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Ramiro Gustavo Coca Choqueticlla 19300

PSICOLOGIA SOCIAL COMUNITARIA

UNIDAD 1

Concepto y principios básicos de la Psicología Social Comunitaria.

La psicología comunitaria es la rama de la psicología cuyo objeto es el estudio de los


factores psicosociales que permiten desarrollar, fomentar y mantener el control y poder
que los individuos pueden ejercer sobre su ambiente individual y social para solucionar
problemas que los aquejan y lograr cambios en esos

La Comunidad como objetivo y sujeto de la acción social

En la psicología comunitaria, el concepto de comunidad adquiere tintes operativos, ya


que esta noción se construye a partir del trabajo en terreno realizado con grupos
concretos. De acuerdo con Montero (2004), la disciplina comunitaria surge como una
praxis, es decir su conocimiento teórico está enfocado a una práctica, que a su vez,
produce nuevas formas de abordar la realidad psicosocial.

Blanco (1993), plantea que la comunidad se define en términos similares a un grupo


social, debido a que ocurrirían fenómenos y procesos psicosociales parecidos. Tanto el
grupo como la comunidad conectan las dimensiones micro y macro sociales. Siguiendo
los planteamientos publicados en 1948 por Lewin, el grupo sería la base de conformación
psicológica de los individuos, de tal forma que los procesos de socialización se dan en el
seno de ciertas agrupaciones sociales, por lo tanto el grupo sería el intersticio entre el
individuo y la sociedad.

Un concepto de comunidad que desplaza su énfasis hacia la subjetividad de los


miembros de la comunidad. Esta subjetividad se constituye por lo siguiente:

• Pertenencia: Sentirse parte o identificado con la comunidad.

• Interrelación: La comunicación entre los miembros, que no necesariamente es cara a


cara, sino que puede ser virtual. 11

• Cultura común: que se refiere a significados compartidos entre las personas.


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UNIDAD 2

Modelos Teóricos en Psicología Social Comunitaria. Empowerment y desarrollo


comunitario.

El marco teórico de la psicología comunitaria sigue siendo bastante confuso y


contradictorio. Con el fin de establecer esta disciplina y facilitar el estudio de las
comunidades, se han elaborado multiplicidad de elaboraciones teóricas, a las cuales se
le han llamado “modelos teóricos”,

Sánchez Vidal (1991) considera que se pueden dividir en dos grandes grupos:

 Modelos analíticos: Que se dividen en Globales o sociales y psicosociales


 Modelos operativos
 Los analíticos globales o sociales son aquellos que se centran en el marco global
socio-cultural del desempeño comunitario, permitiendo relacionar los fenómenos
psicosociales de interés directo con la Psicología Comunitaria, con sus
determinantes y correlatos macro sociales. Los psicosociales se inscriben en el
nivel meso social, ligando dos términos básicos; individuo y sistema social a varios
niveles
 En los modelos operativos se pueden distinguir; los más conceptuales y
valorativos que defienden los objetivos o metas de actuación y los más formales,
dinámicos y relacionales, que centrándose en la acción y sus efectos, guían y
orientan la realización de la intervención comunitaria desde la Psicología.
Desarrollar en el individuo la capacidad de ser sujeto de salud, lo que deriva
inmediatamente la necesidad de plantear los determinantes a través de los cuales se
puede abordar esta construcción, que son cuatro:

1. Lograr los cambios necesarios en las vidas y su entorno.


2. Lograr que la comunidad posea su propio sentido y funcione como sistema de apoyo.
3. Desarrollar las potencialidades en forma de recursos de la persona.
4. Crear un espacio que sea un escenario común de actuación.
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UNIDAD 3
El proceso de evaluación-intervención psicosocial (Delimitación conceptual,
Fases).

