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EXPERTO TEMA 7

CLAVES DE COMPRENSIÓN
Las Revoluciones liberales que llevan al fin del Antiguo Régimen afirmaban que las cosas
siguen leyes naturales. Pretendía eliminar desigualdades de la sociedad estamental y
pondrá de protagonista al individuo. El titular de la soberanía va a pasar de ser el monarca a
ser la nación.
La comunidad es igual a Estado que se dota de personalidad propia.
El nacimiento del Estado de Derecho es progresivo, tiene origen revolucionario, se pasa a
un Estado legal (importancia de la ley), a un Estado de Derecho y finalmente a un Estado
liberal de Derecho.
La separación de poderes también es progresiva, nace en el A.R como límite a la soberanía
absoluta del monarca y en el s. XIX todavía no es tajante la separación (es más discurso
que real).
La desaparición de la sociedad estamental es paulatina y se resiste su conservación por la
tradición de este estado y porque en el sistema parlamentario hay presencia de estamentos.

LECTURAS:

LECTURA DE CRUZ- Los notables de Madrid


No hay consenso en el concepto de “burguesía” ni de los grupos que la forman, se dan
planteamientos muy restrictivos o muy abiertos. Hay principalmente dos visiones: marxista y
sombortiana.
La definición de diversos historiadores:
● Vicen vives: 1750-1833, se forma por comerciantes sin almacén abierto y fabricantes
e industriales de Cádiz y Cataluña, de algodón y seda.
● Jover: criterio de ocupación- comerciantes, banqueros, empresarios, y algunos
sectores profesionales.
● Historiografía marxista: amplía el concepto
○ Hobs- Bawn: es una minoría social pero no es solo el empresario capitalista.
○ Fontana, Bernal y Tomás y Valiente: importancia a la burguesía agraria.
Definen el miembro de la burguesía como propietario que explota su
propiedad para la producción capitalista.
○ Mariano Peset: comerciantes y fabricantes + profesionales, artesanos,
maestros gremiales y parte de la pequeña nobleza.
○ Montalbán: y para el anterior, los burgueses son aquellos que defienden la
ideología liberalista tengan o no propiedad.
○ Fontana (influencia de la historiografía francesa): burgueses= poseedores
que trabajan con sus propios recursos.
○ Ruiz Torres: burguesía se define por su conciencia de grupo. Clase media en
transformación de grupos sociales entre la nobleza y el pueblo. El núcleo son
los profesionales liberales y los intelectuales. Caracteriza por la
heterogeneidad, diversos tipos: rentistas, comerciantes, pequeños y
medianos empresarios agrarios e industriales, militares, etc.
○ Marc Baldó: afina. Coincide en que es una clase en formación. Da
importancia al campo. Hace 5 grupos:
Pequeño grupo de campesinos acomodados, arrendatarios y pequeños propietarios / Grupo
numeroso de pequeña y mediana nobleza / Intermediarios entre la producción rural y el
mercado / Artesanos agremiados / Comerciantes, banqueros y fabricantes (desafío para el
absolutismo).

