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En 30 años de vida democrática, Bolivia pasó de la progresiva desintegración de su

economía, con una hiperinflación de 190,30 por ciento entre 1984 y 1985, cuando los
precios aumentaron 625 veces en esos diecisiete meses, al récord de Reservas
Internacionales Netas (RIN), estimadas actualmente en 13.000 millones de dólares, la
manifestación más importante de la progresiva desintegración de la economía
boliviana fue sin duda el episodio hiperinflacionario de abril de 1984 a agosto de 1985,
cuando los precios aumentaron 625 veces en esos diecisiete meses.

En efecto, 1978 marca el punto de inflexión y conclusión de una serie de gobiernos


militares de corta duración, que dieron comienzo en agosto de 1971, cuando el general
Juan José Torres fue derrocado por un Golpe de Estado encabezado por el coronel
Hugo Banzer a los que siguió una seguidilla de gobiernos militares incapaces de
reconducir el aparato económico.

En los cuatro años previos al retorno a la vida democrática, de 1978 a 1982,


gobernaron ocho presidentes militares y dos civiles (Juan Pereda Asbún, David Padilla
Arancibia, Walter Guevara Arce, Alberto Natusch Busch, Lidia Gueiler Tejada, Luis
García Meza, Celso Torrelio Villa y Guido Vildoso).

Ese momento coincidió con el fin de la era del estaño debido a una caída vertical del
precio del mineral en el mercado internacional que incluso motivo que el mercado de
metales de Londres excluyera el mineral de sus cotizaciones, además de una situación
hiperinflacionaria derivada de la falta de divisas y el paso hacia una economía
apoyada en la producción de coca y la exportación de cocaína. La caída del precio del
mineral y la mala administración de los regímenes militares dejaron a Bolivia con una
inmensa deuda, una situación hiperinflacionaria y un descenso de los ingresos por
exportaciones.

1895 – 1995

En 1985 el sistema cambiario fue de tipo de cambio fijo, luego del programa de
estabilización del DS 21060, el sistema de cambio fijo se flexibilizó con mini-
devaluaciones de alta frecuencia. Este tipo de cambio fijo deslizante permitía convivir
con una tasa de inflación nacional más alta que la inflación internacional, sin perder
competitividad internacional ni reservas internacionales, de manera significativa. Este
legado del decreto le sirvió muy bien al país, dada la coyuntura internacional de esa
época.

En la presidencia de Paz Estenssoro el fondo de la difícil situación boliviana sigue


siendo la dramática crisis económica, de la que su mejor exponente es una inflación
del 14%. El desencadenante del actual conflicto entre los sindicatos y el Gobierno de
centro derecha es la aplicación de un programa económico que, de acuerdo con las
instrucciones del Fondo Monetario Internacional, bloquea los salarios y deja libres los
precios, incluso los de productos básicos. Al mismo tiempo, el Gobierno ha anunciado
su intención de pagar una deuda externa de cerca de 4.000 millones de dólares.

El proceso de estabilización de la economía boliviana no solo tuvo que enfrentar la


hiperinflación y el problema de la deuda externa, sino que dicho proceso se dio en
medio de la crisis mas grave de los precios del estaño y el no pago de las
exportaciones de gas por parte de la Argentina. El estaño en 1986 llegó a su más bajo
precio al caer de US$ 5.38 a US$ 2.57 la libra fina y, por otro lado, las retenciones por
concepto de pago de las exportaciones de gas se incrementaron de US$ 47.2 millones
en 1985 a US$ 186.2 millones en 1986.

En este contexto, Bolivia suscribe acuerdos con el FMI para facilitar su negociación
con la banca privada y con los gobiernos acreedores en el marco del Club de Paris,
que es el foro de mecanismo que agrupa a países acreedores y deudores para tratar
el problema de la deuda externa

El primer acuerdo fue el Acuerdo de Derecho de Giro con el FMI, suscrito en junio de
1986 por el equivalente a DEG (Derechos Especiales de Giro) 50 millones y un crédito
compensatorio por la caída de los precios del estaño de US$ 82 millones. Como
resultado en julio, Bolivia suscribe una minuta de Acuerdo con 12 países acreedores
en el marco del Club de Paris por US$ 510 millones.

