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típica
antijuridica
culpable
Hay una serie de características que debe cumplir toda conducta para considerar que
reúne los requisitos de un delito, esos elementos comunes de todos los delitos se
agrupan en la teoría del delito.
El DELITO es la:
1. Acción
2. Típica
3. Antijurídica
4. Culpable.
1 – ACCIÓN –
Acción
Conducta: manifestación externa de la voluntad del hombre expresada mediante el
movimiento o la inmovilidad
1. Libre
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2. Voluntaria
3. Humana
4. Final
Los causales están previstos en el art. 34 del Código Penal. No hay acción en los siguientes
casos: * Fuerza física irresistible. * De la Naturaleza. * De otra persona. * Actos reflejos. *
Instintivos. * Fisiológicos. * Estado de inconciencia absoluto y total. * Empleo de medios
hipnóticos y narcóticos.
Estado de inconciencia
Fuerza física irresistible
Actos reflejos
Error sobre las circunstancias de hecho relevantes o el llamado error de tipo.
1º. El que no haya podido en el momento del hecho, ya sea por insuficiencia de sus
facultades, por alteraciones morbosas de las mismas o por su estado de inconciencia, error o
ignorancia de hecho no imputables, comprender la criminalidad del acto o dirigir sus acciones.
En los demás casos en que se absolviere a un procesado por las causales del presente inciso,
el tribunal ordenará la reclusión del mismo en un establecimiento adecuado hasta que se
comprobase la desaparición de las condiciones que le hicieren peligroso;
2º. El que obrare violentado por fuerza física irresistible o amenazas de sufrir un mal grave e
inminente;
No hay acción cuando el movimiento corporal se realiza sin dominio de la voluntad, cuando no
es propio del autor, sino de lo casual o de lo casual sin dominio.
movimientos que no pueden ser evitados ni controlados por el sujeto. Por ejemplo, un
estornudo. El propio organismo reacciona de una determinada manera, pero no hay voluntad
del sujeto.
1. Los movimientos instintivos de defensa, que son situaciones en las que el sujeto
reacciona automáticamente frente a una agresión extraña.
2. Las llamadas acciones pasionales de corto circuito, es decir, supuestos en los que el
autor tiene una reacción impensada que se origina en un estado de fuerte emoción o
pasión en el que puede hallarse afectada la conciencia. Generalmente se trata de
reacciones absolutamente desproporcionadas donde el sujeto actúa impulsivamente sin
ninguna reflexión.
Existe una fuerza ajena que actúa sobre el hombre convirtiéndolo en una masa mecánica. La
fuerza puede provenir de la acción de un tercero (por ejemplo, un empujón) o de la naturaleza
(por ejemplo, viento muy fuerte).
Se trata de una causa que elimina la acción, expresamente mencionada en el Código Penal
(artículo 34).
Inconsciencia absoluta
Corresponde excluir la acción en los casos en que quien realiza el movimiento corporal carece
de voluntad por hallarse en una situación de inconsciencia total. Ello ocurre, por ejemplo, en
el sueño profundo, en caso de delirios febriles de alto grado, desmayos, etc.
Para que no exista acción, la inconsciencia debe ser plena, es decir, total.
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En estos casos, el estado en que se encuentra el autor impide afirmar que el acto haya sido
voluntario.
Tipicidad
Tipo penal: supuesto de hecho, conjunto de elementos que caracterizan a un comportamiento
que esta previsto en la ley penal como contrario a la norma
Tipificación: la descripción precisa de las acciones u omisiones que son considerados como
delito y a los que se les asigna una pena o sanción. La obligación de Estado de tipificar los
delitos deriva del principio de legalidad, una de las reglas fundamentales del Estado de
derecho
Para que el injusto penal se configure, es necesario que la acción desarrollada por el autor
coincida con la descripta en algún tipo penal (tipicidad) y que no se encuentre autorizada por
el ordenamiento jurídico (causa de justificación – antijuridicidad).
Consiste en la descripción de la conducta prohibida por la norma superior (por ejemplo: “el
que matare a otro”). De tal manera, el delincuente cumple acabadamente con el tipo penal,
pero infringe una norma “prohibido matar”.
La tipicidad está compuesta por un aspecto objetivo y un aspecto subjetivo. Normalmente son
coincidentes, pero hay excepciones.
NORMA
Prohibición o mandato jurídico escrito o no escrito que sirve de fundamento al tipo, y que
como regla general es anterior al tipo penal que está en la ley. Se reconoce un interés o valor,
y se lo lleva a la categoría de bien jurídico.
Norma: no matar
El papel de la norma
Solo se habría realizado el tipo cuando existe contravención a la norma que protege al bien
jurídico. Toda conducta que viola una norma es antinormativa, incluso si es justificada.
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La antijuridicidad consiste en analizar si existe un permiso para infringir la norma. Cuando hay
una causa de justificación, se retira la norma.
Para que existe culpabilidad el sujeto debe tener la capacidad de motivarse en la norma, y
comprender y ajustar su comportamiento al mandato normativo.
TIPO PENAL
El tipo en sentido estricto consiste en la descripción de la conducta contraria a la prohibición o
mandato.
Es lo que realiza el autor. El autor ajusta su conducta a la descripción del tipo. El delincuente
viola la norma, no el tipo
Tipo objetivo
Se llevarán los elementos que según la descripción del supuesto típico deben estar presentes.
Objetivo: verificar que exista una acción, resultado y un nexo de causalidad, y una relación de
imputación objetiva
4. Relación de causalidad: relación entre el accionar del sujeto activo y el resultado del
delito.
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6. Elementos descriptivos: Son aquellos que se refieren a seres, objetos o actos que
pueden ser percibidos por los sentidos, sin necesidad de una valoración especial.
Elementos que cualquier ciudadano común puede entender. Ejemplo: el que matare a
“otro”.
7. Elementos normativos: Aquellos que no pueden ser percibidos directamente por los
sentidos, sino que suponen una valoración especial de tipo jurídico, social o cultural.
Ejemplo hurto: el que se apoderare de una cosa “mueble” total o parcialmente ajena.
Ejemplo: “obsceno”. Si la valoración se apoya sobre normas sociales, la explicación es
ineludible.
EJEMPLO
Omisión: se comete un delito sin realizar una acción que debía hacerse. Ejemplo
abandono de persona
Generales o comunes: delitos que puede cometer cualquier autor, sin importar
sus características particulares. Ejemplo: homicidio
Especiales: exigen una característica especial del autor. Puede aparecer como
agravante, ejemplo homicidio agravado por el vínculo, o pueden surgir de una
figura básica, ejemplo los delitos de los funcionarios públicos.
De propia mano: solamente puede ser el autor el que los realiza por sí mismos.
Ejemplo el abuso sexual.
Causalidad
La causalidad busca explicar la conexión entre la acción y el resultado. No es un concepto
jurídico, hace referencia a la relación entre la conducta humana y el resultado que acontece.
