Está en la página 1de 33

Marradi

Capítulo 1: Tres aproximaciones a la ciencia

Galileo y el método experimental.

Muchos filósofos opinan que la ciencia moderna empieza a fines del siglo XVI con Galileo.
Según la visión Aristotélica, la tarea de la ciencia era identificar la naturaleza de cada
especie de objeto del conocimiento, separando lo que es esencial y fijo (la sustancia) de lo
que es accidental y variable. Para Galileo la tarea de la ciencia es formular, controlar y
decidir aserciones acerca de relaciones entre las propiedades de los objetos. El científico
tiene que hallar la forma matemática que estas relaciones tienen en la naturaleza. El
científico debe saber interrogar hábilmente a la naturaleza y penetrar en sus secretos.
Galileo sentó las bases del método experimental. En su forma ideal, un experimento se
obtiene solo cuando se observan los efectos de variaciones controladas de una propiedad
llamada “operativa” en otras propiedades llamadas “experimentales” mientras se
mantienen constantes todas las otras propiedades que podrían influir sobre la segunda. La
sabiduría consiste no solo en elegir la propiedad operativa más apropiada sino también en
producir cambios perfectamente controlados en ésta, y en bloquear todas las variaciones
en las otras propiedades que se sabe o se supone puedan influir sobre la experimental,
manteniéndolas efectivamente constantes. Los objetos de muchas ciencias físicas poseen
una característica que no tienen los objetos de las ciencias sociales: son fungibles
(intercambiables). Es decir, se puede dar por sentado que los objetos del mismo tipo
siempre reaccionan de la misma manera bajo las mismas condiciones. Límites del modo
experimental Un límite teórico consiste en el hecho que jamás se puede excluir con
seguridad que otras propiedades, no incluidas en el modelo, influyan en la propiedad
experimental. Debido a la presencia de estas innumerables propiedades, el modelo nunca
se puede dar por “cerrado”. Los límites prácticos consisten en que no siempre es
técnicamente posible controlar a la perfección las variaciones de la propiedad operativa, y
todavía es menos posible neutralizar perfectamente la influencia de las propiedades que
se deberían mantener efectivamente constantes. El método experimental es adecuado
para investigar relaciones mono causales, típicamente diacrónicas. No es adecuado
investigar relaciones funcionales, típicamente sincrónicas. Tampoco es adecuado para
investigar sistemas complejos de relaciones causales, cuando hay una tupida de red de
interacciones entre muchas propiedades que ejercen influencias diferentes en diferentes
combinaciones. Estos límites tienen graves consecuencias en las ciencias sociales. La razón
es que no se pueden separar una pareja de propiedades bloqueando otras. En ciencias
sociales no se puede pensar que los objetos son fungibles y que se pueda estudiar un
individuo y extrapolar el resultado al resto de la sociedad. La matriz de datos y el supuesto
atomista. Es una herramienta elaborada por matemáticos del siglo XVI formado por un
cruce entre un haz de vectores paralelos horizontales y otros verticales. Tiene usos en
variadas disciplinas. Permite tratar la variabilidad entre objetos del mismo tipo sin
renunciar a formas de análisis estadístico. Una vez que se ha registrado en una matriz el
estado de n sujetos en p propiedades, esta nos permite establecer cuáles son las
relaciones entre las parejas de propiedades. El método de la asociación- Se podría llamar
método de asociación este que sustituye al método experimental en las ciencias sociales
siguiendo en el marco del enfoque estándar de la ciencia. El enfoque que se contrapone a
la visión estándar. En la aproximación comúnmente llamada “cualitativa” conviven formas
de investigación muy diferenciadas: el único rasco seguramente común a todas es un
rasgo negativo, y es la no adopción de que en la mayoría de los casos es un rechazo a
adoptar los supuestos fundamentales de la visión estándar de la ciencia. Más allá del
rechazo, estos investigadores muy a menudo comparten un valor en positivo: la
sensibilidad hacia el aporte cognoscitivo y los derechos humanos de los sujetos conocidos,
una sensibilidad que a veces se constituye en una verdadera “epistemología del sujeto
conocido”. Se siguen unos caracteres comunes que se pueden identificar en la mayoría de
los caminos no estándar de investigación: a) Orientación para reducir al mínimo la
separación entre ciencia y vida cotidiana. Gran atención por problemas de significado y
una actitud de escucha frente a la realidad en vez de una rígida limitación a modelos a
priori. b) fuerte dependencia del contexto c) preferencia por los problemas micro d)
orientación marcadamente ideográfica, descriptiva e inductiva e) preferencia por la
comprensión global de “provincias delimitadas de significado” f) el hecho de que la
causación, si es contemplada, es considerada un proceso que se reconstruye por medio de
narraciones y no por medio de relaciones estadísticas entre instantáneas escalonadas en
el tiempo o entre variables relevadas en el mismo momento g) gran importancia de las
cualidades y capacidades del investigador y de sus colaboradores h) la dificultad para
desarrollar este género de investigaciones sin caer en lo banal, en lo gratuito, anecdótico,
etc.

Marradi Capítulo 2: Los debates metodológicos contemporáneos.

Durante el siglo XX, los debates se centraron en los conceptos cualidad y cantidad. Uno de
los principales ejes de la controversia se estructuró alrededor del abordaje elegido para
dar cuenta de la relación individuo y sociedad, dando lugar a una perspectiva centrada en
el sujeto por un lado, y otra centrada en la estructura social. La diversidad de estos
enfoques y sus desacuerdos dieron lugar a debates epistemológicos sobre el estatus
científico de las ciencias sociales, y metodológicos sobre los modelos de producir y validar
el conocimiento científico en estas disciplinas. Al calor de estas controversias se definieron
dos bandos: uno bajo la medición como mejor medio para asegurar la cientificidad de las
prácticas de investigación de las ciencias sociales, y otro comprometido con el rechazo
radical de cualquier intento de cuantificación de la realidad social. Estos debates cobraron
actualizada en la década del 60 cuando terminaron de popularizarse las antinomias
cualitativo vs cuantitativo; explicación vs comprensión, objetividad vs subjetividad,
neutralidad vs participación; en definitiva, descripción de la sociedad “tal cual es” vs crítica
y transformación de la sociedad actual. A partir de los 80 esta controversia epistemológica
comenzó a perder fuerza. Se fue imponiendo lo que se llamó “argumento técnico”: los
métodos cuantitativos y cualitativos son apropiados para alcanzar distintos objetivos y
tratar problemas de índole diferente, y la tarea del investigador no es apegarse
estrictamente a un modelo, sino tomar decisiones pertinentes en base al problema que se
va a investigar. También es posible pensar un problema cuyo abordaje requiere la
combinación de métodos, que fue llamado “triangulación metodológica”. El debate
intrapositivista La perspectiva generalista encontró su versión metodológica más acabada
con el positivismo. Durkheim, a la luz del modelo de las ciencias naturales, estableció una
analogía entre el objeto de las ciencias sociales (el hecho social) y las cosas, y predicó la
necesidad de tratar metodológicamente al primero igual que a la segunda. Esto venía de la
mano de un monismo metodológico, o sea, que existe un único modelo válido para todas
las ciencias. La propuesta de tomar como modelo a la física suponía que la realidad social
también estaba regida por leyes universales, susceptibles de ser descubiertas a partir de
ese mismo método científico. Se pretendía cuantificar aspectos de la realidad social para
luego poder establecer sistemáticamente relaciones entre ellos, con el objetivo final de
postular leyes generales sobre el funcionamiento de la sociedad y de los fenómenos
sociales. A la idea de generalización se sumaban las de objetividad y externalidad: el
carácter externo y autónomo de la realidad exigía la objetividad como requisito para
alcanzar conocimiento valido. El carácter empírico de la actividad científica, basada en la
medición y el manejo de datos como sustento de la explicación adquirió un carácter
predominante a través de la técnica de sondeo. Popper propone una alternativa a lo antes
planteado llamado falsacionismo. El habla de un criterio de demarcación que distingue el
conocimiento científico. No se interesaba tanto en la distinción de ciencia y metafísica, su
objetivo primordial era el de diferenciar la ciencia de la pseudociencia. La pseudociencia,
para Popper, es el conocimiento que se presenta como científico pero que en realidad
tiene que ver con los mitos primitivos. La ciencia sigue un camino hipotético-deductivo, y
la característica singular del conocimiento científico es que esta conjetura debe ser pasible
de falsación, es decir, debe poder ser demostrada falsa. La consagración del método
hipotético-deductivo como única vía válida para la producción de conocimiento científico
revitalizó la idea del monismo metodológico. Para Popper, la ciencia se ocupa de
explicaciones conformadas por sistemas de hipótesis que han resistido las pruebas de
falsación, y estas pruebas solo pueden hacerse a través de un único y mismo método.
Estas ideas fueron tomadas como base epistemológica por parte de la sociología
académica de la época y ayudó a dar sustento al “consenso ortodoxo” de las ciencias
sociales. Las propuestas de Popper pasaron a formar parte de los manuales de
metodología de la investigación social, en donde se presentaba “el” método científico.
Kuhn critica la visión de Popper y dice que la ciencia debe ser concebida como un proceso
histórico, no se trata de un producto lógico-racional que se produce en el vacío sino de un
conjunto de prácticas sociales que tienen lugar en el seno de una comunidad científica. Su
concepto clave es el paradigma. Kuhn distingue entre una etapa preparadigmática (no hay
acuerdos sobre el objeto de estudio y proliferan corrientes) y otra etapa paradigmática
(cuando un paradigma logra imponerse). Ocurrirán “crisis” (producto de anomalías) donde
la ciencia puede volver a una situación preparadigmática y eventualmente desembocar en
una revolución científica, donde se conformará un nuevo paradigma. Kuhn (y otros) han
planteado que las ciencias sociales nunca han pasado de la etapa preparadigmática. Imre
Lakatos apuesta por conciliar el falsacionismo con la perspectiva de Kuhn, es lo que se
conoce como programa de investigación. Estos programas de investigación incluyen un
núcleo duro (conjunto de hipótesis fundamentales) y un cinturón protector (construido
por hipótesis auxiliares). Las críticas al positivismo y los enfoques no estándar. El término
hermenéutica significa interpretación, y en su sentido moderno hace referencia a una
interpretación profunda que involucra la relación compleja entre sujeto interpretador y
objeto interpretado. La tradición hermenéutica adquirió relevancia metodológica y
epistemológica para las ciencias sociales en la medida que destacó la especificidad de su
objeto de estudio, y la consecuente necesidad de métodos propios para abordarlo,
ligándolo al problema de la interpretación. Giambattista Vico hablaba que el conocimiento
era la sabiduría práctica, y que estos fenómenos estaban gobernados por aspectos
imponderables. Se va a ir consolidando una distinción entre el conocimiento del mundo
material, para el cual las hermenéuticas no negaban los principios y metodologías
generalizadoras de corte positiva, y el conocimiento de los fenómenos espirituales
(humanos) que requerían una interpretación profunda y que no podían ser reducidos a
leyes universales. Apareció la distinción entre aproximaciones nomotéticas (típicas de las
ciencias naturales) que tienen por objeto la postulación de las leyes generales basadas en
procesos causales uniformes, y aproximaciones idiográficas (típicas de las ciencias
humanas) cuyo objeto es el estudio de los fenómenos cambiantes que deben ser
interpretados contextualmente. Esta tradición maduró en las ciencias sociales empíricas
de Weber, un antecedente de la perspectiva no estándar. Webber define a la sociología
como una ciencia que pretende entender la acción social, interpretándola. Pero dado que
para él la acción es un comportamiento subjetivamente significativo, promueve la
comprensión como el método adecuado para investigarla. Desde un punto de vista
instrumental y operativo, los denominados métodos cualitativos de investigación,
enmarcados en la corriente interpretativa weberiana, abrevan el método etnográfico de la
antropología clásica. Todo esto también se enmarcaba en la investigación social no
estándar. Znaniecki propone la distinción metodológica entre inducción enumerativa (en
la que los casos son tratados como ejemplos de colectivos) e inducción analítica (en la que
cada caso ilumina aspectos de una teoría general). La inducción analítica pasará a ser
considerada como intrínsecamente etnográfica. Con los trabajos de Park y Burgues la
etnografía se reorienta hacia la propia sociedad. Su mirada se encauza hacia la diversidad
ciudadana a través del análisis de todas las otredades urbanas. Blumer desarrolla el
interaccionismo simbólico, orientado a comprender toda situación social desde la visión e
interpretación del propio actor en interacción. El método consiste en asumir el papel del
actor y ver su mudno desde su punto de vista. A partir de los 60, las críticas a la sociología
convencional abrieron la puerta a la investigación no estándar. Se resignificaron algunas
prácticas metodológicas de la antropología clásica y de la sociología, dándoles un
fundamento teórico-epistemológico de corte interpretativista que aparentemente no
habían tenido en sus orígenes. Aquí jugaron un papel importante los aportes de la
hermenéutica, el constructivismo, la fenomenología, la teoría crítica y otros. La traducción
interpretativa intenta elucidar los procesos de construcción de sentido. Shutz (1962)
sostuvo que los individuos constituyen y reconstituyen su mundo de experiencia. El
focaliza sus estudios sobre los procesos a través de los cuales los sujetos producen
interpretaciones que dan forma a lo real en la vida cotidiana. Sostiene que las ciencias
sociales están conformadas por constructos de segundo orden, que le dan sentido a los
constructos de primer orden de los actores en la vida cotidiana. Heredera de la
fenomenología de Schutz es la etnometodología de Garfinkel. La preocupación de este
autor se orienta a la producción, legitimación, cuestionamiento y reproducción del orden
social por las actividades interpretativas de los sujetos. Desde esta perspectiva la conducta
es descrita y explicada por su referencia a consensos socialmente compartidos. En análisis
se focaliza de otorgamiento de sentido a partir de normas sociales que dan como
resultado los criterios de normalidad. La corriente constructivista predica también la
imposibilidad del conocimiento objetivo, fundamentado en la existencia de múltiples
realidades, construidas desde diferentes perspectivas. Desde la antropología
interpretativa se propone la interpretación como alternativa a las explicaciones causales
de la cultura. Para Levi-Strauss, la conducta era explicada a partir de la estructura social y
el significado era indagado en las reglas constitutivas del sistema organizador de las
acciones. Considera que la descripción densa constituye la forma adecuada para dar
cuenta del proceso de formación de sentido del sujeto. Otra vertiente es la teoría
fundamental introducida por Glaser y Strauss, como un método para generar teoría a
partir de los datos empíricos. La relación entre teoría y datos se invierte: estos pasan de
ser la instancia verificadora/falseadora a ser la fuente de la teoría. Promueve una
metodología fundada en la inducción, en la que un muestreo estadístico es suplantado por
el muestreo teórico. Las unidades de observación se seleccionan según criterios
formulados desde la perspectiva del investigador, y el tamaño de la muestra se alcanza
por saturación, es decir, cuando ninguna observación adicional agrega nada relevante.
Vinculada a la escuela de Frankfurt nace la teoría crítica, donde se incorpora la valoración
política entre los elementos del proceso investigativo. Cuestionan la objetividad del
pensamiento moderno y lo interpretan en términos de su consecuencia política. Existen
muchas escuelas que se insertan en la teoría crítica sin tener un consenso único, como es
la crítica epistemológica y metodológica feminista, donde se cuestiona el esencialismo, en
la medida en que este apunta a la legitimación de las relaciones de dominación entre los
géneros anclados en la biología. Esto dio lugar a nuevas categorías de análisis como el
“género”. La reactivación del interés por la investigación cualitativa a partir de la década
del 60 también implicó que gran parte del debate metodológico se trasladaría desde la
oposición cuantitativo/cualitativo hacia el interior de los métodos cualitativos. Schwandt
identifica 4 ejes en el debate de lo intracualitativo: a) Criterios y objetividad, centrado en
cuál es el fundamento de las interpretaciones b) El alcance crítico o compromiso político,
que lleva a una distinción ente teórica descriptiva y prescriptiva c) La autoridad del
investigador a partir de la legitimidad de la interpretación d) Confusión de las demandas
psicológicas y epistemológicas. Una de las principales críticas a los métodos no estándar se
ha dirigido a su supuesta falta de rigor y precisión, asi como su incapacidad para
generalizar los resultados. A partir de esto, se instaló en la agenda cualitativa la búsqueda
de instrumentos conceptuales y criterios alternativos que fuesen más adecuados para
juzgar sus procedimientos y sus productos. A pesar de todo esto, no se ha establecido un
consenso en los criterios de calidad en los estudios cualitativos. Tal vez esto se deba a que
en los 90 coexisten una multiplicidad de concepciones que tienen en común la perspectiva
del sujeto, lo cual responde a una realidad de un mundo posmoderno, múltiple y
fragmentado, donde no es posible ninguna generalización y donde coexisten diversas
perspectivas. Se da el contexto donde los límites entre los estilos cualitativos y
cuantitativos se han vuelto imprecisos. Pierre Bordieu intentó superar el debate
cualitativo/cuantitativo. Esta particularidad promovió la superación de las típicas
antinomias epistemológicas y metodológicas de las ciencias sociales:
explicación/comprensión, subjetivo/objetivo, micro/macro, etc. Bordieu buscó integrar
prácticas habitualmente conocidas como cualitativas con otras cuantitativas. En los
últimos años se han propuesto diversas formas de articulación o integración entre las
diferentes perspectivas metodológicas, se conocen como triangulación metodológica. Las
propuestas de superación del debate cualitativo-cuantitativo: la triangulación
metodológica y sus límites. Han surgido propuestas tendientes a integrar las estrategias
cuali/cuanti, bajo la idea de que ambos métodos son válidos y compatibles. Denzin fue
uno de los primeros responsables de la difusión de la idea de triangulación, distinguiendo
cuatro formas: de datos, de investigadores, teórica y metodológica. A su vez, promovió
una diferenciación entre triangulación intramétodo e intermétodo. Los principales
objetivos de la triangulación en las ciencias sociales son la convergencia y la completitud,
como medio de validación convergente o como modo de alcanzar una comprensión más
acabada de un mismo fenómeno, desde distintos ángulos. Por supuesto, la idea de la
triangulación también ha sido objetada. De todos los tipos de triangulación, la
metodología es probablemente la que ha adquirido mayor difusión y popularidad, al
punto de que se han acuñado nuevas expresiones para dar cuenta de ella. Esta implica el
uso conjunto de dos o más métodos para abordar un mismo problema o problemas
diferentes pero estrechamente relacionados. El principal argumento a su favor es que de
este modo se aumenta la confianza en los resultados.