En diciembre de 1986, Bolivia establece con el FMI un segundo Acuerdo en el marco


del Servicio de Ajuste Estructural (SRAE), creado para facilitar el financiamiento a los
países con problemas de balanza de pagos, por DEG 63.49 millones, que le facilita en
febrero de 1987 suscribir un acuerdo con 131 bancos privados. En dicho acuerdo se
establece la recompra de la deuda al precio del mercado secundario, que era el
mercado donde se transaban los títulos de la deuda de los países en desarrollo a un
precio más bajo del valor real de los títulos porque prácticamente eran irrecuperables.

Bolivia, en dicho proceso logro reducir US$ 341 millones de deuda y finalmente se
llegó en 1993 a eliminar prácticamente la totalidad de la deuda con la banca privada
internacional, que representaba recién a esa fecha menos del 1% de la deuda pública
externa.

El tercer acuerdo se llevó en julio de 1988 en el marco del Servicio Reforzado de


Ajuste Estructural (SRAE), el cual fue creado para los países más pobres del mundo,
en su mayoría africanos, por un monto de 136 millones de DEG. Con base en dicho
acuerdo, se firmó otra Minuta con el Club de París para establecer otro cronograma de
pagos de la deuda externa bilateral por un monto de US$ 261 millones

En 1990, debido al Tratamiento de Toronto, se permite reducir la deuda por


condonación a los intereses, se logra por fin reducir el monto de deuda de US$ 321 a
US$ 127 millones con una condonación de un 33% del total de la deuda.

Adicionalmente, Bolivia establece una estrategia de negociación directa con los


principales gobiernos acreedores para reducir su deuda. Es así que logra la "anulación
de deudas mutuas con Argentina, la reducción de nuestra deuda con los Estados
Unidos en el marco de la Iniciativa de las Américas del Presidente Bush y el canje de
los papeles de la deuda brasilera por nuestra deuda con ese país. Estas tres
operaciones representaron más del 95% de los US$ 1,650 millones.

Posteriormente, en el Club de Paris que obtiene el Tratamiento de Toronto Ampliado,


el cual consistía en tratamientos más favorables para la condonación de la deuda en
un 50% y la reducción de las tasas de interés, situación que se refleja en una
reducción de la deuda en 121 millones de dólares, En diciembre de 1994, se aprueba
otro préstamo trienal por el monto de DEG 100.96 millones en el marco del servicio
reforzado de ajuste estructural (SRAE).
1995-2005

El Gasoducto Bolivia-Brasil (en portugués Gasoduto Bolívia-Brasil), también conocido


como Gasbol, es un ducto de transporte de gas natural entre Bolivia y Brasil, con 3150
km de extensión, 557 en territorio boliviano (trecho administrado por Gas
TransBoliviano) y 2593 km en territorio brasileño (trecho administrado
por Transportadora Brasileira Gasoduto Bolívia-Brasil).

La construcción, funcionamiento y comercio del gas se rige por el Tratado de La Paz,


redactado en 1996. El gasoducto comenzó a ser construido en 1997, iniciando su
operación en 1999. Estuvo plenamente operativo en 2010, con el objetivo de que el
gas natural llegara al 15% de todo el consumo energético brasileño.

En el estado de São Paulo el trazado acompaña al río Tietê y llega a Campinas, donde
se encuentran las industrias que, en 1999, fueron pioneras en la utilización del gas
natural boliviano. El trayecto es estratégico, pues pasa por un área que representa el
71% del consumo energético brasileño, 82% de la producción industrial del país y 75%
del PBI.

En el periodo de 1993 a 1996 la inversión del YPFB había sido de 316 millones, en el
periodo de 1997 a 2000 fue de 1.898 millones, siendo la inversión más alta en el
sector de toda nuestra historia.

Además de las capitalizadoras, operaban en el país otras 16 compañías extranjeras o


asociadas a Bolivia. Andina tenía el 24.8%de las reservas de gas en el 2002 y el
21.9% de las reservas de petróleo, el Chaco tenía el 4,2% de gas y 4.5% de petróleo,
el restante 71% del gas y el 73.6% del petróleo estaba en manos de otras empresas,
entre ellas estaban Petrobras con 13.8% y Maxus con 9.8% de las reservas gasiferas.

En 1996 el país tenía 4.24 trillones de pies cúbicos de gas natural, en 2002 esa cifra
llegó a 52.30 pies cúbicos.

En 2002 la suma de reservas probables y posibles llegaba a 77.17 pies cúbicos, el


87.5% del gas y el 81.7% del petróleo estaba en Tarija, el 9.3% del gas y el 10.1% del
petróleo en Santa Cruz, el 2% del gas y el 7.4% del petróleo en Cochabamba y el
1.3% del gas y el 0.8% del petróleo en Chuquisaca.

