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2) Musalem, O. (2013).

La alimentación de los mexicanos En Revista Claridades


Agropecuarias (pp. 3-12). México: SAGARPA. Recuperado de
http://www.infoaserca.gob.mx/claridades/revistas/236/ca236-3.pdf

Para guiar tu lectura:


¿Por qué la producción, la comercialización, los usos y las formas de compartir
los alimentos son aspectos fundamentales del sistema alimentario de cualquier
país?
Mercados Comercialización

ca
LA ALIMENTACIÓN DE
LOS MEXICANOS *

er
Introducción

As
A finales del año pasado la Cámara Nacional de la In-
dustria de la Transformación (CANACINTRA) pre- bolos sociales, se le conoce como cultura, los cuales son
sentó el libro “La alimentación de los mexicanos. Cam- adquiridos socialmente y transmitidos de una genera-
bios sociales y económicos, y su impacto en los hábitos ción a otra, con el objetivo de permitir la reproducción
alimenticios”, realizado por Pedro García Urigüen, Vi- social.
cepresidente del Sector de Alimentos de CANACIN-

nfo
TRA. En el caso de la comida, este conjunto de hábitos y cos-
tumbres se interrelacionan para formar lo que se conoce
El estudio que es por demás interesante, representa muy como sistema alimentario, el cual tiene como principal
probablemente uno de los trabajos más completos que objetivo, satisfacer todos los aspectos relacionados con
se hayan hecho hasta ahora, sobre el tema de la alimen- la alimentación. De ahí que la producción, la comercia-
tación de los mexicanos. A partir de encuestas, entrevis- lización, los usos y las formas de compartir los alimentos
tas, estudios e investigaciones realizadas por el propio e incluso, el contexto político, entre otros, son aspectos
nI
organismo que edita el libro, o bien por otras entidades; que conforman el sistema alimentario de cualquier país.
se busca presentar los cambios que durante las últimas
décadas se han registrado en el consumo de alimentos A partir de esta visión el libro sostiene, que es la cultura
de la población nacional, las diferencias que existen de cada pueblo –a través de sus hábitos, costumbres y 3
entre los diversos niveles socioeconómicos y cómo las símbolos sociales- la que se convierte en un factor fun-
situaciones económicas –ya sean crisis o ingresos limi- damental para que las personas determinen su forma de
oe

tados- influyen en las decisiones de compra. comer.

Ahora que aspectos como seguridad alimentaria, cruza- No se olvida tampoco de señalar, que son los sistemas
da contra el hambre, alimentación saludable, desnutri- alimentarios los que delinean las dietas “…de tal modo
ción y obesidad, representan importantes focos de aten- que los grupos humanos y los propios individuos, ad-
ción en la agenda del gobierno federal, la lectura de este quieren las cantidades y las combinaciones necesarias
libro se hace imprescindible. para satisfacer sus requerimientos alimenticios.” 1
d

En las siguientes páginas compartiremos algunos de los Por lo tanto, problemas como la obesidad y el sobrepeso
temas que desde nuestra perspectiva tienen una singular son consideradas como enfermedades causadas por el
ca

importancia, pero siempre con la orientación, de que el hombre, y que obedecen a un cambio en el patrón cul-
libro debe ser leído en su totalidad. tural que comienza a gestarse en el siglo XIX y culmina
en el XX. El paso de una comunidad agrícola, ganadera
La alimentación como dimensión de la cultura y minera, a otra industrial y urbana, creó una nueva cul-
tura para las prácticas alimentarias, con consecuencias
bli

Toda sociedad para existir, requiere necesariamente de negativas para las sociedades modernas.
esquemas implícitos y explícitos de comportamiento. A
este conjunto de conductas, hábitos, costumbres y sím-
Pu