MARIO HELER – CIENCIA INCIERTA


CAP I. ¿Ciencia y ética?

El problema La vinculación entre la ciencia y la ética se nos presenta hoy como un problema. Las
innovaciones científico-tecnológicas afectan profundamente nuestras formas de vida y la
organización social. Nos sumergen en una actualidad donde lo viejo aún no se ha disipado y lo
nuevo no termina de definirse, cuando irrumpe una nueva innovación. Inmersos en estos cambios,
en plena transición, buscamos pautas que nos guíen en este presente confuso frente a un futuro
incierto y vivido como amenazante. Podemos asociar esta búsqueda de pautas, de orientaciones,
con las demandas éticas que circulan en nuestra sociedad. Nuestra actualidad necesita afrontar las
transformaciones sociales, impulsadas hoy por las innovaciones tecnológicas de la informática y la
comunicación, la biotecnología y los nuevos materiales, con el trasfondo de nuestra precaria
situación ecológica (motivada por las enormes posibilidades abiertas por los resultados que la
ciencia nos brinda desde los inicios de la modernidad). Por un lado, una asentada tradición
establece que la ciencia consiste en la búsqueda del conocimiento por el conocimiento mismo, en
una búsqueda desinteresada que se rige por un único valor: la verdad. Para la concepción
predominante de la ciencia, las cuestiones éticas surgen cuando los conocimientos científicos son
aplicados en la sociedad. Pero tales aplicaciones responderían a decisiones ajenas al ámbito
científico: serían tomadas por los "decididores", los detenta-dores del poder (político, militar,
económico), quienes determinan los usos sociales de los conocimientos que la ciencia ha
producido. Y serían esos usos los que provocarían los perjuicios que a su vez generan las
demandas éticas que atraviesan nuestra sociedad. Por consiguiente, sostiene la concepción oficial
que ni la ciencia ni los científicos poseen responsabilidad alguna en tales perjuicios porque no son
los encargados de tomar las decisiones acerca del uso social de los avances científicos. Es que la
actividad científica produce conocimientos que son instrumentos, y así como el instrumento
Martillo puede ser utilizado para fines positivos (la construcción de un mueble, por ejemplo) o
para fines negativos (la violencia contra otro ser humano), las buenas o malas consecuencias de
ese uso no califican al instrumento ni como bueno ni como malo, sea el martillo o el conocimiento
científico. La utilización de un instrumento trae consecuencias benéficas o perjudiciales, y la
responsabilidad por esas consecuencias les correspondería a quienes toman la decisión de
utilizarlo. El instrumento entonces no sería ni bueno ni malo, tampoco se le podría atribuir
responsabilidad por consecuencias indeseables, sino que las aplicaciones de los conocimientos
científicos serían las que resultan buenas o malas, y la responsabilidad no recaería en el productor
del instrumento sino en quien tuviese el poder para hacer que se aplique. Por otro lado, hoy las
demandas de ética provocan en nosotros una actitud incrédula y recelosa, básicamente de
desconfianza: sospechamos hipocresía, intentos de manipulación enmascarados tras la
declaración de grandes ideales. Esta actitud no impide sin embargo nuestros reclamos por el
respeto y el reconocimiento recíprocos entre los miembros de una sociedad lo más justa posible.
Es que las innovaciones y los cambios de nuestra actualidad hacen tambalear nuestras ahora
"viejas" pautas de comportamiento, nuestros modos de conducirnos hasta "ayer" y también
nuestra manera de ser. Ponen en crisis nuestro ethos.2 Presenciamos así el desmoronamiento de
nuestra moral por efecto del desgaste generado por la inadecuación de sus mandatos y por
nuestros incumplimientos. Por un lado, la declaración de la falta de incumbencia de la ética en la
actividad científica; la declaración de la neutralidad ética de la ciencia. Por el otro, las actuales
dificultades en nuestra relación con la ética: la vivencia de la crisis de nuestro ethos. Pero aquella
neutralidad puede ser cuestionada y por tanto combatida, y la crisis de nuestro ethos no obtura la
posibilidad de reflexionar sobre la relación entre la ética y la tecnociencia. La tecnociencia3
constituye una actividad social entre otras y en interacción con ellas, una actividad que contribuye
decididamente en la transformación de nuestro mundo, afectando nuestra convivencia, nuestra
manera de ser y de conducirnos. ¿Puede la ética no poseer incumbencia en la actividad científica?
En otras palabras, si la dimensión ética atraviesa todas las prácticas sociales -pues en todas ellas
hay interacciones, hay convivencia, y el problema ético concierne a la convivencia entre los seres
humanos-, ¿puede la actividad tecnocientífica estar exenta de este atravesamiento?, es decir,
¿puede desentenderse de las relaciones sociales en las que está inmersa y que la constituyen
como actividad social y excluir las cuestiones éticas de su campo de preocupaciones y
ocupaciones? Y si aquella neutralidad puede ser cuestionada, la crisis de nuestro ethos hace más
perentoria la exigencia de ética4 de una reflexión crítica sobre hechos y procesos de nuestras
circunstancias que se tratan de imponer como un orden de cosas aceptable, y hasta
incuestionable, simplemente por haber acaecido o por estar acontec iendo (el petróleo se
terminará en algunas décadas, los ríos y las napas de agua se contamina n, hay espe cies animales
en extinció n, los vegetale s que come mos ahora son transgénicos, una economía sana no tiene
restricciones a las impo rtacione s, la vida debe ser prolongada artif icialmente, el trabajo, precario
y flexible; el incumplimiento de la norm a, lo normal; la exclusi ón y la marginación, irremediable y
en aumento; la deslealtad y el engaño, rasgos de las relaciones humanas; la ganancia, lo único
valioso; la necesidad de consumir...; etcétera). Texto. He aquí entonces el problema: la relación
entre ética y ciencia, o bien ¿qué lugar tiene la ética en las prácticas científi cas? La forma de
abordar nuestro problema, en un primer momento, consistirá en la revisión crítica de esta
concepción predominante de ciencia, la versión oficial, que nos permita, en un segundo momento,
pensar en el lugar de la ética en la actividad científica. Pero antes contextualicemos históricam
ente la ciencia y reconstru yamos la concepción hegemónica de ciencia. 2. La ciencia en la
modernidad Cuando hablamo s de ciencia moderna nos referi rnos a una forma de sabe r que
comienza a manifestarse durante el Renac imiento, en las post rimerías de la Edad Media, y que
llega a ser la forma distintiva de conocim iento en la Edad Moderna y se consolida como tal en el
siglo XVIII, con las elabora ciones de la física newton iana. Esa nueva forma de saber contin úa
desarrollánd ose hasta nuest ros días, y se ha logrado erigir en el único modo racional de
conocimiento. El surgimiento y la consolidación de la ciencia moderna están estrecham ente
vinculados con el desarrollo de la sociedad moderna a partir del medioe vo. Las ciudade s
resurgieron alreded or del siglo XI. A partir de allí, podemos rastrea r el origen de los burgos
(mercad os), donde comienzan a desarro llarse formas de vida que paulati namente acrecientan su
importancia en el orden feudal, sin tener un espacio legitimado y, sobre todo, yendo en contra de
prescripcione s medievales (el "justo precio" condena los intercambios en el mercado, pues caen
bajo el pecado de la usura, sancionable por la autoridad terrenal, el rey). En los siglos XV y XVI,
época del Renacimiento (un período intermedio y de transic ión entre la Edad Media y la
modernidad), no pueden pasar ya desaper cibidas las transfo rmaciones provocadas por las
prácticas de los burgueses en toda la sociedad. Y éstos comenza rán a operar para lograr un
espacio social legítimo y provoca rán más cambios sociale s, que a su vez dan inicio a la época
moderna, inicio que es habitua l situar en el siglo XVII. Los cambios subsigu ientes hasta llegar a
nuestro s días han estado en consona ncia con el desarrollo de las relaciones de producc ión
capitalista, sin ahorrar enfrentamientos y revolu ciones. Recién al finali zar el siglo pasado
comienza a hablarse de una nueva época, la posmode rna, sin que haya acuerdo s al respecto.
Caracte ricemos a la modernidad con algunos de sus rasgos distintivo s. En primer lugar, la
secularización es un factor generalm ente reconocido como fundamental. La suciedad medieva l
estaba preocupada por la salvación del alma: importaba entonce s la eternidad y no el tiempo (el
siglo, lo secular ) en que les tocaba habitar este valle de lágrimas. El rey se dedicaba a organi zar la
vida temporal, pero bajo las directi vas de la Iglesia, que cuidaba que el orden secular, terrenal, se
conform ara a la voluntad divina, en aras de la salvación eterna. Las nuevas práctic as sociale s de
mercado, las que darán lugar al capitalismo, necesit an para desarro llarse una nueva visión de la
realidad, proponer otro orden de cosas, donde tengan cabida y legitim idad, y para ello requie ren
un orden basado en este inundo (seguir ocupánd ose de la vida eterna recondu ciría nuevamente
al viejo orden). La modernidad inaugura entonces la preocupación por este mundo, por el tiempo,
por la actualidad,5 y deja a cada uno ocuparse de su salva ción, de su rela ción con la relig ión. La
cuestión cent ral pasa a ser enton ces la auto cons erva ción: la pres erva ción en el ser a trav és del
tiem po. Cada indi vidu o nece sita gana rse la vida, enco ntra r el modo en que obte ndrá su suste
nto, su supe rviv enci a, pero tamb ién cómo brin dará un sent ido a su existen cia en este mundo
(una vez que ya no es obli gato ria la refe renc ia a la salvació n en el otro mund o desp ués de la
muerte). Se conc ibe ento nces un proc eso a tra vés del cual se inst ala en nuestra coti dian idad
(en las inst ituc ione s y en la cult ura) la preo cupa ción por este mund o, por este tiem po, sin refe
renc ia a inst anci as divinas: el proc eso de secu lari zación. En segundo luga r, los camb ios que
acar rea la mode rnid ad afe ctan tamb ién la mane ra en que se concibe la rela ción del homb re
con el mund o. Por un lado, en el medioevo, retomando o a Aristóte les, se pien sa que el homb re
tien e capa cida d de cono cer porq ue es capa z de refl ejar el mund o, actú a como un espe jo (spe
culum, en latí n, y de al lí, "especula r" en cast ella no). Pero refl eja la real idad qued ándose con
su imagen, con su conc epto; y ento nces, ha cono cido. En la rela ción sujeto -objeto, es el objeto
el que ocup a un luga r prin cipa l, porq ue sin él no habría imagen -conc epto y, por tanto, tamp
oco cono cimi ento; en cam bio el sujeto es pasi vo por ser rece ptiv o. La posi ción fundame ntal
del objeto es sost enid a en gene ral por los medi eval ista s. Los mode rnos (a part ir de Descarte s
6 y lueg o con Kant )7 sost endrán que el sujeto no cumple un papel pasivo y secundario frente al
objeto. Por el contrario, es el sujeto el que constituye al objeto. Hay concepto porque el sujeto ha
organizado los datos sensoriales a partir de sus modos de pensar (de sus categorías).8 Se habla
entonces de la posición predominante del sujeto en los modernos, de un "giro copernicano" en la
concepción del conocimiento (pues así como la visión heliocéntrica de Copérnico supone trasladar
el centro de la Tierra al Sol, en el conocimiento se pasa de la centralidad del objeto, a la del
sujeto). Claro que con este cambio se modifica la concepción de verdad. La verdad se entiende
desde la antigüedad clásica como adecuación o coincidencia entre el objeto conocido y la imagen-
concepto. Pero con la revolución copernicana tal coincidencia pierde sentido: la actividad de
conocimiento del sujeto construye el objeto, o lo constituye. Es un resultado del proceso de
conocimiento y no es factible entonces compararlo con la "realidad" del objeto, si "su" realidad ha
sido constituida por la razón. Sin embargo, no se trata de una construcción arbitraria del sujeto, ni
una renuncia a la universalidad y necesariedad de los conocimientos. En tercer lugar, este cambio
en la concepción moderna del conocimiento se vincula con la actitud del hombre frente al mundo:
Para los antiguos y medievales, el mundo era un kosmos, un todo ordenado, bello y bueno, y la
actividad más excelsa era dedicarse a contemplarlo (dejar que ese orden, esa belleza y esa bondad
se reflejaran en el alma).9 Por tanto, valoraban la vida contemplativa por sobre todas las cosas. En
cambio, los modernos toman para sí — secularizándola—la idea cristiana del hombre creado a
imagen y semejanza de Dios, y si la imagen se posee, la semejanza es la tarea humana: hacerse
dios en la Tierra, enseñorearse del mundo en forma similar al modo en que Dios es el Señor del
universo. Entonces, en la modernidad se privilegia la vida activa, la vida dedicada a transformar y
cambiar el mundo para adueñarse de él y ponerlo al servicio de la humanidad. Pero, en cuarto
lugar, la importancia que adquiere el sujeto en la modernidad, en el conocimiento y en la acción
en el mundo, acarrea la pérdida de su lugar privilegiado en el cosmos, de ese lugar que ocupaba
el ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios. El hombre ya no puede ubicarse en el centro
del universo (la Tierra ya no se concibe como el centro de la creación) y, en tanto vaya avanzando
el proceso de secularización, comienza a ser problemática su propia consideración bíblica como la
coronación del mundo: la evolución desde el mono romperá el vínculo con la creación divina
(Darwin)10 y la impo rtanc ia del incon sciente en la vida humana (Freud)11 cuest ionará el
gobierno racional de la conducta. Sin embargo, recreando esa imagen teológica, la modernidad
constituye su propio imaginario, basándose en las posibilidades que la razón brinda al hombre de
construir un mundo a su medida, convirtiéndose en artífice de su propio destino. Se conforma así
el ideal (la utopía) de la construcción de un Paraíso Terrenal entendido como un Reino de la
Libertad, sin sometimiento a la necesidad natural ni a la tiranía social, y construido en este mundo
por el trabajo de generaciones de individuos. En quinto lugar, si el hombre puede crearse a sí
mismo, forjándose un destino, a diferencia de las sociedades estamentales basadas en la herencia
—en el lugar de nacimiento— de la Edad Media, es porque la modernidad postula la libertad y la
igualdad de todos los hombres. No establece en los hechos esa igualdad y libertad, sino que sólo la
postula; postula un ideal que exige realización. Pero con ello, y en consonancia con el desarrollo
del capitalismo, abre la posibilidad de la movilidad social; reconoce el derecho de cada individuo
de ocupar en la sociedad el lugar que sepa ganarse. En sexto lugar, este postulado requiere
remover la idea de que el orden social, por ser expresión del orden divino, fuera incuestionable.
Con la modernidad, se extiende la reflexividad,12 esto es, el derecho de todos a criticar, a poner
en cuestión y a revisar las creencias heredadas y vigentes en la sociedad, para llegar a conclusiones
propias. Se impone así la libertad de pensamiento como un derecho y un deber, pues es la
condición necesaria para que cada uno construya su destino y dé forma a .su vida según su mejor
entender. Si embargo, sólo se admite la posibilidad de pensar críticamente todo lo que se quiera;
la libertad de acción es postergada, hasta que la razón ilumine las conductas de todos los
hombres. Es que se teme el accionar de esos individuos libres e iguales, liberados de toda tutoría,
que puedan decidir por sí mismos sus formas de vida.14 En séptimo lugar, la Ilustración es
precisamente la primera sistematización del proyecto moderno. Es el movimiento que defiende la
idea del progreso de la humanidad, de un progreso que se orienta hacia la recuperación, en este
mundo, del Paraíso Perdido. Para ello recomienda el uso de la razón, con el objetivo de dominar la
Naturaleza, la Necesidad (a través del desarrollo de las ciencias de la naturaleza) y lograr la
organización racional de la sociedad (mediante los saberes de las ciencias sociales). Para la
modernidad y con la ilustración, primero hay que saber para poder luego actuar exitosamente. En
la modernidad, la razón "ilumina" las cosas y nos permite descubrir en su luz las posibilidades de la
transformación de la realidad y las formas de concretarlas. En la modernidad, en un mundo que se
seculariza, donde ocupa una posición fundamental el sujeto, se valora la vida activa, en tanto que
la pérdida del lugar central en la creación divina se compensa con el postulado de la libertad e
igualdad de los individuos, que habilita la reflexividad como un derecho, y se confía en el camino
del progreso hacia el Paraíso Terrenal, empleando las luces de la razón; el papel que deben
desempeñar las ciencias requiere entonces de un nuevo tipo de conocimiento: un conocimiento
que reúna saber y poder. Las ciencias deben generar un conocimiento capaz de prolongarse en el
poder de transformar la realidad natural y social para construir progresivamente entre todos un
Paraíso en este mundo. El éxito en el desempeño de la tarea de la ciencia y la tecnología15 otorga
el prestigio que hoy posee la ciencia moderna. La racionalidad científica se presenta entonces no
sólo como modelo paradigmático sino también como concreción superior de la razón humana.

UNIDAD II:

“EL LADO OSCURO DE LA RAZÓN”. Juan Samaja


 
CAPÍTULO I: Tres versiones del principio de la experiencia.