El proceso de globalización Mundial de la economía condujo un proceso creciente de


integración En diversas regiones del mundo, en ese contexto el 26 de Marzo de 1991
se creó el mercado común del Sur (MERCOSUR), mediante esta presidencial firmado
en Asunción con la participación de Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay. Esto
implica integrar a finales de siglo veinte a 208.5 millones de seres humanos en una
superficie de 11.9 millones de kilómetros cuadrados.

El producto interior bruto de Bolivia en 2000 ha crecido un 2,5% respecto a 1999. Se


trata de una tasa 21 décimas mayor que la de 1999, que fue del 0,4%.

En 2000 la cifra del PIB fue de 9.079M.€, con lo que Bolivia es la economía número
103 en el ranking de los 195 países de los que publicamos el PIB. El valor absoluto del
PIB en Bolivia creció 1.321M.€ respecto a 1999.
El gobierno pretendió hacer pagar la crisis a los sectores populares, lo que
desencadenó "el ciclo rebelde", que derrotó primero en el 2000 la privatización
trasnacional del agua, cercó las grandes ciudades varias veces en defensa de los
sembrados de coca durante el primer lustro del siglo y reapropió para el Estado el
servicio de gas en el año 2003. Al fragor de las luchas se construyó "la agenda de
octubre", que participó del conjunto de condiciones políticas necesarias para que las
revueltas sociales se convirtieran en alternativa de poder, programa que llevaría a la
victoria electoral de la presidencia de la república al indígena Evo Morales a finales del
2005.
2005-2010