Conclusión: Hay gran diversidad, pero es una misma clase social ascendente. Burguesía=
mezcla de diversos tipos sociales que pueden ser cualquier cosa menos una clase social.
Las concepciones son muy reduccionistas (clase social y conciencia de clases), y se deben
buscar otras alternativas conceptuales. Respecto a la clase social no es solo un agregado
de individuos, hay que contemplar otras variables como sus orígenes y los de su riqueza.
Respecto a la conciencia de clase se afirma que por compartir posiciones similares en el
proceso productivo se tendrán las mismas posiciones políticas (en este caso, el liberalismo),
pero esto no es cierto, incluso los propios líderes no pertenecían totalmente a la clase social
de su ideología, los posicionamientos políticos son cambiantes y suelen estar determinados
por intereses personales, no por la conciencia de clase.
Se presenta en el texto biografías familiares de la misma época con numerosas semejanzas
y elementos burgueses, sin embargo, por la variedad de sus orígenes sociales y de su
riqueza no pertenecían a la misma clase social. Conformaron una suma de clases (medias y
altas) caracterizadas por su posición de dominación social, cuyo núcleo fueron las familias
de estatus y riqueza ya adquiridos hace tiempo, por lo que no se podría hablar de una clase
ascendente en “formación”, aunque hubo nuevos ricos también hubo gente de la vieja
aristocracia, familias con antiguos mayorazgos, cuya riqueza procedía de “rentas agrarias”
también llamadas “rentas feudales”, y de la economía redistributiva del Antiguo Régimen.
Había una creencia de incompatibilidad entre la burguesía capitalista y la nobleza
terrateniente, sin embargo, se habla de la existencia de una nobleza aburguesada, nobles
con posiciones que eran atribuidas a la burguesía; por lo que habría que replantearse el
papel de la nobleza en la crisis del A.R, como un conflicto entre grupos dominantes.
La nobleza y la burguesía ya estaban unidas antes de la crisis del A.R por intereses
políticos y económicos, no sociales. El posterior enfrentamiento entre ambos fue por
diferencias ideológicas, no por conflicto de clase.

En la época liberal se resolvió el conflicto entre las élites locales y el poder central. Mediante
el sistema electoral las elites locales controlaban el poder central, y surge una sociedad de
notables (nexo de unión entre las regiones españolas y el poder central) cuya base era la
autoridad y el patronazgo, y combinaba hábitos liberales con comportamientos y estructuras
tradicionales. La oligarquía y el caciquismo de la Restauración fueron una prolongación de
la notabilidad.
El término “notable” s.XIX se asoció a “pudiente” cuya renta le permitía ejercer el sufragio.
Combinaban riqueza e influencia social, que para los liberales del s.XIX era sinónimo de
triunfo social, ya que abolidos los privilegios estamentales la riqueza era fruto del esfuerzo
personal. Para el autor esto es una alternativa al concepto de sociedad burguesa. Era una
suma social con mayorías oligárquicas agrarias de origen nobiliario y elementos
ascendentes burgueses. Era una sociedad en la que el privilegio de la sangre ya no era el
criterio para tener estatus.
La supresión de los privilegios estamentales y el principio de soberanía nacional amplió las
clientelas y dio acceso a elementos ascendentes en las estructuras de dominación, pero las
elites y la sociedad seguían teniendo rasgos oligárquicos por la persistencia de estructuras
y prácticas tradicionales.
Con los notables se transformaron las tradicionales prácticas de patronazgo y clientelismo
adaptándolas a la práctica electoral representativa, lo cual monopolizó y legitimó el poder.
Estaban formados por: 1ºPropietarios agrarios y urbanos, 2º funcionarios, profesionales y
hombres de negocio (la mayoría tenían tierras o casas).
En Madrid (poder central), donde se tomaban decisiones políticas y grandes negocios, se
mantuvo la composición social (no habían mercaderes, artesanos, etc implicados).

La parte destacada del grupo dominante de Madrid (funcionarios,políticos…) se debe a un


movimiento migratorio, los de las grandes regiones agrarias del sur y sureste en las
instituciones políticas, y las familias del valle de la montaña del norte peninsular en el
comercio y las finanzas. El gran comercio se alimentaba de la demanda de las elites
instaladas en la política y la admin. Los notables que formaron esta ciudad eran una mezcla
de viejas y nuevas élites que surgen 1- del agotamiento institucional del A.R y los cambios
liberales, y 2- de las mayores oportunidades económicas y sociales de los cambios. El
núcleo esencial y predominante eran las viejas élites.
Pese a todo seguían habiendo privilegios para acceder a la clase dominante y ascender
socialmente, se necesitaban parientes, contactos, etc; en ocasiones impidiendo la
integración de familias artesanales ricas. Las reformas liberales no acabaron con ello, con
las prácticas sociales de los grupos dominantes para mantener su dominación. Esta vieja
corrupción fue desapareciendo en el futuro por el progreso económico, no por políticas.
Todo es un proceso “nadie se acuesta aristócrata y se levanta burgués”.
Un individuo puede ser muy liberal en sus ideas y muy feudal en su comportamiento social-
no hay una totalidad, todo tiene matices y detalles del caso o situación concreta de cada
individuo.

