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HISTORIA DE LAS IDEAS POLITICAS

Para alcanzar una visión global del pensamiento político, tanto antiguo,
del medieval y sobre todo del actual, es necesario remontarnos, o partir,
de contenidos temáticos que puedan ser orientados hacia la consecución
de dos objetivos principales:

Uno: conocer y comprender los grandes periodos en que se divide el


pensamiento clásico y medieval en relación al contexto histórico y
cultural, y

Dos: conocer y comprender los principales problemas filosóficos que se


plantearon en dichos períodos, así como las distintas soluciones
propuestas por los principales autores.

Para alcanzar estos objetivos, además del estudio del programa temático,
un método imprescindible es el trabajar con textos originales o textos
fundamentales que nos ayudará a conocer fuentes de primer orden.

Como ustedes saben la Historia de las Ideas la componen los códigos POL-
321/POL-322/POL-324; POL-328/POL-329, siendo los segundos
continuación de las primeras y responden cada grupo a diferentes
carreras..

Cada grupo tiene su programa propio divididos en capítulos que van a


responder a una periodización con su hilo conductor que responden a las
respuestas que los seres humanos, desde los comienzos del pensamiento,
han dado por la pregunta por el Pensamiento, por el origen de todas las
cosas.

INTRODUCCIÓN

Obviamente tenemos que comenzar por una introducción al Pensamiento


Antiguo, es decir por los comienzos del Pensamiento, que algunos autores
ubican ya en el neolítico con el nacimiento de las sociedades urbanas,

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hasta alcanzar el esplendor y la culminación, pasando por el pensamiento
griego y el pensamiento de oriente.

Desde aproximadamente el noveno milenio, que es una época decisiva, se


dan las transformaciones mediante el cual el ser humano establece una
economía productora a partir del cual empiezan a crear ciudades, cuyas
características fundamentales son: sedentarización, agricultura, ganadería
y la cerámica. A raíz de la madurez de estos acontecimientos la formación
de sociedades urbanas es un hecho.

Gordon Childe acuñó el término “revolución neolítica” o páso de una


economía depredadora a otra productora, basada ésta en la agricultura y
la ganadería que continuaron siendo las bases económicas hasta la
revolución industrial.

Significado de la neolitización. (Neolítico: Se dice del último período de la


Edad de Piedra, que supuso una revolución en muchos aspectos de la vida
del hombre)

La sedentarización: hasta hace poco se aceptaba que fue consecuencia de


las transformaciones que llevaron de la recolección a la producción. Las
últimas investigacio9nes han demostrado que fue algo habitual antes de la
práctica de la agricultura y la ganadería. La sedentarización no es un hecho
económico, sino social y cultural. La vida sedentaria propició la reunión de
animales y la selección de vegetales.

Los orígenes de la ganadería: Este proceso se inició en el noveno milenio


antes de Cristo. La domesticación de ciertos animales, el perro y el carnero
y posteriormente el cerdo unos 7000 años a.C., los bóvidos alrededor del
sexto milenio. El caballo y el asno fueron domesticados al final del
neolítico.

Los inicios de la agricultura: Aparece posterior a la ganadería alrededor


del octavo milenio y estuvo precedida de la selección e productos
naturales (trigo en Jericó), extendiéndose su cultivo a Europa. Las
leguminosas comolas lentejas y el garbanzo debieron cultivarse desde
épocas más antigua. En algunos yacimientos aparecen láminas de sílex
utilizadas como hoces y azadones primitivos.

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La invención de la cerámica: pasta arcillosa modelada y cocida por el
hombre. La más antigua, unos vasos cilíndricos con decoración incisa,
datan de unos 8000 años a. de C., a partir del año 6000 se generalizan en
el área mediterránea.

Las primeras navegaciones mediterráneas: las innovaciones se transmiten


por difusión. Fue un fenómeno de aculturación que afectó en primer lugar
al Mediterráneo. Es posible que los intercambios se hiciesen por vía
marítima y existiese una navegación de cabotaje en el Mediterráneo
oriental

La tecnología neolítica: Se produjo la difusión de instrumentos de piedra


pulimentada siendo el material más característico es el hacha al que se ha
relacionado con la agricultura. Las puntas de flecha aparecen en Europa al
final del Neolítico medio. Las actividades artesanales (telar, cestería) dio
lugar a la división del trabajo y a la aparición de una sociedad jerarquizada.

Siguiendo el libro de Antonio Avelino “Curso de historia del pensamiento


político” (1993. 3ra reimpresión), en su introducción nos coloca en una
vertiente que muchos autores obvian, como es la de estudiar el ámbito en
que el saber humano inicio la conformación de una “convivencia humana
y ordenación social”, desde los pueblos primitivos.

José Luis Cañas y Juana Sánchez-Gey en su “Historia del pensamiento


Clásico y Medieval” (2012) nos sitúa en los orígenes remotos de la historia
cuando no existía la distinción oriente-occidente, y nos refiere a la
importancia que tienen los orígenes del pensamiento universal.

Por supuesto el conocimiento histórico ha ido evolucionando con el


hombre. Actualmente puede agruparse en niveles: crítica documental,
interpretación, análisis de hechos, síntesis generales, etc.

La concepción del acontecer histórico ha variado a lo largo de La historia.


El historiador ha pasado de narrador a considerar al hombre como único
creador de historia.

Permítaseme realizar el siguiente esquema que nos puede aclarar los


conceptos que envuelven la concepción del acontecer histórico.

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¿Qué es historia?Etimológicamente viene del griego “historien” que
significa “curiosear”. En castellano tiene dos acepciones: la plenitud del
suceder de hechos pasados y el conocimiento de éste suceder.

Algunos autores nos dan su opinión:

“Estudio de las diversas creaciones de los hombres” (Febrve)

“proceso de la investigación en el pasado del hombre” (Carr)

“Es la forma en que una cultura se rinde cuentas de su pasado” (Huizinga)

Peter Burke en la recopilación “Formas de Hacer Historia” (Alianza


Universidad. 2003)

La concepción cíclica de la historia fue formulada por Polibio y resulta


compatible con el progreso, pues relaciona unas culturas con otras, de ahí
que las sociedades o culturas son las protagonistas de la historia.

El conocimiento histórico en la antigua Grecia:

En la Grecia clásica se elaboraron unos recuerdos cronológicos al servicio


de la política nacional. La historia fue considerada como un arte. En las
narraciones se pinta, se describe. La Ilíada y La Odisea forman los primeros
ejemplos de Historia Griega. Co la aparición de los filósofos jónicos (Siglo
VI a. C.) cambió la interpretación. El mundo pasa a ser un conjunto natural
regido por leyes naturales, así se empieza a prescindir del mito en la
búsqueda de la verdad, comienza a ocuparse de asuntos humanos.

Bibliografía:
José Luis cañas. Juana Sánchez-Grey Historia del Pensamiento Clásico y Medieval. Ed.
Dykinson. Madrid, 2012

Fco. Ant. Avelino. Curso de Historia del Pensamiento Político. Ed. Tiempo S. A. Santo Domingo,
1993.

Esquema tomado de Web: FortuneCHY

Esquema:

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HISTORIA DEL PENSAMIENTO

Antes de entrar en la filosofía antigua necesitamos acercarnos al


término “pensamiento”. Para ello nos ayudará considerar la historia del
pensamiento como estudio de los progresos filosóficos de la humanidad a
lo largo del tiempo. En este sentido trataremos de situarnos en su
orígenes y fijar los límites espacio temporales de las originales
aportaciones de los grandes pensadores y filósofos de la antigüedad al
torrente de la historia del pensamiento universal.