1
García Urigüen, Pedro. La alimentación de los mexicanos. Cam-
bios sociales y económicos, y su impacto en los hábitos alimenticios,
* Raúl Ochoa Bautista, Especialista Agropecuario “A” de la Dirección Cámara Nacional de la Industria de Transformación, México, D.F.,
General de Operaciones Financieras, ASERCA/SAGARPA. 2012, p. 17.
ca
En nuestro país la obesidad y el sobrepeso se han con- Tendencias y costumbres en la alimentación
Abril 2013

vertido en una cuestión de salud pública, sobre todo si del mexicano


consideramos los más recientes datos. En términos ge-
nerales, se estima que 34 por ciento de los niños en edad Si bien todo el libro ofrece importantes luces sobre el
escolar -de 5 a 11 años- padecen de sobrepeso y obesi- tema, es quizá en el primer capítulo, donde se brindan
dad; al igual que 35 por ciento de los adolescentes entre algunos de los datos más significativos sobre la trayecto-

er
12 y 19 años; así como 73 por ciento de las mujeres y 69 ria que ha seguido el consumo de alimentos en nuestro
por ciento de los hombres, mayores de 20 años.2 Des- país.
afortunadamente, como bien lo señala el autor, ambos
problemas representan un efecto no deseado en la lucha ¿Cómo ha cambiado el consumo de alimentos?

As
por erradicar la desnutrición y el hambre.
México -como toda América Latina- es un país en ace-
En consecuencia, para combatir estos inconvenientes lerado proceso de urbanización. Si en 1960, el mundo
que están aquejando a la sociedad mexicana, deberán rural representaba casi la mitad de la población, para el
hacerse propuestas no sólo desde el aspecto sanitario, año 2010 la población rural representa el 22 por ciento
sino que deberá también involucrar otras áreas como la del total, en tanto que el 78 por ciento está considera-

nfo
educación, la agrícola, ganadera e industrial. da como urbana. Este proceso de urbanización es uno
de los factores que sin lugar a dudas ha modificado los
El libro concluye su parte introductoria, fortaleciendo hábitos y patrones de consumo alimentarios de la gente.
esta visión de la alimentación como un hecho social –
convirtiéndola en objeto de estudio de la antropología- De acuerdo a los datos que ofrece García Urigüen, des-
al señalar que: “…los alimentos y las bebidas responden de hace varias décadas nuestro país no tiene problemas
a dietas que estructuran un sistema alimentario, resul- de disponibilidad de alimentos. Por ejemplo, en el año
tado de una cultura y, por lo tanto, cualquier cambio de 1965 las necesidades energéticas por persona se cal-
nI
en el consumo es posible, siempre y cuando se tomen culaban en 2,092 kcal/día, sin embargo, el suministro de
en consideración las condiciones en que se ha dado y energía alimentaria (SEA)4 en nuestro país fue de 2,626
las posibilidades que pueda haber para cambiarlo. Sin kcal/día, es decir, 534 kcal/día por encima de las reco-
4 embargo, hay que tomar en cuenta que tanto para cual- mendadas. Cabe señalar que el SEA, no es una muestra
quier sociedad como para cualquier individuo, el cam- precisa de lo que se consume, ni tampoco refleja la des-
oe

bio significa abandono de ciertas costumbres y hábitos, igual distribución en la oferta de alimentos ya sea entre
muchos de ellos simbólicos y de identidad, que le dan países o regiones de una misma nación. No obstante, es
sentido a sus vidas… así como reconocer que los cam- un importante indicador que refleja problemas de sumi-
bios en estas costumbres no se dan por decreto, sino que nistro de alimentos.
sólo se consiguen con la participación social de todos
los grupos a través de la sensibilización, la información
y la educación, con el fin de darle un valor al cambio que
d

resulte significativo para todos.”3


ca
bli
Pu

1
Véase Encuesta Nacional de Salud y Nutrición. Resultados Nacio- 4
El Suministro de Energía Alimentaria (SEA) es un cálculo del con-
nales 2012, Instituto Nacional de Salud Pública, Secretaría de Salud. sumo diario de energía alimentaria por persona durante un periodo
determinado, es decir, los alimentos que producen o importan los paí-
2
García Urigüen, Pedro, op.cit., p. 19. ses para consumo humano.
Mercados Comercialización