Imputación
La imputación es la relación que existe entre el hecho y la voluntad. Solo el portador de esa
voluntad puede ser imputado.
La mera causalidad natural no alcanza para formular la imputación del resultado a una
persona, es la base que luego necesita la corrección de criterios normativos, como lo muestra
la evolución de las teorías, hasta llegar a la Teoría de la Imputación Objetiva.
El problema causal
En los delitos de resultado la relación causal es necesaria e imprescindible, por la cual, dado
un resultado debe existir necesariamente, si se quiere hacer una imputación jurídica, una
relación causal-natural con el autor a quien se pretende imputar ese resultado.
El fundamento para la imputación del resultado está conformado por la existencia de una
relación de causalidad entre la conducta típica y el resultado antijurídico.
Establece que es causa, toda condición que no puede ser suprimida mentalmente sin que
desaparezca el resultado.
Hay un punto de apoyo seguro para examinar el nexo causal; si se intenta suprimir
mentalmente al supuesto originante de la suma de los acontecimientos y entonces se ve que a
pesar de eso se produce el resultado, que a pesar de eso la serie sucesiva de las causas
intermedias sigue siendo la misma, está claro que el hecho y su resultado no pueden
reproducirse a la eficacia de esa persona.
Si por el contrario se ve que si se suprime mentalmente a esa persona del escenario del
acontecimiento, el resultado no se podría producir en absoluto o que hubiera tenido que
producirse por otra vía totalmente distinta: entonces está justificado con toda seguridad
considerarlo como efecto de su actividad.
La teoría es eficiente en el sentido de que no deja lagunas sobre el punto, mas allá de las
normales dificultades de prueba.
Límites de la teoría
La teoría de la condición desemboca teóricamente en el infinito.
Causa, es entonces, solo la condición adecuada al resultado. Causa son aquellas condiciones
que aumentan de manera relevante la posibilidad el resultado típico.
Establece que solo es causa la que, según la experiencia general, es normalmente idónea para
producir el resultado.
Una vez delimitadas las condiciones (ex ante), solo es causa aquella que aparezca como
apropiada (previsible) para producir el resultado.
Distingue con ayuda de la teoría de la condición, entre la causalidad por comprobar de una
determinada conducta y la pregunta normativa sobre la relevancia jurídica del suceso
causante del resultado concreto.
Propone que una conducta es causa de un resultado cuando cumpla el papel de condición que
conlleve un peligro que previsiblemente, desde un punto de vista objetivo, lleve al resultado.
La teoría no es ninguna teoría de la causalidad sino de la imputación.
Para que entre la acción y el resultado exista un nexo causal, el sujeto debió realizar una
conducta prohibida.
un resultado causado por el agente “sólo se puede imputar al tipo objetivo si la conducta del
autor ha creado un peligro para el bien jurídico no cubierto por un riesgo permitido y ese
peligro también se ha realizado en el resultado (…)”,
la conducta del autor ha creado un peligro para el bien jurídico no cubierto por un riesgo
permitido
Bien jurídico: hace referencia a los bienes, tanto materiales como inmateriales, que son
efectivamente protegidos por el derecho, como por ejemplo la salud y la vida.
El bien jurídico es un valor determinado por la constitución que debe ser protegido.
El contenido del derecho penal está limitado a la protección de bienes jurídicos previamente
dados, como por ejemplo la vida, la libertad, la propiedad, etc.
Prohibición de regreso
Competencia de la victima
Riesgo permitido
Riesgo permitido es una conducta que crea un riesgo jurídicamente relevante, pero que de
modo general está permitida y por ello excluye ya la imputación al tipo objetivo.
Ya que existen en la actualidad conductas humanas que implican riesgos para bienes jurídicos
ajenos, pero se consideran permitidos en la medida en que cumplamos con ciertas reglas de
conducta, ej., conducir un vehículo siempre implica un riesgo, pero esta reglada la manera de
realizarlo.
Si se cumplen con los reglamentos o las formas en que se reconocen que deben ser
correctamente realizadas, estaremos amparados por el riesgo permitido y no se podría
imputar objetivamente ese resultado.
Solo el hecho de rebasar el riesgo permitido crea un peligro, cuya realización hace
imputable el resultado como acción típica
No se imputa el resultado lesiones al autor porque lo que hizo fue disminuir un riesgo ya
existente. Su conducta no creo un riesgo.
(…) Quien ve cómo una piedra vuela peligrosamente a la cabeza de otro y, aunque no la
puede neutralizar, sí logra desviarla a una parte del cuerpo para la que es menos peligrosa, a
pesar de su causalidad no comete lesiones, al igual que tampoco las comete el médico que
con sus medidas sólo puede aplazar la inevitable muerte del paciente (…)[16].
Debido a que el causante no busca realizar un perjuicio contra la víctima, sino solamente trata
de que, las consecuencias (resultado) de la inevitable desgracia, sean en menor grado. “sería
absurdo prohibir acciones que no empeoran, sino que mejoran el estado del bien jurídico
protegido”
Principio de confianza
Se aplica en actividades compartidas
Una persona tiene derecho a confiar en que los demás en dicha actividad compartida se van a
comportar conforme a su rol correspondiente.
Ej., en una operación el medio cirujano tiene derecho a confiar en que el instrumentista va a
esterilizar los elementos que se utilizaran en la operación. Si se produce una infección por la
falta de higiene de los instrumentos, ese resultado no se puede imputar objetivamente al
cirujano, porque el actuó dentro de este principio de confianza.
Excepción
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Este principio cede cuando el autor ante la situación particular tiene motivos o datos objetivos
para pensar en que los demás no van a cumplir con su rol.
Ej., cuando estoy por pasar el semáforo en verde veo que hay un niño en bicicleta pasando, y
no puedo pasar en verde y decir que “tengo derecho a confiar”, ya que hay un dato objetivo
que demuestra que no puedo confiar en el cumplimiento correcto del rol de los demás.
Prohibición de regreso
En el análisis de la responsabilidad penal existe un momento en el que no podemos regresar a
analizar la antijuricidad de la conducta de una persona, si esta actuó dentro de un marco de
licitud y conforme a su rol
En la medida en que actúe en su rol no puede ser considerado participe del delito, incluso
sabiendo que el autor iba a cometer dicho ilícito.
Excepción
La persona deja de cumplir su rol, lo excede y aconsejo, incide en la conducta del autor
principal. Modificando el curso causal del hecho delictivo
Taxista: podría ser responsable como participe si le dice al ladrón que le conviene entrar por
otro lado para robar. Se excede de su rol.
Competencia de la victima
No se imputa el resultado, aunque el autor haya contribuido a causarlo, cuando en la
producción del resultado la misma victima actuó de manera riesgosa, descuidada o siendo
consciente del resultado
Ej., B tiene relaciones sexuales con X sabiendo que tiene una enfermedad venérea, B asume
el riesgo y se contagia.