Es sabido que el término “filosofía” proviene del griego y significa


amor a la “sabiduría”. De manera semejante, el filósofo es el amante de la
sabiduría (philos=amante; sofhia=sabiduría), una sabiduría cuya
característica principal sería el conocimiento o búsqueda de la verdad de
las cosas, es decir el conocimiento por los principios de las cosas

Por otra parte, la historia de la filosofía se entiende mejor si


postulamos que la filosofía es el resultado de una actividad reflexiva
propia de seres libres a lo largo de la historiay, por tanto, que es una
actividad intelectual que no solo está determinada de antemano sino que
a su esencia le pertenece la libertad.

Tenemos que considerar es que tanto el pensamiento occidental


como el pensamiento oriental tuvieron un arranque similar en su origen
temporal – Karl Jaspers lo llamará “tiempo eje” de la humanidad- (Karl
Jaspers “Origen y meta de la historia” Alianza. 1985), y que con el paso del
tiempo su desarrollo evolucionó por caminos diferentes dando lugar a la
clara diferenciación que llamamos cultura oriental y cultura occidental. Es
decir, con la aparición de la reflexión “pre sistemática” en Grecia el
pensamiento universal derivó por un camino que, con el paso del tiempo
se denominará “la filosofía”, para diferenciarse y separarse del
pensamiento fundacional de Oriente identificado como “sabiduría”

En esta clave nos remontamos al comienzo de la historia, y con el


descubrimiento esencial de la escritura encontramos ya en las primeras
civilizaciones de la Humanidad pre -filosofías o cosmogonías (Concepción
sobre el origen del mundo) pre-filosóficas que intentan dar explicaciones
de los orígenes de todo de forma totalmente original.
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Por ejemplo Enuma Elish es un poema babilónico que narra el
origen del mundo, significa en el idioma acadio “cuando en lo alto” y son
las dos primeras palabras del poema:

“Cuando en lo alto el cielo no había sido nombrado, no había


sido llamada con un nombre abajo la tierra firme”

Poema de Gilgamesh, también conocido como Istubar, es un


personaje legendario de la mitología sumeria. Es la leyenda sobre el rey de
Uruk. Se cuenta que los ciudadanos de Uruk, viéndose oprimidos,
pidieron ayuda a los dioses, quienes enviaron a un personaje llamado
Endikupara que luchara contra Gilgamesh y le venciera. Pero la lucha se
hace muy igualada, por fin vence Gilgamesh, y Ediku lo reconoce como
verdadero Rey, a continuación, los dos luchadores se hacen amigos.
Juntos deciden hacer un largo viaje en busca de aventuras, en el aparecen
toda clase de animales fantástico y peligrosos.

En el libro “Voces de Oriente”. Antología de textos literarios del


cercano oriente: traducciones, introducciones y notas de Ángel Ma. Garay
K. Editorial Porrúa, S.A. Argentina 1990., contiene un amplio recorrido por
las culturas del antiguo y cercano oriente. Acadia, Suméria, Ugarit, Hititas,
Aram, Arabia y Egipto.

Libro de los muertos de Egipto, nombre moderno de un texto


funerario, conocido también como “Libro de la Salida al Día”. El texto
contiene una serie de sortilegios mágicos destinados a ayudar los difuntos
a superar el juicio de Osiris, asistirlos en su viaje a través de la Durat, el
inframundo, y viajar al Aaru, en la otra vida.

Los egipcios también tienen otros textos que pasan directamente al


campo de la política y sobre el cual el profesor Avelino cita en su libro
referido, como es el caso “Sabiduría de Amen-Em-Ope”

En la India tenemos el Rig-Veda, antiguo texto sagrado escrito en


sánscrito. Se trata de una colección de himnos que están dedicados
principalmente a alabar a los dioses y varios a sacrificios rituales.
(Hay bastante información sobre estos textos en páginas de Wikipedia)

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Podemos decir que en un momento dado de la antigüedad la
sabiduría y la filosofía se encontraron y se fecundaron, en las riveras del
mar Mediterráneo como escribiría muchos siglos después el poeta alemán
Goethe “El Oriente, en todo su esplendor, cruzó el mar Mediterráneo”. Es
más, consideradas histórica y geográficamente, podemos concluir que la
iniciativa fecundante perteneció a la sabiduría, y que los elementos
orientales están presentes en los comienzos de la filosofía y de la ciencia
de manera constitutiva.

Aún sigue viva la controversia acerca de si la especulación filosófica


occidental es primera y superior a la sabiduría oriental, o si por el
contrario, como ya apuntaron algunos autores modernos: Christian Wolff;
Voltaire (Francoise-Marie Arouet); Johann Wolfgang von Goethe; Johann
Gottfried Herder “Ideas para la Filosofía de la Historia de la Humanidad”;
Friedrich Schlegel “Los griegos y los romanos”; Wihlelm von Humboldt,
”Sócrates y Platón sobre la divinidad”, “Historia de la decadencia y ruina
de los estados libres griegos”; Paul Deussen que por sus conocimientos del
sánscrito ayudó a estudiar el pensamiento filosófico de la India, el
pensamiento de los Vedas o de Confucio, por ejemplo, sería anterior –y
superior- al de la tradición occidental.

Se podría escribir una historia de ambas posturas, empezando por


Aristóteles quien ya discrepaba con Alejandro Magno en el punto de la
fusión de la cultura griega con la oriental. Esa tesis fue asumida por la
corriente principal de la filosofía occidental y se impuso a lo largo de los
siglos.

Podemos constatar que a partir del poderoso influjo aristotélico


nuestra tradición identificó la Historia de la Filosofía con la Historia del
Pensamiento, y que la reflexión anterior a la novedad presocrática,
concretamente anterior a Tales de Mileto, fue calificada con rapidez como
orientalista porque no sería propiamente filosofía.

La historiografía filosófica antigua ha tendido a separar la sabiduría


oriental de la filosofía griega, otorgando una primacía indiscutible a la
novedad especulativa de los milesios con la arkhé como principio y
respuesta al origen de todas las cosas. Naturalmente es claro que el paso

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dado por aquellos griegos acerca del principio desde unas explicaciones
míticas cosmogónicas a otro tipo de explicaciones más racionales
cosmológicas fue muy original, pero también es evidente que aquel paso
se dio dentro de la propia evolución del Pensamiento.

Es decir, sin olvidar que mythos (cuento, relato) es un forma


acendrada de logos (La palabra en cuanto meditada, reflexionada o
razonada, es decir, razonamiento, argumentación, habla o discurso),
cuando preguntamos por los orígenes del Pensamiento universal llegamos
a la conclusión de que, anteriores, paralelas y posteriores a las
especulaciones de Tales y Anaximandro de Mileto sobre la arkhé y el
logos otras culturas milenarias venían reflexionando sobre el Principio de
todas las cosas con extraordinaria fuerza germinal, de tal manera que no
sólo no es riguroso postergarlas sino que es preciso realzarlas a su justo
lugar.

Sin cuestionar que a partir del comienzo de la Era cristiana se


distinguirán cada vez más nítidamente las tradiciones, la oriental y la
occidental, diremos que en sus orígenes históricos el sincretismo cultural
entre pueblos arcaicos bastante indiferenciados posibilitó que, dentro de
ese amplio tiempo y espacio que acotamos bajo el concepto de
Antigüedad, el pensamiento desplegó su espléndida novedad en los
primeros escritos o documentos-fuente desde las primeras civilizaciones
de la Historia.

