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Vocación y sentido: claves del valor educativo del arte

Calling and meaning: keys of the educational value of art

Vocação e sentido: chaves do valor educativo da arte

Javier Barraca Mairal*

Fecha de recepción: 15 de octubre de 2016


Fecha de evaluación: 15 de marzo de 2017
Fecha de aceptación: 8 de mayo de 2017
Disponible en línea: 18 de mayo de 2017

DOI: http://dx.doi.org/10.18359/reds.2327

Cómo citar este artículo:


Barraca Mairal, J. (2017). Vocación y sentido: claves del valor educativo del arte. Revista Educación y
Desarollo Social, 11(1), 172-186. DOI: org/10.18359/reds.2327

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*
Doctor en Filosofía y Derecho, de la Universidad Complutense de Madrid; Profesor titular de
Filosofía, de la Universidad Rey Juan Carlos, Madrid, España. Correo electrónico: javier.barraca@
urjc.es

Revista Educación y Desarrollo Social / Vol. 11 No. 1 / ISSN 2011-5318 / e-ISSN: 2462-8654 / pp. 172-186 / 2017
Vocación y sentido: claves del valor educativo del arte

Resumen
Este artículo desarrolla la reflexión en torno a una clave del acercamiento humano a la obra de arte:
la llamada al sentido de la vida. También busca extraer el valor educativo más hondo del arte. Para
esto se estudia la relación del arte con la cuestión de la “vocación” personal, desde la perspectiva
filosófica, y se recurre a los autores más significativos, a la reflexión en torno a la estética y a obras
artísticas. Como resultado puede verse que la reflexión revela cómo esta cuestión resulta decisiva
para vivir el valor educativo más hondo de las obras de arte. En la profunda llamada de que en toda
obra maestra del arte puede encontrarse la clave de su valor educativo. La razón es que esa apelación
abre a la persona a la cuestión del sentido de su propia vida y ayuda a ver la obra de arte como un
mensaje personal. De esta manera, se concluye que para que el sujeto pueda tener una relación
personal y creativa con la obra de arte debe poder conectarla con su propia vida y vocación. El arte
ofrece así una fecunda luz a la hora de vivir la propia existencia con creatividad.

Palabras clave: arte, educación, ética, sentido, vocación, valores.

Abstract
This article develops the reflection around a key of the human approach to the work of art: the
call to the meaning of life. It also seeks to extract the deepest educational value of art. For this, we
study the relation of art to the question of personal “calling,” from the philosophical perspective,
and recourse is made to the most notable authors, to reflection on aesthetics and artistic works.
As a result, it can be seen that reflection reveals how this issue is decisive for living the deepest
educational value of works of art. In the deep call that in every masterpiece of art can be found
the key to its educational value. The reason is that that appeal opens the person to the question
of the meaning of their life and helps to see the work of art as a personal message. In this way, it
is concluded that for the subject to have a personal and creative relationship with the work of art
must be able to connect it with his life and vocation. Art thus offers a fruitful light when it comes
to living one’s existence with creativity.

Keywords: Arts, education, ethics, meaning, calling, values, sense.

Resumo
Este artigo desenvolve uma reflexão em torno a uma chave da aproximação humana para a obra de
arte: a chamada para o sentido da vida. Também pretende extrair o valor educativo mais profundo
da arte. Para isso se estuda a relação da arte com a questão da “vocação” pessoal, a partir da pers-
pectiva filosófica, se recorre a os autores mais significativos, à reflexão em volta da estética e a obras
artísticas. Como resultado, pode-se ver que a reflexão revela como esta questão é crucial para viver
o valor educativo mais fundo das obras de arte. Na profunda chamada de que em toda obra-prima
da arte pode encontrar-se a chave de seu valor educativo. A razão é que este apelo abre à pessoa
para a questão do significado da sua própria vida e ajuda a ver a obra de arte como uma mensagem
pessoal. Assim, conclui-se que para que o sujeito possa ter um relacionamento pessoal e criativo
com a obra de arte deve ser capaz de se conectá-la com sua própria vida e vocação. A arte oferece
assim uma luz fértil na hora de viver a própria existência com criatividade. 173
Palavras-chave: arte, educação, ética, sentido, vocação, valores.

