Está en la página 1de 4

CONTEXTO CULTURAL Y FILOSÓFICO DE KANT

Kant (1724-1804) nació en Königsberg, en la que entonces era Prusia Oriental,


en aquella época reinaba Federico Guillermo I, el padre del militarismo
prusiano, que se caracterizó por su intolerancia ideológica, pero que desarrolló
la economía de su país, fortaleció la industria e impuso una enseñanza básica
obligatoria.

En cuanto a la situación general en Europa durante el siglo XVII, las


naciones habían luchado por su hegemonía, provocando inestabilidad en el
comercio y en la economía y antagonismos entre las clases sociales. Salvo la
monarquía parlamentaria de Inglaterra, el Absolutismo político domina en toda
Europa pero en algunos países como Rusia, Austria o Prusia adquiere la forma
de Despotismo Ilustrado Federico Guillermo I hizo de Prusia la tercera
potencia europea. Con Federico II el Grande, el Estado experimentó una
profunda modernización. Influido por Voltaire y la idea ilustrada de progreso,
fue protector de la cultura, fomentó la educación, implantó la igualdad ante la
ley y la independencia judicial mediante la separación de poderes, convirtiendo
así a Prusia en un Estado de Derecho. Sin embargo, estas reformas no
culminarán sino con su sucesor, Federico Guillermo II (1786-1797), bajo el
que entrará en vigor el Código de Derecho Civil en 1794.

La Reforma protestante, que había tenido lugar durante los siglos XVI y
XVII con Martin Lutero y Juan Calvino, había rechazado la autoridad papal y
propuesto la libre interpretación de las Escrituras. En Alemania se extendió
dentro del protestantismo una oleada de “piedad” –pietismo- consistente en
una consideración más individualista y moralista de la religión, que afirmaba la
importancia de la conciencia individual frente al dogmatismo. Kant fue
educado en ese ambiente pietista, para el que lo importante era mantener
una relación activa con Dios, en la cual la Iglesia no contaba como una entidad
aparte del conjunto de la humanidad. Las nuevas creencias protestantes
habían facilitado la introducción del liberalismo como pensamiento político y
económico.
El movimiento cultural del Renacimiento, que valoraba la dignidad
humana y tomaba como modelo la cultura clásica para un proyecto de
formación del ser humano, el humanismo, fue desarrollándose hasta dar lugar
a las ideas que en el XVIII caracterizaron el movimiento de la Ilustración, ideas
de libertad y confianza en el poder de la razón. La Ilustración fue un
movimiento cultural, filosófico y científico que cabe situar entre 1685 y 1785.
Surgió primero en Inglaterra -Enlightenment-. Instaurada la República de
Cromwell, se inició el proceso que culminó con la Declaración de derechos
(1689), que reconocía el nuevo orden del liberalismo: la ley por encima de la
voluntad real, la división de poderes, la libertad individual y la propiedad privada
(ideas que se deben al empirista Locke -Segundo tratado sobre el gobierno
civil). Se fundó la Royal Society, la primera de las grandes academias
científicas. La Royal Society serviría de inspiración a los ilustrados franceses
en el proyecto de la Enciclopedia o Diccionario razonado de las ciencias,
las artes y los oficios, que fue impulsada por Diderot y D’Alembert. El XVIII es
en Francia el Siglo de las Luces – Lumières --, la Revolución Francesa (1789)
y la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano de 1791. En
Alemania, dividida en pequeños Estados y con una sociedad todavía en gran
parte feudal, la Ilustración -Aufklärung- llegó más tarde. Pensadores ilustrados
fueron Lessing, Herder, Goethe y Schiller, que luchan contra la cultura
cortesana dominante hasta entonces y contribuyen a la formación del
movimiento Sturm und Drang (1770-1790), motor del romanticismo-, pero el
más representativo fue Kant, que compartió los ideales ilustrados del
reconocimiento de la libertad como base de la autonomía moral, de la igualdad
de todos por estar sometidos a la misma ley moral, y la idea de que la religión
debe encontrarse dentro de los límites de la mera razón (debe ser una religión
natural y no una religión revelada), así como la creencia de que es posible un
progreso de la humanidad a través de la historia, dentro de una concepción
política basada en el constitucionalismo republicano.

El respeto hacia los derechos humanos de los individuos tuvo su origen,


aunque esto habría que matizarlo mucho, en la idea de un pacto social como
origen del Estado iniciada por Hobbes. A partir de aquí, Locke en Inglaterra y
Montesquieu en Francia reconocieron, además, la importancia de separar el
poder legislativo del poder ejecutivo. Montesquieu, defensor de la libertad y
enemigo del despotismo, escribió Del espíritu de las leyes. Sus ideas influyeron
en los movimientos revolucionarios de América (1776) y Francia (1789).
Rousseau presentó la posibilidad de la regeneración moral del ser humano y
de la civilización a través del contrato social, obteniendo así el individuo la
libertad civil a cambio de su libertad natural.

La razón ilustrada criticaba el dogmatismo de la autoridad tanto


eclesiástica como política. Newton –cuyos Principios matemáticos de filosofía
natural significaron la culminación de la revolución científica del Renacimiento
llevada a cabo por Copérnico, Kepler y Galileo- la había concebido, en el
método experimental, como un proceso que se basa en la observación, puesto
que las hipótesis han de ser halladas por inducción y la investigación nos
conduce hacia verdades consideradas provisionalmente verdaderas. Así fue
para los empiristas, los pensadores políticos ingleses y para los ilustrados que
participaron en la Enciclopedia. Kant partió también del conocimiento científico
tal como había sido establecido por Newton, y en este marco planteó su Crítica
de la razón pura. Los filósofos más representativos de los siglos XVII y XVIII
fueron los racionalistas y los empiristas. Estos últimos estuvieron muy
próximos a los filósofos ilustrados franceses y ejercieron gran influencia en la
filosofía de Kant, aunque el idealismo trascendental kantiano supone la
asimilación y la superación de ambos movimientos. Como se recordará, los
racionalistas Descartes, Malebranche, Spinoza y Leibniz defendían que la
única fuente de conocimiento válido era la razón –téngase en cuenta que la
razón racionalista no es la razón ilustrada, pues ésta se sitúa más cerca del
empirismo-, el modelo matemático y la posibilidad de conocer con certeza las
realidades metafísicas, y hay que señalar que Kant se formó en el racionalismo
de Wolff y Knutzen. Mientras, los empiristas mantenían que nuestra única
fuente de conocimiento son los sentidos. Hume planteó la crítica a los
conceptos metafísicos y consiguió despertar a Kant de su “sueño dogmático”.
De esta forma Kant asume los rasgos de la razón ilustrada, una razón que
desde su autonomía y el rechazo a la autoridad, apuesta por el análisis y la
crítica para establecer sus posibilidades y sus límites.
El texto que vamos a comentar: Contestación a la pregunta: ¿qué es
Ilustración? (1784) es el artículo que publica Kant en la revista mensual de
Berlín como respuesta a la publicación del párroco protestante Zöllner, que
meses antes había defendido la necesidad de la religión para que los hombres
cumplan sus compromisos, lo que implica tratarlos como a menores de edad.
Zöllner aseguraba que no había encontrado una respuesta seria a la pregunta
sobre qué era la Ilustración. Kant, desde Königsberg, acepta el reto y escribe
este clásico artículo que es toda una defensa de la autonomía moral y de
libertad. Ilustración es atreverse a pensar por sí mismo, sin la guía de otro.

También podría gustarte