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MOTIVACIÓN
Desde el día de Pentecostés, la Iglesia conserva la palabra de Cristo como su más valioso tesoro. Recogida
en las páginas del Evangelio, ha llegado hasta nuestro tiempo. Hoy somos nosotros quienes tenemos la
responsabilidad de transmitirla a las futuras generaciones, no como letra muerta, sino como fuente viva de
conocimiento de la verdad sobre Dios y sobre el hombre, fuente de auténtica sabiduría.
Se llaman Evangelios por tanto a los cuatros libros donde se narra la vida, los milagros y las principales
palabras de Jesucristo. Los Evangelios reconocidos por la Iglesia son cuatro: Evangelio según San Mateo;
según San Marcos; según San Lucas, y según San Juan. Propiamente no hay más que un Evangelio, porque
una es la “Buena Nueva” anunciada por Jesucristo. Y así dijo San Ireneo: “Cristo nuestro Señor nos ha dado
un Evangelio bajo cuatro formas”; y Orígenes, por su parte: “El Evangelio es uno en realidad aun cuando
venga de cuatro escritores”. Los Evangelios nos dan a conocer a Jesucristo, que es el Mesías prometido a los
patriarcas y anunciado en el Antiguo Testamento por los profetas.
1. La vida y la enseñanza de Jesús. La Iglesia mantiene firmemente que los cuatro evangelios, "cuya
historicidad afirma sin vacilar, comunican fielmente lo que Jesús, Hijo de Dios, viviendo entre los hombres,
hizo y enseñó realmente para ala salvación de ellos, hasta el día en que fue levantado al cielo" (DV 19).
2. La tradición oral. "Los apóstoles ciertamente después de la ascensión del Señor predicaron a sus
oyentes lo que Él había dicho y obrado, con aquella crecida inteligencia de que ellos gozaban, amaestrados por
los acontecimientos gloriosos de Cristo y por la luz del Espíritu de verdad" (DV 19).
3. Los evangelios escritos. Los autores sagrados escribieron los cuatro Evangelios escogiendo algunas
cosas de las muchas que ya se transmitían de palabra o por escrito, sintetizando otras, o explicándolas
atendiendo a la condición de las Iglesias, conservando por fin la forma de proclamación, de manera que
siempre nos comunicaban la verdad sincera acerca de Jesús" (DV 19)” (CIgC n. 126).
La transmisión del Evangelio, según el mandato del Señor, se hizo de dos maneras:
a) Oralmente: “los apóstoles, con su predicación, sus ejemplos, sus instituciones, transmitieron de palabra lo
que habían aprendido de las obras y palabras de Cristo y lo que el Espíritu Santo les enseñó”.
b) Por escrito: “los mismos apóstoles y otros de su generación pusieron por escrito el mensaje de la
salvación inspirados por el Espíritu Santo” (DV n.7). La iglesia fundada por Jesucristo es para los católicos la
verdadera Maestra, intérprete y norma para discernir o juzgar de la autenticidad, de la inspiración y el sentido
de los libros bíblicos.
TEMA N° 02
LA ENCARNACIÓN DEL HIJO DE DIOS
ILUMINACIÓN DE LA PALABRA
PROFUNDIZACIÓN
Jesucristo. - El hijo de Dios hecho hombre que fue concebido por obra del Espíritu Santo en el seno virginal
de María y nació en Belén en un humilde pesebre. Viene al mundo para salvarnos del pecado. En él se
cumple la promesa de salvación que Dios hizo a Adán y Eva después del pecado.
Jesucristo como hombre. - Es conocido como Jesús, el hijo del carpintero, nace como cualquier niño y
cumple su ciclo vital normal, nace, crece, se desarrolla y aprende las cosas que cualquier otro niño puede
aprender; hasta llegar a ser una persona adulta, cumple con la misión
que Dios le encomendó y murió a los 33 años aproximadamente.