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ANTROPOLOGÍA CULTURAL

La cultura. Conjunto de conocimientos, ideas, tradiciones y costumbres que caracterizan a un pueblo, a una
clase social, a una época, etc. Otro concepto serio. Conjunto de conocimientos e ideas no especializados
adquiridos gracias al desarrollo de las facultades intelectuales, mediante la lectura, el estudio y el trabajo,
esa definición propiamente se va a la preparación y trabajo del individuo que es ya una persona consciente
de lo que quiere y busca, es una ya persona realizada.

Definiciones marxistas. Es entendida como el producto de las relaciones de producción, como un fenómeno
que no está desligado del modo de producción de una sociedad. Asimismo, la considera como uno de los
medios por los cuales se reproducen las relaciones sociales de producción, que permiten la permanencia en
el tiempo de las condiciones de desigualdad entre las clases.

Historia de la cultura.
Cuando el término surgió en Europa, entre los siglos XVIII y XIX, se refería a un proceso de cultivación o
mejora, como en la agricultura u horticultura. En el siglo XIX, pasó primero a referirse al mejoramiento o
refinamiento de lo individual, especialmente a través de la educación, y luego al logro de las aspiraciones
o ideales nacionales. A mediados del siglo XIX, algunos científicos utilizaron el término «cultura» para
referirse a la capacidad humana universal. Para el antipositivista y sociólogo alemán Georg Simmel, la
cultura se refería a «la cultivación de los individuos a través de la injerencia de formas externas que han
sido objetividades en el transcurso de la historia»

En el siglo XX, la «cultura» surgió como un concepto central de la antropología, abarcando todos los
fenómenos humanos que no son el total resultado de la genética. Específicamente, el término «cultura» en
la antropología americana tiene dos significados: (1) la evolucionada capacidad humana de clasificar y
representar las experiencias con símbolos y actuar de forma imaginativa y creativa; y (2) las distintas
maneras en que la gente vive en diferentes partes del mundo, clasificando y representando sus experiencias
y actuando creativamente. Después de la Segunda Guerra Mundial, el término se volvió importante, aunque
con diferentes significados, en otras disciplinas como estudios culturales, psicología
organizacional, sociología de la cultura y estudios gerenciales.

Algunos etólogos han hablado de «cultura» para referirse a costumbres, actividades o comportamientos
transmitidos de una generación a otra en grupos de animales por imitación consciente de dichos
comportamientos. Las creencias y prácticas de una cultura determinada pueden ser ejercidas como
mecanismos de control que limitan la conducta social. La cultura se asocia con la libertad, ya que es el
vehículo entre el conocimiento y nuevas formas de conciencia que permiten una desestabilización en la
hegemonía. Además, puede reconocerse como conjuntos o modos de vida y costumbres de una época o
grupo social. El término cultura puede alcanzar extensión y usos diversos, como diversidad cultural, objeto
del conocimiento empírico, y la diferencia cultural.

Movimientos culturales.
Un movimiento cultural es un cambio en la manera en que toda una serie de disciplinas diferentes enfocan
su obra. Esto abarca todas las formas artísticas, las ciencias y la filosofía. Históricamente, diferentes
naciones o regiones del mundo han pasado por su propia e independiente secuencia de movimientos en la
cultura, pero conforme las comunicaciones mundiales han acelerado, esta distinción geográfica se ha
convertido en algo menos distintivo. Cuando los movimientos mundiales van, a través de revoluciones, de
uno al siguiente, los géneros tienden a ser atacados y mezclados, y a menudo surgen géneros nuevos y se
desvanecen los antiguos. Estos cambios a menudo son reacciones contra la forma cultural previa, que
últimamente se ha vuelto repetitiva y monótona. Surge una oposición en la corriente principal con el nuevo
movimiento, y el antiguo se abandona - a veces desaparece por completo, pero a menudo traquetea junto a
los favorecidos por las nuevas disciplinas y ocasionalmente hace reapariciones (a veces con el prefijo
«neo»-).
Hay una controversia continua sobre la definición precisa de cada uno de estos períodos, y un historiador
puede agruparlos de una manera, o elegir nombres diferentes o descripciones. Igualmente, incluso en
muchas ocasiones el cambio popular de uno al siguiente puede ser rápido y repentino, el principio y el final
de los movimientos son algo subjetivo, pues no surgen salidos de la nada y no acaban abrupta mente y
pierden el apoyo total, como sugeriría un registro de fechas. Así usar el término «período» es algo engañoso.
«Período» también sugiere un desarrollo lineal, mientras que no ha sido infrecuente que dos o más enfoques
culturales distintivos estuvieran vigentes al mismo tiempo. Los historiadores serán capaces de encontrar
trazos distintivos de un movimiento cultural antes de la fecha que se considera de su comienzo, y siempre
habrá nuevas creaciones en viejas formas. De manera que puede ser más útil pensar en términos de
«movimientos» amplios que tienen comienzos y finales aproximados. Aun así, desde una perspectiva
histórica, algunas series de fechas deben proporcionarse por cada uno de ellos para indicar el momento
«cumbre» o periodo de vigencia aceptado del movimiento.
Distintos movimientos culturales.

