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Teoría del delito


Conjunto ordenado y lógico de preguntas que establecen los requisitos necesarios
para encontrarse frente a la comisión de un delito
La teoría del delito dentro del derecho penal representa uno de los instrumentos más
importantes para establecer la responsabilidad penal de un individuo procesado,
indiciado por la supuesta comisión de un hecho delictivo. Y es necesario y de gran
importancia analizar y establecer si se ha dado la afectación a un bien jurídico
protegido y considerado fundamental.
Delito:
 conducta

 típica

 antijuridica

 culpable

Hay una serie de características que debe cumplir toda conducta para considerar que
reúne los requisitos de un delito, esos elementos comunes de todos los delitos se
agrupan en la teoría del delito.

El DELITO es la:

1. Acción
2. Típica
3. Antijurídica
4. Culpable.

Las primeras tres componen el injusto penal o imputación primaria, la


culpabilidad conforma la imputación secundaria (análisis de la persona en
particular que cometió el injusto penal).

1 – ACCIÓN –

Acción
Conducta: manifestación externa de la voluntad del hombre expresada mediante el
movimiento o la inmovilidad

comportamiento exterior evitable. Ya sea acción u omisión.

Para que la acción sea considerada relevante debe ser:

1. Libre
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2. Voluntaria

3. Humana

4. Final

Hecho humano voluntario con finalidad

No puede haber acción humana sin finalidad

Causas de exclusión de la acción


Se aplican a los activos y omisivos.

La exclusión de la acción se da cuando no existe voluntad de realización de la misma por parte


del sujeto.

Los causales están previstos en el art. 34 del Código Penal. No hay acción en los siguientes
casos: * Fuerza física irresistible. * De la Naturaleza. * De otra persona. * Actos reflejos. *
Instintivos. * Fisiológicos. * Estado de inconciencia absoluto y total. * Empleo de medios
hipnóticos y narcóticos.

 Estado de inconciencia
 Fuerza física irresistible
 Actos reflejos
 Error sobre las circunstancias de hecho relevantes o el llamado error de tipo.

ARTICULO 34.- No son punibles:

1º. El que no haya podido en el momento del hecho, ya sea por insuficiencia de sus
facultades, por alteraciones morbosas de las mismas o por su estado de inconciencia, error o
ignorancia de hecho no imputables, comprender la criminalidad del acto o dirigir sus acciones.

En caso de enajenación, el tribunal podrá ordenar la reclusión del agente en un manicomio,


del que no saldrá sino por resolución judicial, con audiencia del ministerio público y previo
dictamen de peritos que declaren desaparecido el peligro de que el enfermo se dañe a sí
mismo o a los demás.

En los demás casos en que se absolviere a un procesado por las causales del presente inciso,
el tribunal ordenará la reclusión del mismo en un establecimiento adecuado hasta que se
comprobase la desaparición de las condiciones que le hicieren peligroso;

2º. El que obrare violentado por fuerza física irresistible o amenazas de sufrir un mal grave e
inminente;

No hay acción cuando el movimiento corporal se realiza sin dominio de la voluntad, cuando no
es propio del autor, sino de lo casual o de lo casual sin dominio.

Los movimientos reflejos


Se trata de casos en que el propio organismo reacciona frente a una situación determinada,
pero en los que no hay ninguna intervención de la voluntad del autor. Por lo tanto, son
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movimientos que no pueden ser evitados ni controlados por el sujeto. Por ejemplo, un
estornudo. El propio organismo reacciona de una determinada manera, pero no hay voluntad
del sujeto.

Ej., cocinando me quemo y muevo el brazo instintivamente y provoco una lesión a mi


compañero al lado. No hay delito porque no hay conducta.

Dentro del grupo genérico de movimientos o reacciones automatizadas, generalmente se


incluyen tres situaciones:

1. Los movimientos instintivos de defensa, que son situaciones en las que el sujeto
reacciona automáticamente frente a una agresión extraña.

2. Las llamadas acciones pasionales de corto circuito, es decir, supuestos en los que el
autor tiene una reacción impensada que se origina en un estado de fuerte emoción o
pasión en el que puede hallarse afectada la conciencia. Generalmente se trata de
reacciones absolutamente desproporcionadas donde el sujeto actúa impulsivamente sin
ninguna reflexión.

3.  Los movimientos semiautomáticos, que son acciones que se realizan habitualmente y


en forma reiterada, a tal punto que esa forma de reiteración y su constante practica
permite que se los lleve a cabo automáticamente, sin necesidad de ser pensados. Por
ejemplo, la conducción de automotores.

Fuerza física irresistible


No existe acción cuando el movimiento es absolutamente involuntario, porque el sujeto
simplemente actúa impulsado por una fuerza exterior imposible de controlar

Existe una fuerza ajena que actúa sobre el hombre convirtiéndolo en una masa mecánica. La
fuerza puede provenir de la acción de un tercero (por ejemplo, un empujón) o de la naturaleza
(por ejemplo, viento muy fuerte).

Ej., una avalancha humana me empuja y termino lesionando a otro. La persona no


realiza una acción al no cumplir con los requisitos, no pudo manejar sus movimientos

Se trata de una causa que elimina la acción, expresamente mencionada en el Código Penal
(artículo 34).

Únicamente se considera causa de exclusión de la acción como base de lo injusto a la fuerza


“física” exterior irresistible. En cambio, la violencia moral, o coacción queda fuera de esta
causal, que tendrá relevancia en el juicio de la acción como base de la culpabilidad.

El caso de la intoxicación con narcóticos o estupefacientes, generalmente se analizará en la


culpabilidad. Respecto del hipnotismo, si bien existen dudas acerca de hasta qué punto el
sujeto hipnotizado responde estrictamente las órdenes del hipnotizador o a su propia
voluntad, lo cierto es que en caso de duda sobre si ha actuado de modo consciente o
inconsciente, siempre debe adoptarse la solución que favorezca al imputado.

Inconsciencia absoluta
Corresponde excluir la acción en los casos en que quien realiza el movimiento corporal carece
de voluntad por hallarse en una situación de inconsciencia total. Ello ocurre, por ejemplo, en
el sueño profundo, en caso de delirios febriles de alto grado, desmayos, etc.

Para que no exista acción, la inconsciencia debe ser plena, es decir, total.
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En estos casos, el estado en que se encuentra el autor impide afirmar que el acto haya sido
voluntario.

En cambio, corresponde analizar el contenido de la acción como base de la culpabilidad en


aquellos casos en que simplemente existe un trastorno en la conciencia.

Tipicidad
Tipo penal: supuesto de hecho, conjunto de elementos que caracterizan a un comportamiento
que esta previsto en la ley penal como contrario a la norma

Tipificación: la descripción precisa de las acciones u omisiones que son considerados como
delito y a los que se les asigna una pena o sanción. La obligación de Estado de tipificar los
delitos deriva del principio de legalidad, una de las reglas fundamentales del Estado de
derecho

El tipo en sentido estricto consiste en la descripción de la conducta contraria a la prohibición o


mandato, a la que se refiere la conminación penal.

 Tipicidad: característica de la conducta


 Tipo penal: supuesto de hecho establecido en la ley. Conjunto de elementos que
describen la conducta prohibida

Acción típica es una acción legalmente tipificada

acción legalmente tipificada es la descripción que el legislador hace de un determinado


comportamiento humano.

Para que el injusto penal se configure, es necesario que la acción desarrollada por el autor
coincida con la descripta en algún tipo penal (tipicidad) y que no se encuentre autorizada por
el ordenamiento jurídico (causa de justificación – antijuridicidad).

La tipicidad es la infracción a la norma implícita en el tipo penal. La tipicidad se completa


cuando el hecho cometido coincide con la descripción abstracta del delito, que está contenida
en la ley.

Consiste en la descripción de la conducta prohibida por la norma superior (por ejemplo: “el
que matare a otro”). De tal manera, el delincuente cumple acabadamente con el tipo penal,
pero infringe una norma “prohibido matar”.

La tipicidad está compuesta por un aspecto objetivo y un aspecto subjetivo. Normalmente son
coincidentes, pero hay excepciones.

NORMA

Prohibición o mandato jurídico escrito o no escrito que sirve de fundamento al tipo, y que
como regla general es anterior al tipo penal que está en la ley. Se reconoce un interés o valor,
y se lo lleva a la categoría de bien jurídico.

 Norma: no matar

 Tipo penal: el que matare a otro…

El papel de la norma

Solo se habría realizado el tipo cuando existe contravención a la norma que protege al bien
jurídico. Toda conducta que viola una norma es antinormativa, incluso si es justificada.
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La antijuridicidad consiste en analizar si existe un permiso para infringir la norma. Cuando hay
una causa de justificación, se retira la norma.

Para que existe culpabilidad el sujeto debe tener la capacidad de motivarse en la norma, y
comprender y ajustar su comportamiento al mandato normativo.

TIPO PENAL
El tipo en sentido estricto consiste en la descripción de la conducta contraria a la prohibición o
mandato.

Es lo que realiza el autor. El autor ajusta su conducta a la descripción del tipo. El delincuente
viola la norma, no el tipo

El tipo penal puede ser:

1. Tipo objetivo: tipo legal (externo)

2. Tipo subjetivo: dolo e imprudencia (interno)

Tipo objetivo
Se llevarán los elementos que según la descripción del supuesto típico deben estar presentes.

Todo lo que tenga que ver con la realidad, el mundo exterior

Objetivo: verificar que exista una acción, resultado y un nexo de causalidad, y una relación de
imputación objetiva

El tipo objetivo es «la descripción de las características de cada infracción, los


elementos objetivos y externos de la acción o del resultado

Funciones del tipo penal objetivo

1. Garantía: Está vinculada con los artículos 19 y 18 de la Constitución Nacional. Nadie


puede ser juzgado sin ley previa al hecho que cometió y todo lo que no está prohibido
está permitido. El ciudadano debe poder saber perfectamente qué conductas dadas en
la realidad van a traer aparejada una sanción penal.

2. Seleccionadora: Complementa a la función de garantía. Relacionada con el derecho


penal de última ratio o derecho penal mínimo. El legislador y la sociedad seleccionan
que tipo de conductas que le interesan al derecho penal, se describe con precisión la
conducta porque nos importa solo esa. Prohibida la analogía.

3. Motivadora: Prevención, tiene la función de hacer saber que determinadas conductas


recibirán sanción penal y le permite al ciudadano motivarse en la norma para no recibir
sanción.

Elementos del tipo objetivo


Estos son todos los elementos del tipo objetivo. Pueden presentarse todos o solo algunos.

1. Sujeto activo: autor

2. Sujeto pasivo: víctima

3. Acción o verbo típico: el que “matare” …

4. Relación de causalidad: relación entre el accionar del sujeto activo y el resultado del
delito.
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5. Resultado: es la efectiva producción de la lesión sobre el objeto de la acción, no todos


los delitos tienen resultado.

6. Elementos descriptivos: Son aquellos que se refieren a seres, objetos o actos que
pueden ser percibidos por los sentidos, sin necesidad de una valoración especial.
Elementos que cualquier ciudadano común puede entender. Ejemplo: el que matare a
“otro”.

7. Elementos normativos: Aquellos que no pueden ser percibidos directamente por los
sentidos, sino que suponen una valoración especial de tipo jurídico, social o cultural.
Ejemplo hurto: el que se apoderare de una cosa “mueble” total o parcialmente ajena.
Ejemplo: “obsceno”. Si la valoración se apoya sobre normas sociales, la explicación es
ineludible.

EJEMPLO

Clasificación de los tipos penales


1. Según la estructura del actuar humano

 Acción: ejemplo homicidio

 Omisión: se comete un delito sin realizar una acción que debía hacerse. Ejemplo
abandono de persona

2. Según la existencia o no de un resultado

 Resultado: ejemplo homicidio, se necesita la muerte de alguien.