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Javier Barraca Mairal

Introducción. La dimensión hablar con ella, escucharla y responder


educativa y ética del arte por dentro.1
como una apelación personal
de sentido Gracias a un fértil encuentro con la obra
de Arte podemos conocernos mejor a
Extraer el valor educativo y ético más nosotros mismos e incluso vincularnos,
rico de la obra de arte requiere que con su ayuda, a otros, hasta unirnos
se dé en nosotros una determinada fecundamente con ellos, urdir tramas de
actitud. Con esto se hace referencia a interacción, entrar en relación, formar
aquella actitud que hace posible una comunidad. Hay encuentros con obras
fecunda vivencia de todo lo valioso: de arte y experiencias estéticas, en efecto,
cierta “reverencia” no religiosa en su que han cambiado la vida de personas,
sentido convencional, sino en cuanto como han glosado los innumerables
“respeto” hondo y atento del otro, actitud testimonios de los artistas de todos los
de fondo que nos permite en definitiva tiempos (Keats, Byron, Wilde, Stendhal,
relacionarnos de forma personal. Esto Tolstoi, Dostoievsky, Unamuno, Kavafis,
es, al menos, lo que las investigaciones etc.) También, la relación con ciertos
más hondas y fecundas han revelado, modos de hacer artísticos ha colaborado
desde hace unos años, en torno a la históricamente con un modo decisivo al
experiencia estética y su valor formativo encuentro interpersonal y social, e inclu-
para lo ético, como el pensador A. López so a la configuración de las identidades
Quintás ha mostrado en sus certeros de pueblos, naciones y culturas, como
estudios a este respecto (2003). testimonian el arte funerario egipcio, la
escultura greco-romana, la arquitectura
La actitud de respeto profundo evi- de los templos románicos y góticos, el
dentemente se aleja de la desconfianza estilo pictórico renacentista, la música
o el recelo, que con frecuencia han barroca y clásica, la literatura del Ro-
experimentado los seres humanos en manticismo, etc.
relación con las imágenes, y que les ha
llevado a juzgarlas, en ocasiones, como Si nuestro acercamiento logra ser ade-
peligrosas o incluso dañinas para la cuado, si acertamos a vivirlo como una
felicidad y la ética (Besançon, 2003). “apelación personal” ―una vocación―,
Hemos de acercarnos, de acuerdo con una fuente de sentido, la obra de arte
lo que revela la propia experiencia es- hará que se transfigure este encuentro
tética y artística humana, a la obra de
arte con sumo cuidado, con especial 1
No ha de extrañarnos, entonces, que de la
atención, y además “dialogar” con ella; literatura contemporánea en lengua española
podamos extraer un rico magisterio en torno
174 solo así esta alcanza a cobrar todo su
a este  “leer”, con fruto, la imagen artística.
vigor humanístico, formativo e incluso
Por ejemplo, Borges, Sábato, Mújica Láinez,
ético en nosotros. Debemos, en fin, Unamuno, Ayala, García Márquez, etc.

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y se convertirá, de algún modo, en El papel del arte es decisivo como factor


palabra significativa que nos habla de de comunicación o expresión de las
nosotros, sin dejar de ser ella misma. Se personas; además, constituye un modo
transformará en puente para un diálogo de integración en una sociedad o cultu-
fecundo, en puerta para la reflexión ra determinada. Esto quiere decir que
personal, en una ventana hacia los más conocer y vivir el arte de una sociedad
grandes valores. o comunidad ayuda a integrarse en esa
sociedad y cultura. Vivir una cultura
Sobre el carácter cultural comporta vivir también su arte y sus
y universal del arte manifestaciones o claves estéticas; esto
hasta el punto que incluso en las insti-
Como sabemos, todas las sociedades tuciones, organizaciones y empresas o
humanas generan expresiones o mani- equipos de trabajo existe un clima esté-
festaciones artísticas, sean estas de uno u tico, una cultura de las formas sensibles
otro tipo. Estas responden a la peculiar que resulta importante conocer a la hora
forma de ser y a la cultura concreta que de integrarse en ellas (Barraca, 2015).
poseen las diversas sociedades o comu-
nidades humanas que las engendran. El Aunque cada cultura y sociedad ­generan
arte forma parte, en efecto, de la cultura su propio arte, uno característico o
de todo pueblo o sociedad humanos, peculiar, en el arte de altura se da una
como la historia de la estética ha veni- dimensión universal y duradera; es
do mostrando (Bayer, 1965). Así, por decir, las obras maestras del arte pue-
ejemplo, existe arte tanto en Occidente den conectar con lo más profundo del
como en Oriente, y tanto en la prehis- ser humano, sea este de una cultura
toria como en la edad antigua, media, u otra y así haya transcurrido poco o
moderna o contemporánea. Pero también mucho tiempo. Por ejemplo, podemos
es verdad que el arte del extremo oriente visitar el Museo del Louvre en París y
presenta unas características diversas contemplar allí obras de lugares lejanos
a las del arte europeo o americano, o y épocas distantes, prácticamente de
que el arte del románico no es igual al todos los continentes, pero que logran
del gótico, ni al del Renacimiento, etc. ­emocionarnos e impresionarnos. El arte
Tampoco es igual la forma de trabajar puede conmover a personas de muy
y crear de los artistas en un lugar o diferentes sociedades y tiempos, pues
momento o en otro. De esta manera, despierta y llama a algo permanente-
en la película El tormento y el éxtasis mente presente ―de alguna manera― en
de Carol Reed (1965) se describen las todos los seres humanos. Podemos
admirables y especiales peripecias del captar los valores estéticos de deter-
trabajo artístico de Miguel Ángel y de minado arte aun cuando provengan
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su tiempo, la relación concreta con sus de culturas y sociedades distintas de la
mecenas, su técnica y su vida, etc. nuestra, pues responden a claves que