La cultura griega destacó respecto al resto de culturas mediterráneas y orientales precedentes y que
coexistieron con ella. Los romanos adoptaron el griego y otros estilos, y divulgaron el resultado por toda
Europa y Oriente Próximo. Juntos, el pensamiento grecorromano en filosofía, religión, ciencias, historia y
todas las formas de pensamiento pueden verse como un apuntalamiento central de la Cultura occidental, y
es por lo tanto llamado «Período clásico» por algunos. Otros podrían dividirlo en el período Helenístico y
Romano, o podría elegirse otras divisiones más ajustadas.

Románico (Siglos XI y XII) Un estilo, en especial arquitectónico, parecido en cuanto a la forma y los
materiales a los estilos romanos. El románico parece ser el primer estilo paneuropeo desde la Arquitectura
Imperial romana y se encuentran ejemplos en todas partes del continente.

Gótico (mediados del siglo XII hasta mediados del siglo XV). Este arte gótico se originó en el Norte de
Francia, extendiéndose gracias a la orden del Císter. Los edificios se hacen más esbeltos, inundados de luz.

Nominalismo. Rechaza el realismo platónico como un requisito para el pensamiento y hablando en


términos generales.

Humanismo (Siglo XVI). Los predecesores del Renacimiento italiano o Humanismo, fueron Dante,
Petrarca y Boccaccio. Se pretendió el resurgimiento de la Antigüedad clásica grecorromana, en cuyos
grandes maestros pretendían inspirarse. Se sustituyó el ideal cristiano por el espíritu laico.

Renacimiento. El uso de la luz, la sombra, y la perspectiva para representar con mayor realismo la vida.
Debido a cuán intensamente estas ideas alteraron la vida, algunos se han referido a ella como la «Edad de
Oro». En realidad, era menos una «era» y más un movimiento en filosofía popular, ciencia y pensamiento
que se divulgaron por toda Europa (y probablemente otros lugares del mundo), a lo largo del tiempo, y
afectaron a diversos aspectos de la cultura en distintos momentos. De manera muy aproximada, los
siguientes períodos pueden tomarse como una indicación de lugar/tiempo del Renacimiento: Renacimiento
italiano 1450–1550. Renacimiento español 1550-1587. «Renacimiento inglés» 1588–1629.

Manierismo. Movimiento anti clasicista que buscaba enfatizar el sentimiento del propio artista.

Barroco Enfatiza el poder y la autoridad, caracterizándose por un intrincado detalle y sin la «perturbadora
angustia» del manierismo. Esencialmente es un clasicismo exagerado para promocionar y glorificar la
Iglesia y el Estado. Ocupada por nociones de infinitud.

Rococó. El estilo rococó en las artes, también llamado estilo Luis XV, se difundió especialmente
en Francia. Deriva del barroco italiano y se caracteriza por la fantasía decorativa.

Neoclásico (Siglos XVII-XIX). Movimiento severo, poco emotivo, que recuerda a los estilos romano y
griego («clásico»), reaccionando contra el sobrecargado estilo rococó y el estilo barroco emocional.
Estimuló el renacimiento del pensamiento clásico, y tuvo especialmente efectos profundos en la ciencia y
la política. También tuvo una influencia directa en el arte académico en el siglo XIX. A partir del
pensamiento cartesiano de los años 1600, este movimiento proporcionó marcos filosóficos para las ciencias
naturales, buscaron determinar los principios del conocimiento al rechazar todas las cosas que previamente
se creían sobre el mundo. En el clasicismo renacentista se hicieron intentos de recrear las formas artísticas
— tragedia, comedia y farsa.

Ilustración (1688-1789): la razón (racionalismo) se veía como el ideal.