2. El riesgo en el resultado
Una vez comprobado que la conducta del autor significa la creación de un riesgo jurídicamente
desvalorado
Ahora se debe comprobar que ese riesgo se haya materializado en el resultado. Y que ese
resultado nos sea producto de otro riesgo distinto.
Que exista relación entre la creación del riesgo y el resultado producido. Y verificar que no
se den los supuestos de exclusión
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“una vez creado el riesgo no permitido por la conducta del sujeto se produzca/materialice en
el resultado”
El resultado se produce por un riesgo distinto al que fue creado por el autor.
[Roxin] propone limitar la imputación cuando los resultados no estuviesen cubiertos por el fin
de protección de la norma de cuidado limitativa del riesgo permitido, o sea cuando el
resultado se hubiese evitado también si otro que realiza la misma actividad hubiese observado
el cuidado debido.
“imputable solo lo es el resultado que es producto del riesgo que quiso prevenir la
norma violada”
Analizar si el resultado se produce por el riesgo producido o por un riesgo que la norma no ha
tratado de evitar
Ej., A cruza un semáforo en rojo, a las 100m atropella a un niño que se cruza de manera
imprevista.
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No hay una relación de protección a la norma que el sujeto A violo. Se le hará una multa, pero
no imputarle la muerte por pasar el semáforo en rojo
Ej., ciclista va ebrio y un camión no respeta la distancia adecuada. Termina atropellándolo por
la imprudencia del ciclista.
Si el conductor del camino hubiera respetado la distancia de igual manera hubiera sucedido el
supuesto
NO ES IMPUTABLE
Daños consecuenciales
Segundos daños. Daños que tiene alguna relación con un daño previo anterior
A no puede ser imputado por la muerte de B, solo es responsable por la lesión inicial y no hay
una relación de imputación entre esa lesión y el resultado muerte
Ej., conductor no respeto la distancia, ciclista borracho, se produjo la muerte. Pero no se sabe
que hubiera pasado si el conductor se comportaba conforme a derecho, no se tiene certeza.
Roxin: Hay que imputar el resultado toda vez que el autor actúa ilícitamente violando la
norma, porque el autor esta incrementando el riesgo. Si bien no se puede determinar con
certeza absoluta la relación del riesgo con el resultado. Si incrementa el riesgo es
imputable
Jacobs: dicha teoría afecta al principio constitucional de indubio pro reo, afectando el principio
de la duda. Si no se sabe con certeza que hubiera pasado si el autor se hubiera comportado
conforme a derecho, no se puede imputar el resultado
Jakobs
A continuación, desarrollaremos la teoría de la imputación objetiva expuesta por el profesor
de la Universidad de Bonn, Günther Jakobs.
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En otras palabras, el derecho (en especial, el penal) no tiene como finalidad que cada
individuo trate de que las conductas y actividades que desarrolla en su día a día, tengan los
efectos menos perjudiciales posibles dentro del entorno social; sino que coloca a las
personas en distintos roles dentro de la sociedad.
El riesgo permitido
Jakobs afirma que para el análisis sobre este criterio, se debe partir por establecer
que “cualquier contacto social entraña un riesgo, incluso cuando todos los intervinientes
actúan de buena fe: a través de un apretón de manos puede transmitirse, a pesar de todas las
precauciones, una infección”.
Nos encontramos ante un riesgo permitido cuando, dentro de un contexto social donde los
individuos se ciñen de roles, estos los respetan y asumen comportamientos que se estipulan
como socialmente adecuados. Cabe señalar que, de mantenerse dentro del ámbito de dichos
comportamientos, se realiza además un hecho atípico.
“Un conductor que conduce a una velocidad de 69 kilómetros por hora por un lugar en el que
está permitido y es adecuado conducir a 70 kilómetros por hora, no defrauda ninguna
expectativa”[43], pero el conductor que circula por el mismo sitio a una velocidad de 80
kilómetros por hora para dirigirse a su destino, ha sobrepasado el riesgo permitido y se
encuentra dentro del ámbito del riesgo no permitido.
Principio de confianza
“Cuando el comportamiento de los seres humanos se entrelaza, no forma parte del rol del
ciudadano controlar de manera permanente a todos los demás; de otro modo, no sería posible
la división del trabajo”, es por ello que se origina el principio de confianza[44].
(…) El principio de confianza puede presentarse bajo dos modalidades. En primer lugar, se
trata de que alguien, actuando como tercero, genere una situación que es inocua siempre y
cuando el autor que actúe a continuación cumpla con sus deberes. (…) [p.ej.] alguien entrega
a otra persona un reloj ajeno de gran valor, y esto no causará un daño sólo si quien recibe el
reloj lo coge con cuidado. Normalmente, puede confiarse en que así suceda.
En segundo lugar, la confianza se dirige a que una determinada situación existente haya sido
preparada de modo correcto por parte de un tercero, de manera que quien haga uso de ella,
el potencial autor, si cumple con sus deberes, no ocasiona daño alguno. (…) [p.ej.] el cirujano
confía en que el material que utiliza en la operación haya sido convenientemente esterilizado
Prohibición de regreso
Se sustenta en que “quien asume con otro un vínculo que de modo estereotipado es inocuo,
no quebranta su rol como ciudadano, aunque el otro incardine dicho vínculo en una
organización no permitida”
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«Jakobs sostiene que se activa la prohibición de regreso (no puede haber imputación) si el
deudor le paga a su acreedor sabiendo que con el dinero comprará un arma para matar a una
persona, porque el deudor no se halla en posición de garante respecto de la vida de esa
persona. Excluye la imputación aun por culpa, aunque el curso causal sea previsible»[48].
En consecuencia, Jakobs sostiene que: “[a] diferencia de lo que sucede respecto del principio
de confianza, la prohibición de regreso rige incluso cuando la planificación delictiva de la otra
persona es palmaria (…) casos en los que un comportamiento estereotipado carece de
significado delictivo”
La competencia de la víctima
Seguidamente, Jakobs inmiscuye en su teoría de la imputación objetiva un elemento de
análisis, en donde el actor principal deja de ser el imputado o actor, para pasar a ser la
víctima. A este cuarto criterio le llama competencia de la víctima.
No obstante, es preciso advertir que “como señalan sus seguidores científicos, esta institución
tan sólo aparece esbozada en algún trabajo monográfico y en el Tratado adolece de
tratamiento disperso y poco coherente en algunos puntos”
Tipo SUBJETIVO
Se analiza los intereses y deseos de la persona que comete el ilícito. Se analizarán los datos
que tienen que ver con el pensamiento del supuesto autor del hecho delictivo
Subjetivo: verificar las representaciones del autor al momento de realizar esa conducta
delictiva
DOLO
El dolo es el conocimiento de todos los elementos del tipo y la voluntad de realizarlos.
dolo es la voluntad consciente, encaminada u orientada a la perpetración de un acto
que la ley tipifica como delito.