ca
Este cambio en la composición de la energía alimenta-
ría, es resultado de la modificación de la ingesta de ali-
En el año 2000, las necesidades energéticas por persona mentos de los mexicanos, que se ha registrado durante
se calcularon en 2,182 kcal/día, mientras que el SEA los últimos treinta años. Aquí algunos ejemplos que se
para nuestro país se valoró en 3,159 kcal/día, lo que re- señalan en el libro:
presenta 977 kcal/día por arriba de lo sugerido y casi el

er
doble del número de kcal/día extras registradas en 1965. • Mientras en 1980 el consumo de tortilla por mexi-
Esto indica que hay una amplia disponibilidad de ali- cano al año –medido a través del consumo nacio-
mentos, con regiones con problemas para su acceso –de nal aparente- se calculaba en 144.9 kilogramos, para
ahí el problema de hambre y desnutrición de algunas 1990 cayó a 100.4 kg, en 2000 disminuyó a 72.1 kg,
zonas- pero también apunta a explicar la tendencia de

As
mientras que para 2008 se redujo a 78.4 kg. Esto sig-
obesidad y sobrepeso que se ha observado en los últimos nificó la pérdida de importantes fuentes de proteína
años. y fibra que caracterizaron históricamente la dieta de
los mexicanos.
El origen de este mayor número de calorías que consu-
me el mexicano, expone de manera precisa la forma en • En contraparte, han ido ganando terreno otros pro-
que se ha gestado el cambio en los hábitos de consumo

nfo
ductos. En 1980 el consumo anual por mexicano de
de alimentos, sobre todo en la zona urbana. Entre 1964 productos derivados de la panadería y pastelería in-
y 1966, el 71.3 por ciento del suministro de energía ali- dustrial –no incluye consumo de pan artesanal- era
mentaria provenía de los carbohidratos, 10.6 por ciento de apenas 0.006 kg, para el año 2000 había aumen-
de las proteínas, en tanto que 18.1 por ciento de grasas. tado a 14.2 kg, en tanto que para 2008 se incrementó
Durante el lapso entre 1998 y 2000, la composición se a 18 kg.
modificó. Los carbohidratos redujeron su participación
a 64 por ciento, las proteínas se mantuvieron estables • Otro dato también indica, que en la actualidad el
nI
con 10.7 por ciento, mientras que las grasas aumentaron consumo de pastas es 3.6 kg por persona al año.
a 24.7 por ciento.

5
TENDENCIAS DEL SUMINISTRO DE ENERGÍA ALIMENTARIA Y PORCENTAJE
oe

PROVENIENTE DE PROTEÍNAS, GRASAS Y CARBOHIDRATOS


d
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bli
Pu

Fuente: Tomado de Pedro García Urigüen. La alimentación de los mexicanos. Cambios sociales y económi-
cos, y su impacto en los hábitos alimenticios, CANACINTRA.
ca
• En 1990 el consumo de refrescos ya alcanzaba una
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cifra de 138 litros por persona al año, para 2000


amentó a 150 litros y en 2008 escaló a 153.8 litros • El consumo anual de arroz por mexicano pasó de 8
por persona al año. kg en 1980 a 9.5 kg en 2008.

• También se observa una mayor participación de di- • No así en lo que refiere al frijol, que también ha visto

er
versas carnes en la dieta. En 1980 el consumo anual reducida su contribución en la dieta alimentaria. En
por habitante de carne de bovino se registró en 15.9 1980 el consumo anual de frijol por habitante se re-
kg, en tanto que para 2008 se amplió a 18.1 kg. Du- gistró en 20.6 kg, para 1990 cayó a 19.2 kg, en 2000
rante este mismo periodo, el consumo de carne de transitó a 9.8 kg, en tanto que para 2008 se ubicó en
11 kg.

