Está en la página 1de 6

Resumen derecho Penal III

DEFINICIÓN DE DELITO

--Formal: la ley, conducta que el legislador sanciona con una pena.

--Sustancial: Compromete las condiciones de existencia, conservación y desarrollo de la


comunidad exigiendo una sanción penal

-- Dogmática: acción, típica, antijurídica y culpable”. Esta definición sirve para determinar
si una conducta es delictiva.

UTILIDAD DE LA TEORÍA DEL DELITO El juez, fiscal, el abogado que se


encuentre frente a un hecho concreto debe tener conocimientos ante un delito. En muchos
casos, la descripción de la acción prohibida que se realiza en la Parte Especial del Código
Penal no es suficiente para determinar un hecho, como el ordenamiento jurídico. La función
de la teoría del delito es generar un sistema de análisis en forma lógica, ordenada y
garantista todos estos aspectos. Determina si una conducta es delictiva, limitándose el
ámbito de arbitrariedad del juez o fiscal.

NIVELES ANALÍTICOS DE LA TEORÍA DEL DELITO Comprobada la tipicidad se


observa si la acción típica es también antijurídica, ejemplo el de la legítima defensa. La
persona que dispara sobre otro para evitar que le maten, está realizando la acción típica
descrita en el artículo 123 del Código Penal que, sin embargo, no es antijurídica, por
cuanto está justificado que alguien mate para salvar su propia vida. La conducta típica y
antijurídica se define como injusto penal.

La norma penal tiene doble juicio de valor: valora negativamente un acto y considera
reprochable el que una persona haya realizado ese acto. El injusto penal hace una
valoración negativa sobre el hecho. Casi sin sentido por cuanto este no conocía el carácter
antijurídico del acto, y sin tener capacidad psíquica suficiente. En este caso nos
encontramos con causas que excluyen la culpabilidad. Por ejemplo si un demente mata a
una persona, su conducta será injusta, pero no habrá un reproche al autor. A este requisito,
lo denominan punibilidad o penalidad, esta categoría ha de quedar fuera de la definición.
El hecho de que una acción típica, antijurídica y culpable no se castigue no impide la
existencia del delito.

OTROS CRITERIOS SISTEMÁTICOS, Generaría problemas técnicos de difícil solución:


por ejemplo, no se podría admitir la legítima defensa frente al ataque de un loco pues éste
no podría realizar conducta antijurídica.
LA ACCIÓN O CONDUCTA La división entre causalistas y finalistas hipervaloró la
importancia de este elemento. Actualmente, la doctrina se ha limitado a estudiar las causas
en las que desaparece el delito por no existir acción. El comportamiento humano es
“prejurídico” es previo a la norma la norma selecciona una parte que valora negativamente
y le señala una pena.

La conducta humana puede ser calificada como delito y motivar una reacción penal. por
cuanto el derecho penal juzga a las personas por lo que hacen y no por lo que son.
Asimismo tampoco serán delictivos los actos cometidos por animales, ni los sucesos de la
naturaleza. No obstante, estos podrán ser relevantes si se usan como instrumentos para
cometer un delito.

DISCUSIÓN EN TORNO A LA ACCIÓN

Las distintas concepciones sobre la acción han dividido la doctrina penal en dos grandes
grupos: las posturas causalistas y las finalistas.

Por ejemplo en la acción de disparar contra otro, para un causalista, bastará que exista la
acción con que la persona quiera voluntariamente apretar el gatillo. Posteriormente se
analizará la tipicidad, la antijuricidad y finalmente, al estudiar la culpabilidad, se
determinará la intención que tenía la persona al apretar el gatillo la acción, la tipicidad y la
antijuricidad, son elementos objetivos del delito. Culpabilidad es el elemento subjetivo.
Para su estudio, será necesario conocer la voluntad del autor.

La teoría final de la acción

Los finalistas entienden que no se concibe un acto de voluntad que no vaya dirigido a un
fin. La fase interna es la que se da en el pensamiento del autor. El autor piensa el fin al que
quiere llegar, los medios de los que dispone y los efectos concomitantes. Una vez que
admita los efectos concomitantes, éstos también pertenecen a la acción.