Los modos de intervención en los que se centran los autores para dar una respuesta
adecuada a los problemas que se presentan en un momento dado a una determinada
población. Es importante desatacar que diseñar un programa de intervención, es un
proceso que exige considerar tres fases: análisis de necesidades, diseño,
implementación y evaluación, las cuales se solapan con las fases de intervención
psicosocial.

El análisis de necesidades es una parte integral e indispensable de un ciclo global y


sistemático en la planificación, implementación – evaluación de un programa. Constituye
el paso inicial en una planificación que incluye la identificación de necesidades, búsqueda
de soluciones alternativas, selección de una o más soluciones, diseño del programa,
implementación del programa y finalmente la evaluación. Es una relación circular. Así,
por ejemplo en el modelo CIPP el análisis de necesidades se incluye como una
dimensión de la evaluación del contexto. Este modelo, identifica la evaluación de
contexto, como el paso inicial en un proceso total de evaluación y toma de decisión

La evaluación de programas, posterior al diseño e implementación de programas, es otra


de las fases a considerar en el diseño de un programa de intervención psicosocial es un
proceso sistemático, diseñado intencional y técnicamente, de recogida de información
rigurosa – válida y fiable -, orientada a valorar la calidad y los logros de un programa,
como base para la posterior toma de decisiones de mejora tanto del programa como del
personal implicado, y de modo indirecto, del cuerpo social en que se encuentra inmerso.

Los diseños de evaluación de programas pueden variar desde los más rigurosos
experimentos de campo a la descripción naturalista, pasando por la diversidad de
diseños experimentales o correlaciónales. Existen propuestas de la clasificación de
diseños de investigación utilizables en el ámbito específico de la evaluación de
programas.
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UNIDAD 4

INTERVENCIÓN COMUNITARIA

La Intervención Comunitaria es el conjunto de acciones destinadas a promover el


desarrollo de una comunidad a través de la participación activa de ésta en la
transformación de su propia realidad. Por lo tanto, pretende la capacitación y el
fortalecimiento de la comunidad, favoreciendo su autogestión para su propia
transformación y la de su ambiente. Dando a la comunidad capacidad de decisión y de
acción se favorece su fortalecimiento como espacio preventivo.

En su mayoría, las acciones asociadas a la intervención comunitaria, política e


históricamente han desempeñado un papel en favor de la integración y la cohesión
social. Una tarea que en esencia ha estado bajo la responsabilidad del Estado moderno,
en aras de su mejor funcionamiento y la igualdad.

Para 1958, a pocos años de concluida la Segunda Guerra Mundial y al amparo de los
ideales del Estado de bienestar, las Naciones Unidas definían: "Desarrollo comunitario
es el proceso a través del cual el propio pueblo participa, se esfuerza, se une con las
fuerzas de las autoridades gubernamentales con la finalidad de mejorar las condiciones
económicas, sociales y culturales de las comunidades"

En esa época la intervención comunitaria fue concebida como acto de gobierno,


orientada a resolver lo que para la clase dirigente de los países subdesarrollados, como
México, representaban los grandes problemas nacionales, y con ello avanzar en la
consecución de las promesas de la modernidad.

Años después, de manera alterna y crítica, sobre todo a partir de los años setenta del
siglo pasado, se fueron construyendo otras propuestas de intervención en aras de la
educación popular, la salud, los derechos humanos y de la mujer, los pueblos indígenas
y la cultura U actuar político fue diverso, hubo desde quienes propusieron el diálogo con
el Estado hasta quienes decidieron su confrontación.

Una visión crítica de la intervención comunitaria nos lleva, por lo tanto, a despojarla de
su supuesta "neutralidad". Como estrategia de transformación que involucra a los actores
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sociales en la construcción de propuestas para resolver los problemas que limitan su


desarrollo, siempre contendrá principios epistemológicos que la orienten en la teoría y
en su consecuente práctica.