Romanticismo (1770–1830). Comenzó en Alemania y se divulgó por Inglaterra y Francia como una
reacción en contra del Neoclasicismo y la Edad de la Ilustración. La noción del «genio del pueblo», o una
capacidad innata e intuitiva para hacer cosas magníficas, es el núcleo principal del movimiento romántico.
La nostalgia por el pasado primitivo en preferencia al presente preocupado por lo científico. Los héroes
románticos, ejemplificados por Napoleón, son populares. La fascinación con el pasado lleva a una
resurrección de interés en el período gótico. Realmente no reemplazó al movimiento neoclásico sino que
más bien le proporcionó un contrapeso; muchos artistas buscaron unir ambos estilos en sus obras.

Realismo (1830–1905). Impulsado por la Revolución industrial y el creciente Nacionalismo en el mundo.


Comenzó en Francia. Intentos de representar el discurso y las peculiaridades de la gente corriente en la vida
cotidiana. Tiende a centrarse en los problemas sociales y domésticos de la clase media. Las obras
de Ibsen son un ejemplo. El Naturalismo evolucionó desde el Realismo, siguiéndolo brevemente en arte y
más persistentemente en el teatro, el cine y la literatura. El Impresionismo, basado en el conocimiento
«científico» y los descubrimientos concernientes a observar la naturaleza y la realidad objetivamente.

Arte moderno (1880–1965). También conocido como movimientos de vanguardia. Se originó en el siglo
XIX con el Simbolismo, el movimiento moderno quedó compuesto de una amplia gama de «ismos» que
contrastaban con el Realismo y que buscaban subrayar los fundamentos de arte y la filosofía. La era del
jazz y Hollywood surgen y tienen sus mejores momentos.

Postmodernismo (desde h.1965 Postmodernismo. Una reacción al arte moderno, en un sentido, el


postmodernismo ampliamente descarta la noción de que los artistas deben buscar los puros fundamentos, a
menudo cuestionándose si semejantes fundamentos existen siquiera - o sugestión de que si existen, podían
ser irrelevantes. Se ejemplifican por movimientos como el deconstructivismo, arte conceptual, etc
Antropología cultural

El difusionismo cultural.
Los estudios culturales son un campo de investigación de carácter interdisciplinario que explora las formas de
producción o creación de significados y de difusión de los mismos en las sociedades actuales. Desde esta perspectiva,
la creación de significado y de los discursos reguladores de las prácticas significantes de la sociedad revelan el papel
representado por el poder en la regulación de las actividades cotidianas de las formaciones sociales. 1
Esta corriente de pensamiento surge a raíz de pensar en dos aspectos: "cómo se encontraba social, cultural y
políticamente Inglaterra después de la Segunda Guerra Mundial, y la corriente de investigación a la que denominaron
cultura y civilización".2 Se desarrollaron por varias razones, a principio de los años 50 con el surgimiento de una
"Nueva Inglaterra", que consistía en: rescatar la producción industrial, prevenir la ausencia de la clase obrera e
identificar la relación de la americanización de la cultura popular con la modernidad.
El ámbito de los estudios culturales combina la economía política, la comunicación, la historia, la sociología, la teoría
social, la teoría literaria, la teoría de los medios de comunicación, el cine, la antropología cultural, la filosofía y el
estudio de fenómenos culturales en las diversas sociedades. Los investigadores de los estudios culturales a menudo
se interesan por cómo un determinado fenómeno se refiere a cuestiones
de ideología, nacionalidad, etnia, género y clase social.

Escuela inglesa. La sociedad europea de posguerra y en especial la inglesa, se caracteriza por un elevado nivel de
consenso social: había que reconstruir el país tras los estragos de la guerra, construyendo un sistema de bienestar.
Pero a mediados de los 60 este consenso empieza a romperse, debido en buena medida a una generación que no había
vivido la guerra. Era una generación que había comenzado a romper las rígidas barreras entre clases de antes de la
guerra, con cierto poder económico y con referentes culturales muy diferentes a los de sus padres (tras la llegada de
la televisión y del rock'n'roll de la mano de las tropas americanas).

Por otra parte, Inglaterra había perdido el Imperio y muchos antiguos habitantes de las colonias estaban llegando a
las islas justo en el momento en que la etapa de prosperidad empezaba a decaer.

Richard Hoggart: The Uses of Literacy (1958). Hoggart estudia cómo las relaciones entre vida cotidiana y cultura
pública de la clase obrera inglesa, observando cómo las nuevas prácticas —el rock'n'roll, la televisión, las máquinas
de discos, las novelas negras y románticas— han desplazado el sentimiento de comunidad que era fundamental en
la cultura de clase obrera.

