ha asimilado
finalmente la técnica sabia de Graham Greene para presentar el clima del trópico,
mediante pinceladas sincopadas).
La penúltima novela corresponde a El paraíso en la otra esquina (2003), una hermosa
narración de dos historias en contrapunto, sobre la vida de Flora Tristán, una de las
precursoras del feminismo, y referente a la vida de Paul Gauguin en su particular forma
de vida y concepción de la feminidad. Finalmente, su última novela es Travesuras de
la niña mala (2006), novela de amor que narra la historia de una pareja totalmente
contradictoria pero unida por el amor en una realidad diferente a su medio, su última
novela es El sueño del celta (2011), en base a los sucesos del río Putumayo en la
época del caucho y los sucesos en el continente africano.
Gabriel García Márquez (Aracataca, Colombia, 06 de
marzo de 1927), Premio Nobel 1982. En 1952 escribió su
primera novela La hojarasca y lo envió a Argentina para
que lo publicaran, pero le devolvieron acompañado de una
carta en la que le recomendaban dedicarse a cualquier
cosa menos la literatura, pero en 1955 recién pudo
publicarlo; es una obra en el que se vale del monólogo
interior, hace sus primeros trazos del espacio mítico
llamado Macondo, después aparece El coronel no tiene
quien le escriba (1961), le sigue La mala hora (1962) con
lo que ganó el Premio Esso en Santa Fe, pero llega a la
celebridad con Cien años de soledad (30 de mayo de
1967), año que se considera el clímax del boom
latinoamericano, que relata la historia de seis
generaciones de la familia Buendía en el mítico espacio
de Macondo que se inicia como un fabuloso mundo cerrado del paraíso, luego se torna
en un pequeño pueblo aislado visitado sólo por los gitanos, hasta tornarse en una urbe
con la afluencia de la Compañía Bananera que finaliza masacrando al pueblo, para
concluir con su decadencia y desaparición hasta su olvido. Es el ciclo del nacimiento,
crecimiento, desarrollo, apogeo, decadencia y muerte de una ciudad, Gloria Ortega y
Blanca Rivera (1991:79-80) opinan sobre Macondo:
Macondo es un ligar de ficción “inventado” por el escritor colombiano, perdido en un
desierto anónimo que se puede localizar en algún punto de existencia o en la frontera
que separa la realidad de la fantasía.
Macondo, que al inicio es un fabuloso jardín del edén, posteriormente se convierte en
un árido infierno.
No es sólo Macondo quien consigue su invención, sino es Comala y Santa María;
creaciones que corresponden, respectivamente, al mexicano Rulfo y al uruguayo
Onetti.
En otros aspectos, los pobladores de Macondo son moradores de un continente que
realmente existe. García Márquez crea un mundo imaginario que es posible reconocer
por sus rasgos peculiares. Macondo es Aracataca; Macondo es Colombia; Macondo
es América Latina.
Es la novela que se convierte en la máxima creación representativa de lo real
maravilloso. Continúa con la novela El otoño del Patriarca (1975), considerada como
la más compleja de sus creaciones y ubicada dentro de la novelística de la dictadura,
resulta una metáfora sobre la soledad, la gloria que se desvanece rápidamente y la
presencia de la miseria como consecuencia del poder. Crónica de una muerte
anunciada (1981) presenta la muerte del joven Santiago Nassar, corresponde a la
novelística de tipo policíaca, más conocida como novela negra. El amor en tiempos
del cólera (1985), sobre el amor de dos jóvenes adolescentes que son truncados en
sus aspiraciones por influencia de los padres y la sociedad, pero lo mantienen vivo a
lo largo de los años y sólo consuman este amor con la ancianidad, se considera como
una parodia de la novela romántica. El general en su laberinto (1989), novela de
carácter histórica, sobre los últimos días de Simón Bolívar abordada con una visión
humana. Su siguiente novela corresponde a Del amor y otros demonios (1994), una
pequeña creación estructurada en cinco capítulos y ubicada en el siglo XVII de
Cartagena de Indias, ubicado en la actual Colombia, presenta a Sierva María de Todos
los Ángeles, una hermosa niña de doce años, inteligente y conocedora de unos cinco
idiomas africanos, es considerada una endemoniada por el Obispo, entonces envía a
Cayetano Delaura para que lo exorcice pero se da cuenta que es una niña normal, se
enamora y sostienen un romance prohibido, finalizando con la muerte de la niña. La
novela enfoca el tema del amor prohibido y sobre todo la mentalidad del hombre
americano en la Época Colonial, muy influida por la religión católica, a tal punto que
decide en la vida de los seres humanos, incluso cometiendo numerosas atrocidades
mediante la Santa Inquisición, o persiguiendo y dando muerte a seres humanos de
una visión amplia como la niña sierva María de Todos los Ángeles o el médico judío
Abrenuncio de Sa Pereira Cao, que es perseguido por su excepcional sabiduría. Su
última novela es Memoria de mis putas tristes (2004), también conformada por cinco
capítulos que corresponde al amor invernal del protagonista, un anciano de noventa
años de edad trajinando por los caminos de la fogosidad y la furia primaveral del amor
inocente de la que en su ideal del protagonista es la angelical Delgadina.
Con motivo de sus ochenta años de vida y cuarenta años de la publicación de Cien
años de soledad, Peter Elore (11-03-2007) expresa:
La consagración del libro fue inmediata y, antes de que llegara a su término la mal
llamada década del Boom, el consenso de la crítica y los lectores ya había dictaminado
que Cien años de soledad era la novela más importante del decenio. Ilustración
lograda de la “novela total” y obra maestra del realismo mágico, Cien años de soledad
se convirtió para muchos en la cifra y en la cima de la narrativa latinoamericana.
La característica más destacada ante los ojos de los lectores, del realismo mágico es:
1º La violación de las leyes físicas, incluida la gravedad de la tierra y la abundancia de
milagros. Es así como por ejemplo en Cien años de soledad: Remedios la Bella se va
al cielo cuerpo y alma, el padre Nicanor levita cada vez que bebe una taza de
chocolate. Entre los milagros se encuentra la lluvia de flores amarillas durante ocho
días.
2º Predominio de la hipérbole a lo largo de toda la narración. Eso sucede en los
numerosos acontecimientos de Cien años de soledad: Todo el pueblo de Macondo se
olvida de la masacre perpetrada por la Compañía Bananera, etc.