As
ovino pasó de 0.3 kg a 0.7 kg; mientras que el con-
sumo de pollo registró el crecimiento más acelerado,
al pasar de 5.9 kg por habitante al año en 1980 a 30.1 • Otro rasgo que señala el cambio en los patrones ali-
kg para el 2008. mentarios de los mexicanos, es el relacionado al uso
de grasas y aceites vegetales comestibles. En 1980 el
• Por su parte, el consumo de carne de puerco se dis- consumo anual por persona de este tipo de produc-
tos fue de 16 kg, para 1990 pasó a 25.7 kg, en 2000

nfo
tingue por observar una disminución, al pasar de
18.7 kg al año por habitante en 1980 a 14.2 kg en aumentó a 26.6 y en 2008 se registró en 25.8 kg.
2008.
• Para el caso de las frutas y verduras, como lo señala
• Una tendencia similar ha seguido el consumo de le- el autor “hay aumentos en algunas y disminuciones
che. Mientras en 1980 el consumo anual de leche en otras, lo que refleja que el carácter estacional y las
por mexicano fue de 140.9 litros, para el 2008 cayó a variaciones de los precios inciden en las oscilaciones
125.2 litros. sobre el consumo; sin embargo, la disminución en el
nI
consumo de uno de estos productos se compensa con
• En el caso del huevo, su participación en la dieta ali- el aumento de otro.” 5
mentaria ha sido mayor. Para 1980 el consumo anual
6 por persona de huevo se contabilizó en 9.6 kg, en
1990 se incrementó a 12 kg, en 2000 se expandió a
oe

18.2 kg, en tanto que para 2008 alcanzó una cifra de


21.9 kg.
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ca
bli
Pu

5
García Urigüen, Pedro, op.cit., p. 298.
Mercados Comercialización

ca
¿Cuánto se gasta en alimentos?

La forma en que se alimentan los mexicanos –como en


cualquier otra sociedad- está necesariamente asociada
al ingreso y a la proporción que se destina a este rubro.
Como lo señala García Urigüen, “el ingreso determina-

er
rá la forma de adquirir alimentos y las opciones que les
brinda el ingreso para satisfacer sus necesidades. Estas
condiciones ofrecen las oportunidades y las limitacio-
nes que determinan la alimentación de los diversos gru-

As
pos sociales, así como su forma de vida.”6

Para medir esta situación, se tomó la segmentación que


utiliza la Asociación Mexicana de Agencias de Investi-
gación de Mercado y Opinión Pública (AMAI)7 a tra-
vés de la cual se perfilaron seis niveles socioeconómicos,

nfo
con el porcentaje de población para cada uno de éstos y
los rangos de ingreso mensual.

• E = Es el segmento más pobre del país, carece de


todos los servicios y bienes satisfactores, representa
el 6.7% de la población y cuentan con un ingreso
mensual igual o menor a 3,129 pesos.
nI
• D = Es el segundo segmento más pobre, se caracteri-
za por poseer una propiedad, pero carece de la mayo-
ría de los servicios y bienes satisfactores, representa
el 18.3% de la población y tiene un rango de ingreso 7
de 3,130 a 7,879 pesos.
oe

• D+ = Se considera como el segmento más caracterís-


tico de la sociedad mexicana, representa el 35.8 por
ciento de la población, este segmento tiene cubierta
la mínima infraestructura sanitaria de su hogar, su
ingreso oscila entre 7,800 a 13,499 pesos.
d

• C= Es denominado el nivel medio, se encuentra por


arriba del promedio poblacional de bienestar, repre-
senta 17.9 por ciento de la población y se caracteriza
ca

por haber alcanzado un nivel de practicidad adecua-


do, el rango de ingreso varía entre 13,500 a 40,599.
bli

6
Idem p. 20

7
Es importante resaltar –como lo hace el autor-, que la razón para to-
mar esta segmentación, se basa en el hecho de que permite tener una
Pu

visión más completa de conductas, alimentación, ubicación geográfica


y dotación de servicios de forma homogénea por cada nivel socioeco-
nómico, cosa que no se obtiene cuando se utiliza la segmentación por
deciles de ingreso.
ca
• C+ = Segundo estrato con más alto nivel socioeco-
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nómico, representa el 14 por ciento de la población,


tiene limitaciones para ahorrar y realizar gastos ma- En los sectores medios, los niveles D+ y C, donde se
yores o excesivos, su ingreso va de 40,600 a 98,499 concentra casi el 54 por ciento de la población de acuer-
pesos. do a esta segmentación, se destina entre el 15.7 a 17.6
por ciento del ingreso en la compra de alimentos y be-

er
• A/B = Es el estrato con el más alto nivel de vida e bidas –nivel C-, y entre 23.5 a 25.6 por ciento en el
ingresos en el país, representa el 7.2 por ciento de la nivel D.
población y su nivel de ingreso es igual o superior a
98,500 pesos mensuales. Para el autor la conclusión es más que enfática “…en
los niveles socioeconómicos D y E se encuentra la po-

