Artroscopia de codo

Artroscopia
CONTENIDO
1. Objetivo

2. Preparación del paciente y posicionamiento

3. Anatomía articular del codo

4. Abordaje artroscópico del codo

5. Fragmentación del proceso coronoides medial

6. Osteocondrosis-Osteocondritis disecante del cóndilo

humeral

7. Síndrome compartimental medial

8. Otras patologías e indicaciones para la artroscopia de codo

9. Contraindicaciones y complicaciones en la artroscopia

de codo

10. Bibliografía
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Objetivo
• Conocer los pasos de la artroscopia de codo,
así como sus patologías más frecuentes y su
resolución a través de artroscopia.

Preparación del paciente y

posicionamiento
El paciente está sujeto y preparado para una artrotomía
de codo convencional, en caso de que la artroscopia no
sea posible por motivos técnicos. Esta situación suele
ser más común cuando se está aprendiendo la técnica.
El perro se posiciona en decúbito dorsal y la piel se rasura
desde la mitad del antebrazo hasta la articulación del Figura 1. Posición del perro y del equipo quirúrgico para una artroscopia
hombro (figura 1). El pelo restante de la porción inferior bilateral de codo, antes de colocar los paños. Fuente: Beale BS, Hulse DA,
Schulz KS, Whitney WO. Small Animal Arthroscopy. 2003. pp 51-79 (1).
de la pata es cubierto.

A medida que el cirujano adquiere más experiencia y

se vuelve más experto en la artroscopia del codo, se
necesita menos maniobrabilidad y se puede realizar
una preparación de la extremidad medial para cada
extremidad. En el quirófano, la posición de decúbito
dorsal es estándar para la artroscopia de codo unilateral
y bilateral. Otra opción es colocar al perro en decúbito
lateral con la extremidad afectada hacia abajo. Esta
posición permite el uso del borde de la mesa quirúrgica
como punto de apoyo para la distracción de la articulación.
Para el posicionamiento en decúbito dorsal, se pueden
usar sacos de arena como punto de apoyo o se pueden
construir abrazaderas para el codo y colocarlas debajo
de cada codo para proporcionar un punto de apoyo para
la distracción de la articulación (figura 2).

El cirujano puede utilizar una capa adhesiva estéril o

de Stockinet a discreción del cirujano. Una vez que el
paciente está completamente cubierto, la extremidad Figura 2. Posicionar hecho en casa para artroscopia. Fuente: Beale BS,
Hulse DA, Schulz KS, Whitney WO. Small Animal Arthroscopy. 2003. pp
se gira hacia abajo hasta que quede paralela al suelo. 51-79 (1).
La extremidad se coloca en una posición normal de
pie en relación con los ángulos de la articulación, con
la articulación del codo colocada sobre el borde de la
mesa. El asistente ejerce una presión moderada hacia
abajo (lateral) para abrir el compartimento medial de la
articulación del codo (figura 3).

La rotación interna adicional de la extremidad también

amplía el espacio articular para la instrumentación.
Las posiciones relativas del cirujano y el asistente,
craneal o caudal a la extremidad, dependen de la mano
del cirujano, el procedimiento específico que se realiza y
la preferencia del cirujano1-4 (figura 4).

Figura 3. Paciente preparado para artroscopia de codo, los paños de

plástico permiten mantener seco el paciente. Fuente: Beale BS, Hulse
DA, Schulz KS, Whitney WO. Small Animal Arthroscopy. 2003. pp 51-79 (1).