En la fase externa, una vez propuesto el fin, seleccionados los medios y ponderados los
efectos con contantes. La voluntad en la realización de la acción no debe confundirse con el
deseo. Este esquema de acción no siempre se dará de forma tan clara. La fase interna puede
suceder en décimas de segundo, y en muchos casos apenas se pensarán medios o efectos
concomitantes. La crítica principal formulada al concepto final de acción es que no da una
respuesta satisfactoria en los delitos imprudentes, sobre todo cuando la persona no es
consciente de su imprudencia. por ejemplo, si Lázaro se pasa un semáforo en rojo por
simple distracción y atropella a Rubén, produciéndole la muerte, es difícil concebir en estos
casos una acción dirigida a un fin.

LA AUSENCIA DE ACCIÓN
Como ya se indicó, la acción penalmente relevante tendrá que ser humana. Los simples
pensamientos o deseos no serán acción. Además, tanto para causalistas como para
finalistas, no habrá acción penalmente relevante cuando falte la voluntariedad. Habrá
supuestos en los que la existencia de un comportamiento humano externo no sea
considerada acción, por cuanto en éste no existe voluntad por parte de la persona para
realizarlo

Fuerza física irresistible o fuerza exterior: Se apreciará fuerza física irresistible cuando
exista una fuerza exterior dirigida sobre la persona, que produzca el resultado definido en el
tipo y sin que ésta pueda evitarlo. En la práctica será poco frecuente que esta circunstancia
se dé en los delitos de acción, pero no tanto en los de omisión.

Movimientos reflejos: Según MUÑOZ CONDE el movimiento reflejo se da cuando el


estímulo del mundo exterior es percibido por los centros sensores que lo transmiten, sin
intervención de la voluntad, directamente a los centros motores. Si no existe la voluntad, no
habrá acción. No se incluyen en estos casos, las reacciones en «corto circuito».

Estados de inconsciencia No habrá acción penalmente relevante en los estados de


inconsciencia, independientemente de su origen natural (sueño) o no (drogas). es
importante destacar que la acción debe verse en forma amplia y no limitarse estrictamente
al momento inmediatamente anterior a la producción del resultado.

Tratamiento legal Regulada por el artículo 25.2 del Código Penal, al señalar que “habrá
fuerza exterior cuando se ejecute el hecho violentado por fuerza material exterior
irresistible, directamente empleada sobre él”. Erróneamente, el Código la sitúa como causa
de inculpabilidad, cuando en realidad es una causa de exclusión de la acción.

En segundo lugar, aunque existiese acción, desaparecería la tipicidad por no haber dolo ni
culpa, ejemplo, Mariano sufre un ataque de epilepsia frente a un jarrón chino de alto valor,
rompiéndolo. En este caso, se excluirá la tipicidad por no querer Mariano producir el
resultado (no hay dolo) no hay culpa. El estado de inconsciencia podría encuadrarse como
un caso de trastorno mental transitorio del artículo 23.2 del Código Penal. Esta solución no
es muy satisfactoria, por cuanto sería discutible calificar el sueño como un trastorno.
Además, ello implicaría diferenciar el trastorno mental que elimina la acción y el que
elimina la culpabilidad.

Estados de inconsciencia No habrá acción penalmente relevante en los estados de


inconsciencia, independientemente de su origen natural, pero es importante destacar que la
acción debe verse en forma amplia y no limitarse estrictamente al momento
inmediatamente anterior a la producción del resultado.

Tratamiento legal
Erróneamente, el Código la sitúa como causa de inculpabilidad, cuando en realidad es una
causa de exclusión de la acción. El Código no prevé el movimiento reflejo en forma
expresa, El estado de inconsciencia podría encuadrarse como un caso de trastorno mental
transitorio del artículo 23.2 del Código Penal. De hecho, aunque la ley hubiese previsto
expresamente esta circunstancia como causa de exclusión de la acción, este procedimiento
debería realizarse en todos los casos, porque, como ya se indicó, siempre habrá que
verificar que la inconsciencia no se haya producido por un actuar doloso o culposo previo.