 Acción o mera actividad: ejemplo la violación de domicilio, la mera actividad de


violar un domicilio viola la privacidad y propiedad como bien jurídico.

3. Según la intensidad de ataque al bien jurídico:

 Resultado material: ejemplo homicidio

 Resultado de peligro o peligro concreto: requieren la puesta en peligro del bien


jurídico. Ejemplo abandono de personas.
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 Aptitud para el daño: requieren cierta cualidad en la acción. Es decir que la


acción sea idónea para realizar un daño al bien jurídico. Comercialización de
sustancias peligrosas para consumo, disimulando su peligrosidad.

 Peligro abstracto: es la forma típica en la que existe una menor intensidad a la


afectación del bien jurídico. Ejemplo la tenencia de estupefacientes para consumo
personal.

4. Según las exigencias de la autoría:

 Generales o comunes: delitos que puede cometer cualquier autor, sin importar
sus características particulares. Ejemplo: homicidio

 Especiales: exigen una característica especial del autor. Puede aparecer como
agravante, ejemplo homicidio agravado por el vínculo, o pueden surgir de una
figura básica, ejemplo los delitos de los funcionarios públicos.

 De propia mano: solamente puede ser el autor el que los realiza por sí mismos.
Ejemplo el abuso sexual.

5. Según el modo de consumación

 Instantáneos: ejemplo homicidio, al momento en que se realiza la acción el delito


se perfecciona.

 Permanentes: ejemplo la privación de la libertad, sigue vigente mientras dure la


privación.

6. En función de otros tipos penales

 Básicos: homicidio art 79

 Derivados: homicidio art 80 (agravantes)

Causalidad
La causalidad busca explicar la conexión entre la acción y el resultado. No es un concepto
jurídico, hace referencia a la relación entre la conducta humana y el resultado que acontece.

Imputación

La imputación es la relación que existe entre el hecho y la voluntad. Solo el portador de esa
voluntad puede ser imputado.

La mera causalidad natural no alcanza para formular la imputación del resultado a una
persona, es la base que luego necesita la corrección de criterios normativos, como lo muestra
la evolución de las teorías, hasta llegar a la Teoría de la Imputación Objetiva.

El problema causal

En los delitos de resultado la relación causal es necesaria e imprescindible, por la cual, dado
un resultado debe existir necesariamente, si se quiere hacer una imputación jurídica, una
relación causal-natural con el autor a quien se pretende imputar ese resultado.

El fundamento para la imputación del resultado está conformado por la existencia de una
relación de causalidad entre la conducta típica y el resultado antijurídico.

LAS TEORÍAS CAUSALES EN EL DERECHO PENAL

Teoría de las equivalencias de las condiciones


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Establece que es causa, toda condición que no puede ser suprimida mentalmente sin que
desaparezca el resultado. 

Hay un punto de apoyo seguro para examinar el nexo causal; si se intenta suprimir
mentalmente al supuesto originante de la suma de los acontecimientos y entonces se ve que a
pesar de eso se produce el resultado, que a pesar de eso la serie sucesiva de las causas
intermedias sigue siendo la misma, está claro que el hecho y su resultado no pueden
reproducirse a la eficacia de esa persona.

Si por el contrario se ve que si se suprime mentalmente a esa persona del escenario del
acontecimiento, el resultado no se podría producir en absoluto o que hubiera tenido que
producirse por otra vía totalmente distinta: entonces está justificado con toda seguridad
considerarlo como efecto de su actividad.

Causa de un resultado es cada condición que no pueda ser suprimida mentalmente


sin que con ella desaparezca simultáneamente aquel resultado. Causa y condición
son equivalentes.

La teoría es eficiente en el sentido de que no deja lagunas sobre el punto, mas allá de las
normales dificultades de prueba.

El problema surge en la limitación de la cadena causal, y en los delitos cualificados por el


resultado. Por ejemplo A quiere matar a B, a quien le dispara con un arma de fuego
hiriéndolo. Sin embargo, B no muere por el disparo de arma de fuego, sino a raíz del choque
de la ambulancia que lo llevaba al hospital. Con la teoría de las equivalencias de las
condiciones, no hay duda de que A es causa de la muerte de B, ya que si hipotéticamente se
elimina su accionar, el resultado final, esto es, la muerte no habría acaecido, con lo cual A
debe ser castigado como autor de homicidio.

Límites de la teoría
La teoría de la condición desemboca teóricamente en el infinito.

1. Prohibición de regreso: no se debía ir más allá de una posición. Ejemplo: si un cazador


deja su escopeta en una taberna en donde varias personas tienen una disputa, aquel no
es responsable si uno de ellos toma el arma y mata a un tercero de manera dolosa.

2. Acciones mediatas de terceros que no fueran acciones de instigación y complicidad.

Lo decisivo es si el autor ha sido la causa de un suceso externo en su forma concreta, que en


nuestro caso no es otra cosa que el resultado típicamente antijurídico.

Teoría de la causalidad adecuada


Sigue le procedimiento hipotético de eliminación de la “conditio sine qua non”, pero no acepta
como causa a todas las condiciones del resultado que no puedan eliminarse mentalmente, sino
solamente a aquellas que según la experiencia sean en general idóneas para producir el
resultado típico.

Causa, es entonces, solo la condición adecuada al resultado. Causa son aquellas condiciones
que aumentan de manera relevante la posibilidad el resultado típico.

Establece que solo es causa la que, según la experiencia general, es normalmente idónea para
producir el resultado.

Una vez delimitadas las condiciones (ex ante), solo es causa aquella que aparezca como
apropiada (previsible) para producir el resultado.

Teoría de la relevancia típica


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Distingue con ayuda de la teoría de la condición, entre la causalidad por comprobar de una
determinada conducta y la pregunta normativa sobre la relevancia jurídica del suceso
causante del resultado concreto.

Propone que una conducta es causa de un resultado cuando cumpla el papel de condición que
conlleve un peligro que previsiblemente, desde un punto de vista objetivo, lleve al resultado.
La teoría no es ninguna teoría de la causalidad sino de la imputación.

La relación causal por sí sola no puede fundamentar la responsabilidad por el resultado.

Es necesaria la relevancia jurídico-penal del nexo causal. Es decir, acepta la teoría de la


equivalencia de las condiciones, buscando limitar sus excesos en el campo del tipo.

Teoría de la causalidad eficiente

Del conjunto de condiciones, sólo es causa la más eficiente.

La que tiene un poder intrínseco de producción del resultado.

Resulta insuficiente si no se precisa cuál es el fundamento que otorga, a una de las


condiciones, el rango de eficiente en la producción del resultado.

Teoría de la imputación objetiva


Consiste en atribuirle la responsabilidad de un resultado a una acción, solo si esta acción ha
creado un riesgo jurídicamente desaprobado.

Para que entre la acción y el resultado exista un nexo causal, el sujeto debió realizar una
conducta prohibida.

La imputación objetiva de Roxin


Para Roxin la esencia de los delitos, tanto dolosos como culposos, residía en la creación y
realización de un riesgo no permitido

un resultado causado por el agente “sólo se puede imputar al tipo objetivo si la conducta del
autor ha creado un peligro para el bien jurídico no cubierto por un riesgo permitido y ese
peligro también se ha realizado en el resultado (…)”,

1- ¿creo la conducta un riesgo jurídicamente desvalorado para el bien jurídico


protegido?

la conducta del autor ha creado un peligro para el bien jurídico no cubierto por un riesgo
permitido

2- ¿ese riesgo creado se materializo en el resultado?

Bien jurídico: hace referencia a los bienes, tanto materiales como inmateriales, que son
efectivamente protegidos por el derecho, como por ejemplo la salud y la vida.

El bien jurídico es un valor determinado por la constitución que debe ser protegido.

El contenido del derecho penal está limitado a la protección de bienes jurídicos previamente
dados, como por ejemplo la vida, la libertad, la propiedad, etc.

Supuestos que excluyen la creación del riesgo:


Riesgo permitido
Disminución del riesgo
Principio de confianza
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Prohibición de regreso
Competencia de la victima

Riesgo permitido
Riesgo permitido es una conducta que crea un riesgo jurídicamente relevante, pero que de
modo general está permitida y por ello excluye ya la imputación al tipo objetivo.

Ya que existen en la actualidad conductas humanas que implican riesgos para bienes jurídicos
ajenos, pero se consideran permitidos en la medida en que cumplamos con ciertas reglas de
conducta, ej., conducir un vehículo siempre implica un riesgo, pero esta reglada la manera de
realizarlo.

La conducción de un automóvil siguiendo las reglas de tránsito, la actividad resulta


aceptada. Aunque constituye un riesgo relevante para la vida, salud y bienes
materiales.

Si se cumplen con los reglamentos o las formas en que se reconocen que deben ser
correctamente realizadas, estaremos amparados por el riesgo permitido y no se podría
imputar objetivamente ese resultado.

Solo el hecho de rebasar el riesgo permitido crea un peligro, cuya realización hace
imputable el resultado como acción típica

Disminución del riesgo


Cuando se intenta anular un resultado típico mediante otro resultado típico, pero con menor
gravedad, impera la ausencia de imputación.

No se imputa el resultado lesiones al autor porque lo que hizo fue disminuir un riesgo ya
existente. Su conducta no creo un riesgo.

(…) Quien ve cómo una piedra vuela peligrosamente a la cabeza de otro  y, aunque no la
puede neutralizar, sí logra desviarla a una parte del cuerpo para la que es menos peligrosa, a
pesar de su causalidad no comete lesiones, al igual que tampoco las comete el médico que
con sus medidas sólo puede aplazar la inevitable muerte del paciente (…)[16].

Debido a que el causante no busca realizar un perjuicio contra la víctima, sino solamente trata
de que, las consecuencias (resultado) de la inevitable desgracia, sean en menor grado. “sería
absurdo prohibir acciones que no empeoran, sino que mejoran el estado del bien jurídico
protegido”

Principio de confianza
Se aplica en actividades compartidas

Una persona tiene derecho a confiar en que los demás en dicha actividad compartida se van a
comportar conforme a su rol correspondiente.

Ej., en una operación el medio cirujano tiene derecho a confiar en que el instrumentista va a
esterilizar los elementos que se utilizaran en la operación. Si se produce una infección por la
falta de higiene de los instrumentos, ese resultado no se puede imputar objetivamente al
cirujano, porque el actuó dentro de este principio de confianza.

Excepción
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Este principio cede cuando el autor ante la situación particular tiene motivos o datos objetivos
para pensar en que los demás no van a cumplir con su rol.

Ej., cuando estoy por pasar el semáforo en verde veo que hay un niño en bicicleta pasando, y
no puedo pasar en verde y decir que “tengo derecho a confiar”, ya que hay un dato objetivo
que demuestra que no puedo confiar en el cumplimiento correcto del rol de los demás.

Prohibición de regreso
En el análisis de la responsabilidad penal existe un momento en el que no podemos regresar a
analizar la antijuricidad de la conducta de una persona, si esta actuó dentro de un marco de
licitud y conforme a su rol

Ej., A compra un cuchillo y B le vende este cuchillo (legalmente), A mata a X con el


cuchillo.

Este criterio de la prohibición de regreso establece que no se puede regresar a la


responsabilidad penal de una persona (B) que actuó lícitamente

Se aplicas más a los participes

Ejemplo taxista lleva a C al banco y este asalta el mismo

En la medida en que actúe en su rol no puede ser considerado participe del delito, incluso
sabiendo que el autor iba a cometer dicho ilícito.

Taxista: su función es llevar personas de un lugar a otro. Mas no es el encargado de evitar


que se provoquen robos

Excepción

La persona deja de cumplir su rol, lo excede y aconsejo, incide en la conducta del autor
principal. Modificando el curso causal del hecho delictivo

Taxista: podría ser responsable como participe si le dice al ladrón que le conviene entrar por
otro lado para robar. Se excede de su rol.

