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UNIDAD 2

Francia antes de la revolución

SOBOUL, Albert (1981). Introducción: “Causas de la Revolución Francesa y sus


caracteres” y Conclusión: “La Revolución Francesa en la historia del mundo
contemporáneo”. En La Revolución Francesa, Madrid: Hyspamérica. LAILA

¿Qué argumentos esgrime Soboul para sostener que la Revolución francesa fue una
revolución burguesa "necesaria" para la imposición del capitalismo en Francia?

1 ¿Cómo caracteriza a la burguesía y a la nobleza del Antiguo Régimen, que se enfrentan


en la lucha de clases? ¿Qué papel otorga en ese conflicto, al Estado Absolutista
francés?

La monarquìa estaba desacralizada en el imaginario de las clases subalternas y en la opiniòn


pùblica. No podían controlar por medio de la censura esto. Tenìa una gran crisis fiscal,
apoyaban a los colonos norteamericanos por su disputa geopolìtica con Gran Bretaña en
1776. Empieza una tanda de improvisaciones fiscales que mueven el amperímetro social. El
problema impositivo reactiva el conflicto entre nobles, el Estado absolutista y burgueses.
La aristocracia planteaba un doble problema:
● Social: se miden en comparación con la aristocracia inglesa que no disfrutó ni del
privilegio fiscal ni del prejuicio de derogación. Hay una diferenciación entre la
nobleza de espada tradicional y la nobleza de toga, adquirida al nacer. Había que ser
rico para adquirir la nobleza y para mantener el rango. En sus capas superiores, la
aristocracia se veía reducida en una minoría a la cual el dinero acercaba a la
burguesía. Pero en su mayoría se aferraban a sus privilegios. Entre la espada y la
toga, y las finanzas, la solidaridad de intereses aseguraba una fusión, la diversidad de
orígenes se borraba ante la afirmación del privilegio (Iglesia, Ejército, alta
administración)
● Político: la aristocracia se alzó en el siglo XVIII contra el absolutismo real. La
feudalidad fue justificada por la conquista, el derecho de armas los habría convertido
en señores de los pueblerinos reducidos al vasallaje. En las Cortes soberanas, los
estados provinciales y las asambleas de clero, utilizando los derechos de los
parlamentarios al registro y a las amonestaciones, toda la aristocracia desplegó el
asalto contra la autoridad real.
Esto culminó en la revuelta nobiliaria. Los intentos de reforma fueron atajados por la
resistencia del Consejo de notables, luego por la revuelta de la corte de los pares y los
parlamentarios provinciales. Después de acabar imponiendo su voluntad al poder real, la
aristocracia había triunfado. La aristocracia emprendió la lucha contra el absolutismo para
restablecer su preponderancia política y salvaguardar unos privilegios sociales superados;
lucha que llevó hasta la contrarrevolución. Al minar el poder real, no se daba cuenta que
estaba anulando al defensor de sus privilegios (para Soboul el acento hay que ponerlo en su
resistencia victoriosa, no es si es una prerevolución).
Si bien la burguesía lideró la Rev, no era una clase homogénea. Algunas estaban integradas a
las estructuras del Antiguo Régimen: por fortuna inmobiliaria y derechos señoriales, por la
pertenencia al aparato del Estado, por la dirección en las formas tradicionales de finanzas y
economía. El capitalismo en Francia era comercial y esto no cambiaba las relaciones de
producción tradicionales, la burguesía dominaba un sector importante de la producción. La
existencia de un amplio sector de pequeña y mediana burguesía constituía una característica
esencial de la sociedad francesa.
La mayor parte de la producción local seguía alimentada por artesanos, productores
independientes y vendedores directos. Pero en él artesanado reinaba mucha diversidad en
cuanto a la condición jurídica y nivel social. Las categorías sociales englobadas bajo el
término general de Tercer Estado no estaban claramente dilucidadas. La producción artesanal
y el sistema de intercambios a través del tendero facilitaban transiciones insensibles del
pueblo a la burguesía. El obrero trabajaba con el pequeño artesano, compartían mentalidad y
condiciones materiales. Del artesano al empresario había múltiples matices. En lo alto de la
escala había cierto parentesco con las profesiones liberales y grandes empresarios.
.2. ¿Cómo incorpora en el esquema básico de "revolución burguesa" a: sectores populares
urbanos-campesinado-Ilustración- "feudalidad"- capitalismo
La historia de la Rev Francesa plantea un problema general relativo a la ley histórica de la
transición del feudalismo al capitalismo moderno, y un problema concreto en lo que se
refiere a la estructura específica de la sociedad al final del Antiguo Régimen y que da cuenta
de los caracteres propios de la Rev Francesa en comparación a distintos tipos de régimen.

“Feudalidad” definida como noción histórica económica y social, por un cierto tipo de
propiedad, por un modo de producción histórico basado en la propiedad de tierras, anterior al
modo de producción capitalista. El papel histórico de la Rev Francesa fue asegurar, por la
destrucción de la feudalidad la transición hacia la sociedad capitalista.
A finales del s.XVIII la estructura social en Francia era aristocrática: confería a quienes
poseían tierras poder sobre quienes la cultivaban. Los derechos señoriales siguen subrayando
la sujeción de los campesinos.
El renacimiento del comercio y el desarrollo de la producción artesanal habían creado desde
los siglos X y XI, una nueva forma de riqueza: la mobiliaria. Con esto nace la burguesía, que
es admitida a los Estados Generales desde el s.XIV. Esta clase crece con los descubrimientos
de los siglos XV y XVI y por la explotación del mundo colonial, así como por operaciones
financieras de una monarquía siempre escasa de dinero.
La aristocracia seguía en el primer rango de la jerarquía social, pero se estancaba en casta, en
tanto la burguesía crecía en número, en poder económico y también en cultura y conciencia.
El progreso de la Ilustración minaba las bases ideológicas del orden establecido al mismo
tiempo que se afirmaba la conciencia de clase de la burguesía. La conciencia de la burguesía
tenía una impronta universal. Pero la ambición llevada por la realidad social y económica se
topaba con las leyes e instituciones aristocráticas.
La escala de Soboul es que el desarrollo en Francia era menos que en Países Bajos o GB,
pero mayor al de Europa central y oriental. En Francia conviven tres modos de producción:
feudal, capitalista y esclavista. No habìan desaparecido las relaciones feudales al
transformarse en “cargas señoriales”. Quienes tienen señoríos no son solamente nobles, los
burgueses compran y hasta los campesinos. Hay trabajo asalariado, arrendamiento o
aparcelamiento. Predomina la coacciòn econòmica, no la física. Hay esclavtud en las
colonias. El desarrollo económico era frenado por los marcos feudales de la sociedad, la
organización tradicional y reglamentaria de la propiedad, de la producción y los
intercambios. La burguesía revolucionaria tenía clara conciencia de la realidad económica
que determinaba su fortaleza.
Los artesanos estaban apegados al sistema de producción reducida, esto los enfrenta con la
burguesía comercial y el capital comercial. Se sentían amenazados por la competencia
manufacturera, y se veían reducidos a ser simplemente asalariados.
A las categorías populares, para Soboul, les faltaba espíritu de clase. No estaban
especializados como consecuencia del desarrollo restringido de la técnica, ni estaban
concentrados en grandes empresas o barrios industriales. El odio hacia la aristocracia fue el
fermento de unidad de las masas trabajadoras. Cuando las malas cosechas y la crisis
económica las pusieron en movimiento, se alinearon como asociadas al artesanado, detrás de
la burguesía. Esta victoria de las masas populares no podía ser más que una “victoria
burguesa”: la burguesía sólo aceptó la alianza popular contra la aristocracia porque las masas
le permanecieron subordinadas.
Los campesinos y su desempeño caracterizaron originalmente a la revolución. Las relaciones
de producción feudal dominaban los campos, como demostraban los cánones señoriales y los
diezmos eclesiásticos. Los derechos feudales resultaban de los contratos de feudo. La
jerarquía de feudos se mantenía. Los derechos señoriales hallaban su principio en la
soberanía ejercida en la Edad Media por los señores. De esta autoridad subsiste: una parte de
la justicia, prerrogativas honoríficas, monopolios señoriales, prestaciones personales y
cánones diversos; traducen la propiedad eminente del señor pues él campesinado tenía la
propiedad útil. Que las masas campesinas dieran a través suyo un golpe a la aristocracia,
prueba bien que la feudalidad constituía la característica esencial de la sociedad del Antiguo
Régimen.
El campesinado era heterogéneo también. El campesinado proletariado, tanto como a la
aristocracia que gravaba su tierra con los derechos señoriales, era hostil a la comunidad que
lo gravaba con derechos colectivos y limitaba su libertad de explotación y provecho. El
campesinado pobre, se aferraba mucho a los derechos colectivos y a los modos tradicionales
de producción cuanto que sentía que se le escapaban, se oponía a la reglamentación del
cultivo a la libertad de explotación.
Los rasgos que caracterizaban la idea social popular a la medida de las condiciones
económicas de la época eran: concepción de un derecho limitado de la propiedad y la acción
reivindicativa contra la concentración de las explotaciones o de las empresas. Las clases
populares han sido el motor de la revolución burguesa. Pero, productores inmediatos,
campesinos y artesanos, basaban la propiedad en el trabajo personal y soñaban con una
sociedad de pequeños productores (Rousseau, distribuit no colectivizar). Querían prevenir la
constitución de un monopolio de la riqueza así como la de un proletariado dependiente.
3. ¿Cómo define en su balance los resultados de la Revolución Francesa?
La aristocracia del Antiguo Régimen fue destruida en sus privilegios y preponderancia, y la
feudalidad fue abolida marcando una etapa decisiva en la transición de modos de producción.
El ala activa, fue la masa de pequeños productores directos, cuyo sobretrabajo y
sobreproducto eran acaparados por la aristocracia feudal.

La ruina de la propiedad terrateniente feudal y del sistema corporativo liberó a los pequeños
y medianos productores directos, aceleró el proceso de diferenciación de clases. Se abatió la
autonomía del modo de producción capitalista tanto en el campo de la agricultura y la
industria, abrió la vía de las relaciones burguesas de producción y circulación. Esta
transformación es revolucionaria por excelencia.

Para Soboul la contrarrevolución aristocrática obligó a la burguesía revolucionaria a


perseguir con no menos obstinación la destrucción total del viejo orden. Pero únicamente lo
logró aliándose con las masas rurales y urbanas a las que había de dar satisfacción: se
destruyó la feudalidad, se instauró la democracia. El instrumento político del cambio fue la
dictadura jacobina de la pequeña y mediana empresa, apoyada en las masas populares.

La Rev Francesa asignó un lugar singular en la historia moderna: la revolución campesina y


popular estaba en el centro de la revolución burguesa y la empujaba hacia adelante.

Es por la propia expansión del capitalismo como los nuevos principios y el orden burgués se
apoderaron del mundo, imponiendo por todas partes las mismas transformaciones. La
diversidad de las estructuras nacionales, la desigualdad del ritmo de desarrollo, dan lugar a
las múltiples modalidades en la formación de la sociedad moderna capitalista.

El ciclo de la Revolución Francesa

VOVELLE, Michel (1984). Cap. 2: “La Revolución burguesa”, Cap. 3: “La Revolución
Jacobina”, Cap. 4: “De Termidor al Directorio” y Cap. 5: “Conclusiones a modo de
balance”. En Introducción a la historia de la Revolución Francesa, Barcelona: Crítica.
LUISI Cap. 1

Analizar la dinámica del proceso revolucionario (1789-1799) teniendo en cuenta los


siguientes ejes que atraviesan el texto de manera simultánea.

1. ¿Por qué Vovelle habla de "tres revoluciones" que interactúan desde julio de 1789?
¿Cuáles son los actores sociales, las reivindicaciones y los espacios revolucionarios en los
que se desarrolla cada una de las "tres revoluciones".

Para Vovelle, en 1798 interactúan tres revoluciones: una institucional o parlamentaria, una
urbana o municipal y una campesina. Es decir, 3 sectores y 3 espacios: la burguesía
ocupando el espacio parlamentario, el campesinado en el campo y los sectores populares en
diferentes secciones de París/ la Comuna. De la interracciòn de estas revoluciones en las
cinco etapas propuestas, se da la dinàmica de la Revoluciòn Francesa.

2. Identificar las etapas que destaca el autor y los principales acontecimientos que se
desarrollan en cada una de ellas. 3. ¿Cómo interactúan las "tres revoluciones" en cada etapa?

La primera etapa, “Revuelta nobiliaria”, tiene que ver con los conflictos al interior de la
nobleza, donde están resentidos a pesar de ser ellos los humilladores sociales. Hay una clara
indignaciòn investida, ellos piden que se convoquen los Estados Generales. Está desarrollado
con Soboul.

La segunda etapa “Revoluciòn burguesa” inicia cuando, una vez inaugurada la Asamblea
Nacional Constituyente, los diputados del Tercer Estado se ven debilitados cuando se perfilan
las tropas en París y es destituido Necker. Entonces el pueblo se dota de una organización
revolucionaria. La burguesía echa las bases de un nuevo poder y el pueblo empieza a
armarse. Al apoderarse de la Bastilla, se convierte en el símbolo de la arbitrariedad real y
evidencia que el Antiguo Régimen se está hundiendo. La revolución popular continúa su
curso y gracias a ella la revolución parlamentaria se materializa, mientras que vuelve Necker.
La revolución campesina tiene su propio ritmo y objetivos, constituyendo una ola
antinobiliaria y violenta, rara vez sangrienta. Hay tensiones entre el campesinado próspero y
el pobre. Los últimos quieren una reforma agraria (repartición de tierras) mientras que los
primeros quieren avanzar sobre las tierras comunales y comprar nuevas tierras. El Gran
Miedo logra provocar la sublevación agraria, concreta la movilización de las masas
campesinas y simboliza su ingreso en la Revolución.

La oposición del campo permite abolir los restos del sistema feudal. Se plasma en el decreto
final de la Asamblea Nacional que declara la eliminación del “sistema feudal en su conjunto”
e introduce distinciones sutiles entre los derechos personales y los ‘derechos reales’ que se
declaran enajenables. Se establecen las bases de un nuevo derecho civil burgués fundado en
la igualdad y libertad de iniciativa.

La burguesía controla el contenido con la producción legislativa, teniendo al liberalismo


como una retórica universal. Al discutir una nueva Constitución de 1791 se cristalizan los
conflictos en la Asamblea. Se quiere avanzar contra el absolutismo sin que active una
revoluciòn popular pero socavando los privilegios a los nobles. Este intento de equilibrio se
evidencia en la capacidad de veto del rey y en el sufragio con un sistema de voto restringido
de voto e indirecto. Cambian las relaciones de producción pero contemplando la
indemnización si bien no hay cargas señoriales. Termina con los monopolios, aduanas y
barreras, racionaliza el mercado interno unificando medidas, etc; mientras se protege de los
productos ingleses.

Las necesidades del momento llevan a situaciones imprevistas, como la crisis financiera. De
igual manera a partir de la primavera de 1790 se deprecia la moneda, con ello hay inflación,
produciéndose una crisis socioeconómica revolucionaria. Con todos estos acontecimientos se
hace más clara la división en toda la nación. Principalmente cuando se habla de una nueva
relación entre Iglesia- Estado. La Constituciòn de 1791, es uno de los principales argumentos
para defender la contrarrevolución: la religión amenazada. Está propone la baja del sueldo de
los obispos y la introducción de los sacerdotes como funcionarios estatales. El enfrentamiento
generado es entre el clero y el clero refractario, apoyado por el Papa Pío VI, el cual expresa
su rechazo sobre la Constitución, y los monarcas extranjeros.

4. Analizar los factores que conllevaron a que la revolución moderada de la burguesía se


radicalizara entre 1789 y 1794.

La tercera etapa de “escalada revolucionaria” se da por varios motivos. El temor a la


contrarevoluciòn, el posible ataque de los Ejércitos de la contrarevoluciòn al campesinado, y
la pésima cosecha de 1791, son argumentos para la radicalizaciòn. Lo que hace saltar la
chispa es la huìda clandestina del rey, que se lee como una alianza a la contrarevoluciòn.

En julio de 1791 se da la matanza del Campo de Marte, donde la guardia nacional ametralla a
los peticionarios del Club de los Cordeleros que querían la destitución de Luis XVI. En
agosto la marcha revolucionaria cambia de rumbo, se da el ‘patinazo’: la intervención de las
masas populares urbanas o rurales en el curso de una revolución liberal que había logrado sus
principales objetivos escapaba al orden de las cosas. El miedo a la contrarrevolución es el
factor central de la radicalización de la revolución. El campesinado recibe ejércitos
contrarrevolucionarios, por su parte, los sans-culottes se manifiestan a favor de la
Revolución, más aún con el resurgimiento del malestar económico. De por sí también había
un fuerte clima favorable para la revolución.
Los sans-culottes piden en materia polìtica la ampliaciòn del sufragio universal masculino,
avanzar con la revocabilidad del mandato y del mandato imperativo, publicitaciòn del espacio
parlamentario y participaciòn popular en el mismo. En materia econòmica, está la idea
roussoniana del socorro y dividir mediante el reparto la propiedad en pequeños productores
protegidos por el Estado.

A partir del ’91 se lleva a cabo violentamente la emancipación de los restos del derecho
señorial que aún quedaban. Luego se llevan a cabo diferentes levantamientos campesinos. El
terror popular urbano y luego jacobino puede, por un lado, considerarse paranoico, pero por
otro lado, puede pensarse como una respuesta defensiva de enemigos reales imaginados
prematuramente. Los clubs y las sociedades populares se multiplican hasta cubrir el territorio
nacional. También aumenta el volumen de la prensa.

El Club de los Jacobinos prepara las grandes decisiones. Con este nuevo sistema el
parlamento pasa a ser conocido como la Asamblea Legislativa. Está constituido por los
feuillants –buscaban clausurar la Rev- y los brissontins, luego girondinos –aunque entre
burguesía y pueblo hay un abismo por sus diferentes intereses, su unión conserva los logros
burgueses de la revolución-.

La guerra es el acelerador de esta evolución. Obligó al rey a mostrar sus armas, se negó a
promulgar las decisiones de la Asamblea y destituyó a su gabinete brissontin. Las primeras
decisiones resultaron desastrosas. El aumento de los peligros cristalizó aún más los deseos de
destituir al rey mediante una invasión al palacio de las Tullerías, aunque fracasó demostró
que la movilización se estaba gestando. Cuando vuelve a ser invadido el 10 de agosto, triunfa
la insurrección popular, lo cual implica el derrocamiento de la monarquía y el surgimiento de
la Comuna. Hay un intento de golpe de Estado que fracasa. Se convoca una Convención
Nacional elegida por sufragio universal para dirigir al país –luego se diría República- y la
dotará de una nueva Constitución.

Dos acontecimientos abren la nueva fase de la Revolución en 1792: la victoria de Valmy y las
masacres de septiembre. Se da un pánico popular y mucha confusión sobre el terror popular
autónomo.

Con la sublevación popular peligra la propiedad burguesa. Se debe retornar al orden. Para
otros, importa más la defensa de la Revolución contra el peligro aristocrático, lo cual impone
una alianza con el movimiento popular y una política alejada del liberalismo burgués. Los
grandes puertos son la cuna de los girondinos, mientras que la de la Montaña son las plazas
fuertes del jacobinismo. Su enfrentamiento, inevitable, tuvo lugar desde 1792 a junio 1793.
Sobre sus acontecimientos, destacan el proceso de Luis XVI, acontecimientos de política
exterior y la sublevación de la Vendée.

Sobre el proceso de Luis XVI, los girondinos se inclinaban por la clemencia, mientras que los
líderes de la Montaña buscaban la ejecución de Luis XVI, y lo lograron. Con el aumento de
las guerras en las fronteras, los franceses acumulan derrota tras derrota, pierden Bélgica y
Renania. Estalla luego una sublevación rural que luego arrastrará con ella a los nobles, a los
burgos y a las ciudades republicanas. Pudo deberse a la hostilidad al gobierno central. Estos
problemas cuestionan la hegemonía de los girondinos, los cuales quisieron tomar la ofensiva
contra los montañeses y asentar su autoridad, pero fracasaron.

Por esto se generó un nuevo sistema de instituciones para proteger la República: un Tribunal
Criminal Extraordinario –luego Tribunal Revolucionario-, la red de Comités de Vigilancia en
las ciudades, y el Comité de Salvación Pública. Los girondinos quisieron contraatacar, pero la
victoria fue de los jacobinos. Se desencadena la rebelión federalista, y los peligros que esta
conlleva atenuaron la unión entre la burguesía jacobina y los sans-culottes. La presión
constante de estos últimos permitió el control y la fijación de precios máximos, el
desencadenamiento del Terror contra los aristócratas y contrarrevolucionarios y la aplicación
de la Ley de Sospechosos.

5. ¿Cómo explica Vovelle el apogeo y la caída del gobierno revolucionario (jacobino)?

Se pasa a la cuarta etapa, del “Gobierno Jacobino”. El Comité de Salvación Pública,


integrado por Robespierre, Carnot, Prieur, entre otros, fue central en la coordinación de la
actividad revolucionaria. Todos sus miembros estimularon este proceso. También
contribuyen los ejércitos revolucionarios del interior “agentes del Terror en los
departamentos”. Estos elementos y/o agentes llevaron a cabo el Terror, que no es solo
represión política porque se extiende al dominio económico, bien expresado por ejemplo en
la ley del ‘Máximo General’ –precios máximos establecidos sobre productos y salarios, u
otras medidas de carácter autoritario- y define el contexto. Además, aumentan las
atribuciones del Tribunal Revolucionario de París. Detrás de María Antonieta caen las
cabezas de la aristocracia y los girondinos.

Como resultado se da una reorganización política y militar de la situación. Los federalistas


retoman Marsella, Lyon y Tolón, en las fronteras se forma el nuevo ejército ‘Soldados del
año II’. Junto con el entusiasmo revolucionario se logran las victorias decisivas en Países
Bajos y Alemania. Pero en 1794 la victoria de Fleurus tiene lugar un mes antes de la caída de
Robespierre y sus amigos. Luego, el movimiento de descristianización francés impacta
fuertemente en París. Es mal visto y rechazado por el gobierno revolucionario porque
necesita controlar el movimiento popular. Fue acogida entonces por ciertos sectores urbanos
y comarcas rurales. Más de 20 mil sacerdotes renunciaron a su estado, se prolongó el
vandalismo y se levantaron oposiciones.

La quinta etapa es la del “golpe Termidor”. La crisis de Ventoso del año II surge cuando se
licencia a los ejércitos revolucionarios, proliferan las sociedades populares y se mete en
vereda a la Comuna. En respuesta a ello se da el proceso de los hebertistas, donde se inaugura
una lucha entre el gobierno revolucionario y las facciones de derecha e izquierda. Con la
caída de los hebertistas son ejecutados Danton –quien representaba a los indulgentes- y sus
amigos.

A partir de entonces no hay oposición abierta al robespierrismo. Se intentan echar las bases
para aspirar a la República. Se confiscan bienes y propiedades de las familias de emigrados
con el objetivo de redistribuir a los más necesitados del campo. Por su parte el deísmo
rousseauniano de los montañeses se instala como contrapartida de la herencia cristiana y del
culto de la Razón. En Junio de 1794 termina al ganarse la decisiva batalla de Fleurus contra el
ejército austríaco, pero las ejecuciones no sólo continuaron sino que se incrementaron durante
este período conocido como “Gran Terror”.