LA TIPICIDAD

Se puede definir el tipo penal como «la descripción de una conducta prohibida por una
norma». Así, la conducta señalada en el artículo 123 del Código Penal, «matar a otro», es
descripción de una acción que infringe la norma general. De esta manera la acción de
disparar con una pistola sobre una persona produciéndole la muerte es una acción típica de
homicidio del artículo 123 del Código Penal. Con la descripción de los comportamientos en
el tipo penal, el legislador indica a los ciudadanos qué comportamientos están prohibidos.

FORMULACIÓN DE LOS TIPOS PENALES

La descripción típica Si llevamos el principio de legalidad hasta el extremo, cualquier


código penal, además de alcanzar un volumen desproporcionado, dejaría fuera conductas
que el legislador no pudo prever. La ley penal no puede ser excesivamente casuística. Un
ejemplo de casuismo exagerado es el artículo 264 del Código Penal de Guatemala en el que
se describen más de veintidós formas de aparición de estafa. Por ejemplo, el artículo 176
del C. P

Tipo básico y tipo derivado

Sucede cuando el delito aparece acompañado de circunstancias objetivas o personales que


atenúan o agravan la antijuricidad o la culpabilidad y el legislador las tiene en cuenta para
crear tipos derivados del básico. Por ejemplo, el tipo básico de hurto se encuentra tipificado
en el artículo 246 del Código Penal, ejemplo de ello lo constituyen los delitos contra la
vida. Los artículos 124, 129, 131 ó 132 del Código Penal son derivaciones del tipo básico
de homicidio, a nivel técnico-jurídico, la mayoría de la doctrina los considera como
autónomos.

FUNCIÓN DE LOS MISMOS

El bien jurídico La prohibición de una conducta y la imposición de una sanción, sólo se


justifican en cuanto sirvan para proteger un bien jurídico. Así por ejemplo, la prohibición
de la conducta de matar se justifica en la protección al bien jurídico vida o la interdicción
de hurtar en la defensa del bien jurídico propiedad. Algunos tipos penales pueden proteger
más de un bien jurídico, como es el caso del delito de tortura Delitos de peligro al bien
jurídico. No se espera para intervenir que el bien jurídico sea afectado, sino que se anticipa
penalizando conductas que generalmente suelen darse antes de la lesión del bien. Por
ejemplo, el tráfico de armas no lesiona directamente la vida o la seguridad de las personas,
pero implica un peligro. En otros términos, en los delitos de mera actividad si el autor
«hace todo lo que debe» el delito se consuma, mientras que en los de resultado, además es
necesario que se produzca el resultado descrito en el tipo. Los delitos de resultado
generalmente son delitos de lesión al bien jurídico, por ejemplo los delitos contra la vida, y
los delitos de mera actividad suelen ser de peligro, como la portación ilegal de armas.

La violación del artículo 173 es un delito de mera actividad, por cuanto se consuma con la
realización de todos los actos por el autor sin que sea necesario un resultado adicional,
siendo, también, un delito de lesión al bien jurídico «libertad sexual» Sujeto pasivo del
delito es el titular del bien jurídico protegido. Si Vanessa mata a Beatriz, Beatriz es a la vez
el objeto de la acción y la titular del bien jurídico.

LA CONEXIÓN ENTRE LA ACCIÓN REALIZADA Y EL RESULTADO

Planteamiento del problema

Sin embargo, en los delitos de resultado es necesario determinar si el resultado producido


ha sido consecuencia de la acción realizada. En un caso, la acción de disparar es la que ha
producido el resultado de la muerte. Sin embargo, supongamos que el sujeto no muere pero
al ser trasladado al hospital, se estrella la ambulancia que lo transporta y fallece, o bien le
opera mal un médico, o nadie le atiende en el hospital y se desangra.