UNIDAD 5

ÁMBITOS DE APLICACIÓN

La teoría de los ámbitos apuesta por un esquema individual-grupal-institucional-


comunitario, en el que uno contiene al otro (en círculos concéntricos):

 a) ámbito psicosocial (individuos)


 b) ámbito socio dinámico (grupos)
 c) ámbito institucional (instituciones)
 d) ámbito comunitario (comunidad)

La noción de Comunidad es abordada desde la Concepción Operativa de Grupos

1. Como un lugar-soporte de otros ámbitos: individual, grupal, institucional. Es el


continente que soporta y guarda las otras realidades. La Comunidad no tendría
corporeidad, siendo esta la propia de las otras instituciones: el cuerpo del
individuo, el cuerpo del grupo, e incluso el cuerpo de las instituciones, visualizados
a través de sus edificios (una escuela, un hospital, una cárcel, un manicomio, etc.).
La comunidad sería como una enorme masa que contendría los granos de arroz,
sueltos (individuos) o pegados (grupos), y las tajadas (¿instituciones?).
2. Como el espacio Interinstitucional, es decir, analizando los fenómenos que se dan
cuando dos o más instituciones se relacionan y/o compiten, sin que, por otra parte,
estén a veces claramente diferenciadas las nociones de Institución y Asociación.
3. Como una forma de contextualizar en el tiempo y en el espacio lo grupal, de dar
historicidad y geografía al grupo y a sus esquemas referenciales, incluyendo su
concepto de salud.
4. Como un lugar de Convergencia Epistemológica, a dos niveles:
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 Convergencia entre los esquemas referenciales (concepciones, prácticas,


instrumentos, etc.) de los trabajadores sanitarios o comunitarios, por un lado, y la
representación que los ciudadanos tienen de su salud comunitaria, por otro lado.
 Convergencia entre los esquemas referenciales de diferentes campos
profesionales que reclaman lo comunitario como propio: asistentes sociales,
educadores de adultos, funcionarios locales, planificadores económicos, expertos
en extensión agraria, médicos, enfermeras, psiquiatras, psicólogos, sociólogos,
antropólogos, ecólogos, etc., y que están condenados a hacer converger sus
prácticas y herramientas si no se quieren arriesgar a que surjan rivalidades que
puedan segmentar la comunidad, dificultar la adaptación de la misma a los
cambios y duplicar fuerzas

Población y Comunidad
Esta idea de ámbitos como diferentes dimensiones para abordar un problema o una
temática, y sobre los límites que nuestra formación profesional de partida dificulta para
alcanzar esta visión holística, también la debemos aplicar a la Salud Pública.
Como veremos, lo poblacional no tiene por qué ser sinónimo de lo comunitario, al igual
que el origen del concepto biopolitico de “población” surgido con la ilustración (Foucault
dixit), y tan importante para el nacimiento de la medicina social, es distinto al origen del
concepto de “comunidad”. Intuyo que la discriminación entre población y comunidad es
muy transcendente para entender las dificultades que tenemos los salubristas cuando
nos acercamos al campo comunitario con ciertos conceptos como “riesgo”,
“vulnerabilidad”, “prevención” e “intervención”, y con cierta metodología y herramientas
asociadas. No sé si algún lector o lectora puede ayudarme en esta reflexión.

Al igual que Bleger recomendaba a los psicólogos que abandonaran ciertas categorías
de pensamiento y adoptaran otras si querían pasar del ámbito de trabajo predominante
(para el cual se ha sido formado académicamente) a otro (del individual al grupal e
institucional, por ejemplo), los salubristas deberíamos hacer lo mismo si queremos
trabajar en el ámbito comunitario. También en al ámbito institucional, pero esto no toca
hoy. Usando nuestra metáfora, los profesionales de la clínica o de la Atención Primaria,
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tienen que pasar “de las batas a las botas” (usar otros criterios, categorías, instrumentos,
enfoques; diferentes a los clínicos) para trabajar en lo comunitario.

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