Anatomía articular del codo Abordaje artroscópico del
Desarrollar un patrón estándar para el examen de la codo
articulación ayuda al cirujano a mejorar las habilidades
artroscópicas y también asegura que se examinen todas
las áreas accesibles de la articulación. Las imágenes
estándar de regiones específicas se obtienen de forma
rutinaria, incluso cuando estas áreas son normales.
Además de documentar el tipo, la gravedad y la
ubicación de las lesiones, las imágenes y el informe
de estos hallazgos ayudan a determinar el grado de
trauma iatrogénico en el cartílago al final de la cirugía
primaria y ayudan a realizar evaluaciones de la curación
o progresión durante la segunda revisión.
Un ejemplo de examen estándar de la articulación medial
del codo es visualizar y obtener imágenes de cada área
de la articulación medial de la siguiente manera1:
1. Anconeo
2. Muesca troclear
3. Coronoides lateral
4. Coronoides medial central
5. Coronoides medial craneal
6. Cabeza radial
7. Cóndilo humeral medial craneal
8. Cóndilo humeral medial central
9. Cóndilo humeral medial caudal
10. Cóndilo lateral (región axial)
Figura 4. Colocación del quirófano para artroscopia. Fuente: Beale BS, Hulse DA, Schulz KS, Whitney WO. Small Animal Arthroscopy. 2003. pp 51-79 (1).
Artroscopia de codo | 4
Mientras que los procedimientos artroscópicos
probablemente tienen un riesgo reducido de infección en
comparación con las cirugías abiertas; se recomienda
la terapia antimicrobiana perioperatoria siguiendo los
protocolos quirúrgicos estándar. La artroscopia del codo
se realiza de forma rutinaria desde la cara medial de la
articulación del codo, ya que la mayoría de las lesiones que
afectan al codo, pueden investigarse y tratarse con acceso
a la articulación desde la cara medial. Se recomienda
un artroscopio de 2,4 mm para la artroscopia de codo
en perros de razas grandes, ya que este endoscopio
proporciona un buen campo de visión y los índices de flujo
de líquido son adecuados para mantener una visión clara
durante los procedimientos quirúrgicos.
Es preferible un endoscopio de 1,9 mm en las articulaciones
del codo más pequeñas para acceder a la articulación sin
riesgo de daño iatrogénico a las superficies articulares
y navegar por el espacio articular sin interferir con los
instrumentos quirúrgicos en el espacio limitado. Sin
embargo, este pequeño artroscopio produce un campo y
una profundidad de visión significativamente reducidos,
por lo que se requiere una mayor habilidad artroscópica
para realizar los procedimientos.
La resistencia al caudal de fluido de la cánula estándar
de 2,2 mm de diámetro que rodea el endoscopio de
1,9 mm requiere una bomba de presión e, incluso con
un flujo de fluido presurizado, lograr una irrigación de
fluido adecuada puede ser problemático. Se encuentra
disponible una cánula de alto flujo de líquido de 3,5 mm
de diámetro para el endoscopio de 1,9 mm que ayuda a
mantener una visión libre de hemorragias al realizar la
cirugía; esta cánula de alto flujo es útil cuando lo permite
el tamaño de la articulación tratada2.
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Se utilizan dos o tres puertos para la artroscopia de codo,

según el propósito del procedimiento. Si todo lo que se
requiere es una exploración visual de la articulación del
codo, son necesarios un puerto de salida y un puerto
para el artroscopio. Sin embargo, se requiere un puerto
de instrumentos adicional para la biopsia de tejido o el
tratamiento de patología articular. Primero se establece
el sitio de salida (figura 5), (figura 6) y (figura 7) 1.

Con la articulación en posición de pie y el compartimento

medial forzado a abrirse con una presión moderada hacia
abajo, se inserta una aguja (calibre 25 a 18 G) en una
dirección craneodistal y lateral leve, comenzando justo
proximal o adyacente al ancóneo. Se dirige la aguja para
colocar la punta en la articulación próxima al ancóneo.

