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Estado actual de la atención sanitaria en el sistema

penitenciario chileno

División de Reinserción Social


Ministerio de Justicia y Derechos Humanos
Mayo 2018

1
ÍNDICE

I INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………………………………………… 3

II ANTECEDENTES………………………………………………………………………………………………………… 4

III MARCO INTERNACIONAL PARA LA ATENCIÓN DE LA


POBLACIÓN PRIVADA DE LIBERTAD………………………………………………………………………….. 7

IV. MARCO NACIONAL PARA LA ATENCIÓN DE LA


POBLACIÓN PRIVADA DE LIBERTAD………………………………………………………………………………… 10

1. ATENCIÓN DEL SISTEMA DE SALUD EN CHILE………………………………………………..………… 11

2. ATENCIÓN DE SALUD DE GENDARMERIA DE CHILE……………………………………..…………... 13

3. ATENCIONES EN LOS DISPOSITIVOS DE SALUD DE GENDARMERÍA DE CHILE……….….. 15

4. MODELO DE ATENCIÓN EN UNIDADES PENALES………………………………………………….... 16

5. SALIDAS A HOSPITALES EXTERNOS DESDE GENDARMERÍA DE CHILE………………………. 20

V. CARACTERIZACIÓN DE PATOLOGIAS O ENFERMEDADES NO TRANSMISIBLES

Y TRANSMISIBLES EN LA POBLACIÓN PRIVADA DE LIBERTAD………………………………….. 21

1. ENFERMEDADES NO TRANSMISIBLES……………………………………………………………………… 21

2. ENFERMEDADES TRANSMISIBLES…………………………………………………………………………... 22

3. DECESO DE PERSONAS PRIVADAS DE LIBERTAD…………………………………………………….. 23

4. PERSONAS PRIVADAS DE LIBERTAD EN SITUACIÓN DE DISCAPACIDAD………………….. 24

VI. LEVANTAMIENTO DE NUDOS CRÍTICOS EN RELACIÓN A LA ATENCIÓN

DE SALUD PÚBLICA Y DE GENDARMERÍA DE CHILE………………………………………………… 24

VII. RECOMENDACIONES PARA EL ESTADO DE CHILE DESDE EL


INSTITUTO NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS…………………………………………………………. 26

2
I. INTRODUCCIÓN

En el marco de la Asistencia Técnica del Programa EUROsociAL para la Definición del Nuevo modelo
de gestión de la salud penitenciaria en el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos surge la
necesidad de contar con un documento que permita conocer y evaluar la situación actual del
sistema de salud al interior de los establecimientos penitenciarios.

El presente informe describe en síntesis cuáles son los estándares internacionales en materia de
salud penitenciaria, teniendo siempre presente que el Estado se encuentra en una posición de
garante respecto de las personas privadas de libertad, razón por la cual, el Estado “asume deberes
específicos de respeto y garantía de los derechos fundamentales de estas personas (privadas de
libertad); en particular, de los derechos a la vida y a la integridad personal, cuya realización es
condición indispensable para el logro de los fines esenciales de la pena privativa de libertad: la
reforma y la readaptación social de los condenados.”1

Teniendo en consideración lo anterior, el presente documento desarrolla cuáles son los estándares
internacionales en la materia y cómo se han materializado tanto en la normativa nacional.

Asimismo, se entregan cifras y datos que facilitan la comprensión del sistema y su evolución durante
los últimos años, tanto en las cárceles tradicionales como en las cárceles concesionadas 2, a fin de
observar las diferencias que existen entre ambos sistemas.

Por último, se presentan una serie brechas que permiten estimar una línea base respecto de
aquellos ámbitos señalados como críticos en la materia. Estos ámbitos se recogen en diversos
documentos que han elaborado el Ministerio de Salud en conjunto con Gendarmería de Chile y el
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y en informes del Instituto Nacional de Derechos
Humanos.

1
Informe sobre los derechos humanos de las personas privadas de libertad en las Américas, Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, 2011.
2
En Chile existe un sistema penitenciario bajo un modelo mixto de provisión de servicios, en el que confluyen
cárceles operadas por el Estado y cárceles concesionadas a privados. utilizar el marco normativo de la Ley de
Concesiones, bajo el modelo “diseñar, construir, operar, transferir” (DBOT, por su sigla en inglés), que incluye
el diseño, la construcción, el equipamiento y la operación, la prestación de los servicios definidos en las bases
de licitación y la transferencia al Estado de las obras después del término del período de concesión, la que se
extiende por un plazo máximo de 20 años. Por definición, al concesionario le corresponden las siguientes
labores: diseño, construcción y financiamiento de la infraestructura, mantenimiento de la infraestructura, del
equipamiento estándar y de todo el equipamiento de seguridad, y prestación de servicios penitenciarios, tales
como reinserción social, salud y medio ambiente, alimentación, lavandería, aseo y control de plagas y
economato. Evaluación del sistema concesionado versus el sistema tradicional en la reducción de la
reincidencia delictual, Fundación Paz Ciudadana y Banco Interamericano de Desarrollo, 2013.

3
II. ANTECEDENTES

El sistema penitenciario chileno es administrado por Gendarmería de Chile, el cual, según lo


prescrito por el art. 1 de la Ley Orgánica de Gendarmería de Chile (Decreto Ley N° 2.859 de 1979) es
un Servicio Público dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, que tiene por
finalidad atender, vigilar y contribuir a la reinserción social de las personas que por resolución de
autoridades competentes, fueren detenidas o privadas de libertad y cumplir las demás funciones
que les señala la ley.

Los objetivos estratégicos de la institución son los siguientes:

- Garantizar el cumplimiento eficaz de la detención preventiva y de las condenas que los


Tribunales determinen, previniendo conductas y situaciones que pongan en riesgo el
cumplimiento de este objetivo.

- Proporcionar una atención y un trato digno a la población puesta bajo la custodia del Servicio,
reconociendo y respetando los derechos inalienables de las personas, entregando un conjunto
de condiciones básicas de vida que faciliten el ejercicio de los derechos no restringidos por la
reclusión.

- Fomentar conductas, habilidades, destrezas y capacidades que incrementen las probabilidades


de reinserción social de la población penal, involucrando en este proceso a sus familias,
instituciones, empresas y comunidad en general.

En cuanto al personal de la institución, el total de funcionarios/as al segundo semestre de 2017 es


de 18.719 personas; de ellas, 1.001 corresponden a la planta de oficiales penitenciarios, 14.234 a la
planta de suboficiales y gendarmes y 3.484 a la planta de directivos, profesionales, técnicos,
administrativos y auxiliares.

La labor de Gendarmería se desarrolla a través de tres subsistemas:

- Cerrado: Conjunto de procesos y procedimientos en los que participan las personas que
ingresan al sistema penitenciario, privadas de libertad por disposición de los tribunales
competentes, en aplicación de la medida cautelar de prisión preventiva, cumplimiento de pena
privativa de libertad o cumplimiento de una medida de apremio.
- Abierto: Conjunto de procesos y procedimientos en los que participan las personas que
ingresan al sistema penitenciario, condenadas por disposición de los tribunales competentes,
en cumplimiento de una pena sustitutiva a la pena privativa o restrictiva de libertad.
- Postpenitenciario: Conjunto de procesos y procedimientos en los que participan las personas
que han egresado de los subsistemas cerrado o abierto y que han accedido a un control que les
permite eliminar sus antecedentes prontuariales o a la conmutación del saldo de una pena
privativa o restrictiva.