En la fiesta parisiense del Ser Supremo, van contra Robespierre una coalición entre antiguos
indulgentes y antiguos terroristas. La crisis estalla, y el 9 de Termidor se ordena el arresto de
Robespierre y sus amigos. La Comuna de París no logra liberarlos y el pueblo no brinda su
apoyo. Son ejecutados entonces, el 10 de Termidor del año II. Fin de la Revolución jacobina.
6. ¿Por qué considera que en el período thermidoriano hubo un reencause de la revolución
burguesa?

Hay un cambio de rumbo. Se cuestiona estructuralmente el gobierno revolucionario, se


desmantelan los comités y los clubes jacobinos, se abren las prisiones, se frena el Terror, se
frena el dinamismo popular, aunque no falten motivos para movilizarse. Se produce la vuelta
de la hambruna, con la libertad de precios se encarece el pan (mala cosecha) y la inflación
llega a su última etapa de degradación. La Montaña pierde el control de la situación, así como
fracasan las jornadas revolucionarias. La victoria de la Convención elimina a los montañeses
que quedaban, se termina con el pueblo en armas, etc. La aspiración thermidoriana vuelve a
encontrar el camino a la revolución burguesa. Con todo esto, en la Vendée vuelve la guerra.
Los personajes representativos ahora, Boissy d’Anglas, Daunou, Sieyés, tratan de definir una
línea política. Se destaca que están a favor de la liberación de los cultos, separación Iglesia-
Estado. El primero escribe “Un país gobernado por los propietarios está dentro del orden”.

Se rechaza el sufragio universal. El legislativo se articula en el Consejo de los Quinientos y el


Consejo de los Ancianos. La división de poderes es central cuando la lucha entre la
Revolución y sus amigos aún no termina. También por ello se establece que por el ‘decreto
de dos tercios’, dos terceras partes de los nuevos representantes pertenecen a sus filas. Bajo
esta dirección se recupera la serenidad y se confía el mando de las tropas a Napoleón
Bonaparte. Aunque la contrarrevolución ha fracasado se debe recurrir a la fuerza militar. A
partir de entonces entramos en el régimen del Directorio.

Las corrientes historiográficas

FURET, François (1980). Segunda Parte, Cap. I: “El catecismo revolucionario”


(Apartado II). En Pensar la Revolución Francesa, Barcelona: Ed. Petrel. JUANMA

¿Qué argumentos y evidencias esgrime Furet para invalidar la tesis de la revolución burguesa
que sostiene Soboul?

1. ¿Qué críticas le formula a Soboul cada vez que lo acusa de "construir" el esquema de
la revolución burguesa?

Para invalidar la tesis de Soboul, Furet se centra en atacar principalmente la cuestión de la


lucha de clases -Burguesía y Nobleza- irreconciliable planeada por Soboul como motor de la
revolución francesa. Asimismo, también hace hincapié en la reacción nobiliaria.

Para Furet, la visión de Soboul incurre en un error garrafal: el finalismo. Para Furet, Soboul
recubre toda la historia del siglo XVIII de dos proposiciones fundamentales: 1) l siglo está
caracterizado por una crisis general del Antiguo Régimen, que ponen en evidencia las
concordancias de la evolución, siendo una hipótesis tautológica y teleológica; y 2) esta crisis
es de naturaleza social y debe ser analizada en términos del conficto de clases siendo la
revolución su único futuro. Esto se debe a que Soboul es un pensador marxista, entonces
Furet al atacar ataca la idea misma de revolución.

Utiliza dos argumentos principales, en los que recurre a lo largo de su análisis


pormenorizado de los diferentes componentes estructurales de la sociedad del Antiguo
Régimen. En primer lugar, Furet constantemente busca relativizar las diferencias entre la
burguesía y la nobleza. Un ejemplo de esto es la siguiente cita: “La resistencia campesina al
señorío puede no ser anti aristocrática o “antifeudal”, y ser antiburguesa y anticapitalista”.
En ese sentido, Furet se encarga de dejar en claro que ni la burguesía ni la nobleza
constituían un actor homogeneizado dentro de la sociedad Francesa. Ambos sectores estaban
compuestos por facciones muy diversas en materia de valores e intereses, por lo que asignar
ciertas características a unos y las características contrarias a los otros es un error por parte
de Soboul -según Furet-. Un ejemplo de esto es el sector de las finanzas.

“Cuando se reduce el devenir histórico a una lucha de clases, se está demasiado


predispuesto a ver en la sociedad sólo dos causas, dos clases en lucha, dos masas
compactadas, homogéneas: la masa revolucionaria y la masa reaccionaria, la que está por
debajo, la que está por encima. En este caso no hay nada más fácil que escribir la historia.
Pero en realidad, las relaciones sociales no son tan simples”.

En segundo lugar, Soboul plantea una concepción errónea acerca del “feudalismo”. Para
Furet no cabe la utilización de esta palabra en la Francia del siglo XVIII, y su utilización por
parte de Soboul responde únicamente a la reivindicación de las banderas de los
revolucionarios, reivindicación característica de la historiografía marxista. Incluso incurre en
errores metodológicos que se hacen sobre el asunto. Pero esto es lo que no le permite ver a
Soboul las relaciones de clase.

Es al fin y al cabo está la principal crítica que le hace Furet a Soboul: incurrir en frecuentes
simplificaciones de la organización esquemática de la sociedad del Antiguo Régimen, y por
ende, en el rol ocupado por cada actor en el proceso revolucionario.

2. ¿Cuál es la concepción de Furet sobre los siguientes items? lucha de clases entre la
burguesía y la nobleza del Antiguo Régimen- Estado absolutista- conflictos sociales
en el campo-desarrollo del capitalismo en Francia en víspera de la revolución-
Ilustración

Para Furet, el análisis de Soboul tiene un problema: el de los derechos señoriales y el de peso
del feudalismo en el campo francés del siglo XVIII. Soboul no ignora la diferencia entre
“feudal” y “señorial”, pero mezcla permanentemente las dos nociones, tal cómo lo hace la
ideológica revolucionaria. Está operación le permite decir que lo esencial de las relaciones
del mundo rural es un régimen feudal. También valoriza todo lo negativo y antiguo en lo
feudal, viéndose obligado a poner todos los elementos explosivos en esta categoría.
El análisis del peso relativo de los derechos señoriales en la renta de la tierra no está
disponible, sus fuentes están dispersas y los datos no son fácilmente agrupados en series
estadísticas. Furet incluso dice que las rentas del arriendo de la aparcería y de la producción
directa son más importantes que la de los derechos señoriales. No es posible para Furet
hablar de una reacción feudal en el siglo XVIII como un proceso objetivo en el interior de la
economía y de la sociedad agraria. Incluso si él aumento de la apropiación señorial hubiera
sido la causa del empobrecimiento campesino, no se deducirá que el movimiento haya sido
de naturaleza aristocrática y feudal (nobiliaria y anticapitalista).
Para Furet es más preciso hablar de un aburguesamiento del señorío. Desde este punto, la
resistencia campesina al señorío puede no ser anti aristocrática y ser antiburguesa y
anticapitalista. La noche del 4 de agosto, sería la “máscara de un desacuerdo”. Es evidente
que la abolición de los derechos señoriales no eliminó en la historia de la sociedad rural
francesa, las resistencias al desarrollo del capitalismo. El señorío con sus administradores y
sus intermediarios burgueses fue el vehículo del desarrollo rural en Francia. Por lo tanto es
probable que los campesinos hayan cuestionado en realidad al capitalismo agrario.
Igualmente Furet también propone un argumento metodológico para esta confusión de
Soboul y otros autores: los Cuadernos de los estados generales. El problema es saber si y en
qué medida los redactores de cada cuaderno habían sido fieles a los votos reales de sus
comunidades. Además, ¿deben leerse como testimonios sobre la realidad o como
documentos sobre el estado del espíritu político y la ideología de la sociedad francesa en
1789?. La queja del campesinado es a la vida concreta, el impuesto, el diezmo, la caza: lo
que se le quita y prohíbe. Para Furet no existe relación entre la intensidad de la queja
campesina contra los abusos de los órdenes privilegiados, la realidad objetiva de la exacción
señorial y la conducta política. Es decir: no hay que buscar los secretos del comportamiento
en la organización post-factum de un frente imaginario de clases anti feudal consolidado por
una reacción aristocrática en las zonas rurales.
Para Furet, en el siglo XVIII se observa una exasperación del snobismo nobiliario y en toda
la pirámide social (cómo la teoría del derrame), una exasperación del mundo de la diferencia.
Los nobles, privados de poder por el absolutismo, exasperan hasta la caricatura las
apariencias del poder. El problema es de dominación social. Desde esta perspectiva, la
revolución puede ser mirada como un proceso de integración socio-cultural.
Furet incurre en que Soboul aborda de manera errónea el mundo de las finanzas al analizarlo
junto con la burguesía empresarial. Esto es un doble contrasentido. Las finanzas no tienen
que ver con la empresa ni bancos, de las cuales se va diferenciando cada vez más. Este
capitalismo privilegiado y cerrado, que vive de la gestión de las finanzas de un reino agrícola
es lo contrario del capitalismo de empresa. Además son el lugar donde se traspasa la línea
fatídica del estado llano a la nobleza. La inversión en oficios y rentas del Estado es
dominante en las fortunas de los grandes oficinas de las finanzas. La adquisición de un
señorío en la época no es nada más que un esnobismo.
El punto sensible de la sociedad del Antiguo Régimen es la zona de transición entre la alta
burguesìa y la alta nobleza. La sociedad rígida que imagina Soboul no le permite ver lo que
para Furet origina la crisis de clases dirigentes del reino. Incluso al hacer esto, Soboul
abandona la idea de Marx sobre la independencia relativa del Estado del Antiguo Régimen
frente a la nobleza y la burguesìa. “Las relaciones sociales no son tan simples”.
La monarquìa francesa cumple la funciòn activa de dislocación de la sociedad de òrdenes. Al
estar ligada a la producciòn mercantil, la monarquía es el elemento decisivo de la movilidad
social. Pero fue minando la solidaridad vertical de los òrdenes y particularmente la de la
nobleza, tanto en el plano cultural como social: primero al construir por intermedio de los
oficios una nobleza diferente a la de la lógica feudal; segundo al proponer a los grupos
dirigentes del reino un sistema diferente de valores del honor personal (Patria y Estado). Es
decir “al transformarse en el polo de atracciòn del dinero por el hecho de ser el distribuidor
de la promociòn social, el Estado monàrquico al mismo tiempo que conservò la herencia de
la sociedad de òrdenes, creò una estructura social paralela y contradictoria: una minorìa
clase dirigente”.
Entonces para Furet la hostilidad que siente la pequeña nobleza de espada frente al dinero, a
la movilidad social, es hostilidad frente a la clase dirigente que ha creado la monarquìa.
Tampoco existe solidaridad dentro de la nobleza, porque reagrupa elementos dispares en
funciòn y formaciòn. La nobleza de Corte está fragmentada en clanes imposibles de definir
en términos de intereses materiales. La nobleza de toga dedica su vida vìa oposiciòn
parlamentaria a luchar contra el intendente de Versalles. Lo que permite analizar a la nobleza
es su actitud con respecto al poder y al mismo tiempo al mecanismo de movilidad social
instaurado por el poder. A travès de los oficios, del ennoblecimiento y de la centralizaciòn
monárquica, toda la sociedad civil se ve atrapada por él Estado, toda la riqueza burguesa
aspirada a él para conseguir la condiciòn de noble.
La línea de la promociòn habìa llegado a ser demasiado rìgida como para satisfacer la
demanda creciente, pero era también demasiado flexible y venal como para merecer ser
defendida. Lo que Soboul llama “reacciòn nobiliaria” es en realidad la lucha encarnizada en
el seno de las èlites del Antiguo Règimen, entre nobles y ennoblecidos, y traduce la
resistencia de una nobleza relativamente antigua, empobrecida, ante el intento de
constituciòn de una nueva clase dirigente, promovida por el Estado y el dinero.
Los dos fenómenos que constituyen por un lado una fuerte presión burguesa sobre un acceso
social cada vez más atestado y selectivo, y por el otro lado la lucha entre los diferentes
grupos de la nobleza; son complementarios. Ambos expresan la desadaptaciòn del
mecanismo relativamente estrecho organizado por el absolutismo, en el marco de la sociedad
de òrdenes. Por eso los conflictos intra nobiliarios por el control del Estado, particularmente
entre parlamentarios y la administraciòn real, caracterizan la vida polìtica. “El Estado
absolutista ha creado los artìfices de su ruina”.
Justamente las dos herencia de Francia, la sociedad de òrdenes y el absolutismo, entran en
conflicto. Su apertura es demasiado amplia para que el orden pueda seguir manteniendo su
cohesión, y demasiado estrecha frente a la prosperidad del siglo. La monarquìa absoluta
significa la victoria del poder central sobre las autoridades tradicionales de los señores y las
comunidades locales, es en su tiempo cuando se los confina a la actividad militar o se los
integra en la administraciòn del Estado. Pero esto es un compromiso, porque la sociedad se
vio comprometida por medio de múltiples lazos con el nuevo Estado. Por eso el rey sigue
siendo el señor de los señores y el patròn de Versalles. Esto tiene su correlato fiscal: para
poder seguir en guerra, se transformaron los privilegios y libertades en dinero, por ejemplo la
venta de oficios.
La monarquìa significa un compromiso inestable entre la construcciòn del Estado moderno y
el mantenimiento de los principios de organiaciòn social heredado de los tiempos feudales.
El nuevo poder del Estado nunca encuentra un principio de legitimidad capaz de unificar las
clases dirigentes de la sociedad. Mantiene e incluso transforma en castas la sociedad de
órdenes y la desarticula: unifica el mercado nacional, racionaliza la producciòn y los
intercambios, destruye comunidades agrarias basadas en la protecciòn señorial, y resguarda
las tradicionales distinciones del cuerpo social. Complica y desprestigia el mecanismo de
promociòn social que a travès de la adquisiciòn del señoríos o oficios, habìa asegurado una
renovaciòn de la nobleza francesa.
“El Antiguo Régimen es asì demasiado arcaico para todo lo que posee de moderno, y
demasiado moderno para todo lo que conserva de arcaico”.

3. ¿Cómo explica Furet el origen de la Revolución Francesa?

Furet explica el origen de la Revolución Francesa entendiendo que es un resultado de un


derrumbe previo del antiguo régimen. “Si la RF, como todas las revoluciones, encuentra al
menos en sus comienzos, resistencias dispersas y mal coordinadas, es porque el Antiguo
Régimen había muerto antes que se lo derrumbase”.

El problema es que al mismo tiempo, el Estado sigue ligado al compromiso social elaborado
en el siglo anterior y su respeto por la sociedad de òrdenes aumenta a medida que su acciòn
la destruye completamente. La sociedad se deshace bajo la presiòn del bienestar econòmico,
la multiplicaciòn de iniciativas y deseos individuales, de la cultura: la revoluciòn de las
necesidades anticipa a la de la oferta de bienes pero tropieza con estructuras rìgidas que
reglamentan la promociòn social. Por el ennoblecimiento, el Estado sigue integrando en el
segundo orden del reino a los plebeyos que mejor lo han servido y a quienes han ganado màs
dinero, pero al hacer esto pierde en todos los frentes. La monarquía logra enajenar su nobleza
sin poder constituir una clase dirigente.

La desapariciòn del Luis XIV dejó cara a cara al menos tres noblezas: 1) una hostil al Estado,
nostàligca de su poder local siempre dispuesta a reconquistar un pasado idealizado, 2) una
que pretende confiscar la modernizaciòn del Estado en beneficio propio, monopolizar los
empleos y los grados militares, hacer del servicio su nueva razòn de existencia, y 3) una
animadora de una monarquìa constitucional, aristocracia parlamentaria. Ni el rey ni la
nobleza proponen una política o instituciones que permitan integrar al Estado y a la sociedad
dirigente en torno a un consenso.

Inglaterra: las transformaciones previas a la Revolución Industrial y La Revolución


Industrial

GUTIERREZ DE BENITO, Eduardo (1995). La Revolución Industrial 1750-1850,


Madrid: Ed Akal. DIEGO

1) El autor sostiene que la Revolución Industrial en Inglaterra puede explicarse a partir de


una elevada sincronización y complementariedad de los cambios técnicos, económicos,
sociales, ideológicos y políticos. Justifique esta afirmación.

Para explicar el motivo por el que la Revolución Industrial se llevó a cabo en Inglaterra y en
ese momento, Gutierrez de Benito plantea que se llevaron a cabo una serie de procesos que
favorecieron las condiciones necesarias para que esto suceda. No se debe centrar el análisis
solo en la economía y la industria. Se necesita una visión integradora para observar la
complejidad del cambio social.

Según Hobsbawn, en ningún otro país los agricultores y los productores y comerciantes de la
pequeña actividad mercantil fueron eliminados hasta tal punto, la urbanización fue tan
completa ni el liberalismo económico aceptado con tan pocos reparos.

2)Explique las transformaciones que se producen en los siguientes aspectos de la vida en


Inglaterra en el siglo XVIII y su relación con la revolución industrial:

· Los cambios en la producción de manufacturas

En el mundo medieval la producción de bienes elaborados estaba rígidamente controlada por


las asociaciones gremiales. A partir del S13 empieza a aparecer el mercado y con él un
colectivo de artesanos que dedicaban mayor atención a comerciar y menos a producir bienes
manufacturados. Sin embargo, las ataduras con los gremios y las reducidas producciones
hicieron que este sea un proceso lento y desigual.
Muy pronto aquellos artesanos comprendieron que las familias campesinas empezaban a
mantener una existencia que posibilita su utilización como fuerza laboral en la producción
artesanal. Aunque era difícil separarlos de su entorno rural, varios campesinos comenzaban a
realizar trabajos artesanales para tener más ingresos. Poco a poco se fue introduciendo el
trabajo a domicilio en donde los comerciantes intentaban aprovechar la mano de obra rural
en la producción de bienes elaborados o semielaborados, distribuyendo materias primas entre
las familias. Principalmente en el área textil.

El trabajo industrial casero y rural fue el antecedente más claro y directo de la


organización industrial de la producción. Comenzó a evolucionar paulatinamente hasta
que en algunas regiones el comerciante facilitaba equipos y materiales muy costosos. Se
abrió paso aquí a la separación entre el trabajador y sus medios de producción.

Por fin este sistema de manufacturas rurales domésticas diseminadas alrededor de centros
comerciales urbanos permitió el origen de las fábricas.

· Los cambios técnicos en la agricultura

A principios del S13 las naciones europeas eran economías agrarias. La calidad técnica del
trabajo agrícola no permitía la obtención de productividades suficientes como para paliar las
malas cosechas o los desastres naturales. De esta forma, una pequeña cosecha de cereales
significaba escasez generalizada de alimentos, fuertes subidas de precio, hambre, epidemias
y altas cifras de mortalidad.
A partir del 1660-1760 hubo una disminución relevante de la mortalidad, causada por
mejoras en la alimentación por producciones agrícolas lo suficientemente amplias como para
proveer de alimento a las poblaciones y generar un excedente en caso de cosechas malas.
Esto se debió a un incremento en la productividad de la tierra cultivada. Gracias a:

○ Sustitución del barbecho por cultivos rotativos: se suprime la práctica de


hacer descansar la tierra por cultivos rotativos y complementarios que no
agotan la riqueza mineral del suelo.
○ Utilización de abonos naturales que reconstruyen riqueza nutritiva del suelo
○ Un cuidado más racional de la ganadería y de los animales de carga
permitió un incremento progresivo y continuado de la producción ganadera
○ La incorporación de nuevas plantas permitió elevar la dieta alimenticia y
estabilizarla.

· Los cambios en la propiedad de la tierra

Hasta el siglo 16 los terratenientes ingleses no utilizaron el cercamiento de tierras comunales


como forma de consolidación de la propiedad. A partir de 1760 empieza una oleada de
enclosures que aceleran la desintegración del mundo feudal. Con la Enclosure Act se legaliza
una multitud de apropiaciones a terrenos. Los precios más altos de los cereales, al hacerlos
más rentables, invitaban a reclamar cercamientos a los terratenientes, pero de igual forma
empujan a los campesinos que explotan las tierras comunales para su subsistencia a resistir a
las privatizaciones.
Los procesos de cercamiento sirvieron para incorporar las innovaciones técnicas y así
comenzar la revolución agrícola, porque en la situación anterior si algún campesino tenía una
técnica nueva pasaba mucho tiempo hasta que el resto lo emulaba.

· Los cambios en el comercio exterior

El aislamiento que caracterizaba al mundo preindustrial medieval sólo era posible romperlo a
través del comercio marítimo. El comercio entre territorios unidos por mar era mucho más
frecuente y ágil que con regiones cercanas en tierra.

El sistema comercial que se desarrolla con las colonias permitió suministrar grandes
cantidades de oro y plata, además de incorporar a los mercados continentales productos
exóticos y de lujo.

Hasta 1650 la venta de productos manufacturados europeos en las colonias ultramarinas eran
escasos. A lo largo del S18 comenzó a producirse un cambio en el sistema comercial
colonial, sobre todo en el americano: un comercio nuevo donde las plantaciones esclavistas
constituían el eslabón más valioso de una extensa red de comercio atlántico.

Se abría paso una compleja circulación comercial, que partiendo del Atlántico Norte
transportaba armas, alcohol y artículos metálicos hasta África, donde eran intercambiados
por esclavos, oro y marfil. Los esclavos se transportaban a América, donde se cambiaban por
azúcar, trigo, tabaco, café, que después se colocaban en los mercados continentales, a cambio
de maderas, aceite, ámbar, acero sueco y artículos de navegación. El circuito comercial se
cerraba con las Indias Orientales y Occidentales, intercambiando allí el oro y el marfil
obtenido en África por especias y otros artículos de lujo.

El lucrativo negocio de adquirir productos extranjeros y venderlos a clientes extranjeros


contribuyó a convertir a Londres en el centro financiero del mundo, y le permitió disponer de
unas estructuras comerciales y financieras importantes para luego invadir las colonias con los
productos industriales británicos.

La supremacía naval británica la llevó a dominar completamente los mares y de esa forma el
suministro de materias primas para su incipiente manufactura. Inglaterra consiguió desplazar
a toda la industria textil oriental e imponía sus productos más baratos y de mejor calidad
gracias a la producción en masa de la industria textil inglesa.

El comercio exterior contribuyó a precipitar la revolución industrial ya que:


● Creó demanda para los productos industriales
● Permitió el acceso a fuentes de materias primas inexistentes en el territorio inglés
● Creó un volumen de capital suficiente que ayudó a financiar la expansión de la
industria y la mejora de la agricultura
● Desarrolló un conjunto de instituciones comerciales y financieras imprescindibles
para apoyar el desarrollo comercial
● Favoreció el desarrollo urbano en torno a los centros comerciales marítimos de más
importancia.