El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) real en Bolivia al tercer trimestre de la
gestión 2008, fue de 6.53%, las tasas de crecimiento de la actividad económica
estaban por encima del 6% y en el país no se veía desde el año 1975, entre los años
1975 y 2005 el promedio de crecimiento fue 2.2%, este crecimiento del 6.53% se
explica por el dinamismo del sector de la minería y la construcción; asimismo, está
sustentado en el crecimiento de la demanda interna especialmente en el consumo de
los hogares y la inversión pública.
Otro resultado histórico es el nivel de Reservas Internacionales de Bolivia que al 19 de
diciembre de este año llegó a USD7.774 millones, cifra record en el país, a fines del
año 2005 dicho nivel alcanzaba USD1.714 millones. Las Reservas Internacionales
constituyen una parte importante de la riqueza de un país y crecen cuando el país
genera ahorro en relación a sus operaciones de comercio y de capitales con el resto
del mundo.
Otro resultado histórico es la Inversión Extranjera. La confianza que tienen para con el
país los inversionistas extranjeros está aumentando y ello se refleja en el flujo de
inversión extranjera directa que llega al país y que al tercer trimestre de 2008 fue de
USD370 millones, flujo que llega al país para instalar nuevo capital e infraestructura
productiva, significa que esta inversión incrementa la capacidad de producción de la
economía boliviana.
La autoridad de Hacienda aseguró que cuando asumieron el Gobierno, el país tenía
una cifra negativa en Inversión Extranjera de USD291 millones, sin embargo en tres
años de gestión este dato fue cambiado a cifras positivas, el 2006 se lograron USD278
de Inversión Extranjera, el 2007, USD200 y hasta el tercer trimestre de 2008 se obtuvo
USD370 millones de esta importante inversión, dato que aún puede incrementarse un
poco más. Arce destacó que esta Inversión Extranjera se logró -en estos tres años- sin
vender las empresas públicas, como ocurrió en otras gestiones.
Otro elemento importante son los ingresos por exportación de los hidrocarburos es el
precio de venta del gas natural al Brasil y a la Argentina, dichos precios han crecido,
pero con un cierto rezago al precio internacional del petróleo. Ese rezago permitirá que
los ingresos por la venta de nuestro gas no caigan abruptamente -ahora que el precio
internacional del petróleo ha llegado a niveles similares del 2005- como algunos
analistas han pretendido mostrar a la población. Un hecho a destacar es que a partir
de las negociaciones para revisar el precio de venta del gas de Bolivia a la Argentina
emprendidas por el Presidente Morales en 2006 con su similar de la República de
Argentina, dicho precio es superior en aproximadamente USD2 por millar de BTU al
que Brasil paga a Bolivia y ello significa mayores ingresos por la venta de nuestros
recursos naturales.
Otro producto de la eficiente administración del Gobierno, es el Superávit Fiscal de la
presente gestión 2008 que aproximadamente estará en el orden del 6%, consolidando
por tercer año consecutivo lo que ya es una característica de la política fiscal del actual
Gobierno, la administración responsable que en el periodo de expansión y auge de la
actividad económica gastó menos de los ingresos que recaudó. El actual Gobierno
revirtió lo que ya era una constante en las anteriores administraciones, el despilfarro y
la ausencia de austeridad que era la causa de los abultados déficit fiscales
permanentes que imponían a la política económica restricciones y condicionamientos
ante organismos multilaterales.
Asimismo, la política fiscal responsable del Gobierno del Presidente Morales, estuvo
acompañada de una activa política social y de redistribución del ingreso, a través de
transferencias condicionadas como el Bono Juancito Pinto y la Renta Dignidad, que
han llegado con recursos directos a 1.600.000 escolares y 676.000 adultos mayores,
que en conjunto significan 2.200.000 personas y que representan el 23% de la
población del país. El costo de ambos programas significan apenas un 3,8% de los
ingresos corrientes del sector público no financiero.
De la misma manera, otro logro obtenido por la eficiencia en la administración de los
recursos públicos y demostrado en el buen estado por el que atraviesa la economía
nacional, es el nivel de recaudaciones tributarias en lo que va del 2008 que de
Bs24.346 millones en 2007 ha pasado a Bs29.014 millones que representa un
incremento del 19%. Aun si descontamos el aporte del IDH, el importante de los
ingresos tributarios se incrementó sorprendentemente, de Bs18.392 millones en 2007
a Bs22.935 millones en 2008 (25% de incremento).
La Aduana Nacional y el Servicio de Impuesto Nacionales han recaudado estos
recursos han mejorado notablemente; por ejemplo, recaudar Bs100 en el 2005 le
significa al SIN un costo de Bs1,96; actualmente recaudar esos mismos Bs100 le
significa tan sólo Bs0,5, el país contaba con Bs15.881 millones de recaudación y
después con Bs29.000, revelando un notable incremento. El sector empresarial
también se ha beneficiado del auge de la actividad económica, y ello se refleja en el
incremento de un 63% del impuesto a las utilidades entre los años 2007 y 2008.
El Estado en el 2008 ha apoyado de forma decidida la actividad productiva, a través de
transferencias del TGN a empresas públicas como EMAPA, PAPELBOL,
CARTONBOL, BOA, LACTEOSBOL entre otras con más de Bs500 millones.
Por otro lado, este año también marcó récord en exportaciones, donde vamos a
superar los UDS6.200 millones. Este dato es muy importante, pues se constituye en
otro récord que alcanzó el Gobierno Nacional.
El buen desempeño de la economía también ha llegado al bolsillo de la población y
ello se refleja primeramente en los depósitos en el sistema financiero, pero en especial
con el aumento de los depósitos en caja de ahorro que en promedio agrupa el ahorro
del estrato de clase media del país, este incremento es reflejo del incremento del
ingreso nacional, que también llega a una gran mayoría de los ciudadanos del país.
En conclusión, la gestión 2008 es un año de cifras record y logros económicos inéditos
que marcaron historia, por el progreso con inclusión social, pero con estabilidad
macroeconómica a pesar de los embates que causó el incremento de la tasa de
inflación.

Las cifras del desempeño económico de la economía boliviana en la gestión 2010


reflejan claramente que el dinamismo de la misma está fuertemente relacionado al
consumo interno (con una incidencia sobre el PIB de 2.83 pp). Una clara prueba de
esto está en la cifra record de las importaciones, las cuales llegaron a 5017 millones
de dólares (un 17% más que en 2009), lo que deja una cuestionante importante sobre
el desempeño de la oferta interna y para exportaciones.

Si se observa el PIB por actividad económica queda claro que los sectores que más
aportaron a la economía fueron la industria manufacturera, agricultura y ganadería,
establecimientos financieros y transportes y telecomunicaciones. En lo que respecta a
la minería y los hidrocarburos se puede observar que la primera ha dejado de ser el
sector con mayor empuje en la economía, en parte por la disminución de la producción
de San Cristóbal, pero también por una baja en las inversiones y producción del sector
a causa de la falta de claridad en la normativa legal y las dificultados sociales
relacionadas a los derechos de las comunidades originarias en torno a las
explotaciones mineras. Los precios de los hidrocarburos han sido de nuevo
determinantes en el desempeño del sector, acompañados también por el repunte en la
demanda de Brasil (el principal mercado de exportación de esta actividad).

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