Al 31 de diciembre de 2017, Gendarmería de Chile tenía a su cargo a 139.459 personas a su cargo,


distribuidas en los tres subsistemas de atención del siguiente modo (Tabla 1):

4
Tabla 1: Población atendida al 31 de diciembre de 2017
Sistema de atención Hombre Mujer Total %
Cerrado 45.963 4.145 50.108 35.9
Abierto 51.892 8.492 60.384 43.3
Postpenitenciario 26.061 2.906 28.967 20.8
Total 123.916 15.543 139.459 100%
Fuente: Gendarmería de Chile

Como se aprecia en la tabla 1, 50.108 personas se encuentran adscritas al sistema cerrado en alguna
de las 84 cárceles (8 de ellas concesionadas) y 21 Centros de Educación y Trabajo (CET) 3. Del total
de la población en régimen cerrado el 66.5% se encuentra recluida en unidades tradicionales y el
33.5% en unidades de tipo concesionadas4.

En cuanto a la edad de la población recluida, el 58,7% tiene entre 20 y 34 años de edad. Respecto a
la población catalogada como adulto mayor, al 4 de enero de 2018, se encuentran privados de
libertad 1.004 hombres y 108 mujeres mayores de 60 años de edad. 5

Dentro de los productos estratégicos de la institución se encuentra, además de la vigilancia y


asistencia, la atención de las personas bajo su custodia, entendida como la acción a través de la cual
el Servicio, directamente o a través de terceros, les proporciona un conjunto de condiciones básicas
en materia de infraestructura, higiene ambiental, alimentación, vestuario personal y ropa de cama,
aseo personal, atención de salud, facilidades de comunicación, atención espiritual, acceso a la
educación, al trabajo, a la cultura, a la información, al deporte y recreación, de las que ha sido
privada como consecuencia de la reclusión, para aminorar el deterioro físico y psicológico que
pudiera causarles, evitar causar daños innecesarios y facilitar el ejercicio de los derechos no
restringidos por la reclusión.

Así, Gendarmería de Chile es la encargada de brindar, ya sea directamente o a través de terceros, la


atención en materia de salud que requieren las personas que se encuentran bajo su vigilancia. Lo
anterior concuerda con lo señalado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, respecto
al deber del Estado de proveer servicios de salud a las personas sometidas a su custodia, la cual es
una obligación que deriva directamente de su deber de garantizar los derechos a la vida e integridad
personal de las personas privadas de libertad, y que dicha responsabilidad internacional se mantiene
aún en el supuesto de que tales servicios sean provistos en las cárceles por agentes privados.6

3
De esa población, 6.873 personas se encontraban al 31 de marzo de 2019 con Libertad Condicional. De ellas,
427 son mujeres.
4
Las Unidades Penales del subsistema cerrado se distinguen, según la institucionalidad que los administran
en: (1) tradicionales, que son construidas, custodiadas y administradas enteramente con recursos del Estado,
y en los que la oferta de servicios y programas también es provista enteramente por el Estado; y (2)
concesionadas, que son construidas con recursos de una Sociedad Concesionaria privada, pero administradas
y custodiadas con recursos del Estado, el que además paga al concesionario por la disponibilidad de la
infraestructura, que compensa el costo de la construcción y mantenimiento, y la operación de los servicios
asociados a ésta (como alimentación, lavandería, aseo y atenciones de salud).
5
Boletín Estadístico N° 70, Subdirección Técnica, Gendarmería de Chile.
6
Informe sobre los derechos humanos de las personas privadas de libertad en las Américas, Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, 2011.

5
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud es un estado de completo bienestar físico,
mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Asimismo, La
Constitución de la OMS afirma que el goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno
de los derechos fundamentales de todo ser humano, el que incluye el acceso oportuno, aceptable y
asequible a servicios de atención de salud de calidad suficiente.

Asimismo, el Principio X de los Principios y Buenas Prácticas sobre la Protección de las Personas
Privadas de Libertad en las Américas, de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, señala
que “Las personas privadas de libertad tendrán derecho a la salud, entendida como el disfrute del
más alto nivel posible de bienestar físico, mental y social, que incluye, entre otros, la atención
médica, psiquiátrica y odontológica adecuada; la disponibilidad permanente de personal médico
idóneo e imparcial; el acceso a tratamiento y medicamentos apropiados y gratuitos; la
implementación de programas de educación y promoción en salud, inmunización, prevención y
tratamiento de enfermedades infecciosas, endémicas y de otra índole; y las medidas especiales para
satisfacer las necesidades particulares de salud de las personas privadas de libertad pertenecientes
a grupos vulnerables o de alto riesgo, tales como: las personas adultas mayores, las mujeres, los
niños y las niñas, las personas con discapacidad, las personas portadoras del VIH-SIDA, tuberculosis,
y las personas con enfermedades en fase terminal. El tratamiento deberá basarse en principios
científicos y aplicar las mejores prácticas.” Además, se deberá respetar los principios siguientes:
confidencialidad de la información médica, autonomía de los pacientes respecto de su propia salud
y consentimiento informado en la relación médico-paciente.

En el contexto de privación de libertad, la sanidad penitenciaria se refiere a toda actividad


promovida desde la prisión para la prevención y restauración de la salud de las personas recluidas,
cuyas necesidades en salud son mucho mayores que las de la comunidad en su conjunto, resultando
en una alta demanda de servicios de atención primaria en la cárcel. 7

La sobrepoblación presente en algunos recintos penales, las condiciones de reclusión y la carencia


de infraestructura y recursos humanos, contribuyen, entre otros factores, a que la atención de salud
al interior de las cárceles chilenas presente deficiencias.

Cabe recordar que, al momento de ingresar a la cárcel, las personas sólo son privadas de su libertad
ambulatoria y por lo tanto, el Estado debe velar porque no se restrinjan otros derechos de aquellos
señalados en la sentencia condenatoria. Por ello, el Estado debe vigilar que la atención de salud que
reciben las personas recluidas tengan estándares de calidad similares a los que puede acceder
cualquier persona estando en libertad, y su condición de recluida no debe ser justificación para
limitar la asistencia sanitaria.

7
Osses-Paredes, C., & Riquelme-Pereira, N. (2013). Situación de salud de reclusos de un centro de
cumplimiento penitenciario, Chile. Revista Española de Sanidad Penitenciaria, 15(3):98-104. Recuperado de
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1575-06202013000300003&lng=es&tlng=es.

6
III. MARCO INTERNACIONAL PARA LA ATENCIÓN DE LA POBLACIÓN PRIVADA DE LIBERTAD

En distintos instrumentos internacionales se hace referencia a la responsabilidad del Estado de


garantizar la protección de la salud desde que una persona es detenida.8 Las Reglas Mínimas de las
Naciones Unidas para el tratamiento de los reclusos, conocidas como Reglas Mandela, establecen
en sus principios fundamentales que todos los reclusos/as serán tratados/as con el respeto que
merecen su dignidad y valor intrínsecos en cuanto seres humanos.

Respecto a la atención de salud de las personas privadas de libertad, establece en su regla N° 24 que
es una responsabilidad del Estado, con los mismos estándares de atención sanitaria que estén
disponibles en la comunidad exterior y con acceso gratuito 9. La organización de los servicios médicos
deberá realizarse en estrecha vinculación con la administración del servicio de salud pública general,
y de un modo tal, que se logre la continuidad exterior del tratamiento y la atención 10.

Las Reglas Mandela desarrollan las condiciones, en materia de Servicios Médicos, que deben estar
presentes en la privación de libertad:

- Todo establecimiento debe contar con un servicio de atención sanitaria encargado de evaluar,
promover, proteger y mejorar la salud física y mental, y estará formado por un equipo
interdisciplinar con suficiente personal calificado que actúe con plena independencia clínica y
posea suficientes conocimientos especializados en psicología y psiquiatría. Todo recluso tendrá
acceso a los servicios de un dentista calificado (Regla 25).