Dolo es la producción del resultado típico, con intención y conocimiento de
realizar dicha acción
El concepto de dolo
El dolo es una forma de imputación a la acción libre. Porque domina la acción se le
puede imputar el resultado. El dolo es conocimiento y voluntad de la realización de
tipo. El dolo tiene un aspecto cognoscitivo y un aspecto volitivo.
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Cognoscitivo
El conocimiento como elemento del dolo
El aspecto intelectivo abarca el conocimiento actual de todos los elementos objetivos
que conforman el tipo legal.
El elemento de cognosibilidad es útil para deducir una conclusión fiable sobre la
decisión en contra del bien jurídico: quien conoce todas las circunstancias dañosas y
de todos modos actúa, no podrá afirmar que ello no entra dentro de su decisión.
El elemento intelectual del dolo significa el saber y esto implica “el tomar
conocimiento” o ser consiente sobre los elementos del tipo penal.
Para que exista el dolo es necesario que el autor conozca de manera actual y efectiva
los elementos objetivos del tipo penal correspondiente. Es decir, no es suficiente con
demostrar que tuvo la posibilidad de conocer o que si hubiese actuado con la
prudencia debida hubiera conocido. El dolo supone un conocimiento cierto de los
presupuestos objetivos del tipo.
Si el autor desconoció algún elemento exigido por el tipo estaremos a lo sumo
ante un actuar imprudente, pero no doloso.
Esto debe ser tenido especialmente en cuenta al momento de fundamentar las
condenas por delito doloso.
No basta con que el tribunal pueda afirmar que el imputado “debió haber conocido” o
tuvo elementos para conocer, sino que, para la responsabilidad dolosa, es preciso
demostrar que conoció efectivamente.
El dolo supone que el autor sea consciente de las circunstancias del tipo, de modo que
las circunstancias que él podría recordar, pero que no se le presentan a su
entendimiento no forman parte de la situación.
Volitivo
La voluntad como elemento del dolo
Para que haya dolo no alcanza con el conocimiento, sino que además debe haber
voluntad de realizar la conducta y en su caso de causar el resultado típico.
La voluntad no es lo mismo que el mero deseo o el simple querer subjetivo. En la
voluntad el sujeto quiere el resultado como consecuencia de su propia acción (se exige
una dominabilidad), cosa que no sucede con el mero deseo.
La voluntad como elemento de la acción y como requisito fundamental del dolo no
significa “finalidad”, sino más bien dominabilidad. No basta con que el autor desee o
pretenda un determinado resultado, es decir que actúe con el fin de, sino que es
necesario que procure obtener dicho resultado a través de su propia dominabilidad
causal.
El dolo requiere ambos elementos, el conocimiento y la voluntad, pero esa última
juega el papel fundamental de llevar la acción a cabo
Momento del dolo
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Clases de dolo
La doctrina ha diferenciado entre: el dolo directo, el dolo indirecto/directo de segundo
grado y el dolo eventual
Directo: sucede lo que el sujeto persigue;
Indirecto: son abarcadas todas las consecuencias que, aunque no las persigue, el
sujeto prevé que se producirán con seguridad
Dolo eventual: el sujeto no persigue un resultado y tampoco lo prevé como seguro,
sino que solo prevé que es posible que se produzca, pero para el caso de su
producción lo asume en su voluntad.
Dolo directo
Es la forma más clara y más intensa del dolo. El autor quiere la realización de los
elementos objetivos del tipo como meta o fin de su acción.
En esta clase de dolo se pueden individualizar perfectamente los dos elementos
característicos del dolo: el conocimiento y la voluntad. Podría decirse que en el dolo
directo ambos elementos se presentan en su plenitud.
El autor conoce, es decir, es consciente de los elementos objetivos del tipo penal
concreto y, sobre todo, actúa con la voluntad de su realización, en el sentido que le
hemos dado a este elemento, es decir, decisión, permanencia y consumación del
hecho típico. El elemento volitivo del dolo se encuentra bien visible en el dolo directo,
pues es claro que existe un verdadero “querer” a través del manejo causal.
El sujeto quiere matar a la víctima, extrae un arma de fuego y efectúa el disparo
mortal. Lo importante es que en el momento del hecho el autor busque la
realización del tipo como meta directa, pudiendo o no existir un plan anterior.
Dolo Indirecto
En este caso el autor no tiene la intención directa de realizar los elementos objetivos
del tipo, pero sabe que ello será una consecuencia necesaria de su acción. Por
ejemplo, un terrorista que con la intención de matar al presidente, coloca una bomba
en su automóvil, representándose que de esa forma matara no solo al presidente sino
también al chofer y a sus acompañantes.
Es decir, en el dolo directo el autor no persigue como meta directa la concreción del
tipo, por ello usualmente no le agrada la producción del resultado ni tampoco la
desea.
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-No obstante, es claro que al actuar con plena conciencia de que a través de ese
medio y esa conducta el resultado se producirá necesariamente, también quiere dicho
resultado, de modo que puede ser perfectamente imputado a su voluntad de
realización.
Dolo eventual
En los casos de representación de la posibilidad del resultado, solo puede negarse el
dolo eventual cuando se demuestre la voluntad activa de evitar las consecuencias
previstas como posibles. Esto significa que en el caso concreto habrá que analizar si
el autor hizo o no algo para evitar la producción de las consecuencias
accesorias. Si de acuerdo con la forma de actuación no surge una exteriorización de
la voluntad de evitación, habrá que afirmar el dolo eventual.
Si el autor, reconociendo la posibilidad de producción de un resultado accesorio, no
corrige la elección de sus medios, es decir, no hace nada para evitarlo, puede actuar
así por tres motivos:
1. Puede ser que no sea posible una configuración distinta de la acción, pero su
realización es para el tan importante que no desea abandonarla con el fin de
evitar la consecuencia accesoria.
2. Puede que el empleo necesario para la modificación de la elección de los medios
resulte para el autor demasiado costoso.
3. Puede ser que le sea indiferente la producción de la posible consecuencia
accesoria.
En todos esos casos, las consecuencias o resultados accesorios deben ser imputados a
la “voluntad de realización” y por lo tanto a título de dolo.
Diferencia con culpa consciente
En el dolo eventual el actor acepta
Obra con culpa consciente quien de manera reprochable y contraria al deber actúa en
la confianza de que no realizará el tipo legal”.
La culpa consciente significa que el autor ha reconocido en verdad el peligro concreto,
pero:
1. No lo toma en serio, porque a causa de una infracción del cuidado debido
respecto a la estimación del grado de riesgo o de sus propias facultades niega la
concreta puesta en peligro del objeto de la acción, o
2. Pese a tomarlo ciertamente en serio, confía, también de modo contrario al
deber, en que no se producirá el resultado lesivo.