*LA CONTRADICCIÓN INTERNA DE LA CIENCIA.

La ciencia es un fenómeno de orden socio-cultural, como todo fenómeno, tiene


componentes contradictorios en perpetua tensión. Una de esas contradicciones es
el eje de su estructura de su dinamismo: la contradicción especia entre los dos
requisitos esenciales del conocimiento científico: la exigencia de la universalidad
(o necesariedad) y la exigencia de la comprobabilidad. Si falta alguno de ellos, no
hay conocimiento científico, pero tomar a alguno de los dos de modo riguroso, nos
veríamos obligados a negar el otro término.
Semánticamente se justifica y comprende: “lo universal es lo contrario a lo
particular, pero sólo lo particular es contrastable mediante una secuencia finita de
pasos de comprobación. En cambio lo universal al estar integrado por un número
infinito de elementos, no hay ninguna secuencia de pasos que puedas ser dados
realmente para decidir su valor de verdad.

*TRADICIONES QUE INTENTARON RESOLVER ESTA PARADOJA:


-Escuela racionalista (apriorista, innatista o eurekaista) representada por
Descartes
-Escuela empirista: J. Locke
-Historicismo: Vico, en el S. XIX con el nombre de dialéctica y en el S. XX con el
nombre de paradigma morfogenético.
* La escuela racionalista considera como verdadero a uno de los polos de
contradicción, eliminando al otro.
*el empirismo, afirma los dos polos pero sin proponer un mecanismo de síntesis
que supere la contradicción.
*el historicismo, afirma que de los dos polos surge un movimiento generativo que
es propiamente lo que constituye la superación de la contradicción: dialéctica.
Las tesis empirista, apriorista y la historicista, corresponden al período de la
modernidad. Hablamos de modernidad, y hablamos de un mundo social-cultural y
político dirigido por los ideales de la burguesía revolucionadota de los S. XVII y
XVIII.

*EL OCASO DEL PRINCIPIO DE LA AUTORIDAD.

El concepto representativo es el “principio de la experiencia”, criterio de


racionalidad, que se comprende cuando se confronta con el principio adversario al
cual vino a despojar: el “principio de la autoridad”, ambos son criterios de
racionalidad, o sea reglas supremas para establecer en situaciones polémicas
quién tiene la verdad.
La pregunta central que está en el trasfondo de toda discusión sobre el método de
la ciencia es la siguiente: ¿qué derecho me asiste en mi pretensión de ser creído
por los demás? Lo que distingue a la mera opinión de una afirmación científica, es
que ésta última es una afirmación que exhibe un fundamento y alega a favor de su
validez, la mera opinión en cambio no, el conocimiento científico es socialmente
vinculante.
En el mundo medieval, anterior al moderno, la regla fundamental era el “principio
de autoridad” : un conocimiento es verdadero si es deducido de las verdades
sustentadas por la autoridad académica o religiosa, como interpretación
autorizada de textos. Entre los S XV y XVIII este principio comenzó a ser
cuestionado y finalmente sustituido por otro principio: el de la experiencia
personal.
 
 
*EL PRINCIPIO DE LA EXPERIENCIA.

El representante del enfrentamiento al principio de la autoridad fue R. Descartes,


expositor privilegiado de las ideas de la modernidad por su claridad de
pensamiento. Sostiene que el único principio que debe regir la búsqueda de la
verdad es el principio de la experiencia y lo pone como primera regla del método.
Regla suprema: “no recibir jamás ninguna cosa como verdadera que yo no
conociese como tal, evitar la precipitación y ponerlo todo a duda”. El principio de la
experiencia afirma como principio de todo acuerdo, la libre adhesión del yo. Es el
yo, la única autoridad habilitada para resolver si algo es verdadero o falso, no
debe haber otra autoridad. El núcleo de toda prueba consistirá en que cada yo
haga por sí mismo la experiencia de la verdad de las proposiciones,
examinándolas libremente. Nacimiento de una nueva racionalidad que afirma la
singularidad del sujeto que conoce pero al mismo tiempo confía plenamente que
ese sujeto singular es universal, una confianza de que cada yo contiene dentro de
sí al universo todo.
El desarrollo de esta idea llegará a su extremo del pensamiento liberal que va a
sostener que el desarrollo del interés de cada quien, en el supremo esfuerzo de
egoísmo, produce de manera espontánea un mundo universal, provechoso para
todos. O sea que para el liberalismo el mejor criterio para construir inmundo
universal es “la no regulación externa de la acción de los individuos”
El interés universal es un resultado emergente de la búsqueda del interés
particular. Aquí está en germen la idea de “estado democrátici”.
Hegel considera a Descartes como la frontera que separa el mundo medieval del
de la modernidad.
El sujeto ya no está dirigido por la fe, por los mitos, no es dirigido por la voluntad
de los dioses, el sujeto puede ir construyendo el mundo de la verdad mediante el
pensamiento. La religión en la que Descartes cree, es una religión impregnada de
la racionalidad: Dios es racional; es la razón misma. Esta afirmación del principio
de la experiencia personal va a dar lugar a tres versiones diferentes:
- Para Descartes: experiencia, como experiencia intelectiva, o sea experiencia
mental que hace el sujeto humano operando con sus conceptos.
- Para Locke: experiencia, como experiencia sensorial o psicológica, datos de los
sentidos o vivencias psíquicas.
-Para Vico: experiencia, como experiencia vital e histórica, el sujeto se va
construyendo a sí mismo mediante su obrar.
Para Descartes es la vivencia que cada conciencia obtiene de sus enunciados ya
que ellos son deducidos de la única certidumbre indubitable: la certidumbre de la
conciencia captándose a sí misma en su pura inmediatez.
Hizo posible arribar a uno de los métodos más ambiciosos y promisorios del S. XX
“el método fenomenológico” que desarrollo Husserl (1859-1938).
El punto de partida de la construcción cartesiana fue buscar algún conocimiento
que resultara absolutamente evidente en cuanto a su verdad. Su examen de
diversos tipo de conocimientos, averiguando si prestaban o no aspectos dudosos,
lo lleva a concluir que todos los conocimientos resultan dudosos si no están
fundados directa o indirectamente en la evidencia de la conciencia captándose a sí
misma en su pura inmediatez: cogito ergo sum. La información que proveen los
sentidos puede ser engañosa, y lo que alguna vez engaña debe ser abandonado
como fuente de validez cognitiva. Descartes excluye a los datos de la sensibilidad
como criterios de verdad. Excluye también a los conocimientos lógicos
matemáticos como verdades evidentes. Podemos imaginar la existencia de un
genio maligno (nada impide pensar su posibilidad) si es posible que exista un
genio maligno, es posible que las matemáticas sean falsas. Descartes queda
entonces con la única certidumbre: “la evidencia de su propia duda”, en el fondo,
el cogito ergo sum, supera la duda porque no expresa otra cosa que la conciencia
captándose a sí misma en su pura inmediatez, lo que queda más allá de toda
duda es simplemente el yo, en tanto acto de pensar. No estoy diciendo que existo
a causa de que pienso, yo existo y no sé por qué existo, ni importa saberlo, yo
pienso y de eso estoy seguro, de mí mismo estoy seguro cuando pienso. Esta
noción del yo surgió como una categoría jurídico y social; el yo hace referencia a
la persona individual, fue la categoría que vino a establecer la doctrina jurídico
burguesa, según la cual todo sujeto por solo el hecho de ser un sujeto humano
dotado de capacidad de discernimiento, de pensamiento, es un sujeto de derecho.
El derecho feudal sólo distinguía cualidades entre los individuos: no es lo mismo
ser ciervo que Barón. En la modernidad el valor del sujeto individual como sujeto
de derecho, como condición esencial para la consagración del derecho de
propiedad privada capitalista: para que hay un intercambio comercial se necesitan
personas libres que estén habilitadas para contratar (para comprar y vender).
 
*SOLIPSISMO, INDIVIDUALISMO Y MEDIO DIVINO.

La tesis cartesiana llega a un punto extremo en que la única evidencia está dada
por el yo captándose a sí mismo en su pura inmediatez como pensamiento pero al
mismo tiempo sin posibilidad de establece entre sus pensamientos y los
contenidos de sus pensamientos, un nexo de verdad.
Los enunciados de actitud proposicional, están integrados por dos partes: la
proposición y la actitud proposicional, Ej.: yo creo que Bs.As. está en Chile. Tiene
una parte falsa y otra verdadera. Todo lo que un yo piensa es verdadero como
acto de pensamiento de ese yo aunque no lo sea como estado de cosas del
mundo real o de las construcciones matemáticas. Si lo que el yo piensa es o no
una verdad objetiva esto está en duda porque en cuanto salgo de mi mismo y
busco establecer algo como verdadero en el mundo de las cosas, entonces el
conocimiento queda afectado por la duda, queda afectado por la posibilidad de
error.
La tarea de Descartes, es deducir los fundamentos de la verdad, estableciendo un
procedimiento que se expande tardíamente con la obra de Husserl, pero que tiene
en la fenomenología del espíritu de Hegel su auténtico fruto superador.
Va a decir Descartes: si yo pongo entre paréntesis todos los contenidos de mis
ideas, lo que queda es el yo con sus propias vivencias. No se propone de hablar
del mundo porque el mundo está más allá del control de la evidencia, podría ser
que no haya ningún mundo.
Husserl: epoché: es un procedimiento metódico que consiste en quitar a los
enunciados de mi discurso cualquier pretensión de validez objetiva. Lo que
advierte Husserl es que cuando uno describe estas ideas, encuentra ciertas
invariantes, tales que si yo quito de esa idea ese elemento la idea se esfuma. ¿Se
podría tener la idea de azul sin tener la idea de superficie? Para este método las
ideas poseen una esencia, una estructura invariante cuyos contenidos son
necesarios, aún en el caso que a esas ideas no les corresponda nada en el mundo
real.
Una situación radicalmente distinta es la idea de Dios: si intento pensar a un Dios
y que es Dios y que al mismo tiempo no existe, la idea que creo pensar se anula,
ya no la pienso, yo tengo la idea de un ser que tiene la suma de las perfecciones,
no es un dato sensible ni lógico; el genio maligno puede hacerme creer que yo
tengo esa idea cuando no la tengo; pero si la pienso, entonces lo pienso; no hay
duda y la idea de DIOS no puede ser compatible con su NO-existencia.
La prueba de la existencia de Dios en Descartes, es la prueba de que de alguna
manera están dadas las condiciones de posibilidad para que pueda existir,
“información compartida” entre los contenidos esenciales del pensamiento humano
y los contenidos efectivos de las objetividades (reales o ideales). Este Dios que
existe en Descartes significa que hay un fundamento común entre el pensamiento
y el ser que se traduce en las estructuras esenciales de la realidad, están
presentes en el pensamiento como ideas innatas, a partir de ellas, el sujeto puede
salir al encuentro de las realidades particulares.

*LATESIS DEL EMPIRISMO.

