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UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL

DE LOS LLANOS OCCIDENTALES


“EZEQUIEL ZAMORA”
UNELLEZ-APURE
ESPECIALIZACIÓN EN DERECHO AGRARIO
Y AMBIENTAL

DERECHO AMBIENTAL

ESTABLECER LAS CARACTERÍSTICAS Y APLICACIONES DE


PLANIFICACIÓN Y ADMINISTRACIÓN DEL DERECHO AGRARIO

INTEGRANTES:

 LUIS ALBERTO BOLÍVAR ESQUEDA C.I. 13.948.957


 HELIANTA MARÍA CASTILLO C.I. 12.904.266
 HORACIO PERDOMO C.I. 8.909.594
 MARÍA FERNANDA MIRABAL C.I. 27.338.467
 NÉSTOR EUCLIDES ROJAS C.I. 8.189.045

PROFESOR:

PROF. JOSÉ HERNÁNDEZ PADRÓN

San Fernando de Apure, Febrero 2022


CARACTERÍSTICAS DEL DERECHO AGRARIO.

El derecho agrario es un derecho realista y objetivo. Es realista porque


se encarga de estudiar al hombre y la sociedad dentro de la realidad y busca la
manera de solventar y solucionar todos los problemas que se pueden dar durante
la actividad agropecuaria. Es objetivo también porque las situaciones que trata
existen y busca como resolverlas basándose en hechos objetivos.
Es democrático ya que todas sus normas tienen como principal objetivo
que la tierra sea únicamente para las manos trabajadoras que en ella laboran.
Es de naturaleza económica y social, porque sus reglas, leyes y normas
se encuentran orientadas para lograr solucionar una serie de conflictos que
pueden darse a raíz de la tenencia de tierras y de la explotación de las mismas.
El titular del derecho agrario es el trabajador campesino.
Es parte del derecho social, ya que incluye la resolución de problemas
dentro de la sociedad por medio de sus normas y principios.

ÓRGANOS ADMINISTRATIVOS
Los órganos administrativos encargados de la materialización de la norma
jurídica establecido en la ley de tierras y desarrollo agrario es el Instituto nacional
de Tierras, el conocerá de los casos en los que se deba transformar la tierra con
vocación en uso agrario, revocar, otorgar y renovar certificados agrarios, llevar
registros agrarios de tierras y aguas entre otras atribuciones según el artículo 119
de la mencionada ley. Además se crearan oficinas regionales que se encargaran
de canalizar los casos y servir de apoyo al órgano principal según sus
atribuciones, haciendo uso de los principios de descentralización, centralización y
concentración del poder, atribuciones y la distribución justa de derecho en un bien
social.
La Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, como columna vertebral del Derecho
Agrario, en la búsqueda de la distribución equitativa de este medio fundamental
para el desarrollo humano y crecimiento económico del sector agrario, a través de
una distribución justa.
Fines del derecho agrario son principalmente, la justicia social, adjudicando de
manera más justa la tenencia de la tierra y así eliminar los latifundios y así buscar
la mayor productividad en los campos.

GENERALIDADES DEL DERECHO AGRARIO.

CONCEPTO DE DERECHO
Es el conjunto de principios formados por las necesidades inherentes a la
vida social, que tienen por objeto regular las relaciones jurídico privadas de los
individuos entre si y de estos con el Estado y las personas colectivas, con ocasión
de sus actos.
El contenido de la anterior definición aplicado al Derecho Agrario, encausa
con la finalidad que tiene esta disciplina para promover la racional organización de
la vida rural, buscando que la tierra produzca como debe producir. Que vaya a
quien debe ir, condenando solamente el abuso de: Derecho. Esto, responde a la
discriminación socio-económica, pretendida por esta moderna disciplina científica.

CONCEPTO DEL DERECHO AGRARIO:


El derecho agrario es la rama del derecho que estudia y regula las
relaciones económicas y sociales surgidas entre los distintos actores involucrados
en la producción agropecuaria. Es decir, nos referimos a las normas jurídicas y
legales que aplican en el caso de la explotación agropecuaria de los suelos.

CONCEPTO DE TIERRA
Según Ossorio y Gallardo, la tierra es un bien útil de la sociedad. Es uno de
los cuatro elementos de la naturaleza cuya apropiación debe responder a
imperativas éticas superiores. La doctrina georgista informa que la tierra no puede
ser objeto de agio. Esos puntos de vista concretan el magno problema de la tierra
cuya discriminación jurídica concierne al derecho Agrario.
Muchos economistas al estimar que la tierra es un valor d utilidad, la como el
espacio geográfico continente de materias y sustancias orgánicas e inorgánicas
que, aplicadas a la agricultura, reproduce valores de creación nueva. la función
social de estos valores de utilidad , aplicados a la reestructuración económica de
la convivencia humana que hoy amenazan la estabilidad económica del mundo.