Después del éxito de estos cuatro novelistas que forman una tetrarquía de la narrativa
Latinoamérica, surgen los integrantes del Boom novelístico hispanoamericano II, son
novelistas que ya habían comenzado a publicar en la década del cincuenta, pero no
habían llamado la atención como los tetrarcas de la década del sesenta, sólo como
consecuencia del éxito logrado por ellos, adquieren notoriedad y son valorados en su
real dimensión, sumándose de esta manera a los integrantes del boom los novelistas
Juan Rulfo, Augusto Roa Bastos, José Donoso, José Lezama Lima y Guillermo
Cabrera Infante, incluso se puede considerar como parte del boom latinoamericano a
los famosos escritores brasileños Joao Guimaraes Rosa y Jorge Amado.
Juan Rulfo (Sayula, Jalisco, México, 16 de
mayo de 1917-México, 07 de enero de 1986), de
nombre extenso, Juan Nepumuceno Carlos Pérez
Rulfo Vizcaíno, escritor sumamente parco y
lacónico, llega al éxito y la celebridad con su única
novela titulada Pedro Páramo (México, 1955), que
corresponde con su brevedad a la revolución
novelística latinoamericana, escrito con un rigor
formal, con una técnica sumamente elaborada,
enfocando su temática con una nueva visión, nos
muestra la violencia, la desesperanza, el mal y la
tragedia en que el ser humano se conmueve,
incluyendo los muertos; de esta manera Juan Preciado, un hijo natural, va en busca
de su padre a Comala y dialoga con los muertos reconstruyendo la historia de su padre
Pedro Páramo que viene a ser la historia de todo Comala. Simbólicamente nos
presenta la vida del campesino mexicano en su miseria y dolor, donde sus esperanzas
sólo son ilusiones y nos muestra la codicia, la envidia, el rencor y la ilusión. Novela de
muerto y vivos que se confunde y entremezclan.
Augusto Roa Bastos (Asunción, Paraguay, 13 de junio de 1917-27 de mayo de
2005) , poeta, cuentista y novelista caracterizado por escribir asimilando el Guaraní a
la lengua castellana en sus creaciones, publica Hijo de hombre (Buenos Aires, 1960)
que obtuvo el premio de la Editorial Losada, muestra la tragedia del pueblo paraguayo,
asimila elementos del realismo, regionalismo e indigenismo; Yo, el supremo (Buenos
Aires, 1974), novela compleja que gira en torno a la dictadura de su país que considera
la más larga y terrible, donde el Supremo es el Hombre-dueño-de-sustos, que detenta
el poder durante veinticinco años; es una obra original que no sigue los cánones
tradicionales, abriendo una nueva forma de escribir, incluye reflexiones,
interpretaciones, narraciones, etc.
José Donoso Yáñez (Santiago de Chile, 05
de octubre de 1924-06 de diciembre de 1996),
entre sus novelas está Este domingo (1966)
sobre la alta burguesía chilena, El lugar sin
límites (1967), una de las novelas más logradas
del autor, luego El obsceno pájaro de la noche
(1969), la más representativa, las acciones se
desarrollan en una casa de caridad explorando el
lado oscuro y siniestro del ser humano, Casa de
campo (1978), considerada como una novela de
transición, presenta la historia de dos niños, El jardín de al lado (1981) sobre la vida
de un escritor chileno mediocre, la novela corta Cuatro para Delfina (1982) y su última
novela Donde van a morir los elefantes (1995) sobre la historia de un profesor de
literatura.
José Lezama Lima (La Habana, Cuba, 19 de diciembre de 1910-09 de agosto de
1976), es el líder de la Generación de orígenes surgida en 1937 publicando la Revista
Verbum, desde entonces publicó poemarios, cuando en 1959 triunfa la revolución
cubana ocupa el cargo de Director del Departamento de Literatura y Publicaciones del
Consejo Nacional de Cultura, incursiona en la novela con Paradiso (1964), su más
importante logro que se presta para lecturas múltiples: como una narración
autobiográfica, como un extenso poema en prosa, como una novela de ideas, como
una crónica intelectual y como un ensayo, siendo imposible de parametrar dentro de
un género literario, tiene similitudes a Ulises de James Joyce.
Guillermo Cabrera Infante (Ginebra, provincia de Oriente, Cuba, 22 de abril de 1929
- Londres, lunes 21 de febrero de 2005), periodista de carrera, publica la novela Tres
Tristes Tigres (1964) que primero se denominaba Viento del amanecer en el trópico,
ganando el premio Biblioteca Breve de la editorial Seix Barral, es la imagen de Cuba
antes de la Revolución Castrista, escrita en una mezcla de castellano, inglés, francés
y la jerga en los diversos idiomas, cuando Norte América lo tenía a Cuba como su
night club para un weke end llena de prostitución. Su segunda novela es Vista de
amanecer en el trópico (1974), título retomado de su primera novela, se considera
como uno de su mejores libros, corresponde a una historia que refleja los instintos
más sobresalientes de Cuba, pero La Habana para un infante difunto (1979) resulta la
mejor de sus novelas de carácter semiautobiográfica, escrita en primera persona
protagónica, es la historia de un niño provinciano que va a vivir con su familia a La
Habana. Recibe el Premio Cervantes de 1977.
Joao Guimaraes Rosa (Cordisburgo, Mina Gerais, 27 de
junio de 1908-Río de Janeiro, 09 de noviembre de 1967),
durante su niñez, adolescencia y juventud recorrió el sertón
(formación semidesértica en el Estado de Goiás), que lo
plasma en su novela Gran sertón: veredas (1956),
considerada la narrativa más importante de la literatura
brasileña, a la altura de las obras de Joyce, Kafka, Proust,
etc., tiene un amplio trabajo lingüístico, nos muestra el
conflicto entre el bien y el mal en el sertón como un mundo
total, cerrado, sobre este tema monologa el protagonista
Riobaldo. Su otra novela menos conocida es Cuerpo de baile
(1956), integrada por siete novelas cortas que a partir de su
tercera edición se convierte en tres libros: Manuelzáo e
Miguilim, No Urubúquaquá no Pinhém y Noites do Sertáo
(Noches de Sertón).
Jorge Amado (Itabuna, Bahía, Brasil, 1912-2004), ampliamente conocido por sus
novelas llevadas a la televisión, se inicia dentro del vanguardismo publicando El país
del carnaval (1930) que satiriza al Brasil de su tiempos y cobra prestigio con Cacao
(1933), de una ágil narrativa sobre personajes del mundo popular que se encuentra
dentro de la tendencia del Realismo Socialista, Sudor (1934) también dentro del
Realismo Socialista, muestra el mundo de los trabajadores bahianos, sigue Jubiabá
(1935) narrado en dos planos: Uno, el mundo del boxeador negro Antonio Balduino y
el mundo Ballano lleno de favelas, puertos, peligros e injusticias destacando la figura
paterna de Jubiabá y con El caballero de la esperanza (1942), finaliza su primer ciclo
narrativo. Su última novela política lo escribió en Praga, Los subterráneos de la
libertad (1951), integrada por una trilogía: Tiempos ásperos, La agonía de la noche y
La luz del túnel, que retrata las luchas de la izquierda brasileña. Que representan a
una segunda etapa novelística. La tercera etapa corresponde a sus novelas
postvanguardistas, caracterizada por la descripción imaginativa y sensual del mundo
popular de Bahía, llevadas casi todas a la televisión: Gabriela, clavo y canela (1958),
Los bellos marineros (1961), Los pastores de la noche (1964), Doña Flor y sus dos
maridos (1966, la novela más popular, escrita con gran libertad, al respecto Rocío
Flores (1999:124) manifiesta:
Doña Flor y sus dos maridos es, por último, una novela que remece los pilares mismos
del machismo, no sólo por la exaltación de la generosidad y entrega absoluta del
personaje principal, sino porque retrata la mezquindad, los celos y la cobardía que
mueven a los dos maridos a enfrentarse, mezclando ridículo y tragedia, por doña Flor.
Continuó con La tienda de los milagros (1969), sobre el culto religioso de origen
africano, Teresa Batista cansada de guerra (1972), Tieta de Agreste, pastora de
cabras (1976), Uniforme, frac y camisón de dormir (1982), Tocaia Grande: su rostro
oscuro (1984), O sumico da santa (1988).