El valor de las tesis empiristas, consiste en atacar el carácter dogmático del


supuesto innatismo de las ideas que harían posible el conocimiento racional o
intelectual como esfera independiente del mundo fáctico. El empirismo adoptará
una tesis opuesta a todo dogmatismo, a toda aceptación de verdades universales,
para contraponer una valides que reposa en el mero consenso universal para
contraponerle una validez que reposa en un a construcción de consensos siempre
renovados a la luz de ls circunstancias reales ya actuales. Ante la imposibilidad de
establecer verdades absolutas, el empirismo enarbolará la prédica de la tolerancia:
todo lo que el sujeto cognitivo posea como saber científico deberá constituirlo
mediante un trabajo empírico personal. Las ideas son resultados de nuestras
acciones, todas las ideas proceden de la experiencia y se forman en el curso de
ellas y en el curso de ella podrán también modificarse. Primacía de lo particular
por sobre lo general o universal. Lo único decible es lo que podemos
experimentar: lo finito, lo particular, por vía inductiva se constituirá lo general, pero
se mantendrá siempre abierto a nuevas modificaciones. Lo único que posee una
evidencia suficiente para convertirse en criterio de verdad, son las experiencias
básicas que Locke llama “ideas simples” y que proceden de la sensación y de la
reflexión. Como las ideas simples no pueden ser creadas ni destruidas por nuestra
subjetividad, ellas forman el campo de la experiencia y constituyen la única
certeza de validez plena. Las ideas simples siempre son producidas por cosas
exteriores a nosotros. Sobre esa base se levanta un edificio cognoscitivo que
resulta de la combinación de las ideas simples y de posteriores operaciones de
abstracción y generalización que son actividades del sujeto y no tienen ninguna
garantía de verdad objetiva absoluta.
Esta eliminación en las posibilidades de certeza en el conocimiento científico de lo
real que se plantea Locke, va a culminar con los dos grandes continuadores del
empirismo: Barkeley (1685-1753) y Hume (1711-1776).
Para Hume, el conocimiento no tiene como fin establecer la verdad sino servir a
los fines prácticos del hombre; para él, el problema de la existencia del mundo
objetivos es una cuestión insoluble; no tenemos ninguna posibilidad de averiguar
si esas ideas coinciden o no con las cosas mismas.
Análisis que hace de la idea de causalidad: de nuestras sensaciones derivamos el
conocimiento de diversos hechos que se suceden en la realidad, nuestro espíritu
buscando su provecho y su orientación práctica establece entre esos eventos
relaciones que cree que son de causa- efecto; sin embargo nada precente de los
datos sensoriales nos autoriza a sostener semejante vínculo. La relación de
causalidad la agrupamos nosotros como un hábito y una idea práctica, útil, mas no
verdadera.

*LA TESIS DEL HISTORICISMO.

Tesis de Vico: “si yo lo hago, yo lo conozco en su verdad”: verum ipsum factum (lo
verdadero es lo mismo que lo obrado). Lo que yo hago eso es lo verdadero, y eso
lo puedo conocer con verdad, con evidencia plena porque lo he hecho. Para Vico
esta tesis sólo se aplica al campo de las ciencias humanas. Como no hemos
hecho la naturaleza, no podemos conocerla. Si bien es cierto que yo no conozco a
la naturaleza por el sólo hecho de observarla, sí puedo diseñar experimentos en
donde yo hago que un fragmento de la naturaleza genere un cierto resultado, por
imposición mía; entonces yo estoy obligando a un fragmento de la naturaleza a re-
nacer delante de mí, y si ese fragmento es una buena muestra de la naturaleza
total, entonces puedo ir acercándome a su conocimiento.
Kant va a estar en condiciones de sintetizar estas dos líneas del saber humano:
“las ciencias naturales y las ciencias sociales”, en una visión de conjunto.
YNOUB.
La ciencia como práctica social: Bases para situar el examen del proceso de
investigación científica en sentido pleno. 
La metodología de la investigación como disciplina metacognitiva: la cuestión del método
como canon normativo o como ciencia reconstructiva. 
La función de la metodología de la investigación científica es identificar ciertas
regularidades, ciertos comportamientos invariantes en esa forma peculiar de producción de
conocimiento que es el conocimiento científico, con e objetivo de transferirlas y tornarlas
explícitas. Desde esta perspectiva la metodología es una disciplina reconstructiva.
Metodología: Función reconstructiva xq identifica irregularidades y las torna explicitas.
Metodología en sentido amplio vs metodología en sentido restringido. 
Se entiende a la metodología de la investigación científica (MIC) como una disciplina
encargada de examinar las condiciones de posibilidad de la práctica científica, en sus
múltiples dimensiones. Ahora bien, el MIC se aplicara sólo a los procedimientos
invariantes que se siguen para producir cualquier conocimiento que forme parte de la
ciencia, NO de, ejemplo: la magia, la religión el arte. 
La ciencia como práctica social puede ser examinada en múltiples dimensiones:
1. Condiciones histórico-sociales: Relacionado a las características históricas,
económicas, políticas y culturales que han hecho posible la aparición de la ciencia.
(En general, de esto se ocupa la sociología).
Se trata de un conjunto de prácticas que signan la vida social, al servicio de
su recurrente reproducción.
2. Condiciones institucionales: Relacionado a identificar las prácticas propiamente
científicas, es decir el “modus operandi”. (En general, este campo le corresponde a
la Antropología).
En este “segundo nivel” se produce y reproduce la ciencia. Se explica que el
contexto institucional está impregnado en el contexto social. 
3. Condiciones lógico-referenciales: Examina las operaciones lógico-formales
invariantes, involucradas en las diversas fases del proceso de investigación. (En
general, de esto se ocupa la Lógica de investigación científica).
4. Condiciones cognitivo-epistemológicas: Refiere a atender a los compromisos
ontológicos, gnoseológicos y filosóficos que están implicados en la producción de
conocimiento científico. (En general, se ocupa la filosofía de la ciencia). 
5. Condiciones operatorio-procedimentales: Refiere a las prácticas validas, en el marco
de comunidades disciplinares o científico profesionales. (De esto se ocupa La
Metodología de Investigación Científica). 
Rasgos distintivos del conocimiento científico:
a. Es un conocimiento que trata sobre las regularidades que presentan los hechos o
fenómenos investigados. 
b. Se interesa sólo por las regularidades a las que puede atribuir carácter necesario,
integrando esas regularidades fácticas o de hecho, a un cuerpo teórico.
c. El conocimiento se asume al modo hipotético: se adopta una actitud precautoria
ante las presuntas regularidades. 
d. Los hechos o evidencias constatadas deben tener un carácter comunitario o público:
es decir, debe poder ser “reproducida” por cualquier otro investigador.
Contrastación empírica.
Esto último es importante, ya que luego se sigue explicando que las operaciones que
se realizan para obtener la evidencia que se busca, deben poder ser comunicables, es
decir, tener un carácter público, debe estar sujeto a la revisión y a la crítica; en
general, se dice que los procedimientos deben ser replicables o reproducibles por
cualquier otro investigador. 
Investigar: E un proceso donde se hacen preguntas y se buscan respuestas. Tiene un
Método y Objeto de estudio que se enmarcan en un determinado contexto. El objeto
debe ser universal y comprobable.
La investigación puede tener una mirada:
Positivista: Es más critica y reconoce diferentes formas de investigación.
Prescriptiva: Para que algo sea ciencia debe seguir pautas y reglas de forma estricta.

El proceso de investigación científica y sus escalas de desarrollo. 


a. Escalas o “ciclos vitales” del proceso de investigación científica:
El conocimiento científico, se explica, es el producto que resulta de un proceso productor
de ese conocimiento. Escalas de desarrollo de la actividad científica: 
1. Existe la escala de desarrollo de TODA una disciplina científica. Por ejemplo, la
historia de la física. 
2. Otra escala es el desarrollo de líneas, escuelas u orientaciones disciplinares que son
SUB-NIVELES del interior del desarrollo disciplinar. Ejemplo: si hablamos de la física,
“estas escuelas u orientaciones” serían: “física clásica”, o “termodinámica”.
3. La siguiente escala refiere a los programas de investigación científica (PIC), éstos se
organizan en torno a ciertos núcleos problemáticos referenciados en marcos epistémicos y
conceptuales propios a cada programa. 
4. Finalmente, la escala de ejecución de planes o proyectos, ésta es la que resulta más
tangible para una descripción de los procedimientos involucrados en su desarrollo. Son
procesos de investigación vinculados a problemas acotados y con objetivos mensurables y
evaluables al final de proceso.
Ahora bien, si hablamos en escalas macro, meso y micro, nos estaríamos refiriendo a:
Escala macro: Desarrollo de la disciplina. 
Escala meso: Desarrollo de grandes programas de investigación
Escala micro: Desarrollo de proyectos de investigación. 

Caracterización de un ciclo del proceso de investigación a escala micro o de proyectos.


Ynoub explica que es importante distinguir el momento de “planificación” de un trabajo
de investigación (proyecto o plan de investigación), del momento de ejecución o
realización. Esa ejecución debe diferenciarse, a su vez, de la exposición o presentación de
la investigación; que se materializa en diferentes tipos de escritos científicos (artículos,
tesis, etc.). En cambios casos la presentación (sea como planificación de un trabajo que está
a punto de hacerse, o, sea como exposición de un trabajo realizado, suele seguir una
linealidad secuencial que no necesariamente se corresponde con la que se observa en el
desarrollo real de una investigación. 
Trataremos aquí, la REALIZACIÓN de una investigación; identificaremos sus fases y de
cada una de esas fases examinaremos su lógica subyacente en la perspectiva global del
proceso.
Por lógica subyacente se entiende que las acciones que se cumplen en la prosecución de la
investigación están al servicio de determinadas funciones y tienen específicos fines e la
dirección de la realización de esa investigación.
No es posible identificar el fin de una acción, sin tener presente el contexto global al que
esa acción sirve. Contrariamente no atender a los “fines” es no atender al “sentido” de esa
acción. 
El proceso de investigación, concebido como un “ciclo de tres fases”
Fase 1: F. Sincrética (o Ideatoria). CONCEPTUALIZA (Destinada a precisar
conceptual y teóricamente el objeto de investigación)
Aquí empieza a detectarse la importancia del entorno en que se mueve el investigador, la
bibliografía que lee, los profesores, colegas o maestros con que se relaciona, su ideología y
hasta su propia vida privada inconsciente comprometen a la inclinación de la investigación. 
En la gran mayoría de los casos, el investigador comienza desde presunciones muy
preliminares que pueden estar más próximas a intuiciones que a genuinas
conceptualizaciones. Se trata de un proceso que va desde imágenes difusas y relativamente
imprecisas a crecientes grados de comprensión que culminará con una genuina
conceptualización y encuadre del tema. 
Las hipótesis (o también llamadas conjeturas) y los problemas, constituyen lo nuclear de
esta fase y marcan el norte de la búsqueda investigativa. 
Problema: Llamaremos problemas a las preguntas guía que organizan toda la
investigación. Son preguntas derivadas del tema elegido. El problema es una laguna
cognitiva en algún aspecto particular del tema elegido. La importancia de los problemas es
central si se advierte que toda investigación se desarrolla con el fin de resolver o responder.
Hipótesis o conjeturas: Son las respuestas presuntivas o tentativas a los problemas. Al
igual que aquellos tienen una función organizadora en el diseño y el desarrollo de la
investigación. Cuándo no hay hipótesis, puede haber presunciones generales que guían la
búsqueda investigativa. 
Ambos componentes, encierran los núcleos directrices del trabajo, si no se sabe qué se está
buscando, aunque sea e una forma muy general, no es posible iniciar ninguna actividad
investigativa.  Tanto el problema como la hipótesis están relacionados con otro dos
componentes que se integran a ellos: por una parte los marcos conceptuales y las
tradiciones de referencia y por otra parte, los objetivos o productos que se esperan
alcanzar para responder a esos problemas.
Las preguntas que contienen los problemas son subsidiarias a ciertas posiciones teóricas y
ciertas tradiciones a las que se adhiere el investigador; esto quiere decir, entonces, que las
preguntas surgen de esos marcos y de esas tradiciones. Son ellas las que validan y justifican
su formulación y son ellas las que ofrecerán, también, modelos para su abordaje empírico. 
De los problemas planteados se derivan los resultados o productos que se deberán
obtener para contestar a ellos y para iluminar las hipótesis. En el momento de la
planificación de un trabajo de investigación, estos resultados se expresan como objetivos. 
                                                Fase Sincrética
           Desde intuiciones  🡪 tradiciones  🡪 a conceptualizaciones

                                                                           Problemas
Modelos y tradiciones de referencia                                                                    Objetivos