- El servicio de atención de la salud preparará y mantendrá historiales médicos correctos,


actualizados y confidenciales de todas las personas privadas de libertad, y se deberá permitir el
acceso a su propio historial o podrá facultar a un tercero para acceder a su historial médico. En
caso de traslado, el historial médico se remitirá a los servicios de atención de la salud de la
institución receptora y permanecerá sujeto al principio de confidencialidad médica (Regla 26).

- Los establecimientos penitenciarios facilitarán a las personas privadas de libertad acceso rápido
a atención médica en casos urgentes. En caso que requieran cuidados especiales o cirugía serán
trasladados a establecimientos especializados o a hospitales civiles. Cuando el establecimiento

8
Declaración Universal de los Derechos Humanos, 1948; Convención Americana sobre Derechos Humanos,
1969; Conjunto de Principios para la protección de todas las personas sometidas a cualquier forma de
detención o prisión, 1988; Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos, 2015.
9
En este mismo sentido, los Principios de Ética Médica Aplicables a la Función del Personal de Salud,
Especialmente los Médicos, en la protección de Personas Presas y Detenidas contra la Tortura y otros Tratos
o Penas Crueles, Inhumanas o Degradantes, adoptados por la Asamblea General de la ONU, en su Resolución
37/194, del 18 de diciembre de 1982, señala: “Principio 1. El personal de salud, especialmente los médicos,
encargado de la atención médica de personas presas o detenidas tiene el deber de brindar protección a la
salud física y mental de dichas personas y de tratar sus enfermedades al mismo nivel de calidad que brindan
a las personas que no están presas o detenidas.”
10
Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos, 2015 y en el mismo sentido,
Principio X, Principios y Buenas Prácticas sobre la Protección de las Personas Privadas de Libertad en las
Américas, Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

7
tenga sus propios servicios de hospital, contará con el personal y el equipo adecuados para
proporcionar el tratamiento y la atención que corresponda a las personas privadas de libertad.
Solo podrán tomar decisiones médicas los profesionales de la salud competentes, y el personal
penitenciario no sanitario no podrá desestimar ni desoír esas decisiones. (Reglas 27)

- Al momento de ingresar al establecimiento penitenciario se deberá examinar a la persona, a fin


de detectar sus necesidades de salud, malos tratos sufridos antes del ingreso, detectar todo
indicio de estrés psicológico o de otra índole causado por la reclusión, incluidos el riesgo de
suicidio o autolesión y el síndrome de abstinencia resultante del uso de drogas, medicamentos
o alcohol, facilitar a quienes se sospeche que sufren enfermedades contagiosas aislamiento
médico y un tratamiento apropiado durante el período de infección y determinar la capacidad
física para trabajar, hacer ejercicio y participar en otras actividades. (Regla 30).

En el caso de mujeres privadas de libertad, tanto las Reglas Mandela como las Reglas de las Naciones
Unidas para el tratamiento de las reclusas y medidas no privativas de la libertad para las mujeres
delincuentes (Reglas de Bangkok), regulan la situación particular de esta población y también de
aquellas que deciden estar privadas de libertad con sus hijos o hijas.

Las Reglas de Bangkok señalan que se brindarán a las reclusas servicios de atención de salud
orientados expresamente a la mujer y, como mínimo, equivalentes a los que se prestan en la
comunidad; y tendrán el mismo acceso que las mujeres de su edad no privadas de libertad a
intervenciones de atención preventiva de la salud pertinentes a su género, como pruebas de
Papanicolau y exámenes para la detección de cáncer de mama y otros tipos de cáncer que afecten
a la mujer (Regla 10 y 18).

Además, las Reglas Mandela establecen que habrá instalaciones especiales para el cuidado y
tratamiento de las reclusas durante su embarazo, así como durante el parto e inmediatamente
después. En la medida de lo posible, se procurará que el parto tenga lugar en un hospital civil. Si el
niño nace en prisión, no se hará constar ese hecho en su partida de nacimiento.

En caso de que la mujer esté privada de libertad con su hijo o hija menor de edad, se dispondrán de
servicios permanentes de atención de salud, y su desarrollo será supervisado por especialistas, en
colaboración con los servicios de salud de la comunidad. En la medida de lo posible, el entorno
previsto para la crianza de esos niños será el mismo que el de los niños que no viven en centros
penitenciarios. El o la menor nunca debe ser tratado/a como recluso/a.

Además de la atención médica propiamente tal, las Reglas Mandela prescriben en su Regla 35 que
el médico o el organismo de salud pública competente hará inspecciones periódicas y asesorará al
director del establecimiento penitenciario con respecto a:

a) la cantidad, calidad, preparación y distribución de los alimentos;


b) la higiene y el aseo de las instalaciones y de los reclusos;
c) las condiciones de saneamiento, climatización, iluminación y ventilación;
d) la calidad y el aseo de la ropa y la cama de los reclusos;
e) la observancia de las reglas relativas a la educación física y la práctica deportiva cuando estas
actividades no sean organizadas por personal especializado.

8
Esta Regla busca que un ente externo se encargue de supervisar y entregar recomendaciones a la
autoridad penitenciaria en una serie de aspectos que impactan directamente en la salud de las
personas privadas de libertad.

Al igual que la normativa antes citada, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Corte
Interamericana de Derechos Humanos han señalado la responsabilidad que tiene el Estado, como
garante de la salud de las personas privadas de libertad. Incluso “si una persona fuera detenida en
buen estado de salud y posteriormente, muriera, recae en el Estado la obligación de proveer una
explicación satisfactoria y convincente de lo sucedido y desvirtuar las alegaciones sobre su
responsabilidad, mediante elementos probatorios válidos, ya que en su condición de garante el
Estado tiene tanto la responsabilidad de garantizar los derechos del individuo bajo su custodia como
la de proveer la información y las pruebas relacionadas con el destino que ha tenido la persona
detenida.”11

La Corte ha señalado que la provisión de atención médica adecuada es un requisito material mínimo
e indispensable que debe ser cumplido por el Estado, para garantizar un trato humano a las personas
bajo su custodia. La pérdida de libertad no debe representar jamás la pérdida del derecho a la salud.
Del mismo modo, tampoco es tolerable que el encarcelamiento agregue enfermedad y
padecimientos físicos y mentales adicionales a la privación de libertad. 12

Cabe recordar que en Chile, existe un sistema mixto de administración de recintos penales, con
cárceles operadas enteramente con recursos del Estado y cárceles concesionadas. Sobre este punto,
la Comisión Interamericana indica que aun en aquellos casos en los que el Estado ha delegado la
prestación de los servicios de salud de las cárceles en empresas o agentes privados, el mismo sigue
siendo responsable por la prestación adecuada de tales servicios.

Esto tiene su fundamento general en la doctrina ampliamente desarrollada y asentada en el Sistema


Interamericano, según la cual los Estados no sólo son responsables por las acciones directas de sus
agentes, sino también por la de terceros particulares cuando éstos actúan a instancias suyas, o con
su tolerancia o aquiescencia.

Por último, la Comisión Interamericana recalca la estrecha coordinación que debe existir con el
sistema de salud pública, de manera que las políticas y prácticas de salud pública sean incorporadas
en los lugares de privación de libertad. Ello porque las prisiones y centros de detención no son
recintos aislados y cerrados en sí mismos, sino que son lugares en los que existe un constante flujo
de personas, existiendo un alto riesgo de propagación de las enfermedades transmisibles presentes
en los mismos (como VIH/SIDA, tuberculosis, hepatitis, enfermedades de transmisión sexual y otras

11
Corte I.D.H., Caso Juan Humberto Sánchez Vs. Honduras. Sentencia de 7 de junio de 2003. Serie C No. 99,
párr. 111
12
Informe sobre los derechos humanos de las personas privadas de libertad en las Américas, Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, 2011.