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existen en lo más hondo de nuestra cuentran manifestaciones artísticas lo


naturaleza humana. entienden como un posible indicio de
que tales restos correspondieron a un
Esta “universalidad” del arte, compatible grupo o sujeto humano. Por ejemplo,
con su carácter cultural, conecta con la incluso entre los más ancestrales o remo-
honda cuestión de los transcendenta- tos pobladores de la península ibérica,
les del ser, que ofrece un fundamento se han hallado testimonios elocuentes y
metafísico para ello. En especial, se ha magníficos de arte, como las pinturas de
reflexionado acerca del valor de la be- la cueva de Altamira, y en América, por
lleza y su profundo vínculo con el ser. ejemplo, se han localizado impresionan-
El ser, lo uno, lo verdadero y lo bello, tes, hermosas y elocuentes máscaras, de
de alguna forma, en su último alcance, muy diferente tipo y función, dotadas
confluyen en su raíz (Lobato, 2005). de una antigüedad singular.

El hondo vínculo registrable entre el


arte y la naturaleza humana ha hecho El arte como fruto
que se haya juzgado a este como signo de la creatividad humana
de humanidad e incluso que se haya El arte constituye un fruto de la existencia
reflexionado acerca de la relación entre de la sensibilidad estética humana y, a
los diversos valores estéticos y artísticos la par, de nuestra “creatividad” (López
―en especial, la belleza― y el ser, en su Quintás, 1987). Esta clase de creatividad
sentido transcendental o más hondo, se expresa en las formas más variadas y
como hemos visto. Así, al arte y a la fecundas, a través de medios o materiales
experiencia estética profunda se los muy diversos; por ejemplo, gracias a
ha considerado como señal propia de la imagen, el sonido o el movimiento.
la peculiar participación en el ser y la Dicha rica creatividad se concreta en
existencia vivida por los humanos, como obras de muy diferente tipo, como las
un rasgo característico de la dignidad de la literatura, la pintura, la música,
personal. De aquí arrancan los análisis la escultura, la arquitectura, el cine, la
críticos acerca de determinadas deriva- danza, etc., así como en estilos artísticos
ciones socioculturales del arte, como la muy distintos entre sí, como el barroco,
conocida obra de J. Ortega y Gasset, La el neoclasicismo o el impresionismo.
deshumanización del arte y otros ensayos
de estética (1966). Todo esto, hasta el Al mismo tiempo, la enorme riqueza y
punto de que los estudiosos acostumbran diversidad de la creatividad artística, que
a buscar objetos artísticos, adornos y se acaba de sintetizar, al desarrollarse
otros signos estéticos, cuando investigan revela que existen muy diferentes valores
176 si unos restos primitivos determinados estéticos, relacionados con lo artístico.
corresponden o no a algún asentamiento Desde luego, lo bello ocupa en el arte
o individuo humano, y cuando en- un lugar decisivo; pero lo bello no es

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el único valor estético ni artístico. Hay en lo inmediato y urgente; un tiempo de


obras de arte que no son exactamente “contemplación”, un goce en la propia
bellas, pero que se consideran arte. actividad más allá de sus utilidades
Pensemos en “El grito” de Munch, o exteriores. Este impulso lúdico o de
en las gárgolas de la catedral de Notre juego y creatividad debe ser apreciado
Dame de París, etc. Así, las realizaciones y valorado, pues sin duda siempre es
artísticas pueden participar de muy di- preludio o anuncio de nuestra capaci-
versos valores estéticos o formales, como dad para cuidar la forma de las cosas,
la citada creatividad, pero también de la superarnos y esforzarnos con gozo por
originalidad, la expresividad, la elegan- lo hermoso y valioso. Esto también debe
cia, la gracia, etc. Ahora bien, deben en aplicarse al mundo del trabajo, de modo
cualquier caso participar de un modo que la creatividad, el desinterés y el
notable en algún tipo de valor sensible juego humanos se encuentren presentes
o estético, para llegar a ser juzgadas también en nuestras tareas o labores.
como artísticas.

Sin duda, en presencia de los valores Lo subjetivo


estéticos ―de lo bello, pero asimismo de y lo objetivo en el arte
lo estético en general (de lo elegante, lo
original, lo grácil, lo sublime…), nuestro Aunque la creatividad artística es per-
ánimo se eleva, se levanta por encima sonal, por cuanto quienes engendran lo
de lo vulgar o prosaico y de lo burdo. artístico son personas, cabe descubrir
De esta manera, el ser humano parece puntos en común entre los distintos
ascender desde lo simplemente material autores y obras. Así, se habla de estilos
a algo superior, gracias a su sensibilidad artísticos, de escuelas e incluso de épocas
estérica. De aquí que se afirme que las enteras del arte, dentro de la variedad y
experiencias estéticas y artísticas nos singularidad de cada artista y realización
elevan, nos hacen conectar con el ni- concretos. La creatividad artística, por
vel o dimensión de lo más alto, lo más tanto, no implica el desconocimiento
cuidado o delicado, lo mejor (Consejo o el desprecio de la tradición ni de las
Pontificio para la Cultura, 2006). realizaciones de otros.