3.3 Período del Boom Novelístico Junior

En la década del setenta surge el Boom Novelístico Junior, integrado por escritores
jóvenes que continúan con el uso de las técnicas narrativas instauradas por sus
antecesores, además, con la particularidad de llevar a la novelística las técnicas del
cine con mayor frecuencia como sucede con el uso del flash back. Realmente es una
generación que ha sido opacada por los escritores del boom, sin embargo, sus méritos
son importantes porque ellos dan un nuevo paso en la asimilación y uso de las
numerosas técnicas narrativas para presentar a sus personajes con precisión, además
de escribir novelas tienen dominio del cine, el periodismo y ven la realidad con nuevos
ojos, cuyas visiones han quedado plasmadas en sus creaciones.
Los más destacados en México son:
Fernando del Paso (México, 1935), en la novela José Trigo (1966) refleja la vida de
las familias pobres en los campamentos ferrocarrileros de México, después publicó
Palimuro de México (1977). Gustavo Sáenz (México, 1940), con Gazapo (1965) sobre
incidentes minúsculos de una pandilla de adolescentes, La princesa del palacio de
hierro, Compadre lobo y Obsesivos días circulares (1969). Salvador Elizondo
(México, 1932), novelista urbano con Farabeut (1965), El hipogeo secreto (1968) y El
grafólogo (1972).
En Cuba:
Severo Sarduy (Camagüey, Cuba, 1937-París, 1993), con El gesto (1962), Cobra
(1972), muy difundida en su tiempo, Maitrea (1973). Reynaldo Arenas (Cuba, 1943)
con Celestino antes del alba (1967) sobre el triunfo de un mundo fantástico y mágico.
En Venezuela:
Salvador Garmendia (Barquesímeto, Venezuela, 1928-Caracas, 2011), con Los
pequeños seres (1959), Los habitantes (1961), Día de cenizas (1963), La mala vida
(1968), Pies de barro (1973) y Memorias de alta Gracia (1974). Adriano Gonzales
León (Venezuela, 1936), con París portátil.
En el Perú:
Enrique Congrains Martín (Lima, 1932-2009), con Lima, hora cero, es un testimonio
de la crisis que pasa el Perú por la presencia de la deshumanización, sigue con
Kikuyo, que refleja la injusticia y destaca con No una sino muchas muertes, que refleja
el problema social, su última novela es 999 palabras para el planeta tierra (2008) que
linda entre el realismo y la ciencia ficción.
Alfredo Marcelo Bryce Echenique (Lima, 16 de
enero de 1939), el más destacado en nuestros
días, se hace famoso con su primera novela Un
mundo para Julius (Barcelona, 1970) que en torno
a la vida del protagonista el niño Julius nos
presenta la vida superficial y despreocupada de la
alta burguesía limeña de los años sesenta, sigue
con La felicidad ja, ja (1974), Tantas veces Pedro
(1977), La vida exagerada de Martín Romaña
(Barcelona, 1981), El hombre que hablaba de
Octavia de Cádiz (1985), Magdalena peruana
(1986), La última mudanza de Felipe Carrillo (1988), No me esperen a abril (1995), La
amigdalitis de Tarzán (Madrid, 1999) una distraída parodia de novela amorosa
epistolar, Dos señoras conversan (1996), El huerto de mi amada (2002), Premio
Planeta 2002, etc.
Manuel Scorza (Lima, 09 de setiembre de 1928-Madrid, 27 de noviembre de 1983),
escribió una serie de cinco novelas con el título común de La guerra silenciosa,
compuesta por: Redoble por Rancas (1970), la más conocida y difundida, Historia de
Garabombo el invisible (1972), El jinete insomne (1977), Cantar de Agapito Robles
(1977) y La tumba del relámpago (1979), estas creaciones representan el viaje del
realismo mágico al realismo social; siguió con una nueva serie novelística titulada El
fuego y la ceniza, de la que publicó La danza inmóvil, quedando trunco el resto de sus
creaciones.
En Argentina:
David Viñas (Buenos Aires, Argentina, 1929), su novela inicial es Un dios cotidiano
(1954) que gana el Premio Kraft en 1957, siguen Cayó sobre su rostro (1955), Los
dueños de la tierra (1959), Dar la cara (1963), Los hombres de a caballo (1968) y La
semana trágica. En todas sus creaciones está presente su
interpretación psicosociológica de sus personajes.
Néstor Sánchez (Argentina, 1935), publica Nosotros dos
(1966), Siberia blúes (1967), El ámbar, loa orsinis y la muerte
(1969), Cómico de la lengua (1973).
Juan Manuel Puig (General Villegas, Buenos Aires, 28 de
diciembre de 1932-Cuernavaca, México, 22 de julio de 1990)
es uno de los más destacados novelistas argentinos desde su
primera novela La traición de Rita Hayworth (1968) que lo
escribió como guión de cine, luego lo convirtió en novela, nos
muestra la vida íntima pero hermética del Villorrio, en Boquitas
pintadas (1969) es una mezcla de la historia de amor y
narración de crímenes, hace uso del flash back, es una parodia del folletín, obra que
causó escándalo y una excepcional venta, The Buenos Aires affair (1973) es
considerada como su novela más osada y experimental, narra la historia de un artista
perseguido por un científico asesino, aquí trastoca los cánones clásicos de la
narración policial. Desde 1973 se estableció en México y allí publicó El beso de la
mujer araña (1976), es la muestra de un extenso diálogo entre un homosexual y un
activista político en la cárcel de Buenos Aires; se considera su novela más lograda;
después publicó Pubis angelical (1979), sobre una desintegración amorosa, Maldición
eterna a quien lea estas páginas (1981), Sangre de amor correspondido (1982), Cae
la noche tropical (1988), donde dos hermanas evalúan su pasado y dejó una novela
inconclusa titulada Humedad relativa 95%.
En Chile: Jorge Edwards Valdés (Santiago de Chile, 29
de junio de 1931), escritor, crítico literario, periodista y
diplomático, conocido como cuentista, publica las novelas El
peso de la noche (1965), sobre la decadencia de una familia
de la clase media, Persona non grata (1973), en base a sus
experiencias en calidad de embajador chileno en Cuba, Los
convidados de piedra (1978), cuya temática es el dilema
moral de la burguesía chilena ambientado en el golpe de
estado de 1973, El museo de cera (1981), corresponde a una
alegoría política, La mujer imaginaria (1985), sobre la
liberación de una mujer artista, El anfitrión (1985) en base a
la recreación del mito de Fausto, El sueño de la historia
(2000), en base a la vida del arquitecto italiano Joaquín
Toesca, El inútil de la familia (2004), La muerte de Montaigne (2011).
En su conjunto, son novelistas que si se encuentran vivos siguen escribiendo y
publicando sus creaciones con mayor experiencia.

04. LA NOVELA TESTIMONIAL

4.1 Concepto

Se desarrolla en forma paralela a la novela del boom latinoamericano, apareciendo


esta forma de hacer novela en diversos países latinoamericanos como México,
Argentina y Cuba y otras naciones, a mediados de la década del sesenta del siglo
pasado. Es una mezcla de crónica periodística, reflexión ensayística, investigación
sobre temas de carácter social, uso de documentos conseguidos en la investigación y
el manejo del lenguaje asimilando la belleza literaria y los giros populares.

4.2 Características

Se caracteriza por cumplir un papel educador supliendo al reportaje periodístico que


se encuentra bajo restricciones de carácter legal, de tal manera que llega a poseer un
público ávido por enterarse de sucesos atractivos.
Las narraciones son ágiles y Basadas estrictamente en la realidad cotidiana, sin
falsear los datos, variando solo en el tratamiento del lenguaje y dándole la forma de
novela.
En la narración asimila relatos orales, los documentos periodísticos conseguidos para
elaborar la novela con la asimilación de las técnicas literarias usadas por Truman
Capote y Norman Mailer dentro de la literatura norteamericana, con la asimilación de
un lenguaje popular que los hace más acogedor y que los críticos lo llaman discurso
periférico por tratarse de una variante que no era utilizado dentro de la creación
literaria.
Los personajes que aparecen son héroes populares de la vida real cotidiana que viven
los hechos que le acaecen y aparecen en las noticias periodísticas, siendo transcritos
con sus propios nombres que despierta mayor interés en los lectores.
En su conjunto, las novelas-testimonio lindan entre lo literario y lo periodístico, son
acontecimientos con hondas raíces sociales, con abundancia de hechos que son muy
populares para el público lector que ya está enterado por las noticias del día.

