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Ensayo

Política Pública de Resocialización en Colombia.

Resumen

En este trabajo se analiza la Política Pública en Colombia para lograr la resocialización de


las personas privadas de la libertad como único fin de la pena, así como las cifras que de
ella se desprendan, para contextualizar la difícil situación que atraviesa Colombia y su
sistema penitenciario y carcelario.
Analizaremos las condiciones actuales, basados en datos publicados por el Departamento
Nacional de Planeación, organizaciones internacionales y Defensoría del Pueblo, en
relación con el hacinamiento y afectaciones a la dignidad humana dentro de éstos
establecimientos, los pronunciamientos de las autoridades judiciales y el compromiso que
ha asumido el estado para lograr cumplir con su fin.
Descripción del problema

Falta de efectividad de la política de resocialización en Colombia, pues una vez ha sido


impuesta la pena de prisión, la persona condenada no es incluida en política de
resocialización.
Proceso de resocialización en Colombia

El proceso de resocialización penitenciaria busca que las personas condenadas


desarrollen aptitudes y comportamientos que les permitan vivir conforme a la ley. Su
estructura comprende dos procesos: La atención social integral se basa en la
prestación de los siguientes servicios esenciales para el bienestar de las personas
privadas de la libertad: atención en salud, alimentación, atención psicosocial, condiciones
de habitabilidad, comunicación familiar, desarrollo espiritual, asesoría jurídica y uso del
tiempo libre. Su propósito es mitigar los efectos de la reclusión, permitiendo a las PPL
adaptarse al entorno penitenciario como sujetos participativos y generadores de bienestar
social. En este sentido, la atención social provee las condiciones de dignidad humana
necesarias para implementar el tratamiento penitenciario (DNP, 2019). Por su parte, el
tratamiento penitenciario se compone de beneficios y programas organizados en un
sistema de fases progresivo:
I. Observación, diagnóstico y clasificación del interno. Esta fase inicia cuando el
condenado llega al Establecimiento de Reclusión del Orden Nacional (ERON) y se
realiza el proceso de identificación y registro. Aquí se determina su lugar de
reclusión al interior de la penitenciaria, así como los programas requeridos para
desarrollar su proceso resocializador.
II. Alta seguridad, que comprende el periodo cerrado de reclusión. Desde esta fase
se deben desarrollar actividades de resocialización.
III. Mediana seguridad, que se refiere al periodo semiabierto. Para acceder a esta
fase se deben haber desarrollado actividades de resocialización exitosamente, así
como haber observado buen comportamiento durante el tiempo de privación de la
libertad, que debe superar la tercera parte de la pena. La característica
fundamental del período semiabierto radica en la posibilidad de obtener permisos
de salida del establecimiento de reclusión, hasta por 72 horas.
IV. Mínima seguridad o periodo abierto. Se debe haber superado un 1/3 parte de la
pena. En esta fase se amplía la baraja de permisos a los cuales puede hacerse
acreedor el interno, pudiendo salir del establecimiento de reclusión por períodos
que comprenden el fin de semana e incluso alcanzan los 15 días.
V. De confianza, que coincidirá con la libertad condicional. Es decir, que se ha
superado el requisito objetivo para acceder a este subrogado (4/5 partes de la
pena), pero el mismo pudo ser negado por otras circunstancias. En esta fase el
interno puede acceder a los beneficios de libertad y franquicia preparatoria (
(Hernández, 2018).
El sistema penitenciario en Colombia

En esta primera sección se ofrecen los datos generales sobre las prisiones en Colombia,
respondiendo a las preguntas ¿Cuántos presos?, ¿Qué presos? y ¿Cuántas cárceles?
I. POBLACIÓN INTERNA
La evolución de la población penitenciaria en Colombia ha tenido una tendencia al
aumento, con una ligera caída en 2014, que en todo caso supera la población de 2012,
como se observa en la siguiente gráfica:

Fuente: elaboración propia con base en las estadísticas del INPEC.


Gráfico 1: Población interna 2010-2016

Como ya se señaló, la tendencia al alza de las tasas de encarcelamiento no es un


fenómeno aislado. Se trata de una pauta globalizada que afecta a buen número de
países; prueba de ello es su presencia en sociedades tanto posmodernas como en
desarrollo.