Con todo esto, enlazan las descripciones Lo precedente implica que en el arte y
actuales de la estética y del arte, que los en lo estético se da tanto lo subjetivo ―o
relacionan o vinculan con el fecundo lo que tiene que ver con los sujetos o
espíritu de “lo lúdico” (del juego) a personas― como lo objetivo ―lo referente
través de lo creativo. En efecto, en la a las obras y procesos o métodos―. Por
estética y en el arte hay una cierta dosis eso, se habla de lo subjetivo y de lo
objetivo en el arte (Blanco, 2007). En
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de “juego”, un deseo o anhelo de olvidar
nuestro afán u ocupación rutinarios, efecto, las personas y las sociedades o
como si se abriera con ellos una pausa grupos culturales se relacionan con las

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obras artísticas o las experiencias estéti- estén donde estén, se expresen de un


cas, tanto las suscitadas por otros como modo o de otro, y vivirlos de manera
por ellas mismas, siempre de un modo más adecuada o profunda. Por ejemplo,
singular, personal. Esto, puesto que cada a alguien pueden gustarle más o menos
cual “interpreta” desde su subjetividad, “Las meninas” de Velázquez, la Acrópolis
desde su propio ser personal la obra y la y el Partenón de Atenas, el teatro de
experiencia, aunque lo vivamos dentro Shakespeare, El Quijote de Cervantes
de un marco compartido con otros, y o La Odisea de Homero, pero si tiene
con referencias o valores comunes. Toda una sensibilidad y formación estéticas
obra artística dice o habla de manera básicas, mínimamente desarrolladas,
diversa, de acuerdo con sus diferentes reconocerá que en estas obras existen
interlocutores, es decir, según sea uno al menos ciertos valores artísticos. En
u otro su espectador, su receptor, su realidad, toda gran obra de Arte y expe-
auditorio, etc., aunque también exista riencia estética nos enseñan algo hondo
siempre alguna comunidad o punto sobre el hombre, sobre la cultura y sobre
compartido en esto. nosotros mismos, si sabemos apreciarlas
adecuadamente.
En ocasiones, se incurre en el fácil tópico
]o en la creencia repetida― de que sobre El arte y la formación
gustos no hay nada escrito, y que en ética: claves metodológicas
concreto el gusto estético es totalmente
libre, pues lo que le parece bello a alguien Todas las sociedades y culturas han
puede no serlo para otro. Sin embargo, aprovechado el poder de evocación y
en el arte y en lo estético no todo es de expresión artísticos a fin de influir
absoluta o completamente subjetivo, en sus conciudadanos, y en especial
porque aunque cada cual puede tener su enorme capacidad formativa. Las
sus preferencias individuales y captar comunidades de las más diversas épocas
más o menos un valor estético, valorar y latitudes han recurrido al arte para
o apreciar mejor o peor una obra de transmitir sus más estimados valores de
arte, siempre existen también algunos una a otra generación. El arte supone un
elementos compartibles y algunos cri- extraordinario cauce de comunicación.
terios objetivos o no arbitrarios para el A este respecto, existen ya fecundos es-
juicio estético y artístico. Cuando alguien tudios sobre la literatura como cauce de
está bien formado, en su sensibilidad formación ético. En concreto, el drama
estética y artística, sabe distinguir mejor o teatro se ha considerado un ámbito
la presencia de los valores estéticos en privilegiado a este propósito. Platón y
las obras o realidades, pues ha afinado Aristóteles propusieron la tragedia griega
178 como ejemplo de ello, a pesar de sus
entonces su juicio y sensibilidad, y tiene
un criterio más maduro o certero. Así, es reticencias en relación con la comedia.
capaz de descubrir los valores estéticos Esto aparece con claridad en el caso de

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Platón en su República (2005) y en el de 2) Acercarse a las obras artísticas de