M. Fioravanti, “Estado y constitución”, Constitución. De la Antigüedad a nuestros


días, Madrid 2001, pp. 132-143.

El constitucionalismo posterior a la revolución acepta la herencia, en la que está


comprendida la supremacía de la ley y el principio de igualdad (entendido como igual
sometimiento de todos a la misma ley) que la revolución había dejado, pero antes define
sus confines.

Todo cambió cuando se sobrepuso la imagen en la que el protagonista era el pueblo


soberano dotado de un poder constituyente. A esta idea, Burke contrapone el equilibrio y
moderación propios de la tradición constitucional inglesa, Kant y Constant la idea de
soberanía limitada ,y Tocqueville la búsqueda de una clase dirigente independiente del
poder político, que era un contrapeso a la nivelación social y a la concentración de poderes
propios a una ilimitada expansión del principio democrático.

En la primera mitad del S. XIX, Burke criticaba el exceso de contractualismo en la


revolución, y Kant negaba la legitimidad de cualquier resistencia del pueblo frente al poder
constituido. Se trataba de la preocupación por la estabilidad de la obligación política, que
podía ponerse en peligro por una interpretación radical de la revolución (en esta
interpretación, la autoridad política podía ser revocada por los individuos en cualquier
momento). Esta preocupación por la estabilidad produjo un pensamiento
contrarrevolucionario, cuyo máximo intérprete fue Maistre. En su ensayo de 1814 sostiene
que el origen de la revolución había sido separar soberanía y sociedad, debilitando así
ambas.
El pensamiento contrarrevolucionario negaba las ideas de los derechos individuales y la
constitución escrita. Este pensamiento revelaba la existencia de una situación irresuelta, por
lo que desde diferentes posturas se advertía de la necesidad de buscar un fundamento que
permitiera individuar un núcleo fundamental estable en la experiencia política
posrevolucionaria. Esta idea viene de Alemania, es la idea de la constitución estatal, cuyo
máximo intérprete es Hegel. Los alemanes estaban vinculados a la idea que consentía a
cada territorio, cada estamento, cada autoridad, obtener su propio espacio, gozar de
inmunidades y libertades, de privilegios y derechos. Desde el punto de vista de Hegel, se
trataba de “un catastro de los derechos constitucionales más diversos, adquiridos a la
manera del derecho privado”. Mientras siguiera esta situación, Alemania estaba condenada,
según Hegel, a un proceso de decadencia política, ya que no sería capaz de expresarse de
manera unitaria como nación. Alemania tenía una constitución jurídica, pero no una
constitución estatal en la que expresase la existencia de un Estado. Mientras, Francia,
según Hegel, había destruido su constitución porque no había sido capaz de disciplinar los
impulsos particularistas de su nobleza, que había desarrollado libremente sus propios
privilegios, lo que había provocado la revolución. Francia tenía una administración, sistema
financiero y tributario y un ejército (todo lo que le faltaba a Alemania), por lo que tenía un
Estado, y tras la revolución buscaba una constitución. Alemania, por el contrario, tenía una
constitución, pero no un Estado, y debía superar su constitución feudal de fundamento
privado y proceder por la vía del derecho público. Algunos príncipes alemanes hicieron
reformas políticas, que en realidad estaban dirigidas a defender la posiciones de inmunidad
y privilegio, que obstaculizaban la formación del Estado alemán.