Competencia de la victima
No se imputa el resultado, aunque el autor haya contribuido a causarlo, cuando en la
producción del resultado la misma victima actuó de manera riesgosa, descuidada o siendo
consciente del resultado

Ej., B tiene relaciones sexuales con X sabiendo que tiene una enfermedad venérea, B asume
el riesgo y se contagia.

No se puede imputar objetivamente a X porque el mismo no

2. El riesgo en el resultado
Una vez comprobado que la conducta del autor significa la creación de un riesgo jurídicamente
desvalorado

Ahora se debe comprobar que ese riesgo se haya materializado en el resultado. Y que ese
resultado nos sea producto de otro riesgo distinto.

Que exista relación entre la creación del riesgo y el resultado producido. Y verificar que no
se den los supuestos de exclusión
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“una vez creado el riesgo no permitido por la conducta del sujeto se produzca/materialice en
el resultado”

En el supuesto de que se le quiere imputar un determinado resultado típico a un sujeto,


resulta necesario, además de comprobar la existencia de una relación de causalidad;
comprobar la relación de riesgo, puesto que, de no existir, se tendría que dar por concluido el
juicio de imputación.

Asimismo, Roxin establece el ejemplo del envenenamiento vitamínico, sustentando que es


la importante el resultado para la imputación:

Así p.ej., si alguien llega a un hospital con un envenenamiento vitamínico causado


imprudentemente por su farmacéutico y allí muere por una infección gripal de la que no es
responsable el hospital, la imputación del resultado depende de si la infección y la muerte por
gripe son una consecuencia del debilitamiento orgánico del paciente condicionado por el
envenenamiento. En caso afirmativo, se habrá realizado el peligro creado por el farmacéutico
y debe castigarse a este por homicidio imprudente

Supuestos que excluyen la materialización del riesgo

 Riesgo general normal


 Casos no cubiertos por el fin de protección de la norma

Riesgo general normal


Riesgo al que estamos expuestos en por ejemplo, el ámbito del tránsito.

Ej., apuñalo a B y este muere en un accidente de tránsito yendo al hospital

El resultado se produce por un riesgo distinto al que fue creado por el autor.

Muere por el accidente no por el apuñalamiento

El resultado se interrumpe por la existencia de otro riesgo distinto, ese resultado no se le


puede imputar al causante de la herida

Si se le puede imputar tentativa

el resultado es producto de un riesgo distinto

Casos no cubiertos por el fin de protección de la norma


El fin de protección de la norma

[Roxin] propone limitar la imputación cuando los resultados no estuviesen cubiertos por el fin
de protección de la norma de cuidado limitativa del riesgo permitido, o sea cuando el
resultado se hubiese evitado también si otro que realiza la misma actividad hubiese observado
el cuidado debido.

“imputable solo lo es el resultado que es producto del riesgo que quiso prevenir la
norma violada”

Analizar si el resultado se produce por el riesgo producido o por un riesgo que la norma no ha
tratado de evitar

Ej., A cruza un semáforo en rojo, a las 100m atropella a un niño que se cruza de manera
imprevista.
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Hay relación de causalidad, hubo un riesgo jurídicamente desvalorado

No se le puede imputar porque el resultado es el resultado de un riesgo distinto, no por el


riesgo de pasar el semáforo en rojo. Porque cuando pasa el semáforo crea riesgos productos
de violar esa norma, la misma quiere evitar el riesgo de choques en esa esquina no pretende
evitar que el conductor este 10minutos mas tarde en la próxima esquina (donde
atropello al nene)

No hay una relación de protección a la norma que el sujeto A violo. Se le hará una multa, pero
no imputarle la muerte por pasar el semáforo en rojo

Conducta alternativa conforme a derecho

Si la conducta alternativa hubiera dado el mismo resultado (muerte) NO es imputable al autor,


aunque hubiera incumplido una regla (norma de tránsito)

Ej., ciclista va ebrio y un camión no respeta la distancia adecuada. Termina atropellándolo por
la imprudencia del ciclista.

Si el conductor del camino hubiera respetado la distancia de igual manera hubiera sucedido el
supuesto

NO ES IMPUTABLE

Daños consecuenciales

Segundos daños. Daños que tiene alguna relación con un daño previo anterior

Ej., A lastima la pierna de B, será responsable por esta lesión.

B queda incapacitado para correr (debido a la lesión), está en un espectáculo deportivo, en


una estampida todos corren, pero B no puede por consecuencia de la lesión inicial y por ello
muere

A no puede ser imputado por la muerte de B, solo es responsable por la lesión inicial y no hay
una relación de imputación entre esa lesión y el resultado muerte

Teoría incremento del riesgo


Dudas sobre lo que hubiera pasado si el autor se hubiera comportado conforme a derecho

Ej., conductor no respeto la distancia, ciclista borracho, se produjo la muerte. Pero no se sabe
que hubiera pasado si el conductor se comportaba conforme a derecho, no se tiene certeza.

Roxin: Hay que imputar el resultado toda vez que el autor actúa ilícitamente violando la
norma, porque el autor esta incrementando el riesgo. Si bien no se puede determinar con
certeza absoluta la relación del riesgo con el resultado. Si incrementa el riesgo es
imputable

Jacobs: dicha teoría afecta al principio constitucional de indubio pro reo, afectando el principio
de la duda. Si no se sabe con certeza que hubiera pasado si el autor se hubiera comportado
conforme a derecho, no se puede imputar el resultado

Jakobs
A continuación, desarrollaremos la teoría de la imputación objetiva expuesta por el profesor
de la Universidad de Bonn, Günther Jakobs.
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En otras palabras, el derecho (en especial, el penal) no tiene como finalidad que cada
individuo trate de que las conductas y actividades que desarrolla en su día a día, tengan los
efectos menos perjudiciales posibles dentro del entorno social; sino que coloca a las
personas en distintos roles dentro de la sociedad.

4.2. Criterios de Imputación

Jakobs plantea ciertos elementos que se deben analizar para imputar objetivamente el


comportamiento de los individuos en un tipo penal exteriorizado.

El riesgo permitido
Jakobs afirma que para el análisis sobre este criterio, se debe partir por establecer
que “cualquier contacto social entraña un riesgo, incluso cuando todos los intervinientes
actúan de buena fe: a través de un apretón de manos puede transmitirse, a pesar de todas las
precauciones, una infección”.

Nos encontramos ante un riesgo permitido cuando, dentro de un contexto social donde los
individuos se ciñen de roles, estos los respetan y asumen comportamientos que se estipulan
como socialmente adecuados. Cabe señalar que, de mantenerse dentro del ámbito de dichos
comportamientos, se realiza además un hecho atípico.

Por ejemplo, Jakobs manifiesta lo siguiente:

“Un conductor que conduce a una velocidad de 69 kilómetros por hora por un lugar en el que
está permitido y es adecuado conducir a 70 kilómetros por hora, no defrauda ninguna
expectativa”[43], pero el conductor que circula por el mismo sitio a una velocidad de 80
kilómetros por hora para dirigirse a su destino, ha sobrepasado el riesgo permitido y se
encuentra dentro del ámbito del riesgo no permitido.

Principio de confianza
“Cuando el comportamiento de los seres humanos se entrelaza, no forma parte del rol del
ciudadano controlar de manera permanente a todos los demás; de otro modo, no sería posible
la división del trabajo”, es por ello que se origina el principio de confianza[44].

Asimismo, el profesor desarrolla un binomio de circunstancias, dentro del estudio del


principio de confianza, sosteniendo que:

(…) El principio de confianza puede presentarse bajo dos modalidades. En primer lugar, se
trata de que alguien, actuando como tercero, genere una situación que es inocua siempre y
cuando el autor que actúe a continuación cumpla con sus deberes. (…) [p.ej.] alguien entrega
a otra persona un reloj ajeno de gran valor, y esto no causará un daño sólo si quien recibe el
reloj lo coge con cuidado. Normalmente, puede confiarse en que así suceda.

En segundo lugar, la confianza se dirige a que una determinada situación existente haya sido
preparada de modo correcto por parte de un tercero, de manera que quien haga uso de ella,
el potencial autor, si cumple con sus deberes, no ocasiona daño alguno. (…) [p.ej.] el cirujano
confía en que el material que utiliza en la operación haya sido convenientemente esterilizado

Tanto en la primera como en la segunda modalidad, los individuos se encuentran en un estado


en donde inconscientemente creen que los demás actuarán de la manera más diligente
posible, suponiendo ello el fundamento de este criterio.

Prohibición de regreso
Se sustenta en que “quien asume con otro un vínculo que de modo estereotipado es inocuo,
no quebranta su rol como ciudadano, aunque el otro incardine dicho vínculo en una
organización no permitida”
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En la misma línea, el profesor Zaffaroni, ratificando lo mencionado por Jakobs, acota:

«Jakobs sostiene que se activa la prohibición de regreso (no puede haber imputación) si el
deudor le paga a su acreedor sabiendo que con el dinero comprará un arma para matar a una
persona, porque el deudor no se halla en posición de garante respecto de la vida de esa
persona. Excluye la imputación aun por culpa, aunque el curso causal sea previsible»[48].

En consecuencia, Jakobs sostiene que: “[a] diferencia de lo que sucede respecto del principio
de confianza, la prohibición de regreso rige incluso cuando la planificación delictiva de la otra
persona es palmaria (…) casos en los que un comportamiento estereotipado carece de
significado delictivo”

La competencia de la víctima
Seguidamente, Jakobs inmiscuye en su teoría de la imputación objetiva un elemento de
análisis, en donde el actor principal deja de ser el imputado o actor, para pasar a ser la
víctima. A este cuarto criterio le llama competencia de la víctima.

La competencia de la víctima por su comportamiento es algo conocido: el caso más conocido


es el del consentimiento. Un comportamiento del que se sabe que producirá lesiones sigue
siendo conforme al rol, en la medida que la víctima no tenga derecho a que no se produzca el
comportamiento lesivo; esto es, en tanto y en cuanto el conjunto de bienes que, desde el
punto de vista fáctico, depende de la organización del autor, no dependa jurídicamente de
ella

En conclusión, Jakobs considera que “en el lado de la víctima lo decisivo está en determinar si


la víctima o, precisamente, el rol de alguien que configura la situación, es decir, de quien
actúa a propio riesgo”

No obstante, es preciso advertir que “como señalan sus seguidores científicos, esta institución
tan sólo aparece esbozada en algún trabajo monográfico y en el Tratado adolece de
tratamiento disperso y poco coherente en algunos puntos”

Tipo SUBJETIVO
Se analiza los intereses y deseos de la persona que comete el ilícito. Se analizarán los datos
que tienen que ver con el pensamiento del supuesto autor del hecho delictivo

Subjetivo: verificar las representaciones del autor al momento de realizar esa conducta
delictiva

DOLO
El dolo es el conocimiento de todos los elementos del tipo y la voluntad de realizarlos.
dolo es la voluntad consciente, encaminada u orientada a la perpetración de un acto
que la ley tipifica como delito.
Dolo es la producción del resultado típico, con intención y conocimiento de
realizar dicha acción
El concepto de dolo
El dolo es una forma de imputación a la acción libre. Porque domina la acción se le
puede imputar el resultado. El dolo es conocimiento y voluntad de la realización de
tipo. El dolo tiene un aspecto cognoscitivo y un aspecto volitivo.
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Cognoscitivo
El conocimiento como elemento del dolo
El aspecto intelectivo abarca el conocimiento actual de todos los elementos objetivos
que conforman el tipo legal.
El elemento de cognosibilidad es útil para deducir una conclusión fiable sobre la
decisión en contra del bien jurídico: quien conoce todas las circunstancias dañosas y
de todos modos actúa, no podrá afirmar que ello no entra dentro de su decisión.
El elemento intelectual del dolo significa el saber y esto implica “el tomar
conocimiento” o ser consiente sobre los elementos del tipo penal.
Para que exista el dolo es necesario que el autor conozca de manera actual y efectiva
los elementos objetivos del tipo penal correspondiente. Es decir, no es suficiente con
demostrar que tuvo la posibilidad de conocer o que si hubiese actuado con la
prudencia debida hubiera conocido. El dolo supone un conocimiento cierto de los
presupuestos objetivos del tipo.
Si el autor desconoció algún elemento exigido por el tipo estaremos a lo sumo
ante un actuar imprudente, pero no doloso.
Esto debe ser tenido especialmente en cuenta al momento de fundamentar las
condenas por delito doloso.
No basta con que el tribunal pueda afirmar que el imputado “debió haber conocido” o
tuvo elementos para conocer, sino que, para la responsabilidad dolosa, es preciso
demostrar que conoció efectivamente.
El dolo supone que el autor sea consciente de las circunstancias del tipo, de modo que
las circunstancias que él podría recordar, pero que no se le presentan a su
entendimiento no forman parte de la situación.