CONCEPTO DE PRODUCCIÓN
La producción es un proceso por el que la función coordinada de los
elementos trabajo, tierra y capital, determinan valores económicos consumibles y
reproducibles. La producción agrícola debe realizar se en un derecho legalmente
definido de la tierra, con un trabajó racionalmente establecido y con un capital
orientado para la creación de valores socio-económicos útiles a la colectividad

PLANIFICACIÓN DEL DERECHO AGRARIO

Entrar a disertar respecto de la Planificación y Políticas Agrarias en


Venezuela, inexorablemente nos lleva al análisis conceptual de ciertos términos
que históricamente van obteniendo una connotación especial, entorno al contexto
social en que se desarrolle. De allí que al hacer el análisis de la planificación y las
políticas públicas agrarias, nos enfrentamos a la evolución de conceptos como
"agrario", "agroalimentario" y "agrícola". Al respecto, para la comprensión e
interpretación del derecho agrario venezolano actual, estimamos adherirnos a la
definición de Antonio Carrozza sobre el término de "agrariedad", por considerar
que es la que engloba todos los aspectos relacionados con lo agrícola, lo agrario y
lo ambiental. Aclarado este aspecto, pasamos a revisar la evolución en materia de
planificación desde la perspectiva del estado, encontrándonos como punto de
partida, la llamada reforma agraria de los años sesenta, en la cual se alcanzaron
algunos logros y conquistas (aunque no tan significativas), de resaltar por
representar avances respecto al pasado. Sin embargo, se mantiene el latifundio y
por tanto el poderío de las tierras en manos de grandes terratenientes. Es así, que
hasta 1999, el constituyente da una connotación especial al derecho agrario,
incorporándose como tema de interés nacional la producción de alimentos,
estableciendo en cabeza del estado, la garantía de seguridad alimentaria, la
promoción del desarrollo rural integral, la eliminación del latifundio y la promoción
de distintas formas de asociación, como estrategia alternativa para el desarrollo de
la agricultura; lo cual se desprende de los artículos 305 al 308 del texto
constitucional; regulación que se complementa con la protección del medio
ambiente; para de esta forma, asegurar la triangulación entre estado ambiente y
desarrollo. Es a partir de la norma constitucional, cuando se definen el conjunto de
políticas públicas que van a enmarcarse en los planes de desarrollo económico y
social de la Nación (I y II). Para el desarrollo de estas políticas, se implementan un
conjunto de normas que sirven de base a la nueva visión definida en materia
agraria y ambiental, donde primordialmente destaca la Ley de tierras y desarrollo
Agrario, ley Orgánica de Seguridad y Soberanía Alimentaria, ley de mercadeo
agrícola, ley de crédito para el sector agrícola, ley de silos, almacenes y depósitos
agrícolas, ley del fondo de desarrollo agropecuario, pesquero, forestal y afines, ley
de pesca y acuicultura, ley especial de asociaciones cooperativas, ley de creación,
estimulo promoción y desarrollo del sistema micro-financiero, por solo enunciar
algunas. Con ellas además, se implementa la estructura formal del estado a nivel
de órganos administrativos, judiciales y demás instituciones públicas que van a
ejecutar y controlar los distintos planes y proyectos destinados al cumplimiento lo
preceptuado en la constitución. Finalmente, resulta claro que la nueva orientación
del estado, está dirigida a intervenir directamente como agente económico,
estableciendo controles sobre la dinámica económica del país, promoviendo una
nueva economía, que apuesta en distintas formas asociativas. Otro de los factores
a resaltar por parte del estado en cuanto a sus políticas públicas en el sector
económico, son las formas de integración, las cuales indudablemente tienen su
fundamento en la nueva visión política y social denominada "nuevo socialismo del
siglo XXI". Sobre el particular, se han podido observar diversos cambios en las
relaciones económicas de Venezuela con otros países, sustituyéndose acuerdos
como el ALCA, por la Alternativa Bolivariana para la América Latina y el Caribe,
adversando los tratados de libre comercio y en contraposición, resaltando
sistemas de integración como el Mercosur, Unasur, que en definitiva buscan no
solo una estrategia en materia económica, sino que se desarrollan como sistemas
de integración en los cuales se establecen políticas, destinadas a mejorar los
sistemas de vida en materia económico y social de sus pueblos integrantes, con el
propósito de compensar las asimetrías existentes entre los países. Como se ha
podido observar a lo largo de este breve resumen, Venezuela ha sufrido un
proceso de transformación que ha dejado algunos resultados en materia política,
económica y social; preponderando el factor social como aspecto sensible en el
desarrollo de las políticas públicas, el sector económico dándose paso a otras
formas de asociación y organización tanto nacional como internacional. Al
respecto, se evidencian resultados positivos y negativos, que en opinión de quien
suscribe, obedecen al proceso de transformación que genera un conjunto de
cambios dinámicos, cuyo efecto va a depender en gran medida, de la capacidad
de adaptación de quien los implementa y el sector al cual llega. De modo que esta
dinamización plantea un gran desafío para la población venezolana, tanto en el
sector político, como en el sector económico y social.