· El crecimiento demográfico y de la movilidad


En el S18 tuvo lugar un proceso de cambio generalizado y uniforme de los ritmos de
crecimiento y urbanización de la población del continente europeo. Este incremento, en
contraste con los del S11 y S14, no fue seguido por períodos de contracción y mortalidad,
sino que fue un proceso continuado y acelerado.

La característica fundamental de la demografía preindustrial era su evolución irregular y


oscilante. A partir de 1740, se produce un cambio en el ritmo de crecimiento de la población
europea y sobre todo la británica.

Causas del crecimiento poblacional


● reducción de epidemias y periodos de hambre
● buenas cosechas llevan a incremento de bienestar alimenticio que reducen la tasa de
mortalidad
● sanidad e higiene y un cuidado más racional de los animales redujeron la mortalidad
● mejora del nivel de vida aumentó resistencia de la gente a las enfermedades
infecciosas

Hasta entonces, la ausencia de integración económica del mundo feudal europeo no había
podido evitar que las epidemias, acompañadas de grandes hambres, forzasen a los habitantes
de la localidad afectada a buscar auxilio y alimentos a otras comarcas, propagando las
epidemias. El aislamiento marítimo de Inglaterra hizo que esta tuviera menor incidencia en
las pestes.

Crecimiento de las ciudades

Después de la consolidación de los cercamientos, el sistema de explotación agrícola lanzó a


grandes masas de campesinos hacia las ciudades. Así, a partir del S18, hay un proceso de
concentración de la población en torno a los centros urbanos, siendo Londres, a principios
del S19, la concentración humana más grande del globo.

Migraciones intercontinentales

El aumento de la población que tiene lugar en Inglaterra permitió el suministro de mano de


obra suficiente para alimentar el crecimiento de la producción.

· Los cambios del mercado interior

El mundo feudal, con numerosos mercados locales, más o menos aislados, que generaban
reducidos intercambios, eran una limitación para el desarrollo de la producción. La economía
manufacturera medieval buscaba el beneficio en cada venta unitaria, apoyándose en la
escasez de productos ofrecidos.

Con el nacimiento del capitalismo empezó la expansión de la gran producción en masa en


busca de grandes beneficios con reducidos precios unitarios.

Se necesitaba la existencia de amplios y estables mercados que absorbieran las producciones


masivas de textiles de algodón en la primera etapa de industrialización británica. El mercado
colonial cumplió esta función.
Gran Bretaña era la nación que poseía el mercado nacional más extenso e integrado de toda
Europa. Solo cuando la estructura agrícola del mundo feudal da un salto hacia niveles de
producción suficientes como para generar un excedente se abre la brecha hacia la
especialización económica y el nacimiento de los nuevos sectores industriales.

Una de las ventajas de GB era su poca distancia con la costa, que permitía el transporte de
mercancías de mar con regularidad y rapidez.

· El avance técnico

Desde 1770 a 1800 hay un cambio decisivo en las técnicas de la industria, donde la textil (en
especial la industria algodonera) introduce renovaciones en todas las fases de su producción.

- la máquina de vapor (también en la minería y siderometalúrgica) servía de base para


la industria pesada y la ligera

La industria del algodón desempeñó el papel protagonista de permitir la explosión y el


desarrollo productivo que iniciaría la revolución industrial inglesa. Fue la pionera en adoptar
a gran escala maquinaria movida por fuerzas no humanas y ahorradoras de trabajo. Esto fue
por:

- Grandes plantaciones de algodón en las colonias norteamericanas mediante un


sistema esclavista: precios baratos y estables
- Características físicas del algodón la hacen más dura y homogénea, sustituto perfecto
para la manufactura textil mecanizada.

La industria siderúrgica (obtención de hierro y acero) también tiene una importancia


decisiva, al tener desde sus inicios una estructura similar al sistema capitalista, ya que los
obreros dependen de un empresario, perciben salarios y llevan a cabo sus tareas en
condiciones similares a la gran industria moderna. Hubo cambios tecnológicos que no
modificaron su estructura y organización empresarial.

HOBSBAWN, Eric (1977). Cap 2 “El origen de la Revolución Industrial”. En Industria


e Imperio, Barcelona: Ariel. JUANMA

¿Por qué la primera Revolución Industrial se produjo en Inglaterra y por qué a fines del siglo
XVIII?

1. ¿Cuáles son las explicaciones que el autor desestima o minimiza su influencia y por qué?
Hobsbawm determina que antes de estudiar las causas que llevaron a la Revolución
Industrial en Inglaterra, cabe eliminar cierto número de explicaciones que “aportan más
interrogantes que soluciones”. Estas explicaciones son, principalmente, aquellas teorías que
intentan explicar la Revolución en términos climáticos, geográficos, biológicos,
poblacionales, demográficos y otros factores exógenos.
Asimismo el autor desestima las explicaciones que atienden únicamente a los antecedentes
históricos, explicando la RI a partir de los grandes descubrimientos de los siglos anteriores o
de la Revolución científica que la precedió. En este mismo sentido desestima las
explicaciones centradas en factores puramente políticos, siendo que la RI no se trató pura y
exclusivamente de la voluntad política de progreso y desarrollo capitalista -tal como
demuestra la demora en otros países europeos con igual voluntad política- o de una supuesta
“ética protestante” con capacidad capitalizadora.
El autor desestima todas estas pseudoexplicaciones ya que, en sus palabras: “Los factores
climáticos, la geografía, la distribución de los recursos naturales no actúan
independientemente, sino sólo dentro de una determinada estructura económica, social e
institucional”.
Por ende, no plantea que estos fenómenos no tienen ningún tipo de influencia en el proceso
de revolución industrial, sino que su efecto no es correcto analizarlo relacionándolo de forma
directa. “Rechazar estos factores como explicaciones simples, exclusivas o primarias, no es
negarles toda importancia (...) Simplemente es establecer escalas de importancias relativas”.

2.¿Cuáles eran las condiciones previas para la industrialización que ya se encontraban


presentes en la Inglaterra del siglo XVIII y por qué cada uno constituye un aporte al proceso
de transformación económica?
La pregunta ¿por qué inglaterra? y ¿por qué en el siglo XVIII? se explican, en gran medida,
por las condiciones previas y la organización de la estructura productiva y económica que
abre paso al proceso de transformación económica. Tal y como indica el autor, “las
principales condiciones previas para la industrialización ya estaban presentes en la
Inglaterra del Siglo XVIII. (...) Los vínculos económicos, sociales e ideológicos que
inmovilizaron a la mayoría de gentes preindustriales en situaciones y ocupaciones
tradicionales ya eran débiles y podían ser desterrados con facilidad. (...) De ahí que no
hubieran obstáculos insalvables para la transferencia de gentes ocupadas en menesteres no
industriales a industriales”. Se trataba de un país “suficientemente rico y floreciente”.
El autor explica que se había dado un proceso previo de acumulación de excedente, capital
necesario para la inversión para la transformación económica. Esta riqueza, a su vez, estaba
acumulada -en su mayoría- en manos de empresarios con voluntad de inversión productiva y
no simplemente ostentativa-especulativa. Como si esto fuera poco, las tecnologías en esta
etapa del proceso “requerían poca inversión inicial y su expansión podía financiarse con los
beneficios acumulados”.
Inglaterra contaba también con un extenso sector manufacturero con un nivel de desarrollo
nada desdeñable, cuya producción iba a parar al aparato comercial aún más desarrollado. Tal
es así que el autor afirma que Inglaterra no era tan sólo una economía de mercado sino que
en muchos aspectos era también “un sólo mercado nacional”. Este punto es fundamental a la
hora de pensar el proceso de transformación económica y productiva, siendo que la
disponibilidad de un mercado lo suficientemente amplio y desarrollado es central para
incrementar la producción, entendiéndose en base al incremento del consumo.
Ademàs el transporte y las comunicaciones eran relativamente fáciles y baratos. Los
problemas tecnológicos de la primera RI fueron sencillos. El desarrollo industrial estaba
dentro de las capacidades de una multiplicidad de pequeños empresarios y artesanos
cualificados tradicionales.
En este último sentido, el autor señala que otro punto nodal para entender las condiciones
productoras del proceso revolucionario es la creación de productos de masas para el creciente
mercado de masas. Esto significa: la producción de ítems de consumo masivo cuyas
características principales sean: bajo precio, de serie y sencillo. Este es un componente
fundamental de la transformación de la economía Inglesa, en tanto los artículos de
producción masiva multiplican los mercados y performativo las necesidades, habitus y
preferencias de los nuevos sectores recientemente incorporados al consumo.
En las conclusiones, Hobsbawm señala que las respuestas a las preguntas pueden ser halladas
en la economìa general europea de la que Gran Bretaña formaba parte. Es decir, a las zonas
adelantadas de la Europa occidental y sus relaciones con las economìas coloniales y
semicoloniales dependientes, los asociados comerciales marginales y las zonas aùn no
involucradas sustancialmente en el sistema europeo de intercambios econòmicos.
Las relaciones establecidas entre zonas adelantadas y el resto, tendió constantemente a
intensificar y ensanchar los flujos del comercio. Esto se apoyaba en: la constituciòn de un
mercado para productos ultramarinos de uso diario en Europa, en la creaciòn de sistemas
económicos para la producciòn de tales artículos en ultramar, y en la conquista de colonias
para satisfacer las ventajas econòmicas de los propietarios europeos. Los ingleses, tanto por
su polìtica y su fuerza como por su capacidad empresarial e inventiva, se hicieron con el
mercado.
“Detràs de la RI inglesa, està esa proyecciòn en los mercados coloniales y subdesarrollados
de ultramar y la victoriosa lucha para impedir que los demás accedieron a ellos”. La
economìa industrial britànica creció a partir del comercio, especialmente con el mundo
subdesarrollado. El comercio y el transporte marítimo mantenìan la balanza de pagos
britànica y el intercambio de materias primas ultramarinas para las manufacturas britànicas
iba a ser la base de la economìa internacional de GB.
“La RI industrial se forjó en las décadas posteriores a 1740, cuando este masivo pero lento
crecimiento de las economìas internas se combinó con la ràpida… expansiòn de la
economìa internacional, y el paìs que supo movilizar las oportunidades internacionales para
llevarse la parte del leòn en los mercados de ultramar”

3. ¿Cuáles fueron los tres factores fundamentales que según Hobsbawm condujeron a la
revolución industrial? Analizar cada uno de ellos, teniendo en cuenta sus particularidades en
el caso inglés y el papel que jugaron en el proceso de transformación económica.
¿Cómo se prendió la mecha? La respuesta reside en las relaciones entre la obtenciòn de
beneficios y las innovaciones tècnològicas. Como la economìa de empresa tiende al
beneficio, revolucionarà la fabricaciòn tan sólo si pueden conseguir con ello mayores
beneficios. La industrionalizaciòn permite que la producciòn amplíe sus propios mercados,
incluso crearlos.
Hobsbawm señala tres factores fundamentales que condujeron a la revolución industrial. Dos
de ellos muy relacionados con lo expuesto en el punto anterior. Se trata del mercado interior,
del mercado de exportación y del gobierno. Es importante entender estos tres factores no
cómo ejes aislados sino como componentes cuya influencia se ejerce sobre los otros, y por
ende cada uno es producto y productor de los otros.
El mercado interior británico era de carácter amplio, y se encontraba en férrea expansión.
Éste sólo podía crecer de cuatro formas: crecimiento demográfico, ascenso social que creará
más clientes, un incremento de la renta per cápita para mejorar el consumo o la sustitución de
productos anticuados e importados por bienes industriales de consumo masivo.
Como ya expusimos, la importancia de ampliar el mercado del consumo (más población
activa en materia productiva y en materia de consumo) implica “Más gente quiere decir más
trabajo y más barato (...) estímulo para el crecimiento económico en el sistema capitalista
(...) más gente significa más consumidores y se sostiene firmemente que esto proporciona un
estímulo tanto para la agricultura como para las manufacturas”.
Si bien el siglo anterior a la Revolución la población, demográficamente hablando, había
crecido muy gradualmente, el país ya contaba con un mercado amplio y desarrollado.
Además “Los ingresos medios aumentaron sustancialmente en la primera mitad del S. XVIII
(...) la gente estaba en mejor posición y podía comprar más”. Era un mercado con gran
tamaño y estabilidad, que proporciona una base estructural para la revolución posterior.
El impulso del mercado interior, con su creciente demanda urbana de alimentos y
combustible, produjo mejoras para el desarrollo de la industrializaciòn. La diferencia en los
costos del transporte era tan brutal que las mayores inversiones eran perfectamente rentables.
Las industrias alimenticias compitieron con las textiles como avanzadas de la
industrializaciòn de la empresa privada, ya que existìa un amplio mercado que no esperaba
más que ser explotado. El mercado interior proporcionó una salida importante para lo que
más tarde se convirtieron en productos bàsicos. El consumo de carbón se realizó casi
enteramente en los hogares urbanos londinenses.
La principal ventaja del mercado interior preindustrial era su tamaño y estabilidad. Promoviò
el crecimiento econòmico y siempre estuvo en condiciones de desempeñar el papel
amortiguador para las industrias de exportaciòn más dinámicas frente a las fluctuaciones que
eran el precio que tenìan que pagar por su dinamismo. En la década de 1780 lo rescatò
cuando la guerra y la revoluciòn americana lo quebraron, y proporcionò la base para una
“economìa generalizada”.
En cuanto al sector de exportación o externo, el autor señala que trabajaban en condiciones
muy distintas, incluso “mucho más revolucionarias”. Los 1700 significaron un crecimiento
exponencial en aquellos sectores orientados a la exportación. “La demanda interior crecía
pero la exterior se multiplicaba”. Este imponente crecimiento se debía a que la demanda
externa no se encontraba atada a los tiempos biológicos de crecimiento poblacional a los que
sí se encontraba atada la demanda del mercado interno.
Se creó un rápido crecimiento por medio del control de una serie de mercados de exportación
y la destrucción de la competencia interior en otros. La conquista de mercados, la
colonización y las guerras de conquista significaron un gran componente de la expansión del
mercado de exportación. Es decir que el paìs que conseguìa concentrar los mercados de
exportaciòn de otros o monopolizar los mercados de exportaciòn de una amplia parte del
mundo en un perìodo de tiempo, podìa desarrollar sus industrias de exportaciòn a un ritmo
que lo hacìa la RI.
En cuanto al tercer factor, se trata del gobierno. Y nos lleva un poco al punto anterior, la
conquista de nuevos mercados tiene a la acción del gobierno como actor decisivo a la hora de
financiar los sistemas de penetración en los territorios externos para favorecer a los
empresarios manufactureros británicos. “Inglaterra estaba dispuesta a abandonar toda la
polìtica exterior a sus fines económicos”. La política exterior británica, explica el autor, se
subordinó a los fines económicos del imperio y de sus empresarios manufactureros y
comerciantes. Los objetivos bélicos de Inglaterra se encontraban delimitados por sus
objetivos comerciales y financieros, y dichos intereses estaban fijados por los grupos de
presión manufactureros; al principio la industria lanera era de gran importancia fiscal. La
pugna entre la industria y comercio quedò resuelta en el mercado interior hacia 1700, cuando
los productores ingleses obtuvieron medidas proteccionistas contra las importaciones de
tejidos en la India; en el mercado exterior no se resolvió hasta 1813, cuando la Compañía de
las Indias Orientales fue privada de su monopolio, y esté quedò sometido a la
desindustrializaciòn y a la importaciòn masiva de tejidos de algodòn de Lancashire.
La guerra, a su vez, contribuyó en la innovación tecnológica y a la industrialización, en tanto
requiere de insumos militares, logística, flota, etc. El resultado de este siglo de guerras
intermitentes fue el mayor triunfo jamàs conseguido por ningùn estado: los monopolios
virtuales de las colonias ultramarinas y del poder naval a escala mundial. La guerra misma al
desmantelar los principales competidores de Inglaterra en Europa, tendió a aumentar las
exportaciones (la paz tendìa a disminuirlas).
Para concluir, el autor resume la interacción cruzada de los tres factores expuestos de la
siguiente manera: “las exportaciones respaldadas por la sistemática y agresiva -belicosa-
ayuda del gobierno, proporcionaron la chispa, y el “sector dirigente de la industria”.
Dichas exportaciones indujeron también mejoras de importancia en el transporte marítimo.
El mercado interior proporcionó las bases necesarias para una economía industrial
generalizada y el incentivo para las mejoras fundamentales en el transporte terrestre, así
como una amplia plataforma para la industria (...) y para ciertas innovaciones tecnológicas
importantes. El gobierno ofreció su apoyo sistemático al comerciante y al manufacturero y
determinados incentivos, en absoluto despreciables, para la innovación técnica y el
desarrollo de las industrias de base”.

UNIDAD 3
La segunda revolución industrial en Inglaterra. Las transformaciones sociales a partir
de mediados del siglo XIX: el ascenso de la burguesía y la mentalidad burguesa.

HOBSBAWN, Eric (1977). “La segunda fase de la revolución industrial”. En Industria


e Imperio, Barcelona: Ariel. DIEGO

Analizar las características de la segunda fase de la Revolución Industrial y las distintas


transformaciones que provocó tanto en Inglaterra como en el resto del mundo.

1. ¿Qué factores estimularon el inicio de la Segunda Revolución Industrial según el


autor?
Desde 1850 a 1873
- La creciente industrialización experimentada por el resto del mundo, que suponía un
mercado en rápido crecimiento para aquellos productos de base (carbón, hierro y
acero) que sólo podían ser importados de taller del mundo
- La presión de las grandes acumulaciones de capital hacia las inversiones rentables: la
economìa no proporcionaba los objetivos para una inversiòn industrial a esta escala, y
los hombres de negocios gastan su fortuna de manera improductiva. Ejemplo: grandes
edificios municipales, empréstitos en el exterior para aliados británicos.
El crecimiento de la industria del carbón genera necesidades de mecanización y el desarrollo
del ferrocarril necesita inversión y genera altos beneficios, desarrolla la industria del hierro y
la construcción de rieles y locomotoras. Entre 1830-1840 existía un miedo sobre si la
inversión de la industria textil iba a rendir frutos porque se estaba llegando al límite del
desarrollo constante, el ferrocarril es la solución. Dice Hobsbawm: “desde el punto de vista
de la economìa… fueron -accidentalmente- una soluciòn admirable para la crisis de la
primera fase del capitalismo britanico”.
2. ¿Qué transformaciones económicas y sociales provocó la Segunda Revolución
Industrial?
Pueden advertirse tres consecuencias de este cambio en la orientaciòn de la economìa
britànica:
1. La RI en las industrias pesadas, que proporcionaron a la economìa abundantes
suministros de hierro y acero. En cuanto al hierro, aumentó su producciòn debido a
los altos hornos, que tendìan a mantener la capacidad de la industrìa muy por delante
de su producciòn, provocando que bajará el precio del mismo. En cuanto al carbón,
su expansiòn supuso mucha mano de obra. Esto generó uno de los pocos grupos de
obreros manuales, capaces de determinar la suerte de los distritos electorales. La
nueva capacidad de producciòn masiva de acero reforzò el impulso general dado a las
industrias de base por el transporte, al sustituir el hierro. La expansiòn de estas
industrias fue doblemente útil en términos laborales: proporcionò a la mano de obra
no cualificada un trabajo mejor pago, y al drenar el excedente rural, mejorò la
condiciòn de los jornaleros de campo restantes.
2. Hubo una mejora notable del empleo en general y una transferencia a gran escala de
mano de obra de los trabajos peor pago a los mejores remunerados.
3. Aumentò la exportaciòn de capital britànico. Hacìa 1870 el sorprendente crecimiento
de las propiedades extranjeras británicas pudo haberse conseguido sin mucha más
exportaciòn de capital, simplemente mediante la reinversiòn de intereses y
dividendos. Negociantes y promotores ahora podìan obtener capital de una masa de
inversores despistados que esperaban obtener beneficios para su capital en cualquier
parte, y lo encontraban por medio de sus agentes y corredores de bolsa. La nueva
legislaciòn hizo posible las sociedades por acciones de responsabilidad limitada, que
estimulò inversiones aventureras. Socialmente reflejaba el crecimiento de una clase
de rentiners, que vivìa de los beneficios procedentes de las acumulaciones de las dos
o tres generaciones anteriores.
La economìa britànica descansaba firmemente en la producciòn de materias bàsicas, lo que
facilitò la penetraciòn de la tecnologìa y organizaciòn moderna en una amplia variedad de
industrias.
Consecuencias de la creación del ferrocarril:
● Aumentó la exportación de productos de base
● Contribuyó a la creación o fortalecimiento del mercado interno
● Desarrolló el mercado mundial al abaratar comunicaciones
● Posibilitó la apertura económica de zonas no desarrolladas
● Cambió la forma de vida
● Cambió la noción de tiempo y distancia
● Puso en evidencia las posibilidades del progreso técnico basado en la ciencia
● Amplió el mercado de mano de obra, diversificándose entre calificada y no
calificada: se drenó el excedente de mano de obra rural
● Revolución del transporte (también con el barco de vapor)
● Nuevo medio de movilizar acumulaciones de capital de todas clases para fines
industriales
3. ¿Cómo reaccionaron la burguesía y la clase obrera frente al proceso de
industrialización característico de esta fase?
La expansión en la producción de carbón supuso un notable incremento del número de
mineros, concentrados en aglomeraciones y siendo uno de los pocos grupos de obreros
manuales capaces de determinar la suerte de los distritos electorales. Estos tenían una
insatisfacción generalizada por la despreocupación de los propietarios por su seguridad y
salubridad.
El acero y el carbón proporcionaron empleo para los parados y para los obreros de difícil
ocupación (trabajadores no calificados extraídos del excedente de población agrícola)
Hubo una mejora notable del empleo en general, y una transferencia a gran escala de mano
de obra de los trabajos peor pagados a los mejor remunerados. Esto tiene que ver con la
sensación de mejora general en el nivel de vida y la remisión de las tensiones sociales
durante los dorados años medios victorianos, ya que el índice de salario de muchos obreros
no aumentó y sus condiciones seguían siendo malas.
Por otro lado, hubo un aumento de la exportación de capital británico. Esta emigración fue
sólo una parte del notable flujo de beneficios y ahorros en busca de inversión en
participaciones industriales. Negociantes y promotores estaban en condiciones de obtener
capital de una masa de inversores despistados que esperaban obtener beneficios para su
capital en cualquier parte de la dorada economía mundial.
Para Hobsbawm, es notable la disponibilidad de los ingleses para aceptar sus revolucionarias
formas de vida como naturales o irreversibles, y adaptarse a estas.
La “clase media” buscaba establecer una economìa industrial. Política y socialmente
significó un notable esfuerzo para dotarse de confianza y orgullo en su tarea històrica y una
larga batalla contra la aristocracia para rehacer las instituciones de GB de forma convincente
para el capitalismo. Las reformas de 1830 y la implementaciòn del libre cambio en 1846
consiguieron esos objetivos.
La clase patronal misma no estaba completamente familiarizada con las reglas del juego
industrial. Tenìan reticencia a competir cuando no les convenía, y no creìan que las
consideraciones del libre juego a las fuerzas del mercado fueran aplicables a los obreros.
Estos aùn se veìan atados por largos e inflexibles contratos o con sanciones legisladas por la
ley de contrataciòn. Los incentivos econòmicos, no eran frecuentes excepto en ciertas
industrias y para determinados tipos de trabajo. El único incentivo era el beneficio, y a los
trabajadores no les quedaba otra que el trabajo señalado por la máquina. No se creìa en que
salarios altos y menos horas de trabajo aumentaban la productividad, por lo que alargaban la
jornada y comprimìan salarios. Las sociedades obreras eran ilegales hasta 1824, pero los
patrones las destruìan cuanto podìan.
En la década de 1840 esto empezó a cambiar y los patronos empezaron a sustituir métodos
extensivos por intensivos, contratos flexibles y cortos. La ten hour Act de 1847 hizo el
cambio obligatorio en la industria del algodòn, pero no hubo preciòn para que se expandiera.
El pago por resultados (incentivos) se popularizó mucho màs. La compulsiòn
extraeconòmica disminuyò, y la disponibilidad para aceptar una superviciòn legal de las
condiciones de trabajo se incrementò. Todo esto eran relajadores de tensión. Los industriales
se sentían lo bastante ricos y confiaban en poder soportar tales cambios.
4. ¿Qué actitudes asumió el Estado frente a las relaciones obrero-patronales en esta
época y por qué?
Los cambios mencionados en el párrafo anterior se formalizaron a fines de la década de
1860. En 1875 se aceptan las sociedades obreras, como partes permanentes y no nocivas de
la escena industrial.
La Reform Act de 1867 aceptó un sistema electoral que dependía de los votos de la clase
obrera, ya no considerada como revolucionaria. La veían escindida en una aristocracia liberal
políticamente moderada, dispuesta a aceptar el capitalismo, y en una plebe proletaria
políticamente ineficaz a causa de su falta de organización y de liderazgo, que no ofrecía
peligros de cuidado. El socialismo había desaparecido de su país de origen y los grandes
movimientos de masas estaban muertos. Los sindicatos trataban de explotar las leyes de la
economìa polìtica para crear una escasez de su tipo de trabajo e incrementar asì los salarios
de sus miembros.
5. ¿Por qué se produjo la Gran Depresión de 1873-1896?
Los años que van de 1873 a 1896 son conocidos como una “gran depresiòn” por una
acumulaciòn de dificultades y sombrìas perspectivas para el futuro de la economìa británica.
Los países industriales sintieron el boom de la difusiòn de la RI, los productores de materias
primas unieron sus zonas con el mercado del mundo industrializado por medio del FFCC.
Esto parecìa no generar daños, pero:
- Hubo una gran reducción de los costos tanto en la industria como en las materias
primas causó que los precios bajen hasta una enorme deflación. La agricultura
británica quedó devastada por haberse especializado en cereales, que eran no
competitivos pero no lo suficientemente importante para conseguir proteccionismo.
- Se agotaron las posibilidades de las innovaciones técnicas de la época industrial
original, enfrentándose con problemas de mercado y màrgenes de beneficio parecidos
a los que se habìan enfrentado hacìa 40 años.
- Se saturan los mercados porque no habìan incrementado con suficiente raìdez para
mantenerse a la par de la mùltiple expansiòn de producciòn y capacidad de los
productos manufacturados.
- Declinaba los beneficios de los pioneros industriales
- Plantas mecanizadas cada vez más caras, gastos generales no elásticos y cada vez
mayores
Las masas de las clases trabajadoras se unían a la población agraria en algaradas por la
mejora y el cambio. En este momento nacen los partidos socialistas.
En GB la crisis agraria sòlo afectò marginalmente, e incluso el flujo de importaciòn de
alimentos tuvo sus ventajas. Pero, la ruptura en el boom de la construcción a principios de
1870 tuvo un enorme efecto en las exportaciones británicas de capital en dinero y productos:
la falta de pago de sus deudores extranjeros trajo consigo el arrinconamiento de los carruajes
y el hundimiento de la construcción de edificios. Se revelò que existìan otros paìses capaces
de producir para ellos mismos, incluso quizá para la exportaciòn.
6. ¿Qué relación establece el autor entre la Gran Depresión y el origen del
imperialismo?
A diferencia de otros países que volvieron a los aranceles proteccionistas tanto para su
mercado interior agrícola como para el industrial, Gran Bretaña se asiló firmemente al
librecambio y se rehusó a emprender una concentración económica sistemática. Estaba
demasiado comprometida con la tecnología y la organización comercial de la primera fase de
industrialización como para adentrarse en la senda de la nueva tecnología revolucionaria y la
dirección industrial que surgió en 1890. Solo pudo tomar un camino: la conquista económica
de las zonas del mundo hasta entonces inexploradas, el imperialismo.
Ya sea el I.Formal còmo el reparto de África en 1880; el I.Semiformal de los consorcios
nacionales o internacionales que se encargaron de la dirección financiera de países débiles; o
el I.Informal inversión en el extranjero. Lo nuevo era el fin del monopolio británico virtual
en el mundo no desarrollado, y la consiguiente necesidad de deslindar formalmente las zonas
de influencia imperial frente a competidores potenciales. Dice Hobsbawm: “en una forma u
otra los negocios requerìan cada vez más del Estado no sòlo que les echara una mano, si no
que los salvara”.