Para asegurar la colocación dentro de la articulación, se Figura 5. Vista medial de la localización de los puertos. 1. Puerto de en-
coloca una jeringa conectado a la aguja y se usa para trada/salida fluidos. 2. Puerto artroscopio. 3. Puerto para instrumental.
aspirar líquido sinovial. En la mayoría de los casos, Fuente: Beale BS, Hulse DA, Schulz KS, Whitney WO. Small Animal Arthros-
copy. 2003. pp 51-79 (1).
cuando el puerto de salida está colocado correctamente,
el líquido sinovial se aspira fácilmente. Si no se aspira
líquido sinovial y el cirujano cree que se ha penetrado
en la articulación, se puede instilar la solución de Ringer
lactato en la articulación. Si la aguja está ubicada en la
articulación, el líquido se instila fácilmente. Además,
a medida que la cavidad articular se llena de líquido,
se siente una presión en el émbolo de la jeringa.
Esta sensación asegura que la aguja está colocada
correctamente. Si la aguja se coloca incorrectamente,
se puede inyectar líquido alrededor de la articulación en
lugar de dentro de la articulación, lo que dificulta mucho
el procedimiento.

En algunos casos, incluso cuando la aguja está

colocada correctamente, puede ser imposible aspirar
líquido articular. La infusión y el lavado articular se
realizan con solución de Ringer lactato, que puede
causar menos daño al cartílago que la solución salina.
La articulación se llena hasta sentir una presión Figura 6. Vista medial del posicionamiento de instrumentos para artros-
moderada contra el émbolo. El llenado insuficiente hace copia del codo. Fuente: Beale BS, Hulse DA, Schulz KS, Whitney WO. Small
que el establecimiento del puerto del artroscopio sea Animal Arthroscopy. 2003. pp 51-79 (1).
más difícil y traumático, y el llenado excesivo puede
provocar la ruptura de la cavidad articular y la pérdida
de líquido hacia los tejidos blandos periarticulares.

El volumen de líquido que se necesita puede

variar enormemente entre las articulaciones.
Las articulaciones normales o levemente patológicas
pueden requerir solo varios mililitros de solución de
Ringer lactato, mientras que las articulaciones más
enfermas pueden requerir hasta 20 ml de líquido.
Una vez que se alcanza la presión adecuada, un asistente
debe mantener la jeringa bajo presión o tapar la aguja
para mantener la presión de la articulación durante la
inserción del puerto del artroscopio. A continuación, se
establece el puerto del artroscopio1.

Figura 7. Vista medial del posicionamiento de los instrumentos en el

codo. Fuente: Beale BS, Hulse DA, Schulz KS, Whitney WO. Small Animal
Arthroscopy. 2003. pp 51-79 (1).

