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Antiquum ministerium

Sobre la Institución del ministerio laical del Catequista

El ministerio de la catequesis
El 10 de mayo de 2021 el Papa Francisco con el motu proprio: Antiquum
ministerium instituyó el ministerio del catequista sustentándose en los pasajes de 1 Co 12,4-
11.28-31; Lc 1,3-4 y Gal 6,6. A través de estos pasajes el Papa busca explicar la gran
tradición carismática del Nuevo Testamento en la cual encuentra la presencia activa de
bautizados que ejercen el ministerio de transmitir de forma más orgánica, permanente y
vinculada a las diferentes circunstancias de la vida, la enseñanza de los apóstoles y los
evangelistas1. El Magisterio de la Iglesia, obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, así
como los laicos, siempre han otorgado un gran valor a la labor catequética de la Iglesia,
pues es de gran importancia la instrucción y formación permanente de los creyentes en
todos los niveles eclesiales.

La labor del catequista


Debe de manifestar su competencia en el servicio pastoral de la transmisión de la fe,
lo cual ocurre en diversas etapas: el kerygma o primer anuncio, reconocer la nueva vida en
Cristo, preparación sacramental y la formación permanente. Con lo anterior nos damos
cuenta que la labor del catequista no se resume simplemente a la preparación sacramental,
sino es una preparación a la vida en Cristo. El catequista funge también como:
- Testigo de la fe recibida
- Maestro y mistagogo.
- Acompañante y pedagogo
- Es alguien que enseña en nombre de la Iglesia.
Dice el papa que dicho ministerio solo se puede desarrollar plenamente “con
coherencia y responsabilidad mediante la oración, el estudio y la participación directa
en la vida de la comunidad” (n. 6).

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Características del ministerio laical del catequista
a. Resalta el Papa que dicho ministerio posee un fuerta valor vocacional, por tanto,
para poder otorgar este ministerio laical se requiere del discerniento del Obispo.
b. Otra caractrística de este ministerio es que debe ser un servicio estable2, el cual se
presta a la Iglesia particular conforme a las necesidades pastorales identificadas por
el ordinario del lugar.
c. Es un ministero plenamente secular que no debe caer en ninguna expresión de
clericalización.

¿Quiénes pueden recibirlo?


Podrán acceder a él tanto laicos como religiosos no clérigos, hombres y mujeres.
En cada uno de los casos deben de ser personas de fe y madurez humana, que participen
activamente en la vida de la comunidad cristiana, que tengan una debida formación
bíblica, teológica, pastoral y pedagógica. Deben de ser fieles colaboradores de los
sacerdotes y diáconos dispuestos a ejercer su ministerio donde sea necesario.

Criterios para recibirlo


El motu proprio en el número nueve dice: “Invito, pues, a las Conferencias
Episcopales a hacer efectivo el ministerio de Catequista, estableciendo el necesario
itinerario de formación y los criterios normativos para acceder a él, encontrando las formas
más coherentes para el servicio que ellos estarán llamados a realizar en conformidad con lo
expresado en esta Carta apostólica”. Por tanto, es labor de la Conferencia Episcopal el
dictaminar elementos esenciales como: edad y tiempo para poder desarrollar este
ministerio, los criterios de selección de los candidatos, además de crear un itinerario
formativo para poder recibirlo. En cuanto al rito propio, la Congregación para el Culto
Divino aún está trabajando en el desarrollo del Rito de Institución del ministerio laical del
Catequista.

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En este punto el ordinario del lugar debe discernir que quiere decir el motu proprio cuando dice “estable”.
Si es referido al tiempo del ministerio o al compromiso del fiel al ejercerlo, aun cuando el tiempo del
ejercicio del ministerio se desarrolle por un tiempo determinado.

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