La industrialización en Alemania

KEMP, Tom (1974). “El nacimiento de la Alemania industrial”. En La Revolución


Industrial en la Europa del siglo XIX, Barcelona: Confrontación. LUISI

Analizar el porqué de la tardía industrialización de Alemania, sus características específicas


y cómo la dinámica generada por la misma influyó en la política exterior de fines del siglo
XIX y comienzos del siglo XX:

Alemania pasa de ser un conglomerado político de estados atrasados a constituir un imperio


unificado. Le tomó sólo 10 años. Esto se debe a una industria que se expande rápidamente, y
está fundada sobre una base tecnológica adelantada. Un plus: a esto acompañan las fuerzas
militares como instrumento de política nacional y un nacionalismo exacerbado. = Llevará a
las dos grandes guerras del siglo XX. Desde el lado económico, enfrentamos un monstruo
industrial, que a medida que va creciendo desafía cada vez más a Inglaterra.

En este período el capitalismo despliega sus rasgos específicos: alta concentración de poder
económico en las industrias avanzadas, asociación estrecha entre industria y bancos,
estructura tradicional y arcaica. Kemp la describe como una mezcla dinámica, posiblemente
explosiva.

1. ¿Qué factores políticos, económicos y sociales considera el autor que retrasaron el


proceso de industrialización hasta las primeras décadas del siglo XIX?

A pesar de su aporte a la tecnología europea y al crecimiento económico de parte de los


puertos, las ciudades comerciales y banqueros mercantiles, Alemania se encontraba
económicamente atrasada en comparación con el noroeste europeo, como consecuencia de la
Guerra de los Treinta Años y las divisiones políticas consagradas por la Paz de Westfalia.
Dentro de los estados gobernados autocráticamente, las relaciones sociales continuaban
siendo feudales o semifeudales. Ejemplo: En el este alemán (tierras de los Hohenzollern) las
propiedades de los junkers –casta militar terrateniente- era cultivada por los siervos
campesinos, quienes se veían obligados a esto. En el oeste y parte del centro esta esclavitud
ya no existía.

La agricultura campesina se desenvolvió en un nivel de producción bajo. Su excedente era


objeto de exacción de sus superiores sociales, imposibilitando las inversiones. La
servidumbre aldeana restringía la iniciativa individual e impedía la orientación hacia el
mercado. Aunque los señores no eran propietarios a gran escala, explotaban su propiedad
para mantener sus ingresos, hasta que finalmente se convirtieron en empresarios agrícolas
partícipes del mercado.

Los terratenientes prusianos encontraron al mercado y tenían mano de obra dócil. Buscaban
conservar las relaciones sociales existentes. A través de su casta exclusiva dominaban al
estado y ejército, dándole una base a la dinastía Hohenzollern. La iniciativa económica iba de
su mano. La industria y el comercio estuvieron sometidos a una dirección y control
burocrático tan amplios como la Corona posibilitó. En algunos sectores, conviven empresas
públicas y privadas, estableciéndose así un intervencionismo estatal que sería de gran
importancia cuando se dieran los primeros pasos de industrialización. Revolucionario era
dejar que la economía interactúe espontáneamente con las fuerzas conflictivas y competitivas
del mercado. Por el momento sólo se buscaba satisfacer a la monarquía mediante la
esclavitud, fuertes impuestos, aranceles protectivos altos, etc. Todo esto fue poco favorable
para el desarrollo industrial, no había interés por el crecimiento. Por su parte, aunque
burocracia utilizó a su favor aquellas ideas liberales convenientes para su administración, al
ser tan sumisa a la monarquía y tener fuertes lazos con la nobleza terrateniente, era
fuertemente conservadora. Dentro de este contexto se apoyaron empresas e industriales.

Muchos regímenes deseaban llevar a cabo una tutela económica como la de Prusia, pero, al
contrario, desaparecían o terminaban transformándose. La experiencia prusiana rompe esto,
refuerza los elementos económicos y hace sentir el liberalismo económico. “Los regímenes
que supervivieron a la tormenta, se vieron en situación de inferioridad con respecto a sus
predecesores a la hora de proseguir la antigua línea política y preservar la herencia
medieval.” En este sentido, tras la derrota de Jena (1806) se da en Prusia una reforma agraria
controlada y realizada “desde arriba”. Inicia una política económica más liberal: la
emancipación de los siervos despejó el terreno para la industrialización, la mano de obra
libre, la integración de la granja campesina y de la propiedad del terrateniente en una
economía de mercado.

2. ¿Por qué afirma el autor que hay una clara diferenciación social entre los territorios
del este y los del oeste de los estados alemanes a principios del siglo XIX?

En el siglo XVIII hay dos formas principales de feudalismo agrario: en el oeste la tierra es
cultivada principalmente por campesinos. Las prestaciones obligatorias y la servidumbre
legal fueron abolidas para aumentar los pagos de impuestos. También se debilita el poder de
los señores. En el este se presenta un patrón diverso. Parte de la tierra era cultivada por mano
de obra esclava y controlada por su propietario. Los señores eran poderosos y constituían el
soporte principal de la monarquía.

La emancipación campesina tuvo lugar a lo largo de muchos años y lo único que sucedió al
respecto en el siglo XIX fue la desaparición de los últimos restos feudales. La reforma agraria
expuso al campesinado al mercado y desestabilizó la vida rural. Luego se vive una crisis de
falta de producción y seguidamente, muchas emigraciones. Además, el arribo y ocupación de
las tropas napoleónicas y la derrota del ejército prusiano en Jena cambian el sector agrario: en
el oeste, se aceleran las tendencias hacia una agricultura campesina individualista en función
del mercado; en el este, la monarquía efectúa la reforma Stein-Hardenberg para ‘modernizar’
la sociedad manteniendo su equilibrio. Mientras el siervo y sus hijos se desligan del servicio
del señor aboliendo la servidumbre personal, los terratenientes temen quedarse sin mano de
obra. Los colonos debieron ceder parte de sus pertenencias al señor feudal para conservarlas,
así que estos últimos resultaron beneficiados por la acumulación de tierra adicional. Los
campesinos sin tenencias quedaron excluidos, ligados en donde estuviesen establecidos como
reserva de mano de obra. Así quedaba intacto el equilibrio de las fuerzas sociales. Todos
estos cambios fundaron una agricultura más eficiente orientada a la explotación destinada al
mercado. Utilizaron libremente nuevas técnicas agrícolas y aprovecharon las oportunidades
del mercado. La gran propiedad dominaba la economía y fue protegida por el Estado
prusiano. El junker pudo trabajar como productor a gran escala de cereales y empresario
rural. Se crea una nueva clase social de campesinos acomodados.

Por el contrario, en el oeste, una crisis agraria refleja una agricultura deficiente por su viejo
estilo y lento desplazamiento de la mano de obra y los recursos hacia el sector no-agrario.
Cuando la crisis se acentúa, la población emigra. La granja campesina se reduce, empeorando
las condiciones materiales del campesinado. Su desesperación y resentimiento se evidencian
en la Revolución de 1848: se revela contra las obligaciones legales y contractuales. En
algunos lugares se reclamaba la partición de las grandes propiedades e incluso la extinción de
los privilegios señoriales. Fue otorgado por los gobiernos bajo la presión. La reforma agraria
terminó por las fuerzas del antiguo orden. Los liberales perdieron su oportunidad de
expropiar a la nobleza aliándose con los campesinos por su respeto a la propiedad y miedo.
Los campesinos, desilusionados de ellos, recogieron sus ganancias y se retiraron de la arena
política. En Alemania Occidental los nobles continuaron como receptores de las rentas y
propietarios ausentes.

Con la reforma agraria, en todos los estratos sociales hubo perdedores: colonos que se
convirtieron en trabajadores asalariados, propietarios cada vez más endeudados, pero también
hubo campesinos que permanecieron en su tierra, u hombres de negocios enriquecidos. Las
situaciones de privilegio fueron protegidas por el Estado. Los junkers sobrevivieron solo al
aliarse con intereses económicos que solían despreciar: significó la conservación de una clase
que encarnaba tradiciones autoritarias y militaristas de Prusia. Con los cambios en la
agricultura aparece una mano de obra destinada a las ciudades en desarrollo, lo cual llevó a la
redistribución de la población. Los campesinos emigraron a las ciudades como mano de obra
aceptable y fácilmente disciplinable para trabajar en minas y fábricas.

Entonces, Alemania, al estar políticamente dividida, se caracterizaba por una desigualdad


evolutiva. El nuevo industrialismo se basaba en el carbón, hierro y algodón. Aunque
abundaban los dos primeros, sus reservas se encontraban en pocas zonas de la periferia. El
tercero se obtenía en el oeste. En pocas regiones pudo percibirse un incremento del ritmo
económico. En el resto apenas había cambios. Muchas ciudades todavía tenían tradiciones
medievales y predominaba la industria artesana. La falta de medios de transporte perpetuó el
aislamiento de las pequeñas ciudades. Influenciada por la Revolución Francesa, la vida
comercial se amplía por una administración legal más favorable, de manera que la clase
comerciante pudo prosperar más libremente. Por ello crecen más las disparidades entre el
oeste y el resto de Alemania. Después de 1815, para defenderse contra posibles ambiciones
francesas, el área económica más avanzada pasa a depender de Prusia. La monarquía H
continúa siendo una autocracia conservadora apoyada sobre una nobleza militarista y
terrateniente que predominaba socialmente gracias a la burocracia. Los elementos
comerciales del oeste eran arrastrados por el liberalismo afirmándose los derechos
individuales a desarrollar negocios mediante el mercado. La tradición e influencia prusiana
favorecen la regulación y el intervencionismo para sostener el orden.

No es una economía nacional, sino pequeñas economías locales aisladas. Propietarios,


gobernantes y maestros gremiales se oponen a los cambios. Así que las influencias
reaccionarias medievales pueden conservarse fuertes hasta el siglo XIX. Hubo pocos
empresarios y administradores, y apenas existió una clase media independiente. Como
consecuencia, se producía poco capital inversionista. La falta de poder adquisitivo de la
población desalienta la inversión que aumentaría la escala de la industria manufacturera. Con
todo esto el suministro de mano de obra también se reduce. La razón principal del desfase
alemán puede atribuirse a la falta de capital, oportunidades e incentivos de inversión en un
contexto social entremezclado con residuos feudales. ¿Cómo eliminar estas barreras? Lo más
decisivo fue la influencia y presión ejercida por los cambios en otros países, como la
revolución francesa y la industrialización inglesa.

3. ¿Qué cambios se hicieron en la estructura social de Prusia en la primera mitad del


siglo XIX? ¿Cómo afectó la relación campesinos-señores y como influyó en el
desarrollo industrial?

Los cambios en el siglo XIX buscan transformar la situación y volverla más favorable para la
aparición de empresas e inversión de capital. La burocracia prusiana lo propone por
conveniencia administrativa, por ello se enfocó en los problemas surgidos con la adquisición
de nuevos territorios del oeste y la presencia de territorios monárquicos a lo largo del país.
Propone cierta uniformidad de administración. En la regulación arancelaria se adopta un
tarifario uniforme, suave y proteccionista para toda Prusia, impidiendo el libre flujo
comercial e invitando al contrabando, por lo que se lleva a cabo un acuerdo sobre aranceles
con los estados vecinos. Se forma una amplia unión aduanera que permite la libre circulación
de los productos.

En 1834 se pone en vigor el Zollverein: un arreglo entre estados con muchas cosas en común
que se encontraban asociados libremente a través de la Confederación Germana. Gracias a
este se ampliaron los límites legales del mercado y se posibilitó la libre circulación mercantil.
También estableció intereses creados por la unidad y reforzó el nacionalismo cultural. Fue
una creación prusiana que la burocracia intentó controlar. Prusia tuvo peso político y
territorial decisivo ya que la alternativa sin este no era viable, mientras que sí lo era sin
Austria.

Para mejorar el potencial de los estados miembros, deben mejorarse los transportes internos.
El ferrocarril tuvo una importancia decisiva. Los propietarios comprendieron que este podía
ampliar el mercado para sus cultivos y así aumentar sus ingresos. También los militares
entendieron su importancia estratégica, así que en 1838 se construyó toda una red de líneas
básicas con una garantía de interés hecha por el Estado, que primero se mostraba reacio a su
implementación.

La construcción ferroviaria avanzó rápidamente, pero requirió financiación exterior y


protección estatal, lo cual llevó a la producción de líneas estatales y a una garantía financiera
para estimular las inversiones. Así aumentó la interacción con los países extranjeros más
avanzados, también el contacto y la emigración interna. El capital extranjero invertido en
Alemania era llamado por sus altas posibilidades con respecto a los recursos minerales que
formaban la base de las industrias de hierro e ingeniería. Valían la pena las inversiones si
eran en instalaciones modernas capaces de desarrollar explotaciones mineras profundas y
establecer una industria metalúrgica a gran escala. El ferrocarril también atrajo nuevas formas
de inversión.

4. ¿Por qué fracasó la clase media en la Revolución de 1848 en su proyecto de lograr


la unificación de los estados alemanes?

Con el ferrocarril se da el despertar económico alemán. La fuerza iniciadora debilitó toda


barrera. No obstante, los nuevos sectores evolutivos ejercieron poco o ningún efecto en
muchas áreas de la economía. La industrialización, como proceso desigual, implicaba que
mientras más modernización hubiese, más crecerían las diferencias entre sectores = más
desigualdad. La estructura política retuvo su antiguo carácter autocrático y conservadurista
por más que hubiese cambiado en muchos aspectos importantes.

La razón principal es el fracaso de la clase media liberal en 1848 de establecer un estado


constitucional unificado. El desarrollo social estaba muy atrasado como para que ésta lograra
tener éxito. Por ello, las fuerzas tradicionales pudieron restablecerse con ayuda del poder
militar. Prusia reclamó con Bismarck la hegemonía política de Alemania y luego, con la
derrota del Segundo Imperio de Napoleón III, el nuevo Imperio Alemán se volvió el estado
europeo más poderoso. Siguió siendo una autocracia de la dinastía Hohenzollern, que aún se
apoyaba en la nobleza terrateniente tradicional del este e incorporó las tradiciones
burocráticas y militaristas prusianas.

5. ¿Por qué afirma el autor que la derrota política de la burguesía en la Revolución de


1848 estimuló, paradójicamente, el desarrollo económico del país?

Alemania sufrió cambios sociales profundos. Con la economía surge una clase social nueva y
numerosa que se centra en el éxito material y la sumisión a las fuerzas de poder. Su
nacionalismo desborda su liberalismo y es naturalmente egoísta. Por ello algunos de sus
miembros ayudaron a los conservadores dinásticos y aceptaron los rasgos
aliberales/militaristas prusianos aún existentes.

Entonces, la industria adelantada y acelerada alemana en crecimiento se combinaba con una


estructura política arcaica y una sociedad dominada por la clase superior agraria ligada a los
valores preindustriales. Aunque el poder económico estaba dirigido por pertenecientes al
Antiguo Régimen, la clase media aceptaba esto y se adaptaba. La burguesía no se metía en la
situación política, aceptó la ideología de la nobleza terrateniente y acumulaba riquezas sin
precedentes identificándose con los intereses de los Reich.

6. ¿Cuál fue el papel de los bancos y del Estado en el proceso de industrialización?

A partir de los 40 inicia una rápida transformación económica y la unificación del país por la
fuerza bajo el liderazgo prusiano, confiriendo al capitalismo industrial alemán su carácter
específico. Lo primero se da porque los sectores dirigentes dan un paso sobre la base de las
formas más progresistas de organización y tecnología. Primero, parte del capital para los
sectores en expansión provino del extranjero. Las empresas empezaban como sociedades
anónimas, con la participación de bancos. Solo los bancos podían poner sus manos sobre las
grandes sumas de capital líquido y proporcionar facilidades crediticias, de manera que se
dedicaron a adelantar dinero o abrir créditos para sus clientes, contribuyendo al volumen de
capacidad adquisitiva. Así jugaron un papel activo en la fundación de compañías.

Los bancos accionistas se fundaron para que invirtieran sistemáticamente en la industria. Sin
ellos hubiera sido imposible la industrialización alemana. La inversión debía hacerse a gran
escala e implicaba grandes riesgos, de manera que ya desde los inicios de la industrialización
existió un nexo importante entre industria e instituciones financieras.

Sobre la participación del capital y empresas extranjeras, estas permitieron gran parte del
desarrollo inicial de las minas del Ruhr y de la industria de metal. La construcción del
ferrocarril y la ampliación del mercado estimularon la inversión en las minas de carbón e
industrias metalúrgicas. La inversión extranjera terminó cuando avanzó la industrialización y
se pudieron proporcionar su propio capital. Hombres de clase media se dedicaban a enseñar y
aportar innovaciones propias.

En resumen, muchas fuerzas latentes contribuyeron con la transformación alemana: la


estructura comercial y bancaria, la tradición industrial, recursos naturales del tipo necesitado
por la tecnología, una población receptiva y un nacionalismo dinámico que busca expresarse.

7. ¿Qué relación establece el autor entre el desarrollo del proteccionismo y el origen


del imperialismo en Alemania?

Con el fracaso liberal en 1848, mientras hubiera un gobierno pacífico y estable que apoyara a
las empresas en el exterior, la clase media industrial accedió a la hegemonía de Prusia y a la
monarquía. La unificación por Bismarck supuso esta conservación de la monarquía y la clase
señorial terrateniente, por lo que el poder industrial alemán aparece en una estructura arcaica
de autocracia, tradicionalismo y militarismo incompatibles con el liberalismo y la
democracia.