4.3 Representantes
En México destacan dos novelistas:
Elena Poniatowska (París, 1933), de gran influencia en México, es una reportera
periodística con un estilo irónico que incursiona en este género novelístico difundiendo
Querido Diego, te abraza Quielal (1978), escrita usando la técnica epistolar y dentro
de la ficción aparece Diego Rivera y su esposa Angelina Belof, la pintora rusa;
continúa con La Flor de lis (1988), corresponde a un testimonio autobiográfico de una
niña europea y Tinísima (1992) que aborda la vida que lleva en México la fotógrafa
italiana Tina Modotti y la relación que sostiene con el norteamericano Edward Weston.
Carlos Monsiváis (México, 1938-2010), otro mexicano
dedicado al periodismo, escribe crónicas, ensayos, críticas
y hace comentarios de la vida mexicana en los medios
escritos, radiales y televisivos. Su novela testimonial es
Días de guardar (1970), relata sucesos ocurridos los días
feriados nacionales mostrando la vida mexicana actual con
un lenguaje que posee giros locales, con expresiones
burlescas en inglés y presencia de sarcasmos, destacando
los hechos del día de la masacre de Tlatelolco del 02 de
octubre de 1968.La segunda novela es Amor perdido
(1977) que muestra la mitificación del amor en la
colectividad y Nuevo catecismo para indios remisos (1982),
con el uso de un estilo paródico presenta las creencias y
prácticas cristianas en la clase popular mexicana.
En Argentina resulta precursor de la novela-testimonio, Rodolfo Walsh (1927-1977),
quien murió asesinado por una patrulla militar, publicó Operación masacre. Un
proceso que no ha sido clausurado (1957), una investigación periodística sobre los
hechos que fueron publicados en los diarios y luego reunidos y convertidos en novela-
testimonio, muestra el levantamiento de un grupo militar, dentro de dichos sucesos
son ejecutados cinco de los levantados. Su publicación causó impacto.
Chile destaca con Hernán Valdés (1934) que escribió, Tejas Verdes: diario de un
campo de concentración en Chile (1974), es la presentación de los testimonios sobre
la época de la dictadura de Pinochet en Chile, muestra con intensidad sobrecogedora
un cuadro de su detención a inicios de la dictadura.
En Cuba, el novelista más conocido en este género es
Miguel Barnet (La Habana, Cuba, 1940) con su obra
Biografía de un cimarrón (La Habana, 1966), trata sobre las
luchas de un esclavo negro por su libertad, reconstruyendo
la imagen de todo el país con su profundo drama social,
donde el protagonista real es Esteban Montejo, nacido en
1860, quien huyó y vivió como cimarrón; luego publicó sus
novelas testimoniales: Canción de Rachel (1969), Gallego
(1981) y La vida real (1986).
En Nicaragua destaca Oscar Cabezas (1950), activista
estudiantil y guerrillero que publicó La montaña es más que
una etapa verde (Managua, 1982), dentro del contexto de
la dictadura de Anastasio Somoza Debayle.
Guatemala tiene como novelista testimonial a Rigoberta Menchú (Chimel, Uspantán,
Guatemala, 1959), una humilde indígena maya que participó en la sangrienta guerra
civil contra el ejército, para liberar a su grupo cultural, es conocida por el libro Me llamo
Rigoberta Menchú y así me nació la canción (México, 1983), dictada a Elizabeth
Burgos, una activista venezolana cuyo nombre aparece como autora, obra con la que
se hizo famosa Rigoberta Menchú y obtuvo el Premio Nobel de 1992.
El Perú tiene, tiene su representante en Genaro Ledesma Izquieta (Cajabamba,
Cajamarca, 19 de setiembre de 1931), político, abogado, profesor, escritor y
periodista, en calidad de escritor destaca con su novela testimonial Complot (1965)
que fue escrito durante su encierro en El Frontón entre 1962 y 1963, sobre la represión
sucedida durante el gobierno militar de Ricardo Pérez Godoy, siendo llevado su autor
y muchos dirigentes populares al famoso CEPA en pleno corazón de la selva peruana.

LA NOVELA LATINOAMERICANA DE LA POSTMODERNIDAD

01. DEMARCACIÓN Y CARACTERÍSTICAS

En la evolución de la historia, el año 1977 se considera simbólicamente como el fin


de la Época
Contemporánea y el inicio de la época del Conocimiento, incluso se habla de la era
del conocimiento, lo cual corresponde a una categoría mayor que época, a la vez,
significa una fractura radical con el pasado.
Dentro de la creación novelística se considera como la instauración de la Corriente
de la Postmodernidad con las siguientes características:

1º Los novelistas están en plena producción, muchos de ellos difundiendo sus


primeras publicaciones y aparecen con un rasgo excepcional en toda la historia de la
literatura y la creación novelística, esto corresponde a la presencia de numerosas
mujeres de gran calidad, de hecho por el cambio de paradigmas.
2º En el aspecto técnico un rasgo común es el uso de las más diversas técnicas
literarias y con la presencia de las más originales creaciones que da pie a denominar
como novelas totalizadoras en todos los aspectos de la palabra, lo cual es una especie
de analogía del término globalización.
3º La extensión de la novela se reduce significativamente, llegando a un promedio
de ochenta a doscientos cincuenta páginas la extensión total, también capítulos
breves que incluso tiene una sola página.
4º El tema predominante que enfocan gira en torno a los valores humanos, sea
mostrando su degradación o exaltándolo.
5º Está presente dentro de la novela, la reflexión acerca de la propia creación literaria
abordándola con exceso y retorcimiento, integrando en lo posible la realidad con la
ficción.
6º La creación de un álter ego, que dentro de la novela es la presentación de un
personaje que hace las veces de autor identificándose con el verdadero autor.
Recurso usado para tratar de romper la diferencia existente entre la realidad objetiva
y la realidad ficticia de la novela, no siendo más que un truco narrativo.

02. LA NOVELA LATINOAMERICANA DE LA POSTMODERNIDAD

En la novelística latinoamericana de la Postmodernidad se muestra las mismas


características que en la novela universal, presencia femenina y el afán totalizador,
podemos mencionar a los siguientes tendencias representativas:
1º Novela feminista

Sigue la misma perspectiva que se desarrolla en la novelística mundial:

