Está en la página 1de 8

A.

Gobierno de Torre Tagle:


El Congreso, el 6 de agosto de 1823, eligió presidente de la
República al marqués de Torre Tagle, destituyendo a Riva Agüero,
quien desconociendo ese mandato supremo se mantuvo rebelde
en el norte. El Congreso envió una comisión especial compuesta
de Olmedo y Sánchez Carrión, para invitar a Bolívar a venir al
Perú, ante el vacío político y el caos que generaba la amenaza
realista a la independencia.
B. Llegada de Bolívar al Perú:
Bolívar llegó al Perú el 1 de septiembre de 1823, al puerto del
Callao, precedido de su fama de haber independizado la actual
Venezuela, Colombia y Ecuador tras las batallas de Carabobo,
Boyacá y Pichincha, respectivamente. Sobre la base de dichos
territorios había creado un gran Estado denominado la Gran
Colombia. El 2 de septiembre, el Congreso Nacional le otorgó a
Bolívar la «Suprema autoridad militar de toda la República» y
hacer la guerra con el título de Libertador.
C. Conspiraciones peruanas:
- Riva Agüero, conocedor de los amplios poderes concedidos a
Bolívar y consciente de su minúsculo poderío militar, se dirigió al
virrey La Serna, proponiéndole un armisticio de 18 meses, para
arreglar definitivamente la cuestión con España, y proponerle
llevar adelante el plan Punchauca, es decir, constituir el Reino del
Perú, bajo el trono de un príncipe español, el gobierno presidido
por La Serna e igualdad de españoles y peruanos. Bolívar se
entera de estas comunicaciones y decreta el fusilamiento de Riva
Agüero. Finalmente, Riva Agüero fue tomado preso por el coronel
Gutiérrez de la Fuente, quien debido a su gran amistad lo dejó
huir. Riva Agüero se retiró al exilio.
- Posteriormente, José Bernardo de Torre Tagle, en febrero de
1824, también traicionó la causa patriota al entrar en
conversaciones con Canterac. Así se desprende de su manifiesto
del 6 de marzo de 1824: «De la unión sincera de peruanos y
españoles, todo bien debe esperarse; de Bolívar, la desolación y
la muerte». Torre Tagle y Riva Agüero preferían una transacción
con los realistas, antes de someterse a la autoridad de Bolívar.
CAMPAÑA FINAL:

A. Bolívar en Pativilca:
Encontrándose Bolívar, en su cuartel general de Pativilca, tuvo conocimiento de la toma de los
castillos del Callao por los realistas, entre los que se encontraba Torre Tagle y los demás miembros de
su gobierno. El Libertador tuvo sumo cuidado en la formación de su ejército, a cuyos miembros les
inyectó principalmente disciplina y el manejo de las armas. Gracias a los esfuerzos patriotas se
levantó un ejército de 9000 hombres. En marzo de 1824, Bolívar traslada su cuartel general a Trujillo,
y nombra como su secretario general a Faustino Sánchez Carrión. Con tres meses de preparación
dejaba todo listo la marcha hacia el enemigo en Junín y Ayacucho.
B. La Batalla de Junín (06/06/1824):
El 6 de agosto de 1824, la caballería patriota, al mando del argentino Mariano Necochea, se enfrentó
a la tropa realista comandada por José Canterac. La batalla se desarrolló a puro sable, por ello es
llamada la «batalla sin humo» o «batalla de los sables». Las tropas patriotas lograron derrotar a los
realistas, gracias al apoyo dado por los Húsares del Perú, comandados por Isidro Suárez, quienes
intervinieron a una orden de Andrés Rázuri. Esta batalla solo duró 45 minutos. Los realistas
derrotados se retiraron.
C. LA BATALLA DE AYACUCHO (09/12/1924):
Luego del triunfo patriota, las fuerzas realistas comandadas por
el virrey La Serna se concentraron en Ayacucho, hasta donde
acudieron las fuerzas patriotas. Ambas fuerzas chocaron en las
pampas de la Quinua, en las faldas del cerro Condorcunca, a
pesar de la desigualdad de contingentes, los realistas cuentan
con 9310 hombres y 14 piezas de artillería, mientras que los
patriotas solo con 5780 hombres y con una sola pieza de
artillería. El comandante supremo de los patriotas fue Antonio
José de Sucre y el de los realistas, Canterac y el virrey La Serna.
Antes de empezar la batalla, Sucre arengó a sus soldados con las
siguientes palabras: «¡Soldados, de los esfuerzos de hoy
depende la suerte de América del Sur. Otro día de gloria va a
coronar vuestra admirable constancia!». La batalla empezó en la
mañana; la lucha fue sangrienta y las tropas patriotas fueron
reforzadas por los montoneros. Los realistas se sintieron
sorprendidos y empezaron a perder posiciones, incluso se llegó
a capturar al virrey. La batalla finalizó con un gran triunfo
patriota. Posteriormente se firmó la Capitulación de Ayacucho.
D. LA CAPITULACIÓN DE AYACUCHO:
Se firmó después de la batalla de Ayacucho. Por los patriotas firmó el mariscal Sucre y por los realistas,
Canterac. Los acuerdos fueron los siguientes:
- España reconoce la independencia de América y el Perú.
- La entrega de las plazas realistas a las autoridades peruanas.
- Perú pagaría una indemnización de guerra a España.
- Se respetará los rangos y privilegios de los oficiales españoles.
- Perú pagará los gastos de retorno de los españoles a su país.

E. OPOSICIÓN A LA CAPITULACIÓN: Últimos realistas


A pesar del carácter definitivo de este documento, algunos oficiales españoles se negaron a reconocer su
validez argumentando que no fue firmado por el virrey La Serna. El primero de ellos fue Olañeta, quien
resistió en el Alto Perú hasta abril de 1825. El segundo fue Rodil, acantonado en el Real Felipe, en el
Callao, quien tardó en aceptar la imposibilidad de recibir ayuda exterior española y rehusó entregar la
fortaleza, que debió ser sometida por Bolívar en un sangriento sitio que acabó con la rendición realista el
23 de enero de 1826. A Rodil solo lo acompañaban 400 de los más de 2000 soldados que iniciaron con él la
ocupación.
El Perú había quedado libre de la dominación española.

También podría gustarte