Al asumir el Primer Consulado, Napoleón se propuso refundir en un
solo texto legal el cúmulo de la tradición jurídica francesa, para así terminar con la estructura jurídica del Antiguo Régimen, eliminando las regulaciones particulares que afectaban sólo a grupos muy concretos de la población (leyes especiales para la aristocracia, leyes para los campesinos, leyes para los gremios, etc.), y suprimiendo las leyes locales que suponían un obstáculo para la administración pública, formulando una serie de reglas legales aplicables de manera general a toda la sociedad; también se pretendía eliminar las contradicciones y superposiciones nacidas de la coexistencia de diversos regímenes legales, apoyando la estabilidad política. Así, el nuevo código formalizaba con leyes la abolición del régimen feudal, haciendo de hecho imposible su resurrección.
Esta nueva estructura se encontraba sostenida en dos ejes. El
primero, el tradicional derecho franco-germano del norte, con influencias germánicas tanto de los principados alemanes como de los Países Bajos. En segundo lugar, la tradición romanista basada en el Corpus Iuris Civilis, aunque modificada por los comentaristas medievales del sur de Francia.
La comisión encargada de la redacción del Código estuvo compuesta
por Tronchet, presidente de la Corte de Casación: Malleville, juez de la misma corte; Jean Portalis, alto oficial administrativo; y Bigot de Préameneu, antiguo miembro del Parlamento de París. La comisión estuvo bajo la dirección de Cambacérès, y el plazo de cuatro meses presentó un borrador que fue enviado a la Corte Superior y a la Corte de Casación para que presentaran sus observaciones.
Finalmente fue revisado por el Consejo de Estado, presidido por
Napoleón, antes de ser enviado al parlamento para su aprobación. Pese a que Bonaparte era sólo un soldado sin conocimientos de leyes, su poderosa e impresionante personalidad ayudó a superar los obstáculos formales que presentaron las Cortes y la obstrucción del aparato burocrático, forzando su rápida aprobación y entrada en vigencia. También se afirma que el propio Napoleón asistió a más de la mitad de las reuniones de codificación, para su registro y evaluación. No obstante, la principal participación de Napoleón en el Código se vio reducida a pocos aunque trascendentales aspectos (como el divorcio y la adopción), donde jugaron ante todo sus intereses personales. También se le atribuye responsabilidad directa en el artículo 415, que dictaminaba: “Toda coalición de obreros formada con el fin de aumentar sus salarios será penada con un mes de cárcel como mínimo y los instigadores sufrirán prisión de dos a cinco años”
Los cuatro editores vienen de lugares muy diferentes; dos son de
países de derecho escrito (Portalis y Maleville), y los otros dos son de países de derecho consuetudinario (Bigot de Préameneu y Tronchet). Sus intenciones están más claramente expresadas en el famoso discursos preliminares pronunciados por Portalis al presentar el primer borrador (Projet de l'an VIII) en 1801.
El Código retoma numerosas disposiciones del Código de Justinien por
influencia de Pothier, retoma también numerosas disposiciones de la Coutume de París, en particular para las servidumbres. Su plan, que fue adoptado sin ser discutido, es cercano al de los Institutos, pero es un arreglo clásico en la enseñanza y desde la publicación de la gran síntesis de la ley civil de Domat .
El plan de los Institutos consta de tres partes:
• Las personas,
• cosas,
• las acciones. El plan del Código Civil originalmente se separó en cuatro libros:
• Personas,
• Bienes y modificaciones varias del inmueble,
• De las diferentes formas en que se adquiere la propiedad.
• Un libro de procedimiento (luego retirado cuando lo regía un
código)
El filósofo del derecho y romanista Michel Villey ha destacado un
proceso de subjetivación del derecho. Si bien el derecho romano describía las cosas, a partir del siglo XVI se considera que es la persona quien es el sujeto de la acción sobre la cosa y que, por tanto, es necesario describir sus medios.2
El Código Civil consagró la desaparición del clan o estirpe familiar,
con la figura del Pater Familias, patrimonio y reputación, que debía asistencia y protección, incluso venganza, dote y establecimiento a sus miembros: el matrimonio está permitido a todos, la repartición igualitaria es de rigor, mientras que se prohíben los pactos de sucesión futura, así como las acciones de los hijos contra su padre y madre por causa de establecimiento. La familia pierde su personalidad jurídica, pasando a ser el matrimonio la única personalidad jurídica que se podía constituir, la propiedad indivisa de la familia es penalizada por un régimen de inestabilidad.
El Código se enfocó particularmente por la propiedad, cuya teoría se
renueva enteramente del derecho romano, y por los contratos interindividuales que corresponden bien a la filosofía liberal de los nobles urbanos y rurales, caciques. El compromiso de las personas, que incluye a los empleados, agricultores y proveedores, se trata como el de las cosas en la categoría de arrendamiento y se deja a la libre voluntad de los contratantes. Se conservó los pactos extracontractuales, con cuasicontratos, y los compromisos sin pactos con cuasinfracciones.