Laura Esquivel (México D. F., 30 de septiembre de 1950), publica Como agua para
chocolate (1989) considerada el mejor libro del año 1989 en México, Premio ABBY
(American Booksller Book of the Year) 1994 otorgado por primera vez a un libro escrito
en lengua no inglesa; su novela futurista La ley del amor (1995) incluye pintura y un
CD con música de Puccini y danzones mexicanos como parte de la novela, Tan veloz
como el deseo (2002) y su última novela es Malinche (2006), sobre las relaciones
amorosas entre Hernán Cortés y la india Malinalle/Malinche
que es presentada como una mediadora entre la cultura
occidental y la cultura autóctona mexicana.
Laura Restrepo González (Bogotá, Colombia, 1950), sus
novelas: Historia de un entusiasmo (1986), La isla de la
pasión (1989), Leopardo al sol (1993), Dulce compañía
(1995) que en 1997 ganó el Premio Sor Juana Inés de la
Cruz de novela escrita para mujeres, otorgada por la feria
Internacional de Guadalajara, La novia oscura (1999), La
multitud errante (2001), Olor a rosas invisibles (2002), Delirio (2004), sobre el retorno
de un hombre a su casa después de tres días de negocio que encuentra a su esposa
enloquecida, entonces para curarla investiga las causas de esa locura, al respecto
José Saramago (2004) expresa:
Delirio es la expresión de todo lo que Colombia tiene de fascinante, e incluso de
terriblemente fascinante. Y cuando el nivel de la escritura llega hasta donde lo llevó
Laura Restrepo, hay que quitarse el sombrero. Lo digo en mi nombre y en el nombre
del jurado que no ha ahorrado aplausos para esta obra.
Isabel Allende (Lima, Perú, 02 de enero de 1942), de
nacionalidad chilena, inicia su relación con la novela
escribiendo La casa de los espíritus (Barcelona, 1982),
historia de tres generaciones de la familia Trueba que abarca
de 1900 a1970, son elementos históricos, conflictos de clases
sociales, intrigas amorosas, dramas domésticos, humor,
fantasía desde una perspectiva femenina; sigue De amor y
sombra (Barcelona, 1984) que enfoca la violencia política,
Eva Luna (Barcelona, 1978), El plan infinito (Buenos Aires,
1991) donde el protagonista es Gregory Reeves, como
consecuencia de la enfermedad de su hija que luego murió,
estas tres novelas son melodramas sociales escritas con más
agudeza; después escribió Paula (1994) de carácter
autobiográfico, Afrodita (1997), Hija de la fortuna (1999), Retrato en Sepia (2000),
novela histórica enmarcada en el siglo XIX en Chile, su protagonista Aurora del Valle
sufre un trauma, borra de su memoria los primeros años de su vida, crece libre pero
atormentada por horribles pesadillas; La ciudad de las bestias (2002), El reino del
dragón de oro (2003), Inés del alma mía (Buenos Aires, 2006), última novela en que
la española Inés Suárez desempeña un papel crucial en la conquista de Chile, sobre
la que expresa Allende, Las hazañas de Inés Suárez (1507-1580) “son excepcionales
en una época tan masculina como la de la conquista de américa, de testosterona, de
hierro, de violencia y masacre” 11-09-2006:7). Plantea su concepción teórica sobre la
novela en su última obra Los amantes del Guggenheim. El oficio de contar (2009: 40-
41):
Me gusta el meticuloso oficio de una novela larga y complicada.(…) En una novela
uno crea un universo agregando detalles, como se borda una tapicería con hilos de
muchos colores; con el diseño se disimulan los defectos y al final lo que importa es la
impresión general. (…) Para una novela se necesita paciencia, tiempo, concentración
y ojo para los detalles.
Marcela Serrano (Santiago de Chile, 1951), una mujer muy feminista, publicó
Nuestra señora de la Soledad (Premio Sor Juana Inés de la Cruz 19994), Un mundo
raro, Antigua vida mía, El albergue de la mujeres tristes, Lo que está en mi corazón
(Finalista Premio Planeta 2001), Hasta siempre mujercitas (2004) que refleja a la mujer
del siglo XXI.

2º Novela de la valoración ética

Paulo Coelho (Río de Janeiro, 24 de agosto de 1947), se


inició como autor teatral, escritor de letras de canciones
brasileñas, periodista, guionista para televisión e ingresa a
la creación novelística con El peregrino (1987), luego El
alquimista (1988), narra las aventuras del joven pastor
andaluz Santiago que un día deja sus rebaños para ir en
pos del desierto en busca de una quimera, hermosa novela
considerada especialmente para la lectura de los jóvenes.
Después publicó una serie de novelas como: Brida (1990),
Maktube (1994), A orillas del río Piedra me senté y lloré
(1994), Manual del Guerrero de la luz (1997), La Quinta
Montaña (1997), Verónika decide morir (1998), El Demponio y la Señorita Prym
(2000), Once minutos (2003), El Zahír (2004), La bruja de Portobello (2006), Como el
río que fluye (2006).

3º Novela totalizadora

Escrita con intensidad por Miguel Francisco Gutiérrez Correa (Piura, 27 de julio de
1940), fundador de la revista literaria Narración en 1966, que
con sus escasos números cumplió un papel fundamental en la
literatura peruana, se inició con El viejo saurio se retira (1968),
después de veinte años difunde Hombres de camino (1988)
y se coloca en un lugar excepcional con La violencia del
tiempo (1991), una novela totalizadora en su temática, lenguaje,
estructura y técnica literaria, integrada por tres tomos (en total
1067 páginas), escrita de 1981 y 1990, calificada por la crítica
como “obra mayor de la novelística peruana de nuestros días”.
El tomo I presenta aspectos de un drama familiar de los Villar,
también explora la condición humana al enfrentarse a tiempos
violentos, novela formativa, pues sus personajes se educan en
la vida y en el arte, en el universo narrativo también se incorpora
lo épico, lírico y dramático; lo fantástico y onírico, lo popular y lo culto, lo serio y lo
lúdico.
En el tomo II la novela amplía su espacio por el sur y centro del Perú en los años de
la guerra con Chile, incluso a París en los días de la Comuna, por el norte de España
a fines del siglo XIX y a Barcelona en la semana trágica de 1909, de igual manera las
evocaciones de Martín Villar sobre los levantamientos de los comuneros de Chalaco
de las alturas de Morropón en enero de 1883.
En el tomo III, escrito en deferentes formas de monólogo, relatos orales y colectivos,
dramatizaciones, diarios, cartas, crónicas y cuentos, desarrollados en Congará, Piura,
París, Barcelona y Lima en diferentes fechas. Sus últimas novelas corresponden a La
destrucción del reino (1992), Babel, el paraíso (1993) es una novela celebratoria del
amor, la vida, la mujer y a los dones de la naturaleza, y su última novela El mundo sin
Xóchitl (2001) es una historia de amor basada en la ficción en un manuscrito dejado
por Wenceslao, un hombre al borde de la vejez que cuenta su relación incestuosa con
su hermana Xóchitl, Confesiones de Tamara Fiol (2008), narra la vida de una feminista
e izquierdista limeña en la que revela la historia de personalidades peruanas de
izquierda.

4º Novela de la violencia

Abordada como consecuencia de la guerra interna que vivió el Perú en la década del
ochenta del siglo pasado en base al tema de la guerra interna y tiene diversas
tendencias, considerando la perspectiva que adopta el novelista, entre ellos destacan:
Zeín Zorrila (Tayacaja, Huancavelica, setiembre de
1951), uno de los últimos novelistas excepcionales del
Perú, comienza con Dos más por Charly (1996), en que
muestra la vida de su protagonista, fracasado en su
intento de estudiar en la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos, su vida muy problemática y su final con el
suicidio. Las mellizas de Huaguil (1999) que muestra el
drama humano como consecuencia de la transformación
que sufre la sociedad andina y Carretera al purgatorio
(2003), que es su última novela en el contexto del siglo
XXI.
Santiago Rafael Roncagliolo Lohmann (Lima, 29 de
marzo de 1975) es un joven guionista, dramaturgo,
cuentista, novelista y periodista, se inicia con El príncipe
de los caimanes (Barcelona, 2002), Pudor (2004), destaca por su reciente novela Abril
rojo (2006), Premio Alfaguara 2006, que muestra los horrores de la guerra como
consecuencia del enfrentamiento del Estado Peruano con el grupo guerrillero Sendero
Luminoso. Sobre la que vale la pena transcribir la opinión de Ronald Cárdenas (04-
05-2006:10):
En la novela de Santiago Roncagliolo (SR) se presenta el papético carnaval de la
impunidad. Tras los ojos distantes de un narrador clasemediero intenta sostenar la
imparcialidad política y la “demencia” que produce el Partido Comunista del Perú. Lo
único que logra es demostrarnos que los intelectuales de nuestra postmodernísima
burguesía no tienen capacidad ideológica para enfrentar la lucha de clases, y más
bien son sólidamente emocionales e instintivos, ajustándose a la frase que nos sirve
de epígrafe.
Para comprender con precisión la cita es necesario transcribir el epígrafe en el que
alude al final el autor, que dice: “Entre los seres salvajes prevalecen las intenciones
de origen emocional; entre los pueblos civilizados, las determinadas por la
inteligencia”. (Karl Von Clausewitz). Memorias de una dama (2009), Tan cerca de la
vida (2010).
Iván Daniel Thays Vélez (Lima, 21 de octubre de 1968), se inició publicando la novela
Escenas de caza (1996), El viaje interior (1999), La disciplina de la bondad (2000), es
el último novelista dentro de la creación de la violencia con Un lugar llamado Oreja de
Perro (2008), finalista del Premio Herralde y con dos ediciones, uno en España y otro
en el Perú. Es una presentación de la violencia pero con una visión externa,
considerando que no conoce la realidad descarnada que vivió el Perú como
consecuencia del terror, sus últimas novelas son: Un sueño fugaz (2011) y El orden
de las cosas (2011).
De igual manera aparece la novela La muerte de Emilio (2008) de Víctor Andrés
Ponce (21 de diciembre de 1964), ambientado dentro del gobierno de corrupción de
Alberto Fujimori, en sus injusticias y acciones que también causaron violencia.