Diríamos que en aquel tiempo milenario de la antigüedad el


Pensamiento evolucionó hasta hacerse patente y “visible” en las
principales culturas y civilizaciones fundacionales de la Humanidad y se
concretó en ellas según las distintas formas o distintas respuestas que
cada uno dio a la pregunta por el Principio. Ciertamente no resultó fácil
deslindar sus respuestas, dado que en aquella perspectiva de tiempo tan
arcaicos y espacios tan lejanos las ideas se entremezclaban y entrecruzan
con extraordinaria riqueza y complejidad. Pero tomadas ahora en su
conjunto por el elemento común que las aglutina, la búsqueda de la
verdad, podemos ver en ellas una magnífica explicación de totalidad que
de otro modo se nos escapa, como de hecho suele suceder en las Historias
de la Filosofía al uso.
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Avelino se hace la siguiente pregunta ¿Cómo surge el Estado? Favor de
completar la respuesta.

Análisis de contenido: A que corresponde este mito:

Este sitio en que Enki ha venido a habitar con su esposa, es un


lugar limpio, es un brillante lugar. Esta es la tierra de Dilmun.

En Dilmun no crascitan los cuervos; el pájaro de la muerte no


difunde sus funestos gorjeos.

Allí no mata el león, ni el lobo persigue al cordero. No hay allí


perros salvajes que devoren los becerros.

No doblega allí su cabeza la paloma.

Nadie dice: Estoy enfermo. Nadie dice: Ya soy viejo.

No se oyen allí lamentos; nunca se escuchan endechas de


muerte.

(De una tableta Sumeria descubierta en Nippur. Voces de


Oriente)

Bibliografía
José luis Cañas y Juana Sánchez-Gey. Op. Cit.

Rafael Arrillaga Torrens La Filosofía griega. Ediciones Revista de Occidente. Madrid, 1978.

Ángel Ma. Garibay K. Voces de Oriente. Ed. Porrúa, S. A. México, 1964

Karl jasperOrigen y Meta de la Historia.. Alianza Editorial. Madrid, 1895

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EL PENSAMIENTO ORIENTAL ANTIGUO

Vamos a detenernos un momento en aquella sabiduría antigua


oriental encarnada en cuatro grandes pensadores, situados
cronológicamente en el mismo presocrático original del siglo VI a.C.,
figuras en todo caso muy influyentes y universales que en definitiva nos
pueden ayudar a comprender mejor los orígenes del pensamiento de la
humanidad y, por tanto, también los orígenes de la filosofía.
Sucesivamente hablamos de Buda, Confucio, Lao-Tse, Zoroastro.
BUDA

Del maestro Siddharta Gautama o Buda (el iluminado), heredero


de la filosofía hindú y de las tradiciones de la India más ancestrales o
Vedas (veda significa literalmente saber religioso), interesa fijarnos sobre
todo en su visión (iluminación) de “el todo cósmico” y en su teoría sobre la
cesación de todo sufrimiento llamada liberación definitiva o nirvana
(literalmente “la nada”, como el estado de la llama de fuego cuando ha
sido apagada). A partir de él, en efecto, el budismo de todos los tiempos
aspirará a conocer la verdad del sufrimiento, para superarlo, suprimiendo
el deseo y el ansia de vivir mediante el desprendimiento y la exclusión. Y
ell se consigue según Buda, siguiendo el llamado “Octuple sendero” o
camino de las cuatro Nobles Verdades, camino en todo caso encaminado
hacia la supresión de todo deseo.

CONFUCIO

De Confucio (su nombre chino es Kung-fu-tse), el más influyente de


los pensadores chinos de todos los tiempos, destacamos la vivencia de
conceptos centrales como perplejidad, serenidad, calma, conceptos que él
nunca presentó como creación original sino como transmisión de lo que
babia aprendido de los legendarios emperadores chinos, sobre todo del
célebre Libro de las Transformaciones (el I Ching), posiblemente el
documento filosófico más antiguo que se conserva, procedente de un
emperador que reinó casi tres mil años antes de nuestra era. Amante de

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las tradiciones más antiguas, Confucio se propuso renovar la sociedad
decadente de su época a través del pensamiento antiguo renovado hasta
alcanzar la auténtica sabiduría, es decir, hasta alcanzar la condición de
sabio. Las realidades escondidas detrás de la perplejidad, la serenidad, la
calma, etc., tendrán sobre todo un profundo poder transformador de la
realidad social y política de todas las épocas. Y con esto afirmamos el
rasgo principal que destaca no sólo de la filosofía china de todos los
tiempos, es decir una sabiduría que está vuelta hacia el ser humano y su
vida práctica.

Lo siguiente es un resumen de la doctrina confuciana en una serie


de mandatos que deberían ser los principales deberes de todo hombre de
gobierno
1. Amar al pueblo, renovarlo moralmente y procurarle los medios necesarios
para la vida cotidiana.
2. Por este motivo, debe servirse en primer término con soberano respeto a
Aquel que es el Primer Dominador.
3. Cultivar la virtud personal y tender sin cesar a la perfección
4. En la vida privada como en la pública, observar siempre el sendero superior del
“justo Medio”
5. Tener en cuenta las dos clases de inclinación propias del hombre: unas
proceden de la carne y son peligrosas; las otras pertenecen al razón y son muy
sutiles y fáciles de aprender.
6. Practicar los deberes de las cinco relaciones sociales:
 Entre gobernador y ministro
 Entre padre e hijo
 Entre marido y mujer
 Entre hermano mayor y hermano menor
 Entre amigos
7. Tener por objeto final la paz universal y la armonía general

LAO-TSE

Al dirigirnos a Lao-tse (o Lao-tsi o “viejo maestro”) nos fijamos en el


concepto principal de “tao”, del Tao Te Ching o libro del camino y de la
virtud. Según este sabio chino el tao sería el fondo originario del mundo,
el principio y origen de todas las cosas, que actúa como fuerza

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conciliadora de las otras fuerzas originales de la naturaleza. Tao significa
en primer lugar “camino”, y luego “razón”, y de todo caso es un concepto
que aparece ya en la antigua religión imperial china. En definitiva, el tao
sería el fondo común de todas las cosas y de todos los seres, es decir la
esencia misma de la realidad de la que brota todo. Pero no se queda sólo
en una especulación metafísica sino que como “ordenador del universo”
incide directamente en la transformación de los seres humanos y de la
sociedad, lo cual quiere decir que Tao significa ante todo el “recto obrar”,
y con ello llegamos a la sabiduría ética o camino del sabio. La mejor
interpretación del “recto obrar”, se condensa en la fórmula “no actuar”,
fórmula que se puede concretar en cuatro actitudes:
 No desear
 No darse importancia así mismo
 No exigir nada
 Mostrar siempre una gran reserva

Actitudes que en la ética del Tao Te Ching convergen en la palabra clave de


sencillez

ZOROASTRO (ZARATUSTRA)

En su obra principal, llamada El Avesta, encontramos dos principios


contrarios originales del mundo siempre en eterna oposición, el bien
(Ormuz) y el mal (Ahrimán), como explicación cosmológica fundamental o
visión primordial de todas las cosas. De la importancia de este
pensamiento ancestral de la humanidad para los comienzos da la historia
de la filosofía dará buena cuenta un milenio después el pensador Manes o
Mani (216-275 d. C.), quien fundará el movimiento llamado maniqueísmo,
una especie de sincretismo religioso-cosmológico que junto a elementos
propios del zaroastrismo aunará elementos del budismo y del
cristianismo.

Zaratustra fue el primer fundador de una religión en la historia. Fue el


primero en predicar el Monoteísmo. Primero en proclamar un mensaje
para TODOS los mortales, un mensaje universal. Primero en predicar
igualdad de todos sin tener en cuenta la raza, género, clase o
nacionalidad.

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Zaratustra proclamó haber recibido una visión de Dios, un Dios él llamado
Mazda Ahura, el Dios Sabio. Su Dios es uno que quiere a toda su creación
viviente y desea promover su frescura y preservarla..