                                                                          Hipótesis
Se explica que una vez definidos conceptualmente los núcleos de la investigación, se trata
de definir y adoptar una estrategia empírica; el modo en que fueron plateados los
problemas, el enfoque adoptado en las hipótesis o conjeturas, ya delinea una estrategia
empírica. Pero esa estrategia se irá ampliando y precisando en esta fase (sincrética); aquí se
especificará la naturaleza de los datos a obtener y el modo de obtenerlos. 
Queda por explicar qué; en el caso de las investigaciones que disponen de genuinas
hipótesis al comienzo de su desarrollo, es esperable que de esas hipótesis generales se
deriven predicciones particulares al modo de hipótesis de trabajo (éstas son las que tendrán
una clara orientación empírica), ésta constituye la INTERFAZ entre la fase sincrética y la
fase analítica. 
Fase 2: Fase Analítica. OPERACIONALIZA (Identifica y diferencia los componentes
en que se desagrega el objeto)
Esta fase se caracteriza por brindar la instrumentalización y comienza a diferenciar los
conceptos y a realizar una traducción en datos empíricos. Es decir, es el paso al tratamiento
empírico en donde se diferencian los componentes del asunto a investigar. Todas estas
cuestiones están involucradas en la construcción de la base empírica de una investigación. 
Entonces aquí se ven cuántas y cuáles entidades serán estudiados y por qué medios (o
instrumentos) se implementarán para obtener la información; todo esto se refiere al diseño
de instrumentos y a las definiciones muestrales. 
En esta fase hay un diseño de las matrices de datos e implementación operativa para la
obtención de datos.
                                                      Fase Analítica
                             De las conceptualizaciones a operacionalizaciones

   Hipótesis de trabajo                                                                                    producción de


datos    
                                       Matrices de datos e implementación operativa 
La fase analítica concluye cuándo se alcanza a la producción de los datos, entonces ésta
última va a ser la INTERFAZ entre esta fase y la siguiente.
Fase 2: Fase Sintética o de integración: INTERPRETACION Y REMODELACION
DE LAS FASES 1 Y 2 (Integra los componentes de objeto y se restituye la unidad
diseccionada previamente; se aplica e término síntesis tomandolo como que integra los
componentes teóricos y los empíricos, lo que hace esa síntesis es arrojar como
resultado una nueva concepción del objeto de investigación)
Una vez que los datos son producidos se requiere su tratamiento y análisis. Tratar datos
implica sintetizar, reducir la información para hacerla abordable e interpretable en el marco
de la teoría y los modelos que permitirán darle un nuevo sentido: responder los problemas,
iluminar las hipótesis.
En esta fase se reintegra lo que había sido diferenciado y separado en la fase analítica, por
eso lleva el nombre de sintética o de integración. 
Entonces, teoría y empiria vuelven a ser dimensiones indisociables en el tratamiento e
interpretación de datos. El fin de este tratamiento será restituir la unidad del objeto.
Deseablemente esa restitución dará lugar a una comprensión más rica y profunda del tema
trabajado; y también supondrá algún tipo de re-modelización más o menos creativa e
innovadora según sea el alcance de la investigación. 
                                                                Fase Sincrética
                                        De la producción a la interpretación de datos 

                                                        Tratamiento
Datos                                                                                                     Nuevo objeto
                                                        Interpretación                                                
NO SE PLANTEA UNA SECUNECIA LINEAL ENTRE ESTAS FASES, pero sí se
postula una cierta relación de anterioridad entre la primera y la segunda, también se acepta
la posibilidad de “avances y retrocesos” entre ellas.