La teoría de la equivalencia de las condiciones Todos aquellos aspectos y circunstancias


que condicionan un resultado, equivalen a una causa, partiendo para evaluarlas de las leyes
físicas y naturales. Así según BACIGALUPO, la omisión es causal del resultado cuando,
supuesta la realización de la acción omitida, el resultado no se hubiera producido.
Irónicamente ejemplificaban algunos autores que en el caso de que Juan matase a Pepe,
serían responsables de la muerte de Pepe los padres de Juan por haberlo concebido.
Efectivamente, si suprimimos mentalmente la acción «concebir a Juan», la muerte de Pepe
no se hubiese producido. Frente a esto, los partidarios de la teoría niegan que, en este caso,
exista responsabilidad penal de los padres de Juan, por cuanto al analizar el aspecto
subjetivo del tipo, estas conductas serán atípicas al faltar el dolo o la imprudencia.

La teoría de la relevancia

De esta forma, se reduce la amplitud del nexo causal. Así se considera adecuado para
producir la muerte administrar arsénico, pero no administrar azúcar, aunque luego resulte
que la persona que lo ingiere es diabético y fallece. Posteriormente, se determinará si la
acción es normalmente idónea de acuerdo a la naturaleza del delito para producir el
resultado. En caso contrario se negará la relación de causalidad. La explicación hay que
buscarla en las concausas. Se conoce como concausa todo fenómeno que al actuar
conjuntamente con la acción del sujeto, da lugar a consecuencias que no pertenecen al
curso normal u ordinario de ésta. En el ejemplo anterior, el hecho de ser diabético se
considera una concausa. Así, el juez deberá analizar si en el hecho, la estructura causal está
determinada por el actuar del autor o por una circunstancia ajena a éste. La concausa es
ajena al agente, quien debe ignorarla o no haberla podido prever. Esta teoría es criticada ya
que la experiencia general también demuestra que una condición no adecuada puede
producir un resultado. Por ello, por su vaguedad, en numerosos casos no se delimita de
forma clara el curso causal. En efecto, no siempre será sencillo afirmar tajantemente que
hubiese ocurrido si la acción no se hubiese realizado.

Teoría de la imputación objetiva Imputación objetiva, desarrollada por el penalista


alemán ROXIN, no parte de las leyes naturales sino de conceptos normativos. En esta
misma línea, por ejemplo: no se le puede imputar al sobrino la muerte del tío rico en avión,
por cuanto el viaje en avión es un riesgo permitido. El incremento del riesgo haya
contribuido a producir el resultado. Si Pedro le pone una bomba en el carro a Sandra, pero
ésta muere antes a consecuencia de un ataque cardiaco, el resultado no será imputable a
Pedro. Pedro sólo respondería por tentativa.

Si el resultado sale del ámbito de la acción prohibida no existirá imputación objetiva. Esta
teoría es relativamente reciente y los criterios expuestos aún se discuten. A partir del
momento en el que se establece que el criterio de conexión entre acción y resultado no
surge de las leyes naturales, sino de conceptos normativos, se plantea la duda de saber
dónde están estos conceptos plasmados.

Tratamiento legal

El Código Penal de guatemalteco indica, en su artículo 10. Cuando fueren consecuencia de


una acción u omisión normalmente idónea para producirlos, conforme a la naturaleza del
respectivo delito y a las circunstancias concretas del caso o cuando la ley expresamente lo
establece como consecuencia de determinada conducta

TIPO Y ADECUACIÓN SOCIAL Existen toda una serie de conductas que, aunque
formalmente se encuadren en la descripción del tipo penal, carecen de relevancia al ser
corrientes en el ámbito social. Por ejemplo, los anuncios publicitarios que recalcan las
cualidades de sus productos sin hacer mención de sus fallos, podrían encuadrarse en un
delito de estafa del artículo 263 del Código Penal Penal. Nadie en la sociedad entiende que
en esos casos se está cometiendo un delito

También podría gustarte