Sobre el proteccionismo, fue moderado y el intercambio de mercancías fue mediado a través


de tratados comerciales. Los privilegios de los gremios y corporaciones terminaron, las
actividades comerciales y profesiones liberales podían ser practicadas por quien quisiera, la
ley de minerales los volvió más accesibles… En fin, se dio un sistema de pesos y contrapesos
que mejoró las condiciones de la empresa comercial. Kemp afirma que el proteccionismo en
algún sentido redujo la extensión de las relaciones de la economía alemana con la economía
mundial. El mundo económico alemán aceptó la unidad en términos de Bismarck, la
aristocracia junker siguió predominando. El nuevo Reich tenía un poderoso sector industrial y
una influyente aristocracia agraria; ambos debieron enfrentar la rivalidad internacional del
mercado mundial. Llegados los 70s el liberalismo parecía más conveniente, pero resulta un
desastre. La industria pesada solicitó protección frente a la competencia británica. Se
profundizan las relaciones de la industria con el banco, y también se vuelve cada vez más
dependiente de las exportaciones. Entre otros sucesos, se terminan agudizando los problemas
de la Alemania imperial con el exterior. Para protegerse, la industria pesada y los
agricultores, que se encontraban ligados a la clase alta militarista tradicional, se aunaron para
favorecer una política exterior activa y colonial apoyada por el poder militar y naval. Supuso
la combinación de la política de hegemonía continental heredada por Bismarck con una
política de poder mundial: el aumento de los armamentos navales y las aspiraciones de
expansión colonial despertarían miedo.
Las fuerzas económicas crearon las circunstancias de las que surgieron las tensiones y el
futuro conflicto bélico, pero los factores decisivos deben buscarse a nivel político, en las
relaciones entre estados y el comportamiento de los hombres que controlaban sus destinos.

Sobre la educación:

Los gobiernos alemanes entendían que la inferioridad económica podía combatirse mediante
un esfuerzo en el campo de la educación. Se invirtió en la mejoría de la misma y se logró un
caudal de hombres científica y técnicamente cualificados que harían que Alemania venciera
fácilmente su inferioridad inicial y tomara iniciativa en sus industrias basadas en la
investigación científica.

El énfasis puesto en la educación, en el conocimiento científico y la organización dio sus


frutos en el desarrollo de nuevas ramas de producción. Destacan la industria química y la
electricidad.

A partir de pag 21 hace un resumen de todo el texto, recomiendo ahre. Cito la base de todo:
“La industrialización alemana demostró su compatibilidad con la existencia de una clase
gobernante agraria firmemente arraigada y con un estado dinástico de estampa militarista y
conservadora … sin la destrucción del campesinado como clase y concedió oportunidades de
supervivencia a los sectores campesinos prósperos que producían para el mercado. … la
supervivencia y prosperidad del campesinado … parecían contradecir las expectativas que el
del desarrollo capitalista tenían los marxistas y otros grupos …”

“El modo en que se desarrolló el capitalismo industrial … proporcionó la fuerza motriz así
como los medios para unas guerras de escala e intensidad mayores que cualquiera de las
conocidas antes en la historia de la humanidad. … más que ninguna otra cosa fue la
aparición de la Alemania industrial … lo que hizo que una guerra de tipo y cronología
determinados contra los otros países industriales, fuera inevitable.”

La formación y unificación de la clase obrera. Las transformaciones sociales a partir de


mediados del siglo XIX: ideologías y organización del movimiento obrero. La I y II
Internacional

THOMPSON, Edward P. (1977). “Prefacio” y “Explotación”. En La formación


histórica de la Clase obrera en Inglaterra, Barcelona: Laia. JUANMA

Analizar y argumentar por qué el autor define el período 1790-1830 como de formación
histórica de la clase obrera.
1. Analizar el concepto clase aportado por el autor a partir de la relación entre
experiencia, identidad y diferencia.
El autor entiende por clase “un fenómeno histórico que unifica una serie de sucesos
dispares y aparentemente desconectados (...). No veo la clase como una estructura sino
como algo que tiene un lugar de hecho en las relaciones humanas”.
Al autor señala que no se puede analizar a la clase deteniendola en un determinado momento,
sacando una foto, sino que hay que entenderla como un proceso fluido, cuya esencia se
manifiesta a lo largo de su propio devenir.
Asimismo Thompson propone una lógica de la experiencia que forma identidades. Determina
que la clase cobra existencia cuando un grupo de hombres, en función a sus experiencias
comunes, “sienten y articulan la identidad de sus intereses a la vez comunes entre ellos
mismos y frente a otros hombres cuyos intereses son distintos”. La noción propuesta es clara,
los hombres constituyen un vínculo identitario a través de la formación de una cadena de
intereses cuya piedra basal son las experiencias que los identifican. Hacia el final de la
última cita aparece otro componente de la noción de clase de Thompson; se especifica cierta
lógica diferencial, donde la identidad cobra importancia no sólo por el vínculo que genera
entre quienes la comparten sino también por la diferencia de estos intereses frente a los
intereses de otros hombres.
Ahora bien, falta especificar a qué se refiere el autor con “experiencias comunes”. Las
experiencias comunes -de clase- están determinadas por las relaciones de producción. A su
vez, estas experiencias se expresan mediante la “conciencia de clase”, que es la
cristalización cultural de las experiencias comunes en forma de tradiciones, sistemas de
valores, ideas e instituciones.
La clase, “es una relación, no una cosa”, entre hombres ante hombres, cuya razón de ser es
el vínculo expresado diferencialmente frente al vínculo de otros. Cabe repetir entonces el
carácter relacional de la clase, y la inscripción de este carácter en una estructura donde las
relaciones se dan en un marco de referencia en el papel social desempeñado por cada actor.
“Las clases se basan en las diferencias de poder legítimo asociado a ciertas posiciones, es
decir, en la estructura de papeles sociales con respecto a sus expectativas de autoridad (...).
(un individuo) Pertenece a una clase porque ocupa una posición en una organización
social; es decir, la permanencia de clase se deriva de la posesión de un papel social”.
Es decir, hay una decisiòn en los obreros a conformar una clase y no ser sòlo mano de obra.
La experiencia es lo que le permite a Thompson dar cuenta de un pasaje que permite
constituir una identidad a la clase obrera. Perciben un antagonismo que lleva una diferencia
con la burguesìa industrial y del Estado. Se transforman en una clase con intereses
particulares para defender, elaborar y articular la lucha en torno al trabajo, que luego se
expande por fuera de ese ámbito, pues su vida es una lucha constante.
El disciplinamiento que sufren es sobre su cuerpo y el tiempo, que se transforma en trabajo.
Los intereses de los trabajadores tienen que ver con: mejoras en las condiciones laborales,
reducción de la jornada laboral y el salario. En 1832 aparecen las primeras leyes fabriles que
se extienden a las demás industrias.
Para cerrar, esta relación se da “históricamente”. Como señalamos al principio, la noción de
clase constituye un fenómeno histórico, un proceso fluido de intercambios y relaciones
humanas. Por ende, “si detenemos la historia en un punto determinado, entonces no hay
clases sino simplemente una multitud de individuos con una multitud de experiencias. Pero
si observamos a estos hombres a lo largo de un período suficiente de cambio social,
observaremos pautas en sus relaciones, sus ideas y sus instituciones”.
El autor concluye realzando una vez más la relevancia del devenir histórico de su noción de
clase, “no podemos comprender la clase a menos que la veamos como una formación social
y cultural que surge de procesos que sólo pueden estudiarse mientras se resuelven por sí
mismos a lo largo de un período histórico considerable”. Lo que Thompson resalta es que
sin producciòn no hay Historia, y sin cultura no hay producciòn. La experiencia de
solidaridad de lucha fue construyendo la conciencia de clase, y se fue plasmando en algunas
instituciones, culturas y tradiciones propias.
2. Analizar la formación de la clase obrera relacionando las transformaciones sociales
y económicas producidas en Inglaterra a fines del S. XVIII y principios del XIX.

Thompson propone rastrear el proceso de formación de la clase obrera mediante un análisis


reconstructivo de finales del S XVIII y principios del XIX. En este período temporal, para el
autor, se da el proceso descrito en el punto 1, donde los obreros generan lazos identitarios en
base a intereses comunes y se diferencian de los intereses contrapuestos de otras clases.
La revolución industrial, y los cambios sociales y económicos que trajo aparejados y que la
caracterizan, introdujo cambios en las relaciones sociales -de producción-, las instituciones,
los valores y la cultura, cambios que se evidenciaron, lógicamente, en las clases sociales, y
consigo, en la formación de una clase en particular: la clase obrera.
El autor señala que la construcción de una clase no es sólo producto de cambios económicos,
sino que es un fenómeno multicausal, en el que intervienen fenómenos políticos, sociales y
culturales. “El pueblo estaba sometido, a la vez, a una intensificación de dos tipos de
relaciones intolerables: las de explotación económica y las de opresión política”. No
obstante, los cambios económicos gozaron de gran relevancia: “Se veía a los instrumentos
físicos de la producción dando ligar, de forma directa y más o menos compulsiva, a nuevas
relaciones sociales”.
Por eso todos hacían la misma ecuaciòn: “La energía del vapor y la fábrica de algodoneros
= nueva clase obrera”. Igualmente no hay que darle un énfasis exagerado a este punto,
puesto que puede subestimarse la continuidad de las tradiciones polìticas y culturales en la
formaciòn de las comunidades obreras. Entre estas tradiciones se encuentran: el ludismo y el
cartismo. Este último constituía el núcleo central de donde el movimiento obrero extrajo
ideas, organizaciòn y lìderes, formado por obreros, libreros, zapateros, etc. Es decir que
Londres no sacó su fuerza de las principales industrias pesadas, sino de una multitud de
oficios y ocupaciones.
El periodo comprendido entre 1790 y 1830 es la formación de la clase obrera. Esto se revela
en el desarrollo de la conciencia de clase, y en el desarrollo de las formas correspondientes
de organizaciòn polìtica y laboral. Hacia 1832, habìan instituciones obreras sòlidamente
arraigadas, tradiciones intelectuales obreras, pautas de comportamiento colectivo, etc.
Las relaciones de produciòn cambiantes y condiciones de trabajo de la Revoluciòn Industrial
fueron impuestas sobre el inglès libre de nacimiento. Era objeto de adoctrinamiento y creador
de tradiciones políticas. Thompson señala: “la clase obrera se hizo a sí misma tanto como la
hicieron otros”.
Còmo critica a previas lecturas del mismo proceso, Thompson señala que hay tres grandes
influencias que actùan simultáneamente. Hay un tremendo crecimiento demogràfico, està la
Revoluciòn Industrial en sus efectos tecnològicos, y está la contra revoluciòn polìtica entre
1792 y 1832. Tanto el contexto político como la máquina de vapor tienen influencia sobre la
conciencia e instituciones de la clase obrera que se está configurando.
En un sentido polìtico, los obreros se vieron marginalizados polìtica y socialmente durante
las guerras, que ahora coincidìan con una Revoluciòn Francesa, una conciencia creciente de
la propia identidad y unas aspiraciones màs amplias; un aumento democràgico y con formas
de explotaciòn más intensas y transparentes. El pueblo estaba sometido a una intensificaciòn
de dos tipos de relaciones: de explotaciòn econòmica y de opresiòn polìtica, enfrentandose al
Patròn o al Estado.
Thompson propone que, el cambio en la forma de explotación económica -con la
consolidación del sistema capitalista y la producción fabril- conlleva una “mayor
transparencia” en la explotación, además de una mayor lejanía en la relación del explotador
con los explotados, siendo que: “el Patrono, en general, se contentaba con enviar a su
supervisor para que respondiese a cualquier requerimiento, considerando que situarse
frente a frente con su sirviente era rebajarse”. Las relaciones sociales que se daban en el
ámbito fabril dieron lugar a una nueva figura: el patrón, cuya forma de disciplinamiento y
relación con sus subalternos, era fuertemente diferente a la relación que había en las
relaciones de manufacturas domésticas o la de los artesanos.
Dichos cambios, para el autor, produjeron cambios en la forma en la que el obrero veía el
mundo y las relaciones de producción, de forma que, en sus palabras, creció la infelicidad de
los obreros. “las injusticias que los obreros sentían como cambios en el carácter de la
explotación capitalista: la ascensión de una clase de patronos que no tenía autoridad
tradicional ni obligaciones; la creciente distancia entre el patrono y el hombre; la
transparencia de la explotación en el origen de su nueva riqueza y poder; el empeoramiento
de la condición del trabajador y sobre todo, su pérdida de independencia, su reducción a la
dependencia total con respecto a los instrumentos de producción; la parcialidad de la ley; la
descomposición de la economía familiar; la disciplina y monotonía, las horas y las
condiciones de trabajo; la pérdida del tiempo libre y distracciones; y la reducción del
hombre a la categoría de instrumento”.
Creemos que, este párrafo, señala a la perfección los cambios introducidos en la vida de los
obreros producto de los cambios económicos, cristalizados en cambios en las relaciones de
producción y las lógicas de trabajo que pasaron a ser la dinámica de la explotación
capitalista. La relaciòn de explotaciòn es despersonalizada, no se admiten obligaciones
durables de reciprocidad; el antagonismo se acepta como intrínseco a las relaciones de
produciòn. Las funciones de dirección exigen la represiòn de todos los atributos excepto
aquellos que promueven la expropiaciòn del máximo valor del excedente de trabajo. Estos
cambios producidos a partir de las transformaciones económicas, no son tan importantes por
los cambios en sí, sino por cómo fueron percibidos por los obreros. Esto se debe a que, como
señala Thompson, la formación de clase se explica principalmente a partir de la formación de
una identidad en base a los intereses, y cuyo entendimiento requiere analizar la consciencia
del grupo, o mejor dicho, su autoconciencia; así como también la imagen del patrón en el
imaginario de los obreros.
Thompson señala que mientras que la experiencia de explotaciòn intensificada era constante,
las causas de las circunstancias eran variables. Estas afectan a la poblaciòn obrera a partir de
una refracción de un sistema particular de propiedad y poder que distribuìa las ganancias y
las pérdidas con gran parcialidad. Los salarios reales aumentaron entre los obreros
organizados durante el estallido de las trade unions entre 1832 y 1834, pero el perìodo de
bonanza de 1833-1837 estuvo acompañado por la destrucción de las unions mediante la
alianza entre el gobierno, magistrados y patrones.
En este sentido, la clase obrera surge como consecuencia de esa “suma de injusticias y
antagonismos” surgidos a partir de la nueva relación de producción. De hecho, “se observa
una mayor distancia entre el amo y el hilandero, de la que hay entre el mayor comerciante
de Londres y su último criado”. Dichas relaciones de producción tienen intrínsecamente una
lógica de antagonismo y de crecientemente marcada asimetría, aún en comparación con otras
formas de explotación de la época, ya que “el trabajador se ha convertido en un
instrumento”, en un recurso más del mercado. Esta injusticia y antagonismo se generalizó en
las conciencias de los trabajadores, constituyéndose como una cadena equivalencial.
Para la formación de una clase también es necesaria una frontera, una clara demarcación del
“enemigo”: el patrón. Es entonces que “(se) hablaba de los patronos, no como un agregado
de individuos, sino como una clase. Si había una recesión comercial, “ellos” recortaban sus
salarios (...) (se) tenía que luchar contra “ellos” y su Estado para obtener cualquier porción
de la mejora”. Es en este momento que se identifican a “los patronos y los obreros como dos
clases distintas de personas”, y por ende es aquí que podemos hablar de la consolidación de
una nueva clase obrera.

3. Explicar la influencia decisiva del contexto político (contrarrevolución) en la


conformación de la conciencia proletaria y de sus instituciones obreras.

Al dar respuesta a este punto cerramos la explicación iniciada en el punto anterior. Hemos
dicho que “El pueblo estaba sometido, a la vez, a una intensificación de dos tipos de
relaciones intolerables: las de explotación económica y las de opresión política”, opresiones
que dieron lugar al antagonismo, fenómeno constitutivo de la clase.

En el apartado anterior hemos recorrido la dimensión económica, principalmente los cambios


que la transformación de esta dimensión introdujeron en la vida de los obreros. En este punto
cabe abordar la “opresión política”, la otra relación intolerable a la que estaban sometidos los
obreros.

El autor señala que las fuerzas que contribuyeron a la reforma política hacia finales del siglo
XVIII estuvieron cerca de conseguir algunas victorias. No obstante, después de la
radicalización de la Revolución Francesa, con el jacobinismo, el Ancien Régime Inglés
recobró su fuerza; dado que los grupos subalternos conformaron una tradición subterránea, la
aristocracia y los fabricantes, se asustaron -dada la experiencia jacobina en francia- e
hicieron causa común (contrarrevolución). Los fabricantes se vieron beneficiados con esto,
ya que recibieron a cambio concesiones y la derogación de las leyes paternalistas que regulan
salarios o condiciones laborales. “La aristocracia estaba interesada en reprimir las
“conspiraciones” jacobinas del pueblo, y los fabricantes estaban interesados en frustrar sus
“conspiraciones” para aumentar los salarios”. Las Combination Acts servìan para los dos
propòsitos.

Debido a esto, los obreros se encontraron en una especie de “apartheid político”, que, para
más inri, coincidió con la creciente conciencia identitaria que se manifestaba en aspiraciones
más altas, un aumento demográfico y formas de explotación más a la vista.

Este fenómeno reforzó lo que ya se manifestaba desde lo económico: “(el pueblo) se


encontraba situado a mitad de camino entre la condición de siervo y la de ciudadano, esa
libertad hacía que percibiese más su no libertad”. Y por ende, ahora no sólo se tenía que
resistir y luchar contra los intereses de capital en la fábrica, sino también con el Estado al
servicio del patrón.

La opresión política sumada a la económica fue el caldo de cultivo perfecto para conformar
la conciencia proletaria -por lo ya expuesto- y para conformar instituciones y mecanismos de
defensa y representación de dichos intereses, tales como los sindicatos, que en estos años
realizaron sus primeras huelgas generales.

HOBSBAWN, Eric (1989). “Trabajadores del mundo”. En La era del Imperio (1875-
1914), Barcelona: Labor. LAILA

Identificar y explicar las transformaciones que se produjeron en la clase obrera entre 1870 y
1914: composición, formas de organización y conciencia de clase

1. Explicar los cambios económicos y sociales producidos por la 2ª fase de la


Revolución Industrial y su impacto sobre la clase obrera europea.
En paìses dònde la industrializaciòn habìa comenzado en època temprana, o entre 1870-1914,
el nùmero de trabajadores asalariados se mùltiplico mucho y llegaron a ser una clase
especìfica. Se debió a la transferencia a partir de dos grandes reservas de mano de obra
preindustrial: el artesanado y el paisaje agrícola. El progreso agrìcola implicaba una
reducciòn de mano de obra, la agricultura tradicional ya no podìa proporcionar tierra para
posibles campesinos cuyo nùmero se multiplicaba en las aldeas. Si bien no disminuyeron los
artesanos de forma considerable, si lo hizo su participación en la fuerza de trabajo a pesar del
gran incremento de producciòn que tuvieron sus productos.
El proletariado aumentó por la demanda casi ilimitada de mano de obra en ese perìodo de
expansiòn econòmica, se centraba en la demanda de mano de obra preindustrial (artesanos).
Los artesanos especializados, constituìan el nùcleo más activo, culto y seguro de sì mismo de
la nueva clase proletaria, como el líder del partido socialdemócrata alemán o del partido
socialista español.
La diversificaciòn de las economìas industriales, sobre todo por el incremento de las
ocupaciones del sector terciario, no hacìa si no comenzar dònde los trabajadores de ese sector
eran ya más numerosos que los obreros. Las ciudades, eran ocupadas a fines del siglo XIX,
por dos tercios de empleados en la industria.
Para los contemporáneos la masa de trabajadores era grande, aunque fueran en Alemania una
minoría cada vez más visible y potencialmente formidable. Hobsbawm acata que sin dudas
estaba incrementando, y lanzaba una advertencia sobre el orden establecido de la polìtica y la
sociedad. “¿Què ocurrirìa si se organizaban polìticamente como una clase?”. En todos los
lugares dònde lo permitìa la polìtica electoral, comenzaron a aparecer los partidos de masas
basados en la clase trabajadora. Son un factor significativo de la polìtica nacional, y los
obreros se afiliaron en masa.

2. Describir y analizar las divisiones verticales, horizontales y las rivalidades


existentes entre los trabajadores en la 2ª mitad del siglo XIX.

Los partidos socialistas de masa suponían la existencia de una clase de trabajadores


suficientemente numerosa y homogénea como para reconocerse en la imagen marxista del
proletariado y lo bastante convencida de la validez del análisis socialista de su situación y sus
tareas, etc. Pero el proletariado no era una masa homogénea, ni siquiera dentro de las
naciones. No podía hablarse de una conciencia de clase unificada.
Los trabajadores de las industrias, los artesanos y otras ocupaciones, con frecuencia muy
localizados y con horizontes muy limitados geográficamente, no creìan que sus problemas y
su situaciòn fueran idènticas. Estas divisiones no eran sólo verticales, si no tambièn
horizontales: entre artesanos y trabajadores, gentes y ocupaciones respetables, entre estratos
diferentes de los oficios especializados, dònde “el tipògrafo miraba por encima del hombro
al albañil y este al pintor de brocha gorda”. Habìan también rivalidades entre grupos
equivalentes, cada uno intentaba monopolizar un tipo de trabajo.
Incluso la masa trabajadora puede ser vista como una gigante dispersión de los fragmentos de
las sociedades, una diáspora de viejas y nuevas comunidades. En tanto en cuanto esas
decisiones mantenían distanciados a los trabajadores entre sí, eran ùtiles para los empresarios
que las impulsaron, por ejemplo en EEUU donde el proletariado era en gran medida
extranjeros. Las diferencias de nacionalidad, religión y lengua dividieron a la clase obrera.
Plantearon dificultades cuando esas diferencias expresaban profundos conflictos de grupo
que hacen desaparecer las líneas de clase o diferencias en el seno de la clase obrera que
parecían incompatibles con la unidad de todos los trabajadores.
El internacionalismo de los socialistas atraìa movimientos obreros porque muchas veces era
el requisito fundamental de su operatividad. Los llamamientos al internacionalismo o al
interregionalismo, no fueron ineficaces. Las diferencias no hicieron imposible la formación
de una conciencia de clase unificada.
Sobre el caso de Irlanda, Hobsbawm aclara que lo que realmente excluía las identificaciones
alternativas no era la conciencia de clase como tal, sino la conciencia política de clase. La
unidad de los trabajadores sòlo era posible cuando quedaban excluidas de la discursiòn las
dos cuestiones que dominaban la existencia y el debate polìtico: la religiòn y la autonomìa
para Irlanda, sobre la cual no podìan estar de acuerdo los trabajadores catòlicos y
protestantes.
La estructura heterogénea de la economìa industrial en su proceso de desarrollo tambièn
dificultò la organizaciòn de la conciencia de clase de los trabajadores. Reino Unido era la
excepciòn, exisrìa un sentimiento de clase no polìtico, y una organizaciòn de la clase obrera.
El sindicalismo primitivo, descentralizado y por oficios, echarìa raìces en las industrias
básicas del paìs que se desarrolló por la combinaciòn de operaciones manuales y el vapor
como fuente de energìa. En los demàs paìses, existia un nùcleo de organizaciòn de la clase
obrera.
Entre 1867 y 1875, los sindicatos consiguieron estatus legal y privilegios tan importantes que
sólo en 1980 se lograron reducir. La organización obrera era poderosa, especialmente en el
lugar de trabajo. Ese poder excepcional de la clase obrera crearía problemas para la
economìa británica industrial en el futuro, y graves dificultades para los industriales que
querìan mecanizar o administrar.
En general sólo existían sindicatos eficaces en los márgenes de la industria moderna y
especialmente a gran escala: en los talleres y en las empresas de tamaño pequeño y medio.
En teorìa, la organizaciòn podìa ser nacional, pero en la pràctica se hallaba
extraordinariamente localizada y descentralizada. La única alternativa real al sindicato local
de pequeños grupos de trabajadores organizados, al sindicato de oficios, era la movilizaciòn
ocasional y rara veces permanente, de masas de trabajadores en huelgas intermitentes.
Los mineros mostraron una tendencia a participar en la lucha colectiva. Dada la importancia
del proletariado minero y sus marcadas concentraciones regionales, su papel potencial en los
movimientos obreros podía ser de importancia extraordinaria.
Los empleados al servicio del Estado estaban todavìa excluidos de la organizaciòn obrera,
por eso los trabajadores del FFCC tardaron en sindicalizarse. Pero los privados también. Las
compañías férreas eran las empresas más grandes de la economìa y era imposible
organizarlas a no ser en el conjunto de lo que podía ser casi una red nacional. Las huelgas del
sector marìtimo podrìa convertirse en una huelga general del transporte con posibilidades de
desembocar en una huelga general. Aunque el transporte ferroviario y marítimo eran
distintos, compartían una importancia estratègica crucial para las economìas regionales que
podìa verse paralizado si interrumpìan sus servicios.
La contraofensiva contra la oleada de sindicalizaciòn britànica en 1889, comenzò con una
batalla contra los ferroviarios escoceses, y con una serie de luchas contra la sindicalizaciòn
masiva de los grandes puertos marìtimos. La ofensiva obrera en vísperas de la guerra
mundial planificò su propia fuerza estratègica, la Triple Alianza de la que formaban parte los
mineros, los ferroviarios y la federaciòn de los trabajadores del transporte portuario.