El dolo no se presume
Sólo la presencia efectiva del dolo permite habilitar el poder punitivo.
El dolo nunca puede presumirse. Esto genera un problema de prueba que deriva en
una ficción de dolo: habrá dolo cuando así lo indique un inequívoco sentido social, es
decir, cuando así lo entienda el juez.
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CULPA
El autor no actúa buscando la producción del resultado, se produce como una
consecuencia de su conducta imprudente o negligente, con una falta del cuidado
debido
Para que pueda hablarse de un delito imprudente es preciso que exista una violación
al deber objetivo de cuidado
No a todas las figuras dolosas que están en la ley penal les corresponde una
contrapartida imprudente o culposa.
Solo pueden ser cometidos de manera imprudente las conductas que están
descriptas de esa forma en el código penal.
Adquiere fundamental importancia la inobservancia del deber objetivo de
cuidado.
Esta conducta culposa no está individualizada en razón de la finalidad del autor, sino
porque en la forma en que se llega al resultado típico es mediante la infracción de un
deber de cuidado
En este tipo de delitos, no se trata de verificar el conocimiento del autor, sino de
determinar lo que este debía conocer en función de determinadas exigencias
normativas.
La particularidad de la culpa radica en que, para configurarla, no requiere imputarle
un conocimiento pleno al autor, sino un conocimiento en menor grado que, unido a
deberes de cuidado objetivamente establecidos, habría llevado a evitar la realización
del tipo penal.
Ejemplo en que un conductor maneja su automóvil a 60 km/h en zona urbana, gira en
una curva sin reducir la velocidad y atropella a un transeúnte que cruzaba en ese
momento por el crucero peatonal. Dado que al ciudadano que maneja un automóvil le
incumbe, por su rol general, conocer los riesgos que genera su conducción para los
transeúntes, se le podrá imputar un conocimiento en cierto grado de la posibilidad de
atropellar a alguien, este grado de conocimiento no genera un deber de dejar de
conducir, sino de asumir ciertos deberes de cuidado al momento de la conducción
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REGULACION DE LA IMPRUDENCIA
En la legislación argentina no existe un delito genérico de imprudencia apto para
construir un tipo imprudente junto a cada doloso existente, sino que el catálogo
posible es explícitamente cerrado.
Es de numero cerrado: solamente se penan las figuras de la forma culposo cuando
expresamente están previstas en la parte especial
LA AUTONOMÍA DEL DELITO IMPRUDENTE
El delito imprudente o negligente tiene como característica esencial que el fin de la
acción del autor es normalmente licito, no se dirige a realizar el tipo objetivo, como en
los delitos dolosos, sino que, por el contrario, el fin.
En autor decide realizar una acción, pero dentro del orden jurídico.
El problema es que en el dominio causal para llegar al fin el autor realiza una mala
elección de los medios, y esto es lo que ha dado en llamar la violación al deber
objetivo de cuidado en el ámbito de relación. Con esta acción el autor pone en peligro
el bien jurídico, pero esencialmente provoca en la mayoría de los delitos imprudentes
la destrucción del bien jurídico.
Imprudencia
Hacer una conducta más allá de lo permitido, hacer de más. Ej., manejar un vehículo
a exceso de velocidad
Negligencia
hacer una conducta sin haber tomado ciertas previsiones, hacer de menos. Ej.,
manejar sin haber controlado el estado de los neumáticos
EL DELITO IMPRUDENTE
Se debe analizar si es posible imputar un resultado al autor que ha actuado de manera
imprudente, limitando esa imputación a la acción libre del sujeto.
Ya no hay conocimiento y voluntad de realizar el tipo objetivo. Si existe una forma de
actuar que va en contra de un deber o de una obligación.
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Acá el destinatario de la norma “no debes matar”, se encuentra con una obligación
secundaria surgida de la propia norma que dice que debe evitar cualquier acción que
ponga en peligro el bien jurídico. El llenado de esa obligación, el criterio, y que es lo
que se debe conocer, será el fundamento del delito imprudente.
El derecho exige, para que se puedan realizar diversas actividades de la vida social,
una determinada diligencia y el cumplimiento de determinadas reglas.
Para que pueda hablarse de un delito imprudente es preciso que exista una violación
al deber objetivo de cuidado.
Con representación
El autor no quiere el resultado.
Autor si se representa la posibilidad de producción del resultado. Pero no quiere ni
admite ese resultado (ni dolo directo ni eventual)
El sujeto se representó de forma previa (con conocimiento) el evento que terminó
ocasionando una lesión en el bien jurídico. Sin embargo, momento previo a que ello
ocurriese, el agente confía en que no se producirá el resultado, se descarta la
predominancia de un accidente (sin voluntad) en este tipo de culpa porque el agente
no quiere causar la lesión, pero advierte esta posibilidad y, a pesar de ello, lleva a
cabo la conducta. Dicho de otro modo, a pesar de conocer la posibilidad, confía en que
no se produzca.
Sin representación
El autor no se representó la posibilidad de que se produzca el resultado. No cree que
el resultado vaya a ocurrir
Ocurre cuando el sujeto no se representó ni previó el proceso que afectó el bien
jurídico que exigía de un cuidado especial y, por tanto, debió de ser previsto por el
agente activo. Porque aun teniendo los conocimientos necesarios que le permitirían
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ERROR DE TIPO
Es cuando alguien, en la comisión de un hecho, no conoce una circunstancia que
pertenece al tipo legal y por lo tanto no actúa dolosamente. O sea que falta
conocimiento cuando quien actúa no incluyó en su plan el elemento o circunstancia
elemento pertenece o no al tipo, sino que realmente lo desconoce y no se lo
representa.
- imputación del dolo en las desviaciones del curso causal: P.ej. A dispara con dolo de
matar a B, pero éste sólo resulta herido de manera poco peligrosa y luego, durante el
tratamiento de las heridas muere en el hospital pero víctima de un incendio. Acá el
resultado no fue la concreción del plan de A, por lo tanto el curso causal que fue
abarcado por el dolo se quedó a medio camino, entonces A sólo puede ser imputado
por Tentativa de homicidio.
También puede haber casos en que el curso causal sea adecuado pero haya que negar
el dolo por desviaciones del curso, mientras que en los cursos causales inadecuados
falta ya el tipo objetivo por falta de nexo y por falla de la imputación objetiva.
Aberratio ictus
(desviación de la trayectoria): error en el curso causal
Hay una desviación del curso causal involuntariamente por parte del autor, y por lo
tanto el resultado tiene lugar en un objeto de la acción diferente a aquel que el
sujeto tenía en su plan para alcanzar.
P.ej. A quiere matar de un disparo a B, pero en vez de alcanzarlo a B lo alcanza a C
que estaba al lado.
Según la teoría de la concreción (opinión dominante y en contra de la teoría de la
equivalencia) acá faltaría el dolo con relación al objeto perseguido, y por lo tanto sólo
habría una tentativa de homicidio respecto a B y un homicidio culposo con respecto a
C.