9
enfermedades infectocontagiosas desatendidas) que pueden llegar a afectar gravemente a las
comunidades situadas en el entorno de estos establecimientos y a la población en general. 13

IV. MARCO NACIONAL PARA LA ATENCIÓN DE SALUD DE LA POBLACIÓN PRIVADA DE LIBERTAD

En la legislación nacional, el derecho a la salud de las personas privadas de libertad se contempla


específicamente en la Ley Orgánica de Gendarmería de Chile (Decreto Ley N° 2.859), y en el
Reglamento de Establecimientos Penitenciarios.

La Ley Orgánica de Gendarmería establece, en su artículo 20, que “Los establecimientos regidos por
el Capítulo II del Libro I del decreto con fuerza de ley N° 1, de 2005, del Ministerio de Salud,
Subsecretaría de Salud Pública 14 prestarán atención sanitaria gratuita a las personas detenidas o
privadas de libertad sometidas a la guarda de Gendarmería, a menos que ellos tengan derecho a la
misma en virtud de su afiliación previsional o por otra causa. Lo anterior es sin perjuicio de la
atención que a tales personas puedan prestar los Centros Médicos de Gendarmería de Chile, la cual
se hará extensiva al personal de la institución.”

Esta norma entrega el marco general, en cuanto a la atención de salud de las personas recluidas,
señalando que se atenderán de manera gratuita en cualquier recinto de salud pública del país, salvo
que ellas tengan derechos a la misma en virtud de su afiliación previsional u otra causa. Esta
atención es sin perjuicio de aquella que presta Gendarmería al interior de los recintos penales.

El Reglamento de Establecimientos Penitenciarios15 establece en su artículo 34 que las personas


privadas de libertad que requieran tratamiento y hospitalización serán atendidas en los dispositivos
de salud con que cuente el establecimiento, tanto en el sistema tradicional como en el
concesionado. En el artículo siguiente, establece la excepcionalidad que recae en el Director
Regional respectivo para autorizar la internación de las personas privadas de libertad en
establecimientos de salud externos, previo certificación del personal médico del servicio, en casos
de urgencias médicas que requieran atención o cuidados médicos especializados no se puedan
otorgar en la unidad médica del establecimiento o en casos que, no tratándose de urgencias
médicas, la persona privada de libertad requiera atenciones médicas que no pueden ser otorgadas
por el establecimiento.

En el artículo 36 del mismo Reglamento se establece, entre otras cosas, que las personas privadas
de libertad que concurran a establecimientos de salud externo, serán otorgadas por los
establecimientos hospitalarios públicos, a menos que la persona desee ser atendida por
establecimientos de salud privado y cuente con los recursos para financiar dicha atención.

13
Informe sobre los derechos humanos de las personas privadas de libertad en las Américas, Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, 2011.
14
Regula los Servicios de Salud, que tienen a su cargo la articulación, gestión y desarrollo de la Red Asistencial
correspondiente, para la ejecución de las acciones integradas de fomento, protección y recuperación de la
salud y rehabilitación de las personas enfermas.
15
Decreto N° 518, Aprueba Reglamento de Establecimientos Penitenciarios, 1998

10
1. ATENCIÓN DEL SISTEMA DE SALUD EN CHILE

El Ministerio de Salud es la autoridad sanitaria nacional, con funciones referidas a la formulación,


fijación y control de las políticas de salud, estableciendo normas, evaluando y controlando la
organización de la atención de salud de toda la población 16. La siguiente Figura exhibe la
institucionalidad del sistema de salud chileno.

Fuente: Sistema público de salud, situación actual y proyecciones fiscales 2013-2050, Dipres, 2013

El sistema de salud chileno es mixto, es decir, coexisten dos subsistemas de salud, uno público y
otro privado. El Fondo Nacional de Salud es el organismo público encargado de otorgar cobertura
de atención a su población beneficiaria, la que alcanzó en 2016 a 13.598.639 beneficiarios,
aproximadamente el 80% de la población del país. El sistema privado está en manos de las

16
Sistema público de salud, situación actual y proyecciones fiscales 2013-2050, Dirección de Presupuestos,
Gobierno de Chile, 2013.

11
Instituciones de Salud Previsional, cuya población beneficiaria alcanzó a 3.427.665 personas, el 20%
de la población aproximadamente17 18.

Entonces, la salud pública opera a través de un Seguro Social de Salud administrado por el Fondo
Nacional de Salud (FONASA), sobre la base de un esquema de reparto, que se financia con el aporte
de sus afiliados(as) trabajadores(as) y con recursos del Estado, provenientes de los impuestos
generales de la nación. La cobertura que otorga este esquema es independiente del monto de la
cotización, siendo la misma para todos los/las afiliados/as, no importando el tamaño del grupo
familiar cubierto en la red pública institucional.

La salud privada está conformada por las Instituciones de Salud Previsional (ISAPRE) y por
Proveedores Privados de Salud. La ISAPRE opera como un sistema de seguros de salud basado en
contratos individuales, en el que los beneficios otorgados obedecen directamente al plan
contratado, que dependen, entre otras variables, del sexo, la edad y la preexistencia de
enfermedades de sus afiliados/as.

El DFL N°1 de 2005, que Fija texto refundido, coordinado y sistematizado del decreto ley N° 2.763,
de 1979 y de las leyes N° 18.933 y N° 18.469 en relación al Sistema de Salud en Chile, establece en
su Libro II la regulación del ejercicio del derecho constitucional a la protección de la salud y crea el
régimen de prestaciones de salud. El ejercicio del derecho constitucional a la protección de la salud
comprende el libre e igualitario acceso a las acciones de promoción, protección y recuperación de
la salud y a aquéllas que estén destinadas a la rehabilitación del individuo, así como la libertad de
elegir el sistema de salud estatal o privado al cual cada persona desee acogerse. Los
establecimientos asistenciales del Sistema Nacional de Servicios de Salud no podrán negar atención
a quienes la requieran, ni condicionarla al pago previo de las tarifas o aranceles fijados a este efecto,
sin perjuicio de lo prescrito en los artículos 146 y 159. Los organismos que integran el Sistema
Nacional de Servicios de Salud son responsables de la ejecución de las acciones que tiendan a
asegurar la salud de los habitantes de la República. Además, establece el Régimen de Prestaciones
de Salud, cuyos beneficiarios/as tendrán derecho a las acciones de salud previstas en esa normativa.

En lo que respecta al sistema público de salud, y tal como lo señala el artículo 159 del DFL N°1 de
2005 del Ministerio de Salud, los afiliados y afiliadas, con las excepciones que establece la ley, deben
contribuir al financiamiento del valor de las prestaciones y atenciones que ellos, y sus respectivos
beneficiarios/as, soliciten y reciban del Régimen.

La población beneficiaria del Fondo Nacional de Salud (FONASA) y del Régimen General de
Prestaciones, se clasifica, de acuerdo a lo establecido en el artículo 160, según su nivel de ingreso,
en los siguientes grupos:

- Grupo A: Personas indigentes o carentes de recursos, beneficiarios de pensiones asistenciales a


que se refiere el DL N°869, de 1975, y causantes del subsidio familiar establecido en la Ley
N°18.020. Este grupo de personas tiene un porcentaje de copago de 0%.

17
Superintendencia de Salud, documentación Cartera de Beneficiarios, 2016.
18
Un porcentaje menor está afiliado a los sistemas de salud perteneciente a las Fuerzas Armadas y de Orden
y Seguridad.