Aristóteles en su Poética (1974). un modo “personal”. No reproducir
simplemente los criterios ajenos y
López-Quintás (1993), entre otros peda- exteriores, en relación con ellas.
gogos contemporáneos, se ha distinguido Procurar ponerse en el lugar de
al mostrar la necesidad, a este respecto, quienes las protagonizan. Ahora
de seguir un método adecuado, fundado bien, este esfuerzo por comprender
en la creatividad, para explotar el in- o empatizar con “el otro”  se halla,
menso poder formativo de la literatura desde antiguo, en la base misma de
y de las restantes bellas artes. El cine, todo lo ético.
asimismo, se viene utilizando como un
hondo medio de formación en valores, 3) Utilizar para esto un procedimiento
quizás aún de un modo incipiente y genético o “vital”, en el que la ex-
con ciertas vacilaciones, aunque a la par periencia o vivencia, la recreación
con una enorme fecundidad práctica interior, jueguen un papel crucial;
(Almacellas, 2004). De igual forma, se vivir “por dentro” estos procesos, no
han dado interesantes análisis, desde superficial o epidérmicamente, com-
antiguo, en torno al campo de la música, prenderlos de un modo profundo. En
la arquitectura, la escultura o la danza. síntesis, con una honda creatividad.
Ahora bien, ¿cuáles son las claves fun- Por ejemplo, interrogarse por qué
damentales, las pautas más importantes, alguien escoge uno u otro curso
a la hora de aprovechar educativamente vital, buscando las causas profundas
el arte, desde la dimensión ética de la de ello, y aprender a anticipar las
persona? ¿Qué principios generales han consecuencias éticas que eso puede
de tenerse presentes para ello? acarrear, y ver así la relación profunda
que todo esto puede guardar con mi
López Quintás (1987) ha elaborado propia vida.
una síntesis original a este respecto. De
acuerdo con él, las claves de método, en
este terreno, son las siguientes: Temporalidad y obra de arte
El arte, en cuanto obra humana, cons-
1) Discernir, gracias a las obras ar-
tituye una realidad que acontece en
tísticas, “los procesos” auténticos
el tiempo, al igual que su autor, el ser
del desarrollo moral: no limitarse
humano; de aquí, el tenor histórico y
a evaluar meros actos o conductas
evolutivo que acompaña siempre a lo
aisladas. Por ejemplo, no fijar tanto la
artístico. Sin embargo, a la vez, la obra
atención en si una conducta resulta
artística, de algún modo, transfigura el
o no moralmente adecuada en una
obra, sino en el singular camino por
instante, pues hay en ella algo intem- 179
poral, por cuanto resulta perenne en su
donde transita el personaje dentro
valor, eterna, capaz de recorrer todas las
de esta.

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épocas y de revelar su valor más allá de artísticos como la escenografía, el detalle,


su propio momento de gestación. el marco, el símbolo, la articulación de
escenas, incluso la glosa, la palabra, el
Para operar esta perdurabilidad, el arte se lema, etc. Pensemos en los sugerentes
dice que “cristaliza”, adensa, concentra cuadros del barroco Valdés Leal, acerca
el instante. Esto lo hace, sin embargo, del tiempo o la muerte, o en la museística
fecundándolo, como la luz en un calei- actual, la escultura contemporánea, las
doscopio; es decir, lo fija sin despojarlo performances, etc. La ópera supone, a
de vida o dinamismo interno; por el este respecto, uno de los hitos señeros
contrario, transformándolo en un cauce en la integración significativa de los
vivo de belleza y valor incesantes. Debido aspectos artísticos, acaso solo supera-
a esto, resulta posible mostrar por su do por el teatro y el cine. El “eco”, la
intermedio todo un proceso humano, un influencia, la capacidad de resonancia
desarrollo vital, que comporta instantes en el interior del sujeto convierten estas
diversos, etapas sucesivas ligadas entre manifestaciones en verdaderos campos
sí. Por supuesto, la imagen artística de prueba del desarrollo moral. Algu-
logrará esto mejor cuanto más habitada nas imágenes e instantes dramáticos y
esté de genialidad. Baste recordar aquí operísticos han quedado grabados, en
obras como “El Guernica”, de Picasso, la conciencia histórica, como símbolos
o “El ángelus”, de Millet, o películas de arduas luchas en pro de los valores
como Ciudadano Kane , de Wells (1946), (desde la célebre tragedia griega, al
Casablanca, de Curtiz (1946) o La reina propio teatro del absurdo, pasando por
de África, de Huston (1952), en las que las obras de Verdi o los esfuerzos en este
se refleja la multiplicidad del instante
sentido de algunas representaciones
en su evolución constante: en ellas casi
contemporáneas).
puede verse el tiempo en su propio mo-
vimiento, que transporta a los sujetos y
es transportado ―de algún modo― también Arte y maduración personal
por estos. En efecto, vivir es moverse o
ser movido hacia algún indefinible lugar, El arte puede y debe colaborar a la ma-
con toda la connotación moral, de amor duración de sus destinatarios, a causa
y de desamor, que ello comporta. de que ofrece una oportunidad para
vivir un encuentro con valores muy
Tanto por su propia creatividad, como singulares, valores que coadyuvan a
por su capacidad de conjugar e in- este proceso de crecimiento de los su-
corporar elementos diversos, la obra jetos. Autores clásicos en esto, como
visual resulta fecunda. Hay pinturas, por Read (1977), y ya antes que él Schiller
180 ejemplo, que manifiestan los procesos (1963), han reflexionado acerca de este
humanos no solo por su “encarnación” carácter educativo del arte y su vínculo
pictórica del instante decisivo, sino con el desarrollo personal. Así, se da
también por determinados recursos una estrecha relación entre los procesos

