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DEFINICIÓN DE DELITO
-- Dogmática: acción, típica, antijurídica y culpable”. Esta definición sirve para determinar
si una conducta es delictiva.
La norma penal tiene doble juicio de valor: valora negativamente un acto y considera
reprochable el que una persona haya realizado ese acto. El injusto penal hace una
valoración negativa sobre el hecho. Casi sin sentido por cuanto este no conocía el carácter
antijurídico del acto, y sin tener capacidad psíquica suficiente. En este caso nos
encontramos con causas que excluyen la culpabilidad. Por ejemplo si un demente mata a
una persona, su conducta será injusta, pero no habrá un reproche al autor. A este requisito,
lo denominan punibilidad o penalidad, esta categoría ha de quedar fuera de la definición.
El hecho de que una acción típica, antijurídica y culpable no se castigue no impide la
existencia del delito.
La conducta humana puede ser calificada como delito y motivar una reacción penal. por
cuanto el derecho penal juzga a las personas por lo que hacen y no por lo que son.
Asimismo tampoco serán delictivos los actos cometidos por animales, ni los sucesos de la
naturaleza. No obstante, estos podrán ser relevantes si se usan como instrumentos para
cometer un delito.
Las distintas concepciones sobre la acción han dividido la doctrina penal en dos grandes
grupos: las posturas causalistas y las finalistas.
Por ejemplo en la acción de disparar contra otro, para un causalista, bastará que exista la
acción con que la persona quiera voluntariamente apretar el gatillo. Posteriormente se
analizará la tipicidad, la antijuricidad y finalmente, al estudiar la culpabilidad, se
determinará la intención que tenía la persona al apretar el gatillo la acción, la tipicidad y la
antijuricidad, son elementos objetivos del delito. Culpabilidad es el elemento subjetivo.
Para su estudio, será necesario conocer la voluntad del autor.
Los finalistas entienden que no se concibe un acto de voluntad que no vaya dirigido a un
fin. La fase interna es la que se da en el pensamiento del autor. El autor piensa el fin al que
quiere llegar, los medios de los que dispone y los efectos concomitantes. Una vez que
admita los efectos concomitantes, éstos también pertenecen a la acción.
En la fase externa, una vez propuesto el fin, seleccionados los medios y ponderados los
efectos con contantes. La voluntad en la realización de la acción no debe confundirse con el
deseo. Este esquema de acción no siempre se dará de forma tan clara. La fase interna puede
suceder en décimas de segundo, y en muchos casos apenas se pensarán medios o efectos
concomitantes. La crítica principal formulada al concepto final de acción es que no da una
respuesta satisfactoria en los delitos imprudentes, sobre todo cuando la persona no es
consciente de su imprudencia. por ejemplo, si Lázaro se pasa un semáforo en rojo por
simple distracción y atropella a Rubén, produciéndole la muerte, es difícil concebir en estos
casos una acción dirigida a un fin.
LA AUSENCIA DE ACCIÓN
Como ya se indicó, la acción penalmente relevante tendrá que ser humana. Los simples
pensamientos o deseos no serán acción. Además, tanto para causalistas como para
finalistas, no habrá acción penalmente relevante cuando falte la voluntariedad. Habrá
supuestos en los que la existencia de un comportamiento humano externo no sea
considerada acción, por cuanto en éste no existe voluntad por parte de la persona para
realizarlo
Fuerza física irresistible o fuerza exterior: Se apreciará fuerza física irresistible cuando
exista una fuerza exterior dirigida sobre la persona, que produzca el resultado definido en el
tipo y sin que ésta pueda evitarlo. En la práctica será poco frecuente que esta circunstancia
se dé en los delitos de acción, pero no tanto en los de omisión.
Tratamiento legal Regulada por el artículo 25.2 del Código Penal, al señalar que “habrá
fuerza exterior cuando se ejecute el hecho violentado por fuerza material exterior
irresistible, directamente empleada sobre él”. Erróneamente, el Código la sitúa como causa
de inculpabilidad, cuando en realidad es una causa de exclusión de la acción.