Primero se inserta la cánula del artroscopio con el
obturador romo adjunto. El sitio de inserción del
artroscopio estándar se basa en la localización del
epicóndilo medial y la aproximación de la ubicación de
la superficie articular. El artroscopista principiante debe
tener cuidado de localizar el epicóndilo medial antes de la
infusión de la articulación, porque la distensión articular
puede dificultar la palpación. Se debe colocar un dedo
en el epicóndilo medial y bajar en sentido distal hasta
alcanzar el nivel aproximado de la articulación. Este
nivel se estima evaluando la vista radiográfica lateral.
A continuación, se dibuja el dedo aproximadamente 5
mm caudal a este punto para la inserción del artroscopio
(figura 5), (figura 6) y (figura 7).
La ubicación exacta de esta inserción puede modificarse
según la enfermedad que se esté tratando. Por ejemplo,
es posible que sea necesario mover el puerto del
artroscopio más caudal para permitir la visualización
de una lesión de osteocondrosis disecante humeral
(OeD) completa. Se puede insertar una aguja de calibre
18 a 25 en la ubicación del puerto propuesto para
garantizar que el nivel sea correcto. La aguja debe
penetrar fácilmente en la articulación con un mínimo de
angulación proximodistal. Para insertar el artroscopio,
se utiliza una hoja pequeña (nº 15 o nº 11) para realizar
una incisión proximodistal corta (de 2 a 3 mm) a través
de la piel y los tejidos blandos superficiales. La incisión
no debe continuar a través de toda la cápsula articular,
o se eliminará la distensión articular y se producirá
una extravasación excesiva de líquido hacia los tejidos
blandos circundantes. El asistente debe mantener una
fuerza en valgo (presión hacia abajo) en el pie para abrir
el compartimento medial de la articulación.
La cánula del artroscopio se coloca con un obturador romo
y se inserta a través de la incisión hasta la articulación.
El ángulo ideal de inserción, perpendicular a la extremidad,
permite la máxima manipulación y visualización, con
un mínimo trauma. Cuando se utiliza un obturador
cónico romo, se aplica presión para penetrar la cápsula
articular. La cánula y el obturador romo se insertan con
los dedos apoyados contra la extremidad para evitar la
sobrepenetración, que puede dañar el cartílago.
Con experiencia, el cirujano aprenderá a sentir cuando
se introduce la articulación. Una vez confirmada la
entrada, se retira el obturador de la cánula. Si la cánula
está colocada correctamente, el líquido fluye libremente
desde la cánula. La línea de entrada de líquido se une a
la cánula y se inserta el artroscopio. Si se usa flujo por
gravedad, completamente abierto. Si se usa una bomba
de fluido, se recomiendan presiones relativamente altas
(60 a 75 mm Hg) y flujo bajo (10 % a 20 %).
La aguja de salida está destapada en este punto. Se
puede conectar un tubo de extensión estéril a la aguja de
salida para recoger el líquido en un recipiente (figura 7); sin
embargo, en situaciones de flujo bajo, particularmente con
flujo por gravedad, la cánula puede establecer un efecto
de sifón y atraer burbujas de aire hacia la articulación.
Artroscopia de codo | 6
Alternativamente, se puede permitir que el fluido fluya
hacia el suelo para su eliminación con un sistema de
limpieza de suelos o toallas. El puerto del instrumental
se coloca si se necesita una muestra de biopsia de tejido
intraarticular o si se requiere tratamiento de la patología
articular. Los puertos de instrumentación se utilizan para
insertar una variedad de instrumentos, como pinzas de
agarre de articulaciones pequeñas, sondas de ángulo
recto, fresadora y curetas etc. Una vez explorada la
articulación a fondo, se coloca el artroscopio para
visualizar la porción craneomedial de la articulación1.
El campo de visión debe incluir la cara craneal de la
coronoides medial. Se inserta una aguja de calibre 18 a
20 en la articulación en la región del ligamento colateral
medial (figura 5), (figura 6) y (figura 7). La visualización y
manipulación exitosa de la aguja por el artroscopio se
conoce como triangulación. La razón más común por la
que no se triangula es el cruce accidental de la aguja y
el artroscopio dentro de la articulación. Es sorprendente
lo relativamente paralelos en el plano transversal que
deben estar el artroscopio y el instrumento. Al intentar
triangular la posición de los puertos, el cirujano debe
observar la ubicación y dirección de los instrumentos
reales en lugar de mirar el monitor.
La aguja se inserta al mismo nivel proximodistal y
ángulo proximodistal que el artroscopio (figura 7).
La aguja debe insertarse casi paralela al artroscopio en
el plano craneocaudal. La inserción de la aguja en un
ángulo demasiado oblicuo con respecto al artroscopio
hace que la aguja se cruce debajo del artroscopio.
En esta situación, es imposible visualizar la aguja con el
artroscopio, aunque el cirujano puede sentir que las dos
se chocan entre sí. Idealmente, el artroscopio y la aguja
son perpendiculares al eje longitudinal de la extremidad.
La posición craneocaudal específica de entrada en la
extremidad varía con el tamaño del perro y la enfermedad
que se está tratando. Las manos del cirujano deben
colocarse a una distancia cómoda entre sí para permitir
una fácil manipulación. Esta facilidad de manipulación
ocurre con los sitios de puerto adecuados, pero no debe
ser el factor determinante en la ubicación del puerto.
Una vez que se inserta la aguja en la articulación, el
cirujano debe mirar el monitor para determinar si la
punta de la aguja está a la vista.
Si no se puede ver la punta de la aguja, en la mayoría de
los casos, no es productivo para el cirujano manipular el
artroscopio para buscar la punta de la aguja. Por lo general,
no será visible y, si lo está, generalmente estará en una
posición inapropiada. En otras palabras, el cirujano debe
mantener constante la vista del artroscopio y reinsertar
la aguja correctamente. Una vez que se visualiza la aguja
y la posición interna y externa es satisfactoria, se usa un
bisturí de hoja nº 11 para hacer una incisión longitudinal
de 3 a 5 mm directamente adyacente a la aguja.
Un ayudante debe retirar la aguja para que el cirujano
pueda insertar inmediatamente un pequeño trócar sin
filo en un ángulo similar a la aguja (figura 6).
 Artroscopia de codo | 7