LEY ORGÁNICA PARA LA ORDENACIÓN DEL TERRITORIO.

La Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio tiene por objeto


establecer las disposiciones que regirán el proceso de ordenación del territorio en
concordancia con la estrategia de Desarrollo Económico y Social a largo plazo de
la Nación. el objeto de la Ley Orgánica de seguridad de la nación regular la
actividad del Estado y la sociedad, en materia de seguridad y defensa integral, en
concordancia a los lineamientos, principios y fines constitucionales.
Según la Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio de 1983, el Plan
Nacional de Ordenación del Territorio es un instrumento a largo plazo que sirve de
marco de referencia espacial a los planes de desarrollo de mediano y corto plazo
del país, y también a los planes sectoriales adoptados por el Estado.
La ley determinará los principios de economía y buen gobierno
mínimos que deberán garantizar los departamentos, los distritos, los municipios,
las áreas metropolitanas, sus descentralizadas, así como cualquiera de las
diferentes alternativas de asociación, contratos o convenios plan o delegaciones
previstas el principal objetivo del ordenamiento territorial tiene como finalidad
promover el aumento de la capacidad de descentralización, pfaneaci6n, gestión y
administración de sus propios intereses para las entidades e instancias de
integración territorial.
Las funciones de las entidades territoriales estas entidades ejercen
funciones administrativas, de coordinación, de complementariedad de la acción
municipal, de intermediación entre la Nación y los Municipios y de prestación de
los servicios que determinen la Constitución y las leyes.
Esta Ley entiende por ordenación del territorio el proceso de regulación y
promoción de la localización de los asentamientos humanos, de las actividades
económicas y sociales de la población, así como el desarrollo físico espacial, con
el fin de lograr una armonía entre el mayor bienestar de la población, la
optimización de la explotación y uso de los recursos naturales y la protección y
valorización del medio ambiente, como objetivos fundamentales el desarrollo
integral (Artículo 2).
En esta vía, para la ordenación del territorio se considera: (a) la definición
de los mejores usos de los espacios de acuerdo a sus capacidades, condiciones
específicas y limitaciones ecológicas; (b) la orientación de los procesos de
urbanización, industrialización, desconcentración económica y de asentamientos
humanos; (c) la mejor distribución de las riquezas que beneficie prioritariamente a
los sectores y regiones de menores ingresos y a las localidades menos
favorecidas; (d) el desarrollo regional armónico; (e) el desarrollo agrícola y el
ordenamiento rural integrados; (f) el proceso de urbanización y la
desconcentración urbana; (g) la desconcentración y localización industrial; (h) la
definición de los corredores viales y las grandes redes de transporte; (i) La
protección del ambiente, y la conservación y racional aprovechamiento de las
aguas, los suelos, el subsuelo, los recursos forestales y demás recursos naturales
renovables y no renovables.
Entre los instrumentos básicos de la ordenación del territorio, establecidos
por la Ley se encuentran el Plan Nacional de Ordenación del Territorio y los planes
que surgen de éste (Artículo 5):
- Los Planes Regionales de Ordenación del Territorio.
- Los planes nacionales de aprovechamiento de los recursos naturales y los
demás planes sectoriales.
- Los planes de ordenación urbanística.