12
- Grupo B: Afiliados/as cuyo ingreso mensual no exceda del ingreso mínimo mensual aplicable a
los/las trabajadores/as mayores de dieciocho años de edad y menores de sesenta y cinco años
de edad. Este grupo también tiene un porcentaje de copago de 0%.

- Grupo C: Afiliados cuyo ingreso mensual sea superior al ingreso mínimo mensual aplicable a los
trabajadores/as mayores de dieciocho años de edad y menores de sesenta y cinco años de edad
y no exceda de 1,46 veces dicho monto, salvo que los beneficiarios/as que de ellos o ellas
dependan sean tres o más, caso en el cual serán considerados en el Grupo B. El porcentaje de
copago de este grupo es de 10%.

- Grupo D: Afiliados cuyo ingreso mensual sea superior en 1,46 veces al ingreso mínimo mensual
aplicable a los trabajadores/as mayores de dieciocho años de edad y menores de sesenta y cinco
años de edad, siempre que los beneficiarios/as que de ellos o ellas dependan no sean más de
dos. Si los beneficiarios/as que de ellos o ellas dependan son tres o más, serán considerados en
el Grupo C. El porcentaje de copago corresponde al 20%.

De acuerdo a lo anterior, las personas privadas de libertad, en tanto no estén cotizando en FONASA,
ISAPRE u otro sistema previsional de salud, previa acreditación de su situación, serán considerados
beneficiarios FONASA A, es decir, carentes de recursos. En esta calidad, tendrán derechos a todas
las prestaciones establecidas dentro del Régimen General, en todo aquello que por capacidad
resolutiva los dispositivos de salud de Gendarmería no pueden otorgar.

2. ATENCIÓN DE SALUD DE GENDARMERIA DE CHILE

El Departamento de Salud de Gendarmería de Chile tiene como objetivo administrar y coordinar los
recursos destinados a otorgar prestaciones de salud a las personas privadas de libertad y al personal
de servicio, de conformidad a lo establecido en la ley orgánica de Gendarmería y en la normativa
aplicable.

La estructura general del Departamento se conforma por la sección de Salud Penitenciaria, el


Subdepartamento Salud del Personal, la Comisión Médica y la Unidad de Control de Gestión.

Las tareas específicas que dicen relación con la atención de salud de las personas privadas de
libertad son:

a) Coordinar con el Departamento de Reinserción Social en el Sistema Cerrado dependiente de la


Subdirección Técnica, las acciones y programas de fomento, recuperación y rehabilitación de
la salud de las personas privadas de libertad, así como, aquellas destinadas a prevenir los
riesgos para su salud física y mental.
b) Organizar y coordinar el funcionamiento de los establecimientos de salud administrados por el
Servicio.

13
La Sección de Salud Penitenciaria está compuesta por 78 enfermerías repartidas en 87 recintos
penitenciarios existentes a nivel nacional (ver Tabla 2) 19. Además cuenta con un hospital penal en
la región metropolitana y dos enfermerías con salas de observación, ubicados en la región de
Valparaíso y la región del Biobío.

Según lo informado por Gendarmería de Chile, existen dos modalidades de contratación para los
funcionarios/as que se desempeñan dentro del sistema de salud de la institución. Por un lado están
los o las profesionales médicos y odontólogos/as contratados por horas de prestación, y por otro lado
los demás profesionales de la salud, técnicos/as, administrativos/as y auxiliares, quienes son
contratados por cupos20. La Tabla 3 exhibe las horas de atención contratadas por Gendarmería de
médicos, odontólogos/as y químico farmacéuticos/as, según lo estipulado en Ley N°15.076.

Tabla 2: Distribución de Dispositivos de Salud y Población objetivo a nivel nacional 21


Unidades Población Penal a Atender N° N° Salas N°
Región
Penales M F Total Enfermerías observación Camas
Arica y Parinacota 1 1.854 281 2.135 1 2 15
Tarapacá 2 2.089 447 2.536 2 2 4
Antofagasta 5 2.209 278 2.487 5 1 0
Atacama 3 792 74 866 3 2 0
Coquimbo 4 2.004 124 2.128 4 3 0
Valparaíso 10 4.569 362 4.931 9 8 18
O´Higgins 4 1.983 178 2.161 3 0 0
Maule 11 1.955 129 2.084 7 5 25
Biobío 13 2.941 219 3.160 12 2 12
Araucanía 11 1.572 74 1.646 11 8 35
Los Ríos 3 1.002 62 1.064 2 0 0
Los Lagos 4 1.616 80 1.696 3 0 0
Aysén 4 256 10 266 4 0 0
Magallanes 3 352 20 372 3 1 1
Metropolitana 9 14.301 1.394 15.695 9 6 21
Total 87 39.495 3.732 43.227 78 40 131
Fuente: Departamento de Salud Gendarmería de Chile al 31/12/2017

19
Departamento de Salud. Gendarmería de Chile. 2018
20
Informe de salud penitenciaria, 2015. Gendarmería de Chile.

21
Población en abstracto, considera toda la población penal de la región y no a la correspondiente al
establecimiento penal en que se encuentra la enfermería en cuestión.

14
Tabla 3: Horas de atención de médicos, odontólogos y químico farmacéuticos, según Ley N°
15.076
Expresado en Horas
Región
Médicos Odontólogos Químico Farmacéuticos
Arica y Parinacota 22 11 44
Tarapacá 17,6 11 0
Antofagasta 0 33 0
Atacama 22 22 0
Coquimbo 0 11 0
Valparaíso 104 160 44
O´Higgins 22 44 0
Maule 55 143 44
Biobío 77 187 44
Araucanía 78 22 44
Los Ríos 11 5,5 0
Los Lagos 44 33 0
Aysén 11 22 0
Magallanes 11 11 0
Metropolitana 91,3 229 44
Total 565,9 944,5 264
Fuente: Departamento de Salud Gendarmería de Chile al 31/12/2017

3. ATENCIONES EN LOS DISPOSITIVOS DE SALUD DE GENDARMERÍA DE CHILE A NIVEL NACIONAL

La atención en los dispositivos de salud del servicio se presta básicamente en dos líneas, la primera
es la que se entrega en las Unidades Penales, la cual se caracteriza por ser una atención primaria y
que consta de atención de técnicos paramédicos/as, médicos generales y odontólogos/as. Por otro
lado están las atenciones que se prestan en el Hospital Penitenciario de la región metropolitana22,
las cuales son de carácter primario y secundario. En estos recintos se puede encontrar:

a) Atención Médica de Urgencia


b) Atención Médica por especialidad, sólo en el caso del Hospital Penitenciario, que incluye horas
de Medicina Interna, Cirugía, Traumatología, Psiquiatría y Otorrinolaringología.
c) Atención Dental,
d) Kinesiología.
e) Laboratorio Clínico, servicio de Rayos y Ecografía

22
La atención del hospital penitenciario cubre a la población penal de la región metropolitana y es el referente
nacional.

15
4. MODELO DE ATENCIÓN EN UNIDADES PENALES23

De los múltiples planes y programas implementados por el Ministerio de Salud chileno, Gendarmería
ha implementado los siguientes en el nivel operativo local:

- Programa nacional de control y eliminación de la TBC.


- Programa de prevención y control del VIH/SIDA, ITS, Hepatitis B y C.
- Programa nacional de las personas adultas mayores (excepto entrega de suplementos
nutricionales).
- Programa de Salud de la Mujer.

Todas las personas que ingresan a una Unidad Penal son evaluadas por el personal de salud, quienes
aplican una ficha estandarizada de chequeo de la condición de salud. En caso de presentar
enfermedades transmisibles, se les ingresa a la lista de pacientes que han de mantenerse en control
y tratamiento, dependiendo de la enfermedad de base. En caso de presentar enfermedades no
transmisibles, se les deriva al dispositivo de salud correspondiente, según el flujograma que se
presenta en la Figura 2.