Volitivo
La voluntad como elemento del dolo
Para que haya dolo no alcanza con el conocimiento, sino que además debe haber
voluntad de realizar la conducta y en su caso de causar el resultado típico.
La voluntad no es lo mismo que el mero deseo o el simple querer subjetivo. En la
voluntad el sujeto quiere el resultado como consecuencia de su propia acción (se exige
una dominabilidad), cosa que no sucede con el mero deseo.
La voluntad como elemento de la acción y como requisito fundamental del dolo no
significa “finalidad”, sino más bien dominabilidad. No basta con que el autor desee o
pretenda un determinado resultado, es decir que actúe con el fin de, sino que es
necesario que procure obtener dicho resultado a través de su propia dominabilidad
causal.
El dolo requiere ambos elementos, el conocimiento y la voluntad, pero esa última
juega el papel fundamental de llevar la acción a cabo
Momento del dolo
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Los elementos del dolo (conocimiento y voluntad) deben darse al momento de


cometerse el hecho y no antes ni después. El dolo anterior y el posterior al hecho
resultan absolutamente irrelevantes.
No es necesario que el dolo esté presente durante toda la ejecución del hecho. Basta
que concurra en el momento en el que el sujeto se dispone a la producción del
resultado y abandona el control del curso causal. Por ejemplo, el autor de un atentado
que coloca una bomba en un avión responde por el homicidio doloso, aunque al
momento de explotar la bomba él no esté pensando en el asunto o este durmiendo.

Clases de dolo
La doctrina ha diferenciado entre: el dolo directo, el dolo indirecto/directo de segundo
grado y el dolo eventual
Directo: sucede lo que el sujeto persigue;
Indirecto: son abarcadas todas las consecuencias que, aunque no las persigue, el
sujeto prevé que se producirán con seguridad
Dolo eventual: el sujeto no persigue un resultado y tampoco lo prevé como seguro,
sino que solo prevé que es posible que se produzca, pero para el caso de su
producción lo asume en su voluntad.

Dolo directo
Es la forma más clara y más intensa del dolo. El autor quiere la realización de los
elementos objetivos del tipo como meta o fin de su acción.
En esta clase de dolo se pueden individualizar perfectamente los dos elementos
característicos del dolo: el conocimiento y la voluntad. Podría decirse que en el dolo
directo ambos elementos se presentan en su plenitud.
El autor conoce, es decir, es consciente de los elementos objetivos del tipo penal
concreto y, sobre todo, actúa con la voluntad de su realización, en el sentido que le
hemos dado a este elemento, es decir, decisión, permanencia y consumación del
hecho típico. El elemento volitivo del dolo se encuentra bien visible en el dolo directo,
pues es claro que existe un verdadero “querer” a través del manejo causal.
El sujeto quiere matar a la víctima, extrae un arma de fuego y efectúa el disparo
mortal. Lo importante es que en el momento del hecho el autor busque la
realización del tipo como meta directa, pudiendo o no existir un plan anterior.

Dolo Indirecto
En este caso el autor no tiene la intención directa de realizar los elementos objetivos
del tipo, pero sabe que ello será una consecuencia necesaria de su acción. Por
ejemplo, un terrorista que con la intención de matar al presidente, coloca una bomba
en su automóvil, representándose que de esa forma matara no solo al presidente sino
también al chofer y a sus acompañantes.
Es decir, en el dolo directo el autor no persigue como meta directa la concreción del
tipo, por ello usualmente no le agrada la producción del resultado ni tampoco la
desea.
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-No obstante, es claro que al actuar con plena conciencia de que a través de ese
medio y esa conducta el resultado se producirá necesariamente, también quiere dicho
resultado, de modo que puede ser perfectamente imputado a su voluntad de
realización.

Dolo eventual
En los casos de representación de la posibilidad del resultado, solo puede negarse el
dolo eventual cuando se demuestre la voluntad activa de evitar las consecuencias
previstas como posibles. Esto significa que en el caso concreto habrá que analizar si
el autor hizo o no algo para evitar la producción de las consecuencias
accesorias. Si de acuerdo con la forma de actuación no surge una exteriorización de
la voluntad de evitación, habrá que afirmar el dolo eventual.
Si el autor, reconociendo la posibilidad de producción de un resultado accesorio, no
corrige la elección de sus medios, es decir, no hace nada para evitarlo, puede actuar
así por tres motivos:
1. Puede ser que no sea posible una configuración distinta de la acción, pero su
realización es para el tan importante que no desea abandonarla con el fin de
evitar la consecuencia accesoria.
2. Puede que el empleo necesario para la modificación de la elección de los medios
resulte para el autor demasiado costoso.
3. Puede ser que le sea indiferente la producción de la posible consecuencia
accesoria.
En todos esos casos, las consecuencias o resultados accesorios deben ser imputados a
la “voluntad de realización” y por lo tanto a título de dolo.
Diferencia con culpa consciente
En el dolo eventual el actor acepta
Obra con culpa consciente quien de manera reprochable y contraria al deber actúa en
la confianza de que no realizará el tipo legal”.
La culpa consciente significa que el autor ha reconocido en verdad el peligro concreto,
pero:
1. No lo toma en serio, porque a causa de una infracción del cuidado debido
respecto a la estimación del grado de riesgo o de sus propias facultades niega la
concreta puesta en peligro del objeto de la acción, o
2. Pese a tomarlo ciertamente en serio, confía, también de modo contrario al
deber, en que no se producirá el resultado lesivo.
El dolo no se presume
Sólo la presencia efectiva del dolo permite habilitar el poder punitivo.
El dolo nunca puede presumirse. Esto genera un problema de prueba que deriva en
una ficción de dolo: habrá dolo cuando así lo indique un inequívoco sentido social, es
decir, cuando así lo entienda el juez.
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El dolo no abarca la comprensión de la antijuridicidad o del carácter ilícito de la


conducta. La posibilidad de su comprensión no es necesariamente un conocimiento.
Corresponde a la culpabilidad.

CULPA
El autor no actúa buscando la producción del resultado, se produce como una
consecuencia de su conducta imprudente o negligente, con una falta del cuidado
debido
Para que pueda hablarse de un delito imprudente es preciso que exista una violación
al deber objetivo de cuidado
 No a todas las figuras dolosas que están en la ley penal les corresponde una
contrapartida imprudente o culposa.
 Solo pueden ser cometidos de manera imprudente las conductas que están
descriptas de esa forma en el código penal.
 Adquiere fundamental importancia la inobservancia del deber objetivo de
cuidado.
Esta conducta culposa no está individualizada en razón de la finalidad del autor, sino
porque en la forma en que se llega al resultado típico es mediante la infracción de un
deber de cuidado
En este tipo de delitos, no se trata de verificar el conocimiento del autor, sino de
determinar lo que este debía conocer en función de determinadas exigencias
normativas.
La particularidad de la culpa radica en que, para configurarla, no requiere imputarle
un conocimiento pleno al autor, sino un conocimiento en menor grado que, unido a
deberes de cuidado objetivamente establecidos, habría llevado a evitar la realización
del tipo penal.
Ejemplo en que un conductor maneja su automóvil a 60 km/h en zona urbana, gira en
una curva sin reducir la velocidad y atropella a un transeúnte que cruzaba en ese
momento por el crucero peatonal. Dado que al ciudadano que maneja un automóvil le
incumbe, por su rol general, conocer los riesgos que genera su conducción para los
transeúntes, se le podrá imputar un conocimiento en cierto grado de la posibilidad de
atropellar a alguien, este grado de conocimiento no genera un deber de dejar de
conducir, sino de asumir ciertos deberes de cuidado al momento de la conducción
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REGULACION DE LA IMPRUDENCIA
En la legislación argentina no existe un delito genérico de imprudencia apto para
construir un tipo imprudente junto a cada doloso existente, sino que el catálogo
posible es explícitamente cerrado.
Es de numero cerrado: solamente se penan las figuras de la forma culposo cuando
expresamente están previstas en la parte especial
LA AUTONOMÍA DEL DELITO IMPRUDENTE
El delito imprudente o negligente tiene como característica esencial que el fin de la
acción del autor es normalmente licito, no se dirige a realizar el tipo objetivo, como en
los delitos dolosos, sino que, por el contrario, el fin.
En autor decide realizar una acción, pero dentro del orden jurídico.
El problema es que en el dominio causal para llegar al fin el autor realiza una mala
elección de los medios, y esto es lo que ha dado en llamar la violación al deber
objetivo de cuidado en el ámbito de relación. Con esta acción el autor pone en peligro
el bien jurídico, pero esencialmente provoca en la mayoría de los delitos imprudentes
la destrucción del bien jurídico.
Imprudencia
Hacer una conducta más allá de lo permitido, hacer de más. Ej., manejar un vehículo
a exceso de velocidad
Negligencia
hacer una conducta sin haber tomado ciertas previsiones, hacer de menos. Ej.,
manejar sin haber controlado el estado de los neumáticos
EL DELITO IMPRUDENTE
Se debe analizar si es posible imputar un resultado al autor que ha actuado de manera
imprudente, limitando esa imputación a la acción libre del sujeto.
Ya no hay conocimiento y voluntad de realizar el tipo objetivo. Si existe una forma de
actuar que va en contra de un deber o de una obligación.
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Acá el destinatario de la norma “no debes matar”, se encuentra con una obligación
secundaria surgida de la propia norma que dice que debe evitar cualquier acción que
ponga en peligro el bien jurídico. El llenado de esa obligación, el criterio, y que es lo
que se debe conocer, será el fundamento del delito imprudente.
El derecho exige, para que se puedan realizar diversas actividades de la vida social,
una determinada diligencia y el cumplimiento de determinadas reglas.
Para que pueda hablarse de un delito imprudente es preciso que exista una violación
al deber objetivo de cuidado.