MACBETH GUILLERMO: LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EN PSICOLOGÍA: UN DESARROLLO


HISTÓRICO

Los Inicios de la Psicología como Ciencia La psicología es una ciencia joven. Su nacimiento oficial
suele considerarse a partir de la fundación del primer laboratorio de psicología experimental, en
Leipzig, Alemania, en el año 1879 (Boring, 1929). Su fundador, Wilhelm Wundt (1832-1920) dedicó
su labor a estudiar algunos de los problemas básicos de la percepción desde un enfoque empírico
(Simonton, 2006). Hasta entonces, el estudio de cualquier problema vinculado al conocimiento
humano se realizaba dentro del marco general de la filosofía. Así, la aplicación de métodos
empíricos para el estudio de tales problemas resultó novedosa e incluso revolucionaria, sin
embargo, de ningún modo implicó la exclusión de los métodos filosóficos de la investigación
psicológica (Boynton & Smith, 2006). La psicología continuó empleando asiduamente
razonamientos filosóficos, aunque no como recurso fundamental. La diferencia más radical
consistió en una nueva jerarquía de métodos, de manera que la moderna psicología adoptó como
método básico a la experimentación, mientras que la filosofía implementó la especulación teórica.
Desde entonces, los métodos experimentales empleados por aquellos pioneros han evolucionado
notablemente hasta nuestros días (Cohen, 1990, 1994; Cronbach, 1957). La psicología cuenta
actualmente con herramientas muy sofisticadas para la investigación de sus problemas. Resulta
habitual para un psicólogo del siglo XXI el empleo de sólidos diseños experimentales, de
estructuras matemáticas muy avanzadas, de robustas técnicas de medición e, incluso, de
simulaciones computacionales y productos complejos de la Inteligencia Artificial. En sentido
amplio, la psicología como campo de estudio, existe desde la antigüedad griega (Carpintero, 1996).
Los filósofos de la Grecia Antigua se interesaron por problemas psicológicos de gran alcance
(Gardner, 1985). No sólo Aristóteles intentó sistematizar una doctrina acerca del alma, sino que ya
antes Platón, Sócrates e incluso los presocráticos propusieron sofisticadas teorías psicológicas. Sin
embargo, la psicología actual surge de la aplicación de métodos empíricos en laboratorios y no de
la especulación teórica, con lo cual, su constitución específica como ciencia es plenamente
moderna. Afirmaba el psicólogo experimental Hermann Ebbinghaus, a principios del siglo XX, que
la psicología poseía un largo pasado pero una breve historia (Carpintero, 1996). La Psicología
Moderna Los laboratorios psicológicos experimentales comenzaron a multiplicarse durante la
primera mitad del siglo XX. Las investigaciones de Wundt fueron recibidas con gran interés por
científicos de distintos países del mundo. No sólo en Alemania se generó una “escuela” de
estudiosos, sino que el formato de los laboratorios se replicó en lugares tan lejanos como Rusia
(Carpintero, 1996) y Argentina (Ardila, 1986). En Buenos Aires se fundó el primer laboratorio de
psicología experimental en 1898 (aunque algunos afirman que fue en 1896), en el Colegio Nacional
Buenos Aires, por iniciativa de Horacio Piñero (1869-1919). Posteriormente, la psicología se
estableció a nivel mundial, no sólo en laboratorios de investigación, sino también en centros
académicos. Las universidades líderes de Europa y América fueron incorporando, gradualmente, el
estudio de la psicología a sus curricula. Surgió luego, con el correr de los años, una distinción entre
psicólogos investigadores y psicólogos profesionales. Los psicólogos investigadores se dedicaron
al estudio científico de los problemas psicológicos y los profesionales se ocuparon de la aplicación
del nuevo cuerpo de conocimientos en ámbitos diversos. La actividad profesional clásica de los
psicólogos se centró, sobre todo, en la clínica (Wallerstein, 2006) y en la educación (Carpintero,
1996), aunque durante las últimas décadas se ha consolidado en múltiples sectores de la actividad
humana (DeBell, 2006). Señala Ardila (2002) que la psicología en el futuro se caracterizará por una
fuerte dedicación a todo tipo de problemas sociales y por una marcada preocupación por el
bienestar social. Este panorama de expansión institucional y profesional consolidó la identidad de
la psicología como disciplina autónoma que, más allá de las diferentes aplicaciones y preferencias
teóricas de sus practicantes, reconoce cierto marco común de referencia. Así, la psicología se ha
dedicado a estudiar diferentes problemas tanto en su largo pasado, como en su reciente historia.
La dispersión de temas y métodos puede, sin embargo, ser comprendida desde cierta unidad de
fondo que le confiere al conjunto de las investigaciones cierta continuidad disciplinar (Kimble,
1989). No obstante, su consolidación epistemológica no se remite sólo a su establecimiento
institucional. La condición más importante que permitió la consolidación de la psicología como
ciencia radica en la vitalidad de la investigación que se promovió desde sus orígenes históricos.
Señala Carpintero (1996) que la historia de la psicología no es ya tan breve, en el sentido de
Ebbinghaus, debido a que ha recorrido un largo camino desde su fundación en Leipzig, Alemania,
en el año 1879 (Boring, 1929). Algunos autores sostienen incluso que se han dado hasta hoy, en
términos generales, dos grandes revoluciones psicológicas de profundas implicancias históricas
(Gardner, 1985): 1) la revolución conductista, comenzando el siglo XX; y 2) la revolución cognitiva,
a mediados de los años cincuenta del mismo siglo. Estas revoluciones generaron cambios
profundos en el modo de entender la psicología. Entre sus implicancias de mayor alcance pueden
señalarse cambios en la definición tanto de su objeto específico de estudio, como en la
determinación de los métodos apropiados para su investigación. Los problemas de investigación
que interesaron a los filósofos modernos retomaron la preocupación por el conocimiento y, en
especial, por los límites del conocimiento humano iniciados en la Grecia Antigua. Las profundas e
influyentes especulaciones de R. Descartes (1596-1650) e I. Kant (1724-1804) reflejan el interés
moderno por los mismos problemas psicológicos que ocuparon a muchos filósofos de la
antigüedad griega. El énfasis en el estudio de las limitaciones del conocimiento que caracteriza a
los filósofos de los siglos XVII a XIX, derivó en uno de los objetivos básicos de la actual psicología
del conocimiento, esto es, conocer las limitaciones de la mente humana en el procesamiento de la
información (Gardner, 1985). Esta gran tradición investigativa filosófico-psicológica plantea
siempre los mismos interrogantes de fondo. Se trata, básicamente, de comprender las
posibilidades humanas de representación y acceso al conocimiento de la realidad. Éste es, en
términos generales, el problema fundamental de la historia de la investigación psicológica. Hacia
fines del siglo XIX y principios del XX, la psicología se trasladó de los claustros filosóficos a los
laboratorios experimentales, llevándose consigo los grandes interrogantes de la antigüedad. Así,
se produjo una gran restricción en el planteamiento de los problemas de investigación. Las
grandes generalizaciones de la filosofía del conocimiento fueron reemplazadas por explicaciones
de menor amplitud, limitadas a problemas acotados aunque sobre las mismos preguntas. Sus
problemas de investigación fueron ya identificados con gran lucidez hace decenas de siglos, pero
su identidad actual resulta radicalmente inédita. La Introspección y la Revolución Conductista. Los
primeros laboratorios de psicología estudiaron, básicamente, los problemas de la percepción. Se
empleó para ello el método introspectivo. Los estudios introspectivos wundtianos se basaban en
informes subjetivos de las sensaciones e imágenes que fluyen por la mente de los sujetos
experimentales (Boring, 1953). Se requería un entrenamiento mínimo de 10.000 prácticas
introspectivas para clasificar como sujeto experimental, de modo que los datos introspectivos no
eran simplemente relatos circunstanciales, espontáneos o descuidados. A mayor experiencia,
mayor calidad y exactitud descriptiva. Lieberman (1979) comparó este entrenamiento con el que
caracteriza a los catadores profesionales de vinos, que logran un buen rendimiento sólo después
de una extensa práctica. Durante cada sesión wundtiana se empleaban, aproximadamente, unos
veinte minutos para describir sólo un segundo y medio de experiencia fenoménica subjetiva
(Kendler, 2005), lo cual ofrece una idea aproximada de la importancia que se le otorgaba a la
pureza introspectiva en aquellos laboratorios pioneros de la psicología experimental. Sólo se
aceptaban las sensaciones e imágenes elementales simples y nunca inferencias o procesos
inobservables de reacciones complejas. Wundt (1887) distinguía entre percepción interna (innere
Wahrnemung) y auto-observación (Selbstbeobachtung). La percepción interna era la condición de
la auto-observación en el proceso introspectivo. Para poder declarar lo que se observaba en la
propia mente, se necesitaba primero tener y entrenar una percepción que funciona como material
de trabajo de la auto-observación (Rivière, 1991). La primera revolución psicológica de grandes
magnitudes en el siglo XX se produjo como reacción contra el introspeccionismo. Justificadas
objeciones como las de Oswald Külpe (Boring, 1929) contra la validez del método introspectivo
para el estudio del pensamiento llevaron a la caída de este tipo particular de psicología. La
atmósfera positivista reclamaba métodos más confiables, capaces de garantizar observaciones
directas y replicabilidad experimental, condiciones que el introspeccionismo no podía satisfacer.
Se impuso así la necesidad de reformular la ciencia psicológica. Surgió, entonces, el Conductismo,
entendido como psicología del comportamiento de los organismos. Este nuevo enfoque procuró
alejarse de la introspección para ocuparse exclusivamente del comportamiento observable, no
sólo de los seres humanos, sino también de los animales. Su propuesta se basaba en los métodos
del análisis y la modificación del comportamiento. Los aportes de esta corriente, muy próximos a
la biología, constituyen una de las mayores contribuciones de la psicología al conocimiento
científico en general. El conductismo es el antecedente histórico inmediato de buena parte de lo
que hoy se sabe acerca del comportamiento de los seres humanos y de la psicobiología de muchos
fenómenos psicológicos. El Conductismo y la Revolución Cognitiva B. F. Skinner (1904-1990), uno
de los máximos exponentes del conductismo norteamericano, señaló que: “El conductismo no es
la ciencia del comportamiento humano. Es la filosofía de esa ciencia”. (Skinner, 1947/1986, pág. 9,
edición castellana). La psicología conductista propiamente dicha se denominó, originalmente,
Ciencia del Comportamiento, y es conocida en nuestros días como Análisis del Comportamiento o
Modificación del Comportamiento. Se trata de una ciencia dedicada al estudio de los