La constitución estatal es así la norma de derecho público que está llamada a imponerse
sobre la tradicional estructura privada de la constitución estamental y feudal. Está pensada
con la finalidad de combatir todo tipo de privatismo, a lo que Hegel afirmó que un Estado
cuyo último fin sea cuidar los intereses de los particulares, terminará siendo considerado un
simple instrumento para usar y ordenar. Lo que de verdad produce la afirmación de la
constitución estatal es la soberanía del Estado, que hace impensable la soberanía de
cualquier sujeto político fuera de la constitución. La constitución estatal opone la soberanía
del Estado a la del monarca y el pueblo, al que sustrae la cualidad de sujeto soberano
originario. Hegel afirma que la constitución no es algo que viene dado, que resulta de la
voluntad del sujeto, ya que si eso fuera posible,no sería una constitución porque sería sólo
la proyección de una voluntad particular y no podría así representar ningún orden
fundamental estable de los poderes y de las fuerzas sociales. La constitución no podía ser
entendida como norma que ordena los poderes y garantiza los derechos, sino como orden
fundamental de la convivencia civil. El mensaje que venía de Alemania era bastante claro:
una constitución fuerte, representativa de un sólido ligamen entre las fuerzas sociales,
llamada a producir un poder público igualmente fuerte, un Estado soberano capaz de
imponer la primacía del interés general sobre los intereses particulares. En Alemania, la
soberanía del Estado sirvió para evitar los dos extremos de la soberanía del monarca y del
pueblo.

En la segunda mitad del S. XIX, se llegó a considerar al monarca y a las asambleas


representativas como órganos del Estado, de manera que toda voluntad expresada en el
derecho público se consideraba voluntad estatal.
A partir de la experiencia constitucional prusiana toma fuerza la idea de que el Estado era
soberano. Se debían respetar las normas de la constitución si eran expresas y unívocas,
pero cuando estas normas no tenían un contenido claro, o no existían, se determinaba el
deber inderogable del poder ejecutivo de actuar por el interés público, por el mantenimiento
de la autoridad del Estado (incluso más allá de la constitución). Bismarck formuló la idea
de la prioridad del Estado sobre la constitución. Compara el Estado con una casa y la
constitución con los lujos sobre ella.

En Europa, extremo opuesto a la solución prusiana, encontramos la constitución belga de


1831, que en su art. 78 establece: “el rey no tiene otros poderes que los que le son
atribuidos formalmente por la Constitución o por las leyes emanadas en virtud de la
Constitución”. Las constituciones europeas del siglo XIX, se conformaban en una versión de
la soberanía del Estado más moderna y liberal, que consistía en una reconducción de las
representaciones populares y del mismo monarca a la dimensión institucional de poderes
del Estado en sí limitados por el derecho público estatal. La soberanía del Estado calificaba
las representaciones populares y el monarca como órganos del Estado, impidiendo la
soberanía popular y la monarquía.

En la cultura constitucional del S. XIX, coincidieron la soberanía del Estado con la soberanía
del OJ dado por ese mismo Estado. ESTADO DE DERECHO. Este estado fue recibido en
países europeos gracias a la obra de Jellinek, que establece una serie de puntos firmes. 1)
equiparación de Hobbes y Rousseau, en ambos casos doctrinas políticas de la soberanía
que tienden a legitimar poderes absolutos. 2) la mejor garantía para los derechos de los
individuos viene dada por el Estado de derecho, que permite negar la soberanía política del
monarca y del pueblo, que son las que históricamente han debilitado los derechos. 3)
Definición de constitución: “La Constitución del Estado comprende los principios jurídicos
que determinan cuáles son los órganos supremos del Estado, el modo de su formación, sus
relaciones recíprocas y su esfera de acción, y en fin la posición fundamental del particular
respecto al poder del Estado”. La constitución es esencial para la vida del Estado, pero
también es cierto que la relación entre estado y constitución es tan estrecha que hace
imposible la existencia del Estado sin constitución, pero también la constitución sin Estado.

Actualmente, solo existe la Constitución para sostener un estado soberano, organizarlo,


disciplinarlo y limitarlo. Sin este Estado la constitución carecería de fundamento y se
reduciría a pura palabra de orden político.