LA ACCIÓN TÍPICA EN EL DELITO IMPRUDENTE


El criterio normativo busca medir la forma de conducirse de un hombre prudente,
inteligente y sensato promedio de la sociedad. Se compara la acción del sujeto
actuante y la de este sujeto promedio, y si hay una divergencia, se puede afirmar que
estamos en presencia de una actuación imprudente.
Hay actividades no protocolizadas que se rigen por la lex artis, que establece como se
debe realizar un arte o profesión. Son leyes del arte que no necesariamente están
reguladas por una reglamentación específica. Una persona prudente desarrolla su
actividad en concordancia con estas leyes.
EL PRINCIPIO DE CONFIANZA
Todo aquel que observa su deber objetivo de cuidado puede confiar válidamente en
que los demás miembros del equipo también van a respetar su deber objetivo de
cuidado, siempre que no existan motivos concretos y suficientes para presumir lo
contrario.
El principio de confianza se revierte cuando dadas las características del hecho, el
autor tuvo serios motivos y concretos para presumir que el otro miembro del equipo
iba a actuar de manera imprudente.
Límites del principio de confianza
1. Solo puede invocarse el principio de confianza por aquella persona que haya
observado su correspondiente deber de cuidado.
2. Mientras menos experiencia tengan los auxiliares, mayor es el deber de
supervisión. A mayor obligación de supervisar, menor aplicación del principio de
confianza.
LA PRODUCCIÓN DEL RESULTADO
Para que se dé el tipo de injusto es preciso que se haya producido un resultado
material como consecuencia de la violación del deber objetivo de cuidado. El resultado
debe ser considerado una consecuencia precisa de la falta de cuidado del autor.
LA EVITABILIDAD
Se necesita demostrar casi de manera certera.
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La exigencia de la evitabilidad está relacionada no solo con el deber objetivo de


cuidado, sino también con la demostración de que la acción adecuada hubiera servido
para evitar el resultado dañoso.
LA AUTORÍA DE LOS DELITOS IMPRUDENTES
En estos delitos, que son delitos de resultado, quien va a realizar la conducta típica es
aquel que contribuye a la producción del resultado delictivo con una acción que no
responde al cuidado objetivamente debido, siempre que se den los elementos del tipo
penal.
Imprudencia conciente: La persona SABE que crea un riesgo pero viola el deber de
cuidado porque confía en sus acciones. Acá sí hay tipo subjetivo porque la persona
sabe que crea un riesgo. Entonces, a diferencia del dolo eventual, no es que no le
importe el riesgo que crea, sino que confía ciegamente en sus acciones para evitar el
resultado.
Roxin sostiene la “in dubio pro reo”, pero dice que en los comportamientos
imprudentes desconsiderada, cruel, sin importancia por los demás, es más grave que
una simple imprudencia conciente.

Imprudencia inconciente: La persona NO SABE que está creando un riesgo. Por lo


tanto, acá no hay tipo subjetivo porque el autor no se da cuenta del peligro de sus
actos. La minoría de la doctrina dice que esta imprudencia no debería ser imputable.
Roxin, por su parte, dice que SÍ debe ser imputable porque todos asumimos
responsabilidades y debemos cumplir los deberes de cuidado.

Con representación
El autor no quiere el resultado.
Autor si se representa la posibilidad de producción del resultado. Pero no quiere ni
admite ese resultado (ni dolo directo ni eventual)
El sujeto se representó de forma previa (con conocimiento) el evento que terminó
ocasionando una lesión en el bien jurídico. Sin embargo, momento previo a que ello
ocurriese, el agente confía en que no se producirá el resultado, se descarta la
predominancia de un accidente (sin voluntad) en este tipo de culpa porque el agente
no quiere causar la lesión, pero advierte esta posibilidad y, a pesar de ello, lleva a
cabo la conducta. Dicho de otro modo, a pesar de conocer la posibilidad, confía en que
no se produzca.

Sin representación
El autor no se representó la posibilidad de que se produzca el resultado. No cree que
el resultado vaya a ocurrir
Ocurre cuando el sujeto no se representó ni previó el proceso que afectó el bien
jurídico que exigía de un cuidado especial y, por tanto, debió de ser previsto por el
agente activo. Porque aun teniendo los conocimientos necesarios que le permitirían
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realizar esta representación mental y advertir tal riesgo, simplemente no lo advierte


(no tiene conocimiento). 

ERROR DE TIPO
Es cuando alguien, en la comisión de un hecho, no conoce una circunstancia que
pertenece al tipo legal y por lo tanto no actúa dolosamente. O sea que falta
conocimiento cuando quien actúa no incluyó en su plan el elemento o circunstancia
elemento pertenece o no al tipo, sino que realmente lo desconoce y no se lo
representa.
- imputación del dolo en las desviaciones del curso causal: P.ej. A dispara con dolo de
matar a B, pero éste sólo resulta herido de manera poco peligrosa y luego, durante el
tratamiento de las heridas muere en el hospital pero víctima de un incendio. Acá el
resultado no fue la concreción del plan de A, por lo tanto el curso causal que fue
abarcado por el dolo se quedó a medio camino, entonces A sólo puede ser imputado
por Tentativa de homicidio.
También puede haber casos en que el curso causal sea adecuado pero haya que negar
el dolo por desviaciones del curso, mientras que en los cursos causales inadecuados
falta ya el tipo objetivo por falta de nexo y por falla de la imputación objetiva.

Aberratio ictus
(desviación de la trayectoria): error en el curso causal
Hay una desviación del curso causal involuntariamente por parte del autor, y por lo
tanto el resultado tiene lugar en un objeto de la acción diferente a aquel que el
sujeto tenía en su plan para alcanzar.
P.ej. A quiere matar de un disparo a B, pero en vez de alcanzarlo a B lo alcanza a C
que estaba al lado.
Según la teoría de la concreción (opinión dominante y en contra de la teoría de la
equivalencia) acá faltaría el dolo con relación al objeto perseguido, y por lo tanto sólo
habría una tentativa de homicidio respecto a B y un homicidio culposo con respecto a
C.
No sabia que estaba matando a C

Error en el objeto
(error in persona)
No hay un error sobre el curso causal, el sujeto sabe lo que hace y el resultado que
provocara, su error radica en la identidad de la persona o la titularidad del bien
jurídico del objeto contra el cual se dirige
P.ej. A quiere matar de un disparo a B, pero al individualizar a su objeto pensando que
es B, mata a C pensando que era B.
Opinión dominante: lo importante no es la representación errónea que se hace el
autor acerca de la identidad de la víctima, sino que su plan se realiza puesto que
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alcanza a la víctima a la que había apuntado en el momento de la acción, por lo tanto,


actúa dolosamente.
Error irrelevante. No excluye el dolo
En algunos casos si es relevante a efectos de excluir el agravante. Ej., A mata a su
hijo queriendo matar a su vecino, se le imputa solo el homicidio simple porque no
tenia dolo de ese elemento especial que configura el agravante

Dolus generalis
cuando el autor quiere realizar un delito como el homicidio y cree erróneamente
haberlo consumado y, por ese error, al querer ocultar ese hecho es cuando sin darse
cuenta (error de tipo) su acción encubridora acaba consumando el delito, por ejemplo,
si ante el presunto cadáver que realmente vivía, al querer enterrarlo o simular un
accidente o arrojarlo al mar o a un precipicio, es cuando realmente lo mata.

1º- quería matar y lo hizo, se le asigna el homicidio doloso


2º- el momento del dolo tiene que darse al momento de la conducta, no antes ni
después.
En el primer momento tuvo dolo de matar, pero no lo hizo, seria tentativa en
este acto
En el segundo momento cuando tira el cadáver, no tuvo la prudencia de verificar
si estaba viva. Provoca y se le imputa el homicidio con culpa en este acto
Adelantamiento del resultado
1- dolo general, quiso matar y mato.
2- mata con culpa, homicidio culposo.
- DELITOS OMISIVOS: Se pena cualquier comportamiento distinto mandado. Sólo el
comportamiento mandado no es punible.
- Si dice “el que causare la muerte a otro por no prestar auxilio” no alude a una
omisión sino a una acción.
- Requisitos de la omisión:
B – debe haber capacidad de realizar la acción mandada. Si se dice que “alguien
omitió el salvataje” es porque esa persona tenía la capacidad de realizarlo. No se
puede exigir un salvataje de alguien que, por ejemplo, es discapacitado o está
inconciente (no por drogas o alcoholismo).
Quien no cuenta con los medios para actuar, no omite nada.
C – no se debe realizar la acción mandada, es
decir, no realizar el salvataje, no avisar a la policía, etc.
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3–

Antijuricidad
La teoría de la antijuridicidad tiene por objeto establecer en qué casos una acción
típica es conforme a derecho. Por eso se dice que es una teoría de autorizaciones de
un comportamiento típico.
El primer requisito de la antijuridicidad penal es la tipicidad penal. Un hecho es
penalmente típico cuando se halla previsto en la ley como constitutivo de una especie
o figura (tipo) de delito, como el asesinato, el robo, la estafa, etc.
El segundo requisito de la antijuridicidad penal es la ausencia de causas de
justificación. El hecho de realizar un tipo penal no es antijurídico cuando se efectúa
bajo el amparo de una causa de justificación.
*Lo que se verifica en esta etapa de la teoría del delito es que no existan causales de
justificación.
Requisitos para afirmar que hay causas de justificación:
a. Postura clásica (causalismo): Dice que para que una acción típicia esté justificada
deben darse los supuestos objetivos (externos), p.ej. si una mujer le pega con un
sartén a alguien que abre la puerta de su casa porque piensa que es el marido que
viene de juerga, pero en realidad es un ladrón. Acá objetivamente hay supuesto de
justificación por legítima defensa (agresión no provocada, repelida
proporcionalmente, etc).
b. Postura finalista: Exige, además de la concurrencia de los supuestos objetivos, los
supuestos subjetivos (dolo), es decir, saber qué es lo que se está haciendo, que
sea voluntario.
El autor debe saber que repele una agresión que es ilegítima, pero no es
necesario que conozca que hay una ley de justificación, sino sólo basta que
conozca la situación (que repele una agresión ilegítima). En el caso del sartén, la
mujer para estar justificada debería saber que era un ladrón y no el marido,
entonces ahí sí se darían además de los supuestos objetivos (la agresión ilegítima)
los supuestos subjetivos (el conocimiento de que la agresión es ilegítima).

Causales de justificación
Las causas de justificación eliminan la antijuridicidad.
Las causas de justificación provienen de todo el ordenamiento y hay un sinnúmero de
ellas. Sin embargo, las causas de justificación más comunes en el derecho son:
1. Estado de necesidad;
2. Legítima defensa.
Fuentes de las causas de justificación
1. El ordenamiento jurídico total. (por ejemplo, el derecho de retención)
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2. El derecho positivo y el no positivo


3. El derecho consuetudinario
ARTICULO 34.- No son punibles:
3º. El que causare un mal por evitar otro mayor inminente a que ha sido extraño;
4º. El que obrare en cumplimiento de un deber o en el legítimo ejercicio de su
derecho, autoridad o cargo;
6º. El que obrare en defensa propia o de sus derechos, siempre que concurrieren las
siguientes circunstancias:
1. Agresión ilegítima;
2. Necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla;
3. Falta de provocación suficiente por parte del que se defiende.
Se entenderá que concurren estas circunstancias respecto de aquel que durante la
noche rechazare el escalamiento o fractura de los cercados, paredes o entradas de su
casa, o departamento habitado o de sus dependencias, cualquiera que sea el daño
ocasionado al agresor.
Igualmente, respecto de aquél que encontrare a un extraño dentro de su hogar,
siempre que haya resistencia;
7º. El que obrare en defensa de la persona o derechos de otro, siempre que concurran
las circunstancias a) y b) del inciso anterior y caso de haber precedido provocación
suficiente por parte del agredido, la de que no haya participado en ella el tercero
defensor.
Reglas comunes a las causas de justificación
1. Quien invoca la causa de justificación no debe haber provocado la situación de
agresión o peligro.
Elementos subjetivos de las causas de justificación
Para que concurra la justificación de una acción típica debe constatarse el elemento
subjetivo:
1. Los elementos objetivos de la causa de justificación deben estar alcanzados por
el conocimiento y voluntad del autor de actuar de ese modo.
2. Al elemento objetivo de justificación debe corresponderle el elemento subjetivo,
el conocimiento y voluntad del actuar autorizado.