As
A partir de esta segmentación, se deriva la distribución blación con mayores niveles de pobreza, sobre todo en
del gasto en alimentos por tamaño de localidad para el la región sur-rural y rural dispersa (menos de 2,500 ha-
año 2010. De acuerdo a los datos, se observa que el sec- bitantes), matizándose esta pobreza a medida que au-
tor de la población en México con mayores ingresos -el menta la población, como lo vemos en las localidades
nivel socioeconómico A/B- destina apenas entre 2.3 a semiurbanas.” 8

nfo
6.8 por ciento de su ingreso para el gasto en alimentos GASTO TRIMESTRAL EN ALIMENTOS Y BEBIDAS COMO PORCENTAJE DEL
y bebidas. En contraparte, el nivel con menor ingreso INGRESO TOTAL DE LOS HOGARES POR NIVEL SOCIECONÓMICO Y TAMAÑO
–el nivel socioeconómico E- emplea más de la mitad DE LOCALIDAD
de su ingreso para la compra de alimentos y bebidas sin Tamaño de localidad
importar el tamaño de localidad. Dichas cifras, indican Nivel 100,000 15,000 2,500 Menos
Socioeconómico y más a 99,999 a 14,999 de 2,500
las diferencias tan grandes que se registran tanto a nivel
socioeconómico como por localidad. AB 6.8 3.5 7.2 2.3
nI
C+ 11.2 8.6 7.9 6.5
Esta situación no sólo es una expresión más de la pro- C 17.6 17.9 17.5 15.7
D+ 25.6 26.0 26.8 23.5
nunciada desigualdad socioeconómica, sino que la hace
D 33.6 35.3 36.2 33.5
más aguda, ya que en la medida que los precios de los E 58.0 58.0 57.3 54.0
8 alimentos sean mayores, requerirán de un mayor por-
Fuente: Tomado de Pedro García Urigüen. La alimentación de los mexicanos. Cambios
centaje de su gasto para adquirirlos, o bien, reducir el sociales y económicos, y su impacto en los hábitos alimenticios, CANACINTRA.
oe

consumo de algún grupo de ellos, con las posibles con-


secuencias de hambre y desnutrición que aquejan a los
sectores más vulnerables.

8
García Urigüen, Pedro, op.cit., p. 295.
d
ca
bli
Pu
Mercados Comercialización

ca
El libro también ofrece importantes datos sobre cómo
se distribuye este gasto porcentual pero por grupos de
alimentos. Así encontramos que para el nivel con menor Después de un análisis de la ingesta diaria per cápita,
ingreso –nivel E-, del gasto total destinado alimentos y las cifras indican que los niveles socioeconómicos A/B
bebidas alrededor de 22 por ciento lo destina a cereales, y C+ tienen una dieta basada sobre todo en leche y de-
16 por ciento a verduras, 15.4 por ciento a carne, 8.4 por rivados, frutas frescas, verduras (hortalizas frescas), car-

er
ciento a leche y 7 por ciento a bebidas. Es importante nes, así como cereales y derivados.
señalar, que este porcentaje por grupo de alimentos que
se observa en este nivel, va reduciéndose en la medida Por el contrario, en los niveles D+, D y E, la dieta se
que el ingreso es paulatinamente superior. basa principalmente cereales y derivados- donde la tor-
tilla es el principal componente-, verduras, leche y deri-