En segundo lugar, aunque existiese acción, desaparecería la tipicidad por no haber dolo ni
culpa, ejemplo, Mariano sufre un ataque de epilepsia frente a un jarrón chino de alto valor,
rompiéndolo. En este caso, se excluirá la tipicidad por no querer Mariano producir el
resultado (no hay dolo) no hay culpa. El estado de inconsciencia podría encuadrarse como
un caso de trastorno mental transitorio del artículo 23.2 del Código Penal. Esta solución no
es muy satisfactoria, por cuanto sería discutible calificar el sueño como un trastorno.
Además, ello implicaría diferenciar el trastorno mental que elimina la acción y el que
elimina la culpabilidad.
Tratamiento legal
Erróneamente, el Código la sitúa como causa de inculpabilidad, cuando en realidad es una
causa de exclusión de la acción. El Código no prevé el movimiento reflejo en forma
expresa, El estado de inconsciencia podría encuadrarse como un caso de trastorno mental
transitorio del artículo 23.2 del Código Penal. De hecho, aunque la ley hubiese previsto
expresamente esta circunstancia como causa de exclusión de la acción, este procedimiento
debería realizarse en todos los casos, porque, como ya se indicó, siempre habrá que
verificar que la inconsciencia no se haya producido por un actuar doloso o culposo previo.
LA TIPICIDAD
Se puede definir el tipo penal como «la descripción de una conducta prohibida por una
norma». Así, la conducta señalada en el artículo 123 del Código Penal, «matar a otro», es
descripción de una acción que infringe la norma general. De esta manera la acción de
disparar con una pistola sobre una persona produciéndole la muerte es una acción típica de
homicidio del artículo 123 del Código Penal. Con la descripción de los comportamientos en
el tipo penal, el legislador indica a los ciudadanos qué comportamientos están prohibidos.
La violación del artículo 173 es un delito de mera actividad, por cuanto se consuma con la
realización de todos los actos por el autor sin que sea necesario un resultado adicional,
siendo, también, un delito de lesión al bien jurídico «libertad sexual» Sujeto pasivo del
delito es el titular del bien jurídico protegido. Si Vanessa mata a Beatriz, Beatriz es a la vez
el objeto de la acción y la titular del bien jurídico.
La teoría de la relevancia
De esta forma, se reduce la amplitud del nexo causal. Así se considera adecuado para
producir la muerte administrar arsénico, pero no administrar azúcar, aunque luego resulte
que la persona que lo ingiere es diabético y fallece. Posteriormente, se determinará si la
acción es normalmente idónea de acuerdo a la naturaleza del delito para producir el
resultado. En caso contrario se negará la relación de causalidad. La explicación hay que
buscarla en las concausas. Se conoce como concausa todo fenómeno que al actuar
conjuntamente con la acción del sujeto, da lugar a consecuencias que no pertenecen al
curso normal u ordinario de ésta. En el ejemplo anterior, el hecho de ser diabético se
considera una concausa. Así, el juez deberá analizar si en el hecho, la estructura causal está
determinada por el actuar del autor o por una circunstancia ajena a éste. La concausa es
ajena al agente, quien debe ignorarla o no haberla podido prever. Esta teoría es criticada ya
que la experiencia general también demuestra que una condición no adecuada puede
producir un resultado. Por ello, por su vaguedad, en numerosos casos no se delimita de
forma clara el curso causal. En efecto, no siempre será sencillo afirmar tajantemente que
hubiese ocurrido si la acción no se hubiese realizado.
Si el resultado sale del ámbito de la acción prohibida no existirá imputación objetiva. Esta
teoría es relativamente reciente y los criterios expuestos aún se discuten. A partir del
momento en el que se establece que el criterio de conexión entre acción y resultado no
surge de las leyes naturales, sino de conceptos normativos, se plantea la duda de saber
dónde están estos conceptos plasmados.
Tratamiento legal
TIPO Y ADECUACIÓN SOCIAL Existen toda una serie de conductas que, aunque
formalmente se encuadren en la descripción del tipo penal, carecen de relevancia al ser
corrientes en el ámbito social. Por ejemplo, los anuncios publicitarios que recalcan las
cualidades de sus productos sin hacer mención de sus fallos, podrían encuadrarse en un
delito de estafa del artículo 263 del Código Penal Penal. Nadie en la sociedad entiende que
en esos casos se está cometiendo un delito