LEGÍTIMA DEFENSA
Es una causa de justificación, por ello aquel que actúa en legítima defensa, actúa de
manera legítima, por lo tanto, se excluye la antijuridicidad.
Desde la perspectiva del individuo, la legitima defensa es un derecho fundamental
destinado a la autoprotección y autodeterminación frente a agresiones antijurídicas de
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terceros. El sujeto en ejercicio de ese derecho busca protegerse frente a agresiones de


terceros.
ARTICULO 34.- No son punibles:
6º. El que obrare en defensa propia o de sus derechos, siempre que concurrieren las
siguientes circunstancias:
1. Agresión ilegítima;
2. Necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla;
3. Falta de provocación suficiente por parte del que se defiende.
Se entenderá que concurren estas circunstancias respecto de aquel que durante la
noche rechazare el escalamiento o fractura de los cercados, paredes o entradas de su
casa, o departamento habitado o de sus dependencias, cualquiera que sea el daño
ocasionado al agresor.
Igualmente respecto de aquél que encontrare a un extraño dentro de su hogar,
siempre que haya resistencia;
7º. El que obrare en defensa de la persona o derechos de otro, siempre que concurran
las circunstancias a) y b) del inciso anterior y caso de haber precedido provocación
suficiente por parte del agredido, la de que no haya participado en ella el tercero
defensor.
ELEMENTOS DE LA LEGITIMA DEFENSA
1. Agresión ilegítima;
2. Necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla;
3. Falta de provocación suficiente por parte del que se defiende.
No puede haber legítima defensa contra legítima defensa, porque si el que se defiende
provocó, el que se defiende realizó una agresión ilegitima.
NATURALEZA
Es un derecho tanto conceptualmente como por los requisitos establecidos por la ley,
y como tal no se le puede obligar al individuo a hacer uso de ese derecho. El agredido
puede defenderse o no. Si decide defenderse su conducta no es antijurídica.
Es un derecho anterior al Estado.
BIENES DEFENDIBLES
Los bienes individuales pueden ser defendidos sin límites, siempre que sean bienes
jurídicos individuales. De modo tal que se puede matar en defensa del patrimonio.

ESTRUCTURA DE LA LEGITIMA DEFENSA


Agresión ilegitima
Es la amenaza humana de lesión a un interés jurídicamente protegido. Es un ataque
humano a un bien jurídicamente protegido. Los animales y cosas no pueden realizar
una agresión ilegitima. La agresión ilegitima es una conducta humana, por ello quedan
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excluidos todos los casos donde haya una exclusión de la acción, como por ejemplo un
movimiento reflejo.
Se debe representar objetivamente una agresión inminente sin importar que se quería
o que se pretendía. Un mero no hacer no es una agresión ilegitima, excepto que el
sujeto este obligado a actuar.
La agresión siempre es un acto que va dirigido hacia un fin. La agresión no
necesariamente debe ser típica, pero si debe ser antijurídica. Es antijurídica si hay una
inminencia en la producción del ilícito de resultado. Por ello la ley dice actuar para
“impedir” o “repeler”.
Puede haber legítima defensa contra conductas culposas siempre que exista acción.
La agresión ilegitima debe ser actual o inminente.
Acción defensiva
La acción defensiva debe ser voluntaria. Se requiere el conocimiento de que el sujeto
está siendo agredido.
La defensa debe ser necesaria, que no quiere decir que sea racional.
La defensa puede ser necesaria y a la vez irracional, lo que derivaría en un exceso en
la legitima defensa. Lo racional debe ser el medio elegido para impedirla o repelerla.
Medio racional, es el medio eficaz, menos lesivo que tenga a mi disposición. No se
debe afectar bienes jurídicos de terceros. El límite es una desproporción que sea
inaceptable entre el bien jurídico amenazado por la agresión ilegitima y el resultado de
la acción defensiva.
Falta de provocación suficiente por parte del que se defiende
El defensor no debe haber provocado la agresión. El que provoca renuncia a la
protección de los bienes jurídicos y asume el riesgo de que haya un sujeto que se
defienda. La provocación debe ser dolosa y la excepción podría ser una reacción
superior a lo que se encuentra previsto.
Cuando se instala un mecanismo automático como un cerco electrificado hay una
agresión potencial, pero no una agresión actual o inminente. Por ello se exige informar
la existencia de esos mecanismos con una correcta señalización.
LEGÍTIMA DEFENSA PRIVILEGIADA
Se entenderá que concurren estas circunstancias respecto de aquel que durante la
noche rechazare el escalamiento o fractura de los cercados, paredes o entradas de su
casa, o departamento habitado o de sus dependencias, cualquiera que sea el daño
ocasionado al agresor.
Igualmente respecto de aquél que encontrare a un extraño dentro de su hogar,
siempre que haya resistencia;
DEFENSA DE TERCEROS
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7º. El que obrare en defensa de la persona o derechos de otro, siempre que concurran
las circunstancias a) y b) del inciso anterior y caso de haber precedido provocación
suficiente por parte del agredido, la de que no haya participado en ella el tercero
defensor.
Si el agredido no quiere recibir ayuda, no es posible imponer la legítima defensa.
Quien presta ayuda a un tercero debe actuar con el conocimiento de la situación de
legítima defensa y el agredido no tiene que rechazar la ayuda del tercero defensor.
LEGÍTIMA DEFENSA PUTATIVA
El sujeto equivocadamente cree que esta en presencia de una agresión ilegitima y que
están dados los presupuestos para la legitima defensa. Lo cual es tratado como un
error de tipo.

Exceso en la legitima defensa


Artículo 35: El que hubiere excedido los límites impuestos por la Ley, por la
autoridad o por la necesidad, será castigado con la pena fijada para el delito por culpa
o imprudencia.
La doctrina más ortodoxa lo toma como una conducta culposa.
Autores más contemporáneos entienden que quienes se exceden en el ejercicio del
derecho a la legitima defensa disminuye la antijuridicidad.
Distinción con el estado de necesidad
Tienen en común ambos institutos, en que en ambos casos el autor obra en situación
de necesidad. Pero quien obra en estado de necesidad justificante debe lesionar un
bien jurídico de menor valor que el que protege, en la defensa necesaria no rige este
principio.

ESTADO DE NECESIDAD JUSTIFICANTE


ARTÍCULO 34.- No son punibles:
3º. El que causare un mal por evitar otro mayor inminente a que ha sido extraño.
CONCEPTO
Al estado de necesidad justificante le pertenece la idea fundamental de que existe
para un bien jurídico un peligro real presente y por el cual es permitido afectar a otro
bien jurídico, cuando el peligro no pueda evitarse de otra manera, y que el interés que
sea protegido predomine por sobre el que es afectado.
El estado de necesidad se identifica con sacrificar un bien menor para salvaguardar un
bien mayor.
Se trata de la salvación del bien más valioso utilizando para ello un bien menos
valioso.
Cuando de la ponderación de bienes resulta que ambos bienes tienen el mismo valor,
el estado de necesidad es “disculpante”.
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DIFERENCIAS CON LA LEGÍTIMA DEFENSA


El estado de necesidad tiene su fundamento en la ponderación de bienes jurídicos, y
más concretamente de intereses, que se completa, con un elemento regulador que es
la autonomía de la persona, en el sentido de que el hombre no debe utilizarse como
medio para fines de terceros. En este instituto se trata de la salvación del bien o del
interés más valioso, utilizando para ello un bien o interés de menor valor, que necesita
un límite que es el principio regulativo, antes mencionado, en el que no debe ser
violentado el principio de la autonomía ética de la persona.

Clases
Estado de necesidad justificante agresivo
El sujeto en este caso no es agresor injusto, ni se trata de un peligro que haya partido
de él, de modo que el permiso de intromisión surge, sale del principio de
responsabilidad del ilícito.
El estado de necesidad es una causa de justificación siempre que el mal causado sea
menor que el que se trata de evitar, con el límite de la autonomía ética de las
personas, en el sentido de que no debe utilizarse al hombre como medio para los fines
de un tercero. La ponderación debe considerarse dentro del respeto de la autonomía
ética del hombre.
Estado de necesidad justificante defensivo
Se encuentra muy cercano a la legítima defensa, es una intersección entre ambos. Se
trata de casos en los que el peligro para el bien jurídico amenazado proviene de una
persona, pero la legítima defensa no entra en consideración por faltar la acción de la
persona, ergo no existe la agresión actual que me permita situarse en la legítima
defensa. Ejemplo agresión de animales.
FUNDAMENTO JURÍDICO
El fundamento del estado de necesidad justificante se encuentra en la ponderación de
intereses o de bienes, de modo que la justificación está dada por el salvataje del bien
o del interés de mayor valor jurídico, aunque ello exige hacer una aclaración a los
efectos de encuadrar los fundamentos de la institución dentro del Estado de Derecho.
PROCEDENCIA DEL ESTADO DE NECESIDAD
El estado de necesidad procede con respecto a todos los intereses que merezcan
protección jurídica.
PONDERACIÓN DE INTERESES
La acción solo será justificada cuando el bien a salvar goza de una valoración social
considerablemente superior al interés sacrificado.
El modo de establecer la valoración social se puede formular a través de las siguientes
proposiciones:
1. Los preceptos sobre el orden general ceden ante la protección frente a daños
concretos
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2. Los valores de la personalidad tienen preferencia frente a los valores


patrimoniales
3. La protección de la vida y la integridad fundamentan un interés superior incluso
frente a otros valores de la personalidad o intereses supraindividuales.
Toda vida humana vale lo mismo, las vidas humanas son inconmensurables e
imponderables. No es posible utilizar a ningún ser humano como medio, de esta forma
la dignidad del hombre aparece como base de sustentación de todo el sistema.

REQUISITOS
1. Existencia de un peligro inminente
2. La acción debe ser el único medio disponible para contrarrestar el peligro y
salvar un bien jurídico de mayor valor, sacrificando un bien de menor valor.
3. No haber generado la situación de peligro
El peligro para el bien jurídico
El peligro es un estado en el que se encuentra el bien jurídico, de acuerdo con las
circunstancias concretas existentes la producción de un daño aparece como
probablemente alta según la experiencia general. El peligro es un estado objetivo.
Es indiferente el origen del peligro y el fenómeno al que se debe. El peligro debe ser
inminente, lo que también incluye el peligro permanente. Pero excluye el peligro
futuro. La inminencia se determina cuando con un alto grado de probabilidad, si el
sujeto no interviene, se va a producir.
La acción necesaria es la que contrarresta el peligro.
La necesidad de salvar el bien jurídico
La acción debe constituir el único medio disponible para contrarrestar el peligro y
salvar el interés superior.
No haber provocado la situación de peligro
El sujeto que se ampara en la justificación debe ser extraño a la situación.
ASPECTO SUBJETIVO
El autor debe actuar con el fin de salvar o evitar un mal para un bien jurídico de
mayor valor, sacrificando uno de menor valor. Debe existir conocimiento y voluntad.