MANUALES:

Marta Lorente, “Una era revolucionaria”, Manual historia del derecho, Valencia 2012,
pp. 290-293.

II. UNA ERA REVOLUCIONARIA (1770-1815)

Revolución Americana

En el siglo XVIII las monarquías europeas llevaron a cabo guerras de carácter expansionista
con un gran coste económico. Para financiarlas los monarcas llevaron a cabo una reforma
políticas que abrió un ciclo revolucionario a ambos lados del océano. El rechazo de las
trece colonias inglesas a la política británica imperial sentaron las bases de un conflicto
eminentemente constitucional. La rebelión contra el Imperio británico, que terminó en una
guerra, condujo a los colonos a la Declaración de Independencia (1776), a la redacción de
Constituciones escritas para las colonias convertidas en Estados y, finalmente, a la
ratificación de la Constitución Federal (1787), que vino a sustituir a los Artículos de la
Confederación (1777-1781). A pesar de que los EE.UU. se vieron envueltos en otra guerra
contra el Imperio Británico (1812-1815), la superación de la misma permitió asentar la nueva
República, siendo así que su Constitución Federal se ha mantenido en vigor hasta el día de
hoy.

Revolución francesa

La Monarquía francesa ayudó militar y económicamente a los colonos americanos, y trató


de sufragar una crisis con una serie de medidas que desencadenaron la revolución. El inicio
está en la reunión de los Estados Generales, una asamblea dividida en órdenes (clero,
nobleza y tercer estado). La disolución de su estructura estamental convirtió a los Estados
Generales en una Asamblea Nacional, que aprobó una Declaración de Derechos del
Hombre y el Ciudadano (1789), transformó el orden existente que fue denominado a partir
de entonces Antiguo Régimen, y redactó una Constitución para Francia (1791). Esto no
frenó la revolución, ya que hubo diferentes cambios hasta la instauración del régimen de
Napoleón. (1799-1815).

Resto del mundo:

Ambos procesos fueron revolucionarios, aunque en aquella época tenía otro significado
(sentido retrógrado, Antigüedad). Se utiliza la palabra restauración, la primera la Gloriosa
Revolución (1688). Significa restaurar las libertades perdidas, pero pronto se dieron cuenta
de que la ecuación revolución=restauración resultaba insuficiente. John Adams afirmó que
la revolución se había realizado antes de que comenzase la guerra de independencia dado
que estaba en “la mente del pueblo”. Un catecismo revolucionario francés la revolución con
“una insurrección del pueblo contra sus tiranos, un tránsito violento desde un estado de
esclavitud a un estado de libertad´´. La revolución ya no pudo concebirse como una vuelta
al pasado sino como la creación de un futuro imaginado previamente. Espacio colonial de la
Vieja Europa. Más libertad en la prensa para hablar del Gobierno.

Y es que una de las grandes aportaciones revolucionarias consistió en la combinación de


pensamiento y acción política, la cual, a su vez, permitió la forja de un nuevo tipo de político
profesional.

Los movimientos revolucionarios no se contentaron con derrocar monarcas o cambiar


gobiernos como había sucedido en el pasado, sino que construyeron intelectualmente las
condiciones del poder legítimo trasladándose a normas escritas jurídicamente obligatorias
denominadas constituciones. La soberanía pasó del monarca a la sociedad, las nuevas
normas se basan en la percepción individualista del sujeto, y la división de poderes
garantiza el ejercicio de los derechos declarados, que no creados, por ellas. En el primer
constitucionalismo se excluyo por sexo, raza… El constitucionalismo es el hijo de la
Ilustración.
Los movimientos políticos que produjeron constituciones triunfaron en algunos lugares
frustrándose en otros. El terremoto revolucionario se extendió por (Suiza, Holanda, Polonia,
Bélgica, territorios italianos, comarcas del Rin o en la Monarquía hispánica), a la vez que
por algunos territorios extra-europeos). “la era de la revolución”.. No obstante, los artífices
de la Restauración ni consiguieron volver a la situación anterior, ni lograron frenar los
crecientes movimientos políticos internos; es más, fue justamente el rechazo al
constitucionalismo hijo de la Restauración, que había suprimido la idea de soberanía
popular o nacional sustituyendo las constituciones de origen popular por Cartas otorgadas
por los Monarcas, el causante de la apertura de un nuevo ciclo revolucionario de signo
liberal.