También tenmos una breve aproximación a la cosmovisión original


mesopotámica y egipcia nos será de gran ayuda aquí y ahora para
comprender la riqueza y la complejidad de los orígenes del Pensamiento y
de la Filosofía. La cosmovisión dada en los orígenes documentos
mesopotámicos como el Poema de Gilgamesh que trata sobre el diluvio
universal, o el poema acadio sobre la creación del mundo Enuma-Elis,
ambos escritos aproximadamente a finales del segundo milenio a.n.e.,
provenientes a su vez de tradiciones orales anteriores, serán claves
repercusión para el Pensamiento posterior de la Humanidad. Leído en
clave astronómica el Enuma Elish representa la inmensidad del espacio
donde los planetas aún por aparecer y por fijar sus órbitas, pero al
Principio sólo existían tres cuerpos:

 Apsu, el primordial,(Dios del agua dulce) “el que existe desde el


principio”
 Tiamant, “la madre de la vida”(diosa del agua salada)
 Mummu, “el mensajero que nació”;

De modo que las aguas de Apsu y Tiamat, es decir, las aguas primordiales
o elemento básicos generadores de vida, se mezclaron y de la mezcla de
sus aguas primordiales se formaron dos principales dioses celestes.

En Egipto el Pensamiento universal también se configuró en torno a una


representación de los orígenes del tipo Enuma Elish mesopotámico, cuya
cosmogonía se asentará en una estructura conceptual de eterno retorno si
bien un claro posicionamiento hedonista original (forma de organización
del Cosmos que coloca a un solo dios por encima de los demás dioses), es
decir, la forma del Pensamiento que se posiciona como Uno pero no como
Único Dios.

Entre los documentos Egipcios más importantes referidos a la divinidad


solar destaca el Gran Himno al dios Sol Antón, (que expresa una visión
cosmopolita y humanística del Imperio Nuevo en su estilo más puro. La
reforma religiosa lleva a cabo por Aquenatón –o Ajenaton o Akhenatón-
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no goza de un carácter revolucionario, incluso no es del todo novedosa),
compuesto en el siglo XIV a. C., por el faraón Amenofis IV, quien le llama
Dios único aparte del cual ningún otro existe, así: “Tu apareces perfecto en
el horizonte del cielo, disco viviente que estás en origen de la vida.
Cuando te elevas en el horizonte oriental, llenado todo el país de tus
perfecciones. Cuando te pones en el horizonte occidental, la tierra está en
tinieblas, como la muerte. (Puede encontrar todo el poema in extenso en
Internet como “Gran himno al dios Atón de la tumba de Ay en Amana”).

Pero junto con el dios sol en la teogonía egipcia, y las diversas triadas y
Enéadas (Del griego y significa “los nueve”. La palabra se usa para
denominar al conjunto de nueve dioses que conforman la cosmogonía de
Heliópolis, creada por los sacerdotes de esta ciudad. Forma parte de ella:
Atum, Shu, Tefnut, Nut, Geb, Isis, Osiris, Neftis y Seth), del panteón
egipcio, también el Agua caótica (Num) es como el dios más antiguo, de
modo que éste también se representa como origen primordial de todo y
del cual surgirán luego los dioses y el cosmos, es decir, un Agua caótica
similar al Agua Primordial de las divinidades mesopotámicas.

En todo caso esta grandiosa cosmovisión sobre el surgimiento del mundo,


represente como gran montaña piramidal que asciendo del agua caótica
previa haciendo posible la vida, será utilizada en la entronización de los
faraones, quienes también ascendían por una pirámide escalonada.

Todas estas sabidurías provenientes de la antigüedad –todas en conjunto-


darán a luz después los grandes conceptos filosóficos que se convertirán
en ideas fundamentales de una enorme complejidad de significados

Bibliografía:

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ORÍGENES DE LA FILOSOFÍA. MITO Y COSMOGONÍAS PREFILOSÓFICAS

En toda lección introductoria al pensamiento antiguo es obligado abordar


la difícil cuestión de los orígenes de la filosofía. Como no podemos fijar
unos límites temporales precisos en sus comienzos. Ni siquiera en su final,
la mayoría de los manuales sitúan el nacimiento de la filosofía con los
pensadores llamados “presocráticos”, que J. Fischl llama “preática”
(Manual de historia de la filosofía”. Herder 1997) concretamente en la
figura de Tales (de la ciudad griega de Mileto) en torno al siglo VI a. C., y el
final del período de la filosofía que comúnmente conocemos como antigua
o pensamiento clásico se suele fijar en torno al siglo VI d. C., con la figura
de Ancio Manlio Torcuato Severino Boecio, filósofo que cerraría la época
llamada genéricamente Antigua.

Este tema lo dedicamos a apuntar brevemente los orígenes de la filosofía,


un pensamiento que aconteció en la Grecia arcaica como primera
reflexión presistemática anterior a lo que comúnmente se ha dado en
llamar “paso del mito al logos”.(Rafael Arrillaga Torren habla de
“Orígenes mito-poéticos”. La filosofía griega. Rev. De Occidente 1978)
Pero este paso no debe tomarse al pié de la letra como un abandono
absoluto y definitivo de una forma mítica primitiva de pensar por otra
totalmente racional y moderna en un momento determinado de la
historia, es decir un paso ciertamente muy importante pero no anulador
de todo lo anterior, porque entre otras razones ambas formas perdurarán
influyéndose juntas a través de los siglos, como veremos a lo largo de la
historia del pensamiento universal hasta nuestros días.

En primer lugar reparamos en que los mitos de la antigüedad griega son


cosmogonías o formas arcaicas de explicación del comienzo de todo y, por
tanto, forman lo que podemos llamar la parte embrionaria de la filosofía.
Para comprender bien esto necesitamos acercarnos, aunque sea
brevemente también, a las principales cosmogonías pre-filosóficas griegas,
como las epopeyas teogónicas contadas por Homero, o las teogonías
(Origen de los dioses) de Hesíodo, Epiménides,(filósofo y poeta que vivió
en el siglo VI a n.e. Se dice de él que durmió durante cincuenta y siete

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años en una cueva cretense, bendecida por Zeus, y que cuando despertó
estaba dotado con virtud de poder profetizar lo que iba a ocurrir, del
poeta Museo, o las teogonías órficas (relativo a Orfeo, maestro de los
encantamientos), y en ellas veremos cómo estos primitivos autores se
plantearon ya forma original el problema del principio o de lo primero en
surgir antes de todo (protón), es decir lo primerísimo o elemento
primordial que después se llamará arkhé por los presocráticos.

En Hesiodo encontramos que ese protón será el caos, en Alcmeón la


materia indiferenciada, sostenía que el cuerpo humano está cruzado por
poros pequeñísimos, capaces de percibir los efluvios del mundo. Con
Empiménides asociamos la teoría del “Huevo cosmogónico”
(simbólicamente comienzo de algún tipo), en la teogonía de Museo* se
habla de tres principios originales: Noche, Tártaro y Aer. Noche colocada
dentro de las corrientes Órficas, que ponía la noche como la más
importante de las divinidades. En Tártaro Museo hace surgir todas las
cosas y al final deben volver a él. Aer es el tercer elemento, relacionado
con la oscuridad, y situado en el cielo, en una parte de la sub-tierra, entre
el cielo y la tierra. En la teogonía órfica, con la cual normalmente se
relaciona a Museo, se utilizarán metáforas originarias como el que Sol es
un falo que engendra la vida. Todas estas cosmogonías serán tan
importantes para la posteridad porque configuran el ambiente “espiritual”
que verá nacer la filosofía en Grecia.