Raymond Williams: Cultura y sociedad. Empieza a reelaborar el concepto de cultura como "la forma en la que
hombres y mujeres dan significado a su experiencia". En The Long Revolution (1961) acuña el concepto de
estructura de sentimiento, identificándola con la cultura de un periodo.

E. P. Thompson: The Making of the English Working Class (1963). Ataca la construcción triunfal de la historia de
la clase obrera que enfatiza los logros, mientras que Thompson se centra en las batallas perdidas.

Los funcionalistas insisten en que la cultura es un hecho social (es un conjunto de instituciones) con una función.
... Parte del hecho de que la cultura es una totalidad orgánica en las que sus diversos elementos son inseparables y
se hayan interconectados, teniendo cada uno de ellos una función específica en el conjunto.
Es una corriente teórica surgida en Inglaterra en el año 1930 en las ciencias sociales, especialmente en sociología y
antropología social. La teoría está asociada a Émile Durkheim y, más recientemente, a Talcott Parsons, además de
muchos otros autores como Herbert Spencer, Bronislaw Malinowski y Robert Merton. El funcionalismo se
caracteriza por un enfoque empirista que preconiza las ventajas del trabajo de campo. En este sentido, los teóricos
funcionalistas identifican en sus textos comunicación con comunicación de masas, porque esa es la realidad de la
sociedad moderna. Hasta el siglo XIX, la mayoría de las labores se realizaban en un gabinete, mediante relatos
sesgados de viajeros. El funcionalismo abrió el camino de la antropología científica, desarrollándose luego con gran
éxito en Estados Unidos. La corriente funcionalista es la escuela más extendida; se ha llegado a naturalizar y estudiar
el paradigma de las ciencias de la comunicación. Esta circunstancia se ha entendido como lógica porque es la
perspectiva que mejor se identifica con la dinámica y los intereses del sistema audiovisual.
La escuela propone una serie de teorías concretas con continuidad basadas en distintas disciplinas: la teoría
hipodérmica, la teoría de los efectos limitados, la teoría matemática de la comunicación y otros enfoques más
particulares. Son esquemas de acción cuyo objetivo es construir un proyecto integrador que aporte conocimientos
sobre cómo debe funcionar la comunicación social. Bajo esta mirada, las instituciones sociales serían medios
colectivamente desarrollados para la satisfacción de las necesidades biológicas y culturales; los define, por lo tanto,
por el cumplimiento de una función social, y no —como se hacía generalmente— por las circunstancias históricas
de su desarrollo. Enfatiza, por lo tanto, las medidas que las instituciones toman para alcanzar los fines socialmente
valorados. En la escuela funcionalista americana, basada sobre todo en la obra de Talcott Parsons, se pone un énfasis
particular en el mantenimiento de la estabilidad social. En el contexto estadounidense ayuda pensar que EE.UU. es
una nación que todavía está construyéndose a partir de inmigrantes de distintas procedencias (melting pot) y que, por
tanto, era necesario la integración política.

Escuela norteamericana

Durante la primera mitad del siglo XX la antropología en los Estados Unidos se caracterizó por la evitación de todas
las síntesis teóricas. El representante máximo del Particularismo Histórico es Franz Boas, quien expulsó de la
antropología a los aficionados y especialistas de gabinete, haciendo de la investigación etnográfica de campo la
experiencia central y el atributo mínimo del status profesional.

Éste también marcó líneas básicas de orientación que anticiparon el funcionalismo. La idea central era considerar la
cultura como una totalidad, un conjunto de elementos integrados. La metodología buscaba pruebas concretas del
contacto cultural y la comparación de rasgos que deben tenerse en cuenta contextualmente. Por otra parte, enfatizaron
evitar la limitación de sólo enseñar similitudes para buscar también las diferencias.

Ésta escuela rechazó energéticamente la concepción unilineal del evolucionismo, el abuso del método comparativo
y el carácter abstracto e hipotético de sus construcciones históricas.

En oposición a los evolucionistas planteó la necesidad de una reconstrucción rigurosamente histórica de la formación
de las instituciones basada en el trabajo de campo de los antropólogos. Este trabajo de campo proporcionaría, según
Boas, un fundamento más sólido para la consiguiente reconstrucción histórica, la cual ya no estaría sustentada en
meros supuestos evolucionistas.

Un rasgo sobresaliente del trabajo de campo de Boas fue su interés por la recopilación de relatos míticos y rituales,
tomados en sus idiomas originales; también efectuó trabajos etnográficos numerosos.