Para Serrano (2001) la ordenación del territorio es una disciplina


integradora de los problemas ambientales, sociales, económicos e
infraestructurales y dotacionales que caracterizan a la sociedad actual.
En otras palabras, la noción de Ordenación del Territorio se vincula con las
situaciones que afectan el establecimiento y funcionamiento de las agrupaciones
humanas en el territorio, cuando la sociedad abandona el estancamiento o de
algún modo se inserta en un proceso de dinamismo o desarrollo económico. Esta
vinculación (asentamiento-actividades-desarrollo), o mejor dicho, los efectos o
expresiones que la dinámica de los asentamientos humanos produce, en razón del
desarrollo económico y su influencia en las demandas de la Sociedad, por
exigencias de servicios y espacios para la realización de diversas actividades en
grados de intensidad y en magnitudes de extensión desconocidos o sensiblemente
superiores a los que se hacían presentes en etapas de estancamiento o atraso de
la economía, es el objeto al cual puede aplicarse de manera mas eficiente la
noción.
De este modo se observa como la evolución de las agrupaciones humanas
en el territorio conduce al surgimiento de nuevos tipos o formas de agrupación y a
la intensificación progresiva y sostenida en el acceso y la utilización de ciertas
áreas del territorio en mayores intensidades o con una diversidad creciente en
cuanto a categorías de actividades, así como el incremento acelerado de los
movimientos poblacionales en el espacio geográfico, de manera más natural, pero
al mismo tiempo, en forma mucho más vigorosa, extensa y diversificada que la
que se registra en etapas anteriores. Esas implicaciones originan, a su vez, la
intervención ordenadora, acondicionadora y preventiva-, de la misma Sociedad,
por intermedio de sus instrumentos más acabados, en cuanto a forma de
organización social: sus instituciones públicas, todo lo cual, en definitiva, se viene
a identificar como Ordenación del Territorio. Sin embargo, todo lo que venimos
diciendo hasta el momento, nos invita a precisar, aun cuando sea de manera
preliminar, que el empleo de la expresión Ordenación del Territorio constituye, en
su esencia semántica, una simplificación. Una cápsula conceptual que encierra
mucho más de lo que aporta el significado directo o literal de las palabras que lo
integran ya que lo cierto es que el territorio, el espacio geográfico, el espacio
físico, no es objeto de ordenación.
La Ordenación del Territorio viene a ser, entonces, un nuevo concepto dentro de la
noción de administración pública, inspirado en criterios de gerencia moderna, que
permite enfrentar las responsabilidades indeclinables del sector público en una
sociedad con un cierto rango de complejidad y desarrollo, a través de la aplicación
de modalidades de regulación, de decisión, de gestión y de actuación,
estratégicamente incardinadas por medio de la técnica de la planificación,
dispuesto para producir mayores beneficios a la sociedad, por medio de las
ventajas que ofrece el patrón de asentamientos humanos y el complejo de
actividades que la población realiza sobre el territorio.

LEY DE TIERRAS Y DESARROLLO AGRARIO JULIO DE 2010.

La Ley de Tierras y Desarrollo Agrario (LTDA, 2010) tiene como objetivos


principales redistribuir las tierras que permanecen ociosas o baldías y aquellas
que tienen baja intensidad de uso e incrementar la productividad de las mismas,
con el propósito de mejorar el nivel de vida de los productores y sus familias, con
énfasis en los sectores de los medianos y pequeños campesinos. El fin último es
asegurar la soberanía agroalimentaria de la población venezolana, garantizando
también la conservación y/o recuperación de los recursos naturales renovables a
través del manejo sustentable de la biodiversidad. Uno de los aspectos
importantes de la nueva ley es la creación de un certificado de finca mejorable que
da a los propietarios de las tierras la posibilidad de hacerlas más productivas en
un plazo de dos años. El objetivo de ello es buscar un incremento en la
productividad de la tierra, además de la equidad y de la justa distribución de la
misma.
El propósito principal de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario es desarrollar
una producción agraria en función de la necesidad de los rubros alimentarios que
demanda la población del país, cuya planificación está a cargo del Ministerio del
Poder Popular para la Agricultura y Tierras, además de la eliminación del
latifundio; mediante la redistribución de las grandes extensiones de terreno que
habían permanecido incultas e improductivas o con baja productividad por muchos
años en manos de terratenientes.
En tal sentido, el Ejecutivo Nacional, a través del Instituto Nacional de
Tierras (INTI), tiene bajo su responsabilidad la planificación del uso agrícola de las
tierras, promoviendo la organización social de la producción agraria.

ALCANCE DE LA EXPROPIACIÓN DE TIERRAS EN EL NUEVO MARCO


LEGAL.