Si se necesita una cánula de instrumento, se inserta en

este momento. Una vez insertado, el trócar se manipula
suavemente para agrandar aún más el puerto mientras
se evita dañar el cartílago articular. El puerto ya está listo
para usarse. Un puerto grande, creado de forma limpia,
permite una fácil inserción de todos los instrumentos
necesarios sin la necesidad de una cánula. Un puerto
más grande también permite un drenaje más eficaz del
líquido de salida, con menos extravasación hacia los
tejidos subcutáneos.

La facilidad de inserción a través del puerto del instrumento Figura 8. Fragmentación del coronoides. La cara medial del radio se ve
generalmente mejora a medida que avanza la cirugía, en el fondo. Fuente: Owen MR. Diagnostic Arthroscopy. En: Owen MR.
Clinical Manual of Small Animal Endosurgery; 2013. pp 67-98 (2).
a menos que el puerto se manipule con brusquedad
y el líquido se extravase a los tejidos adyacentes.
La decisión de utilizar una cánula en pequeños animales
se basa en la preferencia individual del cirujano.
Una cánula permite insertar fácilmente los instrumentos
y evita la extravasación de líquido peripuerto1.

Fragmentación del proceso

coronoides medial
Hay diversas presentaciones de la patología del coronoides
medial del cúbito. El aspecto artroscópico más leve de la
enfermedad muestra un reblandecimiento del cartílago
articular, mientras que en el otro extremo de la escala puede
haber una inflamación del cartílago que expone el hueso
Figura 9. Uso de una aguja para valorar la inestabilidad del fragmen-
subcondral, a menudo con un fragmento completamente to del coronoides. Fuente: Owen MR. Diagnostic Arthroscopy. En: Owen
separado de la apófisis coronoides (figura 8). MR. Clinical Manual of Small Animal Endosurgery; 2013. pp 67-98 (2).

Cuando los cambios artroscópicos parecen leves, se usa

una sonda roma para palpar la superficie de la apófisis
coronoides. El cartílago puede parecer ablandado o
puede haber la impresión de una hendidura lineal en
el cartílago que cruza la apófisis coronoides debido a
una línea de fisura en el hueso subcondral. La presión
firme dirigida sobre la punta de dicha lesión, lejos del
artroscopio o hacia él, puede revelar un fragmento de
coronoides inestable recubierto por cartílago (figura 9).

A veces, la presión dirigida con un cuchillo de "banana" o

una aguja en una línea de fisura de este tipo desaloja un
fragmento que yace in situ. Cuando el cartílago articular
que recubre una lesión coronoide parece normal,
un sondaje suave identifica fácilmente el cartílago
enfermo, ya que la palpación suave de dicho cartílago a Figura 10. Uso de fresadora para retirada del coronoides. Fuente: Owen
menudo demuestra su fragilidad y lo desplaza del hueso MR. Diagnostic Arthroscopy. En: Owen MR. Clinical Manual of Small Ani-
subyacente enfermo. mal Endosurgery; 2013. pp 67-98 (2).

