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FILOSOFÍA CLÁSICA

Virtud y conocimiento
Sócrates es una de las figuras centrales de la filosofía antigua. Su pensamiento ha llegado hasta nuestros días
mediante los diálogos platónicos, en los cuales Sócrates es el personaje principal. En la interpretación de sus
ideas hay una dificultad: la de determinar hasta dónde las palabras de Sócrates, en estos diálogos, expresan lo
que éste en realidad pensaba y hasta qué punto se trata de las doctrinas de Platón (427-347 a.n.e.) puestas en
boca de Sócrates. Aunque ése es un problema para los especialistas, hay cierto acuerdo sobre algunas ideas
centrales consideradas típicamente socráticas, como la que afirma que el conocimiento se alcanza mediante un
proceso de diálogo conocido como mayéutica.
La madre de Sócrates, Fainarate, se dedicaba a auxiliar a las mujeres durante el parto. Al igual que el
alumbramiento viene precedido de dolores, decía Sócrates, para descubrir la verdad hay que pasar por un proceso
doloroso que implica renunciar a las ideas que se tenían por verdaderas, aceptar los propios errores y abrirse a
la luz del entendimiento.
Durante su vida, Sócrates se dedicó a enseñar a los jóvenes atenienses a pensar por sí mismos, a debatir las ideas
recibidas y a no dar nada por cierto sin previo análisis. En este sentido, Sócrates representaba el espíritu
democrático de Atenas; dicha forma de gobierno se sustentaba en el libre y público examen de todos los puntos
de vista. Así, Sócrates se opuso a quienes se ostentaban como sabios, pero eran incapaces de poner a prueba sus
SÓCRATES opiniones. Su idea de que todo verdadero conocimiento debe iniciar con un reconocimiento de la propia
(470-399 a.n.e.) ignorancia desenmascaró la actitud de muchos personajes de la época, quienes presumían de un conocimiento
que, en realidad, era superficial porque no iba al fondo o a la esencia de las cosas. Eso le provocó animadversión
y antipatías, pues Sócrates fue implacable en señalar la falsa sabiduría de su tiempo.

En sus diálogos, Platón pinta a Sócrates preguntando a sus interlocutores qué es la justicia, qué es la virtud, qué
es la bondad y qué es la belleza, entre otras interrogantes. Los diálogos tienen una estructura similar: Sócrates
va mostrando la inconveniencia de cada una de las respuestas que sus interlocutores ofrecen, para concluir que
éstos en verdad ignoran lo que pretendían saber.
A Sócrates se le llevó a juicio acusado de enseñar a los jóvenes doctrinas extrañas, de corromperlos y de no
creer en los dioses de la ciudad. La defensa que hizo de sí mismo fue uno de los capítulos más luminosos de la
historia de la filosofía. Sócrates rebatió cada uno de los cargos que se le imputaron, y afirmó que su único afán
era hacer que los jóvenes aprendieran a pensar libremente. Sin embargo, el jurado lo declaró culpable y lo
condenó a dejar de enseñar, a irse de la ciudad o a morir envenenado.

Sócrates rechazó las primeras dos alternativas, pues significaban traicionar su vocación y sus convicciones,
porque estaba del todo convencido de que su labor de enseñanza servía para hacer mejores ciudadanos. Ante
esto, sus amigos le ofrecieron ayuda para escapar de la cárcel, cosa que rehúsó por ir en contra de las normas de
la ciudad. Aún convencido de que su condena era injusta, Sócrates decidió someterse a la pena de muerte porque
pensaba que la obediencia a las leyes, en una democracia, era obligación de todo ciudadano. Con esta decisión
fue congruente con sus convicciones.