23
Informe de salud penitenciaria, 2015. Gendarmería de Chile.

16
Fuente: Elaboración propia.

La distribución de las prestaciones de salud primaria otorgadas durante el año 2016 a las personas
privadas de libertad en las Unidades Penales chilenas, desagregadas según tipo de prestador, se
expone en la siguiente tabla.

17
Tabla 4: distribución de las prestaciones de salud primaria otorgadas durante el año 2016 a las
personas privadas de libertad en las Unidades Penales chilenas
Tipo de Prestador N° De Atenciones % Del Total
Médico (a) 39.240 1,3
Odontólogo(a) 66.897 2,2
Matrón (a) 25.207 0,8
Enfermero (a) 72.036 2,3
Técnico Paramédico 2.866.542 93,4
Total 3.069.922 100%
Fuente: Elaboración propia con datos aportados por el Departamento de Salud.

La mayoría de las prestaciones que se brinda al interior de los EP chilenos corresponde al ámbito
primario (93,4%). Los principales prestadores de este tipo de atenciones son los Técnicos
Paramédicos. Por último, de todas las prestaciones realizadas, el 2,2% corresponde al control
primario de salud que se debe realizar a todos los nuevos ingresos a prisión (68.561 en el año 2016).

Por último, la Tabla 5 exhibe el número de atenciones odontológicas brindadas a personas privadas
de libertad, por Región del país, en el año 2017.

Tabla 5: Número de atenciones odontológicas a nivel nacional (Al 31/12/2017)


Regiones Atenciones Odontológicas*
Arica y Parinacota 3.419
Tarapacá 567
Antofagasta 3.689
Atacama 657
Coquimbo 809
Valparaíso 6.559
O´Higgins 1.892
Maule 5.916
Biobío 10.368
Araucanía 4.535
Los Ríos 345
Los Lagos 592
Aysén 1.441
Magallanes 880
Metropolitana 21.130
Total 62.799
*Brindadas por la totalidad de Odontólogos/as, tanto contratados por horas como por cupos.
Fuente: Departamento de Salud Gendarmería de Chile al 31/12/2017

En el caso de las prestaciones de salud en el ámbito de las cárceles concesionadas el objetivo general
del servicio de salud es el de mantener a la población privada de libertad en condiciones normales
de salud, brindando una atención oportuna al interior del penal y promoviendo campañas
destinadas a la prevención.

18
El proceso de Concesión de infraestructura penitenciaria se realizó en tres grupos, que abarcan las
ocho cárceles concesionadas actualmente en funcionamiento.

El informe de estado mensual de la concesión del Grupo 1, correspondiente a los establecimientos


penitenciarios de Alto Hospicio, La Serena y Rancagua, se refiere al tema de salud 24 (ver Tabla 6).

Tabla 6: Atenciones del sistema de salud en cárceles concesionadas Grupo 1 por año25
Atenciones 2015 2016 2017 2018 (enero)
Medicina General 29.283 25.765 21.425 1.611
Enfermería 56.166 63.862 48.019 4.074
Especialidades 27.016 25.755 20.032 1.791
Total 112.465 115.382 89.476 7.476
Fuente: Elaboración propia, en base a Informe mensual a enero 2018 del Grupo 1

El informe de estado mensual de la concesión del Grupo 2, correspondiente a los establecimientos


penitenciarios de Antofagasta y Concepción, se refiere al tema de salud26 (ver Tabla 7).

Tabla 7: Atenciones del sistema de salud por especialidades en cárceles concesionadas Grupo
227, año 2017
Atenciones N° %
Medicina General 7.427 33,30%
Psiquiatría 1.951 8,75%
Traumatología 1.564 7,01%
Urología 298 1,34%
Medicina Interna 566 2,54%
Dermatología 483 2,17%
Oftalmología 451 2,02%
Kinesiología 4.037 18,10%
Odontología 3.536 15,85%
Tecnólogo médico 961 4,31%
Nutricionista 1.029 4,61%
Total 20.621 100%
Fuente: Elaboración propia, en base a Informe mensual a diciembre 2017 del Grupo 2

El informe de estado mensual de la concesión del Grupo 3, correspondiente a los establecimientos


penitenciarios de Santiago 1, Valdivia y Puerto Montt, se refiere al tema de salud28 (ver Tabla 8).

24
Informe mensual a enero 2018 del Grupo 1 (CP Alto Hospicio, CP La Serena y CP Rancagua), disponible en:
http://www.concesiones.cl/proyectos/Paginas/detalleExplotacion.aspx?item=84
25
Población recluida al 31/03/2018 en establecimientos del Grupo 1: 5.966 personas privadas de libertad.
26
Informe mensual a diciembre 2017 del Grupo 2 (CP Antofagasta y CP Concepción), disponible en:
http://www.concesiones.cl/proyectos/Paginas/detalleExplotacion.aspx?item=132
27
Población recluida al 31/03/2018 en establecimientos del Grupo 2: 2.672 personas privadas de libertad.
28
Informe mensual a octubre 2017 del Grupo 3 (CDP Santiago 1, CP Valdivia y CP Puerto Montt), disponible
en: http://www.concesiones.cl/proyectos/Paginas/detalleExplotacion.aspx?item=85

19
Tabla 8: Atenciones del sistema de salud por especialidades en cárceles concesionadas Grupo 3 29
Atenciones N° de atenciones a octubre de 2017 %
Medicina General 16.143 57,02%
Odontología 4.175 14,7%
Kinesiología 2.278 8,05%
Nutricionista 627 2,21%
Obstetricia 413 1,46%
Ginecología 15 0,05%
Pediatría 13 0,05%
Psiquiatría 3.116 11,01%
Traumatología 1.114 3,94%
Medicina Interna 300 1,06%
Dermatología 0 0,00%
Oftalmología 116 0,41%
Urología 0 0,00%
Total 28.310 100%
Fuente: Elaboración propia, en base a Informe mensual a octubre 2017 del Grupo 3

5. SALIDAS A HOSPITALES EXTERNOS DESDE GENDARMERÍA DE CHILE

A nivel nacional, las salidas de personas privadas de libertad se pueden clasificar en cuatro grupos;
estas son: servicios de urgencia, por hospitalizaciones, por necesidad de atenderse con alguna
especialidad médica y salidas para realizarse exámenes u otros procedimientos específicos. Durante
el período 2017 Gendarmería de Chile da cuenta de un total de 33.486 salidas, donde las más
relevantes son atenciones odontológicas, medicina general, oftalmología y traumatología.

Tabla 9: Salidas de Unidades Penales según tipo de atenciones de salud


Atención de salud N°
Servicios de Urgencia 6.788
Hospitalizaciones 756
Especialidades Médicas 16.050
Exámenes y tratamientos específicos 9.892
Total 33.486
Fuente: Departamento de Salud Gendarmería de Chile al 31/12/2017

29
Población recluida al 31/03/2018 en establecimientos de Grupo 3: 5.965 personas privadas de libertad.

20
Tabla 10: Salidas para atenciones de salud por tipo de prestador
Tipo de prestación N°
Odontología 1.567
Medicina General 1.404
Oftalmología 1.097
Traumatología 1.012
Control hijo/madre 957
Cirugía 954
Fuente: Departamento de Salud Gendarmería de Chile al 31/12/2017

V. CARACTERIZACIÓN DE PATOLOGIAS O ENFERMEDADES NO TRANSMISIBLES Y


TRANSMISIBLES EN LA POBLACIÓN PRIVADA DE LIBERTAD30

1. ENFERMEDADES NO TRANSMISIBLES

En el año 2017 se contabilizaron un total de 3.470 pacientes con enfermedades no transmisibles. El


Gráfico 1 exhibe su distribución por sexo.

