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Instituto Privado San José I-2

Historia. 3ro C
Texto de clase

La Ilustración
La Ilustración es el nombre que recibe la época de efervescencia intelectual y crítica
que se inició en Europa y América a finales del siglo xvii y continuó durante todo
el siglo siguiente. Durante este período una variedad de pensadores —conocidos como
los philosophes en Francia— intentaron reemplazar las creencias del pasado
aceptadas a ciegas por el pensamiento y la práctica racionales en todo, desde la
economía política al trato a los criminales.

Los pensadores de la Ilustración no compartían un programa coherente, y de hecho muchas


veces estaban en desacuerdo entre ellos, pero todos pretendían poner en cuestión las
creencias hasta entonces incuestionables de la tradición y el prejuicio, y aspiraban a alejar
la humanidad de la superstición y adentrarla en la luz de la razón. En líneas generales eran
liberales y humanitarios, y normalmente críticos con la represión y el dogmatismo de la
Iglesia, y condenaban a aquellos gobernantes que no se preocupaban por el bienestar de sus
súbditos.

La primacía de la razón
Los pensadores de la Ilustración veían la revolución científica de los siglos xvi y xvii como
su inspiración. Copérnico, Kepler, Galileo y los demás habían demostrado la falsedad de la
enseñanza de que la Tierra era el centro del universo, y Newton, a través de inferencias a
partir de la observación, había elaborado una explicación completa del movimiento, desde
el vuelo de una bala de cañón al de un planeta orbitando el Sol. Este y otros adelantos en las
ciencias experimentales a finales del siglo xvii —que tenían un poder tanto explicativo
como predictivo— condujeron al triunfo del empirismo sobre el cartesianismo, el sistema
del filósofo francés René Descartes (1596-1650).
Descartes sostenía que todo conocimiento adquirido a través de los sentidos era poco fiable,
y todo lo que podemos conocer como cierto se debe deducir a partir de la premisa básica
irrefutable: «Pienso, luego existo». Los principios del empirismo, que contradicen los del
cartesianismo, fueron enunciados por el filósofo inglés John Locke en su Ensayo sobre el
entendimiento humano (1690).
En él, Locke argumenta que los seres humanos no tienen ideas innatas, sino que obtienen
todos los conocimientos de la experiencia, a través de la «sensación» y la «reflexión
». Según él, esto es lo que constituye la razón «como algo diferente de la fe».
Pocos de los pensadores de la Ilustración eran realmente ateos, pero muchos eran deístas. El
deísmo rechaza la revelación y los milagros divinos del cristianismo, proponiendo un Dios
cuya existencia se puede establecer mediante la razón, más que por las conjeturas de la fe.
Este Dios era necesario como «causa primera» que dio existencia al universo, y fue Dios el
que dispuso que las estrellas y los planetas se movieran como un mecanismo de relojería de
la manera que había descrito Newton. Este Dios había dotado al ser humano de razón y
libre albedrío, pero por otra parte se mantenía alejado de su creación.
La influencia de la Ilustración
Las ideas de la Ilustración se extendieron entre las élites intelectuales de Europa y América
a través de obras como las Cartas filosóficas de Voltaire (1734), que analizaban las ideas de
Newton y Locke, y expresaban admiración por las libertades británicas, en contraste con la
autocracia del Ancien Régime en su Francia natal. Sin embargo, la recopilación más
importante del pensamiento ilustrado fueron los 28 volúmenes e la Encyclopédie francesa,
compilados bajo la dirección de
Denis Diderot entre 1751 y 1772, que contenía todos los adelantos científicos y filosóficos.
Entre los que adoptaron las ideas de moda de los philosophes se encontraba una serie de
monarcas autocráticos de Europa, entre ellos Catalina la Grande de Rusia, Federico el
Grande de Prusia y José II de Austria. Todos estos «déspotas ilustrados» querían imponer
reformas «racionales» en sus países. Sin embargo, su ilustración tenía un límite. Federico
liberalizó el código legal prusiano e introdujo reformas sociales y económicas, pero
también desencadenó despiadadas guerras de conquista. Catalina también libró guerras de
expansión territorial y abandonó su idea de emancipar a los siervos de Rusia ante la
oposición de los propietarios de siervos. José tuvo éxito al emancipar a los siervos dentro
del sacro imperio, pero a continuación les gravó con impuestos. También introdujo la
tolerancia religiosa y reformas en educación, el sistema legal y la administración, algunas
de las cuales tuvo que retirar ante la oposición de ciertos grupos que veían amenazados sus
privilegios. Una consecuencia política de mayor duración fue el impacto que el lenguaje y
las ideas de los pensadores ilustrados tuvieron en algunos de los documentos clave de las
revoluciones americana y francesa: la Declaración de Independencia y la Declaración de
Derechos. Estos documentos incorporaron ideas que siguieron dominando el discurso
político en las democracias liberales occidentales: igualdad, derechos individuales, la idea
de que el gobierno sólo gobierna con el consentimiento de los gobernados, la tolerancia
religiosa y el estado de derecho.

Características de la Ilustración. Son variados los elementos que caracterizan esta corriente
del pensamiento, entre los más importantes destacan:
→ El uso de la inteligencia para lograr la felicidad.
→ Crítica al Antiguo Régimen.
→ Critica a la Iglesia Católica.
→ La razón es el único medio para asegurar el progreso.
→ Fe ilimitada en la inteligencia humana.
→ Fue desarrollado por la burguesía y la nobleza.

Fuentes para analizar en clase


Texto 1. “¿Qué es propiamente un acto de soberanía? No es, en modo alguno, una
convención del superior con el inferior, sino una convención del cuerpo con cada uno de
sus miembros; convención legítima, porque tiene por base el contrato social; equitativa,
porque es común a todos; útil, porque no puede tener más objeto que el bien general, y
sólida, porque tiene como garantía la fuerza pública y el poder supremo”. “La voluntad
general puede dirigir por sí sola las fuerzas del Estado según el fin de su institución, que
es el bien común [...] Ahora bien; sólo sobre el interés común debe ser gobernada la
sociedad”. “Poblad el territorio, extended por todas sus partes los mismos derechos,
llevad por todos lados la abundancia y la vida; así es como el Estado llegará a ser a la vez
el más fuerte y el mejor gobernado posible”. Jean Jacques Rousseau (1762) El contrato
social o principios de derecho político.

Texto 2 “Cuando en el curso de los acontecimientos humanos se hace necesario para un


pueblo disolver los vínculos políticos que lo han ligado a otro y tomar entre las naciones
de la Tierra el puesto separado e igual a que las leyes de la naturaleza y el Dios de esa
naturaleza le dan derecho, un justo respeto al juicio de la humanidad exige que declare las
causas que lo impulsan a la separación. Sostenemos como evidentes estas verdades: que
todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos
derechos inalienables; que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la
felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los
gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que
cuando quiera que una forma de gobierno se haga destructora de estos principios, el
pueblo tiene el derecho a reformarla o abolirla e instituir un nuevo gobierno que se funde
en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio ofrecerá las
mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad. […] Por lo tanto, […]
solemnemente hacemos público y declaramos: Que estas Colonias Unidas son, y deben
serlo por derecho, Estados Libres e Independientes; que quedan libres de toda lealtad a la
Corona Británica, y que toda vinculación política entre ellas y el Estado de la Gran
Bretaña queda y debe quedar totalmente disuelta […]”. Declaración de Independencia, 4
de julio de 1776. Recuperada de http://www.archives.gov/espanol/ en marzo de 2015.

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