Además de la crítica al evolucionismo ya mencionada, Boas considera que el evolucionismo inglés tiene un carácter
etnocentrista, y según él, ese etnocentrismo hace que el evolucionismo inglés no tome en cuenta la particularidad de
las culturas.

Boas sugirió que la difusión, el comercio, entornos similares y hechos históricos coincidentes pueden crear rasgos
culturales semejantes. Tres rasgos, según Boas, se pueden emplear para explicar las tradiciones culturales:
condiciones medioambientales, factores psicológicos y conexiones históricas; siendo esta última, la historia, el factor
más importante. La necesidad de prestar atención a esta especificidad es la razón por la cual se denomina
particularismo histórico a la escuela de Boas. Esta escuela fue sin duda la primera propiamente estadounidense y
Boas mismo podría ser considerado el antropólogo más influyente en la historia de los Estados Unidos.
Al final de su vida, Boas consideraba que la búsqueda de leyes o de regularidades en la historia es una quimera y que
no debe ser considerada como uno de los objetivos a alcanzar por la antropología.

Del mismo modo que desechó la posibilidad de encontrar uniformidades de desarrollo que afecten a la totalidad de
elementos que conforman una cultura.

Así la vida intelectual, el orden social, la mitología y el arte podrían desarrollarse independientemente, lo cual
demostraría la falta de correlaciones entre las diferentes partes o aspectos de la cultura.
Boas no formuló una teoría sistemática de la cultura. En sus trabajos no se ve una articulación entre los diferentes
aspectos de la cultura y los aspectos que tiene en cuenta aparecen como rasgos superpuestos y no conexos.
A pesar de esto, los presupuestos básicos de su teoría de la cultura, sistematizados por Inno Rossi son:
1) Cada cultura se compone de una serie de elementos identificables (rasgos) formados principalmente de otras
culturas y posteriormente modificados para adaptarlos a situaciones locales.

2)Los factores geográficos ambientales no son determinantes en la cultura, sólo son relevantes en cuanto a que
modifican o limitan las culturas en su origen, pero luego es posible concebir un desarrollo autónomo en que la cultura
se autogenera.

3)Las categorías de pensamiento de un determinado grupo social y sus formas de acción no son necesariamente
conscientes para el grupo.

4)La historia de la cultura es en gran parte producto del contacto accidental y de préstamos entre grupos portadores
de culturas diferentes.

5)El relativismo cultural deriva en parte de la fuerte reacción de Boas contra el evolucionismo del siglo XX.
El relativismo cultural afirma que las diferentes culturas tienen sistemas de valores que no pueden ser considerados
superiores o inferiores a otros; las costumbres, las instituciones, las creencias, pueden ser evaluadas sólo de acuerdo
a la cultura a la que pertenecen y nunca según los valores del antropólogo que las estudia.

A Boas se le considera el hombre que convirtió la antropología en una ciencia, sus estudios previos de física trajeron
a la antropología la definición de, problema, el exacto rigor del método y una objetividad sumamente crítica.
Es importante señalar que el histórico, al considerar la cultura, insiste más en los valores que en las relaciones sociales
concretas y omite el papel que desempeñan los factores económicos en el desarrollo de la historia