No sabia que estaba matando a C
Error en el objeto
(error in persona)
No hay un error sobre el curso causal, el sujeto sabe lo que hace y el resultado que
provocara, su error radica en la identidad de la persona o la titularidad del bien
jurídico del objeto contra el cual se dirige
P.ej. A quiere matar de un disparo a B, pero al individualizar a su objeto pensando que
es B, mata a C pensando que era B.
Opinión dominante: lo importante no es la representación errónea que se hace el
autor acerca de la identidad de la víctima, sino que su plan se realiza puesto que
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Dolus generalis
cuando el autor quiere realizar un delito como el homicidio y cree erróneamente
haberlo consumado y, por ese error, al querer ocultar ese hecho es cuando sin darse
cuenta (error de tipo) su acción encubridora acaba consumando el delito, por ejemplo,
si ante el presunto cadáver que realmente vivía, al querer enterrarlo o simular un
accidente o arrojarlo al mar o a un precipicio, es cuando realmente lo mata.
3–
Antijuricidad
La teoría de la antijuridicidad tiene por objeto establecer en qué casos una acción
típica es conforme a derecho. Por eso se dice que es una teoría de autorizaciones de
un comportamiento típico.
El primer requisito de la antijuridicidad penal es la tipicidad penal. Un hecho es
penalmente típico cuando se halla previsto en la ley como constitutivo de una especie
o figura (tipo) de delito, como el asesinato, el robo, la estafa, etc.
El segundo requisito de la antijuridicidad penal es la ausencia de causas de
justificación. El hecho de realizar un tipo penal no es antijurídico cuando se efectúa
bajo el amparo de una causa de justificación.
*Lo que se verifica en esta etapa de la teoría del delito es que no existan causales de
justificación.
Requisitos para afirmar que hay causas de justificación:
a. Postura clásica (causalismo): Dice que para que una acción típicia esté justificada
deben darse los supuestos objetivos (externos), p.ej. si una mujer le pega con un
sartén a alguien que abre la puerta de su casa porque piensa que es el marido que
viene de juerga, pero en realidad es un ladrón. Acá objetivamente hay supuesto de
justificación por legítima defensa (agresión no provocada, repelida
proporcionalmente, etc).
b. Postura finalista: Exige, además de la concurrencia de los supuestos objetivos, los
supuestos subjetivos (dolo), es decir, saber qué es lo que se está haciendo, que
sea voluntario.
El autor debe saber que repele una agresión que es ilegítima, pero no es
necesario que conozca que hay una ley de justificación, sino sólo basta que
conozca la situación (que repele una agresión ilegítima). En el caso del sartén, la
mujer para estar justificada debería saber que era un ladrón y no el marido,
entonces ahí sí se darían además de los supuestos objetivos (la agresión ilegítima)
los supuestos subjetivos (el conocimiento de que la agresión es ilegítima).
Causales de justificación
Las causas de justificación eliminan la antijuridicidad.
Las causas de justificación provienen de todo el ordenamiento y hay un sinnúmero de
ellas. Sin embargo, las causas de justificación más comunes en el derecho son:
1. Estado de necesidad;
2. Legítima defensa.
Fuentes de las causas de justificación
1. El ordenamiento jurídico total. (por ejemplo, el derecho de retención)
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LEGÍTIMA DEFENSA
Es una causa de justificación, por ello aquel que actúa en legítima defensa, actúa de
manera legítima, por lo tanto, se excluye la antijuridicidad.
Desde la perspectiva del individuo, la legitima defensa es un derecho fundamental
destinado a la autoprotección y autodeterminación frente a agresiones antijurídicas de
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excluidos todos los casos donde haya una exclusión de la acción, como por ejemplo un
movimiento reflejo.
Se debe representar objetivamente una agresión inminente sin importar que se quería
o que se pretendía. Un mero no hacer no es una agresión ilegitima, excepto que el
sujeto este obligado a actuar.
La agresión siempre es un acto que va dirigido hacia un fin. La agresión no
necesariamente debe ser típica, pero si debe ser antijurídica. Es antijurídica si hay una
inminencia en la producción del ilícito de resultado. Por ello la ley dice actuar para
“impedir” o “repeler”.
Puede haber legítima defensa contra conductas culposas siempre que exista acción.
La agresión ilegitima debe ser actual o inminente.
Acción defensiva
La acción defensiva debe ser voluntaria. Se requiere el conocimiento de que el sujeto
está siendo agredido.
La defensa debe ser necesaria, que no quiere decir que sea racional.
La defensa puede ser necesaria y a la vez irracional, lo que derivaría en un exceso en
la legitima defensa. Lo racional debe ser el medio elegido para impedirla o repelerla.
Medio racional, es el medio eficaz, menos lesivo que tenga a mi disposición. No se
debe afectar bienes jurídicos de terceros. El límite es una desproporción que sea
inaceptable entre el bien jurídico amenazado por la agresión ilegitima y el resultado de
la acción defensiva.
Falta de provocación suficiente por parte del que se defiende
El defensor no debe haber provocado la agresión. El que provoca renuncia a la
protección de los bienes jurídicos y asume el riesgo de que haya un sujeto que se
defienda. La provocación debe ser dolosa y la excepción podría ser una reacción
superior a lo que se encuentra previsto.
Cuando se instala un mecanismo automático como un cerco electrificado hay una
agresión potencial, pero no una agresión actual o inminente. Por ello se exige informar
la existencia de esos mecanismos con una correcta señalización.
LEGÍTIMA DEFENSA PRIVILEGIADA
Se entenderá que concurren estas circunstancias respecto de aquel que durante la
noche rechazare el escalamiento o fractura de los cercados, paredes o entradas de su
casa, o departamento habitado o de sus dependencias, cualquiera que sea el daño
ocasionado al agresor.
Igualmente respecto de aquél que encontrare a un extraño dentro de su hogar,
siempre que haya resistencia;
DEFENSA DE TERCEROS
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7º. El que obrare en defensa de la persona o derechos de otro, siempre que concurran
las circunstancias a) y b) del inciso anterior y caso de haber precedido provocación
suficiente por parte del agredido, la de que no haya participado en ella el tercero
defensor.
Si el agredido no quiere recibir ayuda, no es posible imponer la legítima defensa.
Quien presta ayuda a un tercero debe actuar con el conocimiento de la situación de
legítima defensa y el agredido no tiene que rechazar la ayuda del tercero defensor.
LEGÍTIMA DEFENSA PUTATIVA
El sujeto equivocadamente cree que esta en presencia de una agresión ilegitima y que
están dados los presupuestos para la legitima defensa. Lo cual es tratado como un
error de tipo.
Clases
Estado de necesidad justificante agresivo
El sujeto en este caso no es agresor injusto, ni se trata de un peligro que haya partido
de él, de modo que el permiso de intromisión surge, sale del principio de
responsabilidad del ilícito.