3. En ése contexto de divisiones y rivalidades, cómo explica el autor el proceso de


unificación de la clase obrera. Precise los argumentos ideológicos, políticos y
económicos.

Un mètodo de unificaciòn fue a travès de la ideologìa transmitida por la organizaciòn.


Hobsbawm describe este proceso como un “nuevo evangelio a unas masas olvidadas hasta
entonces”. Los trabajadores eran gentes desconocidas y olvidadas en la medida que eran un
nuevo grupo social. Los socialistas fueron los primeros en acercarse a ellos. Cuando las
condiciones eran adecuadas, estamparon en los grupos más variados de trabajadores una sola
identidad: del proletariado. Les daban una misiòn històrica de planteo sencillo.
Tambièn llevaron consigo una organizaciòn, la acciòn colectiva estructurada sin la cual la
clase obrera no podìa existir como clase, y a travès de la organizaciòn consiguieron
portavoces que pudieran articular los sentimientos de esta gente, que no podìa hacerlo por sí
solos. “Sin esa colectividad organizada sólo eran pobres gentes trabajadoras”.
Eran una nueva realidad social que exigìa una nueva reflexiòn. Nadie, excepto los militantes
del nuevo movimiento, llevó a los trabajadores ese mensaje de conciencia de clase. Sirvió
para unir a todos aquellos que estaban dispuestos a reconocer esa gran verdad por encima de
las diferencias que los separaban. El partido Socialdemòcrata Alemán, le ofrecìa a los
obreros un lazo permanente de la cuna hasta la tumba, en contraposiciòn a la invisibilizaciòn
que sufrìan anteriormente.
La especializaciòn funcional, complementada por el urbanismo y el fomento de la propiedad,
separaba a las diferentes clases, excepto en los lugares neutrales como parques, estaciones
del FFCC o lugares de entretenimiento. Esto resultò en la intensificaciòn del jacobinismo o
radicalismo republicano, la derecha anticapitalista y antiproletaria, etc.
Parte fundamental de la experiencia de los obreros era en relación con los empresarios. No
existe una conexiòn necesaria entre la inclinaciòn a huelga y a la organizaciòn y la
identificaciòn de la clase de los patronos como principal adversario polìtico. Esa alianza,
componente básico de la fuerza històrica y polìtia del liberalismo en un momento anterior, se
rompió porque la clase de los patronos se integrò de forma más visible en la zona
indiferenciada de la riqueza, del poder del Estado y del privilegio (ademàs de los intereses
distintos que tenìan).
Pero a medida que la lucha contra los privilegiados se identificò con la lucha en el lugar de
trabajo y en torno a él, el mundo del trabajador manual se distanciò más de quienes estaban
por encima de él, debido al crecimiento del sector terciario. Estas nuevas clases medias bajas
separaban a esos dos estratos sociales, aunque sòlo fuera porque la misma modestia de su
situaciòn econòmica les llevaba a hacer hincapìe en lo que les separaba del obrero manual y
lo que esperaban tenìan en comùn con los que ocupaban el lugar superior en la escala social.
Si la evoluciòn econòmica y social favoreciò la formaciòn de una conciencia de clase de
todos los trabajadores manuales, hubo un factor que les obligò a la unificaciòn: la economìa
nacional y el Estado-naciòn. El Estado establece los parámetros, determinaba las condiciones
concretas y lìmites geográficos de las luchas y estratègias de los trabajadores. La economìa
funcionaba cada vez màs como un sistema integrado, con lo cual los sindicatos se vieron
obligados a tomar una perspectiva nacional, al menos dentro de cada rama industrial. El
sindicalismo industrial reconocìa que la industria ya no era una categorìa teórica, si no que se
convertìa en un concepto operativo o estratègico de caràcter nacional, el marco econòmico de
la lucha sindical, aunque fuera localizado.
La democratizaciòn electoral impuso la unidad de clase. La lucha por el voto adquiere una
dimensión clasista para la clase obrera, pues la cuestión fundamental era el voto del
ciudadano sin propiedad. Las reformas electorales deliberadamente antidemocráticas podrían
servir para reforzar la conciencia de clase nacional. Pero la actividad electoral en la que
participaron toda decisiòn los partidos socialistas, tenìa que servir a la clase obrera una
dimensiòn nacional única.
El Estado daba unidad de clase, pues cada vez más los grupos sociales tenìan que tratar de
conseguir sus objetivos polìticos presionando sobre el gobierno nacional, a favor o en contra
de legislaciòn nacional. Cuanto más numeroso era el proletariado, más sensibles se
mostraban los políticos a las exigencias de un cuerpo de votantes tan amplio y peligroso.
Pero la fuerza de unificaciòn de la clase obrera restituyò inevitablemente las esperanzas y
reivindicaciones teòricas del internacionalismo obrero con la disoluciòn de la Segunda
Internacional. Concluye Hobsbawm que el soporte real de la conciencia de clase era el
Estado y la naciòn definida polìticamente, es decir que las clases reales y efectivas son
nacionales no internacionales o apátrida còmo en la teorìa marxista.
4. ¿En qué formas institucionales (sociedades de socorro, mutuales, sindicatos,
uniones, partidos políticos) manifestaron los trabajadores manuales su conciencia de
clase política en el período 1880-1914?
El proceso de la organizaciòn de clase fue desigual desde la cronologìa. Se acelerò
ràpidamente en el curso de dos perìodos: 1) 1880-1890: aparece la Segunda Internacional y
el restablecimiento de la celebraciòn del Primero de Mayo; y 2) 1905-1914: entre la
Revoluciòn Rusa hasta la 1GM. El avance electoral de los partidos obreros se completò con
la ampliaciòn del sufragio, tambièn se fortalece el sindicalismo organizado.
Sin la apariciòn simùltanea del movimiento, ni siquiera las expresiones no polìticias de la
conciencia de clase habrìan sido completadas ni factibles, pues a travès del movimiento las
clases obreras se fusionaron para formar una ùnica clase obrera. El movimiento en todas
partes incluìa la organizaciòn bàsica y universal de los trabajadores, el sindicato. Tambièn a
veces incluìa cooperativas, toda asociaciòn en la que participan los obreros. Estas estaban
subordinadas al partido o formaban parte de él.
Ej: Federaciòn Alemana de Coros Obreros, Trabajadores Coleccionistas de sellos y los
Criadores Obreros de Conejos, el Club Ciclista de los Trabajadores Solidaridad.

5. Explicar la propuesta de Bernstein, Kautsky y Lenin respecto de la revolución


social

Hasta 1914 intentaron participar lo menos posible en la polìtica de la clase gobernante, y


menos aún en el gobierno, a la espera de que el movimiento obrero iniciara una gran
transformaciòn. Pero hacia 1890 la idea de un colapso inminente del capitalismo era
inverosímil.
Determinadas figuras del ala derecha recomendaban concentrarse en las mejoras y reformas
inmediatas que la clase obrera pudiera conseguir de los gobiernos y empresarios, olvidando
el futuro màs lejano. Berstein adirmò que las teorìas de Marx debìan ser revisadas a la luz
del capitalismo floreciente, y que la supuesta meta socialista era más importante que las
reformas que se podìan conseguir en el camino.
Kautsky iluminò el problema al definir al partido socialdemócrata alemán como “un partido
que, aunque es revolucionario, no hace la revolusiòn”. No era suficiente si eso implicaba
que el movimiento se amoldaba a actuar en marco del sistema que no podía derrocar. Lo que
el sector intransigente ocultaba tras la disciplina organizativa era la pasividad, su negativa a
ordenar la acción de los trabajadores movilizados.
Lo que rechazaba la izquierda radical eran los partidos proletarios de masas a los que veían
reformistas y burocratizados como consecuencia de su participación en determinadas
actividades políticas. La izquierda radical prefería apoyarse en la acción proletaria directa
que pasaba por encima de la política, culminando en una especie de huelga revolucionaria
general. Nace el sindicalismo revolucionario, con ideas de revolucionarios sociales y la
militancia sindicalista descentralizada, asociadas al anarquismo.
Entre 1905 y 1914 el revolucionario occidental tìpico era un sindicalista revolucionario que
rechazaba al marxismo como ideologìa de los partidos que se servìan de él, como excusa
para no llevar a cabo la revoluciòn. El marxismo conservaba al este de Viena y Praga, intacto
su impulso revolucionario.
“El movimiento obrero y socialista se consideraba a sí mismo como una continuaciòn lineal
de esa tradiciòn” revolucionaria del siglo XVIII. Pero la revoluciòn estaba en retroceso en su
zona original de apariciòn, y eso se acelerò con el surgimiento de los partidos de masa
organizados. Está organizaciòn sustituyò el levantamiento y la insurrecciòn.
Cualquier mejora significativa se debìa a la actuaciòn y organizaciòn de los obreros como
clase social. Cuanto más fuerte era el sentimiento de comunidad y solidaridad de las
personas, más fuertes eran las presiones sociales para mantenerse en ella. La base de las
convicciones socialistas era la marginaciòn en un mundo aparte que se habìa impuesto al
nuevo proletariado. Si tenían esperanza era porque tenían fe en el movimiento.
Esto último no era revolucionario en un sentido insurreccional. Pero en Europa existía una
amplia franja en la que la perspectiva de revolución llegó a hacerse realidad, desde España
hasta el imperio ruso. Tan solo en el Este el marxismo conservò sus connotaciones
explosivas originales. Cuando estalló la guerra en 1914, Lenin descubrió que el teòrico más
destacado de la ortodoxia socialdemòcrata alemana era un traidor.
KRIEGEL, Annie (1985). “La segunda internacional (1889-1914)”. En Droz, Jacques
(dir.) Historia General del Socialismo, España: Destinolibro. DIEGO

Explique las transformaciones y debates producidos en el seno del movimiento obrero a


partir del último tercio del siglo XIX

1. ¿En qué consistió el doble movimiento de expansión y diferenciación interna del


socialismo y cómo se relacionó con la conformación de la Segunda Internacional?

La desmembración de la AIT coincidió con la Comuna y constituyó el punto de partida de


una nueva etapa en el desarrollo del movimiento obrero internacional. Durante el último
tercio del siglo XIX el número de trabajadores de la industria crece considerablemente,
concentrados en grandes empresas y dando origen a nuevas categorías profesionales.

Esta expansión del mundo obrero provocó un auge en el sindicalismo donde la industria se
convirtió en la base sobre la cual se organizaron federaciones, centrales y confederaciones
sindicales.

El socialismo se beneficia de este avance general, desmoronándose sus fronteras tradicionales


y expandiéndose por fuera de Europa (Estados Unidos y Sudamérica). Paralelamente a esta
dimensión continental, comienza a articularse en partidos políticos autónomos de amplitud
nacional. Esto no era sólo una forma de capitalizar el avance de ideas socialistas en el seno de
la clase obrera y las masas populares, sino que hacía posible que el socialismo penetrara hasta
el núcleo de poder del aparato estatal.

La relación del sindicalismo con el socialismo y el proceso de formación del propio partido
socialista fueron los dos ejes en torno a los cuales se concretó el abanico de variantes
nacionales surgidas del proyecto socialista inicial.

Gran Bretaña: movimiento trade-unionista controló actividad obrera y condicionó la


implantación del socialismo, que no pudo ser autónomo hasta 1893 con el Partido Laborista
Independiente.

Alemania: Partido Social-Demócrata dirigió actividad sindical en función de estrategias


socialistas.

Bélgica: Completa integración de los tres tipos de organización obrera que constituían la
democracia socialista. Partido Obrero no era más que una federación dirigida por un Consejo
General en la que convergían fuerzas populares de secciones socialistas, sindicales y
cooperativas.

Francia: Sindicalismo y socialismo se desarrollaron paralelamente antes de competir en la


conquista de la opinión obrera. Cada versión teórica del socialismo se concretó en un partido
distinto hasta un proceso tardío y débil de unificación.

Si bien la formación e implantación de los partidos obreros y socialistas fue uno de los rasgos
característicos de la época de la Segunda Internacional, este proceso de conjunto no tuvo
carácter uniforme.

Este doble movimiento de expansión y diferenciación interna planteaba nuevamente la


cuestión de establecer relaciones institucionales que permitieran conservar no sólo un núcleo
doctrinal común sino la acción pensada y coordinada directamente a nivel internacional. El
gran problema a resolver era cómo reunir en coyunturas diversas una serie de tendencias
obreras caracterizadas por su diversidad nacional y hacerlas actuar conjuntamente sin anular
su capacidad autónoma de iniciativa.

2. ¿Cuál fue el fundamento de la centralidad del Partido Socialdemócrata Alemán y


cuáles eran sus características peculiares?

Debido a su rígido centralismo, la AIT no pudo seguir acogiendo a las diversas secciones
nacionales ni hacerlas avanzar en una dirección común. Fue por esto que se disgregó
rápidamente. En consecuencia, la Segunda Internacional se autoconcibió como una
federación flexible de partidos nacionales autónomos.

A pesar de aceptar el pluralismo doctrinal, llevaron a cabo un nuevo y doble procedimiento


para evitar que esta variedad degenerase en dispersión:

1. Implantar progresivamente una compleja red de instituciones centrales


2. Creación de un partido que sin asumir explícitamente el papel de dirigente
constituyese el modelo a imitar y seguir: el Partido Socialdemócrata Alemán.

El fundamento de su centralidad se basaba en el hecho de que el marxismo había triunfado


sobre todas las demás doctrinas socialistas. Además, no era casual que Marx y Engels fueran
alemanes. También fue un alemán, Bernstein, quien intentó abrir el primer proceso de fondo
al marxismo, poniendo de manifiesto que si la socialdemocracia alemana era la sección de la
Internacional con mayor arraigo se debía a que era también la más marxista.

Otros veían en la hegemonía alemana la culminación de una trayectoria histórica. Aquellos


factores que habían permitido triunfar al Estado alemán (organización, disciplina, unidad de
pensamiento, ciencia) fueron aprovechados por la social democracia adoptándolos a sus
propios fines.

Michels afirmaba que Alemania estaba predestinada a hacer resurgir un formidable


movimiento revolucionario obrero, debido a que tenía dos elementos necesarios

● hombres de ciencia consagrados por entero a la elaboración de las tesis que hacían al
socialismo un movimiento de ideas para acabar con el caos de la producción
● una clase obrera totalmente entregada a su propia organización

A fin de cuentas, la superioridad del socialismo alemán constataba del hecho fundamental de
su habilidad para combinar su creciente capacidad de intervención a corto plazo con su
vocación básica que le llevaba a presentarse como liquidador global y sucesor indiscutible de
este mismo régimen.

La socialdemocracia alemana se opuso a limitarse a la esfera de lo político y se transformó


en un medio de vida alternativo a la sociedad establecida.

● el partido como micro sociedad, sub- y contra- sociedad


● que ejerce todas las funciones de una sociedad avanzada
● que ofrecía a sus miembros una jerarquía específica para no anular la existencia
personal

3. ¿Por qué el revisionismo desató una “tormenta ideológica” al interior del


socialismo?
Bernstein pone en cuestión el marxismo a partir de la reflexión teórica y de la observación de
la realidad. Propone considerar al socialismo no como una corriente exterior y radicalmente
separada del liberalismo burgués sino como su heredero legítimo. Se debe darle importancia,
para él, a todo lo que suponga un perfeccionamiento progresivo de la democracia con
reformas socialistas. Desde este punto de vista no tiene sentido reivindicar el poder sólo para
el proletariado.

Fue en Francia donde la raíz de la crisis revisionista quedó al desnudo: el problema residía en
saber cuál debía ser la posición del socialismo en relación con la sociedad establecida, la
naturaleza y el grado de integración en ella que podía aceptar para seguir influyendo en su
desarrollo.

El revisionismo se vio oficialmente rechazado en el Congreso internacional de París del 1900


donde Kautzky propone que en un Estado democrático moderno la conquista del poder
político por el proletariado es el resultado de un largo y penoso trabajo de organización
proletaria en el terreno económico y político, de la regeneración física y moral de la clase
obrera y de la conquista gradual de los municipios y asambleas legislativas. La lucha de
clases impide cualquier alianza con fracciones capitalistas.

4. Explique las tres acepciones de la problemática del Imperialismo presentadas por


la autora y sus fundamentos para tratarlas de manera diferenciada

En una primera acepción de imperialismo, se lo confunde con el colonialismo del tipo anglo
indio durante y después de la era mercantilista.

Tres tendencias para tratar la cuestión colonial

● A la derecha, una primera corriente que veía en la idea colonizadora un elemento


integral del objetivo universal civilizador perseguido por el movimiento socialista
● En el centro, se denunciaba como evidente la barbarie colonial pero sin rechazar el
sistema colonial que, llevando el capitalismo a los países no civilizados, era un factor
de progreso
● A la izquierda, se recurría a un análisis económico que demostraba que la
colonización no contribuía a desarrollar ni las fuerzas productivas ni los medios de
producción de los países subdesarrollados.

En una segunda acepción, el imperialismo se refiere a la clásica opresión nacional practicada


en el ámbito de los viejos imperios dinásticos.

Tres tipos de hechos exigen tratar por separado la cuestión nacional y la colonial, aunque un
principio fundamentalmente común - el derecho de los pueblos a la autodeterminación- pueda
proporcionar una misma línea directriz para solucionar ambas.

Por una parte, el nivel de desarrollo económico de los países considerados como colonias es
muy distinto del de los países considerados víctimas de opresión nacional: aún siendo
eminentemente agrícolas, los países del este y sudeste europeo participan del despertar
industrial del continente y comienzan a tener un incipiente proletariado.

Por otra parte, aunque sea una burocracia extranjera la que se superpone a los órganos
administrativos locales, los países oprimidos mantienen una estructura estatal.
Por último, el nivel de conciencia de estos grupos humanos no puede compararse: el
problema colonial no es todavía un problema más que para los países colonizadores, mientras
que las masas populares de los países nacionalmente oprimidos se movilizan y encuadran
movimientos de liberación nacional.

Por lo tanto, en la época de la Segunda Internacional, la cuestión nacional es un problema


típicamente europeo vinculado a la reorganización de las estructuras estatales en el marco
económico de la industrialización y en el marco político de la generalización del sufragio
universal.

Cuando comienza a surgir el nacionalismo, este aparece como una variable que influye en el
aumento de las tensiones que podrían desencadenar un conflicto armado. En estas guerras se
plantea un debate sobre el rol del proletariado.

Por un lado, los que creen que si se renuncia a defender la independencia nacional y con ella
a la libertad de su propio desarrollo, nunca se tendrá la fuerza necesaria para derrocar al
capitalismo. Por el otro, los que se basaban en Marx en que las naciones sólo eran formas
dentro de las cuales operaba la lucha de clases.

En una tercera acepción por imperialismo se entiende una estrategia económica que, con el
fin de ganar para el capital mercados extranjeros y establecer con los países subdesarrollados
un tipo de intercambio siempre desfavorable para estos, sacrifica los intereses de la paz
mundial a sus cálculos egoístas.

5. ¿Cuál fue el programa definido por la Internacional ante la eventualidad de una


guerra imperialista?

Cuando se empezó a considerar que las guerras son producto del capitalismo y sobre todo de
la competencia económica internacional de los Estados capitalistas en el mercado mundial, se
llegó a la conclusión de que sólo la revolución proletaria, unificando bajo su dirección ese
mercado, puede poner fin a los antagonismos nacionales, reflejo del antagonismo de las
burguesías entre los diferentes países. La lucha contra la guerra implicaba la lucha
revolucionaria para implantar el socialismo.

De ahí surge la idea de que el movimiento obrero, por el mero hecho de existir, impone a la
burguesía un dilema inevitable: o bien, bajo la presión de la clase obrera organizada, renuncia
a recurrir a los enfrentamientos entre naciones rivales y reconoce implícitamente la ley
proletaria; o bien acepta el peligro de desencadenar un conflicto armado a sabiendas de que la
clase obrera organizada responderá a la guerra con la revolución. De este dilema se
desprendía que el proletariado organizado constituía la única garantía de paz.

Sobre esta base, los sucesivos congresos socialistas elaboran un doble programa

● uno preventivo, tratando de impedir que la burguesía recurriera a la guerra, intentando


orientar hacia una salida socialista el desenlace de las crisis económicas. Esto llevado
a cabo mediante una constante agitación contra veleidades bélicas y huelgas generales
en caso de que suceda.
● uno curativo, buscando que la guerra burguesa se convirtiera en revolución proletaria.

6. ¿Por qué la autora afirma que “la Internacional fracasó precisamente en su papel
de Internacional”?
Porque:

● Jamás elaboró un documento de orden general sobre el problema de la práctica


socialista en torno a la cuestión nacional
● No supo resolver la representatividad de los delegados
● Ninguna teoría socialista sobre la cuestión nacional logró poner en claro cómo
podrían ser aplastadas las raíces del nacionalismo.
● Por su carácter federalista y por su impotencia no sirvió como un Estado Mayor con
capacidad para decidir dónde y cuándo las reivindicaciones nacionales debían ser
defendidas
● Su programa curativo no daba una respuesta suficientemente clara y no tenía en
cuenta a países donde el proletariado aún no tenía motivos para desvincularse del
objetivo nacional de la burguesía. Por otra parte, el hecho de que una guerra
típicamente imperialista enfrente entre sí a dos bloques de intereses económicos
exclusivamente burgueses no resuelve la cuestión táctica de la actitud del proletariado
en relación con la guerra: de producirse, la intervención socialista no debe favorecer
unilateralmente la victoria de un bloque sobre otro.