Dadas las observaciones y críticas formuladas a una serie de artículos de la


LTDA por parte de algunos organismos del sector privado venezolano, además de
algunas personalidades del sector público, incluyendo a destacados juristas,
profesores y profesionales universitarios, se elaboró un reglamento que permitía la
mejor interpretación y aplicación de esta ley, fundamental para el desarrollo
sustentable de la agricultura venezolana.
En ese sentido, varios funcionarios especialistas en la materia agraria, que
formaron parte de los equipos consultivos para la elaboración de la LTDA, han
aclarado que la intención de la ley es ordenar el territorio rural tomando en cuenta,
entre otras variables, la productividad de la tierra, definida en función de su
vocación de uso y de la eficiencia y eficacia productiva de los rubros agrícolas que
se seleccionan, además del usufructo, goce o disfrute que fijen o alcancen los
productores que estén asociados estrechamente con proyectos productivos
dirigidos a satisfacer expectativas colectivas, garantizando el mantenimiento de las
condiciones ecológicas requeridas para lograr un hábitat de calidad adecuada.
Tomando en cuenta las consideraciones anteriores, se puede observar en
la LTDA la existencia de un conjunto de elementos jurídicos encaminados a
contribuir con el desarrollo rural a través del establecimiento de mecanismos que
induzcan al incremento de la productividad de la tierra en función de promover la
seguridad agroalimentaria, y se nutre de los preceptos constitucionales que hacen
referencia a la sustentabilidad territorial y la agricultura sustentable, y de las bases
legales que contienen en las distintas leyes agro – ambientales venezolanas, las
cuales permiten la elaboración de políticas públicas para lograr la soberanía y
seguridad agroalimentaria y nutricional, en el marco de la construcción de un
nuevo modelo de desarrollo rural territorial, anclado en las bases científicas de la
agroecología para el desarrollo de agroecosistemas sustentables, diversificados y
resilientes, como por ejemplo, los sistemas agroforestales; preservar la
sociobiodiversidad, la cobertura vegetal a través de los sistemas agroforestales
como medida de adaptación contra el cambio climático, logrando un equilibrio
entre la seguridad alimentaria y nutricional con la conservación de la biodiversidad
y la estabilidad de los ecosistemas.

EL ESTADO COMO ADMINISTRADOR DEL AMBIENTE.

Luego de la promulgación de la Constitución de la República Bolivariana de


Venezuela en el año 1999, el Estado venezolano asumió un rol fundamental en la
defensa del ambiente, por ello todos los Organismos Públicos, se involucran de
forma importante en la gestión ambiental, en función del aprovechamiento racional
de los recursos naturales y la protección del ambiente.
Bajo este panorama, la responsabilidad del Estado involucra toda la
administración pública, la cual pone a disposición una amplia gama de normas
jurídicas avaladas por la debida conformación de entidades públicas especiales,
ministerios, institutos y organizaciones gubernamentales que se colocan al servicio
exclusivo de la materia ambiental. Con ello, también, ha surgido la adecuación de
las normas administrativa de contenido ambiental.
En este sentido, el Estado venezolano centra parte de su esfuerzo a
garantizar el derecho de toda persona individual y colectivamente a disfrutar de
una vida y de un ambiente seguro, sano, ecológicamente equilibrado y libre de
contaminación, tal como se establece en el artículo 127 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela. El ambiente es uno de los ejes transversales
en ella, en el artículo N° 15 establece que el Estado tiene la responsabilidad de
establecer una política integral en los espacios fronterizos preservando la
diversidad y el medio ambiente; en los Derechos económicos se nos otorga la
libertad económica cuyas limitaciones hace mención a la protección del medio
ambiente.
Lo anterior, deriva una serie de limitaciones a derechos económicos como
la propiedad, la libertad de industria y comercio, entre otros, porque aunque estos
estén consagrados en la Constitución (artículos 112 y 115), ninguna persona se
puede amparar en ellos para legitimar el uso y aprovechamiento de los bienes
ambientales si este representa un daño o peligro de degradación.
En función de estas consideraciones, el Estado venezolano ha adecuado su
actividad administrativa para garantizar que las normas en materia ambiental se
cumplan a cabalidad.
En los contratos que la República celebre con personas naturales o
jurídicas, nacionales o extranjeras, o en los permisos que se otorguen, que
involucren los recursos naturales, se considerará incluida aun cuando no estuviera
expresa, la obligación de conservar el equilibrio ecológico, de permitir el acceso a
la tecnología y la transferencia de la misma en condiciones mutuamente
convenidas y de restablecer el ambiente a su estado natural si éste resultara
alterado, en los términos que fije la ley.
Como se puede apreciar, nuestra Constitución, ha incorporado, la
protección ambiental como un eje transversal a la vida y responsabilidad tanto del
Estado como de los ciudadanos y es una de las principales actividades
administrativas del Estado y sus organismos auxiliares.

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