Escuela alemana
El difusionismo es el término tomado de la Antropología social por el que se conoce a una corriente teórica de las
escuelas arqueológicas occidentales de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. El difusionismo se asocia a
la Escuela cultural historicista que parte de la premisa de que las culturas materiales halladas en las excavaciones
corresponden a civilizaciones concretas y estas, a su vez a etnias. A partir de ahí, los difusionistas creen que a lo
largo de la historia del hombre han existido zonas llamadas nucleares de irradiación de innovaciones.
Se dice que uno de los padres del difusionismo europeo es el alemán Friedrich Ratzel (1844-1904) que consideraba
que todos los inventos se habían extendido por el mundo desde "centros nucleares" por medio de migraciones
(curiosamente, Ratzel defendía numerosas ideas evolucionistas). Su discípulo Leo Frobenius (1873-1938), definió
las áreas nucleares de difusión con el término alemán «Kulturkreise» (círculos culturales), pero influido por
la psicología de la Gestalt le dio un aspecto casi orgánico, muy espiritual. Para él las áreas culturales se caracterizaban
por una serie de símbolos que representaban el conocimiento común del ser humano de la civilización primigenia. El
ejemplo más radical de difusionista es el británico Grafton Elliot Smith, que reclamó, exclusivamente para el Antiguo
Egipto, el origen de toda civilización, incluidas las americanas (difusionismo monocéntrico). Según él, hace
justamente 7000 años, cientos de sacerdotes egipcios recorrieron el mundo entero en busca del elixir de la vida, por
lo que les llamó los «dadores de vida».
Un punto de vista menos drástico lo ofrecen los miembros de la Escuela de Viena Wilhelm Schmidt y Fritz Graebner,
los cuales en 1904 lanzaron su visión cultural policéntrica, ya que aceptaban que una misma innovación pudiese
haber sido inventada o descubierta en varios lugares, independientemente. Estos lugares eran lo que
llamaron «Círculos culturales», pero no podían definirse con precisión, ni siquiera se podían contrastar
empíricamente, lo cual constituyó, desde el principio, una de sus ideas más criticadas. Schmidt y Graebner sostenían,
además, que toda cultura innovadora es, también, una cultura expansionista, difundiendo con ello, sus avances; para
estos antropólogos este es el proceso principal que explica el desarrollo de la civilización. En efecto, al expandirse
las culturas, tarde o temprano llegaban a interrelacionarse, por lo que resulta del todo imposible encontrar grupos sin
mezclas o sin influencias alóctonas. Aunque Schmidt y Graebner no aceptaban el difusionismo monocéntrico, estaban
de acuerdo en que, cuanto más sofisticado es un avance, menos probabilidades hay de que este haya sido inventado
varias veces aisladamente

Para Marx, la ideología es una conciencia falsa que aparece cuando las clases dominadas explican las circunstancias
sociales e individuales en las que viven con los argumentos que les suministra la ideología dominante en lugar de
atender a sus propios intereses de clase. Ideología, por tanto, es la producción y distribución de ideas que defienden
los intereses de la clase dominante de manera que ocupa todos los campos de la actividad social.
Margaret Mead y la antropología cultual.
Ha sido posiblemente la mujer más influyente en el mundo de la antropología, y tal vez una de las personalidades
más sensibles hacia el estudio de otras culturas.
Mead fue la primera antropóloga en estudiar las educación y crianza de niños en las distintas culturas. Sus trabajos
sobre teoría de la enseñanza, son actualmente una referencia básica. De hecho, se puede decir que a partir de Mead
se despertó el interés en el estudio de la infancia y la mujer dentro de la disciplina antropológica.

En 1925 realizó su primer trabajo de campo en Samoa -pese a la oposición de Boas- centrándose en el estudio de las
chicas adolescentes, y en 1929 viajó -acompañado de su esposo, Reo Fortune- a las islas Manus, de Nueva Guinea,
donde investigó sobre las historias, cuentos y relatos utilizados por adultos para la educación y socialización de los
niños.

Uno de los rasgos más importantes en Margaret Mead es su concepción holística de la cultura. Esto se expresa a
través de la interconexión y relación de todos los diferentes aspectos de la vida humana. Por ejemplo, la forma de
obtención de alimentos no puede ser comprendida sin el estudio del ritual y las creencias, o las dinámicas políticas
no pueden ser separadas de la educación o del arte. Fue dicha visión holística lo que le convirtió a lo largo de su vida
en una especialista en todo tipo de aspectos culturales.
Retomando la herencia de relativismo cultural que ya apareciera en Boas, Margaret Mead enfatizó siempre la gran
posibilidad de aprendizaje que se podía obtener a través del estudio de otras sociedades. De hecho, definía la
diversidad cultural como un recurso, y nunca como un inconveniente. Fue ese interés por aprender de otros lo que le
hizo ganarse el cariño y el respeto del que gozó siempre entre el público general.
usto antes de finalizar la Segunda Guerra Mundial (que le obligó a suspender su investigación el el Pacífico Sur),
fundó junto con Benedict el Institute for Intercultural Studies, en 1944. El impacto y consecuencias de la guerra
definió a Mead como una personalidad defensora de la idea de la superación y posibilidad humana para el cambio,
frente a un pensamiento intelectual generalizado mucho más pesimista acerca de esta concepción. Consideraba que
los patrones de racismo, belicismo y explotación ambiental eran costumbres adquiridas, y que la sociedad humana
era capaz de modificar dichos esquemas para construir nuevos principios sociales totalmente distintos. Este fue el
origen de su frase “No dudemos jamás de la capacidad de tan sólo un grupo de ciudadanos insistentes y
comprometidos para cambiar el mundo”.

Estructuralismo cultural.