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existenciales ―la vida― y el Arte, gracias a guardan la clave ética fundamental,


la libertad y la personalidad propias del sino la persona concreta, el sujeto de
sujeto. En términos contemporáneos, la libertad hecha vida.
gracias a su “singularidad” personal.
El arte va fraguando en carácter dentro Este vivir nuestras experiencias estéticas
de sus destinatarios; los procesos que hasta integrarlas en nuestra identidad
propone pueden ser incorporados por reclama el hecho de que las “interprete-
la persona, de un modo insubstituible, mos”. Interpretar con fruto supone para
inimitable, distinto. Nada más lógico, el ser humano comprender algo, pero, a
desde el momento cuando todas las la par, hacerlo en una clave personal, que
personas se sitúan ante las imágenes pone en juego, como Gadamer (1977)
o realidades estéticas, siempre, de una ha mostrado, una hermenéutica inte-
forma inconfundiblemente singular, gral. En ella, tienen un relevante papel
única (en la medida en que se abren nuestros valores y principios, nuestra
desde dentro de sí a ellas, realmente). tradición, historia y memoria, nuestra
Esto, por cuanto cada cual es susceptible comunidad de vida e interpretación,
de “interpretar” desde una subjetividad nuestras costumbres y contexto, etc.
distinta la obra y experiencia artísticas, Todo esto interviene, también, a la hora
aún en un marco de referencias comunes de vivir el encuentro del sujeto con la
indispensable. La obra dice o habla de obra de arte.
manera diversa, de acuerdo con sus Un cuadro o una película pueden mos-
diferentes interlocutores, salvada una trar, en suma, todo un proceso humano
cierta comunidad de lenguaje. Esta in- en su vertiente ética. Además, deben
terlocución es así “acción”, movimiento ayudarnos a vivirlo de modo personal y
y diálogo únicos que desencadenan el vital, a experimentarlo y enriquecernos
propio crecimiento ético del sujeto. con él. Respecto a esto, imaginemos,
por ejemplo, la “Anunciación” de Fray
Además, toda imagen artística se contem- Angélico, custodiada en el Museo del
pla de una forma “vital”, en el sentido Prado. Asistimos aquí, sin duda, a un
“existencial”; es decir, “vivimos” la obra “acontecimiento”, no a un mero momen-
al contemplarla, la hacemos nuestra, la to separado en el tiempo. Se trata no de
interiorizamos dentro de nuestro propio un hecho aislado, sino de la culminación
curso vital. Lo contemplado se trans- de un proceso, y el comienzo de otro
forma en vida nuestra, en experiencia de particular relevancia. Encarna una
vivida y sabiduría personal. Se incorpora, historia. Para el intérprete creyente, se
así, al patrimonio de nuestra memoria trata a la vez de un punto de llegada
e identidad. Se hace parte de “noso- y de arranque en la larga historia de 181
tros” mismos, y se funde con nuestro las relaciones entre Dios y el hombre.
mismo ser o “carácter ético”. Porque ―a En concreto, la clave de este proceso
la postre― ni el acto ni el proceso moral de relación se halla en el valor de “la

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humildad”, que se ve singularmente re- sucede solo cuando sabemos captarlo


flejado en la estampa, gracias a un orden en su alcance personal o existencial. De
armonioso presente entre sus múltiples manera que, de cierta forma, los valores
elementos. El cuadro narra cómo el bien transmitidos permanecerán en el exterior
y la felicidad sobrevienen, desde lo alto, de nuestro progreso moral, hasta que no
al hombre, a través de la humildad. Así, logremos vincularlos a nuestro propio
la actitud recíproca del ángel y de la proceso de desarrollo personal, en un
Virgen revela que está teniendo lugar grado singular, irrepetible, único.
algo muy especial, que no va a dete-
nerse en sí mismo, sino a fructificar. El Para esto último, resulta en efecto crucial
marco del hecho nos ayuda, también, la vocación; nuestra propia e inconfun-
a situarnos de forma adecuada, a cen- dible vocación (Barraca, 2003). Aquí,
trarnos en lo importante. Los colores y vocación indica la llamada personal a
la dulzura de la escena nos enseñan el dar sentido a la propia vida; el sendero o
carácter transcendental del instante, su camino irrepetible de nuestro deambular
dinamismo. La luz, abierta y difundida vital. Pues bien, solo si captamos el lazo
en toda su amplitud, hasta los menores entre el proceso de la obra y nuestro
rincones, nos ayuda a conectar con los proceso personal, nuestra vocación,
valores de universalidad y plenitud del logra alcanza el primero a formarnos
suceso, con su extraordinario poder de un modo profundo, de alcance ético.
de expansión. En general, todo en la
La vocación mencionada entronca ob-
obra nos comunica el profundo sentido
viamente con la cuestión del sentido de
humano de lo contemplado.
la propia vida. En esto, se han basado
los aportes de Frankl (2001) acerca de
Arte y “vocación” la logoterapia, por ejemplo. Según este,
vivir humanamente reclama desarrollar
Para que el arte nos eduque en los ricos nuestra propia vida con sentido, en cierto
valores que encarna, hemos de vivir antes modo vocacionalmente. De aquí que la
la experiencia estética con intensidad y clave de la vocación, expresada o con-
fruto. Ahora bien, esto reclama el que cretada en nuestro ideal o proyecto de
aprendamos a ver y leer lo artístico, a vida, se haya convertido en la actualidad
contemplarlo e interpretarlo de un modo en un eje pedagógico fundamental, al
verdaderamente hondo. Ello implica que que la educación no puede renunciar.
alcancemos a conectarlo con nuestra De manera que educar y autoeducarnos
vocación más profunda, con el sentido solo es posible desde el conocimiento
original de nuestra propia y personal de nuestro propia originalidad personal,
existencia. Así, aunque ciertamente es el como expone la fecunda pedagogía de
182 tenor histórico, temporal, “procesual” y J. Kentenich (2005), por ejemplo. Así,
caracteriológico, que se refleja en la obra, aclarar por parte de cada sujeto qué me-
lo que logra educarnos éticamente, esto tas dinamizadoras o ideales, qué valores

