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RESUMEN

Alumno: Angel Prado Caamaño

Diplomado en Estudios Teológicos

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Objetivo general:

El siguiente trabajo tiene por objetivo general el resumen comprensivo de fragmentos


escogidos de dos textos: uno de ellos es “Para leer el Nuevo Testamento” de E. Charpentier y el
segundo, “El Nuevo Testamento” de G. Theissen.

Para ello se dividirá el trabajo en dos partes, precisamente en cuanto a los fragmentos de
los dos libros en referencia.

Primera Parte: “Para Leer el Nuevo Testamento”, E. Charpentier.

Los fragmentos que se abordarán en esta parte refieren a la visión que entregan los
diversos evangelistas y no evangelistas, en general, algunos escritores del Nuevo Testamento,
respecto a la figura de Jesús en tanto persona y en tanto el Cristo esperado por el pueblo, por
cuanto la cada uno de ellos ofrece una visión diferente, pero a la vez singular de la personalidad de
Cristo.

En lo que respecta a la figura que Pablo ofrece de Cristo podemos señalar que describe a
un Cristo desde la perspectiva de un converso que lo descubre en un momento de su vida y que
escribe precisamente ese proceso de descubrimiento en sus cartas.

Pablo conoce la Jesús después de la resurrección de este glorificado por Dios, es decir, a
Jesús como Señor, y esa aparición la coloca en el mismo plano que los apóstoles que estuvieron
con Cristo. Intenta presentar a un Cristo como todo el fervor de un converso que conoce y solo
espera su regreso y es así como inicia su primera etapa de evangelización. Posteriormente su
pensamiento avanza en el sentido de mostrar un Cristo que salva desde la cruz, y que nos salva la
gracia cuando somos en Cristo por la fe y el bautismo y que, además, en la vida cotidiana, somos
salvados por la cruz. En la cárcel, Pablo escribe y reconoce el verdadero lugar de Cristo en la
historia humana como señor para la gloria del Padre.

En cuanto a Marcos, este nos presenta a un Jesús en el día a día: en las distintas
actividades cotidianas de viajes, en la comida, en el habla y en el rezar; asimismo nos lo presenta
con muchas emociones y actos humanos, y en general como un predicador itinerante. Esta visión
que expone Marcos es por medio de Pedro quien fue el discípulo que compartió cerca de dos años
con Jesús. Este Jesús es descrito como alguien de profundas emociones que no sabe todo, que
ignora y se asusta de los acontecimiento del devenir en su propia vida.

Jesús primero llama a sus discípulos y los prepara para el ministerio de evangelización,
pero estos hombres de intenta preparar son personas que tienen muchos defectos como la duda,
lo abandonan y lo niegan.

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No obstante, lo anterior, Jesús predica y enseña a la gente que lo siguen a donde él vaya
por cuanto tienen necesidad de escuchar sus palabras. A pesar de ello, existen pocos discursos de
Jesús ya que pretende el autor mostrarnos a un Jesús que enseña con el ejemplo, con su manera
de vivir y de actuar.

Nos muestra a un Jesús que impone el silencio a los que lo conocen, es el llamado “silencio
mesiánico” porque él no es el mesías que cree el pueblo que vendrá como un restaurador del
reinado de Israel, sino que se presenta como el mesías que establecerá un reinado espiritual por
medio del sufrimiento y la muerte en la cruz.

Dos títulos se les da a Jesús, primero “Hijo del hombre” a fin de ocultar y de revelar el
misterio de ser un hombre y a la vez un ser celestial. El otro es “Hijo de Dios”, que Marcos señala
al inicio de su relato y que la pone en boca del centurión, tratando de mostrarnos que este título
es la cumbre de la fe.

Mateo, nos entrega una dimensión de Jesús como el Señor glorificado celebrado en su
comunidad, ante quien todo se postran. Jesús es Dios con nosotros anunciado en su nacimiento,
aparece en su pascua y es la ultima palabra del evangelio.

En tanto los discípulos lo proclaman como “Hijo predilecto de Dios” por eso es que el
evangelista acentúa su poder y su solemnidad, no obstante, lo muestra humano cuando busca
afecto durante su agonía.

Muestra a Jesús en diferentes actitudes respecto a la comunidad: lo presenta como el


salvador; como el maestro, como el modelo. En cuanto la visión del salvador de la comunidad en
cuanto a los milagros y que carga con nuestras enfermedades. Nos muestra a Jesús que continúa
su acción de salvación en la comunidad. En cuanto, a maestro de la comunidad, Jesús es el nuevo
Moisés, pero como un énfasis en la misericordia y no en los sacrificios, de perdón. Quiere
discípulos inteligentes en la fe para que comprendan en mensaje que trae. Finalmente, en cuanto
modelo de su comunidad, Mateo, nos presenta a Jesús como el único camino para llegar al
conocimiento del Padre.