As
En el caso del nivel A/B el de mayores recursos, la com- vados, carnes, leguminosas –con el frijol como principal
posición es diferente. El mayor gasto en alimentos se componente- y huevo.
destina a la compra de carne -10.6 por ciento-, segui-
do por la adquisición de leche -7.4 por ciento-, bebidas En el nivel socioeconómico C, se distingue una combi-
-5.2 por ciento- y cereales con 5 por ciento. nación de ambas dietas con cereales y derivados, leche
y derivados, verduras, carnes, frutas frescas y refrescos

nfo
Otra composición se distingue en el segmento D+, envasados.
donde se con concentra cerca del 36 por ciento de la
población. De acuerdo a esto, 19.5 por ciento del gasto
total destinado a alimentos y bebidas se utiliza para la
adquisición de carne, 16.1 por ciento en cereales, 10.6
por ciento en leche, mismo porcentaje para verduras y
7.6 por ciento en bebidas.
nI
9
oe

GASTO TRIMESTRAL EN ALIMENTOS Y BEBIDAS POR NIVEL SOCIOECONÓMICO: DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL POR GRUPO DE ALIMENTOS

A/B C+ C D+ D E
Cereales 5.0 7.1 11.8 16.1 19.1 21.8
d

Verduras 4.6 5.0 7.4 10.0 12.1 16.0


Carnes 10.6 11.5 16.9 19.5 19.1 15.4
Leche 7.4 7.8 9.6 10.6 10.0 8.4
ca

Bebidas 5.2 6.8 7.3 7.6 7.9 7.0


Huevo 0.6 0.8 1.8 2.8 3.9 4.9
Otros alimentos 5.0 6.7 8.2 6.8 5.5 4.3
Aceites 0.5 0.6 0.9 1.4 1.9 3.0
Azúcar 0.2 0.4 0.6 1.0 1.5 2.9
Frutas 4.6 4.1 3.7 3.3 2.9 2.4
bli

Tubérculos 0.4 0.7 1.0 1.3 1.6 1.8


Pescado 3.6 3.0 2.3 1.8 1.7 1.6
Café 0.9 0.8 0.7 0.8 1.0 1.5
Especias 0.6 0.7 0.7 0.9 0.8 0.9
Subtotal en el hogar 49.0 56.0 73.0 83.7 89.0 91.8
Fuera del hogar 51.0 44.0 27.0 16.3 11.0 8.2
Pu

Total 100 100 100 100 100 100

Fuente: Tomado de Pedro García Urigüen. La alimentación de los mexicanos. Cambios sociales y económicos, y su impacto en los hábitos alimenticios,
CANACINTRA.
ca
En esta perspectiva, el libro asume de manera enfática “… que en México existen básicamente tres tipos de dietas,
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cuyo consumo está determinado por el nivel de ingreso. Estas mismas tendencias las encontramos, aunque matiza-
das, por el tipo de población y su tamaño. Existen grandes diferencias de consumo según el nivel socioeconómico.
Por ejemplo, los niveles A/B consumen siete veces más frutas que el nivel E; en cambio, este último consume más
del doble de tortilla y derivados del maíz que los niveles de altos ingresos.” 9

er
INGESTA DIARIA PER CÁPITA EN GRAMOS Y MILILITROS POR RUBRO DE ALIMENTOS Y NIVEL SOCIOECONÓMICO

Rubro de alimentos A/B C+ C D+ D E

As
Cereales y derivados 166.2 175.4 200.5 239.5 273.0 320.7
Maíz y derivados 96.4 110.0 141.6 180.1 216.8 267.0
Tortilla de maíz 75.9 89.9 125.1 153.0 160.4 113.4
Derivados del maíz 20.5 20.1 16.5 27.1 56.4 153.5
Trigo y derivados 46.8 46.3 43.8 43.7 40.1 34.3
Harina de trigo 0.1 1.7 2.1 3.1 3.9 2.9
Pan blanco 17.5 16.0 15.2 14.6 10.8 5.9