comportamientos de los seres vivos, en especial de los seres humanos. Por comportamiento se
entiende todo evento externo y observable que despliegue un ser vivo en su adaptación al medio.
Este énfasis en lo comportamental genera en la psicología conductista una fuerte proximidad con
la biología, en especial con la etología, ciencia dedicada el estudio comparado del comportamiento
animal. Actualmente, los científicos dedicados a la investigación comportamental están
considerando la posibilidad de adoptar una nueva denominación para su disciplina, la de
Conductología (Behaviorology), con el objeto de constituirse como ciencia autónoma fuera de la
psicología y de la biología (Macbeth, 2004). El problema fundamental de investigación abordado
por el conductismo es el aprendizaje. Estos científicos formularon, desde sus primeros años de
trabajo, una teoría general del aprendizaje centrada en los estímulos, las respuestas y la asociación
de unos con otras. Sus intereses se mueven en cualquier campo que involucre el análisis y la
modificación del comportamiento. Esto incluye, básicamente, a la educación y a la clínica
psicológica. El análisis del comportamiento no cuenta, actualmente, con muchos investigadores.
Su reducida producción posee, sin embargo, una calidad científica destacable que le asegura un
lugar indiscutido en la psicología contemporánea y futura (Ardila, 2002). Dentro del conductismo
contemporáneo pueden diferenciarse varias propuestas, algunas son muy próximas a las
neurociencias y a la psicología cognitiva, otras en cambio, se concentran sólo en lo ambiental
extremo (Pérez-Acosta, Guerrero & López, 2002). El rechazo de toda información diferente de lo
directamente observable por parte del análisis del comportamiento contribuyó con su caída como
psicología dominante. La hegemonía académica del Behaviorism llegó a una crisis irreversible
hacia finales de la década de 1940 y durante 1950. Una nueva revolución psicológica fue ya la
segunda del siglo XX. La historia reciente de la psicología puede, en este sentido, ser caracterizada
como una historia vertiginosa si la comparamos, por ejemplo, con la historia de la física moderna.
La segunda gran revolución psicológica del siglo XX es la revolución cognitiva. Culminó con ella la
hegemonía académica del conductismo y emergió una nueva ciencia de la mente (Gardner, 1985).
El 11 de septiembre de 1956 se reunió en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) un
grupo de renombrados científicos, entre los que se encontraban George A. Miller, Noam Chomsky,
Allen Newell y el primer psicólogo ganador de un Premio Nobel en Economía, Herbert A. Simon,
entre otros (Gardner, 1985). La ocasión de tal reunión fue un simposio sobre la Teoría de la
Información. Se presentaron allí los resultados paradigmáticos de estudios que, no sólo dejaban al
descubierto ciertas insuficiencias del enfoque conductista en psicología, sino que sugerían,
además, la posibilidad de investigar, en sentido estrictamente científico, los procesos mentales
responsables de los comportamientos. La nueva ciencia de la mente postulaba, a partir del empleo
de nuevas y poderosas herramientas, la posibilidad efectiva de investigar y explicar los procesos
psicológicos no observables que ocurren en el espacio que media entre los estímulos y las
respuestas. Esta nueva ciencia de la mente surgió, paralelamente, en varios centros de
investigación, por lo cual resulta un tanto convencional la determinación del año 1956 como fecha
de nacimiento de la Ciencia Cognitiva. La Ciencia Cognitiva promueve un programa
interdisciplinario de investigación del que participan tanto la psicología, como la filosofía, la
lingüística, la antropología, la neurociencia y la inteligencia artificial. La identidad epistemológica
de esta nueva psicología resulta por ello compleja. La determinación del objeto mismo de estudio
debió modificarse. Ya no se trata del estudio del comportamiento de los organismos, sino del
estudio de los procesos mentales. Si bien el método fundamental no cambió su estrategia
empírica y restringida, se agregaron nuevas herramientas que en algunos casos alcanzan altos
niveles de sofisticación, como sucede con ciertos diseños experimentales complejos, con las
simulaciones computacionales o con la inteligencia artificial. El pasaje del introspeccionismo inicial
al conductismo revolucionario puede entenderse, básicamente, como una reacción de este último
contra ciertas insuficiencias metodológicas del primero. Algo similar ocurre con el pasaje del
conductismo al cognitivismo, sólo que en este caso la transición crítica está dada, no tanto por la
insuficiencia de los métodos conductistas (que nunca abandonaron el rigor experimental), sino por
la potencia extraordinaria de los nuevos métodos disponibles a partir de la década de 1950 para el
estudio de cualquier procesamiento de información. Se trata, pues, de una nueva y promisoria
suficiencia. Más allá de ciertas insuficiencias ya identificadas y de otras seguramente no estudiadas
aún, podría decirse que esta nueva psicología surgida con la revolución cognitiva ha generado
importantes contribuciones que se basan, a nivel epistemológico, en la así llamada metáfora
computacional (Gardner, 1985). La noción de metáfora computacional ocupa un lugar
preponderante en la fundamentación de buena parte de la investigación psicológica de nuestro
tiempo. Esta metáfora postula una analogía entre la mente humana y la computadora digital.
Según este parangón, la mente es al cuerpo, en los humanos, lo que el software es al hardware, en
las computadoras. El paralelismo sugerido se extiende a otras relaciones tales como la de mente-
software y cuerpo (cerebro)-hardware. La clave epistemológica de esta metáfora radica, más allá
de las similitudes y diferencias que puedan estudiarse entre sus componentes, en la noción de
computabilidad. Turing (1950) propuso esta noción como fundamento para el estudio de la
inteligencia. La explicación computacional de un proceso consiste en su retraducción a un lenguaje
matemático capaz de realizar todas las operaciones sintácticas necesarias para duplicarlo (Hodges,
1983). La estrategia consiste, así, en diseñar series de comandos o algoritmos que, a partir de
cierta información de entrada, generen determinada información de salida. La llamada máquina
de Turing es un dispositivo teórico sumamente versátil, universal, que consiste en la posibilidad de
crear sistemas formales capaces de replicar cualquier procesamiento de información que se
encuentre en la naturaleza, e incluso en la mente humana. No existen restricciones teóricas
previas que impidan postular la viabilidad del estudio computacional de los procesos cognitivos de
la memoria, la atención, la percepción, el pensamiento o el lenguaje en la mente humana. Si todo
procesamiento de información es computable, incluyendo a los procesos mentales, entonces
queda despejado el camino para la comprensión total del conocimiento humano en la psicología
del futuro (Minsky, 1985). Aquí radica el motivo del optimismo inicial que se depositó en la nueva
ciencia de la mente. Muchos científicos cognitivos, sin embargo, aceptaron parcialmente la
potencia explicativa de la metáfora computacional. Se generó así una división entre los partidarios
de la versión fuerte y los de la versión débil de la metáfora computacional. Los defensores de la
versión fuerte afirman que todos los procesos mentales humanos son computables, de manera
que la mente no sería otra cosa que un complejísimo algoritmo. Un adecuado programa de
investigación de largo alcance podría llegar a desentrañar todos los aparentes misterios del
conocimiento humano. Los defensores de la versión débil, en cambio, consideran que no todos los
procesos mentales humanos son computables y, por tanto, reducibles a un algoritmo. Más allá de
las diferencias de enfoque entre las versiones fuerte y débil, la psicología de inspiración cognitiva
se interesa básicamente por todos los problemas de investigación vinculados a los procesos
cognitivos humanos y los procesos complejos asociados a los trastornos mentales, a los
fenómenos familiares, sociales, laborales, etc. Perspectivas Futuras de la Investigación Psicológica
Se destaca actualmente la variedad de problemas que se investigan en el campo de la psicología.
Es cierto que los temas más transitados por los investigadores de nuestros días pertenecen a las
áreas clásicas, tanto básicas como aplicadas. Se presenta, sin embargo, un creciente énfasis en lo
social y en la expansión de las aplicaciones a nuevos ámbitos. Al respecto, sostiene Ardila (2002)
que la psicología en el futuro presentará las siguientes características: “Mayor énfasis en la ciencia,
mayor énfasis en la relevancia social, teorización y utilización de modelos matemáticos, trabajos
sobre problemas complejos, mayor profesionalización y especialización y, finalmente, integración
de la psicología en torno a un paradigma unificador” (Ardila, 2002, pág. 32-33). Las perspectivas de
la investigación científica en psicología, como en cualquier otra ciencia, dependen no sólo de
cuestiones históricas, sino también de cuestiones propiamente epistemológicas. Si bien resulta
imprescindible cierto marco histórico e institucional para la promoción de la investigación
científica (Lovett, 2006), su justificación última radica más bien en la lógica de sus procedimientos
(Popper, 1934, 1959). No deben confundirse los aspectos históricos con los lógicos (Díez &
Moulines, 1997; Stove, 1982, 1993). En este sentido, la investigación psicológica actual adquiere su
legitimidad por la aplicación del método hipotético-deductivo, en el sentido que a éste le asigna,
tradicionalmente, Karl R. Popper (1959). Conclusiones La psicología es una ciencia joven cuyos
orígenes remotos llegan hasta la antigüedad griega. Su identidad epistemológica actual es, sin
embargo, estrictamente moderna. Desde su separación de la filosofía a fines del siglo XIX, los
problemas fundamentales de la psicología han seguido siendo filosóficos, aunque su búsqueda de
respuestas se desplazó desde los claustros académicos tradicionales de orientación especulativa
hacia los laboratorios modernos de orientación experimental (Brock, 2006). La investigación
psicológica se ha interesado, históricamente, por el problema del conocimiento. La investigación
psicológica actual se interesa, con mayor amplitud epistemológica y mayor sensibilidad social
(Blount, DeGirolamo & Mariani, 2006), por cualquier tema relacionado no sólo con el
conocimiento humano, sino también con la vida humana en general. La psicología futura (Miller,
DeLeon, Morgan, Penk & Magaletta, 2006), señalan los especialistas, se caracterizará por un
énfasis creciente en la ciencia (Gorman, 2006), por una creciente preocupación por el bienestar
social (Maton & Bishop-Josef, 2006), por la construcción de modelos matemáticos (Luce, 1995),
por una mayor profesionalización y especialización y, finalmente, por el intento de integración de
la disciplina en torno a un paradigma unificador (Hunt, 2005; Yanchar & Slife, 1997)

UNIDAD III.