Jesús es el Mesías esperado por Israel, y por ello se citan las escrituras y se señala cómo se
cumplieron por parte de Jesús. Pero el pueblo de Israel lo rechaza mientras que los no israelitas lo
aceptan, lo adoran o lo proclaman Hijo de Dios. En este sentido el reino es arrebatado a Israel y
entregado a otros distintos de este pueblo.

En este evangelio, Jesús es proclamado Hijo del hombre ante las autoridades israelitas,
Jesús posee todo el poder y es realmente quien instala en la historia del hombre al reino de Dios
en la resurrección. También se muestra a Jesús como juez soberano del mundo y envía a sus
discípulos a evangelizar y predicar y este envío se hace el día de pascua.

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En cuanto a Lucas, éste no conoció a Jesús personalmente por lo tanto nos muestra a un
Jesús glorificado que se manifestó a Pablo en el camino a Damasco. Lucas es el único evangelista
que llama a Jesús “Señor”, es rey, por cuanto el evangelista sabe que la naturaleza de éste es ser
Hijo de Dios.

Se relata las manifestaciones del Espíritu en el bautismo de Jesús, en la conducción al


desierto y que le ha penetrado de tal manera que puede hablase del Espíritu de Jesús. Jesús lo
recibe del Padre y si lo pedimos él nos entrega el Espíritu, así se describe en Hecho que es el
conocido como el “evangelio del Espíritu”.

El evangelista nos muestra a Jesús como un profeta encargado de revelar a Dios y a su


inmenso perdón y amor hacia sus creaturas. Su venida es la visita misma de Dios, que se presenta
ante los pecadores para redimir sus acciones y salvarlos, que es su amigo y que entrega su
predicción por los despreciados.

Jesús es también plenamente hombre y es el modelo de hombre realizado por el Espíritu.


Se dedica mucho a orar en las noches y sus discípulos quieren también aprender a tener esa
relación con Dios. La figura de Jesús es el centro del evangelio y para estar con él es necesario
optar y esa opción es muy exigente porque en el cariño de Jesús se manifiesta la fe total para
obtener la salvación.

En el Apocalipsis encontramos un Cristo majestuoso sentado en el trono del universo,


porque es el creador, con rostro de hombre, siendo el Espíritu y el Padre invisibles. Se muestra a
Jesús como el cordero inmolado con las manchas de sangre en su lucha en la cruz, pero glorificado
en el corazón de Dios. Es asimismo el cordero pascual del éxodo y el nuevo éxodo, es el siervo
doliente cuya muerte el luz para todo el mundo. El cordero se transforma en pastor de su rebaño.
Jesús es Hijo de hombre como sacerdote de vestiduras blancas, es también el primero y el último
(el alfa y el omega) que ahora tiene las llaves del Hades. Es testigo fiel porque gracias a él
conocemos a Dios invisible. Es el compañero fiel que nos invita a sentarnos con él en su trono y
toca nuestra puerta. Finalmente tenemos a Jesús como Espíritu que nos invita al descanso y
mantiene a la iglesia en la fidelidad a Cristo.

En las Escrituras, que son la expresión de las promesas de Dios y de las esperanzas del
hombre, Jesús adquiere sentido en esas promesas y como respuesta a las esperanzas del hombre.
En las Escrituras las palabras tienen un sentido especial y crucial que los judías comprendían a
cabalidad pero que para nosotros resulta difícil comprender por cuanto las traducciones no
siempre son afortunadas en referir exactamente lo que han dichos los escritores de ellas.

Si para los judíos la vida es la ley, para un cristiano la vida es Jesús. De esta manera de
parte de Jesús y de sus enseñanzas y acciones hacia las Escrituras y no desde la Escrituras
encontrar o buscar a Jesús. El Apocalipsis permite descubrir la trayectoria o itinerario que parte
desde el pasado y se proyecta en nuestras vidas actuales, en nuestra historia.

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Finalmente, entendemos a Jesús como comienzo del evangelio, mostrado por los
evangelistas en una comunidad viva.

La pascua no es una muralla sino un primas que nos permite ver el esplendor del misterio
de Jesús, no es por tanto un barrera que no nos permita conocer algo más sobre él.

