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Cajas y arcas:

Estas cajas se usan para cargas unitarias de piezas pequeñas que pueden moverse en
forma natural durante la operación o que pueden apilarse en un contenedor grande
para formar parte de una carga unitaria. Estas cajas pueden conseguirse
principalmente de metal o de plástico y también se fabrican de otros materiales como
madera, cartón, lamina de fibra y plexiglás.
Cajas de plástico (canasta):
Las cajas de plástico tienes muchas aplicaciones donde se manejan piezas pequeñas y
ligeras y en ambientes en donde se necesita protección contra productos químicos
corrosivos o un alto grado de limpieza. Los contenedores de plástico se limpian con
mucha facilidad sin dañar o deteriorar el material. Su capacidad para moldearlas
permite incorporar las características que se desean de ellas como parte integral del
contenedor, lo cual facilita incluir medidas para embonarlas y apilarlas.
Existen tres tipos principales:
Embonado directo. Esto se refiere a las cajas que pueden embonarse una dentro de
otra cuando no se usan. Este tipo de cajas exige el uso de tapas o cubiertas si es
necesario apilarlas, pero se logra la máxima protección para el producto, debido a que
una caja no caerá dentro de otra. El diseño de las cajas de embonado directo se
caracteriza por sus lados ahusados, lo cual redúcela utilización del espacio y no deben
usarse para almacenamiento en estantes
Apilamiento recto: este método para apilar cajas es ideal, debido a que sus lados
tienen un ahusamiento mínimo para almacenarlas en estanterías y para usarlas como
un contenedor interno de máximo uso del espacio. Debido a que los lados y los
extremos son los que soportan la carga, pueden apilarse mayores pesos que cuando
se emplean cajas de embonado directo.
Combinación de apilado y embonado. Estas característica puede encontrarse en
algunas cajas y puede modificarse al orientar las cajas y relacionarlas entre si

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