Con esto queremos decir que existe un proceso evolutivo del pensamiento
humano difícil de calibrar que se remota por lo menos algunos milenios
más atrás, del cual no sabemos casi nada, y que todo intento de presentar
la historia del Pensamiento debe comenzar con la observación porque
sólo la perspectiva de un diminuto trozo de la evolución del género
humano, puesta en comparación con la historia de la vida sobre la tierra y
ésta dentro de la evolución de nuestro planeta y de nuestro universo
entero.

Bibliografía:
José Luis Cañas y Juana Sánchez-Gey: Op. Cit

Johan Fischl. Op Cit.

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Rafael Arriallaga T. Op. Cit

*Roxana Beatriz Martínez Nieto. La teogonía de Museo: fragmentos inéditos e intento


de reconstrucción. Tomado de su página de Internet.

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PENSAMIENTO PRESOCRÁTICO, SOFÍSTICA Y SOCRÁTES

El objetivo de este capítulo es doble: por una parte acercarnos a la


“primera navegación filosófica” de la historia que se produjo en dos siglos
en la antigua Grecia, concretamente en el período de tiempo
comprendido entre los comienzos del siglo VI y el final del siglo V a. de C.,
a través de los originales pensadores llamados presocráticos hasta llegar a
la “primera ilustración” de la historia de las ideas con los sofistas, y desde
ellos alcanzar la figura central de Sócrates en los comienzos de la filosofía
en Grecia.
LOS PRESOCRÁTICOS: MILESIOS. PITAGÓRICOS

LA FILOSÓFIA PREÁTICA (600-450 a. C.)

Los tres primeros filósofos de la antigua Grecia original, Tales,


Anaximandro y Anaxímenes, vivieron en Mileto, ciudad insignia de la
cultura jonia, de ahí que se les conozca también como los “milesios”. Los
tres buscaron un primer principio (arkhé) común a todo, que diera
explicación a los cambios y a la pluralidad de todas las cosas de la
naturaleza. Serán los primeros presocráticos.

TALES DE MILETO (624-546 a. C.) considerado el primer filósofo. Pasa por ser
uno de los siete sabios. Políticamente estos sabios se ponen de parte de
los demócratas en su lucha contra la nobleza. Encontró la arkhé en un
elemento común de la naturaleza (physis) en el agua (la humedad),
elemento que hace que todo tenga vida y, por tanto, la vida de todas las
cosas es explicada como el principio que vivifican todo: “Todo está lleno
de dioses (Daimones), dirá Tales, en el sentido de que todo está lleno de
vida”. De modo que los conceptos de arkhé y de physis van a ser
representados por primera vez en un elemento común de la naturaleza
que se explica racionalmente y no sólo mediante mitos como en las
prefiguraciones antiguas.

Aristóteles llamó a Tales “padre de la filosofía” y veía su grandeza en que


fue el primero que preguntó por un principio primero por el que puedan

18
explicarse unilateralmente todas las cosas. Así pasó de naturalista a
filósofo de la naturaleza y marcó el camino a toda la filosofía por venir.
Tales, como dijimos, vio en el agua la materia primera de que todo se ha
hecho. Él mismo dirigía una escuela de marinos, vivía junto al mar y
contemplaba cómo el agua se dilataba hasta lo infinito. Veía brotar el agua
de la tierra y caer del cielo como lluvia. Aristóteles hace notar que la
semilla debe estar húmeda para que germine, y por eso toda vida parece
venir del agua.

Tales aprendió en sus viajes grandes habilidades técnicas. Por medio de


sus “columnas de sombras”, halló los equinoccios y hasta pudo predecir
un eclipse de sol. Con él irrumpió la búsqueda racional en todos los
terrenos.

ANAXIMANDRO DE MILETO (610-546 a. C.) Oriundo de Mileto, donde sin duda


estuvo en relación personal con Tales. Cabe pensar que los milesios
formaban ya una escuela en que se cultivaba y propagaba su doctrina.
Anaximandro habría construido, de bronce, el primer mapa, en que señaló
todas las tierras y mares entonces conocidos. A él se atribuye también la
confección del más antiguo mapa celeste para los navegantes, así como la
construcción primer reloj de sol

Él es sin duda el filósofo de más talento especulativo de esta escuela.

 La materia primera:
Anaximandro muestra ya su búsqueda de la materia primera
una sorprendente fuerza de abstracción. Él intuye que las
cosas de este mundo no pueden explicarse por una materia
existente, y admite en su lugar una materia que es anterior a
toda las cosas que se nos aparecen y que llama lo “indefinido”
(apeiron) que debe cumplir cuatro condiciones:
1) Cuantitativamente, no es ni agua ni tierra, sino totalmente
indeterminado.
2) Cuantitativamente, es indefinido, pues sólo así es posible
un desenvolvimiento indefinido.
3) Temporalmente, es también infinito o indefinido, y por
ende, increado, sin vejez posible e inmortal.

19
4) Religiosamente, es lo divino

Como al día sigue la noche y a la primavera el verano, así se cumple


también la evolución de lo “definido” en períodos cósmicos: “De
donde las cosas salen, allí han de volver de nuevo conforme al
destino, pues tienen que pagar pena y castigo por su injusticia según
el orden del tiempo.” Anaximandro parece haber visto en la
separación de lo particular una apostasía y unja culpa.

Más importante fue todavía la idea del cosmos, que aparece por vez
primera en Anaximandro y hechizó luego a toda la antigüedad. La
observación durante años del cielo lo lleva al descubrimiento del
orden matemático y a la admiración de la mágica belleza del
universo, que está ordenado hasta en sus mínimos procesos por
una ley uniforme. La idea del cosmos inspiró a los padres de la
Iglesia sus entusiastas pruebas.

 El origen del mundo


Con lo “indefinido” se dio desde el principio el movimiento, que
empezó por separar los dos contrarios de calor y frio. Lo caliente
subió hacia arriba, y envolvió a la tierra con su aire frio, como la
corteza al árbol. Más el aire rompió la coraza de lo caliente y
envolvió ahora a su vez a lo cálido en tres cilindros circulares que
ahora rodean la tierra a una distancia de 1x9 el radio de la tierra, el
primero. El segundo, a una distancia de 2x9 veces dicho radio, y el
tercero a una distancia de 3x9 el radio de la tierra. Los cilindros se
superponen y entrecruzan entre sí y las estrellas. Si se taponan los
agujeros, se producen los eclipses. Taponaciones (sic) parciales
determinan las fases de la luna.
Por el movimiento se separan de la tierra fría dos materias: lo sólido
y lo líquido. La tierra firme no es un disco, sino un cono truncado
cuyo diámetro y altura están en la proporción de 3:1. Como la
superficie de la tierra es a su vez abovedada, nos acercamos mucho
a la forma esférica de la tierra. Ésta no flota sobre el agua, no cae
abajo, sino que permanece siempre en el centro.

20
ANAXÍMEDES DE MILETO (585-525 a. C.)

Volvió su mirada a la naturaleza para extraer de ella una arkhé de nuevo


determinada: el aire. Es evidente que este aire tampoco es sólo aire físico
que respiran los seres vivos, es algo “inmortal”: es el elemento sin el cual
no hay vida. De esta forma Anaxímedes consideró el cosmos como un gran
ser vivo que necesita respirar y, por tanto, el aire sería como el hálito o
aliento que mantiene vivas todas las cosas, es decir, sería el alma del
universo.

Todo surge del aire por condensación y refacción. Si se condensa surge el


frío. Por refacción surgió también del aire el alma (animus, anima,
pneuma). Como el aire cósmico conserva, ordena y gobierna al mundo, así
gobierna también el alma al cuerpo. Como el aire cósmico es divino, así
también es divina nuestra alma. Originalmente “alma” significó aire, más
tarde aliento, luego principio de vida y sólo a la postre espíritu.