nfo
Pan dulce 9.5 10.2 10.3 10.3 9.5 9.0
Galletas dulces 6.6 6.5 4.5 4.4 4.7 5.7
Galletas saladas 1.5 0.7 0.8 0.6 0.6 0.5
Pastas 7.1 4.3 5.0 6.1 7.3 8.8
Pasteles y pastelillos 0.4 1.3 1.5 0.8 0.3 0.2
Tortilla de harina 3.9 5.2 4.1 3.5 2.8 1.2
Otros productos de trigo 0.4 0.5 0.2 0.3 0.3 0.1
Arroz 10.3 9.1 9.2 10.8 12.5 16.6
nI
Otros cereales 12.7 10.0 5.9 4.9 3.5 2.8
Carnes 168.8 127.4 114.4 100.7 84.8 55.7
Carne y vísceras de res 52.5 32.4 30.9 25.0 19.1 11.0
Carne y vísceras de cerdo 25.1 20.6 21.9 22.2 19.1 11.6
10 Carne de ave 51.0 46.5 40.9 38.1 33.6 24.4
Pescado y mariscos 30.3 17.1 10.5 6.9 6.3 5.1
oe

Otras carnes y procesados 9.9 10.8 10.1 8.6 6.6 3.6


Leche y derivados 236.0 191.1 153.1 132.3 99.4 66.6
Leche 175.6 150.0 125.7 109.4 82.6 55.1
Queso 28.7 14.0 11.5 10.1 8.3 6.0
Derivados de leche 31.7 27.2 15.9 12.9 8.5 5.5
Huevo 21.6 26.8 29.6 34.2 37.5 35.2
Aceites y grasas 10.3 11.9 12.3 15.3 17.1 19.5
Aceites y grasas animales 0.8 2.4 1.9 2.1 1.8 2.0
d

Aceites y grasas vegetales 9.6 9.5 10.4 13.2 15.3 17.5


Tubérculos y raíces (papa) 16.4 16.0 18.8 19.5 20.1 17.3
Leguminosas 11.1 9.3 14.9 22.1 27.6 41.6
ca

Frijol 10.0 8.5 13.6 20.4 25.0 39.5


Otras leguminosas 1.1 0.8 1.2 1.7 2.6 2.2
Verduras (hortalizas frescas) 191.1 135.5 124.0 121.0 110.8 99.6
Frutas frescas 221.3 144.1 88.2 68.5 52.0 32.5
Azúcares 6.5 11.9 11.4 14.5 17.7 27.4
Azúcar 5.9 10.2 10.5 13.8 17.4 26.6
bli

Dulces, cajeta y miel 0.6 1.7 0.8 0.7 0.3 0.8


Frutas y legumbres procesadas 3.1 2.9 2.2 2.0 2.1 1.3
Refrescos envasados 39.6 48.3 49.1 44.3 38.1 25.1

Fuente: Tomado de Pedro García Urigüen. La alimentación de los mexicanos. Cambios sociales y económicos, y su impacto en los hábitos alimenticios,
CANACINTRA.
Pu

9
Idem p. 297.
Mercados Comercialización

ca
er
As
nfo
García Urigüen ofrece otras importantes conclusiones
que merecen señalarse aunque sea de manera breve. Por
ejemplo, al definir la alimentación como una dimensión
de la cultura –como un hecho social-, se asume que
el uso y consumo de los alimentos no sólo contempla También admite que en la influencia para el gasto y
nI
lo nutritivo, sino que también lleva implícito aspectos consumo de alimentos, hay cuatro actores fundamenta-
psicológicos y sociales, es decir, que están cargados de les: los especialistas, la industria alimentaria, los medios
valores tradicionales o aspiraciones y que están deter- de comunicación y las autoridades; los que son esen-
minados por la economía y la cultura. ciales para el cambio de hábitos y la innovación en la 11
alimentación, si es que queremos enfrentar el problema
De ahí que encontremos, que si bien el consumo de los del hambre y desnutrición por un lado y el de sobrepeso
oe

niños está determinado en mayor medida por las decisio- y obesidad por otro.
nes de los padres, siempre existe un espacio de transgre-
sión para la compra de otros alimentos. Los jóvenes por En lo que se refiere a la seguridad alimentaria el autor es
su parte, en su deseo de expresión personal y autoafirma- claro “México se ha convertido en un gran importador
ción introducen variantes en su alimentación, mientras de productos básicos como: trigo, maíz amarillo, olea-
que los jóvenes adultos están abiertos a nuevos consumos ginosas, arroz y frijol. Esto significa que debe hacerse
que ofrezcan en mayor medida salud y nutrición. un esfuerzo importante para tener una mayor seguridad
d

alimentaria, ya que estamos expuestos al riesgo de las


Por lo tanto, aunque alimentos como la tortilla y los fluctuaciones del mercado y de la escasez que a nivel
frijoles se siguen consumiendo regularmente, son vistos global se están presentando.”
ca

cada vez más como parte de la comida tradicional.


