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La Escuela de Frankfurt criticó la teoría tradicional y el positivismo, argumentando que sirven para legitimar formas de dominación. Abogó por una teoría crítica interdisciplinaria que use la razón de forma crítica y emancipadora. Criticó aspectos del marxismo como su visión del proletariado. También criticó la Ilustración por su excesiva confianza en la razón y el progreso. Analizó de forma crítica los totalitarismos y el neocapitalismo, argumentando que este último ejerce un control totalitario a trav
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TEORÍA TRADICIONAL Y TEORÍA CRÍTICA FRANK FURT CARAXTERISTICAS
La Escuela de Frankfurt criticó la teoría tradicional y el positivismo, argumentando que sirven para legitimar formas de dominación. Abogó por una teoría crítica interdisciplinaria que use la razón de forma crítica y emancipadora. Criticó aspectos del marxismo como su visión del proletariado. También criticó la Ilustración por su excesiva confianza en la razón y el progreso. Analizó de forma crítica los totalitarismos y el neocapitalismo, argumentando que este último ejerce un control totalitario a trav
La Escuela de Frankfurt criticó la teoría tradicional y el positivismo, argumentando que sirven para legitimar formas de dominación. Abogó por una teoría crítica interdisciplinaria que use la razón de forma crítica y emancipadora. Criticó aspectos del marxismo como su visión del proletariado. También criticó la Ilustración por su excesiva confianza en la razón y el progreso. Analizó de forma crítica los totalitarismos y el neocapitalismo, argumentando que este último ejerce un control totalitario a trav
TEORÍA TRADICIONAL Y TEORÍA CRÍTICA; INTERDISCIPLINARIEDAD;
CRÍTICA AL POSITIVISMO Los frankfurtianos entienden por teoría tradicional aquella que considera que la ciencia es un saber objetivo y neutral, guiado por la búsqueda desinteresada de la verdad. Tal es la posición del positivismo. Sin embargo, según los de la escuela, la posición positivista es una ideología al servicio del poder establecido y legitima las distintas formas de dominación del ser humano. La razón positivista, la teoría tradicional es considerada una razón instrumental que se centra en los medios y no en los fines, convirtiendo al ser humano en un medio. La teoría crítica, por el contrario, considera que la razón ha de ser crítica frente a todo tipo de ideología manipuladora y alienante, que pretendiendo dominar la naturaleza ha terminado dominando al ser humano, tal y como se observa en el surgimiento de los totalitarismos. El objetivo de la teoría crítica es fundamentalmente emancipador: la razón debe liberar al ser humano, no esclavizarlo. Su meta es una sociedad más justa y para ello es necesario aunar teoría y praxis. El análisis de la sociedad requiere una perspectiva interdisciplinar ANÁLISIS CRÍTICO DEL MARXISMO. Los frankfurtianos critican diversos aspectos de las predicciones de Marx. En primer lugar: al considerar que el proletariado ya no podía ser una clase revolucionaria que transformara la sociedad alienante capitalista porque dicho sistema había conseguido aburguesarlo, integrarlo en el sistema de consumo creciente. En segundo lugar, los de la escuela creían que el colapso del capitalismo del que habló Marx, no se produciría porque las crisis económicas podrían evitarse mediante la intervención política y económica. En tercer lugar, Marx creía que una sociedad justa haría a los seres humanos más libres. Horkheimer, por el contrario, manifiesta que a mayor libertad, menor justicia y viceversa. A mayor libertad, mayor peligro de abuso y totalitarismo. A mayor justicia, más represión y vuelta al totalitarismo. ANÁLISIS CRÍTICO DE LA ILUSTRACIÓN. La experiencia vital e histórica de los miembros de la Escuela de Frankfurt provocó un giro en su pensamiento. La barbarie sistemática y racionalmente organizada les hizo desconfiar de la capacidad del hombre y especialmente de la razón para lograr construir sociedades justas e igualitarias. Los filósofos ilustrados creían que los problemas de la humanidad tendrían solución cuando el ser humano fuera capaz de aplicar la razón a todas las esferas de su vida. Su optimista confianza en el progreso humano gracias a la “divina” razón, cargada de elementos míticos, hizo temblar al mundo con armas hasta entonces desconocidas. La Primera y la Segunda Guerras Mundiales, los campos de exterminio nazis, las bombas nucleares mostraron el poder mortífero y maquiavélico de la razón o de la paradójica “racionalización” de la destrucción. ¿Es ese el poder emancipador de la razón? ¿Y qué decir de la alienación de las sociedades neocapitalistas en las que los seres humanos son instrumentalizados en aras del todo poderoso mercado o de las necesidades productivas? El fracaso de la razón instrumental es una de las ideas centrales de la Dialéctica de la Ilustración, de Adorno y Horkheimer. Ambos se mostraron profundamente críticos, escépticos y pesimistas frente a la capacidad racional humana. ANÁLISIS CRÍTICO DE LOS TOTALITARISMOS Y DEL NEOCAPITALISMO. En un principio los frankfurtianos confiaron en el marxismo como única posibilidad conjugar el ideal proletario de justicia con el ideal liberal de progreso. Reivindicaban al individuo frente a la sociedad capitalista que alienaba al ser humano, reduciéndolo a mero productor y consumidor. Esta crítica pretendía despertar la conciencia del proletariado para luchar contra el totalitarismo y conquistar la emancipación, pero, en los años treinta, los integrantes de la Escuela se percataron de la incapacidad del proletariado para llevar a cabo esta tarea. Tras ese momento los de la escuela llegan a la conclusión de que el proletariado ha desaparecido integrándose en la clase media de postguerra, ajena a cualquier tipo de revolución. Además el marxismo ha sido desvirtuado por la práctica totalitaria de los regímenes comunistas, como el implantado por Stalin, donde se ha perdido el ideal de justicia y se han eliminado las libertades básicas. La teoría crítica se centra, entonces, en la crítica a la creciente despersonalización y cosificación de las sociedades neocapitalistas provocadas por la sociedad de consumo y el control tecnológico. En las sociedades neocapitalistas todo intento de disidencia termina convirtiéndose en una mercancía (ej.: el Che y las camisetas, chapitas, posters.) El nivel de vida sube y, al mismo tiempo, todos estamos más controlados, más sometidos a la burocracia y a un exceso de normatividad. Los medios de comunicación al servicio de los intereses de mercado manipulan las conciencias y fomentan la uniformidad difundiendo una serie de valores, gustos y necesidades que convierten al individuo en un elemento más de la masa. Por todo ello, las sociedades neocapitalistas son una forma encubierta de totalitarismo.