5º Novela de la rebeldía

Cuyo máximo representante es Jaime Bayly Letts


(Lima, 19 de febrero de 1965), destacado como
periodista, encuentra su rumbo en la televisión,
actualmente es profesor visitante de la Universidad de
Georgetown. Sorprende a los lectores con su primera
novela No se lo digas a nadie (1994), sobre la que en
su momento la crítica en Expreso (1998:316) expresó:
“Pero más allá del asunto comercial, No se lo digas a
nadie mostró a un narrador sumamente eficiente, con
un manejo impecable del habla coloquial limeño. Se
trata de un libro que, desde su provocador título,
desafía a la mentalidad a la vez pacata y chismosona de nuestra capital.”
Su segunda novela es Fue ayer y no me acuerdo (1995), surge con el tema de la
rebeldía, y la soledad y el desencanto. Continúa con Los últimos días de La Prensa
(1996) que narra la cotidianeidad periodística limeña. Su cuarta novela corresponde
a La noche es virgen (1997), ganadora del Premio Herralde 1997 de la editorial
española Anagrama que para la crítica significa: “Que, después de Vargas Llosa y
Bryce, Bayly es, actualmente, el escritor peruano más destacado a nivel
internacional...” y a continuación sobre los rasgos de la novela expresa en Expreso
(1998:318):
Pero si hay aquí alguna novedad ella radica en el lenguaje. Hay una mayor comodidad
con la palabra y la identificación de una voz personal que se aparta cada vez más de
la canónica para explorar la expresión nueva. Junto con la desaparición casi total del
diálogo clásico, aparece una mayor agresividad y una soltura que lleva al narrador en
primera persona a autodefinirse en femenino.
Prosigue con sus novelas Yo amo a mi mami (1999), Los amigos que perdí (2000),
La mujer de mi hermano (2002), El huracán lleva tu nombre (2004), Y de repente, un
ángel (2005), con la que ganó el Premio Planeta 2005, causando desazón y gran
polémica entre los jurados que dieron por ganador a esta última novela, creación sobre
lo que opinan los editores de Planeta en Bayly (2005): “Esta historia de una amistad
improbable y de reencuentros familiares constituye el relato más brillante de Jaime
Bayly, que nos cautiva desde el primer momento por su insólita habilidad para ir de lo
grave a lo hilarante.”
En esta novela y en sus demás creaciones predomina la brevedad de los capítulos
que lo integran, como sucede en esta última creación que fluctúa entre una página y
diez páginas de extensión. El tema predominante en su creación novelística es la
rebeldía. La soledad y el desamparo del protagonista dentro de un espacio que es
Lima, con su caos y grandes problemas.
Continúa con las novelas El canalla sentimental (2008) y El cojo y el loco (2009).

6º Novela neoindigenista

La herencia de Arguedas sigue desarrollándose pero con nuevos ingredientes


literarios, siendo sus rasgos saltantes:
El pleno dominio de la técnica literaria por sus cultores, considerando que son
especialistas inmersos en el quehacer literario.
Las creaciones literarias muestran la realidad del centro andino del país, totalmente
diferente a las realidades mostradas por Ciro Alegría y José María Arguedas. Es una
realidad donde el hombre andino vivió libre, formando comunidades campesinas,
practicando sus ancestrales tradiciones orales, después recibieron la influencia
occidental con sus concepciones racionalistas.
Es una novelística que presenta esta doble realdad, considerando que el ser humano
actual es un mestizo, posee lo andino y lo occidental porque su mestizaje es cultural
y racial pero con esa concepción del trabajo y de la superación que no lo tienen en las
otras realidades del Perú.
Tenemos dos representantes de gran importancia pertenecientes a un espacio
geográfico totalmente diferente al presentado por José María Arguedas, también las
épocas son diferente, pero en el fondo está presente ese
desencuentro cultural que sigue latente en el Perú, ellos son:

Edgardo Martínez Rivera (Jauja, 08 de setiembre de 1933),


con las novelas País de Jauja (1993), considerada como la
mejor novela peruana de los años noventa del siglo pasado,
es una visión particular de esa sociedad de la sierra central,
que es Jauja, muy especial por su influencia cultural recibida
en el siglo XIX y primeros
años del siglo XX. Su
siguiente novela es
Libro del amor y de las
profecías (1999) y
Diario de Santa María (2008)
donde la protagonista
es Felice que se encuentra feliz con su familia,
deleitándose del paisaje jaujino y liberada de
la opresión del internado de monjas.
Laura Berenice Riesco Malpartida (La Oroya, 25 de
febrero de 1940-Ogunquit, Maine, Estados
Unidos, 14 de noviembre de 2008), influenciada
por la cultura andina y occidental, radicada en Estados Unidos desde 1959, siempre
estuvo ligada al Perú, inició publicando una novela experimental en Lima: El truco de
los ojos (1978) que pasó desapercibida, pero con su segunda novela, Ximena de dos
caminos (1994), de trasfondo autobiográfico, corresponde a la mejor novela femenina
peruana, ganó el Premio Latino de Narrativa en Nueva York en 1995. En el
acontecimiento su protagonista hace evocar al niño Ernesto del cuento Warma kuyay
de José María Arguedas, al respecto Ricardo González Vigil expresa (30-11-2008:
14):

…una lograda síntesis mestiza, digna de ser cotejada con las sumas novelísticas de
Ciro Alegría, José María Arguedas y –más cerca a ella, integradores y armoniosos,
ambos oriundos de la sierra central- Edgardo Rivera Martínez.

7º Novela artefacto

Es un nuevo término correspondiente a este siglo XXI, acuñado para referirse a las
creaciones novelísticas, que dentro de sus características de morosidad, es capaz de
asimilar diálogo, narración, comentario, fotografía, pintura, poesía, artes gráficas, etc.,
como consecuencia de los adelantos tecnológicos existentes en nuestros días. Ha
causado asombro la difusión de la novela Bombardero (2008) del peruano César
Gutiérrez (Arequipa, 1966-), un joven exponente de las letras.