En la Tabla 11 se exponen las diez patologías más frecuentes en la población evaluada, presentes en
un total de 3.023 pacientes.

Tabla 11: Enfermedades no transmisibles más frecuentes en población privada de libertad


Patología N° %
Hipertensión Arterial 1.526 50 %
Diabetes no insulino dependiente 557 18 %
Asma obstructiva crónica 321 11 %
Diabetes insulino dependiente 177 6%
Hipercolesterolemia pura 155 5%
Hiperlipidemia mixta 95 3%
Hipotiroidismo 77 3%
Hiperglicidemia pura 51 2%
Obesidad 33 1%
Cáncer 31 1%
Total 3.023 100 %

30
Departamento de Salud de Gendarmería de Chile, Informe al 31 de diciembre de 2017.

21
Fuente: Departamento de Salud Gendarmería de Chile

2. ENFERMEDADES TRANSMISIBLES

• Virus de la Inmunodeficiencia Humana (V.I.H.)

De acuerdo al reporte del Programa de prevención y control de VIH/SIDA e ITS de la Subsecretaría


de Salud Pública del Ministerio de Salud del año 2017, la incidencia acumulada a nivel nacional es
de 29 x 100.000 habitantes.

En el caso de Gendarmería de Chile la incidencia es de 26 casos nuevos en una población penal de


43.227 personas y la incidencia acumulada es de 61 x 100.000 reclusos(as), el doble de la tasa
nacional. Al 31/12/2017, se conocía de 206 reclusos(as) portadores del VIH, de un total de 43.227
reclusos vigentes (0,5% del total). La Tabla 12 expone el número de personas privadas de libertad
con VIH/SIDA que tienen indicación de recibir tratamiento antirretroviral (T.A.R.) en las Unidades
Penales chilenas.

Tabla 12: Tratamiento antirretroviral para el VIH*


Personas privadas de Personas privadas de % personas privadas
libertad con VIH/SIDA libertad con VIH/SIDA y de libertad con TAR
TAR
206 171 83 %
*Según la ONU-SIDA 2017, en América Latina, 4 de cada 5 portadores del virus
conocen su condición, sin embargo, la cifra de personas que tiene acceso al
respectivo tratamiento antirretroviral alcanza, aproximadamente, un 72 %. La
entrega de medicamentos es establecida según criterios del Ministerio de Salud.
Fuente: Departamento de Salud Gendarmería de Chile

• Tuberculosis (TBC)

La Tabla 13 presenta las acciones de prevención de la tuberculosis en el sistema penitenciario.

Tabla 13: Acciones de prevención de la TBC realizadas durante el año 2017


Tipos de acciones de prevención N°
Baciloscopias* 43.227
Derivado proteico purificado al Bacilo de Koch 2.367
Radiografía de tórax** 781
*El porcentaje de baciloscopias en el año 2017 a personas privadas de libertad sintomáticas
respiratorias es de 6,9 % (sintomático respiratorio a individuos con tos por más de 30 días).
**El porcentaje de radiografías de tórax en el año 2017 a personas privadas de libertad es del 1,8 %,
como procedimiento de confirmación diagnóstica.
Fuente: Departamento de Salud Gendarmería de Chile

22
De acuerdo al Ministerio de Salud, en su Informe de Situación Chile 2014 sobre Tuberculosis, indica
que el país tiene una incidencia de tuberculosis cercana a 13 casos por 100.000 habitantes en los
últimos 5 años, produciéndose un estancamiento de la incidencia 31.

La incidencia de tuberculosis en el sistema penitenciario es de 34 casos nuevos en una población


penal de 43.227 personas, con una incidencia acumulada de 80 x 100.000 reclusos(as), seis veces la
tasa nacional. Todos los casos diagnosticados de TBC en Unidades Penales chilenas son tratados.

3. DECESO DE PERSONAS PRIVADAS DE LIBERTAD.

El derecho a la vida constituye un derecho contemplado en los instrumentos del Sistema Universal
e Interamericano de Derechos Humanos y es un presupuesto esencial para el goce de los demás
derechos.

Para cumplir con la obligación de garantizar el derecho a la vida que tienen las personas privadas de
libertad, el Estado deberá rendir cuenta de todo hecho que atente contra sus vidas, acaecido al
interior de los recintos penales del país y adoptar medidas tendientes a prevenir las muertes que
pudieran ocurrir, ya sea por acción u omisión de funcionarios penitenciarios, por riñas entre
privados/as de libertad o por suicidios.

Según datos de Gendarmería de Chile32, las principales causas de decesos de personas privadas de
libertad ocurridos durante el año 2017 se deben a muertes por agresiones entre internos, por
enfermedades y por suicidio. El detalle se informa en la Tabla siguiente:

Tabla 15: Decesos de personas privadas de libertad año 2017 por causas más relevantes
Causa N° %
Por agresiones entre internos/as 48 42,8%
Por enfermedad 44 39,3%
Por suicidio 11 9,8%
Otras causas 7 6,3%
Accidentes 2 1,8%
Total 112 100%

4. PERSONAS PRIVADAS DE LIBERTAD EN SITUACIÓN DE DISCAPACIDAD

A partir de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad de las Naciones
Unidas, en el año 2010 entra en vigencia en Chile la Ley N° 20.422 que establece normas sobre
igualdad de oportunidades e inclusión social de personas con discapacidad cuyo objetivo es
“asegurar el derecho a la igualdad de oportunidades de las personas con discapacidad, con el fin de

31
Tuberculosis. Informe de Situación Chile 2014. Ministerio de Salud 2015.
32
Boletín estadístico Gendarmería de Chile, semana del 16 al 22 de febrero de 2018.

23
obtener su plena inclusión social, asegurando el disfrute de sus derechos y eliminando cualquier
forma de discriminación fundada en la discapacidad”.33

Según datos de Gendarmería de Chile34, la población recluida con capacidades diferentes en


establecimientos penitenciarios del sistema cerrado asciende a 221 personas, según se puede
observar en tabla 14.

Tabla 14: Población recluida con capacidades diferentes según situación procesal
Calidad procesal Mujer Hombre Total
Imputados/as 0 22 22
Condenados/as 6 193 199
Total 6 215 221

Es deber el Estado, y en particular de Gendarmería de Chile, el respeto al derecho a la igualdad y el


brindar las prestaciones médicas en materia de prevención, atención y rehabilitación de la
discapacidad, la que en su mayoría se concentra en las discapacidades físicas, con un 88,7 % 35.

VI. LEVANTAMIENTO DE NUDOS CRÍTICOS EN RELACIÓN A LA ATENCIÓN DE SALUD PÚBLICA Y


DE GENDARMERÍA DE CHILE.

En el año 2013, el Instituto Nacional de Derechos Humanos publicó un estudio de las condiciones
carcelarias, en el que realiza un diagnóstico del cumplimiento de los estándares de derechos
humanos en las cárceles de Chile. En este, se realiza un levantamiento del cumplimiento de los
estándares en la atención médica.

Lo primero que se constata es que en todos los establecimientos penitenciarios se realiza un


chequeo médico a todos los internos/as que ingresan y que queda registrado en su ficha de ingreso.
Sin embargo, la dotación de profesionales médicos es escasa, por lo cual el cumplimiento de este
estándar se realiza a través de personal de enfermería o paramédicos/as, debiendo hacer frente a
situaciones complejas que exceden sus capacidades. Situación que es crítica en cárceles estatales,
pero que difiere en cárceles concesionadas, en que la capacidad de respuesta es mejor, en función
de las exigencias de los contratos de licitación de los servicios 36.