El fin de esta primigenia filosofía milesia aconteció cuando en los


comienzos del siglo V a. C. los persas arrasaron Mileto y muchos de sus
sabios habitantes huyeron a la lejana Maga Grecia, a ciudades de La
península itálica como por ejemplo a Cretona, donde se trasladó Pitágoras
de Samos. Allí fundo este sabio una escuela filosófica-mística-política,
inspirada en creencias orientales como la transmigración y la
reencarnación de las almas que con el tiempo se iba a hacer famosa: la
escuela pitagórica o los pitagóricos.

Biblografía

21
PRESOCRÁTICOS. HERÁCLITO. ELEATAS. PLURALISTAS.

Después de los pitagóricos hay que estudiar a Heráclito y a Parménides,


que veremos después, llamados los “metafísicos” es decir, los primeros
pensadores de la historia que hallaron nuevas respuestas en la original
búsqueda de la arkhé más allá de los caminos abiertos hasta entonces por
milesios y pitagóricos.

HERACLITO DE ÉFESO (535-475 a. C.) va a introducir en la filosofía el concepto


fundamental de logos (del gr. Lego, es decir, explicar, mostrar, etc.)
mediante el cual se da a entender lo que las cosas son, es decir, muestran
lo que son a través de su racionalidad interna. El cosmos tiene una
explicación racional gracias al logos, razón universal que pone al alma en
contacto con el Uno, el Uno eterno que equivale a “todas las cosas son
una”. Por tanto, tras el cambio o movimiento de las cosas se encuentra la
unidad, el orden y la armonía.

El elemento de la naturaleza que mejor explica ese todo será para


Heráclito el fuego, fuego que se transforma en todas las cosas y todas las
cosas en fuego. Pero la fórmula que mejor explicaría la movilidad según el
pensador de Éfeso es la “lucha de contrarios”, la guerra que gobierna todo
en una especie de tensión en continuo devenir, regida por la ley universal
del logos. Porque, en definitiva, lo propio del hombre y de la vida
inteligente será la vida según este logos.

Al sur de la península itálica conocida como “Magna Grecia” existe una


ciudad llamada Elea que resultará celebre por la potencia intelectual de
sus tres principales pensadores: Jenófanes, Parménides y Zenón.

Jenófanes de Colofón, muy crítico con el antropomorfismo de la mitología


prefilosófica griega, es decir, de su propia tradición representada por los
grandes poetas como Homero y Hesíodo, sobre todo cuando éstos
mostraron a la divinidad llena de los mismos vicios que los mortales. De
modo que Jenófanes será el primer pensador que imagine a Dios como un
ser trascendente, uno e inmutable, y no como a un ser indigno de los
seres humanos.

22
Parménides escribió su poema “Sobre la naturaleza” a modo de un viaje
ideal en el que el viajero debe decidir qué camino tomar: el que conduce a
la verdad mediante los ojos de la razón, y no de los sentidos, o el que
conduce a la opinión a través de los sentidos, es decir el camino de la pura
apariencia. El hombre elige el camino de la verdad llegará a descubrir que
“el ser es y el no-ser no es”, la gran cuestión necesaria para alcanzar la
akhé. Es decir, si seguimos a la razón encontraremos que el Ser es: Uno,
Indivisible, Continuo y homogéneo, Eterno, Ingénito e imperecedero,
Inmóvil, finito y esférico, y finalmente Inteligible. Estas cualidades del Ser,
por tanto, se oponen a las derivadas de las engañosas opiniones tal como
le percibimos mediante los sentidos: móvil, plural, compuesto, mudable y
temporal. Porque lo importante es afirmar el Ser, no el no Ser.

Por último reparamos en Zenón, aquél “eleata” discípulo de Parménides


famoso por sus aporías o dificultades de la razón, inventor de unas
paradojas del entendimiento para demostrar que el movimiento no existe,
que sus razonamientos llevan a una reducción de lo absurdo. La más
célebre de sus aporías es la “Aquiles y la tortuga” en la cual expone que en
una carrera hipotética el veloz atleta Aquiles jamás alcanzaría a una
tortuga en la ésta partiese con una ventaja inicial sobre aquél. La dificultad
consiste en situarnos en un espacio y un tiempo divisible infinitamente,
cosa que es posible (pensar) en el mundo matemático y metafísico (donde
el movimiento sería absurdo) pero no en el mundo físico.

Veamos ahora a los llamados “pluralistas” porque ellos encontraron que


mediante un solo principio con “arkhé” no se podía salvar la pluralidad y
la riqueza variada de lo real, de modo que acudieron a varios principios
explicativos de todas las cosas proponiendo una “arkhé” plural como
fuerza ordenadora de todo a partir de la cual aparece el cosmos. Los
principales “pluralistas” son: Empédocles de Agrigento, los atomistas
Leucipo y Demócrito y Anaxágoras el clazomenio.

Empédocles (495-435 a.n.e.) Es seguro que escribió dos obras “Sobre la


naturaleza” y “Las purificaciones” de las se conservan fragmentos. La
primera contiene su interpretación de la naturaleza, y la segunda contiene

23
un conjunto de instrucciones para el cuidado del hombre, en relación a
sus creencias en la transmigración de las almas. Sostiene en su afirmación
sobre conocimiento que “éste no procede ni de la razón ni de los sentidos,
sino del recuerdo de una vida pasada en la que el alma ha estado en
contacto con principios invariables y permanentes de la naturaleza (raíces)
son conocidos como “los cuatro elementos: agua, aire, fuego y tierra”.
Estos elementos subsisten siempre, y no se hacen o devienen; solo que
siendo, ya más, ya menos, se mezclan y se desunen, se agregan y se
separan, a modo de lucha de contrarios mediante dos fuerzas principales y
antagónicas: el amor y el odio. “Estos elementos nunca cesan su continuo
cambio. En ocasiones se unen bajo la influencia del Amor y de este modo
todo deviene lo Uno. Otras veces de disgregan por la fuerza hostil del Odio
y tiene una vida inestable”

Leucipo y Demócrito. Serán conocidos a lo largo de la historia como los


fundadores de la importante escuela “atomistas” situada en Abdera, en
Tracia, (Situada en los Balcanes) en la periferia del mundo helénico. Es
imposible separar a Leucipo de su mucho más influyente discípulo
Demócrito. Según Aristóteles y Teofrasto, Leucipo formuló las primeras
“doctrinas atomistas”, que serían desarrolladas por Demócrito, Epicuro y
Lucrecio: la consideración racional y no puramente empírica de la
naturaleza; la consideración del ser como múltiple, material, compuesto
de partículas indivisibles (átomo); la afirmación de la existencia del no-ser
(vacío), y del movimiento de los átomos en el vacío; la concepción
determinista y mecanicista de la realidad; y la formación de los mundos
mediante un movimiento de los átomos en forma de torbellino, o
“remolino cósmico” por el cual los más pesados se separan de los más
ligeros y se reúnen en el centro formando la tierra.

Anaxágoras de Clazomenes con el llegamos a la máxima expresión del


pluralismo: “todo está en todo”. En esta fórmula sintética este pensador
encontró el reposo de que en todo hay una parte del todo, es decir, todo
procede de lo mismo. La solución a este todo original para Anaxágoras es
que “todo procede de unas semillas ilimitadas tanto en cantidad como en
pequeñez” pero, a diferencia de los átomos de los atomistas, no serían
cualitativamente iguales, sino que en función de su cualidad se unen o

24
separan para formar los distintos seres. Estas semillas contienen en sí
mismas todos los elementos, de modo que serían los auténticos principios
de, las cosas.