8º Novela de la ficción histórica

Últimamente está en pleno desarrollo esta tendencia, tomando como base los hechos
históricos dentro de la realidad, para narrar con una visión ficticia en la novelística,
alterando los acontecimientos, espacios y tiempos en sus detalles.
En Argentina Tomás Eloy Martínez (Tucumán, Argentina, 1934-Buenos Aires, 2010),
con su novela histórica Santa Evita (Buenos aires, 1995)
sobre el fascismo argentino llegando a ser mitificado por
las clases populares argentinas.
En el Perú tenemos a Santiago Roncagliolo (Lima,
1975), vivió entre Perú, México y España, se ubica dentro
de la ficción novelística histórica con su tercera novela
Memorias de una Dama (2009).

10° Novela testimonial

En Chile Antonio Skármeta (Antofagasta, Chile, 1940)


narra sobre situaciones reales y personajes de la vida real
a partir de su novela La insurrección, que trata sobre la
lucha armada sandinista contra Somoza, luego aparece
Ardiente paciencia (Buenos Aires, 1985), narra la historia
de un humilde cartero que corteja a una chica de pueblo dentro de un ambiente
represivo, siendo una de las víctimas el cartero.
El chileno Ariel Dorfman (1942) publicó en inglés Mascara (Nueva York, 1988) y el
mismo año lo traduce al castellano y publica con el título de Máscara (Buenos Aires,
1988), luego apareció su novela Konfidenz (Nueva York, 1995) que corresponde a una
historia de refugiados.
03. LA NOVELA AMAZÓNICA EN LA POSTMODERNIDAD