TOMAS Y VALIENTE

El Estado liberal como Estado de Derecho

No todo Estado es Estado de Derecho (p.ejem monarquías absolutas…), pero el Estado


liberal trató de constituirse como Estado de Derecho. Hubo varios liberalismos, el primero se
denomina originario. Montesquieu dice que todos los seres tienen sus leyes. Si todo en el
Universo tiene sus leyes naturales, también el hombre que vive en sociedad debe regirse
por unas leyes positivas que guarden relación de dependencia con las leyes naturales.
¿Cómo lograrlo? Por medio de la razón. La ley general es la razón humana en tanto que
ella gobierna a todos los pueblos de la tierra; y las leyes políticas y civiles de cada nación no
deben ser más que los casos particulares en que se aplica esta razón humana". Por otra
parte, estas leyes positivas promulgadas para cada nación deben ser adecuadas a las
condiciones físicas, económicas, religiosas y de todo tipo de cada nación; Por consiguiente,
podemos hablar de un principio de legalidad (toda sociedad humana se rige, como todo en
el Universo, por sus leyes), del principio de racionalidad (esas leyes deben derivarse
racionalmente de las leyes naturales) y del principio de nacionalidad (las leyes positivas
deben adecuarse a la personalidad y características de cada nación).

La Revolución francesa creó un Estado de Derecho. Frente al poder de un soberano


individual, el monarca absoluto, se quiere establecer el poder de la ley, la nomocracia. Los
ciudadanos, puesto que en virtud del pacto social han decidido vivir en sociedad, se
someten a las leyes. Pero también el Estado, como aparato de poder, está sometido a las
mismas leyes. Esto es, en principio, un Estado de Derecho.

Soberanía nacional y poder constituyente

Estado significa comunidad , y en el liberalismo se denomina nación. Soberanía nacional,


con el cual se quiere decir, que la soberanía reside originaria y esencialmente en la nación.
Los ciudadanos de cada nación , bien directamente o a través de representantes se reúnen
y deciden como organizarse políticamente. Esto se llama poder constituyente, y a la ley en
que se recoge la organización del Estado y los derechos de los ciudadanos se denomina
Constitución. En las constituciones más progresistas se habla de soberanía popular. Así,
pues, para que haya verdadero Estado de Derecho es preciso que las leyes que los
ciudadanos, los funcionarios y las autoridades todas del Estado cumplen y hacen cumplir
procedan del sujeto titular de la soberanía: de la nación, del pueblo.
Los derechos del ciudadano como fines del Estado

El paso del Estado de naturaleza al de sociedad civil vino por la necesidad de defender la
propiedad privada, que era un derecho inviolable y sagrado. No basta con que el Estado lo
reconozca sino que lo garantice y se asocian con el de libertad y seguridad. Si el Estado
deja que se ejerza con libertad el derecho de propiedad se consigue el máximo rendimiento
económico. ¿En qué consiste la libertad individual? En poder hacer todo lo que no
perjudique a otro. Los límites de la libertad mía llegan hasta donde comienza la libertad de
otro. ¿En qué consiste la seguridad? Por seguridad hay que entender en una primera
aproximación a la idea, la paz y tranquilidad en el ejercicio de los más fundamentales
derechos: seguridad personal, seguridad en la propiedad. Pero en un sentido amplio puede
hablarse de seguridad jurídica como aquella pretensión que la burguesía revolucionaria
repetía con insistencia y que consistía en saber a qué atenerse respecto al Derecho.