Para explicar el comienzo de todo Anaxágoras también acudió a una


especie de “torbellino cósmico” pero inmediatamente tuvo que dar
respuesta a la pregunta de qué o quién puso en movimiento ese
torbellino. Y la respuesta más original de este presocrático será el
descubrimiento del concepto de “Nous” (Mente, Inteligencia, Espíritu), es
decir, de una inteligencia de naturaleza divina y ordenadora primera, un
concepto que aunque no designa ciertamente a una inteligencia creadora
de Dios (como conoceremos después por ejemplo en la filosofía cristiana),
sino más bien a una especie de arquitecto ordenador del cosmos, sin
embargo este “Nous” aportó de golpe un elemento inteligente
fundamental en la explicación del origen de todo, es decir que las cosas
tienen una finalidad porque están hechas por y para una razón de ser.

RESUMEN: En este largo período fundacional del pensamiento antiguo los


filósofos presocráticos (milesio, pitagóricos, eleatas y pluralistas) van a
plantear los grandes problemas del conocimiento humano y van a ensayar
las primeras respuestas a los mismos. Repetimos las más importantes:
Tales postula los conceptos de arkhé y physis; Pitágoras el cosmos;
Heráclito el logos; Parménides el ser, Demócrito el azar y Anexágoras el
nous. A todos ellos podemos llamar padres de la filosofía griega.

Bibliografía:

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SOFISTAS: PROTÁGORAS, GORGIAS, SOCRÁTES

Con los sofistas y con Sócrates entramos en una nueva etapa del
pensamiento universal que se conoce como “primer humanismo”,
también llamada modernamente “primera ilustración” y “época de
transición”, en definitiva, la primera etapa humanista en la historia de la
filosofía, un período que coincide con el siglo de Pericles (s. V a. c.) o siglo
del esplendor de Atenas, ciudad considerada entonces el centro del
mundo.

¿Qué significa sofista?. La palabra “sofista” (sophités) fue usada por los
griegos con un triple sentido. Originalmente significa lo mismo que sabio
(sophós). También era aplicable a todo aquel que por su habilidad
sobresalía en algún arte, siempre que fuera capaz de comunicarlo a otros.
Herodoto llama aún sofista a los “siete sabios”, y Androción califica como
tales a Sócrates y Platón. Más tarde se llamó sofista a los que enseñaban a
otros sabiduría, y eran, consiguientemente “fabricantes de sabios”.
También, en otro momento, peyorativamente, se designó con la palabra a
un tendero que trafica, suciamente a menudo, con la sabiduría, a un
alcahuete de ella, a un cazador que va tras los jóvenes ricos para sacarle
dinero, a un charlatán que no le importa un bledo la sabiduría, sino que
con ella engaña, trampea y seduce. En ese sentido nos han transmitido la
palabra Jenofonte y Platón que le dedica un diálogo completo “El Sofista”
en el que ofrece seis definiciones.

Aristóteles en su “Lógica” también carga contra ellos.

Los sofistas enseñaban mayormente historia, política y el arte de la


oratoria. Llenaban un vacío en la vida griega. Los hubo buenos y los hubo
malos, pero en general tuvieron acogida favorable porque eran
necesarios. En una sociedad en pleno auge alguien tenía que dedicarse a
enseñar a la juventud, ávida de triunfar en la vida cívica. Algunos sofistas
le daban más énfasis a uno u otro asunto. Los hubo retóricos, enseñando
el arte de debatir en las asambleas públicas; otros, más versados en
filosofía, intentaban darle a sus enseñanzas un tono más elevado. Pero en
general sus métodos fueron prácticos, encaminados a asegurar el éxito
26
mundano y no la virtud de la vida contemplativa. Fácilmente argüían
cualquier aspecto de un asunto, y, por tanto, practicaban el oportunismo
que Platón tanto les censura.

Podemos calificar a esta etapa de “humanista” porque el interés de estos


primeros filósofos sofistas se va a desplazar desde la physis y el cosmos a
la polis (ciudad-estado), es decir a los problemas de los seres humanos
conectados con su realidad concreta de ciudadanos.

Los dos sofistas más importantes de aquella Atenas y de aquella época tan
original fueron Protágoras y Gorgias.

De Protágoras de Abdera se sabe que fue discípulo de Demócrito. Platón


le llamó “padre de la sofistica” y su idea más celebre la sintetizó en la frase
“el hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en cuanto son
y de las que no son en cuanto no son”. Pero entender al hombre así
(homo mensura) conlleva sobre todo a un posicionamiento relativista
respecto de lo que puede o no puede conocer: las cosas no tienen
consistencia en sí mismas, es el hombre quien otorga el ser (o no ser)

Este relativismo cognoscitivo en adelante adoptará una de estas dos


posibles vías: bien tomará el camino del subjetivismo (cada individuo
singular es la medida de las cosas) o bien el del idealismo (la totalidad de
la especie “hombre” es la medida), pero ambas vías siempre tendrán
como fondo el escepticismo.

De Gorgias de Leontinos(485-380 a.C.) sabemos que fue un hombre muy


elocuente y longevo. Llevó a tal extremo el relativismo sofista que
concluyó que el ser humano no puede saber nada, por donde podemos
llamarle “padre del nihilismo”. El encadenamiento de sus tres tesis
principales es tan sencillo como corrosivo para la inteligencia:

 1.- nada existe


 2.- si algo existiera sería incognoscible (no podía ser conocido
por el hombre)
 3.- si fuese cognoscible sería incomunicable

El relativismo de Protágoras pasa a ser en Gorgias escepticismo,


sosteniendo tesis nihilistas (del lat. Nihil, nada) tesis que sostiene la
27
ausencia de convicciones verdaderas así como de los valores. En el caso de
Gorgias, se niega la existencia de nada permanente en lo real al declarar
falsas todas las opiniones.

Este escepticismo negaba, a los ojos de Platón, la posibilidad del


conocimiento de ahí que acuse a los sofistas de fomentar el relativismo en
la conducta y el escepticismo en el saber, dos males que minan la vida en
sociedad y conducen a la anarquía y el descreimiento.

Influencia de los sofistas: Su influencia fue muy grande y en general


provechosa. Se dejó sentir más en la cultura general de Grecia que en las
ideas filosóficas: no se podría entender el canto a la civilización de
Sófocles en Antígona, ni las grandes controversias entre monarquía y
democracia en las tragedias de Eurípides sin la influencia de la sofística.
Sócrates mismo, encarnizado opositor es, en muchos sentidos, por la
naturaleza de sus intereses, un sofista. La diferencia principal es que no
cobra por enseñar y que busca lo permanente y eterno en la elusiva trama
de las relaciones humanas. Johan Fischl en su “Manual de historia de la
filosofía” (Herder, España, 1997). Dice que la importancia de los sofistas se
cifra en dos elementos:

Educadores populares: Ellos sacan la sabiduría de los cuartos de los


eruditos y la llevan al pueblo. Se convierten en profesores, maestros y
enciclopedistas de la formación griega. Son abogados deslumbrantes,
cuyo orgullo está no sólo en que se absuelva al acusado, sino que se
glorifique formalmente como bienhechor de la comunidad (hacer más
fuerte la razón o causa más débil)

Revolucionarios: El nuevo ideal de formación significaba en muchos


aspectos una verdadera revolución. Primeramente, pasaron por completo
de moda las antiguas cuestiones sobre la materia primera del mundo o
sobre el ser y el cambio. En segundo lugar, el nuevo ideal trae consigo un
nuevo método. Los sofistas enseñan a sueldo.