El método mayéutico
Este método socrático consiste en hacer preguntas bien dirigidas para ayudar a quien se está interrogando a
descubrir por sí mismo una verdad que antes ignoraba. Una versión del método indica que esto es posible gracias
a que las verdades racionales se encuentran implícitas en los seres humanos, de suerte que las preguntas bien
dirigidas sólo contribuyen a que surjan las ideas que cada uno trae de manera innata. Ésta es una explicación
platónica del método, el cual tiene éxito porque es didáctico, es decir, depende de la habilidad y conocimientos
de un maestro que dirija con exactitud las preguntas que son convenientes para avanzar en la indagación. En
todo caso, se trata de un método dialógico, en el que intervienen al menos dos personas que alternan el uso de
la palabra y van razonando juntas, hacen aportaciones, critican y mejoran sus razonamientos. En los diálogos
platónicos hay numerosos ejemplos de mayéutica. Aquí presentamos cuando: Sócrates interroga
mayéuticamente a un esclavo, persona sin educación alguna, pero con una inteligencia sana, acerca de un
problema geométrico. El esclavo resuelve el problema conforme responde las preguntas.
A Sócrates se le atribuye la frase “una vida sin examen no vale la pena de ser vivida ”.
Teoría de las ideas y alegoría de la caverna
Sócrates representa un ideal de vida filosófica que tuvo un poderoso efecto en su alumno Platón, quien adoptó la idea
de que la virtud es la característica que ennoblece a los seres humanos. Sin embargo Platón no se limitó a repetir los
temas que enseñó su maestro, sino que amplió en gran medida los campos de la investigación filosófica. Patlón
provenía de una familia noble. Tuvo una vida azarosa en la que incluso fue esclavo, recobró la libertad cuando un
alumno suyo lo reconoció y le devolvió su libertad.
El mito de la caverna
Es uno de los pasajes más importantes de la filosofía griega, en él se presenta de forma figurada una teoría del
conocimiento humano, es decir, los comienzos de una epistemología. De acuerdo con la filosofía platónica, las cosas
del mundo son copias materiales de las formas inmateriales, las cuales él llama “Ideas” (se utilizará la mayúscula para
distinguir la Idea platónica de las ideas en general).
Una Idea no es una ocurrencia en la mente de un ser humano, sino un modelo que subsiste por sí mismo más allá de
que las personas lo piensen. Tómese como ejemplo la especie Equus ferus, a la que pertenece el caballo, si se va de
visita al campo y se observan muchos caballos, los hay negros, blancos, pintos, grandes, pequeños, veloces, lentos,
PLATÓN (427- pero todos son caballos. Si bien cada uno tiene un cuerpo diferente todos tienen algo en común, porque son caballos.
347 a.n.e.) Ese algo en común que hace que sean caballos y no algún otro animal, es la Idea de caballo que conforma a cada uno.
Se puede pensar que la Idea es algo así como la especie, todos los caballos pertenecen a la misma, aunque como
individuos presentan diferencias. La especie es la Idea presente en cada individuo, pero además de encontrarse en
cada ser, Platón propuso que las ideas podrían existir por sí mismas, puesto que la especie subsiste a pesar de que
todos los individuos que pertenecen a ella desaparezcan. Incluso indicó que todas las Ideas que conforman al mundo
que se observa perduran en algún lugar distinto del mundo que se experimenta con los sentidos. Si se examina –en el
mito de la caverna– cómo Platón explica que las imágenes que los prisioneros tienen de las cosas son sombras, no las
verdaderas cosas, que se encuentran más allá de su vista, la imagen significa que el conocimiento de la verdad por
fuerza supera las impresiones o imágenes que se obtienen mediante los cinco sentidos, lo cual requiere del esfuerzo
racional para descubrir cuáles son las Ideas que gobiernan el mundo natural.
Entre las Ideas, Platón consideraba de mayor importancia al Bien, la Verdad y la Belleza porque conforme a ellas se
formaban las demás; y de estas tres, la principal sería la del Bien. Platón desarrolló un método para la investigación
filosófica llamado dialéctica, que consiste en una constante interrogación acerca de lo que se investiga, y buscar las
características que definen las cosas. La epistemología de Platón afirmaba que los seres humanos tienen desde su
nacimiento la capacidad para conocer la verdad, y que sólo era necesario hacerse siempre las preguntas correctas para
descubrir en la reflexión racional las respuestas necesarias. En la filosofía posterior se consideró a esa explicación
como innatismo; innato quiere decir que se tiene desde el nacimiento, que no se adquiere por alguna experiencia o
comunicación con el exterior. El innatismo platónico consiste en afirmar que el conocimiento se encuentra en el
interior de las personas desde su origen, y que la operación de conocer consiste en mirar dentro de sí mismo con los
ojos de la razón. Tanto así que parecería que no era necesario recurrir a los ojos, las manos o el oído para descubrir la
verdad. Incluso es posible que al observar las cosas por la apariencia que ellas tienen se quede con esa información
sensible, dejando escapar las verdaderas Ideas, que no son accesibles por los sentidos. Para reforzar su teoría, Platón
puso algunos ejemplos. El más importante de ellos fueron las matemáticas, tal como se vio en el ejemplo del esclavo
de Menón, que al parecer “recordó” la versión geométrica del teorema de Pitágoras (el cuadrado construido sobre la
hipotenusa de un triángulo rectángulo tiene la misma área que la suma de los cuadrados construidos en sus catetos).
Debido a su énfasis en las Ideas, a la filosofía de Platón se le ha llamado idealismo, y a partir de esta prioridad de lo
no-material se denomina idealismo a las teorías que afirman que la explicación última del mundo no es material, sino
de algún otro principio que no es accesible mediante los sentidos ni la experiencia. En este punto difiere de las teorías
de su mayor discípulo, Aristóteles.