La burguesía predicó la igualdad ante el Derecho como una censura contra los privilegios
estamentales de la sociedad del Antiguo Régimen. Igualdad ante la nobleza, pero tras la
caída del AR, la burguesía ya no se esforzó.

La división de poderes

En el Antiguo Régimen todo estaba controlado por el monarca, esto se combate con la
división de poderes, era fundamental este principio, quien no tiene separación de poderes ni
garantía de los derechos individuales carece de Constitución. No quedaba claro que se
dividía, buscaba el equilibrio de poderes y evitar abusos. La creación del poder ejecutivo
diferente y superior a ellos, el legislativo corresponde al pueblo. Rousseau habla siempre y
sólo de dos poderes: el legislativo, por medio del cual actúa la voluntad general, y el
ejecutivo, encargado de gobernar con arreglo a las leyes. Locke hablaba de tres poderes,
designándolos con términos no idénticos en su sentido a los empleados en el Derecho
constitucional continental, pero que en último término pueden reducirse al esquema
siguiente: Leyes, Tribunales y coacción organizada. Montesquieu. Poder legislativo, el que
promulga y deroga las leyes. Poder judicial, para castigar los delitos y resolver los conflictos
de intereses entre los particulares. Poder ejecutivo, por medio del cual el Estado hace la paz
o la guerra, envía embajadas, establece la seguridad y evita las invasiones; éste es, pues,
la fuerza organizada.

Carmen Serván, “El Estado”, Manual de historia del derecho, Valencia 2012, pp. 373-
376.

Administración pública y derecho administrativo

Con la Revolución Francesa apareció la Administración Pública, un Estado que pretendía


responder a las necesidades de los individuos, y que no sirvieron las nociones de justicia y
policía. La construcción de una administración que hiciera posible su ejecución, y para ello
hubo de abandonarse la lógica tradicional que vinculaba administrar y juzgar. Se impide las
interferencias de los jueces a la administración y se reduce a la mera aplicación de leyes. Al
principio los revolucionarios optaron por una administración diluida en la sociedad, que
elegían los cargos y era controlado por los tribunales, pero no fue así. Con Napoleón el
Estado es el único representante de los intereses públicos y se sirvió de una Administración.
La Administración empieza a tener su propio derecho, el derecho administrativo debido al nº
de disposiciones que le llegó.

En la Europa de la Restauración confirma la existencia de la AP. El acto administrativo


consolidó un auténtico régimen jurídico, y el derecho de la administración comenzó a
enseñarse en las Universidades francesas a partir de 1815, aunque fue en 1819 cuando se
constituyó la primera cátedra de derecho administrativo.

El pensamiento liberal exigió, sin embargo, la compatibilidad entre los poderes de la


administración y las libertades del individuo.

El Estado no sólo vino a definirse como legicéntrico, sino también como administrativo.
Legicéntrico en tanto los derechos ya no preexistieron a las leyes sino que fueron resultado
de las mismas, , y en cuanto se canceló un modelo anterior de justicia y se excluyó de la
función judicial cualquier posibilidad de creación del derecho; administrativo porque se
depositó en la administración el monopolio de las competencias públicas y se le dotó de
instrumentos jurídicos para su realización (derecho y jurisdicción). Se trató de sujetar a la
administración a las exigencias de un Estado que se proclamaba entitativamente jurídico, y
para ello había de cumplir principalmente dos requisitos: a) había de ejercer su actividad de
conformidad a las leyes, y b) había de ser posible enjuiciarla por sus actos. El modelo
separatista asumió una administración autónoma de la función judicial, mientras que las
orientaciones garantistas insistieron en el sometimiento de ésta al control del juez de
derecho común.

La solidaridad, como competencia pública, fue el basamento de un Estado que ha venido a


definirse como Estado providencia, y que no sólo estuvo orientado a vigilar o tutelar, sino
también a procurar la utilidad colectiva a través de servicios que tanto podrían tener una
naturaleza jurídica como un carácter social o económico.

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