CULPABILIDAD
CONCEPTO DE CULPABILIDAD
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Una acción típica y antijurídica sólo es culpable si le puede ser imputada al sujeto en
concreto, en la situación concreta en que se hallaba, que hubiera obrado en contra de
las exigencias del ordenamiento jurídico.
Posibilidad de comprensión del orden jurídico y de actuar conforme a ese
orden.
Sin esa comprensión del orden normativo es imposible, en el caso concreto,
reprocharle al sujeto su conducta.
Los dos elementos de la culpabilidad son:
1. La posibilidad de la conciencia del injusto, que es el elemento intelectual de la
culpabilidad;
2. La posibilidad de actuar en la medida de esa conciencia, que es el elemento
volitivo de la culpabilidad.
Exigibilidad de otra conducta
Se analiza si la infracción al ordenamiento pudo ser evitada. Ello sólo es posible si el
sujeto, en la situación en que se hallaba, podía haber actuado de otro modo y de
acuerdo con las exigencias del ordenamiento jurídico, en lugar de haber actuado como
actuó.
La culpabilidad tiene directa relación con el principio de legalidad. Quien no entienda
que su acción es lícita por diversas razones, o, entendiendo, no pueda actuar, también
por diversas razones, no está en condiciones de ser sujeto de imputación y por ende
tampoco de que se le imponga una pena.
PRINCIPIO DE CULPABILIDAD
El principio de culpabilidad marca la oposición a una responsabilidad por el resultado
referida exclusivamente a la imputación de hechos objetivos. Se trata del
reconocimiento de las circunstancias individuales que son significativas para la
determinación de la pena concreta.
 No hay pena sin culpabilidad.
 La pena no debe rebasar la medida de la culpabilidad.
 Es una exigencia del respeto a la dignidad de la persona humana.
 La imposición de una pena sin culpabilidad, o si la medida de la pena rebasa la
medida de la culpabilidad, supone la utilización del ser humano como un mero
instrumento para la consecución de fines sociales: grave atentado a la dignidad.
NO HAY PENA SIN CULPABILIDAD
 Directa relación de la culpabilidad con el principio de legalidad.
 Si toda la dogmática penal es una imputación al autor de su acción/omisión y
del resultado de ellas, es claro que en un momento dado se exige que este autor
haya tenido la posibilidad real de conocer su injusto à culpabilidad.
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 Es absurdo imputar un hecho ilícito a alguien que no haya sabido que su


accionar era violatorio de la ley.
 Para ello es necesario que tenga la capacidad de poder comprender la ilicitud de
su conducta y además actuar en consonancia con esa comprensión.
Quien no entienda que su acción es ilícita por diversas razones (enfermedad mental,
error, etc.), o, entendiendo, no pueda actuar, también por diversas razones (estado
de necesidad exculpante, no exigibilidad), no está en condiciones de ser sujeto de
imputación.

La conciencia de la antijuridicidad significa que el autor sabe que realiza una acción
que no está permitida, sino prohíba. Luego, el error sobre la antijuridicidad no es otra
cosa que el autor sabe que realiza el tipo penal, pero tiene error sobre esa prohibición,
creyendo que su conducta era permitida. Esto significa que creía que la prohibición no
existía o que su conducta estaba en ese caso permitida o justificada. Se trata
entonces de que el erro sobre la antijuridicidad es un error de prohibición.
La pena requiere culpabilidad. Culpabilidad es reprochabilidad. Con el juicio de
desvalor de la culpabilidad se le reprochara al autor que él no ha adecuado su
conducta a la medida del Derecho, que se ha decidido en favor del injusto, aunque
habría podido decidirse a favor del Derecho y que su conducta fuera a la medida de lo
jurídico.
La culpabilidad como concepto jurídico solo es posible de ser pensada cuando el
Derecho comprende en si la razón subjetiva del sujeto que actúa, como elemento
constitutivo y no solo como una supresión de las formas. De este modo el fundamento
y la medida de la culpabilidad se producen en la realidad interna de una falta hacia la
comprensión de ese orden jurídico, ya que la culpabilidad se fundamenta en el injusto.

CAUSAS DE EXCLUSIÓN DE LA CULPABILIDAD


1. Incapacidad de culpabilidad;
2. Coacción;
3. Estado de necesidad exculpante;
4. Error de prohibición;
2. Coacción: Art. 34, “el que obra bajo amenaza” no es punible. P.ej. si me obligan a
entregar la plata de la caja amenazándome con matar a mi hijo o a mí. Acá hay acción
típica y antijurídica, pero no culpabilidad
3. Estado de Necesidad Exculpante. Se produce cuando entran en conflicto bienes de
igual valor.

Supuestos de inculpabilidad
ARTÍCULO 34.- No son punibles:
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1º. El que no haya podido en el momento del hecho, ya sea por insuficiencia de sus
facultades, por alteraciones morbosas de las mismas o por su estado de inconciencia,
error o ignorancia de hecho no imputables, comprender la criminalidad del acto o
dirigir sus acciones.

Insuficiencia de las facultades 


(Causa Bilógica)
La capacidad de culpabilidad en los casos de niños y de adolescentes
La inmadurez psíquica del autor del hecho es lo que se engloba por insuficiencia de las
facultades.
Esta insuficiencia puede darse por un hecho natural, esto es, la edad de la persona,
que nuestra legislación establece que hasta los 16 años de edad se es inimputable,
aunque se comprenda la criminalidad del acto.
Esto implica dos cosas:
1. Se excluye la responsabilidad del menor
2. Se exige un procedimiento procesal especial.
Se trata de un problema de motivación en la norma que en los niños y adolescentes
no alcanza a ser lo suficientemente importante como para poder imponerle una pena,
de manera que solo se justifican medidas educativas.

Los estados de retraso mental


Se trata de un problema que afecta la inteligencia del hombre que, en principio,
aparece como resultado de traumatismos intrauterinos, o en el momento del
nacimiento, o por daños cerebrales producidos en la gestación o en la infancia.
Los tres grados del retraso mental son:
1. Idiocia: desarrollo de la inteligencia detenida en el nivel de un niño de seis años
2. Imbecilidad: no superación del crecimiento intelectual alcanzado hasta la
pubertad;
3. Debilidad mental: estancamiento del desarrollo de la inteligencia en la etapa
inmediatamente posterior a la pubertad.

Las alteraciones morbosas


 (Causa Bilógica)
Cuando la ley se refiere a la alteración morbosa hace alusión a la enfermedad mental
que limita o anula la libertad del sujeto.
Las perturbaciones psíquicas se pueden dividir en:
1. Enfermedades:
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1. Enfermedades con fundamentos exógenos:


1. Psicosis
2. Estados de deterioro
2. Enfermedades que no tienen un fundamento corporal: (ejemplo las
esquizofrenias)
2. Dificultades anormales del ser humano
1. Oligofrenias
2. Dificultades en la personalidad (psicopatías): para decidir sobre su
capacidad de culpabilidad, habrá que tener en cuenta si la psiquis del
autor se aparta considerablemente del término medio, debido a su defecto
en el carácter, sentimiento y voluntad, y si por ello está seriamente
alterada su capacidad para actuar, de acuerdo a valores, que es un serio
déficit para la decisión de su acción.
3. Reacciones vivenciales anormales (neurosis): las neurosis son
enfermedades de la personalidad que se caracterizan por conflictos
intrapsiquicos que inhiben las conductas sociales. Producen más bien una
perturbación del equilibrio interior del neurótico que una alteración de su
sistema de la realidad.
4. Dificultades de los impulsos (adicciones)

Estado de inconsciencia
(Causa Bilógica)
Nos encontramos en presencia de una conciencia perturbado.
Encuadran en este supuesto los trastornos patológicos, como la embriaguez,
envenenamiento, delirios en estado febril y alucinaciones. También entran en este
punto los trastornos por causa psicológica, como los estados de hipnotismo, consumo
de alcohol, estupefacientes, exceso de fatiga y los estados pasionales de alto grado.
La ebriedad puede ser considerada como enfermedad mental cuando haya alcanzado
un grado considerable (3º/00) de alcohol en la sangre capaz de excluir la capacidad de
comprender y de comportarse de acuerdo a esa comprensión).

Imposibilidad de comprender la criminalidad del acto  


(Causa Psicológica)
La culpabilidad tiene un elemento intelectual que consiste en la posibilidad de la
comprensión del injusto; esto lleva a que la capacidad de culpabilidad, como
posibilidad de comprensión de esa antijuridicidad, sea un requisito básico para
constituir ese elemento intelectual y este directamente ligado a la posibilidad de
motivación del sujeto.
Se trata entonces de que completen los elementos que se exigen, la comprensión y la
adecuación de la conducta a esa comprensión. Si esto no le es posible es que no ha
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podido motivarse en la norma y, en consecuencia, no se le podrá imputar su hecho en


este nivel de la teoría del delito.
En consecuencia, podemos decir que para que el sujeto sea inimputable, la
enfermedad o las causas psiquiátricas o biológicas deben haber comprometido la
libertad en relación con la valoración del hecho.

Imposibilidad de dirigir las acciones 


(Causa Psicológica)
El sujeto debe tener la capacidad de dirigir los actos de acuerdo a valores motivados
en la norma.
La capacidad de culpabilidad es la cualidad de la persona de asimilar, entender y llevar
adelante la acción conforme a la norma, lo que puede llamarse capacidad de
comprensión y capacidad de dirección de las acciones. Esto requiere la posibilidad y la
actualidad de conocimiento del injusto. Cuando estas condiciones faltan, esto es, el
entendimiento o la dirección de las acciones, en la formación o en la puesta en
práctica debe descartarse la culpabilidad, por incapacidad de culpabilidad.
En el análisis de la capacidad de dirigir las acciones, es decisivo ponderar si el autor
era capaz de contrarrestar los impulsos mediante las inhibiciones.
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ERROR DE PROHIBICIÓN
(actúa dolosamente, pero cree que su conducta está permitida)
Acá el sujeto conoce todas las circunstancias del hecho y por lo tanto actúa
dolosamente y, sin embargo, el sujeto considera que su hecho es permitido o no es
antijurídico. Ej., quien graba voluntariamente la llamada telefónica de otra persona sin
consultarle.
Si en ese caso el sujeto cree que su comportamiento está permitido, se trata de un
error de prohibición, que deja intacto el dolo y que únicamente en caso de ser
invencible excluye la culpabilidad y con ello la punibilidad, pero que en otro caso
conduce sólo a una atenuación facultativa de pena.
Los errores pueden ser vencibles o invencibles.
- Error vencible: al sujeto le es imputable el hecho porque quiere decir que en el
momento del hecho se le podía exigir otro comportamiento. Es decir que hay delito.
- Error invencible: al sujeto no se le podía exigir otro comportamiento al momento
del hecho puesto que hizo todo lo posible para evitarlo, por lo tanto, no hay delito.
Error inevitable
En los casos en que el error es inevitable no se podrá hacer ningún tipo de reproche al
autor por su conducta antijurídica, ya que no sabe que aquel lo es, con lo cual debe
descartarse su culpabilidad y, como consecuencia más importante, la pena, aunque
debe quedar claro que su conducta sigue siendo antijurídica con las consecuencias que
ello acarrea dentro del campo de la responsabilidad civil.
Error evitable
Si el error es evitable existe una menor culpabilidad del autor, ya que o se ha podido
motivar de manera correcta por la norma; luego, la pena también debe disminuirse.
El error es evitable cuando el autor no uso toda la capacidad que tenia de reconocer la
antijuridicidad de su acto y perdió la posibilidad de reconocer el deber al que estaba
sujeto. El autor pudo o no motivarse en la norma para actuar. Aquel que es consciente
de que su proyecto de actuación es prohibido o posiblemente prohibido es capaz de
entender el injusto, de manera tal que lo importante es saber si el autor no omitió la
conducta antijurídica a pesar de que podía haberlo hecho. El problema está en la
conciencia que el autor debe tener sobre la antijuridicidad.
- La doctrina ha fijado posiciones diversas para establecer como debe realizarse la
atenuación de la pena en los casos de error evitable.
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Los errores de prohibición se dividen en A) Directos y B) Indirectos,

Directos:

1 - Desconocimiento de la norma prohibitiva: El sujeto no sabe que hay una


norma que prohíbe sus actos.
2 – Error de conocimiento de la prohibición: El sujeto supone falsamente que su
conducta no viola ninguna norma prohibitiva, p.ej. alguien que recién llega al país
e ignora ciertas prohibiciones. Se trata de errores de conocimiento del carácter
antijurídico en si mismo.
b - Creer que hay consentimiento de la víctima: La falsa suposición de un
consentimiento inexistente.
3 – Error de comprensión de la prohibición y conciencia disidente: El sujeto
conoce la norma de prohibición, pero no se le puede exigir su asimilación
valorativa.
P.ej. cuando el sujeto pertenece a una cultura diferente o a una tribu diferenciada
donde internalizó valores diferentes e incompatibles con los legales. En este caso
de conciencia disidente siempre habrá al menos disminución de la culpabilidad.
Sin embargo, puede haber casos en que se excluya totalmente la culpabilidad como
cuando el esfuerzo que hubiese realizado el autor fuese tan grande que claramente
es irreprochable penalmente, y por lo tanto habrá un error invencible de
prohibición.
Esto pasa cuando la dificultad para asimilar la norma está condicionada
culturalmente, como cuando el sujeto conoce la norma prohibitiva pero no la puede
internalizar por razones culturales, acá por regla general no se le puede reprochar
esa falta de internalización y comprensión, y por lo tanto hay un error invencible.
P.ej. el matrimonio indígena a temprana edad no es delito porque no pueden
comprender que lo sea, y no por inexigibilidad o estado de necesidad.
En la Constitución se prescribe conocer la preexistencia étnica y cultural de los
pueblos indígenas argentinos y garantizar el respeto a su identidad y el derecho a
una educación bilingüe e intercultural (art. 75 inc 17). Por lo tanto, cuando los
mismos miembros hayan aplicado una sanción a un ilícito cometido por uno de
ellos, si el Estado impone una pena estará violando el principio de prohibición de la
doble punición.