El amor platónico
Mucho se habla del “amor platónico” como aquel que no pasa por el deseo sexual, sino que es sólo ideal; sin embargo,
en los escritos de Platón no se encuentra esta noción. En cambio, su diálogo El banquete recoge una narración
mitológica que cuenta el origen del deseo erótico; según el mito, los antecesores de los humanos tenían cuatro piernas
y cuatro brazos, en un cuerpo esférico, de gran fuerza y osadía. Para evitar que se rebelaran contra los dioses, Zeus
los dividió por la mitad y por eso cada mitad busca continuamente encontrar a la otra mitad que necesita para alcanzar
su unidad originaria. Platón se ocupó del amor en otros diálogos, en particular el llamado Fedro, en el que también
explicó este sentimiento en función del alma, para la que usó otra comparación, la del carro de caballos. Según esta
metáfora, el alma “se parece a las fuerzas combinadas de un carro de caballos y un auriga”. El auriga o conductor del
carro tiene que gobernar dos caballos, uno de buena raza, que representa la virtud y el valor, y el otro muy diferente,
que busca satisfacer sus deseos más bajos y no obedece al auriga; por eso resulta muy difícil conducir este carro. Cada
hombre, según su alma es conducida, busca objetos de amor distintos: “Cada hombre escoge un amor según su
carácter, le hace su dios, le levanta una estatua en su corazón y se complace en engalanarla, como para rendirle
adoración y celebrar sus misterios” (Platón, Fedro).
Aristóteles fue alumno de Platón por 20 años y preceptor de Alejandro Magno (356-323 a.n.e.), el conquistador
macedonio.
Teoría de las cuatro causas
La teoría hilemórfica.
Esta palabra significa “hecho de materia y forma”. La idea básica es sencilla: todas las cosas están hechas de un
sustrato o materia y poseen una serie de determinaciones llamadas en conjunto “forma”. Lo que a Aristóteles le
inquietaba era saber cómo y de qué estaba conformado lo que existe, es decir, el Universo, su teoría hilemórfica
responde a esta interrogante.
Preguntas similares se ha planteado la física a lo largo del tiempo, así estudia los componentes elementales de
la materia y las interacciones que se dan entre ellos. Es interesante observar cómo la filosofía comenzó a
plantearse preguntas que luego fueron retomadas por diversas ciencias. La teoría de Aristóteles es bastante
intuitiva, porque da cuenta de algo que todos pueden observar: que las cosas poseen algo de lo que están hechas
y que cada una tiene una forma determinada.
A partir de observar la naturaleza, Aristóteles propuso que en cualquier objeto que se estudie es posible
identificar rasgos que lo determinan, los cuales constituyen la forma, pero ésta no se instala de igual modo en
cualquier materia. Aseveró que la que se conoce en la experiencia cotidiana no es una materia “primera”, o sea,
por completo indeterminada, sino que es una materia “segunda”, es decir, que ya tiene algunas determinaciones.
ARISTÓTELES Cada forma es adecuada para cierta clase de materia, y a su vez las distintas materias “segundas” están
(384-322 a.n.e.) preparadas para recibir sólo algunas formas.
La teoría de la materia y la forma se aplica también a los seres humanos y en general a todas las cosas de la
experiencia. Platón y Aristóteles consideraban que en los humanos había una forma, a la que llamaron alma, y
que es la causante de todas las determinaciones sobre una materia específica, el cuerpo humano. De acuerdo con
esta teoría, no puede haber en la realidad hombres o mujeres de metal, de madera o de masa, sólo puede haber
seres humanos de carne y hueso, porque ésa es la materia adecuada para albergar el alma humana. Los animales
también tienen alma, pero un alma diferente, conveniente a los cuerpos de cada uno y además tienen
características o determinaciones distintas; por ejemplo, los halcones pueden ver mejor que los humanos, los
perros tienen mejor olfato, y así sucesivamente. Éstas son capacidades derivadas de su forma, pero que sólo
pueden existir en los cuerpos adecuados para ellas.
Las cuatro causas
En esta teoría, la noción de causa es muy importante, es algo que explica otra cosa, o que la origina o genera.
Hay cuatro tipos de causas principales en la filosofía de Aristóteles, ya se han mencionado tres: la causa formal
(que origina el conjunto de determinaciones de una cosa), la material (que aloja o recibe a la forma), la eficiente
(que ejerce la acción, transforma, mueve o provoca, cómo el calor convierte la masa en pan); ésta también se
conoce como agente, que en sentido literal significa “algo que actúa”. La cuarta es la causa final. La finalidad
tiene muchas aplicaciones. Las que aquí se estudiarán afectan directamente a la vida humana porque forman
parte de la ética. Aristóteles pensaba que cada cosa que tiene una forma determinada está orientada sólo hacia
cierto tipo de acciones o movimientos. Por ejemplo, las tortugas no vuelan, su forma no incluye esa capacidad.
La idea que se desea destacar es que las acciones permitidas por la naturaleza de una cosa están anunciadas o
previstas desde esa forma. Aquellos estados, formas o logros a los que se dirigen los cambios o acciones son sus
respectivos fines.
Las teorías principales de la metafísica aristotélica son el hilemorfismo y la cuádruple causalidad. Gozaron de
gran aceptación en la ciencia y la filosofía posteriores durante siglos, hasta la Época Moderna. Como se verá en
el siguiente bloque, los pensadores medievales las adoptaron a su manera para explicar su propia circunstancia
histórica.
Aristóteles tenía, como muchos filósofos griegos, interés en diversas disciplinas. Fue pionero en la biología, en
la que incluyó descripciones y explicaciones sistemáticas acerca de muchas especies; también en la lógica, en
la que desarrolló la silogística. En política describió las formas de gobierno; en la ética propuso la búsqueda de
la felicidad por medio de las virtudes; en la física propuso que las cosas se explicaban por sus formas e influyó
en la astronomía. Muchas de sus teorías científicas se han superado, pero después de mucho tiempo.

