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Universidad Autónoma de

Campeche

Materia: Teoría de la ley penal y del delito

Maestro: José A. Cabrera Miss

Alumna: Hannia Alondra Montejo Reyes

Trabajo: Resumen 2

Semestre: Segundo

Grupo: “A”
La conducta es conocida como el primer elemento básico que posee el delito, y
se puede definir como “el comportamiento humano voluntario, positivo o negativo,
encaminado a un propósito”. La conducta puede ser cometida por acción o por
omisión, en el caso de la omisión se divide en dos: simple omisión y comisión por
omisión

La acción se puede definir, en un sentido estricto como “aquella actividad que


realiza el sujeto, produciendo consecuencias en el mundo jurídico, en esta acción
debe darse un movimiento por parte del sujeto”. La acción tiene tres elementos:

❖ Movimiento
❖ Resultado
❖ Relación de causalidad

La conducta de acción consiste en una actividad corporal externa, este consta


de un elemento físico y un elemento psíquico, el primero es el movimiento y el
segundo hace referencia a la voluntad que tiene el sujeto; esta actividad voluntaria
produce un resultado y también es necesario resaltar que existe un nexo causal
entre la conducta y el resultado.
❖ El movimiento corporal: Se refiere a la parte externa de la acción y consiste
en el cambio de posición del cuerpo o parte de él que realiza el sujeto.
❖ La voluntad: Este es la facultad que tienen únicamente los humanos, por lo
que solo ellos, son susceptibles a acciones antijurídicas.

Según Cuello Calón, la omisión es “la inactividad voluntaria cuando existe un


deber jurídico de obrar”. En otras palabras, los delitos de omisión consisten en la
abstención del sujeto, cuando la ley ordena o manda la realización de un acto
determinado.

La omisión contiene cuatro elementos, los cuales son:

❖ Manifestación de la voluntad.
❖ Una conducta pasiva o inactiva.
❖ Deber jurídico de obrar.
❖ Resultado típico jurídico.

Los delitos de omisión, pueden lesionar bienes jurídicos tutelados por el derecho,
o puede ponerlos en peligro solamente. Estos delitos se pueden clasificar como
simple omisión o comisión por omisión.

❖ Omisión simple: Esta constituida por la inactividad del sujeto.


❖ Comisión por omisión: Se trata de un no hacer, pero esta conducta omitida
produce un cambio en el mundo exterior.

La ausencia de conducta es conocida como el elemento negativo de la conducta,


esta abarca la ausencia de acción o de omisión de la misma, con relación de un
ilícito. La ausencia de conducta se presenta por:
❖ Vis absoluta o fuerza física superior exterior irresistible: Se da cuando
el sujeto es obligado a actuar por una fuerza superior.
❖ Vis maior o fuerza mayor: Es una fuerza superior proveniente de la
naturaleza la que obliga el actuar del sujeto.
❖ Movimientos reflejos: Se trata de actos corporales involuntarios.
❖ Sueño: Se trata del descanso regular y periódico de los órganos sensoriales
y del movimiento, en este se evade del control y de la voluntad, esto puede
explicarse por el aumento de la actividad del sistema nervioso.
❖ Hipnotismo: Es el procedimiento para producir el llamado sueño magnético,
por fascinación, influjo personal o por aparatos personales
❖ Sonambulismo: Sele conoce así al estado psíquico inconsciente, mediante
la cual la persona padece de sueño anormal y tiene cierta aptitud para
levantarse, andar, hablar y ejecutar otras acciones, sin que este recuerde
algo al despertar.

Antes de adentrarnos en el tema de tipicidad, es necesario que hablemos del


tipo penal, ya que estos se encuentran relacionados.

El tipo penal se conoce como la “descripción hecha por el legislador de una


conducta antijurídica, plasmada en una ley”. Se considera al topo penal como un
instrumento legal, necesario y de naturaleza descriptiva. El tipo penal se puede
conformar de las modalidades de la conducta como lo pueden ser el lugar y el
tiempo.

La tipicidad, es la adecuación que se hace de la conducta al tipo penal. Francisco


Blasco y Fernández de Moreda, nos afirma que “la acción típica es solo aquella que
se acomoda a la descripción objetiva, aunque saturada a veces de referencia a
elementos normativos y subjetivos del injusto de una conducta que generalmente
se reputa delictuosa, por violar, en la generalidad de los casos, un precepto, una
norma, penalmente protegida." Jiménez de Asúa, nos dice que la tipicidad es “la
exigida correspondencia entre hecho real y la imagen rectora expresada en la ley
en cada especie de infracción”.

Dentro de la doctrina, la tipicidad fue creada por Beling, este la considero


independientemente de la antijuricidad y la culpabilidad, ya que el delito se veía
principalmente por sus elementos objetivos, dejando de lado los subjetivos.