El desplazamiento del cartílago o el desbridamiento

deliberado revela hueso subcondral amarillento y
relativamente avascular. En tales casos, la práctica
actual consiste en eliminar el cartílago anormal y el
hueso avascular amarillento con una fresa manual o
una fresa motorizada hasta que se alcanza un hueso
subcondral sano y sangrante (figura 10).
 Artroscopia de codo | 8

Es posible que sea necesario retirar el instrumento de
desbridamiento de forma intermitente y reemplazarlo
con una sonda mientras se lava la articulación para
eliminar los desechos y mantener un campo de visión
despejado. La detención temporal de la irrigación permite
la evaluación del lecho subcondral para buscar signos
de hueso subcondral sano y sangrante. Una vez que
se extrae todo el hueso subcondral coronoide enfermo
hasta el borde medial de la cabeza radial y hay un lecho
sano de hueso subcondral sangrante, la curación se
produce mediante la formación de fibrocartílago que
cubre el hueso subcondral vascular expuesto2,3.
Osteocondrosis-
Osteocondritis disecante
del cóndilo humeral
Un cambio en la comprensión de la displasia del codo
ha llevado a un cambio en la descripción de las lesiones
que normalmente se ven que afectan al cóndilo humeral
medial y que tradicionalmente se conocían como
osteocondrosis. El análisis histopatológico de estas
lesiones ha identificado cambios patológicos similares
a los observados en la "fractura transcondral" que
ocurren en las lesiones traumáticas en seres humanos
adolescentes. En consecuencia, el término lesión
"osteocondral" se utiliza para describir los colgajos de
cartílago y hueso subcondral subyacente que se ven
afectando la cara medial del cóndilo humeral.
Estas lesiones a menudo ocurren en asociación con
enfermedad artroscópicamente visible de la apófisis
coronoides y también ocurren en aparente aislamiento,
aunque, en tales circunstancias, la opinión actual sugiere
que normalmente existe una enfermedad subcondral
del cúbito, incluso si no hay cartílago superficial
extremadamente anormal. La cara medial del cóndilo
humeral se visualiza y trata fácilmente usando los
puertos ya descritos anteriormente, aunque a veces
puede ser necesario colocar el puerto del artroscopio
unos milímetros más caudalmente para ver la totalidad
de una lesión osteocondral grande.
El colgajo se retira mediante tracción suave y se rasga
mediante rotación de las pinzas de agarre para levantar
el colgajo de su fijación. Ocasionalmente, el colgajo
se desprende como una sola pieza, pero con mayor
frecuencia se recuperan múltiples fragmentos, revelando
un defecto en forma de cráter en el hueso subcondral del
cóndilo. El intercambio de puertos entre el artroscopio y
el instrumento utilizando una palanca de cambio es útil
para ver la lesión en su totalidad y obtener un acceso sin
obstáculos con los instrumentos.
El cartílago suelto restante en los bordes de la lesión
se elimina con una pequeña cureta, creando bordes
verticales. Si el hueso avascular recubre la lesión sin
ninguna evidencia de fibrocartílago cicatrizante, se puede
indicar la estimulación del sangrado y del tejido cicatrizante
utilizando la fresa manual. Después del desbridamiento,
la articulación se enjuaga a fondo para eliminar los restos
osteocondrales y el cierre es una rutina2.
Síndrome compartimental
medial
La Displasia de Codo (DC) que se desarrolla como
resultado de la Fragmentación del Proceso Coronoides
Medial (FPMC), Osteocondritis Disecante (OCD) e
Incongruencia Articular (IA) se conoce como Enfermedad
del Compartimento Medial (ECM), y se relaciona con
la actuación de fuerzas anormales sobre un cartílago
normal, habitualmente debido a una incongruencia
articular, o de fuerzas normales sobre un cartílago
enfermo. El tratamiento de la DC debe basarse en las
causas subyacentes y, para evitar la evolución a un daño
articular evidente, debe instaurarse lo antes posible, ya
que los cambios degenerativos son progresivos en todas
las formas de displasia de codo4.