La antropología estructuralista o estructuralismo, es una corriente teórica de la antropología. De acuerdo con ella,
los fenómenos sociales pueden ser abordados como sistemas de signos o símbolos, por lo que el antropólogo debe
tener cuidado en no tratarlos ni única ni principalmente como sucesos, sino como significaciones. Para hacerlo, el
estructuralismo antropológico propone que hay una unidad humana que radica en su capacidad de
operar lógicamente. La variedad de las culturas y de la forma en que cada sociedad aborda problemáticas similares
se explicaría, desde ese punto de vista, tanto por la diversidad de elementos que se encuentran en su entorno y, muy
especialmente, por el valor y significado que les son atribuidos socialmente.
La base de la teoría antropológica de orientación estructuralista se encuentra en la obra de Claude Lévi-
Strauss (Bruselas, 1908-París, 2009). Su obra posee una fuerte influencia de la teoría lingüística, en la que
profundizó a través de los escritos de Roman Jakobson y Nikolái Trubetskói, que formaban parte
del Círculo de Praga, el grupo de lingüistas que prosiguió el análisis lingüístico estructural de acuerdo con
el método de Ferdinand de Saussure (Descola, 2008: 4). Los lingüistas habían llegado a descubrir que los
repertorios fonológicos de las lenguas no consisten en un conjunto simple de sonidos significativos. Los
sonidos de un idioma constituyen un sistema organizado en redes de agrupaciones binarias. Los términos
de estas agrupaciones adquieren valor significante sólo cuando se oponen entre sí, de modo que los sonidos
significativos en una lengua sólo pueden advertirse mediante el análisis de los pares mínimos (Yule et al.,
2007: 54-55).
Lévi-Srauss consideraba que los avances en el campo de la fonología representaban una revolución
científica que ponían en la atención de las disciplinas sociales un cambio de enfoque. Revelaban la
existencia de una estructura inconsciente que subyace a los fenómenos conscientes, cuyos elementos deben
ser abordados desde la perspectiva de sus relaciones. De esa manera, los antropólogos sociales deberían
aspirar a formular leyes generales con validez intercultural (Harris, 1987: 428)
Transculturación
La transculturación es un neologismo que indica el proceso de asimilación de una cultura por otra resultando en una
nueva identidad cultural.

El concepto de transculturación fue introducido en el campo de la antropología cultural por el cubano Fernando
Ortiz (1881-1969) como un intento de expresar de forma más exacta el término inglés aculturación definiendo las
diferentes fases de la asimilación de una cultura a otra. En este sentido, el antropólogo Fernando Ortiz justifica el
uso de la palabra transculturación para la incorporación de una cultura nueva y distinta pues implica a su vez un
proceso de desprendimiento y pérdida parcial o total de la cultura original.

La transculturación es un vocablo que busca definir de forma más exacta la formación y consolidación de una
nueva cultura, especialmente en Hispanoamérica, durante y después de la colonización.

Aculturación
Es el proceso a través del cual un individuo, un grupo de personas o un pueblo adquiere y asimila los rasgos
y elementos de otra cultura diferente a la propia.

De esta manera y por diversas causas muchos individuos o grupos sociales han modificado o adaptado
diversos elementos culturales propios por otros, poniendo en peligro de pérdida su cultura.

Cabe mencionar que la aculturación es un proceso que se ha dado desde tiempos remotos a lo largo de la
historia del hombre y desde el primer momento en que hicieron contacto comunidades sociales diferentes.

La aculturación ocurre en diversos grados de intensidad según las modificaciones culturales que se lleven
a cabo, los cuales pueden ir desde los más leves, como el uso de una nueva palabra, hasta los más
perceptibles y notorios como la modificación de un valor social.

Por lo general, son adoptados los rasgos de las culturas dominantes sobre las más débiles. Es decir, se
imponen los cambios pero de manera asimétrica, porque aunque puede existir un intercambio mutuo de
culturas, una siempre va a sobresalir y dominar en la otra.
Se puede apreciar como claros ejemplos de aculturación todos aquellos casos de pueblos colonizados, en
los cuales las costumbres externas fueron más dominantes y, en algunos casos destructivas, sobre aquellas
que modificaron o alteraron.

La aculturación es un proceso constante, bien sea por causa directa o indirecta de la globalización, de los
intercambios económicos o de los avances tecnológicos que facilitan la interconexión y comunicación,
entre otros. En estos casos se puede hablar de una aculturación alcanzada de manera pacífica.