Indirectos
1 – El sujeto falsamente supone una causa de justificación: P.ej. alguien me
agrede y yo respondo la agresión correctamente, pero en realidad yo la había
provocado, o en realidad era un amigo que me venía a saludar, etc.
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ERROR EVITABLE E INEVITABLE


En el error de prohibición existe una pobre o deficiente representación de un
permiso o de la autorización de una conducta, así como también el desconocimiento
de esa prohibición.
Un error de prohibición de quien no ha agotado los medios no es en modo alguno
vencible, sino que la vencibilidad depende de tres presupuestos o requisitos:
1. Motivo: El sujeto tiene que haber tenido motivo para reflexionar sobre una
posible antijuridicidad de su conducta o para informarse al respecto. El punto
central es determinar si el autor se representó al menos como posible la
antijuridicidad de su acción. Si el individuo tuvo motivos para dudar acerca de
la licitud de su comportamiento, aparecen entonces las distintas posiciones,
más flexibles algunas, menos las otras;
2. Que debe hacer el sujeto si existen motivos: si el motivo existió,
entonces el sujeto debe abstenerse de realizar la conducta. La existencia de
una causa o motivo para dudar hace surgir el deber de informarse antes de
actuar o buscar el consejo de un tercero. Cuando exista un motivo, el sujeto
o bien no debe haber emprendido ningún tipo de esfuerzo para cerciorarse o
bien estos esfuerzos deben haber sido tan insuficientes que sería indefendible
por razones preventivas una exclusión de la responsabilidad.
3. El conocimiento, aun en casos de esfuerzos insuficientes: cuando el
sujeto, pese a existir un motivo, no consulto a un abogado, se debe
considerar no obstante invencible su error de prohibición, si un abogado
digno de confianza le habría confirmado también la conformidad a derecho de
su conducta. Cuando el sujeto, pese a existir un motivo, se ha esforzado en
pequeña medida por conocer el derecho, su error de prohibición es sin
embargo vencible solamente cuando unos esfuerzos suficientes le habrían
llevado a percatarse de la antijuridicidad.

Entonces, para reprocharle una conducta tipica y antijurídica (injusto penal) a un


autor es necesario que en ese momento haya tenido cierto grado de capacidad
psíquica que le haya permitido disponer de un ámbito de autodeterminación.

ANTIJURIDICIDAD

Las causas están en el art. 34 y son: Estado de necesidad (inc.3), cumplimiento de


un deber (inc.4) y legítima defensa (in. 6 y 7).
Efectos de las causas:
a. La realización de una acción típica pero justificada excluye laculpabilidad y toda
responsabilidad jurídica, ya sea civil, administrativa, etc (p.ej. la legítima
defensa).
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b. No es antijurídica la conducta de quien actúa adicionalmente (es decir para que


haya complicidad). Entonces, la causa de justificación que ampara al autor
también ampara al los partícipes. Igual, puede pasar que el principal sea impune
y el accesorio culpable, p.ej. quien instiga a un menor a cometer un delito.
c. La causa de justificación excluye el injusto penal. Porque cuando hay una
conducta típica antijurídica hay injusto penal, por eso, al haber una causa de
justificación la conducta típica ya no es antijurídica. Sus consecuencias son:
- no habrá delito
- no se puede exigir reparación en el plano civil. Criterios para identificar la causa
de justificación:
a. En todas las causas de justificación la realización de la acción
justificada genera más beneficio que daño, o el daño causable es inferior al
evitable. O sea que hay una ponderación de bienes (el bien que se sacrifica debe
ser de menor valor o jerarquía que el que se salva, p.ej. dañar una manta para
apagar un incendio porque peligraba una vida).
Requisitos para afirmar que hay causas de justificación:
c. Postura clásica (causalismo): Dice que para que una acción típicia esté
justificada deben darse los supuestos objetivos (externos), p.ej. si una mujer le
pega con un sartén a alguien que abre la puerta de su casa porque piensa que
es el marido que viene de juerga, pero en realidad es un ladrón. Acá
objetivamente hay supuesto de justificación por legítima defensa (agresión no
provocada, repelida proporcionalmente, etc).
d. Postura finalista: Exige, además de la concurrencia de los supuestos objetivos,
los supuestos subjetivos (dolo), es decir, saber qué es lo que se está haciendo,
que sea voluntario. Entonces, el autor debe saber que repele una agresión que
es ilegítima, pero no es necesario que conozca que hay una ley de justificación,
sino sólo basta que conozca la situación (que repele una agresión ilegítima). En
el caso del sartén, la mujer para estar justificada debería saber que era un
ladrón y no el marido, entonces ahí sí se darían además de los supuestos
objetivos (la agresión ilegítima) los supuestos subjetivos (el conocimiento de
que la agresión es ilegítima).

Legítima Defensa
Es una defensa ante una agresión ilegítima, no provocada, repelida de manera
proporcional.
- Características:
- En la legítima defensa se puede defender todo bien jurídico (la propiedad, la vida,
etc.)
- No debe haber desproporción entre el bien defendido y el que se afecta por la
defensa, (no puedo provocar un choque de autos para que no me rompan la
pelota de fútbol).
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- El autor de la conducta debe usar el medio menos lesivo para defenderse (si me
roban la billetera y no hubo una amenaza real de muerte, no puedo responder
pegándole un tiro al ladrón).

Requisitos:
- persona y ese acto debe ser una amenaza para un bien jurídico.
- Que sea actual: si yo respondo la agresión tiempo después, ya no sería legítima
defensa sino venganza.
- Que sea inminente: se debe saber que el delincuente sí o sí va a realizar la acción.
- Que no haya provocación: el que se defiende no debe haber provocado la agresión
de la cual se defiende (p.ej. si yo me acuesto con una señorita y viene el marido y
cuando nos encuentra me quiere matar, si yo me defiendo no hay legítima defensa
porque yo provoqué la agresión. Acá habría una causa de exclusión de la
culpabilidad, porque si yo lo mato defendiéndome estoy dañando un bien de la
misma jerarquía que el que defiendo, y en la causa de justificación el bien
sacrificado debe ser de menor valor o jerarquía).
- Concurrencia de causas subjetivas: la mayoría de la doctrina exige que concurran
no sólo las causas objetivas sino las subjetivas, es decir que el sujeto sepa que
actúa en legítima defensa ante una agresión ilegítima.
- Concurrencia de causas objetivas: puede haber casos en que, si bien parece que
hay una agresión, en realidad no lo es. P.ej. si un amigo me hace una broma y yo,
pensando que me va a agredir, lo mato. Acá no habría legítima defensa pues falta
la causal objetiva de agresión ilegítima.
- Agresión contra otros: la agresión no siempre tiene que ser contra uno mismo sino
que uno puede intervenir para defender a terceros, siempre y cuando se observen
todos los requisitos.

Estado de Necesidad justificante


(no es el estado de necesidad disculpante):

- Características:
- El que actúa realiza una conducta típica (es decir, destruye algo, daña algo, etc)
- Tiende a salvar un bien jurídico (la propiedad, la vida, etc).
- Sólo puede salvarse un bien cuya jerarquía sea superior al bien que se afecta.
- El peligro no debe venir de una agresión humana e inmediata sino sería legítima
defensa.
- El peligro debe ser inminente.
- El peligro no debe venir de una acción del autor.
- La persona debe saber lo que está ocurriendo y debe actuar motivada por ello.
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A) Cumplimiento de un deber y ejercicio de un derecho: Actúa típica pero


justificadamente quien no hizo otra cosa que cumplir con un deber art.34, inc.4.
Acá, el orden jurídico no sólo permite la conducta sino que obliga al sujeto a
infringir una prohibición.
- Cumplimiento de un deber: P.ej. los deberes que tienen los agentes de fuerzas de
seguridad de realizar un registro domiciliario (el cual está tipificado como
“violación de domicilio” art. 150) o los casos en que la ley prevé por orden de un
juez competente la intercepción de la correspondencia (“desvío de
correspondencia”, art. 153)
- Autorizaciones garantizadas constitucionalmente: P.ej. no es antijurídica una
coacción típica producida en una manifestación puesto que está garantizado
constitucionalmente el derecho a reunión. Tampoco habrá lesión al honor puesto
que la libre expresión está garantizada constitucionalmente.

- Autorizaciones previstas en normas no penales: Es cuando se comete un hecho


típico pero dentro del orden jurídico hay una norma que autoriza al autor a
realizarlo, p.ej. la negativa a restituir una cosa mueble entregada en depósito es
un supuesto de defraudación, art. 173, inc 2. pero esto no es antijurídico si el
autor tiene derecho de retención, porque en este caso está autorizado a conservar
la posesión de la cosa ajena hasta el pago de lo que le es debido, art. 3939 c.c.

Cumplimiento de un deber y ejercicio de un derecho


El deber jurídico como causa de justificación
Actúa típica pero justificadamente quien al realizar la acción no hizo otra cosa que
cumplir con un deber (Art. 34 inc 4), el orden jurídico no solo permite si no obliga
al sujeto a infringir una prohibición. El cumplimiento de un deber remite a
conductas expresamente ordenadas por el orden jurídico, con lo que se trata de
acciones de ejecución obligatoria.
EJEMPLO LA causa de justificación aplicable al padre que causa daños
patrimoniales para evitar que su hijo muera ahogado, no es el estado de necesidad
si no el cumplimiento de un deber.

OMISION
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Omisión es un delito o falta consistente en abstenerse de actuar ante una situación


que se considera un deber legal, como la asistencia a menores discapacitados. En
este punto se distinguen dos tipos de delitos de omisión: propia e impropia.

Omisión propia
En el Código Penal de muchos países, la omisión de auxilio u omisión del deber de
socorro es abstenerse a prestar ayuda a quien se encuentra en una situación de
peligro manifiesto y grave. También se conoce como omisión propia, ya que el
delito cometido es la 'propia' omisión.
Por ejemplo, si una persona ante un accidente de tráfico con víctimas y pudiendo
hacerlo, no presta auxilio.

Omisión impropia
Se habla de omisión impropia cuando una persona que tiene una posicion de
garante de un bien jurídico afectado y, estando obligada de esta forma a realizar
determinadas acciones, no las cumple provocando consecuencias negativas.
Por ejemplo, un profesional sanitario que, trabajando en una urgencia médica
abandona a un paciente sin motivo alguno. Estos delitos de omisión impropia se
pueden equiparar a delitos de acción. Por ejemplo, en el caso en que un bebé
muere por inanición por no haber sido alimentado por sus padres, éstos pueden ser
imputados por delito de homicidio por omisión impropia, ya que se considera que el
resultado de la 'no acción' es el mismo que la 'acción' (en este caso, matar).

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