Se debe inspeccionar sistemáticamente toda la

articulación como se describió anteriormente en busca
de evidencia de enfermedad adicional, antes de tratar
la lesión condilar humeral. Por lo general, las lesiones
osteocondrales humerales mediales son visibles tras la
inserción del artroscopio. La extensión caudoproximal
de la lesión se determina mediante la inclinación
craneodistal del artroscopio con rotación craneodistal
de la óptica. La lesión se palpa, si es necesario, para
identificar un borde libre de cartílago que se puede
agarrar con pinzas de agarre. Se agarra un gran trozo de
cartílago en las mandíbulas de las pinzas y el cartílago
se eleva suavemente del hueso subyacente (Figura 11).
Figura 11. Exploración del cóndilo humeral, lesiones de OCD. Fuente:
Beale BS, Hulse DA, Schulz KS, Whitney WO. Small Animal Arthroscopy.
2003. pp 51-79 (1).

El posicionamiento del paciente en estos casos suele
ser en decúbito esternal, permitiendo de esta forma la
realización de la artroscopia mediante abordaje medial
convencional y, tras ella, se recomienda la realización
de la técnica PAUL (permite modificar la distribución
de cargas en la articulación), mediante abordaje
caudolateral, sin necesidad de modificar la posición del
paciente intraquirúrgicamente4.
En los casos en que existe un fragmento de coronoides
medial, aislado o no, este era extraído durante el
procedimiento artroscópico. En las superficies en que
se aprecian condromalacia severa, erosiones o úlceras
cartilaginosas (principalmente en coronoides medial),
dichas zonas se legran y son cureteadas hasta la aparición
de zona de hueso subcondral sano, que se evidenciaba
por la presencia de sangrado del mismo en sintonía con lo
referenciado por Tichenor y Millis4 (figura 12).
Otras patologías e
indicaciones para la
artroscopia de codo
A. Fijación asistida por artroscopia de la no unión del
ancóneo
En cuanto a otras manifestaciones de la displasia
del codo, actualmente se carece de una evaluación
objetiva de los resultados para el tratamiento de
las lesiones de la no unión del proceso ancóneo.
Las recomendaciones de tratamiento actuales
aconsejan la reinserción del proceso ancóneo no
unido en perros esqueléticamente inmaduros si la
evaluación radiológica indica poca evidencia o solo
evidencia leve de enfermedad degenerativa articular.
Se cree que la reinserción de un proceso ancóneo no
unido proporciona estabilidad articular y desacelera
la progresión de la degeneración osteoartrítica de la
articulación. La osteotomía cubital es necesaria para
aliviar las tensiones que actúan sobre el proceso
ancóneo, facilitando la fusión después de la fijación.
La asistencia artroscópica de la reinserción de los
fragmentos permite que la cirugía se realice con
menos exposición de la articulación en comparación
con una técnica de artrotomía abierta y esto puede
resultar en una menor morbilidad del paciente.
El paciente se coloca en decúbito dorsal y la extremidad
afectada se apoya en una posición abducida, lo que
permite al cirujano un acceso máximo a las caras
caudomedial y caudal del codo. Las radiografías deben
estudiarse cuidadosamente, antes y durante todo el
procedimiento para ayudar a la colocación correcta y
precisa del implante. El fragmento ancóneo se vuelve
a fijar mediante un tornillo óseo de 3,5 mm y una
guía de artrodesis antirrotaciónal, ambos colocados
bajo guía artroscópica. Después de la inserción de la
apófisis ancónea, se realiza una osteotomía cubital
proximal oblicua por cirugía convencional utilizando
un abordaje caudal2.
Artroscopia de codo | 9
B. Tratamiento asistido por artroscopia de la artritis
séptica
La artritis séptica crónica generalmente requiere un
tratamiento agresivo para la resolución exitosa de
la infección y, tradicionalmente, la cirugía abierta
se ha utilizado para irrigar la articulación y agitar
mecánicamente la membrana sinovial, realizar una
sinovectomía subtotal y eliminar los coágulos de
fibrina y pus espesados. La artritis séptica debe
diagnosticarse utilizando cultivos y antibiogramas.
El tratamiento quirúrgico artroscópico de la artritis
séptica es eficaz utilizando grandes volúmenes
de flujo de fluido presurizado, preferiblemente
administrado mediante una bomba de fluido
y utilizando una fresa motorizada para agitar
y eliminar la membrana sinovial proliferativa.
Una cánula de salida de calibre ancho es útil para
ayudar a eliminar los coágulos fibrinosos, la sangre y
los desechos, y la oclusión intermitente de la cánula
de salida es útil para distender la articulación y
elevar la membrana sinovial proliferativa del campo
de visión. Pueden ser necesarios varios puertos
para acceder a la articulación de manera completa,
pero se deben evitar los pinchazos excesivos,
ya que evitan la distensión de la articulación y el
espacio de trabajo se ve afectado.
Después de la sinovectomía artroscópica,
el desbridamiento y el lavado, la analgesia
posoperatoria continúa según sea necesario y
el tratamiento antimicrobiano generalmente se
continúa durante al menos cuatro semanas y
generalmente durante una semana después de la
resolución de los signos clínicos2.
Figura 12. Imagen artroscópica de codo con síndrome de compartimen-
to medial, donde se aprecia el cóndilo lateral humeral íntegro (asterisco
rojo), la región cráneo-medial del coronoides medial con una erosión
cartilaginosa de espesor completo (asterisco negro), al igual que en el
cóndilo medial (asterisco azul). Nótese que con el palpador se está le-
vantando el fragmento existente en el coronoides medial. Fuente: Ortiz
S, Moratalla V, Alegre D, Enfermedad del compartimento medial de codo.
Valoración de la satisfacción de los propietarios de perros sometidos a
osteotomía proximal de abducción de cúbito. Estudio preliminar. Clin.
Vet. Peq. Anim, 2017; 37 (1): 33 – 41 (4).