La atipicidad es conocida como el aspecto negativo de la tipicidad y se refiere a


la falta de adecuación de la conducta al tipo penal, la atipicidad va tomada de la
mano con la ausencia del tipo, ya que en este caso no existe una descripción a la
cual adecuar una conducta, en la norma penal. Beling, nos dice que habrá carencia
del tipo cuando "la acción no presenta todas o algunas de las partes de las
características requeridas y típicas o esenciales."

Jiménez Asúa manifiesta: “Ha de afirmarse, pues, que existe ausencia de


tipicidad en estos dos supuestos: Cuando no concurren un hecho concreto todos
los elementos del tipo descrito en el Código Penal o en las leyes penales y cuando
la ley penal no ha descrito la conducta que en realidad se nos presenta con las
características antijuridicas”. También nos dice que la atipicidad se dará cuando
exista:

❖ Ausencia de adecuación típica por falta de sujeto activo.


❖ Ausencia de adecuación típica por falta de sujeto pasivo u objetivo.
❖ Ausencia de adecuación típica por falta de las referencias temporales o
espaciales.
❖ Ausencia de adecuación típica por falta del medio previsto.
❖ Ausencia de adecuación típica por carencia de los elementos subjetivos
injustos.
❖ Ausencia de adecuación típica por carencia de elementos normativos
La Antijuridicidad es un elemento del delito cuya presencia es necesaria para
que este sea relevante o trascendente en el plano legal. Es por ello por lo que
decimos que una acción u omisión típica debe ser antijurídica. Podemos decir que
se denomina como antijurídica a toda aquella conducta que es ilícita o contraria a
derecho y esa condición junto con la tipicidad nos permite determinar que estamos
ante una infracción penal dando paso a una pena o medida de seguridad en
consecuencia. La antijuricidad de un comportamiento típico se define como la
realización del tipo no amparada por causas de justificación: todo comportamiento
típico será antijurídico a menos que esté autorizado por una causa de justificación.

En la práctica se presentarán con mayor frecuencia casos de estado de


necesidad por colisión de deberes: el deber de garante el cual impone la realización
de la acción tendente a evitar el resultado y otro deber que en el mismo momento
imponga al autor otro comportamiento excluyente de este. A este respecto sólo cabe
apuntar al margen que la teoría más moderna admite la existencia de un estado de
necesidad justificante en los casos de colisión de deberes de igual jerarquía, pues,
se afirma con razón, que quien de todos modos cumple con un deber no obra
antijurídicamente. Este punto de vista es válido inclusive en aquellos códigos
penales que regulan el estado de necesidad por colisión de bienes atribuyéndole
efecto justificante sólo a la acción que sacrifica el bien menor para salvar al mayor.
La diferencia de soluciones radica la naturaleza de la colisión de deberes.

Debemos de tener en cuenta que no toda conducta típica es antijurídica, por lo


que, aunque en la mayoría de los casos las conductas típicas son también
antijurídicas, encontramos situaciones donde causas de justificación, nos ponen
delante casos, donde una conducta es típica y la encontramos en el código penal,
pero no antijurídica, porque, aunque típicas son consideradas lícitas conforme a
derecho. De no identificarse claramente causas de justificación, la conducta típica
es determinada como antijurídica y por tanto ilícita, siendo el paso siguiente del
análisis del delito el determinar la gravedad de ese hecho antijurídico, al verificar la
concurrencia o no de circunstancias atenuantes o agravantes del hecho injusto.

Una vez se admite que, en el sistema del derecho positivo, la tipicidad del hecho
no determina su antijuridicidad, se acepta que, en determinadas circunstancias, el
derecho positivo no confirma ese indicio. Estas circunstancias son las llamadas
causas se justificación o permisos concebidos para cometer en determinadas
circunstancias un hecho penalmente típico.

Dentro de las causas de justificación, el agente obra con voluntad consciente, en


condiciones normales de su imputabilidad. Pero su conducta no será delictiva por
ser justa conforme a derecho. Las causas de justificación obedecen al principio de
que, en el conflicto entre dos bienes jurídicos, debe salvarse el preponderante para
el derecho positivo. Esa preponderancia debe extraerse teniéndose en cuenta el
orden jerárquico de las leyes, mediante la interpretación coordinada de las reglas
legales aplicables al caso.

Todas las causas de justificación reguladas en la Parte General y en la Parte


Especial del Código Penal, tienen su fundamento en la protección del bien jurídico
preponderante. El Código Penal no prevé, en cambio, casos de justificación por
ausencia de interés del ofendido.

El consentimiento de éste en nuestro derecho penal sólo es una causa de


exclusión de los tipos que requieren expresa o implícitamente la falta de
consentimiento del ofendido, o es un requisito de otra causa de justificación. Los
efectos de las causas de justificación se extienden debido al principio de unidad de
lo antijurídico y exceden el ámbito penal. El efecto penal de las causas de
justificación es la impunidad del hecho.
López Betancourt, Eduardo. Teoría del delito y de la ley penal. 3o Ed. Porrúa.
México. 2013

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