La teoría del conocimiento y la ciencia


La explicación aristotélica del conocimiento se basa en sus teorías metafísicas, lógicas y psicológicas; dicho
proceso comienza con la presencia de las formas de las cosas en la mente humana. Así como la forma del dado
se graba en la cera o plastilina, pero se pierde con facilidad, también se guarda en la mente humana, donde puede
durar o perderse, según los procesos del pensamiento. Con el dado que está en la mente no se puede jugar a los
dados, sólo se puede pensar en ello. Esto quiere decir que todas las cosas se pueden conocer, gracias a que la
presencia de sus formas en la mente humana se realiza de una manera mental, que es el modo cognitivo. En esta
forma los objetos no ocupan espacio, no pesan, no tienen determinaciones materiales, es la manera que tiene el
alma de contener dentro de sí misma todas las cosas, por medio de sus formas; es inmaterial o mental.
En griego “alma” se dice psique. De allí se formó la palabra “psicología”. Hay una psicología aristotélica que
contribuyó a la explicación del conocimiento del modo que se acaba de ver. Aristóteles distinguió varias partes
del alma, a las cuales llamó facultades, las principales resultan bastante familiares: la inteligencia y la voluntad.
La primera es la facultad del alma por la que principalmente se pueden conocer las cosas abstractas, mientras
que la voluntad es la facultad por la que se tiene la capacidad de querer o desear de manera consciente. Estas
son facultades racionales.
Además de las facultades anteriores, se cuenta con los cinco sentidos externos —vista, oído, tacto, gusto y
olfato—. Asimismo, hay tres facultades de los sentidos internos: la memoria, la imaginación y el sentido común,
éste tendría la función de unir las diferentes sensaciones de los sentidos externos en un sólo objeto percibido
(cuando se ve el rojo de la manzana, se puede percibir su sabor y tocar su textura y, a pesar de que son tres
sensaciones diferentes, se sabe que se refieren a un mismo objeto). Aristóteles explicó el funcionamiento de
cada uno y propuso otras facultades que completan el cuadro de las capacidades humanas.
Entonces, de acuerdo con Aristóteles existen los sentidos externos, los internos y las facultades racionales. Si
bien estas explicaciones fueron superadas por la psicología moderna y por otras disciplinas, durante siglos se
consideraron como válidas y verdaderas. Sentidos externos: Vista, oído, tacto, gusto y olfato. Sentidos internos:
Imaginación, memoria y sentido común. Facultades racionales: Inteligencia y voluntad. Aristóteles estableció
que el conocimiento es de diferentes clases, desde aquéllos que se basan en la repetición y la experiencia hasta
los que explican las causas de las cosas de modo racional, que por consiguiente pueden constituir teorías y
enseñarse, y que son origen de las ciencias y las tecnologías.
La psicología aristotélica se encuentra sobre todo en un libro que tituló Acerca del alma que no tiene ninguna
relación con religión, es un libro científico. Pero la explicación del conocimiento no está completa sólo con la
psicología, para poder descubrir verdades científicas es necesario razonar correctamente y por eso el filósofo
escribió también varios libros de lógica dedicados en especial a la investigación científica, entre otros los Libros
analíticos, pues él consideraba que la lógica era un instrumento para el correcto razonar en el análisis de las
cosas del Universo. Algunas de las principales obras de Aristóteles son: Metafísica estudia las causas, las
sustancias y categorías, los principios. Física analiza la naturaleza. Del alma es un estudio de psicología. Ética
Nicomaquea aborda el bien, las virtudes y la libertad individual. Política estudia las formas de gobierno. Libros
de lógica (Categorías, De la proposición, Del silogismo, De la demostración). Historias de los animales, de
zoología.

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