Contraindicaciones y
complicaciones en la
artroscopia de codo
Existen pocas contraindicaciones específicas para la
cirugía artroscópica. Quizás la contraindicación más
común serían los animales o las articulaciones que son
simplemente demasiado pequeñas para permitir un
examen. Cuando se utiliza un artroscopio de 1,9 mm,
en perros y gatos muy pequeños puede ser muy difícil.
Los perros con artrosis grave y un rango de movimiento
articular deficiente pueden representar un desafío para
el artroscopista, pero estas articulaciones gravemente
degenerativas no son una contraindicación. Además
del pequeño tamaño del animal, las únicas otras
contraindicaciones serían las generales que se aplican
a cualquier cirugía, como los animales que son malos
candidatos a la anestesia o que padecen enfermedades
sistémicas graves que hacen que sus problemas
articulares sean irrelevantes1.
Las complicaciones son raras y por lo general
mínimamente significativas. Una complicación
relativamente común es la extravasación de líquido
a los tejidos blandos que rodean la articulación. Esta
situación se maneja con vendaje postoperatorio y
generalmente se resuelve en veiniticuatro horas. Como
ocurre con todos los casos quirúrgicos, se advierte a los
propietarios del riesgo de infección, aunque la incidencia
en la artroscopia de codo parece baja. Se avisa también
del posible daño neurológico secundario a la artroscopia
como en humana, pero el riesgo de esta complicación
en la artroscopia del codo canino parece bajo.
La complicación más común es probablemente el daño
iatrogénico del cartílago articular como resultado de la
inserción y manipulación de instrumentos.
Artroscopia de codo | 10
Es inevitable cierto grado de daño del cartílago.
El aumento proporcionado por la artroscopia muestra
daño del cartílago que probablemente ocurre de manera
similar con la artrocentesis de rutina y la cirugía abierta.
Es responsabilidad del cirujano minimizar este daño y
así evitar una contribución significativa a la progresión
de la osteoartritis. Este objetivo se logra mediante el uso
de instrumentos de tamaño apropiado, una distensión y
un posicionamiento adecuados de la articulación y una
manipulación suave dentro de la articulación1.
Bibliografía
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