Los novelistas amazónicos, en comparación con las otras latitudes,


todavía se encuentra en un retraso de unos cincuenta años, pero los
que destacan dentro de esta corriente última se encuentran:
Víctor Enrique del Águila (Iquitos) publicó La Embarcación de la
Esperanza (1989), narra el naufragio de sus protagonistas Adolfo y
Cobán en el río Amazonas y mediante el uso del flash back muestra
los diferentes recuerdos de los dos protagonistas, que afloran en sus mentes durante
el naufragio, enriqueciendo de esta manera la visión del lector sobre Iquitos en la
década del cincuenta.
Jaime Vásquez Izquierdo (Iquitos, 09 de diciembre de
1935-Iquitos, 19 de enero de 2008), el novelista más
destacado de nuestra Amazonía dentro de la segunda
mitad del siglo XX, se inicia publicando Río Putumayo
(1986), tiene un marco netamente urbano en los
capítulos iniciales (I, II, III) y los capítulos finales (XIX,
XX, XXI) que presenta la realidad urbana de Iquitos a
inicios de la década del treinta, con toda su crudeza
reflejada en su protagonista Miguel Valdez mientras los
demás capítulos corresponden a las acciones militares
en la frontera del río Putumayo dentro del conflicto con
Colombia. Es un lienzo sobre la vida miserable en las
quintas de mala muerte con sus prostitutas, alcohólicos y pobres mujeres que sufren
la violencia de la miseria urbana. Esta realidad urbana continúa en su segunda
novela Cordero de Dios I (1989) y Cordero de Dios II (1991) presentando con
mayor detalle la forma de vida iquiteña en su anterior apacibilidad entre lo rural y
urbano correspondientes a las décadas del cuarenta al sesenta. La guerra del Sarjento
Ballesteros (2006), novela histórica que narra la guerra olvidada entre los hombres
amazónicos del Perú y el Brasil, consecuencia es la pérdida del Acre por parte de los
peruanos, y su breve novela Hashkivenu avinu (mayo 2008), integrado por doce
breves capítulos y su respectivo epílogo, cuyo título está en hebreo, con el significado
premonitorio de “Señor, haznos descansar en paz”, presenta al protagonista de vida
marginal y miserables, acosado por la enfermedad, finalizando con su supuesta
muerte.
Walter Meza Valera (Alto Amazonas, 1940) logra fascinar al lector con su novela De
Lima la Ilusión (1994) teniendo como espacio de las acciones a la ciudad de
Yurimaguas y Lima, unidas por el protagonista que en el presente se mueve en Lima
y en sus recuerdos está su tierra natal, con narraciones que tienen como cantera el
relato oral, Para que no te coma el otorongo (2009), novela breve que muestra cómo
el protagonista se salva del ataque del otorongo.
César Calvo de Araujo Soriano (Iquitos 1940-Lima 2000) más destacado como
poeta, incursiona en la novela con Las Tres Mitades de Ino Moxo y otros Brujos
de la Amazonía (1981), haciendo un despliegue de los recursos más diversos, como
es el mito, la imaginación, la presentación de la práctica chamánica y la más
desbordante fantasía, logrando crear una novela excepcional difícil de catalogar en
un determinado género, dado que también se puede establecer como una creación
épica e incluso lírica.
Arnaldo Panaifo Teixeira (Iquitos 1948-2005) se inicia por
el camino de la creación novelística desarrollando una saga
que comienza con Los Decires del Fasanando (2001), luego
continúa con Fasanando (2002), en las que narra el afán
depredador del hombre, devastando el bosque amazónico,
para cuyo fin utiliza una metáfora poco comprensible para los
lectores de otras latitudes: Muestra a los hombres del planeta
desértico (costa) y del planeta gélido (sierra) que tratan de
capturar el planeta verde (selva), pero fracasan ante la
capacidad de camuflarse del hombre amazónico
transformándose en chullachaquis, bufeos, etc. que le permite
poseer como aliado a los mismo animales de la región. La novela póstuma Shamiro
(2006) muestra la corrupción de los docentes amazónicos en todos los niveles.
Mario Vargas Llosa (Arequipa 1936), El Hablador (1987) que refleja la evolución
cultural de los machiguengas tanto en su léxico como en su forma de pensar
valiéndose de una serie de metáforas de carácter mítico; con esta novela por primera
vez se enfoca la realidad desde la perspectiva de los oprimidos y de los opresores
en nuestra Amazonía, dando ocasión a distinguir la presencia de dos culturas
totalmente opuestas en plena contradicción con dos formas de ver la realidad.
Magín Barcia Boria con Oro Verde (1995) sobre la realidad
amazónica donde se dan la mano el tema amoroso, el mundo
de los negocios, la explotación petrolera, la presentación de
acciones gangasteriles como el narcotráfico, las acciones en
los comunidades aborígenes de la selva con presencia de la
fantasía y la idealización del superhombre amazónico
teniendo en su protagonista a una especie de Rambo que sale
triunfante de todas las emboscadas, quedando plasmado la
idealización del hombre que se impone y resulta irresistible a
todas las mujeres que se cruzan en su vida, a quienes las
seduce y posee.
Germán Lequerica Perea que en base al cuento El Viaje de la Vida escrito en
compañía de Orlando Casanova Héller, lo convierte en novela titulada El Viaje de
la Vida (1998), en que el protagonista es un majás desde cuya óptica podemos ver
todo su accionar en el mundo de los animales con su propia lógica, pensamiento
y con un comportamiento de cualquier ser humano.
Ricardo Vírhuez Villafane (Lima, 1964) con El Periodista (1996), en su temática está
presente el tratar de reflejar con precisión cómo la sociedad se encuentran consumada
por acciones denigrantes, denunciando la corrupción y la injusticia latentes en el
medio social iquiteño a través de su personaje predominante que es un periodista
quien refleja la podredumbre de esta sociedad tal como vivimos en nuestra
actualidad y precisamente muy presente en la mayoría de los periodistas prácticos de
este Iquitos atomizado en sus múltiples problemas. Si comparamos la realidad, esta
novela queda muy corta con la objetividad denigrante en que vivimos.
Javier Cisneros Rengifo con su novela Selva, Guitarra y Cemento (1990), dejó
una ligera pincelada de un Iquitos querido y desaparecido, captado en el capítulo I
cuando todavía no había sido canalizado la calle Ricardo Palma y a donde acudían
los niños a jugar entre las hierbas y los desperdicios de la ciudad que eran arrojados
por los pobladores a falta de una Baja Policía, para luego presentar en el capítulo II la
partida nostálgica a Lima y proseguir con los capítulos siguientes mostrando el
desarraigo del protagonista en la ciudad de Lima, pero evocando constantemente en
su mundo interior a su ciudad entrañable guardada en sus recuerdos, que va
presentándose a través del pensamiento del protagonista quien evoca, compara,
lo destaca a cada instante con las acciones objetivas que le va sucediendo o va
realizando, a tal punto que Iquitos se convierte en un espacio interior del personaje
largamente añorado hasta convertirse en un íntimo recuerdo de una especie de
paraíso perdido.
Jorge Nájar Kokally (Pucallpa, 1945), más conocido como poeta, incursiona en la
novela publicando Morir en La Pedrera (1990), que con una narración precisa capta
el problema de un pequeño poblado amazónico, La Pedrera, atrapado por la tifoidea,
azotado por el narcotráfico y la corrupción de sus autoridades, donde todo está
podrido, dentro de cuyo ambiente viven los pobladores más pobre subyugados por
ese ambiente de corrupción total. Al mismo tiempo refleja la miseria y la muerte como
consecuencia de toda una realidad putrefacta y en ese ambiente florece el amor
que finaliza con el fracaso y la huida de sus protagonistas, siendo considerada como
un lugar perdido de la selva olvidada por el centralismo. Son diversos temas muy bien
presentados por el novelista que mantiene una narración firme y precisa pintando la
realidad desde las diversas ópticas de los personajes. Su segunda novela
denominada Mayushin, Ángeles y Diablos (1998), se coloca en esta tendencia
novelística de lo real maravilloso haciendo uso de un lenguaje simple y un tema muy
familiar de carácter evocativo, mezcla con gran habilidad las creencias, leyendas,
tradiciones y mitos de la cultura shipibo-conibo convirtiéndola en parte muy querida
de sus personajes que son mestizos pero totalmente identificados con sus ancestros,
notándose el cariño y la convicción con que van desarrollándose incluso en sus
razonamientos.
En el siglo XXI surge la novela de género con Luciérnaga (2005) de Ana María Barcia
Barbarán, que se convierte en la primera novelista amazónica femenina. La ficción
narrativa se enmarca en el neorromanticismo con personajes que poseen nombres de
flores y muestran el amor más puro, encamina hacia el cultivo de los valores humanos,
temática de estos nuevos años.
Un novelista excepcional es Werner Gustavo Bartra
Padilla, nacido en Moyobamba, profesor de Lengua y
Literatura, además de incursionar en la creación poética,
resulta deslumbrante en la veta novelística, destacado con
la novela breve El patio de los pasos invisibles (julio, 2005)
con la que ocupó el primer lugar en el XV Concurso Nacional
Horacio-2005. Esta creación narrativa posee un despliegue
de recursos técnicos muy bien utilizados conocidos con la
denominación de la técnica poliédrica, que lo convierten en
una hermosa novela en que presenta las diferentes
circunstancias problemáticas de la vida de su protagonista
Roberto Gómez Robalino, desde su nacimiento hasta su
muerte. Es la creación literaria más lograda en toda la
historia de la novela amazónico precisamente por la forma
de narrar valiéndose de los recursos técnicos actuales que
lo convierten en una creación novedosa, especialmente en
la forma de presentar los hechos dándole un vuelo
expectante en que se dan la mano recreaciones de la
realidad y ficciones de origen mítico, pero que se convierten
en reales dentro de la ficción, por su especial tratamiento
técnico. Lo único negativo corresponde a la forma de
edición nada literario, lo que contribuye al desmedro en su presentación formal. Esta
novela es el signo que la literatura amazónica va avanzando por camino seguro hacia
un despliegue de calidad.
Cayo Vásquez, con la novela Hostal amor (2006), tiene la particularidad de ser un
conjunto de dieciocho relatos cuando se lee en forma individual, mientras en su
conjunto es una novela donde el personaje es el Iquitos nocturno en que se relata la
vida secreta de la ciudad.
El Lic. Raúl Villacorta Vigo, su primera novela es Ninguno será presidente, que narra
tiernamente la educación de los estudiantes especiales, mientras su segunda novela
es El sueño del ciego (2007), presenta una novela totalizadora que trata de reflejar
no sólo la realidad amazónica sino la realidad peruana en un contexto de 80 años,
informándonos con precisión sobre los sucesos más saltantes que viven sus
personajes en la secuencia de los acontecimientos. Para presentar esta amplia
realidad con fines totalizadores el autor se vale de la narración de acontecimientos
puntuales en las que sus personajes se ven envueltos, pero para que resulte bello,
dado que el objetivo primordial de toda novela es deleitar y luego como objetivos
secundarios: educar, informar y hacer discernir; se vale del uso de la técnica literaria
del diario, esta técnica permite orientar al lector para que no se pierda en las acciones
que narra puntualizando las fechas y lugares a inicio de cada capítulo, al mismo
tiempo combina con la presentación genealógica de sus personajes, también
recurre a la técnica del iceberg. Toda esta estructura se configura en una secuencia
formal integrada por tres parte y un epílogo, cada una de las partes se subdividen en
capítulos y en la presentación de las acciones sigue la modalidad del contrapunto, lo
que permite pasar de un espacio a otro espacio, de un personaje a la narración de
hechos de otros personajes. En su conjunto todas estas técnicas integradas en la
novela se denominan narración poliédrica o narración de perspectiva múltiple.
Abraham Huamán Almirón, actual catedrático de lengua y
literatura en la Universidad Nacional de Ucayali, publicó la
novela El hijo del hijo del jefe (2008), se ubica dentro del
neoindigenismo amazónico, una tendencia en pleno
desarrollo enriquecida por la narrativa que valiéndose de
nuevas perspectivas desbroza realidades que años atrás no
pudo ser presentada a cabalidad. El narrador a lo largo de
la novela presenta la forma de vida comunitaria de los
sharanahuas, que tienen su curaca llamado don Diego,
quien es la máxima autoridad y se puede observar que la
vida es comunitaria, donde todos comparten en forma
mancomunada, sobre todo la alimentación, considerando que es una comunidad
incomprendida por los mestizos quienes se aprovechan para lograr beneficios
económicos.
Juan López Ruiz escribe la novela neoindigenista Mashinga (2011) integrado por
veintinueve capítulos breves tal como se estila en la novelística de nuestros días y da
final un epílogo, una especie recuento dentro de los cánones tradicionales. Es una
narración en tercera persona siguiendo la secuencia lineal que es interrumpido por
una serie de narraciones que corresponden al flash back cuando se refiere a Kashán
y Carmela, además hay juego de espacios y tiempo con la presentación de los hechos
saltantes, dejando de lado hechos secundarios, de tal manera que nos da una imagen
general de los sucesos más saltantes resultando un lienzo de la realidad problemática
del hombre indígena amazónico en este siglo XXI. El tema predominante expuesto en
la novela es el desencuentro cultural entre la cultura indígena cashahuita y la cultura
mestiza de origen occidental. En la novela el curaca Kashán y sus pobladores
pertenecen a la cultura indígena amazónica que dentro de la vida familiar practica la
poligamia: el curaca posee varias esposas, que para la cultura mestiza occidental
monogámica, es un delito. Son dos formas de vida totalmente opuestas. En este
aspecto presenciamos el choque de las culturas opuestas: mestiza de raíces
occidentales e indígena amazónica.

También podría gustarte