El estado de necesidad es una causa de justificación siempre que el mal causado sea
menor que el que se trata de evitar, con el límite de la autonomía ética de las
personas, en el sentido de que no debe utilizarse al hombre como medio para los fines
de un tercero. La ponderación debe considerarse dentro del respeto de la autonomía
ética del hombre.
Estado de necesidad justificante defensivo
Se encuentra muy cercano a la legítima defensa, es una intersección entre ambos. Se
trata de casos en los que el peligro para el bien jurídico amenazado proviene de una
persona, pero la legítima defensa no entra en consideración por faltar la acción de la
persona, ergo no existe la agresión actual que me permita situarse en la legítima
defensa. Ejemplo agresión de animales.
FUNDAMENTO JURÍDICO
El fundamento del estado de necesidad justificante se encuentra en la ponderación de
intereses o de bienes, de modo que la justificación está dada por el salvataje del bien
o del interés de mayor valor jurídico, aunque ello exige hacer una aclaración a los
efectos de encuadrar los fundamentos de la institución dentro del Estado de Derecho.
PROCEDENCIA DEL ESTADO DE NECESIDAD
El estado de necesidad procede con respecto a todos los intereses que merezcan
protección jurídica.
PONDERACIÓN DE INTERESES
La acción solo será justificada cuando el bien a salvar goza de una valoración social
considerablemente superior al interés sacrificado.
El modo de establecer la valoración social se puede formular a través de las siguientes
proposiciones:
1. Los preceptos sobre el orden general ceden ante la protección frente a daños
concretos
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REQUISITOS
1. Existencia de un peligro inminente
2. La acción debe ser el único medio disponible para contrarrestar el peligro y
salvar un bien jurídico de mayor valor, sacrificando un bien de menor valor.
3. No haber generado la situación de peligro
El peligro para el bien jurídico
El peligro es un estado en el que se encuentra el bien jurídico, de acuerdo con las
circunstancias concretas existentes la producción de un daño aparece como
probablemente alta según la experiencia general. El peligro es un estado objetivo.
Es indiferente el origen del peligro y el fenómeno al que se debe. El peligro debe ser
inminente, lo que también incluye el peligro permanente. Pero excluye el peligro
futuro. La inminencia se determina cuando con un alto grado de probabilidad, si el
sujeto no interviene, se va a producir.
La acción necesaria es la que contrarresta el peligro.
La necesidad de salvar el bien jurídico
La acción debe constituir el único medio disponible para contrarrestar el peligro y
salvar el interés superior.
No haber provocado la situación de peligro
El sujeto que se ampara en la justificación debe ser extraño a la situación.
ASPECTO SUBJETIVO
El autor debe actuar con el fin de salvar o evitar un mal para un bien jurídico de
mayor valor, sacrificando uno de menor valor. Debe existir conocimiento y voluntad.
CULPABILIDAD
CONCEPTO DE CULPABILIDAD
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Una acción típica y antijurídica sólo es culpable si le puede ser imputada al sujeto en
concreto, en la situación concreta en que se hallaba, que hubiera obrado en contra de
las exigencias del ordenamiento jurídico.
Posibilidad de comprensión del orden jurídico y de actuar conforme a ese
orden.
Sin esa comprensión del orden normativo es imposible, en el caso concreto,
reprocharle al sujeto su conducta.
Los dos elementos de la culpabilidad son:
1. La posibilidad de la conciencia del injusto, que es el elemento intelectual de la
culpabilidad;
2. La posibilidad de actuar en la medida de esa conciencia, que es el elemento
volitivo de la culpabilidad.
Exigibilidad de otra conducta
Se analiza si la infracción al ordenamiento pudo ser evitada. Ello sólo es posible si el
sujeto, en la situación en que se hallaba, podía haber actuado de otro modo y de
acuerdo con las exigencias del ordenamiento jurídico, en lugar de haber actuado como
actuó.
La culpabilidad tiene directa relación con el principio de legalidad. Quien no entienda
que su acción es lícita por diversas razones, o, entendiendo, no pueda actuar, también
por diversas razones, no está en condiciones de ser sujeto de imputación y por ende
tampoco de que se le imponga una pena.
PRINCIPIO DE CULPABILIDAD
El principio de culpabilidad marca la oposición a una responsabilidad por el resultado
referida exclusivamente a la imputación de hechos objetivos. Se trata del
reconocimiento de las circunstancias individuales que son significativas para la
determinación de la pena concreta.
No hay pena sin culpabilidad.
La pena no debe rebasar la medida de la culpabilidad.
Es una exigencia del respeto a la dignidad de la persona humana.
La imposición de una pena sin culpabilidad, o si la medida de la pena rebasa la
medida de la culpabilidad, supone la utilización del ser humano como un mero
instrumento para la consecución de fines sociales: grave atentado a la dignidad.
NO HAY PENA SIN CULPABILIDAD
Directa relación de la culpabilidad con el principio de legalidad.
Si toda la dogmática penal es una imputación al autor de su acción/omisión y
del resultado de ellas, es claro que en un momento dado se exige que este autor
haya tenido la posibilidad real de conocer su injusto à culpabilidad.
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La conciencia de la antijuridicidad significa que el autor sabe que realiza una acción
que no está permitida, sino prohíba. Luego, el error sobre la antijuridicidad no es otra
cosa que el autor sabe que realiza el tipo penal, pero tiene error sobre esa prohibición,
creyendo que su conducta era permitida. Esto significa que creía que la prohibición no
existía o que su conducta estaba en ese caso permitida o justificada. Se trata
entonces de que el erro sobre la antijuridicidad es un error de prohibición.
La pena requiere culpabilidad. Culpabilidad es reprochabilidad. Con el juicio de
desvalor de la culpabilidad se le reprochara al autor que él no ha adecuado su
conducta a la medida del Derecho, que se ha decidido en favor del injusto, aunque
habría podido decidirse a favor del Derecho y que su conducta fuera a la medida de lo
jurídico.
La culpabilidad como concepto jurídico solo es posible de ser pensada cuando el
Derecho comprende en si la razón subjetiva del sujeto que actúa, como elemento
constitutivo y no solo como una supresión de las formas. De este modo el fundamento
y la medida de la culpabilidad se producen en la realidad interna de una falta hacia la
comprensión de ese orden jurídico, ya que la culpabilidad se fundamenta en el injusto.
Supuestos de inculpabilidad
ARTÍCULO 34.- No son punibles:
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1º. El que no haya podido en el momento del hecho, ya sea por insuficiencia de sus
facultades, por alteraciones morbosas de las mismas o por su estado de inconciencia,
error o ignorancia de hecho no imputables, comprender la criminalidad del acto o
dirigir sus acciones.
Estado de inconsciencia
(Causa Bilógica)
Nos encontramos en presencia de una conciencia perturbado.