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Vocación y sentido: claves del valor educativo del arte

y alianzas o vínculos profundos van a vocación y el sentido personales, puede


articular e impulsar la vida constituye ayudarnos a profundizar éticamente, de
una tarea irrenunciable, central para todo un especialísimo modo, en toda nues-
lo educativo (Strada, 2007). Además, los tra existencia y enseñarnos acerca de
símbolos sensibles, estéticos o artísticos nosotros mismos y de nuestra relación
pueden ayudarnos en dicha labor de una con “los otros” (como decía Lévinas).
manera notable, dado que colaboran a
autoconocernos al identificarnos con Lo precedente, desde la hondura de lo
sus mensajes (Carmona, 2004). filosófico, se debe en el fondo a esa “alte-
ridad” ―al otro―, presente en toda relación
De esta amnera, nuestra vocación e ideal e incluso en el mismo corazón de mi
en suma orientan nuestra existencia hacia identidad o de mi propio yo. Ahora bien,
el sentido, el cual ilumina el camino de este diálogo entre el yo y el tú, entre la
la vida y nos alienta a la hora de recorrer identidad y la alteridad también se da en
un sendero con frecuencia poblado por el interior mismo, y de manera especial
sufrimiento, no solo por gozo. Ahora en la obra de arte. Esta relación entre
bien, las obras de arte, manantiales el otro y el mismo, entre nosotros y los
de creatividad y de reflexión, pueden demás, de hecho, adquiere una pujanza
ayudarnos a descubrir ese sentido, en peculiar en el arte, dadas su intensidad
la medida en que logramos captar su significativa y su universalidad, pues
vínculo con nuestra vocación y con este desvela al ser humano lo humano
nuestra propia originalidad. mismo, su misma humanidad. Aquí,
la consideración de la fecunda filosofía
de la alteridad de Lévinas, expresada
Análisis a partir de casos, por ejemplo en su conocida obra Tota-
experiencias y ejemplos lidad e Infinito (1977), puede contribuir
enormemente a comprender, interpretar
Un ejemplo singular de la clase de ex- y vivir con alcance estas experiencias.
periencia profunda, propiciada por el Este pensador ha glosado en esta clave
encuentro con una obra de arte y que se honda de sentido y apelación personal
viene analizando en este artículo, puede su propia experiencia en relación con
hallarse en el libro contemporáneo El algunas de las obras de Dostoievsky u
regreso del hijo pródigo (Nouwen, 2005). otros literatos, hasta descubrir en ellas
En este, el autor relata su propia biografía una profunda inspiración para su singu-
a partir de su relación con este cuadro lar pensamiento, el cual está orientado
concreto y desarrolla todo su texto por hacia una responsabilidad irremplazable
medio del significado que el homónimo por el otro hombre.
cuadro de Rembrandt va cobrando en 183
su propia trayectoria vital. Ese genial También debemos recordar que todo
tratado de Nouwen nos enseña cómo un lenguaje, y el arte constituye un lengua-
cuadro, interpretado desde la clave de la je, refiere a un “sentido” o significado