El proceso de democratización. Los límites de la democracia liberal

HOBSBAWN, Eric (1989). “La política de la democracia”. En La era del Imperio


(1875-1914), Barcelona: Labor. LUISI

Analizar los alcances y límites del proceso de democratización entre 1870 y 1914 y las
nuevas formas de la política de masas. La explicación de este proceso requiere analizar los
siguientes aspectos:

- Experiencias y desarrollo social que explican el proceso de democratización; -


inevitabilidad y manipulación de la democratización; formas de movilización: el partido, la
retórica y la hipocresía.

Es evidente tanto para la burguesía como para la aristocracia que sus intereses no son
compartidos por la clase obrera. Debido a esto, el liberalismo del siglo XIX defendió la
existencia de constituciones y asambleas soberanas elegidas que, sin embargo, luego eran
saboteadas antidemocráticamente, por ejemplo, mediante el sufragio restringido. La
burguesía teme que el destino político de los estados llegue a las manos de las masas porque
podría desestabilizar el orden social, incluso si no se presentase en forma de revolución como
lo hizo antiguamente.

Ya en 1870 existían sistemas electorales basados en el desarrollo amplio del derecho al voto.
Los gobiernos no se entusiasmaban en introducir estos procesos, pero hubo que ceder ante la
agitación y presión popular, porque se temía más a las consecuencias impredecibles.
Agitaciones como las socialistas de la década de 1890 y la Revolución Rusa contribuyen a la
democratización, así que, cuando las masas dejan en claro que aparecerán en el escenario
político tarde o temprano, las clases gobernantes les conceden un lugar, pero llevando a cabo
diferentes estrategias que Hobsbawn califica como una “manipulación descarada” para
seguir teniendo el control. Esto quiere decir que la democratización era siempre incompleta.
Se llevaron a cabo medidas como la limitación del papel político de las asambleas elegidas
por el sufragio universal, la creación de una segunda cámara con miembros hereditarios que
se dedicase a controlar la primera, se establecen colegios electorales, elementos del sufragio
censitario reforzados por la exigencia de una cualificación educativa. También se utiliza el
gerrymandering para manipular los límites de los distritos electorales, las votaciones
públicas, el clientelismo político y la elasticidad de la edad mínima para votar.

Si bien esto retrasa la democratización, no la detiene. Y como consecuencia, las masas se


movilizaban, lo cual implica su organización, la existencia de partidos de masas, propagandas
y medios de comunicación propios. Estos aspectos plantean nuevos problemas. Llevaba a los
políticos a dirigirse a las masas, hablar directa o indirectamente con ellas mediante la prensa
popular. Es que cuando los gobernantes querían decir lo que pensaban, lo hacían a
escondidas, únicamente donde hubiese miembros de la elite o reunidos en lugares muy
diferentes a aquellos donde eran los debates parlamentarios o asambleas. Para Hobsbawn,
esto vuelve a la era de la democratización en una era de hipocresía política pública, de
duplicidad y sátira política. Había un gran abismo entre el discurso político y la realidad
política.

Con la democratización también viene la época dorada de la sociología.

- Conformación de las "masas": sectores sociales; lealtades políticas; - partidos políticos de


masas

Las masas que se movilizaban en la acción política se conformaban por diferentes clases
formadas por estratos sociales situados por debajo y al margen del sistema político.

● La más destacada era la clase obrera.


● También estaba la pequeña burguesía tradicional, una coalición amplia y mal definida
de estratos intermedios descontentos, entre ellos maestros artesanos y pequeños
tenderos. Estos, sin embargo, no estaban dispuestos a admitir ser iguales a los
miembros de las clases medias bajas.
○ A partir de la década de 1880, el antisemitismo se convierte en un componente
básico de los movimientos políticos organizados por estos sectores.
● El campesinado, que constituía gran mayoría de la población en muchos países y
también el grupo económico más amplio de todos. Raramente se involucró política y
electoralmente como clase, incluso aunque se movilizó como grupo económico de
presión y formó parte de organizaciones relacionadas con el comercio.
● También se movilizaron los cuerpos de ciudadanos unidos por lealtades sectoriales
como la religión o la nacionalidad.
● La existencia de movimientos político-confesionales como fenómeno general fue
dificultada por el ultraconservadurismo y la Iglesia Católica. Esta última apoyaba
partidos conservadores y movimientos nacionalistas que no fueran seculares.
“Apoyaba a cualquiera frente al socialismo y la revolución”. Únicamente existían
partidos católicos de masa en Alemania, Países Bajos y Bélgica.
○ La religión era políticamente inseparable del nacionalismo. La identificación
nacional era un agente movilizador extraordinario y efectivo.

La movilización política de masas no fue muy habitual. El partido de masas ideal consistía en
un conjunto de organizaciones o ramas locales junto con un complejo de organizaciones que
se organizara también de esa manera, es decir, con ramas locales, para objetivos especiales
pero integrados con los objetivos políticos amplios del partido.

Además, los movimientos de masas eran ideológicos, no simplemente grupos de presión que
solo querían cumplir sus objetivos. Por naturaleza en este sentido se multiplicaron. La
religión, democracia, el socialismo, nacionalismo y las ideologías precursoras del fascismo,
constituyeron un nexo entre las nuevas masas movilizadoras, independientemente de los
intereses que representan. Otra característica de las movilizaciones de masas es su globalidad.
Lograron quebrantar la política regional o local, minimizando esta y llevándola más allá,
integrando movimientos mucho más amplios.

Se hizo cada vez más incompatible con el sistema político de notables, porque este se basaba
simplemente en una serie de individuos poderosos e influyentes en la vida local. De esta
manera, el jefe no desaparece, pero ahora es el partido quién hace al notable, o al menos, le
salva del aislamiento y la impotencia política. Como consecuencia, las elites debieron
ajustarse para encajar en la democracia, principalmente a través de comités, notables del
partido y minorías activistas. Este cambio desembocó en diversos conflictos entre los
antiguos notables y los nuevos agentes políticos y otros dirigentes de los partidos locales.

El partido era para sus seguidores una representación, así que era simple para la organización
ocupar el lugar de sus miembros y seguidores, y a sus líderes dominarla. Los movimientos
estructurados de masas no eran repúblicas de iguales, pero el conjunto entre organización y
apoyo de masas permite estados potenciales.

- la unidad del Estado; la estabilidad económica; la legitimación

Las implicancias de la democratización involucran problemas para los gobernantes y las


clases dirigentes. Entre ellos se encuentra el problema de mantener la unidad de los estados, y
el problema de garantizar la legitimidad e incluso supervivencia, de la sociedad, ante la
existencia de partidos de masas que buscan la revolución social. Estas amenazas se ven
acentuadas por culpa de la corrupción y los conflictos de partidos.

En los Estados democráticos con división de poderes, el Ejecutivo era en cierta forma
independiente del Parlamento elegido, aunque es peligroso que este pudiera paralizarlo. Pero
en el modelo europeo de gobierno representativo donde este depende de parlamentos
elegidos, tiene problemas insuperables, de manera que la continuidad efectiva del gobierno y
de la política queda en manos de funcionarios de la burocracia, permanentes, no elegidos e
invisibles. La corrupción era más visible pues los políticos aprovechaban el valor de su apoyo
a los hombres de negocios u otros intereses. La inestabilidad parlamentaria y la corrupción
pueden ir de la mano en gobiernos basados en el clientelismo político.

- nuevas estrategias de la clase dirigente

Las clases altas son conscientes del peligro que implica la democratización y el crecimiento
de las masas. Se sienten cada vez más arrinconadas por ellas y sus barreras cada vez se
debilitan aún más. Es difícil llevar a cabo estudios comparativos ya que la situación es
gradual y desigual. Con la aparición de la Primera Internacional los gobiernos comienzan a
encontrarse en situaciones iguales. Al ocurrir la Gran Depresión, la burguesía liberal no
vuelve a ocupar la posición dominante de no ser por retornos episódicos al poder. Sobre esto,
Hobsbawn sostiene “en cuanto era posible mantener al margen … problemas insolubles o
desafíos fundamentales de revolución o sucesión, los políticos podían formar mayorías
parlamentarias cambiantes, que constituían aquellas que no deseaban amenazar al estado ni
al orden social.” El desafío real al sistema provenía de los medios extraparlamentarios, y no
se consideraría el levantamiento desde abajo en países constitucionales.

Sin embargo, la situación no va a sostenerse por más tiempo, de manera que, cuando los
gobiernos se encontraron frente a la aparición de fuerzas irreconciliables en la política, su
primer instinto es la coacción, entonces, en el decenio de 1890 comienza una era de nuevas
estrategias políticas, a pesar de que hicieron muchos esfuerzos por limitar su impacto a nivel
estatal. La sociedad burguesa teme por su futuro, pero conserva la confianza gracias al avance
de la economía.

Su objetivo básico era el movimiento obrero y nacionalista, al cual consideraba más fácil de
controlar que al nacionalismo y al catolicismo, principalmente porque estos últimos eran
fáciles de integrar ya que por lo general se contentaban con la salvaguarda de los intereses
específicos de la iglesia.

Costó integrar a los movimientos obreros en la política porque los empresarios enfrentaban
huelgas y sindicatos y se veían reacios a abandonar la política de mano dura. En la mayoría
de los países los empresarios no se reconocieron como clase hasta 1914. También hubo
problemas donde los nuevos partidos obreros se negaron a cualquier compromiso con el
estado y el sistema burgués, pero hacia 1900 ya existía un ala reformista en todos los
movimientos de masas que fue gradualmente incluida en el sistema, y cuya posición fue muy
criticada por el marxismo revolucionario. Era imposible incluir a estos últimos en el
gobierno. Lo que impulsaba a los hombres de las clases gobernantes a acercarse a esta
izquierda era el “deseo de explotar las posibilidades de domesticar a esas bestias salvajes del
bosque político”. Aunque la estrategia demostró resultados dispares, sirvió para separar a los
movimientos obreros de masas en un ala moderada y otra radical.

Para hacer funcionar la democracia, los gobiernos se inclinaron por la creación de programas
de reforma y asistencia social, lo cual socavó la posición liberal partidaria de la no
intervención estatal. Bismarck decidió llevar a cabo un ambicioso plan de seguridad social, al
cual le siguieron Austria, Gran Bretaña y Francia. Los planes de asistencia social fueron
modestos hasta 1914, no obstante, no lograron detener el avance del Partido Socialista. Es
evidente el incremento inevitable de la importancia y el peso del Estado.

- Ritualización de la política

Esto nos lleva a pensar, ¿no era posible conseguir la lealtad de las masas sin una política
social? La guerra tenía un gran potencial demagógico también, pero el problema es más
amplio. ¿Se puede legitimar a los regímenes estatales y a las clases dirigentes a los ojos de las
masas? Era una emergencia responder tales cuestiones porque los viejos mecanismos de
subordinación social se derrumban.

En este momento los gobiernos, intelectuales y los hombres de negocios descubren el


significado político de la irracionalidad. Entonces, la vida política se ritualiza, se llenó de
símbolos y reclamos publicitarios abiertos y subliminales. Mientras más débiles se
encontraban los métodos antiguos que aseguraban la subordinación, obediencia y lealtad, fue
cada vez más necesario encontrar otros que los sustituyeran, lo cual se llevó a cabo por medio
de la invención de la tradición, utilizando elementos antiguos y experimentados capaces de
provocar emoción, como la corona y la gloria militar, como el imperio y la conquista
colonial. Este sistema se basa en una mezcla de plantación desde arriba y crecimiento desde
abajo. Los gobiernos y elites entendían qué hacían al crear las fiestas nacionales o al impulsar
la ritualización de la monarquía británica. No se creó la ritualización desde el sentido de una
necesidad o satisfacción emocional, sino como forma de llenar el vacío dejado por el
racionalismo político liberal, la nueva necesidad de dirigirse a las masas y su propia
transformación. Con todo esto la industria publicitaria madura, principalmente porque la
iniciativa de tradiciones se dio paralelamente al descubrimiento comercial del mercado de
masas y sus espectáculos y entretenimientos.

Mientras más se manipulan y explotan las emociones populares o que integrasen temas de la
política de masas, mayor aún sería el éxito de las iniciativas oficiales. Así se dio dentro de las
fronteras de los regímenes políticos, una guerra silenciosa por el control de los símbolos y
ritos de la pertenencia a la especie humana. El mayor medio para llevarlo a cabo fue el
control de la escuela pública. De todos estos símbolos, podría decirse que el más poderoso
era la música en sus formas políticas –himno/marcha militar-. Afortunado sería aquel
régimen que moviliza símbolos aceptados universalmente.

Muchas veces los movimientos de masa crearon sus propios contra símbolos, como la
Internacional socialista cuando se apropió del himno de la revolución, la Marsellesa. Todos
los movimientos de masas tendieron a formar un complejo de asociaciones y contra
comunidades en torno a centros de lealtad que rivalizaban con el estado.

Conclusión: En general en el período anterior a 1914, las sociedades políticas y clases


dirigentes de la Europa occidental consiguieron controlar las movilizaciones de masas
subversivas. En la mayor parte de los estados, el período transcurrido entre 1875 y 1914 fue
de estabilidad política, a pesar de las alarmas y los problemas. Los movimientos socialistas
anunciaban la revolución, pero tenían, por el momento, otras cosas en que ocuparse. Cuando
estalló la 1GM, la mayor parte de ellos se vincularon con sus gobiernos y clases dirigentes.

En el período mencionado las clases dirigentes descubrieron que la democracia


parlamentaria, a pesar de sus temores, fue perfectamente compatible con la estabilidad
política y económica de los regímenes capitalistas. Este sistema era decepcionante para los
revolucionarios sociales. ¿No era una ilusión pasajera la estabilidad de esa unión? El
optimismo democrático y la fe en la inevitabilidad histórica podían hacer pensar que era
imposible detener su progreso universal. Luego del facismo, parecìa que inevitablemente el
capitalismo tenía que abandonar la democracia burguesa. Pero esto también era erróneo: la
democracia burguesa renació en 1945 y desde entonces ha sido el sistema preferido. El
progreso de la política democrática entre 1880 y 1914 no hacía prever su permanencia ni su
triunfo universal.

La gran depresión de 1873. El Imperialismo

HOBSBAWN, Eric (1989). “La economía cambia de ritmo”. En La era del Imperio
(1875-1914), Barcelona: Labor. LAILA

Analizar qué cambios ocurrieron en la economía de los países industrializados a fines del
siglo XIX.

1. ¿Cómo afectó al sector agrícola la depresión de los precios qué comenzó en 1873?
¿Cómo reaccionaron los campesinos?
La agricultura fue el sector más deprimido de la economìa. La producciòn agrìcola inundaba
los mercados mundiales, protegidos hasta entonces por los altos costos del transporte, de una
competencia exterior masiva. Las consecuencias para los precios agrícolas fueron
dramáticas. En 1894, el precio del trigo era más de un tercio del de 1867, cosa beneficiosa
para el comprador pero desastroso para el trabajador agrìcola.
La población, en este caso, emigró o empezó a tomar acciones cooperativas. La primera
respuesta la llevaban a cabo quienes no tenían tierra. En 1880 se conoció las mayores tasas
de emigraciòn a ultramar de los paìses de emigraciòn. La segunda respuesta la tomaron los
campesinos con explotaciones potencialmente viables. Se multiplicaron en varios paìses las
sociedades para la compra cooperativa de suministros, la comercializaciòn en cooperativa, y
el procesamiento cooperativo.
2. ¿Qué medidas adoptaron algunos Estados para tratar de mitigar los efectos de la Gran
Depresión?
Ningún periodo fue más deflacionario que el del 1873-1896, cuando los precios descendieron
en un 40% en el Reino Unido. La deflación hace que se disminuyan los beneficios. Una gran
expansiòn del mercado puede compensarlo, pero no crecìa lo suficiente en parte porque la
tecnologìa industrial aumentaba la producciòn, en parte porque aumentaba el nùmero de
competidores en la producciòn, incrementando la capacidad total, y tambièn porque el
desarrollo de un gran mercado de bienes de consumo era lento. Tambièn los costos de
producciòn eran estables a corto plazo. En algunas partes la situación se complicaba por la
caída gradual del precio de la plata y su tipo de cambio con el oro.
Una de las soluciones propuestas consistía en un “monetarismo a la inversa” donde se
atribuía al descenso de los precios a la escasez de oro, que era cada vez más la base exclusiva
del sistema de pago mundial. Un sistema basado en el oro y plata, podrìa elevar los precios a
travès de la inflaciòn monetaria.
Los gobiernos se mostraron más dispuestos a escuchar grupos de interès o votantes que les
impulsan a proteger a los productores nacionales de la competencia de los bienes importados.
Intentaban minimizar la superproducciòn defendièndose al menos de los adversarios
extranjeros. “La gran depresión puso fin a la era del liberalismo econòmico, al menos en el
capìtulo de los bienes de consumo”(el movimiento libre del capital, las transacciones
financieras y la mano de obra, se hicieron más notables). Las tarifas proteccionistas fueron
un elemento permanente, culminando con las tarifas de penalizaciòn (McKinley en EEUU).
3. ¿Por qué motivos Gran Bretaña siguió apoyando el librecambio sin restricciones?
Sòlo el Reino Unido defendìa la libertad de comercio sin restricciones, por razones varias:
● Ausencia de una clase campesina (y de un voto proteccionista)
● Era el exportador más importante de productos industriales y había orientado su
actividad cada vez más hacia la exportación en mayor medida que sus rivales.
● Era el mayor exportador de capital, de servicios financieros y comerciales y de
transporte.
● Era el mayor receptor de exportaciones de productos primarios del mundo y
dominaba el mercado mundial de alguno de estos (caña de azúcar, te, trigo).
La libertad de comercio parecía indispensable, al permitir a los productores de materia prima
de ultramar intercambiar sus productos por los manufacturados británicos, reforzando la
simbiosis entre el Reino Unido y el mundo subdesarrollado. Los costos de esta situaciòn eran
importantes: implicò permitir el hundimiento de la agricultura britànica si no estaba
preparada para mantenerse a flote. El sacrificio era fácil puesto que las finanzas de los ricos
terratenientes descansaban en los ingresos de las propiedades urbanas y las inversiones, no
tanto de las rentas del campo.
Sobre si esto no podía llevar a un proceso de desindustrializaciòn, Hobsbawm plantea que
este miedo no era infundado, puesto que el capitalismo busca generar beneficio. Pero señala
que de momento los intereses de la City londinense no parecían estar contratados con los
representantes de la industria. Por eso el Reino Unido continuò mostràndose partidario del
liberalismo econòmico, otorgando a los países proteccionistas la libertad de controlar sus
mercados internos e impulsar sus exportaciones.
4. ¿Por qué afirma el autor que la industrialización y la depresión hizo de las economías
del mundo desarrollado un grupo de economías rivales?
Hobsbawm critica la teorìa pura del liberalismo econòmico de la època, insistiendo en la
importancia de las naciones. El mundo desarrollado no es un agregado de naciones, sino que
“la industrializaciòn y la depresiòn hicieron de ellas un grupo de economìas rivales, donde
los beneficios de una parecìan amenazar la posiciòn de las otras”. El proteccionismo
expresaba una situaciòn de competitividad econòmica internacional.
En el perìodo 1880-1914 el proteccionismo no era general ni tampoco riguroso, quedò
limitado a los bienes de consumo y no afectó al movimiento de mano de obra y a las
transacciones financieras internacionales. Esto contribuyò a ampliar la base industrial del
planeta, impulsando a las industrias nacionales a abastecer mercados domèsticos, que crecìan
a un ritmo vertiginoso. El incremento global de la producción y el comercio fue más elevado
que en los decenios del librecambio.
5. ¿Qué medidas tomaron los grandes empresarios para tratar de sobrevivir a la
depresión económica?
Pero no fue la respuesta econòmica más significativa del capitalismo a los problemas que le
afligìan. Está respuesta radicò en la combinaciòn de la concentraciòn econòmica, los trusts, y
la racionalizaciòn empresarial. Con esto se intentaba ampliar los màrgenes del beneficio,
reducidos por la competitividad y la caìda de precios.
La tendencia a abandonar la competencia ilimitada y a implantar la cooperaciòn de varios
capitalistas, se hizo evidente durante la gran depresiòn. El control del mercado y la
eliminaciòn de la competencia sólo eran un aspecto de un proceso más general de
concentraciòn capitalista, y no fueron ni universales ni irreversibles: en 1914 la
competitividad de las industrias estadounidenses del petróleo y acero era mayor que en 1900.
Debe aceptarse que la concentraciòn avanzò a expensas de la competencia del mercado, las
corporaciones a expensas de empresas privadas, grandes negocios y empresas a expensas de
las pequeñas, y esto implicò una tendencia hacia el oligopolio. A partir de 1880, el modelo
de distribuciòn se revolucionò.
La gestiòn científica fue fruto del perìodo de la gran depresiòn. Surgió la necesidad de una
forma más racional de controlar y programar las empresas grandes y deseosas de maximizar
los beneficios. La tarea del taylorismo fue la de sacar mayor rendimiento a los trabajadores.
Se hizo por tres vìas: 1) transferir el control del proceso productivo a la direcciòn, 2)
descomposiciòn sistemàtica de cada proceso en elementos componentes cronometrados, y 3)
sistemas distintos de pago de salario que supusieron incentivos para producir más.
Dice Hobsbawm: “la ´mano visible´ de la moderna organizaciòn y direcciòn sustituyò a la
´mano invisible´ del mercado anónimo de Smith”, y “la corporaciòn... sustituyò al
individuo”.
6. ¿Cómo influyó la Gran Depresión en el origen del imperialismo?
Una tercera manera para solucionar estos problemas era el imperialismo. La presión del
capital para conseguir inversiones más productivas, así como la producción a la búsqueda de
nuevos mercados, contribuyò a impulsar la polìtica de expansiòn, que incluìa la conquista
territorial.
¿Cómo era la economía mundial durante la era del imperio?
● Su base geográfica era mucho más amplia que antes. El mercado internacional de
materias primas se amplió extraordinariamente, lo cual implicó el desarrollo de las
zonas dedicadas a su producción y su integraciòn al mercado mundial.
● Era más plural que antes. El Reino Unido dejó de ser el único país totalmente
industrializado, la era del imperio se caracterizó por la rivalidad entre los diferentes
estados. Las relaciones entre el mundo desarrollado y el subdesarrollado eran
variadas y complejas. La dependencia se mantuvo e incrementò de los servicios
financieros, comerciales y navieros con respecto al Reino Unido. Era la City
londinense el centro de las transacciones internacionales, sus servicios comerciales y
financieros obtenìan ingresos para compensar su dèficit en la balanza de artìculos de
consumo. El relativo declive industrial del Reino Unido reforzó su posiciòn
financiera: importaba productos manufacturados y sobre todo sus ingresos invisibles.
● Revoluciòn tecnològica: sólo si se la considera en retrospectiva, para los
contemporaneòs solo sustituyò o reforzò la primera.
● Doble transformaciòn en la estructura y modus operandi de la empresa capitalista: se
produjo la concentraciòn de capital, el crecimiento en escala, el retroceso de la libre
competencia, y la racionalizaciòn de la producciòn y gestiòn de la empresa.
● Transformaciòn del mercado de bienes de consumo: un cambio cuantitativo y
cualitativo. Comenzò a dominar la industria promotora de bienes de consumo por la
urbanizaciòn, incremento de poblaciòn e ingresos reales; ya que el imperialismo
contribuyò a la apariciòn de una serie de productos y servicios nuevos para el
mercado de masas.
● Crecimiento absoluto y relativo del sector terciario de la economía: ya sea público o
privado.
● Convergencia entre polìtica y economìa: el papel del gobierno y sector pùblico crece,
“la mano era cada vez más visible”. Por un lado, la democratizaciòn de la polìtica
impulsó a los gobiernos a aplicar polìticias de reforma y bienestar social. Por otro
lado, las rivalidades políticas entre los Estados y la competitividad econòmica entre
grupos nacionales convergieron contribuyendo tanto al imperialismo como a la
gènesis de la 1GM. El sector público tenía un peso relativo en la economìa modesto.