Así estaban las cosas filosóficas cuando apareció en la Atenas de Pericles


la figura del hombre más sabio entre los atenienses la figura del hombre
que marcará un nuevo comienzo para La historia de la filosofía de
Occidente.
28
Este punto de inflexión aconteció en una época agitada de la vida
ateniense (guerra del Peloponeso, pérdida de la democracia, poder de los
Treinta Tiranos) y en una ciudad en gran medida desmoralizada por el
escepticismo y el agnosticismo de la retórica sofista.

Sócrates. (470- 399 a.C.) Su vida fue la de un permanente buscador de la


verdad y la de un vigilante indagador de las costumbres y la moralidad,
pero también la de un “tábano enviado por los dioses”.

Este hombre constituye la más alta cumbre de la filosofía clásica; de él,


directa o indirectamente, se derivan todas las corrientes del pensamiento
posterior.

Murió condenado por el pueblo de Atenas: Dijeron de él en la antigüedad


Diógenes Laercio, y en los tiempos modernos, Hegel, que es celebrado
como maestro de moralidad, pero que deberíamos llamarle más inventor
de la moralidad. Sócrates es ciertamente el inventor de la ética secular,
libre de toda mítica. Es también el fundador más cabal del método crítico
de indagación científica y filosófica.

Como quiera que Sócrates no dejo nada escrito, tanto cuanto sabemos de
él, nos ha llegado a través de quienes lo conocieron –Jenofontes, Platón- o
de quienes recogieron tradiciones tales como Epicteto, Plotino y Séneca.
Desde nuestro punto de vista dice Salvador Giner (Historia del
pensamiento social. Ariel) tres son sus aportaciones relevantes:

1.- El postulado de que la virtud es conocimiento.

2.-La invención de la definición.

3.-La incorporación de la epistemología al campo de la filosofía


social.

1) Que la virtud sea conocimiento, además de que lo implique en la ética y


vida emocional de las gentes, es algo de incalculables consecuencias en la
ética y la filosofía política posteriores. Sin ir más lejos, La República de su
discípulo Platón parte parcialmente de esa hipótesis: se construye un
sistema político que ofrezca a sus miembros capacitados las condiciones
necesarias para conocer el Bien supremo y, a los demás, alcanzar el grado

29
de saber que su naturaleza les permitía; a este saber se llega mediante
una vida justa y virtuosa, que depende a su vez de que el individuo se
aplique en el estudio de la verdad. La virtud es conocimiento porque es
obediencia a la facultad de razonar, y en el orden social, por ende, debe
ser racional para que en su seno medre la virtud.

2) Aristóteles dijo que una de las más grandes aportaciones de Sócrates


había sido la definición y dijo bien. No sólo ya en el terreno de la política,
sino también en el académico, no hay siempre unanimidad en cuanto a
definiciones y significados. Piénsese, por ejemplo, en la palabra
“democracia” significa según quien la pronuncie. Sócrates exigía que los
hombres se pusieran de acuerdo acerca del significado de las nociones
que usaban y, en este sentido, su magisterio está tan vivo como cuando él
lo ejerció.

3) La teoría social entraña también una teoría del conocimiento o


epistemología. El método socrático de llegar a conocer con seguridad es el
dialogo. La verdad en el terreno de lo humano y de lo social no puede
salir, según él, sino del diálogo. Este diálogo no era político o
parlamentario, movido sólo por los intereses de los participantes, sino el
filosófico, cuya única motivación es el amor desinteresado por la verdad.

La Ética en Sócrates: “Sócrates, cita Fischl, es el más poderoso fenómeno


educativo en la historia de occidente”. Su verdadera grandeza y
significación para la cultura occidental radica en la nueva base sobre la
que asentaba la ética.

a) La virtud es saber: El que mejor obra en cada caso es el que tiene


mejor inteligencia de la cosa.
b) Interiorización del hombre: Hay un conocimiento que es el más
importante de todos: el conocimiento de sí mismo. “Conócete a ti
mismo”, he ahí la máxima obligación moral.
c) ¿Moral utilitaria? La virtud es ciencia o conocimiento del bien. ¿Y
qué es el bien? Sócrates llama bueno lo útil.

La Religión: En contrate con los sofistas extranjeros, Sócrates mostraba un


gran respeto a la polis (ciudad-estado). De ahí que mantuviese la fe en sus
dioses y les ofreciera sencillamente sacrificios en los tiempos fijados.
30
También interpretaba sueños y oráculos como signos de Dios que debían
seguirse. Rechazaba los mitos que presentan a los dioses con rasgos
humanos. Evidentemente, tenía la idea del Dios único, que ordenó el
universo entero. Está persuadido de que sobre nosotros impera un orden
moral universal al que debemos confiar nuestro destino.

LOS SOCRÁTICOS

Sócrates no creó un sistema acabado, sino que solo dio múltiples


estímulos para nuevos sistemas. Así fue que tomaron su nombre escuelas
muy diversas.

a) Los Cínicos:

Antístenes de Atenas (445-365 a. C.), fue el fundador de esta escuela, fue


discípulo de Gorgias y Sócrates, y tomó opiniones de ambos. Los puntos
capitales de su doctrina son:

 Autarquía: Según Sócrates, la felicidad consiste sólo en los


bienes del alma, sin que los bienes exteriores contribuyan
para nada a ella.
 Repulsa a la civilización y al Estado: cadenas de esclavos son
también la profesión y la familia, la religión y el estado. La
civilización entera nos impone obligaciones y cuidados que
destruyen la felicidad. Estas estructuras no proceden de la
naturaleza sino de las convenciones humanas.
 ¡Vuelta a la naturaleza!. Los Cínicos obedecen sólo a la
naturaleza y desprecian todo lo que tiene su origen en las
convenciones humanas. Con manto mugriento, alforjas al
hombro y apoyado en su bastón, marcha Antístenes por el
país, y protesta así, a gritos, contra los bienes de fortuna,
desprecia cuanto es caro a los hombres civilizados, incluso las
más primigenias formas de decencia.

Diógenes de Sinope (412- 323 a. C.), también llamado Diógenes el Cínico,


fue el más popular de todos los Cínicos. Fue tan radicalmente Cínico y
despreciador de todas las formas de vida normal, que ya sus

31
contemporáneos le pusieron el apodo de “Sócrates loco”. Radicaliza el
cinismo con cuatro consecuencias:

1) Comunidad de mujeres, pues el matrimonio es sólo institución


humana.
2) Ciudadanía universal (de él viene la palabra “cosmopolita”), pues
por naturaleza los hombres forman un todo.
3) Ascesis cínica de tal rigor, que al mismo Antítenes lo llama
trompeta que no oye su propio sonido.
4) Desvergüenza cínica en la ejecución sin reparo de las necesidades
humanas con toda publicidad.

Crates de Tebas (368-288 a. C.), discípulo de Diógenes de Sinope, tomo en


serio la filosofía cínica. Fue uno de los hombre más ricos de su ciudad a la
que donó su fortuna y adoptó junto con sus esposa Hiparquía la vida de
mendigo sólo por la virtud, en que la que consiste la felicidad. Fue
maestro de Zenón de Citio fundador de la escuela estoica.

b) Los cirenaicos:

Aristipo de Cirene (435-355 a.C.). Fundador de esta escuela, ve la felicidad


no en la virtud, sino en el placer (hedoné). Por naturaleza, todo hombre
tiene derecho al placer, sólo las “convenciones humanas” le quiere
discutir este derecho. La religión trata de amargar al hombre el placer,
amenazándole por él con castigos eternos.

32
PLATON

Su doctrina

Las ideas. El núcleo es la teoría de las ideas.

a) ¿Por qué las ideas? Los sofistas habían declarado variables


todas las percepciones. Pero Sócrates pudo demostrarles
cómo detrás de todas las opiniones pasajeras hay algo
permanente, que es el concepto

33

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