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EL DERECHO EN SOCRATES

El pensamiento de este autor está deternimado por Friedrich, dentro del título de “El Derecho
como fundamento y supremacía de la ley”.

Sócrates, era un filósofo que creía en la supremacía de la ley. Esta debería estar por sobre todas las cosas
para que existiese el orden necesario en la vida. Además, para este pensador el fundamento principal de
nuestro conocimiento se encontraba en la razón del hombre.

El origen de sus raciocinios puede haber sido producto de su condición de versador, argumentador,
comentador y crítico de las tradiciones. Permanentemente deambulando por las calles, conversaba con
desconocidos; su filosofía coloquial consistía en jugar con las palabras del otro, no confrontaba directa y
bruscamente las concepciones de los demás, sino utilizando el pensamiento y razonamiento de los otros,
les daba forma, las ordenaba, de tal forma que pareciera que ellos mismos habían descubierto la verdad
que antes contradecían

La trascendencia de Sócrates es su peculiar capacidad para atreverse a contradecir los antiguos conceptos
de la vida y de las relaciones sociales. Sus especulaciones y discursos proponían la rebeldía de los hombres
contra los conceptos aprendidos acríticamente. Pensaba que cada hombre debía someter a examen los
conceptos por los que se conducía en la vida y no aceptarlos como verdades incólumes e irrefutables, así
instigaba a los hombres a dudar de los viejos conceptos que no habían pasado por previo examen crítico.
Este planteamiento era peligrosísimo para el régimen vigente, puesto que todo régimen se basaba en
reglas y conceptos ya aceptados que se manejaban como una especie de dogmas con carácter social. Fue
por esta causa que Sócrates -según cuenta Platón- fue acusado de pervertor de la juventud, sometido a
juicio y sentenciado a muerte. Sócrates sin embargo, habiendo podido apelar de esta decisión o huir
eludiendo así la sentencia, no lo hizo. ¿Porqué? La explicaciones que dan casi la mayoría de los autores es
que prefirió morir -ingiriendo la cicuta- a faltar a las leyes de Grecia, porque era un convencido de la
necesidad del respeto de las leyes y de las decisiones jurídicas para el buen gobierno y convivencia de la
gente en una sociedad civilizada. La decisión de este filósofo determinaba algo: el convencimiento en la
supremacía de la ley y del rigor que esta revestía como elemento imprescindible. Sócrates creía en la ley
griega, en el orden jurídico, y en la importancia de someterse a esta ley y orden. Pensaba que la ley no era
el problema sino los hombres.
Su concepción del respeto a la organización social jurídicamente establecida, al imperio de las leyes y al
develamiento de la capacidad de errar del hombre investido de autoridad, el tratamiento que le dio a su
caso, la determinación con que aceptó el fallo injusto, nos sorprende aún hoy. Sócrates planteó una
reflexión filosófica jurídica, esta es la certeza de que la corrupción no está en las leyes, sino en los
hombres.

Así el orden, la disciplina y la organización se lograría sólo a través del cumplimiento dogmático de las
leyes, -parece discernir- ¿aun a costa de la vida? Sócrates responde -con su muerte- que sí. Y falleció
creyendo que era lo mejor para su sociedad, para el orden, para la Ley. Su sacrificio valió para que muchos
filósofos, juristas, etc, argumentaran la necesidad del apego y respeto a la ley en forma dogmática y
absoluta. Esto exponía la idea de que la forma vale más que la sustancia o la verdad. Con la muerte de
Sócrates prevaleció la norma y no la vida. El carácter de su filosofía tenía en este referente un carácter de
subordinación.

Sócrates habría obedecido a una cuestión moral, al principio de seguridad jurídica, cree en el Derecho
Natural y en su superioridad, pero al acatar la sentencia se ha inferido el Derecho Positivo. “Sócrates en
el Critón, hace del respeto de las leyes el fundamento místico de la moral cívica

Ahora bien, el principio de seguridad jurídica por la que ha muerto Sócrates explica que la justicia no
puede existir si no se obedecen las decisiones de los tribunales. Pero Sócrates explica que la teoría jurídica
no es la que ha fallado, no es la ley la incorrecta, sino la aplicación, la injusticia es característica y dominio
de los hombres no de las leyes. Las leyes no pueden ser justas o injustas, sino sólo preceptos normativos.
La intermediación entre el hombre y la Ley es “la interpretación”, este es el punto clave de todo sistema
jurídico. Así que lo que ha fallado no son las leyes -dice- sino los hombres y su forma de interpretar las
leyes.

Una nota de la trascendencia de la fundamentación del pensamiento en Sócrates es el sentido positivista


que se le da a las leyes actualmente. El imperio de la ley, es desde este pensador, un argumento válido y
necesario para la efectivización de una sociedad civilizada. Así que, especulando, podríamos decir que tal
vez el argumento descrito en la frase “La ley es la ley” como mecanismo de validez y legitimidad de los
actos humanos y la determinación de estos a la autoridad, puede devenir desde Sócrates.

Por otro lado, la preocupación por la ley, estaba engajado también en el fin filosófico. La filosofía
designaba la categoría legislativa, su función y justificación; como lo expone Claude Du Pasquier que “La
filosofía asignaba a la legislación el fin más elevado: las leyes debían conducir al hombre a la virtud
oponiendo a las pasiones malsanas una sólida barrera.”[6]

Otro de los fundamentos trascendentales del pensamiento socrático era la proposición que hizo a los
hombres de gobernarse así mismos. Esta era la base para lograr la virtud. Pensaba que si lográramos que
nuestros complejos, resentimientos y demás emociones negativas, no afectaran a nuestros sentidos, y
capacidad de actuar o no actuar, lograríamos en realidad la base de toda la vida humana: el autogobierno.
Además, agregaba, que aquellos que lograran esto -el autogobierno- mostrarían indicativos de que son
mejores que el resto y por lo tanto serían los más indicados para conducir a la sociedad. Es decir, serían,
según este enfoque, los mejores los llamados a gobernar. En conclusión el principio fundamental era el
autogobierno que determinaba el bien.

"El verdadero ser busca su perfección interior, el autogobierno, el aprendizaje continuo. En eso y solo en
eso consiste el bien."

Otra de sus contribuciones al pensamiento y razocinio occidental fue su método de reflexión: la


Mayéutica, es decir aquel método por la cual utilizando el diálogo y las preguntas se llega a la verdad.
Llega a esta conclusión porque cree que las personas tienen el conocimiento de la verdad última dentro
del alma, y que esta verdad para comprenderse, tenerse, sólo necesita de someterse a la reflexión
consciente para salir a la luz. Para demostrar esto Sócrates plantea a través de una ficción la forma en que
un esclavo ignorante puede llegar a la formulación del teorema de Pitágoras, demostrando así que el
conocimiento está innato en el alma, en vez de ser implícito o inseparable de la experiencia.

Sócrates, por otro lado, creía en la existencia de normas absolutas y universales sobre lo que es correcto
o no, "pensaba que la capacidad de distinguir entre lo que está bien y lo que está mal se encuentra en la
razón, y no en la sociedad". Creía en la existencia de un orden absoluto e universal que podía ser
descubierto por medio de la razón, para el buen gobierno.

Resumiendo, la filosofía de Sócrates, proponía por un lado la búsqueda de un autogobierno; que en todo
caso, los gobernantes deberían ser los mejores; el respeto a las leyes; y la creencia de la existencia de un
orden absoluto y universal.

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