Encuadran en este supuesto los trastornos patológicos, como la embriaguez,
envenenamiento, delirios en estado febril y alucinaciones. También entran en este
punto los trastornos por causa psicológica, como los estados de hipnotismo, consumo
de alcohol, estupefacientes, exceso de fatiga y los estados pasionales de alto grado.
La ebriedad puede ser considerada como enfermedad mental cuando haya alcanzado
un grado considerable (3º/00) de alcohol en la sangre capaz de excluir la capacidad de
comprender y de comportarse de acuerdo a esa comprensión).
ERROR DE PROHIBICIÓN
(actúa dolosamente, pero cree que su conducta está permitida)
Acá el sujeto conoce todas las circunstancias del hecho y por lo tanto actúa
dolosamente y, sin embargo, el sujeto considera que su hecho es permitido o no es
antijurídico. Ej., quien graba voluntariamente la llamada telefónica de otra persona sin
consultarle.
Si en ese caso el sujeto cree que su comportamiento está permitido, se trata de un
error de prohibición, que deja intacto el dolo y que únicamente en caso de ser
invencible excluye la culpabilidad y con ello la punibilidad, pero que en otro caso
conduce sólo a una atenuación facultativa de pena.
Los errores pueden ser vencibles o invencibles.
- Error vencible: al sujeto le es imputable el hecho porque quiere decir que en el
momento del hecho se le podía exigir otro comportamiento. Es decir que hay delito.
- Error invencible: al sujeto no se le podía exigir otro comportamiento al momento
del hecho puesto que hizo todo lo posible para evitarlo, por lo tanto, no hay delito.
Error inevitable
En los casos en que el error es inevitable no se podrá hacer ningún tipo de reproche al
autor por su conducta antijurídica, ya que no sabe que aquel lo es, con lo cual debe
descartarse su culpabilidad y, como consecuencia más importante, la pena, aunque
debe quedar claro que su conducta sigue siendo antijurídica con las consecuencias que
ello acarrea dentro del campo de la responsabilidad civil.
Error evitable
Si el error es evitable existe una menor culpabilidad del autor, ya que o se ha podido
motivar de manera correcta por la norma; luego, la pena también debe disminuirse.
El error es evitable cuando el autor no uso toda la capacidad que tenia de reconocer la
antijuridicidad de su acto y perdió la posibilidad de reconocer el deber al que estaba
sujeto. El autor pudo o no motivarse en la norma para actuar. Aquel que es consciente
de que su proyecto de actuación es prohibido o posiblemente prohibido es capaz de
entender el injusto, de manera tal que lo importante es saber si el autor no omitió la
conducta antijurídica a pesar de que podía haberlo hecho. El problema está en la
conciencia que el autor debe tener sobre la antijuridicidad.
- La doctrina ha fijado posiciones diversas para establecer como debe realizarse la
atenuación de la pena en los casos de error evitable.
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Directos:
Indirectos
1 – El sujeto falsamente supone una causa de justificación: P.ej. alguien me
agrede y yo respondo la agresión correctamente, pero en realidad yo la había
provocado, o en realidad era un amigo que me venía a saludar, etc.
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ANTIJURIDICIDAD
Legítima Defensa
Es una defensa ante una agresión ilegítima, no provocada, repelida de manera
proporcional.
- Características:
- En la legítima defensa se puede defender todo bien jurídico (la propiedad, la vida,
etc.)
- No debe haber desproporción entre el bien defendido y el que se afecta por la
defensa, (no puedo provocar un choque de autos para que no me rompan la
pelota de fútbol).
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- El autor de la conducta debe usar el medio menos lesivo para defenderse (si me
roban la billetera y no hubo una amenaza real de muerte, no puedo responder
pegándole un tiro al ladrón).
Requisitos:
- persona y ese acto debe ser una amenaza para un bien jurídico.
- Que sea actual: si yo respondo la agresión tiempo después, ya no sería legítima
defensa sino venganza.
- Que sea inminente: se debe saber que el delincuente sí o sí va a realizar la acción.
- Que no haya provocación: el que se defiende no debe haber provocado la agresión
de la cual se defiende (p.ej. si yo me acuesto con una señorita y viene el marido y
cuando nos encuentra me quiere matar, si yo me defiendo no hay legítima defensa
porque yo provoqué la agresión. Acá habría una causa de exclusión de la
culpabilidad, porque si yo lo mato defendiéndome estoy dañando un bien de la
misma jerarquía que el que defiendo, y en la causa de justificación el bien
sacrificado debe ser de menor valor o jerarquía).
- Concurrencia de causas subjetivas: la mayoría de la doctrina exige que concurran
no sólo las causas objetivas sino las subjetivas, es decir que el sujeto sepa que
actúa en legítima defensa ante una agresión ilegítima.
- Concurrencia de causas objetivas: puede haber casos en que, si bien parece que
hay una agresión, en realidad no lo es. P.ej. si un amigo me hace una broma y yo,
pensando que me va a agredir, lo mato. Acá no habría legítima defensa pues falta
la causal objetiva de agresión ilegítima.
- Agresión contra otros: la agresión no siempre tiene que ser contra uno mismo sino
que uno puede intervenir para defender a terceros, siempre y cuando se observen
todos los requisitos.
- Características:
- El que actúa realiza una conducta típica (es decir, destruye algo, daña algo, etc)
- Tiende a salvar un bien jurídico (la propiedad, la vida, etc).
- Sólo puede salvarse un bien cuya jerarquía sea superior al bien que se afecta.
- El peligro no debe venir de una agresión humana e inmediata sino sería legítima
defensa.
- El peligro debe ser inminente.
- El peligro no debe venir de una acción del autor.
- La persona debe saber lo que está ocurriendo y debe actuar motivada por ello.
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OMISION
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Omisión propia
En el Código Penal de muchos países, la omisión de auxilio u omisión del deber de
socorro es abstenerse a prestar ayuda a quien se encuentra en una situación de
peligro manifiesto y grave. También se conoce como omisión propia, ya que el
delito cometido es la 'propia' omisión.
Por ejemplo, si una persona ante un accidente de tráfico con víctimas y pudiendo
hacerlo, no presta auxilio.
Omisión impropia
Se habla de omisión impropia cuando una persona que tiene una posicion de
garante de un bien jurídico afectado y, estando obligada de esta forma a realizar
determinadas acciones, no las cumple provocando consecuencias negativas.
Por ejemplo, un profesional sanitario que, trabajando en una urgencia médica
abandona a un paciente sin motivo alguno. Estos delitos de omisión impropia se
pueden equiparar a delitos de acción. Por ejemplo, en el caso en que un bebé
muere por inanición por no haber sido alimentado por sus padres, éstos pueden ser
imputados por delito de homicidio por omisión impropia, ya que se considera que el
resultado de la 'no acción' es el mismo que la 'acción' (en este caso, matar).