Sin embargo, también puede lograrse a través de un proceso violento cuando se desencadenan
enfrentamientos armados y los grupos de mayor fuerza superan y dominan, de diferentes maneras y entre
ellas cultural, a los más débiles.

No obstante, la aculturación, bien sea individual o grupal, no es un hecho puntual, por el contrario, se genera
a través del tiempo de manera continua y sistemática. Estas modificaciones toman un tiempo en los cuales
se percibe la resistencia y la dominación.

• La colonización de América es un ejemplo de aculturación violenta. Los colonizadores se enfrentaron a


los grupos autóctonos y ganaron el combate. En consecuencia, impusieron sus costumbres, lenguas, valores,
religión, entre otros, sobre las culturas y tradiciones de las comunidades indígenas.
• La migración también es un ejemplo de aculturación. Cuando hay importantes grupos humanos que
emigran de un país a otro, lleva consigo su cultura, inculcan a los más pequeños. Sin embargo, muchos
otros van perdiendo sus tradiciones y se adaptan a la cultura del lugar donde están.
• Con la globalización también se han producido diversos casos aculturación como consecuencia del
intercambio cultural. Entre ellos se pueden mencionar el uso de palabras en lenguas extranjeras,
generalmente en inglés, para referirse a un producto o servicio.
• Otro ejemplo de aculturación es el consumo de productos exportados, bien sea por su calidad o bajo
precio, los cuales también derivan de la adopción de nuevas costumbres y dominación del mercado.

Enculturación
La enculturación es el proceso por el cual un individuo incorpora conoce, aprende y pone en práctica las normas,
creencias, tradiciones y costumbres de una cultura en la cual se inscribe.

El término enculturación proviene del inglés enculturation y fue utilizado por primera vez en 1948 por el
antropólogo Melville Herskovits.

La enculturación tiene por objetivo enseñar aquello que es considerado apropiado y lo que no, dentro de un marco
social, para que los individuos puedan integrarse de forma adecuada al grupo al que pertenecen. Se trata de las
normas culturales que son transmitidas de una generación a otra, con el objetivo de mantener un equilibrio social.

Este aprendizaje comienza en la niñez y se extiende hasta la vida adulta, y puede ser consciente o inconsciente.
Puede ser transmitido a través de la repetición de costumbres, información oral, escrita o audiovisual y el acervo
cultural (juegos y canciones tradicionales, tradición oral, danzas, manifestaciones artísticas, etc.). Las creencias o
rituales religiosos también son herramientas de enculturación.

Lo esperado es que los individuos asimilen las normas y las pongan en práctica. Y que una vez aprendidas, sean
ellos quienes las transmitan a otros integrantes del grupo social en el que se desenvuelven.

Sin embargo, aunque la intención de los procesos de enculturación sea establecer reglas que sobrevivan a través del
tiempo, la realidad es que cada generación introduce aportes de acuerdo al contexto histórico, político, económico,
social y cultural que le toca vivir.

Características de la enculturación
• En la enculturación, los procesos de aprendizaje se dan dentro de una misma cultura. Cuando ocurren intercambios
entre culturas diferentes, se llama transculturación o aculturación, según sea el caso.
• La enculturación se lleva a cabo en la niñez, con la inducción de normas en el ámbito familiar y educativo. Sin
embargo, en la vida adulta los individuos viven otros procesos de enculturación, como cuando se integran en el
ámbito laboral y deben asimilar las normas, valores y costumbres de la organización.
• Los procesos de enculturación tienen a generar recompensas para premiar la adaptación al entorno y condena
aquellas conductas que desvirtúan la convivencia, en función del marco cultural que se busca reproducir. Por
ejemplo, en la cultura china se valora socialmente que los individuos respeten y honren a las personas mayores. De
allí que, en Shangai, los hijos que no visitan a sus padres ancianos pueden ser sancionados económicamente.
• La enculturación es, en gran parte, un proceso inconsciente. El individuo adopta actitudes y formas de expresión sin
proponerse aprenderlas, simplemente las asimila como parte de los elementos culturales del conglomerado al que
pertenece. El núcleo familiar y el entorno social cercano tienen una gran influencia en este proceso.
• La enculturación también requiere de un aprendizaje consciente. El individuo debe usar recursos cognitivos para
comprender, descifrar, reflexionar y argumentar sobre las normas que debe acatar. Aquí, las instituciones formales,
como la escuela, son indispensables en este proceso.
• Los individuos adquieren un aprendizaje sobre aspectos materiales e inmateriales de su cultura (objetos, símbolos,
creencias, costumbres)

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