YNOUB :Estructura Y Dinámica En La Construcción De Los Datos Científicos


Rasgo distintivo de la ciencia: someter al dictamen de los hechos las presunciones que se
asumen como hipótesis de investigación = contrastación de las hipótesis por referencia a los
hechos. Relación mediada con la realidad. 
En la ciencia se indagan aspectos no siempre evidentes o aprehensibles para la observación
espontánea. Las decisiones que se siguen para la obtención de los datos se fijan en base a
acuerdos que se validan al interior de una cierta comunidad disciplinaria y/o que pueden
estipularse de forma suficientemente precisa como para hacer posible su replicación.
Componentes del dato:
 UNIDAD DE ANALISIS: unidades/eventos/sujetos/objetos en los que se focaliza la
descripción o el análisis en un cierto momento de la investigación.
 DIMENSIONES DE ANÁLISIS O VARIABLES: aspectos/características
/propiedades/ atributos que se han seleccionado para examinar o estudiar las
unidades de análisis. Refieren a variaciones entre distintos estados o valores.
 VALORES O CATEGORÍAS: estados particulares que pueden asumir las variables
 INDICADORES O DEFINICIONES OPERACIONALES: maneras de medir o
evaluar las variables: qué se medirá (dimensión) y cómo se medirá (procedimiento).

Los componentes del dato pueden ser concebidos como el resultado de ciertas operaciones
cognitivas:
1. ENTIFICAR: identificar las entidades abordables empíricamente para evaluar
aquellos aspectos que se consideran potencialmente relevantes, conforma a las
hipótesis de la investigación.
2. CLASIFICAR: identificar la sustancia o asunto de la variable y definir las
categorías o clases en que se clasificarán las entidades.
3. OPERACIONALIZAR: estimar procedimientos para evaluar los estados o las clases
a que pertenecen las entidades, conforme a los criterios de clasificación o
categorización seleccionados. 

Dato científico: información resultante, estructurada, conforme a este conjunto de


operaciones. Unidad de información. 
GALTUNG 🡪 Todo dato se organiza conforme a una estructura lógica invariante
(independiente de cualquier contenido particular): la matriz de datos. Ésta tiene 3
componentes: unidades de análisis, variables, valores.
La CRÍTICA DE SAMAJA A GALTUNG se sintetiza en 3 grandes tesis:
1. La matriz de datos es una estructura de carácter universal reconocible en todo tipo
de datos, no sólo en los provenientes de la investigación sociológica.
2. La matriz de datos como estructura invariante reconoce cuatro elementos. El cuarto
lo constituye el INDICADOR que permite distinguir los aspectos operacionables de
las definiciones teóricas a las que ellos se refieren.
3. Todo dato implica un proceso constructivo por referencia a niveles subunitarios que
se utilizan como rasgos o aspectos de los niveles de anclaje, a partir de los cuales se
infieren los valores correspondientes al nivel de anclaje, al tiempo que participa
como parte componente de contextos o niveles supraunitarios. 

Las operaciones invariantes del lenguaje de datos se reconocen en todo enunciado


descriptivo (informa sobre un estado de cosas).

INDICADORES: procedimientos que se aplican sobre algún aspecto de la UA para


determinar el valor que le corresponde en cierta variable. Función: conectar el mundo
inteligible con el mundo sensible, la empiria con la teoría. No se trata de una conexión
directa, sino que siempre se interpone alguna operación (un esquema de acción) que hace
posible la traducción entre planos. Aluden a los procedimientos que se aplican a ciertas
dimensiones de la variable para obtener el valor correspondiente a ésta para una cierta
unidad de análisis. Lo que guiará la selección del indicador es la presunción de que existe
cierta semejanza, cierta correspondencia entre el indicador y la variable:
 semejanza entre el asunto que mide el I y que conceptualiza V
 semejanza entre el modo en que se clasifican los valores del I y el modo en que se
clasifican los valores de V.
Las inferencias que vinculan al indicador con la variable son la abducción y la analogía. 
Los conceptos clasificatorios deben cumplir con dos condiciones de adecuación:
 condiciones formales, comunes a todas las ciencias: exhaustividad, exclusividad,
existencia de un fundamento común.
 Condiciones materiales, peculiares a cada ciencia. 

VALIDEZ. ¿Mide o expresa el indicador los contenidos de la variable? Un indicador es


válido si cumple con la adecuada correspondencia entre sus contenidos (los de la
dimensión) y lo que se expresa en la variable.
CONFIABILIDAD. El procedimiento del indicador es confiable si al aplicarlo no se
introducen sesgos en el relevamiento por efecto de distorsiones en el procedimiento. 
La transducción de indicadores en variables se asienta en dos inferencias, abducción y
analogía, que no garantizan validez formal sobre los valores de verdad de sus conclusiones.
De modo que nunca hay certeza plena sobre la validez y la confiabilidad que está en la base
de la construcción del dato. 

(Epistemología y Metodología, Samaja ) Matrices de datos

Antes de ponerse a investigar todo científico presupone que su objeto es investigable.


Este a priori de inteligibilidad contiene dos momentos básico: por un lado debe ser
posible describirlo, esto es, identificar sus elementos componentes y caracterizarlos y
Segundo debe ser posible reelaborarlo conforme a algún patrón de asimilación a las
evidencias de nuestra Razón.

Se puede caracterizar al proceso de investigación como un complejo conjunto de


acciones dirigidas a:

a) Re-modelar las experiencias pre-científicas en términos de un discurso de


aserciones descriptivas efectuadas con conceptos que presuponen o prefiguran
un modelo científico,

b) Explicitar dicho modelo teórico,

c) Mostrar que lo que se informa en la descripción puede hacerse corresponder


con los términos del modelo.

Cada científico hereda de la tradición de su disciplina sus condiciones de su trabajo.


3.4 Necesidad de una función de transducción entre la descripción y la tautología: Entre
los dos extremos en que se mueve el acto científico, se encuentra la formación social y
la experiencia del propio investigador. Es el sujeto científico quien aporta los modelos y
los traduce tanto a pautas de observación cuanto a enunciados teóricos. Estos modelos
son como “mapas topológicos” aportados por el investigador y son herramientas de su
percepción.

El investigador propone una interpretación de sus términos teóricos haciéndolos


corresponder con los hechos de la experiencia.

Las principales perplejidades que plantea la investigación científica están planteadas en


la siguiente pregunta: ¿Cómo hacer para validar los éxitos de las aplicaciones o
interpretaciones de la teoría?

El trabajo científico comienza confrontando la experiencia espontánea con ciertas otras


realidades, cuya relación de analogía hace posible obtener una primera visualización de
la estructura posible.

3.5. Presentación del Concepto “Matriz de Datos”:

La traducción de la experiencia espontanea a una descripción científica produce ese


materia básico de la experiencia científica que se llama Dato. Un dato es una
construcción compleja que posee una estructura interna. Esta estructura es su
contenido formal invariable (esta presente en todo dato).

Samaja sostiene que esta estructura general del dato científico tiene 4 componentes:

1) Unidad de Análisis (UA),

2) Variables (V)

3) Valores (R)

4) Indicadores (I)

La unidad de análisis corresponde al componente “argumento”, la variable a la función


misma, el valor coincide con el valor de la función.
Samaja entiende por indicador a algún tipo de procedimiento que se aplique a alguna
dimensión de la variable, para establecer qué valor de ella le corresponde a una unidad
de análisis determinada. A su vez por “dimensión de una variable” entiende un aspecto
parcial de la variable (o predicado), que es relativamente independiente de otros
aspectos y que en conjunto constituyen su sentido total.

Samaja se diferencia de Galtung en dos aspectos:

- En toda investigación científica hay más de una matriz de datos, debe entenderse
esta matriz como un sistema de matrices de datos.

- Galtung hablaba de una estructura tripartita: US/V/R sin incluir a los Indicadores.

Algunos postulados para desarrollar la teórica clásica:

1) Todos los datos de todas las investigaciones científicas de todas las disciplinas
una estructura invariante que se llama “matriz de datos”, esta matriz es un
nombre posible para designar a los invariantes estructurales de los datos
científicos de cualquier ciencia empírica.

2) Todas las investigaciones científicas contienen datos de distinto tipo y de


diferentes niveles de integración. Definen un conjunto de matrices de datos que
guardan entre sí relaciones lógico- metodológicas determinadas. Toda
investigación determina un sistema de matrices de datos.

Lo esencial cualquiera sea la investigación que se trate, es que como mínimo haya 3
matrices:

Ø Una matriz central o la matriz de datos a secas, que samaja propone llamarla
Nivel de anclaje y la designa con el símbolo (Na) para aludir a que la
investigación dada ha decidido anclaren ese nivel, entre otros posibles

Ø Una matriz constituida por los componentes de las unidades de análisis del
nivel de anclaje, que samaja propone denominarla matriz de nivel
subunitario y designarla con la letra (N)
Ø Finalmente una matriz constituida por los contextos de las unidades del Na,
esta matriz puede denominarse Matriz Supraunitaria y puede designarse
como (N+1).

Instancia de validación conceptual: (parte IV Epistemología y Metodología, Samaja)

Fase 1: Planteamientos: el objeto general de esta fase es familiarizarse lo más que se


pueda y profundizar el conocimiento del proceso en el que se presenta el problema,
además de confirmar el interés o importancia de dichos procesos a fin de justificar el
esfuerzo de la investigación que se propone emprender

1. Examen y discusión de los problemas (problema central y conexos)


2. Examen y discusión de las hipótesis que evocan los problemas (hipótesis)
3. Agrupación y revisión de los conocimientos previos
4. Revisión y discusión sobre los contextos materiales e institucionales de los
problemas (propósitos)

Fase 2: Formulación: el objeto central de la fase formulativa es el de lograr las definiciones


conceptuales y los análisis de las estructuras de las redes conceptuales implícitas en el
problema, en las hipótesis, en el marco teórico y en los objetivos.

1. Formulación del problema central y los conexos de la investigación


2. Formulación de la hipótesis sustantiva e hipótesis de trabajo (form. De hip)
3. Explicitación de las relaciones lógicas implícitas de los conocimientos previos, específicos o
de analogías (marco referencial o norma teórica)
4. Adopción y formulación de los objetivos

Instancia de validación empírica:


Fase 3: Diseño del objeto: el objeto general de esta fase es decidir cuál será el objeto
empírico de la investigación. Transformar el sistema conceptual a un sistema operacional
a partir de las matrices de datos.

1. Universos: análisis de la estructura del objeto de la investigación y de sus diversos niveles


de integración
2. Universo de variables o espacio de atributos: análisis de la hipótesis y de su estructura.
3. Fuentes de datos: análisis de la praxis sobre el objeto y disponibilidad o accesibilidad a las
fuentes de datos que esta praxis genera.
4. Definiciones operacionales: dimensionamiento de las variables y análisis de la relevancia
de las dimensiones encontradas, a fin de establecer criterios de validez para definirlas
operacionalmente.

Fase 4: Diseño de los procedimientos: tiene como objeto la toma de decisiones acerca de
los procedimientos mediante los que determinaran en cada caso las unidades de análisis
que se sometieron a estudio.

1. Muestreo: examen de las muestras posibles, determinación del tamaño y de las técnicas
de muestro conforme a los objetivos de la investigación.
2. Plan de tratamiento y análisis: examen de las operaciones implicadas en la reconstrucción
de las variables y de las relaciones de cada variable con los restantes
3. Plan de actividades en los contextos: determinación precisa de los recursos y contextos de
aplicación de los instrumentos de mediación.
4. Instrumentos de medición: determinación precisa de los procedimientos de los
indicadores.

También podría gustarte