Existen dos criterios para llegar a Jesús que deben ser tomados en unidad: uno es la
originalidad y el otro es la semejanza. Respecto a la originalidad permite identificar los momentos
del antes y del después como por ejemplo en lo que respecta a Dios Padre y que Jesús lo llama
“Abba” (papá) son esas palabras o escenas que establecen una originalidad respecto al pasado. En
lo que respecta a la semejanza podemos señalara que apunta a la coherencia del texto en cuanto
lo que señala y a los hechos acaecidos durante la época en que relata los hechos.

Los evangelios muestran las etapas de la vida de Jesús desde el bautismo por parte de Juan
el Bautista hasta la muerte en la cruz, pasando su etapa de profeta cuando las multitudes lo
seguían y realizando milagros a los más desdichados de la época.

Una cuestión que surge de la lectura de los textos es aquella que dice relación con la
conciencia de Jesús de sí mismo y de su misión en la tierra. No sabemos si tenía plena conciencia
de su misión y de sí mismo o por el contrario era conciencia va desarrollándose en el tiempo, o
simplemente no la tenía. Es un misterio en la cadena de que Jesús es totalmente Dios y
totalmente hombre.

Los discípulos de Jesús acentuaron el aspecto divino y la tradición teológica muestra a


Jesús como Hijo de Dios hecho hombre. En la actualidad la teología reconoce que Jesús es
plenamente hombre y busca en los evangelios la relación particular y única con el Padre en donde
se percibe su divinidad.

Segunda Parte: “El Nuevo Testamento”, G. Theissen.

Jesús no escribió ni dejó testimonio por sí de su vida en el mundo, pero el lenguaje


utilizado por éste formó parte de los evangelios es formal y se manifestó por medio de parábolas,
relatos anecdóticos y relacionados con los milagros realizados.

Tenemos también al Jesús histórico aquel que aparece en un tiempo y espacio


determinado y que demuestra sus poderes sobrenaturales en la realidad de la época.

El bautismo de Jesús debió ser un acto histórico y en diversos textos se expresa la actitud
hacia él por parte de Jesús: unos dicen que se niega primeramente a recibirlo, otros al hecho que
quien se arrodilla frente a él es Juan el Bautista. Con todo, el bautismo apunta a una limpieza de

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los pecados del mundo. Jesús es un seguidor del Bautista por lo que también espera el fin y llama a
la conversión de los corazones. Jesús no bautizó y se entiende que dio mayor importancia a la
gracia de Dios que al acto ritual en referencia.

Jesús aparece históricamente en las tradiciones atestiguadas por los evangelistas y es


importante el análisis del contexto histórico para comprender el actuar de Jesús, para ello se
utilizan dos criterios: la plausibilidad efectuar entendiendo que es auténtico todo lo que se puede
explicar mejor como resultado del actuar de Jesús, y un criterio de plausibilidad contextual siendo
auténtico lo considerado individualmente en el contexto histórico de la época.

El mensaje escatológico de Jesús apunta a la predicación del Reino de Dios como un reino
benévolo de Dios que comienza con él mismo y no en el futuro, y no para la liberación de dominio
extranjero sino esperanza para todos los seres humanos sean o no judíos. Asimismo, el juicio se
encuentra presente.

Otro aspecto histórico es la realización de los milagros que suceden y que demuestran que
la salvación ha llegado.

En materia de los dichos pronunciados por Jesús nos encontramos con el sermón de la
montaña, en las expresiones en primera persona que relata. Desarrolla la ley a través de acciones
de las personas que no contradicen la misma, sino que dan reconocimiento a la propia
imperfección del hombre. Asimismo, da sentencias breves por medio de distinciones entre puro e
impuro y la situación del sábado.

Formuló también exhortaciones concretas a través de las cuales extiende el amor de Dios
a los hombres, por medio de actos de extremo amor y principalmente en relación con los extraños
y los enemigos.

En cuanto a las parábolas, expresan la responsabilidad humana ante Dios y su gracia


salvadora. Elige doce hombres en referencia a las doce tribus, y éstos anuncian el Reino de Dios y
no a Jesús.

Es relevante señalar finalmente que existen diversas fuentes antiguas tales cono Tácito y el
propio Flavio Josefo que escriben el contexto histórico en donde Jesús predica como profeta y dan
luces de la existencia patente de Jesús.

Este mesianismo de Jesús y su crucifixión releva que cuanto más fracaso haya en la tierra
mayor es la fuerza de la victoria en los cielos.

Jesús, contribuye decisivamente en el Nuevo Testamento inaugurando un cambio radical


en la historia y que actualizan las promesas contenidas en la Antigua Alianza.

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Bibliografía:

1. E. Charpentier, Para leer el Nuevo Testamento, Estella: Verbo Divino, 1994


2. G. Theissen, El Nuevo Testamento. Historia, literatura, religión, Santander: Sal Terrae,
2003.

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