II. INFRAESTRUCTURA
El sistema penitenciario colombiano cuenta con una red de centros denominados
“Establecimientos de Reclusión del Orden Nacional” (ERON), que constituyen la
infraestructura básica del INPEC. En la actualidad la red cuenta con 138 centros, aunque
en 1993 se encontraban operativos 175.
En términos de infraestructura, el sistema penitenciario y carcelario cuenta con 136
establecimientos de reclusión, los cuales albergan la siguiente población carcelaria:
En el informe estadístico de marzo de 2016 (p. 17) señala el INPEC que a la primera
generación pertenecen 121 establecimientos, con capacidad para 40 061 internos. Fueron
construidos entre 1611 y principios de la década de los 1990. Se caracterizan por
edificaciones mayoritariamente adaptadas como centros de reclusión, en especial las
instalaciones destinadas a la población femenina donde antes eran conventos o colegios,
ubicadas por lo general en parques principales contiguos a las oficinas de la administración
municipal. Los de segunda generación corresponden a 5 establecimientos con un total de
9654 cupos. Estos fueron construidos en la década de los 90 y comienzos del siglo XXI por
el Fondo de Infraestructura Carcelaria del Ministerio de Justicia y del Derecho18.
Finalmente, los de tercera generación corresponden a 10 establecimientos que actualmente
cuentan con capacidad para 28 466 internos, construidos a finales de la década de 2000 y
dados al servicio entre 2010 y 2011, de acuerdo con el documento CONPES 3277 15 de
marzo de 2004.

III. INGRESO A PRISIÓN Y TRATAMIENTO


Desde la llegada del interno al establecimiento de reclusión comienza el tratamiento
penitenciario con la fase de observación y diagnóstico, quedando registrado en el Sistema
de Información de Sistematización Integral del Sistema Penitenciario y Carcelario. Al interno
se le debe suministrar la información apropiada sobre el régimen del establecimiento de
reclusión al que está ingresando (derechos, deberes, normas disciplinarias, procedimientos
para formular quejas y reclamaciones), y hacer entrega de un ejemplar impreso del
reglamento disciplinario interno.
El reglamento constituye el sistema de reglas formales que gobierna la prisión, pero además
la realidad muestra que el manejo del poder se encuentra radicado en cabeza de
determinados grupos que imponen sus reglas y coordinan el funcionamiento del
establecimiento.
El sistema penitenciario colombiano es de carácter progresivo y el tratamiento que se brinda
a la persona privada de la libertad busca prepararla para que en el futuro viva en paz con
los demás miembros de la sociedad.
Componente de resocialización

Con un presupuesto obligado (contratado) de $1,5 billones en 2018 ($13,1 millones


anuales por PPL intramuros), creciendo a una tasa promedio de 9,8 % en los últimos 4
años (2015-2018), estos recursos del INPEC y el USPEC resultan insuficientes para una
adecuada operación de las actividades de resocialización (ASI y TP), como lo muestran
los resultados cuantitativos y cualitativos que se analizan en esta sección.
Si bien todos los tipos de recursos son escasos, los recursos humanos y físicos son los
que representan el mayor obstáculo para contar con las condiciones apropiadas para la
resocialización. La insuficiencia de recursos humanos afecta la adecuada implementación
del 73,1% de estas intervenciones y el 30,8 % de los programas y actividades de TP
enfrentan dificultades asociadas no a la cantidad de personal, sino a su perfil. La
insuficiencia de recursos físicos es la segunda mayor dificultad en la implementación del
TP, afectando al 61,5 % de las intervenciones analizadas.
Asimismo, la insuficiencia de recursos humanos y físicos está por encima de otras
dificultades relacionadas con el diseño de los programas y actividades, la articulación
dentro y fuera de los ERON y el comportamiento de las PPL. Este resultado es
consistente con la información cualitativa en la medida en que el 48 % de las citas sobre
dificultades están vinculadas al recurso humano y 31 % al recurso físico (incluye citas
relacionadas tanto con ASI y TP).1