Corolario
Para el autor, es posible “…englobar las tendencias de ali-
mentación [de los mexicanos] en tres: la casera tradicio- A lo largo de un poco más de sus trescientas páginas,
nal (espacio familiar y social), la comida rápida (espacio el libro expone una gran cantidad de gráficas y cuadros
bli

laboral que comprende a las fondas y los puestos en la que por sí solos, merecerían una análisis particular, ya
calle); y la comida donde el tiempo no apremia (espacio que cada uno de ellos arroja importante información
para el disfrute organoléptico y social)” 10, esto sobre todo sobre la cuestión alimentaria de los mexicanos.
en los espacio urbanos. 11
Como lo señala el autor –en un ánimo de modestia-, el
Pu

trabajo pretende ser un estudio exploratorio, indicati-


vo, provisional y limitado, pero que sin duda, invitará y
10
Idem p. 305
11
Idem p. 308
promoverá la realización de nuevas investigaciones.
ca
Abril 2013

er
As
nfo
nI
La transformación de los hábitos alimentarios de los está fomentando el trabajo de diversas disciplinas para
mexicanos, no representa un caso aislado, por el con- su análisis. Por ejemplo, falta mucho por saber cómo
12 trario, refleja las enormes transformaciones que ha re- estos cambios están impactando en las comunidades ru-
gistrado el sistema alimentario mundial en las últimas rales. En 2010 un estudio sobre la región de la Montaña
tres décadas y cuya manifestación es más explícita en los de Guerrero analiza como la llamada comida chatarra
oe

países en desarrollo. está sustituyendo alimentos tradicionales de alto valor


nutritivo. 12
Factores como el crecimiento demográfico y el proce-
so de urbanización que permite que la población pueda El antropólogo francés Françoise Héritier-Augé seña-
tener acceso a una mayor diversidad de alimentos, son laba hace algunos años que “El otro, es ante todo, aquél
determinantes para definir el consumo de alimentos, sin que come diferente a uno” y tenía razón, ya que la ali-
embargo, es el ingreso normalmente el determinante mentación es y seguirá siendo la base partir del cual se
d

principal de la dieta. desarrollan identidades individuales y colectivas.

Es así como las sociedades en desarrollo han rempla- En nuestro país la forma de alimentarse está cambian-
ca

zado su dieta basada en granos, tubérculos y legumbres do, paro lo cual debemos proponer en los siguientes
por otra basada en alimentos de alta energía como la años, las políticas adecuadas que permitan reducir el
carne, aceites vegetales, lácteos y azúcar. Este proceso ha hambre y la desnutrición, que impulsen una política
tenido importantes implicaciones no sólo en la produc- agrícola que tienda a reconstruir los encadenamientos
ción de alimentos –cada vez más se usa una importante productivos y el mercado nacional a fin de revertir la
bli

cantidad de granos como alimento para la ganadería o dependencia externa, y que reduzca los problemas de
bien para la elaboración de biocombustibles- sino que sobrepeso y obesidad.
también, a aumentado el riesgo de obesidad y de enfer-
medades crónicas relacionadas con el sobrepeso. Como
ha sucedido con nuestro país.
Pu

12
Véase El Poder del Consumidor A.C. Impacto de la presencia de
Al proponer el estudio de la alimentación desde una comida chatarra en los hábitos alimenticios de niños y adolescentes
en comunidades indígenas-campesinas de la región Centro-Montaña
perspectiva más amplia, como “sistema alimentario”, se Guerrero, México 2010.

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