Dada esta escasez de personal, es que, como se ha señalado, todas las prestaciones que el
establecimiento penitenciario no puede otorgar, se externalizan a la red de salud pública de la zona.

33
Artículo 1° de la Ley N° 20.422 “Establece Normas sobre igualdad de oportunidades e inclusión social de
personas con discapacidad”, 2010
34
Boletín estadístico Gendarmería de Chile, semana del 06 al 12 de abril de 2018.
35
Boletín estadístico Gendarmería de Chile, semana del 06 al 12 de abril de 2018.
36
Estudio de las condiciones carcelarias de Chile. Diagnóstico del cumplimiento de los estándares
internacionales de derechos humanos, 2013.

24
El desafío en esta área es mejorar la coordinación entre los Servicios de Salud y Gendarmería de
Chile, para reducir las dificultades asociadas a la demora de atención producto de la pérdida de
horas médicas externas por dificultades en los traslados de los internos (falta de funcionarios y/o
vehículos de traslado) y problemas de coordinación. Gendarmería de Chile detectó en su estudio37
la inexistencia de convenios formales con los servicios públicos de salud, desarrollo parcial de
protocolos de referencia y contra referencia y dificultades en la atención de las urgencias.

Sumado a ello se encuentra la falta de acreditación de la condición de carencia de recursos de la


población privada de libertad, falta de reconocimiento como población beneficiaria por parte del
Fondo Nacional de Salud (FONASA) y falta de inscripción en salud, lo que influye en la dificultad de
acceder a atenciones entregadas por los centros de atención primaria municipales y a ser
incorporados en el régimen general de prestaciones de salud como beneficiarios.

Respecto a la atención de salud entregada por Gendarmería de Chile a la población privada de


libertad, ésta presenta brechas en infraestructura, equipamiento y recursos humanos que se
aprecian especialmente respecto a los requerimientos necesarios para la obtención de la
Autorización Sanitaria necesaria para su funcionamiento38.

Desde la mirada de los programas prioritarios en salud, se observan brechas en relación con la
atención odontológica, las enfermedades crónicas no transmisibles, las enfermedades
transmisibles, como VIH y TBC, fallas en prevención por conductas de riesgo. Por otro lado, existen
deficiencias en los sistemas de registro del sistema de salud de Gendarmería, el que no se ajusta a
los parámetros técnicos del Ministerio de Salud39.

Finalmente, en el ámbito de salud mental, existe carencia de recursos humanos y técnicos para la
implementación de un Modelo de Atención en Salud Mental para las personas privadas de libertad.
El estudio del INDH informa que la mayoría de los servicios no cuenta con Psiquiatras y/o
Psicólogos/as, por lo que las personas son derivadas a la atención externa de salud pública,
dificultando la continuidad de los tratamientos 40.

En un estudio desarrollado por la Universidad de Chile, encargado por el Ministerio de Salud en el


año 2010, sobre la prevalencia de trastornos mentales en personas recluidas en el sistema
penitenciario chileno41, se concluye que un 26,8 % de los encuestados presentó algún tipo de
trastorno mental en los últimos 12 meses, siendo los más prevalentes los trastornos adictivos en un
12,6 %, los trastornos de ansiedad en un 8,3 % y los trastornos afectivos en un 8,1 %. Al mismo
tiempo, el estudio arrojó que los trastornos depresivos mayores eran significativamente más altos
en hombres privados de libertad (6,1 %) que en los pertenecientes a la población general (3,7 %).
Similar situación se repitió en el abuso de drogas ilícitas, el cual fue notoriamente mayor en hombres

37
Informe de salud penitenciaria, 2015. Gendarmería de Chile.
38
Informe de salud penitenciaria, 2015. Gendarmería de Chile.
39
Informe de salud penitenciaria, 2015. Gendarmería de Chile.
40
Estudio de las condiciones carcelarias de Chile. Diagnóstico del cumplimiento de los estándares
internacionales de derechos humanos, 2013.
41
“Prevalencia de trastornos mentales en personas recluidas en cárceles en Chile y necesidades de atención”,
Alvarado, R., Universidad de Chile, 2010.

25
y mujeres privados de libertad. Otros aspectos relevantes del estudio dicen relación con la falta de
diagnóstico al interior de las cárceles, pues aunque un 55,2 % de los casos confirmados con algún
tipo de trastorno habían recibido atención clínica, la frecuencia de identificación del problema de
salud mental fue bajo, llegando solo a un 13,4 %.

En síntesis, el desafío de la salud penitenciaria en Chile es enorme y los esfuerzos deberán ir


orientados a la definición de un nuevo modelo de gestión de la atención de salud de las personas
privadas de libertad.

VII. RECOMENDACIONES PARA EL ESTADO DE CHILE DESDE EL INSTITUTO NACIONAL DE


DERECHOS HUMANOS.42

1) Desde la perspectiva de la salud preventiva, no solo es fundamental el cuidado de los /as


enfermos/as, sino que también intentar preservar un entorno sano, promoviendo, dentro de lo
posible, una vida sana al interior de los establecimientos penitenciarios. En este sentido, y
aplicando una mirada preventiva a la infraestructura de los recintos, se sugiere asegurar que as
condiciones carcelarias no debiliten la salud física ni mental de los/as internos/as. Esto implica
considerar el clima de la región en que está situado el recinto penitenciario, por ejemplo,
contando con un sistema de calefacción en todas las zonas donde se presentan bajas
temperaturas y, además de calefacción, de aspectos tales como alumbrado, ventilación, control
de humedad, entre otros.
2) Por otro lado, en relación con la transmisión de información, es fundamental que cada interno/a
conozca su estado de salud, sobre todo si presenta algún tipo de enfermedad que necesite un
tratamiento específico.
3) Como medida educativa y de autocuidado, se sugiere que los servicios de salud contengan un
programa donde se informe sobre las enfermedades contagiosas, tanto para los/as internos/as
como también para el personal de Gendarmería de Chile.
4) En materia de salud mental, como se mencionó, los servicios de salud de los establecimientos
deben mejorar todo lo relativo al área de salud mental. Como es sabido, las condiciones
penitenciarias pueden tener profundos efectos sobre el bienestar mental; por ello es que se
debe intentar reducir dichos efectos. Para esto es fundamental no solo que existan
profesionales especialistas, sino que también los/as mismos/as funcionarios/as se encuentren
capacitados/as y sobre todo sensibilizados/as con este tipo de necesidad. No está demás
advertir que si un/a interno/a presenta un diagnóstico psiquiátrico, debiese ser trasladado a un
centro psiquiátrico debidamente equipado.
5) Es importante tomar en cuenta que la salud física y mental de los/as internos/as se encuentra
relacionada con la de los/as funcionarios/as de Gendarmería. El personal penitenciario trabaja
en un entorno cerrado y aislado que, con el correr del tiempo, también puede tener
consecuencias en su salud mental. La forma de capacitarlos/as y dirigirlos/as debe estar
orientada a evitar dicho aislamiento. Esto es de fundamental importancia para aquellas
instituciones penitenciarias ubicadas en lugares remotos cuyo personal se aloja en

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Estudio de las condiciones carcelarias de Chile. Diagnóstico del cumplimiento de los estándares
internacionales de derechos humanos, 2013

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dependencias anexas a tales instituciones. Por tanto, se sugiere que el personal de Gendarmería
tenga mayor acceso a programas de tratamiento vinculados a salud mental, ya que ello
constituye, además, una manera de prevenir la ocurrencia de malos tratos hacia los/as
internos/as.

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