1
Evaluación de operaciones del proceso resocialización penitenciaria en los establecimientos de reclusión
del orden nacional para plantear acciones de mejora de sus componentes, fases y programas. Departamento
Nacional de Planeación, 2019.
El fin de la pena

La pena de prisión está dirigida a la resocialización del sujeto, siendo el tratamiento


penitenciario una pieza clave para su consecución mediante el empleo de un paquete de
recursos que operan en el área educativa y laboral de los sujetos. La suma de los sujetos
que reciben tratamiento en alguna de las áreas mencionadas configura el total de
población bajo tratamiento, una media de 72,9% para todo el periodo analizado. Dentro de
este porcentaje el 39,1% lo lleva a cabo en el área educativa y el 33,8% en el laboral.
En síntesis, el perfil del preso en Colombia es hombre, de origen nacional, con una edad
comprendida entre los 18 y 29 años (o bien entre 30 y 54), con estudios primarios,
finalizados o no, que se encuentra en situación de condenado “intramuro” por haber
cometido un delito de homicidio y/o hurto. El tipo de tratamiento penitenciario lo
desarrollaría tanto en el área educativa como en el laboral, destacando en este último el
campo de servicios y artesanías. El perfil de la mujer es muy similar, y solo se aprecian
diferencias en el tipo delito cometido. Para ellas el delito más frecuente corresponde al
tráfico de drogas, mientras que el hurto se situaría en segundo lugar 2.

2
Compilación de observaciones finales del Comité de Derechos Humanos sobre países de América Latina y
el Caribe. Recomendación N.º 39 sobre el examen realizado por el Comité acerca del cuarto informe
periódico de Colombia (CCPR/C/103/Add.3 y HRI/CORE/Add.56) en sus sesiones 1568ª, 1569ª, 1570ª y
1571ª, celebradas los días 31 de marzo y 1 de abril de 1997, y aprobó en su 1583ª sesión, celebrada el 9 de
abril de 1997. Disponible en: http: //www2.ohchr.org/english/bodies/hrc/docs/ publications/HRC-
Comilacion%281977-2004%29.pdf
La necesidad de una Política Pública que reduzca la criminalidad

La realidad de los datos analizados indica que la red de establecimientos penitenciarios


carece de los recursos necesarios para garantizar unas condiciones mínimas de
cumplimiento, siendo patente el hacinamiento y la presencia de un porcentaje elevado de
presos sindicados. Tal situación ha centrado la atención de organismos de orden nacional
e internacional. El Defensor del Pueblo colombiano, ha hecho alusión a esta problemática
en sus respectivos estudios e informes. Asimismo, el Comité de Derechos Humanos de la
ONU viene poniendo énfasis en la crisis carcelaria del país desde 1997, al señalar en
distintas resoluciones el problema del hacinamiento y las precarias condiciones de vida de
los internos.
El hacinamiento y tratos crueles, inhumanos y degradantes al interior de los
establecimientos penitenciarios, raya con la tortura y desborda las capacidades del
sistema judicial, incluso, si alguno de los reclusos pidiera la protección de sus derechos
por vía de tutela, el Estado Colombiano, no estaría en capacidad de garantizarle a todos
los internos, las mínimas condiciones durante su reclusión que permitan evitar que se
continúe vulnerando sus derechos.
En razón de lo anterior, se hace necesario el diseño de una política criminal penitenciaria,
con el fin de superar las situaciones observadas, atendiendo a las recomendaciones de
los organismos internacionales, con mayor inversión social y en educación que busque la
construcción de individuos con valores y un mínimo de pobreza y hambre; circunstancias
presentes en la mayoría de los reclusos que pasan sus días al interior de las cárceles del
país.

GOBIERNO Y POLÍTICAS PÚBLICAS


Dr. José Tello Benavides

Administración Pública Territorial


Escuela Superior de Administración Pública – ESAP
CETAP Ipiales

Grupo No. 2

GLORIA PATRICIA QUINTERO YÉPEZ


INGRID CAROLINA CÁRDENAS
ROSA LILIANA PINCHAO
JULIO DAVID JÁCOME PATIÑO

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