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Javier Barraca Mairal

profundo. Incluso cabe afirmar que la rrealistas cobró luego, en la conciencia


vida humana misma, para ser vivida con de sus espectadores y visitantes, su au-
fruto, reclama esa búsqueda u orienta- téntica dimensión de profético alarido
ción hacia el sentido, como estableció visual de inundación de lo imaginario
Frankl en su fecunda “logoterapia”. y emotivo. He aquí el poder fantástico
de la obra del arte, cuando nos apela
En realidad, toda gran imagen artística de modo personal, hasta fundirlo todo,
nos enseña algo sobre el hombre y la como lo onírico, en vida, en nuestra
ética y, por tanto, sobre nosotros mis- propia vida.
mos, al cabo. Así, por ejemplo, en el
caso del autor de este artículo, la citada Numerosas experiencias prácticas, que
Anunciación de Fray Angélico fue el se han desarrollado dentro y fuera de
primer cuadro del Museo del Prado con- los ámbitos académicos, testimonian
templado con verdadero estupor, en la esto muy claramente. Así, en el entorno
temprana juventud. El primero que logró educativo el axiólogo Méndez ha utili-
retener largo tiempo en su observación zado en España imágenes de célebres
al contemplador. El primero que ayudó obras de arte para la formación en va-
de verdad a preguntar e intuir cómo lo lores, gracias a la tecnología, mostrando
reflejado allí podría contagiar algo de su diversas obras maestras e interrogando
luz y belleza a la propia existencia. Fue, luego a los alumnos acerca de los valores
en síntesis, la primera puerta, con forma reflejados o presentes en estas.2
de obra maestra de la pintura, que se
abrió, y que abrió a su contemplador, En el caso del contexto universitario,
luminoso y con una profundidad de nuestra experiencia indica que impor-
perspectiva todavía hoy inolvidable, el tante tener en cuenta cuando los estu-
sendero de la propia vocación. diantes leen de forma personal ―desde la
apelación personal― las obras de arte que
Sin embargo, se trató tan solo del pri- analizan, ellos mismos logran descubrir
mer gran asombro. Por eso, esto mismo todo un rico mundo de valores éticos de
podría predicarlo cualquier lector que modo natural en ellas. Se emocionan,
admire lo artístico acerca de otras muchas lloran o se entusiasman al notar la luz
experiencias personales ―las suyas, las de que el arte ofrece sobre su existencia
cada cual― de contemplación artística, personal. La obra habla acerca de su
suscitadas ya por obras antiguas o con- propia vida y de su sentido, y esto les abre
temporáneas. En torno a estas últimas, a valores que implican responsabilidad
para muchos, la exposición de Dalí en
Montmartre, en los años noventa, se ha 2
Cf. el proyecto y materiales elaborados por
transformado en el signo de toda una el equipo de investigación de Estudios de
184 Axiología para el Ministerio de Educación,
etapa de ilusa irrealidad, frustrada al cultura y Deporte, de España, titulados Vivir
cabo, en una juventud que el tiempo la ética. Puede verse en http://contenidos.
desengaña. Aquel jardín de sueños su- educarex.es/cnice/etica/enlaces.htm.

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y un compromiso profundo consigo El Arte nos proporciona una hermosa


mismos y con los demás. luz para comprender nuestra propia
vida, y nos enseña a vivirla con una
honda creatividad. Algunos pensadores
Conclusiones que han investigado acerca de esto, y
que se han citado a este propósito, son
Este artículo ha ahondado en el gran López Quintás, Gadamer, Nouwen,
valor educativo y ético que puede y Lévinas, Frankl o Kentenich. También
debe alcanzar, para el sujeto humano, la se han referido algunas experiencias
vivencia de la experiencia del encuentro prácticas, fundadas en las precedentes
con la obra de arte. En particular, se apreciaciones teóricas o reflexivas, en la
ha estudiado cómo para extraer y vivir medida en que se ha juzgado que estas
los valores formativos y éticos de esta colaboran a iluminar y a avanzar en la
experiencia debe establecerse con ella profundización en este camino.
una relación significativa y fecunda, en
la que la reflexión resulta crucial. Esta
relación se funda en el carácter a la par Referencias
cultural y universal de lo artístico, en su
naturaleza a la vez subjetiva y objetiva, Almacellas, M. A. (2004). Educar con el cine.
y en la peculiar fecundidad de la crea- Pamplona: Eiunsa.
tividad humana y de los ricos valores a Aristóteles (1974). Poética, Madrid: Gredos.
los que está vinculada. Barraca, J., (2003). Vocación y persona.
Madrid: Unión Editorial.
Para ello, el sujeto ha de interpretar este Barraca, J. (enero-junio, 2015). La necesidad
encuentro estético, a la luz del significado de coherencia entre la ética y la estética
de esta vivencia para su propia felicidad en las organizaciones. Katharsis, (19),
y búsqueda de sentido. El sujeto tiene 249-264.
que conectar, entonces su experiencia Bayer, R. (1965). Historia de la estética,
estética con su propia y personal vo- México, D. F.: Fondo de Cultura
cación, con su singular itinerario vital. Económica.
Además, ha de reflexionar en torno a Blanco, P. (2007). Estética de bolsillo (2da.
qué puede enseñarle o aportarle a él Ed.). Madrid: Palabra.
en persona la relación con la obra, qué
Besançon, M. (2003). La imagen prohibida.
sentido profundo se ilumina y abre
Madrid: Biblioteca de Ensayo, Siruela.
para él, a través de este encuentro con
Carmona, G. (2004). Mi proyecto de vida.
la realidad artística concreta.
Córdoba: Nueva Patris.
Gracias a su vocación de sentido, por Consejo Pontificio para la Cultura (2006).
tanto, todo ser humano puede vivir su La via pulchritudinis. Roma: Vaticano. 185
relación con la obra de arte de una forma Frankl, V. (2001). El hombre en busca de
radicalmente personal, llena de valores. sentido (21ava. Ed.). Barcelona: Herder.

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