HOBSBAWM, Eric (1989). “La era del Imperio”. En La era del Imperio (1875-1914),
Barcelona: Labor. JUANMA

Analizar y argumentar por qué el autor define el período 1875-1914 como la era del Imperio

1. ¿Por qué el proceso imperialista surgió después de 1870? (Acá sumé también la
perspectiva del autor sobre el fenómeno en general, era la ex pregunta 3 pero quedaba
mejor todo junto)
El proceso imperialista surgió después de 1870 ya que, a partir de dicha década, los países
capitalistas recientemente desarrollados -principalmente aquellos que lograron consolidar sus
economías capitalistas con la Revolución Industrial- comenzaron a erigirse como potencias
imperialistas, países con dominio sobre países “atrasados”.
En este período comienza una nueva dinámica de dominación: el imperialismo colonial. Con
la consolidación del poderío económico y militar de las potencias durante la década de los
70, la década siguiente fue en la cual se dieron las primeras acciones para convertir dicho
poderío en “una conquista, anexión y administración formales de los países
subdesarrollados y “preindustriales”.
Las acciones fueron certeras, tal es así que la mayor parte de los continentes quedaron en
manos de las potencias Europeas. Se trató principalmente de África y Asia, cuyo dominio
político, económico y administrativo pasó a estar, formal o informalmente, en manos de Gran
Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Holanda, Bélgica y Japón principalmente.
Ahora bien, tal y como indica el sentido de la pregunta, para entender este proceso debemos
atender al desarrollo cúlmine que el capitalismo logró en la década del 70. Como venimos
viendo en textos anteriores, el acontecimiento más importante del siglo XIX es la creación de
una economía global, que hacia el final de este siglo logra penetrar en los rincones más
remotos del mundo. Esta economía global se componía de “un tejido cada vez más denso de
transacciones económicas, comunicaciones y movimiento de productos, dinero y seres
humanos que vinculaba a los países desarrollados entre sí y con el mundo subdesarrollado”.
Para Hobsbawm, este tejido es el que explica el proceso de imperialismo expansionista.
Las décadas anteriores a 1875 estuvieron caracterizadas por un crecimiento exponencial de
las exportaciones, estimulada por el desarrollo del transporte de bienes y personas. La tupida
red de transportes -ferrocarriles y barcos a vapor- construidos a partir de la Revolución
Industrial “posibilitó que incluso las zonas más atrasadas y hasta entonces marginales se
incorporarán a la economía mundial, y los núcleos tradicionales de riqueza y desarrollo
experimentaron un nuevo interés por esas zonas remotas”.
Además, el autor explica, que en esta etapa cúlmine del desarrollo capitalista y comercial, los
desarrollos tecnológicos y los patrones de consumo de los ciudadanos europeos adquirieron
cierto componente “exótico”. Esto hace referencia a la nueva necesidad o interés por algunas
materias primas sólo adquiribles en rincones recónditos y tropicales del mundo. “La
civilización necesitaba ahora el elemento exótico. El desarrollo tecnológico dependía de
materias primas que por razones climáticas o por azares de la geología se encontraban
exclusiva o muy abundantemente en lugares remotos” El caucho, el petróleo y los recursos
mineros fueron centrales en este proceso de desarrollo tecnológico. Asimismo, como
señalamos, también había un componente de consumo de los habitantes del mundo
desarrollado: ejemplo de esto son las bananas, el tabaco, el cacao o el café, productos
insignia de los países subdesarrollados del Caribe y de Latinoamérica, las hebras de té
asiáticas, o los cereales y carnes de las zonas templadas, que comenzaron a ser consumidos
cada vez más a partir de finales del siglo. “El crecimiento del consumo de masas en los
países metropolitanos significó la rápida expansión del mercado de productos alimenticios.”
A estos factores, de más está sumar la necesidad de nuevos mercados para insertar las
manufacturas industriales. Este tema fue extensamente tratado en textos anteriores. “La
convicción de que el problema de la “superproducción” del período de la gran depresión
podría solucionarse a través de un gran impulso exportador era compartida por muchos”.
“el factor fundamental de la situación económica general era el hecho de que una serie de
economías desarrolladas experimentaban de forma simultánea la misma necesidad de
encontrar nuevos mercados”. Este factor desencadenó la anexión y conquista de los
territorios del tercer mundo, nuevos mercados para insertar la sobreproducción de
manufacturas y obtener materia prima. Desde esta mirada, el imperialismo es una
consecuencia natural.
Es por esto que el autor establece que es difícil separar las causas económicas de las
políticas. “En este punto resulta difícil separar los motivos económicos para adquirir
territorios coloniales de la acción política necesaria para conseguirlo, por cuanto el
proteccionismo de cualquier tipo no es otra cosa que la operación de la economía con la
ayuda de la política”. La motivaciòn estratègica para la colonizaciòn era especialmente
fuerte en el Reino Unido.
Hobsabwm señala que la aparición de movimientos obreros y la democratización de las
naciones europeas tienen mucha influencia en el “nuevo imperialismo”. La conquista y
expansionismo pasa a ser una forma de obtener mayores excedentes de recursos para poder
amortiguar el déficit que constituye la introducción de mejoras sociales en las potencias. El
imperialismo creó cierto sentimiento identitario nacionalista-patriotico entre las masas
europeas, abriendo paso a la justificación y legitimación de los sistemas sociales y polìticos
de los Estados Nación. El imperialismo generaba un “cemento ideológico” para cohesionar a
las masas a la causa y neutralizar a las rebeldías sectoriales como los movimientos de obreros
nacientes.
Dicho “cemento ideológico” va acompañado de la lógica supremacista y de sentimiento de
superioridad que caracteriza al nacionalismo expansionista y que explica la mayoría de las
atrocidades cometidas el siglo posterior. La civilización occidental y burguesa buscaba
glorificar e imponer sus culturas, religiones, tradiciones, ciencia y costumbres al resto del
mundo incivilizado, inferior y bárbaro. Es por esto que, como indica Hobsbawm, el
imperialismo también conlleva un fuerte componente cultural. Esta lógica de superioridad
cohesionaba sociedades enteras, trazando puentes entre las clases sociales, siendo que hasta
el obrero más marginal de europa era señor de los habitantes del tercer mundo.
2. ¿Qué interpretaciones se dieron acerca de las causas del imperialismo?
Hobsbawm describe dos teorías diferentes, o conjuntos de teorías que pretenden explicar las
causas del imperialismo:
● La primera de estas es la teoría Marxista-leninista. Según esta el imperialismo se
explica a partir de las particularidades del desarrollo económico capitalista. Esta
perspectiva se expresa en su completitud en el texto de Lenin: “Imperialismo, fase
superior del capitalismo”. Esta nueva fase del capitalismo requiere, como vimos, el
dominio territorial de los países tercermundistas por parte de las potencias. Esta
competencia por el dominio fue lo que desencadenó las guerras que caracterizan al
siglo XX; explicando así a la 1GM como una guerra capitalista e imperialista.
● La segunda de estas son las teorías no marxistas las cuales negaban la importancia de
las raíces económicas del imperialismo. Además de esto niegan que la conquista de
nuevos territorios sea condición fundamental para el desarrollo capitalista. Asimismo
plantean que dicha dominación no tuvo efectos negativos para los países
conquistados. En este sentido y siguiendo con todo lo planteado, para este grupo de
teorías las guerras mundiales no se explican a partir del imperialismo, el capitalismo
no crea rivalidad entre potencias y por ende la dominación de territorios no explica la
guerra.
Aclara Hobsbawm: “todos los intentos de separar la explicaciòn del imperialismo de los
acontecimientos especìficos del capitalismo ... del siglo XIX han de ser considerados como
meros ejercicios ideològicos”

3. Analizar el efecto dispar que tuvo el imperialismo en los países industrializados y


en los neocoloniales.
Tras todo lo relatado, cae de maduro la asimetría en materia de resultados que generó el
imperialismo, proceso durante el cual los beneficios de los países industrializados fueron
absolutos, y los países colonizados o subdesarrollados se vieron duramente desfavorecidos.
“El impacto económico del imperialismo fue importante, pero lo más destacable es que
resultó profundamente desigual, por cuanto las relaciones entre las metrópolis y sus
colonias eran muy asimétricas”.
El Reino Unido consiguió su parcela en las nuevas regiones colonizadas del mundo, dada su
fuerza y experiencia fue la más extensa y valiosa parcela. En síntesis, mayor desarrollo
económico, más mercados disponibles, mejoras sociales para los habitantes de dichos países,
acceso a mayores y mejores recursos materiales, difusión cultural e ideológica,
hegemonización del mundo occidental, acceso a mano de obra barata, dominación política,
ubicación del excedente productivo, diversificación de las inversiones, entre muchas otras.
El impulso colonial parece haber sido más fuerte en los paìses metropolitanos menos
dinàmicos desde el punto de vista econòmico, era una compensaciòn potencial para su
inferioridad frente a sus rivales. En todos los casos existían grupos econòmicos concretos que
ejercìan una fuerte presiòn en pro de la expansiòn colonial, que justificaban por las
perspectivas de los beneficios para la naciòn. Mientras que algunos tuvieron importantes
beneficios, la mayor parte de las nuevas colonias atrajeron escasos capitales y sus resultados
econòmicos fueron mediocres.
Entonces: el nuevo colonialismo fue una consecuencia de una era de rivalidad econòmica,
intensificada por el proteccionismo. En la medida en que ese comercio metropolitano con las
colonias se incrementó en porcentaje respecto al comercio global, ese proteccionismo tuvo
un éxito relativo.
El imperialismo transformò imàgenes, ideas, aspiraciones, por la fuerza y por las
instituciones, mediante el ejemplo y la transformaciòn social. Lo que el imperialismo llevó a
las elites potenciales del mundo dependiente fue la occidentalizaciòn. Debìan
occidentalizarse sino querían quedarse atràs. En ese sentido, creò una serie de condiciones
que determinaron la apariciòn de lìderes antiimperialistas y, las condiciones que comenzaron
a dar resonancia a esas voces. El legado cultural más importante del imperialismo fue una
educaciòn de tipo occidental para las minorìas distintas.
La influencia que ejerció el mundo dependiente sobre los dominadores consistiò en el hecho
de que cada vez se considerò a los pueblos no europeos y sus sociedades como inferiores e
indeseables. Eran pueblos adecuados para la conquista o para la conversiòn de la civilizaciòn
real europea. Los valores de las sociedades no occidentales fueron perdiendo importancia
para su supervivencia, en un momento donde lo importante era la tecnologìa militar.
La red de comunicaciones globales, la accesibilidad de los otros paìses, intensifiò la
confrontaciòn y mezcla de los mundos occidental y exòtico. Lo último se integró cada vez
más en la educación cotidiana. Por lo general se reforzaba el sentido de superioridad de lo
civilizado sobre lo primitivo. Admiradores y soldados con aficiones intelectuales meditan
profundamente sobre las diferencias existentes entre sus sociedades y las que gobernaban, si
bien se basaban en un sentimiento de superioridad. Las vanguardias artìsticas occidentales
trataban de igual a igual a las culturas no occidentales.
El imperialismo dramatiza el triunfo de las clases dirigentes y las sociedades creadas a su
imagen còmo ningùn factor podrìa haberlo hecho. Un puñado de hombres de las clases
medias y alta de esos paìses, ejercìan ese dominio de forma efectiva. El número de personas
implicadas directamente en las actividades imperialistas era relativamente reducido, pero su
importancia simbólica era extraordinaria.
El triunfo imperial planteó problemas e incertidumbres. Problemas al hacerse insoluble la
contradicciòn entre la forma en que las clases dirigentes de la metròpoli gobernaban sus
imperios y la manera en que lo hacìan con sus pueblos. En la metròpolìs se impuso la
democratizaciòn, mientras que en los imperios coloniales prevalecìa la autocracia.
Incertiumbres enfrentò una pequeña minorìa de blancos con las masas aùn pasivas de los
oscuros o amarillos. Si el imperio era vulnerable ante sus súbditos, ¿no era vulnerable el
deseo de mantener la lucha darwinista por la supervivencia del más apto? ¿no conduciría el
imperialismo al parasitismo en el centro y al triunfo eventual de los bárbaros?
“Estas eran las pesadillas que perturbaban el sueño de la belle époque. En ellas los
ensueños imperialistas se mezclaban con los temores de la democracia”

MOMMSEN, Wolfgang J. (1978). “Las ideologías políticas”. En La época del


Imperialismo. Europa 1885-1918, Historia Universal (t. 28), México: Siglo XXI. DIEGO

Analizar las distintas teorías acerca del origen del imperialismo. Vincular la teoría del autor
con la situación política en Europa Occidental.

1. ¿Por qué afirma el autor que el liberalismo dejó de ser revolucionario en Europa
Occidental en la segunda mitad del siglo XIX?

En los últimos decenios del siglo XIX el programa político esencial del liberalismo europeo
se había impuesto en gran medida, al menos en Europa occidental y central. El liberalismo
era la fuerza progresista por excelencia de la política europea. Con cierta justificación, la
burguesía liberal podía considerarse en su acción política como representante de la nación
entera. Sin embargo, el argumento del liberalismo según el cual “la pobreza es
fundamentalmente incurable” resultó insostenible frente a la crítica socialista, al crecer, con
la industrialización progresiva, las masas proletarias de las nuevas grandes ciudades.

La democracia radical (aún demasiado débil) propugnaba la realización de los principios de


la soberanía del pueblo y no se contentaba con la confortable solución de “Estado de
derecho” y del constitucionalismo, que garantizaba, a través de un sistema electivo más o
menos plutocrático, la hegemonía política de las capas superiores de la burguesía y con ellas
de las antiguas fuerzas conservadoras. La situación cambió radicalmente durante los años 80
del siglo XIX. Las fuerzas del liberalismo comenzaron a declinar. El movimiento liberal, que
hasta entonces había sido incontestablemente el partido del progreso, cayó en un letargo
político. Como consecuencia, el liberalismo concentró sus energías en la defensa de las
posiciones políticas y sociales conquistadas, renunciando a la parte aún no realizada de su
programa político. La debilitación del empuje liberal en los últimos decenios anteriores a
1914 se hizo patente en todos los países europeos, aunque, de acuerdo con las diferentes
situaciones políticas, de forma muy diversa.

2. ¿Qué explicación da el autor acerca del origen del imperialismo? ¿Por qué lo
vincula al conservadurismo y al nacionalismo?
3. ¿Qué argumentos utiliza para descartar las otras teorías sobre el imperialismo?

La idea de la nación como comunidad de acción de todos los ciudadanos políticamente


maduros y pertenecientes a una misma lengua estuvo en principio estrechamente ligada a las
ideas liberales y democráticas.

Ya durante las crisis diplomáticas de los años 80 se hizo patente la fuerza explosiva del
nacionalismo. A los pueblos ya no les bastaba con jugar un papel dentro del sistema de
Estados europeos; ambicionaban ser una potencia ultramarina. Hay que distinguir este
imperialismo nacionalista del colonialismo europeo de siglos anteriores. Ya no se trataba de
adquirir territorios de ultramar para la explotación económica o para la colonización, sino de
la expansión o apropiación de territorios ultramarinos con la intención declarada de
abandonar el propio “status” de gran potencia europea y convertirse en gran potencia
mundial, aprovechando las posibilidades económicas, las ventajas estratégicas e, incluso, el
“material humano” de las colonias, para fortalecer la propia posición de dominio nacional.

Aunque interpretemos el imperialismo europeo de la época entre 1885 y 1914 como una
forma extrema del pensamiento nacionalista, también intervinieron en su expansión otros
factores de importancia. La doctrina del deber de las naciones blancas de transmitir a los
pueblos subdesarrollados las conquistas de la civilización europea, iba unida a la idea de que
las razas blancas estaban llamadas a dominar a los pueblos de color gracias a su mayor
vialidad y a su mayor cultura. La conciencia de una misión religiosa por cumplir también
formaba parte de la nueva ideología imperialista. Sin embargo, estos factores son secundarios
si se comparan con los motivos económicos que contribuyeron a desencadenar las grandes
energías imperialistas que comenzaron a actuar en todo el mundo desde 1885.

La agitación política de la época fomenta a abrir en ultramar nuevos mercados y nuevos


campos lucrativos de inversión a la propia economía y al propio capital, si se quiere evitar el
estancamiento progresivo de toda economía nacional. La estructura plutocrática de la
sociedad capitalista, en vista de que la demanda interior se ve frenada por los ingresos de la
gran masa, mantenidos constantemente bajos, conduce a una acumulación excesiva de capital
por invertir. Por esta razón los capitalistas se ven obligados a buscar lucrativas posibilidades
de inversión en territorios ultramarinos, en vez de hacerlo en los mercados interiores
demasiado limitados. De acuerdo con estas ideas, las capas superiores de los Estados
industriales europeos presionan al Estado para que éste cree posibilidades de inversión para
el propio capital y la propia economía en regiones ultramarinas subdesarrolladas. A pesar de
todo, los motivos económicos contribuyeron a la exacerbación de las pasiones imperialistas
de la época, únicamente en la medida en que iban unidas a expectativas y ambiciones
políticas de matriz nacionalista. Sólo en la encrucijada de las rivalidades nacionalistas, el
capitalismo moderno empezó a desarrollar rasgos imperialistas.

El análisis frío demostraba que los nuevos territorios, adquiridos con gran apresuramiento
desde comienzos de los años 80, no producían de momento resultados económicos positivos,
excepto en los casos de determinados grupos económicos restringidos, beneficiados por
concesiones monopolísticas del Estado.
Las causas fundamentales del imperialismo se hallan precisamente en el nacionalismo de
aquellas capas sociales que pasaron a un primer plano con el desarrollo de la sociedad
industrial, y no en unas supuestas necesidades objetivas del capitalismo de apoderarse de
mercados ultramarinos. El advenimiento de la idea imperialista provocó un cambio
fundamental en la estructura de la conciencia política europea. El liberalismo fue el primero
en acusar este cambio. El pensamiento clásico liberal se reconcilió difícilmente con la idea
de que el Estado, a través de una costosa política expansionista, abriera a la economía
nacional el camino hacia los territorios ultramarinos. Pero el espíritu de la época era más
fuerte y pronto los liberales descubrieron sus inclinaciones imperialistas.

La idea imperialista constituía un elemento extraño dentro de la ideología liberal tradicional


y el liberalismo europeo durante la lucha en pro o en contra del imperialismo se escindió en
facciones que se combatían entre sí. Así el liberalismo europeo pasó a través de una grave
crisis, de la que nunca llegó a recobrarse por completo.

El conservadurismo europeo tuvo que optar por mantener rígidamente sus viejas tradiciones,
aunque ello no fuera ventajoso desde el punto de vista político. En los últimos decenios
anteriores a 1914, el conservadurismo encontró sus principales puntos de apoyo ideológico
en la Iglesia: en el anglicanismo en Inglaterra, en el catolicismo en Francia y los demás
países latinos, y en el protestantismo, fiel a la monarquía, en Alemania. Esta alianza era
problemática y a la larga resultó poco ventajosa para las dos partes. Las viejas capas
aristocráticas, aún fuertes en sus tradicionales posiciones de poder, se mantenían únicamente
gracias a una hábil política de intereses, atrayendo a las élites burguesas y asegurándose el
apoyo de gran parte del campesinado.

4. ¿Cómo impactó el pensamiento imperialista en las principales corrientes políticas de


Europa Occidental?

La idea imperialista constituía un elemento extraño dentro de la ideología liberal tradicional


y, lógicamente, el liberalismo europeo durante la lucha en pro o en contra del imperialismo se
escindió en facciones que combatían encarnizadamente, llevando al liberalismo a una gran
crisis de la que nunca se recuperó. Por muy elásticos que se formularan los ideales
imperialistas, la contradicción interna entre una política fuerte de expansión y los ideales
libertarios del liberalismo tradicional era difícilmente superable. El pensamiento clásico
liberal, que pretendía reducir en la mayor medida posible la intervención del Estado y veía en
las leyes “naturales” del librecambio la forma óptima del orden económico, se reconciliaba
difícilmente con la idea de que el Estado, a través de una costosa política expansionista,
abriera a la economía nacional el camino hacia los territorios ultramarinos. Pero el espíritu de
la época era más fuerte y pronto los liberales descubrieron sus inclinaciones imperialistas.

En Alemania la doctrina del Estado nacional fuerte había preparado al liberalismo nacional
para el giro hacia el imperialismo, o al menos hacia una política consecuentemente
expansionista apoyada por un fuerte potencial militar. En contradicción con las ideas liberales
tradicionales, sobre todo la doctrina del derecho natural que por sí había encontrado una
economía muy débil en el liberalismo alemán, se definía al Estado como la organización de la
nación en función del poderío y llegaba a la conclusión de que únicamente un gran Estado
militar respondía a este ideal.

En Francia, por el contrario, la nueva doctrina imperialista en un principio encontró grandes


obstáculos. La idea imperialista constituía un elemento extraño dentro de la ideología liberal
tradicional y, lógicamente, el liberalismo europeo durante la lucha en pro o en contra del
imperialismo se escindió, al menos temporalmente, en facciones que se combatían
encarnizadamente. Así, el liberalismo europeo pasó a través de una grave crisis, de la que
nunca llegó a recobrarse por completo. Los signos de la época -no sólo en Alemania- iban en
la dirección opuesta. El movimiento liberal y su inspirador, la burguesía, temían precisamente
que un exceso de democracia pudiera conducir irremediablemente al reino del terror de las
masas. Los sentimientos de esta índole estaban muy extendidos, especialmente en Francia,
donde se habían hecho amargas experiencias con el sistema formalmente democrático del
cesarismo.

El nuevo conservadurismo radical, que se dirigía tanto contra la decadencia burguesa como
contra el materialismo burgués, halló un caudillo indiscutible en Charles Maurras. Este fundó
en 1899 la revista mensual “Action Française”, que incluía la creación de un Estado
corporativo de carácter autoritario entre los objetivos principales de su programa. Un
nacionalismo extremo, casi mítico, elementos antisemitas y racistas y el rechazo, puramente
negativo, del sistema social burgués, unidos a una idea monárquica de matiz clerical, crearon
una ideología de fuerte atracción emocional, en la que no faltaba el factor militarista que
oponía radicalmente las virtudes militares -valor, entrega al Estado y a la nación y obediencia
absoluta- a los ideales liberales de la burguesía.

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